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AEPROMO
C. Santa Isabel, 51, casilla 46. Colegio de Médicos de Madrid
28012 Madrid
España
www.aepromo.org
info@aepromo.org
ISBN: 978-84-615-2244-6
Depósito legal: M.
Portadilla.
AEPROMO - Guia uso medico Ozono.indb 2 05/09/11 01:09
Fundamentos terapéuticos e indicaciones
Autores
Adriana Schwartz, M.D.
Claudia Nikolaevna Kontorschikova, M.D., Ph.D.
Oleg Viktorovich Malesnikov, M.D., Ph.D.
Gregorio Martínez Sánchez, Dr., Ph.D.
Lamberto Re, M.D., Ph.D.
Irina Avenerovna Gribkova, M.D.
Coautores
Mirta Copello, M.D.
Genaddy O. Grechkanev, M.D., Ph.D.
Fernando Kirchner, M.D.
Traductores
Adriana Schwartz, M.D.
Gastón Juan Mora de la Cruz, M.D.
Revisores
Adriana Schwartz, M.D.
Gregorio Martínez Sánchez, Dr., Ph.D.
N. I. Zhulina, M.D.
Adriana Schwartz, M.D., Ginecóloga-Obstetra, Directora de la Clínica Fiorela, Madrid, España. Directora
del Instituto Clínico Fiorela, San Pedro Sula, Honduras. Presidenta y fundadora de la Asociación
Española de Profesionales Médicos en Ozonoterapia (AEPROMO, www.aepromo.org). Presidenta de
la International Medical Federation of Ozone (IMEOF, www.imeof.org), Secretaria del International
Scientific Committee of Ozonetherapy (ISCO3, www.isco3.org). Profesora titular de AEPROMO.
AUTORES
Claudia Nikolaevna Kontorschikova, M.D., Ph.D., Doctora en Ciencias Bioquímicas. Profesora. Jefa del
Departamento del Laboratorio de Diagnóstico Clínico, Academia de Medicina, Nizhny Nóvgorod, Rusia.
Oleg Viktorovich Malesnikov, M.D., Ph.D., Internista. Profesor de la Academia de Medicina de Nizhny
Nóvgorod, Rusia.
Adriana Schwartz, M.D., Ginecóloga-Obstetra, Directora de la Clínica Fiorela, Madrid, España. Directora
del Instituto Clínico Fiorela, San Pedro Sula, Honduras. Presidenta y fundadora de la Asociación
Española de Profesionales Médicos en Ozonoterapia (AEPROMO, www.aepromo.org). Presidenta de
la International Medical Federation of Ozone (IMEOF, www.imeof.org), Secretaria del International
Scientific Committee of Ozonetherapy (ISCO3, www.isco3.org). Profesora titular de AEPROMO.
Gregorio Martínez Sánchez, Dr., Ph.D., Doctor en Ciencias Farmacéuticas. Profesor e Investigador
Titular. Director científico Medinat srl. (Ancona, Italia). Miembro de AEPROMO (www.aepromo.org)
y del International Scientific Committee of Ozonetherapy (ISCO3, www.isco3.org). Profesor titular de
AEPROMO.
Lamberto Re, M.D., Ph.D., Profesor, Farmacología Clínica y Toxicología, Universidad Politécnica de la
Marche (Italia). Director Medinat srl. (Ancona, Italia). Miembro de AEPROMO (www.aepromo.org) y
del International Scientific Committee of Ozonetherapy (ISCO3, www.isco3.org).
Irina Avenerovna Gribkova, M.D., Médico Jefe del Centro de Ozonoterapia de Nizhny Novgorod, Rusia.
COAUTORES
Mirta Copello, M.D., Oftalmóloga, Centro Nacional de Referencia de Retinosis Pigmentaria, Hospital “Dr.
Salvador Allende”, La Habana, Cuba. Miembro de AEPROMO (www.aepromo.org) y del International
Scientific Committee of Ozonetherapy (ISCO3, www.isco3.org).
Fernando Kirchner, M.D., Traumatólogo. Director, Gabinet Mèdic Maresme, Mataró, Barcelona, España.
Presidente de la Comisión de Formación de AEPROMO (www.aepromo.org). Profesor titular de AEPROMO.
REVISORES
Bibliografía....................................................................................... 283
xi
.
OH Radical hidroxilo
xiii
DC Dienos conjugados
DFG Difosfoglicerato
DM Diabetes mellitus
ECG Electrocardiograma
HP Helicobacter pylori
MDA Malonildialdehído
PA Presión arterial
RL Radicales libres
TC Trieno conjugado
xv
como la existencia de modernos generadores de ozono permiten emplear con éxito la ozo-
noterapia en la práctica diaria del ginecólogo-obstetra.»
Los avances en la utilización médica del ozono en diferentes lugares del mundo se de-
muestran con el aumento progresivo y constante del número de profesionales de la salud
que utilizan esta terapia. Según estadísticas elaboradas por el Asesor Legal de AEPROMO,
IMEOF e ISCO3, Roberto Quintero, el número de ozonoterapeutas en todo el mundo está
muy por encima de los 26.000. También ha señalado que se trata de un dato aproximado,
por lo que se puede deducir que la cifra es muy superior.
También se han conseguido avances en el ámbito legal, si bien no de un modo tan rá-
pido y amplio como cabría desear. En el momento de redactar este prefacio, tanto Rusia
como Cuba, España y, en menor medida, Italia han desplegado enormes esfuerzos para
lograr el reconocimiento de esta terapia ante las instituciones sanitarias.
Un paso inicial, pionero y fundamental para la regularización de la ozonoterapia fueron
las Resoluciones del Servicio Federal Ruso de Vigilancia en la Esfera de la Salud Pública,
que emitió el certificado de registro N.º FC-2007/014 del 15/02/2007 sobre la «Aplica-
ción del ozono medicinal en obstetricia, ginecología y neonatología» y, dos semanas des-
pués, el N.º FC-2007/029-Y del 28/02/2007, sobre «Aplicación de la mezcla de oxígeno
y ozono en traumatología».
En Cuba, que cuenta desde 1994 con el Centro de Investigaciones del Ozono bajo la de-
pendencia científica del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Cuba (CNIC),
se otorgó entidad legal a la ozonoterapia a través de la Resolución Ministerial 261 del 24 de
agosto de 2009, promulgada por el Ministerio de Salud Pública.
En España, gracias a los esfuerzos desplegados por AEPROMO, se ha logrado la re-
gularización de la ozonoterapia en 14 de sus 17 comunidades autónomas. Debido a las
facultades delegadas en materia de sanidad a cada comunidad, la regularización no se ha
realizado de manera homogénea en todas ellas. Lo que sí es importante destacar es que las
14 comunidades que sí lo han hecho han determinado los requisitos exigidos para que un
ozonoterapeuta pueda practicar legalmente esta terapia en su territorio.
Las regiones italianas de Lobardía, Emilia-Romagna y Marche se han pronunciado fa-
vorablemente por el uso de la ozonoterapia, y a ello se suman dos sentencias positivas del
Tribunal Administrativo de la Región de Lascio.
En realidad, los países en los que la ozonoterapia ha sido regularizada son muy escasos,
por lo que será necesario realizar más esfuerzos coordinados. Sin embargo, y afortunadamen-
te, ya existen estos ejemplos, de los que otros países pueden y podrán obtener referencias.
Debido a las ideas acumuladas sobre su toxicidad relacionada con las altas concentra-
ciones empleadas en la industria, la aplicación del ozono en la práctica médica ha sido
cuestionada durante largo tiempo por los propios médicos, e incluso actualmente lo sigue
siendo. Afortunadamente, sin embargo, el número de opositores se va reduciendo.
Como todo medio curativo, la ozonoterapia depende de la dosis. Es importante saber
que en la práctica clínica las concentraciones de ozono que se utilizan son inferiores a las
tóxicas en varios órdenes de magnitud. En el diapasón de estas concentraciones, el ozono
actúa como medio terapéutico, y muestra propiedades inmunomoduladoras, antiinflama-
torias, bactericidas, antivíricas, fungicidas, analgésicas y otras.
Cada año, y en muchos países del mundo, miles de pacientes reciben tratamientos con
ozono para afecciones como la enfermedad isquémica (corazón, cerebro, extremidades,
retina), enfermedades víricas crónicas, gastritis, enfermedades ulcerosas, colitis, diabetes
mellitus, déficits inmunológicos secundarios, procesos purulentos, afecciones del aparato
de sostén del movimiento, enfermedades cutáneas, e incluso la infección por el VIH/SIDA
y el cáncer. Se observan mejorías clínicas en la mayoría de los casos, así como la ausencia
de cualquier indicio de toxicidad con el paso de los meses y los años una vez finalizado el
tratamiento.
En la actualidad, se dispone de estudios clínicos y experimentales que permiten ex-
poner las cuestiones de la aplicación efectiva y segura de la ozonoterapia en una serie de
afecciones, pero es necesario aumentar el número de esfuerzos dirigidos a la realización de
más estudios científicos que puedan proporcionar a esta terapia el apoyo necesario para ser
debidamente reconocida.
A pesar de que la ozonoterapia cuenta con un gran potencial terapéutico y de que, en
varios casos, supera las posibilidades de los métodos que emplean fármacos, de que su uti-
lización es sencilla y variada, y de que desde el punto de vista económico es más rentable
que otros métodos terapéuticos, los sistemas sanitarios no disponen de suficiente informa-
ción sobre ello.
Las investigaciones experimentales realizadas y las observaciones clínicas acumuladas
han servido de base para la redacción de esta Guía. En el libro, se proporciona información
sobre las propiedades y los mecanismos de acción del ozono, así como sobre las formas
y métodos de aplicación en medicina interna, cirugía, ginecología y obstetricia, nefrolo-
gía, dermatología y cosmetología, oftalmología, otorrinolaringología, estomatología y
traumatología.
Para comprender mejor la información expuesta y la esencia del método, en el libro
se abordan los eslabones patogénicos del desarrollo de las diferentes enfermedades, las
principales manifestaciones clínicas y los mecanismos de acción de la ozonoterapia sobre
ellas. Asimismo, se analiza el tratamiento con mezclas de ozono y oxígeno como método
independiente (monoterapia), pero también combinada con fármacos y otras alternativas
terapéuticas.
Los avances obtenidos en el ámbito de la investigación, de la aplicación más frecuente
de la terapia y de los logros, aunque hasta ahora limitados, en el área legal de la regula-
rización deben ir necesariamente acompañados por una capacitación mejor y eficaz por
parte de los profesionales de la salud que la utilizan. La ozonoterapia es un acto médico
de conformidad con la definición del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos
de España (OMC): «Partiendo de la premisa fundamental de que toda terapia, conven-
cional o no, alopática, holística u homeopática, es en sí misma un ACTO MÉDICO que
precisa de un diagnóstico previo, de una indicación terapéutica y de una aplicación de la
misma, y que debe ser realizada, necesaria y obligatoriamente, por una persona cualifica-
da y legalmente autorizada para ello. Es decir, UN MÉDICO.» (http://www.cgcom.org/
noticias/2009/12/09).
La ozonoterapia se caracteriza por la sencillez de su aplicación, la gran efectividad, la
buena tolerancia y la ausencia prácticamente de efectos secundarios. Sin embargo somos
conscientes de que el profesional tiene que estar debidamente formado y entrenado, y por
ello nos decidimos a elaborar y publicar esta obra. Como su título indica, el contenido del
libro está concebido con el objetivo de proporcionar al profesional de la salud una guía que
le indique cómo utilizar la ozonoterapia, proporcionándole tanto fundamentos terapéuti-
cos como indicaciones prácticas para su implementación. Desearíamos que la Guía se con-
virtiera en referencia permanente del profesional en su práctica diaria, así como en un libro
de consulta en el que pueda encontrar respuestas, al menos parciales, a sus interrogantes.
La obra va dirigida a los estudiantes de los cursos superiores de medicina, odontología
y veterinaria, residentes, supervisores, especialistas, médicos terapeutas de redes estacio-
narias, policlínicos, odontólogos y veterinarios, y confiamos en que les ayudará en la asimi-
lación práctica de este método terapéutico.
Como toda empresa humana, este trabajo puede contener errores involuntarios. Ade-
más, a medida que va avanzando, la investigación científica nos obliga, afortunadamente, a
revisar nuestros conocimientos y, por tanto, lo que hemos plasmado por escrito. Esto será
lo que, con toda seguridad, nos llevará a la publicación de una segunda edición; al menos,
así lo esperamos.
O2 → O + O
O + O2 → O3
Cs = B · d · Pi
donde:
C. H O
B= 2
C gas
La saturación con ozono depende de la temperatura y de la calidad del agua, ya que las
impurezas tanto orgánicas como inorgánicas hacen variar el pH del medio. En las mismas
condiciones, la concentración de ozono es de 13 µg/ml en agua corriente y de 20 µg/ml en
agua bidestilada, y ello se debe a la significativa descomposición del ozono a causa de las
impurezas iónicas presentes en el agua potable.
O3 + H2O2 → OH + HO2 · + O2
La cantidad máxima de ozono en una muestra de agua se observa durante 8-15 min; al
cabo de una hora, en la solución se detectan sólo radicales libres de oxígeno. El más impor-
tante es el radical hidroxilo (.OH) (Staehelin, 1985), algo que debe tenerse en cuenta en la
utilización del agua ozonizada con fines terapéuticos.
Dado que en la práctica clínica se encuentran aplicaciones para el agua y la solución
fisiológica ozonizada, se ha realizado una valoración de estos líquidos ozonizados depen-
diendo de las concentraciones utilizadas en la práctica médica rusa. Los principales mé-
todos que usaron fueron la titulación yodométrica y la determinación de la intensidad de
quimioluminisencia con el empleo del equipo de luminiscencia para bioquímica BXL-06
(producido en Nizhny Nóvgorod) (Kontorschikova, Peretiagin, Ivanova, 1995).
El fenómeno de la quimioluminiscencia está relacionado con las reacciones de recom-
binación de radicales libres que se forman durante la descomposición del ozono en el agua.
En el procesamiento de 500 ml de agua bidestilada o destilada con burbujeo de mezcla
gaseosa de ozono y oxígeno, con una concentración de ozono entre 1.000-1.500 µg/l, con
un flujo de corriente gaseosa de 1 l/min durante 20 min, la quimioluminiscencia aparece
durante 160 min. De hecho, en el agua bidestilada la intensidad de iluminación es mayor,
lo que se explica por la presencia de una mayor concentración de impurezas en el agua
destilada que en la bidestilada, las cuales atenúan la luminiscencia.
La solubilidad del ozono en soluciones de NaCl cumple con la ley de Henry, es decir,
disminuye con el aumento de la concentración de sal. La solución fisiológica se procesó
con ozono en concentraciones de 400, 800 y 1.000 µg/l durante 15 min. La intensidad
general de la luminiscencia (en mv) aumentó con el incremento de la concentración de
ozono. La duración de la iluminación fue de 20 min. Esto se explica por la recombinación
más rápida de los radicales libres, lo que produce la atenuación de la luminiscencia debido
a la presencia de impurezas en la solución fisiológica.
Con independencia de su elevado potencial de reducción, el ozono posee una gran se-
lectividad, que está relacionada con la estructura polar de la molécula. Los compuestos que
contienen dobles enlaces libres (–C=C–) reaccionan de forma instantánea con el ozono.
Como resultado de ello, los ácidos grasos insaturados, los aminoácidos aromáticos y los
péptidos, sobre todo los que contienen grupos SH, son sensibles a la acción del ozono.
De acuerdo con los datos de Criege (1953) (citado por Viebahn, 1994), el primer pro-
ducto de la interacción de la molécula de ozono con sustratos orgánicos es una molécula
dipolar 1-3. Ésta es la reacción fundamental en la interacción del ozono con sustratos orgá-
nicos para un pH < 7,4.
La ozonólisis se produce en fracciones de segundos. La velocidad de esta reacción en so-
lución es del orden de 105 l · mol-1 · s-1. En el primer paso de la reacción, se forma un complejo
pi de las olefinas con el ozono. Este es relativamente estable a una temperatura de 140 °C, y
posteriormente se transforma en el ozónido primario (molozónido) 1,2,3 trioxolano. Otra
posible dirección de la reacción es la formación de epóxidos.
El ozónido primario no es estable, y se descompone formando compuestos carboxílicos
y óxido de carbonilo. Como resultado de la interacción del óxido de carbonilo con los com-
puestos carboxílicos se forma un ión bipolar, el cual se transforma después en el ozónido
secundario, el 1,2,4 trioxolano. Este último se descompone por reducción, con formación
de mezclas de compuestos carbonílicos 2-x, con formación posterior de peróxidos (I) y
ozónidos (II).
O O
C C
O O [– C – O – O – C – O ]
(I) (II)
En la ozonización de compuestos aromáticos, se forman ozónidos poliméricos. La in-
corporación del ozono destruye el enlace aromático en el núcleo y requiere un gasto de
energía, por lo que la velocidad de ozonización de los homólogos está relacionada con la
energía del enlace.
La ozonización de los hidrocarburos saturados está relacionada con mecanismos de
introducción. La ozonización de compuestos orgánicos que contienen azufre o nitrógeno
transcurre del siguiente modo:
O3
RSH → RSO2H
O3
RSR → R–S–R
O3
RNH2 → RNHOH
Los ozónidos son con frecuencia poco hidrosolubles, pero muy solubles en solventes orgáni-
cos. Ante el calentamiento o la acción de metales de transición se descomponen en radicales. La
cantidad de ozónidos en un compuesto orgánico se determina por el índice de yodo, que
es la masa de yodo, en gramos, que se combina con 100 g del compuesto orgánico. Como
norma, el índice de yodo para los ácidos grasos es de 100-400, para las grasas sólidas, de
35-85, y para las grasas líquidas, de 150-200.
O2 + e– → O3
O2 + hμ → O3
O2 + O2 → O + O3
O + O2 + O2 → O + O3
oxígeno se descomponen en átomos, los cuales reaccionan con otras moléculas de oxígeno
y forman moléculas de ozono. Dependiendo del voltaje aplicado y de la velocidad de flujo
del gas, se alcanzarán distintas concentraciones de ozono. Cuanto mayor sea el voltaje y
menor la velocidad de la corriente de oxígeno, mayor será la concentración de ozono, y a
la inversa.
Para producir una mezcla de ozono y oxígeno para uso terapéutico, es imprescindible
proporcionar solamente oxígeno de gran pureza (medicinal) al ozonizador. No se permite
utilizar oxígeno de menor pureza, y en particular aire, debido a la presencia en ellos de una
gran cantidad de nitrógeno que, bajo la acción de voltajes elevados, se transforma en óxido
de nitrógeno tóxico. Entre otras exigencias que deben cumplir los ozonizadores medici-
nales, se encuentra la precaución de evitar que el ozono escape al aire circundante, ya que
actúa como irritante sobre el epitelio pulmonar. Con este propósito, los generadores de
ozono disponen de destructores, a los que se conduce el exceso de ozono y donde éste se
regenera de nuevo en oxígeno.
Teniendo en cuenta las intensas propiedades oxidantes del ozono, en los generadores
se emplean materiales resistentes al mismo, fisiológicamente limpios (el mejor es el cristal;
fungibles siliconados).
Los ozonizadores deben contar con reguladores de la velocidad del flujo gaseoso que
garanticen un amplio diapasón de la concentración de ozono en la mezcla gaseosa y que
puedan regularse con facilidad. Todos deben cumplir con las normativas establecidas. Los
generadores que se venden en la Unión Europea deberán estar etiquetados con las siglas CE.
2.1. Introducción
La vida en la Tierra surgió en un principio en una atmósfera reductora (fig. 2-1). No fue
hasta la aparición de las algas con capacidad fotosintética que el oxígeno comenzó a apa-
recer en la atmósfera en cantidades cada vez mayores, lo que representó una presión evo-
lutiva muy importante, al crearse una atmósfera oxidante con concentraciones de O2 muy
elevadas. Sin embargo, la aparición del O2 en la atmósfera de la Tierra permitió el desa-
rrollo de organismos más complejos, que utilizaban esta molécula para la producción de
energía de un modo mucho más eficaz.
La aparición del O2 en la atmósfera tuvo varias consecuencias:
13
35 %
Oxígeno
Concentración de gases (%)
25 %
15 %
0,5 %
0,4 %
Carbonífero
0,3 %
CO2
0,2 %
0,1 %
-3,5 billones de años: radiación intensa, moléculas orgánicas complejas, vida anaerobia;
-2,5 billones de años: cianobacterias, vida acuática, producción de O2;
-1,2 billones de años: atmósfera con 1 % de O2, desarrollo de vida eucariota;
-500 millones de años: atmósfera con 10-15 % de O2, formación de la capa de ozono, vida marina;
-65 millones de años: aparición de los primates;
-5 millones de años: aparición los seres humanos 21 % de O2, 160 mmHg.
En 1785, el holandés Von Marum percibió el olor característico del ozono al experi-
mentar con máquinas electrostáticas. También lo hizo Ciukshank, en 1801, pero fue en
1840 cuando Schonbein lo clasificó y lo bautizó con el nombre de «ozono», término de
origen griego que significa «olor».
Actualmente, el ozono es conocido como el más poderoso de los desinfectantes de
la naturaleza que puede producirse industrialmente. Sus aplicaciones son, entre otras, la
desinfección de agua potable, instrumentos quirúrgicos o heridas. Sin embargo, las apli-
caciones médicas del ozono van más allá de sus meros efectos oxidantes directos sobre
diversos gérmenes. El descubrimiento de parte de los mecanismos moleculares de acción
del ozono y su intervención en el control de diversos trastornos en los que interviene el
estrés oxidativo han revolucionado su empleo en la medicina moderna. Las dificultades
relativas a su generación a nivel clínico en las concentraciones necesarias se han superado
gracias al diseño de equipos muy modernos cuyo funcionamiento se basa en hacer pasar
una descarga eléctrica por un flujo de oxígeno médico. El control espectrofotométrico de
las concentraciones de ozono permite obtener un gas de calidad médica con concentracio-
nes óptimas para su empleo en los seres humanos.
Desde el punto de vista práctico, el ozono tiene el inconveniente de que debe generarse
prácticamente antes de su utilización, debido a su escasa estabilidad. La clave del éxito en la
⎧ ⎧ ⎧
OZONO Eritrocitos
Mejora la entrega de O2
⎨ ⎨ ⎨
Libera factores de crecimiento
Proteínas Plaquetas
Liberación de eritrocitos superdotados
Carbohidratos Endotelio
⎩
Ácidos nucleicos
⎩ ⎩Médula ósea
Otros órganos
Liberación de células madre
Regulación excesiva
de enzimas antioxidantes
Figura 2-2. Efectos fundamentales del ozono a través de su reacción con moléculas mediadoras.
Modificado de V. Bocci. Toxicology and Applied Pharmacology 216 (2006):493–504.
Ácido linoleico
9-12 octadecanodienoico (serie ω6)
18:2(9-12) 18Δ9-12
O ω
6 1
HO 1 9 12
carbono ω
carbono Δ CH3
COOH
En los ácidos grasos insaturados encontrados en organismos terrestres (tabla 2-1), los
dobles enlaces se encuentran a partir del C9; si existen varios dobles enlaces, se disponen
de forma no conjugada y predomina la configuración cis. Los AGPI se pueden clasificar en
3 series, si se tiene en cuenta que los dobles enlaces adicionales se añaden únicamente entre
el átomo de carbono en el que se localiza el primer doble enlace (a partir del carbono ω) y
el carbono del grupo –CO2H; por esta razón, las series son ω3, ω6 y ω9.
Los grupos principales de productos derivados de los procesos de oxidación de los lípi-
dos son: hidrocarburos volátiles, derivados de la oxidación del ácido araquidónico (AA),
aldehídos, hidroperóxidos y dienos conjugados (Martínez-Sánchez y cols., 2010).
20:5(5,8,11,14,17) - 5,8,11,14,17-Eicosapentaenoico ω3
* Nomenclatura basada en el número total de átomos de carbono: número de insaturaciones (posición de la insaturación to-
mada a partir del carbono Δ).
Muchos de estos productos de la oxidación de los AGPI son generados cuando en-
tran en contacto con el ozono e intervienen en sus efectos farmacológicos. Las reacciones
del ozono con los compuestos insaturados presentan una energía de activación muy baja,
próxima a cero, lo que permite unas velocidades de reacción elevadas, con constantes de
velocidad del orden de 105 a 106 m-1 · s-1, por lo que son reacciones poco sensibles a las va-
riaciones de la temperatura (Menéndez y cols., 2008).
Un grupo de compuestos descritos durante el estudio de las reacciones de oxidación
del ozono se denominaron ozónidos. Estos compuestos intermediarios se descomponen
por dos rutas diferentes: una de ellas conduce a la formación de agua y un aldehído, y la
otra da lugar a la formación de ácidos y productos poliméricos. A partir de un estudio más
detallado del mecanismo de reacción del ozono, se llegó a la descripción de una estructura
denominada 1,2,4-trioxolano u ozónido de Criegee (fig. 2-3).
Diferentes técnicas analíticas permitieron dilucidar el mecanismo general mediante el
cual el ozono reacciona con los compuestos insaturados (fig. 2-4). Este mecanismo explica
que la reacción se produce en diferentes etapas con la formación de compuestos interme-
diarios sumamente inestables. En todos los casos, los diferentes caminos que toma la reac-
ción dependen de las condiciones específicas en las que ésta tiene lugar, por lo que pueden
obtenerse diferentes productos de reacción como resultado final.
De forma general, entre los productos de la reacción del ozono con los compuestos
insaturados, pueden obtenerse: aldehídos, ácidos carboxílicos, hidroperóxidos, ozónidos,
diperóxidos, peróxido de hidrógeno y peróxidos poliméricos. El concepto más importante
del mecanismo de Criegee radica, precisamente, en la posibilidad de explicar la formación
de todos los productos peroxídicos de la ozonólisis de los compuestos insaturados a partir
Unión etérea
Unión peroxídica
Ozono Zwitterion
Retro
1,3 cicloadición 1,3 cicloadición
Molozónido
Compuesto Óxido primario
insaturado 1,2,3-trioxolano
Intermediarios
de la reacción
de Criegee
Grupos reductores
Cetonas ⎧
Aldehídos
⎨ 1,3 cicloadición
Grupos oxidados
COOH
Lípido (L) H · OH
Iniciación
H2O
COOH
Radical Lipídico ·
(L·)
P
· COOH r
Dieno conjugado O2 o
p
Radical Alquil OO·
Peroxilo |
COO a
H
L g
L· a
Hidroperóxido lipídico
OOH c
|
COOH
i
Fe2+
ó
Radical
Fe 2+
LO · n
Alcoxilo L LOO ·
L·
O O LOH
| |
COOH
Terminación
Endoperóxido
Fe2+
Etano O
4-hidroxinonenal
O=C CH C=O +
Pentano
H 2 H C=O
o
Malonildialdehído
Metionina
H3C – S – CH2– CH2– CH(NH2) – COOH Metionina sulfóxido
Metionina
sulfóxido reductasa
Figura 2-6. Oxidación de metionina por las especies reactivas del oxígeno (ERO).
plásmico conduce a su inhibición (fig. 2-7) y a la consiguiente lesión celular causada por la
pérdida de la homeostasis del Ca2+. Su entrada a la célula activa proteasas, endonucleasas y
fosfolipasas (Martínez-Sánchez y cols., 2010).
ATPasa
Su actividad disminuye drásticamente
de Ca2+
Intercambiador por la oxidación de los grupos sulfihidrilos
Na+/Ca2+
GSSG
2 GSH
GSSG
HS SH GSS SSG
Activa Inactiva
Proteína alterada por S-tiolación S
Pérdida de la función
Tabla 2-2. Solubilidad del ozono en 5 litros de agua destilada dependiendo del tiempo de burbujeo
y de la concentración de ozono a la salida del aparato (M ± m).
en solución acuosa se observa durante 8-15 minutos. Transcurrida una hora, ya no hay ozono
en la mezcla, donde se encuentran sólo radicales libres del oxígeno. Todo ello debe tenerse en
cuenta a la hora de utilizar el agua ozonizada con fines terapéuticos, y de todo lo expuesto se
concluye que el agua ozonizada para el tratamiento debe ser empleada en los primeros 20-30
min después de la preparación.
A continuación, se expone el mecanismo de acción del ozono en cada uno de estos casos.
las que se destruyen con mayor rapidez. Las bacterias E. coli son destruidas por concentra-
ciones de ozono algo superiores a 0,1 µg/ml y una duración de contacto de 15 segundos, a
temperaturas de 25 ºC y 30 ºC. Streptococcus faecalis son destruidos con mayor facilidad;
con concentraciones de ozono de aproximadamente 0,025 µg/ml, se obtiene un 99,9 % de
inactivación en 20 segundos o menos, a ambas temperaturas. Los virus son más resistentes
que las bacterias. Los primeros estudios realizados por científicos de Salubridad Pública
Francesa en la década de 1960 han demostrado que los poliovirus de los tipos I, II y III se
inactivan mediante la exposición a concentraciones de ozono disuelto de 0,4 µg/ml duran-
te un período de contacto de 4 minutos.
Eliminación de la turbidez
La turbidez del agua se elimina por ozonización a través de una combinación de oxidación
química y neutralización de cargas. Las partículas coloidales que causan turbidez se man-
tienen en suspensión por partículas con carga negativa que son neutralizadas por el ozono.
Éste destruye, además, los materiales coloidales por medio de la oxidación de materias
orgánicas.
ciones de 0,5 µg/ml a 0,8 µg/ml de ozono durante unos 3 o 4 minutos para conseguir una
calidad de agua excepcional y desinfectada. Tras el tratamiento, el ozono se descompone
en oxígeno al cabo de varios minutos, sin dejar ningún tipo residual, pero al mismo tiempo,
tampoco existirá ningún residual desinfectante que pudiera evitar el crecimiento bacteria-
no. En los casos en los que sea necesario asegurar que el agua de consumo ha sido recién
tratada con ozono, el sistema de ozonización se realizará en un depósito con un caudal de
recirculación donde, mediante un inyector, se añadirá la proporción de ozono adecuada;
esta cantidad de ozono y, por lo tanto, la concentración de ozono residual en el depósito
depende, en primer lugar, de las características del equipo y, en segundo lugar, del tiempo
de funcionamiento y parada del mismo. Es decir, mediante un temporizador, es posible
aumentar y disminuir el tiempo de producción y de parada, consiguiendo en situación es-
tacionaria una mayor o menor concentración de ozono. Para sistemas más complejos de
regulación y control, puede instalarse una sonda de medición de ozono residual en el agua,
que actúe directamente sobre la producción del equipo para alcanzar el valor preestableci-
do como el ideal de concentración de ozono en el agua.
En función del tipo de instalación y la demanda, pueden existir otras muchas posibi-
lidades, como inyectar el ozono directamente en la tubería mediante una derivación (by-
pass) o instalar el generador de ozono directamente en el grifo de consumo.
tabla 2-3. Composición porcentual de los ácidos grasos insaturados de los aceites vegetales
seleccionados.
Oleico Linoleico
Aceite
vegetal
boxilicos y peroxílicos. Para estas reacciones se cumple el mecanismo descrito por Criegee
(Menéndez y cols., 2008).
Los diferentes pasos de la reacción son competitivos y, en la mayor parte de los casos,
dan lugar a mezclas complejas con diferentes proporciones de los productos formados. Si
se quisiera mejorar o incrementar preferentemente los rendimientos de algún producto
concreto, sería necesario tener en cuenta una serie de factores en el establecimiento de las
condiciones de la reacción, entre ellos: el uso o no de disolventes y su tipo, la presencia de
otros compuestos, la temperatura de la reacción, el tipo de reactivo a emplear y la agitación
de la mezcla de reacción.
Los óxidos de carbonilo formados durante la reacción pueden interactuar entre ellos y
formar diperóxidos y poliperóxidos. Además, en presencia de sustancias próticas (alcoho-
les, aminas, ácidos, etc.), pueden dar origen a otros productos estables, que contienen al
grupo hidroperóxido (Menéndez y cols., 2008).
Todas las posibilidades de formación de compuestos oxigenados tienen lugar en ma-
yor o menor grado, dependiendo de las condiciones en las que se produzca la reacción de
ozonización y de la naturaleza del aceite vegetal, entre las que se destacan el aumento de
la concentración de aldehídos en la mezcla de reacción y la variación de la viscosidad, que
aumenta entre 5 y 10 veces con respecto al valor inicial, lo que demuestra que la etapa de
polimerización desempeña un papel importante.
Los aceites vegetales ozonizados, que contienen ácido linoleico en su composición,
presentarán, entre los componentes volátiles de la mezcla de reacción, aldehídos y ácidos
saturados de 3 y 6 átomos de carbono y monoinsaturados de 9 átomos de carbono, propios
de la estructura del ácido y del mecanismo de ozonización. Por el contrario, como produc-
to de la ozonización de los aceites vegetales que contienen ácido oleico como único ácido
graso insaturado en su estructura, solamente se obtendrá, en su fracción volátil, el aldehído
saturado de 9 carbonos (nonaldehído). Estos componentes, generalmente aldehídos y áci-
dos, son los responsables del olor característico de esos productos.
Hay que señalar que prácticamente todos los aceites vegetales comercializados han sido
ozonizados, utilizando distintos procedimientos o condiciones de ozonización, y patenta-
dos. A principios del siglo xx (1911), se aceptó la primera patente sobre la ozonización de
un aceite vegetal (aceite de coco). Posteriormente, se patentaron otros métodos de ozoni-
zación de distintos aceites vegetales, corno soja, ricino y oliva. En las dos últimas patentes,
se realiza la ozonización del aceite en estado puro y con fines farmacéuticos. En otra pa-
tente, se ha descrito la ozonización de distintos aceites vegetales como los del maíz, oliva
y sésamo. Asimismo, se sabe que su autor realizó la ozonización de estos aceites vegetales
para el tratamiento del acné y que, dos años más tarde, desarrolló un método para la ozoni-
zación de un aceite de origen cérico, el aceite de jojoba.
A pesar de la utilidad de este tipo de preparados, demostrada en diversos estudios clíni-
cos, no existe un consenso sobre los índices de calidad que deben reunir, lo que ha afectado
a la generalización de su uso a nivel clínico. De un modo general, se han establecido como
índices de calidad de los aceites el índice de peróxidos, el índice de acidez, la viscosidad y
la concentración de aldehídos.
Los aceites vegetales ozonizados proporcionan una prolongada acción de pequeñas do-
sis de ozono y de peróxidos en los tejidos, y se emplean básicamente por sus propiedades
desinfectantes. Además de su acción bactericida, también aceleran los procesos de cicatri-
zación de las heridas y poseen una acción antifúngica significativa. Se ha demostrado que
sus propiedades antisépticas son cientos de veces más activas que las de las soluciones ozo-
nizadas. Su administración es interna y también en aplicaciones locales, y en este caso, son
capaces de llegar a puntos que otros antisépticos no pueden alcanzar. Pueden emplearse
con éxito para el tratamiento de las quemaduras y en las infecciones cutáneas.
Según la opinión de Rilling y Viebahn (1987), la aplicación del aceite ozonizado es
necesaria en un gran número de enfermedades causadas por hongos (dermatomicosis),
que siempre son difíciles de curar. Los buenos resultados de su utilización evitan a los
pacientes los importantes gastos que conllevan los preparados medicinales de coste
elevado.
Se han documentado los buenos resultados de la aplicación conjunta de aceite vegetal
ozonizado, agua ozonizada y aplicación local en bolsas de plástico (Viebahn-Haensler, 1999).
clase de aceite ozonizado, pueden destacarse, en relación con algunos de sus efectos loca-
les, las siguientes:
Esta forma de aplicación local de los metabolitos del ozono es muy apropiada para mu-
chos de los tipos de patologías tratadas tradicionalmente por la ozonoterapia, lográndose re-
sultados similares, aunque a veces se necesitan períodos de tratamiento algo más prolongados,
probablemente a causa del menor poder oxigenante o el menor efecto sistémico. Por otra par-
te, una de las ventajas que tienen sobre el propio ozono es la posibilidad de aplicar la ozono-
terapia «en el domicilio», sin que sea necesaria la presencia física de los pacientes en el lugar
donde deben aplicarse los tratamientos con ozono gaseoso. Esto puede combinarse también
con las aplicaciones de gas ozono durante los períodos entre las sesiones de ozonoterapia.
Algunos ejemplos de las afecciones en las que la aplicación de aceites ozonizados ha
proporcionado buenos resultados son:
• Acné.
• Escaras, fistulas y heridas posquirúrgicas.
• Úlceras gástricas.
• Giardiasis.
• Gingivoestomatitis.
• Úlceras de los miembros inferiores (insuficiencia venosa o arterial).
• Infecciones vulvovaginales.
• Quemaduras cutáneas.
• Herpes simple labial y genital recidivante.
• Otitis externa crónica.
• Onicomicosis.
• Epidermofitosis (infección de conductos radiculares dentales).
• No relacionados con procesos infecciosos:
−− Atenuación de las arrugas.
−− Dermatitis y manchas de la piel.
−− Celulitis y piel deteriorada.
−− Hiperestesia dental.
los datos de Rilling y cols. (1987), Bocci (1994) y Richermi (1995), el ozono disuelto
existe normalmente en el organismo, por lo que su utilización en dosis terapéuticas es ab-
solutamente inofensiva.
En las células de los organismos superiores, la utilización con fines medicinales del ozo-
no disuelto en concentraciones decenas de veces inferiores a las concentraciones tóxicas
no sólo no produce ningún tipo de cambio degradativo, sino que tiene una acción estimu-
lante (Paponov y cols., 1992; Alekseeva y cols. 1992; Koksharov y cols., 1992).
En la práctica clínica, durante la preparación de las soluciones fisiológicas para la adminis-
tración intravenosa, se emplea un amplio rango de concentraciones de mezclas ozono-oxí-
geno a la salida del ozonizador, desde 800 µg/l (Kachalina y cols., 1998) hasta 100.000 µg/l
(Karataev, 2000).
Existen dos formas para la administración de la solución fisiológica ozonizada. Según
la primera, la solución se ozoniza hasta alcanzar determinada concentración, después de lo
cual se detiene el burbujeo y, posteriormente, se administra la solución por vía intravenosa
(Boiarinov y cols., 1999; Gustov y cols., 1999). Los partidarios de este modo de prepa-
ración mencionan entre sus ventajas la posibilidad de determinar la cantidad de ozono
disuelto en el medio de infusión antes de la administración al paciente.
La preparación de la solución por el método antes descrito permite alcanzar concen-
traciones de ozono bastante elevadas. Así, Yakovlev y cols. (2000) emplearon soluciones
fisiológicas con concentraciones de ozono de 1 µg/ml para las infusiones intravenosas por
goteo, Bikov y cols. (2000) 1-3,0 µg/ml, Struchkov y cols. (2000) 2-4 µg/ml y Minenkov
y cols. (2000) 2-6 µg/ml.
Karataev (2000) obtuvo la solución fisiológica ozonizada mediante el burbujeo de la
mezcla de ozono y oxígeno en un matraz volumétrico de 200 ml, con una concentración de
ozono en el rango de 60 μg/ml a 100 µg/ml; el tiempo de ozonización fue de 5 minutos. En
estas condiciones, se alcanzó una concentración de ozono disuelto de 3 µg/ml a 4 µg/ml,
y la dosis unitaria de ozono en la administración de la solución por vía intravenosa fue de
1,2 mg a 1,6 mg.
Después de la preparación, la solución debe administrarse tan rápido como sea posi-
ble, dado que el ozono se descompone rápidamente en la solución. Según los datos de
Boiarinov y cols. (2000), la concentración de ozono disuelto en la solución fisiológica a
temperatura ambiente disminuye un 17 % a los 5 minutos, un 29 % después de 10 min, un
37 % después de 15 min, un 43 % después de 20 min y un 46 % después de 25 min. Esto es
uno de los inconvenientes de este modo de preparación. Además de lo ya comentado, hay
que señalar que en la actualidad se han desarrollado aparatos que permiten estabilizar la
concentración de ozono disuelto en la solución fisiológica después del burbujeo durante
todo el tiempo que dura la infusión, algo que compensa dicho inconveniente (Nazarov,
2003, 2004).
Como segundo inconveniente de este modo de preparación, hay que tener en cuenta la
frecuente aparición de flebitis en los lugares de administración de la solución, debido a que
la concentración inicial de ozono en la misma es bastante elevada.
En el segundo modo de preparación, la administración de la solución fisiológica por
goteo se realiza en la zona de burbujeo de la mezcla gaseosa; se precisan unos 10-15 min
1.000 220 44
1.200 264 53
1.400 308 62
1.600 352 70
1.800 396 79
2.000 428 86
2.200 472 94
goteo intravenoso de soluciones fisiológicas ozonizadas, tanto por el primero como por el
segundo de los métodos anteriormente descritos, documentan buenos resultados de los
tratamientos.
