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Ortiz Matilde PDF
Ortiz Matilde PDF
FACULTAD DE TEOLOGÍA
TESIS
LICENCIATURA EN TEOLOGÍA
TESIS
Por:
Carné: 22760-06
Previo a conferírsele el grado académico y título profesional de:
LICENCIADA EN TEOLOGÍA
Campus Central
AUTORIDADES DE LA UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR
ASESORA DE TESIS
M.A. María de la Luz Ortiz Martínez
REVISOR DE TESIS
Lic. Edwin Estuardo Martínez García
ii
iii
iv
AGRADECIMIENTOS
A DIOS:
Que me ha dado la vida, la fe y la esperanza de poder ser edificadora de su Reino.
v
ÍNDICE
CONTENIDO PÁGINA
INTRODUCCIÓN............................................................................................. 1
CAPÍTULO I
EL ENAMORAMIENTO
1. Retrospectiva………………………………………………………………….... 6
2. El enamoramiento....………………………………………………………....... 7
2.1. El encuentro........................................................................................ 9
2.2. La decisión........................................................................................... 10
CAPÍTULO II
EL NOVIAZGO
1. La primera separación............................................................................... 14
2. El anhelo de regresar................................................................................ 15
3. El plan terminado....................................................................................... 16
5. El retorno................................................................................................... 18
6. La demostración de amor........................................................................ 19
CAPÍTULO III
EL MATRIMONIO
1. El compromiso........................................................................................... 25
2. La entrega.................................................................................................. 27
3. La convivencia........................................................................................... 29
4. La intimidad............................................................................................... 31
5. La crisis..................................................................................................... 34
6. La separación............................................................................................ 35
vi
CAPÍTULO IV
LA DESPEDIDA
1. El sello en el corazón.................................................................................. 37
2. La llamada de la Amada............................................................................. 38
3. El otro esposo............................................................................................. 40
5. La segunda separación.............................................................................. 47
7. El adiós definitivo........................................................................................ 54
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.................................................. 56
BIBLIOGRAFÍA................................................................................................ 60
vii
RESUMEN
viii
INTRODUCCIÓN
1
Ricardo Falla, sacerdote jesuita y antropólogo guatemalteco, realizó estudios en
Humanidades Clásicas, Filosofía, Teología y Antropología. Ha sido catedrático en diferentes
universidades jesuitas de Centro América y en la Universidad de San Carlos de Guatemala.
2
FALLA, R., Historia de un gran Amor, USAC , Guatemala, 1995, Pág. 18
3
Es sacerdote de la Compañía de Jesús, se identifica con la espiritualidad de San Ignacio de Loyola
1
llamado también Libro del Consejo o de la Comunidad, en esta obra entiende el
origen de esa civilización y cultura indígena.
En el desarrollo de esta obra, el Padre Ricardo Falla describe cuatro momentos más
importantes dentro de esa historia, sobre los cuales se hará un acercamiento
descriptivo y analítico. Este será el hilo conductor de la presente tesis.
4
Padre Marcos pseudónimo de Ricardo Falla durante el tiempo que convive con las CPR.
2
Padre Marcos conoce a las Comunidades, a través la lectura del Popol Vuh, Ese
acercamiento es la clave para que sin haberlas visto ya le agraden. Se irá
vislumbrando la ansiedad del primer encuentro con su comunidad a la que llamará su
Amada y cómo al verla y convivir con ella, reafirma su deseo de conocer más
profundamente al pueblo indígena de Guatemala, cuando aún no eran conocidas
como CPR5,
5
Comunidades de Población en Resistencia.
3
captar y discernir sobre el modo de proceder propio de un seguidor de Jesús,
plasmado en el deseo de amar y servir del sacerdote jesuita Ricardo Falla, desde su
experiencia de acompañamiento pastoral a las Comunidades de Población en
Resistencia durante la época del conflicto armado en Guatemala.
El problema radica en la manera de enfrentar ese reto, es por ello que surgen las
preguntas: ¿Cómo vivenciar esta experiencia? ¿Cómo transmitirla?
4
Es importante analizar cada uno de los capítulos, de manera que el joven encuentre
sentido a la experiencia que se presenta desde la obra Historia de un Gran Amor, y
le ayude a valorar de manera crítica, por un lado, la valentía de las CPR de enfrentar
un problema de discriminación racial y despojo de su identidad como pueblo maya y
por otro lado, la manera cómo logran vivir su espiritualidad en medio del conflicto.
No se pretende hacer un análisis crítico del libro Historia de un gran Amor, sino más
bien se apoya en el relato de la obra y la experiencia del autor para conocer más a
fondo algunos rasgos de la espiritualidad ignaciana como el discernimiento, la
importancia de la oración, la misión de amor y servicio, propia de los sacerdotes
jesuitas.
Por otro lado, se proyecta compartir con la pastoral juvenil de una parroquia jesuita,
en este caso la parroquia San Antonio de Padua, el itinerario realizado por el Padre
Ricardo Falla, haciendo un recorrido de las diferentes etapas, por las que atraviesan
las Comunidades de Población en Resistencia del Ixcán, Quiché, previo a ser
reconocidas pública y jurídicamente.
5
CAPÍTULO I
EL ENAMORAMIENTO
1. RETROSPECTIVA
“Me robaste el corazón novia mía, me robaste el corazón con una sola mirada tuya,
con uno de los hilos del collar” (Cantar 4,9)
A través de la lectura del Popol Vuh7, el Padre Ricardo Falla tiene su primer
encuentro con las comunidades indígenas, considerándolo como un libro inmortal
6
Nuestra Vida de Jesuitas, Provincia de España de la Compañía de Jesús, 1990, Pág. 161
7
Popol = comunidad, consejo y Vuh = libro del Consejo o libro de la comunidad. Este libro sagrado
es un compendio de leyendas maya-quichés, (Guatemala), donde se narra el génesis del mundo y las
diversas civilizaciones; su importancia está en el lenguaje y sentido netamente religioso, que pasa de
la tradición oral a la escrita, por eso se le llama el Libro Sagrado o Biblia de los mayas K´iche´s
6
desde el momento en que le causa un efecto profundo y abrumador, pues a través
de él empieza a conocer a la que sería su Amada.
Ricardo Falla tiene un cambio radical de visión, la cual decide ya no abandonar, sino
al contrario, retomar el reto de buscar y conocer a las comunidades indígenas de
Guatemala.
2. EL ENAMORAMIENTO
7
Jesús antes de iniciar su misión se adentra en ese pueblo, cumpliendo con su
compromiso social de ser parte activa de su comunidad y es así como desde su
propia experiencia de vida, descubre su misión: “El niño crecía y se fortalecía,
llenándose de sabiduría y la gracia estaba sobre él”. (Lc 2, 19).
“No os fijéis en que estoy morena, es que el sol me ha quemado. Los hijos de mi
madre se airaron contra mí, me pusieron a guardar las viñas ¡Mi propia viña no la
había guardado! (Cantar de los Cantares,1,5). En un proceso de enamoramiento
verdadero, el aspecto físico, no es importante, cuando se tiene la certeza que la
persona elegida es la indicada para iniciar una relación. El autor, aún sin haber
llegado a conocerla, siente que ya existe esa química entre dos enamorados y
continúa sintiendo la llamada a acercarse a los indígenas de Guatemala.
La piel tostada por el sol, el olor a trabajo, las mujeres con su belleza tan natural, la
cultura de ese pueblo, que se ha mostrado a través de sus ancestros. La necesidad
de conocer a ese pueblo, de saber qué piensa, qué siente, se convierte en una
necesidad que cada día se vuelve más exigente.
