Promesas de Dios para Orar

PROMESAS DE DIOS PARA ORAR

La oración es un asunto legal. Debemos comprender que cada vez que nos
presentamos ante Dios en oración, estamos en un juicio; por lo tanto, debemos
ver la oración de esta forma. Para orar con fe, y obtener nuestro milagro,
debemos hacerlo de la forma correcta. Los siguientes principios nos ayudarán a
cambiar nuestra forma orar, y por lo tanto, ver resultados diferentes en nuestras
vidas de oración.

Al orar, lo primero que debemos hacer es presentar nuestro caso delante Dios.
Debemos presentarnos ante Dios con nuestras pruebas y evidencias. Dios es Juez
justo (Salmo 7:11a). Jesús es nuestro abogado (1 Juan 2:1).

Las pruebas que presentamos delante de Dios se basan en cuatro claves legales
que contienen nuestros derechos como hijos de Dios.

Estas son las cuatro claves de fe que debemos utilizar cuando oramos:

1. Prueba N° 1: Apelar a los pactos. Es muy frecuente que Dios mencione,

por ejemplo, el pacto que hizo con Abraham. A Dios le agrada recordar
sus pactos. Recordemos que Dios hizo pacto con nosotros en Jesucristo.
Ese pacto contiene muchas promesas que debemos conocer. El pacto en
Jesucristo contiene todo lo que necesitamos para triunfar.

2. Prueba N° 2: Presentarnos con las Promesas. Cuando oramos, es muy

importante que usemos las promesas de Dios contenidas en Su Palabra.
En la Biblia, hay promesas para todos los aspectos de la vida. Las
promesas de Dios aumentan nuestra fe. Son el motor de la oración.

Por eso, cuando oramos o intercedemos, es importante que recordemos

a Dios sus promesas. Por ejemplo, podemos decir a Dios: “Tú dijiste…”.
Esto indica que creemos que Dios cumple Su Palabra.

3. Prueba N° 3: Lo que Dios revela en Sus nombres. Cada uno de los

nombres de Dios contiene una promesa en sí mismo. Por ejemplo,
podemos decir: “Tú eres Jehová-Rafa, mi sanador”. Claro, esto requiere
revelación, no es una fórmula.
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4. Prueba N° 4: Lo más importante. Debemos apelar a los beneficios que

Jesús conquistó en Su muerte y resurrección. Todo lo que necesitamos
proviene de Cristo y de Su sacrifico. El sacrificio de Cristo fue recibido
por Dios como perfecto y suficiente. Además, ahora Él es nuestro
abogado ante Dios. Es en Jesús que tenemos acceso al Padre. Asimismo,
cada milagro, enseñanza o hecho de Jesús, es una promesa para
nosotros. Jesús es nuestra prueba, nuestro testigo, nuestra evidencia y
nuestro abogado.

Promesas de Dios para Orar es un documento que le ayudará en su vida de

oración. Contiene promesas bíblicas seleccionadas que le animarán y aumentarán
su fe; además, será una herramienta para usarla, citando las promesas, mientras
ora. Adicionalmente, encontrará algunos de los nombres de Dios que alimentarán
su fe al orar.

Este material es parte del Programa de Capacitación Sanidad de las Naciones.

Nuestro deseo es que este material le sea de utilidad en su vida de oración.
Esperamos pronto escuchar los testimonios de sus oraciones contestadas.

Nota: Los textos bíblicos que se citan se han tomado de la traducción Reina Valera 1960.

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PROMESAS DE DIOS PARA ORAR

“Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído”.
Isaías 65:24

“12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las
hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. 13 Y todo lo que
pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el
Hijo. 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”. Juan 14:12-14

“16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he

puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que
todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé”. Juan 15:16

“7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8 Porque todo

aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”.
Mateo 7:7,8

“14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa
conforme a su voluntad, él nos oye. 15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera
cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho”.
1 Juan 5:14,15

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Dios es Dios de pactos y promesas.

“He aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestros descendientes
después de vosotros”. Génesis 9:9

“Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus

generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia
después de ti”. Génesis 17:7

Dios cumple sus promesas siempre.

"Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, no ha sido Sí y No; mas ha sido Sí en él;
porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de
nosotros, para la gloria de Dios". 2 Corintios 1:19-20

Dios nunca retrae o cambia sus promesas.

"No olvidaré mi pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios". Salmo 89:34

Ninguna de las promesas de Dios falla jamás.

"Reconoced, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no ha
faltado una palabra que Jehová vuestro Dios había dicho de vosotros; todas os
han acontecido, no ha faltado ninguna de ellas". Josué 23:14

Se nos ha prometido vida eterna.

"Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna". 1 Juan 2:25

Dios puede hacer lo imposible.

"Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios".
Lucas 18:27

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Dios nos ha prometido el perdón.

"Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda maldad". 1 Juan 1:9

¿Necesitas cambiar? Dios quiere transformarnos. Nos ha prometido

corazones y deseos nuevos.
"Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré
de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne".
Ezequiel 36:26

Se nos promete el Espíritu Santo.

