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Introducción a la Etica Empresarial 75

4. PRINCIPIOS ETICOS BASICOS EN LA ETICA PROFESIONAL

Una vez que hemos tratado el tema del valor moral supremo que es la dignificación de la
persona humana, corresponde ahora ver cuales son los "caminos" o "vías" éticas por las cuales ese
valor máximo puede canalizarse o concretizarse en la interacción profesional-persona. A esos
"caminos" o "vías" nos referimos con el tema de los principios y normas éticas, ya que estos
posibilitan que el Valor supremo se defienda y se acreciente en su realidad.

Puede definirse a los principios morales como aquellos imperativos categóricos y formales
de primer orden (los “primeros” imperativos de todo accionar moral) que:

1º Ayudan a entender lo que implica defender en cualquier tiempo y espacio, la dignificación de la


persona humana. Podríamos decir que los principios éticos básicos tienen el mismo efecto que un
"faro", puesto que iluminan aquellas formas de la práctica humana que puedan impedir o deteriorar
la dignificación del hombre.

2º Ayudan a iniciar el proceso de la acción moral humana en orden a defender e incrementar la


realización del valor ético máximo (la dignidad de la persona). En otras palabras, son los "caminos"
o las "vías" por las cuales debe transcurrir el razonamiento o discernimiento ético para poner en
práctica dicho valor.

Afirmamos que los Principios éticos son formales por cuanto carecen de un contenido
concreto; es decir, apuntan a un ideal ético abstracto que –luego- cada individuo tiene que ver cómo
ponerlo en práctica.

Por ejemplo, el enunciado del Principio de autonomía: "toda persona debe ser respetada en
su autodeterminación", no prescribe ni manda que se haga algo “específico”. Establece que respetar
la autonomía debe hacerse en toda interacción humana, en cualquier tiempo y espacio; pero no
dice de qué modo hay que ponerlo en práctica.

Por el contrario, en la siguiente regla concreta: "la empresa debe colocar en un lugar visible
los detalles y características de diseño del producto” tiene un contenido material determinado; tal
reglamento no es de carácter “formal” como son los principios, sino “material”, se dice.

Los tres principios éticos básicos formales de la relacionalidad interpersonal son: el


Principio de Beneficencia, el Principio de Autonomía, y el Principio de Equidad.

A. El PRINCIPIO DE BENEFICENCIA

El deber de hacer el bien, -o al menos, de no perjudicar al otro- fue formulado desde antiguo
con la máxima latina: "primun non nocere" (primero que nada, no dañar). Se expresa así, de forma
negativa, el imperativo positivo de beneficiar o hacer el bien a los demás. Tal es en pocas palabras
el concepto del Principio de bene-ficencia.
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Nos equivocaríamos groseramente si pensáramos que el principio de “Bene-ficencia” fuese


dar de lo que me sobra (hacer beneficencia u obras sociales de caridad). Tampoco debemos entender
este imperativo moral como hacer a otro lo que "yo creo" que es su bien. (Si lo pensáramos así nos
ubicaríamos dentro de las éticas emotivistas que criticamos en su momento). Por el contrario, este
imperativo me obliga a hacer el bien esencial que le corresponde a la persona por el mismo hecho
de ser persona. Esto significa que para garantizar la dignidad humana es necesario promover en
la persona la conciencia, la libertad, y la capacidad para convivir armónicamente con los demás.

El contenido del Principio de Beneficencia es pues, llevar a cabo todas las conductas que
incrementan la conciencia, la libertad, y la equidad con los demás.

Puede decirse, pues, que el Principio de Beneficencia tiene tres niveles diferentes de
obligatoriedad, en lo que se refiere a la práctica profesional:

1er nivel: debo hacer el bien, al menos, no causar el mal o provocar un daño. Es el nivel más
imprescindible y básico. Todo ser humano, -y un profesional con más razón- tiene el imperativo
ético de no perjudicar a otros intencionalmente. De esa forma, cuando una persona recurre a un
empresario, un abogado, a un médico, a un ingeniero o a un comunicador, tiene derecho a exigir
que, por lo menos, no sea perjudicado con la acción de estos profesionales. Una empresa, tiene el
deber de no perjudicar el ambiente, no producir diseños que pongan en peligro la seguridad o la vida
de las personas, no atentar contra la intimidad o autodeterminación de sus trabajadores

2o nivel: debo hacer el bien ayudando a solucionar determinadas necesidades humanas. Este nivel
es el que corresponde a la mayoría de las prestaciones de los profesionales cuando responden a las
demandas de ayuda de sus clientes a partir de sus conocimientos y habilidades. El abogado, el
psicólogo, el trabajador social, el médico, el comunicador social, o cualquier otro profesional puede
responder o no, con los conocimientos que le ha brindado la sociedad, a la necesidad concreta,
parcial y puntual, que le demanda una determinada persona que requiere sus servicios. Una empresa
al producir bienes y servicios está atendiendo este segundo nivel de obligatoriedad, en la medida que
satisface las necesidades de consumo de las personas que lo requieren.

3o nivel: debo hacer el bien a la integridad de la persona y de la sociedad. Este nivel tiene un
contenido mucho más inespecífico porque no se limita a responder a la demanda puntual de la
persona sino que va mucho más allá. Trata de satisfacer la necesidad que tiene una persona de
ser beneficiada en la totalidad de su ser1.

1
De lo anterior se deduce que para que el principio de beneficencia sea obligatorio, debe tenerse en cuenta no solo su
formalidad -hacer positivamente el bien- sino las consecuencias que implican su puesta en práctica, es decir la ponderación
de costos-riesgos y beneficios. El cálculo de la desventaja del beneficio sobre el costo es algo sumamente complejo e
implica muchas dificultades, tal como puede verse a través de estas preguntas: a.¿qué valores son los que se tendrán en
consideración para juzgar lo que son los costos y lo que son los beneficios?. b.¿Cuánta variedad de costos y beneficios se
tendrán en cuenta para el cálculo? c.¿los valores de quién son los que se tendrán en cuenta como más relevantes? d.¿a
quienes van a cargarse los costos y a quienes se les va a distribuir los posibles beneficios? e.¿Cuánto costo-beneficio
corresponde a los individuos (abstractamente aislados) y cuánto a la sociedad en su conjunto? f. entre los costos y
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Hemos de recordar que la necesidad fundamental de toda persona es la de incrementar su


conciencia, su autonomía y su disposición a vivir en comunidad. De ahí que el deber de beneficiar
a la totalidad de una persona es el de hacer todo aquello que aumente en ella su vida de relación
con los demás y su capacidad de vivir consciente y libremente de acuerdo a sus valores y deseos.
El imperativo de beneficencia no niega la libertad del otro sino que, por el contrario, la
promueve y la perfecciona. Al menos esta es la perspectiva de las éticas personalistas; no así las
éticas emotivistas, individualistas, y sociologistas.

Dentro de este tercer nivel de obligatoriedad debemos incluir a las empresas que asumen
como parte de su responsabilidad ética la promoción de las libertades e igualdades de oportunidades
en la sociedad.

La diferencia que hay entre un "hacer el bien" según el segundo nivel antes visto o el tercero,
se corresponde a la diferencia que hay entre una ética de los intereses individuales y la ética que se
hace co-responsable del bien común de la sociedad, que no sólo busca que los involucrados estén
bien informados de sus intereses sino que busca asegurar muchas otras necesidades y derechos.

¿Una empresa que "haga el bien"?

Podemos decir que los individuos responsables de las “políticas” de una organización pueden
"hacer el bien" en el sentido antes mencionado. ¿De qué manera?

En primer lugar cumpliendo la finalidad de una organización que es la de producir bienes y


servicios en la sociedad. La productividad en sí misma es un bien, por cuanto agrega valor a las
cosas y a las materias primas y posibilita el bienestar social por medio de la generación de empleo
y la realización creadora de las personas que trabajan. Una organización que produce de forma
competitiva muestra que ofrece bienes y servicios con un buen equilibrio precio/calidad. En el
cumplimiento de su finalidad organizacional en sí misma, la empresa "hace el bien".

En segundo lugar la corporación "hace el bien" intralaboralmente en la medida que puede


promover una serie de conductas y actitudes que garantice, por un lado, un "clima" éticamente
positivo y, por otro, en la medida que remunere justamente el esfuerzo creador de valor que tienen
todos y cada uno de los miembros de la corporación.

En tercer lugar, una corporación "hace el bien" cooperando con el bien común. Esta
cooperación puede tener diversos niveles de operatividad:

1º. El cumplimiento de lo mandado por la ley:


