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LA IMAGEN DE DIOS EN LA
MORAL CRISTIANA
\ 1. (/Jir/., I\~ .
32 NUEVA MORAL FUNDAMENTAL
- pesimismo antropológico;
- afirmación exagerada de la necesidad de la gracia eficaz;
- reducción elitista de la salvación eterna ("son pocos los que se
salvan");
- limitación de la gracia sacramental, reservada para perfectos (la
eucaristía como "pan de los ángeles") o dada como premio a
quienes se someten a esfuerzos sobrehumanos.
22. ce E. LÓPEZ, El yugo de Jesús (Mt 11,28-30). Histona y sentido de una metáfo-
m: Slllclillm Ovetense 11 (1983) 65-118.
2:\ . Ver !;¡s exactas)! \ú idas anotaciones ele A. TORRES QUEIRUGA, Creo en Dios
1 ~lrln' (S:l nland 'r, \()R6) l Rl -1R5.
36 NUEVA MORAL FUNDAMENTAL
Jesús nos reveló el misterio de un Dios que está muy alejado del
rigorismo moral: "Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, por-
que, ocultando estas cosas a los entendidos, se las revelaste a la
gente sencilla" (Mt 11, 25). El Dios revelado en Cristo no impone
"cargas" ni "yugos": "acudid a mí, los que andáis cansados y agobia-
dos, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy
tolerante y humilde, y os sentiréis aliviados" (Mt 11, 28-29)24.
Juan Pablo II ha propuesto la postura teológica y pastoral de san
Alfonso, el gran luchador frente al jansenismds, como la forma de
superar el rigorismo moral: ''A propósito del rigor excesivo, a veces
ejercido en el sacramento de la Penitencia, que él (Alfonso) llamada
'ministerio de gracia y de perdón', solía repetir: 'Así como la laxitud,
en el ministerio de las confesiones, arruina las almas, también les es
dañosa la rigidez. Yo repruebo ciertos rigores, no conformes a la
ciencia, y que sirven para destrucción y no para edificación. Con los
pecadores se necesita caridad y dulzura; éste fue el carácter de
Jesucristo. y nosotros, si queremos llevar almas a Dios, y salvarlas,
debemos imitar no a Jansenio, sino a Jesucristo, que es el jefe de
todos los misioneros'. Y en la obra grande de moral escribe, entre
otras cosas, aquellas memorables palabras: 'No hay que imponer
nada a los hombres bajo culpa grave, a no ser que la razón induzca
a ello con evidencia (00 .). Atendiendo a la fragilidad de la presente
condición humana, no siempre es verdad que la cosa más segura sea
dirigir las almas por la vía estrecha"'26.
24. Sobre el significado de este pasaje, ver, además del estudio citado en la nota 22.
las siguientes referencias bibliográficas: G. LAMBERT, "Mon joug est aisé et mon
fordeau léger": NRT 77 (1955) 963-969; J. B. BAUER, Das mdde Joch und die
Ruhe. Mt. 11, 28-30: Theologische Zeitschrift 17 (1961) 98-106; H. D. BETZ.
The Logion o/ the easy 10ke and o/ the Rest (Mt. 11, 28-30): Journal of Biblical
Literature 86 (1967) 10-24; M. MAHER, "Take my yoke upon you" (Mt. XI, 29):
New Testament Studies 22 (1975) 97-103.
25. Remito a mis tres obras sobre la moral de san Alfonso. analizada en cuanto pro-
puesta alternativa al rigorismo moral de raíz jansenista: Frente al rigorismo moral,
benigmdad pastoral (Madrid, 1986); La fomdia en la vida y en el pel/samien/o de
Alfonso de Liguol1' (Madrid, 1995); Dios de múenrorr1ia JI cOl/riel/l'li, IIIom/' ! ,rI jJro-
pues/a (1II/~(¡1ISenis/rt dl1sr!fl A(fOnso (Madrid. 2000).
2(,. JUAN PABI ,() !l. C(//,/(/ /I/lo.I'/lÍI,Í'f' ('111/ (/('(/,1/611 rld (}lIlr'lIf11,r¡ dr' /11 1II1I1'r!r' ¡II' .\'(11/
/(j¡mlll /l1r/rfrl rll' 1",~lIf11i: 1':l'('lt-si:1 1\;1. 2,:1:\:1/:1 -1 (22 y f I)/vr/II)H'/) 20 2 1.
PRIMERA PARTE 37
5. Balance
27. M. VIDAL, ü ..ega/ú/I2o o dúcermimento del bien moral?: Iglesia Viva n. 171 (1994)
247-261\.