1. Su capacidad oxidante directa: es decir, el gran poder oxidante que puede hacer
que el ozono reaccione directamente con las paredes microbianas y ejerza sus efec-
tos germicidas o, por ejemplo, que reaccione directamente con mediadores de la
inflamación y el dolor o receptores de citocinas, y bloquee respuestas biológicas
(Re y cols., 2008b).
2. Efectos indirectos: están relacionados con los que se producen tras la interacción
O3-biomoléculas; en este caso, los peróxidos orgánicos, el H2O2, los ozónidos y alde-
hídos, y otros productos de la oxidación generados en cantidades adecuadas y con-
troladas activan mecanismos endógenos de respuesta al estrés que logran equilibrar
de nuevo el ambiente redox que había sido alterado por la patología basal. Mientras
que el primer mecanismo se corresponde con los efectos a corto plazo del O3, el
segundo requiere tiempo, por lo que, para lograr la mayoría de los efectos del O3, se
necesita la aplicación de un ciclo terapéutico (Martínez-Sánchez y Re, 2010).
Con respecto al segundo mecanismo, el Profesor Bocci refiere que la reacción del ozono
con la gran variedad de compuestos moleculares presentes en los organismos vivos implica
dos procesos fundamentales: una fase inicial de reacción en la que, a pesar de consumirse
una buena parte del ozono, los antioxidantes presentes en el plasma, se forma una cantidad
de especies reactivas del oxígeno (ERO), capaces de desencadenar algunas vías bioquími-
cas (aunque estas ERO son neutralizadas en 0,5 min a 1 min por los sistemas antioxidantes,
convirtiendo el ozono en agua), y una fase tardía, en la que se forman productos de oxida-
ción lipídica, como radicales alquil peroxilo ROO·, hidroperóxidos (R–OOH), mezclas
complejas de productos finales de aldehídos de peso molecular bajo (malonildialdehído)
y alquenales (4-droxi-2,3-trasnonenal) y también, H2O2 (un oxidante que, aunque no es
un radical, se incluye dentro de las ERO). Tanto éste como los POL son responsables de
los efectos terapéuticos y biológicos tardíos del ozono. La presencia transitoria de con-
centraciones elevadas de H2O2 en el citoplasma de células tratadas con O3 indica que el
H2O2 actúa como uno de los mensajeros químicos del ozono y que su concentración es
crítica, lo que significa que debe ser superior a un cierto umbral para ser efectiva, pero no
tan superior como para causar daño. Este pequeño, transitorio y calculado estrés oxidativo
que se alcanza con el ozono en dosis terapéuticas es necesario para activar un conjunto de
funciones biológicas inhibidas, sin causar efectos adversos. Se reconoce que el H2O2 es un
compuesto de señalización intracelular, capaz de activar una tiroxina cinasa, que fosforila el
factor de transcripción nuclear NFĸB, con la consiguiente síntesis de diferentes proteínas.
El H2O2 es capaz de actuar en células sanguíneas mononucleares, en las plaquetas, las célu-
las endoteliales y los eritocitrocitos. Con respecto a los POL, que también pueden alcanzar
cualquier órgano, su toxicidad depende de su concentración final y el tipo de tejido en el
que se distribuyan, pudiendo ser perjudiciales o mensajeros fisiológicos capaces de reacti-
var un sistema biológico deteriorado (Niki, 2009).
Es importante insistir en que estas diversas acciones biológicas logran resultados te-
rapéuticos cuando el ozono se aplica en dosis adecuadas por una vía no nociva para
el organismo. De este modo, no se producen reacciones adversas ni lesión genotóxica, y el
amplio espectro de efectos que genera posibilita su aplicación en una gran diversidad de
especialidades médicas y, dentro de éstas, en una disímil variedad de procesos (fig. 2-8).
Figura 2-8. Efectos biológicos del ozono en dependencia de la dosis, el objetivo y los métodos
que se apliquen.
medades arteriales oclusivas están relacionadas con la pérdida del potencial normal de la
membrana plasmática eritrocitaria. La normalización del intercambio de iones por el ozo-
no y sus productos favorece la restauración del potencial normal. Por consiguiente, la rege-
neración de las condiciones eléctricas normales de la membrana propicia la recuperación
de la flexibilidad y la plasticidad de los eritrocitos, mejorando de esta forma las propieda-
des reológicas de la sangre, lo que mejora en consecuencia el transporte de oxígeno. Se sabe
que, al tratar pacientes con enfermedad arterial oclusiva con ozono por autohemoterapia,
se produce una ligera peroxidación de la membrana eritrocitaria que, a su vez, induce un
incremento en la fluidez de la membrana, con un aumento de la deformidad y la capacidad
de filtración. Además, durante el tratamiento con O3, se observa una menor velocidad de
sedimentación, con una disminución de la viscosidad, lo que explica la mejoría de los indi-
cadores hemorreológicos de estos pacientes (Menéndez y cols., 2008).
Por otro lado, al estudiar el efecto del ozono en el flujo sanguíneo cerebral, se observa-
ron incrementos en la velocidad diastólica en la arteria cerebral media, compatibles con
una disminución de la resistencia vascular, una mejoría en las propiedades reológicas y, por
lo tanto, un incremento del flujo sanguíneo (corroborado por los incrementos observados
de flujo sanguíneo en la arteria carótida común). Algunos experimentos también han ob-
servado resultados satisfactorios en cuanto a la oxigenación de los músculos en reposo tras
el tratamiento con O3, sobre todo en aquellos con mayor hipoxia.
Sin embargo, se conocen otros trabajos en los que se afirma que no se produce peroxi-
dación de la membrana por la acción del ozono. En estos casos, se expone que los eritroci-
tos están bien protegidos por los sistemas de defensa antioxidantes, los cuales evitan que
se produzca una peroxidación lipídica de la membrana. Por lo tanto, se necesitan estudios
adicionales para corroborar si, en esas circunstancias, se produce realmente una peroxida-
ción muy leve que propicie una mejoría de las propiedades hemorreológicas.
La reactividad selectiva del ozono para la formación de POL y ERO facilita la activación
directa del metabolismo eritrocitario. El primer paso de la reacción consiste en la adición
electrófila del ozono a los dobles enlaces de los ácidos grasos poliinsaturados, presentes en
un porcentaje elevado en los líquidos y estructuras celulares del organismo. De esta forma,
los peróxidos de cadena más corta formados (por la ruptura de la cadena carbonada a nivel
del doble enlace) pueden penetrar en el eritrocito e influir en su metabolismo de un modo
característico. La secuencia funcional tiene lugar a través de un pequeño y controlado es-
trés oxidativo; por lo tanto, entran en función los sistemas de defensa antioxidante.
El aumento de la oxigenación y los efectos beneficiosos de la ozonoterapia en las enfer-
medades isquémicas podría estar asociado a la microliberación de ATP en los eritrocitos y a
la vasodilatación encontrada. Durante la autohemoterapia, algunas trazas de POL presentes
en la sangre ozonizada pueden activar la diferenciación a nivel eritropoyético y favorer la for-
mación de nuevos eritrocitos con características bioquímicas mejoradas a los que podría lla-
marse «eritrocitos superdotados». Si esta hipótesis pudiera demostrarse, podría suponerse
que la médula ósea liberará nuevos eritrocitos capaces de satisfacer los incrementados reque-
rimientos energéticos y biosintéticos impuestos por el tratamiento (Bocci, 2005).
Aunque esta hipótesis no ha sido demostrada, está apoyada parcialmente por los resulta-
dos de trabajos previos sobre la efectividad de la ozonoterapia en modelos de I/R. (Ajamied
y cols., 2004, 2005; Martínez-Sánchez y cols., 2005b). Además, las mejorías clínicas obser-
vadas en los pacientes tratados con ozonoterapia no desaparecen al cesar el tratamiento, sino
que persisten durante 3 a 4 meses, hecho que probablemente esté relacionado con la prolon-
gación de la vida de esos eritrocitos superdotados presentes en la circulación.
El 2,3-DPG desempeña ciertas funciones esenciales, entre ellas actuar sobre la desatura-
ción del oxígeno de la oxihemoglobina, provocando una mayor cesión de éste a los tejidos
vecinos. El desplazamiento hacia la derecha de la curva de disociación de la oxihemoglo-
bina (la P50 aumenta) puede ser observado bien por una ligera disminución del pH intra-
celular (acidosis) o un aumento de la PCO2 (efecto Bohr), y por el aumento del 2,3-DPG.
En algunos estudios, se demuestra la detección de un aumento de éste en pacientes con
enfermedad arterial oclusiva tratados con ozonoterapia por autohemoterapia, sobre todo
en aquellos pacientes que inicialmente presentaban bajas concentraciones. Este compor-
tamiento también se observó en ancianos tratados durante 13 semanas con ozono por vía
rectal. Este compuesto se forma en la vía glucolítica cuando el 1,3-difosfoglicerato se con-
vierte en 2,3-DPG por la acción de la enzima 2,3-difosfoglicerato mutasa (2,3-DPGM). A
su vez, el 2,3-DPG se transforma en fosfoglicerato a través de la 2,3-difosfogliceratofosfatasa
(2,3-DPGP). No se sabe exactamente cómo el ozono es capaz de incrementar las concen-
traciones de 2,3-DPG. Normalmente, los tejidos isquémicos tratan de liberar mediadores,
como el factor de hipoxia inducible, para corregir la hipoxia local. Habría que investigar si
se liberan estos factores al ozonizar la sangre, así como el modo de actuación, favoreciendo
la actividad enzimática de la 2,3-DPGM o regulando su síntesis e inhibiendo la 2,3-DPGP.
En la valoración de los efectos clínicos del ozono, deben considerarse las reacciones con di-
ferentes compuestos biológicos que forman parte de la composición de los tejidos del orga-
nismo. Así, en la administración por vía sanguínea, los principales elementos que reacciona
son las membranas celulares de los elementos formes de la sangre (eritrocitos, linfocitos,
trombocitos), los metabolitos plasmáticos y también las células del endotelio vascular. No
hay que olvidar que, en cada caso concreto, una parte del ozono pierde las propiedades
oxidantes por la presencia de antioxidantes en el organismo, y en el torrente sanguíneo en
particular. Así, en el plasma se encuentran compuestos que poseen grupos que atrapan los
radicales libres del oxígeno: los grupos sulfhidrilo de los aminoácidos (cistina, cisteína,
metionina), ácidos grasos, péptidos, proteínas, los grupos NH y NH2– de la urea, el ácido
úrico, la taurina, la bilirrubina, el tripéptido glutatión (glicina, metionina, ácido glutámi-
co), hormonas esteroidas y vitaminas (principalmente, el tocoferol y el ácido ascórbico).
Ante esto, resulta muy difícil imaginar todas las variantes de productos de la ozonólisis
que se forman cada vez, tanto desde el punto de vista cualitativo como desde el punto de
vista cuantitativo, y conocer todas las posibles reacciones de respuesta del organismo a los
compuestos individuales o a su acción conjunta. Por todo ello, a pesar de casi un siglo de
utilización eficaz del ozono en medicina, se siguen estudiando los mecanismos biológicos de
su acción, y se puede afirmar que no se prevé que se lleguen a dominar en un futuro próximo.
Se ha estudiado de forma más completa la interacción del ozono con los lípidos, en la
que se forman productos de peroxidación. Sin embargo, hay que tener en cuenta también
39
que se forman con la descomposición del ozono en un medio acuoso. La presencia del radi-
cal OH, de gran reactividad, explica precisamente la acción letal del ozono sobre la mayoría
de los microorganismos.
Según los datos obtenidos a partir de estudios microbiológicos in vitro, el ozono es
capaz de destruir todos los tipos conocidos de bacterias grampositivas y gramnegativas,
entre ellos Pseudomonas aeruginosa y legionela, todos los virus hidrófilos y lipófilos, en-
tre ellos los virus de las hepatitis A, B y C, las esporas y las formas vegetativas de todos
los hongos patógenos y protozoos conocidos (Carpendale y Griffis, 1993). Según los da-
tos proporcionados por diversos autores, en concentraciones que oscilan entre 1 μg/ml y
5 µg/ml, el ozono destruye el 99,9 % de E. coli, Enterococcus faecalis, Mycobacterium tuber-
culosum, Cryptosporidium parvum, Varavium y otros, en un intervalo de 4-20 minutos. Con
una concentración de 0,1 µg/ml, se necesitan 15-20 minutos incluso para la destrucción de
las esporas muy resistentes de Penicillinum notatum.
La experimentación sobre las propiedades bactericidas in vitro del agua destilada
ozonizada con una concentración de ozono de 4 µg/ml ha demostrado que se produce
la inhibición total del crecimiento de las colonias de estafilococos, bacilos intestinales, y
Pseudomonas aeruginosa, Proteus y Klebsiella con concentraciones de microorganismos de
103-104 UFC/ml. Con concentraciones mayores de microorganismos (cerca de 105-107
UFC/ml), se observa una inactivación incompleta de los mismos.
Subrayando la expresión del efecto bactericida del ozono en la microflora gramposi-
tiva de las heridas supurantes y de las úlceras tróficas, junto con la disminución dinámi-
ca de la resistencia de los microorganismos ante el ozono, se aprecia también el aumento
de la sensibilidad de éstos a los antibióticos. Es fundamental la disminución de la activi-
dad de la exotoxina de Staphylococcus aureus, así como de la exotoxina y la endotoxina de
Pseudomonas aeruginosa.
Se ha demostrado el aumento de la sensibilidad de las bacterias a la acción bactericida
del sistema del complemento en presencia de ozono. Las soluciones de ozono son muy efi-
caces frente a Staphylococcus aureus resistente a la meticilina. Los mismos autores detecta-
ron también la potente acción antivírica frente a los enterovirus y el virus de la poliomielitis.
Según los datos de Bolton (1982), los virus encapsulados son más sensibles a la ac-
ción del ozono que los no encapsulados, hecho que se explica porque la cápsula contiene
muchos lípidos (p. ej., en el virus del herpes, hasta un 22 %) que interactúan fácilmente
con el ozono. La detección del efecto antivírico de este elemento en el cultivo de linfo-
citos infectados con VIH-1 (Carpendale y Griffis, 1993) fue un descubrimiento muy
importante.
El efecto del ozono sobre las micelas de los hongos patógenos cambia al principio la
estructura exterior de las mismas (membrana citoplasmática) y, a continuación, se incor-
poran al proceso las membranas intracelulares de la estructura y los orgánulos. Como resul-
tado de esta acción, las hifas de los hongos patógenos se aplanan, se retuercen y se arrugan,
apareciendo defectos de las paredes celulares hasta la destrucción completa de todos los
componentes de la estructura celular de los hongos.
Al administrar concentraciones menores de ozono, por medio de diferentes técnicas,
el efecto antivírico está condicionado por mecanismos más complejos. Incluso cantidades
acción para mantener el equilibrio dinámico del glutatión oxidado y el glutatión reducido
(1:500). Además del glutatión, el NADPH2 reduce también otros antioxidantes intracelu-
lares, principalmente la vitamina E y el ácido ascórbico.
A su vez, la vía de las pentosas fosfato posibilita el reforzamiento de la glucólisis y el
metabolismo de la glucosa. En condiciones in vitro, Rokitansky (1982) demostró la dis-
minución de las concentraciones de glucosa en el plasma sanguíneo. Otros experimentos
realizados posteriormente confirmaron los datos mencionados, y es algo que se observa
con particular claridad en los enfermos con diabetes mellitus (Pavlovskaia, 1998).
El NADPH2 que se forma en la vía de las pentosas fosfato se oxida a NAD. Como re-
sultado, y por medio de la activación de las reacciones enzimáticas, aumentan significati-
vamente las concentraciones de 1,3-difosfoglicerato (1,3-DPG). Cualquier aumento de las
concentraciones de éste causa un aumento de las concentraciones del 2,3-DPG. De este
modo, como resultado de la ozonólisis, los peróxidos inducen una reacción en cascada, que
finalmente conduce al aumento de las concentraciones de 2,3-DPG y al incremento del
número de hidrogeniones. Precisamente, el aumento de las concentraciones de 2,3-DPG
desempeña una función clave en el efecto curativo del ozono:
se observó la mejora de las propiedades reológicas de la sangre, que ha sido señalada por
muchos autores (Tarasova, 1991), lo que constituye una parte importante de la base de la
eficacia de la ozonoterapia.
Barjotkina (2001) obtuvo resultados más exactos sobre la normalización de la estruc-
tura de los eritrocitos bajo la acción del ozono con la utilización de la microscopía holográ-
fica de interferencia. En esa investigación, se demostró que después de la administración
intravenosa de la solución fisiológica ozonizada a enfermos con sordera neurosensitiva
disminuye el número de cambios anatomopatológicos de las formas destructivas, que
constituyen agregados de células; los eritrocitos adquieren forma de disco bicóncavo y, de
hecho, en los casos con alteraciones patológicas iniciales más graves, el efecto terapéutico
se expresa más claramente en la forma de los eritrocitos. En la sangre de donantes sanos
con eritrocitos en forma de disco bicóncavo evidente, la administración de ozono no tuvo
influencia alguna. La restauración de la forma de los eritrocitos después de la ozonoterapia
conllevó un aumento de la superficie, para un volumen determinado, y se correspondió
con el aumento de la capacidad funcional. Uno de los efectos sugeridos del ozono sobre
las propiedades reológicas de la sangre es la activación de la NO-sintetasa, enzima que se
encuentra en las células del endotelio y cuya activación es el resultado de la interacción del
ozono con la pared vascular. En la actualidad, existen estudios bastante completos sobre las
propiedades vasodilatadoras del radical óxido nítrico como factor de relajación del endo-
telio. En conjunto, todo ello constituye el fundamento de la mejoría de la microcirculación
sanguínea y de las propiedades reológicas de la sangre, el aumento de la disponibilidad de
oxígeno en el plasma y el aporte de oxígeno por la oxihemoglobina a las células, y además,
gracias al carácter fundamental de estos mecanismos antihipóxicos, la disminución del gra-
do de expresión de la hipoxia en los tejidos (Peretiaguin, 1991; Kontorschikova, 1992).
La ozonización del perfusato mantiene una velocidad relativamente alta de la corriente
sanguínea en la microcirculación, obstaculiza la aparición de paresia en el tono vascular de
vénulas y arteriolas, así como la disminución significativa del número en funcionamien-
to y el aumento de la cantidad de capilares plasmáticos (Zhemarina, 1997; Boiarinov y
Sokolov, 1999), y también, al mostrar una acción positiva en el metabolismo de los eritro-
citos, evita la formación de conglomerados a partir del contenido intracelular y aumenta la
resistencia de las membranas, y evita la formación de gran cantidad de formas destructivas
y cambiantes de las células y sus agregados.
En el hígado, el ozono activa los procesos de utilización de la glucosa, los ácidos grasos
y el glicerol, aumenta la intensidad de la reacción de fosforilación oxidativa y mantiene
elevada la síntesis de ATP mediante la conservación del contenido normal de glucógeno
(Zelenov, 1988; Lebkova, 1995).
En los riñones, al intensificar los procesos de utilización de la glucosa, la glucosa-6-fos-
fato, el lactato, el piruvato y la reacción de fosforilación oxidativa, el ozono normaliza los
valores de ATP en presencia de una gran actividad de gluconeogénesis. Al ejercer una ac-
ción positiva en el metabolismo del hígado y de los riñones, la ozonización disminuye el
grado de expresión de los cambios distróficos en estos órganos durante la circulación ar-
tificial de la sangre, y también aumenta la resistencia de las membranas de los orgánulos
intracelulares, los hepatocitos y las células renales.
y el NADPH2 del ciclo de Krebs y de la vía de la pentosas fosfato, que son donantes de
protones para la reducción de los componentes oxidados del sistema antioxidante no fer-
mentativo (glutatión, vitamina E, ácido ascórbico y otros).
Para la valoración del equilibrio general del sistema antioxidante del organismo, se
han propuesto diferentes métodos, entre ellos el que emplea la quimioluminiscencia, con
ayuda del cual pueden realizarse investigaciones en distintos líquidos biológicos y prepa-
raciones de homogeneizados de tejidos. Basándose en la determinación de la actividad
de los procesos de la OLP y del sistema antioxidante, se puede escoger y fundamentar la
concentración de ozono para diferentes estados patológicos, en particular en nefrología,
en la práctica obstétrica, y en la acción conjunta de la quimioterapia y la ozonoterapia en
oncología. (Kontorschikova, 1992; Kotov, 2000). La posible dosis de ozono se determina
por la potencia del sistema de defensa antioxidante del organismo. La escuela rusa utiliza
el método de quimioluminiscencia como criterio de seguridad para la utilización de la ozo-
noterapia (Kontorschikova, 1992). La aplicación de antioxidantes exógenos, con el cálculo
preliminar de la dosis administrada, sólo es necesaria para concentraciones elevadas de
ozono, y también en presencia de indicadores iniciales muy bajos del sistema de defensa
antioxidante en los pacientes.
La ozonoterapia está muy vinculada al concepto de equilibrio oxidación-reducción (am-
biente redox) debido a que, como parte de su mecanismo de acción, genera un efecto anti-
oxidante, siendo, paradójicamente, un tratamiento oxidativo empleado en enfermedades en
las que interviene el proceso de estrés oxidativo. Además, el mecanismo general por el que
actúa la ozonoterapia sistémica es a través de la producción de un pequeño y controlado (por
las defensas antioxidantes del organismo) estrés oxidativo, que se convierte en un reto oxi-
dante para la célula. La repetición sistémica de este estímulo induce en el organismo diversas
respuestas terapéuticas. La ozonoterapia está, por lo tanto, estrechamente ligada al proceso
biológico conocido como estrés oxidativo (fig. 3-9) (Martínez-Sánchez y Re, 2010).
La relación que existe entre la concentración de radicales libres y el estado de salud de
los seres humanos es un hecho actualmente aceptado por la comunidad cientificomédica.
Vocablos nuevos como estrés oxidativo, radicales libres y antioxidante son cada vez más
habituales, y la cantidad de eventos científicos internacionales que se organizan cada año,
así como los artículos que aparecen tanto en revistas científicas como de divulgación po-
pular, indican el interés cada vez más mayor por este tema. Este alud informativo ha dado
lugar a la aparición de miles de productos, de origen natural o sintético, que se expenden
por lo general como «productos para la salud» con el calificativo de «antioxidantes», con
lo que se quiere señalar su capacidad para disminuir la concentración de radicales libres
en el organismo humano y, por lo tanto, mejorar el estado de salud de quien los consume.
A partir de la década de 1960, el número de publicaciones científicas sobre los radicales
libres y su participación en las patologías humanas ha aumentado de forma considerable
y continua. Si bien en el periodo comprendido entre los años 1990 y 1998 se observó una
elevada proporción de trabajos sobre el tema de los «radicales libres», con una menor
proporción acerca de los «antioxidantes», a partir de esa fecha y hasta nuestros días el
tema de los «antioxidantes» ha presentado un despegue considerable. Las razones para
ello son diversas, pero el hecho se relaciona en gran medida con la observación de que en
• Los métodos analíticos que se emplearon en las fases de investigación básica no pue-
den aplicarse fácilmente a los estudios en los humanos.
• El personal que es responsable directo de la salud humana no domina el significa-
do de las variables analíticas referentes al estrés oxidativo, ya que, debido al rápido
avance de las investigaciones en este ámbito, esos conocimientos no formaron parte
de su preparación básica.
Tabla 3-1. Comparación entre diferentes grupos de bioindicadores según algunos criterios y
exigencias para ser considerados biomarcadores.
Velocidad de análisis - ± - - -
Sensibilidad ± ± ± ± ±
Facilidad de análisis - ± - - ±
Técnicas no invasivas + + - ± -
Interferencias - - ± ± ±
habitual. Por último, debe considerarse también que el estudio de parámetros individuales
no permite abordar totalmente el, fenómeno del estrés oxidativo, por lo que debe prestarse
atención a la selección de una metodología conveniente según la situación clínica específi-
ca (Martínez-Sánchez y cols., 2010).
Para poder seleccionar indicadores específicos del estrés oxidativo para la ozonoterapia,
es necesario revisar las diferentes reacciones químicas en las que puede intervenir el ozono
al ponerse en contacto con las biomolécuIas. Los sustratos críticos para el ozono son los
lípidos, las proteínas y los ácidos nucleicos; sin embargo, los lípidos y las proteínas son
los principales objetivos del ozono en el plasma sanguíneo, la mucosa rectal o los líquidos
biológicos. La reacción con los lípidos se produce casi exclusivamente con los dobles enla-
ces carbono-carbono que se encuentran en los ácidos grasos insaturados y con los grupos
funcionales laterales de las cadenas de varios residuos de aminoácidos en las proteínas.
Estas reacciones dan lugar a diferentes productos de ozonización, que son los encargados
de transmitir los efectos del ozono a localizaciones distantes en el organismo. Sin embar-
go, cuando las cantidades de los productos de la ozonización sobrepasan los niveles del
sistema antioxidante, se produce un efecto tóxico que causa lesión tisular (fig. 3-1) y la
aparición de enfermedades. Por lo tanto, el efecto terapéutico depende de la medición cui-
dadosa de la dosis de ozono para obtener la concentración apropiada en los productos de
la ozonización y lograr el efecto deseado sin riesgo de toxicidad. El mecanismo a través del
cual estos productos producen el efecto terapéutico no está bien definido actualmente,
pero es evidente que en él interviene un pulso oxidativo transitorio que actúa como un
disparador metabólico celular. En otras palabras, estos productos oxidados pueden actuar
como moléculas de transducción de señales para iniciar una serie de cascadas metabólicas
que desembocan en el denominado «pulso metabólico» de la ozonoterapia.
Los principales productos que se originan durante la ozonización de lípidos y proteí-
nas son: ozónidos de Criegee, hidroxihidroperóxidos, H2O2 y aldehídos. Los ozónidos de
Criegee son catabolizados por la enzima glutatión-S-transferasa (GST), usando glutatión
(GSH) como agente reductor, para generar aldehídos y glutatión disulfuro (GSSG). Los
aldehídos son metabolizados por la enzima aldehído deshidrogenasa (ALDH), utilizando
como cofactor el dinucleótido oxidado de dicotinamida adenina (NAD+), o mediante la
enzima GST, como sucede en el caso del 4-hidroxinonenal, usando el GSH como cofactor.
La regeneración del GSH se logra por la acción de la enzima glutatión reductasa (GR).
Los hidroxihidroperóxidos (ROOH) son metabolizados principalmente a través de la
acción de la enzima glutatión peroxidasa (GPx), con el GSH como cofactor. En las aplica-
ciones de la ozonoterapia sistémica por autohemoterapia mayor o insuflación rectal, se ha
documentado una estimulación significativa de la actividad de esta enzima. Sin embargo,
los hidroperóxidos orgánicos también son degradados catalíticamente por la enzima GST
en presencia de pequeñas cantidades de GSH. La importancia del GSH es aun mayor si se
tiene en cuenta que la concentración de glutatión puede regular las acciones catabólicas de
la GPx y la GST sobre los ROOH. En concentraciones fisiológicas, el peróxido de hidróge-
no es catalizado por la enzima GPx, pero en concentraciones elevadas es la catalasa la que
presenta una mayor actividad. La superóxido dismutasa (SOD) cataliza la dismutación del
radical anión superóxido a peróxido de hidrógeno.
Por otra parte, también debe tenerse en cuenta la línea de defensa antioxidante no en-
zimática. En este contexto, el GSH tiene actividad antioxidante por si mismo, debido a la
gran reactividad del ozono por el residuo de cisteína en la molécula de GSH, y nutrientes
Ozono
O3
Capa bilipídica
COOH COOH
COOH COOH
COOH
Figura 3-1. Relación entre la peroxidación lipídica originada por ozono y los mecanismos
de transducción de señales. O3, ozono; OLP, oxidación de lípidos por peróxidos
(Martínez-Sánchez y cols., 2010).
observado que en las células hepáticas se acumulan enzimas del sistema del citocromo
P450 y catalasa, lo que aumenta el número de moléculas de glucógeno y de los antioxidan-
tes más importantes, que a su vez aumentan la producción de ATP. En la reorganización
del metabolismo se basan también los cambios morfofuncionales de los hepatocitos: hi-
perplasia por los peróxidos, normalización de la estructura de los elementos del retículo
endoplásmico liso y disminución del grado de cambios distróficos. Gracias a la acción recí-
proca de estos mecanismos, muchas funciones hepáticas, entre ellas la antitóxica, mejoran
(Peretiagin, 1991; Boiarinov, 1999).
En los riñones, el ozono intensifica los procesos de utilización de la glucosa, la glucosa-
6-fosfato, el lactato y el piruvato, manteniendo una actividad elevada de la gluconeogénesis
(Zelenov, 1998). Se ha observado una conservación del ATP y el aumento de la resistencia
de las membranas de las células renales. Después de un tratamiento de ozonoterapia, mu-
chos investigadores han observado una disminución de los valores de las moléculas de masa
media, que caracterizan la toxicidad en el organismo en diferentes estados de gravedad.
sintetizar una serie de sustancias biológicamente activas, las linfocinas, que causan la pro-
liferación de los linfocitos T y la transformación de los linfocitos B en células plasmáticas,
con aumento de la síntesis de inmunoglobulinas (Bocci, 1997). Se observan cambios en
la actividad fisiológica de las células fagocíticas, lo que se manifiesta por la aceleración de
la homeostasis, la activación de la capacidad de variación de los fagocitos y la disminución
confirmada del nivel inicialmente elevado de los inmunocomplejos circulantes (Shajova,
1996; Grechkaniev, 1995). Todo lo anteriormente mencionado posibilita, indudablemen-
te, la curación de los déficits inmunológicos secundarios (Bocci, 1997).
Las concentraciones elevadas de ozono aumentan el estado de los procesos de peroxi-
dación de lípidos en la membrana celular de las células fagocíticas (macrófagos). La acu-
mulación de productos tóxicos de la peroxidación de los lípidos (malonilaldehído y bases
de Schiff) aumenta la rigidez de la membrana celular, altera el metabolismo de esas células
y, en particular, inhibe la síntesis de citocinas. Asimismo, se interrumpe la activación de los
linfocitos T colaboradores, que va dirigida a la regulación de la producción de inmuno-
globulinas por los linfocitos B. La disminución del nivel de anticuerpos permite la mejoría
en pacientes con trastornos autoinmunitarias, consiguiendo retirar o disminuir las dosis de
fármacos (citostáticos y hormonas esteroideas) que tienen efectos secundarios.
Especialistas alemanes en ozonoterapia demostraron en sus estudios la efectividad del
enfoque anterior en el tratamiento de la artritis reumatoide (Fahmy, 1993), y los estudios
de especialistas rusos lo hicieron en el tratamiento de la esclerosis difusa (Kotov, 2000), la
esclerodermitis y el lupus eritematoso diseminado (Glavinskaia y Bitkina, 1998).
El sistema genético de las células humanas no se ve afectado por la acción del ozono
gracias a la capacidad de los organismos superiores para restaurar el ADN y el ARN. La
ausencia de efecto genotóxico por el ozono se ha confirmado en los cromosomas. Se ha
demostrado que durante la aplicación de la ozonoterapia no se detectan cambios en el nú-
mero de aberraciones cromosómicas (Musarella, 1989). Se ha demostrado también que
el ozono potencia la acción de otros fármacos, debido a que bajo el efecto de su acción las
membranas celulares se vuelven más porosas, lo que facilita la entrada del medicamento a
la célula. De esta forma, por ejemplo, al aplicarse de un modo conjunto el ozono y los anti-
bióticos, la dosis de estos últimos puede reducirse a la mitad (Ivanov y Kocheleva, 2000).
El tratamiento con ozono ha sido descrito como un inductor ideal de las citocinas, ya
que, hasta la fecha, su toxicidad es escasa (cuando se usa en el intervalo de dosis apropiado
y con los métodos correctos), no es antigénico y produce una respuesta inmunológica po-
sitiva sin efectos secundarios adversos. Además, esta acción también puede ser catalogada
como moduladora si se tiene en cuenta que la liberación de citocinas se produce de forma
endógena ya que la acción inmunológica del ozono sobre la sangre está dirigida funda
mentalmente sobre los monocitos y los linfocitos T.
Se considera que durante la administración del ozono con fines terapéuticos puede in-
crementarse la liberación de antagonistas de las citocinas, o de citocinas como la interleu-
cina 10 (IL-10) y el factor transformador del crecimiento β1 (TGF-β1), capaces de suprimir
la citotoxicidad autorreactiva; por lo tanto, la inducción de citocinas no sobrepasaría valo-
res superiores a los necesarios una vez que se activaran los elementos contrarreguladores,
también éstos de carácter y naturaleza fisiológicos.
Tras el tratamiento con O3, se generan diferentes mediadores, entre ellos el H2O2. Un
pequeño aumento de H2O2 en el citosol actúa como mensajero intracelular del ozono y
activa el factor NFĸB. El H2O2, activa la tirosina cinasa, que fosforila la IĸB, con lo que
las dos subunidades pasan del citosol al núcleo y se regula la expresión génica de citoci-
nas, proteínas de fase aguda, hematopoyetinas, moléculas de adhesión y otras proteínas
(fig. 3-2). La activación del H2O2 ha ido adquiriendo importancia en los últimos años, y
su papel fisiológico (regulando procesos metabólicos o procesos de muerte celular) de-
Ozono
O3
O3-
Intermediarios
TNFR-2 lipoperóxidos TNFR-1
Extracelular
Intracelular
TRAF2
H2O2
Núcleo
Apoptosis
IKB NFKB
NFKB
Transcripción
TNF-α
IL-1β
Otras citocinas
Moléculas de adhesión ICAM-1, VCAM-1
Proteína de shock térmico HSP-70
Proteínas de fase aguda
Óxido nítrico sintasa inducible (ONSi)
SOD dependiente de Mn
Hematopoyetinas
Otras proteínas
Figura 3-2. Un pequeño incremento de H2O2 en el citosol, actúa como mensajero intracelular
del ozono y dispara el factor NFkB (Menéndez y cols., 2008).
Tabla 3-2. Comparación del contenido de antioxidantes del líquido alveolar superficial con respecto
a la sangre (Bocci, 2006).
Plasma ~3 µM
GSH 300-400 µM
Eritrocitos ~2,2 mM
de la última aplicación del ozono. La supervivencia del grupo tratado con ozono fue de un
35 %, mientras que todos los animales de los grupos no tratados o tratados con aire mu-
rieron tras sufrir la infección. En cuanto a las citocinas proinflamatorias medidas (IL-1β,
IL-2, TNF-α,), no se observó efecto modulador alguno en su expresión derivado del tra-
tamiento con ozono, a pesar de la supervivencia alcanzada en este grupo. Sin embargo,
cuando se utiliza este mismo modelo, pero se aplica, combinada con el ozono, una mezcla
formada por piperacilina sódica (penicilina semisintética) y tazobactam sódico (inhibidor
de la betalactamasa), se logra incrementar la supervivencia un 93 % cuando se aplican dos
dosis de esta mezcla (la primera al mismo tiempo que la infección, y la otra, 1 h después);
además, se observó una disminución significativa de la IL-10 y el TNF-α (medidos en el
bazo y el hígado). Sin embargo, la mezcla por sí sola no aumentó la supervivencia ni tuvo
efecto alguno sobre las citocinas medidas. Se observaron resultados similares en cuanto
a la modulación de citocinas proinflamatorias al utilizar diferentes productos anestésicos
después de la administración, durante 5 días, de ozono por vía intraperitoneal.
Esta característica moduladora atribuible a la ozonoterapia se observa en algunos de los
hallazgos clínicos que, aunque aparentemente paradójicos, se aprecian en el tratamiento
de pacientes con afecciones de tipo inmunológico. Se han documentado resultados satis-
factorios al aplicar este método terapéutico a pacientes con una respuesta inmunológica
exagerada, como en las enfermedades consideradas de etiología autoinmunitaria, así como
en otros tipos de pacientes con déficit en sus funciones inmunológicas. En cuanto a este
último aspecto, en un estudio realizado en 59 niños con inmunodeficiencia humoral se
detectó una estimulación de las inmunoglobulinas IgA, IgG e IgM hasta concentracio-
nes normales con tres ciclos de tratamiento con ozono por vía rectal a lo largo de un año.
Asimismo, en un estudio realizado en 25 pacientes quemados muy graves, críticos y críticos
extremos que, además del tratamiento habitual en estos casos, recibieron autohemoterapia
mayor desde el primer día del ingreso (en dosis de 12 mg), se demostró una normalización
de diferentes indicadores inmunológicos (IgG, IgM, complemento C4 y antitrombina 3)
tras recibir 10 sesiones de ozonoterapia. Este hecho es muy importante destacarlo, porque
el paciente quemado presenta, entre sus graves complicaciones, una profunda inmunode
presión, lo que, sumado a sus amplias superficies quemadas, le hacen extremadamente pro-
penso a las infecciones, que con frecuencia le causan la muerte (Menéndez y cols., 2008).
cortisol, DHEA, hormona del crecimiento y otras. Sin embargo, el papel del ozono no se ha
estudiado todavía profundamente en el sistema neuroendocrino, y se desconoce la impor-
tancia de la ozonoterapia para modificar los perfiles hormonales (Bocci, 2005).
Algunas observaciones clínicas (no publicadas) del Dr. Lamberto Re han demostrado
que tras el tratamiento con autohemoterapia se produce una regulación y estabilización del
ciclo menstrual, observación que debe acompañarse de un estudio del perfil hormonal para
corroborar si la terapia incide o no de manera decisiva en la cascada de regulación hormonal.
67
220
210
200
190
180
170
160
150
140
130
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
Tabla 4-1. Dosis recomendadas para las diferentes vías, propuestas por la Declaración de Madrid
(junio de 2010).
Baja
Vía de aplicación
Conc. (µg/ml) Vol. (ml) Dosis (µg)
10 1.000
RI* 100
20 2.000
10 50 500
AHTM**
20 100 2.000
5 25
AHTMn*** 5
10 50
Media
Vía de aplicación
Conc. (µg/ml) Vol. (ml) Dosis (µg)
20 100 2.000
RI*
30 150 4.500
20 50 1.000
AHTM**
30 100 3.000
10 50
AHTMn*** 5
20 100
Alta
Vía de aplicación
Conc. (µg/ml) Vol. (ml) Dosis (µg)
30 150 4.500
RI*
60*a 30-50 1.800-3.000
35 50 1.500
AHTM**
60**b 100 6.000
10 50
AHTMn 5
20 100
* RI, insuflación rectal. Hay que tener en cuenta que las concentraciones mayores de 40 µg/ml pueden dañar al enterocito.
*a Excepcionalmente se inicia con concentraciones elevadas en caso de hemorragia activa en la colitis ulcerosa (60 µg/ml
y 50 ml Vol.) Al disminuir la hemorragia, se reduce la concentración.
** AHTM: autohemoterapia mayor.
**b Aunque en general se prefiere emplear concentraciones en torno a 40 µg/ml, en algunos casos podría valorarse el uso de
hasta 60 µg/ml, dosis que se han demostrado seguras y con mayor capacidad de inducción de citocinas.
*** AHTMn: autohemoterapia menor.
tre la quinta y la décima sesión, y se considera que después de la decimosegunda sesión los
mecanismos de defensa antioxidante ya están activados. El ciclo de tratamiento se adminis-
tra a diario, de lunes a viernes, pudiéndose administrarse también 2 a 3 veces por semana
(Declaración de Madrid, Junio de 2010).
En un frasco o bolsa de plástico inerte al ozono que contiene anticoagulante, se mezclan
50-100 ml de sangre venosa del paciente con la mezcla de ozono y oxígeno de una con-
Tabla 4-2. Concentraciones de ozono en diferentes enfermedades tratadas con insuflaciones rectales.
1-2 tratamientos al
Enfermedades de la
20 6,000 300 año, cada uno de
circulación sanguínea
2 sesiones por semana
1-2 tratamientos al
Estado de
10-20 3.000-6.000 300 año, cada uno de
inmunodeficiencia
2 sesiones por semana
Al principio
diariamente; a
Hepatitis (A, B y C) 30 9.000 300 continuación, una
graves y crónicas 10-20 3.000-6.000 300 vez a la semana
hasta la desaparición
de los síntomas
centración de hasta 40 µg/ml (según los datos de Bocci, 1990, 1995, las concentraciones
más elevadas causan hemólisis), después de lo cual la sangre se retorna al paciente por vía
intravenosa.