Como ese lenguaje de amor apasionado que narra el Cantar de los Cantares, así es
el entusiasmo que se va despertando en el autor, por acercarse a conocer a los
miembros de esa cultura, que desde la distancia, lo llaman a través de las noticias
que va teniendo sobre ella.
8
FALLA, R., Historia de un gran Amor, USAC , Guatemala, 1995, Pág. 12
8
Empieza una apasionada historia de amor, en la cual las comunidades indígenas,
tomarán la figura de mujer, de la Amada, “el libro de los Cantares revela una
perspectiva de mujer innegablemente femenina, que ayuda a hombres y mujeres a
creer en la conciencia de su ser como persona. En el valor de su cuerpo, de sus
deseos y de sus manifestaciones de amor”. 9
El padre Falla presenta esta figura, pues su atención se centra en ella, en el deseo
de tenerla a su lado, de conocerla mejor, La Amada lo llama sin saberlo, pues aún no
lo conoce, pero un amor fraterno y verdadero ha iniciado por parte del él.
2.1 El Encuentro
Estando ya en Guatemala, con el primer contacto con los quichés de San Antonio
Ilotenango, tiene la oportunidad de conocer su cultura ancestral y en ese
acercamiento se enamora de ese pueblo y decide que hará lo posible por llevarle la
Buena Noticia, a pesar de las circunstancias adversas en que vive. Es la primera
etapa de su “Evangelio de Amor”, la cual hace recordar el inicio del evangelio de San
Marcos: “Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios, conforme a lo escrito
por el profeta Isaías: “Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu
camino. Voz que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, rectificad sus
sendas” (M. 1, 1-3).
9
Revista de Interpretación Bíblica Latinoamericana, RIBLA, Quito, 2003 , Pág. 61
9
Dentro de la relación que se va tejiendo, el Padre Falla conoce la realidad en la que
viven, las necesidades que tienen y presiente que ya la suerte está echada, pues
comienzan los primeros ataques del ejército.
Ese contacto es especial, pues ya la convivencia con las comunidades, lleva al autor
a discernir y profundizar la realidad de los indígenas guatemaltecos. Tiene la
oportunidad de convivir con algunas familias, de conocer su interior y descubrir
desde su realidad, el dolor que comienza a marcarlas cuando perdían a sus seres
queridos a raíz de las matanzas que ya se iniciaban por parte del ejército.
2.2 La Decisión
10
FALLA, R., Historia de un gran Amor, Pág. 13
11
Nuestra Vida de Jesuitas, Pág. 156
12
Comunidades de Población en Resistencia
10
amarrando para regresar a Guatemala, como lo fue la invitación para que visitara
como sacerdote y antropólogo algunas zonas campesinas.
Asimismo, otros compañeros jesuitas que habían tenido que dejar Guatemala y
estaban en Nicaragua, lo invitan a diseñar un proyecto de servicio pastoral a las
áreas de guerra, pero cada uno con una idea distinta a la de él, quien lo único que
desea es imitar el ejemplo de Jesucristo, que en su contexto histórico se sitúa entre
los pobres y desvalidos, pero desde una visión de pastor, de servicio, de humildad,
tratando de acompañar y llevar esperanza a su pueblo que está sufriendo. “Y donde
quiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban a los enfermos en las
plazas y le pedían poder tocar siquiera la orla de su manto; y cuando le tocaban,
quedaban curados” (Mc 6,56).
Uno de los acontecimientos más fuertes que llevan al padre Falla regresar es la
decisión del sacerdote jesuita Fernando Hoyos, que en 1980 le comunica que se
unirá a la lucha armada en un lugar de la montaña guatemalteca, y que ya no podría
cumplir con sus funciones dentro de la Congregación.
Se da cuenta que hay otros hermanos dispuestos a dar la vida por las comunidades
en represión, pero no en sintonía con la opción de Jesús, que era el Reino y no la
lucha. “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los
pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la
vista a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos” (Cl. 4, 18-19).
Ricardo Falla, describe otro gran acontecimiento que lo hala de vuelta a Guatemala,
“cuando el Cuache fue secuestrado en 1981 y nuestra presencia en Guatemala se
hizo cada vez más débil. Yo sentí con más urgencia la llamada a volver”14
13
Nuestra Vida de Jesuitas, Pág. 169
14
FALLA, R., Pág. 15
15
ALONSO, P., En el nombre de la Crisis, Artemis y Edinter, Guatemala ,1998., Pág. 245
12
Una de las características del enamoramiento, es el deseo constante de ver al ser
que se ama, pero si en ese momento preciso no es posible tenerla cerca y si el amor
es verdadero, el mismo se tiene que seguir cultivando y motivando, a través del
recuerdo.
16
Nuestra Vida de Jesuitas, Pág.170
13
CAPÍTULO II
EL NOVIAZGO
“¡Qué hermosos tus amores, amada mía! ¡Qué hermosos tus amores! ¡Más que el
vino! ¡Y la fragancia de tus perfumes más que todos los bálsamos!” (Cantar de los
Cantares 4,10)
1. LA PRIMERA SEPARACIÓN
Esta separación que el Padre Falla sufre por recomendaciones de sus superiores, es
muy parecida a la de un enamorado, pero a la vez, Falla tiene conciencia de que en
ese momento no puede estar con la persona que desea, y lo acepta, con la
esperanza de que el momento oportuno pronto llegará. Al marcharse va consciente
de que esa población rural necesita sacerdotes y catequistas que permanezcan al
sector, pues la Iglesia como institución no puede atenderlas. “La retirada en 1980 de
sacerdotes y religiosos del Quiché, como consecuencia del hostigamiento a que les
estaba sometiendo el ejército, dejó a la región sin la presencia de una instancia
moderadora que era, sobre todo un recurso para una población que en su mayoría
deseaba mantenerse al margen del conflicto”17
17
ALONSO , P., En el nombre de la Crisis, Pág. 232
18
FALLA, R. La fe que hace Justicia La Justicia que busca a Dios, Revista de Espiritualidad Ignaciana.
Suguna Ramanathan, 2006, Pág. 63
14
Dedicar un tiempo a la oración y discernimiento al realizar sus Ejercicios
Espirituales, le ayuda a encontrar paz interior, a renovar fuerzas físicas y
espirituales. “Íntimamente fortalecidos y renovados por la oración y los Sacramentos,
convertimos la acción apostólica en una forma de unión con Dios”19 Después de este
proceso, es enviado a Nicaragua para trabajar en la reforma agraria en la época del
gobierno Sandinista.
En ese país realiza la misión que se le encomiendan sus Superiores, sin embargo,
cada día sueña con su Amada, con la esperanza que regresará con ella en el
momento en que se considere conveniente. Indudablemente es un hombre paciente,
y por qué no decirlo, enamorado; en ocasiones le inquieta el deseo de estar junto a
las comunidades, pues aunque el tiempo pasa, él no se olvida, al contrario, no deja
de pensarlas, de preocuparse por ellas, siempre las tiene presente en sus oraciones,
así como Jesús oraba por las necesidades de su pueblo “De madrugada, cuando
todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y se fue a un lugar solitario donde se
puso a orar” (Mc 1, 35).
2. EL ANHELO DE REGRESAR
19
Nuestra Vida de Jesuitas, Pág. 174
15
La chispa del amor vuelve a florecer y en su interior se despierta nuevamente la
ilusión de trabajar por su amada. Sabe que las comunidades indígenas están en
peligro, resistiendo en la selva, tratando de defender sus tierras, su cultura, todo lo
que les pertenece.
