Está en la página 1de 20

Estructura, ambiente

y significación de

"Pedro Páramo"

Esther Martínez López


Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

“¿La ilusión? Eso cuesta caro.”

Pedro Páramo, ed. Cátedra, Madrid, 1983, p. 128.

-2-
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

ÍNDICE

RESUMEN……………………………………………………….. 4

1. INTRODUCCIÓN………………………………………………5

2. DESARROLLO

2.1. ESTRUCTURA DE “PEDRO PÁRAMO”………………………….6

2.2.1. LA HISTORIA …………………………………………….....7

2.2.2. LA NARRACIÓN…………………………………………….8

2.2. EL ESPACIO NARRATIVO. COMALA...………………………..11

2.3. PERSONAJES DE “PEDRO PÁRAMO”……………………….....12

2.4. TÉCNICAS NARRATIVAS Y ESTILÍSTICAS…………………..15

2.5. SIGNIFICACIÓN DE “PEDRO PÁRAMO”……………………...17

3. CONCLUSIÓN………………………………………………...19

4. BIBLIOGRAFÍA………………………………………………20

-3-
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

RESUMEN

Una única novela y un libro de cuentos han sido suficientes para convertir a Juan
Rulfo en el escritor mexicano más importante del siglo XX y en uno de los clásicos más
destacados de la literatura hispanoamericana de todos los tiempos.
Quizá el Llano en llamas (libro de cuentos, 1953) no tuvo, tras su aparición, el éxito
esperado, pero con la publicación, dos años más tarde, de Pedro Páramo, Rulfo se
insertó de lleno en la corriente literaria de mayor auge del momento: el realismo
mágico.
Pedro Páramo es la historia de un pueblo que, sometido al poder despótico del
cacique Pedro Páramo, ha quedado reducido a cenizas. Cuando Juan Preciado,
protagonista de la novela e hijo de Pedro Páramo, llega a Comala, movido por el deseo
de conocer a su padre, se encuentra con la cara más amarga del abandono y la
desolación. Y es que, en realidad, en Comala ya no queda nadie, sólo lamentos y quejas;
las ánimas de los muertos que murieron sin saberlo.
Gracias a estos murmullos, Juan Preciado va reconstruyendo la historia del pueblo,
pero, cuando quiere darse cuenta, ya es demasiado tarde para salvarse; es así como
Rulfo lo presenta enterrado en el subsuelo, murmurando junto al resto de los personajes
sobre sus intenciones frustradas.
La novela se presenta como un confuso mundo donde la distinción entre la vida y la
muerte no es del todo clara, donde la historia del padre se entremezcla con la del hijo y
donde la ficción y la realidad conviven en una aparente armonía. Para ello, Rulfo se
sirve de una sintaxis sencilla, depurada, pleonástica y de una estructura compleja en la
que sorprendentes vacíos y continuos saltos cronológicos transmiten esa idea de pecado
que ahoga a los habitantes de Comala.
Al igual que Comala, Juan Preciado muere sin haber alcanzado sus propósitos, pues
son precisamente las ilusiones frustradas las que anulan la esperanza de seguir viviendo
y matan a quien cae en el desánimo. Incluso el cacique todopoderoso, vencido por el
odio y la soledad, caerá desde lo más alto “como si fuera un montón de piedras”1.