- cuidando el ambiente
- pagando los impuestos

beneficios físicos, los mentales y los sociales, ¿a cual se le dará más peso?.
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EL CUMPLIMIENTO DE LA BENE-FICENCIA
SEGÚN WALT DISNEY
Walt Disney Company, la gran empresa de animación que ha extendido sus rubros a tantas disciplinas, tiene en
Chile su filial para la región. El objetivo de ella es otorgar licencias para la elaboración de productos que vayan
con su marca registrada. Pero el tema es, precisamente, el otorgamiento de estas licencias. No cualquiera las
recibe. Existe una serie de estándares de responsabilidad social que deben cumplirse para
que ello ocurra. Estas condiciones deben ser acatadas por más de 20.000 fábricas en el mundo que trabajan
con esta licencia y, en algunos países, estos estándares superan las legislaciones nacionales sobre la materia.
Disney busca desarrollar "un estándar de excelencia en todos los aspectos del negocio y en todas las partes del
mundo", con una "conducta ética responsable en todas sus operaciones", mediante el "respeto por los derechos
de todas las personas y (...) por el medio ambiente". Este planteamiento ético de Disney trasciende la
compañía. Y para que sea realmente coherente, los que reciban licencias deben cumplir con el siguiente Código
de conducta para los fabricantes que cuenten con licencia Walt Disney:
- Mano de obra infantil. Los fabricantes no emplearán niños. La edad límite estará fijada por la ley local (14
años en algunos países, 15 en otros,
- Mano de obra involuntaria. No emplearán ninguna mano de obra forzada o involuntaria, ya sean
prisioneros, personas libres bajo fianza, con contratos de aprendizaje o de cualquier otra índole.
- Coacción y acoso. Tratarán a los empleados con dignidad y respeto y no emplearán castigo corporal,
amenazas de violencia o cualquiera otra forma de acoso o abuso físico, sexual, psicológico o verbal.
- No discriminación. No discriminarán en la contratación de empleados y en sus prácticas laborales,
incluyendo salarios, beneficios, ascensos, medidas disciplinarias, despido o jubilación, sobre la base de la raza,
religión, edad, nacionalidad, origen social o étnica, orientación sexual, género, opinión política o invalidez.
Asociación. Respetarán el derecho de los empleados a asociarse, organizarse y negociar colectivamente en
forma legal y pacífica, sin castigos ni interferencias.
Sanidad y seguridad. Proporcionarán un lugar de trabajo seguro y saludable, con un acceso mínimo o
razonable al agua potable y a las instalaciones sanitarias, protección contra incendios, luz y ventilación
adecuadas. Las mismas condiciones han de cumplirse en las viviendas que otorgue la fábrica a sus trabajadores.
Compensaciones. Cumplirán, al menos, con la normativa de salarios y de jornadas de trabajo del lugar en
donde estén. Si la legislación local no dispone el pago de horas extras, pagarán como mínimo el salario regular
para estas horas. Los empleados no trabajarán más de 48 horas por semana y 12 horas extras o las que
establezca la Ley. Además, tendrán un día libre por cada siete días. Los dos últimos puntos rigen siempre,
salvo que se trate de situaciones comerciales extraordinarias. Cuando los estándares locales sean más exigentes
que aquellos, Disney espera que la compañía los utilice de vara. etc.).
- Protección del ambiente. Cumplirán con las leyes y disposiciones que fije la ley.
- Otras leyes. Cumplirán rigurosamente todas las disposiciones legales del país que tengan que ver con la
compañía y su manejo.
- Subcontratación. Esta práctica está prohibida sin previa notificación a Disney y sin que el subcontratado
haya firmado antes este código de conducta.
- Supervisión y cumplimiento. La compañía autorizará a Disney y a sus representantes designados para que
fiscalicen el cumplimiento de este código, accediendo sin previo aviso a cualquier área antes mencionada en
este código. Los fabricantes deberán tener toda la documentación pertinente a dichas inspecciones en el lugar
de trabajo.
- Publicación. Este código debe estar en el idioma local; ser conocido por todos los empleados, y encontrarse
en un lugar de la empresa público y visible. Fuente consultada en agosto 2010:
http://www.accionrse.cl/app01/home/DesCaso.asp?id=123

2º. El discernimiento de los criterios de inversión. El capital puede invertirse solamente con un
objetivo de maximizar el lucro o, también, -ante igualdad de condiciones financieras-, optando por
inversiones que promuevan el desarrollo social de áreas económicamente no desarrolladas. (Los
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fondos éticamente pautados son un ejemplo en este sentido).

3º. La cooperación con la búsqueda de igualación de oportunidades y libertades. Numerosas


organizaciones sin fines de lucro buscan contrarrestar en determinados sectores sociales, las
deficiencias que la vida o los azares han implicado. De ahí que haya instituciones de ayuda en todos
los órdenes de la sociedad. Una empresa puede colaborar voluntariamente en esta promoción social
en la que todos los ciudadanos del mundo deberíamos estar implicados. Por tanto, también las
organizaciones.2

B. EL PRINCIPIO DE AUTONOMIA

La capacidad de darse a sí mismo la ley, era el concepto que tenían las ciudades-estados
griegas de la antigüedad. El concepto moderno de autonomía surge principalmente con Kant y da a
entender la capacidad del sujeto de gobernarse por una norma que él mismo acepta como tal sin
coerción externa. Por el hecho de poder gobernarse a sí mismo, el ser humano tiene un valor que es
el de ser siempre fin y nunca medio para otro objetivo que no sea él mismo. Pero para Kant, esta
autolegislación no es intimista sino todo lo contrario. Una norma exclusivamente individual sería lo
opuesto a una verdadera norma y pasaría a ser una "inmoralidad". Lo que vale -según Kant y según
la mayoría de los sistemas éticos deontológicos- es la norma universalmente válida, cuya
imperatividad no es impuesta desde ningún poder heterónomo sino porque la razón humana la
percibe como cierta y la voluntad la acepta por el peso de su misma evidencia. Esta capacidad de
optar por aquellas normas y valores que el ser humano estima como válidas es formulada a partir de
Kant como autonomía. Esta aptitud esencial del ser humano es la raíz del derecho a ser respetado
en las decisiones que una persona toma sobre sí misma sin perjudicar a otros.

Stuart Mill, como representante de la otra gran corriente ética, el utilitarismo, considera a la
autonomía como ausencia de coerción sobre la capacidad de acción y pensamiento del
individuo. A Mill lo que le interesa es que el sujeto pueda hacer lo que desea, sin impedimentos. Su
planteo insiste más en lo que de individual tiene la autonomía, que en su universalidad, que es lo
fundamental de Kant.

Ambos autores coinciden en cambio en que piensan que la autonomía tiene que ver con la
capacidad del individuo de autodeterminarse, ya sea porque por propia voluntad cae en la cuenta de
la ley universal (Kant), ya sea porque nada interfiere con su decisión (Mill).

De lo anterior es fácil concluir que para ambos autores la autonomía de los sujetos es un
2
SEN, A ¿Que impacto puede tener la Ética? Para presentación en la Reunión Internacional sobre “Etica y Desarrollo”
del Banco Interamericano de Desarrollo en colaboración con el Gobierno de Noruega Washington: BID,
www.iadb.org/etica, 2003. Véase también: A.SEN, Desarrollo y Libertad. Barcelona: Planeta, 2000.
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derecho que debe ser respetado. Para Kant, no respetar la autonomía sería utilizar al hombre como
medio para otros fines; sería imponerle un curso de acción o una norma exterior que va contra la
esencia más íntima del ser humano. Según el juicio de Kant, se confunde y se superpone el concepto
de libertad con el de ser autónomo. De la misma manera que no puede haber un auténtico ser
humano si no hay libertad, tampoco puede haber ser humano donde no haya autonomía. Stuart Mill
por su parte, también reivindica la importancia de la autonomía porque considera que la ausencia de
coerción es la condición imprescindible para que el hombre pueda buscar su valor máximo que sería
la utilidad para el mayor número.

A partir de este razonamiento, el pensamiento filosófico postkantiano incorporó como


noción fundamental en la antropología y en la ética, el principio que ahora llamamos de autonomía y
que podría formularse de la siguiente manera: "todo hombre merece ser respetado en las
decisiones no perjudiciales a otros". Si entendiéramos el principio de autonomía como el derecho
a “disponer de mí” como se me ocurra y como deseo, habríamos adoptado la ética emotivista.

Del principio antes formulado se deriva una obligación social: la de garantizar a todos los
individuos u organizaciones el derecho a consentir antes de que se tome cualquier tipo de acción
con respecto a ellos; protegiendo de manera especial a los débiles que no pueden hacerlo por sí
mismos y necesitan un consentimiento sustituto.

Ninguna acción corporativa podría justificarse -al menos desde una ética personalista- si no
buscara el incremento, el mantenimiento o el respeto de una mínima autonomía en el sujeto o
en las organizaciones para que dirijan sus decisiones de acuerdo a su escala propia de valores,
intereses o concepción de la vida.

El Principio de Autonomía se respeta cuando en toda interacción ética los individuos y las
personas son capaces de decidir, mediante el CONSENTIMIENTO VALIDO frente a toda
conducta que los afecte.

Para que un Consentimiento sea auténticamente válido se requieren tres condiciones


básicas:

1. Que la persona, la empresa, la organización, el grupo, etc., reciba


a. Suficiente información en cantidad. Suficiente significa la necesaria para que la
decisión de la otra persona u organización pueda tomar la decisión propuesta
b. Adecuada información en calidad. Para que la información sea considerada
“adecuada” en calidad, debe garantizarse que el contenido de la mente del que
propone una determinada conducta o acción (emisor) pase (sea interiorizado como
tal) en la mente del receptor
2. Que la persona (o los directivos de una organización o institución) sea competente para
decidir, es decir que esté en ejercicio de sus capacidades mentales y su racionalidad
3. Que la persona (u organización) sea libre en un doble sentido:
a. De toda coacción externa a sus decisiones
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b. De la coacción interna (miedo, inseguridad extrema, obsesión compulsiva, etc.)

Las situaciones o circunstancias en las cuales se pone en cuestión la obligación de requerir el


consentimiento válido en una transacción entre personas u organizaciones son muchas. Pero, en
particular, señalamos las siguientes:

1. Los contratos laborales


2. Los contratos de compraventa de todo tipo
3. Los acuerdos comerciales, sindicales, laborales

Una conducta ética que estuviese diseñada para disminuir, menoscabar, dañar, perjudicar,
impedir, manipular la capacidad de una persona, de una organización o de un grupo para decidir y
dar el consentimiento a una conducta (cualquiera sea) que le afecta en sus intereses, es una conducta
que debe ser considerada como inmoral o éticamente inaceptable. Al menos, esta es la posición
teórica de las éticas deontológicas de tipo personalistas.

Las éticas legalistas, por el contrario, sólo se preocuparán de que la persona haya firmado un
contrato. Y es la letra de la ley, lo único que las éticas positivistas toman en consideración a la hora
de valorar las conductas morales de las organizaciones y de las personas.

