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Serie Análisis

Nº1
Junio 2002

DESERCIÓN ESCOLAR Y CRIMINALIDAD

Marcos Barretto Muñoz

Si bien no existen antecedentes suficientes para establecer una relación causal entre deser-
ción escolar y criminalidad, el estudio de estos fenómenos indica una asociación entre ambas
problemáticas. Desde esta perspectiva, es necesario trascender el ámbito educativo y considerar
esta materia en las estrategias preventivas que se desarrollan en seguridad ciudadana.

La relación entre los fenómenos de juventud, violen- los factores de riesgo que más se repiten en la literatu-
cia y criminalidad constituye un espacio de interés re- ra especializada al analizar la aparición de conductas
currente en la opinión pública, más aún cuando la par- transgresoras en el segmento juvenil: la problemática
ticipación de jóvenes en la comisión de delitos ha pre- de la deserción escolar.
sentado un progresivo aumento durante los últimos años.
El presente análisis tiene por objeto aportar a la discu-
Acercarse al fenómeno de la delincuencia juvenil sión relativa a la relación entre criminalidad y deserción
implica necesariamente adentrase en la problemática escolar, dando cuenta de los posibles alcances de ella.
de los factores de riesgo asociados a la aparición de
conductas criminales en los jóvenes. Para tal efecto, se abordará en primer lugar algunos
de los antecedentes teóricos que nos permitan vincular
Entenderemos por factores de riesgo las característi- los fenómenos propuestos.
cas o circunstancias detectables en relación con una
persona, grupo o comunidad, que se estiman asocia- Posteriormente, se entregará una visión general de la
das con la posibilidad de sufrir daño o la vulneración situación de la deserción escolar en nuestro país, que
de un derecho.1
contribuye a dimensionar la magnitud del problema.

Si bien en nuestro país oficialmente se considera jó-


En tercer lugar, se establecerán relaciones entre el
venes a los individuos de 15 a 29 años, para efectos de
nivel de escolaridad e informaciones de carácter
nuestro análisis hemos restringido el grupo de estudio
delictual y otros factores asociados.
a los que se encuentran en edad escolar y , particular-
mente a los de 14 a 19 años, incorporando el tramo
legal de 14 a 17 años y el tramo de 18 y 19 años que Posteriormente, se avanzará en el establecimiento de
corresponde a la sobreedad con que egresan del siste- un perfil del joven vulnerable a partir de la asociación
ma el 33,9% de la población juvenil de nuestro país.2 de factores de riesgo analizados.

Más allá de la multiplicidad de factores que inciden Por último, se identificarán los potenciales
en la emergencia de conductas delictuales, las próxi- facilitadores en la implementación de estrategias de
mas líneas constituyen una reflexión en torno a uno de intervención.
ANÁLISIS 1

DESERCIÓN ESCOLAR Y CRIMINALIDAD: CONSIDERACIONES TEÓRICAS

Diversas investigaciones e informe ligados a comisio- Si bien los antecedentes expuestos no son conclu-
nes gubernamentales señalan que el delito y la yentes, en el esfuerzo por constatar una relación direc-
victimización se concentran en las mismas áreas temá- ta entre ambos fenómenos es interesante analizar los
ticas, identificando entre ellas varios factores comunes resultados de algunas intervenciones exitosas a nivel
de riesgo, los cuales se centran básicamente en el de- internacional que apuntaron a los factores de riesgo
sarrollo social de los individuos y las comunidades, así vinculados al segmento juvenil y que guardan relación
como en la reducción de oportunidades. con la deserción escolar.