1
Pedro Páramo, ed. Cátedra, Madrid, 1983, secuencia 70, p. 195.

-4-
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

1. INTRODUCCIÓN
Pedro Páramo, única novela de Juan Rulfo, ha convertido al escritor mexicano en
uno de los maestros del realismo mágico. Con su publicación en 1955, Rulfo dejó
constancia de su habilidad en la renovación de las técnicas narrativas.
“Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”2.
En efecto, Juan Preciado, narrador de Pedro Páramo, dice vine y no fui, pues se dirige
al lector desde lo más profundo de Comala. Además, en el transcurso de la novela, nos
damos cuenta de que lo que estamos leyendo, escuchando, procede de los labios de un
muerto.
Juan Preciado llega a Comala para rastrear la verdad sobre su padre, el cacique Pedro
Páramo, pero terminará pagando su osadía con su propia vida. Entrará en Comala para
no volver a salir y, desde allí, nos dará a conocer la estremecedora historia de Comala y
sus habitantes.
Pedro Páramo no es sólo una de las mejores obras de la literatura hispanoamericana
del siglo XX, sino también la cumbre de la narrativa mexicana de todos los tiempos,
pues nos muestra las claves del alma mexicana. Por ello la he elegido para hacer la
monografía.
El estudio que a continuación se presenta pretende investigar cómo está hecha la
novela para que produzca en el lector esa sensación de obra artística profunda, auténtica
y superior. Para ello, se analizará en qué medida la singularidad de su estructura, su
desacostumbrado espacio narrativo y sus peculiares técnicas narrativas sirven a Rulfo
eficazmente para contar la desoladora historia de Pedro Páramo.

2
Frase inicial de la novela.

-5-
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

2. DESARROLLO
2.1. ESTRUCTURA DE “PEDRO PÁRAMO”

El propio Rulfo sentenció que Pedro Páramo es una “novela difícil”3 y aconsejó que
“se necesitaba leerla tres veces para entenderla”4, y, en efecto, Pedro Páramo es una de
las novelas más complejas de la literatura hispanoamericana.
En este apartado estudiaremos la distinción entre la historia contada por la obra y la
narración o manera de contarla. Sin embargo, comentaremos previamente la estructura
interna y externa de la obra.
En cuanto a la ESTRUCTURA EXTERNA, la obra consta de 70 secuencias breves
que se distinguen unas de otras por un simple espacio tipográfico. El lector deberá hilar
dichas secuencias, como si de un rompecabezas se tratase, para así dar sentido a la
historia narrada. Los continuos saltos cronológicos, así como la brusca alternancia entre
monólogos interiores y diálogos, explican la necesaria relectura recomendada por el
autor.
Por otro lado, la ESTRUCTURA INTERNA atiende a dos líneas narrativas, las
cuales van desarrollándose gracias al entrecruce entre ambas.
La primera de ellas se corresponde con Juan Preciado, está narrada en primera
persona y sigue un orden cronológico. La segunda gira en torno a Pedro Páramo, está
narrada en tercera persona y carece de orden cronológico5.
Pero, sin duda, lo que más sorprende al lector es que, en la secuencia 36, se da cuenta
de que Juan Preciado está muerto y enterrado junto a Dorotea, a quien narra su historia
en primera persona; historia que el lector pensaba que narraba para sí mismo.
Atendiendo a esto último, podemos situar las secuencias 1-36 (ó 37) en la línea
primera, referente a Juan Preciado, y el resto (38-70) en la segunda línea, en la cual Juan
Preciado y Dorotea conocen la historia de Pedro Páramo a través de los murmullos.
Esta complicada estructura no es casual, sino fruto de una meditada elaboración
basada en la eliminación, condensación e incansable autocorrección por parte del autor;
tal y como confesó Rulfo, llevó a cabo una profunda supresión de aquello que
constituían posibles intromisiones del autor. Esta supresión favorece el avance abrupto
entre secuencias, esto es, una elipsis narrativa de sucesos que sumergen al lector en un
desorden cronológico difícil de reconstruir, y que recuerda a la narrativa de Faulkner.
Este desconcierto inicial, acentuado por el vacío entre las secuencias 5 y 6, se va
suavizando poco a poco con una serie de enlaces que permiten interrelacionar
secuencias y organizar el relato6. El lector debe permanecer atento y abierto a las pistas
que le permitan hilvanar las secuencias y comprender, por tanto, la historia. Es esta
participación del lector en la trama la que Rulfo persigue con su renovación de las
técnicas narrativas hispanoamericanas.
Ha llegado el momento, pues, de profundizar en la distinción entre historia y
narración.