Nuevamente recuerda su mirada, pero de otra manera, de una forma que le exige
regresar para estar con ellas “Así como la mirada de amor que me había agarrado el
corazón, primero con un sentimiento estético y luego con una exigencia que me
llevaba a la muerte interior”20.
3. EL PLAN TERMINADO
20
FALLA, R., Pág. 17
21
Ídem, Pág. 18
16
enamorado quien definitivamente ya no puede dejar a su comunidad, el amor de
pastor lo llama, siente la necesidad de estar junto a ese pueblo desvalido.
Lo especial de ese plan pastoral, es que fue confeccionado a la luz del amor
incondicional y el deseo de regresar, pero a la vez desde su visión pastoral; es un
proyecto de amor que él cree que podrá ejecutar dentro de las Comunidades. Este
es el principio, de muchas muestras de cariño y cuidados que en adelante tendrá
para las CPR.
“Graciosas son tus mejillas entre los zarcillos, y tu cuello entre los collares. Zarcillos
de oro haremos para ti con cuentas de plata” (Cantar de los cantares 1, 10-11).
Como enamorado además de llevar el collar, también quiere llevar los zarcillos, el
Padre Falla quiere regresar junto a las comunidades con un regalo espiritual que las
haga sentirse felices y ante todo, que las ayude a encontrar la presencia del Dios de
Jesús entre la guerra y la violencia.
17
El amor de Ricardo Falla, es un amor sin límites, en ese momento está dispuesto a
dejar comodidades, amigos y todo lo que le rodea, el cariño hacia las comunidades
indígenas no puede medirse.
5. EL RETORNO
“Los centinelas me encontraron, los que hacen la ronda en la ciudad, habéis visto al
amado de mi alma” (Cantar de los cantares 3,3,)
18
tierra arrasada, el secuestro y ejecución de autoridades, líderes mayas y guías
espirituales, no sólo se buscaba quebrar las bases sociales de la guerrilla, sino
desestructurar, ante todo, los valores culturales que aseguraban la cohesión y la
acción colectiva de las comunidades indígenas.22
El gobierno del General Romeo Lucas García, desde su perspectiva, asumió que era
hora de someter a los pueblos indígenas, callarlos y desaparecerlos, tomando la
decisión de arrasar con todas las comunidades rurales en donde había presencia de
la insurgencia.
La entrega incondicional muchas veces hace sufrir y, Ricardo Falla, enfrenta este
sentimiento, su corazón se entristece al observar la realidad de las personas que
ama y a quienes ha elegido, para acompañar y ayudar durante el conflicto armado.
6. LA DEMOSTRACIÓN DE AMOR
También desea escribir sobre lo que a Ella le está sucediendo, por ello necesita
visitar a todas, para no centrarse sólo en un hecho represivo, en una masacre, sino
abarcar una zona más amplia, estaba dispuesto a correr el riesgo, pues para
comprender cómo todas las masacres se entrelazaban en un sólo plan, el tenía que
estar allí.
“Estos campamentos eran de gente civil. El testigo llama a esta gente “población” y la
distingue de la guerrilla, aunque a veces llame a la población con el sobrenombre de
compañeros. La solidaridad desarrollada en la montaña daba pie para generalizar
20
ese nuevo nombre entre la población civil. Su principal defensa no eran las armas,
sino, como dijimos, la huida y la información sobre la ubicación del ejército24”
Esta muestra de entrega incondicional, confirman la relación que desea iniciar con su
Amada, es allí cuando deciden iniciar una relación basada en el amor y en el
servicio, mostrando otra característica de la espiritualidad ignaciana. “Muy
frecuentemente nos encontramos aislados, sin contacto real con la increencia y con
las consecuencias concretas y cotidianas de la justicia y la opresión. Una inserción
más resuelta entre ellos será un “test” decisivo de nuestra fe, de nuestra esperanza y
de nuestra caridad apostólica”25
Ese proceso que se describe como El Noviazgo es como un camino lleno de espinas.
En primer lugar tiene que adaptarse al ambiente, en donde la selva, la lluvia y los
zancudos no tienen compasión de nadie.
24
FALLA, R., Masacres de la selva, Pág. 138
25
Nuestra Vida de Jesuitas, Pág.163
26
Ídem, Pág. 176
21
Las comunidades indígenas, también le responden, ya lo han aceptado como Novio,
ahora también ellas lo aman y desean estar junto a él con la misma pasión que él
siente, también ellas lo esperan, desean que las acompañe, que las siga, “Ya viene
mi Amado, ya escucho su voz, viene saltando sobre los montes, viene saltando por
las colinas. Mi amado es un venado” (Cantar de los Cantares, 2,8).
Las comunidades lo llaman “venadito”, ya que él tiene que andar así como un
venado, saltando, evitando caer en trampas, dando tumbos, aferrándose a las raíces
de los árboles, y es precisamente en ese contexto donde siente que él es sólo
instrumento, que el verdadero Amado es Dios.
Así es la etapa del noviazgo, no importa lo que haya que soportar para visitar a la
persona que se ama, la lluvia, el sol, el peligro, no juegan un papel importante en
deseo de estar junto a la persona amada y ese es precisamente el sentimiento de
Ricardo Falla por las comunidades indígenas.
Los tres juntos realizan su plan de trabajo e inician su gira, “partiendo de las
comunidades que se encuentran en el centro del área. Nos dirigimos hacia el sur,
hacia Xalbal. Cruzando la famosa carretera transversal que nunca fue terminada”.27
Parte del plan diseñado, consiste en permanecer dos o tres días en cada comunidad,
animar a las personas, celebrar Misa y en el caso del autor entrevistar y escribir
sobre las experiencias de las Comunidades Indígenas.
27
FALLA, R., Historia de un gran Amor, Pág. 26
22
Durante esta etapa, el P. Falla, se siente como un débil Apóstol, quien es esperado
y soñado por ese pueblo; también se encuentra con el recuerdo de alguien que
también derramó su sangre por el amor a esas personas y a quien aún recuerdan
con gran ternura. “Pero lo curioso es que Romeo me había soñado “canche” y alto”, y
yo no era ni una cosa ni la otra, aunque sí llevaba ropa negra. ¿Por qué canche y
alto? Pronto fui entreviendo la imagen de un gringo muy querido para todos los que
estaban escondidos bajo la selva”28
A pesar de haber transcurrido cinco años las comunidades aún están tristes por el
recuerdo del Padre Woods, pero continúan trabajando y luchando por sus tierras. En
ese período el autor reconoce el propósito que tiene Dios para él y se siente
privilegiado de haber sido elegido para esa misión que enmarca perfectamente con
su carisma ignaciano “en todo amar y servir”.
28
Ídem, Pág. 27
29
El Padre Woods, sacerdote estadounidense pertenecía a la congregación de Maryknoll, llega a
Guatemala para prestar sus servicios en Huehuetenango. Muere en un accidente aéreo inexplicable
el 11 de noviembre de 1976, posiblemente es ametrallado su avión, en las montañas de San Juan
Cotzal, Quiché con el que mueren los cuatro compatriotas que viajan en el mismo avión.
Excombatiente norteamericano en Vietnam. Es pionero de la evangelización en la zona del Ixcán y
promotor de cooperativas. Memoria de todos los extranjeros solidarios del pueblo Latinoamericano
caídos en la lucha por la justicia
23
siendo parte de ellas, ya no sólo como el enamorado, sino como el novio que desea
estar junto a su Amada, para apoyarla.