Caso: OMISION DE LA VERACIDAD IMPIDE AUTONOMIA

En el invierno de 1992 John Swanson, jefe del muy respetado programa de ética de Dow Coming, fue convocado a una
reunión con Keith R. McKennon, quien recién había sido nombrado principal ejecutivo (CEO) de Dow Coming, para
tratar una demanda que la esposa de Swanson, Colleen, había presentado contra la compañía, tres meses antes. En la
demanda se alegaba que la compañía había ocultado los riesgos de usar sus implantes de gel de silicona que los médicos
habían implantado en sus senos en 1974, y que posteriormente se habían reventado, permitiendo a la silicona endurecerse
y migrar hacia el interior de su cuerpo donde causaba un intenso y doloroso ardor, erupciones, una debilitante pérdida de
peso, fatiga crónica y muchos otros padecimientos. Un iracundo McKennon reclamó: "¿Qué es lo que Colleen quiere
sacar de esto? ¿Quiere millones y millones de dólares? Esto podría ser un desastre. ¿No podemos hablarlo y ver si
podemos resolverlo?" Los dos hombres no pudieron llegar a una decisión acerca de la demanda pendiente, una de muchos
miles que finalmente llevarían a la compañía a la quiebra.

Fundada en 1943 como empresa conjunta entre Corning Glass Works y Dow Chemical Company3, Dow Coming era
propiedad total de las compañías fundadoras, quienes habían establecido la empresa para desarrollar, fabricar y vender
productos poliméricos a base de silicona. Con un ingreso neto en 1990 de 171 millones de dólares sobre ventas de $1,700
millones, y 8000 empleados, se consideraba que la compañía, basada en Midland, Michigan, estaba teniendo un
desempeño aceptable, aunque no espectacular. John Swanson se unió a Dow Coming en 1966. Diez años después, al
saberse que otras varias compañías habían sobornado a funcionarios extranjeros para conseguir ventas, se pidió a Swanson
formar un Comité de Conducta Comercial que supervisaría un programa diseñado para garantizar que Dow Corning no
realizaría actividades faltas de ética. Swanson desarrolló un código de ética para la compañía, estableció el Comité de
Conducta Comercial, e instaló procesos para vigilar, auditar y prevenir los comportamientos faltos de ética. Swanson, un

3
Esta empresa fue la que compró a la Carbide Bophal, (India) la responsable de la peor catástrofe química de la historia.
Dow Chemical no se quiso hacer responsable de los gravísimos perjuicios causados en la población india de la Carbide
donde murieron miles de personas y otras tantas miles quedaron gravemente dañadas en su salud.
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hombre tranquilo, inteligente, cortés y leal, ansioso de hacer lo correcto, era la persona ideal para el puesto.
Dow Corning, junto con varias otras compañías, había comenzado a vender pequeñas bolsas de plástico rellenas con gel
de silicona para servir como implantes en los senos en 1963, poco antes de la llegada de Swanson. Todos en la compañía
creían que el gel de silicona dentro de las bolsas era biológicamente inerte, aunque sólo se habían realizado estudios
limitados a corto plazo (dos años) con animales para evaluar la sustancia. En unos cuantos años los implantes para los
senos eran el tercer tipo más popular de cirugía cosmética. Cerca del 20% de los implantes se colocaron en mujeres que se
estaban recuperando del trauma de una mastectomía. Aunque a fin de cuentas millones de mujeres utilizaron los implantes
insertados quirúrgicamente, menos del 1 % de los ingresos de la compañía se derivaron de ventas del producto.

Los implantes, clasificados como dispositivo médico, no estaban regulados por la Food and Drug Administration hasta
que el Congreso aprobó la Enmienda de Dispositivos Médicos en mayo de 1976. El año en que se aprobó dicha enmienda,
Thomas Talcott, un ingeniero de materiales de Dow Coming que ayudó a desarrollar el gel empleado en los implantes,
dejó su puesto en Dow. Un competidor, McGhan Medical Corporation, había desarrollado implantes más suaves, de tacto
más natural, y se había quedado con la mitad de la participación de Dow Coming en el mercado, que era del 70%. Para
contrarrestar este ataque, Dow Coming decidió usar una forma más líquida del gel e insertarla en bolsas más delgadas para
dar a los implantes un tacto más suave. Sin embargo, Talcott opinó que el gel más fluido en una bolsa más delgada podría
filtrarse por las paredes de la bolsa con mayor facilidad y migrar a través del cuerpo, tal vez produciendo lesiones.
Posteriormente, Talcott atestiguó que discutió con sus superiores, pero ellos insistieron en que, incluso si el gel se fugaba,
era biológicamente inerte. Cuando ellos decidieron seguir con sus planes para el nuevo gel y la nueva bolsa, él renunció
como acto de protesta.

Mientras la compañía se preparaba para sacar al mercado sus implantes con el nuevo diseño, pidió a un laboratorio
independiente que realizara pruebas rápidas de los nuevos modelos en animales. Una prueba de siete días en conejos, con
fecha del 7 de febrero de 1975, informó de una "reacción inflamatoria aguda de leve a ocasionalmente moderada", pero el
laboratorio atribuyó esto al trauma de insertar los implantes bajo la piel de los animales.3 El 28 de febrero otro informe
indicó que la inflamación en los animales estaba persistiendo. Pruebas con tres monos descritas en un informe con fecha
del 14 de febrero habían detectado cierta migración del gel al interior del cuerpo de los animales, pero los investigadores
pensaron que, dado que el gel era biológicamente inerte, cualquier migración sería inocua.

En 1976 A. H. Rathjen, director del grupo encargado de desarrollar y lanzar los nuevos implantes, recibió varias quejas de
médicos que habían observado reacciones inflamatorias severas en pacientes poco tiempo después de haber instalado los
implantes, además de indicaciones de que la silicona estaba migrando en el cuerpo de las pacientes. En un memorándum
con fecha de junio de 1976, Rathjen escribió: "He propuesto una y otra vez que debemos iniciar un estudio a fondo de
nuestro gel, de la envoltura, y de las fugas." En otro memorándum de ese mismo año, él se quejó de que en lugar de datos
científicos sobre el desempeño del nuevo implante, lo único que tenía la compañía eran "especulaciones no calificadas".
Expresando su preocupación por la posibilidad de fugas en el nuevo modelo, él escribió: "Ningún resultado hasta la fecha
es en verdad cuantitativo. ¿Hay algo en el implante que migre desde la prótesis mamaria? ¿Sí o no? ¿La fuga continúa
durante toda la vida del implante o es limitada o controlada durante cierto tiempo? ¿Cuál es la verdad?"
Estudios realizados con ratas durante la segunda mitad de la década de 1970 sugirieron que el gel de silicona producía
tumores cancerosos en hasta el 80% de las ratas investigadas. Sin embargo, estas cifras eran tan altas que un panel de
revisión de la FDA llegó a la conclusión de que los estudios probablemente eran erróneos. Otra serie de estudios
realizados diez años después también encontró que la silicona podía inducir tumores en ratas, pero la FDA tampoco los
tomó en cuenta, porque pensó que las pruebas no demostraban que se producirían tumores similares en seres humanos. En
enero de 1985, diez años después de la salida al mercado de los nuevos implantes blandos, el doctor Robert R. Levier,
director técnico del ramo de atención médica de Dow Coming, escribió un memorándum en el que señalaba que la FDA,
en un giro "ominoso", había comenzado a exigir pruebas en animales que duraran toda la vida de los sujetos. Esto podría
causar problemas para la compañía, porque "casi todas nuestras afirmaciones a la fecha se han basado en un estudio de
dos años con perros". En 1984 Maria Stem, una mujer que tenía un implante de silicona y que después sufrió lesiones que
supuestamente habían sido causadas por el implante, demandó a Dow Coming, alegando que la compañía había omitido
de forma fraudulenta revelar a los pacientes los riesgos que la compañía sabía estaban asociados al uso de los
implantes. El jurado de una corte federal de San Francisco le otorgó 1.5 millones de dólares de indemnización punitiva
contra la compañía. La juez que presidió, Marilyn Patel, declaró que en su opinión los estudios con animales realizados
por la compañía despertaban considerables dudas acerca de la segundad del producto".
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Después de perder este caso, Dow Coming decidió incluir en su producto un inserto en el que se advertía a los médicos
del riesgo de daños para el sistema inmunológico, así como otros problemas médicos en caso de romperse el implante. No
obstante, la compañía siguió insistiendo públicamente en que el gel de silicona era seguro y que además ahora estaba
usando una formulación más purificada del gel. Sin embargo, el número de demandas contra la compañía iba en aumento.
Por si fuera poco, en 1989 alguien reveló un estudio interno de la compañía que mostraba "una incidencia creciente de
fibrosarcomas en el sitio del implante". Después, por solicitud del Public Citizen's Health Research Group, un grupo de
interés público con su oficina central en Washington, un juez de corte de distrito de Estados Unidos ordenó a la FDA que
publicara todos los estudios sobre la seguridad del gel de silicona que Dow Coming había realizado en animales durante
las dos décadas anteriores. Poco tiempo después, el Congreso anunció que celebraría sesiones sobre la seguridad de los
implantes. Al paso de los años, la compañía había recibido numerosas quejas acerca de su producto, originadas por
médicos plásticos que alegaban haber encontrado complicaciones como rupturas, filtraciones, infecciones, endurecimiento,
tumores, esterilidad y otros padecimientos. Las quejas, compiladas en las oficinas centrales de la compañía, llegaron a
ocupar 20 páginas de listados de computadora. En 1991 la compañía perdió una importante demanda. Mariann Hopkins,
una mujer que aseguraba que sus implantes de 1976 se habían roto y dañado su sistema inmunológico, demandó a Dow
Coming y llamó a Thomas Talcott, el antiguo ingeniero de Dow Coming, para que declarara como testigo experto en su
favor. Talcott no sólo aceptó declarar, sino que también proporcionó varios documentos confidenciales de la compañía
que sugerían que ésta había sospechado durante más de una década que el gel era inseguro, pero no había advertido de
ello a los usuarios. Los documentos se entregaron a funcionarios de la FDA, quienes los pasaron al Congreso. El jurado
otorgó a Hopkins 7.34 millones de dólares. El 14 de noviembre de 1991 la FDA convocó un panel asesor que, después de
tres días de sesiones en las que escucharon numerosas anécdotas de dolorosos padecimientos, votaron que los implantes
para senos sólo podían seguir vendiéndose si había una "necesidad médica pública" urgente. El panel asesor había
estudiado 10,000 páginas de informes de estudios que la compañía había realizado en mujeres cuando la PDA había
requerido tales estudios en 1987. El panel llegó a la conclusión de que ninguno de los estudios era adecuado porque se
había estudiado un número excesivamente reducido de mujeres durante periodos demasiado cortos, y que por ello la
compañía todavía no tenía suficientes indicios de que los implantes eran seguros. Mientras todos estos sucesos se
desenvolvían a su alrededor, John Swanson no estaba seguro de qué debería hacer. Su esposa Colleen había sufrido una
serie de padecimientos debilitantes desde que a ella, como a millones de otras mujeres, le habían insertado implantes Dow
Coming en los senos. En junio de 1991 Colleen hizo que le retiraran quirúrgicamente los implantes, y se descubrió que
uno se había roto y el otro había estado introduciendo silicona en su cuerpo. Ese mismo mes John leyó artículos en la
prensa que citaban indicios de que la compañía había tenido conocimiento desde varios años atrás de los estudios con
animales que vinculaban el gel de silicona con cáncer y otras enfermedades. Swanson consideró renunciar a su puesto,
pero no contaba con estudios científicos concluyentes que demostraran que la silicona no era segura. Las facturas médicas
de su esposa estaban promediando más de 50,000 dólares al año. A Swanson sólo le faltaban dos años para poder optar
por el retiro y una pensión; además, todavía sentía afecto por la compañía. Su esposa le apoyó, diciendo que su renuncia
"no demostraría nada". Aunque él había recomendado a la compañía retirar los implantes del mercado, la empresa se había
negado alegando que las cortes interpretarían tal acción como una admisión de culpabilidad. Entonces, Swanson había
pedido la "recusación" por cualquier injerencia en cualquier asunto relacionado con los implantes.