3
Entrevista de Rulfo con J. Soler Serrano. Programa “A Fondo”, RTVE, 17 de abril de 1977.
4
Entrevista citada de Soler Serrano.
5
A pesar de esta división, es necesario señalar la presencia de secuencias mixtas que albergan referencias
a ambas líneas.
6
Tal es el caso de las primeras palabras de la secuencia 20 “tocó con el mango del chicote” (Pedro
Páramo, ed. Cátedra, Madrid, 1983, p. 100); palabras que reaparecen en la secuencia 24 -“tocó
nuevamente con el mango del chicote” (Pedro Páramo, ed. Cátedra, Madrid, 1983, p.107)- tras un salto
de retroceso narrativo durante las secuencias 21-23.

-6-
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

2.1.1. LA HISTORIA

Comienza con la infancia de Pedro Páramo y finaliza con la muerte de Juan


Preciado, el cual, enterrado en compañía de Dorotea, escucha las voces de los muertos.
La infancia de Pedro Páramo abarca desde la secuencia 6 hasta la 10, con un salto
sobre la 9. En la secuencia 13 muere Lucas Páramo, padre de Pedro Páramo, el cual
aparecerá de nuevo en la secuencia 43. Pedro llega a “la Media Luna” -su hacienda- en
la secuencia 20, y de ahí a la 23 se narra, entre otras, su boda con Dolores Preciado; una
boda por interés y cuya noche conecta con la secuencia 9. Entre las secuencias 18 y 24
(con un salto entre 20-22) prima el asesinato de Toribio Aldrete. En este momento se
enlaza con la secuencia 9 ya mencionada, donde Dolores abandona Comala con su hijo
Juan. Pero Juan Preciado no es el único hijo de Pedro Páramo y, en la secuencia 41,
Pedro Páramo adopta a Miguel, su hijo natural, por presiones del padre Rentería. Los
amoríos de Miguel Páramo comienzan a relatarse en la secuencia 38, y en la 41 Dorotea
se acusa, en presencia del padre Rentería, de haber apalabrado decenas de muchachas al
hijo del cacique. Miguel será asesinado en las secuencias 11 y 12 y su padre se enterará
de su muerte en la secuencia 40. Además, su entierro se narra en la secuencia 14; en la
15 el padre Rentería se lo cuenta a Anita, su sobrina y a la vez amante de Miguelito; y
en la 16 se suceden unos rumores sobre apariciones del muchacho. Posteriormente, en la
secuencia 17, el padre Rentería recuerda el suicidio de Eduviges Dyada, mujer que se
encargaba del alojamiento de los recién llegados a Comala. Más adelante, en la
secuencia 44, llegan a Comala Bartolomé San Juan y su hija Susana, la cual, en la
secuencia 46, aceptará casarse con Pedro Páramo. En la secuencia siguiente se pacta la
muerte de Don Bartolomé, el cual es asesinado en la secuencia 49 con la consiguiente
angustia de su hija. Las visiones y la enfermedad de Susana abarcan las secuencias 48-
51, pero también la 57, en la cual Susana sueña con Florencio, y desde la 62 hasta la 64.
Susana morirá en ésta última rechazando la bendición del padre Rentería. En la
secuencia 52 es asesinado Fulgor Sedano -capataz de Pedro Páramo- y en la 54, 55, 58,
61 y 67 se hace referencia a la insurrección de los cristeros y se narran las andanzas del
Ticualte, el cual terminará derrotado.
La soledad de Pedro Páramo se acentúa a partir de la secuencia 66 a consecuencia
de la ausencia de Susana. Por otro lado, la evolución de la revolución y la postura del
padre Rentería frente a la misma sumergen al cacique en una decadencia que se
precipitará violentamente hasta su apuñalamiento (secuencia 69) y muerte (secuencia
70) a manos de Abundio, uno de sus hijos.
Paralelamente a la historia de Pedro Páramo, se narra la de su hijo Juan Preciado, el
cual llega a Comala en busca de su padre y en cumplimiento de la última voluntad de
su madre. Su llegada y encuentro con Abundio se relata entre las secuencias 1 y 4.
Después, entre las secuencias 5-9, 18 y 25-35, Juan recorrerá Comala escuchando
susurros y viendo fantasmas; destacamos aquí su encuentro con Eduviges. En la
secuencia 36 (ó 37) nos enteramos de la muerte de Juan Preciado, el cual permanece
enterrado junto a Dorotea (evidente en la secuencia 39). Ambos oyen, e incluso
comentan las voces de los muertos, esos murmullos que habitan Comala. Cabe destacar
aquí el monólogo de Susana (que está también enterrada) sobre su madre en la
secuencia 42 y los comentarios de Juan y Dorotea en la secuencia siguiente7. Y,
concluyendo así con la historia de Pedro Páramo, Dorotea y Juan Preciado intervienen
por última vez en la secuencia 65; la secuencia más breve de la novela, donde Dorotea
afirma que vio morir a Susana San Juan.
7
No obstante, éste no es el único monólogo de Susana, y Juan la escuchará hablar sobre el mar y el amor,
y sobre el hombre al que verdaderamente amó en las secuencias 53 y 56, respectivamente.

