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INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………………………..... 1
I- DAÑO………………………………………………………………………………………………………. 2
1.1. CONCEPTO ……………………………………………………………………………………....... 2
1.2. CLASIFICACIÓN………………………………………………………………………………….. 3
1.2.1. DAÑO MATERIAL…………………………………………………………………… 3
1.2.2. DAÑO MORAL………………………………………………………………………… 3
3.1. CARACTERISTICAS…………………………………………………………………………… 8
El estudio de daño moral, se plantea desde las dificultades con las que la doctrina ha
analizado a la hora de definir el daño moral. Las doctrinas fueron de diferente orden;
algunas aludían al carácter material de los derechos que componían el patrimonio, en
cambio otras le aplicaron a la noción de daño moral un matiz moralista e incluso el
carácter de invaluable. Por ejemplo, la doctrina italiana ha sido clara en admitir que la
persona jurídica puede ser sujeto pasivo del denominado daño no patrimonial,
excluyéndose dentro de este el daño moral, dentro del alcance de los efectos anímicos o
sufrimientos morales (aflicción, resentimiento, amargura, deseo, preocupación) y a los
dolores físicos. Sin embargo, existe otro sector que admitiendo un concepto más amplio
del daño moral, lo equipara al daño no patrimonial. Es en este sentido, en el cual también
se ha pronunciado un sector de la doctrina nacional.
En general, por daño se entiende como todo deterioro, limitación o sufrimiento causado
en un objeto, un derecho o a una persona. En economía, dañar es disminuir la utilidad
mercantil del patrimonio de un individuo o de un objeto susceptible de valoración
pecuniaria. En Derecho, la palabra “daño” significa el detrimento, perjuicio o menoscabo
que una persona sufre a consecuencia de la acción u omisión de otra y que afecta a sus
derechos personales o reales. Dentro del ámbito jurídico, se distingue entre daños
patrimoniales y daños morales: una dualidad considerada básica y que, aparentemente,
tiene importantes consecuencias fácticas y legales
En este trabajo, hará una breve resumen del estudio del daño moral, donde veremos la
definición doctrinal y jurisprudencial, y sus elementos; también se abordará el tema de
la reparación moral desde el punto de vista doctrinal, legal y jurisprudencial, y
posteriormente concluir con el análisis de la legislación panameña en la materia y sus
consecuencias legales.
DAÑO MORAL
El Daño se considera como la lesión, agravio o menoscabo que sufre una persona en
su patrimonio, en su ser físico o psicológico, o en sus derechos o facultades. Además,
desde un punto de vista legal, todo daño debe ser indemnizado económicamente.
Daño patrimonial es el que recae sobre un objeto, ya sea en forma directa sobre el propio
objeto o indirecta como consecuencia o reflejo de un daño causado a la persona titular
del mismo y siempre que sea susceptible de comercio entre los hombres.
O sea, los daños extrapatrimoniales o morales, son aquellos que afectan a bienes o
derechos asociados a la esfera íntima de la persona: la vida, el honor, la dignidad, la
reputación, la propia imagen, la estima social o la salud física.
Mientras que el daño patrimonial afecta al patrimonio (una casa, carro, etc.,..), el daño
moral implica una afectación espiritual, físico o un trastorno psicológico. En otras
palabras, el sujeto perjudicado experimenta un sufrimiento que será resarcida por ellos
en tanto y en cuanto el ordenamiento jurídico le reconozca que éstos se desprenden de
la lesión a una facultad de actuar que le haya frustrado o impedido satisfacer o gozar de
ciertos intereses de carácter no patrimonial
Desde otro punto de vista se puede conceptuar el daño moral como el impacto o
sufrimiento psíquico o espiritual que en la persona pueden producir ciertas conductas,
actividades, comportamientos o determinados resultados. Incluye bienes y los
correspondientes intereses jurídicos de contenido no patrimonial. Así se comprenden
no solo por los ataques a bienes o derechos de la personalidad, sino también las
repercusiones en el ámbito psíquico afectivo.
2.1. DAÑO MORAL SUBJETIVO
Es el que se puede definir como un dolor físico, una serie de aflicciones o angustias.