Para el segmento juvenil que nos ocupa, los factores Con el objetivo de reducir los arrestos mediante inver-
de riesgo más recurrentes son el desempleo, la exclu- siones en juventud, se implementó en cinco ciudades
sión y abandono de la escuela, medio precario, estilo de Estados Unidos -entre 1989 y 1993- el Programa
de vida criminalizado y ser miembro de una pandilla. Quantum Opportunities, destinado a otorgar incentivos
a los jóvenes para que finalizaran su educación media.
Las argumentaciones relativas a la articulación entre
deserción escolar y criminalidad se presentan ya esta- A través de este Programa, se les estimuló a completar
blecidas como un lugar común a la hora de acercarse a su formación escolar mediante actividades de reforzamiento
los factores que inciden en el origen de las conductas académico, tutorías de pares, asistencia escolar en domi-
transgresoras en los jóvenes. Más aún si dicha vincula- cilios y actividades comunitarias, entre otras.
ción se refiere a la emergencia de conductas crimina-
les en el segmento juvenil. Los resultados, luego de 4 años de intervención, fue-
ron significativos: se logró una reducción del 71% de
Si bien aún “no existe consenso teórico ni resultados los arrestos. Del mismo modo, el grupo beneficiario del
empíricos concluyentes sobre la naturaleza exacta de programa, comparado con un grupo de control, “resul-
la relación causal entre deserción escolar y delincuen- tó con menor propensión a la deserción escolar (23%
cia, sí existe consenso entre teóricos y profesionales de versus 50%) y con mayor probabilidad de terminar la
la educación sobre el hecho de que ambos fenómenos enseñanza media (63% versus 42%)”.8
están asociados”.3
A principios de la década de los ochenta, en los Paí-
En esta perspectiva el Ministerio de Educación, al ses Bajos, se implementó el Programa HALT, que ofre-
fundamentar la implementación del Programa “Liceo ció a jóvenes de 12 a 18 años, detenidos por primera o
Para Todos”4 , señala que los desertores escolares tie- segunda vez cometiendo un acto de vandalismo, la
nen mayores probabilidades de entrar en dinámicas oportunidad de evitar el procesamiento formal partici-
excluyentes y desintegradoras, tales como la cesantía, pando en dicha iniciativa. El programa exige a los
el subempleo, la drogadicción y la delincuencia. infractores la reparación de los daños causados y les
brinda asistencia para resolver sus problemas de em-
Se estima que los jóvenes en estas situaciones -que pleo, vivienda y educación. Los integrantes del grupo
abandonan las escuelas, que faltan a clases o que tie- beneficiario, comparados con su grupo de control, dis-
nen una autoimagen académica baja- tienen una mayor minuyeron su participación en actos de vandalismo en
probabilidad de participar en actividades violentas.5 un 63% en comparación al 25% del grupo no someti-
do a intervención.
Del mismo modo, diversas investigaciones internacio-
nales han mostrado que “los alumnos que abandonan El resumen de los resultados obtenidos de los pro-
sus estudios, al igual que los que hacen novillos (cimarra) gramas que apuntan al abandono escolar a través de
frecuentemente, tienen mayores probabilidades de ser incentivos destinados para terminar la escuela, revelan
delincuentes que los jóvenes que se quedan en la es- que tienen como efecto una disminución de los arres-
cuela hasta haber finalizado toda la enseñanza”.6 tos del 17% en los grupos intervenidos.9

Un estudio realizado por el Ministerio del Interior de Estas afirmaciones sitúan la problemática de la de-
Inglaterra y Gales -sobre la base de 1720 jóvenes de serción escolar como un factor asociado a la aparición
entre 14 y 25 años de edad que declaraban no asisten- de conductas delictivas, ya sea como una causal o como
cia a clase- reportó que estos habían cometido delitos uno de los primeros hitos en la trayectoria delictual de
con una frecuencia superior a la registrada por los alum- los jóvenes transgresores.
nos que sí asistían regularmente a clases.7
2
DESERCIÓN ESCOLAR EN CHILE: ¿A QUIENES AFECTA?

Una vez expuestos los antecedentes que nos permi- Alrededor de la mitad de los jóvenes que declara no
ten asociar el fenómeno de la deserción escolar y el asistir a un establecimiento educacional, lo hace por
origen de conductas transgresoras en los jóvenes, se motivos de carácter económico. Los más pobres no sólo
hace necesario dar cuenta de la situación de la deser- ingresan en menor proporción a la enseñanza media,
ción escolar en nuestro país con el fin de conocer la sino que su trayectoria es sensiblemente más larga y
magnitud del problema y acercarnos a las característi- sus probabilidades de culminación son significativamente
cas de los individuos afectados. menores.