-7-
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

2.1.2. LA NARRACIÓN

Permite observar cómo van sucediéndose los diferentes episodios con un


desconcierto evidente con el que Rulfo busca no sólo la participación del lector (como
ya se dijo antes) sino también su interés por la trama mediante un suspense gradual.
Las cinco primeras secuencias se corresponden con la llegada de Juan Preciado a
Comala y su encuentro con Abundio y Eduviges, respectivamente. El recién llegado
inicia una conversación con Eduviges en la secuencia 5, que continúa en la 9 tras un
salto de tres secuencias, en las que se narra la primera edad de Pedro Páramo. Las
secuencias comprendidas entre la 10 y la 17 son secuencias referentes al cacique, que
comienzan con su infancia y la de Susana, pero se centran en los desmanes de Miguel
hasta su muerte, entierro y posteriores recuerdos del padre Rentería sobre el suicidio de
Eduviges, pasando por la escena compartida por éste y su sobrina Anita.
La secuencia 18 introduce de nuevo la línea de Juan Preciado, donde aparece por
primera vez Damiana Cisneros, pero enseguida se retrocede a la historia de Pedro
Páramo para relatar el ajuste de cuentas y muerte de Toribio Aldrete entre las secuencias
19-24. Dentro de esta misma línea, hay un salto hacia atrás (20 y 22) referente a la boda
de conveniencia entre Pedro Páramo y Dolores Preciado. Entre las secuencias 25 y 37
Juan recorrerá Comala y conocerá a sus gentes hasta su muerte en la secuencia 36.
Las secuencias 38-41 corresponden a la línea de Pedro Páramo a excepción de la 39
en la que Juan y Dorotea (ambos enterrados) conversan sobre la vida y la muerte; esta
escena continúa en la secuencia 42 y 43 con los monólogos de Susana y las voces de
otros muertos. Estos monólogos interiores de Susana continuarán en las secuencias 50
y 53, pero antes (44-49) se narra la llegada de la muchacha a Comala (retroceso dentro
de la misma línea de Pedro Páramo), su boda con el cacique y la muerte de su padre. La
enfermedad y muerte de Susana, en alternancia con los acontecimientos revolucionarios,
corresponden a las secuencias 50-65 (con la excepción 50 y 53 ya referida).
Las cuatro últimas secuencias narrarán la soledad de Pedro Páramo tras la muerte de
Susana, así como su progresiva decadencia hasta su muerte en manos de un hijo suyo.

