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I ^ I ^^^^^.

El ección
de vacas lecheras
MADRID por el tipo
fEBRERO 1958
N.° 3-58 H

César Fernández Quintanilla


Ingeniero Agrónomo.

MINISTERIO DE AGRICULTURA
DIRECCION GENERAL DE COORDINACION, CREDITO
Y CAPACITACION AGRARIA • SECCION DE CAPACITAC{ON
fLfCCION DE VACAS LfC^1fRAS POR fL TIPO
Puede decirse que la selección por el "tipo" es la más
sencilla, la que^ "está más al alcance de todas las fortunas"
y la que más frecuentemente se practica. Ya sabemos due no^
es, ni mttcho^ menos, la más segura ; pero dada la extensióu
que alcanza, bien como criterio único o eomo criterio com-
plementario de la productividad, creemos que es de interé<.
ocuparnos de ella con algítn detalle. ^
Hace ya ntucho tiempo que el problema de las correla-
ciones entre forma y función figura entre los favoritos de
los investigadores en ganadería. En el ganacío lechero estas
correlaciones tienen gran importancia práctica, puesto que
tratan de deducir las difícilmente apreciables características
de producción basándose en las, relativamente f áciles de apre-
ciar, características de tipo. Las estudios que en este aspecto
han llevaclo a cabo Go^vnnT, MATOxiN, Sxvox^ov, Sctiut^n^r.,.
LLROY... y otros muchos investigadores no han conseguidaf
llegar a establecer correlaciones verdaderamente significati-
vas, y esto contribtryó mucho a que se propagase la opinión.
de que el tipo tiene poca impo^rtaticia económica, siendo la
productividad la única medida posible en esta clase de gana-
do. Desde hace relativamente pocos años ha venido introdu-
ciéndose un concepto^ nuevo del tipo, que hace variar por
completo el problema. Se ha comprendido que la apreciación
e^terna del animal no debe hacerse por una serie de medidas.
de determinadas partes de stt anaton^ía, sino fundándose en
otras consideraciones de tipo más amplio y que generalmente^
no admiten su traducción en metros y centímetros. Las ca-
racterísticas qne indican una buena cap^acidad nutritiva, un
conveniente desarrollo de los órganos lecheros, una constitu-
ción robusta, un refinamiento en calidad general, ete., son las
clue verdaderamente ptteden definir algo sobre el animal en
su posible aspecto económico. C^n este punto de vista, y
basándose en la e^periencia adquirida a través de ntuchas
^bservaci^nes, es indudable que la apreciación del tip^, puede-
-3-

ser de gran utilidad, sobre todo si se emplea sólo como com-


plemento del registro de producción, o si no se trata de con-
seguir más que una primera aproximación, pues es relativa-
mente f ácil para un ganadero experto distinguir entre una
vaca mediana, una buena y una mala productora ; pero, en
cambio, es siempre difícil distinguir, por ejemplo, entre dos
buenas productoras, que pueden tener tipos de gran parecido
y ser, sin embargo, de diferente productividad. Po^r eso es
por lo que, en íiltimo término, el registro de producción siem-
pre será la base más segura para seleccionar.
A1 juzgar una vaca por su tipo deben tenerse en cuenta
los factores que por un efecto más o menos circunstancial
ptteden desorientar nuestro juicio. En primer lugar está el
estado de desarrollo del animal. Es sabido que no todas las
razas, ni todos los individuos o familias dentra de cada raza.
siguen el mismo ritmo de evolución hasta alcanzar la ma-
durez; en unos esta evolución es rápida, y las buenas con-
diciones procíuctivas del animal se manifiestan ya casi des-
de el primer parto; en otros, por el contrario, la evolución
es más lenta, y aunque tal vez sean animales mediocres en
los primeros partos, al alcanzar la madurez se han trans-
formado en vacas excelentes. Solamente con una gran expe-
riencia y un gran conocimiento del rebaño es posible apre-
ciar la justa importancia que en cada individuo tiene el es-
tado más o menos avanzado de desarrollo.
Otro de los factores que pueden equivocarnos es el es-
tado de lactación. La verdadera vaca lechera se caracteriza
por una fuerte tendencia a convertir en leche el alirnento que
injiere, e incluso las propias reservas de su cuerpo; por ello
en el período de máxima producción esta clase de vacas pro-
ducen más leche que la que debía corresponder a los prin-
cipios nutritivos que se la suministran, y, naturalmente,
adelgazan, aunque la alimentación sea correcta. En estado
de lactación estas vacas puede decirse que están siempre del-
gadas, y, en cambio, al quedar secas, es f recuente que en-
gorden, e incluso lleguen a desdibujarse sus características
de btten tipo lechero. Po^r el contrario, las vacas de poca ten-
dencia lechera no suelen perder peso, y acusan los defectos
-4-