El 6 de enero de 1992, respondiendo a la creciente preocupación en cuanto a la seguridad de los implantes, el doctor
David Kessier, director de la FDA, ordenó una moratoria de 45 días en la venta y uso de todos los implantes de gel de
silicona y ordenó a la industria realizar pruebas para "demostrar que los dispositivos son seguros". Otros países hicieron lo
mismo. A estas alturas, entre un millón y un millón y medio de mujeres habían recibido implantes de silicona en Estados
Unidos. La moratoria de implantes seguiría vigente durante varios años, contemplando sólo su uso limitado en estudios
clínicos encaminados a examinar los efectos de los implantes sobre la salud humana y sólo en mujeres que necesitaban los
implantes en cirugía reconstructiva, después de mastectomías. En mayo de 1993, la compañía llegó a un arreglo con
Collen Swanson para que retirara su demanda a cambio de una suma que no se reveló. Tres meses después, en agosto de
1993, el día exacto en que se volvió elegible para el retiro, John Swanson abandonó la compañía. El 15 de mayo de 1995
Dow Coming presentó una solicitud de protección contra quiebra cuando un juez federal dictaminó que los 4,230 millones
de dólares que ella y otros dos importantes fabricantes de implantes habían convenido en apartar para pagar
indemnizaciones no eran suficientes para pagar las 410,000 demandas legales que se habían presentado contra las
compañías. Para fines de 1995, Dow Corning había gastado más de $ 1,000 millones en su defensa. La compañía se vio
obligada a demandar a 100 compañías de seguros que se estaban negando a pagar varias pólizas de seguro individuales
OFT. Introducción a la Etica Empresarial 84

valuadas en más de 2,500 millones de dólares, alegando que Dow Corning había perpetrado un fraude. El 13 de
septiembre de 1995, un juez federal dictaminó que las demandas contra Dow Corning Corporation podían proceder en
contra de las compañías matrices, Dow Chemical, Inc. y Coming, Inc., a pesar del hecho de que Dow Corning había
presentado la solicitud de protección contra quiebra.

Un estudio publicado en 1994 reveló que sólo el 30% de los implantes insertados en las mujeres encuestadas seguían
intactos después de 15 años: otro estudio de 1995 informó que el 71% de las pacientes encuestadas en el estudio, que
habían recibido implantes en los senos, había experimentado rupturas o filtraciones severas.8 Por otra parte, estudios más
recientes efectuados en la Harvard Medical School y la Mayo Clinic no pudieron encontrar un vínculo entre los implantes
y ciertas enfermedades como lupus y otros padecimientos de autoinmunidad. (Extraído de VELASQUEZ Etica en los
negocios. Conceptos y Casos, op.cit., 355-358).

C. EL PRINCIPIO DE EQUIDAD

Si la ética en general y la ética empresarial en particular se basara únicamente en el principio


ético de respeto por la autonomía de los individuos, nos encontraríamos con la misma arbitrariedad
y caos social que si no tuviéramos principio ético alguno, puesto que la autonomía de las personas
puede llevar a que la norma de conducta que cada persona se dé a sí misma no sea otra cosa que la
preferencia subjetiva por una emoción (eticas emotivistas). Por otro lado una persona no puede
realizarse como tal, si no se constituye en la alteridad, es decir en la apertura a la relación y a la
comunicación. El “yo” nunca es una tabla rasa, en la que cada individuo escribe solo, sino un ámbito
de recepción y emisión, que se va constituyendo precisamente en ese dinamismo de acción
comunicativa. Además ningún ser humano existe dependiendo solamente de cómo entabla sus
relaciones individuales con otros seres humanos sino que se encuentra con estructuras dadas en las
que vive, y en las que necesariamente se enfrenta para modificarlas o confirmarlas. Este ámbito
político es intrínseco a la realidad humana, del que de ninguna manera puede escapar, a no ser
fabricándose un mundo únicamente subjetivo tal como se da en las enfermedades psíquicas. La
persona es, pues, un individuo con una estructura recíproca; o dicho en palabras latinas, es un "homo
loquens", un inter-locutor, que explícita o implícitamente actúa deliberando en una comunidad de
interacción.

El principio de equidad es la aplicación del Principio General de “Justicia” a la


relacionalidad interpersonal. Por eso en primer lugar, desarrollaremos el tema de la Justicia, para
luego aplicarlo a esta relacionalidad como “equidad”.

C.1. Antecedentes históricos

a. Justicia como justeza o exactitud

Aristóteles fue de los primeros en formular esta categoría. La diosa Némesis era para los
griegos una diosa vindicativa de lo que no estaba “ajustado con la realidad” que le correspondía "por
naturaleza"4 . Aristóteles retoma ese personaje pero lo integra como una categoría moral: la
4
En este punto seguiremos estrechamente a D.GRACIA Fundamentos de Bioética. Madrid: EUDEMA, 1989, 206.
OFT. Introducción a la Etica Empresarial 85

vindicatio o virtud que procura que las cosas estén según su orden natural. Es pues la virtud por
excelencia o la práctica de la virtud perfecta: justeza de las cosas con su propia realidad.

En el caso de la vida social, hay una justicia política que es la que hace que exista la
sociedad con su orden natural propio, es decir, organizada de acuerdo a su "esencia". Como parte de
esa justicia política está 1º. la justicia distributiva (o proporcionada), 2º. Las correctiva -
conmutativa (o igualitaria), y 3º la legal.

La justicia distributiva se refiere a la justeza que debe haber en las relaciones entre el
gobernante y sus súbditos, cada uno cumpliendo su propio rol: o mandar u obedecer. No se trata de
una distribución igualitaria de bienes -ya que la desigualidad es natural para Aristóteles-, sino de
darle a cada uno lo que le corresponde según su rol social. Es decir, una justicia proporcionada.

La justicia conmutativa es la justeza que debe haber en las relaciones entre los iguales. Se
refiere al intercambio igualitario de valores, es decir, si yo le doy un tonel de vino, tengo derecho a
recibir un valor equivalente en trigo, etc.

La justicia legal es la que se refiere a la justicia que cada ciudadano le debe a la sociedad
como conjunto, y que se manifiesta normalmente en el cumplimiento de las leyes. De ahí toma su
nombre: justicia legal.

En la ilustrada época de la Edad Media, el extraordinario filósofo y teólogo Santo Tomás de


Aquino introduce variables fundamentales en su lectura de Aristóteles, que permanecen como
categorías normalmente usadas en las sociedades modernas y en el derecho contemporáneo. Este
filósofo medieval consideraba que tanto la justicia conmutativa como la distributiva atañían al bien
de los particulares. Por el contrario, la justicia legal es para él, la que tiene como objeto al bien
común, que es superior y previo al bien de cada individuo.

b. Justicia como cumplimiento de los contratos

El Renacimiento, junto con el florecimiento de las artes, trajo un renacer de la subjetividad y


del comercio. La justicia poco a poco pasa a definirse como lo que asegura la libertad en los
contratos. Lo justo ya no sería dar a cada uno lo que le corresponde sino cumplir lo pactado.

Así, Hobbes considera que el único derecho del hombre es la libertad de hacer lo que quiere.
Pero para convivir en sociedad no le queda más remedio que renunciar a ese derecho innato. De ahí
la importancia del "pacto". La injusticia sería transgredir ese pacto y por tanto, para Hobbes no hay
otra justicia que no sea la de cumplir los pactos. La Ley, debe garantizar esta obligación que se
establece entre particulares.

Locke por su lado considera que el ser humano como un ser individual es depositario del
derecho a la vida, a la salud, a la libertad y a la propiedad. También para vivir en sociedad es
necesario que el estado proteja esos derechos. Si no lo hace, es injusto, puesto que su papel es
OFT. Introducción a la Etica Empresarial 86

garantizar la libertad individual. Esta noción de justicia contractual de la Ilustración continuó luego
durante la mayor parte del siglo XIX.

