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Las Manchas de Vinca PDF
Las Manchas de Vinca PDF
LAS MANCHAS
DE VINCA
ILUSTRACIONES DE
CARLOS ROJAS MAFFIOLET1
AVENTURAS
DE UN CABRITO
ILUSTRACIONES DE
ANDRÉS JULLIAN
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caminos; y detrás de cada cosa nacía una sombra
como si allí la noche tratara de esconderse.
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—Estoy en la noche? —preguntó abriendo los
ojos.
Un suspiro entrecortado le contestó.
—Quién está ahí? —insistió Vinca un poco
asustada.
—Yo no estaba porque dormía, pero ahora
estoy porque me despertaste —le contestó una
voz quejumbrosa.
Vinca divisó unas antenas temblorosas que
tanteaban buscándola.
—Ah, ¡eres tú, Vinca! —exclamó la Sombra—.
¿Qué haces tan temprano?
—Busco una mancha de mi lomo que se me
perdió y pensé que como aquí está oscuro, se
habría...
—Y ¿no te das cuenta de que es imposible
encontrar una pinta pequeña en una mancha
grande?
Vinca se sintió confundida.
—Disculpa, no se me había ocurrido.
Y al encogerse sintió que se le borraba otra pinta
del lomo.
—Ay, se me borró otra! —gritó.
La Sombra o el que allí estaba, rió, y al reír sus
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antenas vibraron y ondas de luz empezaron a
iluminar el rincón.
—Quién estuvo aquí? —preguntó la Chinita.
—La Sombra Fugitiva —contestó un
pequeñísimo pulgón de cristal verde que
chupaba un tallo.
—Ella fue, entonces, la que me borró otra
mancha —se quejó Vínca.
—Puede ser —afirmó el pulgón—, yo vi que
llevaba dos pintas como dos ojos.
—Para dónde se fue? —interrogó la Chinita
dispuesta a seguir a la ladrona.
—Tal vez se escondió al fondo del estanque
donde casi no llega el sol.
Vinca agradeció al pulgón sus indicaciones y
abrió sus alas; parecía como si un pequeñísimo
huevo rojo se partiera por la mitad y echara a
volar.
Se dirigió hacia el estanque bajo espesos árboles
y abordó una rama sobre el agua.
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Al mirar hacia abajo, allá, en el fondo verdoso,
descubrió sus dos pintas, ahora ojos de la
Sombra Abría y borraba sonrisas en. medio de
las truchas moteadas. Viendo que la Sombra
parecía amable, Vinca se dejo caer de un vuelo,
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sobre una de las grandes hojas verdes qué
flotaban en la orilla. Al caminar junto al borde,
buscando los ojos de la Sombra, sorprendió a
una trucha en el momento mismo de tragarse sus
pintas negras, las que se transparentaron a través
de la piel del pececillo no ya redondas, sino
alargadas como si se rieran.
—Trucha, por favor, dame mis manchas —gritó
Vinca.
Pero el pez movió las aletas y de un rápido y
zigzagueante impulso se perdió en la oscuridad
del agua como si la voz de la Chinita lo hubiera
acelerado.
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Este tropiezo desconcertó a Vinca y vaciló largo
rato sobre la hoja, abriendo y cerrando los
élitros con un poco de desesperación.
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Capítulo 2
UNA RISA DE SEDA
Y MUCHAS PATAS VERDES
Vinca estuvo mirando en torno sin saber qué
hacer.
—Dónde se habrá ido la Sombra con mis
pintas? —preguntó al aire.
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desapareció. Antes de que sus crueles jueces se la
comieran, voló recta hacia arriba, hasta salir al
sol, más allá del bosque. El terror la hizo
lanzarse. hacia el oriente; durante un largo rato
avanzó dejando atrás árboles y campos hasta que
divisó algo rosado y se dejó caer allí para tomar
aliento.
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Capítulo 3
LA ALEGRÍA DE LA VIDA
Aquella cosa rosada y chascona que recibió de
golpe a Vinca era una inocente Margarita del
campo, una flor capaz de resistir cualquier
ventolera, sequía o insolación. Sin dejar de ser
delicada, tenía las virtudes de los seres fuertes.