de la alimentación disminuyendo el rendimiento, y llegando


a secar, o formando grasa en el cuerpo cuando la alimen-
tación es superior a sus posibilidades lecheras. Por estos mo-
tivos el momento más oportuno para juzgar la vaca es en
el máximo de producción, o sea unas semanas después del
parto.
Vamos ahora a ver los criterios para hacer la selección
por el "tipo", criterios que deben utilizarse teniendo siem-
pre a la vista que, como dice Lusx, "el problema práctico
con el que debe enf rentarse el ganadero es prestar el conve-
niente grado de atención a las características de "tipo" y
producción, evitando al mismo tiempo conceder al "tipo" un
exceso de importancia, lo que automáticamente haría menos
intensa la selección por productividad".

La "carta de puntuación".
Basándose en el criterio de que la conformación no debe
venir definida por las medidas de determinadas partes del
animal, sino por una serie de apreciaciones generales sobre
sus aparentes posibilidades nutritivas, secretorias, etc., se ha
elaborado lo que se llama la "carta de puntuación", que tien-
de a caracterizar en níuneros los resultados de estas apre-
ciaciones.
La "carta de puntuación" es además de gran interés
para los que empiezan a trabajar en ganadería, pues, ap^rte
de orientarles en sus primeros juicios, les acostumbra a ana-
lizar detalladamente el animal y a dar a cada parte del mis-
mo la importancia justa que debe tener.
Como e^isten diferentes razas de ganado vacuno leche-
ro, y en algunas de ellas se han creado uno o varios tipos
que se consideran como el "ideal" de la raza, es lógico que
existan distintos modelos de "cartas de puntuación", que
sirven para que en cada caso el ganadero cono^zca este
"ideal", y al hacer la selección tienda siempre a al^^roximar-
seaél.
En realidad, si se comnaran los tipos "ideales" de las
diferentes razas lecheras, se encuentra que presentan todos
una gran fondo de semejanza, y por ello, sin perjuicio de
-5-

qtte en cada raza existan "cartas de puntuación" que tien-


dan a afinar en la apreciación de determinados detalles,
existen también "cartas de puntuación" que, en general,
pueden aplicarse a cualquier raza. En la ficha número I da-
mos un modelo de "carta" aprobado por la American Dairy
Science Association para toda clase de razas lecheras.
La "carta de puntuación" debe aprenderse a manejar
observando comparativamente animales de excelente con-
formación y animales defectuosos; el ganadero irá así acos-
tumbrándose a analizar la conformación, a conocer el gra-
do de desviación que tiene cada parte sobre el "ideal", y a
valorar los detalles y el conjunto del animal. Con el tiempo
llegará a no necesitar la "carta de ptmtuación", porque ha
acostumbrado su mentalidad al procedimiento de trabajo, e
incanscientemente hace los cálculos com0 si tuviera la "carta
de puntuación" delante.
Para iniciarse en estos trabajos es conveniente conocer
con un poco más de detalle en qué consiste la conformación
correcta y la defectuosa de las diferentes partes del animal,
y por ello vamos a intentar hacer dicha descripción, en las
hembras y en los machos ( I).

Conformación de la vaca lechera.

I. CARACTERES DE FORMA DEL TIPO LECHERO.

La cabeza es una de las partes de la vaca lechera que me-


jores indicios puede dar a un ganadero experimentado sobre
la pureza de raza y la calidad del animal.
No es fácil dar normas que permitan jttzgar la cabeza
de una vaca ; esto, como decíamos, es más que nada cuestión
de experiencia y resultado de la atenta observación de mu-
chos animales. Sin embargo, algunas reglas generales pue-
den ser útiles para el que empieza a trabajar en ganado va-
cuno y necesita una orientación que hasta cierto punto supla
su falta de conocimientos prácticos.
En general, la cabeza debe de ser proporcionada, de líneas
(i) Seguiremos aproximadamente las directrices que nos da la "carta de
puntuación".
-6-