Según lo documentado por Rilling y Viebahn (1987), las dosis elevadas de ozono (>6 mg)
actúan como inmunodepresores. En el tratamiento de las enfermedades ateroscleróticas
del sistema cardiovascular, la dosis recomendada de ozono es de 1-2 mg; en raras ocasio-
nes, de 4 mg (Rentschke, 1985). Se emplean dosis elevadas de ozono (8-9 mg) en estadios
agudos de hepatitis infecciosa; a continuación, se reducen hasta 2.000-800 µg según vaya
disminuyendo la gravedad (Wolf, 1968). Se utilizan dosis similares en el tratamiento de las
infecciones por herpesvirus.
Afanasiev y Spesivtseva (2000) propusieron una modificación de la AHTM, que es en
esencia una combinación de la AHTM y la administración de solución fisiológica ozoni-
zada. En principio, se ozonizan 100 ml de solución fisiológica, a la que se añade posterior-
mente un anticoagulante (2.500 unidades de heparina). Esta solución (50 ml) se usa para
la limpieza del sistema de transfusión intravenosa. Los restantes 50 ml de solución fisioló-
gica se mezclan con 100-150 ml de sangre venosa. Tras agitar cuidadosamente la sangre,
se devuelve a la vena. Según opinan los autores, este método es más fisiológico, ya que
posibilita un proceso más uniforme de mezcla y de saturación de la sangre con el ozono, lo
que, según ellos, no se alcanza mediante la variante clásica.
La firma Ecónica ha propuesto la bomba peristáltica «Bozon-BAGTO» que simplifica
y optimiza significativamente la realización de la AHTM (Nazarov, 2003)
te para el tratamiento de úlceras tróficas, heridas supurantes que cicatrizan con dificultad,
escaras, cicatrices dolorosas, defectos posteriores a la eliminación de superficies radiadas,
tumores subcutáneos y quemaduras (Bolgov y cols., 2000). Antes de realizar el procedi-
miento, se humedece el miembro afectado con agua destilada o suero fisiológico. A conti-
nuación, se coloca la bolsa en la extremidad, se cierra herméticamente y se realiza el vacío.
Habitualmente, se utilizan concentraciones de 60, 40, 30 o 20 µg/ml, según el estadio
y evolución de la lesión, durante 20 a 30 minutos. Las concentraciones de 60-70 µg/ml
podrán utilizarse tan sólo en infecciones purulentas. Una vez controlada la infección y tras
la aparición del tejido de granulación sano, se procederá a reducir la concentración y a es-
paciar las sesiones, para favorecer la cicatrización (Declaración de Madrid, Junio de 2010).
En caso de superficies cutáneas no deterioradas en enfermos con afecciones vasculares,
la concentración de la mezcla de ozono y oxígeno será de 6-8 µg/l. Cuando una extremidad
presente úlceras tróficas o heridas purulentas, deberá humedecerse o colocar en la parte
afectada una venda humedecida con solución fisiológica o agua destilada.
Observaciones
En concentraciones bajas, el ozono posee una acción hipocoagulante moderada, por lo
que, durante el tratamiento, se reducen a la mitad o se suprimen los medios que conlle-
75
5.1. Aterosclerosis
El problema del tratamiento de la aterosclerosis y sus complicaciones, englobadas bajo la
denominación de enfermedades isquémicas (corazón, encéfalo, extremidades), es extraor-
dinariamente actual, y se investiga intensamente en todo el mundo. Todo ello está relacio-
nado con la amplia diseminación de la enfermedad isquémica y con el hecho de que ésta
constituye una de las causas más frecuentes de pérdida de la salud y de la capacidad para
trabajar, así como de muerte. A pesar de haberse logrado algunos éxitos en el tratamiento
y la prevención, continúa la búsqueda y la introducción de nuevos métodos curativos. En
este capítulo, se expondrán los aspectos del tratamiento de la aterosclerosis con mezclas de
ozono y oxígeno.
La aplicación de la ozonoterapia como medio de tratamiento de la aterosclerosis, las
afecciones ateroscleróticas vasculares y las enfermedades asociadas a ellas exige un examen
minucioso de los mecanismos a través de los cuales las mezclas de ozono y oxígeno propor-
cionan el efecto curativo.
En la actualidad, no hay duda alguna sobre la intervención de la alteración del intercam-
bio de los lípidos en la etiología y la patogenia de la aterosclerosis. El aumento de la con-
centración de colesterol y de las lipoproteínas de baja densidad en el plasma sanguíneo es
uno de los principales factores de riesgo de la aparición y el desarrollo de la aterosclerosis,
por lo que, tanto en la profilaxis primaria como en la profilaxis secundaria de esta afección,
el uso de medicamentos que inhiben la formación de colesterol en el organismo es amplio.
77
Disminución de la
actividad de las enzimas
antioxidantes
Represión de
la actividad de la
7α hidroxidasa colesterol
Inducción de la oxidación
de radicales libres de los
lípidos en los macrocitos Represión del
catabolismo fermentativo
del colesterol
Secreción
de los LPONP
oxidados
Torrente
Hipercolesterolemia
sanguíneo
Disminución de
la actividad de las
enzimas antioxidantes
Hiperlipoperoxidemia
LPONP oxidados
Activación
de la
lipooxigenasa
Reforzamiento de la Disminución de
migración de las células la actividad de las
de los músculos lisos enzimas antioxidantes
Aumento de la Represión
proliferación de la células de la biosíntesis de la
de los músculos lisos prostaciclina
Lipoidosis Trombosis
Ateromatosis
Forma de aplicación
Autohemoterapia mayor o infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada, o insu-
flación rectal de una mezcla de ozono y oxígeno.
Pauta terapéutica
La infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada o la insuflación rectal de una
mezcla de ozono y oxígeno se realizan en días alternos, con un total de 10-12 aplicaciones.
La AHTM se aplica 2 veces a la semana, con un total de 6-8 aplicaciones. Las insuflaciones
rectales se realizan a diario, en ciclos de 15-20 sesiones; el ciclo se realiza 2-3 veces al año,
controlado por los lipidogramas.
Sicheva (2003) demostró que la ozonoterapia, como método que no emplea fármacos
de corrección de las alteraciones metabólicas, posee un efecto prolongado y puede reco-
mendarse con objetivos profilácticos y terapéuticos. Según sus resultados después de la
ozonoterapia, los indicadores de los lipidogramas se mantuvieron dentro de los límites
normales durante 8 meses en el 54,3 % de los pacientes, y después de 14 meses en el 19,6 %.
Tabla 5-1. Dinámica de los indicadores del sistema de coagulación de la sangre antes y después
de la ozonoterapia.
Antes Después
Indicador
del tratamiento del tratamiento
1. Agregación de los trombocitos con ADP ( %) 44,4 ± 4,9 39,7 ± 7,5*
*- p<0,05
**- p<0,01
• 1.ª CCF: la componen personas con angina de pecho inicial, poco frecuente, sin
insuficiencia cardíaca, capaces de trabajar y con capacidad para el trabajo físico bas-
tante elevada.
• 2.ª CCF: se incluyen aquí los pacientes con angina de pecho de gravedad media, que
no se produce todos los días, sin insuficiencia cardíaca y con una capacidad para el
trabajo físico moderadamente disminuida.
• 3.ª CCF: la constituyen pacientes con angina constante, diaria, y manifestaciones
iniciales de insuficiencia cardiaca, que no pueden realizar trabajos físicos.
• 4.ª CCF: son los enfermos más graves, con angina de pecho frecuente y en reposo,
descompensación cardíaca manifiesta, no aptos para el trabajo físico y con una tole-
rancia al esfuerzo extremadamente baja.
La clasificación de los enfermos con IAC desde las posiciones del tratamiento tradicio-
nal obedece a la necesidad de designar las terapias, que serán diferentes entre los pacientes
con distintos niveles de gravedad. La ozonoterapia es efectiva en los pacientes de todas las
clases, desde las más leves hasta las más graves. Su efectividad crece con el aumento de la
gravedad del estado del paciente, lo que está relacionado con el carácter multilateral de su
acción, pero de un modo principal con la eliminación de la hipoxia tisular, que es mayor en
los enfermos graves debido a la progresión de la insuficiencia cardíaca.
Como se comentó anteriormente, en las áreas tisulares con una circulación sanguínea
insuficiente, el aporte de oxígeno aumenta con la ozonoterapia, efecto que no se puede
lograr con la ayuda de fármacos. Ésta es una condición extremadamente importante. Los
principales grupos de preparados para el tratamiento de las enfermedades coronarias, entre
los que se encuentran los nitratos, los bloqueantes β-adrenérgicos y los antagonistas del
calcio, desempeñan la tarea de eliminar la isquemia miocárdica mediante el aumento del
flujo sanguíneo externo, en relación con el efecto vasodilatador y mediante la disminución
de las necesidades miocárdicas de oxígeno por la limitación del flujo sanguíneo hacia el
corazón o la limitación de su capacidad de contracción.
Se comprende que, debido al estrechamiento aterosclerótico de los vasos, no se pueden
lograr valores óptimos de flujo sanguíneo coronario con estos preparados. Igualmente, sólo
es posible disminuir hasta un nivel determinado las necesidades miocárdicas de oxígeno, ya
que, en caso contrario, se puede desembocar en un funcionamiento deficiente del miocar-
dio. Por lo tanto, el aumento del aporte de oxígeno, sin la inclusión de estos mecanismos,
con ayuda de la ozonoterapia es, indudablemente, muy importante, ya que permite enfocar
el tratamiento de las IAC desde nuevas perspectivas.
Es importante señalar también que la aplicación de la ozonoterapia no se acompaña
de la manifestación de efectos hemodinámicos. Mientras que los nitratos, los bloquean-
tes β-adrenérgicos y los antagonistas del calcio aumentan el flujo sanguíneo coronario y
disminuyen las necesidades de oxígeno por parte del miocardio, produciendo cambios
evidentes en los indicadores de la circulación sanguínea, la acción antiisquémica de la ozo-
noterapia no se asocia a influencias en la hemodinámica, lo que amplía considerablemente
sus posibilidades curativas.
La ozonoterapia puede aplicarse a pacientes con disminución de la frecuencia cardíaca
y presión arterial baja, con diferentes alteraciones de la conducción, a los que no se pueden
administrar betabloqueantes ni antagonistas del calcio o también a los enfermos en los
que se advierte una intolerancia a los preparados antianginosos. Finalmente, en aquellos
casos en los que no se logran suficientes resultados mediante el tratamiento con fármacos,
la incorporación de la ozonoterapia permite alcanzar el efecto complementario deseado.
El esquema de la aplicación de la ozonoterapia en las IAC es el siguiente:
Formas de aplicación
• A utohemoterapia mayor.
• I nsuflación rectal.
• A dministración intravenosa de 200 ml de solución fisiológica ozonizada.
Pauta terapéutica
Se emplea una de las formas de aplicación de la mezcla de ozono y oxígeno. El tratamiento
será diferente dependiendo de la gravedad del estado del paciente, que se valora según la
división en clases clinicofuncionales:
Observaciones
Si la ozonoterapia se inicia en el contexto de un tratamiento anterior, los fármacos con ac-
ción coronaria no se suprimen inmediatamente, sino que las dosis se disminuyen paulati-
namente en la medida en que mejore el estado del paciente. Cuando se prescribe la ozono-
terapia a pacientes que están recibiendo medicamentos con acción anticoagulante (ácido
acetilsalicílico, anticoagulantes) las dosis de éstos se reducen a la mitad o se interrumpe
temporalmente su administración, regresando a los valores iniciales al final del tratamiento.
Se recomienda el control de los indicadores de la coagulación. En la tabla 5-2, se muestran
los resultados de la aplicación de la ozonoterapia a 142 pacientes de diferente gravedad.
La mejoría del estado de los pacientes se manifestó en forma de disminución de los
episodios de angina de pecho y del consumo de nitroglicerina. Los episodios anginosos se
eliminaron totalmente en el 50 % de los pacientes después del tratamiento de ozonotera-
pia; en el 41 % de los pacientes, los episodios disminuyeron a menos de la mitad.
1.ª CCF 3 3 - -
2.ª CCF 82 74 6 2
3.ª CCF 50 45 4 1
4.ª CCF 7 7 - -
Entre las funciones fundamentales del endotelio, se considera que una de las más impor-
tantes es la producción del factor específico de la vasodilatación, el óxido nítrico (NO), que
participa en la regulación del tono vascular (Gogin, 1997). En la enfermedad hipertensiva,
se detecta una producción insuficiente o una destrucción acelerada del NO, o ambas cosas.
La falta de NO desempeña un papel fundamental, no sólo en el aumento de la presión
arterial, sino también en la aparición de graves complicaciones de la hipertensión, como in-
farto cerebral, infarto de miocardio e insuficiencia renal, ya que el NO también es inhibidor
de la agregación de los trombocitos, de la adhesión de los monocitos y de la proliferación de
las células de los músculos lisos (Liamina y cols., 2001; Dupliakov y Emelianenko, 2001).
La base del tratamiento moderno de la hipertensión arterial es la hipótesis de la nece-
sidad de corregir la disfunción endotelial. No puede considerarse que la disminución de la
presión arterial sin la normalización de las funciones del endotelio sea un objetivo clínico
resuelto de forma eficaz. Uno de los mecanismos de la acción del ozono es la activación de
la NO-sintetasa, que estimula la producción de NO por el endotelio vascular y, por consi-
guiente, el efecto vasodilatador.
Una de las causas de la disminución de la producción del NO endotelial puede ser el
refuerzo de la generación de radicales libres; al aumentar la potencia de la defensa antioxi-
dante con ayuda de la ozonoterapia, es posible evitar ese fenómeno.
Según la teoría de las membranas de la enfermedad hipertensiva, el aumento de la pre-
sión arterial se produce como resultado de la alteración de los mecanismos reguladores en
el sistema de la circulación sanguínea, motivado por el déficit de energía a nivel celular. La
disminución energética de las células se vincula a factores genéticos relacionados con cam-
bios en las membranas que intervienen en la regulación del calcio intracelular (Postnov,
1998, 2000).
Las mitocondrias realizan la entrega de energía a todos los tipos de tejidos. Es precisa-
mente en las mitocondrias donde se produce la oxidación del combustible celular, funda-
mentalmente ácidos grasos y glucosa, en un proceso en el que los electrones pasan de los
sustratos orgánicos al oxígeno a través de la cadena respiratoria. La energía desprendida en
este proceso se emplea en la formación del ATP, a partir del ADP y el fosfato. Uno de los
principales puntos de utilización de la energía del ATP es el abastecimiento del trabajo de
las bombas iónicas para mantener normal el gradiente de las concentraciones iónicas entre
el citoplasma y el medio extracelular, algo que constituye una de las condiciones para la
existencia de la forma de vida celular.
La concepción de la patogenia de la hipertensión primaria a partir de la teoría de las
membranas se basa en la alteración de la estructura y de las funciones de transporte ióni-
co de las membranas celulares, que se demuestra por la disminución de la capacidad para
mantener en el citoplasma de las células los valores normales del gradiente de concentra-
ción de los iones más importantes (K+, Na+, Ca2+, Mg2+) con respecto al medio extracelular.
La manifestación más significativa del defecto de la membrana es el aumento de la
concentración de calcio libre del citoplasma, con la posterior adaptación funcional a la
sobrecarga de calcio. El papel del calcio en la fisiología celular tiene una importancia ex-
clusiva, ya que ejerce una influencia considerable en las características de los mecanismos
intracelulares. La consecuencia fundamental de la elevación de la concentración de calcio
mentándolo. En comparación con otros tejidos, los procesos de peroxidación son más in-
tensos en la pared arterial, debido al relativamente escaso nivel de metabolismo y la elevada
concentración de oxígeno en la sangre arterial. El efecto de los productos secundarios de la
OLP tiene lugar a nivel de los receptores de las arteriolas, así como por influencia directa
en la estructura y en las propiedades de barrera de las membranas celulares y subcelulares,
responsables del transporte de calcio.
En concentraciones terapéuticas bajas, el ozono estimula la síntesis intracelular de
antioxidantes, lo que permite que en la célula tenga lugar la oxidación de ácidos grasos
poliinsaturados, con fines energéticos. Según los puntos de vista contemporáneos, se con-
sidera que los ácidos grasos poliinsaturados son una clase particular de «hormonas» in-
tracelulares, que regulan a nivel genético la síntesis y la actividad de las principales enzimas
del catabolismo de los ácidos grasos y también la peroxidación de éstos. Según los datos
experimentales, durante la ozonoterapia aumenta el contenido de peróxidos y de mem-
branas del retículo liso endoplásmico en los hepatocitos, es decir, las ultraestructuras con
las que están enlazados los procesos de oxidación de los ácidos grasos poliinsaturados. Por
lo tanto, a nivel subcelular, la ozonoterapia puede considerarse como uno de los métodos
eficaces para mantener la homeostasis energética del organismo (Lebkova, 1998). De todo
ello, se puede concluir que la ozonoterapia es un método con una base patogénica para el
tratamiento de la enfermedad hipertensiva, ya que actúa corrigiendo uno de los eslabones
fundamentales de la patogenia: la disminución energética de las células. Ninguno de los
fármacos antihipertensores propuestos hasta la fecha posee tales propiedades.
En el tratamiento de la hipertensión, la ozonoterapia puede emplearse como método
independiente, así como combinada con otros medicamentos. Como se demostró en al-
gunas observaciones clínicas, sin el empleo de otros medios terapéuticos, de forma inde-
pendiente, la ozonoterapia es eficaz en los pacientes que se encuentran en los primeros
estadios de la enfermedad hipertensiva, con una hipertensión leve, de carácter lábil. En
ellos, se obtuvieron resultados positivos fiables en el 70 % de los casos.
Hay que recordar que la hipertensión arterial se intensifica a partir del momento en que
se produce una depresión de las funciones hipotónicas del hígado, y se vuelve irreversible
con el desarrollo de transformaciones estructurales en el corazón y en los vasos (arterio-
nefroesclerosis), hipertrofia suprarrenal, etc. Esta es la razón por la que, en los pacientes
con hipertensión grave, es recomendable combinar la ozonoterapia con fármacos antihi-
pertensores, que tienen sus propios mecanismos de acción. Según los datos clínicos, esta
combinación permitió utilizar dosis farmacológicas inferiores a las que se utilizan habitual-
mente en el control de la presión arterial. Al cesar la ozonoterapia antes que el tratamiento
farmacológico en solitario, disminuyeron o desaparecieron las manifestaciones clínicas de
la enfermedad hipertensiva (dolor de cabeza, vértigos, dolor en la región cardíaca), algo
que se observó concretamente en casos de pacientes que presentaban afecciones de los
órganos diana: corazón y encéfalo.
Esta afirmación se confirma con algunos resultados, en los que se muestra que se obser-
va un efecto positivo de la aplicación de la ozonoterapia en el 92 % de los pacientes con IAC
y en el 78 % de los pacientes con encefalopatía por trastornos circulatorios (Maslennikov y
Kontorschikova, 1999; Maslennikov y cols., 2001). Al aplicar ozonoterapia a 49 pacientes
Formas de aplicación
• Insuflaciones rectales.
• Autohemoterapia mayor.
• Administración intravenosa de 200 ml de solución fisiológica ozonizada.
Pauta terapéutica
Se utilizará una de las formas de administración. El tratamiento con la administración in-
travenosa de solución fisiológica ozonizada o con insuflaciones rectales se inicia con 2-3
sesiones seguidas, que se aplican después en días alternos, en 3-4 ocasiones; según la dis-
minución de la presión arterial, la cantidad de sesiones se reduce a 2 por semana, y luego a
una sesión semanal. La cantidad total de sesiones será de 10-12.
La AHTM se realiza 2 veces a la semana, y el número de sesiones será de 6- 8.
Estadio Significado
«Dolores en reposo» frecuentes, que obligan a bajar las piernas más de 3-4 veces
3b
durante la noche
Tabla 5-4. Presión parcial de oxígeno en la piel del miembro afectado ante diferentes modos
de aplicación de ozonoterapia parenteral.
Grupo 1
38,40 ± 1,5 - - 40,52 ± 1,12*
n = 20
Grupo 2
38,00 ± 1,72 44,02 ± 0,92* 40,62 ± 1,12* 43,91 ± 1,07*
n = 20
Grupo 3
37,20 ± 0,90 50,69 ± 1,15* 45,93 ± 1,12* 49,71 ± 1,51*
n = 10
Grupo 4
37,95 ± 0,89 52,01 ± 0,99* 50,00 ± 1,18* 51,52 ± 1,72*
n = 10
Grupo 1: pacientes a los que se administró solución fisiológica saturada con oxígeno puro a través de diferentes vías.
Grupo 2: pacientes a los que se les administró solución fisiológica ozonizada por vía intravenosa.
Grupo 3: pacientes que recibieron la solución fisiológica ozonizada por vía intraarterial, en la arteria epigástrica inferior del
lado afectado.
Grupo 4: pacientes que recibieron la solución fisiológica por vía intraósea en el hueso calcáneo del miembro afectado.
Formas de aplicación
• Autohemoterapia mayor, infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada o
insuflación rectal de mezcla de ozono y oxígeno.
• Autohemoterapia menor.
• Estimulación, con mezcla de ozono y oxígeno, de los puntos activos de las extremi-
dades inferiores.
• Gasificación con mezcla de ozono y oxígeno en bolsa de plástico con exceso de
presión.
Pauta terapéutica
El tratamiento se diferenciará dependiendo del grado de insuficiencia arterial crónica
(IAC):
de ozono y oxígeno, en días alternos, y 2-3 sesiones de AHTMn, que se aplican cada
3 días. Este esquema puede ser sustituido por 6-8 sesiones de AHTM. Se estimula-
rán los puntos biológicamente activos en 2 sesiones.
• En los pacientes con IAC de segundo grado, el tratamiento consiste en 10 sesiones
de infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada o insuflación rectal, que se
realizan en días alternos, y 3-4 sesiones de AHTMn, que se aplican cada 3 días. Este
esquema puede ser sustituido por 6-8 sesiones de AHTM. La estimulación de los
puntos activos de las extremidades inferiores será en 4-5 sesiones a días alternos. En
el tratamiento de este grupo de enfermos, se incluye la gasificación de las extremida-
des inferiores en bolsa de plástico con presión en exceso, que se realiza durante 20
minutos con una concentración de ozono en la mezcla ozono-oxígeno de 5-6 µg/ml;
se aplicarán 10 sesiones en total, en días alternos.
• En los pacientes con IAC de tercer grado, el tratamiento consiste en 10-12 sesiones
de infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada o insuflación rectal, que se
realizan en días alternos, y 4-5 sesiones de AHTMn, que se aplican cada 3 días. Este
esquema puede ser sustituido por 8-10 sesiones de AHTM. La estimulación de los
puntos activos de las extremidades inferiores se hará en 4-5 sesiones. Es obligatoria
la gasificación en bolsa de plástico con presión en exceso. Las sesiones se realizarán
a días alternos en los enfermos que no presenten cambios tróficos en la piel del pie
y la pierna, y a diario cuando existan cambios tróficos en la piel. Se aplicará un total
de 10-20 sesiones, con una concentración de ozono en la mezcla de ozono y oxígeno
de 5-6 µg/ml, y un tiempo de gasificación de 20-30 minutos. Cuando existan úlceras
tróficas en las extremidades, se aplicará a los pacientes el tratamiento que se muestra
en la tabla 5-5.
La mejoría del estado de los pacientes comenzó, como norma, en la 5.ª-6.ª sesión, y se
manifestó por la desaparición o la disminución del dolor en los músculos de la pantorrilla
durante la marcha, multiplicándose por 2-3 la distancia de la ambulación sin aparición de
dolor. Los cambios tróficos en la piel de las extremidades inferiores desaparecieron. En dos
pacientes se logró resolver la gangrena que estaba apareciendo en los dedos de los pies. La
97
Formas de aplicación
• Insuflación rectal.
• Autohemoterapia mayor.
• Administración intravenosa de 200 ml de solución fisiológica ozonizada.
• Administración periarticular de una mezcla de ozono y oxígeno.
Pauta terapéutica
La ozonoterapia se emplea en el contexto de un tratamiento basal. Se utiliza como método
independiente en casos de intolerancia o alergia a los fármacos habituales de una patología
concreta; en este caso, se utiliza uno de los procedimientos de influencia general. El trata-
miento con la administración intravenosa de solución fisiológica o con insuflación rectal
se empieza con la prescripción de 2-3 sesiones diarias, tras lo cual se pasa a sesiones a días
alternos (3-4); dependiendo de la mejoría del estado del paciente, el número de sesiones se
disminuye hasta 2 por semana y, a continuación, a una sesión semanal; el número total de
sesiones es de 15-20. La autohemoterapia mayor se realiza 2 veces por semana, y se aplican
10-15 procedimientos.
La administración periarticular de la mezcla de ozono y oxígeno se realiza en días alter-
nos durante todo el tratamiento. La inyección intraarticular de la mezcla se realiza 1-2 veces
por semana; la cantidad total de sesiones es de 4-6.
Se completarán 15 sesiones.
Se completarán 15 sesiones.
Vía rectal
Infiltraciones intraarticulares
Basal 70 18 39 10 3
Control 70 - 28 26 16
Formas de aplicación
• Solución fisiológica ozonizada para los vendajes.
• Gasificación con mezcla de ozono y oxígeno en bolsa de plástico.
• Autohemoterapia mayor.
• Infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada.
• Autohemoterapia menor.
• Infiltración intraósea de solución fisiológica ozonizada.
Pauta terapéutica
Se realiza un tratamiento múltiple, incluyendo todos los tipos de ozonoterapia menciona-
dos. Los procedimientos locales se realizarán del siguiente modo (Zaitsev, 2000): después
del tratamiento de la herida con peróxido de hidrógeno, se tapona la cavidad de la misma
con una gasa estéril humedecida en agua bidestilada. En el fondo de la herida, se coloca un
tubo de drenaje de polivinilo, a través del cual se administra la mezcla de ozono y oxígeno
con una concentración de ozono de 2,5-5 µg/ml. Durante todo ese tiempo, el miembro se
encuentra en una bolsa de polivinilo. Hacia el final del procedimiento, la herida taponada
se cubre con papel encerado.
Pauta terapéutica
Se realiza la punción de la articulación, evacuándose el contenido purulento y lavando con
solución fisiológica ozonizada hasta obtener de la cavidad articular aguas de lavado limpias.
Si el tratamiento con punciones no es eficaz, será necesario instalar un sistema para
el lavado de la cavidad articular mediante el flujo de una solución fisiológica ozonizada.
Para ello, se realizan microcortes en las superficies laterales de la articulación y se instalan
microdrenajes en la cavidad articular, cosiéndolos y fijándolos a la piel. En uno de los mi-
crodrenajes se administra, de forma ininterrumpida y mediante goteo, una solución fisio-
6.4. Artrosis
La artrosis es la más frecuente de las afecciones de las articulaciones, representando casi el
80 % de todas las patologías articulares. La morbilidad aumenta con la edad, y se encuentra
en el 97 % de las personas mayores de 65 años.
La base de la enfermedad la constituyen los cambios distróficos y la posterior destruc-
ción de los cartílagos y de las superficies articulares, así como las reacciones secundarias
de los tejidos óseos, la osteoesclerosis subcondral y el crecimiento excesivo de los bordes.
Habitualmente, se afectan las grandes articulaciones de las extremidades inferiores, co-
xofemorales y de la rodilla, que son las que soportan las mayores cargas. Entre las articula-
ciones pequeñas, las de la muñeca son las que sufren esta afección con frecuencia.
El síntoma principal es el dolor, que se manifiesta al principio sólo en algunas circuns-
tancias, al realizar determinadas cargas: subir o bajar escaleras, permanecer de pie duran-
te largo tiempo y pasar rápidamente al estado de reposo. Posteriormente, se advierte un
aumento constante del dolor, que adquiere un carácter persistente y surge con cualquier
carga, la aparición de sinovitis y la deformación de las articulaciones.
Al prescribir la ozonoterapia, se tiene en cuenta sus posibilidades para la mejoría trófica
de los tejidos articulares y también el efecto analgésico del ozono. Como método terapéu-
tico independiente, se utiliza en las formas iniciales de artrosis. Los estadios posteriores de
la enfermedad necesitan la combinación con tratamiento farmacológico y procedimientos
fisioterapéuticos. Según los resultados de Cherbakova (2003), el efecto analgésico después
de la administración intraarticular de una mezcla de ozono y oxígeno puede empezar a
apreciarse en unos 10-15 min.
Formas de aplicación
• Administración intraarticular de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Administración periarticular subcutánea de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Autohemoterapia menor.
• Infusión intravenosa de una solución fisiológica ozonizada o insuflación rectal de
una mezcla de ozono y oxígeno.
Pauta terapéutica
El tratamiento debe ser múltiple. La administración intraarticular de una mezcla de ozo-
no y oxígeno se realizará en días alternos, y se alternará con las infusiones intravenosas se
solución fisiológica ozonizada (o con las insuflaciones rectales de una mezcla de ozono y
oxígeno) y la administración de la mezcla de ozono y oxígeno. La AHTMn se realiza una o
dos veces a la semana. La artrosis incipiente se trata durante 2-3 semanas; la más avanzada,
durante 4-5 semanas.
Grechko (2000, 2003) y Scherbakova (2003) consideran que para alcanzar el efecto
clínico es suficiente con la administración de 3-5 inyecciones intraarticulares de la mezcla
gaseosa, debiéndose realizar las sesiones con intervalos de 2-3 a 5-7 días. Según los resulta-
dos, en los enfermos de hasta 50 años, la ozonoterapia proporciona un periodo prolongado
sin dolor (7-9 meses en la mayoría de los casos). En los pacientes de mayor edad, este pe-
riodo es de 2-3 meses, después del cual, para conservar el efecto, se recomienda repetir las
inyecciones intraarticulares una vez cada 1,5-2 meses.
105
ciencia absoluta o relativa de insulina causa la alteración de todos los tipos de intercambio.
Disminuye la entrada de glucosa a la célula y, por lo tanto, se altera la función básica de los
hidratos de carbono (la energética), y las células tienen «hambre» de energía, lo que obli-
ga a conectar las vías endógenas de formación de glucosa a partir del glucógeno y las proteí-
nas, aumentando la gluconeogénesis. Sin embargo, esta glucosa tampoco puede asimilarse
completamente, de nuevo a causa de la insuficiencia de insulina. Disminuyen la vía de las
pentosas fosfato y la glucólisis aeróbica, y se duplica la hiperglucemia y la insuficiencia
energética. En los eritrocitos, aumenta la concentración de hemoglobina glucosilada, que
no transporta oxígeno, lo que conduce a la hipoxia de los tejidos. Disminuye la biosíntesis
y se activa la descomposición de las proteínas, y empiezan a prevalecer los procesos cata-
bólicos. Esto produce la disminución de los macroergos en los músculos esqueléticos y en
el miocardio, condicionando la debilidad muscular.
Además, se altera la síntesis de los lípidos a partir de sustratos alimenticios, y se fortale-
ce su descomposición. Se activan los procesos de la OLP. Se refuerza la lipogénesis endó-
gena, con la acumulación de sustratos mesotélicos del metabolismo de los lípidos: cuerpos
cetónicos y productos aterógenos.
Además de una hiperglucemia mayor de 6,6 mmol/l en ayunas y mayor de 11,5 mmol/l
después de las comidas, el cuadro clínico de la diabetes mellitus consta de los siguientes sín-
tomas: poliuria, sed, debilidad, adelgazamiento con apetito elevado, escozor cutáneo, supu-
ración de afecciones traumáticas, afecciones del sistema nervioso periférico, angiopatías.
El aumento prolongado de las concentraciones de glucosa en la sangre en la diabetes
mellitus produce cambios irreversibles en los vasos sanguíneos, los riñones, el sistema ner-
vioso y las estructuras oculares. Según los datos procedentes de diferentes autores, después
de 15 años con la enfermedad el 2 % de los pacientes se quedan ciegos, y en un 10 % apare-
cerán serios trastornos visuales. El síndrome del pie diabético se observa en el 30 % al 80 %
de los enfermos; casi el 50 % de las amputaciones no traumáticas de las extremidades de-
ben realizarse a causa de complicaciones de la diabetes mellitus (Maksimov y cols., 2000).
Al igual que en otras enfermedades, en la diabetes mellitus la ozonoterapia ocupa uno
de los lugares principales en cuanto a efectividad, algo que está relacionado con el hecho
de que, por su mecanismo de acción, el ozono realiza una serie de procesos fundamentales
que condicionan su acción positiva. En primer lugar, el ozono aumenta la permeabilidad
de las membranas celulares a la glucosa, algo que se logra con ayuda de la estimulación de
la vía de las pentosas fosfato y la glucólisis aerobia (que están deprimidas en la diabetes), lo
que posibilita la disminución de la hiperglucemia gracias a una mejor entrada de oxígeno
en los tejidos (fig. 7-1).
Pavlovskaia y cols. (1998) observaron un grupo de 70 personas, compuesto por enfer-
mos con diabetes insulinodependiente y no insulinodependiente. Después del tratamiento
con ozonoterapia, el nivel medio de hiperglucemia en ellos disminuyó en un 26 %. En un
tercio de los pacientes, la dosis de insulina administrada se disminuyó en un 16 %. En la
cuarta parte de los pacientes con diabetes no insulinodependiente, se redujo la dosis de
antidiabéticos orales en un 32 %.
Ambos procesos (estimulación de la vía de las pentosas fosfato y la glucólisis aerobia)
fortalecen la producción de glutatión, que participa en la síntesis de glucógeno y grasa
16
14
12
Nivel de glucosa en sangre
10
0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
Día de tratamiento
Figura 7-1. Dinámica del nivel de glucosa en la sangre de un paciente de 50 años con diabetes
no insulinodependiente durante la aplicación de ozonoterapia.
Formas de aplicación
• Insuflación rectal de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Autohemoterapia mayor.
• Autohemoterapia menor.
• Administración subcutánea (infiltración) de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Administración de una mezcla de ozono y oxígeno en los puntos biológicamente activos.
• Administración intravenosa de una solución fisiológica ozonizada.
Pauta terapéutica
Pueden combinarse las siguientes técnicas (Protocolos AEPROMO, 2010, del sitio web
www.aepromo.org).
Se completarán 15 sesiones.
Primera 15 5 0,075
Segunda 20 5 0,10
Tercera 30 5 0,15
Cuarta 35 5 0,175
Quinta 40 5 0,20
Se completarán 15 sesiones
Vía rectal (puede usarse esta vía como única o combinada con AMTM o AMTMn)
La base del tratamiento son las administraciones intravenosas de una solución fisiológi-
ca ozonizada o las insuflaciones rectales de una mezcla de ozono y oxígeno, que se realizan
en días alternos, o la autohemoterapia mayor, que se realiza 2 veces por semana, en un total
de 10-12-15 sesiones. Los otros procedimientos se prescriben dependiendo del tipo de
diabetes mellitus y de la presencia de complicaciones.
En el caso de la diabetes mellitus de tipo II, se incorpora la administración de la mezcla
de ozono y oxígeno en los puntos biológicamente activos, según los esquemas aceptados
generalmente. Si existen indicios de déficits inmunológicos secundarios (enfermedades
purulentas, inflamatorias), se aplicarán, de forma complementaria, infiltraciones subcutá-
neas con una mezcla gaseosa en los focos purulentos, o se utilizará la AHTMn durante 6-8
sesiones en días alternos.
Observaciones
Debido a que el ozono posee propiedades hipoglucemiantes, a lo largo del tratamiento es
necesario el control constante de las glucemias y la corrección de las dosis de los prepara-
dos hipoglucemiantes.
En las tablas 7-1 y 7-2 se muestran los resultados del tratamiento en 90 pacientes con
diabetes mellitus de los tipos I y II. En los datos de las tablas se observa que el efecto del
tratamiento fue favorable tanto en los pacientes insulinodependientes como en los no insu-
linodependientes, y se manifestó por descenso de la hiperglucemia, disminución de la sed,
y desaparición del escozor en la piel y de la debilidad, entre otros.
Leve - - - -
Medio 16 14 2 -
Grave 10 10 - -
Tabla 7-2. Resultados de la ozonoterapia en pacientes con diabetes mellitus de tipo II.
Leve 14 14 - -
Medio 45 38 - 7
Grave 5 5 - -
59%
40% 40%
19%
10% 9%
El autor subraya el carácter único de la acción del ozono en esta categoría de enfermos,
en los que activa el cambio en el macroorganismo y lo reprime en el microorganismo. En
las membranas del macroorganismo, el ozono interactúa con las oxidasas de prácticamente
todas las células. A través del ozono, se activa la adenilatociclasa, mediador que participa
en el abastecimiento energético de las células. Actuando sobre el sistema del glutatión, el
ozono fortalece la glucólisis y las demás vías de oxidación de la glucosa, aumenta el aporte
energético y determina, de ese modo, el efecto de la influencia sobre múltiples órganos.
El ozono produce una acción completamente opuesta en la membrana de las células de
los microorganismos, donde, al inactivar los grupos SH, produce un efecto antibacteriano.
Todo ello tiene lugar por el bloqueo de los receptores de las membranas por los ozónidos.
Todos los datos que se exponen en este capítulo atestiguan la influencia del ozono en
diferentes eslabones de la patogenia de la diabetes mellitus, lo que explica la gran efectivi-
dad de la ozonoterapia en el tratamiento tanto de las formas no complicadas como de las
formas complicadas de esta enfermedad.
115
Formas de aplicación
• Insuflación rectal de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Autohemoterapia menor.
• Administración de una mezcla de ozono y oxígeno en puntos biológicamente
activos.
• Administración intravenosa de una solución fisiológica ozonizada.
• Inhalaciones con agua ozonizada o emulsiones compuestas por agua ozonizada y
aceite ozonizado.
Pauta terapéutica
El tratamiento empieza con la administración intravenosa por goteo de una solución fisio-
lógica ozonizada o la insuflación rectal de una mezcla de ozono y oxígeno, en forma de 3
o 4 sesiones diarias. A continuación, se pasa a la autohemoterapia menor en días alternos
(3-4 veces por semana), y más adelante, una vez cada 3 días (3 a 5 sesiones). La ozonote-
rapia por punciones con mezcla de ozono y oxígeno en puntos biológicamente activos, se
realiza según el esquema establecido. Las inhalaciones con agua ozonizada o con emulsión
ozonizada se realizan 1-2 veces al día durante 10-15 días.
Formas de aplicación
• Insuflación rectal de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Autohemoterapia mayor.
• Administración de una mezcla de ozono y oxígeno en puntos biológicamente
activos.
• Inhalaciones con agua ozonizada o emulsiones compuestas por agua ozonizada y
aceite ozonizado.
• Administración intravenosa de una solución fisiológica ozonizada.
Pauta terapéutica
La terapia se realiza en el contexto del tratamiento farmacológico, con la inclusión de todas
las formas de administración de ozono antes mencionadas. Se inicia con la administración
intravenosa por goteo de una solución fisiológica ozonizada o con la insuflación rectal,
en 3-4 sesiones diarias. Si el estado del paciente mejora, se realizan 3-5 sesiones en días
alternos y, a continuación, una vez cada 2-3 días, con un total de unas 7-12 sesiones. La
ozonoterapia en puntos de acupuntura con mezcla de ozono y oxígeno se realiza según el
esquema establecido. Las inhalaciones con agua ozonizada o con emulsión ozonizada se
realizan 1-2 veces al día durante 10-15 días.
La autohemoterapia mayor sustituye a la administración intravenosa por goteo de una
solución fisiológica ozonizada o a la insuflación rectal. Se realiza dos veces por semana, con
un total de unas 6-8 sesiones.
radicales libres del oxígeno por los macrófagos y granulocitos en la respuesta a la infección
requieren el correspondiente suministro de oxígeno.
La influencia inmunomoduladora del ozono se manifiesta por la activación de la fabri-
cación, por linfocitos y monocitos, de citocinas, interferón, factor necrosante tumoral e
interleucinas. Estas últimas, al llegar a la sangre, activan tanto la inmunidad celular como la
humoral. Se fortalece la síntesis de los linfocitos T citolíticos, que aseguran la inmunidad
celular, y se normaliza la producción de linfocitos T colaboradores, que regulan la acción
de los linfocitos B, dirigida a la síntesis de las inmunoglobulinas (Paulesu y Luzzi, 1991).
El aumento de la presión parcial de oxígeno en los tejidos como resultado de la ozono-
terapia elimina los efectos negativos de la hipoxia, que tergiversa parcialmente la función
de la interleucina 1 que, cuando existe hipoxia, en lugar de actuar como estimulante de los
linfocitos T, empieza a mostrar efectos citotóxicos (Belianin, 1998). La estimulación del
sistema inmunológico hace posible la depresión del proceso inflamatorio, con disminución
de la actividad de las células colaboradoras y disminución de la elaboración por ellas de
sustancias biológicamente activas que alimentan las reacciones broncoespásticas.