Si bien en la última década se han logrado importan- Los datos a nivel regional muestran que, con excep-
tes avances en materia de disminución de la deserción ción de la Tercera y Duodécima, en todas las regiones
escolar10 , esta problemática aún afecta a un grupo más del 10% de la población que le corresponde cur-
significativo de jóvenes, particularmente a aquellos que sar la enseñanza media está fuera del sistema escolar.
se ubican en el grupo etáreo correspondiente a la ense- Las regiones que presentan mayores problemas de de-
ñanza media. Como dato anexo, podemos señalar que serción del sistema educativo son la Sexta, Séptima,
el curso donde se concentra el abandono del sistema Octava, Novena, Décima y Undécima, con cifras que
educativo es en Primero Medio. fluctúan entre el 14,8% y el 17,9%.

De acuerdo a los datos entregados por la encuesta Sin embargo, a nivel nacional, en términos cuanti-
CASEN 2000, la población total de jóvenes entre 12 y tativos, más de la mitad de la población juvenil que
19 años que no han completado su enseñanza media están fuera del sistema educacional se concentra en la
se estima en 1.782.844. Región Metropolitana (36%) y la Octava (14%).

El 13,5% de ella, correspondiente a 240.368 jóve- A partir de las razones declaradas para abandonar el
nes, no asiste a ningún establecimiento educacional. sistema escolar, es posible dar cuenta de aquellos fac-
El grupo etáreo más afectado es el comprendido entre tores que potencian el riesgo de desertar del sistema.
los 14 y los 19 años, que concentra el 96,6% del total
de no asistentes. Es decir, la cantidad de jóvenes en Existe consenso respecto de los factores psicosociales
esta situación correspondientes al tramo de enseñanza y económicos que facilitarían el abandono escolar. A la
media alcanza a 232.269. precariedad económica -ligada a un ingreso familiar
insuficiente, jefes de hogar con bajo nivel educacional
Las principales razones de deserción escolar están (menos de ocho años) y estudiantes demandados para
asociadas a factores económicos y de género y, en me- aportar al mantenimiento del hogar- se suman la
nor medida, a factores propiamente escolares. marginación social, la estigmatización, la ausencia de
redes de apoyo, la violencia intrafamiliar, la irrespon-
El 47% de los jóvenes que declara no asistir a un sabilidad parental y el aislamiento territorial, entre otros
establecimiento educacional, esgrime algún motivo de factores.
carácter económico. Un 20% lo atribuye a problemas
escolares, ligados a la disciplina o falta de interés. El Actúan también como factores de riesgo aquellas
14% consigna como razón la maternidad o embarazo. condiciones propias del mundo escolar12 , donde se
puede destacar la experiencia educativa disociada de
Los problemas vinculados a la oferta educacional sólo la cotidianeidad juvenil y marcada por el fracaso
son señalados como motivo de abandono escolar por (repitencia y sobreedad); el bajo rendimiento acadé-
un 3,8% de los encuestados. Porcentajes menores di- mico y la inasistencia sistemática, además de la socia-
cen relación con la realización del servicio militar lización durante los estudios con grupos de pares en
(3,4%), enfermedades inhabilitantes (3,1%) y proble- situaciones similares de riesgo.
mas de carácter familiar (3,2%).
A la luz de estos antecedentes, se podrá constatar
La población de menores ingresos resulta ser la más que muchos de los factores de riesgo vinculados a la
afectada por la no asistencia a un establecimiento edu- deserción escolar coinciden con aquellos factores que
cacional. El 76,1% de estos niños y jóvenes pertenece se vinculan como potenciales generadores de conduc-
al 40% de los hogares con menores ingresos del país.11 tas delictuales en los jóvenes.