CARTA DF. PUNTUACION PARA VACAS LECHERAS


Yunlua^•ión
p. rleciu

I. CARACTERES UE FORMA DEL TIPO LECHERO: 35 pllrit05. .


Cabeza.-Levantada, bien delineada; cuello delgado; ojos
salientes ; mirada Yiva y plácida .............................. 3
Darso.-Recto y fuerte, con caderas anchas y planas...... ^
An^cas.-Largas, anchas y planas ; el nacimiento de la cola
a nivel del dorso .................................................... ^
Piernas.-Rectas, de huesos finos ................................. 3
Gonfornmrucióin.-Robusta y grande deutro de las condicio-
nes de la raza, y sin tosquedad; Jerseys, 950 libras
(432 1cg•) ; Guernseys y Ayrshires, Lloo libras (50o kg.) ;
i lolsteins, I.35o libras (61o kg.) .............................. 5
La forma de la Yaca, bien delineada„ con apariencia feme-
nina, y sin tendencias al engorde .............................. ^
Espaldas, y^nuw, caderas y v^érteirras.-Salientes y sin gor-
dura (téngase en cuenta el período de lactancia)......... q
Lorno.-Ancho; costillas largas y combadas .................. 3
Dis¢osició^n.-Activa, con buen coutrol de nervios......... 3
lI. CARACTERES DE CONSTITUCIÓN, VIGOR Y CONDICIÓN; 15 pllnt05.
Yecho.-Ancho y amplio; costillas bien combadas......... 2i
l^entanas ^de la n^oriz.-Grandes y a,biertas ..................... 2
Conclición.-Vigorosa y de buen desarrollo; buen estado
de carnes sin apariencia de gordura ........................... 5

11I. CARACTERES QUE DENOTAN CAPACIDAD llE CONSUMO Y DI4;ESTIÓN


DE ALIMENTOS : 15 pUnt05.
H^ocico.-Grande; boca ancha : ...................................... I
Piel.-Flexible, suelta; medianamente gruesa, con buena
circulación y normal secreción ; pelo suave ............... q
hien'tre.-Voluminoso, ancho y largo; bien asentado; cos-
tillares bien formados ............................................. Io

IV. CARACT"ERES QiÍE DENOTAN BUEN DESARROLLO DEL APARATO SE-


CRETOR DE LECHE : 35 pUntOS. ^
li'bYC:
a) Capacidad tamaño grande ................................. 7
b) Calidad; flexible ...^ ........................................... 7
c) Forma ; bien extendida hacia adelante y bien eleva-
da en su parte posterior; plano inferior horizon-
tal ; los cuartos de la ubre }lenos y simétricos... 6
!/cnas fccJzcro-as:
a) Grandes, ]argas, tortuosas y ramificadas, con bo-
cas abdominales de entradas amplias ............... 7
b) Venas lecheras en la ubre, tortuosas, grandes y nu-
merosas ........................................................ 3
Peaar>^s.-De tamaño conveniente, uniformes y bien dis-
puestos ....... ........................................................... 5

TOTAI .................... . . ... .. . ... . .. .. .. .... . ... I CO


-7-

bieil pei-f ladas, y con un ashecto que, al mismo tieiiipo clue


den^^ta ti-ida y vigor dé la impresión de esa mansedumbre y
feniinidad características de la vaca lechera. Las cabezas
de aspecto tosco, triste o machuno suelen corresponde a ani-
males de poco rendimiento.
La trente debe ser ancha, los ojos estarán bien separados,
de mirada plácida, p^ro viva y brillante. Las oi-ejas deb^^i1
estar cubiertas por un pelo fino y sedoso ; se suele juz^ar
com^^ buen indiciú el que tengan abundante cerumeu, El h^-
cia^ debe ser ailclio y fuerte, demostrando, lo mism^^ él ^^ue

I^i ^,. ^.-labeza y cuello de una excelente vaca Holstein.

la mandíbula pro^tunda y bien musculad^i, una buena ^^a^^a-


cid<ld lnasticadc^ra. L^ls narices ser^ín graiides y abiert^s. L^^s
cuern^^s más hien finos, ^^ de torma y tamaño cle^ acu^rdo
con la raza. E1 cuello debe ser de tamaño mediano, ^nás bien
al^^ del^ado, tinamente nntsculací^^ y c^n un^l uni^ín lim^^ia
a la cabez^l.
Como ilustración de estas re^las conl^^aremo^s las i^^^to^ra-
fí^is cle tres ti^^ns distint^^s dc cabcza. En la fi^-ura i^-cmos tuia
-^-

c^ibeza que se ajttsta a tod^^ lo c^tte hemos dicho, y nos hace prc^-
tiu^ticar una buena ^aca. La cabeza de la figura ^? muestra fal-
trt de ^^rofundidad en 1^ m^n^líbula y es, adet^lás, de cuellc^^ cor-

I^i;,. z.-Las características de la cabeza ^^ cuello de esta ^•ara Holstein no sou


las proi^ias ^le una huena vaca lechera.