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—Es que perdí dos pintas de mis alas y yo creí
que me las había quitado la Sombra Fugitiva,
pero los jueces de los musgos no lo creen así y
ahora no estoy segura de quién me las robó.
La flor se balanceó unos instantes y contestó con
voz meditativa:
—Y no has pensado que a lo mejor te estás
destiñendo con el sol? A mí suele sucederme...
Vinca se apresuró a esconderse junto al tallo, a
la sombra de la flor, y lloriqueó:
—Y entonces, ¿nunca más tendré mis lindas
manchas negras?
—Te ves muy bien así —aseguró la flor—, ni se
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nota que te estás borrando.
—Borrando?...
El grito de la Chinita era de terror y realmente se
sintió mucho más asustada que ante los ojos
saltones y las patas verdes de los sapos.
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Vinca tragó con dificultad la frase “alegría de la
vida”. Eran unas palabras gordas, brillantes, y
ella estaba demasiado alicaída para digerirlas.
Sin embargo, tuvo buena voluntad y agradeció a
la flor sus consejos:
—Gracias, Margarita, buscaré eso que me dices...
Y corrió tallo abajo, tratando de olvidar sus
penas.
.—Dónde estará la alegría de la vida?
—iba preguntándose mientras avanzaba entre
los terrones y hierbas del suelo. Y al hacerse esta
pregunta, olvidó sus manchas y las dudas que la
habían afligido.
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Capítulo 4
LA FIESTA DE LA CUNCUNA
Moviendo una pata tras otra, Vinca marchó
varios metros envuelta en el pensamiento
brillante de “la alegría de la vida”.
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Con una sonrisa como tajada de sandía, la
Cuncuna exclamó:
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baile?
Pero la Cuncuna no podía contestar porque
tenía la boca llena.
Vinca la observó un rato, esperando que tragara
o que volviera a tocar el acordeón; pasaron los
minutos y la Cuncuna siguió comiendo como si
tuviera cuerda en una sola parte de su cara: la
boca, y como si su hambre fuera de mil años.
—Oye, amiga, ¿qué clase de baile es éste? —
volvió a preguntar la Chinita viendo sólo dientes
a su alrededor.
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Capítulo 5
EL DOLOR DE LAS MANCHAS
Sin ánimo para volar, se metió bajo una piedra a
ver si el silencio y la soledad le daban mejor
consejo. Se encontró de pronto en una oscura
gruta, alguien lloraba allá al fondo, donde estaba
más negro.
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Los sollozos del que lloraba escondido se
hicieron más y más tristes; sin saber cómo, patita
a patita, Vinca se metió hasta el fondo de la
gruta.
—Quién llora? —preguntó con preocupación.
—Yo... ooo... la Sombra Fugitiva —gimió la
oscuridad.
—Oh! —exclamó Vinca, y la. sorpresa la dejó
inmóvil y muda.
—Ay, ¿eres tú, Vinca? Estoy tocando tu lindo
lomo rojo con mis manos de seda... Mira, tengo
que explicarte por qué robé tus manchas. -
—Ah!, ¡tú me las robaste! Llegué a creer que me
estaba destiñendo —gritó Vinca con inmenso
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alivio.
—Óyeme —continuó la Sombra, acariciando las
alas de la Chinita—, yo te robé tus manchas
porque quise tener ojos, como los seres del día, y
ver los colores que nunca había visto. Primero
me puse un ojo, creyendo que bastaría; me di
cuenta de que casi todos tienen por lo menos
dos, así que tuve que sacarte otra cosas tristes
pinta. Pero he visto más que alegres y en vez de
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¡Era una extraña, terrible Sombra! Me desmayé
del susto. De pronto me encontré nadando entre
las truchas de la laguna y ellas me comían y me
llevaban a lugares brillantes como el cielo
nocturno.
La Sombra suspiró y la Chinita aprovechó para
decir:
—Yo sentí que te reías cuando volaste por el
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bosque.
