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TEMAS

INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………………………..... 1
I- DAÑO………………………………………………………………………………………………………. 2
1.1. CONCEPTO ……………………………………………………………………………………....... 2
1.2. CLASIFICACIÓN………………………………………………………………………………….. 3
1.2.1. DAÑO MATERIAL…………………………………………………………………… 3
1.2.2. DAÑO MORAL………………………………………………………………………… 3

II- DAÑO MORAL………………………………………………………………………………………….. 4

2.1. DAÑO MORAL SUBJETIVO………………………………………………………………….. 6

2.1.1. DAÑOS FISICOS………………………………………………………………………. 6

2.1.2. DAÑOS PSICOLÓGICOS…………………………………………………………… 7

2.2. DAÑO MORAL OBJETIVO…………………………………………………………………… 7

III- REQUISITOS DEL DAÑO MORAL…………………………………………………………….. 8

3.1. CARACTERISTICAS…………………………………………………………………………… 8

3.2. CARACTERÍSTICAS NEGATIVAS………………………………………………………… 8


10
IV-PERSONAS Y DAÑO MORAL………………………………………………………………………
10
4.1. PERSONALIDAD DEL AGRAVIANTE……………………………………………………
11
4.2. PERSONALIDAD AGRAVIADA……………………………………………………………
12
4.2.1. PERSONAS NATURALES LEGÍTIMAS………………………………………..
12
4.2.2. DAÑO MORAL A PERSONAS JURÍDICAS…………………………………….
14
4.2.3. DAÑO MORAL A PERSONAS SIN DISCERNIMIENTO…………………..
15
4.2.4. DAÑO MORAL COLECTIVO………………………………………………………
15
V- REPARACIÓN DEL DAÑO…………………….…………………………………………………...
16
5.1. CLASES DE DAÑO MORAL………………………………………………………………..
20
5.2. EVALUACIÓN DEL DAÑOS MORALES RESARCIBLES ………………………..
21
5.3. REPARACIÓN DEL DAÑO MORAL……………………………………………………..
21
VI- DAÑO MORAL Y LEGISLACIÓN PANAMEÑA……………………………………………..
23
CONCLUSIONES……………………………………………………………………………………………
INTRODUCCIÓN

El estudio de daño moral, se plantea desde las dificultades con las que la doctrina ha
analizado a la hora de definir el daño moral. Las doctrinas fueron de diferente orden;
algunas aludían al carácter material de los derechos que componían el patrimonio, en
cambio otras le aplicaron a la noción de daño moral un matiz moralista e incluso el
carácter de invaluable. Por ejemplo, la doctrina italiana ha sido clara en admitir que la
persona jurídica puede ser sujeto pasivo del denominado daño no patrimonial,
excluyéndose dentro de este el daño moral, dentro del alcance de los efectos anímicos o
sufrimientos morales (aflicción, resentimiento, amargura, deseo, preocupación) y a los
dolores físicos. Sin embargo, existe otro sector que admitiendo un concepto más amplio
del daño moral, lo equipara al daño no patrimonial. Es en este sentido, en el cual también
se ha pronunciado un sector de la doctrina nacional.

En general, por daño se entiende como todo deterioro, limitación o sufrimiento causado
en un objeto, un derecho o a una persona. En economía, dañar es disminuir la utilidad
mercantil del patrimonio de un individuo o de un objeto susceptible de valoración
pecuniaria. En Derecho, la palabra “daño” significa el detrimento, perjuicio o menoscabo
que una persona sufre a consecuencia de la acción u omisión de otra y que afecta a sus
derechos personales o reales. Dentro del ámbito jurídico, se distingue entre daños
patrimoniales y daños morales: una dualidad considerada básica y que, aparentemente,
tiene importantes consecuencias fácticas y legales

En este trabajo, hará una breve resumen del estudio del daño moral, donde veremos la
definición doctrinal y jurisprudencial, y sus elementos; también se abordará el tema de
la reparación moral desde el punto de vista doctrinal, legal y jurisprudencial, y
posteriormente concluir con el análisis de la legislación panameña en la materia y sus
consecuencias legales.
DAÑO MORAL

Desde un punto de vista jurídico es importante distinguir lo que es el daño


patrimonial del daño moral, tomando en cuenta que un mismo hecho puede provocar
sobre una misma persona daños de ambos tipos y puede ser imputado a otro
individuo por su negligencia o malicia; el responsable del daño, por lo tanto, debe
asumir la reparación de éste, indemnizando a la víctima

1.1. CONCEPTO DE DAÑO

El Daño se considera como la lesión, agravio o menoscabo que sufre una persona en
su patrimonio, en su ser físico o psicológico, o en sus derechos o facultades. Además,
desde un punto de vista legal, todo daño debe ser indemnizado económicamente.