Modernamente Nozick (1974) vuelve a reivindicar esta concepción de la justicia cuando


defiende que el papel de un estado es ser "estado mínimo". Es decir, preocuparse de proteger a los
individuos contra la violencia, el robo, el fraude y el cumplimiento de los contratos. Si hace sólo
eso, es un estado "justo". Justicia sería para este autor, el libre desarrollo de cada uno según su
voluntad, con tal de que no moleste a otros.

c. Justicia como Igualdad

Será Marx quien contribuya significativamente a un concepto de justicia como igualdad en


la posesión de los bienes de producción. Su crítica al capitalismo estriba en que para Marx la
defensa incondicional de los derechos del individuo lleva a que quienes tienen el capital puedan
seguir siendo cada vez más ricos (oligarquía) a espaldas de las masas desposeídas (proletariado).

La Doctrina social de la Iglesia desde el siglo XIX ha planteado que la obligación del
Estado es la de ser el promotor y protector de una real situación de igualdad de derecho a la
satisfacción de las necesidades naturales básicas de la persona humana. Eso incluye la
alimentación, salud, educación, vivienda, trabajo, salario justo, y jubilación digna.

“Puestos a desarrollar, en primer término, el tema de los derechos del hombre, observamos que éste tiene un
derecho a la existencia, a la integridad corporal, a los medios necesarios para un decoroso nivel de vida, cuales
son, principalmente, el alimento, el vestido, la vivienda, el descanso, la asistencia médica y, finalmente, los
servicios indispensables que a cada uno debe prestar el Estado. De lo cual se sigue que el hombre posee también
el derecho a la seguridad personal en caso de enfermedad, invalidez, viudedad, vejez, paro y, por último,
cualquier otra eventualidad que le prive, sin culpa suya, de los medios necesarios para su sustento”5.

d. La concepción de J. Rawls.

Quizá el autor más célebre al respecto y que más ha hecho repensar la noción de justicia es J.
6
Rawls . Para el autor de "A Theory of Justice"(1971), en la "posición original" es decir, en una
sociedad supuestamente todavía no "corrompida", compuesta por seres iguales, maduros y
autónomos, es esperable que sus ciudadanos estructuren dicha sociedad sobre bases racionales y
establezcan que los criterios o bienes sociales primarios accesibles para todos, estén compuestos
de:
1. libertades básicas (de pensamiento y conciencia),
2. libertad de movimiento y de elegir ocupación, teniendo como base la igualdad de diversas
oportunidades,

5
Juan XXIII. Encíclica Pacem in Terris. Vaticano: 1963, n.8
6
. J. Rawls, Teoría de la Justicia. Madrid: FCE, 1979. Retomamos el resumen de D.Gracia. Fundamentos… op. cit. p.
248 ss.
OFT. Introducción a la Etica Empresarial 87

3. la posibilidad de ejercer cargos y tareas de responsabilidad de acuerdo a la capacidad de gobierno


y autogobierno de los sujetos,
4. la posibilidad de tener renta y riqueza,
5. el respeto a sí mismo como personas.

Para J.Rawls en esa "posición original" o sociedad "pura" sus ciudadanos estimarían
razonable que todos los bienes sociales primarios se distribuyeran igualitariamente, a menos que una
desigual distribución beneficiara a todos. Como esto último es improbable sólo cabe escoger entre
dos alternativas incompatibles entre sí: o hacer que las desigualdades beneficien a los más
favorecidos (maxi-max) o minimizar los perjuicios que sufren los menos favorecidos (maxi-min). Es
lógico pensar que en la "posición original" los ciudadanos libres y autónomos escojan el
"maximin" es decir que:

"todos los bienes sociales primarios -libertad, igualdad de oportunidades, renta, riqueza, y bases del respeto
humano-, han de ser distribuidos de un modo igual, a menos que una distribución desigual de uno o de todos
estos bienes redunde en beneficio de los menos aventajados"7

A su vez, este principio se descompondría en otros dos:

"1. toda persona tiene el mismo derecho a un esquema plenamente válido de iguales libertades básicas que sea compatible
con un esquema similar de libertades para todos".
"2. Las desigualdades sociales y económicas deben satisfacer dos condiciones. En primer lugar, deben estar asociadas a
cargos y posiciones abiertos a todos en igualdad de oportunidades; en segundo lugar, deben suponer el mayor beneficio
para los miembros menos aventajados de la sociedad"8.

O dicho en otras palabras:


"1. Las libertades civiles se rigen por el principio de igual libertad de ciudadanía.
2. Los cargos y posiciones deben estar abiertos a todos, conforme al principio de justa igualdad de
oportunidades.
3. Las desigualdades sociales y económicas (poderes y prerrogativas, ventas y riqueza) deben cumplir el
principio de la diferencia, según el cual la distribución desigual de esos bienes sólo es justa o equitativa si
obedece al criterio maximin, es decir, si ninguna otra forma de articular las instituciones sociales es capaz de
mejorar las expectativas del grupo menos favorecido" 9

e. Recapitulando

Una vez que hemos recorrido la noción de justicia en sus grandes filósofos, podríamos
intentar una síntesis de dichos aportes y postular que el Principio de Justicia es aquel imperativo
moral que nos obliga a lo siguiente:

7
Citado por Gracia op.cit., 250.
8
. id.,250.
9
id., 252.
OFT. Introducción a la Etica Empresarial 88

En primer lugar, a la igual consideración y respeto por todos los seres humanos. Esto
implica un elemento negativo que es el imperativo de no discriminar, es decir de respetar que toda
persona tiene derecho a ser tratada en igualdad de condiciones con respecto a otro ser semejante a
él, sin diferenciar por motivo de edad, condición social, credo religioso, raza o nacionalidad. Implica
por otro lado un imperativo positivo, la búsqueda eficaz por la igualdad de oportunidades en cuanto

MERCK Y LA PROMOCION DE LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES

Los investigadores de Merck and Co. en Estados Unidos descubrieron y desarrollaron MECTIZAN (invermectina) en
la década de 1970 y de 1980, un medicamento que se demostró el único eficaz y seguro para tratar la ceguera de los
ríos y, en combinación con el albendazole, también para la filariasis linfática.
La Oncocercosis es una enfermedad parasitaria crónica, causada por un gusano parásito transmitido a través de la
picadura de la mosca negra (Simulium) que es muy habitual en las orillas de los ríos tropicales, de ahí la denominación
común de esta enfermedad, la “ceguera de los ríos”. La oncocercosis produce lesiones oculares que pueden conducir a
la ceguera, además de lesiones desfiguradoras de la piel. Por este motivo es una de las causas principales de la ceguera
infecciosa en los países en vías de desarrollo, causando en una segunda instancia la pobreza severa y el devastamiento
de pueblos enteros que se ven incapacitados por la enfermedad.
La Filariasis Linfática es otra enfermedad parasitaria aguda que produce fiebre, dolor y puede conducir a una
inflamación desfigurante y permanente en las piernas, el escroto y las mamas, lo que puede producir discapacidad,
reducción de la productividad económica y el ostracismo social. Es una de las causas principales de discapacidad en el
tercer mundo.
En 1970 las ventas de Merck eran altas pero estaba declinando su beneficio neto debido a los costos de producción de
los medicamentos. En ese contexto el Dr. William Campbel descubre que el Ivermectin (un medicamento usado para
animales cuyas ventas eran muy buenas para Merck) era eficaz para la oncocercosis..
Pero se plantearon los siguientes dilemas a la empresa:
1. los enfermos que padecían esta enfermedad eran individuos que vivían en zonas tropicales pobres y remotas que
nunca iban a poder comprar el medicamento en caso que se produjera.
2. De producirse el medicamento humano a bajo costo, este podría utilizarse para los animales, con lo cual las ventas
veterinarias de Merck podían bajar sustancialmente.
3. Los costos de producción del medicamento iban a suponer 100 millones de dólares para la empresa, sin casi
posibilidad de retorno.
La Compañía hizo contactos con la OMS pero no obtuvo respuesta a su programa de desarrollo humano del
ivermectin. Se lo ofreció al gobierno de los Estados Unidos y a los gobiernos de las naciones afectadas pero nadie hizo
oferta para que se desarrollase la fórmula que salvaría a más de 400 millones de afectados pobres en todo el mundo.
El Dr Vagelos, presidente de Merk en conjunto con el consejo directivo de la Compañía consideraron que el mero
interés económico no debía ser la única razón para no hacer el esfuerzo económico y humanitario a favor de los menos
aventajados de países tropicales. Basándose en eso que valoraron como una obligación moral, aprobaron el
presupuesto necesario para desarrollar el medicamento humano que hoy se conoce con el nombre de Mectizan Como
ningún gobierno ni la OMS habían apoyado el proyecto de repartir este medicamento a los enfermos, Merk hizo un
acuerdo con la Cruz Roja Internacional y asociaciones civiles de cooperación local para distribuir gratuitamente el
medicamento de forma indefinida. Posteriormente la UNICEF y el Banco Mundial se plegaron a apoyar este esfuerzo
que beneficia a alrededor de 400 millones de personas en el mundo Las pérdidas económicas y productivas que se
causan en las comunidades debido a la ceguera sufrida por los individuos que padecen oncocercosis ha pasado a
convertirse en desarrollo y autonomía productiva de las comunidades beneficiadas.
Actualmente, el plan de responsabilidad social preferencial de Merk sigue en pie y es considerado uno de los
programas más ejemplarizantes de la industria farmacéutica. Extractado de FRANCES,P., Etica de los negocios.
Innovación y Responsabilidad. Bilbao: Desclée, 2004, 94-95.
al acceso al común sistema de libertades abiertas para todos. En otras palabras esto quiere decir que
todo ciudadano de una nación tiene derecho a la igualdad de oportunidades en cuanto a acceder a la
satisfacción de las necesidades básicas de toda persona, como son la vida, la salud, la autonomía, la
OFT. Introducción a la Etica Empresarial 89

educación y el trabajo. Si una persona tiene la posibilidad de satisfacer estas necesidades básicas
podrá escoger libremente otras necesidades que se derivan de las anteriores, y que de hecho han sido
reconocidas como tales por la Declaración Universal de los Derechos humanos, tanto individuales,
políticos, sociales y económicos.