La influencia antibacteriana y antivírica es fundamental. La acción bactericida del ozo-
no es análoga a la de los procesos que el organismo emplea para destruir los antígenos
extraños, es decir, refuerza la acción de los radicales libres debido al aumento de la capa-
cidad fagocítica de los leucocitos. Además, el ozono penetra en las células microbianas y
reacciona con las proteínas del citoplasma, alterando así la proliferación de las bacterias. El
mecanismo antivírico del ozono se manifiesta por el deterioro de las cadenas de polipépti-
dos de la cubierta, lo que afecta a la capacidad del virus para unirse a las células. También
se produce la división de una cadena de ARN en dos partes, gracias a lo cual se altera el
proceso de multiplicación del virus. Es necesario señalar la acción defensiva que ejerce el
ozono sobre las células sanas frente a la penetración de los virus, debido a la activación de
la síntesis de interferón y al refuerzo de la eliminación de las células dañadas por el virus.
La ozonoterapia puede emplearse como método profiláctico independiente en el asma
bronquial, dirigido a la disminución o la eliminación de las crisis, y también para evitar la
aparición de las mismas. Además, la ozonoterapia es un método eficaz para el tratamiento
de enfermedades graves, e incluso, debido a sus posibilidades de potenciación, permite re-
solver el problema de alcanzar el máximo efecto terapéutico con la aplicación de la menor
cantidad de medicamentos. Artemeva y cols. (2005) demostraron que la inclusión de la
ozonoterapia en el tratamiento de esta enfermedad logra la disminución más acentuada de
los niveles de histamina y serotonina, y el aumento más importante de catecolaminas en los
macrófagos, linfocitos, neutrófilos, mastocitos y la mucosa alveolar.
A continuación, se presentan los esquemas terapéuticos recomendados.
Formas de aplicación
• Insuflación rectal de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Autohemoterapia mayor.
• Administración de una mezcla de ozono y oxígeno en puntos biológicamente
activos.
Pauta terapéutica
El tratamiento se realiza de forma compleja, con la inclusión de todas las formas antes men-
cionadas de aplicación del ozono. Se empieza con la administración intravenosa de una
solución fisiológica ozonizada o la insuflación rectal, diariamente, en unas 3-4 sesiones. Si
el estado del paciente mejora, se realizan 3-5 sesiones en días alternos y, a continuación,
una vez cada 2-3 días, con un total de 10-14 sesiones.
La punción con una mezcla de ozono y oxígeno se realiza según el procedimiento acep-
tado generalmente.
En la figura 8-1 se presentan los esquemas de distribución de los puntos biológicos
activos que regularmente se emplean para la eliminación y la profilaxis del asma bronquial.
Las inhalaciones con agua destilada ozonizada o con emulsiones se realizan 1-2 veces
al día durante 10-15 días.
La autohemoterapia mayor sustituye a la administración intravenosa de solución fisio-
lógica ozonizada o a la insuflación rectal. Las sesiones se realizan tres veces por semana al
13-16 VII
19-22 XIV
2.1
1.1
42-45 VII
1.1
principio, y a continuación, dos veces por semana (8-10 sesiones), y después 2-3 sesiones
una vez por semana.
El esquema de tratamiento recomendado por el Centro de investigaciones del ozono de
Cuba, según un estudio clínico realizado es el siguiente:
Los mejores resultados se obtuvieron con el uso de las dos últimas alternativas.
Teniendo en cuenta que realizar las aplicaciones seguidas de autohemoterapia mayor
son casi inviables, tanto por el coste como por la necesidad de acudir con frecuencia a la
consulta, una variante aceptable es la siguiente combinación de ésta con otras vías.
Primera 20 200 4
Segunda 20 200 4
Tercera 40 200 8
Cuarta 40 200 8
Se combinará la vía anterior con la vía sistémica rectal: las concentraciones de más de
40 µg/ml administradas por vía rectal dañan los enterocitos; habrá que acercarse al límite
superior, sin excederlo.
Vía rectal
Primera 20 150 3
Cuarta 40 200 8
Primera 20 5 0,10
Segunda 30 5 0,15
Tercera 35 5 0,175
Cuarta 45 5 0,225
Observaciones
Como método independiente, la ozonoterapia se emplea con fines profilácticos y curativos
de formas leves del asma bronquial. En las formas medianamente graves o graves, la ozono-
terapia se usa en el contexto de un tratamiento básico; en este caso, la dosis de los fármacos
puede disminuirse poco a poco en la medida en que mejora el estado del paciente.
Se aplicó ozonoterapia a 42 pacientes con asma bronquial en observación, de los cua-
les la mayoría (83 %) presentaba una afectación de gravedad media. Todos los pacientes
tomaban constantemente, o casi constantemente, preparados broncolíticos y broncodila-
tadores, y una gran parte de ellos, corticoesteroides. Después del tratamiento, se observó
una mejoría significativa del estado de los pacientes (disminución de los episodios de tos
en más del 50 % y disminución del uso de medicamentos en el 86 % de ellos). En el 7 %, las
crisis asmáticas desaparecieron completamente, al igual que la toma de medicamentos. En
el 7 % de los casos, no se pudo lograr mejoría alguna en el estado de los pacientes.
El tratamiento propuesto por Struchkov y cols. (2000) incluía 7-12 sesiones de admi-
nistración intravenosa de solución fisiológica ozonizada con una concentración de ozono
de 2-4 µg/ml, que se aplicaban 2-3 veces a la semana durante 3-4 semanas. En un paciente
con rinosinusitis crónica, se realizó la cura previa local del foco infeccioso con solución fi-
siológica. Después de algunas sesiones, se observó en todos los pacientes una disminución
de los episodios de asfixia, entre ellos los nocturnos, así como la disminución de la tos y
de la disnea.
La mitad de los pacientes logró reducir la dosis de inhalaciones de corticoesteroides;
todos los pacientes lograron reducir la dosis de inhalaciones de broncolíticos 1,5 veces. En
el período de seguimiento de los pacientes durante medio año después de la ozonoterapia,
se constató un aumento de la resistencia a enfermedades respiratorias agudas. Se observó
la disminución de la hiperreactividad bronquial y la obstrucción bronquial con la investi-
gación dinámica de los indicadores de flujo espiratorio máximo. Burdo (2003) aplicó la
ozonoterapia en el contexto de un tratamiento basal a 23 niños con edades comprendidas
entre 5 y 11 años, y diagnóstico de asma bronquial de gravedad media.
Después de la primera sesión de administración intravenosa de solución fisiológica
ozonizada (concentración de ozono a la salida del aparato de 600-800 μg/l), se observó en
todos los enfermos una mejoría en el estado de ánimo en general. Después de 2-3 sesiones,
se interrumpió la tos productiva, disminuyendo gradualmente su intensidad, y mejoró la
permeabilidad bronquial según los datos de la espirografía. También disminuyó significa-
tivamente el número de crisis. La permanencia en el hospital disminuyó en 2-3 días. La
aplicación de la ozonoterapia con fines profilácticos redujo al mínimo el número de com-
plicaciones de la enfermedad.
Bakirov y cols. (2007) documentaron una mejoría significativa del estado de los pa-
cientes después de la inclusión de la ozonoterapia en el tratamiento múltiple de pacientes
con asma bronquial en el 86 % de los casos. En estos enfermos, se logró reducir la dosis de
inhalaciones de broncolíticos 1,5-2 veces.
9.1. Pielonefritis
La pielonefritis es una enfermedad renal grave o crónica causada por una infección bac-
teriana que afecta principalmente a los tejidos intersticiales de los conductos y el sistema
cáliz-parénquima renal. Los causantes de la pielonefritis, en su mayoría microorganismos
gramnegativos (Escherichia, estafilococos, enterococos, Proteus, Pseudomonas aeruginosa),
son capaces de adherirse al epitelio de las vías urinarias, capacidad que dificulta el lavado
de las bacterias por el flujo de orina. También pueden desencadenar esta afección los virus,
hongos y micoplasmas.
Los trastornos de la urodinámica causados por urolitiasis, desgarros, nefroptosis, ade-
noma prostático y otras afecciones posibilitan la aparición de la pielonefritis y diversidad
de manifestaciones clínicas. Esto se explica por las muchas causas, entre las cuales están
las alteraciones inmunológicas con desarrollo de diferentes formas de déficit inmunitario.
Existe una relación determinada entre el cuadro clínico de la enfermedad y el estado
inmunológico del paciente; un cuadro clínico claro se acompaña de una variación evidente
pero cambiante del estado inmunológico. Con el tratamiento adecuado y a tiempo, a medi-
da que disminuye la gravedad del proceso, las reacciones inmunológicas se estabilizan y no
necesitan una corrección. Una evolución prolongada y poco sintomática de la pielonefritis,
con recidivas y progresiva, se acompaña de un desequilibrio y un déficit inmunológicos
secundarios y, por norma, necesita una corrección inmunológica.
La alteración de la homeostasis inmunitaria en los enfermos con pielonefritis crónica se
manifiesta con una disminución absoluta y relativa de linfocitos T, un descenso de la activi-
127
Formas de aplicación
• Insuflaciones rectales con una mezcla de ozono y oxígeno.
• Autohemoterapia mayor.
• Autohemoterapia menor.
• Administración intravenosa de una solución fisiológica ozonizada.
Pauta terapéutica
Tratamiento combinado
La AHTMn (6-8 sesiones) se combina con la administración intravenosa de una solución
fisiológica ozonizada o con la insuflación rectal (8-10 sesiones). En los 3 primeros días el
tratamiento se efectúa una vez al día, y a continuación, en días alternos. La AHTM (6-8 se-
siones) puede realizarse en lugar de los procedimientos antes señalados 2 veces a la semana.
De acuerdo con los datos de Chernish y cols. (2003), la inclusión de la ozonoterapia
(administración intravenosa de una solución fisiológica ozonizada e insuflación rectal) en
el tratamiento múltiple de pacientes con pielonefritis grave permitió reducir a la mitad la
duración del tratamiento.
Talalaenko y cols. (2003) señalan la reducción de la duración del tratamiento con la
aplicación de la ozonoterapia a embarazadas con pielonefritis en un 29,1 %, (12,7 ± 1,1,
para el grupo basal, y 17,9 ± 1,6, para el grupo de comparación).
El empleo de la administración intravenosa de una solución fisiológica ozonizada en
pacientes gestantes con pielonefritis crónica con el fin de evitar el agravamiento de la enfer-
medad demostró que esto último solamente se produjo en el 4,2 % de los casos, en el grupo
basal, y en el 62,5 %, en el grupo al que no se aplicó la ozonoterapia.
delación de las funciones motoras e incretoras del estómago. Según la clasificación actual, se
distinguen las gastritis crónicas A, B y C. La gastritis crónica A es la enfermedad autoinmu-
nitaria, la B es de etiología bacteriana, y la C se debe a causas químicas o gastritis por reflujo.
La gastritis autoinmunitaria y la gastritis por reflujo son enfermedades específicas, que
constituyen casi el 6 % de todas las gastritis. En el 94 % de los casos, las bacterias helicoida-
les son las responsables de la aparición de cambios inflamatorios gástricos y duodenales,
la gastritis infecciosa, por lo que, en esta obra, se aborda precisamente su tratamiento me-
diante la ozonoterapia.
La gastritis B es la gastritis asociada a Helicobacter pylori (HP). Las bacterias del género
Helicobacter son factores patogénicos conocidos en los animales y los humanos. El HP
es un bacilo gramnegativo que crece de forma óptima en un medio microaerófilo a una
temperatura de 37 °C. En los últimos años, los intensos estudios han permitido descri-
bir con suficiente exactitud el mecanismo de acción de HP. Las bacterias producen una
enzima específica, la ureasa, que lleva la urea hasta dar gas carbónico y amoníaco. Este
último deprime la oxidación mitocondrial, frena la reproducción celular y ejerce una in-
fluencia citotóxica directa. Además, HP produce proteasa y lipasa, que alteran la estructura
mineral y la viscosidad de las capas gástricas, permitiendo la acción del ácido clorhídrico
y la pepsina sobre el epitelio gástrico. En estas condiciones, se forma un potente mediador
de la inflamación, el factor de agregación plaquetaria, que causa alteraciones en el aporte
sanguíneo, isquemia y erosión de las mucosas. Una particularidad del desarrollo de esta
gastritis es la conservación prolongada de ácido y de la actividad de formación de gastrina;
posteriormente, el desarrollo de atrofia y la localización del proceso en la sección arterial
del estómago.
En la gastritis crónica se observan cambios inmunológicos. El estudio de la inmunidad
local en el estómago y en el intestino demostró un déficit de IgA secretora, que es produ-
cida por los linfocitos y las células plasmáticas del tejido linfático de la mucosa gástrica.
Las funciones fundamentales de la IgA secretora son la defensa de la mucosa mediante la
neutralización de las toxinas, y también el bloqueo de la adhesión bacteriana a las células
epiteliales. La insuficiencia de IgA secretora determina una inconsistencia inmunológica
de las membranas del tracto gastrointestinal (Aruin, 1993).
La ozonoterapia ha resultado ser un medio efectivo en el tratamiento de la gastritis cró-
nica. Fundamentando la necesidad de su aplicación, Andosov y cols. (2000) señalaron que
el ozono actúa sobre todos los mecanismos patogénicos fundamentales del desarrollo de
esta enfermedad: ejerce influencia bactericida sobre muchas bacterias; tiene un efecto anti-
inflamatorio por la oxidación del ácido araquidónico, que es precursor de la prostaglandina
E, iniciadora del proceso inflamatorio; tiene una acción inmunorreguladora y antiagregan-
te, y también propiedades analgésicas.
En la aplicación local, el ozono vence las barreras de la inflamación debido a reacciones
con los lípidos de las membranas y la formación de ozónidos. El aceite vegetal ozonizado
y el agua ozonizada tienen una acción bactericida, entregan oxígeno activo a los tejidos y
aceleran los procesos de curación.
La influencia de la ozonoterapia en el estado de la barrera mucosa epitelial fue valorada
por Karataev (1999). Mediante su prescripción, se observó un aumento significativo de
la altura superficial del epitelio de la mucosa, y aumentó la actividad funcional del revesti-
miento mucoso gástrico.
Según los datos de Batpakov y cols. (2005), obtenidos mediante investigaciones endos-
cópicas y morfológicas, en el 80 % de los pacientes a los que se aplicó la ozonoterapia se ob-
servó la normalización de los procesos de formación de mucosa, con mejoría de la micro-
circulación, disminución de la inflamación y regresión de la gastritis (desaparición de los
leucocitos polimorfos y disminución significativa de la cantidad de células plasmáticas).
El efecto de la ozonoterapia sobre las bacterias helicoidales se demuestra en diferentes
direcciones. La influencia antibacteriana directa se manifiesta por la alteración de la inte-
gridad de la cubierta del microorganismo ocasionada por la oxidación de los fosfolípidos
y las lipoproteínas. La capacidad del ozono para actuar sobre el eslabón mitocondrial (ac-
tivar la función de oxidación-reducción de la cadena respiratoria mitocondrial) tiene una
gran significación terapéutica. Todo ello conduce a la eliminación de la acción citotóxica
causada por el amoníaco, producido por HP, en la mucosa gástrica.
Empleando la administración intravenosa de una solución fisiológica ozonizada para el
tratamiento de enfermedades causadas por bacterias helicoidales (gastritis crónica y úlce-
ras), Karataev y cols. (2000) lograron un alto grado de erradicación de HP (93,7 %); Ando-
sov y cols. (2000) obtuvieron resultados menos impresionantes. El efecto positivo contra las
bacterias helicoidales se logró en el 49 % de los casos, en el 26,3 % de ellos se erradicó el HP
completamente, su cantidad disminuyó en el 22,7 % de los casos de la siembra, en el 44,2 %
la siembra no cambió y en el 6,8 % incluso creció. Sin embargo, mediante la investigación
histomórfica en dos tercios de las biopsias gástricas con siembra sin cambios, se determinó
una disminución significativa de los signos de la inflamación, algo que los autores explican
por la mejoría de la inmunidad local que se consiguió como resultado del tratamiento.
La acción antiinflamatoria del ozono se expresa también mediante su intervención en
el metabolismo del ácido araquidónico, cuya oxidación frena la formación del factor de
agregación plaquetaria.
Se ha establecido la influencia del ozono en los cambios de la inmunidad local. Bajo la
acción de la ozonoterapia, se observa un aumento de la producción de IgA secretora por los
linfocitos y las células plasmáticas, asegurando la defensa inmunológica de la mucosa gástrica.
Formas de aplicación
• Agua ozonizada.
• Aceite ozonizado.
• Autohemoterapia menor.
• Administración de una mezcla de ozono y oxígeno en puntos biológicamente
activos.
Pauta terapéutica
El tratamiento incluye la toma diaria de agua ozonizada (100-150 ml) 1 a 3 veces al día,
30-40 min después de las comidas, y de aceite ozonizado de 400 IP 3 veces al día, 15 min
después de tomar el agua ozonizada. En los primeros dos días, se tomará una cucharadita
de té (~5 ml); si la tolerancia es buena, se aumentará la dosis poco a poco hasta una cucha-
rada sopera (~20 ml), durante 2-3 semanas.
En la autohemoterapia menor, se realizan 3 sesiones diarias, 3 sesiones en días alternos,
y las restantes, 2 veces a la semana, en un total de 8-10 sesiones.
La punción en puntos biológicamente activos con mezcla de ozono y oxígeno se realiza
según la práctica establecida.
Formas de aplicación
• Agua ozonizada.
• Aceite ozonizado.
• Autohemoterapia menor.
• Insuflaciones rectales con una mezcla de ozono y oxígeno.
Pauta terapéutica
Toma diaria de agua ozonizada (200 ml), 10 μg/ml 1 a 3 veces al día, 30-40 min después
de las comidas, y de aceite ozonizado, 3 veces al día, 15-20 min después de tomar el agua
ozonizada (los primeros dos días, se tomará una cucharadita de té; si la tolerancia es buena,
se aumentará la dosis poco a poco hasta una cucharada sopera, 2-3 veces al día, durante
3-4 semanas).
La autohemoterapia menor y las insuflaciones rectales con mezcla de ozono y oxígeno
se realizan en días alternos, intercambiándolas: 6 sesiones, y después 2 veces a la semana;
en total, 8-12 sesiones. La punción de los puntos de acupuntura con mezcla de ozono y
oxígeno se realiza según el procedimiento establecido.
Se aplicó la ozonoterapia, como método independiente de tratamiento, a 101 pacien-
tes con gastritis crónica, cuyos diagnósticos se habían confirmado, en todos los casos, por
endoscopia y por estudio histológico. Los resultados que se obtuvieron atestiguan la alta
efectividad del método en este tipo de patología. En la figura 9-1, se representan las varia-
ciones de los síndromes fundamentales de gastritis crónica antes y después del tratamiento,
que demuestran la dinámica positiva de las manifestaciones clínicas de la enfermedad.
Los resultados clínicos fueron confirmados mediante exploraciones endoscópicas, en
las que, después del tratamiento, se detectó la disminución o la desaparición de los signos
de inflamación, hiperemia y edema de la mucosa gástrica. Los resultados fueron valorados
como mejoría significativa en el 57 % de los pacientes, y como mejoría en el 40 %. En el 3 %
de los casos los resultados se consideraron aceptables.
85%
82%
78%
21%
21% 21%
Pauta terapéutica
El agua ozonizada y el aceite ozonizado se emplean del mismo modo que en la gastritis
crónica.
El tratamiento comienza con insuflaciones rectales de una mezcla de ozono y oxígeno
cada dos días, alternándolas con sesiones de AHTMn (5-6 sesiones). Posteriormente, se
realizan los mismos procedimientos 2 veces a la semana. Ante la imposibilidad de aplicar
las insuflaciones rectales, éstas se sustituyen por la administración intravenosa de una so-
lución fisiológica ozonizada; en total, 12-15 sesiones en días alternos, o 6-8 sesiones de
AHTM 2 veces a la semana.
La infiltración en puntos paravertebrales en los niveles T6-T9 y T11-T12 con una mez-
cla de ozono y oxígeno se realiza en días alternos, en un total de 5-8 sesiones.
Formas de aplicación
• Agua ozonizada.
• Aceite ozonizado.
• Autohemoterapia menor.
• Administración intravenosa de solución fisiológica ozonizada.
• Insuflaciones rectales con una mezcla de ozono y oxígeno.
• Administración de una mezcla de ozono y oxígeno en los puntos biológicamente
activos.
Pauta terapéutica
El agua ozonizada y el aceite ozonizado se emplean del mismo modo que en la gastritis
crónica.
El tratamiento se inicia con AHTMn en días alternos, y luego 2 veces a la semana, en un
total de 8-10 sesiones.
La administración intravenosa de solución fisiológica ozonizada o las insuflaciones rec-
tales con una mezcla de ozono y oxígeno se alternan con la AHTMn.
La administración intravenosa de solución fisiológica ozonizada y la AHTMn pueden
ser sustituidas por 8-10 sesiones de AHTM, al principio en días alternos, y a continuación,
dos veces a la semana.
se repiten al cabo de 2-3 días. En los descansos, se aplican sesiones de ozonoterapia que
consisten en la administración, a través de la sonda, de la mezcla de ozono y oxígeno hasta
la aparición del malestar subjetivo.
Con este tipo de tratamiento, el dolor y otros síntomas desaparecieron durante los dos
primeros días, la frecuencia de aparición de HP se redujo del 92 % al 3,8 % y la epitelización
de la úlcera se observó en 23 de los 37 enfermos (Asadullaev, 2000). La utilización combi-
nada de la endoscopia curativa, que usa el empaste del defecto ulceroso con una masa de
antibiótico y pegamento, y la ventilación con una mezcla de ozono y oxígeno permitió la
resolución del proceso inflamatorio, la epitelización del defecto ulceroso y la formación de
una delicada cicatriz que no produjo deformación gástrica ni duodenal en la región de la
úlcera.
La administración intragástrica del aceite ozonizado durante la esofagogastroduode-
noscopia para el tratamiento, sin antibacterianos, de 412 pacientes con enfermedad ulce-
rosa fue empleada por Chernejovskaia y cols. (2003,2004). Según sus resultados, la utili-
zación del aceite ozonizado en el tratamiento múltiple de estos enfermos no sólo acelera la
cicatrización del defecto ulceroso y elimina los síntomas de la enfermedad, sino que tam-
bién constituye un medio profiláctico para las recidivas. En el 90,2 % de los pacientes, la
remisión se retrasó más de 5 años. Desapareció la necesidad del uso de antibióticos, lo que
redujo significativamente el coste del tratamiento.
El análisis de la eficacia económica de la ozonoterapia fue realizado por Karataev en
la tesis doctoral Ozonoterapia de enfermedades causadas por bacterias helicoidales (Moscú,
2001). Karataev trató a 570 pacientes, 107 de ellos con gastritis crónica, 95 con enferme-
dad ulcerosa gástrica y 400 con enfermedad ulcerosa duodenal, y aplicó ozonoterapia en
forma de administración intravenosa de solución fisiológica ozonizada, ingesta de agua
ozonizada y de aceite ozonizado a 287 pacientes.
Se demostró que la inclusión de la ozonoterapia en el esquema terapéutico fue más
eficaz tanto desde el punto de vista clínico como desde el punto de vista económico. El
esquema terapéutico frente a las bacterias helicoidales más costoso con aplicación de la
ozonoterapia costó 936,5 rublos. Al mismo tiempo, los esquemas terapéuticos habituales
contra las bacterias helicoidales, recomendados por grupos europeos y rusos, para el estu-
dio de Helicobacter pylori cuestan 1.668 a 4.422 rublos, es decir, son 2-5 veces más costosos
que los esquemas que emplean la ozonoterapia.
De esta forma, la ozonoterapia permite abaratar el coste del tratamiento de enfermeda-
des difundidas, como la gastritis crónica, la enfermedad ulcerosa gástrica y duodenal, unas
2-5 veces, sin perder efectividad clínica.
Tal como señalaron Vorobeva y cols. (2007), es importante considerar que la ozono-
terapia produce un número significativamente menor de efectos secundarios que el trata-
miento habitual de erradicación. La tabla 9-1, tomada del trabajo de estos autores, demues-
tra esa afirmación.
La duración de los resultados de la ozonoterapia en los pacientes con enfermedad ul-
cerosa duodenal fue analizada por Karataev y cols. (1998). Este investigador mantuvo 290
enfermos en observación durante 4 años. En los casos en los que se administró ozonotera-
pia junto con los preparados de bismuto y medios antisecretores, las recidivas de la enfer-
Tabla 9-1. Comparación de los porcentajes de aparición de efectos secundarios con el tratamiento
habitual y la ozonoterapia en el tratamiento de la gastritis ulcerosa.
Erupción, urticaria 12 No
Náuseas 29 12,5
Vómitos 8 5,5
Diarrea 25 No
Estreñimiento 44 14,1
medad fueron 5 veces menos frecuentes que en los enfermos que recibieron el tratamiento
tradicional.
Rango: bajo-medio-alto
Se completarán 15 sesiones.
Primera 15 5 0,075
Segunda 20 5 0,10
Tercera 30 5 0,15
Cuarta 35 5 0,175
Quinta 45 5 0,225
Se completarán 15 sesiones.
Vía rectal
de la mucosa y del sistema nervioso por una u otra influencia patológica desemboca en la
aparición de una disbacteriosis. En el interior del intestino aumenta la cantidad de bacte-
rias cuyo número normalmente es limitado (estafilococos patógenos, estreptococos hemo-
líticos y Proteus) y disminuye la cantidad de las bacterias que predominan en el intestino
normal, es decir, las bacterias bífidas y las lactobacterias. La disbacterosis modifica la res-
puesta local a los antígenos bacterianos, las proteínas y los polisacáridos de la alimentación.
La microflora que se encuentra en el intestino grueso, y cuya composición es cambiante,
asciende al intestino delgado, por lo que se alteran los procesos de la digestión. Empiezan
a predominar los procesos de fermentación y putrefacción, por lo que puede producirse
una sensibilización del organismo a la propia microflora. Se altera la función motora del
intestino grueso, y se afecta la regeneración de las células epiteliales, lo que determina la
progresión de la enfermedad.
La patogenia de las manifestaciones clínicas de la colitis crónica viene determinada,
no tanto por la naturaleza de los factores etiológicos, como por el carácter y el grado de
expresión de los trastornos funcionales del intestino grueso, y también por la localización
y el grado de los cambios inflamatorios-distróficos en la mucosa.
Los síntomas principales de la colitis crónica son el dolor gástrico y los trastornos en la
defecación. Con frecuencia, existe dolor sordo en las secciones inferiores y costales del es-
tómago, que se intensifica después de las comidas y disminuye después de la expulsión de
los gases. Los trastornos en la defecación suelen caracterizarse por la alternancia de diarrea
y estreñimiento. Se detecta inflamación gástrica, expulsión violenta de los gases, náuseas,
eructos y sabor desagradable en la boca. Los trastornos vegetativos manifiestos, la distonía
vascular, y los síndromes depresivos, de ansiedad e hipocondríacos forman parte de los
síntomas de la enfermedad.
La ozonoterapia, como medio de tratamiento de la colitis crónica no ulcerosa, ocupa un
lugar especial por dos motivos: en primer lugar, la utilización del método de insuflaciones
rectales con mezclas de ozono y oxígeno produce tanto una acción antiinflamatoria como
una acción colateral general (antihipóxica, inmunomoduladora y otras), que determina
una rápida absorción de gas en la sangre. En segundo lugar, la colitis crónica se acompaña
frecuentemente de disbacteriosis, y la ventaja del ozono frente los medicamentos antibac-
terianos (antibióticos, sulfanilamida y otros) es indiscutible, ya que el primero no produce
efectos nocivos sobre la microflora intestinal (Knoj y Klug, 1990).
Según los resultados de Rilling (1985), con la aplicación rectal local el ozono traspasa
las barreras creadas por la inflamación, ya que las moléculas de ozono gaseoso son muy
móviles y se fijan fácilmente a la mucosa. El ozono interviene en el proceso infeccioso, pues
evita la agresión, actúa sobre los microorganismos patógenos, altera la integridad de sus
envolturas y penetra en su interior, evitando así su multiplicación.
Además, el ozono activa las defensas, fortalece la fagocitosis, mejora la circulación san-
guínea local e influye sobre la palanca de la inmunidad humoral. Todo ello conduce al res-
tablecimiento de la homeostasis, a la posterior normalización del equilibrio microbiano y
a la eliminación de los fenómenos inflamatorios.
En la colitis crónica, es particularmente importante que durante la ozonoterapia no
se desarrolle resistencia al método, lo que en este caso lo define como medio efectivo de
Formas de aplicación
• Insuflaciones rectales.
• Autohemoterapia menor.
• Administración de una mezcla de ozono y oxígeno en puntos biológicamente activos.
• Administración oral de microflora intestinal microencapsulada.
Pauta terapéutica
Ante el agravamiento de la enfermedad, las insuflaciones rectales con mezcla gaseosa se
realizan en las dos primeras semanas a días alternos, con dosis de 100 μg de ozono por kg
de peso del enfermo; a continuación, 2 veces por semana con dosis de 75 μg/kg. En total,
10-15 administraciones.
La AHTMn se realiza 2 veces por semana, con un total de 4-6 inyecciones.
La infiltración con la mezcla de ozono y oxígeno en puntos paravertebrales de acupun-
tura, a nivel de T10-L5, se realiza diariamente o en días alternos, en un total de 5-7 sesiones.
La punción con mezcla de ozono y oxígeno se realiza según el procedimiento aceptado
generalmente.
En colitis de diferentes etiologías, Maksimov y cols. (1998) recomiendan la aplicación
de ozono gaseoso intraintestinal, 200-500 ml con una concentración de hasta 60 μg/l (esta
concentración sólo debe aplicarse en caso de rectorragia).
En el libro del Centro Ruso de Medicina de Rehabilitación y de Balnearios (2000), se
recomiendan las insuflaciones rectales de una mezcla de ozono y oxígeno, con una con-
centración de ozono de 10-40 μg/l y un volumen de 50-300 ml, en el tratamiento de en-
fermedades inflamatorias intestinales. Si existe atonía intestinal, se considera conveniente
emplear concentraciones bajas de ozono; en estados espasmódicos, se usarán concentra-
ciones más elevadas. En la tabla 9-2, se presentan las recomendaciones de Vieban-Haensler
(1999) sobre el tratamiento de las enfermedades intestinales.
Realizando el análisis de los resultados del tratamiento de la proctitis, Knoch y Klug
(1995) llegaron a la conclusión de que la ozonoterapia es más eficaz en los enfermos con
estadios iniciales de la enfermedad. Se obtuvieron buenos resultados en el 80,5 % de los
248 pacientes con 1.er estadio de la enfermedad. En la mayoría, fue suficiente con un ciclo
Tabla 9-2. Recomendaciones para el tratamiento con ozono de la colitis y la proctitis según
Vieban-Haensler (1999).
Al principio
Colitis 60-100 3.000-5.000 50 diariamente, después
1-2 veces por semana
1-2 sesiones
Proctitis 1er estadio 10-40 3.000-12.000 300
2-3 veces por semana
Las consideraciones generales sobre las afecciones hepáticas de naturaleza vírica son
las siguientes:
Formas de aplicación
• Insuflaciones rectales con una mezcla de ozono y oxígeno.
• Autohemoterapia menor.
• Autohemoterapia mayor.
• Administración intravenosa de solución fisiológica ozonizada.
Pauta terapéutica
La ozonoterapia puede aplicarse tanto con medicamentos como independientemente, en
forma de monoterapia.
Si no existe una situación de gravedad, se utilizan con frecuencia las insuflaciones rec-
tales (con dosis de ozono de 75 μg/kg de peso del paciente) junto con la AHTMn. En la
hepatitis crónica, las insuflaciones rectales se realizan a días alternos durante las dos pri-
meras semanas y, a continuación, dos veces por semana; en total, 20-30 insuflaciones. La
AHTMn se aplica 2 veces a la semana.
La preferencia por las insuflaciones rectales está relacionada con los resultados de
Knoch (1987,1988), según los cuales la administración de la mezcla de ozono y oxígeno
por vía rectal tiene un significado particular en el tratamiento de diferentes formas de la
hepatitis, ya que, debido a la rápida absorción del gas, se observa una elevación, igual-
mente rápida, de la presión parcial del oxígeno en la vena porta, es decir, se proporciona
una vía corta para la llegada del oxígeno al hígado, lo que a su vez permite la eficacia del
tratamiento.
Las insuflaciones rectales pueden sustituirse por la administración intravenosa de una
solución fisiológica ozonizada (la brevedad de la introducción es similar) o por la AHTM.
Si la afección es grave, se da preferencia a la AHTM o a la administración intravenosa de
una solución fisiológica ozonizada.
Autohemoterapia mayor
Si el proceso se agrava, se realizan 5-8 sesiones diarias, con dosis elevadas (6-8 mg); a con-
tinuación, se administra 2-3 veces por semana hasta el cese de la gravedad, después de lo
cual se disminuye la dosis de ozono hasta 1-1,5 mg.
Las administraciones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada (con una con-
centración de ozono de 2 µg/ml a la salida del ozonizador) se realizan diariamente durante
10-12 días y, a continuación, a días alternos hasta el cese de la gravedad. De ahí en adelante,
se realizarán 2 veces a la semana.
Ante el empeoramiento de la enfermedad, las insuflaciones rectales (con dosis de ozo-
no de 100 μg/kg de peso del paciente) se realizan diariamente hasta el cese de la gravedad,
y más adelante mediante un programa análogo al empleado cuando no existe agravamiento
de la enfermedad.
En el proceso de curación, es posible alternar las sesiones de AHTM con la administra-
ción intravenosa de una solución fisiológica ozonizada y con las insuflaciones rectales con
una mezcla de ozono y oxígeno (Aleksandrov y Mingalev, 2004).
La duración del tratamiento es de 3-6 meses.
Dorstewtz (1989) aplicó las insuflaciones rectales con mezcla de ozono y oxígeno como
alternativa a la AHTM. En las primeras dos semanas, se aplicaron diariamente, y luego
con intervalos de uno o varios días. Se emplearon concentraciones de ozono de 30-60 μg
en 1 ml de mezcla gaseosa. En los niños pequeños, la cantidad de gas fue de 20-50 ml; en
los niños mayores, de 50-100 ml, y en los adultos, de 100-300 ml.
Como método independiente, Betancourt y cols. (1997) emplearon las insuflaciones
rectales (con un promedio de 15 sesiones y una dosis de ozono de 10 μg) en 40 enfermos
afectados de hepatitis A, B y C. Los autores documentaron la desaparición de las manifes-
taciones clínicas en todos los enfermos. Según sus resultados, los síntomas de la enferme-
dad desaparecieron 10 días antes que con los métodos tradicionales de curación.
Yakovlev y cols. (2000) realizaron un estudio comparativo de la eficacia de la insufla-
ción rectal y la administración intravenosa de una solución fisiológica ozonizada en enfer-
mos con hepatitis vírica aguda. Según sus resultados, la administración intravenosa de una
solución fisiológica ozonizada produjo una acción desintoxicante más intensa, y su utiliza-
ción es recomendable en los casos más agudos de intoxicaciones endógenas.
Las insuflaciones rectales pueden emplearse en enfermos con hepatitis vírica de evolu-
ción compensada; además de ser bastante efectivas, destacan por la sencillez de su aplica-
ción y su escaso coste.
Maksimov y cols. (1998) consideran que la autohemoterapia mayor es un método fun-
damental de tratamiento para las hepatitis crónicas, que puede alternarse con las insufla-
ciones rectales y la administración intravenosa de soluciones fisiológicas ozonizadas. En
casos graves de hepatitis crónica, Balcany (1989) empleó el siguiente esquema de apli-
cación de la AHTM: comenzó el tratamiento con dosis elevadas de ozono (8.000 μg) y,
después de 8 sesiones, disminuyó paulatinamente la dosis hasta 1.500 μg. Como control,
empleó los indicadores de las transaminasas. Dorstewitz (1981) recomienda su procedi-
miento para la aplicación de la AHTM en casos graves de hepatitis crónica: El primer día se
realiza una «prueba de tolerancia» con dosis de 1.000 μg. A partir de ahí, de eleva cada día
la dosis de ozono hasta 9.000 μg, y después las sesiones se realizan en días alternos. A partir
del momento en que mejoran los indicadores clínicos y analíticos, la cantidad de ozono
se disminuye hasta 4.000-6.000 μg. En total, se aplican unas 15 sesiones. En los descansos
entre los períodos de agravamiento, se prescriben ciclos, 2-3 veces al año, de 10-15 sesiones
a días alternos con dosis de ozono de 3.000-6.000 μg.
La influencia positiva del ozono se manifiesta por la mejoría de los síntomas clínicos y
los datos analíticos. Durante el tratamiento, desaparece la debilidad, aumenta la capacidad
de trabajo, se restablece el sueño, desaparecen la sensación de peso y el dolor en la zona
subcostal, y disminuye o desaparece el síndrome hemorrágico. Se normalizan los indicado-
res de las transaminasas y la bilirrubina, y mejoran los datos inmunológicos (Komshaliuk y
cols. 1998; Nedogoda y cols., 1998; Sviridenko y cols., 2003; Galeeva, 2007).
En el trabajo de Shajov y cols., (1998) se señala la gran eficacia de la ozonoterapia en
el tratamiento de 30 pacientes con hepatopatías crónicas graves. Dos grupos iguales de
pacientes, el experimental y el de control, recibieron el mismo tratamiento múltiple con
preparados a base de lipotropina, hepatoprotectores y vitaminas. El grupo experimental
recibió, además, 3 a 5 sesiones de autohemoterapia mayor con sangre ozonizada. Durante
el tratamiento, se observó que, en los enfermos del grupo experimental, desaparecieron
más rápidamente el dolor y el síndrome asténico, y que el promedio de días encamados fue
de 22,1 ± 1,6, frente a 26,1 ± 1,5 en el grupo control. En el grupo experimental, la ALAT
disminuyó de 24,3 ± 3,8 UI/l a 12,3 ± 0,9 UI/l (en el grupo de control, de 25,5 ± 5,0 UI/l a
22,9 ± 4,0 UI/L); la ASAT disminuyó de 15,8 ± 2,0 UI/l a 11,6 ± 1,3 UI/I (en el grupo de
control, de 16,3 ± 1,9 UI/l solamente a 14,5 ± 1,1 UI/I). Es decir, la aplicación de la ozo-
noterapia en el tratamiento múltiple de las hepatopatías crónicas produjo una disminución
más rápida de la actividad del proceso inflamatorio.
Las células que ya han sido afectadas por los virus son menos resistentes a la acción de
los peróxidos, en comparación con las células sanas. Estas células debilitadas ante concen-
traciones elevadas de peróxidos son destruidas junto con los virus y se eliminan intensa-
mente. Este aspecto se señala en el trabajo de Bolcany (1989), donde el autor observó un
aumento del nivel de las transaminasas después de las primeras 2-3 sesiones de ozonotera-
pia, y lo relacionó con la descomposición de las células afectadas por el virus en el hígado.
La dinámica de los indicadores bioquímicos señalada anteriormente también se obser-
vó en algunos experimentos. En un ejemplo clínico: paciente de 24 años de edad, enfer-
mo desde noviembre del año 2000 y diagnosticado de hepatitis C crónica, con un índice
elevado de recidivas y empeoramiento. En noviembre-diciembre, recibió un tratamiento
tradicional en el hospital, que no logró resultados notables. Después de la estancia hospita-
laria, y en el momento de comenzar el tratamiento, el 11/03/2001, el enfermo presentaba
debilidad manifiesta, febrícula (37-37,5 °C), sensación de peso constante en el lado costal
derecho y artralgias. La ozonoterapia se aplicó de forma alternativa (5:1), con administra-
ción intravenosa mediante burbujeo de 200 ml de solución fisiológica ozonizada con una
concentración de ozono a la salida del ozonizador de 2,5 µg/ml y autohemoterapia mayor
con dosis de ozono de 9 mg. En las dos primeras semanas las sesiones se efectuaron diaria-
mente y, a continuación, durante un mes, 3 veces por semana. En los dos meses siguientes,
se aplicó dos veces por semana, y posteriormente, una vez por semana. La duración total
del tratamiento fue de 6 meses (fig. 9-2).
Una semana después del comienzo de la ozonoterapia, se observó una disminución
significativa de la debilidad y se normalizó la temperatura. Al cabo de dos semanas, des-
apareció la sensación de peso en la zona costal derecha, y al cabo de un mes, cesaron las
artralgias. A partir de ahí, el paciente no presentó más molestias.