t^^, ^^ l^e<^uetia con relación al cuerpo. La fi;ura 3 es un^^ cabeza


cle ashect^^ Tnachttno, y tal vez coi•responda a ttn api-ec^iablc
<initu^tl de carne, hero raranlente a una bttena vaca lechera.
Las c^^stillas del animal dc lechc deben de estar bien ar-
c^ueaclas, a fin dc fort»ar una caj^t ainplia para los l^ulm^^-
»es : est^^ tiende rt h^cer el cl^rso más bien redondeado ^^
^^l<in^^, h^tcirndose poa^ señalrtcl^ la tmi^ín de la esp<tlda v
h^>>n^^r^?^s. La línea del d^^rs^^, ^^ista cle la^l^^, debe ser ^recta
_^ ^l(11']"LOllt^l^.
P^^r ^^tra ^^arte, el cl^^rso n^^ debe ser ^lemasiaclo earilos^^.
^^nes ^^a hemc^s dicho que des^^ués del Part^^ esta clase cle ani-
males están nlás bien dcl^-adc^^, hacic^nd^^^c e1 es^^uelet^^ n^ás
^tj)^ti'C'i1tC. ^' tit(1 (l;'1^ll^^l illl<'1 Cit'1't1 ^111^L1iF11'1C^^1C1 C11'aCiC'1'iSt]CFl
<lel ^<tnacl^^ lecher^^, en e] ^ue sttelen distin^ttir^e tres "ctt-
-9-

I^ig. 3.-Cabeza de una ^-aca Jerse^^.

Fig^. .}.-La ]ínea del dorso, vista de lado, dcbe ser recta y horizontal.
^ias" o^ forn7as triangulares, qtte indican la tendenci^l de es-
tos animales a desarrollar las partes posteriores e inferiores
de su cuerpo (fi^-. ^). El primer triángulo que indica la figu-
ra, com^_^ ^•en^os, tiene el vértice opuesto a la base en la cruz,

„n
^^

__ ^ ___^^,.,
^,-;^
^ ,

Fig. 5.-Los Yres triángulo^ raracterísticos de la vaca lechera.

y va ensanchando hasta la grupa. Eil el segundo trián^ul^^


representado uno de sus lados se e^tiende por la línea dor-
sal, inientras que otro^ va por la ubre y toda la línea ven-
tral. ^^^l^unos ganaderos se inuestr^^n p<trtidarios de clue es-
tas dc^s líneas, en vez de tender a la forma trian^ttlar, deben
ser casi paralelas, lo que da lugar a una mayor profttndidad
^le ^^echo en el <triimal. El tercer triángulo a^^ue nos i-el^^ri-
^n^^^, como vemos, indic^ u11 buen desarrollo hacia ]a re^;i^^i^
de la ttbre y ttn ainplio alojamiento para ella, T_^ angulari-
da^i v^iria de unas razas a otras, y es in^is o menos aparente
se^,ríin la especialización lechera que ten^a el anin^al y segí^n
su cstado nutritivo y de lactaci^n.
I,a ^^ru^^a ya hem^s dich^^ clue debe ser h^^riz^ntal, a fin

l^ig. 6.-Vaca de grupa bien conformada.

clc due las l^iernas vengan bien aplomadas y la ubre ^^ueda


tenei- una inserción posteri^r alta y ancha. Adem^s es nece-
sari^ ^^ue la vaca disponga de una pelvis amhlia y adecuad^t
l^ara facilitar sus funeianes reproductoras. Los detectos de
la gru^^a pueden tener tina gran import^^ncia en este asPecto.
I?n las fi^uras 6 y 7 vemos dos ti^^os coinhletamente diferen-
- IZ -

tes de grupa : la vaca de la fig^ui-a 6 tiene g^rttpa amplia y bien


culocada, inientras qtte la vac^i de la figui-a 7 tiene lo c^tte cu-
ri-ieiiteniente se llaii^^^ una ^rupa eri "culo^ de pollo" ; l^ls dife-
rencias son t^in evidentes que no hace falta comentarl<is. En
las ^^ac^is con ^;ruha caída hacia atrás la ubre tiende tan^ibién

Pig. ^.-^'aca de ^rupa deiectu,;sa.

