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Sociología Ambiental PDF
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ambiental
Su problemática
Sociología ambiental
Su problemática
RESUMEN
Investigar los cambios ambientales con las dos teorías dominantes de la sociolo-
gía ambiental, el eco-marxismo y el modernismo ambiental, genera los siguientes
problemas: el primero la poca potencia explicativa ya que son teorías lineales ex-
plicando ecosistemas complejos que funcionan a partir de mecanismos lineales y
no lineales; el segundo es el paradigma del excepcionalismo humano que dificulta
el reconocimiento del hombre como parte de la naturaleza y; el tercero el dar por
sentado, sin refutación alguna, la ideología de los movimientos ambientalistas. Se
concluye que, si la sociología ambiental no genera una mayor reflexión filosófica y
teórica, no podrá generar investigaciones explicativas.
INTRODUCCIÓN
les, por ejemplo, una sequía prolongada puede generar cambios en el sistema
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social.
sistemas en las ciencias sociales, afirmo que ésta ha generado más expectativas
de lo que realmente puede producir en las ciencias sociales, ya que estamos lejos
de producir modelos formales [matemáticos] complejos que permitan encontrar
leyes como propone Bertalanffy, además, él pasa por alto que en realidad las
leyes no se encuentran por medio de teoremas o ecuaciones (estas sólo describen
el funcionamiento de la ley) sino por medio de la suposición, es decir, sólo gracias
a un sistema hipotético-deductivo (teoría); por el momento, las ciencias sociales
deben conformarse con un enfoque sistémico no formal.
cas en las dinámicas del primate humano en su ecosistema, naciendo así la socio-
incluso ante situaciones contradictorias, lo cual indica que, son activistas políticos
y no científicos que han adoptado una piel ambientalista. Los modernistas ambien-
tales son más cautos y no afirman que el capitalismo no puede subsanar su im-
pacto ambiental, al contrario, proponen que sólo el desarrollo del capitalismo y su
consiguiente tecnología, es capaz de reducir el impacto ambiental; ellos sí podrían
explicar los ejemplos anteriores, pero, hay un problema, cada ejemplo anterior tie-
ne un contexto biótico y abiótico (y no sólo social) que tienen mecanismos más
relevantes en los cambios ambientales.
Spaargaren (1997: 52) argumenta que el centro del análisis de los estudios
ambientales es la relación hombre-naturaleza y se asume que la línea divisoria
entre las ciencias sociales y las biológicas debe ser erradicada. Un ejemplo de
esta línea la encontramos a finales de los años setenta cuando los sociólogos de
la agricultura argumentaban que era inapropiado incluir factores como tipo de
suelo en las explicaciones de la conservación del suelo porque no eran variables
sociales (Dunlap y Marshall: 330), lo cual claramente es una construcción muy
pobre de conocimiento. Nuevamente, Spaargaren cae víctima de su crítica, ya que
su libro no hace mención alguna de nada biológico, químico o físico sino que se
centra exclusivamente al binomio capital/tecnología. En el ejemplo de
deforestación del Mangrove que nos describe Vayda y Walters (1999), ni el
ecomarxismo ni el modernismo podrían explicar por qué en las zonas
deforestadas de Mangrove son reforestadas (tanto por pobres como por ricos) con
bakau, es sólo la biología quien da cuenta que el bakau es un árbol con una
inusual capacidad reproductiva ya que sus semillas germinan y se elongan en
tallos mientras siguen unidos a la planta madre. No hay problemas de
deforestación de bakau y no ello no tiene razón económica, política o cultural.
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el pasado (ya que las variaciones de temperatura son parte del sistema climático),
sin embargo, lo que ha estado en tela de jucio por parte de la comunidad científica
(amedrentada por los movimientos ecologistas) es la correlación, tan publicitada
por Al Gore, entre dióxido de carbono (CO2) y el aumento de temperaturas ya que,
se ha comprobado que el aumento de la temperatura precede al aumento del CO2
con una diferencia de cientos de años, es decir, el aumento del gas no es la causa
del aumento de la temperatura; la correlación más significativa es el aumento de la
actividad solar aumenta la temperatura (Durkin, 2007), por lo tanto, la percepción
del problema ambiental tiene una sobredimensión antropocéntrica. La
industrialización no es más poderosa que el Sol. Erróneamente se piensa que los
cursos evolutivos tienen que ser detenidos por causas morales (como los ancianos
que pregonan que su época de juventud fue mejor que la presente y que debe
regresarse a ella), sin embargo, la evolución ambiental no se detiene con
movimientos sociales ni hay razón moral para intentar hacerlo.
tra indicios de evitar explicar vía mecanismos no lineales. Este artículo no ha men-
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ciones (igual vía mecanismo no lineal) no son científicas sino ideológicas, el pro-
blema de las dos escuelas principales (ecomarxismo y modernismo ambiental) es
que nacieron de la ideología de los movimientos ambientalistas de los años seten-
tas y ochentas del siglo XX y no de un interés científico. Es decir, la sociología
ambiental no se ha dedicado a estudiar el ambiente sino a legitimar (modernismo
ambiental) o rechazar (marxismo) el modo de producción capitalista en pro de una
sociedad sostenible. He aquí que vale hacer una aclaración con el término soste-
nible; si la biosfera tiene una evolución compleja e imparable, la sostenibilidad no
es una problemática científica sino filosófica, es decir, la sostenibilidad debe ser
parte de la ética ambiental y es ahí donde la discusión de lo sostenible será más
fértil y no un camino minado por ideología como lo es en las ciencias sociales o
naturales.
Conclusión
natural.
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