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tisular: endotoxinas, moléculas de masa media y enzimas proteolíticas, que causan graves
cambios en la homeostasis del organismo. Aparece acidosis, se altera la circulación de la
sangre y las propiedades reológicas de ésta, con afectación de la hemodinámica de órganos
y tejidos que conduce a la insuficiencia multiorgánica. Se altera el intercambio de proteínas
y de electrólitos acuosos, se estimulan las reacciones de la OLP con participación de radi-
cales libres y se observan cambios del estado inmunológico en forma de un grave déficit
inmunitario secundario. Todo ello desemboca en la alteración de los mecanismos fisioló-
gicos de adaptación y compensación, con la posibilidad de aparición de cambios tóxicos-
anatomopatológicos irreversibles en órganos y tejidos, y un resultado letal (Struchkov y
cols., 1991).
Una complicación importante de la evolución de la peritonitis es la aparición del sín-
drome de insuficiencia intestinal, consistente en la alteración conjunta de las funciones
motoras, secretoras, digestivas y absorbentes del intestino delgado, que causa el trastorno
de la alimentación y agrava las alteraciones en los parámetros fundamentales de la homeos-
tasis.
La ausencia del peristaltismo intestinal en el periodo agudo de la peritonitis y su
reanudación en el periodo de mejoría se considera uno de los signos significativos para el
diagnóstico.
En el tratamiento de la peritonitis general, ante el denominado síndrome «de insufi-
ciencia intestinal», se utiliza la poderosa acción bactericida del ozono con respecto a los
microorganismos aeróbicos y anaeróbicos, y su capacidad para normalizar los procesos de
la OLP y la defensa antioxidante, así como de estimular la reparación del sistema inmuni-
tario y eliminar el efecto de la intoxicación.
El procedimiento de utilización de la ozonoterapia se presenta en publicaciones dedica-
das a este tema (Semenov y cols., 2000; Snigorenko, 2000, 2003; Efimenko, y Cherniajovs-
kaia, 2001). El esquema de tratamiento múltiple es particularmente efectivo.
Formas de aplicación
Preparación preoperatoria
Infusión intravenosa de 400 ml de solución fisiológica ozonizada o autohemoterapia mayor.
Pauta terapéutica
Preparación preoperatoria
La infusión intravenosa de 400 ml de solución fisiológica ozonizada con una concentra-
ción de ozono 1,5-2 µg/ml se incluye en la composición de la preparación prescrita.
Formas de aplicación
• Saneamiento transoperatorio de la cavidad abdominal mediante la solución fisioló-
gica ozonizada.
• Autohemoterapia menor.
• Autohemoterapia mayor.
• Infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada.
Pauta terapéutica
El saneamiento peroperatorio de la cavidad abdominal se realiza con 0,5-0,8 litros de so-
lución fisiológica ozonizada. El lavado de la cavidad abdominal se aplica sólo en la región
donde se produce el proceso inflamatorio y posteriormente se efectúa la aspiración cuida-
dosa de las aguas de lavado. Se coloca un tubo de drenaje con dos agujeros hacia el origen
de la peritonitis, introduciéndolo a través de un microcorte desde el exterior. La cavidad
abdominal se sutura hasta la aponeurosis, y se realiza una sutura provisional en la piel. En
los primeros días, se administran en la cavidad abdominal, a través del drenaje y 3 veces,
30-50 ml de solución fisiológica ozonizada con una concentración de 5-6 µg/ml; se deja
reposar durante 15-20 minutos, y posteriormente se extraen de la cavidad abdominal los
restos de la solución por acción de la gravedad o se aspiran con una jeringa.
Las infusiones intravenosas se realizan con 200 ml de solución fisiológica ozonizada
una vez al día durante dos días consecutivos y, a continuación, en días alternos, con un total
de 4-5 sesiones. La AHTMn se aplica en 2 sesiones en días alternos, y la AHTM, en 1-2
sesiones una vez a la semana.
Ante la aparición de signos de progresión de la peritonitis, se realizará una nueva lapa-
rotomía, se saneará de nuevo la cavidad abdominal, y se aplicará alguno de los métodos re-
comendados para el saneamiento peroperatorio y postoperatorio de la cavidad abdominal.
11.1. Ginecología
Las enfermedades inflamatorias de los órganos sexuales internos aparecen principalmente en
la juventud, en la edad reproductora, y ocupan un lugar primordial entre las patologías gine-
cológicas. Su frecuencia es del 60 % al 65 %, y los procesos inflamatorios de los anejos uteri-
nos se observan en el 64-80 % de los casos. No se percibe tendencia alguna hacia la disminu-
ción, sino que, en los últimos años, se aprecia una tendencia al aumento de antiguas formas
clínicas de inflamación, que se caracterizan por un curso prolongado y frecuentes recidivas.
Con frecuencia, los métodos tradicionales de tratamiento, la administración de antibió-
ticos, no son lo suficientemente efectivos, conducen a la cronicidad de la enfermedad y no
siempre evitan las recidivas. Así pues, las enfermedades inflamatorias crónicas de los anejos
uterinos causan esterilidad en el 80 % de las pacientes, producen trastornos menstruales en
el 40 %, y en el 60 % alteran las funciones sexuales, provocando embarazos extrauterinos
(Ivanov, 2004).
Se ha observado que en el ámbito de las enfermedades ginecológicas el uso de la ozo-
noterapia ha resultado extraordinariamente efectivo, aplicándose una amplia serie de sus
procedimientos.
157
clínica, casi nunca se encuentra la inflamación aislada de estas partes del aparato genital, ya
que todas están enlazadas, con un objetivo funcional único.
Las enfermedades inflamatorias de los órganos pélvicos están causadas por gonococos,
clamidias, estreptococos, micoplasmas, bacilos intestinales, enterococos, proteus y bacte-
roides. Ante esta patología, la ozonoterapia se emplea como componente de un tratamien-
to antiinflamatorio múltiple.
Formas de aplicación
• Insuflaciones rectales de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Autohemoterapia mayor.
• Autohemoterapia menor.
• Irrigación intrauterina con agua destilada ozonizada.
• Insuflación intrauterina con ozono gaseoso.
• Irrigación uretral con agua ozonizada.
• Insuflación uretrovesical con ozono gaseoso.
• Infusión intravenosa de una solución fisiológica ozonizada.
Pauta terapéutica
En el contexto del tratamiento antibacteriano, se prescriben infusiones intravenosas de una
solución fisiológica ozonizada o insuflaciones rectales de una mezcla de ozono y oxígeno,
o se realiza autohemoterapia mayor.
Las insuflaciones rectales de la mezcla de ozono y oxígeno constituyen el método te-
rapéutico preferido, y se realizan por el procedimiento establecido, calculando 75 μg de
ozono por kg de peso del paciente. El volumen de gas administrado es de 100 ml a 300 ml,
y la concentración de ozono es de 10-40 µg/ml. Las insuflaciones rectales se alternan con
la autohemoterapia menor y mayor.
Las infusiones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada se realizan diaria-
mente, con 200-400 ml, durante 8-10 días.
La autohemoterapia mayor se realiza 2-3 veces por semana, con un total de 6-8 sesio-
nes.
Para garantizar el contacto pleno con el foco inflamatorio y descartar la afección en la
mucosa ante una endometritis aguda después del parto o de un aborto, se usa con fines
curativos la irrigación intrauterina con 400 ml de agua destilada ozonizada con una con-
centración de ozono de 4-5 µg/ml. Después de obtener el agua destilada ozonizada, se
introduce en la cavidad uterina en forma de una suspensión finamente dispersa a través
del catéter de doble vía PVX, que asegura al mismo tiempo el drenaje de las aguas de
lavado. El procedimiento se realiza 1 vez al día; en total, 1-3 veces (Grechkanev y cols.,
2000).
Junto con el tratamiento antiinflamatorio básico, este saneamiento de la cavidad uterina
evita la generalización del proceso inflamatorio, acorta los plazos del tratamiento y permite
prescindir de costosos preparados para la diálisis.
Observaciones
• Las hemorragias abundantes son una contraindicación para la ozonoterapia; las se-
creciones sanguinolentas y la propensión a las hemorragias exigen un control más
estricto.
• Al realizar el tratamiento quirúrgico por el procedimiento expuesto, la ozonoterapia
puede utilizarse en el transcurso de la rehabilitación.
• La aplicación de la ozonoterapia permite reducir la utilización de los fármacos que
producen acción desintoxicante, reológica, antioxidante, de corrección inmunológi-
ca, analgésica y sedante.
Ivanov (2004) realizó un estudio comparativo de dos grupos de mujeres en edad re-
productora con anexitis, uno de los cuales recibió ozonoterapia mientras que el otro fue
tratado con el método tradicional. En las enfermas del grupo basal, se aplicó la ozonotera-
pia según el siguiente esquema: autohemoterapia con dosis de ozono de 2 mg, dos veces
a la semana y un total de 7-10 sesiones, o infusión de solución fisiológica ozonizada con
concentración de ozono de 3-4 µg/ml o insuflación rectal de una mezcla de ozono y oxí-
geno con una concentración de ozono de 40 µg/ml y un volumen de 200-250 ml en días
alternos, alternando con la autohemoterapia menor. Paralelamente, y a diario, se saneó la
vagina y el canal cervical con agua bidestilada ozonizada, y se colocaron tampones con
aceite ozonizado durante 10 días.
En las enfermas del segundo grupo, se utilizó el tratamiento tradicional: antiinflamato-
rios, antibióticos, fármacos para la corrección inmunológica, vitaminas y supositorios vagi-
nales antibacterianos. En las pacientes del grupo basal, se observó la desaparición más rá-
pida y estable de los síntomas clínicos. La secreción patológica desde los órganos sexuales
desapareció en 5-6 días (en el grupo de comparación, al cabo de 9-10 días). En el estudio
dinámico, se observó una mejoría significativa de los indicadores de la inmunidad celular
y la fagocitosis, en forma del aumento del número de linfocitos T (T colaboradores, T su-
presores), y la disminución del índice y el número de fagocitosis. Al final del tratamiento,
se aproximaron a los indicadores propios de las personas sanas.
El efecto en las pacientes tratadas con ozonoterapia fue más duradero. Después de tres
meses, se registraron recidivas de la inflamación en el 8 % de las pacientes del grupo basal y
en el 32 % de las pertenecientes al grupo de comparación.
Debe señalarse que durante la aplicación de ozonoterapia a 41 mujeres con enferme-
dades inflamatorias crónicas del aparato genital, realizada por Bikov y cols. (1998), fue
necesario atajar el empeoramiento del proceso inflamatorio en el 58 % de los casos des-
pués de las primeras 2-4 sesiones, pero después de 7-8 sesiones cesaron todos los signos de
gravedad. En el 38 % de los casos, se logró alcanzar la desaparición completa de clamidias
en los análisis y siembras, al emplear únicamente la ozonoterapia. En los casos restantes,
la adición de antibióticos al tratamiento permitió alcanzar la erradicación completa de las
clamidias en el 92 % de los casos.
La inclusión de la ozonoterapia en el tratamiento múltiple de las pacientes con salpin-
goovaritis permitió a Luchkov y cols. (2004) lograr cambios positivos más evidentes en el
estado de ánimo general, en la hemodinámica de los órganos de la pelvis y en la normaliza-
Formas de aplicación
• Irrigación vaginal con solución fisiológica ozonizada o con agua bidestilada ozo-
nizada.
• Aplicaciones con aceite ozonizado.
• Insuflación vaginal de una mezcla de ozono y oxígeno con un insuflador vaginal es-
pecialmente diseñado para estos fines (VIN-100) (fig. 11-1).
Generador de O3
Destructor
Pauta terapéutica
Las irrigaciones vaginales con una solución fisiológica ozonizada o con agua bidestilada
ozonizada con una concentración de ozono de hasta 6-10 µg/ml se realizan diariamente
(con un total de 10-15 sesiones) y se combinan con las aplicaciones de aceite ozonizado
(1-2 veces al día).
Estos procedimientos pueden ser sustituidos o ir acompañados por la insuflación vagi-
nal con una mezcla de ozono y oxígeno, que se realiza diariamente, durante 10-15 días, y
mediante el siguiente procedimiento: la mezcla de ozono y oxígeno con una concentración
de ozono de 10-20 µg/ml se introduce en la vagina, que se ha humedecido previamente
con agua destilada, a una velocidad de flujo de 100 a 200 ml/min durante 5-10 min, con
ayuda de un dispositivo especial VIN-100, que garantiza la mejor distribución del gas por
el epitelio vaginal, sin pérdida de ozono al exterior, permitiendo al ginecólogo trabajar de
una forma segura (Dra. Adriana Schwartz, comunicación personal).
Según los hallazgos, los procedimientos locales pueden combinarse con procedimien-
tos de acción general: infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada, insuflacio-
nes rectales de una mezcla de ozono y oxígeno, autohemoterapia mayor o menor.
Grechkanev y Kachalina (2003), y A. Schwartz (2010) demostraron que el empleo de
este procedimiento en el tratamiento de las enfermedades inflamatorias del tracto inferior
de los órganos sexuales proporciona ventajas evidentes con respecto a los métodos tradi-
cionales. En 150 enfermas que presentaban vulvitis inespecífica, vulvovaginitis recurrente
debida a Candida albicans y vaginosis bacteriana, se observó, aparte del efecto clínico be-
neficioso, la mejoría de la inmunidad local de la vagina, con el crecimiento significativo de
lisozimas en la secreción vaginal (con un 85 % de curación) y de IgA. En el grupo de com-
paración, la actividad de las lisozimas y el contenido de IgA disminuyeron, y se observó una
intensificación de la disbiosis (A. Schwartz, presentación en la Real Academia de Medicina
de España, junio 2010).
Los resultados comparativos de la investigación bacteriológica después de la insufla-
ción vaginal con una mezcla de ozono y oxígeno demuestran la disminución de la cantidad
de Staphylococcus epidermidis (73 veces) y de la población de E. coli (44 veces). En el grupo
de comparación, en el que el tratamiento se realizó con soluciones antisépticas, la disminu-
ción del número de estos microorganismos fue de 2 y 8 veces, respectivamente.
Después de las insuflaciones vaginales con la mezcla de ozono y oxígeno, la coloniza-
ción del epitelio vaginal por lactobacterias aumentó 83 veces, mientras que, por la acción
de los antisépticos, el contenido de lactobacterias disminuyó 9,7 veces. Se observó también
una disminución de la resistencia antibiótica.
Gureva (2003) utilizó aplicaciones de aceite ozonizado junto con la infusión intraveno-
sa de solución fisiológica ozonizada en pacientes gestantes con vaginosis bacteriana, vagi-
nosis por Candida, vaginitis inespecífica y disbiosis. Se documentó un mayor crecimiento
de la microflora de lactobacilos (3,1 veces) en las pacientes con vaginosis bacteriana y (1,6
veces) en las mujeres con vaginitis inespecífica, en comparación con el tratamiento habi-
tual. En el contenido vaginal, la concentración de IgA aumentó un 50 % en las pacientes
con vaginosis bacteriana, y un 33,3 % en las que presentaban vaginitis inespecífica, mien-
Formas de aplicación
Aplicación de aceite ozonizado de 400 a 600 IP.
Pauta terapéutica
En la superficie afectada, se realiza diariamente, durante 10-15 días, una aplicación de acei-
te vegetal ozonizado con un índice de peroxidación de 400- 600- 800 o una concentración
de 10-20 µg/ml.
Observaciones
La ozonización de 100 ml de aceite se efectúa mediante el burbujeo de una mezcla de ozo-
no y oxígeno con una concentración de ozono de 10 µg/ml durante 20 minutos. El aceite
ozonizado, que produce un contacto adecuado y de larga duración con la porción afec-
tada de la piel, normaliza el estado trófico de los tejidos, y evita o elimina las afecciones
inflamatorias.
Grechkanev (2001) observó durante 1,5 años a tres grupos, de 20 pacientes cada uno,
con craurosis vulvar, que recibieron aplicaciones con aceite de oliva ozonizado, tratamien-
to láser o pomada con glucocorticoides. En el grupo de pacientes tratadas con ozonotera-
pia, no se produjeron recidivas en el 80 % de los casos, y en el 15 % las recidivas aparecieron
una sola vez. Con el uso del tratamiento láser, se produjeron recidivas repetidas en el 50 %
de los casos. En las pacientes tratadas con pomadas que contenían glucocorticoides, las
recidivas se presentaron hasta 6-7 veces durante el tiempo de observación. Esto permitió al
autor llegar a algunas conclusiones acerca de la gran eficacia del aceite de oliva ozonizado
en el tratamiento de la craurosis vulvar.
11.2. Obstetricia
El gran número de parejas estériles y de complicaciones en el embarazo que se observan en
la actualidad impulsa la búsqueda de nuevos y efectivos métodos de tratamiento. La apli-
cación de la ozonoterapia influye positivamente en la evolución clínica de estados como la
amenaza de aborto, la gestosis, la anemia de las embarazadas, la detención intrauterina del
desarrollo fetal y el riesgo de aparición de complicaciones del embarazo en casos de obesi-
dad. Todo ello se relaciona con las influencias de corrección inmunológica y antioxidantes
del ozono. La mejoría en el aporte de sangre, en la reología y la microcirculación posibilitan
la normalización de las funciones de producción de hormonas y el resultado favorable del
parto (Kuliakov y cols., 2001; Grichenko y cols., 2003; Gurianova y cols., 2007).
En las pacientes gestantes, no sólo es necesario emplear las influencias positivas del
ozono, sino también garantizar la máxima seguridad, tanto para la madre como para el feto.
Todo lo comentado sirve de base para aplicar dosis pequeñas de ozono en el tratamiento
múltiple para la corrección de complicaciones obstétricas.
Basándose en estudios experimentales sobre la influencia de diferentes concentraciones
de ozono en los parámetros de la OLP, la DAO y la teratogenia en presencia de diferentes
patologías obstétricas, se demostró que la concentración de ozono permisible en la solu-
ción fisiológica ozonizada se encuentra dentro de un intervalo de 400-800 μg/l. Observa-
ciones clínicas posteriores confirmaron que estas dosis son adecuadas para el tratamiento
de complicaciones durante el periodo de gestación (Kuliakov y cols., 2001; Grechkanev y
Kachalina, 2003).
En esta patología, es muy importante que el ozono, al influir en los eslabones funda-
mentales de la patogenia de las complicaciones del embarazo, permite reducir el volumen
de fármacos, al reducir la dosis de sedantes, reguladores inmunológicos, antioxidantes y
otros preparados famacológicos.
Teniendo en cuenta uno de los mecanismos fundamentales de acción, la mejoría en el
aporte de oxígeno, la ozonoterapia debe valorarse como medio óptimo de corrección del
estado de hipoxia del feto en el interior del útero. Ya después de 2-3 sesiones de ozonote-
rapia, en el 68 % de las mujeres con sufrimiento fetal se normalizó la actividad fetal, y se
fortaleció la circulación sanguínea en los vasos uteroplacentarios. El estado del 67,9 % de
las mujeres puérperas a las que se aplicó la ozonoterapia fue valorado con 7-10 puntos por
la escala de Apgar, mientras que entre las puérperas que recibieron el tratamiento conven-
cional, dicha valoración la obtuvo sólo el 12,5 % (Grichenko y cols., 2007).
Entre el gran número de causas de aborto, las más frecuentes son las infecciones uroge-
nitales y los trastornos neurohormonales. La primera causa es la predominante, lo que en
gran medida se relaciona con el desarrollo de los estados de inmunodeficiencia.
En las pacientes con amenaza de aborto, las observaciones sobre la influencia en la evo-
lución clínica, el estado de la hemostasia y el resultado del embarazo permitieron a Gre-
chkanev (1995) demostrar que la ozonoterapia proporciona una compleja acción norma-
lizadora sobre los eslabones fundamentales de esta patología.
Según los resultados de Boiko y cols. (2007), la inclusión de infusiones intravenosas
e instilaciones de solución fisiológica ozonizada en el programa terapéutico múltiple para
mujeres con intolerancia al embarazo posibilitó la disminución de la frecuencia de las pa-
tologías ginecológicas: reagudización de la anexitis crónica (p<0,001), ectopia del cuello
uterino (p<0,01) y trastornos de las funciones menstruales (p<0,001). Permitió, además,
un restablecimiento más completo de la salud reproductora (p<0,001), y condujo a una
evolución deseable del embarazo posterior (p<0,01), a la disminución de la frecuencia de
aparición de aborto temprano recurrente (p<0,001), de la tendencia a la intolerancia del
embarazo (p<0,001) y de la patología perinatal, así como al aumento del número de niños
saludables al nacer (p<0,001).
Formas de aplicación
• Autohemoterpia mayor.
• Insuflación rectal.
• Infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada.
Pauta terapéutica
Infusión diaria por goteo de 400 ml de solución con una concentración de ozono de 400-
800 μg/l en la mezcla de ozono y oxígeno a la salida del ozonizador, durante 5 días, o insu-
flacion rectal diaria, durante 15 días.
Si existen infecciones urogenitales, se sanea la vagina con agua bidestilada y se trata el
canal cervical insuflando la vagina con una mezcla de ozono y oxígeno (7-10 sesiones) con
una concentración de 10-20 µg/ml.
Observaciones
Al prescribir la ozonoterapia, se debe recordar que su uso está contraindicado cuando exis-
ten hemorragias genitales de cualquier intensidad y que sólo puede iniciarse tras el cese
definitivo de las mismas.
La ozonoterapia puede aplicarse en situaciones de amenaza de aborto, pero no al co-
mienzo del mismo, ya que la acción hipocoagulante del ozono en presencia de una hemo-
rragia causada por el desprendimiento parcial de la placenta puede aumentar la pérdida de
sangre.
La ozonoterapia es más eficaz al final del segundo trimestre del embarazo o al comien-
zo del tercero. Pueden excluirse los preparados con actividad antioxidante, entre ellos las
vitaminas y los métodos de corrección inmunológica.
Bovin (2003) observó que la ozonoterapia producía una mejoría en la circulación san-
guínea fetal-uterina-placentaria en pacientes gestantes con amenaza de aborto.
La inclusión de la ozonoterapia en el tratamiento múltiple para las mujeres inmediata-
mente después de la amenaza de aborto permitió disminuir las complicaciones purulento-
sépticas tanto inmediatamente después del aborto como más adelante, así como restable-
cer con mayor rapidez de la salud reproductora de estas pacientes (Boiko y cols., 2003).
Ivanov y Luchkov (2004) aplicaron la ozonoterapia a dos grupos de mujeres con in-
fecciones del aparato genital inferior y amenaza de aborto. Comenzando desde la semana
16 de gestación, el grupo basal (60 pacientes) fue tratado con ozonoterapia y el grupo de
control (40 pacientes) recibió el tratamiento convencional. Sin considerar la amenaza de
aborto, las complicaciones fueron la insuficiencia fetoplacentaria, la hipoxia fetal intraute-
rina, la hiperemesis, la anemia y la gestosis.
Como resultado de la aplicación de la ozonoterapia, en el grupo basal se advirtió la
normalización de la microbiocenosis vaginal, y la insuficiencia fetoplacentaria disminuyó
del 45 % al 27 %. La frecuencia de partos prematuros disminuyó desde el 15 % al 3 %. En el
grupo basal se registró un número menor de complicaciones en el parto. La rotura de aguas
prematura se observó en el 70 % de los casos en el grupo de control y en el 2 % de los casos
en el grupo basal. En este último grupo, casi no se produjeron casos de niños con bajo peso
al nacer.
positiva del transcurso del embarazo y del parto, lo que se manifestó en la disminución de
la frecuencia de aparición de gestosis, partos prematuros, gestaciones postérmino, debili-
dad en el trabajo del parto y complicaciones en el mismo.
Formas de aplicación
Infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada.
Pauta terapéutica
Infusiones diarias por goteo de 400 ml de solución, con una concentración de ozono de
400 μg/l en la mezcla a la salida del ozonizador, durante 5 días.
11.2.3. Gestosis
La gestosis o toxicosis tardía de las gestantes es un síndrome de insuficiencia funcional
multiorgánica, cuyos síntomas fundamentales, edema, proteinuria e hipertensión, se resu-
men con la abreviatura EPH. La gestosis se produce por la falta de correspondencia entre
las posibilidades adaptativas del organismo de la madre para proporcionar adecuadamente
las necesidades del feto en desarrollo, y se desarrolla por la alteración de las capacidades de
perfusión y difusión de la placenta.
Una de las principales hipótesis acerca de la aparición de la gestosis es la inmunoló-
gica, es decir, la hiperreacción de la madre ante los antígenos del feto que se incorporan a
su torrente circulatorio. La formación y el depósito de complejos autoinmunitarios en la
placenta y en los riñones producen espasmo vascular, y aparece hipertensión. El espasmo
vascular y la hipertensión permiten la aparición de isquemia tisular, hipoxia y acumulación
de mucosácaridos, el refuerzo de la permeabilidad de las paredes capilares, el paso de pro-
teínas a los tejidos, trastornos en la presión osmótica y la aparición de edemas. Todo ello
causa la lesión de órganos vitales (riñones, hígado y encéfalo) y da lugar, en los casos graves,
a la aparición de convulsiones, coma y hemorragias intracerebrales.
En la gestosis, empeora progresivamente el flujo sanguíneo uteroplacentario, y aparece
isquemia y acidosis metabólica, lo que a su vez causa hipoxia intrauterina, que desemboca
en hipotrofia, amenaza de aborto e incluso la muerte del feto.
La aplicación de la ozonoterapia con concentraciones terapéuticas mínimas de ozono
a pacientes con gestosis permite el equilibrio dinámico de la OLP y de los procesos que
se producen en el sistema antioxidante, aumenta la capacidad para la deformación de los
eritrocitos, y mejora la microcirculación y el intercambio capilar. Se optimiza el régimen de
oxígeno y los procesos de intercambio, y se normaliza el metabolismo de los tejidos (Gre-
chkanev, 2001; Nagornaia y Mujtozhova, 2004).
Forma de aplicación
Infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada.
Pauta terapéutica
Infusiones diarias por goteo de 200 ml de solución fisiológica ozonizada, con una concen-
tración de ozono de 400-800 μg/l en la mezcla de ozono y oxígeno a la salida del ozoniza-
dor, durante 5 días.
El tratamiento es más eficaz en los casos de gestosis de gravedad leve y moderada.
Observaciones
Para obtener más información sobre las contraindicaciones de la ozonoterapia, se remite al
lector al apartado 11.2.1.
Puede suprimirse o disminuirse el uso de preparados con antioxidantes, desintoxican-
tes, sustancias para la corrección inmunológica, sedantes y sustancias con acción reológica.
Formas de aplicación
Infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada.
Pauta terapéutica
En el tratamiento antianémico múltiple, se realizan infusiones intravenosas de 200 ml de
solución fisiológica ozonizada, diariamente o en días alternos, con un total de 5-7 sesiones.
Se emplean concentraciones bajas de ozono: desde 400-600 μg/l de ozono en la mezcla de
ozono y oxígeno a la salida del ozonizador (Grechkanev, 1995; Grichenko y cols., 2003)
hasta 1,4-2,4 µg/ml (Zadorozhnaia, 2004).
Formas de aplicación
Infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada.
Pauta terapéutica
Kachalina y cols. (2003) emplean infusiones diarias de 200 ml de solución fisiológica ozo-
nizada durante 5-7 días, con bajas concentraciones de ozono (400 μg/l) en la mezcla de
ozono y oxígeno a la salida del ozonizador.
Zadorozhni (2004) emplea la solución fisiológica ozonizada con una concentración de
saturación de 3 µg/ml, administrándola en días alternos durante 8-10 días.
En el estudio comparativo de dos grupos (un total de 57 pacientes) con insuficiencia
placentaria crónica, uno de los cuales (25 pacientes) recibió ozonoterapia dentro del trata-
miento múltiple, Kachalina (2003) registró en todos ellos una alteración de la hemodiná-
mica en el sistema útero-placenta-feto antes del comienzo del tratamiento. Tras la pauta de
ozonoterapia, se observó una mejoría del flujo sanguíneo del sistema útero-placenta-feto
en el 84 % de los pacientes del grupo basal, y sólo en el 62,5 % de los pacientes del grupo
de control. En el mismo grupo basal, se observó también un desarrollo intrauterino fetal
mejor. En el análisis de los electrocardiogramas, se detectó una mejoría en todos los casos
menos en uno en el grupo basal, mientras que en el grupo de control la dinámica positiva
se documentó tan sólo en dos casos.
El curso del embarazo en el grupo basal se caracterizó también por mejores indicado-
res: se logró un efecto positivo en el tratamiento de la gestosis, con una frecuencia 1,7 ve-
ces mayor, bajo la acción de la ozonoterapia; la frecuencia de partos pretérmino fue 2,3
veces menor, en comparación con el grupo de control, y la frecuencia de cesáreas fue 2
veces menor en el grupo basal.
La masa corporal de los recién nacidos de pacientes tratadas con ozonoterapia fue,
como promedio, 220 g mayor. La frecuencia de trastornos en el desarrollo psicomotor y
neurológico en los primeros 18 meses de vida de los niños nacidos en el grupo de control
fue 2 veces mayor.
Formas de aplicación
Infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada.
Pauta terapéutica
Infusiones diarias por goteo de 200 ml de solución fisiológica ozonizada con una concen-
tración de ozono de 800 μg/l en la mezcla de ozono y oxígeno, durante 3-5 días, en el con-
texto de un tratamiento antibacteriano.
Después de la realización del tratamiento múltiple que incluye la aplicación de la ozo-
noterapia: en el 71,4 % de los casos de pacientes embarazadas con infestación intrauterina
del feto, se observó la normalización de los indicadores de la OLP y la DAO; en el 42,9 %,
se detectó la activación de la fagocitosis. En el 78,5 % de las gestantes con trastornos del
flujo sanguíneo uteroplacentario, se detectó una tendencia a la mejoría de los datos de la
ecografía Doppler (Kachalina y cols., 1998).
Según los resultados de Nikolaenko y cols. (2003), la inclusión de infusiones de solu-
ción fisiológica ozonizada en el tratamiento múltiple disminuye el riesgo de la infestación
intrauterina del feto en las pacientes gestantes con pielonefritis en un 19,2 %.
Observaciones
Es posible excluir la aplicación de medios de corrección inmunológica y de antioxidantes.
171
Formas de aplicación
• Insuflaciones rectales con una mezcla de ozono y oxígeno.
• Autohemoterapia mayor.
• Infusiones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada.
Pauta terapéutica
La ozonoterapia se realiza de forma independiente o junto con medicamentos, en forma
de infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada o de insuflaciones rectales con
mezcla de ozono y oxígeno o autohemoterapia mayor. Las dos primeras formas se aplican
diariamente o en días alternos, en un total de 8-10 sesiones. La autohemoterapia mayor se
realiza en días alternos o dos veces a la semana, en un total de 6-8 sesiones.
A modo de ejemplo, en la tabla 12-1 se presentan los datos del tratamiento administra-
do a 61 pacientes con encefalopatía, que demuestran la gran eficacia de la ozonoterapia.
Maksimov y cols. (1998) administraron ozonoterapia a 49 pacientes con enfermedad
cerebrovascular. Bajo la influencia de este tratamiento, se observó, además de la disminu-
ción de las manifestaciones clínicas de la enfermedad, una mejoría de los indicadores reoló-
1er estadio 30 26 2 2
2º estadio 26 16 5 5
3er estadio 5 5 - -
80,00%
64,30%
21,40%
14,30%
10,00% 10,00%
Episodio 1 Episodio 2
Así pues, todo lo expuesto anteriormente demuestra que las enfermedades que acom-
pañan a los trastornos de la circulación sanguínea provocados por aterosclerosis vascular
encefálica se tratan con éxito mediante la terapia con ozono y oxígeno, que actúa sobre
muchos eslabones patológicos fundamentales, y abre nuevos enfoques y posibilidades para
el tratamiento de esta patología.
Formas de aplicación
• Autohemoterapia mayor.
• Insuflación rectal.
• Infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada o insuflación rectal de una
mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia mayor.
• Administración subcutánea de una mezcla de ozono y oxígeno en puntos biológica-
mente activos.
Pauta terapéutica
La ozonoterapia puede aplicarse tanto de forma independiente como en combinación con
medicamentos.
Según los resultados de Brezitski y cols. (2003), desde las primeras infusiones de so-
lución fisiológica ozonizada se percibió en los pacientes una mejoría del estado, cesaron o
disminuyeron significativamente las cefaleas y las cardialgias, disminuyó la frecuencia y el
grado de manifestación de las crisis vegetativas, y mejoró el estado de ánimo. Las sensacio-
nes subjetivas ante la administración de la solución fisiológica ozonizada se manifestaron
por una ligera somnolencia, y por la sensación de «frescura y refrescamiento» en la cabeza
y de «ligereza» en todo el cuerpo.
En el trabajo de Shvarkov y Kuzmina (2007) se muestra la influencia correctora de la
ozonoterapia en el sistema nervioso vegetativo según el estudio de la variabilidad del ritmo
cardíaco en diferentes patologías neurológicas.
síntesis de prostaglandinas. Además de todo ello, la acción inmediata del ozono disminuye
el edema de los tejidos circundantes, mejora el metabolismo y activa las funciones tróficas,
disminuye la cantidad de compuestos no totalmente oxidados y eleva el umbral de exci-
tación de los receptores del dolor. La administración subcutánea de una mezcla de ozono
y oxígeno en las zonas que desencadenan el dolor, junto con la autohemoterapia menor,
las infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada y las insuflaciones rectales
de una mezcla de ozono y oxígeno garantizan unos resultados positivos del tratamiento
en la mayoría de los enfermos con osteocondrosis en diferentes secciones de la columna
vertebral.
Formas de aplicación
• Insuflación rectal de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Autohemoterapia menor.
• Infusión intravenosa de una solución fisiológica ozonizada.
• Administración paravertebral de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Administración de una mezcla de ozono y oxígeno en los puntos desencadenantes
o «gatillo».
• Administración subcutánea de una mezcla de ozono y oxígeno en puntos biológica-
mente activos.
Pauta terapéutica
Se realiza alternando dos tratamientos múltiples.
Se completarán 15 sesiones.
Primera 15 5 0,075
Segunda 20 5 0,10
Tercera 25 5 0,125
Cuarta 30 5 0,15
Quinta 40 5 0,2
Se completarán 15 sesiones.
Vía rectal
se realizó con sangre sin ozono y se les administró oxígeno puro por vía paravertebral. Al final
del tratamiento, se documentó un buen efecto terapéutico en el 59 % de los enfermos del gru-
po basal y en el 37 % de los enfermos del grupo de control. En los pacientes del grupo basal,
se observó una regresión más clara del síndrome de dolor, según los datos de la escala visual-
analógica (VES), y un alto grado de movimiento en la sección lumbar de la columna verte-
bral. Según los resultados de los estudios realizados por radiotermometría y por visualización
del calor, se documentó un aumento significativo de la profundidad de la temperatura en los
puntos paravertebrales desde el lado del dolor y una disminución de la asimetría térmica.
Buriak y cols. (2003) obtuvieron un buen efecto terapéutico con la administración in-
travenosa de solución fisiológica ozonizada y de inyecciones subcutáneas paravertebrales de
una mezcla de ozono y oxígeno en el 56 % de los enfermos con osteocondrosis. En el 6 % de
los casos, ya se registró la dinámica positiva en el síndrome de dolor después de la primera
sesión. En estas condiciones, se documentaron cambios positivos en EEC, PEG y GVG.
Empleando las insuflaciones rectales (200 ml, concentración de 20-40 µg/ml) combi-
nadas con antiinflamatorios no esteroideos, Stoianov y cols. (2004) documentaron, en el
primer día de tratamiento, el cese de las manifestaciones neurálgicas (36 %) y viscerales
(44 %) en pacientes con osteocondrosis de la región sacrolumbar de la columna vertebral.
En el 88 % de los casos, desaparecieron los focos de dolor vegetativo crónico.
En los trabajos de Ershova y cols. (2005), y de Yakovlev y Andreev (2007), se documenta
la eliminación del dolor dorsal en la mitad de los casos y el aumento del grado de movimiento
en la región afectada de la columna vertebral en el 46-49 % de los casos con el uso de la ozono-
terapia local. Aquí, los últimos autores emplearon inyecciones subcutáneas paravertebrales,
no sólo con mezcla de ozono y oxígeno, sino también con sangre ozonizada.
Formas de aplicación
• Insuflaciones rectales de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Autohemoterapia menor.
• Autohemoterapia mayor.
• Infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada.
Pauta terapéutica
El tratamiento es múltiple. La infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada o las
insuflaciones rectales de la mezcla de ozono y oxígeno se realizan diariamente o en días
alternos, en un total de 8-10 sesiones. La autohemoterapia menor se realiza dos veces a la
semana, en un total de 3-4 sesiones.
La infusión intravenosa de una solución fisiológica ozonizada, las insuflaciones rectales
de una mezcla de ozono y oxígeno y la autohemoterapia menor pueden ser sustituidas por
la autohemoterapia mayor, 2-3 veces a la semana, en un total de 8-10 sesiones.
Las inyecciones subcutáneas de la mezcla de ozono y oxígeno se realizan en los puntos
«gatillo» y en los puntos biológicamente activos de la zona cervical. Se aplican junto con
procedimientos de acción general durante todo el tratamiento.
Mochalov y Kotov (2000) estudiaron la eficacia de la ozonoterapia en el tratamiento
múltiple de 132 enfermos con distintas cefalalgias. En el grupo de control, se administró
localmente oxígeno puro y se realizó autohemoterapia menor con sangre no ozonizada.
Hacia el final de la pauta con infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada
en 40 enfermos con migraña, se alcanzó un buen resultado terapéutico en el 83 % de los
casos. La intensidad de los dolores de cabeza, según una escala analógica visual, disminuyó
de 6-8 a 3-3,5 puntos. Se observó la mejoría de los indicadores de la ecografía Doppler
transcraneal, por la disminución de la asimetría en la velocidad de la corriente sanguínea
magistral en un 15-20 %, lo que no se documentó en el grupo de comparación.
Después del alta hospitalaria, y durante un seguimiento de 3 meses, no se detectó la reanu-
dación de los dolores de cabeza en el 62 % de los pacientes del grupo basal, mientras que en el
grupo de comparación se observó la reaparición de las cefaleas en el 92 % de los casos.
En los enfermos con cefalea tensional, los resultados tras la aplicación de la pauta de
ozonoterapia fueron evaluados como buenos en el 73 % de los casos. Al final del tratamien-
to, la intensidad del síndrome de dolor, según una escala analógica visual, disminuyó de 5,4
a 3,8 puntos; el nivel de depresión según la escala de Bek disminuyó de 52,7 a 43,1 puntos
y se observó la optimización de la actividad del sistema cardiovascular, según los datos de
la ecocardiografía.
En el 69 % de los casos, se consiguió un buen efecto en el tratamiento de pacientes con
cefalalgia cervical, de origen vertebral, lo que se confirmó mediante estudio de electro-
miografía y electroneuromiografía, que confirmaron la mejoría del funcionamiento de los
segmentos afectados de la médula espinal y de las raicillas nerviosas cerebroespinales.
sos naturales, a causa de enfermedades del tejido conjuntivo, trastornos del intercambio,
traumatismos, artrosis vascular, inflamaciones del conducto nervioso, excesiva tensión de
origen laboral y otras afecciones. Los síndromes por compresión se observan con mayor
frecuencia en mujeres de 45-55 años de edad.
La aparición de los síntomas clínicos viene determinada por la patología de la conduc-
tividad de los filamentos nerviosos, y se manifiesta con diferentes grados de parestesias y
dolor de los segmentos distales de las manos (muñeca), y también con el empeoramiento
de la sensibilidad en la zona de inervación del nervio afectado. Estas manifestaciones están
determinadas por los trastornos en la circulación de la sangre y por la compresión de los
nervios en el canal. El tejido nervioso es muy sensible a la hipoxia, y su aparición dismi-
nuye la energética de la fibrilla nerviosa a causa del trastorno en la formación del ATP, lo
que empeora la conductividad del nervio, y es la causa fundamental de las parestesias y las
sensaciones de dolor.
La ozonoterapia, que no elimina las causas fundamentales de la compresión del con-
ducto nervioso, estimula la restauración de las funciones del nervio afectado mediante la
mejoría de las propiedades reológicas y la microcirculación sanguínea, la disminución de
la hipoxia y la activación del intercambio de oxígeno en el tejido nervioso isquémico, para
el que son característicos los procesos aeróbicos.
Formas de aplicación
• Infusiones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada.
• Insuflaciones rectales de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Autohemoterapia mayor.
• Administración subcutánea paravertebral de una mezcla de ozono y oxígeno.
Pauta terapéutica
Se emplea una de las formas de acción general del ozono, en un total de 8-10 sesiones. Las
infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada se realizan diariamente o en días
alternos. Las insuflaciones rectales se llevan a cabo según el mismo esquema y la autohe-
moterapia mayor se realiza en días alternos. La administración subcutánea paravertebral
de la mezcla de ozono y oxígeno se aplica en las regiones cervical y torácica de la columna
vertebral, al mismo tiempo que se llevan a cabo los procedimientos de acción general.