En segundo lugar, el Principio de Justicia implica que sólo es éticamente justificable aceptar
diferencias de diverso tipo entre los seres humanos, si esas diferencias son las menores
humanamente posibles y las que más favorecen al grupo más desfavorecido, o como dice
textualmente J.Rawls, "si ninguna otra forma de articular las instituciones sociales es capaz de
mejorar las expectativas del grupo menos favorecido"10 Esta forma de considerar el Principio de
Justicia es profundamente dinámico y removedor de cualquier falsa solución. Mantiene a la
humanidad en permanente tensión hacia el ideal ético de hacer eficaz lo de que "todo ser humano
tiene derecho a la igual consideración y respeto".

De ahí que entendemos al Principio de justicia como aquel imperativo que obliga
moralmente al ser humano a la justa equidad de consideración y respeto por todo ser humano.
No nos referimos con esto a una forma educada de tratar a los demás, sino a que es imperativo de
toda acción éticamente justificable el buscar asegurar que toda persona sea tratada de tal manera
que dicha relación acreciente la participación de todos en la igualdad de oportunidades de
libertad ofrecidas para todos. El principio de Justicia lleva pues implícito que si hay quienes tienen
limitado el acceso a esa igual posibilidad de oportunidades de libertad, haya que tratarlos con
preferencia, para que su deficiencia sea compensada y se logre finalmente la justa equidad de
participación en la comunidad humana.

D. LA INTERRELACION DE LOS PRINCIPIOS EN LA PRACTICA PROFESIONAL

El Respeto por la Autonomía, el principio de Hacer el bien y el de Justicia indican los


deberes primarios de todo ser humano y los derechos inalienables de cada persona y de los
pueblos. Son las columnas fundamentales de toda ética personalista.

Estos principios no involucran sólo a la relación individual sino a cualquier grupo humano
dentro de la sociedad y aún a la relación entre los estados. Son el fundamento de toda ética, aún la
internacional. De ahí que se apliquen también a cualquier ética profesional o especial, con las
debidas acomodaciones a cada práctica particular.

Desde el punto de vista de la ética personalista no puede decirse que exista un único
principio ético a partir del cual los dilemas de la práctica profesional puedan resolverse o superarse.
Es la trinidad de los tres principios simultáneamente tenidos en cuenta los que deben articularse

10
Id.
OFT. Introducción a la Etica Empresarial 90

para que se pueda entablar una adecuada relación ética entre el profesional, la persona y la sociedad;
y además, para que pueda vehicularse en la práctica concreta, el sostén, la protección y el
acrecentamiento del valor ético supremo que es la dignidad de la persona humana en sus tres
dinamismos esenciales: incremento de la conciencia, la autonomía y la comunitariedad.

Por el contrario, si se diera prioridad o sólo se tuviera en cuenta a un único principio como el
de Autonomía, terminaríamos obrando con una ética individualista, libertarista o solipsista. Si sólo
tuviéramos en cuenta el Principio de justicia podríamos caer en una ética colectivista, totalitarista, o
gregarista. Si sólo aplicáramos el deber de hacer el bien podríamos caer en una sociedad paternalista
o verticalista.

Es evidente que el diseño o "edificio" de la ética personalista está todavía incompleto en el


punto al que hemos llegado. Faltan tratar las normas éticas, -que serán objeto de estudio en el
próximo acápite-, y las virtudes. En la práctica concreta las dificultades provienen en la mayoría de
las ocasiones porque entran en conflicto entre sí, diversos valores, principios o normas. Cuando ese
conflicto es entre un principio y una norma, parece relativamente sencilla la decisión de darle
prioridad al principio sobre la norma. Pero cuando existen conflictos entre dos principios, la
resolución es más compleja. Trataremos de enfocar ese punto cuando lleguemos a tratar el tema de
las "Decisiones éticas".

Pero además, de nada sirve saber cuales son los valores, principios y normas si los sujetos no
incorporan en sí como parte de su "carácter" o "modo permanente de ser" lo que implica la
benevolencia, el respeto, o el ser justo. Toda ética es últimamente gélida si no termina
convirtiéndose en una ética de virtudes. Pero por otra parte es prácticamente inefectiva si junto a los
valores, principios y normas no se aprende a razonar éticamente de una forma correcta para poder
incorporar el ideal ético en una práctica realmente transformadora y crítica de la realidad fáctica.

Estos puntos serán motivo de tratamiento en los temas que siguen.

Como ya fue dicho antes, la Declaración Universal de los Derechos Humanos sigue siendo la
obra maestra de la ética global, y es plenamente convergente con este desarrollo que estamos
haciendo.

OGONIS: DERECHOS DE LOS PUEBLOS Y COMPORTAMIENTO EMPRESARIAL

Fuente: P.Francés. Etica de los Negocios, Op.cit. p.62-65 e información de International Crisis Group. 16 set.2008

Royal Dutch Shell es una compañía energética producto de una vieja fusión entre la holandesa Royal Dutch y la inglesa
Shell. Shell comprende varias industrias relacionadas con la energía, entre ellas, la extracción de crudo y gas. No hace
falta mencionar que es un sector industrial particularmente complicado: para empezar, su actividad es altamente
contaminante, el margen de beneficio, aunque siempre amplio, está muy sometido a las fluctuaciones de las monedas y a
los avatares políticos; es además un sector estratégico para los países ricos, que dependen de las importaciones de crudo,
OFT. Introducción a la Etica Empresarial 91

y también para los países productores, que dependen de la renta petrolera. Shell mantuvo hasta los setenta un enfoque
tradicional del negocio; en esa época, inició una lenta evolución, al abrazar la estricta legislación ambiental que se
comenzó a implantar en Europa. De hecho, fue de las primeras compañías en obtener certificaciones sobre el
cumplimiento de las normas medioambientales. Sin embargo, sus prácticas lejos de Europa no respondían al mismo
patrón. Como consecuencia, los años noventa estuvieron llenos de problemas, incluido uno de los boicots más efectivos
que han protagonizado los consumidores europeos.
En realidad, Shell hubo de afrontar dos campañas que tuvieron un terrible efecto combinado. Por un lado, y este es quizá
el aspecto más conocido, Shell se enfrentó a Greenpeace en el asunto de la plataforma de extracción Brent-Spar. La
plataforma en cuestión había cumplido su periodo útil, y Shell se disponía a hundirla en el Mar del Norte. Greenpeace
denunció este caso, abogando por que la plataforma fuese desmontada y reciclada. El asunto Brent-Spar pasó de ser una
cuestión ecológica a una discusión de principios. Inicialmente, la discusión se centró en qué resultaba realmente más
contaminante. La organización ecologista consideró intolerable dejar bajo un mar ya muy contaminado un montón de
chatarra y petróleo. La empresa argumentaba que si se contabiliza el gasto energético y el elevado coste de desmantelar la
plataforma, junto a los inevitables vertidos incontrolados en el proceso de desmontaje y transporte, y la escasa utilidad del
material para su reciclado, la opción más razonable, incluso en términos ecológicos, era hundir la plataforma. Pero poco a
poco la discusión se centró en los principios: ¿es admisible que las empresas construyan enormes infraestructuras, las
aprovechen mientras son rentables y luego se desentiendan de ellas, amparadas en una aparente lógica económica e incluso
ecológica? La cuestión finalmente no era qué opción contaminaría más el
mar, sino un principio ecológico-empresarial de responsabilidad: las
empresas tienen que hacerse cargo de todo el ciclo de sus actividades y
sus productos, deben pagar el precio que cueste (sea el que sea) dejar la
naturaleza como estaba antes de que ellas llegaran y se beneficiaran con
su explotación. Si Shell construyó y operó la plataforma durante años,
Shell debía llevársela de allí y dejar la zona tan intacta como fuese
posible. Esta discusión capturó al público británico, que secundó un
boicot contra la empresa. Lo siguieron los alemanes. Cuando los
italianos empezaban a plegarse a la misma protesta, la compañía decidió
desmantelar la plataforma.
Lo escandaloso de este caso, no fue tanto que Shell quisiera hundir la
plataforma (de hecho los estudios científicos no indicaban más
contaminación que la de millones de barcos hundidos en el océano). Por
el contrario, la mentira estuvo del lado de Greenpeace, cuyo secretario
general había difundido estudios fraudulentos que pronosticaban
trastornos ambientales que no eran tales, como pudo comprobarse
después, razón por la cual se destituyó de forma inmediata a dicho
personaje ávido de protagonismo.
Pero antes que todo esto se conociera, Shell hubo de plegarse a los deseos de Greenpeace y desarmar la plataforma. Poco
después, las organizaciones defensoras de los derechos humanos lograron que llegara al gran público uno de los dramas
escondidos que rodean el mundo de los negocios. Se trataba de la situación de los Ogoni en Nigeria, una población que
llevaba décadas pagando los destrozos que la extracción de petróleo causa en su tierra, el delta de río Níger. Como se
sabe, Nigeria es un importante productor de petróleo (más de dos millones de barriles diarios actualmente), y la zona
principal de extracción es el delta del Níger. La tribu de los Ogoni es una minoría en el país, una población marginada y
pobre, tradicionalmente asentada sobre el delta. La explotación del delta, y la consiguiente destrucción y contaminación
del medio, se hizo sin la menor preocupación por los Ogoni (medio millón de personas), que fueron desplazados y
sufrieron sistemáticamente la represión del gobierno.
A principios de los noventa los Ogoni se organizaron y crearon MOSOP (Movement for the Survival of Ogoni People;
Movimiento para la supervivencia del pueblo Ogoni). Sus pretensiones eran simples: que las compañías petroleras dejaran
de destruir su tierra, y recibir al menos una parte de la riqueza que se estaba produciendo (hay que pensar que mientras su
tierra tradicional es literalmente un pozo de petróleo, muchas aldeas Ogoni carecen de agua potable y otros servicios
básicos). Los Ogoni iniciaron actividades de protesta contra el gobierno y contra las compañías petroleras. Era conocido
que éstas colaboraban con la represión gubernamental. En varias ocasiones helicópteros de Chevron (una compañía
americana) transportaron tropas del gobierno hasta lugares donde se producían manifestaciones. En una ocasión,
manifestantes desarmados fueron tiroteados (dos murieron) por tropas del gobierno sobre una plataforma de extracción de
OFT. Introducción a la Etica Empresarial 92

la italiana Agip. El historial de abusos es interminable.