—No, no fui yo la que se rió sino el r viento; se
apoderó de mí haciéndome planear entre los
árboles y cuando me alzaba sobre las ramas, la
luz del sol me quemó. Por último se fue y me
dejó colgando como una enredadera. Me costó
mucho salir del bosque y por suerte encontré
esta gruta donde pude esconderme para que no
me dolieran los ojos. Ay, Chinita, me equivoqué,
yo no necesito ojos para ver, conozco el mundo
de otra manera, con todo mi cuerpo de sombra.
Abrazo las cosas y les doy mi paz.. Y ahora he
perdido esa paz.
Se puso a llorar más fuerte, como si nunca
fuera a consolarse
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Vinca sintió que sobre su lomo caían dos gotas
de tinta negra que le dolieron igual que
pinchazos.
—Ay, me has clavado! —gritó.
—No fue mi intención —suspiró la Sombra,
más calmada—, son tus pintas que te devuelvo.
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La Chinita se alegró mucho y habría volado al
jardín donde vivía con sus hermanas si no
sintiera un fuerte dolor en el lugar de las
manchas recuperadas. Sin embargo no pudo
dejar de hacer un bailecito de felicidad.
—Por fin soy una Chinita con todas sus
manchas!
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—Al principio te dolerán, pero cuando se
borren mis recuerdos ya no sentirás ningún
ardor —dijo la Sombra, un poco más contenta.
Aunque al comienzo le costó alzar el vuelo con
el peso de sus siete manchas, Vinca no tardó en
ir por los aires hacia su casa.
Desde entonces, la Chinita, amiga del sol, ama
las sombras porque las lleva sobre su lomo. Al
anochecer se esconde en lo más profundo de las
flores y las hojas y desde allí ve pasar a la
Sombra Fugitiva con su traje de seda. Las
manchas suelen dolerle como un ligero
reumatismo; eso quiere decir que la Sombra no
puede olvidar del todo sus aventuras entre los
seres del día. Vinca es la más alegre de toda su
parentela y las chinitas nuevas la siguen para oír
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sus historias. Apenas despierta, se apresura a
contar sus pintas; por esto es casi la única chinita
del mundo que sabe contar hasta siete.
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AVENTURAS
DE UN CABRITO
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El Cabrito Jonás había cumplido recién un mes
cuando lo separaron de Simona, su madre.
Berreaba todo el día llamándola ¡beee beee! Y
aunque Cori, la dueña, le daba su mamadera de
leche y una ración de pasto, Jonás no se
acostumbraba a estar tanto tiempo sin su madre.
Lo tenían amarrado junto al corredor de la casa,
mientras el rebaño, guiado por Pepe y Perro
Pastor, pastaba en lejanos potreros.
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—Eres tú, hermano mío? Oi tu voz hace un
rato.
—No soy tu hermano, y tampoco te he hablado
antes. Soy el gran Búho, el ave más sabia del
bosque.
—Oh, señor Búho! Mucho gusto de conocerlo.
¿Sabe usted dónde está el cabrito que me estaba
llamando?
—Por estos lugares no anda ningún cabrito. Tú
eres el primero que se aventura por aquí.
—Por qué los cabritos no vienen al bosque? —
preguntó Jonás extrañado.
—Porque el Puma, ese corpulento animal que
tomaba agua, se los come de un solo mordisco.
—Pero a mí no me comió; al contrario, fue muy
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amable. Estoy feliz de conocer al Puma, ya que
así tendré algo que contar a mis nietos —
exclamó Jonás saltando de gusto.
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Sus berridos eran tan fuertes, que no sólo los
oyó Simona, sino también el Perro Pastor,
siempre atento al llamado de su rebaño, y en
pocos segundos estuvieron junto al angustiado
Cabrito, que no estaba tan lejos de la salida
después de todo.
El buen Peno lo reprendió:
—Por qué te has escapado de la casa? ¿No sabes
que el Puma podría comerte en cualquier
instante?
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—Yo estuve con él y fue tan amable, que creí
que podíamos ser amigos
—bajó el inocente Jonás.
—Según la Ley de la Selva —le explicó su
madre—, el Puma mata al más pequeño cuando
tiene hambre. Pan tener sueños tranquilos
siempre se va a dormir bien comido. No es que
sea un animal malvado: si el Puma no come lo
que se le presenta, muere de hambre. Tienes que
conocer y respetar la realidad.