a estar caída de lc^s cuartus posteriures, y esto es un clefectu


c^ue puede inutilizar una vaca antes de tiempu.
Las l^iernas de l,i vaca lechera tienen también gran impor-
tancia, sobre todo cuando stt alin^entación del>ende en gran
}^arte del past^^reo. L^na vaca con piernas fuertes y bien con-
formadas no sulariierite ser^l cap^lz de alinientarse mejor ^^.
por 1^:^ tant^, ^^roducir más, sino también cíe tener una vida
^^r^dttctiva niás lar^a, lo qtte tiene bastante im^^ortanci<z. P^>r
utro^ lado, la adecuada conforinación de las piernas favc^rece
el buen al^^j<lmienY^^ de la ubre ^• e^^ita al animal n^uch•is
u^^^lestias dei-ivadas de los defect^^s en el inecanismc^ c•ncai--
;-ado de sostenei- el cuerlx^.
F.n general, puede decirse ^^Lie las piernas deben de estar
bien senaradas y cc^k^cadas casi ^-ertic<tlmente al suelu. ^n
la fi^-ura ^ datnos la forma eorrecta de las difereirte^ articu-

l:y,. 8.-Norma correcta de los cfiierente: aplomos de las pieruas, ^ista de ireutr,
anterior y posterior.

laciones de las piernas, y en las fig-uras c^ y io heii^^^s dibu-


jado algtznos de los defectos que inás a^rrientenlente sttelcn
l^resentarse.
Las cañas debeii sel• finas v limpias, y las cuartillas n^>
c^mviene <lue sean rntry lar^as ni c^ue tormen ángul^^s gran-
- 14 -

des con las cañas. Para el buen aplomo de la pierna es tam-


bién necesario que las p^ezuñas estén convenientemente cui-
dadas, pues algunas veces, por defectos de estas íiltimas, se
obliga a las natas a tomar posiciones forzaclas, en que las

c^.,,
y..^ __ - .0C-.._ _ -, _ ,,,^, ^ ^ •
...^ y. -

Fig. 9.-Defectos en Ic^s aplomos, vista de frente y pusterior.

articulaciones trabajan en ángulos desfavorables, y el con-


juntc^ del animal se resiente de ello.
Los huesos deben ser más bien finos, así como los cuer-
nos }^ el nacimiento de la cola. No deben presentarse acumu-
laciones de tejidos grasos ni signos que indiquen bastedad en
el animal, que, en conjunto, visto a cierta distancia y hacién-
dole andar, debe dar la impresión de cosa bien equilibrada y
prc^porcionada, y con un indiscutible aspecto de calidad, bue-
- 15 -

na salud y te^liperainento nervioso. Naturalmente, el íinic^ ^^


l^rocediniiento de poder apreciar bien todas estas caracterís-
ticas es la ex^^erieucia y, hasta cierto punto, el "instint^^
^anacier^".

Fig. io.-I)efectos en los aplomos, vista anterior.

Ll tatnaño depende de la edad, de la raza que se ea^^lote y


de l^TS fines a que se oriente la selección. En general, cuant^ ^
tnay^^r es el animal hará mayor consumo de ali»>ent^>s y

1^ ig. t i.-1'ezuña poco cnidada.


- i6 -

hrc^ducirá más. Las posibilidades alimenticias y las conclici^^-


nes a^ronómicas que concurran en la e^plotaeión serán las
que decidan en cada caso el tipo "ideal" de t^^mañ^^,

2. CARACTERES DE COI\STITUCIÓA', VIGOR Y CON'D1CiO?^.

Ya hemos dicho que el pecho de la vaca lechera debe ser


amhlio, a fin de poder alojar en óptimas condiciones de fun-
^ri^ ^namiento el coi•azón y unas buenos pulmones, elenlentc^s
derisivos para el rendimiento del ^lnimal. I,a ca^^^tcidacl del

Fig. t2.-Observando la vaca por detrás puede apreciarse el aryueamiento de las


costillas y su nivelación con los hombros.

pecho hay c^ue comprobarla desde varios ^^untos de ^^ista.


Si nos situatnos detrás de la vaca y la miramos por encill^^t,
l^odrem^rs c<niiprobar el arqueamiento de las costillas ^- su
Yiivelaci^^n coll los hombros. Si observamos el animal p>_lest^ ^
de lado, vereinos la profundidad v longitud del ^>echo. Si-
tuándono^s frente a la vaca, j^odremos apreciar la anchura
- I^ -

clel pech^, u^edida por la distatici^t entre las ^^atas del^tnte-


í-as (fi^s. ^, 12 y i3).
El c^>niplemento de una buena caja torácica es una riariz
con veirtanas grandes y abiertas que^ hagan fácil la reshi-
^^aciótl.
Al llarer todas estas apreci<lciones se observará el estad^^
g-eneral de carnes del aninial, que, como hemos dicho, de^^endc
clel m^>mento de lactación. Durante el período sec«^ es frc-

I^ig. ^3.-C^bservando la vaca de frente puede apreciarse la aucliura de pecho,


medida por la distancia entre las t>atas delanten-as.