3
ANÁLISIS 1

DESERCIÓN ESCOLAR Y CONDUCTAS DELICTUALES

Situado el fenómeno de la deserción como un factor de 18 a 24 años llega al 40,52%.


de riesgo asociado a la aparición de conductas
transgresoras y descrita la situación a nivel nacional, En lo que respecta al robo con fuerza, los datos se
procede dar cuenta de aquella información que permi- ven reafirmados, pues 18,7% de los detenidos el año
te relacionar la actividad delictual –especialmente la pasado corresponden a jóvenes de entre 16 a 17 años,
protagonizada por jóvenes– y el nivel de escolaridad. y el 37, 56% pertenece al grupo de entre 18 a 24
años.
En este sentido, son elocuentes las cifras relativas
al nivel de escolaridad de la población penal del país. Con respecto al hurto, los aprehendidos entre 16 y
17 años ascendieron al 8,2%, mientras que en el tra-
De acuerdo a estadísticas oficiales de Gendarmería mo etáreo comprendido entre los 18 y los 24 años,
de Chile del año 2000, el 86.6%, de la población alcanza al 37,2%.
condenada atendida por esa institución (incluyendo a
los reos analfabetos y a los que sólo leen y/o escriben) Si nos centramos en el nivel de escolaridad de los
no había completado los 12 años correspondientes a la detenidos de la Región Metropolitana el año pasado
educación básica y media. (2001) de acuerdo al tipo de delito, se observa que el
37,7% de los detenidos por robo con violencia tenía
De este grupo, el 47,8% no había completado su estudios medios, cifra que disminuye levemente en el
educación básica, el 17,34% había finalizado sus es- robo con fuerza, llegando al 36,1%. En el caso del
tudios primarios y el 21,48% no había terminado la hurto, asciende al 56,1%.
enseñanza media. Sólo el 13,4% de los condenados
había finalizado la educación secundaria o tenía estu- Las cifras de detenidos para el mismo período cuyo
dios superiores, de carácter técnico o universitario.13 nivel de escolaridad corresponde a estudios básicos
suben notoriamente en relación a los aprehendidos que
Del mismo modo, una encuesta realizada por Paz registran estudios secundarios. Es así que para el robo
Ciudadana en 1997 a reclusos de los recintos peniten- con violencia llega al 59,4% y para el robo con fuerza
ciarios de Colina I y II mostró que las tasas de deser- alcanza al 60,6%. El hurto presenta un comportamiento
ción escolar de personas condenadas por robo o hurto inverso, pues los detenidos por este delito correspon-
son altas (93%) y que sólo el 7% había terminado el den al 39,3%, cifra bastante inferior a la registrada por
colegio.14 El 42% de dichos reclusos había abandona- los aprehendidos con estudios medios.
do sus estudios entre los 11 y los 15 años y el 39% lo
había hecho después de los 15 años de edad. Si bien las cifras no son determinantes para estable-
cer una relación de causalidad directa entre deserción
Por otra parte, si observamos los datos de los deteni- escolar y criminalidad, permiten develar la vulnerabili-
dos según delitos en la Región Metropolitana para el dad del segmento juvenil y reafirman el abandono es-
año 200115 , de a cuerdo a su distribución etárea, po- colar como un factor de riesgo asociado a conductas
demos señalar que el 19,58% de los aprehendidos por transgresoras. Del mismo modo, permiten afirmar una
robo con violencia corresponde a jóvenes de 16 a 17 cierta relación entre la población juvenil, el nivel de
años. Para el mismo delito, el porcentaje de jóvenes escolaridad y algunos delitos.

OTROS FACTORES ASOCIADOS

No obstante, aun cuando es posible afirmar que exis- un cambio hacia un empleo regular, podía suponer una
te una vinculación entre abandono escolar y riesgo de reducción de las actividades delictivas, posiblemente como
potenciales conductas delictivas, dicha asociación no resultado del cambio de grupo de amistades”.16
tiene el carácter de exclusiva, encontrándose además
ligada a otros factores de riesgo. En el caso anterior queda de manifiesto que la deser-
ción escolar por sí sola no necesariamente deviene en
Investigaciones realizadas en Inglaterra demuestran que la generación de conductas delictuales. La menor can-
cuando “el abandono de la escuela iba acompañado de tidad de delitos denunciados en las zonas rurales del

4
país -las mismas que presentan altos índices de deser- Lo anterior no sólo involucra una necesaria preocu-
ción escolar- vendrían a corroborar dicha afirmación, pación por el fenómeno de la deserción escolar, sino
pues dicho abandono se encuentra ligado a la incorpo- que también por los problemas de convivencia interna
ración del joven al mundo laboral. en la escuela.