Jonás llegó a casa pensativo y avergonzado.
Tizón, por su parte, sintiéndose culpable de la
peligrosa aventura del cabrito, ni se acerçó al
lugar en que estaba amarrado. Menos todavía
cuando la Cabra Simona supo que la idea de su
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inexperto hijo de ir al bosque había sido
sugerida por el Gato. Furiosa, amenazó cornear a
Tizón donde lo encontrara.
Pasó el tiempo, Jonás creció y partió con todo el
rebaño guiado por Pepe a pastar en los lejanos
potreros. Dirigía a los cabritos más jóvenes y les
aconsejaba que nunca entraran al bosque, porque
había que conocer y respetar la realidad de los
pumas.
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ALICIA MOREL
Nació en 1921 y fue la mayor de sus hermanos.
Desde pequeña le contaron cuentos y más tarde
se fascinó con los textos e ilustraciones de El
Tesoro de la Juventud; así comenzó a desarrollar
la imaginación, y no es difícil adivinar la
influencia de sus lecturas en su labor de
escritora.
Como sorpresa, al cumplir dieciséis años, su
padre hizo imprimir doscientos ejemplares con
sus primeros intentos literarios, en un librito que
se llamó En el campo y la çiudad. En 1940
publicó Juanilla, Juanillo y la abuela, novela
infantil ambientada en el Cajón del Maipo.
“Nací escritora para niños” —confiesa.
Los Cuentos de la hormiguita Cantora y el
duende Melodía nacieron en Radio Chilena, en
1954, como libretos radioteatralizados. Estos
relatos fueron grabados por Odeón en tres
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discos 45 y más tarde vieron la luz en El Peneca,
editándose finalmente en forma de libro en
1956.
Por breve tiempo fue presidenta de IBBY
(Organización Internacional para el Libro
Juvenil), y a fines de 1968 se trasladó por cuatro
años a la ciudad de Valdivia. Allí escribió El
increíble mundo de Llanca, novela donde se
muestra la naturaleza sureña. También descubrió
en esa zona algunas leyendas mapuches, que más
tarde se convirtieron en los Cuentos araucanos,
La gente de la tierra, obra incluida en la Lista de
Honor de IBBY en 1983 y que, además, recibió
una distinción de parte de la Municipalidad de
Santiago. Anteriormente, El increíble mundo de
Llanca también se había hecho merecedor de un
lugar en esa Lista de Honor y de un premio de
la Asociación de Amigos del Libro.
En los alrededores de Valdivia recogió los
Cuentos de la lluvia, relatos auténticos que
escuchó de labios de una “nana”.
A fines de los años 70, Marcela Paz invitó a
Alicia Morel a escribir en conjunto Perico trepa
por Chile, un notable proyecto ideado por la
creadora de Papelucho.
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El teatro para niños y los títeres han sido otra
faceta de esta autora, y para ellos creó La flauta
encantada, publicada por Editorial Andrés Bello,
y Hagamos títeres.
Más adelante vinieron las recopilaciones de
leyendas americanas, algunas de las cuales
aparecieron en Cuentos y leyendas
iberoamericanos y otras integran el volumen
Leyendas bajo la Cruz del Sur, editada bajo el
sello Andrés Bello en 1996.
“Las leyendas y mitos de las Américas son
nuestros auténticos y originales cuentos de
hadas”, opina Alicia Morel, y siguiendo la
inspiración de los relatos fantásticos que la
acompañaron en su niñez, escribe La era del
sueño y El viaje de los duendes al otro lado del
mundo.
Alicia Morel continúa escribiendo historias
imaginarias:
“Lo maravilloso —dice— nos hace entrar de
manera más profunda e indolora en la realidad,
que siempre nos sobrepasa con su complejidad
infinita”.
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REVIVAMOS LOS CUENTOS
LAS MANCHAS DE VINCA
Inventa otro buen título para este cuento.
2. Nombra o dibuja otros animales con manchas
que tú conozcas.
3. El cuento empieza:
a) Al amanecer
b) Al anochecer
c) Al mediodía.
4. La Sombra robó las manchas de Vinca
porque:
a) Quería verse más hermosa
b) Para hacerle una broma
c) Para ver y conocer el mundo.
5. Después de robar las pintas la Sombra se
sintió:
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a) Poderosa
b) Dichosa
c) Intranquila.
6. Vinca se porta siempre como una chinita:
a) Curiosa
b) Floja
c) Despreocupada.
7. Este cuento nos enseña que:
a) Las manchas no sirven para nada
68 - REVIVAMOS LOS CUENTOS
b) Los animales son envidiosos
c) Cada ser tiene lo que necesita para vivir.
8. Imagina un cuento de un niño o niña que un
día despierta sin sus cejas o sin su voz.
Piensa cómo reaccionaría y qué haría para
solucionar su problema.
9. Desarrolla tu imaginación y cuenta lo que
hiciste una mañana como si tú fueras uno de
estos animales:
a) Una mariposa distraída
b) Una mosca golosa
c) Un zancudo peleador
d) Un gusano sabio.
10. ¿Qué es para ti La Alegría de la Vida. ¿Sabes
dónde y cómo se consigue?
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11. ¿Por qué crees tú que la Sombra es fugitiva?
12. Alicia Morel hizo una linda descripción para
la Margarita del campo.
Observa:
“La Margarita del campo era una flor inocente,
capaz de resistir cualquier ventolera, sequía o
insolación. Sin dejar de ser delicada, tenía las
virtudes de los seres fuertes‟.
La descripción es pintar con palabras. Una
buena descripción nos hace imaginarnos muy
claramente lo descrito. ¿Podrías describir uno de
estos seres?:
Una pequeña nube
Una tortuga vieja
Una rosa roja.
13. Podrías explicar dibujar a:
Un niño afligido
Una niña gimiendo
Una persona asustada
Un hombre aterrado.
Si no conoces una palabra, consúltala con un
buen amigo, el diccionario, por ejemplo.
Cuando la Margarita le aconseja a Vinca buscar
la alegría de la vida, ella piensa que son palabras
GORDAS Y BRILLANTES. ¿Qué palabras te
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parecen a ti FLACAS Y OSCURAS?
DULCESYBUENAS____ _________ ____ -
.
15. Nombra las cinco palabras que más te gusta
oír.
SOLUCIONES
3.a, 4.c, 5.c, 6.a, 7.c
AVENTURAS DE UN CABRITO
1. Dibuja la parte del cuento que más te gustó.
2. El cabrito Jonás era:
a) Inocente y bueno
b) Porfiado y alegre
c) Distraído y goloso.
3. El gato Tizón le aconseja al cabrito que salga
al bosque
porque:
a) Está celoso de él
b) No lo deja dormir
c) Para que conozca el bosque.
4. El Puma no devoró al cabrito porque:
a) No alcanzó a verlo
b) No tenía hambre
c) Lo encontró flaco.
5. Jonás se arrancó al bosque con la ayuda de:
a) El Perro Pastor
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b) La Cabra Simona
c) Nadie.
6. El ave más sabia que aparece en el cuento es:
a) La Lechuza
b) El Búho
c) La Garza.
7. Cuál animal hace estas preguntas:
¿Por qué te has escapado de la casa? ¿No sabes
que un puma podría comerte en cualquier
momento?
a) El Búho Sabio
b) El Perro Pastor
c) El Gato Tizón.
8. En el cuento transcurre:
a) Un mes
b) Un año
c) Mucho tiempo.
9. Las aventuras de Jonás en el bosque nos
enseñan que:
a) Debemos ser prudentes y no arriesgarnos
demasiado
b) Hay que cuidar el bosque
c) Hay que decir siempre la verdad.
10. Conversa con alguien sobre el significado de
la Ley de la Selva.
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11. Inventa una nueva aventura sobre „EJ
Cabrito Jonás y su amigo el Gato Tizón”.
Hazle tres ilustraciones correspondientes al
principio, medio y final.
Sinónimos
Une cada palabra con su sinónimo
inexperto tranquilo
inocente pequeño
berridos reprendió
retó escapar
atado arriesgada
chico ingenuo
huir ignorante
sereno balidos
SOLUCIONES:
2.a, 3.b, 4.b, 5.c, 6.b, 7.b, 8.c, 9.a.
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