-8-
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

* A continuación se incluyen dos tablas a fin de facilitar la comprensión de la


estructura de Pedro Páramo; la primera de ellas esquematiza la historia, mientras que la
segunda esquematiza la narración. Además, con una tonalidad más clara, se diferencia
la línea de Juan Preciado de la Pedro Páramo.

LA HISTORIA

ACONTECIMIENTO SECUENCIA

Infancia de Pedro Páramo 6-8, 10


Muerte de Lucas Páramo 13, 43
Boda de Pedro Páramo con Dolores 20-23, 9
Preciado
Asesinato de Toribio Aldrete 18-19, 23, 24
Huída de Dolores Preciado 9
Pedro Páramo adopta a Miguel 41
Relaciones amorosas de Miguel Páramo 38
Confesión de Dorotea 41
Anita, sobrina del padre Rentería y 15
amante de Miguel Páramo
Muerte y entierro de Miguel 11-12, 14, 16, 40
Recuerdos del padre Rentería 17
Llegada de Susana San Juan a Comala. 44-46
Boda de Pedro Páramo con Susana
Muerte de Bartolomé San Juan 47-50
Enfermedad y muerte de Susana San Juan 48-51, 57, 62-64
Muerte de Fulgor Sedano 52
Acontecimientos revolucionarios 54-55, 58, 61, 67
Decadencia y asesinato de Pedro Páramo 66-70
Juan Preciado llega a Comala 1-4
Juan Preciado y Eduviges Dyada 5-9, 18, 25-35
Muerte de Juan Preciado 36-37
Juan Preciado y Dorotea oyen y comentan 39, 42-43, 53, 56, 65
los murmullos de los muertos

-9-
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

LA NARRACIÓN

EPISODIO SECUENCIA

Juan Preciado llega a Comala 1-5


Infancia de Pedro Páramo 6-8
Juan Preciado y Eduviges Dyada 9
Infancia de Pedro Páramo 10
Desmanes, muerte y entierro de Miguel 11-16
Páramo. Anita, amante de Miguel.
Recuerdos del padre Rentería 17
Desaparece Eduviges Dyada y aparece 18
Damiana Cisneros
Muerte de Toribio Aldrete. Boda de Pedro 19-24
con Dolores Preciado
Juan Preciado recorre Comala 25-35
Muerte de Juan Preciado 36-37
Desmanes de Miguel Páramo. Miguel y 38
Dorotea
Juan Preciado habla con Dorotea 39
Pedro Páramo se entera de la muerte de 40-41
Miguel. El padre Rentería
Juan Preciado y Dorotea escuchan los 42-43
susurros de los muertos
Llegada de Susana San Juan a Comala. 44-49
Boda de Pedro Páramo con Susana y
muerte de Don Bartolomé San Juan
Monólogos de Susana 50
Acontecimientos revolucionarios 51-52
entrelazados con la enfermedad de Susana
Monólogos de Susana 53
Acontecimientos revolucionarios 54-65
entrelazados con la enfermedad de Susana
Decadencia y asesinato de Pedro Páramo 66-70

- 10 -
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

2.2. EL ESPACIO NARRATIVO. COMALA

El espacio narrativo donde se desarrolla la novela es Comala. Pero Comala no es un


lugar concreto de la geografía mexicana, sino que recrea todos aquellos pueblos de la
tierra natal de Rulfo que iban quedando abandonados.
No obstante, las dimensiones de Comala son múltiples. Por lo general, se habla de
tres Comalas: la edénica, la infernal y la real.
La primera de ellas corresponde a un pueblo fértil y hermoso, que Dolores Preciados
evocaba ante su hijo: “…Llanuras verdes. Ver subir y bajar el horizonte con el viento
que mueve las espigas, el rizar de la tarde con una lluvia de triples rizos. El color de la
tierra, el olor de alfalfa y del pan. Un pueblo que huele a miel derramada…”8. Será esta
Comala feliz de Doloritas la que despierte en Juan Preciado la ilusión de ir en busca de
su padre.
En segundo lugar, la Comala infernal dota a la novela del ambiente necesario para
que sus habitantes frustrados vaguen por sus calles condenados a revivir su pasado y a
convivir con sus pecados.
Pero también existe una Comala en la que conviven las características de las otras
dos: la Comala real. Mientras la Comala edénica y la infernal se relacionan con la vida y
la muerte, respectivamente, la Comala real se identifica con el poder tiránico, con la
violencia y la injusticia, es decir, con la figura de Pedro Páramo.