MOSOP sin embargo, siguiendo a su líder carismático Ken Saro Wiwa, optó por la no-violencia. Era previsible una larga
lucha contra potentísimos intereses económicos y un gobierno policial y despiadado. Así fue, pero en 1993, las protestas
dieron sus frutos, y Shell tuvo que interrumpir su producción en el territorio de los Ogoni. Marchas protagonizadas por
trescientas mil personas, y una evidencia aplastante de los abusos (detenciones ilegales, torturas, violaciones, asesinatos,
etc.) del gobierno, permitidos y alentados por las compañías (y en concreto por Shell) llamaron la atención de los
consumidores y los inversores, y la situación se hizo insostenible. Las críticas y protestas contra Shell (primera
productora en Nigeria) hicieron a los responsables de la compañía formular la famosa teoría de la "licencia para operar".
Entendieron que si perdían la legitimidad social (en la forma de apoyo de los consumidores, inversores, y comunidad
cercana), la propia corporación estaba en peligro.
Shell inició una nueva política de comunicación y trató de suavizar su actitud hacia los Ogoni y así reiniciar la extracción
en Nigeria. Sin embargo, los conflictos y protestas se sucedieron y en 1995 Ken Saro-Wiwa, fue juzgado sumariamente
por un tribunal militar (en un juicio sin la menor garantía) y ahorcado junto a otros ocho miembros de MOSOP. Shell fue
acusada de no emplear su poder sobre el gobierno para evitar esta ejecución, consintiendo de hecho una violación más de
los derechos humanos.
Shell declinó su responsabilidad en este caso, pero desde ese momento -quizá debido a la avalancha de críticas y la
repercusión mediática de la ejecución de Saro-Wiwa- la actitud de la corporación giró de nuevo, esta vez de un modo
mucho más radical. Shell se integró en cuanto foro internacional para la sostenibilidad y la responsabilidad corporativa
existe, intentando equiparar sus prácticas con las más elogiadas. Mediante acuerdos con organizaciones del tercer sector
(sin ánimo de lucro), Shell trata de reducir y compensar el impacto medioambiental de su actividad. Diversas iniciativas
tratan de asegurar un comportamiento correcto de los empleados, por ejemplo, la empresa investiga las denuncias
anónimas sobre faltas de ética de los trabajadores y si se determina que son ciertas, son causa de despido (la empresa
publica anualmente las cifras de los despedidos por esta causa). Mantiene también acuerdos con organizaciones en defensa
de los derechos humanos, con las que coopera. Los informes anuales de la compañía recogen su contribución a la
economía local (de Nigeria, por ejemplo) y los modos en que apoya el desarrollo sostenible de la nación y su población.
Shell incluso proporciona micro-créditos para empresas locales (un sistema que se ha demostrado eficaz en la lucha contra
la pobreza). Integrada desde sus inicios en CSR Europe (el foro europeo para promover la responsabilidad de las
empresas), Shell puede considerarse en los últimos años una compañía líder en su sector en cuanto a su ciudadanía
corporativa. No es un proceso sin sombras. En 2000, Shell intentó reiniciar la producción en territorio Ogoni, contratando
la construcción de una carretera, y hubo de enfrentarse a protestas, de nuevo seguidas por razias de la policía local, que
con toda probabilidad se podrían haber evitado. Las ONG siguen denunciando la discriminación contra este pueblo y el
deterioro de su medio; pero hay que reconocer que Shell tiene ahora una actitud más consciente ante los derechos del
pueblo Ogoni, de sus trabajadores y del medio ambiente. Inserta en un contexto difícil de luchas tribales y décadas de
opresión, Shell hace explícitos sus compromisos y sus iniciativas ciudadanas en Nigeria como parte de una visión global de
su papel en el mundo. La propia compañía reconoce sus carencias y fracasos, pero mantiene desde hace años una actitud
constructiva y dispuesta al cambio y al aprendizaje.

Informe del International Crisis Group viernes, 19 septiembre 2008


A partir de 2008 el gobierno de Nigeria reemplazó la concesión de la Shell por la Nigerian Petroleum Development
Company (NPDC), una filial subsidiaria de la compañía estatal nigeriana Nigeria Nacional Petroleum Comporation
(NNPC). Esta decisión tampoco ha sido bien recibida por los ogonis que consideran que el hecho de que sea una
compañía estatal la que decida, de una manera unilateral, quién operará en la zona puede poner en peligro el
cumplimiento de sus reivindicaciones.
Según algunos analistas de la industria extractiva las nuevas concesiones de explotación podrían ir a Addax Petroleum de
Canada, aunque otros dijeron que a la compañía rusa Gazprom. Entre otras grandes compañías, además de Shell, que
hasta ahora operaban en el Delta del Níger están la Chevron, Elf, Movil, Texaco y Agip.
La región del Delta del Niger cuenta con unos 5.000 kilómetros de oleoductos y gaseoductos y de esta zona se extraen
unos 500.000 barriles diarios, la cuarta parte de la producción petrolífera del país. En un informe de Human Right Watch
sobre la degradación medioambiental que supone la explotación petrolífera en el Delta del Niger, del año 2002, se
aseguraba que la quema de gases provenientes de la producción de petróleo emite 35 millones de toneladas de dióxido de
carbono y 12 millones de toneladas de metano al día.
En el informe publicado por el ICG se sugiere que se firme un acuerdo en el que queden claramente detallado cómo y en
qué proporción se reinvertirán los beneficios petrolíferos en la tierra Ogoni; qué medidas concretas socio-económicas se
OFT. Introducción a la Etica Empresarial 93

tomarán para renovar las infraestructuras e incrementar la formación y el empleo local; que se precise el proceso de
control de los niveles de polución y que se determine las reparaciones o compensaciones por los vertidos petrolíferos y
otros daños medioambientales; que se implemente un compromiso claro por parte de los líderes de las comunidades en el
que se garantice la seguridad del personal de las compañías, de las instalaciones y de sus equipos.
También considera necesario que se aplique un programa, creíble y efectivo, con la PNUMA (Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente) y los líderes ogonis para limpiar los viejos pozos y para garantizar el pago apropiado
como compensación a los daños medioambientales a todas las comunidades afectadas por la polución y la degradación de
sus tierras.
OFT. Introducción a la Etica Empresarial 94

DOCTRINA ETICO - SOCIAL DE LA IGLESIA

Se llama “Doctrina Social de la Iglesia” al conjunto de documentos y contenidos conceptuales emanados de las
autoridades de la Iglesia Católica, referidos a la moral social y económica. La máxima autoridad doctrinal de la Iglesia
Católica es el Concilio Universal (o ecuménico) de Obispos, presidido por el papa. El segundo nivel de autoridad doctrinal
son los papas actuando por sí mismos. Su magisterio “ordinario” se expresa de muchas maneras pero nunca es
considerado infalible por la Iglesia Católica. Entre los documentos del magisterio ordinario de los papas, las Encíclicas son
las que tienen mayor importancia y relevancia doctrinal. Para aquellos interesados en conocer algunos aspectos relevantes
de la Doctrina eclesial sobre ética social, extractamos algunos pasajes del último concilio universal (Vaticano II 1963-65)
y de algunas encíclicas papales referidas a la ética económica y empresarial. El lector puede encontrar todos estos textos
en la página institucional de la Santa Sede: www.vatican.va

1.- CONCILIO VATICANO II

El bienestar está subordinado al bien de la persona


"El principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la persona humana, la cual, por su misma
naturaleza, tiene absoluta necesidad de la vida social (...). Crece la conciencia de la excelsa dignidad de la persona
humana, de su superioridad sobre las cosas y de sus derechos y deberes universales e inviolables (...). El orden social,
pues, y su progresivo desarrollo deben en todo momento subordinarse al bien de la persona, ya que el orden real debe
someterse al orden personal y no al contrario (...). Las instituciones humanas, privadas o públicas, esfuércense por ponerse
al servicio de la dignidad y del fin del hombre. Luchen con energía contra cualquier esclavitud social o política" .
(Gaudium et Spes, n. 25, 26, 29).