Potejina (1997) obtuvo resultados positivos con la aplicación de la ozonoterapia en
el 95 % de los casos, en forma de una disminución significativa de las parestesias y un au-
mento de la sensibilidad en la zona de inervación del nervio afectado. La mejoría comenzó
después de 3-6 sesiones y se mantuvo durante un promedio de 7 meses.
La mejoría de las funciones de los nervios periféricos se confirmó mediante estudios elec-
troneuromiográficos, que detectaron un aumento de la velocidad de reacción del impulso
a través de los filamentos nerviosos sensibles, en un 6,4 % de los casos, y un aumento de la
amplitud de los potenciales motores y sensitivos en el 59,8 % y el 56,3 %, respectivamente.
La dinámica positiva de la circulación sanguínea periférica fue registrada por los datos
de la reovasografía (duplicación de la saturación sanguínea pulsátil) y de los estudios tér-
micos visuales (84 % de resultados positivos).
Formas de aplicación
• Autohemoterapia mayor.
• Infusiones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada o insuflaciones recta-
les de una mezcla de ozono y oxígeno.
Pauta terapéutica
Al mismo tiempo que se aplica el tratamiento estándar de restauración, se emplea una de
las formas de aplicación de la ozonoterapia.
Las primeras 3-4 infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada o insuflacio-
nes rectales de la mezcla de ozono y oxígeno se realizan diariamente, las siguientes 3-4 se
aplican en días alternos y, a continuación, 2 veces a la semana, en un total de 10-12 sesiones.
Las primeras tres sesiones de autohemoterapia mayor se realizan en días alternos, y las
siguientes, dos veces a la semana; el total de sesiones es de 8-9.
Observaciones
La ozonoterapia está contraindicada en los infartos cerebrales hemorrágicos o mixtos. Si
no hay seguridad en cuanto al diagnóstico de infarto cerebral isquémico, no se puede apli-
car este tratamiento.
Se realizó un estudio sobre los resultados del tratamiento en dos grupos de pacientes
con infarto cerebral isquémico cuya antigüedad oscilaba entre 5 días y 11 meses. Los pa-
cientes del grupo basal recibieron, además del tratamiento habitual, ozonoterapia en forma
13.1. Dermatología
En los pacientes con diferentes enfermedades inflamatorias de la piel, la ozonoterapia per-
mite eliminar la inflamación y mejorar los procesos tróficos. Durante la observación de un
grupo de 495 pacientes que recibieron tratamiento con ozono, se documentó la desapa-
rición del cuadro clínico de la dermatosis o la mejoría significativa en todos los pacientes
con herpes, en el 95 % de los que presentaban piodermia, en el 75 % de los afectados por
eccema, en el 66 % de los que sufrían neurodermatitis y en el 60 % de los pacientes con
psoriasis (Krivatkin y Krivatinka, 1998).
En dermatología, pueden emplearse prácticamente todos los métodos existentes de la
ozonoterapia, siendo fundamentales los procedimientos de acción local, que pueden com-
binarse con procedimientos de tratamiento sistémico.
Falkon y cols. (1997) presentan los resultados de la aplicación local de aceite vegetal
ozonizado en diferentes enfermedades dermatológicas de origen vírico, fúngico y bacteria-
no a lo largo de un período de nueve años. En 600 enfermos con piodermia, se observó la
resolución del problema en el 60 % de los casos. Entre 1.000 pacientes con enfermedades
causadas por hongos (dermatofitosis y onicomicosis) se logró el restablecimiento en el
91 % de los casos. En el 72 % de los 300 pacientes con herpes simple desaparecieron las
recidivas de la enfermedad.
183
Formas de aplicación
• Infusiones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada o insuflaciones recta-
les con una mezcla de ozono y oxígeno.
• Autohemoterapia menor.
• Aceite vegetal ozonizado.
• Gasificación de una mezcla gaseosa de ozono y oxígeno en una bolsa de plástico.
• Vendajes húmedos-secantes, fomentos e irrigaciones con agua desionizada ozoni-
zada.
Pauta terapéutica
Las infusiones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada o las insuflaciones rec-
tales con una mezcla de ozono y oxígeno se realizan en días alternos, en un total de 8-10
sesiones. La autohemoterapia menor se aplica una vez a la semana, 8-10 sesiones en total.
El aceite vegetal ozonizado se aplica en la superficie afectada durante 20 minutos, 2-3
veces al día, durante un mes.
Los vendajes húmedos-secantes y los fomentos con agua desionizada ozonizada (con-
centración de ozono de 3-5 µg/ml) se colocan durante 10-15 min, 2-3 veces al día.
Si existen focos de afectación en las extremidades, se emplea la gasificación con flujo de
una mezcla de ozono y oxígeno en una bolsa de plástico con una concentración de ozono
de 2-3 µg/ml, durante 15-20 minutos, el total es de 6-10 sesiones en días alternos.
Según Kosheleva (2000), los procedimientos que producen una acción metabólica
general (las infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada y las insuflaciones
rectales con mezcla de ozono y oxígeno) son particularmente efectivos en los enfermos
con procesos inflamatorios acentuados, erupciones cutáneas extensas e intenso escozor.
Se prefieren las insuflaciones rectales de la mezcla de ozono y oxígeno a las inyecciones, a
causa de las afecciones cutáneas, principalmente en la región de las venas cubitales, y tam-
bién por la frecuente disbacteriosis intestinal coincidente y otras enfermedades del tubo
digestivo.
Los fomentos con agua desionizada ozonizada producen buenos resultados en los ec-
cemas supurantes. Las aplicaciones de aceite vegetal ozonizado (4-5 veces al día) logran un
buen efecto en los pacientes con dermatitis atópica.
Se recomienda el tratamiento con ozonoterapia tanto ante la gravedad como con fines
profilácticos 2-3 veces al año (Kosheleva y cols., 2004).
Tverska y cols. (2003) trataron con autohemoterapia menor a 18 pacientes con derma-
titis atópica en la etapa ambulatoria de la rehabilitación. Como resultado, se documentó el
efecto clínico en forma de desaparición del escozor, regresión de la erupción y disminución
del índice SCORAD en el 92 % de los pacientes. También se detectó en ellos la desapa-
rición del déficit de monocitos y neutrófilos sanguíneos, la restauración de la actividad
fagocítica de los neutrófilos y la disminución de la cantidad de IgE.
Empleando diversos procedimientos de ozonoterapia en 281 pacientes con neuroder-
matitis y 221 con eccema, Glavinskaia y cols. (2003) documentaron resultados positivos
en el 89,2 % y el 75 % de los casos, respectivamente.
En el tratamiento del eccema, se registró un resultado positivo en el 86,8 % de los casos.
Desde el punto de vista clínico, se alcanzó la curación total en el 29,4 % de los casos, y la
mejoría significativa (regresión de más del 70 % de la erupción), en el 57,4 %. En este caso,
la mejoría de las sensaciones subjetivas, en forma de disminución del escozor, del malestar
general y de la opresión en la piel, se observó después de la segunda o tercera sesión de
ozonoterapia (Kosheleva y Ivanov, 2000).
13.1.2. Acné
El acné es una enfermedad crónica, de diversas etiologías, que afecta a los folículos pilosos
y las glándulas sebáceas. A pesar de los medios efectivos disponibles para el tratamiento de
esta afección, en los últimos 10 años se ha detectado un aumento de la morbilidad tanto
entre los adolescentes como en la población adulta. El acné afecta a casi el 95 % de los
pacientes menores de 25 años y a más del 50 % de los mayores de esa edad. Los varones se
ven afectados con mayor frecuencia que las jóvenes. Además, han empezado a detectarse
formas persistentes de la enfermedad.
Tras la resolución de los elementos de la erupción, restan en sus localizaciones defec-
tos estéticos estables: discromía, seudoatrofia y cicatrices. En la patogenia del acné, son
factores fundamentales el aumento de la producción de grasa cutánea por las glándulas
sebáceas, los trastornos en la proliferación y la diferenciación de los queratinocitos, y la
colonización microbiana de los folículos sebáceos capilares.
Las formas clínicas del acné se dividen en no inflamatorias (comedones abiertos y ce-
rrados, milio) e inflamatorias (pápulas y pústulas superficiales, acné profundo, indurado y
confluente, complicaciones con formación de abscesos y flemones instantáneos, acné de
tipo queloide y cicatrizante.
La gravedad de la enfermedad se valora según la clasificación propuesta por la Acade-
mia Americana de Dermatología:
Formas de aplicación
• Infiltración intracutánea de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Aceite ozonizado para aplicación local.
• Autohemoterapia mayor.
• Autohemoterapia menor.
• Infusión intravenosa de una solución fisiológica ozonizada o insuflación rectal de
una mezcla de ozono y oxígeno.
Pauta terapéutica
En el acné de primer o segundo grado, se prescriben 6-8 sesiones de insuflaciones rectales
de una mezcla de ozono y oxígeno, 300-500 ml con una concentración de 20 µg/ml, junto
con autohemoterapia menor. Las sesiones se realizan en días alternos.
En el acné de tercer o de cuarto grado, se emplea la autohemoterapia mayor (dosis de
ozono de 2-3 mg), en 6-8 sesiones, dos veces a la semana.
En todas las formas de acné, se realizan infiltraciones intracutáneas o en las lesiones
inflamatorias del acné con una mezcla de ozono y oxígeno, una vez cada 3-5 días, con una
concentración de ozono de 4-5 µg/l y un total de sesiones de 6-8. En cada punto, se admi-
nistra 0,5-1,5 ml de gas; antes de la infiltración, se trata la piel con loción desinfectante.
El aceite ozonizado se aplica en la superficie afectada 1-2 veces al día, durante unos 20
min en cada sesión y durante un mes. La repetición del tratamiento se prescribirá después
de 4-6 meses.
Según Glavinskaia (2003), el tratamiento del acné debe repetirse varias veces y combi-
narse con sesiones de tratamientos convencionales dermatológicos y cosmetológicos. Los
mejores resultados se obtuvieron en los casos de acné inflamatorio agudo y de acné indu-
rativo, donde el efecto positivo fue mayor que en las formas más simples de la enfermedad.
Las manifestaciones clínicas se eliminaron completamente en el 20 % de los casos, y en el
69 % se logró una mejoría, mientras que en el 11 %, principalmente en el acné en forma de
pápulas, no se observó efecto alguno.
Después de 1-2 sesiones de ozonoterapia, Tsariuk y Tsariuk (2004) ya detectaron la
mejoría clínica: disminución del edema, la hiperemia, el reblandecimiento de los infil-
trados y la morbilidad. Después de tratar con ozonoterapia a 29 pacientes, en 8 de ellos
desaparecieron completamente las manifestaciones de la enfermedad, 14 presentaron una
mejoría significativa y 7 pacientes mejoraron.
13.1.3. Piodermia
La piodermia es una enfermedad purulenta causada por estafilococos y estreptococos, que
puede surgir tanto en la piel sin alteraciones (piodermia primaria), como en el marco de
Formas de aplicación
• Autohemoterapia mayor.
• Autohemoterapia menor.
• Infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada.
• Insuflaciones rectales de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Administración intracutánea de una mezcla de ozono y oxígeno alrededor de los
focos de inflamación.
• Gasificación por corriente de mezcla de ozono y oxígeno en una cámara plástica.
Pauta terapéutica
El tratamiento se empieza con autohemoterapia menor, que se realiza en días alternos, en
un total de 5 sesiones. A continuación, se administran las infusiones intravenosas de solu-
ción fisiológica ozonizada o las insuflaciones rectales de la mezcla de ozono y oxígeno, que
se alternan con la autohemoterapia menor (6-8 sesiones).
La infiltración de los focos de inflamación con la mezcla de ozono y oxígeno, con 0,5-3
ml en cada punción, con una concentración de ozono de 4-5 µg/ml, se realiza en días alter-
nos, en un total de 8-10 sesiones.
Las sesiones de gasificación (4-5) con una mezcla de ozono y oxígeno en una bolsa de
plástico, se aplican en los casos en los que los focos de inflamación se encuentran en las
extremidades. La concentración de ozono es de 5-10 µg/ml y la duración de cada sesión es
de 15-20 min.
El aceite vegetal ozonizado se aplica en los focos de piodermia 1-2 veces al día durante
3-4 semanas.
Álvarez y cols (1997) realizaron el estudio de dos grupos de 40 niños con piodermia
primaria. En el grupo basal, utilizaron para el tratamiento aceite de girasol ozonizado, y en
el grupo de control, pomada de gentamicina. Se efectuó un estudio bacteriológico al prin-
cipio y tras 15 días de tratamiento. La eficacia de la curación fue del 68 % en el grupo basal
y del 28 % en el grupo de control.
Formas de aplicación
• Infusiones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada.
• Insuflaciones rectales de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Gasificación de una mezcla de ozono y oxígeno en una bolsa de plástico.
Pauta terapéutica
Las infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada o las insuflaciones rectales de
una mezcla de ozono y oxígeno se realizan 3 veces por semana, en un total de 8-10 sesiones;
la autohemoterapia mayor, dos veces por semana, en un total de 6-8 sesiones.
Las sesiones de gasificación con una mezcla de ozono y oxígeno en una bolsa de plás-
tico, de 20-30 min de duración, se realizan 2-3 veces a la semana. Antes de la gasificación,
debe limpiarse la superficie afectada de la extremidad de medicamentos que contengan
grasa; la pomada se aplica después de la sesión de gasificación. Al principio, la concentra-
ción de ozono en la mezcla de ozono y oxígeno es de 10-15 µg/ml (efecto desinfectante);
con la limpieza del contenido purulento del defecto ulceroso y la aparición de signos de
epitelización, se disminuye hasta 2-3 µg/ml (efecto reparador). El tratamiento dura 3-4
semanas, y se repite 2-3 veces al año.
Observaciones
Con defectos ulcerosos pequeños, inflamaciones cutáneas no significativas y un estado
general satisfactorio del paciente, la ozonoterapia puede utilizarse como método indepen-
diente. En la mayoría de los casos, se incluye en la composición de un tratamiento habitual
múltiple.
Con la aplicación del tratamiento combinado de medicamentos tradicionales y ozono-
terapia a 46 pacientes, Ivanov y cols. (2003) obtuvieron resultados positivos en forma de
cicatrización de los defectos ulcerosos, regresión de las manifestaciones inflamatorias en
la piel, y desaparición del escozor y del dolor en el 73 % de los casos. El estudio realizado
con radionúclidos demostró la dinámica notablemente positiva de la microcirculación de
la piel y la reología de la sangre.
En Rusia, el número total de pacientes con formas crónicas de herpes oftalmológico, formas
cutáneas y genitales de la enfermedad y estomatitis herpéticas se acerca a 20 millones.
La infección herpética crónica es la enfermedad por inmunodeficiencia más difundida
en todo el mundo, con persistencia durante toda la vida del virus en los ganglios nerviosos
y reagudización periódica del proceso, que se localiza en sitios concretos en cada paciente
(ojos, mucosa genital o de la cavidad bucal, y piel, entre otras).
La clínica de la infección por herpesvirus se caracteriza por una erupción vesicular ge-
neralizada, con úlceras erosivas, síntomas clínicos generales graves y replicación prolon-
gada del virus. Al sistema inmunológico se le adjudica el papel conductor en la defensa
antivírica del organismo, en la contención de la diseminación del virus y en el paso de la
enfermedad a la fase de remisión.
El tratamiento de las infecciones por herpesvirus logra el efecto antivírico a partir de las
propiedades inmunomoduladoras, antiinflamatorias y analgésicas del ozono. La inactiva-
ción de los virus se alcanza por medio de la acción oxidante de los peróxidos, que oxidan
los receptores de las células del virus y eliminan su posibilidad de penetrar en la célula
huésped, interrumpiendo su ciclo de multiplicación. Este proceso se altera también por la
fragmentación del ARN del virus que produce el ozono. Los peróxidos activan el metabo-
lismo endógeno celular. El ingreso complementario de peróxidos, inducido por el ozono,
posibilita el aumento de la actividad fagocítica celular, lo que garantiza la absorción y des-
trucción de los virus.
La ozonoterapia activa tanto la inmunidad celular como la humoral. Bajo su influencia,
se refuerza la producción de citocinas por los linfocitos y los monocitos, en primer lugar del
interferón, uno de los factores fundamentales de la defensa endógena del organismo contra
las infecciones víricas. Como resultado, aumenta la síntesis de los linfocitos T citolíticos,
que aseguran la inmunidad celular, y se normaliza la producción de los linfocitos T colabo-
radores, que regulan la función de los linfocitos B, productores de las inmunoglobulinas.
Formas de aplicación
• Autohemoterapia mayor.
• Autohemoterapia menor.
• Infusiones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada o insuflaciones recta-
les con una mezcla de ozono y oxígeno.
• Aceite vegetal ozonizado.
• Administración intracutánea de una mezcla de ozono y oxígeno alrededor de los
focos de la erupción.
• Irrigación con una solución fisiológica ozonizada o agua destilada ozonizada.
Pauta terapéutica
La autohemoterapia mayor (con dosis de ozono de 4-6 mg) se administra dos veces por se-
mana, en un total de 6-8 sesiones. La autohemoterapia menor, junto con la administración
intravenosa de una solución fisiológica ozonizada o la insuflación rectal con una mezcla de
ozono y oxígeno, se administra en 8-10 sesiones a días alternos.
El aceite ozonizado se aplica 2 veces al día, sólo en los elementos secos, hasta la apertura
de las pápulas.
En el período de la erupción, y con el fin de acelerar la cicatrización y lograr un efecto
analgésico, se realizan infiltraciones intracutáneas con una mezcla de ozono y oxígeno, de una
concentración de 5-10 µg/ml, según el perímetro de la vesícula. El total de sesiones es de 3-5.
En las neuralgias, se realizan infiltraciones subcutáneas a lo largo de los conductos ner-
viosos afectados y en los puntos de salida de los nervios, con una mezcla de ozono y oxíge-
no con una concentración de 5-10 µg/ml, en un total de 8-10 sesiones.
En las erupciones herpéticas en la vulva, la vagina y el cuello del útero, se realizarán irriga-
ciones vaginales con una solución ozonizada con una concentración de ozono de 3-7 µg/ml
y un volumen de 400-500 ml. Si existe uretritis herpética, las instilaciones serán con un
volumen de 10-20 ml y la misma concentración de ozono. La cantidad total de sesiones es
de 3-7 (Zmizgova, 2003), y el tratamiento se repite a los 4-6 meses.
Observaciones
En casos aislados, si no existen manifestaciones clínicas al comienzo del tratamiento, es po-
sible la agudización del proceso en lo referente a duración y gravedad, de un modo menos
manifiesto que en el curso normal de la enfermedad. Esa agudización se detiene durante el
curso del tratamiento.
Observando un grupo de pacientes (40), Sknar y cols. (2003) concluyeron que la in-
clusión de la ozonoterapia en el tratamiento múltiple del herpes urogenital recidivante ace-
lera la aparición de la fase de remisión. Así, en los enfermos tratados con ozonoterapia, las
manifestaciones externas del herpes desaparecieron hacia el séptimo día del tratamiento.
En los pacientes del grupo de control, que fueron tratados con métodos tradicionales, las
manifestaciones externas desaparecieron hacia los 12-14 días. Los autores señalan que los
pacientes toleraron bien la ozonoterapia y que permitió disminuir significativamente la
cantidad de preparados antivíricos recetada.
La inclusión de la ozonoterapia en el tratamiento múltiple del herpes simple y del her-
pes zóster hace menos frecuentes las recidivas (Kovaleva y Trusova, 2003).
13.1.6. Psoriasis
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica, caracterizada por una erupción de
pápulas monomorfas, que afecta también a las articulaciones y las uñas, y con una génesis
neurogénica, de intercambio, autoinmunitaria y de carácter hereditario complejo.
Los trastornos en la activación de la respuesta celular tienen un significado decisivo en
el inicio de los procesos patológicos y en el paso al estado crónico de los mismos, donde los
linfocitos T desempeñan un papel esencial, mediante la producción de diferentes quimio-
cinas y citocinas con actividad proinflamatoria.
La base de los cambios anatomopatológicos en la psoriasis es la hiperproliferación de la
epidermis con diferenciación alterada de las células, y la infiltración inflamatoria de la epi-
dermis y la dermis. La erupción en la piel se presenta habitualmente como pápulas planas,
de color azulado-rosáceo y forma circular u oval, cubiertas con escamas de color blanco-
grisáceo que, al fusionarse, forman placas y grandes focos de afección.
La enfermedad se caracteriza por una evolución crónica con períodos de remisión y
de empeoramiento. Los trastornos en la producción de interleucinas, interferón γ, factor
de necrosis tumoral y otros son característicos en los pacientes que sufren psoriasis, por lo
que el efecto de la ozonoterapia se relaciona con la acción inmunomoduladora (fig. 13-1).
Formas de aplicación
• Autohemoterapia mayor.
• Autohemoterapia menor.
• Infusiones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada o insuflaciones recta-
les con una mezcla de ozono y oxígeno.
• Infiltración de las placas de psoriasis.
• Aplicación de aceite ozonizado sobre las placas de psoriasis.
Pauta terapéutica
La ozonoterapia puede aplicarse tanto independientemente como junto con tratamientos
básicos.
Las insuflaciones rectales con una mezcla de ozono y oxígeno se realizan en días alter-
nos, en un total de 10 sesiones. La autohemoterapia mayor se realiza dos veces a la semana,
en un total de 6-8 sesiones.
Las infusiones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada, las insuflaciones rec-
tales con una mezcla de ozono y oxígeno, y la autohemoterapia menor pueden sustituirse
por la autohemoterapia mayor, en unas 8-10 sesiones, las dos primeras en días alternos y las
posteriores dos veces a la semana.
La infiltración de las placas se realiza con una aguja muy fina del calibre 27G ½. Es bien
tolerada por todos los pacientes, y se realiza una sesión semanal, con una concentración de
2-3 µg/ml y un volumen adecuado para la superficie de la lesión, entre 3 ml y 5 ml.
Insuflación en bolsa: se aísla herméticamente el área con una bolsa o campana, que se
insufla con gas ozono, previa extracción del aire ambiental con una bomba de vacío, a fin
de lograr una rápida concentración del gas. La exposición al gas se mantiene durante 20
minutos, con una concentración creciente, a fin de evaluar la tolerancia al gas de la piel del
paciente. En general, se realiza con 5 µg/ml, 8 µg/ml y 10 µg/ml, hasta completar las 10
sesiones. Después de la insuflación, se deriva el gas residual de la bolsa al destructor del
equipo.
El aceite ozonizado se aplica en la superficie afectada dos veces al día, durante un mes.
Según la evolución del paciente y la respuesta terapéutica, se programará la repetición
del ciclo terapéutico al cabo de 4 a 6 meses. Protocolo AEPROMO (consultado en la web
www.aepromo.org, 9/11/2010).
Concentraciones usadas para el tratamiento: media-alta. Pueden combinarse las si-
guientes técnicas.
Se completarán 15 sesiones.
Primera 20 5 0,10
Segunda 30 5 0,15
Tercera 35 5 0,17
Cuarta 40 5 0,20
Quinta 45 5 0,22
Se completarán 15 sesiones.
Vía rectal
13.1.7. Micosis
Las micosis cutáneasengloba la tiña en forma parcelar, por Mycrospora, por T. rubrum, por
tricofitos, enfermedades epidermofíticas fungoides, que afectan a la piel, los cabellos y las
uñas (onicomicosis). La micosis candidiásica afecta a la piel y las mucosas.
La ventaja de la ozonoterapia frente a otros métodos terapéuticos es su menor coste
económico y que, en comparación con otros medios antimicóticos, es inofensiva.
Formas de aplicación
• Aceite vegetal ozonizado.
• Gasificación con corriente de una mezcla de ozono y oxígeno en una bolsa o gorro
de plástico.
• Autohemoterapia mayor.
• Autohemoterapia menor.
Pauta terapéutica
En las dermatomicosis superficiales, se aplica el aceite vegetal ozonizado en la superficie
afectada dos veces al día durante 7-14 días. Es necesario el tratamiento higiénico paralelo
de la ropa interior y de la ropa de cama. La gasificación con corriente de una mezcla de
ozono y oxígeno en una bolsa o gorro de plástico sobre la superficie humedecida, con una
concentración de ozono de 20-30 µg/ml, se realiza diariamente en los mismos plazos.
La ozonoterapia local se realiza junto con sesiones de autohemoterapia mayor o menor
en días alternos, en un total de 5-7 sesiones.
Las afecciones en la piel lisa se tratan solamente con la aplicación de la ozonoterapia;
las afecciones en el cuero cabelludo necesitarán la combinación con medios antimicóticos.
La base del tratamiento de las afecciones micóticas de las uñas consiste en la colocación
de tapones con aceite vegetal ozonizado en las láminas ungueales previamente limadas,
2 veces al día, hasta el crecimiento de la nueva lámina ungueal; este plazo supone 3-6 meses
en las manos y 6-9 meses en los pies. La lámina afectada debe cortarse todo lo posible, y la
raíz de la uña en crecimiento debe tratarse de forma complementaria con aceite ozonizado.
Una vez cada cuatro meses, se aplicará autohemoterapia mayor o autohemoterapia me-
nor, así como gasificación con una mezcla de ozono y oxígeno en una bolsa o gorro de
plástico, en 6-8 sesiones en días alternos.
Trusova (2004) demostró que la inclusión de la ozonoterapia permite emplear dosis
menores de fungicidas en el tratamiento de los pacientes con micosis por Mycrospora.
Formas de aplicación
• Infiltración en los bordes de las heridas con una mezcla de ozono y oxígeno.
• Autohemoterapia mayor.
• Infusión intravenosa de una solución fisiológica ozonizada (o insuflación rectal con
una mezcla de ozono y oxígeno).
• Autohemoterapia menor.
• Gasificación de las heridas con una mezcla de ozono y oxígeno en una bolsa de plás-
tico con presión aumentada o disminuida.
• Tratamiento de las heridas con la corriente de una mezcla de ozono y oxígeno bajo
una esfera.
• Estimulación de los puntos biológicamente activos en heridas localizadas en las ex-
tremidades inferiores.
• Vendajes estériles con aceite ozonizado.
Pauta terapéutica
Durante la realización del tratamiento, es necesario tener en cuenta la evolución por etapas
del proceso de la herida.
El tratamiento debe ser múltiple, y debe incluir todas las formas antes mencionadas de
la ozonoterapia.
Autohemoterapia mayor
Se realiza un total de 5-6 sesiones, las tres primeras en días alternos, y las posteriores, cada
tres días.
Autohemoterapia menor
Las sesiones se realizan en días alternos, un total de 3-5, en el contexto de infusiones intra-
venosas de solución fisiológica ozonizada o insuflaciones rectales.
Formas de aplicación
• Autohemoterapia menor.
• Autohemoterapia mayor.
• Infusión intravenosa de una solución fisiológica ozonizada (o insuflaciones rectales
con una mezcla de ozono y oxígeno).
• Gasificación de la úlcera con una mezcla de ozono y oxígeno en una bolsa de plásti-
co con presión aumentada o disminuida.
• Tratamiento de la úlcera con la corriente de una mezcla de ozono y oxígeno bajo
una esfera.
• Estimulación de puntos biológicamente activos en las heridas localizadas en las ex-
tremidades inferiores.
• Infiltración de los bordes de las úlceras con una mezcla de ozono y oxígeno
• Vendajes con aceite ozonizado.
Pauta terapéutica
El tratamiento debe ser múltiple, incluyendo todos los tipos de procedimientos. La limpie-
za completa de la úlcera es una condición obligatoria.
La gasificación de la úlcera con una mezcla de ozono y oxígeno se realiza en una bolsa
de plástico o bajo una campana, diariamente y durante 20 min, con una concentración de
ozono en la mezcla de 6-7 µg/ml, hasta la limpieza de la placa purulenta de la úlcera, y en
días alternos después del desarrollo de tejido de granulación y el comienzo de la epiteliza-
ción, con una concentración de ozono de 2-2,5 µg/ml. Al empezar a formarse epitelio en
los extremos, se disminuirá la concentración de ozono en la mezcla de ozono y oxígeno
hasta 0,8-1,2 µg/ml.
La piel de la superficie tratada debe estar húmeda, por lo que se humedece o se rodea
con una gasa humedecida. La superficie de la úlcera debe cubrirse con una gasa humedeci-
da con solución fisiológica ozonizada.
13.2. Cosmetología
13.2.1. Celulitis
La celulitis, o paniculopatía fibroesclerótica edematosa, lipodistrofia local o atrofia indura-
tiva de la piel, es la afectación del tejido celular subcutáneo adiposo que aparece en mujeres
de 30-40 años de edad con un exceso de tejido adiposo.
Formas de aplicación
• Administración subcutánea de una mezcla de ozono y oxígeno
• Gasificación de una mezcla de ozono y oxígeno en una bolsa de plástico.
• Aceite vegetal ozonizado.
Pauta terapéutica
El tratamiento consiste en la aplicación de inyecciones subcutáneas de una mezcla de
ozono y oxígeno en las zonas problemáticas de los muslos, los glúteos y el abdomen. La
concentración de ozono en la mezcla gaseosa es de 10-15 µg/ml. Durante la sesión, se ad-
ministran bajo la piel 100-200 ml de la mezcla de ozono y oxígeno, 5-10 ml de gas una vez
en cada punto. La distancia entre los puntos es de 5 cm y la profundidad de la inyección es
de 13 mm (aguja 0,3 × 13 mm). El esquema terapéutico más difundido es el siguiente: se
realizan 10 sesiones con una frecuencia de dos veces a la semana; a continuación, se aplican
4-8 sesiones con una frecuencia de una vez a la semana y, posteriormente, 4 sesiones, una
Figura 13-2. Saco o sauna para ozonización corporal (izquierda). Formas de aplicación de la mezcla
de ozono y oxígeno en la celulitis (derecha).
vez cada dos semanas (Kosheleva, 2004). Después de la sesión, la paciente se aplicará en el
domicilio aceite vegetal ozonizado en el punto de la inyección. El efecto logrado se conser-
va durante 4-6 meses; después de 2-3 meses, se pueden realizar sesiones de mantenimiento
una vez al mes.
Vilekzhanina (2003) dirigió el tratamiento de 50 mujeres de 35-45 años. En todas las
pacientes se obtuvieron resultados positivos en forma de disminución del volumen y de
la masa corporal. Se observó un aumento de la capacidad laboral, así como la mejoría del
sueño y del estado de ánimo. Se documentó la disminución de los volúmenes de las zonas
problemáticas: 4 cm en el 31 % de las mujeres, 5-6 cm en el 58 % y 7-8 cm en el 11 %. No se
produjeron efectos secundarios.
Formas de aplicación
• Administración intracutánea de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Aceite vegetal ozonizado.
Pauta terapéutica
El tratamiento se aplica en 10-12 sesiones, realizándose las inyecciones intracutáneas de la
mezcla de ozono y oxígeno en puntos según la vía de las arrugas y en las regiones con signos
de envejecimiento.
Las sesiones se realizan 1-2 veces a la semana. La concentración de ozono en la mezcla
gaseosa es de 1-2 µg/ml, y el volumen de gas administrado en cada punto en la zona de la
arruga es: 0,2-0,5 ml alrededor de los ojos; 0,5-1 ml en los labios y en las arrugas nasales, y
1 ml en la región del cuello. En un día, se administran 100-150 ml de la mezcla de ozono y
oxígeno.
En los casos de piel seca, se realizan aplicaciones con aceite vegetal ozonizado en forma
de pomada, al principio diariamente (10-12), y luego, 2 veces a la semana.
Se recomienda realizar el tratamiento dos veces al año, y las sesiones de mantenimiento,
una vez al mes.
En la figura 13-3, se representa el esquema de los puntos de administración de la mez-
cla de ozono y oxígeno en el rostro, tomado de las recomendaciones metodológicas No.
2003/84 «Aplicaciones de la mezcla ozono-oxígeno en dermatología y cosmetología»
(2004).
Figura 13-3. Esquema de la administración de la mezcla de ozono y oxígeno según los puntos
donde están situadas las arrugas.
13.2.3. Alopecia
La causa de los focos de alopecia son los cambios degenerativos del epitelio de los folículos
del cabello, los trastornos de la microcirculación de la piel del cuero cabelludo, y la forma-
ción de infiltraciones linfohistiocíticas en las zonas perivasculares y perifoliculares.
En las regiones afectadas, se observa una hipoxia crónica de los tejidos y también in-
suficiencia de la defensa antioxidante, así como una disminución de la energética celular.
Normalmente, todo esto sucede en el marco de un estado de déficit inmunológico.
La ozonoterapia, como se deduce de lo expuesto anteriormente, es un método con fun-
damentos patogénicos para el tratamiento de los focos de alopecia, que incide sobre el
metabolismo aumentando la energética celular y tisular, elimina la hipoxia de los tejidos
y normaliza la inmunidad. Esto fue demostrado por Zavadski y Glazirina, quienes, en el
tratamiento de 106 pacientes con alopecia nidificada, documentaron mediante oximetría
la normalización, bajo la influencia de la ozonoterapia, del contenido inicialmente dismi-
nuido de oxígeno en la piel del foco de alopecia, y también la disminución del déficit de
oxígeno en los cabellos según los datos de la gasometría (citado por Nikulin y cols., 2005).
Formas de aplicación
• Autohemoterapia mayor o insuflaciones rectales con una mezcla de ozono y oxíge-
no, o infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada.
• Administración intracutánea de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Gasificación por corriente de una mezcla de ozono y oxígeno en una bolsa de
plástico.
• Aceite vegetal ozonizado.
Pauta terapéutica
Las infusiones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada o las insuflaciones recta-
les con una mezcla de ozono y oxígeno se realizan tres veces a la semana; la autohemoterapia
mayor, dos veces a la semana. El total de sesiones es de 7-10. En este contexto, en los focos
de alopecia del cuero cabelludo, se aplican inyecciones intracutáneas de 1 ml de una mezcla
de ozono y oxígeno, con una concentración de ozono de 2-3 µg/ml, con una frecuencia de
1-2 veces a la semana y un total de 8-10 sesiones. Las inyecciones intracutáneas se alter-
nan con la gasificación con una mezcla de ozono y oxígeno (concentración de 1-2 µg/ml)
en una bolsa de plástico, en un total de 8-10 sesiones. Se realizan 2-3 tratamientos de ozo-
noterapia con descansos de 3-4 meses.
Naimushina y cols. (2005) usaron la administración subcutánea de una mezcla de ozo-
no y oxígeno en la región del cuero cabelludo en la forma difusa de la alopecia, con una
concentración de oxígeno de 1.000-1.300 μg/l; en los casos con focos de alopecia, la con-
centración fue de 4.000-5.000 μg/l, con un volumen de la fase gaseosa de 2 ml en cada
inyección, y de 10-40 ml en todo el tratamiento. El número total de sesiones fue de 10, dos
veces a la semana.
El plazo promedio de detención de la caída del cabello en la alopecia difusa fue de 6
semanas (con la aplicación del esquema convencional fue de 8 semanas). El comienzo del
crecimiento del cabello en los enfermos con alopecia en focos apareció después de 8 sema-
nas, en los que recibían ozonoterapia, y 14 semanas, después del tratamiento convencional.
El análisis de los resultados a largo plazo en 165 enfermos demostró que las recidivas de
los pacientes tratados con ozono aparecieron en el 18,5 % de los casos; en los tratados con
el método tradicional, aparecieron en el 34,8 % de los casos.
El tratamiento de las enfermedades oculares con la aplicación de ozono está cada vez más
difundido. En la investigación experimental de Lapina (1996), se demostró que la adminis-
tración intravítrea de una solución fisiológica ozonizada con una concentración de ozono
de 2-4 µg/ml es un método curativo y profiláctico eficaz en casos de endoftalmitis exógena.
Malanoba y cols. (citada por Lapina y Sinelschikova, 1998) demostraron las posibilidades
de la ozonoterapia, no sólo en el tratamiento habitual, sino también en su inclusión en la
prestación de cuidados en tiempos de guerra.
En oftalmología, la ozonoterapia se emplea también como uno de los componentes de
tratamientos múltiples, y es un método muy eficaz. Al igual que en otros tipos de patología,
los mejores resultados se alcanzan con la aplicación conjunta, local y sistémica. La espe-
cificidad de este tipo de patología condiciona la aplicación de los métodos especiales de
acción local que realizan los oculistas (Zmizgova y Maksimov, 2003).
203
14.2.1.1. Blefaritis
Formas de aplicación
• Ventilación de los tejidos oculares con una mezcla gaseosa de ozono y oxígeno.
• Administración subconjuntival de una mezcla gaseosa de ozono y oxígeno.
• Aplicación de aceite ozonizado en la conjuntiva y en los tejidos oculares.
• Infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada o insuflación rectal de una
mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia mayor o menor.
Pauta terapéutica
La ventilación de los tejidos oculares con la mezcla gaseosa de ozono y oxígeno se realiza
principalmente en las formas agudas de la enfermedad. Las sesiones se realizan diariamen-
te o en días alternos, en un total de 5-10 sesiones. Esta ventilación puede combinarse con
la aplicación de aceite vegetal ozonizado en la conjuntiva y en los tejidos oculares, o susti-
tuirse por ésta.
La administración subconjuntival de la mezcla gaseosa de ozono y oxígeno se aplica
preferentemente en las manifestaciones de la enfermedad que transcurren de forma benig-
na, o después de períodos de gravedad. La cantidad de inyecciones es de 5-10, realizándose
en días alternos.
Las infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada o las insuflaciones recta-
les de una mezcla de ozono y oxígeno, o la autohemoterapia mayor o la autohemoterapia
menor se realizan en días alternos (4-5).
Formas de aplicación
• Administración subcutánea-orbitaria de una mezcla gaseosa de ozono y oxígeno.
• Infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada o insuflación rectal de una
mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia mayor o menor.
Pauta terapéutica
Las inyecciones subcutáneas-orbitarias de la mezcla de ozono y oxígeno se realizan diaria-
mente o en días alternos, en un total de 5-10 sesiones.
Las infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada o las insuflaciones recta-
les de una mezcla de ozono y oxígeno, o la autohemoterapia mayor o la autohemoterapia
menor se realizan en días alternos (4-5).
Se recomienda repetir el tratamiento al cabo de 1, 3 y 6 meses.
14.2.2. Conjuntivitis
Las enfermedades inflamatorias infecciosas de la conjuntiva constituyen casi un tercio de
todas las enfermedades oculares. Predominan las conjuntivitis agudas y crónicas de etiolo-
gía vírica, bacteriana, fúngica, parasitaria y por clamidias, y se clasifican en:
Formas de aplicación
• Ventilación de los tejidos oculares con una mezcla gaseosa de ozono y oxígeno.
• Irrigación de la bolsa conjuntival con una solución fisiológica ozonizada.
• Administración subconjuntival de una mezcla gaseosa de ozono y oxígeno.
• Aplicaciones en la conjuntiva y los tejidos oculares con aceite vegetal ozonizado.
• Infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada o insuflaciones rectales
con una mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia menor o mayor.
Pauta terapéutica
La ventilación de los tejidos oculares con la mezcla gaseosa de ozono y oxígeno se realiza
principalmente en las formas agudas de la enfermedad. Las sesiones se realizan en días
alternos y se conjugan con irrigaciones de la bolsa conjuntival con una solución fisiológica
ozonizada. El número total de sesiones es de 6-10.
La ventilación de los tejidos oculares con la mezcla de ozono y oxígeno y las irrigacio-
nes de la bolsa conjuntival con solución fisiológica ozonizada pueden combinarse con las
aplicaciones de aceite ozonizado en la conjuntiva y los tejidos oculares, o sustituirse por
éstas.
La administración subconjuntival de la mezcla gaseosa de ozono y oxígeno se aplica
preferiblemente en las manifestaciones de la enfermedad que transcurren sin complica-
ciones, o después de períodos de gravedad. La cantidad de inyecciones es de 5-10, reali-
zándose en días alternos. Las infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada o
las insuflaciones rectales con la mezcla de ozono y oxígeno, o la autohemoterapia menor o
mayor se realizan en el mismo día que los procedimientos locales.
Borzenok y cols. (1998) señalan la gran eficacia y la reducción significativa de los plazos
de curación mediante la inclusión de la ozonoterapia en el tratamiento múltiple de enfer-
mos con paratracoma combinado con hepatitis vírica.
Formas de aplicación
• L avado de las vías lagrimales con una solución fisiológica ozonizada.
• Infusiones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada o insuflaciones recta-
les con una mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia menor o mayor.