2H. M. VII )1\1" I'/m'" i ('!Úlitlll/:WII:: Qücstions de vida cristiana n. 96 (1979) 56-71.
2(). M. VIl)/\I ., ¡ ,tI /IIom/ ('111110 .i'l'l"1uá 'o 11 /a mU.I'f! rlell,ombre: Moralia 12 (1990) 3-
2 () .
38 NUEVA MORAL FUNDAMENTAL
1. Cuadro de interpretaciones
totnli lad l ,1 Mist 'rio ti ' 1 ios. J ahí que se pueda hablar de diver-
sas "int 'rpr ' ta i 11 's" 1, la ima . n de D ios en la tradición teológico-
moral, en cuanto que cada formulación de la moral cristiana destaca
un rasgo básico en el Misterio de Dios y asume implícitamente el
resto de los significados.
Los paradigmas de moral cristiana pueden ser catalogados de
acuerdo con la interpretación de la imagen de Dios que dé justifica-
ción al universo moral. A mi ver, hay tres interpretaciones funda-
mentales de la imagen de Dios en la tradición teológico-moral:
- La primera ve a Dios como Bien y, consiguientemente, como
contenido de la realización y de la felicidad humanas.
- La segunda comprende a Dios como Belleza, dando lugar a una
orientación de la moral en clave de orden y armonía.
- La tercera considera a Dios como Justicia, desde la cual es juz-
gada y orientada la historia humana.
Cada una de las tres interpretaciones señaladas de la imagen de
Dios puede ser atribuida a una tendencia determinada en el devenir
histórico de la reflexión teológico-moral. Me complace referir las dos
primeras interpretaciones a tres grandes Doctores de la Moral cató-
/ltll.I'ÚIl/Ú, 's 1, 'ir rn 'd ianle la r m 111 ración activa y presente de las
"VI( tilllllS" d' la hisloria y d' la a '(ualid:1d.
40 NUEVA MORAL FUNDAMENTAL
:l5. Confesiones, 1, 1, 1 (UFecisti nos ad te, Domine, et inquietum est cor nostrum
donec requiescat in Te").
:le). I e ávt!aLe D el; XXII, 30, 5: Obras de San Agustín. Edición bilingüe, T. XVI
(Madrid, 1958) 1722 (Ulbi vacabimus et videbimus, videbimus et amabimus,
amabimus et laudabimus. Ecee quod erit in fine sine fine") .
:l7. (;o'!!e.l'úmes, XIII, 9, 10: upondus meum amor meus: eo [eror quocumque feror.
Requies nostra lOCllS noster".
:lH. 111 I~pú/. JOflll., IV, 8, Tract. VI: PL 35, 2.033 (Udilige et quod vis fae") .
:\1). /)(, /'iv /lfll(' /)("; XIV, 28: /. t., 985 (UFecerunt itaque civitates duas amores duo;
\('1'1' 'I)<\m sdlit'l'l amor sui lIsqll<.! ud conl<.!mplum Dei, caclestem yero amor Dei
\\Sll"l' :Id ('O I1I I' ll1pl\l1l1 slli ").
~2 N EVA MO RAL F N I J\M I ~ N TAL
40. Veritatis splendor, 15, citando a san Agus tín en: De Sermone Domini in Monte, 1, 1,
1: CCL 35, 1-2.
41. Vertlcttú .rplendor, 23-24, citand o a san Agustín en: De sPlrdu el htlera, 19, 34; 21,
36; 26, 46 : CSEL 60, 187, 189-190,2 00-201.
42. Confis¡(mes, IV, 15, 24-27. Cf A. UÑA, &n Agustín: belleza senslOle JI belleza del
orden: La C iudad de Dios 212 (1999) 183-213.
43. De dz"vimtate, 83, 4: PL, 40, 28 ("omne pulchrum a summa pulchritudine, quod
Deus es t").
44. De vera religúme, 39, 72: Obras de San Agustín. Edición bilingüe, t. IV (Madrid,
1948) 158-159 ("Ita enim Sapientia Dei pertendit a fine usque ad finem fo rtiter
(Sap 8, 1). Ita per hanc summus ille artifex opera sua in unum fin em decoris
/
ordinata contextuit").
45. De ávztate Del; XI, 18: l. e., 745-746 ("pulcherrimum carmen ") .
46. Epist. 138, 1,5: O bras de San Agustín. Edició n bilingüe, t. XI (M adrid, 1953) 129
("velu t magnum carmen cuiusdam inaffa bilis modulato ris").
