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Al magistrado con cariño…
Conociendo tus excelsas condiciones políticas y el dominio que tienes de la coyuntura,
y de la dialéctica política, no puedo atribuir a ligereza ni ignorancia, la simpleza con que
te despachas para abordar un texto que ha escrito Carlos Amarante Baret, tomando la
arteria aorta como instrumento y la sangre de su corazón como tinta, para lanzar un
grito desgarrador de advertencia a las altas autoridades del partido, para que eviten el
“choque de trenes” con consecuencias catastróficas. Deslizarte raudo e insensible por
la tangente no es tu estilo, porque le has dado el frente a conflictos que solo gladiadores
podían enfrentar con gallardía, casi solo, y salir airoso. Por eso me espanta que te vayas
por las ramas e ignores olímpicamente el meollo de la gran crisis partidaria. Hermano
Roberto, por si no te habías dado cuenta, en el PLD coexisten dos partidos, cada uno con
la mochila de sus tácticas políticas cargada en sus espaldas y solo una labor titánica,
consciente, responsable y sensata hará posible enchiquerar las huestes huracanadas,
que cual hordas enceguecidas pululan por doquier vociferando “no hay marcha atrás…”
o “Danilo 4 años más…”
Ha sido Amarante, no solo maduro, sino también responsable cuando plantea la
necesidad de que se depongan actitudes y se privilegie las enseñanzas de Juan Bosch,
cuando nos inculcó en nuestra acción política y en nuestra vida diaria, que hay que servir
al pueblo, poniendo los intereses generales por encima de los intereses particulares. El
miembro del Comité Político ha llamado la atención sobre las ambiciones desmedidas
de poder, que están colocándonos en la senda de la confrontación, ignorando,
insensiblemente, que la conflagración tendrá como resultado la salida del PLD del poder,
con consecuencias insospechadas, aunque deberían ser previsibles, viéndonos todos en
el muro de Jeremías – aún con la sentencia machista de que lloraremos como mujeres
lo que no supimos defender como hombres – . Serán estruendosos y tormentosos los
ayees de lamentos, pero será muy tarde. Es increíble hermano mío la simpleza con la
que damos un vistazo a la coyuntura, cada sector acotejando sus cálculos con
matemática ingenua, con la horrible creencia de que en política dos y dos son cuatro,
cuando tanto pueden ser seis como pudieran ser tres…
Al burlarte de que “los alfiles del presidente” no han obtenido un gran respaldo,
desdeñas con malicia las grandes multitudes que ha movilizado Carlos Amarante por
todo el país, al menos igualando o superando en muchos casos los mismos locales que
el presidente Leonel Fernández ha frecuentado. Por tu vasta experiencia en temas
electorales deberías saber que las mismas circunstancias que mantienen a Leonel en un
17% de preferencias electorales (Gallup Octubre 2018) son las que han impedido que
las grandes manifestaciones realizadas por Amarante se reflejen en las encuestas. Para
que disminuyas prudentemente tu entusiasmo, fíjate que la misma Gallup de octubre
del 2018 coloca a los indecisos y sin candidato presidencial en el PLD, en un 40%, casi
dos veces y media mayor que el posicionamiento con el que aparece tu candidato en las
encuestas.
Has reclamado que Amarante envíe la misma carta al presidente Danilo Medina
ignorando ex profeso que, primero, Medina en ningún momento ha hablado de
reelección; por el contrario, ha estimulado a todo el que aspire a que desarrolle su
proyecto; y segundo, que en todo momento, en su carta, Amarante habla de su
preocupación sobre la situación refiriéndose a ambos líderes. La crisis en el PLD la
plantea desde la siguiente perspectiva: “He
decidido
enviarle
esta
misiva,
convencido
de
que
el
Partido
de
la
Liberación
Dominicana
se
encuentra
en
la
puerta
de
uno
de
sus
momentos
más
difíciles
en
sus
45
años
de
historia.
Usted,
en
su
condición
de
expresidente
y
líder
de
un
sector
importante
de
la
organización,
es
uno
de
los
dos
protagonistas
que
pudieren
llevarnos
a
ese
difícil
momento.”
Es
también
insensato
Roberto,
acusar
al
Comité
Político
de
irresponsable
y
de
violador
de
la
Constitución.
En
tu
rol
de
gran
jurista
y
funcionario
electoral
de
vasta
experiencia
deberías
saber
que
la
misma
Constitución
de
la
República
crea
los
mecanismos
y
procedimientos
constitucionales
para
convocar
a
una
Asamblea
Revisora
y
modificar
sus
articulados.
Mientras
se
respeten
estos
procedimientos
es
una
aberración
o
una
manipulación,
hablar
de
violación
constitucional,
porque
a
ti
no
se
te
puede
atribuir
ignorancia
en
ese
terreno.
Pero
lo
que
más
sorprende
de
tu
escrito,
amigo
entrañable,
es
que
evadas
abordar
el
tema
central
de
la
carta
de
Amarante
al
presidente
Leonel
Fernández.
Deberías
ser
tú,
como
lo
es
Amarante,
protagonista
de
un
proceso
de
renovación
y
cambio
dentro
de
esa
organización
política,
como
en
la
sociedad.
Es
inconcebible
que
se
quiera
presentar
como
candidato
del
PLD
al
mismo
compañero
que
llevamos
al
electorado
en
el
Siglo
pasado
(1996)
24
años
después,
sin
el
más
mínimo
sonrojo.
Ahí
entra
la
parte
de
la
ambición
desmedida
de
poder.