Los bienes de la tierra están destinados a todos los hombres


“Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para el uso de todos los hombres y pueblos. En consecuencia, los
bienes creados deben llegar a todos, en forma equitativa bajo la égida de la justicia y la compañía de la caridad. Sean las
que sean las formas de la propiedad adaptadas a las instituciones legítimas de los pueblos según las circunstancias diversas
y variables, jamás debe perderse de vista este destino universal de los bienes” (GS 69)

2.- JUAN XXIII: ENCÍCLICA MATER ET MAGISTRA

La fuerza de trabajo (el trabajador) no es una mercancía


18. Primeramente, con relación al trabajo, enseña que éste de ninguna manera puede considerarse como una mercancía
cualquiera, porque procede directamente de la persona humana. Para la gran mayoría de los hombres, el trabajo es, en
efecto, la única fuente de su decoroso sustento

El deber del estado es tutelar los derechos de todos


20. Por lo que toca al Estado, cuyo fin es proveer al bien común en el orden temporal, no puede en modo alguno
permanecer al margen de las actividades económicas de los ciudadanos, sino que, por el contrario, la de intervenir a
tiempo, primero, para que aquéllos contribuyan a producir la abundancia de bienes materiales, «cuyo uso es necesario para
el ejercicio de la virtud» (Santo Tomás de Aquino, De regimine principum, I, 15), y, segundo, para tutelar los derechos de
todos los ciudadanos, sobre todo de los más débiles, cuales son los trabajadores, las mujeres y los niños.
Por otra parte, el Estado nunca puede eximirse de la responsabilidad que le incumbe de mejorar con todo empeño las
condiciones de vida de los trabajadores.
21. Además, constituye una obligación del Estado vigilar que los contratos de trabajo se regulen de acuerdo con la justicia
y la equidad, y que, al mismo tiempo, en los ambientes laborales no sufra mengua, ni en el cuerpo ni en el espíritu, la
dignidad de la persona humana.

El sustento del individuo es superior al derecho de la propiedad privada


43. Por lo que se refiere a la primera cuestión, nuestro predecesor enseña que el derecho de todo hombre a usar de los
bienes materiales para su decoroso sustento tiene que ser estimado como superior a cualquier otro derecho de contenido
económico y, por consiguiente, superior también al derecho de propiedad privada.
OFT. Introducción a la Etica Empresarial 95

Es cierto, como advierte nuestro predecesor, que el derecho de propiedad privada sobre los bienes se basa en el propio
derecho natural; pero, según el orden establecido por Dios, el derecho de propiedad privada no puede en modo alguno
constituir un obstáculo «para que sea satisfecha la indestructible exigencia de que los bienes creados por Dios para
provecho de todos los hombres lleguen con equidad a todos, de acuerdo con los principios de la justicia y de la caridad»
61. Es indudable que este progreso de las relaciones sociales acarrea numerosas ventajas y beneficios. En efecto, permite
que se satisfagan mejor muchos derechos de la persona humana, sobre todo los llamados económico-sociales, los cuales
atienden Fundamentalmente a las exigencias de la vida humana: el cuidado de la salud, una instrucción básica más
profunda y extensa, una formación profesional más completa, la vivienda, el trabajo, el descanso conveniente y una
honesta recreación.

Todos y cada uno deben tener derecho a la propiedad


113. No basta, sin embargo, afirmar que el hombre tiene un derecho natural a la propiedad privada, de los bienes,
incluidos los de producción, si, al mismo tiempo, no se procura, con toda energía, que se extienda a todas las clases
sociales el ejercicio de este derecho.
114. Como acertadamente afirma nuestro predecesor, de feliz memoria, Pío XII, por una parte, la dignidad de la persona
humana «exige necesariamente, como fundamento natural para vivir, el derecho al uso de los bienes de la tierra, al cual
corresponde la obligación fundamental de otorgar una propiedad privada, en cuanto sea posible, a todos» (Radiomensaje
de Navidad, 24 de diciembre de 1942; cf. Acta Apostolicae Sedis 34 (1942) p. 17), y, por otra parte, la nobleza intrínseca
del trabajo exige, además de otras cosas, la conservación y el perfeccionamiento de un orden social que haga posible una
propiedad segura, aunque sea modesta, a todas las clases del pueblo.
115. Hoy, más que nunca, hay que defender la necesidad de difundir la propiedad privada, porque, en nuestros tiempos,
como ya hemos recordado, los sistemas económicos de un creciente número de países están experimentando un rápido
desarrollo. Por lo cual, con el uso prudente de los recursos técnicos, que la experiencia aconseje, no resultará difícil
realizar una política económica y social, que facilite y amplíe lo más posible el acceso a la propiedad privada de los
siguientes bienes: bienes de consumo duradero; vivienda; pequeña propiedad agraria; utillaje necesario para la empresa
artesana y para la empresa agrícola familiar; acciones de empresas grandes o medianas; todo lo cual se está ya practicando
con pleno éxito en algunas naciones, económicamente desarrolladas y socialmente avanzadas”

La propiedad privada tiene un deber y una función social


119. Pero nuestros predecesores han enseñado también de modo constante el principio de que al derecho de propiedad
privada le es intrínsecamente inherente una función social. En realidad, dentro del plan de Dios Creador, todos los bienes
de la tierra están destinados, en primer lugar, al decoroso sustento de todos los hombres, como sabiamente enseña nuestro
predecesor de feliz memoria León XIII en la encíclica Rerum novarum: «Los que han recibido de Dios mayor abundancia
de bienes, ya sean corporales o externos, ya internos y espirituales, los han recibido para que con ellos atiendan a su
propia perfección y, al mismo tiempo, como ministros de la divina Providencia, al provecho de los demás. "Por lo tanto, el
que tenga aliento, cuide de no callar; el que abunde en bienes, cuide de no ser demasiado duro en el ejercicio de la
misericordia; quien posee un oficio de qué vivir, afánese por compartir su uso y utilidad con el prójimo"».
120. Aunque, en nuestro tiempo, tanto el Estado como las instituciones públicas han extendido y siguen extendiendo el
campo de su intervención, no se debe concluir en modo alguno que ha desaparecido, como algunos erróneamente opinan,
la función social de la propiedad privada, ya que esta función toma su fuerza del propio derecho de propiedad.

3.- JUAN XXIII. ENCÍCLICA PACEM IN TERRIS

Derechos esenciales de la persona humana


11. Puestos a desarrollar, en primer término, el tema de los derechos del hombre, observamos que éste tiene un derecho a
la existencia, a la integridad corporal, a los medios necesarios para un decoroso nivel de vida, cuales son, principalmente,
el alimento, el vestido, la vivienda, el descanso, la asistencia médica y, finalmente, los servicios indispensables que a cada
uno debe prestar el Estado. De lo cual se sigue que el hombre posee también el derecho a la seguridad personal en caso de
enfermedad, invalidez, viudedad, vejez, paro y, por último, cualquier otra eventualidad que le prive, sin culpa suya, de los
medios necesarios para su sustento.

Derecho a la buena fama, a la verdad y a la cultura


12. El hombre exige, además, por derecho natural el debido respeto a su persona, la buena reputación social, la posibilidad
OFT. Introducción a la Etica Empresarial 96

de buscar la verdad libremente y, dentro de los límites del orden moral y del bien común, manifestar y difundir sus
opiniones y ejercer una profesión cualquiera, y, finalmente, disponer de una información objetiva de los sucesos públicos.
13. También es un derecho natural del hombre el acceso a los bienes de la cultura. Por ello, es igualmente necesario que
reciba una instrucción fundamental común y una formación técnica o profesional de acuerdo con el progreso de la cultura
en su propio país. Con este fin hay que esforzarse para que los ciudadanos puedan subir, sí su capacidad intelectual lo
permite, a los más altos grados de los estudios, de tal forma que, dentro de lo posible, alcancen en la sociedad los cargos y
responsabilidades adecuados a su talento y a la experiencia que hayan adquirido

4.-PABLO VI. ENCÍCLICA POPULORUM PROGRESSIO

Concepto de desarrollo integral, no solo económico


6. Verse libres de la miseria, hallar con más seguridad la propia subsistencia, la salud, una ocupación estable; participar
todavía más en las responsabilidades, fuera de toda opresión y al abrigo de situaciones que ofenden su dignidad de
hombres; ser más instruidos; en una palabra, hacer, conocer y tener más para ser más:
14. El desarrollo no se reduce al simple crecimiento económico. Para ser auténtico debe ser integral, es decir, promover a
todos los hombres y a todo el hombre. Con gran exactitud ha subrayado un eminente experto: «Nosotros no aceptamos la
separación de la economía de lo humano, el desarrollo de las civilizaciones en que está inscrito. Lo que cuenta para
nosotros es el hombre, cada hombre, cada agrupación de hombres, hasta la humanidad entera».
34. "Porque todo programa concebido para aumentar la producción, al fin y al cabo no tiene otra razón de ser que el
servicio de la persona. Si existe, es para reducir las desigualdades, combatir las discriminaciones, librar al hombre de la
esclavitud, hacerlo capaz de ser por sí mismo agente responsable de su mejora material, de su progreso moral y de su
desarrollo espiritual"

Hoy hay exceso de bienes en la humanidad pero ausencia de solidaridad


"El hombre de hoy se ha dado cuenta de que toda la construcción del sistema económico y social, que fatigosamente está
edificando con soberbios resultados prácticos, amenaza con convertirse en su prisión y con privarlo de su personalidad,
para asemejarlo a un instrumento mecánico de la gran máquina productora, la cual, mientras ofrece numerosas y
maravillosas mejoras externas, lo sujeta a un colosal aparato dominador. No será así sino una sociedad rebosante de
bienestar material, satisfecha y gozosa, pero privada de ideales superiores que dan sentido y valor a la vida, y casi sorda al
gemido de los pobres, vecinos o lejanos, que también se llaman hombres y son hermanos" (Pablo VI, Radiomensaje de
Navidad, 1968).

Esta doctrina ha tenido nuevos desarrollos en los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI:

El papa Juan Pablo II publicó tres encíclicas sobre Etica social: Laborem Exercens (Sobre el sentido
del trabajo humano, 1981), Sollicitudo rei socialis (La preocupación por las cosas sociales, 1987) y
la Centesimus annus (En el centenario de la Rerum Novarum, 1991).

El actual papa Benedicto XVI publicó la Caritas in veritatis (Caridad en la verdad, 2008). En esta
última encíclica se aborda de forma específica el concepto integral de “desarrollo”, la
Responsabilidad Social Empresarial y la Etica ecológica en perspectiva católica.

Para quienes quieran conocer el texto completo de estos importantes documentos pueden conectarse
a www.vatican.va donde podrán encontrarlos.

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