La jurisprudencia viene discute si el resarcimiento o indemnización económica debe


ser entendida bajo una misma figura legal, o si por el contrario, se trata de dos
elementos diferentes y que, por lo tanto, hay que diferenciar el pagar una
indemnización por los daños materiales y otra indemnización para compensar de
alguna forma el perjuicio moral. En este sentido, la doctrina mayoritaria es defensora
de esta segunda tesis.
1.2. CLASIFICACIÓN DE DAÑO

1.2.1. EL DAÑO MATERIAL O PATRIMONIALES

Es el menoscabo o detrimento que se produce en los


bienes u objetos que forman parte del patrimonio de
una persona. Éstos son susceptibles de una valoración
económica, a través de factura, presupuesto o informe pericial. Por lo tanto, deben ser
indemnizados según estas valoraciones que fácilmente puede cuantificar el perjuicio.

El daño material al referirse en el menoscabo incluye también lo que jurídicamente se


conoce como:

 DAÑO EMERGENTE: Hace referencia a la pérdida o disminución del valor económico


ya existente, se refiere al empobrecimiento de dicho patrimonio

 LUCRO CESANTE: Implica una frustración de las ventajas económicas esperadas,


por lo tanto, la pérdida de un enriquecimiento patrimonial.

Daño patrimonial es el que recae sobre un objeto, ya sea en forma directa sobre el propio
objeto o indirecta como consecuencia o reflejo de un daño causado a la persona titular
del mismo y siempre que sea susceptible de comercio entre los hombres.

1.2.2. EL DAÑO MORAL

Limitación que sufre una persona y que tiene una


afectación emocional al basarse en un sufrimiento
psíquico, un trastorno psicológico. Se puede decir que
el daño moral es la angustia, el padecimiento, la
aflicción (tanto física como espiritual), la humillación o
el dolor que haya sufrido la víctima. Por lo tanto, a diferencia del daño material resulta
mucho más difícil de valorar económicamente cuál sería la indemnización que se debe
pagar a la víctima del daño moral.

O sea, los daños extrapatrimoniales o morales, son aquellos que afectan a bienes o
derechos asociados a la esfera íntima de la persona: la vida, el honor, la dignidad, la
reputación, la propia imagen, la estima social o la salud física.

La cuantificación de la indemnización a pagar a la víctima que ha sufrido y reclama daños


morales deberán dejarse a la decisión de los Jueces y Tribunales, una vez que son
examinadas las pruebas médicas aportadas en el procedimiento judicial y demostrado
que el daño es real y cierto.

Mientras que el daño patrimonial afecta al patrimonio (una casa, carro, etc.,..), el daño
moral implica una afectación espiritual, físico o un trastorno psicológico. En otras
palabras, el sujeto perjudicado experimenta un sufrimiento que será resarcida por ellos
en tanto y en cuanto el ordenamiento jurídico le reconozca que éstos se desprenden de
la lesión a una facultad de actuar que le haya frustrado o impedido satisfacer o gozar de
ciertos intereses de carácter no patrimonial

El daño patrimonial se reintegra o se repara con dinero o con objetos intercambiables


por dinero y el daño moral, por el contrario, no se satisface ni con dinero ni con otros
bienes que puedan llegar a reponer el perjuicio sufrido, si bien cierta cantidad
económica podrá servir como método compensatorio o, cuanto menos, paliativo del
impacto emocional sufrido por la víctima.

II- DAÑO MORAL

Daños extrapatrimoniales o morales son aquellos que afectan a bienes o derechos


asociados a la esfera íntima de la persona: la vida, el honor, la dignidad, la reputación, la
propia imagen, la estima social o la salud física.
El daño moral suele tener, a diferencia del patrimonial, los siguientes elementos
integradores, en conjunción o aisladamente:
 Sentimiento de depresión de la autoestima
 Sentimientos de vergüenza
 Sentimientos de culpabilidad
 Sentimientos de pena
 Complejo de inferioridad
 Sensación duradera de inseguridad
 Sentimiento de la dignidad lastimada
 Sentimiento de la privacidad violada
 Sentimiento de incapacidad, subjetivo u objetivo
 Conductas compulsivas originadas con la ofensa
 Síndromes de ansiedad y/o ansioso-depresivos
 Alteraciones del sueño
 Consumo compulsivo o adicción a fármacos o drogas
 La inseguridad o la incapacidad para intervenir o debatir sobre determinados
aspectos
 Deshonor público o particular o el público
 Desprestigio
 Aminoramiento de la pública credibilidad
 Disminución de la confianza externa
 Limitación de las expectativas sociales ya adquiridas y, en general, todo
aminoramiento, normalmente subjetivo, de la garantía personal ante terceros,
concepto lindante con el de la héteroestima dañada.