47. J~p¡j-/. 166, 5, 13: Obras le an Agustín. Edi i6 n hilingü' (Marid, 195:1) 479
("111 0dllh1t io pr¡¡ 'cogn ila ' l prndiI1il" ").
PRIMERA PARTE 43
rencia del saber teológico. Podemos decir que por vez primera en la
historia del pensamiento cristiano la moral cristiana alcanza este
rango de la criticidad teológica plena.
La estructura teológica le viene a la moral cristiana por estar ésta
situada en la órbzta de Dios. La dimensión ética de la existencia cris-
tiana puede entrar en la síntesis teológica porque trata del mismo
Dios en cuanto fin de la criatura racional. Dios finalizante, según la
expresión de Juan de santo Tomás, es el objeto del saber teológico-
moraPs.
El mismo santo Tomás formula el teocentrismo moral, de mane-
ra explícita, en el prólogo a la cuestión segunda de la primera parte
de la Suma, sirviéndose del esquema platónico-agustiniano de "exi-
tus" - "reditus" (salida y retorno) : "Puesto que el principal intento de
la doctrina sagrada es el dar a conocer a Dios, y no sólo como es en
sí mismo, sino también en cuanto es principio y fin de todas las
cosas, y especialmente de la criatura racional, según hemos dicho,
en la empresa de exponer esta doctrina trataremos primeramente de
Dios; después del movimiento de la criatura racional hacia Dios, y
en tercer lugar, de Cristo, quien, en cuanto hombre, es nuestro cami-
no para ir a Dios"59.
La moral es, pues, la forma de llegar a Dios, siendo Cristo el
camino a recorrer. La vida moral se sitúa, como si se tratara del
campo marcado por una elipsis, entre los dos polos del teocentnsmo
y el crútocentnsmo. En el ámbito marcado por esas dos fuerzas se rea-
liza la vida moral, de la que santo Tomás destaca su estmctura antro-
pológica mediante la categoría de "imagen de Dios" : "Cuando deci-
mos que el hombre ha sido hecho a imagen de Dios, entendemos
por imagen, como dice el Damasceno, un ser dotado de inteligencia,
libre albedrío y dominio de sus propios actos. Por eso, después de
haber tratado del ejemplar, de Dios, y de cuanto produjo el poder
divino según su voluntad, nos queda estudiar su imagen, es decir, el
hombre, como principio que es también de sus propias acciones por
tener albedrío y dominio de sus actos"60.
5. Balance
Anl 'S ti ' 'XI n ' 1' es ta orientación básica de la moral cristiana
- bj 'l o d '1 sigui ' nt capítulo-, juzgo necesario terminar éste reco-
l\ it'lHlo 1\1 ti ,la i 'i 11 de D ios como "amor". Será esta comprensión la
1\1 ' dt:i ' Itl I LL 'rta abierta para tratar en el siguiente capítulo la rela-
d JI \ ' I\( r ' .[ Mi terio Trinitario y la moral cristiana.
1, Djos s Amo r
/
73. Cf T KELLY, "God is L ove': A Theologú:al-Moral R ead¡ng qf 1 Jo/m: Studia
Moralia 37 (1999) 35-71.
74. JUAN PABLO JI, Domlnum eL vivificanLcm, 10.
75. JUAN PAfH ,0 IT, f)úcuno en el Aula Mag1/O de 1// UII/v{'n/dlld "N/rolrí.\'
Cm1il'l1l/'r'o" dí' Ttmlll (7/6/ 1999): Ec I 'si:! n. 2.95 1 (26 ti ' junio ti · 1999) 24 25.
7f1,.I \ JAN PA IH ,O 11 , 1 )111111;111111 1'1 v / ¡I!!im llll'lII, I ~,
PRIMERA PARTE 51
Sil' lHl n ('s la IIn <1 mprensión de Dios y de la moral que está pre-
1H'1I1 (' :1 In 1:1 1'!:O ti ' l O la la tradición teológica, puede verse de modo
'slH'('htl (' 11 1:\ prO pll 'sta moral-espiritual de san Alfonso de Liguori,
:lNptTlo tl l,l tll1 l' Jl) ' h o upado expresamente en otro lugar83 .