Pauta terapéutica
El lavado de las vías lagrimales con una solución fisiológica ozonizada se realiza una sola
vez o 2-3 veces con descansos de dos días.
• Queratitis bacteriana.
• Queratitis herpética.
• Queratoconjuntivitis por adenovirus.
• Queratitis fúngica.
• Queratitis tuberculosa.
Formas de aplicación
• Ventilación de los tejidos oculares con una mezcla gaseosa de ozono y oxígeno.
• Irrigación de la bolsa conjuntival con una solución fisiológica ozonizada.
• Administración subconjuntival de una mezcla gaseosa de ozono y oxígeno.
• Aplicación de aceite ozonizado en la conjuntiva y en los tejidos oculares.
• Administración parabulbar de una solución fisiológica ozonizada.
• Infusión intravenosa de una solución fisiológica ozonizada o insuflación rectal de
una mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia mayor o menor.
Pauta terapéutica
La ventilación de los tejidos oculares con una mezcla gaseosa de ozono y oxígeno se reali-
za principalmente en las formas graves de la enfermedad. Las sesiones se realizan en días
alternos y se combinan con irrigaciones del saco conjuntival con una solución fisiológica
ozonizada. El número total de sesiones es de 6-10.
La ventilación de los tejidos oculares con una mezcla gaseosa de ozono y oxígeno y las
irrigaciones del saco conjuntival con solución fisiológica ozonizada pueden alternarse con
las aplicaciones de aceite vegetal ozonizado en la conjuntiva y en los tejidos oculares, o ser
sustituidos por éstas.
La administración subconjuntival de la mezcla gaseosa de ozono y oxígeno, o la admi-
nistración parabulbar de una solución fisiológica ozonizada se realizan preferiblemente en
las manifestaciones posteriores a la gravedad y en las que cursan sin complicaciones. El
número de inyecciones es de 5-10, realizándose en días alternos.
Grupo de
comparación 12,83 ± 1,02 8,33 ± 0,61 16,30 ±1,13 14,60 ± 0,81
(n = 30)
Grupo basal
9,12 ± 1,45 5,60 ± 0,50 ** 13,16 ± 1,01* 12,80 ± 1,04
(n = 22 )
Se registró la curación en el 80 % de los pacientes tratados con ozono, frente al 56 % de
los que recibieron el tratamiento convencional. La mejoría de la agudeza visual fue mayor
en el grupo basal que en el grupo de comparación (en 0,33 y 0,21, respectivamente). En los
casos de queratitis intensa, esta diferencia fue aun mayor (0,41 y 0,23).
La inclusión de la ozonoterapia posibilitó la corrección de los trastornos de la inmuni-
dad, expresada por el aumento de la actividad fagocítica de los neutrófilos. En el trabajo de
Kulikova y cols. (2004) se señala la dinámica positiva de la OLP y la DAO bajo la influencia
de la ozonoterapia.
Formas de aplicación
• Ventilación de los tejidos oculares con una mezcla gaseosa de ozono y oxígeno.
• Administración subconjuntival de una mezcla gaseosa de ozono y oxígeno.
• Aplicación de aceite ozonizado en la conjuntiva y en los tejidos oculares.
• Infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada o insuflación rectal de una
mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia mayor o menor.
Pauta terapéutica
La ventilación de los tejidos oculares con la mezcla gaseosa de ozono y oxígeno se realiza
preferiblemente en las formas agudas de la enfermedad. Las sesiones (5-10) se realizan dia-
riamente o en días alternos. Esta ventilación puede combinarse con la aplicación de aceite
ozonizado en la conjuntiva y en los tejidos oculares, o ser sustituida por ésta.
La administración subconjuntival de una mezcla gaseosa de ozono y oxígeno se usa
preferiblemente en las manifestaciones posteriores a la gravedad y en las que cursan sin
complicaciones. El número de inyecciones es de 5-10 y se realizan en días alternos.
Las infusiones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada o las insuflaciones
rectales de una mezcla de ozono y oxígeno, o las autohemoterapias mayor o menor se lle-
van a cabo en días alternos (5-10).
Formas de aplicación
• Administración parabulbar y retrobulbar de una solución fisiológica ozonizada.
• Infusión intravenosa de una solución fisiológica ozonizada o insuflación rectal de
una mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia mayor o menor.
Pauta terapéutica
La administración parabulbar y retrobulbar de una solución fisiológica ozonizada se realiza
diariamente o en días alternos, en un total de 5-10 sesiones.
por debajo de la normalidad o plano, lo que puede llevar a la ceguera total o parcial. Se han
utilizado múltiples métodos terapéuticos dirigidos a detener el proceso de la enfermedad,
entre ellos medicamentos, como la vitamina A, o el extracto de aloe, un oxigenante tisular.
No se ha obtenido una respuesta satisfactoria en ningún caso. En la exploración ocular se
observan alteraciones de la papila, como palidez, vasos muy disminuidos de calibre y de-
pósitos de material fagocitado en la retina.
La retinopatía diabética es una microangiopatía que afecta principalmente a arterio-
las, capilares y vénulas poscapilares de la retina, con signos de lesión microvascular y extra-
vasación; también pueden estar afectados los vasos de mayor tamaño. Es la causa principal
de ceguera en las personas de 25 a 64 años de edad, y aparece con mayor frecuencia des-
pués de años de diabetes diagnosticada. Es una enfermedad en la que se observa ceguera
con mucha frecuencia. El riesgo puede disminuirse mediante un control óptimo de la glu-
cemia, un examen oftalmológico regular y el tratamiento oportuno, cada vez más avanza-
do. La retinopatía diabética se clasifica en preproliferativa, no proliferativa y proliferativa;
según la etapa en la que se encuentre, pueden observarse alteraciones hemorreológicas
con transporte deficiente de oxígeno a los tejidos, hemorragias y edemas. La aparición de
neovascularización en respuesta a la hipoxia retiniana constituye el signo característico de
la retinopatía diabética proliferativa. Los vasos neoformados pueden aparecer en el nervio
óptico, la mácula o ambos, y se rompen y provocan hemorragias vítreas, fibrosis y, final-
mente, desprendimiento de retina.
El glaucoma es una neuropatía óptica progresiva multifactorial, caracterizada por pér-
dida del campo visual y otros cambios funcionales de la fisiología ocular, y en la que la
presión intraocular (PIO) está considerada como el principal factor de riesgo. Ocupa uno
de los primeros lugares como causa de perdida de visión en todo el mundo, e inicialmente
lesiona los axones que penetran en la caras temporoinferior y temporosuperior de la papila
óptica, y se producen los escotomas arqueados típicos.
A medida que se destruyen las fibras, el ribete nervioso de la papila óptica se contrae y
aumenta la excavación fisiológica en su interior. En los últimos años, para el tratamiento del
glaucoma de ángulo abierto se han utilizado, junto a hipotensores locales, tratamientos an-
gioprotectores, vitaminoterapia y vasodilatadores, que producen cambios hemodinámicos
favorables o disminuyen los procesos oxidativos que se producen en el tejido ocular, con el
fin de mejorar la función nerviosa dañada.
Desde 1987, en Cuba se aplica la ozonoterapia por vía rectal a pacientes con glaucoma
primario de ángulo abierto. También se incorporó la asociación de la magnetoterapia, por
sus acciones beneficiosas sobre la permeabilidad de la membrana celular, las propiedades
reológicas de la sangre y la acción vasodilatadora, así como por la disminución que provoca
en la tensión superficial de los eritrocitos, la presión intraocular y el tiempo retinocortical.
En la queratitis herpética y las úlceras corneales, el factor precipitante más habitual es
el desarrollo de un defecto epitelial que crea las condiciones adecuadas para la instalación de
un proceso infeccioso cuya etiología puede ser una infección vírica, bacteriana o fúngica. La
úlcera corneal es una queratitis purulenta que se observa con mayor frecuencia en adultos
del género masculino y en los habitantes de zonas rurales, siendo de gran importancia el
proceso de cicatrización, de lo que dependerá la mayor o menor pérdida de transparencia.
Formas de aplicación
• Administración parabulbar y retrobulbar de una solución fisiológica ozonizada.
• Infusión intravenosa de una solución fisiológica ozonizada o insuflación rectal de
una mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia mayor o menor.
Pauta terapéutica
• Intervalo de las concentraciones que se utilizan: medio.
• Vías de administración: vía rectal, autohemoterapia mayor, infiltraciones subcon-
juntivales, campanas oculares y aceite ozonizado en colirio.
Vía rectal
En los pacientes con un valor de estrés oxidativo inicial de grado «0» o «1»
Segunda 30 100 3
Cuarta 40 200 8
En los pacientes con un valor de estrés oxidativo inicial de grado «2» o «3»
Segunda 20 100 2
En los pacientes con un estrés oxidativo inicial de grado «4», el Centro de Investiga-
ciones del Ozono recomienda no iniciar el ozono de inmediato, sino administrar primero
tratamiento con antioxidantes, para mejorar el estado antioxidante. Sólo se inicia el trata-
miento de ozonoterapia cuando la relación entre riesgo y beneficio así lo sugiera.
En los pacientes con un valor de estrés oxidativo inicial de grado «0» o «1»
Primera 20 50 1
Segunda 25 70 1,75
Tercera 25 100 2,5
Cuarta 30 100 3
Quinta 35 100 3,5
En los pacientes con un valor de estrés oxidativo inicial de grado «2» o «3»
Primera 15 50 0,75
Segunda 20 50 1
Tercera 25 70 1,75
Cuarta 25 100 2,5
Quinta 30 100 3
En los pacientes con un estrés oxidativo inicial de grado «4», se utilizará mejor la vía
rectal, siempre y cuando la relación entre riesgo y beneficio así lo indique, y utilizando el
esquema señalado anteriormente para la vía rectal (grado 4). Si hacia la mitad del trata-
miento se ha producido la recuperación, desde el punto de vista del diagnóstico de estrés
oxidativo, podría aplicarse entonces el siguiente esquema para la autohemoterapia mayor:
Primera 10 50 0,5
Segunda 15 50 0,75
Tercera 15 70 1,05
Cuarta 20 100 2
En las queratitis herpéticas y en las úlceras corneales, están indicadas, además, las si-
guientes vías tópicas:
Vía subconjuntival
Campanas oculares
Colirio de aceite ozonizado en el tratamiento de las úlceras herpéticas (1 gota dos veces al
día, hasta la desaparición de los síntomas).
Observaciones
Hay que señalar que estas dosis se aplican de acuerdo con el resultado del Diagnóstico de
Estrés Oxidativo que se realiza en el Centro de Investigaciones del Ozono de Cuba. Si no
se dispone de ese diagnóstico, se aconsejan los siguientes esquemas, tanto para la vía rectal,
como para la autohemoterapia mayor:
Vía rectal
Primera 20 100 2
Cuarta 35 200 7
Autohemoterapia mayor
Primera 20 50 1
Segunda 30 100 3
Hay que considerar que estas dosificaciones constituyen una guía para el tratamiento
de ozonoterapia, pero siempre hay que estar muy atentos a la evolución del paciente según
la patología ocular que presente y el control de la patología subyacente que exista, lo que
posibilitará la modificación del esquema terapéutico. En Cuba se utiliza el ozono desde
1987 en el tratamiento de estas patologías.
La administración parabulbar y retrobulbar de una solución fisiológica ozonizada se
realiza diariamente o en días alternos, en un total de 8-10 sesiones.
Las infusiones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada o las insuflaciones
rectales de una mezcla de ozono y oxígeno, o la autohemoterapia mayor o menor se reali-
zan en días alternos.
Tras 6 meses de tratamiento con 15 sesiones de autohemoterapia mayor aplicado a
62 enfermos con retinitis pigmentaria, Moreno y cols.(1997) detectaron que la agudeza
visual no varió en el 74,2 % de los pacientes, mejoró en el 21 % y empeoró en el 4,8 %. El
área del campo visual se mantuvo igual en el 41,9 % de los pacientes, mejoró en el 46,7 %
y empeoró en el 11,35 %. Estos indicadores fueron significativamente mejores que en el
grupo de comparación. Los autores subrayan la necesidad de repetir el tratamiento con
ozonoterapia al menos 1 vez cada 6 meses, lo que permite mantener los resultados positi-
vos. Al repetir el tratamiento después de un año, no se observó mejoría alguna en el 91,9 %
de los pacientes.
Estudiando la dinámica del estado clínico de 20 pacientes a los que se aplicaron tra-
tamientos repetidos con ozonoterapia durante 24 años, Copello y cols.(1997) llegaron a
las mismas conclusiones. Los mejores resultados se obtuvieron cuando el tratamiento con
ozono se repitió no menos de 2 veces al año, observándose mejoras en el campo visual en
el 70 % de los casos y en la agudeza visual en el 42 % de los casos.
En la retinopatía diabética se producen alteraciones importantes de la microcirculación,
se lentifica la circulación sanguínea, aumenta la agregación de los eritrocitos, se observan
espasmos arteriolares, y se producen hemorragias, plasmorragias y edema de la retina. La
ozonoterapia es un medio eficaz para la corrección de estos trastornos. Como resultado de
su aplicación, se observa mejoría de la agudeza visual en el 71,2 % de los casos y dinámica
positiva de los cambios en el fondo de ojo en el 75 % de los pacientes (Kiseleva y Kulikov,
2003; Zankina y cols., 2003).
Según los resultados de Díaz y cols.(1997), después del tratamiento con insuflaciones
rectales con una mezcla gaseosa de ozono y oxígeno, se observó una mejoría de la agudeza
visual en el 60 % de los enfermos con retinopatía diabética; a los 6 meses, la mejoría se
mantenía en el 40 %, y al cabo de un año, en el 20 %.
Neroev y cols. (2003) observaron la dinámica positiva de los indicadores de la electro-
rretinografía en pacientes con maculodistrofia pigmentaria (asociada a la edad), después
de la aplicación de ozonoterapia mediante la administración intravenosa y parabulbar de
una solución fisiológica ozonizada.
Formas de aplicación
• Administración parabulbar y retrobulbar de una solución fisiológica ozonizada.
• Infusión intravenosa de una solución fisiológica ozonizada o insuflación rectal de
una mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia mayor o menor.
Pauta terapéutica
La administración parabulbar y retrobulbar de una solución fisiológica ozonizada se realiza
diariamente o en días alternos, en un total de 8-10 sesiones.
Las infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada o las insuflaciones recta-
les de una mezcla de ozono y oxígeno, o la autohemoterapia mayor o menor se realizan en
días alternos, en un total de 6-10 sesiones.
Además de los procedimientos de acción general, Maniuta y Shumilova (2006) reco-
miendan a los enfermos con neuritis coclear incluir las insuflaciones con una mezcla de
ozono y oxígeno, con una concentración de 20 µg/ml, a través del conducto auditivo exter-
no durante 3-4 minutos (15 sesiones), así como 5 sesiones de administración subcutánea
de la mezcla de ozono y oxígeno en la región de la apófisis mastoidea, 1 vez en 3 días, 20 μg
de ozono en cada sesión.
En un grupo de 60 pacientes con disfunciones del nervio óptico de diferentes etiolo-
gías, se utilizó la ozonoterapia, mediante 15 sesiones de autohemoterapia mayor. La explo-
ración oftalmológica tras finalizar el tratamiento demostró la mejoría de la agudeza visual
en el 55 % de los enfermos, de la sensibilidad de contraste en el 86 %, de los parámetros del
campo visual en el 83 % y de los potenciales visuales provocados en el 37 %. Se lograron
buenos resultados en casos con diferentes afecciones del nervio óptico, exceptuando la
atrofia óptica de Lëber (Santiesteban y cols., 1997).
Formas de aplicación
• Administración subconjuntival de una mezcla gaseosa de ozono y oxígeno.
Pauta terapéutica
Las inyecciones subconjuntivales de la mezcla gaseosa de ozono y oxígeno se realizan en
días alternos, y se conjugan con la aplicación de aceite ozonizado en la conjuntiva. El nú-
mero total de sesiones es de 10-14.
Las infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada o las insuflaciones recta-
les de la mezcla de ozono y oxígeno, o la autohemoterapia mayor o menor se aplican en días
alternos durante la realización de los procedimientos locales.
La aplicación de la ozonoterapia por Ferrer y cols. (1997) a 131 pacientes con diag-
nóstico de glaucoma de ángulo abierto mejoró las funciones visuales y la hemodinámica
ocular.
Según los resultados obtenidos por Díaz y cols. (1997) en 25 enfermos con glaucoma
de ángulo abierto inmediatamente después de la ozonoterapia y durante 9 meses, se ob-
servó mejoría de la agudeza visual en el 65 % de los pacientes; en el 53 %, se mantuvo esa
mejoría durante un año. El campo visual aumentó en el 76 % de los pacientes, lo que se
mantuvo durante un año.
En la tabla 14-2, tomada de la monografía Aspectos clínicos de la ozonoterapia, bajo la
redacción de los profesores Zmizgova y Maksimov (2003), se presentan las conclusiones
sobre la utilización de los procedimientos de aplicación local de ozonoterapia en diferentes
enfermedades oftalmológicas.
Irrigación de la conjuntiva
BLEFARITIS
Aplicación con aceite
Gas subconjuntival
Gas subconjuntival
GLAUCOMA
Aplicación con aceite
(continúa)
Gas subconjuntival
Gas subconjuntival
QUERATITIS
Irrigación de la conjuntiva
Gas subconjuntival
QUERATOPLASTIA
Aplicación con aceite
Gas subconjuntival
CONJUNTIVITIS
Irrigación de la conjuntiva
Gas subconjuntival
PTERIGIÓN
Aplicación con aceite
(continúa)
Gas subcutáneo-orbicular
ORZUELO
Aplicación con aceite
223
Pauta terapéutica
Tras lavar el conducto auditivo externo con agua destilada ozonizada o con una solución
fisiológica ozonizada, se introduce la torunda con aceite ozonizado. Se realizan 4-5 sesio-
nes diarias.
Las infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada, o las insuflaciones recta-
les con una mezcla de ozono y oxígeno, o la autohemoterapia mayor o menor se realizan
como procedimientos complementarios bajo la supervisión del médico, en días alternos,
en un total de 3-4 sesiones.
Akulich y cols. (2000) observaron los resultados positivos del lavado del conducto au-
ditivo externo con una solución fisiológica ozonizada.
Los síntomas de la inflamación aguda del oído medio son: sensación de plenitud y
opresión en el oído, disminución de la audición, fuertes dolores en ráfagas en el oído y
aumento de la temperatura corporal. La acumulación de exudado en la caja timpánica pro-
duce la hinchazón del tímpano, con posterior secreción de pus, es decir, la aparición de
perforaciones. Las secreciones que proceden del oído son sanguinolentas al principio y, a
continuación, mucopurulentas.
Las inflamaciones crónicas purulentas del oído medio se caracterizan por otorrea puru-
lenta constante o periódica, por la presencia de secreciones timpánicas persistentes y por
una disminución auditiva de diferentes grados. Aparece en el contexto de una otitis media
aguda, debida con frecuencia a la disminución de la resistencia del organismo.
Las otitis crónicas se dividen en otitis con perforaciones centrales, o mesotimpanitis, y
otitis con perforaciones en los extremos del tímpano, o epitimpanitis.
La insuficiente eficacia del tratamiento tradicional de las otitis crónicas purulentas está
relacionada con la disminución de la sensibilidad de la microflora hacia muchos prepara-
dos antibacterianos.
El gran efecto antiinflamatorio, bactericida y fungicida de los preparados ozonizados y la
ausencia prácticamente total de complicaciones y reacciones alérgicas debidas a su aplicación
determinan la idoneidad de la ozonoterapia en este tipo de patologías. Más aún, al disminuir
la fase destructiva de la inflamación, el ozono disminuye el riesgo de aparición de cicatrices y
adherencias en la caja timpánica, y posibilita la epitelización (Tafintsev y cols., 2003).
Pauta terapéutica
La ozonoterapia puede realizarse tanto de forma independiente como con tratamientos
convencionales antiinflamatorios.
El lavado de la cavidad timpánica o de la cavidad de trepanación con agua destilada
ozonizada o con solución fisiológica ozonizada se realiza con ayuda de una cánula de Hart-
mann o un microcatéter. A continuación, se realiza la gasificación de la cavidad con ayuda
de un obturador y de auriculares especiales, que permiten el aporte y el drenaje de la mez-
cla de ozono y oxígeno con una velocidad de flujo de 0,5 l/min. El procedimiento se realiza
diariamente, en un total de 5-6 sesiones.
El procedimiento de gasificación es más sencillo con el uso de un bastoncillo de al-
godón común. Se humecede uno de los extremos del bastoncillo de algodón y, a conti-
Figura 15-2. Dispositivo para la aplicación de la mezcla de ozono y oxígeno en la otitis media
purulenta.
nuación, se coloca en el conducto auditivo. A través del otro extremo, se coloca una aguja
con una jeringa de 10 ml llena de una mezcla gaseosa con una concentración de ozono de
5-7 µg/ml, administrándose lentamente la mezcla por el conducto auditivo. Las sesiones se
realizan también diariamente, en un total de unas 5-8.
Ovchinnikov y Sinkov (1998) estudiaron los efectos de la ozonoterapia en 28 enfer-
mos con otitis media purulenta crónica (22 casos) y aguda (6 casos). El grupo de control
constó de 28 pacientes, que recibieron el tratamiento convencional de conservación. En
los enfermos del grupo basal, se realizó el lavado con solución fisiológica ozonizada y la
gasificación con la mezcla de ozono y oxígeno en las cavidades del oído medio, y se com-
probó que la curación de los pacientes de este grupo comenzó 3-5 días antes. La cantidad
de lavados en el grupo basal fue de 5-6 (una vez al día), y en el grupo de control, de 18-20
(dos veces al día). En los enfermos del grupo basal, la otorrea purulenta cesó a los 4-5 días,
y en los del grupo de control, a los 7-9 días. El crecimiento microbiano en las cavidades del
oído medio se interrumpió en 3-4 y 6-8 días, respectivamente. Los autores recomiendan
la ozonoterapia como método complementario en el tratamiento múltiple de las otitis me-
dias, y también como método fundamental en los casos de intolerancia a los preparados an-
tibacterianos o disminución de la sensibilidad a éstos por parte de la microflora patógena.
Shajov y Edeleva (1999) trataron a 52 enfermos con mesotimpanitis purulenta crónica,
aplicando la ozonoterapia en forma de gasificación con una mezcla de ozono y oxígeno en
la cavidad timpánica. Al cabo de 2-3 sesiones, ya se observó una disminución de la otorrea
purulenta, y hacia las 5-7 sesiones, cesó totalmente la otorrea en el 81 % de los pacientes, y
en el 19 % restante se observó una considerable disminución de la cantidad excretada. Al
finalizar el tratamiento con ozonoterapia, la otoscopia se caracterizó por la desaparición
Formas de aplicación
Infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada, o insuflación rectal con una mezcla
de ozono y oxígeno, o autohemoterapia mayor o menor.
Pauta terapéutica
Se realiza uno de los procedimientos mencionados anteriormente durante dos días segui-
dos y, a continuación, en días alternos, en un total de 15-20 sesiones. Al realizar la admi-
nistración intravenosa de solución fisiológica ozonizada a pacientes con sordera neurosen-
15.4. Rinitis
15.4.1. Rinitis aguda
El resfriado agudo es una de las enfermedades más frecuentes de las vías respiratorias su-
periores, pudiendo ser una afección independiente o el comienzo de una enfermedad in-
fecciosa aguda. Surge como reacción del organismo a un enfriamiento general o local, que
es un factor predisponente para la activación de la microflora patógena condicional, que
se encuentra permanentemente en la cavidad nasal o en la nasofaringe. La rinitis aguda
también puede deberse a la influencia del polvo, el humo, los vapores de diferentes ácidos
y otras sustancias.
En la evolución de la enfermedad se diferencian tres estadios. El primero de ellos, la in-
flamación de la mucosa nasal y nasofaríngea, dura 1-2 días. El segundo estadio, la secreción
reforzada, con abundante secreción nasal, serosa y mucosa, se prolonga durante casi un día.
En el tercer estadio, las secreciones adquieren un carácter mucopurulento y los síntomas
de la enfermedad empiezan a debilitarse. Al cabo de unos 7-10 días, se alcanza la curación.
El tratamiento local se dirige a eliminar las dificultades en la respiración nasal y disminuir
los fenómenos inflamatorios. La ozonoterapia resulta adecuada en la segunda fase.
Formas de aplicación
• Inhalaciones de hidrosoles con aceite ozonizado utilizando un inhalador ultrasónico.
• Aplicación de aceite ozonizado en la mucosa nasal.
Pauta terapéutica
Se realizarán inhalaciones 2-3 veces al día. Por la noche, se aplicará, en ambos conductos
nasales, gotas de uno de los preparados vasoconstrictores y, a continuación, gotas de aceite
ozonizado (para uso interno). En total, se realizarán 3-4 aplicaciones.
Formas de aplicación
• Inhalaciones de hidrosoles con aceite ozonizado con el uso de un inhalador
ultrasónico.
• Infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada o insuflación rectal de una
mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia mayor o menor.
Pauta terapéutica
Se aplicarán 5 a 12 inhalaciones durante 5 minutos, diariamente, incluyéndose también
uno de los procedimientos de acción general: infusión intravenosa de solución fisiológica
ozonizada, insuflación rectal de una mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia mayor
o menor, en un total de 10 sesiones.
La aplicación del tratamiento con inhalaciones en pacientes con rinitis crónica logró la
disminución de la microflora patógena a una cuarta parte, según los resultados del análisis
bacteriológico, y la normalización del estado inmunológico de las mucosas.
Formas de aplicación
• Infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada, o insuflación rectal de una
mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia mayor o menor
Pauta terapéutica
A días alternos, se aplica uno de los procedimientos mencionados anteriormente, en un
total de 8-10 sesiones.
15.5. Sinusitis
Las enfermedades inflamatorias (purulentas) de los senos paranasales son muy frecuentes,
constituyendo casi el 15-16 % de todas las enfermedades del oído y las vías respiratorias
superiores en los enfermos ambulatorios y cerca del 30 % entre los hospitalizados. El pri-
mer lugar en cuanto a frecuencia de afectación lo ocupa el seno maxilar superior (antro de
Highmore) y, a continuación, el laberinto del etmoides, y los senos frontal y cuneiforme.
En raras ocasiones, se observa una afectación sinusal aislada; lo más habitual es que
se afecten varios senos. Como factores predisponentes de las sinusitis figuran varias pato-
logías de las cavidades nasales (rinitis crónica, desviación del tabique nasal, adenoiditis y
otras).
Teniendo en cuenta las propiedades antiinflamatorias y desinfectantes de los materiales
ozonizados, la ozonoterapia se emplea para el tratamiento local. Los procedimientos de
acción general se utilizan para aumentar la inmunidad y eliminar la intoxicación.
Formas de aplicación
• Lavado de los senos paranasales con agua destilada ozonizada o una solución fisio-
lógica ozonizada con una concentración de ozono de 1,5-8 µg/ml.
• Gasificación de las cavidades con una mezcla de ozono y oxígeno, con una concen-
tración de ozono de 5 µg/ml.
• Infusión intravenosa de una solución fisiológica ozonizada, insuflación rectal de
una mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia mayor o menor.
Pauta terapéutica
La ozonoterapia puede aplicarse como método independiente y también junto con trata-
mientos antibacterianos convencionales.
En la sinusitis maxilar, se realiza la punción del seno en un punto típico y se lava con
agua destilada ozonizada o solución fisiológica ozonizada, empleándose un volumen de
100-200 ml. Posteriormente, se realiza la gasificación de las cavidades con 10 ml de una
mezcla de ozono y oxígeno. El número total de sesiones es de 5-6.
En la etmoiditis poliposa crónica, y durante el postoperatorio, se coloca una torunda
con aceite ozonizado durante dos horas. Se realizan unas 5-7 sesiones diarias.
En condiciones ambulatorias, la gasificación de los senos con la mezcla de ozono y oxí-
geno se realiza según el siguiente procedimiento: con ayuda de una jeringa, se humedecen
las cavidades nasales con agua destilada o solución fisiológica. Se llenan dos jeringas de 10
ml con una mezcla de ozono y oxígeno, con una concentración de ozono de 10 µg/ml. Se
le pide al paciente que realice una inspiración profunda y que contenga la respiración (esto
es necesario para evitar que la mezcla de ozono y oxígeno pase a las vías respiratorias). En
ese momento, y mediante las dos jeringas a la vez, se administra la mezcla de ozono y oxí-
geno por las fosas nasales (apnea). A continuación, el paciente se tapa la nariz, cuenta por sí
mismo hasta 10, y espira por la boca y por la nariz. El número de sesiones diarias es de 5-10.
Antes de comenzar este procedimiento, es recomendable que el paciente se entrene a
hacer apneas sin usar la mezcla de ozono y oxígeno.
En los procedimientos locales, se realiza la infusión intravenosa de una solución fisioló-
gica ozonizada, la insuflación rectal de una mezcla de ozono y oxígeno, o la autohemotera-
pia mayor o menor, en días alternos, en un total de 3-5 sesiones.
En el tratamiento múltiple de las sinusitis purulentas, Palchun y Luchijin (2004) ob-
tuvieron buenos resultados con la prescripción de ozonoterapia local, que incluía lavados
diarios de los senos afectados con una solución isotónica con una concentración de ozono
de 6-8 µg/ml, administrando posteriormente una mezcla de ozono y oxígeno en las fosas
nasales durante 15 min. En los pacientes con episodios de intoxicación importante, se ad-
ministró una solución fisiológica ozonizada (400 ml) con una concentración de ozono de
0,8-1,0 µg/ml.
Según la opinión de Terenteva (1998, 1999), la ozonoterapia tiene una gran eficacia, en
comparación con los métodos habituales de tratamiento, según las manifestaciones clíni-
cas y los indicadores bioquímicos de la gravedad del proceso inflamatorio.
El agravamiento del proceso inflamatorio que se observa en los primeros días del trata-
miento local cesa 2-4 días antes con la utilización de materiales ozonizados. Tras la aplica-
ción de la ozonoterapia, se valoró el estado de los pacientes como curación desde el punto
de vista clínico en el 82,6 % de los enfermos con sinusitis maxilar aguda purulenta, y en el
69,1 % de los enfermos con procesos crónicos purulentos graves. En el grupo de compara-
ción, estas cifras fueron del 78,6 % y el 56,5 %, respectivamente.
En dos grupos de 30 enfermos con sinusitis maxilar aguda purulenta, Paimanova y cols.
(2003) utilizaron el tratamiento general antiinflamatorio. En el grupo basal, el tratamiento
local consistió en el lavado de los senos nasales con una solución fisiológica ozonizada
previamente sonicada por medio de un generador de oscilaciones ultrasónicas de baja fre-
cuencia. En el grupo de control, el lavado de los senos nasales se realizó con furazilina, a la
que se añadió después una solución de dioxidina al 1 %.
En ambos grupos, los procedimientos se realizaron diariamente. En el grupo basal, la
curación de los focos se inició después de 1-3 punciones, y la duración del tratamiento
fue de 7-9 días. En el grupo de control, se necesitaron 5-9 lavados de los senos nasales y la
duración del tratamiento fue de 10-14 días. Al cabo de 6 meses, se detectaron recidivas en
9 de los pacientes del grupo de control; en los del grupo basal no se observaron recidivas.
La efectividad de la ozonoterapia local como método profiláctico postraumático de la
sinusitis maxilar se muestra en el trabajo de Durnovo y Jitrina (2003).
En la rehabilitación de los pacientes con sinusitis poliposa crónica en el periodo posto-
peratorio temprano, la ozonoterapia acelera la cicatrización de las heridas postoperatorias
y la restauración de las funciones del epitelio vibrátil, permite disminuir el riesgo de com-
plicaciones purulentas y reduce los plazos de tratamiento en el hospital (Mujina y Semo-
chkin, 2006).
15.6. Amigdalitis
Las enfermedades inflamatorias de las amígdalas palatinas se dividen en agudas y crónicas.
Las primeras se clasifican en catarrales, lagunares y foliculares. Las anginas lagunares y fo-
liculares tienen mayor gravedad y presentan intoxicación manifiesta. Las anginas laguna-
res se caracterizan por la presencia de placas, que cubren una mayor o menor parte de las
amígdalas. En las anginas foliculares, es característica la formación de folículos supurantes
en las amígdalas.
Las amigdalitis crónicas suelen ser el resultado de anginas repetidas. El proceso pato-
lógico en la inflamación crónica de las amígdalas palatinas se localiza más frecuentemente
en las lagunas. La disminución de la inmunidad tiene un significado fundamental en el
desarrollo y en el transcurso de la amigdalitis crónica.
En el tratamiento de las amigdalitis, la ozonoterapia se utiliza como método antiinfec-
cioso, inmunomodulador y desintoxicante.
Formas de aplicación
• Lavado de las lagunas de las amígdalas con agua destilada ozonizada o una solución
fisiológica ozonizada con una concentración de ozono de 1,5-8 µg/ml.
• Infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada, insuflación rectal de una
mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia mayor o menor.
Pauta terapéutica
En la amigdalitis crónica compensada, se realizan 5 lavados de las lagunas de las amígdalas
palatinas con una cánula de Hartmann, con un volumen de 100 ml.
En las amigdalitis descompensadas, se realizan los mismos lavados, 8-12 veces, y se in-
cluye uno de los procedimientos de acción general: las infusiones intravenosas de solución
fisiológica ozonizada o la insuflación rectal de una mezcla de ozono y oxígeno, o autohe-
moterapia mayor o menor, en un total de 4-6 sesiones.
En el trabajo de Pavelkina (2005), se señala la efectividad de la aplicación de aceite
ozonizado sobre la superficie afectada de las amígdalas.
En 28 pacientes con amigdalitis crónica, Akulich y cols. (2000) utilizaron la ozono-
terapia en forma de infusión intravenosa de una solución fisiológica ozonizada, lavado y
fonoforesis de las amígdalas con solución fisiológica ozonizada. Después del tratamien-
to, desaparecieron las sensaciones de dolor en la garganta, así como las manifestaciones
de intoxicación general en 25 pacientes. Las amígdalas palatinas disminuyeron de tamaño
1,5-2 veces y las lagunas quedaron libres de detritus. En las investigaciones bacteriológicas
repetidas no aparecieron estreptococos ni estafilococos.
En dos pacientes, fue necesario añadir antibióticos al tratamiento con ozonoterapia. En
uno de los enfermos, se agravó la amigdalitis crónica después de la primera sesión, y fue
necesario prescribir un tratamiento antiinflamatorio.
Chernousova (2003) observó 288 niños en condiciones intrahospitalares con en-
fermedades crónicas de la garganta, de los cuales 179 presentaban amigdalitis crónica y
La aplicación de materiales ozonizados cada vez ocupa un mayor lugar en la práctica esto-
matológica. En ella, se aprovechan los efectos antiinflamatorios y oxidantes del ozono, que
producen una acción bactericida que se emplea con fines curativos y profilácticos. Así, se
ha demostrado que el enjuague bucal con agua destilada ozonizada o una solución fisioló-
gica ozonizada en la limpieza dental durante la realización de la higiene profesional mejora
los indicadores de la higiene de la cavidad bucal y, debido a la influencia eficaz sobre la
microflora de la placa dental, evita el desarrollo de caries y de enfermedades del periodonto
(Lukinikh y Kosjuga, 1997; Lukinij, 1998).
235
positivos fiables en el 100 % de los casos de pacientes con gingivitis catarral, en el 92,6 % de
los casos de pacientes con periodontitis crónica generalizada de grado leve, en el 78 % de
los pacientes con nivel medio de gravedad y en el 79,9 % de los casos con evolución grave.
Al aplicar la ozonoterapia, se observó una tendencia a la eliminación de los fenómenos
inflamatorios en un plazo más breve. Se observó la normalización de la microflora de la
cavidad bucal, de los procesos de la OLP, de la capacidad antioxidante y de la inmunidad
local. Se comprobó la gran actividad antibacteriana del agua ozonizada y el aceite ozoni-
zado en la irrigación de la bolsa periodontal, con disminución de las colonias microbianas
desde un 48,6 % ± 5,1 % hasta un 6,2 % ± 0,3 %.
Las observaciones dinámicas durante un año permitieron obtener conclusiones acer-
ca de la racionalidad del empleo de la ozonoterapia como método independiente en el
tratamiento de la gingivitis catarral y la periodontitis de grado leve, mientras que para las
periodontitis de evolución media y evolución grave se recomienda la unión con preparados
antibacterianos tradicionales (Sorokina, 1997).
16.1.1. Gingivitis
La gingivitis (catarral, hipertrófica, ulceronecrótica) es un proceso inflamatorio de la encía,
que se produce bajo la influencia de factores locales y factores generales, sin formación
de bolsas gingivales y sin alteraciones en la integridad de las adhesiones gingivales. Puede
haber evoluciones agudas y crónicas. Se manifiestan por el sangrado de las encías, la sensa-
ción de ardor y el olor bucal desagradable.
Formas de aplicación
• Enjuagues de la cavidad bucal con agua destilada ozonizada o solución fisiológica
ozonizada, con una concentración de ozono de 1,5-8 µg/ml.
• Aplicación de aceite ozonizado en las encías.
• Infusión intravenosa de una solución fisiológica ozonizada o insuflación rectal de
una mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia mayor o menor.
Pauta terapéutica
Los enjuagues de la cavidad bucal con agua destilada ozonizada o solución fisiológica ozo-
nizada se realizan diariamente, 1-2 veces al día, con la aplicación posterior de aceite ozoni-
zado en las encías. La duración del tratamiento es de 8-12 días.
Las infusiones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada o las insuflaciones
rectales de una mezcla de ozono y oxígeno, o la autohemoterapia mayor o menor se inclu-
yen en los casos con formas graves de gingivitis y se realizan en días alternos.
La aplicación de soluciones ozonizadas permitió la eliminación del sarro, la mucosidad
y los restos de comida. El índice higiénico de Green-Vermillon disminuyó de 2,8 a 1,2.
Disminuyeron o desaparecieron completamente los sangrados en el interior de la boca ca-
racterísticos de la gingivitis. El volumen de líquido gingival se redujo a la mitad (Sorokina
y Lukinikh, 1997).
16.1.2. Periodontitis
La periodontitis es la inflamación de los tejidos del periodonto, con destrucción ósea pro-
gresiva. Se diferencian grados leve, medio y grave. La periodontitis crónica se produce fre-
cuentemente como secuela de la gingivitis.
Formas de aplicación
• Enjuagues de la cavidad bucal con agua destilada ozonizada o solución fisiológica
ozonizada, con una concentración de ozono de 1,5-8 µg/ml.
• Aplicación de aceite ozonizado en las encías.
• Lavado de las bolsas periodontales con agua destilada ozonizada o solución fisioló-
gica ozonizada con una concentración de ozono de 4-8 µg/ml.
• Infusión intravenosa de una solución fisiológica ozonizada o insuflación rectal de
una mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia mayor o menor.
Pauta terapéutica
Los enjuagues de la cavidad bucal y los lavados de las bolsas periodontales con agua destila-
da ozonizada o una solución fisiológica ozonizada se realizan diariamente, 1-2 veces al día,
con la aplicación posterior de aceite ozonizado en las encías. La duración del tratamiento
es de 10-14 días.
Ante la presencia de periodontitis generalizada, leve o grave, pueden incluirse en el
programa las infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada o las insuflaciones
rectales de una mezcla de ozono y oxígeno, o la autohemoterapia mayor o menor, que se
realizarán en días alternos.
Bezrukova y cols. (2000) estudiaron la efectividad de la ozonoterapia en personas con
periodontitis de progresión rápida. Los resultados de los indicadores clínicos y analíticos
mostraron la influencia sustancial de las soluciones ozonizadas en todas las manifestacio-
nes de la inflamación del periodonto, eliminando o disminuyendo la hiperemia y los ede-
mas en los tejidos, el sangrado de las encías y la supuración de las bolsas periodontales. Ya
en el cuarto/séptimo día de los enjuagues con solución ozonizada, disminuyeron de forma
apreciable los signos de la inflamación; los lavados de las bolsas periodontales y las aplica-
ciones con aceite ozonizado en los bordes de las encías aumentaron significativamente el
efecto antiinflamatorio local. Después de la ozonoterapia, se observó la normalización de
la OLP y de la capacidad antioxidante de los líquidos bucales, así como de la composición
de la microflora de las bolsas periodontales.
Al emplear la ozonoterapia en 56 enfermos con periodontitis en el preoperatorio y du-
rante el período postoperatorio, Chuprunova y cols. (1998) documentaron una evolución
postoperatoria favorable y la aceleración de la epitelización. Esto permitió acortar los pla-
zos de tratamiento y, debido a ello, se produjo un efecto económico sustancial.