Desde otro punto de vista se puede conceptuar el daño moral como el impacto o
sufrimiento psíquico o espiritual que en la persona pueden producir ciertas conductas,
actividades, comportamientos o determinados resultados. Incluye bienes y los
correspondientes intereses jurídicos de contenido no patrimonial. Así se comprenden
no solo por los ataques a bienes o derechos de la personalidad, sino también las
repercusiones en el ámbito psíquico afectivo.
2.1. DAÑO MORAL SUBJETIVO

Es el que se puede definir como un dolor físico, una serie de aflicciones o angustias.
Ejemplo: las ofensas o heridas físicas

2.1.1. DAÑOS FÍSICOS O CORPORALES

Dentro de los daños extrapatrimoniales, existe un


subtipo de especial relevancia práctica: el de
los daños corporales. Son aquellos que afectan a la
salud o a la integridad física de las personas. Por
ejemplo, son daños corporales las secuelas de los
accidentes de tráfico o los traumatismos provocados
por cualquier pelea o Este tipo de daños suelen tener los siguientes efectos:

2.1.1.1. CONSECUENCIAS PATRIMONIALES

Los daños corporales suelen implicar una serie de perjuicios económicos. Como
consecuencia de un daño corporal se producirán daños emergentes (los gastos
hospitalarios, de asistencia médica y farmacéutica, el coste del transporte hasta el centro
de urgencias, la factura del fisioterapeuta, etc.). También habrá lucro cesante (las
pérdidas económicas derivadas de no poder trabajar durante el período de
hospitalización y recuperación).

2.1.1.2. CONSECUENCIAS NO PATRIMONIALES

Existen una serie de perjuicios sin carácter económico que también deberán ser
reparados.
a) PRETIUM DOLORIS (precio del dolor): Es indemnizable tanto el dolor físico que
experimenta la víctima como consecuencia de la lesión como el padecimiento
moral que le supone saberse lesionada.
b) DAÑO ESTÉTICO: Son resarcibles las secuelas estéticas de carácter
permanente como las cicatrices, deformaciones o rictus faciales, etc. que sean
perceptibles a simple vista. Además de estos daños morales, el daño estético, en
algunos casos, puede tener consecuencias patrimoniales (Ejemplo: si afecta a una
modelo).

c) DAÑO ESTRICTAMENTE MORAL: El daño corporal puede comportar una serie de


renuncias (no poder hacer un deporte, no poder vestirse solo, etc.). Son difíciles de
demostrar y de cuantificar. Es lo que la doctrina francesa denomina prèjudice
d’agrément (pérdida de placer vital o daño existencial).

2.1.2. DAÑO PSICOLÓGICO

Perturbación transitoria o permanente del


equilibrio espiritual, preexistente de carácter
patológico producida por un hecho ilícito que
genera en quien la padece la posibilidad de reclamar
una indemnización por tal concepto a quien la haya
ocasionado o deba responder por ella.

2.2. DAÑO MORAL OBJETIVO

Es aquél que sufre un individuo en su


consideración social.
Ejemplo: El que provocan las calumnias que
pueden manchar el buen nombre de alguien
El daño moral es el que se infiere al violarse alguno de los “derechos personalísimos” o
de la “personalidad”, que protegen como bien jurídico tutelado a los atributos de la
personalidad, tales como la paz, la vida íntima, la libertad individual, la integridad física,
etcétera
III- REQUISITOS DEL DAÑO MORAL
3.1. CARACTERISTICAS O REQUISITOS
 El agente y el agraviado deben ser personas distintas.
 Debe producirse objetivamente un daño apreciable
 Debe tratarse de una conducta dolosa o culpable del agente del daño que lo integra.
 Es consecuencia de la protección al individuo como razón existencia y la familia como
célula fundamental de la sociedad, porque al afectarse la personalidad, no solo sufre,
la víctima, sino que con ella participa o en su defecto sufre la familia.
 Que el hecho que ha provocado un daño moral pueda probarse, mediante la relación
causal que vincula el agente, el hecho y la víctima y que incluye las causas, sus efectos
y la reparación.
 El daño moral abarca toda opción referida a la personalidad de la víctima, son
referenciales, la lesión corporal, el atentado al honor, a la reputación, o a los de su
familia, a la libertad personal, a la violación de su domicilio y la de un secreto
concerniente a la parte lesionada.
 El daño moral no solo es reparable en cabeza de la víctima sino que conforme a la ley
el Juez puede igualmente conceder una indemnización a los parientes, afines, o
cónyuge, etc.
 Son extrapatrimoniales, no pueden ser evaluadas pecuniariamente.
 Se adquieren y pierden con independencia de la voluntad específica de sus titulares.
 Son absoluta, en cuanto se oponen erga omnes.
 Son inalienables e imprescriptibles, pues los bienes que protegen se hallan fuera del
comercio jurídico.
3.2. CARACTERÍSTICAS NEGATIVAS

Algunos argumentos de los detractores del daño


moral:

 Carece de fundamento lógico su consagración,


porque al no poder valorarse dicho daño con
exactitud, queda sometido al imperio arbitrario y
subjetivo de un Juez, no puede hablarse de justicia frente a una reclamación
determinada.
 No se debe permitir reparación del daño moral porque implica aceptar que el dolor
tiene precio, cuando en la verdad de los hechos, ninguna suma acordada compensa
el posible daño infringido.
 La medida que la institución se desarrolla tiende a pervertirse hasta convertirse en
un objeto propio del comercio..
 La reparación económica del daño moral enaltece las acciones antijurídicas,
permitiendo la impunidad y el imperio del poder económico.-
 La reparación que se realiza de un daño moral es siempre un enriquecimiento sin
causa, porque no es admisible moralmente que la causa de un enriquecimiento sea
el dolor o la lesión a derechos subjetivos de por si intangibles.
 No existe justicia en su esencia filosófica, ni siquiera la llamada justicia distributiva,
porque por la discrecionalidad que se otorga al juzgador para supuestos iguales se
conceden reparaciones desiguales.