cuente ^{ue las vacas lecheras actiniulen ciertas cantidades d^


;,-rasa, con las ^^ue luego pueden h^lcer frente a los enor^nc^
des;;astes que origina la descendencia y la producci^ín de
leche; hay ^lue tener esto en cuenta y no interpretar equi^^^^-
c^idatiiente estas reservas, en el sentido de que se trata clc
un anin^al con poca tendencia lechera. Yor otro lado^, cuancl^ ^
est^ en ^^roducción, la vaca debe presentar un estadc^ de car-
nes que tienda más bien hacia la delgadez, pero en el que,
sin embargo, puedan apreciarse músculos bien desarrollados
e indicando fuerza y vigor. No deben existir esas masas
carnosas que se observan en ciertas regiones de los animales
de carne, por ejemplo, en el pecho, en los míisculos flesores
de las piernas, etc.

3. CARACTERES QUE D1^:NOTAN CAPACIDAD DE CONSL?MO


Y DCGI:STIÓN DE AT,7MI?NTOS.

Para que una vaca sea buena productora de leche es ne-


cesario que sea capaz de consumir grandes cantidades de
alimentos, puesto que los forrajes, raíces, etc., que forman
la base de su alimentación son de gran volumen y relativa-

I^ig. i4.-Vaca de poca profundidad de pecho.

mente de poco valor nutritivo. Por ello debe tener gran ca-
pacidad en todos sus órgano^s digestivos, desde la boca que,
como hemos dicho, debe ser grande y buena masticadora,
hasta la panza, voluminosa y bien asentada. Casi todas las
vacas buenas lecheras se caracterizan por el extraordinario
-19-

volu^ilen que tiene la panza, en colnparación cun el resto del


cuerllo, aunque esto, naturalmente, varía mucho con la edacl
y el género de alin^entación.
Lste necesario volttmen debe ser debid^ a la anlplitucl de
todas las dimensiones : los costillares, amplios y bien colnba-
dos, dando al tronco forma redondeada; la sel^aración entrc^
las patas delanteras y traseras debe ser bastante larga, y l^i
profundidad del tro^nco talnbién debe tener tanlaño suficien-
te, sobre todo frente a la ubre.
En las figuras i3 y i4 vemos dos vacas de apariencia
general exterior muy semejante y, sin embargo,, con una di-
ferencia notable en la profundidad del tronco, lo que, incíu-
dablemente, hace de mucho menos valor el segundo aninlal.
También debe observarse la piel, que, pellizcada con lo^s
cíedos, tiene que ser suelta, fina y flexible. L,1 pelo cíeb^ ser
lustroso y suave, aunque algunas veces, debido al ^énero dc
^^ida del animal, a las pulverizaciones desinfectantes ^ a cu<il-
quier otro motivo accidental, el pelo se pone áspero ; comu
es natural, esto no debe interpretarse com^ signo de poc^i
calidad.

.^. CARACTERES QUE DENOTAN RUEN DESARROl.LO


DEL APARATO SECRETOR DE LECHI?.

I?n una vaca lechera la ubre es, g-eneralmente, lo priluer^^


que se mira y a lo que se concede mayor importancia. I?n
todc>s los sistemas de puntuación que suelen usarse para cla-
sihcar esta clase de ganado la ubre figura sienzpre con^^ ^ el
elemento más decisivo; y es que, efectivalnente, una buen<<
ubre es ya una interesante indicaci^^n sobre la productivida<1
clcl animal.
T.a primera característica de una ubre es su c^lpacidad ;
la vaca que tiene poca capacidad de ubre difícilmente puede
ser buena lechera ; tal vez tenga p^r herencia una alta l^o-
tencialidad de producción, pero la ubre pone un límite e in^-
^^ide que esto se manifieste. Estas son esas vacas ^^ue tienen
^^ue ser ordeñadas cuatro o cinco veces al día, por^lue a las
Ilocas horas del ordeño ya están ^tra ^-ez Inolestas con la
leche.
- 2 0 -

I,a ca^>acidad de la ubre debe medirse más por la anchura


v lon^itud qtte no^ por su profiindidad. La ubre debe est^ir
bien e^tendida hacia delante, entrando con sua^-ida<l en eI

Fig. i^.-Vista latera] de una ubre perfecta.

Fi;. i6.-V"ista posterior de tma nhre perfecta.


-zt -

cuerho y ti^ostrando u^1a tuii^ín atnplia,y fuei-te a^u el mis-


nx^. Por detrás debe tener una ttnión alta, ^lncha ^^ ftlerte.

i^i^^. r7.-Vista l^zteral ^lc uua ubre defectuosa.

