FECHA: 30-05-2018 RESPONSABLE: Byron Alexander Abata Andrade
Echeverria, B. (2000). La SINOPSIS: Modernidad en lo No es posible pensar la modernidad si se deja de lado su "momento barroco". Barroco. México: CIDAP. Y lo barroco, a su vez, sólo en la modernidad despliega plenamente su propuesta de creación de formas. Mostrar la validez complementaria de estas dos afirmaciones, al tiempo que presentar lo barroco como una categoría indispensable de la historia de la cultura, es la ambiciosa meta de este libro. En sus páginas, sugerentes y vertiginosas, la actitud barroca se percibe como una extrema tensión moral, una extrema dificultad de vivir en el mundo, una torturada búsqueda de conciliaciones imposibles: complicidad y vergüenza, conformismo y rebelión, máscara y éxtasis. El tema se vincula con varias claves de nuestro ser y de nuestra historia. La estrategia espontánea del mestizaje cultural en el siglo xvii americano, prefigurada en la doble mentira de la Malinche, la estrategia calculada de la Compañía de Jesús en el desarrollo de la "primera modernidad" de la América Latina, el "optimismo desencantado" de Gracián y de Leibniz; el equívoco servicio del arte de Bernini a la teología de la restauración católica son algunos de los apasionantes temas que se abordan aquí. CITA TEXTUAL: 1. Algo diferente opera en el caso de la ruptura festiva; la irrupción del momento extraordinario es en este caso mucho más compleja. Lo que en ella entra en juego no es ya solamente el hecho de la necesidad o naturalidad del código, sino la consistencia concreta del mismo, es decir, la cristalización, como subcodificación singular del código de lo humano, de la estrategia de supervivencia del grupo social en una situación histórica determinada. (p. 190). 2. Tal vez lo más característico y decisivo de la experiencia festiva que tiene lugar en la ceremonia ritual resida en que sólo en ella el ser humano alcanza "realmente" la percepción de la objetividad del objeto y de la sujetividad del sujeto. (p.191). 3. Conectada con la experiencia festiva de la ceremonia ritual de una manera muy especial —y también, por supuesto, a través de ésta, con la experiencia lúdica-, la experiencia estética es sin embargo completamente diferente de ella. Con la experiencia estética, el ser humano intenta traer al escenario de la conciencia objetiva, normal, rutinaria, aquella experiencia que tuvo, mediante el trance, en su visita a la materialización de la dimensión imaginaria. (p.192). PARAFRASEO: Bolívar Echeverría en esta sección se enfoca en que existe una ruptura festiva, que es mucha más complicada de entender. Entra una consistencia concreta del mismo, se adentra a una cristalización es decir una transmisión de un mensaje singular del comportamiento humano, a través de esta se logra una estrategia de supervivencia del grupo social que la encontramos en las fiestas históricas. Existe una gran experiencia festiva cuando nos adentramos a una ceremonia ritual, ya que a través de esta se logra realmente alcanzar una experiencia satisfactoria dentro de una percepción de la objetividad y subjetividad del sujeto. Es una manera muy especial la relación que se tiene con la ceremonia ritual y se gana una experiencia lúdica porque hay una experiencia estética que es diferente a la otra. La conciencia estética consiste prácticamente en hacer llegar al humano a compartir la experiencia que tuvo en la ceremonia a través del trance que obtuvo, el clase de escenario que observo, los objetos que se lograron visualizar en la ceremonia y sobre todo la materialización de dimensión imaginaria.