Por ello, han propuesto que en vez de daño moral debería hablarse de daños
extracontractual o extrapatrimoniales, ya que en la forma genérica con se trata, tiende a
pervertirse hasta convertirse en un objeto propio del comercio, porque procura ser
pasible de un daño moral para obtener prebendas y resarcimiento económico.

Estos nos llevan a varias afirmaciones:

 El daño moral está contemplado en nuestra legislación.


 El daño moral es consecuencia de un hecho ilícito.
 El Juez tiene la potestad de fijar la reparación por concepto de daño moral.
 El contenido del daño moral es ilimitado, y su referencia es solo una afectación al
llamado patrimonio moral.
 La prueba del daño moral se debe hacer a partir del hecho dañoso, la causa del daño,
la existencia de una víctima y de un agente, sin especular sobre naturaleza y categoría
de causas o las razones que generaron el hecho dañoso.
 La circunstancia que la víctima sea una sociedad mercantil, que es una ficción de
persona para estos efectos, en nada afecta los principios que se han establecido,
porque se trata de la protección al colectivo o al hombre con sus creaciones (la
sociedad es creación del hombre). Las sociedades anónimas son organizaciones que
forman parte de la sociedad sin los cuales los fines sociales se podrían truncar.
Cuando se habla del contrato social se señala que presupone un acuerdo implícito
entre los miembros de la comunidad. Una corporación o sociedad mercantil es
miembro de la comunidad, y por ello se les llama también sociedades intermedias,
como a los gremios y otras instituciones.
 El patrimonio moral de una persona jurídica es menos extenso que el de la persona
natural, pero no por ello restringido a pocos conceptos. Es parte del patrimonio
moral de una sociedad mercantil el prestigio, la fama, su nivel de participación en el
mercado, la ponderación estable y/o crecientes de sus estados financieros.

IV- PERSONAS O SUJETOS DEL DAÑO MORAL

Cuando una persona sufre un daño, una lesión a su


patrimonio o a algún bien extrapatrimoniales, el Derecho ha
diseñado un sistema para que la víctima no se vea desamparada
en su pesar. En este sentido, existen normas que obligan al responsable del
perjuicio a resarcir el daño ocasionado, generándose la responsabilidad civil. Ésta
es definida como el conjunto de normas que como sanción obligan a reparar las
consecuencias dañosas, emergentes de un comportamiento antijurídico, que es
imputable, física o moralmente, a una persona. Se le considera también como el
resultado de la acción por la cual el hombre expresa su comportamiento frente a un
deber u obligación.

4.1. PERSONALIDAD DEL AGRAVIANTE

Es importante estudiar la personalidad del autor del hecho dañoso al momento de


analizar un daño moral a efectos de la justa reparación, aunque la relación causal va a
estar determinado fundamentalmente por hechos inconsciente, como la impericia, la
imprudencia y la negligencia, entre otros, la conducta habitual de éste como
extroversión de su personalidad permite una referencia útil y necesaria.

4.2. PERSONALIDAD DE LA VICTIMA

La víctima es parte de una comunidad social, participa de ella y está condicionada a


ella, es decir, tiene regulada su conducta con respecto a los demás integrantes de la
comunidad en que se desenvuelven permanente y circunstancialmente. La víctima, se
ve interferida en su conducta normal por la conducta antijurídica de otro participante
de la sociedad quedando afectada su personalidad, que es la razón de ser de su
existencia y la perfectibilidad humana se puede materializar solo en la medida de
reconocerle a la persona sus derechos intrínsecos y sus derechos y obligaciones
sociales, mediante el cual se convierte en sujeto capaz de tener y adquirir derechos y
obligaciones. La personalidad es entonces una ficción que le otorga a la persona
cualidad para ser sujeto de derechos y obligaciones; para identificar una existencia y
para regularle su actividad social o interpersonal

El contenido de la personalidad, se integra, entre otros bienes subjetivos o


valores:
 situación familiar
 Honor  integridad  relación el agresor
 nombre  integridad física  seguridad personal
 honestidad  intimidad  fidelidad conyugal
 valor de afección de ciertos  derecho moral de
bienes patrimoniales un autor sobre su
 libertad de acción obra
 autoridad paterna  posición social
 afecciones legítimas

Cada bien subjetivo u otros varios que pudieran surgir que afecten el universo personal
de la víctima, constituyen elementos calificadores del daño a los efectos de la
reparación, debiendo estudiarse e individualizarse en cada caso, porque cada valor
tiene una relación propia y distinta según sea la persona.