En el marco de la implementación de la Estrategia En esta perspectiva, cabe señalar que el 52.2% de


Nacional de Seguridad de los Estados Unidos y a partir los jóvenes que estudian en establecimientos munici-
de diversos estudios, se estableció que “la inasistencia palizados de nuestro país declara la ocurrencia habi-
escolar constituía el inicio de problemas posteriores, tual de robos al interior de ellos, además de la presen-
tales como falta de capacitación, desarrollo de con- cia cotidiana de violencia física entre alumnos en un
ductas violentas, dificultades en el acceso al mercado 45,5%. La situación en colegios particulares subven-
laboral, vinculación con situaciones delictivas o con cionados, si bien mejora, alcanza igual cifras conside-
drogas, problemas de alcoholismo, etc.” También las rables con un 38,9% y un 34,9% respectivamente.18
situaciones y ambientes de violencia e inseguridad en
los colegios y cercanías generaban mayores índices de De acuerdo a la base de datos Aupol de Carabineros,
deserción e inasistencia y obligaba a generar mecanis- el 33,3% de los detenidos de entre 14 y 19 años en la
mos de defensa que, en algunas ocasiones, involucraba Región Metropolitana durante el año 2001 corresponde
portar armas y la incorporación a pandillas.17 a la categoría de “estudiantes”19 , situación que permite
especular - más allá del alcance de las categorías utili-
La deserción escolar entendida como un factor de riesgo zadas en la clasificación - que el inicio de las conduc-
no actúa de manera aislada: factores ligados al contexto tas delictivas puede tener un origen anterior a la mate-
socioeconómico, a la inasistencia, al rendimiento y a la rialización del abandono escolar. Con respecto al nivel
convivencia escolar constituyen un conjunto de elemen- educacional de dichos aprehendidos, el 46,41% pre-
tos que simultáneamente pueden facilitar la aparición senta estudios básicos y el 51,71% estudios medios.
de conductas transgresoras en los jóvenes.

PERFIL DE LOS JÓVENES VULNERABLES

A la luz de los antecedentes expuestos, se puede afir- media (preferentemente en primero medio).
mar que la deserción escolar por sí sola no puede ser
considerada como un factor exclusivo y directo en el Motivos de deserción escolar: dificultades económi-
origen de conductas delictivas en los jóvenes. cas, falta de interés, mala conducta, mal rendimiento.

Sin embargo, esta problemática constituye un factor El entorno inmediato de su liceo puede ser “insegu-
de riesgo que, sumado a otros, podrían eventualmente ro” o “peligroso”, es decir, expuestos al consumo de
generar dichas conductas transgresoras. alcohol y/o drogas o a situaciones de violencia.

A partir de los factores de riesgo asociados a la de- Existencia de problemas de convivencia al interior
serción escolar, es posible avanzar en el ejercicio de de la unidad educativa.
establecer un perfil de los “jóvenes vulnerables” a par-
tir de los factores de riesgo asociados a la deserción El desertor no encuentra ninguna forma de inser-
escolar. ción funcional: De acuerdo a datos de la Tercera En-
cuesta Nacional de Juventud, un 17,2% de los jóve-
Los jóvenes vulnerables presentan una relación con- nes de 15 a 19 declara no estudiar ni trabajar, siendo
flictiva con sus padres (actitudes parentales negligen- los estratos medios y bajos los más afectados. El 10,7%
tes, violencia intrafamiliar, entre otras). de estos jóvenes declara no tener interés por trabajar.

Su nivel de escolaridad es enseñanza básica incom- El grupo de pares se encuentra en una situación
pleta o deserta en los primeros años de la educación similar a la del desertor.

5
ANÁLISIS 1

POTENCIALES FACILITADORES DE INTERVENCIÓN

La deserción escolar como factor de riesgo asociado a Tiene acceso directo a los jóvenes del sector.
la aparición de conductas transgresoras, se encuentra,
sin embargo, positivamente asociada a una serie de po- Estas características sitúan a la unidad educativa (li-
tencialidades que allanan el camino a la implementación ceo) como un espacio adecuado para la implementación
de intervenciones destinadas a su prevención. de políticas intersectoriales.