Fue
el
mismo
presidente
Fernández
quien
proclamó
al
PLD
como
una
fabrica
de
presidentes,
y
eres
tú,
Roberto,
materia
prima
de
esa
fábrica,
almacenada
en
un
rincón,
sin
esperanzas
ciertas
de
lograr
un
espacio.
Por
eso
proclama
Amarante
que
cesen
los
aprestos
para
perpetuar
el
pasado
y
aventemos
las
velas
hacia
un
futuro
prominente
y
brillante,
guiado
por
nuevos
modelos
partidarios,
de
esa
eficiente
fábrica
de
presidentes.
Pero
ha
planteado
Amarante
que,
como
en
la
ley
de
la
física,
toda
acción
trae
consigo
una
reacción.
Los
aprestos
anti
históricos
de
llevar
al
compañero
presidente
Leonel
Fernández
como
candidato,
han
apresurado
los
vientos
huracanados
de
una
reelección
del
presiente
Danilo
Medina,
que
está
siendo
presentada
por
sus
seguidores,
para
protegerse
de
las
pretensiones
de
la
reelección
diferida
de
Leonel,
quien
ya
ha
gobernado
por
doce
(12)
años
y
pretende
regresar
por
ocho
(8)
más.
¿Cómo
es
posible
que
en
la
más
poderosa
institución
política
de
República
Dominicana
–
y
quizás
de
América
Latina–
en
24
años
sólo
se
hayan
producido
el
modelo
Leonel
y
el
modelo
Danilo,
cuando
en
realidad,
al
menos
cada
ocho
años
deberíamos
contar
con
un
nuevo
liderazgo?
Ahí
radica
el
asunto.
En
la
falta
de
una
cultura
democrática
y
la
falta
de
definición
institucional
de
la
sucesión
presidencial
en
el
PLD.
Es
por
eso
que
la
juventud
del
partido
reclama
hasta
desgañitarse
que
es
necesaria
una
renovación
que
venga
desde
abajo
hacia
arriba,
ya
que
desde
arriba
nunca
se
le
ha
querido
dar
ese
paso.
La
democracia
no
solo
puede
ser
buena
cuando
nos
conviene.
Es
necesario
hacer
una
cultura
democrática
de
pluralidad
y
de
auspiciar
la
renovación
y
la
transformación
democrática.
Montar
en
un
dinosaurio
político
la
consigna
provocadora
de
“no
hay
marcha
atrás..:”
es
un
desafío
irrespetuoso
a
las
más
altas
instancias
partidarias
y
un
desconocimiento
garrafal
a
la
dialéctica
de
la
historia.
El
verdadero
sentido
de
esa
proclama
lo
asumen
las
nuevas
generaciones
que
avistando
con
precocidad
el
futuro,
proclaman
a
voz
en
cuello
“no
hay
marcha
atrás…
el
futuro
somos
nosotros…”
para
dejar
claro
que
no
volverán
al
pasado
y
que
hay
mucho
terreno
por
recorrer.
Está
claro
que
se
hace
borrascoso
el
horizonte
cuando
se
está
obnubilado
con
los
cargos
a
futuro
que
podrían
conquistar.
Bien
asesorar
no
es
factible
cuando
colocas
de
nuevo
tus
intereses
particulares
por
encima
de
la
razón
y
la
conciencia.
Desesperados
como
están
por
llegar
al
poder
a
como
dé
lugar,
olvidan
al
partido
y
al
pueblo
y
sus
agendas
particulares
dominan
los
escenarios.
Olvidan,
olímpicamente,
que
nunca
es
bueno
repartir
la
lisa,
cuando
aún
no
está
segura.
Olvidan,
sí
que
lo
olvidan,
que
hay
una
oposición
aparentemente
débil,
que
sentado
en
un
palco
de
lujo,
asiste
al
circo
que
le
hemos
montado,
para
que
se
froten
las
manos
con
lujuria,
mientras
nos
ven
despedazarnos
sin
control.
Son
ellos
quienes
–
sin
importarles
la
tendencia
–
saltarán
sobre
nuestros
escombros,
y
pisotearan
con
fiereza
y
furor
nuestras
cenizas,
para
cerciorarse
de
que
nunca
más
regresemos
y
así
vengar
16
años
de
ausencia
lapidaria,
de
sequía
terrorífica,
a
la
que
nunca
más
querrán
regresar.
Ha
quedado
claro
que
Amarante
no
actuaba
parcializado,
ni
de
mandadero,
como
infelizmente
pretendes
insinuar.
Ha
dirigido
su
proclama
salvadora
para
los
dos
grandes
líderes
del
PLD,
cuando
advierte
que:
“Después
de
20
años
de
gobiernos
del
partido,
sería
inexplicable
ante
el
país
y
las
futuras
generaciones,
un
enfrentamiento
entre
usted
y
el
presidente
Medina
que,
evidentemente,
entrañaría
consecuencias
catastróficas
para
la
organización,
pero,
fundamentalmente,
para
la
estabilidad
y
desarrollo
del
país.”
Y
ha
dicho
después,
que
si
le
escribe
es
porque
está
consciente
de
que
todavía
se
puede
evitar
ese
choque
de
trenes
que
tanto
daño
hace
al
partido
y
al
país.
Para
decirle
con
sinceridad
y
amor
a
su
partido
que
“sé
que
si
usted
no
opta
por
la
candidatura
del
partido
los
soplos
reeleccionistas
cesarán
inmediatamente,
como
debe
ser…”
Es
el
partido
el
que
está
en
juego,
y
ése
como
instrumento
de
la
historia,
debe
ser
preservado,
por
encima
de
los
liderazgos
particulares.
Sabes
que
te
escribo
desde
un
montículo
de
admiración
y
respeto.
Freddy
Aguasvivas
freddy.aguasvivas@hotmail.com