I^i;^. i^.-Vista posterior dc una ubre dcfectaosa.


-aa-

En las figuras i 5, z 6, i 7 y z 8 vemos dos tipos muy dif erei:-


tes de ubres : la ubre de las dos primeras puede considerarse.
como perfecta; tiene capacidad, la unión delantera con el cuer-
po es suave, y por detrás la unión es alta, ancha y f.uerte. Por
atra parte, los pezones no son ni grandes ni pequeños, y están
bien situados, perpendiculares al f ondo de la ubre, separados y
colocados en forma de trapecio (más cercanos los de detrás).
Además hay abundantes venas lecheras, tanto en la tibre
como en el abdomen, y esto es un buen signo, Si compara-
mos esta ubre con la de las figuras i 7 y i 8, nos daremos^ cuen-
ta de los muchos defectos de esta íiltima. Aparenta también
capacidad, pera su con f ormación es muy deficiente ; es menos
larga, la unión delantera con el cuerpo es brusca y la trasera
es estrecha y está caída. Por otro lada, los pezones tampocu
están bien sitttados con arreglo a lo que decíamos, y se diri-
gen hacia fuera. El fondo de la ubre, en lugar de ser paralelo
al suelo^ está f rancamente inclinado. Esta ubre es la ^de una
vaca que, tal vez, en las primeras lactaciones dé buen rendi-
nliento, pero tiene pocos años de vida productiva, pues su
circulación sanguínea es muy imperfecta, y pronto se hará
una ubre congestionada, disminuirá el rendimiento y habrá
que prescindir del animal.
La figura i^ nos muestra tma ubre con los pezones tra-
seros en la forma llamada de bo^tella. Estas ubres tam-
bién son de mala calidad y, además, de dif ícil ordeño, por
lo que deben evitarse. En general, la ubre no debe estar di-
vidida, como ocurre en ésta, en cuatro partes claramente
separadas, sino formar más bien una masa única, bien unida
al ctlerpo y en la que los cuartos estén poco definidos.
Además de la conformación, otro de los puntos que debe
considerarse en la ubre es su calidad; una buena ubre debe
estar rellena de tejido glandular, no adiposo. En general,
sólo la mucha experiencia permite distinguir al tacto la ca-
lidad del tejido„ pero también puede ayudar a conocerlo el
hecho de que las ubres glandulares disminuyen mucho de
tamaño después del ordeño, inientras que las otras se mau-
tienen casi constantes. Además, la ubre carnosa es más pe-
-23-

sada q^ie la glandular, cuando las dos están sin ieche, ues-
pués del ordeño.
111gunas veces tendremos que apreciar la calidad de una
ubre estando la vaca seca; esto^, naturalmente, dificultará
nuestro jtticio, pero no nos imposibilitará de hacerlo, pues
las principales características de la ubre pueden distinguirse
también en la vaca seca. La capacidad puede apreciarse "a
ojo", viendo los abundantes pliegues que debe formar la
ubre y, mejor todavía, cogiendo ésta con las dos manos y

Fig. i9.-Ubre con los pezones traseros en forma de botella.

^extendiéndola primero a lo largo cíel cuerpo y después a


través. Las buenas ubres, cuando están secas, deben redu-
cirse a una piel fina, suelta y con numerosos y grandes plie-
gues. Las uniones al cuerpo, la colocación de los pezones y
su tamatio, etc., pueden también observarse fácilmente, in-
cluso pueden apreciarse las venas lecheras, aunque éstas,
como es natural, se notarán mejor al estar la ubre en plena
prodttcción.
En las figuras ?o y 21 tenemos una ubre seca que tiene
todas las características de pertenecer a una buena produc-
tora. Obsérvese su ttnión trasera, alta y ancha ; la abundan-
cia de pliegues, la buena colocación y tamaño de los pezo-
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nes, la anchura del fondo de la ubre, la unión suave y amplia


que la parte anterior tiene con el cuerpo; las venas, abundan-
tes y tortuosas, que se distinguen en la ubre; la reducción^.
absoluta de tamaño,, etc., etc. ; todo ello indica una buena
vaca.
En las novillas es aítn más difícil que en las vacas secas
la apreciación de las ubres. El animal no está hecho toda-
vía y algunas .características de la ubre no pueden ser obser-
vadas. Sin embargo, los defectos más corrientes se manifies-

Fig. 2o.-Vista lateral de una ubre seca.