“He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos
vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo
alto”. Lucas 24:49

"Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo
pidan?”. Lucas 11:13,

“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y
me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de
la tierra”. Hechos 1:8

Él ha prometido el fruto del Espíritu.

"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley". Gálatas 5:22-23

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Él ha prometido libertad del temor.

"Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores". Salmo 34:4

Dios ha prometido la salvación para nuestros hijos.

"Y tu pleito yo lo defenderé, y yo salvaré a tus hijos". Isaías 49:25

Dios ha prometido hacernos justicia.

“¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se
tardará en responderles?” Lucas 18:7

Dios ha prometido restituir el tiempo perdido.

“Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta,
mi gran ejército que envié contra vosotros”. Joel 2:25

Dios ha prometido que la lluvia regresará y recuperaremos las bendiciones

perdidas.
“Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios;
porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre
vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. Las eras se llenarán de
trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite”.
Joel 2:23,24

Dios ha prometido atender nuestras necesidades.

"Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en
Cristo Jesús". Filipenses 4:19

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Ninguna bendición será retenida.

"Porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová. No quitará el
bien a los que andan en integridad". Salmo 84:11

Él ha prometido sabiduría.
"Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada". Santiago 1:5

Dios ha prometido paz.

"Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera,
porque en ti ha confiado". Isaías 26:3

Dios ha prometido escape de la tentación.

"No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios,
que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará
también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar".
1 Corintios 10:13

Tenemos la promesa de la salud y sanidad emocional y física.

"Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas". Jeremías 30:17

Se nos promete protección contra daños y peligros.

"No te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada". Salmo 91:10

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Dios ha prometido darnos nuevas fuerzas.

“El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los
muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que
esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas;
correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”. Isaías 40:29,31

Dios ha prometido que sacará aguas del desierto.

“Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su
lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé. En las alturas
abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de
aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca”. Isaías 41: 17,18

Dios promete que no volverás a ser avergonzado.

"Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual
hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado. Y
conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y
no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado“. Joel 2:26,27

Dios promete escuchar tu oración.

“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no
conoces”. Jeremías 33:3

Dios promete que hará grandes cosas en tu vida.

“Tierra, no temas; alégrate y gózate, porque Jehová hará grandes cosas”.
Joel 2:21.

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Dios nos promete liberación y sanidad.

“El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas
nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A
pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los
oprimidos; A predicar el año agradable del Señor”. Lucas 4: 18,19

Dios traerá algo nuevo sobre nuestra vida.

“He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes que
salgan a luz, yo os las haré notorias”. Isaías 42:9

Dios promete que te defenderá de tus enemigos.

“Y perseguiréis a vuestros enemigos, y caerán a espada delante de vosotros.
Cinco de vosotros perseguirán a ciento, y ciento de vosotros perseguirán a diez
mil, y vuestros enemigos caerán a filo de espada delante de vosotros”.
Levítico 26:7,8

“Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra

mí se levante guerra, Yo estaré confiado”. Salmo 27:3

Dios ha prometido bendecirnos y multiplicarnos.

“Porque yo me volveré a vosotros, y os haré crecer, y os multiplicaré, y afirmaré
mi pacto con vosotros”. Levítico 26:9

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Promesas de bendiciones.
“1 Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar
y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también
Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. 2 Y vendrán
sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu
Dios. 3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. 4 Bendito el fruto
de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y os
rebaños de tus ovejas. 5 Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar.
6 Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir”. Deuteronomio 28:1-6

El Señor derrotará tus enemigos.

“Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino
saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti”.
Deuteronomio 28:7

El Señor bendecirá la obra de tus manos.

“Jehová te enviará su bendición sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que
pusieres tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da”.
Deuteronomio 28:8

Todos notarán la bendición sobre tu vida.

“Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado
sobre ti, y te temerán”. Deuteronomio 28:10

Dios nos promete sobreabundancia.

“Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto
de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres
que te había de dar”. Deuteronomio 28:11

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Dios bendecirá la obra de tus manos y no pedirás prestado.

“Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su
tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones,
y tú no pedirás prestado”. Deuteronomio 28:12

Dios promete sacarte del pozo de la desesperación.

“1 Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies
sobre peña, y enderezó mis pasos. 3 Puso luego en mi boca cántico nuevo,
alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová”.
Salmo 40:1-3.

Dios promete sacarnos del estancamiento.

“1 Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de
júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la
desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová. 2 Ensancha el sitio de tu
tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa;
alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. 3 Porque te extenderás a la mano
derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará
las ciudades asoladas”. Isaías 54:1-3

Ningún arma forjada contra ti.

“Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se
levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su
salvación de mí vendrá, dijo Jehová”. Isaías 54:17

Dios abrirá tesoros de sabiduría para ti.

“y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas
que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre”. Isaías 45:3

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LOS NOMBRES DE DIOS

Podemos alimentar nuestra fe con las promesas que encontramos en los nombres
de Dios.

Importancia de los nombres en la Biblia.

