AUTONOMÍA Y HETERONOMÍA

Las conductas humanas pueden ser voluntarias, voluntarias en la causa, no voluntarias y contravoluntarias. Las
primeras son las que realizamos por decisión propia y en pleno control de las circunstancias que nos rodean;
las segundas son aquellas que hacemos libremente pero cuyas consecuencias no deseamos; las terceras las
seguimos en cierta medida en contra de nuestra voluntad, es decir, a pesar nuestro, quizá porque
consideramos que las consecuencias pueden ser peores o más desagradables para nosotros o para los demás,
que el resultado de la acción misma; las últimas son los actos que realizamos sin ningún control sobre nuestra
voluntad.

Ejemplos de cada uno.

Si decido estudiar Derecho porque es mi vocación o casarme con una persona porque la amo sin que
nada o nadie me presione para hacerlo, puedo afirmar que mi acción es voluntaria. En estos casos, las razones
para actuar de cierta manera, que pueden ser buenas o malas, convenientes o inadecuadas, dependen
enteramente de nosotros. Si alguien se casa por dinero o estudiar una carrera porque está de moda,
podríamos afirmar que éstos no son los mejores motivos para hacerlo, pero que estas acciones son voluntarias
y sólo la persona, y nadie más, es responsable de sus consecuencias.

Si fumo y me da cáncer, si contraigo VIH por tener sexo no seguro o si tomo alcohol en exceso y causo
un accidente, son acciones voluntarias en la causa, pues no obstante que mi propósito no era tener una
enfermedad o un percance automovilístico, estaba en mis manos haber cuidado mi salud o haberle pedido a
alguien que manejara por mí.

En cambio, si cometo un robo porque alguien me amenaza con quitarme la vida si no lo hago, o si
estudio Derecho, aunque no me guste, porque así podré ayudar económicamente a mis padres o porque es
tradición de mi familia, o si me caso sólo porque mi novia está embarazada, mis acciones son no voluntarias
porque seguramente no actuaría de esa forma si las circunstancias fueran otras. Como ves, aunque en estos
casos el resultado de no actuar como se espera que lo hagamos puede ser muy grave: la muerte, el rechazo
familiar o una golpiza del padre de mi novia, aun así conservamos un resquicio de libertad, pues bien
podríamos correr el riesgo de actuar de otra manera. Aquí no es fácil determinar el grado de responsabilidad
que debe atribuirse al individuo por sus acciones, casos que generalmente son muy debatidos por filósofos.

En cuarto lugar, la contravoluntariedad se presenta cuando no tenemos ningún control sobre nuestros
actos: si insulto a alguien cuando estoy dormido, si tengo ciertas actitudes en un estado de hipnotismo, si
sufro sonambulismo y si salgo a las calles en las noches, o si me caigo de un edificio al sufrir un ataque de
epilepsia, la responsabilidad de las consecuencias no son atribuibles a mí pues, por decirlo así, actué sin
conciencia.

Ahora bien, en ética constantemente se habla de autonomía y heteronomía, se dice, por ejemplo, que
la moral debe ser autónoma y que el derecho es heterónomo. Esto significa que las normas morales debe
dárselas el individuo mismo, mientras que las leyes jurídicas las dicta una autoridad externa al sujeto. Se dice,
entonces, que una moral auténtica es la que surge del individuo, de su propia voluntad, que no le es impuesta
desde afuera (en ese caso sería heterónoma), que se basa en sus convicciones personales y no en lo que dicen
o piensan los demás.
 ¿Recuerdas el ejercicio de la ética y la sexualidad en el que reflexionaste acerca de las prácticas
sexuales entre personas del mismo sexo? Algunas de las posiciones sobre el tema sostienen que la conducta
sexual es un asunto exclusivo de las personas involucradas y que, por lo tanto, no se puede censurar ningún
comportamiento en tanto ambas partes hayan estado de acuerdo. En otras palabras, se dice que, en materia
de sexualidad, todo estaría permitido si es producto de la autonomía de las personas, lo que no sucede, por
ejemplo, en el caso del abuso o la pornografía infantil, dado que los menores de edad son forzados, física o
psicológicamente, a realizar estas prácticas, las cuales, además, constituyen delitos sancionados por el
derecho.

Tarea

1. Después de haber leído este documento escribe en tu cuaderno la definición de los siguientes conceptos y
piensa en algún ejemplo para cada uno diferente de los descritos en el texto.

 Conductas voluntarias.
 Conductas voluntarias en la causa.
 Conductas no voluntarias.
 Conductas contravoluntarias.

2. Responde en tu cuaderno ¿Qué es autonomía?

3. Responde en tu cuaderno ¿Qué es heteronomía?