tan ya en la novilla, y un ganadero experimentado puede


predecir con relativa seguridad el tipo de ubre que tendrá
el animal en la madurez.
En 1as figuras ?a y 23 tenemos dos novillas con tipos dife-
rentes de ubre : la ubre de la primera nos permite suponer que
se transformará en la de una buena vaca; los pezones son de
tamaño conveniente y están bien separados y colocados ; la
unión delantera es suave y la trasera es alta y ancha; em-
pieza ya a mostrarse la abundancia de pliegues en la piel,
que es caract:erística de una buena vaca cttando está seca.
Por el contrario, la ubre de la figura 23 no es muy prometedo-
ra; todas las características favorables que observábamos en
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la anterior puede decirse que aquí son defectuosas : pezones ex-


cesivamente grandes, dirigidos hacia afuera y demasiado jun-
tos ; la ttnión trasera es estrecha, la ubre tiende a estar dividida.
en partes, sin formar una masa única. No tendríama^s gran
dificultací para elegir entre las ubres de estas dos novillas.
Aparte cle estas características generales, es necesario
tener también en cuenta el estado de desarrollo en que se
halle la ubre. Al poco tiempo de ser cubierto el animal la
ubre empieza a evolucionar y esta evolución, en ciertos mo-
^nentos, puede llegar a desfigurarla. Por ejemplo, el des-
:arrollo de los cuartos posteriores y el de los anteriores puede

Fig. 2i.-Vista posterior de una ubre seca.

no ser uniforme, y en un determinado momento nos encon-


tramos con que los posteriores han evolucionado más de prisa
y dan la impresión de algo parecido a lo que llamamos "ubre
pendulosa". ^sto puede no tener la meno^r importancia, por-
^que se corrig-e al seguir la evolución de la ubre. Como ésta
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podrían citarse otras desfia raciones, que sólo la experiencia


del ganadero es capaz de apreciar en su justa importancia._

Flá. 22.-Ubre bien formada de una novilla.

Fig. 23.-Ubre defectuosa de una novilla.


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Conformación del semental ^de raza lechera.


h,n la apreciación del toro por el tipo deben tenerse en
cuenta las mismas reglas generales que hemos ido exponien-
do para la vaca : capacidad en el pecho y en el abdomen,
bucna c^ntorinación de grupa, patas tuertes y correctamente
aplomaclas, apariencia ^eneral de vigor y calidad, etc., etc.
Naturalmente, hay que tener en cuenta las diferencias
derivadas de su sexo; por ejemplo, la cabeza es mayor que
en las hembras y con más papacla, el cuello es más fuerte y
redo^ncleacl^> (morrillo), sin ser excesivamente carnoso, que
debe consiclerarse como un defecto, pero al mismo tiempo
sin c^hibir en la cruz esa angularidad característica de las

Fi^. z.}.-.^specto externo de un buen semental de raza ]echera.

vacas. Los hombros son también más macizos, l^ero sin tos-
queclacl. I?1 vientre no es tan "panzudo" como el de la vaca,
sin cluedarse en "; al^ueño". 1^1 tamalio^ es mayor, conside-
rándose clue el animal adulto debe tener, apro^imadamente,
un e^ces^^ del 5o por ioo sobre c1 peso de la hciubra de su
misma raza.
Con frect>encia s>iclen preferirse los toros ^randes y de
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aspecto macizo y fuerte, que probablemente son más atrac-


tivos a la vista del ganadero poco experimentado. Hay que
tener en cuenta que si seleccionamos para producir leche
debemos exigir a los sementales las mismas características
que queremos presenten las vacas y por ello la pesadez y
abundancia de acumulaciones grasas debe ser considerado
como un defecto, en vez de como un mérito^. Los toros, hasta
cierto punto, deben tener la angularidad y refinamiento de
formas característica siempre en el animal lechero, sin que
esto nos hag•a caer en los animales de aspecto femenino,
pues la masculinidad es un carácter fundalnental, ya que
indica un buen f uncionamiento de la secreción hormonal de
los testículos y su ausencia puede, en algunos casos, ser
síntoma de poca potencia sexual, e incluso esterilidad.
A1 apreciar los toros por el tipo hay que tener, además,
siempre en cuenta que éste indica con poca seguridad las
posibilidades prodttctivas del animal, y que cuando puedan
conseguirse índices de descendencia o, por lo menos, ^edi-
gy^e, éstos serán nuestra princiPal base de juicio. Es relati-
vamente frecuente que los toros de mejor resultado como
reproductores no sean animales de gran belleza ; en cambio.
siempre s^n descendientes de una buena ^enealogía.

GHAFICAS UGUINA • MADRID

DEPOSITO LEiGAL, M. 3.109 - 1958

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