Este modo de proceder, es muy significativo y digno de imitar, porque a pesar de las
dificultades, si se cuenta con la fuerza espiritual y se está enfocado en un ideal,
aunque el camino es difícil, se puede trabajar de manera eficaz, en la transformación
de la realidad existente, para ayudar a los que deben ser la opción principal para los
cristianos: los marginados y desvalidos de la sociedad.
24
CAPÍTULO III
EL MATRIMONIO
1. EL COMPROMISO
“Mi Amado es para mí y yo soy para mi Amado él pastorea entre los lirios) (Cantar de
los Cantares 2, 16).
Estando ya dentro de la selva de Ixcán, conociendo a fondo a las que se les conoce
como Comunidades de Población en Resistencia, Ricardo Falla se considera ya
parte de las mismas, su misión es muy clara, él quiere al igual que Jesús estar con
su pueblo en todo momento, no le importa correr los riesgos que sean necesarios,
pero no desea separarse de él. “Continuaron el camino subiendo a Jerusalén y Jesús
marchaba delante de ellos“ (Mc 10,32).
Como jesuita tiene clara su labor misionera: “un jesuita es esencialmente un hombre
con una misión: una misión que recibe directamente del Santo Padre y de sus
superiores religiosos, pero radicalmente del mismo Cristo, el Enviado del Padre”30
30
Nuestra Vida de Jesuitas, Provincia de España de la Compañía de Jesús, 1990, Pág.159
25
En su informe de 1985, decía la Comisión Internacional de Derechos Humanos “Es un
hecho incontrovertible que ningún sector ha sido más afectado por la violencia durante
los últimos años como lo ha sido la población campesina y la raza indígena de
Guatemala. La guerra ha dejado en el campo un saldo de muertes y destrucción sin
precedentes. Los bombardeos, saqueos y quema de aldeas, la destrucción de
cosechas y demás fuentes de trabajo, el asedio, hostilidad y el asesinato masivo a sus
pobladores, dejó sin hogar y sin tierra a la mayoría de los afectados, generando entre
otras reacciones la fuga masiva de miles de indígenas y campesinos guatemaltecos,
creando entre los que se quedaron o volvieron, uno de los más graves y angustiosos
problemas sociales de toda su historia.
La fuga de cientos de miles de campesinos los llevó a todos los rincones de su tierra y
a países vecinos, Un porcentaje menos de los afectados, unas cincuenta mil personas
totalmente desposeídas se escapó a zonas selváticas del Departamento del Quiché,
unos en la Sierra Ixil y otras en el Ixcán, fronterizo con México, pasando esos años
escondidos del mundo exterior y fuera de control gubernamental.
La vida de esas cincuenta mil personas que buscaban refugio en las selvas y en las
montañas del norte del Quiché se desarrolló en condiciones materiales infrahumanas,
pero a la vez creando un profundo vínculo organizacional” 31
En medio de esta realidad tan triste es cuando florece más el amor entre Ricardo
Falla y las CPR, como en todo matrimonio donde existe verdadero amor, los
problemas y las angustias afianzan más el amor, le dan fuerza a la pareja para
continuar unidos enfrentando las adversidades.
31
Comisión Internacional de los Derechos Humanos
26
2. LA ENTREGA
Cuando el autor cita el tatuaje, hace referencia al amor y compromiso que como
esposo y pastor tiene con las CPR, explica el tatuaje con una paradoja, pues a la vez
que duele por la forma en la que ha sido tatuado, ya que los elementos utilizados
han sido el fuego lanzado por el ejército y la insurgencia y la sangre derramada por
los miembros de las comunidades. “Es difícil explicar cómo sentí este tatuaje. Como
tatuaje venía con fuego o con sangre, pero como tatuaje en el corazón, producía
amor” 32
Estos elementos sacramentales no eran asequibles en la selva del Ixcán, pues aún
no tenía contacto con el exterior para poder adquirirlos regularmente.
32
FALLA, R., Historia de un gran Amor, USAC, Guatemala 1995, Pág. 28
27
Es por ello, que siguiendo el ejemplo de Jesús, cuando da de comer a sus
seguidores “Tomó entonces los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al
cielo, pronunció sobre ellos la bendición y los partió, y los iba dando a los discípulos
para que los fueran sirviendo a la gente” (Lc 9,16). En algunas ocasiones Ricardo
Falla, para saciar el apetito espiritual de sus hermanos utilizó tortillas quemadas y
agua de caña para la consagración, los que se convierten en el alimento corporal y
espiritual para las CPR.
Una norma vigente, sin embargo, cuando se carece de pan y vino, como lo que se
describe anteriormente, el sacrificio es válido, pues la presencia de Dios se da,
porque Dios está junto a los perseguidos y los que sufren injusticias, pues ellos
también tienen derecho a ser atendidos espiritualmente. Así lo cita el Código de
Derecho Canónico en el numeral 213 “Los fieles tienen derecho de recibir de los
Pastores sagrados, la ayuda de los bienes espirituales de la Iglesia, principalmente la
palabra de Dios y los Sacramentos”34
Es necesario comprender que en el contexto de las CPR, Ricardo Falla tiene que
cumplir su ministerio y por eso celebra con elementos que las leyes de la Iglesia no
autorizan. Sin embargo, cada celebración eucarística oficiada con estas especies, es
validada más adelante por el Obispo del Quiché, Mons. Julio Cabrera, cuando el
autor le describe las circunstancias en las que se realizaron.
33
BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS, Código de Derecho Canónico, Editorial Católica, S.A.,
Madrid 1983, Pág.461
34
Ídem, Pág. 139
28
“Le dije que durante la ofensiva se nos habían acabado las hostias y el vino y que
había consagrado con tortillitas de tostadas de maíz y agua de caña”35
3. LA CONVIVENCIA
Ante la realidad que vive junto a las CPR y al igual que Jesús cuando se encuentra
en el Getsemaní, “Mi alma está muy triste hasta el punto de morir, quedaos aquí y
velad”, (Mc 14,14), el padre Falla se siente triste, esa tristeza se debe a que le
hubiera gustado estar junto a sus hermanos indígenas en otra situación, poder tener
una relación normal un lugar fijo dónde brindar una atención pastoral adecuada, sin
embargo, ante la persecución deben estar trasladándose continuamente para no ser
sorprendidos por los miembros del ejército.
35
FALLA, R., Pág. 63
29
aumentará en extensión e intensidad el patrullaje para capturar o masacrar a la
oblación escondida en la montaña”36
“El infierno en que nos encontrábamos era tal, porque el ejército campeaba por la
selva con soberana impunidad para atacar a las comunidades civiles”37 ”El ejército no
se detiene, pasea por la selva, su misión es localizar y atacar a las poblaciones
civiles, utilizando la estrategia de acercarse en grupo pequeño de 10 ó 15 para
observar y así después dependiendo del tamaño de la población atacar con los
elementos necesarios, para desaparecerlas, sin piedad ni consideración.
En cada huída se encuentran con sucesos tristes y emotivos, que forman parte de
su historia personal y comunitaria:“En la huída encontrábamos escenas
conmovedoras, como la de una anciana medio ciega y descalza que no podía salir
del arroyo, porque se resbalaba en las orillas. Seguramente se sentía como en un
pesadilla –porque a mí me pasó esto otra vez- tratando de correr sin poder avanzar,
desesperándose hasta llorar de impotencia, porque su marido, otro anciano, no la
podía sacar del atolladero y pensaba que tal vez los soldados estaban más cerca de
lo que realmente estaba, pues era sordo”.38
4. LA INTIMIDAD
“La voz de mi Amado, Helo aquí que viene” (Cantar de los Cantares 2,1).