Pan \ ('s l(' s:l lIl o lI apoli tano la vida cristiana se fundamenta en el
A mor dv I) ios y t'Ol) sis( , ' 1) la r '<11i;"Cl ión de la Caridad. El libro que
m tio!' 'Xp!'t'S:I In l'spi!'ill1 :11idad y la rn mI alfonsianas es La p ráctica
del mno?" (/ Jf',r//(,I7:r/rl' . I',sta sínl 's is d ' moral d · la perfección cristia-
na c rni en~a on una aft rn'\a 'i60 1(¡si a ' 11 la que se formula el sen-
tido de la existencia cristiana: "La suma de la santidad y perfección
del alma se cifra en amar aJ esucristo, nuestro Dios, Bien soberano y
Salvador nuestro"85. El amor afectivo y efectivo constituye la res-
puesta, escrita en lenguaje de amor, con que la persona contesta al
proyecto del Dios del amor y de la misericordia86•
A esa comprensión de Dios y de la moral llegó san Alfonso opo-
niéndose al Jansenismo y al teísmo de la Ilustración. El Jansenismo
ordenaba la vida cristiana bajo la mirada de un Dios exigente, elitista,
y celoso de su santidad. El teísmo ilustrado presentaba a Dios como
un ser supremo pero alejado de la realidad humana. La propuesta
moral y, pastoral de Alfonso brota de la imagen de un Dios cercano
(frente al alejamiento teísta) y benigno (frente al rigorismo jansenista).
VI. CONCLUSIÓN
Bibliografía:
cede del dinamismo trinitario del Padre (n. 2), del Hijo (n. 3), y del
Espíritu Santo (n. 4). '~sí toda la Iglesia aparece como el pueblo unido
'por la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo'" (n. 4).
La teología trinitaria ha conocido en la segunda mitad del siglo
XX una época de gTan esplendor, solamente superable por la etapa
decisiva de los siglos III-IV'. Dado el objetivo de estas páginas, no es
necesario ni exponer el estado de la cuestión de los estudios sobre
la Trinidad 2 ni resumir las orientaciones sobre este misterio cristia-
n0 3 • Únicamente quiero dejar constancia de algunas perspectivas
que tienen particular relieve para las implicaciones éticas.
t. V (Madrid, 1948) 480-481: "Sic enim dicunt illi tres substantias, unam essen-
tia m, quemadmodum nos dicimus tres personas, unam essentiam ve! substan-
tian1".
12. K. RAI-INER, El D/os Trino como pni¡ápz"o y fimt!m/lCllLo /1'l!srendcll/e de Ir! flirLoria
de Sftlvftrió,,: Mystcriu1l1 Sa llltis, lI/l (Madri 1, 1<)(,<») 3~<) 44~; C/lrso
l 'II//dr/ffll'II/{,1 dI' Ir' 1'1' (l3a!' 'clona, 1979) 167 171.
PRIMERA PARTE 59
1.\. (;. ;RESHAKE, Der dreieine Got!. Eine tnrl1lansche Theologie (Freiburg-Basel-
Wi 'n, 1997).
1 1 l. MO r ~ rMI\NN , El EJjJíritu de Pida. Una pneumatolopa integral (Salamanca,
II)<)H) 332.
( 'C M. ,oNzALEZ, f ,(r Trrll1dotl, coraz ón hermenéutico de la reahdad m stt'ana.
/ ,' l'Ilfi'Ztl tld allor/I' di' ntdl/ursa)' ti Irr súfemtffica tr/ml ada de/siglo XX: Proyecto 10
( I<)IJH) 127 ItlO.
60 NUEVA MORAL FUNDAMENTAL
4. Estructura de lo humano
19. Cr. I-I. I-IÁRING, L a fi mstiana en el Dios tnilO y uno: Concilium n. 258 (1995)
237-252 .
20. Ver, en el sentido indicado en el texto, la exposición de C. M. LA CUGNA, God
.(or U\'. '1711: Tniuty and ¡l/e Chrú[¡an L(ft (San Francisco, 1991). Sobre la propues-
ta de esta teóloga, cr. M. DOWNES, Trimltlnan Sptrüutl!tty. Église et Théologie
211 (t<)():\) IOC) 123.
62 NUEVA MORAL FUNDAMENTAL
32. Vita consecrata, 17-22. CE S. M a . ALONSO, Dios-Padre nos llama en Jesús y nos
consagra en e! Espíntu Santo. La v/da consagrada, como vivenda tnntfaria: Vida
Religiosa 86 (1999) 376-39l.