En la cultura hebrea, el nombre de una persona no era un mero título, sino una
expresión o revelación de la persona. En la Escritura, encontramos varios
ejemplos de esto: Abraham significa “Padre de muchedumbre de gentes”
(Génesis 17:5); Jacob significa “el que toma por el calcañar” o “uno que suplanta”
(Génesis 25:26; 27:36); y Bernabé significa “hijo de consolación” (Hechos 4:36).
Todos estos nombres reflejan el carácter de los hombres que los llevaron.

De una manera similar, el nombre de Dios es inseparable de Su persona, y es una

revelación fiel de Sí mismo. Cada nombre de Dios expresa alguna verdad acerca
de Su carácter y Su persona.

Los nombres de Dios en el Antiguo Testamento.

Estos son algunos de los nombres de Dios en la Escritura: El / Elohim / El-Elion /
El-Roi / El-Shaddai / El-Olam / Adonai / Jehová / Jehová-Jiré / Jehová-Rafa /
Jehová-Nisi / Jehová-Mekodishkem / Jehová-Shalom / Jehová-Sabaot / Jehová-
Raa / Jehová-Tsidkeinu / Jehová-Sama.

El. “El” es el más sencillo nombre de Dios en el Antiguo Testamento. Significa “ser
el primero, o ser fuerte y poderoso”. De este nombre se derivan otros tales como:

• Elohim. “El” significa poderoso. Elohim es el Creador Soberano (Dios

creador) y Señor absoluto. Este nombre nos promete que el poder de Dios
está a nuestro favor.
• El-Elion. Término en hebreo que se traduce en nuestras Biblias como “El
Dios Altísimo”. Este nombre designa a Dios como el soberano absoluto del
Universo. Él tiene todo bajo control, esto produce adoración y descaso para
nuestra alma.

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• El-Roi. Término en hebreo que se traduce "Dios que ve" en nuestras Biblias.
El-Roi ve nuestras necesidades y responde, y se compadece de nosotros.
• El-Shaddai. Término hebreo que se traduce “Dios todo poderoso” en
nuestras Biblias. Él es el Dios todo suficiente, la fuente de toda bendición y
misericordia. Es Aquél que derrama bendiciones sobre los que no tienen
nada que ofrecer. Es el que ofrece salvación solamente por la fe. Dios todo
lo puede.
• El-Olam. significa “El Dios Eterno”. Es Dios de la historia y de nuestra
historia. Dios lleva adelante Su proyecto y somos parte de ese gran plan.
• Adonai. Del hebreo, se traduce "Señor" en nuestras Biblias. Es Él el que
tiene el señorío. Dios debe ser nuestro Señor y Amo. Gobierna sobre todo.
• Jehová. En hebreo. Se traduce "Jehová o Señor" en nuestras Biblias. Es el
Dios que tiene vida en Sí mismo, que no depende de nadie para existir. Se
usa más de 6,800 veces en las Escrituras. Viene de la palabra "Havah" que
significa "llegar a ser conocido". Entonces podemos decir que Dios existe en
Sí mismo y desea revelarse a Sus criaturas. Él es todo suficiente en sí
mismo. Esto nos da confianza.

Los nombres compuestos de Jehová nos revelan aspectos muy personales

de Su carácter:
• Jehová-Jiré. Jehová, el eterno YO SOY (Aquel que existe en Sí mismo, el Dios
de Abraham, Isaac y Jacob), ama y se interesa personalmente por cada ser.
Jehová-Jiré, es “El Señor que proveerá”. Dios suplirá todas nuestras
necesidades.
• Jehová-Rafa. Significa “Dios nuestro Sanador”.
• Jehová-Nisi. Denota que el eterno Dios es “nuestra Bandera” (estandarte,
pendón, victoria). "Nisi" significa poder, milagro, brillar. En Dios tenemos la
victoria.
• Jehová-Mekodishkem. Significa “el Señor que santifica”.

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• Jehová-Shalom. Significa: “el Señor es paz”. Habla de que Él es la fuente de

nuestro equilibrio y nuestro bienestar integral.
• Jehová-Sabaot. Significa: “el Señor de los ejércitos”. Dios estará con
nosotros en nuestras batallas espirituales, y de cualquier otro tipo. Él
dominará sobre todo.
• Jehová-Raa. Significa: “el Señor es mi pastor”.
• Jehová-Tsidkeinu. Significa: “el Señor es nuestra justicia”. Dios nos hará
justicia.
• Jehová-Sama. Significa: “el Señor está allí”. Habla de la Presencia de Dios en
un lugar y de que Dios mora en nosotros.

Jesús
El Nombre de Jesús es la forma griega del nombre hebreo Jeshua, o Joshua de
donde viene el nombre Josué. Significa: “El Señor es mi salvación” o “La salvación
del Señor”.

El Señor Jesús nos salvó de nuestro pecado y de la condenación. También nos

sigue salvando y nos salvará de cada circunstancia que nos agobia. Podemos decir
como Pedro al hundirse: “Señor sálvame”.

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