En la travesía por la selva del Ixcán, las CPR al darse cuenta que Ricardo Falla y sus
acompañantes, no son miembros del ejército, les brindan alojamiento, bebida y
comida, él como pastor de las comunidades se siente feliz y reconoce el amor
sincero y sencillo de sus comunidades que sufren, las que se alegran al verlo, que le
da seguridad y paz en medio de tanta violencia y como toda relación profunda,
existen momentos agradables y de cercanos, donde el amor verdadero se manifiesta
en detalles pequeños entre los que se aman, quienes disfrutan minuto a minuto, el
amor y el cariño mutuo, cuando al calor de una fogata, comparten sus sueños y
deseos. (cf. Jn 21, 1-17).
38
FALLA, R., Historia de un gran amor, USAC, Guatemala, 1995, Pág. 30
31
convivencia, los cuales en medio de tanta angustia, suelen ser muy agradables, las
mujeres encienden el fuego, los hombres chapean los lugares para dormir, y los
niños también ayudan y juegan buscando hojas grandes para hacer una alfombra y
así poder descansar, arman sus pequeñas champas y las cubren con nylon, costales
o lo que tengan a la mano, para protegerse del sereno.
39
FALLA, R., Pág. 32
32
justicia, igualdad y solidaridad, también el carisma de Ignaciano de Loyola de Amar y
Servir con excelencia.
Esa misma sensación lo sacude cuando llegan las noticias de las personas que son
asesinadas en las comunidades, mujeres que intentan huir, son heridas, después
violadas y luego asesinadas y como si no fuera suficiente, desorejadas y les quitan
el cuero cabelludo, trofeos para los soldados, los cuales eran mostrados a sus
oficiales.
Sin embargo, la realidad es muy distinta, lo único que él puede hacer es continuar
con su trabajo pastoral, acompañando, sin aportar ningún bien material, sólo su
compañía, preguntándose si de algo sirve, pero las CPR le muestran un profundo
agradecimiento, pues por el simple hecho de caminar junto a ellas, le están muy
agradecidos.
Así continúa un largo trayecto de visitas, de caminos largos, pero a la vez de gran
satisfacción, pues en ningún momento deja sola a su Esposa y mientras más las
conoce, se identifica aún más con ella, pues esas comunidades, son víctimas
inocentes de una guerra sin cuartel.
40
Cfr. Pág. 33
33
5. LA CRISIS
El viaje se realiza en penosas condiciones, pues tienen que cargar con todas las
pertenencias que puedan, además de los niños pequeños. En el camino tienen que ir
cortando las ramas para no enredarse o cortarse.
Durante esta marcha en los rostros sufrientes el autor siente la presencia de Dios, en
su diario va anotando los movimientos, los gestos, las escenas que se realizan
durante ese éxodo hacia México.
41
Nuestra Vida de Jesuitas, Pág.159
42
Cfr. FALLA, R., Pág. 35
34
Hace contacto con la gente, conociendo y anotando sus inquietudes, comparten lo
poco que tienen para comer durante el trayecto, hasta que por fin llegan a la frontera,
sin embargo, no la cruzan, en espera de otro grupo que los alcanzará.
6. LA SEPARACIÓN
De viva voz, en una plática sostenida con el autor, expresa que el momento más
duro que le toca vivir junto a las CPR, es cuando llegan a la frontera y empiezan las
despedidas y las lágrimas, él también se despide, pues deja Guatemala y al
observar cada escena, le vienen al recuerdo escenas de separaciones
desgarradoras que a lo largo de su vida le tocan vivir. Especialmente al ver a un
padre despedirse de su hija, recuerda su niñez y la muerte temprana de su mamá.
Esa noche después de despedirse de cada una de las personas, siente deseos de
llorar, pero no lo hace, no puede quebrantarse ante sus acompañantes, al contrario
desea infundirles valor y aunque el corazón se desgarra, demuestra entereza y
valentía al despedirse de la comunidad, su esposa fiel.
43
Cfr. Pág. 37
35
Al quedarse solo, desde la frontera, se apodera de él un fuerte sentimiento de
tristeza e impotencia, al igual que Jesús cuando llega a Jerusalén “Al acercarse y ver
la ciudad lloró por ella” (Lc 19,41), él también al quedarse completamente sólo llora
amargamente.
Con lágrimas en los ojos expresa que es uno de los momentos más duros que le ha
tocado vivir, no deseaba separarse de las comunidades, pero debía hacerlo, por
obediencia y por el bien de esas personas.
Escribir durante varias horas pasando en limpio todas las entrevistas recogidas
durante el camino, meditar y escuchar el silencio de la noche, lo llevan a descubrir
que Dios tiene un propósito para él y que recurrirá a su Superior para poder volver a
Guatemala.
“No tenía hambre. Sólo hice un poquito de leche con pinol que olía a kerosene y,
cuando cayó la noche, descansé. Pensé si tal vez venía un tigre de verdad, no uno
metafórico, pero la noche fue tranquila, aunque llovía, y yo tenía una paz
impresionante. Estaba en una soledad completa, en el umbral de dos países, ni en
México ni en Guatemala, sino en la frontera. Estaba en el umbral de mi mundo”44
En el año 1984 el Padre Ricardo Falla, entra a México sólo, los refugiados
permanecen en la frontera de ese país y las CPR se quedan en Guatemala.
44
Cfr. Pág. 41
36
CAPÍTULO IV
LA DESPEDIDA
1. EL SELLO EN EL CORAZÓN
“Pónme cual sello sobre tu corazón, como un sello en tu brazo. Porque es fuerte el
amor como la muerte, implacable como el seol la pasión” (Cantar de los Cantares
8,6).
Sabe que va a regresar junto a ellas. Es ahí donde quiere y debe estar, por eso, con
el sello en el corazón y la mirada interior siempre puesta en cada una de ellas,
continúa realizando el trabajo que la Compañía de Jesús le encomienda, pero en
ningún momento puede sacar de su mente el destino de las CPR.
Tres años pasa el autor ordenando el material que reunió en su diario vivir junto a
ellas, al cual llama el Diario de Campo “El conjunto de todos estos apuntes formó lo
que yo llamé el Diario de Campo. Era el documento donde se halla la fuente de la
inspiración personal para el cántico que deseaba componer”45
45
FALLA, R., Historia de un gran Amor, USAC, Guatemala 1995, Pág. 44
37
Fruto de esa experiencia de investigación social y antropológica, serán los libros
Masacres de la Selva y la obra que se está analizando en este trabajo: Historia de un
gran amor.
En las obras de Ricardo Falla, se plasman acontecimientos que más adelante serán
retomados por la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala para
elaborar los informes del REHMI.
2. LA LLAMADA DE LA AMADA
¡La voz de mi amado! Helo aquí que ya viene, saltando por los montes, brincando por
los collados” (Cantar de los Cantares, 2,1)
Si bien el amor nunca ha disminuido, el Pastor pendiente como el primer día en que
conoció a sus comunidades tan amadas.
Necesita ver a sus comunidades, estar con ellas, acompañarlas aunque sea en
pequeños lapsos de tiempo, porque son parte de su vida. Si bien el matrimonio entre
Ricardo y Falla y las CPR atraviesa por momentos difíciles, el amor continúa
floreciendo.
38
En esas visitas, ratifica su deseo de continuar plasmando en sus obras, la historia
concreta de esas personas, para que no sea olvidada en el futuro; el compromiso
con el pueblo indígena de Ixcán no consiste sólo en preocuparse por las
comunidades indígenas, internamente, desea realizar de la mejor manera posible su
trabajo como escritor y transmitir a otros la figura de las CPR, para que las conozcan
y para que no sean olvidadas a través de la historia.