33. CE N. SILANES - B. FORTE, La Santísima Tnn/dad, programa sodal de! msfla-
msmo (Salamanca, 1999); E. CAMBÓN, La Tnn/dad, "modelo" de sodedad Una
presentadón catequética: Didascalia 53 (1999) n. 519, 10-18; ID., La Tnn/dad,
modelo sOCIal (Madrid, 1999); C. SORC, La hútona en su dúnens/on perú:orétú:a:
Estudios Trinitarios 33 (1999) 133-146.
34.]. MOLTMANN, Tnrlldad y Re/no de Dios (Salamanca, 1985).
35.]. MOLTMANN, El Espíntu de v/da (Salamanca, 1998) 268-288.
/
36. lb/d., 332.
37. L. BOFF, La Trimdad, la sodedad y la hberaClon (Madrid, 1987); ID., La
Santísúna Thnidad es fa mo/0r comumdad (Madrid, 1990),
38. Th. FREYER, "Niille" - Clrle fllillliils//¡e%gúr/¡c Sr/diiss('/- "/ifl!t'gril1C": Thcologic
lInd Clauhc 40 (1997) 271 -288.
:W, In\'sia Viva n, tú7 (t()<)~): "Trinidad y {'uItura a('(u\d".
PRIMERA PARTE 65
a. Pensamiento agustiniano
. '1. SAN A( ;US'I'lN, J)i' /({S costllmóres de la !gIma Católica. Versión, introducción y
nolas ti· T PRIETO: Obras de San Agustín, Edición bilingüe, t. IV (Madrid,
1()4/l) 235-451.
55. T PRIETO, le., 253: "Como fundamento de la ética cristiana pone el Santo el
sumo bien, que no es otro ni puede serlo que Dios, único objeto cuya posesión
hace al hombre feliz. Todo esto lo demuestra filosóficamente con el análisis de
los caracteres del sumo bien, y concluye que sólo Dios posee tales caracteres".
56. De las costumbres de la Iglesia Católica, 1, 3, 4: le., 265.
57. lbid, 1, 8, 13: 1 c. , 277.
58. Ibid, 1, 6, 10: le., 265.
59. Ibld., 1, 11, 18: le., 285 .
60. Ibid, 1, 13,23: l. c., 291.
61. T PRIETO, 1 c., 253.
PRIMERA PARTE 69
62. De las Costumbres de la Iglesia Católt"ca, 1, 14, 24: l C., 290-293: "Deum ergo dili-
gere debemus trina m quandam unitatem, Patrem, Filium et Spiritum sanctum,
quod nihil aliud dicam essse, ni si idipsum esse".
63. Ibid, 1,13,23: l C., 291: "esto es obra únicamente del Espíritu Santo".
M. J. A. MERINO, La Tn"mdad, paradigma de VIda comumfana, en S. Buenaventura:
Estudios Trinitarios 30 (1996) 10.
65. En san Bucnaventura "la misma noción de fragmento no tiene ningún sentido.
Únicamente se puede captar en su totalidad la economía general de la doctrina
o, de lo ('ontrario, no se vcrá nada" (E. GILSON, La phdosophll: de Saz"nt
1I111/(fl'¡'IIIII1l' (París, 1943) 3R5).
70 NUEVA MORAL FUNDAMENTAL
1:1 /¡I 'lIi"on ',Iil', )lI' san Buenaventura prefiere traducir por el vocablo
di ll :l1 l lj¡,() dv rúrwnz1¡cessio y no por el más estático de circuminseSS10.
S i ll I IH' II I\\I:\I' la unidad substancial, el pensamiento bonaventuriano
pl'i' lkl'l' d 'IInir h vida intratrinitaria por las Personas divinas, que se
('o llstitlI Y' \1 1'01" la relación. Precisamente por eso, la Trinidad con-
Nistl' ' 1\ .1'1'/"1 '1/ Y ' n .fer flacia.
No It ('ost ) a slIn Buenaventura trasladar a la Trinidad el con-
, Vto ti ' Bil'II , (111 :1 ('a l 'g-oría decisiva para su comprensión de Dios
y ti ' la r 'alidad ' 1" 'ada, según señalé en el capítulo precedente. El
Bien, en la interpreta ión bonaventuriana, es difuslVO, es decir
requiere "ser compartido" y precisa "entregarse". Estas dos cualida-
des del Bien se realizan de forma eminente en la Trinidad. El Dios
trinitario se define por ser "realidad compartida" y por ser "entrega
mutua absoluta".
Siendo el Bien absoluto, la Trinidad es esencialmente Comunú:a-
ClOn. La vida trinitaria no es soledad, aburrimiento o monotonía,
como pensaron algunos filósofos (Aristóteles, Feuerbach), sino "pro-
funda comunicación, íntima convivencia, fuerte solidaridad, igual-
dad y coparticipación totales, infinitas delicias e ilimitada jocun-
didad"77.