8
Pedro Páramo, ed. Cátedra, Madrid, 1983, secuencia 9, p. 83.

- 11 -
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

2.3. PERSONAJES DE “PEDRO PÁRAMO”

Una comprensión global de la novela implica la captación plena de las


individualidades de cada personaje. Para ello, vamos a centrarnos ahora en el análisis de
la psicología de los personajes principales, pues, a pesar de la fugaz aparición de la
mayoría de ellos, todos están trazados con gran perspicacia psicológica.
En primer lugar citamos a Pedro Páramo. Pedro Páramo, causante del hundimiento
de Comala, pertenece al grupo de figuras tratado tradicionalmente en la novela
hispanoamericana: el cacique que explota a los campesinos. Y ya Rulfo se dirigía hacia
él como “el caso representativo del hacendado mediano que existía en Jalisco, un
hacendado que está sobre sus tierras y las trabaja”9.
Todos los personajes giran en torno a él para mostrar así en qué medida ejerce la
violencia sobre Comala; una violencia propia únicamente de su mundo exterior, pues
interiormente se encuentra dominado por el amor hacia Susana San Juan. Pedro Páramo
es incapaz de unificar su vida exterior con la interior, y es precisamente de ésta dualidad
de donde emana su carácter trágico. Tras la muerte de Susana, su vida exterior se verá
anulada y el sentimiento amoroso primará sobre él.
Su obsesión por Susana permite descubrir que toda su violencia está en realidad
orientada a alcanzar el amor de Susana: “Esperé treinta años a que regresaras, Susana.
Esperé a tenerlo todo. No solamente algo, sino todo lo que se pudiera conseguir de
modo que no nos quedara ningún deseo, sólo el tuyo, el deseo de ti”10. Esto nos indica
que su mundo exterior también está regido por el amor.
El hecho de que tanto mundo interior como mundo exterior estén bañados por el
sentimiento amoroso nos aleja de una concepción de Pedro Páramo como la historia de
un cacique para interpretarla como una novela de amor.
Susana San Juan fue la única ilusión de Pedro Páramo, y no poder conseguir esta
ilusión lo convierte en un personaje frustrado.
Paralelamente, la violencia referida en un primer momento se ve acentuada con una
serie de personajes, cuya aparición en la novela es escasa, pero cuya psicología está
perfectamente dibujada, y cuya función de intensificadores de la violencia es
imprescindible citar. Ellos son Fulgor Sedano, a través del cual Pedro Páramo ejerce su
poder despótico; el Ticualte, que sirve al cacique para anular la revolución, y Gerardo,
reflejo certero de la ingratitud de Pedro Páramo.
A pesar de la brutalidad y frialdad que encierra Pedro Páramo, suavizada en parte por
su amor por Susana, el cacique llega a adoptar un cierto sentimiento de culpa a raíz de la
muerte de su hijo Miguel: “Estoy comenzando a pagar”11. Además, cuando Susana
muera, caerá en la más profunda soledad.
Susana San Juan es -según el mismo Rulfo- el ideal, y, sin embargo, es un personaje
turbador. Constituye el máximo anhelo en la vida de Pedro Páramo, y su control -
aunque inconsciente- sobre los sentimientos del cacique explican que sea el único
personaje no dominado por Pedro Páramo, al contrario, es ella la que domina su mundo
interior y, consecuentemente, su mundo exterior.
Además, podemos considerar a Susana como un personaje crítico, pues Rulfo
expresa a través de ella su crítica hacia el pensamiento tradicional que defiende la
religión como única salvación. Esto se explicita cuando Susana, poco antes de morir,