Durante este lapso, Ricardo Falla hace vida las palabras de Jesús con respecto al
matrimonio “De manera que ya no son dos sino una sola carne. Pues bien, lo que
Dios unió no lo separe el hombre” (Mc 10, 8).
Al igual que Ricardo Falla, el sacerdote Luis Gurriagán también tiene la intención de
ir al Ixcán para acompañar a las CPR. “Su primera intención era formar un equipo
con el jesuita guatemalteco Ricardo Falla, con quien tenía amistad desde los años
sesenta. Falla, apasionado antropólogo era amigo de Ignacio Ellacuría y de otros
jesuitas de la Universidad de El Salvador. Entre 1981 y 1982 había pasado varios
meses en Ixcán. Pero esta vez su Compañía le puso trabas”46
La paciencia y la esperanza son virtudes que Ricardo Falla muestra en estos años,
en los que guarda la esperanza de regresar a Guatemala, pero sabe esperar el
momento indicado, pues está seguro que el Padre lo llevará junto a la amada cuando
Él lo considere conveniente.
46
SANTOS, C., Guatemala. El silencio del Gallo, A&M Gráphic, S.L. , Barcelona, 2007, Pág. 286
39
“Nuestro servicio de la fe y nuestro servicio de los hombres, no obstaculizan nuestra
unión con Dios, sino que unen nuestra acción a la acción salvífica de Cristo en la
historia”:47
3. EL OTRO ESPOSO
“Mi amado es trigueño claro, inconfundible entre miles de hombres” (Cantar de los
Cantares 5,10)
Después de esa larga espera, por fin recibe la autorización para regresa a Ixcán en
Julio de 1987; en el acuerdo con la Compañía de Jesús de permanecer por un año
renovable, al año forzosamente tenía que salir a evaluar.
47
Nuestra Vida de Jesuitas, Provincia de España de la Compañía de Jesús, 1990, Pág. 176
48
Ídem Pág. 206
40
su pipa en la mano, “inconfundible entre miles de hombres”. Estaba enamorado.
Locamente enamorado de las CPR. Ya se había acostumbrado a la vida de la selva,
para lo cual tenía preparación de experiencias anteriores. Comía ya cinco tortillas por
tiempo, señal para las todo santeras de que ya no estaba triste. Mucha gente llegaba
a platicar con él decía que nunca saldría del lugar, que allí moriría y allí quería ser
enterrado”49
Existe otro Pastor, el cual ha llegado antes que él, Ricardo Falla lo conoce y se
alegra que existan otras personas que amen tanto como él a las CPR.
Sin embargo, como todo enamorado está un poco celoso, la razón de sus celos es
darse cuenta que Julio estará con su Amada comunidad, por tiempo indefinido y él al
año tiene que salir, dejarlas.
Para esa época las Comunidades de Población en Resistencia han avanzado mucho
en su organización, ya hay más gente; la reubicación forzada de los campamentos
de refugiados en la selva mexicana del Marqués de Comillas, no es aceptada por
muchos de ellos, por lo cual regresan a Guatemala. La población asciende ya seis
mil habitantes. “El año 1985 que resintió la vuelta de los refugiados con más bocas
que cultivos había quedado atrás, ahora había mucha producción”50
49
FALLA, R., Historia de un gran Amor, Pág. 50
50
Ídem, Pág. 51
41
Ahora se pueden realizar eventos deportivos y bailes nocturnos con grabadora o
marimba. Las CPR escondidas en la selva, desarrollaban un estilo de vida propio.
“Cuando salía del cuartel la patrulla, la noticia se extendía rápidamente por todas las
comunidades, cuya coordinación era perfecta. Tenían incluso un órgano rector, el
Comité de Parcelarios de Ixcán, CPI que era la autoridad civil suprema de la región.
Sus miembros elegidos en asamblea, trabajaban juntos en un lugar incierto en la
jungla”51
Julio, es un hombre muy activo, dispuesto a dar su vida por las CPR, ya tiene
organizada la Iglesia, con base a su experiencia pastoral, crea un modelo de
comunidad de acuerdo a la cultura y necesidades de las CPR.
“Qué lindos son tus pies en las sandalias, las curvas de tus caderas son como
collares obra de manos de artista” (Cantar de los Cantares, 7,2).
La esposa, tratada así por el autor, ha sufrido cambios, ahora las CPR cuentan con
una pastoral más organizada, en cada comunidad hay una capilla de techo de
láminas y existe un depósito subterráneo en donde se guardan las cosas de la
iglesia, como las guías de las celebraciones y las hojas de cantos.
Después de haber estado durante tres años ordenando el material para escribir las
vivencias de las CPR, regresa con una actitud investigativa. “Al volver, me costó
retomar el hilo, no tanto porque las cosas estuvieran más estructuradas, sino porque
51
SANTOS, C., Guatemala. El silencio del Gallo, Pág. 289
52
Ídem Pág. 286
42
me brotaba una actitud espontánea de investigación, que es como un hábito que
puede resultar pesado en la acción”53
Ricardo Falla después de orar y discernir, ve todo muy claro y decide renunciar a su
labor de investigación y dedicarse a realizar su labor pastoral.
53
FALLA, R., Historia de un gran Amor, USAC , Guatemala, 1995, Pág. 52
54
Nuestra Vida de Jesuitas, Pág. 173
55
FALLA, R., Pág. 53
43
Hablar de ofensiva del ejército significa tiempo de angustia, huir, esconderse, quedar
sin comida debido a la quema de la siembra, dolor de perder a seres queridos, esta
es la realidad que viven las CPR en cada uno de esos ataques.
El gobierno que ordenó esta ofensiva fue el mismo que puso los cimientos para
lograr la paz. La ofensiva es muy fuerte, muy diferente a las anteriores en las cuales
Ricardo Falla había estado en 1983; aumentó el número de soldados y de medios
bélicos. Sin embargo, la guerrilla estaba mejor armada y con mayor organización, lo
cual favoreció la resistencia de la CPR de mantenerse en el área. “Mientras Cerezo
se reunía con otros presidentes centroamericanos en Esquipulas para buscar la paz
en la región, los militares seguían aplicando su proyecto de tres patas: la
militarización del país, el enriquecimientos de los altos mandos y la política de Tierra
Arrasada”56
56
SANTOS, C., Pág. 317
44
“Ven novia mía, mi prometida, baja de las cumbres del Hermón donde están las
cuevas de los leones y las montañas de los leopardos” (Cantar de los Cantares, 4,8)
En el conflicto armado cuando las CPR se refieren al ejército, los tildan de fieras,
comparándolos con leones, leopardos, depredadores, que tienen la necesidad de
destruir, de matar, de ver correr sangre.
Este verso del Cantar de los Cantares, encaja perfectamente tanto con el amor del
autor por las comunidades, como el de la incertidumbre en que se encuentran al
tener que esperar el ataque inminente del ejército, sin poder hacer nada para
evitarlo.
En este lapso de espera, no se puede realizar el trabajo pastoral, por lo que Ricardo
Falla tiene que quedarse en una de las comunidades del sur, desea salir a tapiscar,
pero no se lo permiten, ya que el ejército puede llegar en cualquier momento.
Hacerse amigo de los niños, es el puente que lo lleva a las madres, así empieza
nuevamente su acercamiento a estos miembros de las CPR, aprovechando el tiempo
para seguir investigando, conviviendo con las mujeres y los niños y aprendiendo
cada día de sus costumbres y su cultura.