Por ser Bien absoluto y Comunicación esencial, la Trinidad es
A mor. "El amor es la exégesis magistral de la vida trinitaria"78. San
Buenaventura introduce la hermenéutica del amor como clave expli-
cativa del Misterio Trinitario. Para él, la Trinidad es una Tnnldad
agápica: el Padre es el amante ("diligens"), el Hijo es el amado
("dilectus") y el Espíritu Santo es el ca-amado ("condilectus") . "Dios
se comunica sumamente teniendo desde toda la eternidad un ser
amado y co-amado y por esto Dios es uno y trino"79.
84. lb/d, parte sa, c. 1, 6: 1 C., 380-381: "mens nostra efficitur conformis beatissimae
Trinitatis per vigorem virtutis, splendorem veritatis et fervorem cariatis .. . et ex
his omnibus horno Deo placens y acceptus existit". La expresión "splendor veri-
tatis" ha cobrado un relieve especial en la Teología moral actual a partir de la
encíclica de Juan Pablo II "Veritatis splendor". En esta encíclica no se recoge la
impostación triádica de san Buenaventura: vigor de la virtud, esplendor de la
verdad, fervor de la caridad. Por otra parte, aunque san Buenaventura no lo cita,
en su formulación resuena un texto agustiniano, de sabor "africano". Dice el
Obispo de Hipona que algunos interpretan e! término "Temán" ("vendrán de
Temán") de! cántico de Habacuc por ''Austral'' o "Africano" y añade, "por lo cual
se significa el mediodía, esto es, el fervor de la caridad y el esplendor de la ver-
dad" ("alii interpretati sunt ab Austro ve! ab Afnco: per quod significatur meri-
dies, id est fervor charitatis et splendor veritatis") : SAN AGUSTÍN, La C¡'udad
de DIos, 1. XVIII, c. 32: Obras de San Agustín. Edición bilingüe, t. XVI-XVII
(Madrid, 1958) 1298.
85. Ver la exposición en: BreVlloqu¡'um, parte sa, c. 9: 1 C., 418425.
86. lb/d, parte sa, 9, 3: 1 C., 420-421 : "Se dice que la ley mosaica se diferencia de la
evangélica en que aquélla es de figuras y ésta de realidades; aquélla, el e castigos,
y ésta, de gracia ; aquélla, literal, y ésta, espiritual; aquélla, letra que mata, y ésta,
es píritu que vivifica ; aquélla, ley ele temor, y ésta , ley de amor; aqu 'll a, d' ser-
vidllmhrl', y (-s ta , ti lih ' rlad: aqu 'lIa, d ' 'aq.('a. y 'sta, d . E, 'ilidad".
PRIMERA PARTE 75
IV. BALANCE
Bibliografía:
112 . Ver, a este respecto, el estudio de Ch. A. BERNARD, Mytere tn"mtaire el trans-
flrmCtI/on en D/eu: Gregorianum 80 (1999) 441-467.
l1 3. JUAN PABLO n, Tertio m¡llenmo advenúlnte (Vaticano, 1994), passim (ver, por
ejemplo, n. 8).
11 4. SAN mENEO, AtlvCJ:fIl.1' /lfIen:.rcs, V, 36,2: PG, 7, 1223: "Per Spiritum quidem
~\( I Fil¡III1l, P ' 1' Filiul11 :lulel11 ascendere ad Palrcm",
3
DIOS PADRE Y LA MORAL CRISTIANA
1. Ad Gentes, 2.
2. [, lIl11ell gen /111m, 3.
:l. ~ ' r 1.1 $ anola iones de . RAPONI, A fia JCltola det" Padri (Roma, 1999) 258-259,
l' n r 'I:lt'i I II ('0 1) ·1 'risto ' ' ntrismo d ' los Padres Apostólicos.
84 NU EVA MORAL FUNDAMENTAL
4. Lumen gentium, 4.
5. lbid., 2.
6. lb/d. , 2.
7. C (///(/¡¡II" l'I.rjll'.I', 92.
PRIMERA PARTE 85
10. VARRÓN, La lengua lall"na, V, 65, 196; TITO LIVIO, Histona de Roma, Il, 39,
434.