En efecto, la deserción escolar se encuentra precedi- A diferencia de otras problemáticas juveniles -como
da por una serie de hechos relativos a la trayectoria los fenómenos de la violencia juvenil urbana, el surgi-
escolar de los sujetos afectados que pueden ser diag- miento de “pandillas” o los problemas derivados de la
nosticados oportunamente. estigmatización juvenil-, la deserción escolar se mani-
fiesta en un espacio restringido y delimitado, suscepti-
La inasistencia sistemática, los problemas discipli- ble de ser intervenido y donde pueden concurrir los
narios, el desinterés, el mal rendimiento académico, la diferentes actores de la comunidad.
repitencia y su consecuente sobreedad se presentan
como una constante en aquellos jóvenes que terminan Ya se hizo mención anteriormente a los programas
abandonando el sistema educacional. internacionales como Quantum Opportunities (EE.UU)
y HALT (Países Bajos). En ambos casos, se contó con
El potencial desertor se encuentra al interior de una la participación de la escuela como un actor relevante
organización estructurada y, por ende, resulta fácil su in- en los modelos de intervención implementados. Los re-
dividualización, diagnóstico, evaluación y seguimiento. sultados evaluados como exitosos no sólo dieron cuenta
de los objetivos de cada programa –vinculados a la dis-
La unidad educativa se presenta como un espacio minución de arrestos juveniles-, sino que además con-
privilegiado dentro de la comunidad, ya que cuenta con tribuyeron a disminuir la propensión a la deserción esco-
una serie de características que la hacen distinta a cual- lar y aumentaron la probabilidad de terminar la educa-
quier otra organización social, comunitaria o funcio- ción secundaria para los beneficiarios del programa.
nal. Dichas características se pueden enunciar de la
siguiente manera20 : Del mismo modo, la experiencia del Programa
Multidimensional en Hanko (Finlandia) deja de mani-
Posee una población relativamente fija, incluyendo fiesto que la acción coordinada de las escuelas y los
a directivos, docentes, paradocentes y estudiantes. servicios sociales disminuyó la participación de los jó-
venes en actividades vandálicas.21
Cuenta con una estructura administrativa organizada,
con la cual se puede contar para recabar y sistematizar Estas experiencias permiten abrir las posibilidades
información o implementar estrategias de intervención. de complementariedad entre los programas locales en
seguridad ciudadana que hoy se están llevando a cabo
Tiene infraestructura y equipamiento base susceptible con los programas educacionales vinculados a la reten-
de ser utilizado, lo que permite optimizar recursos. ción y reinserción escolar o tendientes a mejorar la con-
vivencia al interior de las escuelas.
Mantiene una llegada directa a muchas familias, cons-
tituyendo un potencial puente entre jóvenes y adultos. En ese sentido, programas como Comuna Segura –
Compromiso Cien o el Proyecto 24 horas de Carabine-
ros constituyen espacios privilegiados para el trabajo
Conoce las problemáticas del lugar donde se encuen-
coordinado.
tra inserto.