57
FALLA, R., Pág. 56
45
Su misión, es con todos, él reconoce en la niñez, el rostro más bello de la que él
considera su Esposa, brindándoles un lugar privilegiado en su corazón, igual que lo
hace Jesús. “Dejad que los niños vengan a mí, no se los impidáis, porque de los que
son como éstos es el Reino de Dios” (Mc 10,14).
Algunos de los niños que conoció Ricardo Falla, mueren durante el conflicto armado,
otros son separados de sus familias y adoptados por familias nacionales o
extranjeras. Esta etapa los marca, pues no tienen la oportunidad de hacer una vida
normal.
El sentirse aceptado por las mujeres y los niños, profundiza más su amor por las
CPR, pues se siente ya como parte de la familia que forman esas comunidades.
Al inicio del capítulo se mencionó que el padre Julio es quien organiza a las CPR y
que Ricardo Falla llega a ayudarle en lo que ya tiene implementado. Sin embargo,
cuando Julio se enferma gravemente debido a una úlcera sangrante, tiene que salir
del área y Ricardo Falla se queda solo al frente de la pastoral de las CPR del Ixcán.
“Las Navidades de 1987 y las primeras semanas de 1988, las pasé en México D.F.
con mis compañeros de la IGE59, que en enero celebraran su asamblea anual. En
esos días me acordaba de Ricardo Falla, que se había quedado en la selva”60
Ricardo Falla queda solo, pero más enamorado que nunca, comprende el
compromiso que tiene y gustosamente lo acepta, reorganiza el Equipo de Trabajo
Pastoral, comienza a activar de nuevo todo el trabajo pastoral en la medida que
podían, sin embargo, ahora que ya conocen la fuerza de la ofensiva, encuentran la
forma de evadirla y así realizar su tarea evangelizadora.
5. LA SEGUNDA SEPARACIÓN
“Mi amado ha salido a su jardín… y anda en busca de los lirios” (Cantar de los
cantares, 6,2).
58
FALLA, R., Pág. 59
59
Estas siglas significan Iglesia Guatemalteca en el Exilio
60
SANTOS, C., Pág. 316
47
Cumplido el año sale de las CPR tal como lo había convenido con sus superiores e
inicia lo él llama metafóricamente, la recolección de los lirios, que son las
circunstancias pastorales que ayudarán a las CPR al regresar a la Selva del Ixcán. El
total de estas circunstancias son tomadas por el autor como un ramo de lirios que
quiere ofrecer a su comunidad amada.
Inicia la recolección de los lirios con visita que realiza es a Mons. Julio Cabrera
Obispo del Quiché, a quien él llama el “el mero esposo”61
En su visita da a conoce al Obispo las circunstancias en las que tiene que celebrar
los sacramentos en la selva del Ixcán, especialmente la Eucaristía. “Le dije que
durante la ofensiva se nos habían acabado las hostias y el vino y que había
consagrado con tortillitas de tostadas de maíz y agua de caña. Le dije que habíamos
admitido a la eucaristía, previa reunión con los catequistas, a algunos que, siendo
casados y estando la primera mujer separada de ellos por la guerra, habían tomado
a otra mujer. Le dije que habíamos cambiado los evangelios de los domingos,
respetando las grandes festividades del año litúrgico, pero no lo determinado para
cada domingo, porque los evangelios que estábamos usando decían más al
momento de la gente. Todo lo aprobó, todo lo comprendió emocionado, porque
sentía en el alma a su pequeña esposa”62
Monseñor Cabrera, le indica que en ese momento es imposible realizar la visita, pues
peligraría toda la diócesis, tampoco autoriza la visita del Padre Falla a las
61
FALLA, R., Pág. 63
62
Ídem, Pág. 64
48
comunidades de la sierra, ya que éstas serán atendidas pastoralmente por otro
equipo pastoral.
Este es el segundo lirio y sin duda, el que le causa mayor alegría y satisfacción a
Ricardo Falla, pues ya no tendrá que separarse de su comunidad.
El tercer lirio que recoge, es la reunión con sus hermanos jesuitas que lo apoyaban,
quienes le comparten que existe un proyecto de formación de una organización
popular y religiosa con una concepción ecuménica, lo que le parece bien, y así
unificar esfuerzos con los que trabajan con refugiados.
49
6. EL SEGUNDO Y ÚLTIMO RETORNO
En este espacio Ricardo Falla y las CPR, tienen tiempo de descanso y de paz: cesan
los bombardeos, se respira paz y armonía en el campo, se siente el olor de las
flores, de la hierba, los árboles comenzaron a dar frutos.
Esta unión se va haciendo cada vez más fuerte, para Ricardo Falla, su sueño es
realidad, está junto a su Amada de carne y hueso, puede tocarla, hablarle, quererla y
acompañarla. El trabajo pastoral que se realiza durante los dos años posteriores a la
ofensiva es de mucho compromiso cristiano y de beneficio para espiritual y material
para los miembros de las CPR.
63
FALLA, R., Pág. 67
50
Se comienzan a planificar cursillos de la Iglesia Primitiva basado en el Libro de los
Hechos de los Apóstoles, se renuevan los métodos de clases con los niños y de
reuniones de mujeres ayudándose con los materiales llevados por Ricardo Falla y se
comienzan a visitar las comunidades de la Sierra para celebrar bautizos.
EL Padre Falla vive esa caída a la vez que en 1989 en El Salvador son asesinados
seis sacerdotes jesuitas, entre ellos Ignacio Ellacuría, situación que lo golpea con
mucha fuerza, ya que ese Teólogo de la Liberación, era su amigo y su compañero de
Congregación y era un amigo que siempre lo apoyó en sus decisiones.
Por otro lado, el ansia de su declaración pública ante el pueblo de Guatemala y ante
el mundo, se prioriza en las CPR, surge la esperanza a raíz de un equipo pastoral en
la Aldea Xalbal, donde parece que la Iglesia servirá de mediadora.
“La publicación del documento del documento fue acompañada por la salida de los
primeros delegados de las CPR a la capital, donde darían a conocer ante el pueblo
de Guatemala y ante personalidades y grupos extranjeros lo que eran ellas,
intentando a la vez organizar una visita de una Comisión, que llamaría la
Multipartita”64
64
FALLA, R., Pág. 81
51
El 10 de agosto de 1991 se realiza la esperada visita, 24 personas nacionales e
internaciones, miembros de la iglesia católica y evangélica, llegan al Ixcán. El ejército
realiza acciones violentas para interrumpir la visita, como el lanzamiento de bombas,
el asesinato de Julio Quevedo, Promotor de Cáritas del Quiché, noticias confusas en
los radioperiódicos anunciando que la visita no se llevaría a cabo.
Esta visita le causa sentimientos encontrados, pues se siente feliz que por fin se
llegue hasta las CPR, pero este hecho lo hace prever que era el principio de la
finalización de su acompañamiento, pues ve muy cerca el momento de que a esas
personas las atienda la Iglesia por lo legal, a través de su Obispo.
Con la única persona con la que platica es con Mons. Álvaro Ramazzini, Obispo de
San Marcos, quien se acerca a él por la noche, junto con tres catequistas que lo
acompañan.
52
Él es el último lirio que quiere ofrecer a las CPR, es el mejor regalo para los
miembros de esas comunidades indígenas, que ansiaban su presencia y su cariño.
Ahora por fin se sienten felices, de que él las visite, que las conozca y que las
escuche. Para los miembros de las CPR la visita de Mons. Julio Cabrera es de gran
trascendencia, se sienten animados, protegidos e importantes, pues el Obispo ya los
conoce y habla con ellos.