11. Catecismo de la !gleSTa Católica, n. 238.
12. r. 1' . GARCÍA LÓPEZ, Dios Padre en el Antiguo Te.fltmwllto a lo luz de las I1lter-
/JI"i'/f/,.iollllS rmim /I's de ItI religiólI de f.rmel: VARIOS, I)ios 's Padr' (Salamall 'a,
11)1) 1) 4:'. 57; 1. ;()M E% !\ ' h UO , RmgIJ.\" Mili/á,.\" di' I >/i,,\' I }/I/¡ l': R. 1,1\ % 'ANO
(1)ir,), 1)ills, NlI\'st ro Pudr ' ( M ~!dl' id , 1i) <) (») 1117 1MI.
PRIMERA PARTE 87
3. La Revelación cristiana
18. Ver una breve pero exacta síntesis en: L. F. LA DARlA, El Dzos vivo y verdadero.
El múteno de la Tnnzdad (Salamanca, 1999) 45-52 (con referencias bibliográfi-
cas).
19. K. RAHNER, Advertencias sobre el Lratado dogmáLú;o "De TtúlIlrrLe": Escritos de
Teología, IV (Madrid. 164) 105-137.
20. Ver '1 slud io liisico de K. RAI-INER, T/¡eos CIJ el NlII>o() 'n 'S/flllIl'lItO: Es 'rilOs de
e
'1' ·olopía. 1 (Madrid, 1%3) 93- 16H. 'r. (amhién: . EFFl~(.:, "H,rlll'" "(I/II!m' /)1'0-
/IÚ¡ tll' f),i¡.I: ('O\l('i lillm n, 1()3 (19H 1) 3ClH 3HO,
PRIMERA PARTE 91
- "El Padre del cielo"; "El Padre de las luces (Sant 1, 17).
- "Dios vivo y verdadero" (1 Tes 1, 9).
- "El Dios del amor y de la paz" (2 Cor 13, 11); "Dios de la paz"
(Fil 4, 9).
- "Un solo Dios, el Padre" (1 Cor 8, 6). ("y un solo Señor,
Jesucristo"): "Para nosotros no hay más que un solo Dios, el
Padre, del cual proceden todas las cosas y para el cual somos; y
un solo Señor: Jesucristo, por quien son todas las cosas y noso-
tros por él" (probablemente aclamación bautismal: ver nota en
Biblia de Jerusalén). "La gracia del Señor Jesucristo, el amor de
Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros"
(2 Cor 13,13. Ver la nota de la Biblia de Jerusalén).
La fórmula "gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo" resalta la
divinidad de cada una de las tres Personas, frente al peligro del
"subordinacionismo".
La imagen de "Padre" no elimina otras, como la de "Señor". Las
complementa.
3a .,Desde la revelación de Dios Padre llegamos a la comprensión
de Dios como "comunicación". Una comunicación de amor. Y así
tenemos la cumbre de las definiciones de Dios: "Dios es amor" (lJn
4, 8. 16). San Juan "expresa así la verdad más alta de nuestra fe, y al
mismo tiempo nos transmite una experiencia de sentido"21.
Las afirmaciones son éstas: la) Dios es inefable; 2a) de Dios nos
hacemos siempre alguna imagen. De ellas se deduce: 3a ) una con-
clusión: carácter simbólico y tentativo del lenguaje sobre Dios.
1) Dios es inefable.
Ésta es la primera afirmación y el punto de partida de todo cuan-
to se diga sobre la imagen de Dios.
26. CEJ A. ÍÑIGUEZ, La iconogrcif1a del Padre eterno: Scripta Theologica 31 (1999)
495-51L
/
27. RICARDO DE SAN VÍCTOR, De Tnnitate, 6, L Edición de G. Salet (Paris,
1959), Sources Chrétiennes, n. 63, p. 374.
28. CE J MARTÍN VELASCO, Ellenguqje rehgioso: La religión en nuestro tiempo
(Salamanca, 1978) 264-273.
29. f.J MU• Mi\RDONl:"S, Relig¡'ón e únáglJlles de J ¡'os e/llfl.r re/tlf'lime.l' /IIIII/ClIICI.ry Itl
l'o/lvi ul'/lI'If/ e/l/re los /J/(I'I;los: onrer 38 (1999) n. 14 5, 63.
Itl
l'
PRIMERA PARTE 95
~o. Cf Concilium n. 258 (1995): "Los diferentes rostros de Dios". Entre otros artí-
cul os dc este número monográfico, es de destacar el de D. TRACY, La para-
rlqjtl de los dijerentes rostros ele Dt'os en el monoteísmo, 325-335 (en el Islam, en el
Judaísmo, y en el Cristianismo).