Ejemplo: las ofensas o heridas físicas
Los daños corporales suelen implicar una serie de perjuicios económicos. Como
consecuencia de un daño corporal se producirán daños emergentes (los gastos
hospitalarios, de asistencia médica y farmacéutica, el coste del transporte hasta el centro
de urgencias, la factura del fisioterapeuta, etc.). También habrá lucro cesante (las
pérdidas económicas derivadas de no poder trabajar durante el período de
hospitalización y recuperación).
Existen una serie de perjuicios sin carácter económico que también deberán ser
reparados.
a) PRETIUM DOLORIS (precio del dolor): Es indemnizable tanto el dolor físico que
experimenta la víctima como consecuencia de la lesión como el padecimiento
moral que le supone saberse lesionada.
b) DAÑO ESTÉTICO: Son resarcibles las secuelas estéticas de carácter
permanente como las cicatrices, deformaciones o rictus faciales, etc. que sean
perceptibles a simple vista. Además de estos daños morales, el daño estético, en
algunos casos, puede tener consecuencias patrimoniales (Ejemplo: si afecta a una
modelo).
Por ello, han propuesto que en vez de daño moral debería hablarse de daños
extracontractual o extrapatrimoniales, ya que en la forma genérica con se trata, tiende a
pervertirse hasta convertirse en un objeto propio del comercio, porque procura ser
pasible de un daño moral para obtener prebendas y resarcimiento económico.
Cada bien subjetivo u otros varios que pudieran surgir que afecten el universo personal
de la víctima, constituyen elementos calificadores del daño a los efectos de la
reparación, debiendo estudiarse e individualizarse en cada caso, porque cada valor
tiene una relación propia y distinta según sea la persona.
Los que mantienen una concepción más amplia de daño moral y abarcan los atentados a
los derechos de la personalidad (concepto objetivo) y que son los que consideran que la
persona jurídica podría pretender legitimación activa para tales daños por entender que
no sólo se ocasiona daño moral cuando se sufren sensaciones dolorosas sino también
cuando se dificulta o impide la satisfacción de un interés sin disminución del patrimonio
o cuando se pierde el prestigio profesional o el buen nombre.
Considerando que el daño moral incluye, con sentido amplio, todos los bienes
jurídicamente protegidos por la ley que posee una persona, por lo tanto, las personas
jurídicas pueden sufrir daños morales y, por lo mismo, están legitimadas para reclamar
un resarcimiento. Si se acepta que se considera daño moral la injuria a la reputación, al
prestigio y al crédito comerciales, no puede menos que concluirse que una persona de
existencia ideal tiene derecho a reclamar daños por haber sido herida en su patrimonio
inmaterial (v.g. buen nombre, fama, crédito comercial, etc.)
Otros juristas sostienen que una persona sin capacidad de hechos, poseen al igual que
los demás derechos inherentes a la personalidad, aunque muchas veces no puedan
desplegar por sí misma, la actividad que constituye su contenido. Por tal razón, un
incapaz, puede ser pasivo de un daño moral.
Clases de daño:
El daño moral por su naturaleza.
El daño moral por sus efectos.
El daño moral por la jurisdicción a quien corresponde el conocimiento
Esta clasificación parte del criterio de deslindar los tipos de daños por la naturaleza del
bien lesionado, ya que existen daños morales que surgen como consecuencias de un
daño material y daños morales puros, que solo afectan los derechos subjetivos de la
personalidad.
En los primeros hay una pérdida real, una posible o efectiva disminución en los ingresos
de la víctima o en los incrementos que esta venía percibiendo; mientras que lo segundo
la opción resarcitoria o la cuantificación resarcitoria va a depender del juzgador, de sus
asesores o de una experticia complementaria del fallo que declare la existencia del daño
moral. En los primeros aparece la confusión ya señalada con el lucro cesante porque
aparecen como un dejar de percibir lo que real o potencialmente es demostrable o
perceptible percibir.
los morales susceptibles de una estimación pecuniaria, por producir una pérdida
real, una disminución en el patrimonio de una persona o una disminución en sus
ingresos o en el ritmo de sus ingresos, y los morales "stricto sensu", es decir, aquellos
en que el afección no sale, ni por su origen ni por sus efectos, del campo de lo
estrictamente, moral, del sujeto, no siendo susceptibles de valoración económica,
bien por no producir daño o disminución ninguna en este terreno, bien por no ser
posible establecer una relación que permita equipar el daño en lo moral con el daño
en lo económico.