Pirgar (2003) observó dos grupos de enfermos con periodontitis generalizada. En el
grupo basal (24 personas), se incluyó la ozonoterapia en el tratamiento múltiple; en el
grupo de control, se aplicó el tratamiento habitual. Se estableció que en el grupo basal los
plazos de eliminación del proceso inflamatorio se acortaron 1,5 veces en comparación con
el grupo control. La aplicación de la ozonoterapia logró la eliminación de la microflora
patógena sublingual en el 86 % de los pacientes, gracias al aumento de la sensibilidad a los
antibióticos conocidos.
Según datos de Kosenko y Gocharuk (2006), la inclusión del agua destilada ozonizada
en el tratamiento múltiple del enjuague bucal y su instilación en las bolsas periodontales
aumentan sustancialmente la eficacia del tratamiento, mejorando los índices periodontales
y los indicadores bioquímicos.
16.1.3. Periodontosis
La periodontosis es la distrofia generalizada de todos los tejidos del periodonto en un con-
texto de hipoxia evidente y distrofia tisular general. En esta afección, deben prescribirse
procedimientos de ozonoterapia de acción metabólica general, ya que su inclusión en el
tratamiento múltiple produce el mayor efecto (Goncharuk, 2004).
Formas de aplicación
• Infusión intravenosa de solución fisiológica ozonizada o insuflación rectal de una
mezcla de ozono y oxígeno, o autohemoterapia mayor o menor.
• Enjuagues de la cavidad bucal con agua destilada ozonizada o solución fisiológica
ozonizada, con una concentración de ozono de 1,5-8 µg/ml.
• Lavado de las bolsas periodontales con agua destilada ozonizada o solución fisioló-
gica ozonizada con una concentración de ozono de 4-8 µg/ml.
• Aplicación de aceite ozonizado en las encías.
Pauta terapéutica
Se utilizan 8-10 infusiones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada o insuflacio-
nes rectales de una mezcla de ozono y oxígeno, que se llevan a cabo en días alternos y se
combinan con sesiones de autohemoterapia mayor o autohemoterapia menor, 6-8 sesiones
2 veces a la semana.
En este contexto, se realizan diariamente enjuagues de la cavidad bucal con agua desti-
lada ozonizada o solución fisiológica ozonizada, con la posterior aplicación de aceite ozo-
nizado en las encías.
239
Formas de aplicación
• Infusiones intravenosas de solución fisiológica ozonizada.
• Insuflaciones rectales de una mezcla de ozono y oxígeno.
• Autohemoterapia mayor.
• Autohemoterapia menor.
Pauta terapéutica
No existe un esquema único de tratamiento para los enfermos oncológicos.
Según los datos de Kontorschikova (2005), la ozonoterapia se prescribe a los enfermos
oncológicos como preparación para la realización de la poliquimioterapia y de la radiotera-
pia. En el periodo postoperatorio, se administra una solución fisiológica ozonizada (200 ml),
con una concentración de ozono de 400-500 μg/l, comenzando desde el segundo día del
postoperatorio. Se realizan 5 sesiones en días alternos.
Aliasova (2006) administró por vía intravenosa 200 ml de solución fisiológica ozonizada
con una concentración de ozono de 50-100 μg/l antes de cada sesión de poliquimioterapia.
Goriachev y cols. (2007), antes de realizar la hipertermia general dirigida y la poliqui-
mioterapia durante 3 días, administraron una infusión intravenosa de 400 ml de solución
fisiológica ozonizada con una concentración de ozono de 1,2 µg/ml.
En el tratamiento múltiple, Vieban-Haensler (1999) recomienda emplear la autohemote-
rapia mayor, con dosis de ozono de 500 μg a 1.000 μg o insuflaciones rectales con dosis de ozo-
no de 3.000 μg a 6.000 μg, en combinación con la autohemoterapia menor con dosis de ozono
de 200 μg a 300 μg.
Hay que recordar que los efectos curativos de la ozonoterapia en los pacientes con pro-
cesos tumorales diseminados no son estables; si bien se manifiestan en plazos tempranos,
los mejores resultados pueden alcanzarse en los casos de tratamientos repetidos.
En los pacientes con tumores malignos en estadios iniciales, formados recientemente o
distribuidos de forma local, los procesos de cambios en la homeostasis que corroboran el
efecto positivo de la ozonoterapia se desarrollan más lentamente, pero son más duraderos,
aunque no es raro que en estos pacientes se necesite repetir el tratamiento.
En las investigaciones de Aliasova y Kontorschikova (2006, 2007), se demostró que el
uso de la ozonoterapia optimizó las condiciones de realización de la poliquimioterapia, au-
mentó la calidad de vida de las pacientes con cáncer de mama y permitió sobrellevar mejor
el tratamiento. Los efectos secundarios de los citostáticos se observaron en prácticamente
todos los pacientes. Según la escala de toxicidad CTC-NCIC, se observaron náuseas de
grado II-III en el 50,7 %, vómitos de grado II-III en el 17,4 % y anorexia de grado II-III en
el 40,6 % de los casos. La inclusión de la solución fisiológica ozonizada disminuyó la sinto-
matología hasta en un 12,5 %, 3,1 % y 9,4 %, respectivamente. La ozonoterapia posibilitó la
disminución de la duración de la toxicidad hasta 1-2 días después de las infusiones intrave-
nosas de los citostáticos, frente a 3-4 días en el grupo de comparación.
Estos autores observaron que en las pacientes con cáncer de mama que ingresaron por
primera vez en el hospital, independientemente del estadio de la enfermedad, el nivel séri-
co medio de la suma de las fracciones solubles del antígeno CD95 sobrepasó significativa-
mente (3,4 veces) los valores normales. En las pacientes tratadas con ozonoterapia junto
con la poliquimioterapia, se observó una disminución del nivel sérico medio del antíge-
no sCD95. En las pacientes en las que no se incluyó la ozonoterapia en el tratamiento,
el nivel promedio sérico de las formas solubles del antígeno sCD95 no varió e incluso se
observó una tendencia al aumento. La disminución del contenido de antígeno sCD95 en
exceso puede considerarse como un efecto positivo de la solución fisiológica ozonizada.
Se sabe que el antígeno CD95 soluble es capaz de inhibir la apoptosis dependiente de Fas
de las células inmunocompetentes. Al mismo tiempo, la concentración elevada del antí-
geno sCD95 es uno de los factores que posibilitan la salida de las células tumorales de la
vigilancia inmunitaria a través del bloqueo de la acción citotóxica de los linfocitos T FasL
positivos. La corrección de las concentraciones elevadas de sCD95 posibilita de este modo
la restauración de las reacciones inmunológicas, creando las condiciones para que se com-
pleten los mecanismos de la inmunidad antitumoral, potenciando la acción citotóxica de
los quimiopreparados y proporcionando un tratamiento más eficaz a los pacientes onco-
lógicos.
Este hallazgo fue clasificado como descubrimiento científico: «Regularidades de los
cambios del nivel sérico del antígeno FAS soluble y de la cantidad de células FAS + mono-
nucleares de la sangre periférica del organismo humano bajo la influencia de bajas dosis te-
rapéuticas de ozono» (diploma N 330 del 19.03.2007), autores: Aliasova, Kontorschiko-
va, Novikov, Barishnikov, Karaulov.
La utilización conjunta de la terapia electromagnética de alta frecuencia y la poliqui-
mioterapia para el tratamiento de los tumores malignos diseminados se acompaña de un
aumento de la intoxicación endógena ya presente, a causa de la elevada toxicidad de los
quimiopreparados y de la entrada creciente de productos de la descomposición tumoral en
la corriente sanguínea. Esto refuerza las reacciones de radicales libres, lo que se manifiesta
negativamente en las reacciones de diferentes sistemas del organismo.
La administración preliminar de una solución fisiológica ozonizada antes de los proce-
dimientos de hipertermia dirigida y poliquimioterapia disminuyó el grado de intoxicación
endógena según los indicadores del VNSSM en plasma y eritrocitos, optimizó la relación
OLP/DAO y disminuyó el desequilibrio de las células inmunocompetentes en el período
posterior a la hipertermia (Goriachev y cols., 2007).
La vejez es una etapa inevitable del desarrollo del organismo, y el envejecimiento es un pro-
ceso destructivo que se desarrolla regularmente y que favorece el desarrollo de patologías
de la vejez, la limitación de las posibilidades de adaptación, el aumento de la probabilidad
de la muerte y la disminución de la duración de la vida.
De acuerdo con la clasificación del VOZ, se define como de edad madura a las personas
mayores de 50 años. El problema del envejecimiento de la población en Rusia y en Europa
es extraordinariamente actual, ya que casi el 20 % de los rusos pertenecen a esta categoría.
En España un 26 % de la población tiene más de 65 años, mientras que solo un 14,5 % tiene
menos de 15 años lo que a medio plazo supondrá un problema para el mantenimiento de
las estructuras económicas. La edad media de la población es de 40 años: el envejecimien-
to inevitable de la población ha comenzado a frenarse gracias a la llegada de los inmigrantes
cuya edad media, en el año 2004, era de 32,8 años (www.educacion.gob.es, página consul-
tada el 5/08/11). La fracción de adultos, ancianos y muy ancianos crece, y la cantidad de
personas en edad de jubilación multiplica por 2,5 la población de niños de hasta 14 años.
El envejecimiento del organismo es un proceso universal, de disminución constante
del nivel de funcionamiento de los sistemas complejos y abiertos en el tiempo, que afecta
a todos los niveles del organismo, alterando los procesos de autorrestauración de todos sus
componentes. El envejecimiento biológico puede considerarse como una insuficiencia de
los sistemas homeostáticos que conduce al aumento del riesgo de muerte.
En la actualidad, no hay respuesta única a la pregunta de cómo influir en el propio pro-
ceso de envejecimiento o en los factores que determinan la longevidad. Se han logrado
247
Las enfermedades determinadas y relacionadas con la aterosclerosis son las más difundi-
das a nivel mundial, y se mantienen como la causa fundamental de muerte en muchos países.
La cardiopatía isquémica es el resultado directo de la afección aterosclerótica de los
vasos coronarios. La HA y la aterosclerosis se desarrollan en colaboración mutua, se en-
trelazan patogénicamente de forma compleja, se agravan mutuamente entre sí y producen
complicaciones cardiovasculares análogas. La DM posibilita, no sólo la aparición de mi-
croangiopatías, sino también el desarrollo acelerado de la aterosclerosis con afecciones en
las arterias grandes y medianas. La cardiopatía isquémica, que es una de las manifestaciones
de la macroangiopatía diabética, se detecta tres veces más en los pacientes diabéticos que
en los enfermos sin diabetes mellitus. A pesar de que existan determinadas diferencias en la
patogenia de la aterosclerosis en estas enfermedades, sus eslabones fundamentales son las
alteraciones en el intercambio de lípidos, la activación de la peroxidación de los lípidos, los
cambios en las propiedades reológicas de la sangre y la influencia en el endotelio vascular.
En estas enfermedades, la ozonoterapia ejerce poderosos efectos sistémicos, que se ex-
presan en la activación del transporte de oxígeno, la optimización del trabajo de la cadena
respiratoria mitocondrial, la vasodilatación de las arteriolas y las vénulas poscapilares, y la
mejoría de las propiedades reológicas de la sangre y de la microcirculación.
En el desarrollo de la aterosclerosis, se confiere un significado fundamental a los radica-
les libres, y se asigna un papel determinante a la peroxidación de las lipoproteínas de baja
densidad (LDL), capaces de afectar al endotelio de las paredes vasculares. Su apropiación
de los macrófagos y la transformación de estos últimos en células espumosas constituyen
la base de la formación de las placas ateroscleróticas. La eliminación de la oxidación de las
LDL por los peróxidos con ayuda de la ozonoterapia frena el desarrollo de la aterosclerosis.
Algunos trabajos demuestran la gran eficacia de la ozonoterapia con respecto a las ma-
nifestaciones clínicas de las enfermedades consideradas. Basándose en el análisis de pa-
cientes con cardiopatía isquémica, se demostró que se lograron buenos resultados en el
tratamiento (eliminación de más del 50 % de los síntomas) en el 91 % de los pacientes. En
el grupo de enfermos con DM tipo 2, se obtuvieron resultados análogos en un 88 %.
Se registraron indicadores positivos de distintos grados de expresión en todos los en-
fermos con enfermedad hipertensiva a quienes se aplicó la ozonoterapia (Maslennikov y
cols., 2000). En el estudio de la dinámica de los indicadores del intercambio de lípidos,
se estableció que, en los enfermos con cardiopatía isquémica, después del tratamiento de
ozonoterapia se observó una disminución del colesterol total en todos los casos en los que
éste estaba inicialmente aumentado (68 % de los enfermos), un 10 % como promedio. En
los pacientes con hipertensión arterial, esta disminución fue del 5 %; en los pacientes con
DM, fue del 9 %. La disminución de las concentraciones de las lipoproteínas de baja den-
sidad fue, respectivamente, del 12,5 %, el 9,6 % y el 8 %. La dinámica de los triglicéridos se
manifestó también mediante una disminución: en el 22 % de los pacientes con cardiopa-
tía isquémica, en el 24 % de los pacientes con HA y en el 17 % de los enfermos con DM.
El coeficiente de aterogeneidad disminuyó en los enfermos con cardiopatía isquémica e
hipertensión arterial en un 12 %, y en un 18 % en los pacientes con DM. Es decir, los re-
sultados confirman la excelente influencia hipolipidémica de la ozonoterapia en todos los
grupos de pacientes de edad avanzada estudiados.
Formas de aplicación
• Según los datos disponibles en la bibliografía, en los pacientes de edad avanzada se
recomiendan los procedimientos de acción general en dosis bajas y medias (Ivanov
y cols., 2006; Vieban-Haensler, 1999).
• Infusiones intravenosas de una solución fisiológica ozonizada con una concentra-
ción de ozono a la salida del ozonizador de 1-2 µg/ml.
• Insuflaciones rectales de una mezcla de ozono y oxígeno en dosis de 6 mg (300 ml
de gas con una concentración de ozono de 20 µg/ml).
• Autohemoterapia mayor con una concentración de ozono de 0,8-2 µg/ml.
Pauta terapéutica
Se emplea una de las formas mencionadas anteriormente. Las infusiones intravenosas de
solución fisiológica ozonizada se realizan tres veces a la semana. Las insuflaciones rectales
y la autohemoterapia mayor dos veces a la semana. La cantidad de sesiones es de 6 a 10, y
el tratamiento se realiza 2-3 veces al año.
253
19.2. Generalidades
Sin lugar a dudas, toda la columna vertebral (la espalda) es la gran beneficiaria de los
buenos resultados del tratamiento con ozono, sin olvidar la eficacia terapéutica de la ozo-
noterapia intraarticular en el resto del aparato locomotor. Esta diferencia se debe a que,
mientras que en una articulación sólo tenemos cartílago, líquido sinovial, ligamentos y
meniscos, en la patología dolorosa e inflamatoria o degenerativa de la columna vertebral
intervienen un sinfín de elementos anatómicos: músculos estriados paravertebrales, con
múltiples sustancias químicas de liberación durante su contractura e incluso más en su es-
tado de miositis; músculo liso de origen vascular; articulaciones interfacetarias (con todos
sus componentes); estructuras neurológicas de sostén estructural, como el saco dural, las
meninges y el líquido cefalorraquídeo, o bien de carácter absolutamente funcional, como
las fibras nerviosas amielínicas, la médula, las fibras preganglionares y el ganglio anexo a la
raíz dorsal, o mielínicas como las raíces y su transformación casi inmediata en troncos ner-
viosos, o los nervios, rama posterior del nervio posganglionar para la inervación de las arti-
culaciones interfacetarias; plexos nerviosos como el de Lushka, que nace del ramo anterior
e inerva toda la pared posterior de los cuerpos vertebrales, de los discos intervertebrales e
incluso emite el ramo comunicante, uniendo el nervio raquídeo con el plexo simpático en
la cara anterior de los cuerpos vertebrales y finalmente los discos intervertebrales. Todos
estos elementos se benefician químicamente por la mezcla de oxígeno y ozono, tanto en
los tratamientos ambulatorios, mediante una simple infiltración muscular paravertebral,
como en los múltiples tratamientos mínimamente invasivos realizados en quirófano y que
a continuación se describen, destacando que ambos procedimientos son absolutamente
complementarios.
Es necesario destacar algunas ventajas del ozono sobre los esteroides, que son los fár-
macos usados con mayor frecuencia en las diversas técnicas.
Actualmente, la mayoría de las técnicas de infiltración que se utilizan en Clínica del
Dolor emplean una combinación de corticoides de depósito y anestésicos locales. Aunque
• Tiene un efecto general beneficioso sobre el metabolismo. Los corticoides son inmu-
nodepresores con innumerables secuelas cardiovasculares, metabólicas (diabetes), etc.
• Se puede aplicar en pacientes con úlceras gastroduodenales o con riesgo de hemo-
rragia digestiva.
• Se puede aplicar en pacientes con osteoporosis.
• No causa aumento de peso.
• Además del efecto antiinflamatorio y analgésico, el ozono posee un efecto benefi-
cioso sobre el metabolismo tisular, lo que explica, en parte, sus efectos terapéuticos
a largo plazo.
Si bien es cierto que son muchas las ventajas del ozono sobre los corticoides, también
hay que tener en cuenta los inconvenientes o riesgos inherentes a su aplicación:
• Puede ser muy doloroso si se aplica muy rápido o en concentraciones elevadas, pu-
diendo causar una reacción vasovagal, lipotimias y hasta parada cardiorrespiratoria
en casos extremos.
• Existe la posibilidad de una aplicación inadvertida en un vaso sanguíneo, si no se
realiza una aspiración periódica con la jeringa, con el consecuente riesgo de embolia
cuando se aplica directamente al torrente sanguíneo. Se han documentado acciden-
tes mortales por aplicaciones descuidadas por personas no preparadas para realizar
maniobras de reanimación de forma inmediata.
• Puede producirse una exacerbación del dolor, si se aplica en dosis elevadas al prin-
cipio, o si se aplica en zonas donde existe resistencia en el momento de realizar la
inyección, por no estar en la localización correcta; hay que ser, por lo tanto, muy
cuidadosos a la hora de aplicar el ozono.
• El personal que trabaja con el ozono está expuesto a riesgos por inhalación aguda o
crónica del mismo, si no se contemplan las medidas de seguridad necesarias, como
equipos bien calibrados y de buena calidad, ambiente bien ventilado, extractores de
aire, ausencia de fugas de ozono en el lugar de trabajo, mangueras y conexiones en
buenas condiciones, etc.
El hecho de que el ozono sea una molécula con propiedades bactericidas no significa
que no se deban cumplir todas las medidas de asepsia y antisepsia necesarias para cual-
quier procedimiento de inyección, del mismo modo que cuando se inyectan corticoides,
debiéndose utilizar jeringas y agujas estériles desechables, para evitar cualquier infección
o problema médico legal.
⎧ Espina bífida
Vértebra de transición
Lesiones congénitas ⎨ Espondilosis y espondilolistesis
⎩ Estenosis del conducto raquídeo lumbar
⎧ Espondilolistesis
Lesiones del desarrollo ⎨
⎩ Escoliosis
Con el paciente en decúbito prono (boca abajo), se palpan ambas crestas ilíacas (fig. 19-2),
y en la línea horizontal que las une, el punto medio indica la apófisis espinosa de la vértebra
L4; es una práctica útil para el principiante dibujar sobre el paciente e intentar establecer
las relaciones de vecindad (fig. 19-3).
Al «dibujar», se coloca una «marca» a 2-3 cm de la apófisis espinosa y, con una aguja
intramuscular de 0,80 × 40 mm o 0,40 × 40 mm, se infiltran lentamente entre 5 ml y 10 ml
de ozono, con una concentración de entre 10 μg/ml y 20 µg/ml; así, se estará infiltrando la
mezcla de oxígeno y ozono por debajo de la fascia toracolumbar en la masa del músculo erec-
tor de la columna, formado a su vez por el músculo ileocostal, los transversoespinosos y los
intertransversos (fig. 19-4), situándose el nivel de aplicación unos 2 cm por encima y 2 cm
por debajo de la lesión (hernia, protrusión o punto «gatillo») y a ambos lados de la colum-
na, con una frecuencia de 2 veces a la semana hasta la mejoría clínica y luego 1 vez cada quin-
ce días, hasta completar un ciclo de 20 sesiones o hasta la desaparición de la sintomatología.
Según la experiencia clínica, es conveniente realizar una sesión de magnetoterapia, de
20 minutos como mínimo, inmediatamente después de la infiltración, ya que está demos-
trada su mutua potencialidad analgésica y reparadora.
Referencia de superficie
Palpación de ambas
crestas ilíacas = vértebra L4
Figura 19-2. Palpación de ambas crestas ilíacas y dibujo orientativo sobre el paciente.
Referencia
de superficie - palpación
Figura 19-7. Pedículo, lámina o articulación interfacetaria donde se depositará el ozono de la IPP.
Discólisis
Se denomina así ya que el ozono aplicado dentro del disco intervertebral se disuelve en el
agua intersticial y reacciona inmediatamente para formar un conjunto de especies reacti-
vas del oxígeno, como el peróxido de hidrógeno y el radical hidroxilo, que reaccionan con
hidratos de carbono, proteoglicanos y colágeno, componentes principales del núcleo pul-
poso, causando su rotura. La reabsorción de estos productos hidrolíticos y del agua redu-
cen el material herniado (efecto analgésico), y el exceso de ozono que sale fuera del disco
intervertebral produce una «infiltración intradural» con desaparición del edema, mejora
de la circulación sanguínea de los abundantes plexos venosos y arteriales intradurales y
peridurales, y facilitación de las condiciones metabólicas ideales estimulando el factor de
crecimiento básico de los fibroblastos, lo que favorece a su vez la reorganización del núcleo
pulposo residual (efecto regenerador).
La técnica se inicia con el paciente en decúbito lateral (neurocirujanos) o ventral (trau-
matólogos), y con una señalización bajo control radioscópico del nivel o los niveles disca-
les afectados. A partir de ahí, y con una incidencia del arco en «C» de entre 35° y 45°(obli-
cua) con una inclinación craneal de entre 5 y 10 grados (fig. 19-8), se realiza una señal, a
unos 8 cm de la línea media de la columna, con una aguja de 0,3 mm × 12 mm, en el espacio
intervertebral correspondiente a la lesión herniaria, y por delante de la oreja del «perrito
de Lachapelle» (fig. 19-9) se administran 5 ml de lidocaína con la aguja de marcación, y se
introduce la aguja definitiva, tipo Chiba 22 GA 0,7 × 203 mm para obesos o Neuro Therm
20 GA, avanzando unos 10 cm en dirección a la columna; a continuación, con controles
Figura 19-8. Técnica para discólisis en quirófano con arco en «C» radiológico móvil.
Figura 19-9. Referencia radiológica del perrito de Lachapelle: en el cuello el foramen (izquierda)
y delante de la oreja el disco intervertebral (derecha).
Si hay que tratar más de un disco, se usarán diferentes agujas (una para cada disco),
así como profilaxis antibiótica (2 g de cefuroxima axetilo), incluso teniendo en cuenta las
excelentes acciones bactericidas y antisépticas del ozono, ya que la posibilidad de producir
una discitis justifica plenamente esta medida de prevención.
Neuromodulación y neurorregeneración
Cuando la lesión discal (protrusión o hernia) ha producido neuritis de la raíz por com-
presión (fig. 19-11), está indicada la realización de una neurorrizólisis del ganglio anexo
a la raíz dorsal, también llamada rizostomía parcial con radiofrecuencia pulsada a 42 °C
(fig. 19-12), que produce una neurorregulación del ganglio con regeneración de la raíz
o el nervio raquídeo, inyectando 10 ml de la mezcla de O2-O3 con una concentración de
30 µg/ml (fig. 19-13), produciendo un rápido alivio del cuadro clínico de neuritis en los
siguientes días al procedimiento. También está indicada en la aplicación de factores de cre-
cimiento ozonizados.
Figura 19-13. Mezcla de oxígeno y ozono a 30 µg/ml sobre las raíces lumbares.
Figura 19-16. Aspecto clínico y control radiológico de infiltración paravertebral lateral profunda (IPLP).
Figura 19-18. Discólisis cervical con dibujo previo señalando el borde anterior del
esternocleidomastoideo, vena yugular interna y carótida, y tráquea.
Figura 19-19. Discolisis más rizólisis C4-C5 (izquierda) y discólisis múltiple (derecha).
Vía posterior
Se realiza desde detrás del paciente, con éste sentado en una camilla o silla, y efectuando la
punción 1 cm por debajo del borde posteroinferior del acromion, con una leve inclinación
hacia arriba y hacia fuera, haciendo que la punta de la aguja quede en el espacio subacro-
mial y justo encima del manguito de los rotadores (fig. 19-22).
La dosis oscila entre 12 µg/ml y 20 µg/ml, en ascenso progresivo, con un volumen que
va desde 10 ml hasta 20 ml, dos veces a la semana, según la evolución clínica del paciente,
en un ciclo de entre 10 y 12 sesiones según la patología, el grado de cronicidad y, evidente-
mente, la evolución clínica, funcional y dolorosa del paciente.
El resultado del tratamiento será mucho mejor si, inmediatamente después de aplicarse
el ozono, el paciente realiza sesiones de magnetoterapia durante un tiempo no inferior a 30
minutos (en todas las articulaciones) y rehabilitación muscular y fisiocinesioterapia simul-
táneas (en el hombro en particular).
Vía anterior
Con las mismas dosis y con las mismas características recién descritas, este abordaje se
realiza pinchando 2 cm por debajo de la articulación acromioclavicular, palpando previa-
mente la línea ascendente de la porción larga del bíceps (fig. 19-23). Esta vía permitirá
dejar parte de la mezcla de O2-O3 en la corredera del tendón de la porción larga del bíceps.
y el resto en el espacio subacromial intraarticular o de la bolsa subacromiosubdeltoidea.
Figura 19-23. Anatomía y técnica de la vía anterior, para infiltración del hombro.
Figura 19-26. Primer abordaje del codo por vía externa y en un nivel subdérmico en la epicondilitis.
van desde 12 µg/ml a 20 µg/ml, con un volumen de entre 15 ml y 20 ml, igual que en la
bursitis y en la epitrocleítis (fig. 19-27).
Figura 19-27. Epitrocleítis: anatomía del plano interno del codo derecho. X, epitróclea;
U, nervio cubital por fuera de la corredera epitrocleoolecraneana; M, nervio mediano.
a los de la columna cervical, por la presencia de nervios periféricos, en este caso del nervio
mediano.
Por el contrario, cuando el problema es intraarticular, como la lesión del fibrocartílago
triangular, esguinces o lesiones ligamentosas asociadas a luxaciones del carpo, las concen-
traciones serán las mismas que en cualquier otro nivel articular y el volumen irá en con-
sonancia con el tamaño de la articulación, como sucede en la rizartrosis del pulgar, que
presenta muy buena respuesta al tratamiento con ozono pero para cuya aplicación se ne-
cesita destreza, buena concentración y, fundamentalmente, una ubicación anatómica muy
acertada, como se puede ver en la figura 19-30.
tibiales (fig. 19-31). Como elementos anatómicos intraarticulares, se encuentran los dos
meniscos, medial o interno y lateral o externo. El menisco interno tiene forma de medialu-
na o croissant, y el externo tiene forma de letra «O», con una pequeña escotadura anterior
Figura 19-29. Síndrome del túnel carpiano por comprensión del nervio mediano (1, derecha)
entre el palmar mayor y el palmar menor (2 y 3, derecha).
para el apoyo del cóndilo femoral externo y otra menor psteroexterna para el paso del ten-
dón del poplíteo (fig. 19-32). También hay que tener en cuenta los ligamentos cruzados:
el ligamento cruzado anterior, que va de adelante a atrás y de la espina tibial anterior a la
zona posterior del cóndilo femoral externo, y el ligamento cruzado posterior, que va de la
Figura 19-31. Rodilla, articulación bicondílea (2 y 6) con meniscos interno y externo (12 y 11)
y ligamentos cruzados anterior y posterior (5 y 3).
espina tibial posterior a la parte posterior del cóndilo femoral interno, la sinovial y la cáp-
sula articular.
Entre las patologías más frecuentes de la rodilla en la consulta de ortopedia y trauma-
tología, se encuentran la lesión de los meniscos o los procesos por sobrecarga mecánica,
en el paciente joven, o la artrosis, en las personas de más edad. En cualquier caso, el diag-
nóstico de certeza casi siempre necesita una resonancia magnética, y no se debe tratar con
ozono una rotura de menisco o de los ligamentos cruzados, o una rotura completa de los
ligamentos lateral interno o externo, ya que estará condenado al fracaso; sin embargo, el
tratamiento con ozono sí puede ser eficaz en las sobrecargas articulares sin derrame, la bur-
sitis prerrotuliana y la bursitis anserina, que es la que afecta a la inserción tendinosa distal
de la pata de ganso, es decir, el tendón del semitendinoso, el gracilis (o recto interno) y el
sartorio, y en otras localizaciones tendinosas afectadas por bursitis, como en la inserción ti-
bial del bíceps femoral en el hueco poplíteo y, también, en la inserción superior o proximal
(en el fémur) de los gemelos.
Técnica
Para la infiltración intraarticular, se usa una concentración de entre 5-10 µg/ml y 20 µg/ml,
con un aumento progresivo del volumen entre 5 ml y 20 ml en cada sesión, siendo conve-
niente realizar 2 o 3 sesiones semanales, y un total de entre 12 y 15 sesiones, pudiéndose
inyectar por diferentes vías:
1 2
(procedentes de las plaquetas), que incluso potenciado por el ozono PRPO3, permitirá
ampliar todavía más el arsenal de herramientas terapéuticas para el tratamiento tanto de la
patología intraarticular como de la extraarticular: tendón rotuliano, cuadricipital, ligamen-
to lateral interno y externo, etc. (fig. 19-34).
Técnica
Se realiza en la consulta con una aguja específica «espinocan» 25 Gx 3 ½ o más largas
(según el paciente) (fig. 19-35), por la vía lateral (que ha demostrado, además de una gran
sencillez, una absoluta seguridad) o bien por la vía anterior clásica (fig. 19-36). Si interesa
realizarla como entrenamiento y para adquirir seguridad (como cuando se colocan factores
de crecimiento o en un niño), deberá realizarse en un quirófano bajo anestesia local o seda-
ción (niños), tal como muestra la figura 19-37. En todos los casos, se administrarán 20 ml
con una concentración de 20 μg/ml a 25 µg/ml, y un número de entre 10 y 12 sesiones en
consulta, según la evolución.
19.5.7. tobillo
La anatomía del tobillo tiene especial interés, ya que hay que diferenciar muy bien las le-
siones internas (maléolo tibial o ligamento deltoideo) de las patologías del plano externo:
Figura 19-35. Infiltración de cadera en la consulta, con la referencia del trocánter mayor (7).
Figura 19-37. Abordaje de la cadera por vía lateral (muy segura) en el quirófano,
con control radioscópico y medios de contraste para confirmar.
tendinitis peronea o de los tendones peroneo lateral corto y peroneo lateral largo; tendini-
tis extensoras y del tendón tibial anterior (fig. 19-38), o la patología más frecuente: a) dis-
tensión (esguince leve, de grado I) o b) rotura del ligamento peroneoastragalino anterior
(esguince moderado de grado II-III) o con rotura de las anteriores estructuras, ligamento
calcaneoperoneo y capsular (esguince grave de grado IV, con subluxación del tobillo, sien-
do éste de obligado tratamiento quirúrgico).
Hay patologías de mayor entidad, como las condromalacias del astrágalo e incluso la
necrosis aséptica del mismo, que también responden a la ozonoterapia, aunque se necesi-
ten más sesiones y control mediante gammagrafía ósea y RM.
Técnica
En los tres primeros grados del esguince de tobillo, tendinitis extensora o de los peroneos o
del tibial anterior, sinovitis peroneoastragalina, etc., el tratamiento se realiza con diferentes
portales (fig. 19-39), con una aguja G 30/42 de 0,40 mm × 40 mm y con un volumen entre
15 ml y 20 ml, con una concentración progresiva de entre 10 µg/ml y 20 µg/ml.
Por su proximidad anatómica, no hay que olvidar las patologías (asociadas) de la ten-
dinitis del tendón de Aquiles, por sobrecarga o lesión parcial, y la talalgia, que tan frecuen-
temente se acompaña de fascitis plantar y cuyo tratamiento con ozono debe acompañarse
de la aplicación de campos magnéticos, a ser posible, inmediatamente después del ozono.
Figura 19-38. Anatomía del tobillo en su cara externa y plano extensor (15, tendón de Aquiles).
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A
Abscesos, 23, 185, 255
Aceites ozonizados, 27-32, 35, 42, 44, 110, 118-119, 123, 130-132, 135-139, 159-162,
183-186, 189-197, 199-201, 205-208, 210, 213, 215, 219, 223-224, 228-230, 232, 235-
238, 285, 296
Ácido graso insaturado, 19, 28
Acné, 29, 32, 185-186
Anexitis, 159, 164
Agua ozonizada, 9, 22-23, 25, 29, 44, 110, 118-119, 123, 130-132, 136-137, 139, 158, 236
Alopecia, 201-202
Alzheimer, enfermedad, 68
Amigdalitis, 232
Anemia, embarazadas, 163, 165, 167-168
ferropénica, 167-168
Aplicación,
local en bolsas, 16, 29
rectal, 16, 142
Apoptosis, 60, 65, 244, 249
309
B
Blefaritis, 205, 219
Bronquitis crónica, 115-126
obstructiva, 116
C
Cáncer vulvar, 162
Candida albicans, 40, 161
Candidiasis, 42, 117, 162
Capa de ozono, 6, 14
Cardiopatía isquémica, 64, 86, 173, 249-252
Catalasa, 50, 54, 58, 61, 84
Cavidades de los canales, 23
Cefalalgia cervical, 178-179
Cefalea tensional, 178-179
Celulitis, 32, 198-199
Chalazión, 205-206, 221
Citomegalovirus, 188
Colecistitis crónica, 23
Colitis
crónica, 140-143
isquémica, 143
ulcerosa, 71
Condromalacia, 178, 281
Conjuntivitis, 204, 206-208
Craurosis vulvar, 162
Cryptosporidium parvum, 41
D
Dacriocistitis, 207, 220
Defensa antioxidante, 37-38, 50-52, 55, 61-62, 65, 68, 71, 88, 117, 152, 201, 240, 242-245
Demencia senil, 68, 173
Dermatitis, 32, 185, 223
Descomposición del ozono, 6, 8-9, 24, 41
Desinfección de heridas, 23, 25, 42-43
Diabetes mellitus, 48, 92, 105-108, 110-114, 187, 198, 217, 249-250
Disfunción endotelial, 84, 87-88
E
Eccema, 183-185
Embolia gaseosa, 34, 73
Encefalopatía, 78, 90-91, 108, 171-174
Endometritis, 157-158
Endotelio vascular, 39, 88, 250
Enfermedad
arterial oclusiva, 37-38
hipertensiva, 87-91, 120, 250
del nervio óptico, 217-218
ulcerosa
duodenal, 133-140
gástrica, 134, 136, 138-139
Enfisema pulmonar, 116
Enterocolitis, 141
Envejecimiento, 200, 247-249, 252
Epidermofitosis, 32
Epiescleritis, 210, 221
Epstein-Barr, virus, 97, 188
Escaras, 32, 68, 73
Esclerodermitis, 59
Esclerosis difusa, 59
Esofagitis, 23
Especies reactivas del oxígeno, 21, 36, 261, 269
Estomatitis, 23, 32, 189
Estomatología, 22, 235
Streptococcus faecalis, 26
Estrés oxidativo, 14, 36, 38, 51-54, 56-57, 84, 117, 213-215, 248-249
F
Factor reumatoide, 97
Fibromialgia, 253
Fístulas, 27, 32, 102
Flebitis, 33
G
Gangrena, 92, 94
Gastritis, 23, 129-140
crónica, 129-132
Gestosis, 163, 165-167, 169
Giardiasis, 32
Gingivitis, 235-237
catarral, 236
Gingivoestomatitis, 32
Glaucoma, 212, 218-219
Glutatión, 21-22, 39, 47-48, 50-51, 54, 79, 82, 84, 89, 106, 114, 145, 147, 172, 240, 242
peroxidasa, 50, 54, 79
reductasa, 54
H
Helicobacter pylori, 130, 134, 139
Hemoglobina glucosilada, 106-108, 111, 113
Hepatitis
alcohólica, 145, 147
crónica, 144-150
Herpes
simple, 32, 183, 188, 190
zoster, 188, 190
Hidroperóxidos, 16-17, 19, 27, 31, 36, 42, 47, 54, 56
Hipercolesterolemia, 78, 80
Hiperestesia dental, 32
Hipertensión arterial, 87-88, 90, 128, 249-250
Histamina, 83, 121-122
I
Índice
de peróxidos, 29-30
de yodo, 11
Infarto
cerebral, 88, 181-182
de miocardio, 73, 79, 81, 88
Infecciones, urogenitales, 164, 169
vulvovaginales, 32
L
Lipodistrofia local, 198
Lumbalgia, 177, 253
Lupus eritematoso diseminado, 59
M
Maculodistrofia pigmentaria, 217
Micosis, 30, 42, 193-194
del pie, 42
Microcirculación, 32, 49, 82-83, 91, 95, 98, 108, 113, 131, 134, 136, 143, 163, 165-166,
169, 178, 180, 188, 199, 201, 217, 242, 250
Migraña, 178-179
Mucosa rectal, 54
Mycobacterium tuberculosum, 41
N
Neuritis, 217-218, 220, 227, 228, 263
cocleares, 228
del nervio
auditivo, 227
óptico, 217
retrobulbar, 217
Neurodermatitis, 183-185
Neuropatía isquémica, 98, 217
O
Oclusión de la vena central de la retina, 211, 213
Onicomicosis, 32, 42, 183,193
Orzuelo, 205-206, 229
Osteocondrosis, 176, 178
Osteomielitis, 101-102
P
Paniculopatía fibroesclerótica edematosa, 198
Parametritis, 157
Parkinson, enfermedad de, 48
Pelviperitonitis, 157
Penicillinum notatum, 41
Periodontitis, 23, 235-237
crónica, 235-237
Periodontosis, 238
Peritonitis, 43, 62, 151-155
difusa, 151, 154
local, 154
Peroxidación lipídica, 19-20, 27, 37, 55-56
Pie diabético, 64, 106, 110, 113, 197
neuroinfeccioso, 64
Pielonefritis, 101, 108, 127-129, 168, 170
Piodermia, 183, 186-187
Proctitis, 143-144
Pseudomonas aeruginosa, 41, 127, 205
Psoriasis, 30, 183, 190-191, 193
Q
Quemaduras, 3, 29-30, 32, 43, 68, 73
cutáneas, 32
Queratitis herpética, 208-209, 212
R
Radiación ultravioleta, 5-6
Radicales libres, 9, 19, 25, 34, 39-40, 46, 51-52, 78-80, 83-84, 88, 115, 117, 122, 152, 172,
240-241, 244, 248-250
Retinitis pigmentaria, 211, 216
S
Serotonina, 50, 83, 97, 122
Síndrome
de distonía vegetativa, 174
del túnel carpiano, 273, 275
Sinovitis, 98, 101, 103, 279, 281
Sinusitis, 224, 230-231
maxilar aguda purulenta, 231
poliposa crónica, 230-231
Sistema cardiovascular, 72, 108, 119, 173, 179
Solubilidad del ozono, 8-9, 24
Solución fisiológica ozonizada, 9, 33, 44, 49-50, 65, 69, 72, 81, 85-87, 91-94, 98, 100-104,
108, 110, 113, 118-119, 121, 123, 125, 126, 131, 137, 139, 147-149, 152-155,
158-161, 163-168, 170, 172-173, 175-176, 178-182, 184, 186-189, 191, 194,
196-198, 201-211, 213, 216-219, 223-232, 235-238, 240-241, 243-245, 252
Sordera neurosensitiva, 49, 227-228
Staphylococcus aureus, 41
Superóxido dismutasa, 21, 50, 54, 84, 172
T
Tendinitis, 268, 270, 273, 281-282
del tendón de Aquiles, 268, 281
Tromboxano A2, 83, 121
U
Úlceras, 23, 27, 30, 32, 41, 68, 73, 94, 98, 131, 133, 138, 189, 196, 208, 212, 215, 221, 256
corneales, 212, 215, 221
gástricas, 133-134, 136
Uveítis, 210-211
V
Vaginosis bacteriana, 160-161
Vasculitis cutánea, 187
VIH, 41-42
Vulvitis, 160-161