4.2.1. PERSONAS NATURALES LEGÍTIMAS

Todo acto ilícito que ocasione sufrimiento o que


moleste o lesione a una persona en el goce de sus
derechos o bienes, hiriéndole en sus más caras
afecciones legítimas, obliga a su autor a la reparación
del daño moral que ello representa, considerado el
acto en sus consecuencias como una modificación
disvaliosa del espíritu, según el cual la persona deja de
estar como estaba antes de ocurrido el hecho para
encontrarse en una situación diferente que le aflige. Así, pues, quien causa dolor por
haber provocado enfermedades, ofensas o heridas que producen sufrimiento, físico
(pretium doloris) o moral (daño estético, afecciones anímicas, privación de goces y
satisfacciones, amargura, tristeza, disgustos, perdida de la esperanza o de la alegría de
vivir, etc.), asumen la responsabilidad de repararlo.
4.2.2. DAÑO MORAL A PERSONAS JURÍDICAS

La doctrina mayorista no le reconoce la


legitimización activa para reclamar daño moral a
las personas jurídicas, ya que se trata de entes que
por su propia naturaleza no son susceptibles de
sufrir padecimientos espirituales. Sin embargo, en
una posición minoritaria les reconoce
legitimización activas a las personas de existencia
ideal. Las personas jurídicas son titulares de un
derecho al nombre y ellas también tienen una consideración social equivalente al honor
de las personas de existencia visible. Poe tal razón pueden sufrir un perjuicio moral.
Los que niegan los daños morales a las personas jurídicas por entender la noción de daño
moral como la lesión a los sentimientos, al sufrimiento o al dolor (concepto subjetivo).

Los que mantienen una concepción más amplia de daño moral y abarcan los atentados a
los derechos de la personalidad (concepto objetivo) y que son los que consideran que la
persona jurídica podría pretender legitimación activa para tales daños por entender que
no sólo se ocasiona daño moral cuando se sufren sensaciones dolorosas sino también
cuando se dificulta o impide la satisfacción de un interés sin disminución del patrimonio
o cuando se pierde el prestigio profesional o el buen nombre.

Las personas jurídicas tienen derechos extrapatrimoniales tales como el honor,


consideración y fama, derecho al nombre, derecho a la privacidad, derecho del autor
sobre su obra, derecho a la protección de afectación sobre ciertos bienes, derecho al libre
desarrollo de la personalidad, derechos que tienen un sustento doctrinario y normativo,
y por tanto bajo estas consideraciones las personas jurídicas pueden sufrir daño moral
y proceder una indemnización por responsabilidad extracontractual.

La persona jurídica es susceptible de daño moral y en consecuencia indemnizado,


cuando se menoscaben o lesionen sus derechos extrapatrimoniales, toda vez que el daño
moral es el perjuicio que se causa a los derechos extrapatrimoniales de la persona a
consecuencia de un acto antijurídico con su respectiva relación de causalidad y teniendo
en consideración que la persona jurídica de Derecho Privado Interno cuenta con esta
clase de derechos, se colige que ésta podrá ser susceptible de sufrir daño moral.

Considerando que el daño moral incluye, con sentido amplio, todos los bienes
jurídicamente protegidos por la ley que posee una persona, por lo tanto, las personas
jurídicas pueden sufrir daños morales y, por lo mismo, están legitimadas para reclamar
un resarcimiento. Si se acepta que se considera daño moral la injuria a la reputación, al
prestigio y al crédito comerciales, no puede menos que concluirse que una persona de
existencia ideal tiene derecho a reclamar daños por haber sido herida en su patrimonio
inmaterial (v.g. buen nombre, fama, crédito comercial, etc.)

Se ha logrado determinar que las personas jurídicas poseen dimensiones o atributos


tales como la calidad de la producción o servicio, el nombre, la imagen pública y el
posicionamiento en la sociedad, los cuales progresivamente han sido aceptadas por la
doctrina y la jurisprudencia comparada, al punto de concebirse que pueden ser pasibles
de sufrir daño moral para efectos de exigir responsabilidad civil extracontractual.

La doctrina del daño parte del derecho a la indemnidad


de las personas (físicas o jurídicas), de la obligación de no
dañar a nadie, de la responsabilidad que asume quien
menoscaba los derechos de otro o agravia los legítimos
intereses de otra persona, jurídicamente protegidos por
el derecho.

4.2.3. DAÑO MORAL A PERSONAS SIN DISCERNIMIENTO


Las personas sin discernimiento, no tienen
legitimación activa para reclamar daño moral ya
que estas personas no poseen capacidad para
sentir.

La posición mayorista, sostiene que las personas


sin discernimiento pueden ser sujeto pasivo del daño moral y en consecuencia,
legitimados activos para reclamar.

Otros juristas sostienen que una persona sin capacidad de hechos, poseen al igual que
los demás derechos inherentes a la personalidad, aunque muchas veces no puedan
desplegar por sí misma, la actividad que constituye su contenido. Por tal razón, un
incapaz, puede ser pasivo de un daño moral.

La falta de comprensión del mismo dolor y su origen, no excluye su existencia y para la


configuración del daño moral, basta dicho sufrimiento aunque el sujeto no tenga
conciencia de él.

Otros pensadores como Pizarro, sostienen que la perdida de los sentimientos o de la


posibilidad de experimentarlos y más aún de la posibilidad de encontrarse en una
situación anímica deseable es daño moral. Es por eso que la privación o supresión
temporal de esas facultades debe ser indemnizada por el disvalor subjetivo que denotan.

4.2.4. DAÑO MORAL COLECTIVO

El daño moral colectivo se caracteriza por el


sufrimiento común de un grupo de individuos que
soportan el daño precisamente en su calidad de
miembro de ese determinado conjunto social. El
sujeto afectado no es la persona física individual, sino
un grupo que colectivamente y por una misma causa
global, se ve afectado en sus derechos o intereses, y que gozan del amparo de la
Constitución y la Ley.

V- REPARACIÓN DEL DAÑO MORAL

5.1. CLASES DE DAÑO MORAL

Clases de daño:
 El daño moral por su naturaleza.
 El daño moral por sus efectos.
 El daño moral por la jurisdicción a quien corresponde el conocimiento

5.1.1. EL DAÑO MORAL POR SU NATURALEZA:

Esta clasificación parte del criterio de deslindar los tipos de daños por la naturaleza del
bien lesionado, ya que existen daños morales que surgen como consecuencias de un
daño material y daños morales puros, que solo afectan los derechos subjetivos de la
personalidad.

 El daño contractual, derivado de la existencia de un contrato, además de las


sanciones previsibles en el orden del incumplimiento contractual pueden producir,
y en efecto producen, daños morales, que son daños que deben y tiene que ser
reparados, coetánea e independientemente de la reparación surgida de las sanciones
especificas derivadas del contrato, sea formal o informal, escrito o verbal.

 El daño extracontractual de tipo material, no solamente tiene reparación en orden al


hecho ilícito o a la compensación que por ese hecho ilícito (que incluyen los llamados
daños objetivos) imponga la norma o la razón.
 El daño a los bienes patrimoniales, a la persona humana y a todo cuanto constituya
una transgresión a la normativa social, en especial la punitiva o penal, puede
producir, y en efecto producen, daños morales a la víctima a allegados a esta.

 Se pueden distinguir dos clases de daños morales, teniendo en cuenta la naturaleza


del bien o derecho lesionado: aquellos que recaen sobre bienes inmateriales, tales
como los que lesionan dos derechos de la personalidad, y los que recaen sobre bienes
materiales.

5.1.2. EL DAÑO MORAL POS SUS EFECTOS

Se trata de lesiones morales que pueden ser fácilmente estimables en dinero o de


aquellos cuya estimación va a corresponder al arbitrio y subjetividad del juzgador, por
tratarse bienes morales puros o de la lesión al puro patrimonio moral.

En los primeros hay una pérdida real, una posible o efectiva disminución en los ingresos
de la víctima o en los incrementos que esta venía percibiendo; mientras que lo segundo
la opción resarcitoria o la cuantificación resarcitoria va a depender del juzgador, de sus
asesores o de una experticia complementaria del fallo que declare la existencia del daño
moral. En los primeros aparece la confusión ya señalada con el lucro cesante porque
aparecen como un dejar de percibir lo que real o potencialmente es demostrable o
perceptible percibir.

Ateniendo a sus efectos podemos también considerar la existencia de dos clases


de daños morales:

 los morales susceptibles de una estimación pecuniaria, por producir una pérdida
real, una disminución en el patrimonio de una persona o una disminución en sus
ingresos o en el ritmo de sus ingresos, y los morales "stricto sensu", es decir, aquellos
en que el afección no sale, ni por su origen ni por sus efectos, del campo de lo
estrictamente, moral, del sujeto, no siendo susceptibles de valoración económica,
 bien por no producir daño o disminución ninguna en este terreno, bien por no ser
posible establecer una relación que permita equipar el daño en lo moral con el daño
en lo económico.

5.1.3. EL DAÑO MORAL POR LA JURISDICCIÒN A QUIEN CORRESPONDE EL


CONOCIMIENTO

Tratándose de daño moral se han expedido


jurisprudencias y criterios aislados en dos vertientes:
desde el punto de vista penal y desde la visión civil. La
diferencia entre uno y otro estriba en varios
elementos;

El daño moral en lo penal tiene el carácter de pena


pública, razón por la cual le compete al representante social solicitarla al juzgador, a
favor de la víctima u ofendido, cuando se comete algún delito. Atento a lo anterior, debe
existir una sentencia firme de condena sobre el hecho ilícito penal; en consecuencia, se
condena al pago de una suma determinada de dinero por resarcimiento al daño moral.

En materia civil, el resguardo a las víctimas de lesión moral es más amplio; por tratarse
de una materia donde los intereses de los particulares están en juego, a ellos les compete
iniciar una instancia judicial mediante una demanda en la que se solicite el resarcimiento
moral, en donde el juzgador, con base en las constancias de autos, determinará si
procede o no la petición.

El conocimiento y decisión de una causa en que se reclame la indemnización


correspondiente a un daño moral puede corresponder a distintas jurisdicciones, porque
aunque la naturaleza de la lesión al patrimonio moral, siempre es y será civil, la
circunstancia de su causa y del conocimiento queda distribuida en las diversas
jurisdicciones existente en el País, desde la jurisdicciones públicas hasta las privadas.-
En este sentido tenemos:

 Daño moral de competencia civil para el conocimiento y decisión de los Tribunales


con competencia en lo civil, Mercantil y Tránsito.

 Daño moral de competencia penal para el conocimiento y decisión de los Tribunales


con competencia en lo Penal y Salvaguarda del Patrimonio Público. Aunque como
veremos, la acción por hecho ilícito y por daño moral puede arrancarse de la
jurisdicción penal y traerse a la jurisdicción civil u ordinaria.

 Daño moral de competencia laboral para el conocimiento y decisión de los Tribunales


con competencia en lo laboral, por tratarse de daños producidos como consecuencia
de una relación laboral.

 Daño moral de competencia administrativa para el conocimiento y decisión de los


Tribunales con competencia en lo administrativo. Aquí tenemos la problemática de la
responsabilidad del Estado frente al daño moral que hasta ahora su eventual condena
ha sido restringida por consideraciones de orden supra legal, aunque ya tenemos y a
ello nos vamos a referir condenas por responsabilidad extracontractual del Estado.

En todo daño moral existe una conducta antijurídica. Los presupuestos necesarios para
la Antijuridicidad están constituidos por la existencia de una persona jurídica y de un
ordenamiento, de tal forma que de la relación entre ambos surja el concepto como juicio
valorativo del observador. Esos nos lleva a la determinación sobre los derechos por daño
moral como bien susceptible de formar parte del patrimonio hereditario, o, si por el
contrario, la legitimación de los herederos, en caso de fallecimiento de una persona
(causante a estos efectos) es un derecho directo de dichos herederos.

Una primera posición se asoma entre quienes sostienen que el derecho material que
nace del daño en general y del moral en especial, no es transferible a los herederos salvo
que se trate de derechos litigiosos. A mayor abundamiento. Este planteamiento, afirma
que la acción de responsabilidad y reparación del daño es transmisible por causa de
muerte, sólo en lo que se refiera a daños causados en los bienes. A partir de ese criterio
se señala que los eventuales sufrimientos o afectaciones a la personalidad de una
persona, no pueden ser transferibles porque siempre supondría un enriquecimiento sin
causa; sin embargo, queda evidenciado que el Juez tiene potestad para conceder una
indemnización a los parientes, afines o cónyuge, como reparación del dolor sufrido en
caso de muerte de la víctima.

Los elementos según interpretación judicial son:

 La existencia de un hecho u omisión ilícita o negligente.


 La producción del daño a alguno de los bienes de la personalidad.
 La relación causa-efecto entre el hecho y el daño.

5.2. EVALUACIÓN DEL DAÑOS MORALES RESARCIBLES


La determinación monetaria de las indemnizaciones es
competencia exclusiva de los órganos judiciales, que
deberán desempeñarlo, “caso por caso” valorando las
pruebas practicadas en autos, evitando la arbitrariedad.
En otros términos; resulta que la cuantificación del
monto en materia de indemnización está configurada
como una facultad discrecional del Juzgador, de modo que se determina partiendo de lo
que el reclamante haya alegado o deducido sobre el monto del resarcimiento y a resultas
de las pruebas efectuadas, quedando, en última instancia, a la prudencia y
discrecionalidad del Juzgador. Bien podemos diferenciar dos tipos de “Prudente Arbitrio
del Juzgador”, según el tipo de daños y así vemos que:

 Daño material: Es muy fácil deducir que la prudente decisión viene imitada por las
valoraciones que los peritos judiciales aporten a la causa.
 Daño moral: no cabe desconocer que los daños funcionales, los estéticos, los dolores,
la adversidad emocional y los sufrimientos íntimos o lo agravios intelectuales, son
una realidad incuestionable que, al mismo tiempo, carece de una valoración asignada
previamente por ningún perito judicial o de forma unánime o protocolaria o
estereotipada.
 el daño moral es siempre incuantificable por propia naturaleza
 el daño moral no se puede calcular sobre la base de diversos criterios
predeterminados, más o menos precisos, y solo puede ser establecido mediante un
juicio global basado en la convención general de la necesidad de reparación del dolor
producido por la ofensa padecida
 la reparación del daño o sufrimiento moral, que no atiende a la reintegración de un
patrimonio, va dirigida, principalmente, a proporcionar en la medida de lo
humanamente posible una satisfacción como compensación al sufrimiento que se ha
causado, lo que conlleva la determinación de la cuantía de la indemnización
apreciando las circunstancias concurrentes.
5.3. REPARACIÓN DEL DAÑO MORAL

El daño moral apareja consecuencias patrimoniales mediante el mecanismo de la


reparación, que es una forma o especie de pena privada o sanción específica, necesaria
para castigar al agraviante, ya que los derechos subjetivos no tienen valoración
determinada o determinable. Esa valoración pertenece al mundo de la potestad del Juez,
quien no tiene referencias condicionantes en el orden legal, sino parámetros surgidos de
la experiencia y la realidad, con elementos trascendentes que debe tomar en cuenta al
momento de fijar el monto de una reparación

VI-DAÑO MORAL SEGÚN LEGISLACIÓN PANAMEÑA


El daño moral es uno de los más relevantes en el campo de la
protección a la persona. Esta responsabilidad el Estado no puede
traspasarla a un tercero. El daño moral es íntegramente
subjetivo, y va en proporción directa con la parte afectiva del ser
humano.

6.1. LEGISLACIÓN SEGÚN CÓDIGO CIVIL

 ARTÍCULO 1644A.

Dentro del daño causado se comprende tanto los materiales como los morales.
Por daño moral se entiende la afectación que una persona sufre en sus sentimientos,
afectos, creencias, decoro, honor, reputación, vida privada, configuración u aspectos
físicos, o bien en la consideración que de sí misma tienen los demás. Cuando un hecho u
omisión ilícitos produzcan un daño moral, el responsable del mismo tendrá la obligación
de repararlo, mediante una indemnización en dinero, con independencia de que se haya
causado daño material, tanto en materia de responsabilidad contractual, como
extracontractual. Si se tratare de responsabilidad contractual existiere cláusula penal se
estaría a lo dispuesto en ésta.
Igual obligación de reparar el daño moral tendrá quien incurra en responsabilidad
objetiva así como el Estado las instituciones descentralizadas del Estado y el Municipio
y sus respectivos funcionarios, conforme al Artículo 1645 del Código Civil.

Sin perjuicio de la acción directa que corresponda al afectado la acción de reparación no


es transmisible a terceros por acto entre vivos y sólo pasa a los herederos de la víctima
cuando ésta haya intentado la acción en vida.

El Monto de la indemnización lo determinará el juez tomando en cuanto los derechos


lesionados, el grado de responsabilidad, la situación económica del responsable, y la
víctima, así como las demás circunstancias del caso.
Cuando el daño moral haya afectado a la víctima en su decoro, honor, reputación o
consideración, el Juez ordenará, a petición de ésta y con cargo al responsable, la
publicación de un extracto de la sentencia que refleje adecuadamente la naturaleza y
alcance de la misma, a través de los medios informativos que considere convenientes.
En los casos en que el daño derive de un acto que haya tenido difusión en los medios
informativos, el Juez ordenará que los mismos den publicidad al extracto de la sentencia,
con la relevancia que hubiere tenido la difusión original.

 ARTÍCULO 1706

La acción civil para reclamar indemnización por calumnia o injuria o para exigir
responsabilidad civil por las obligaciones derivadas de la culpa o negligencia de que se
trata el Artículo 1644 del Código Civil, prescribe en el término de un año, contado a partir
de que lo supo el agraviado.

Si se iniciare oportunamente acción penal o administrativa por los hechos previstos en


el inciso anterior, la prescripción de la acción civil se contará a partir de la ejecutoria de
la sentencia penal o de la resolución administrativa, según fuere el caso.

Para el reconocimiento de la pretensión civil, en ningún caso es indispensable la


intervención de la jurisdicción penal.
CONCLUSIONES
 El daño moral se entiende como la lesión a los sentimientos, al sufrimiento o al dolor
(concepto subjetivo)
 El Derecho no resarce cualquier dolor, humillación, aflicción o padecimiento, sino
aquéllos que sean consecuencia de la privación de un bien jurídico, sobre el cual la
víctima tenía un interés jurídicamente reconocido.
 El daño moral no es el dolor o los padecimientos, estos serán resarcibles en la medida
que sean consecuencias de la lesión a una facultad de actuar que impide o frustra la
satisfacción o goce de intereses no patrimoniales, reconocidos a la víctima del daño
por el ordenamiento jurídico. Y estos intereses, pueden estar vinculados tanto a
derechos patrimoniales como a derechos extrapatrimoniales
 El daño moral abarcan los atentados a los derechos de la personalidad (concepto
objetivo) y que son los que consideran que la persona jurídica podría pretender
legitimación activa para tales daños por entender que no sólo se ocasiona daño moral
cuando se sufren sensaciones dolorosas sino también cuando se dificulta o impide la
satisfacción de un interés sin disminución del patrimonio o cuando se pierde el
prestigio profesional o el buen nombre. Las personas jurídicas pueden ser titulares
del derecho al honor en el sentido de buen nombre o reputación.
 Se le reconoce legitimización activa a las personas sin discernimiento puesto que
daño moral en toda anormalidad espiritual lesiva del equilibrio que el hombre
mantiene desde el entendimiento de la sensibilidad o de la voluntad.
 El daño moral colectivo se caracteriza por el sufrimiento común de un grupo de
individuos por lo cual posee legitimización suficiente para reclamar su reparación.
 El daño moral es la consecuencia o resultado de una lesión a un interés no
patrimonial que modifica el equilibrio espiritual de la persona en su capacidad de
entender, querer o sentir.
 El daño psicológico es la lesión al equilibrio espiritual de carácter patológico y no se
le reconoce autonomía para ser sumado al daño patrimonial o al daño moral y será
resarcido según sus repercusiones en el ámbito patrimonial o extrapatrimonial de la
persona.

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