~ l. 'r. v. MADOZ, ¡IIu[genes y r71presentac¡'ones de Dios que sanan y enferman: Confer
jH (19<)9) 11 . Wi, 125-132.
:1 2. SIIil/lI/fll'(iI//1'lI ("('1///1/'.1', 1, ~ 1, 11.
96 NUEVA MORAL FUNDAMENTAL
PRIMERA PARTE 97
34. Ver las actitudes que se deducen de la confesión de Dios como Padre: N. SILA-
NES, Nuestr({ fe eJ/ nios "Padre": Vida Religiosa 86 (1999) 333-345 (todo el
I1ÚI11\:I'O de la revista, el n. 5 correspondiente a septiembre de 1999, está dedi-
l'ado \11 ( ' I1W d ' Dios como Padr ').
98 NUEVA MORAL FUNDAMENTAL
a. Teología de la fiHaez"ón
A la revelación de Dios como Padre corresponde la revelación de
la "filiación". Ésta no es otra cosa que la revelación de Jesús como
el Hijo del Padre Dios. Desde esta filiación cristológica de carácter
"económico" vislumbramos (tenemos revelación) la filiación intra-
trinitaria o "inmanente" del Verbo.
A la luz de la filiación del Verbo encarnado entendemos nuestra
filiación. De ésta hablamos aquí.
De las muchas consideraciones que cabría hacer proponemos
únicamente dos perspectivas: la filiación como don; y la filiación
como expenencia espz"ntual
1) La ftliación como "don"
55. Cf. R. TREMBLAY, Radicati eflndati nel Figlio (Roma, 1(97) 75-87: "La 'rcla-
¡done filiale' dcl!'uomo con Dio e il suo impatlo sulla moral , n isliana secando
F.X. D\lrrwel1 ".
PRIMERA PARTE 105
Dice a este respecto Juan Pablo II: "Que en este año jubilar nadie
quiera excluirse del abrazo del padre. Que nadie se comporte como
el hermano mayor de la parábola evangélica que se niega a entrar en
casa para hacer fiesta (cE Lc 15, 25-30)"56.
La "forma de vida filial" en la Iglesia, en cuanto "casa del
Padre/Madre misericordioso/a", viene exigida por la imagen de
Dios Padre que nos transmite Jesús.
'Jesús empieza advirtiendo que no hay que llamar a nadie padre
en la tierra (Mt 23,9). Hay quienes piensan que la frase va contra la
paternidad que se querían atribuir los rabinos en estos momentos, 1 ,,
(,. JUAN PABLO TI, InCfl17laü'onis mysterium. Bula convocando al GranJubileo del
Hilo 2000: Ecclcsia n. 2.923 (12/XII/1998) n. 11: p. 27.
'1, 1. C;()MEZ A EBO, 7. e., 166.
H, (f¡II'oÚ"IJ rll' Itl I.~ /, '.I'I(¡ Ct,/ó/¡i'fI, 1111, 268-274.
el ( '()MI'I'I ;; PARA EL,IlJIIILEO DEL AÑO 2000, (J, 1: , 61 79.
106 NUEVA MORAL FUNDAMENTAL
4. Moral de la fraternidad/sororidad
3 a . Propuestas teológicas
Partiendo de las dos perspectivas precedentes, la teología actual
propone reconsiderar el lado femenino de Dios Padre. Trata de lle-
var al discurso teológico las intuiciones bíblicas que entienden la
acluación de Dios con símbolos también femeninos. Las propuestas
principales son las siguientes93 :
4 a. Posible solución
93. CE F. ELIZONDO, La imagen de Dl0S desde !as mt.~jeres: Con[cr 38 (1999) n. 145,
81-94.
94. ]. MOD'MANN, Rljlfldn'/IIt1lcnw!: ont'ilium n. 16:\ (I<)H~) ~HI ~Hc) .
PRIMERA PARTE 117
b. "Feminzzar" la étz'ca 95
'1, Slllm' I'S It'ma remilo a una exposición más amplia: M. VIDAL. Femtnúmo y
('lti,l. OJIIIIJ :lhllliliztlr" 1(( /I/(Iml (M adrid, 2(00).
118 NUEVA MORAL FUNDAMENTAL
S. BE! IABID, UUfl t"l'Vúión del debate sobre las mZfleres y la teoría moral: Isegaría n.
()l).
{¡ ( 1992) 51.
100. V. C/\M PS, (). {~ . 76 77.
120 NUEVA MORAL FUNDAMENTAL
Bibliografía: