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Elson Vásquez Guzmán
Luego de haber investigado sobre la lengua: su origen y evolución te invito a construir una línea de
conceptos que abarque los temas más importantes de esta unidad. Debes prepararla en un
documento de Word.
La historia del idioma español y el origen de los dialectos de España comienza con la
evolución lingüística del latín vulgar. Los dialectos castellano y andaluz surgieron en la
península ibérica (Hispania) durante la edad media. El surgimiento del español
moderno coincide más o menos con la reconquista de la España en propiedad de los
moros, la cual fue completada por Isabel de Castilla y Fernando de Aragón.
Cambios Lingüísticos.
Se llama cambio lingüístico al proceso de modificación y transformación que, en su
evolución histórica, experimentan todas las lenguas en general, y las unidades
lingüísticas de cada uno de sus niveles en particular. El cambio lingüístico se diferencia
de la variación lingüística en que en el primero las modificaciones son diacrónicas y, por
tanto, las estudia la lingüística histórica, mientras que las variaciones son sincrónicas y la
analiza, entre otras disciplinas, la sociolingüística.
Las lenguas cambian de acuerdo a los hablantes, entonces si la gente incide en deforma la
lengua es muy probable que una surja con el paso del tiempo. Así puede ser una lengua deje de
existir para dar lugar a otra.
Historia de la lengua
Bajo el gobierno del imperio romano, en 19 A.C., la región se hizo conocida como
Hispania, y sus habitantes aprendieron el latín de comerciantes, colonizadores,
administradores y soldados romanos. Cuando el latín clásico de las clases educadas de
Roma se mezcló con las lenguas pre-romanas de los ibéricos, celtas y cartagineses,
apareció una lengua llamada latín vulgar. Siguió los modelos básicos del latín pero tomó
y añadió palabras de otras lenguas.
Incluso después que los visigodos, tribus germánicas de Europa oriental, invadieron
Hispania en el siglo V D.C., el latín continuó siendo el idioma oficial del gobierno y la
cultura hasta aproximadamente el año 719 D.C., cuando grupos islámicos de habla
árabe del norte de África, llamados los moros, completaron su conquista de la región. El
árabe y un dialecto afín llamado Mozárabe se hablaron ampliamente en la España
islámica, excepto en unos cuantos reinos cristianos lejanos que se encontraban en el
norte, como Asturias, en donde el latín vulgar sobrevivió.
El idioma español comienza con el latín vulgar del Imperio romano, concretamente con
el de la zona central del norte de Hispania. Tras la caída del Imperio romano en el siglo
V, la influencia del latín culto en la gente común fue disminuyendo paulatinamente. El
latín hablado de entonces fue el fermento de las variedades romances hispánicas,
origen de la lengua española. En el siglo VIII, la invasión musulmana de la Península
Ibérica hace que se formen dos zonas bien diferenciadas. En Al-Ándalus, se hablarán los
dialectos romances englobados con el término mozárabe (esto es, influidos por el
árabe), además de las lenguas de la minoría extranjera-invasora alóctona (árabe y
bereber). Mientras, en la zona en que se forman los reinos cristianos desde pocos años
después del inicio de la dominación musulmana, comenzará una evolución divergente,
en la que surgen varias modalidades romances: la catalana, la navarroaragonesa, la
castellana, la asturleonesa y la gallego-portuguesa.
Romanización
Una vez terminada la conquista militar, toda Hispania va a recibir la organización
administrativa y la cultura a través de la lengua latina. El proceso de romanización, igual
que la ocupación, fue desigual; en la Bética y Levante se comenzó ya en el siglo II a. C.
Fue un proceso lento a través del cual se iba imponiendo con cierta tolerancia todo
aquello que entendemos como civilización romana: organización administrativa
(provincias, municipios, ciudades), clases sociales (libres, semilibres y esclavos),
educación, religión, arquitectura: espectáculos, monumentos, obras públicas
(acueductos, calzadas, puentes). En esta obra, que transforma profundamente a la
Península Ibérica, toman parte activa políticos, militares y escritores españoles.
La religión cristiana, que adoptó el latín para la evangelización, fue otra de las causas
que contribuyó a la romanización, al llevar esta lengua a los rincones más apartados de
la Península. Los cristianos fueron tolerados mal y, a veces, perseguidos.
El latín en Hispania
La invasión musulmana
Durante el siglo VII los árabes crearon un imperio que abarcaba desde Asia hasta el
Magreb. Les movía la guerra santa, uno de los preceptos de la religión islámica
contenidos en el Korán, libro sagrado de una nueva religión creada por Mahoma (570-
632).
La conquista de España les fue facilitada por la mala situación de la monarquía. Visigoda.
Uno de los bandos los llamó en su ayuda para luchar en contra del rey Rodrigo, al que
vencen en el 711 y quitan el trono, pero sin devolvérselo al bando rival. Siguieron
conquistando el resto de la Península sin apenas resistencia a lo largo de cinco años,
pasaron los Pirineos y ocuparon el sur de Francia.
Los árabes, minoría, y bereberes, mayoría, realizan la primera conquista siendo
dominados, desde el siglo XI al XIII, por pueblos del Magreb: almorávides, almohades y
benimerines. Todos ellos practican la religión musulmana.
Sin embargo, en la Península quedaron zonas, aunque conquistadas, no dominadas: la
Cordillera Cantábrica y zonas altas de los Pirineos.
Hispanorromanos
Se conoce como Hispania Romana a los territorios de la península ibérica durante el
periodo histórico de dominación romana.
Este periodo se encuentra comprendido entre 218 a. C. (fecha del desembarco romano
en Ampurias) y los principios del siglo V (cuando entran los visigodos en la Península,
sustituyendo a la autoridad de Roma). A lo largo de este extenso periodo de siete siglos,
tanto la población como la organización política del territorio hispánico sufrieron
profundos e irreversibles cambios, y quedaría marcado para siempre con la
inconfundible impronta de la cultura y las costumbres romanas.