Se inicia una serie de acusaciones contra el comandante Marcos, por lo cual decide
salir, no por seguridad propia, ya que las CPR le brindaban la protección necesaria,
sino porque desea informar personalmente a la Conferencia Episcopal de Guatemala
de lo acontecido.
65
FALLA, R., Pág. 92
53
7. EL ADIOS DEFINITIVO
Estando fuera tiene permiso del Provincial para regresar en Semana Santa, sin
embargo, se le transmite el deseo de la Conferencia Episcopal de que ya no regrese
para salvaguardar su integridad física.
Impugna esta decisión ante el Obispo del Quiché, indicándole que él quiere ser un
pastor auténtico y por eso desea permanecer en las CPR, que no le parece correcto
salir huyendo y dejando desatendidas pastoralmente a esas personas.
Nuevamente acata las órdenes y con el corazón dolido, abandona a las CPR del
Ixcan. Durante una plática les indica que él nos las deja, que son las circunstancias y
su obediencia a la jerarquía de la Iglesia la razón por las que tiene que abandonarlas
definitivamente.
Se entera de que muchas personas en las CPR se ponen tristes al saber que no va a
regresar, le escriben cartas, pero de todas Ricardo Falla recuerda particularmente la
de un Kechí que dice así: “Yo cuando escuché, me dijo el Pedro Tomás, “el padre ya
no va a llegar, dice conmigo. Estamos trabajando en la playa. El mismo rato me pone
como bolo. Me quedé triste por usted, Entró la noche. Yo salí de la casa. Empecé a
llorar. Me agarró más el dolor, Nunca te voy a ver, porque usted sabe como vivo yo
en mi casa67”
66
FALLA, R., Pág. 93
67
Ídem
54
En su despedida Ricardo Falla inspirado por su Maestro, anima a las CPR a que
estén siempre alerta, organizados y que continúen trabajando con los nuevos
responsables de la pastoral. “Estén atentos y vigilad, porque ignoráis cuando será el
momento. Al igual que un hombre se ausenta: deja su casa, da atribuciones a sus
siervos, a cada uno su trabajo y ordena al portero que vele. Velad, por tanto, ya que
no sabéis cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a la media noche, o al
cantar del gallo, o de madrugada”. No sea que llegue de improviso y os encuentre
dormidos. Lo que a vosotros digo, a todos digo: ¡Velad¡ (Mc 13. 33-37).
La relación entre Ricardo Falla y las CPR ha sido como de la de enamorados, novios
y esposos. “Yo por mi parte no podía dejar de pensar en ella y hablar de ella”68
La esposa por su parte dice “Abrí la puerta a mi amado, pero mi amado se había ido
de largo. El alma se me salió a su huida. Le busqué desesperada y no lo hallé. Lo
llamé y no me respondió” (Cantar de los Cantares, 5,6)
68
Ídem, Pág.94
55
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
CONCLUSIONES
1. Con el aporte del Evangelio del Padre Marcos (Padre Ricardo Falla) se recoge
el itinerario vivido por un cristiano, en su búsqueda de una vida de entrega y
seguimiento a Jesús de forma radical, en el saber estar con los más
desprotegidos, en este caso, los indígenas y campesinos de Quiché que
tuvieron que interrumpir su vida pacífica por la irrupción de la violencia, del
destierro y la guerra.
2. Este nuevo evangelio refleja también, la manera cómo Dios con amor y
ternura, llama, seduce y enamora a su elegido, dispuesto a darse totalmente a
la causa del Reino; y al mismo tiempo a ofrecer su vida por el amor a los
suyos si es preciso, pues su opción se deriva de su consagración bautismal
que lo ha llevado a asumir la persona de Cristo.
4. Siendo Marcos (Padre Ricardo Falla) un jesuita vive las cuatro etapas con las
Comunidades de Pueblos en Resistencia del Ixcán, desde la fuerza
inspiradora de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, colocando
el Principio y Fundamento ignaciano que le orienta y conduce a la experiencia
de reconocer su pecado y desde allí, el conocimiento interno de Jesús, en
querer colaborar en bajar de su cruz a los sufrientes de ese momento, para
encaminarlos a una vida transformada y resucitada.
56
5. La experiencia espiritual del Padre Ricardo Falla refleja también cómo a mayor
conocimiento interno de Jesús, mayor entrega y servicio incondicional; pero
por otra parte, también el cómo acompañar y sentir las heridas de los que
sufren persecución, ayuda a sanar las propias heridas y, por lo tanto, a
madurar y crecer en lo humano y espiritual.
7. Hay muchas razones para considerar que la obra Historia de un gran amor
recoge la experiencia fuerte y profunda de alguien que en el servicio,
encuentra el rostro de Jesús en el dolor, sufrimiento y la persecución de un
pueblo inocente, moviéndole interiormente a vivir desde la experiencia de
encarnación e inculturación.
57
c. Del discernimiento en la toma de decisiones difíciles, que le devolvería
la dignidad y el bienestar a un pueblo desterrado y humillado.
9. Historia de un gran amor, es una historia válida para que las generaciones
jóvenes aprendan que ser cristiano no es sólo portar un crucifijo en el cuello, a
participar en grupos juveniles, formar parte de las jornadas juveniles o
cualquier actividad que lleve a una labor social, si no que ser cristiano implica
vivir la vida en Cristo, a optar por su causa, amar y servir sin esperar
recompensa, a vivir de acuerdo a los valores del Reino.
RECOMENDACIONES
2. Los 4 momentos que describe el Evangelio del Padre Marcos, pueden ser
elementos para un itinerario espiritual de seguimiento de Jesús, en el
acompañamiento a los jóvenes y comunidades más desprotegidas, como
opción fundamental.
58
juzgar y actuar, se puedan ir reconociendo en cada una de las 4 etapas del
Evangelio del Amor, la manera tan variada y diversa que puede favorecer el
seguimiento más radical y profético de Jesús en la vida diaria, en la vida
personal y comunitaria de los jóvenes, especialmente.
5. Desde la lectura del Evangelio del Amor, reconocer los rasgos de una
espiritualidad encarnada y desde los pobres, generando desde allí propuesta
formativas para Talleres en los que se resalte a Jesús entre los pobres,
creando conciencia general del problema de la violencia, de la guerra, de la
pobreza, de la marginación, de la exclusión y desde allí lanzar un grito
profético ante la realidad actual en Guatemala.
6. Propiciar un encuentro personal con el padre Ricardo Falla, para que los
jóvenes puedan escuchar su testimonio de seguimiento a Jesús desde la de
entrega incondicional, el estar con los pobres viviendo en pobreza y humildad
y comprender cómo desde allí, se puede ayudar a transformar las realidades
injustas, recuperando la señal concreta para saber reconocer en los rostros
sufrientes, los rasgos del rostro de Jesús, hasta el día de hoy.
7. La lectura y estudio del Evangelio del Padre Marcos, puede generar entre los
jóvenes de la Parroquia San Antonio, experiencias sensibles al conocer la
historia y la realidad actual, donde el dolor y la muerte ha permeado a la
sociedad guatemalteca durante largo tiempo; y al mismo tiempo esta obra,
pueda lograr concientizar a las nuevas generaciones, de la necesidad de
conocer las raíces del mal, para no repetir las mismas historias en el futuro.
59
BIBLIOGRAFÍA
LIBROS
SANTOS, C., Guatemala. El silencio del Gallo, A&M Gráphic, S.L. , Barcelona,
2007
OTRAS FUENTES
60
Entrevista personal con el Padre Ricardo Falla, el 19 de agosto de 2011 en las
instalaciones de la Parroquia San Antonio
61