6
CONCLUSIONES

No se puede afirmar que exista una relación causal Los factores que anteceden el abandono escolar su-
directa entre deserción escolar y criminalidad. Sin em- gieren la presencia de unidades educativas donde se
bargo, se cuenta con información suficiente para esta- manifiestan problemas de convivencia interna, los cua-
blecer que el abandono del sistema educativo formal actúa les pueden transformarse en potenciadores de conduc-
como un factor de riesgo que puede potenciar la apari- tas violentas o transgresoras. Los liceos percibidos como
ción de conductas delictuales. “inseguros”, ya sea por su entorno inmediato o por su
convivencia interna, pueden en sí mismos dar origen a
En nuestro país, el grupo más afectado por la deser- factores expulsores del sistema.
ción escolar es el comprendido entre los 14 y los 19
años; vale decir, los jóvenes que se encuentran dentro A diferencia de otras problemáticas que afectan a la
del tramo que corresponde a la enseñanza media. Di- juventud, la deserción escolar ocurre en un espacio fí-
cho grupo representa el 96,6% del total de quienes sico concreto e identificado (el Liceo) y el afectado es
han abandonado el sistema, lo que equivale a una cifra de fácil individualización, lo que supone una adecuada
de 232.269. focalización y seguimiento de las propuestas de inter-
vención.
La información policial relativa a los delitos de ma-
yor connotación social del año 2001, para la Región El Liceo constituye un espacio privilegiado dentro
Metropolitana, presenta una importante participación de la comunidad local, dotado de infraestructura,
del segmento juvenil en la comisión de dichos actos equipamiento y organización administrativa. Constitu-
delictuales. Si bien estos datos no permiten establecer ye además un punto de convergencia entre adultos y
relaciones directas con el fenómeno analizado, dejan jóvenes a través de la integración de las familias. Di-
de manifiesto la vulnerabilidad del segmento juvenil chas características facilitan los necesarios procesos
en material delictual. de sensibilización destinados a fortalecer las redes so-
ciales existentes en la comunidad.
Los factores de riesgo asociados a la deserción es-
colar coinciden con los factores vinculados a la apari- La problemática de la deserción no puede ser vista
ción de conductas transgresoras en el segmento juve- sólo como un fenómeno educativo. En su génesis se
nil de la población. encuentran un conjunto de factores que se relacionan
con la emergencia de conductas violentas y/o delictivas.
La deserción escolar puede constituir una primera Por tal motivo, las políticas actuales de retención y
evidencia de la emergencia de conductas transgresoras. reinserción escolar deberían abrirse a la coordinación y
Sin embargo, su aparición viene antecedida por una a la complementariedad con iniciativas específicas de
trayectoria educacional marcada por la indisciplina, la seguridad ciudadana y prevención social del delito. Los
inasistencia sistemática, el desinterés, la sobreedad y beneficios son recíprocos y la experiencia internacio-
el bajo rendimiento académico. Lo anterior posibilita nal parece avalar esta afirmación.
su detección temprana y viabiliza una intervención opor-
tuna y adecuada.

7
ANÁLISIS 1

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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NOTAS:

1 Franco y Blanco, 1998


2 Bellei, Cristián, 2001.
3 “Políticas y Programas para la prevención de la deserción escolar”. Fundación Paz Ciudadana, 2001.
4 Programa cuyo énfasis está puesto en la atención preferencial de los liceos que atienden a la población escolar juvenil con más probabilidad
de desertar.
5 “Seguridad ciudadana y violencia en América Latina: Diagnósticos y políticas en los años noventa”, CEPAL, Serie Políticas Sociales N°32,
pp 11-12, 1999.
6 “Delincuencia Juvenil”. Rutter y Giller, pág.167. 1988.
7 “Young people and crime” Research Study . Home Office.1995
8 “Aplicación de las mejores prácticas de prevención del delito: Tras Comunidades globalmente más seguras”. Irvin Waller y Brandon C. Welsh.
En : Cuadernos de criminología N°8, pág. 23. 1998.
9 “Digesto de prevención del delito II” Centro Internacional para la Prevención del Delito
10 De acuerdo a datos de la encuesta CASEN 2000, el porcentaje de jóvenes de entre 14 y 17 años que no asiste regularmente a un establecimiento
educacional disminuyo de un 19,7 % a un 9,9%.
11 “Situación de la educación en Chile”, Mideplan, 20001
12 “Liceo para todos: Orientaciones y líneas de desarrollo social”. Mineduc, 2000.
13 “Compendio Estadístico de la Población Atendida por Gendarmería de Chile”. Gendarmería de Chile, pág. 53, 2000.
14 Perfil de reclusos, Adimark y Fundación Paz Ciudadana,1997.
15 Ministerio del Interior y Aupol – Carabineros, 2001.
16 Rutter y Giller, Ob.cit, pág. 168.
17 “Se Puede”, Blanco, J.pp. 58-59, 2001.
18 Tercera Encuesta Nacional de Juventud, Injuv, 2000.
19 Ministerio del Interior y Aupol – Carabineros, 2001.
20 Mineduc, ob.cit. pág.47
21 “Aplicación de las mejores prácticas de prevención del delito” Cuadernos de criminología Nª8,1999.

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