En materia civil, el resguardo a las víctimas de lesión moral es más amplio; por tratarse
de una materia donde los intereses de los particulares están en juego, a ellos les compete
iniciar una instancia judicial mediante una demanda en la que se solicite el resarcimiento
moral, en donde el juzgador, con base en las constancias de autos, determinará si
procede o no la petición.
En todo daño moral existe una conducta antijurídica. Los presupuestos necesarios para
la Antijuridicidad están constituidos por la existencia de una persona jurídica y de un
ordenamiento, de tal forma que de la relación entre ambos surja el concepto como juicio
valorativo del observador. Esos nos lleva a la determinación sobre los derechos por daño
moral como bien susceptible de formar parte del patrimonio hereditario, o, si por el
contrario, la legitimación de los herederos, en caso de fallecimiento de una persona
(causante a estos efectos) es un derecho directo de dichos herederos.
Una primera posición se asoma entre quienes sostienen que el derecho material que
nace del daño en general y del moral en especial, no es transferible a los herederos salvo
que se trate de derechos litigiosos. A mayor abundamiento. Este planteamiento, afirma
que la acción de responsabilidad y reparación del daño es transmisible por causa de
muerte, sólo en lo que se refiera a daños causados en los bienes. A partir de ese criterio
se señala que los eventuales sufrimientos o afectaciones a la personalidad de una
persona, no pueden ser transferibles porque siempre supondría un enriquecimiento sin
causa; sin embargo, queda evidenciado que el Juez tiene potestad para conceder una
indemnización a los parientes, afines o cónyuge, como reparación del dolor sufrido en
caso de muerte de la víctima.
Daño material: Es muy fácil deducir que la prudente decisión viene imitada por las
valoraciones que los peritos judiciales aporten a la causa.
Daño moral: no cabe desconocer que los daños funcionales, los estéticos, los dolores,
la adversidad emocional y los sufrimientos íntimos o lo agravios intelectuales, son
una realidad incuestionable que, al mismo tiempo, carece de una valoración asignada
previamente por ningún perito judicial o de forma unánime o protocolaria o
estereotipada.
el daño moral es siempre incuantificable por propia naturaleza
el daño moral no se puede calcular sobre la base de diversos criterios
predeterminados, más o menos precisos, y solo puede ser establecido mediante un
juicio global basado en la convención general de la necesidad de reparación del dolor
producido por la ofensa padecida
la reparación del daño o sufrimiento moral, que no atiende a la reintegración de un
patrimonio, va dirigida, principalmente, a proporcionar en la medida de lo
humanamente posible una satisfacción como compensación al sufrimiento que se ha
causado, lo que conlleva la determinación de la cuantía de la indemnización
apreciando las circunstancias concurrentes.
5.3. REPARACIÓN DEL DAÑO MORAL
ARTÍCULO 1644A.
Dentro del daño causado se comprende tanto los materiales como los morales.
Por daño moral se entiende la afectación que una persona sufre en sus sentimientos,
afectos, creencias, decoro, honor, reputación, vida privada, configuración u aspectos
físicos, o bien en la consideración que de sí misma tienen los demás. Cuando un hecho u
omisión ilícitos produzcan un daño moral, el responsable del mismo tendrá la obligación
de repararlo, mediante una indemnización en dinero, con independencia de que se haya
causado daño material, tanto en materia de responsabilidad contractual, como
extracontractual. Si se tratare de responsabilidad contractual existiere cláusula penal se
estaría a lo dispuesto en ésta.
Igual obligación de reparar el daño moral tendrá quien incurra en responsabilidad
objetiva así como el Estado las instituciones descentralizadas del Estado y el Municipio
y sus respectivos funcionarios, conforme al Artículo 1645 del Código Civil.
ARTÍCULO 1706
La acción civil para reclamar indemnización por calumnia o injuria o para exigir
responsabilidad civil por las obligaciones derivadas de la culpa o negligencia de que se
trata el Artículo 1644 del Código Civil, prescribe en el término de un año, contado a partir
de que lo supo el agraviado.