9
Luis Harrs, “Juan Rulfo o la pena sin nombre”, en Los nuestros, Buenos Aires, ed. Sudamericana, 1973,
p. 30.
10
Pedro Páramo, ed. Cátedra, Madrid, 1983, secuencia 45, p. 151.
11
Pedro Páramo, ed. Cátedra, Madrid, 1983, secuencia 40, p. 137.

- 12 -
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

rechaza la bendición del padre Rentería. Y es que la religión no es suficiente para salvar
a Susana, al igual que tampoco lo es-como argumenta Rulfo- para salvar a Comala.
Así como Pedro Páramo personaliza la muerte, Susana San Juan representa la vida.
Pedro Páramo sobrevive a la muerte de su abuelo, de su padre, de su hijo Miguel, y,
poco a poco, va endureciéndose. Pedro Páramo y la muerte van íntimamente unidos; y
de él se dice: “Dio un golpe seco contra la tierra y se fue desmoronando como si fuera
un montón de piedras”12, dejando ver su concepción más mortuoria.
En el lado opuesto, Susana San Juan rehuye la muerte; una muerte que amenaza
constantemente con destruirla, pero a la cual ella logra hacerle frente. Tras la muerte de
su madre, no llora y el fallecimiento de su padre supone para ella la liberación suprema.
En último lugar, y, ya frente a su propia muerte, rechaza la religión como vía de
salvación y se refugia en los recuerdos de su amor idílico por Florencio. Además, la
muerte de Susana, al adoptar una postura fetal, parece indicar un anhelo de vuelta al
origen de la vida: “después sintió que la cabeza se le clavaba en el vientre. Trató de
separar el vientre de su cabeza; de hacer a un lado aquel vientre que le apretaba los ojos
y le cortaba la respiración…”13.
El otro eje es Juan Preciado. En el extremo opuesto a Pedro Páramo, Juan Preciado
encarna al personaje abandonado en busca del padre y del paraíso idealizado por su
madre.
Dos únicos personajes, Dolores y Abundio, sirven de unión entre padre e hijo.
Por un lado, Dolores representa la expolición de Comala, la cual la lleva a encargar
la venganza a su hijo: “Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me
dio… El olvido en que nos tuvo cóbraselo caro”14. Pero no será esta venganza la que
mueva a Juan a visitar Comala, sino la ilusión: “No pensé cumplir mi promesa. Hasta
que ahora pronto comencé a llenarme de sueños, a darle vuelo a las ilusiones. Y de este
modo se me fue formando un mundo alrededor de la esperanza que era aquel señor
llamado Pedro Páramo, el marido de mi madre. Por eso vine a Comala”15. Además, más
adelante confiesa a Dorotea: “Vine a buscar a Pedro Páramo, que según parece fue mi
padre. Me trajo la ilusión”16. Y será el fracaso de esta ilusión la que le conduzca a la
muerte en la secuencia 36.
Por otra parte, otro de los hijos del desalmado cacique es Abundio. Este enigmático
personaje se deja ver por primera vez en la segunda secuencia, introduciendo a Juan
Preciado en Comala, y no volverá a aparecer -con una estudiada simetría- hasta la
secuencia penúltima. Será en esta secuencia donde, borracho, asesine a Pedro Páramo,
trasladando así a Juan Preciado a un segundo plano y convirtiéndolo en un personaje
positivo al quedar claro lo ya referido: Juan no es el vengador de Pedro Páramo.
Además, podemos establecer una oposición entre Dolores y Abundio. Mientras
Dolores se limita a despotricar contra su marido, Abundio toma la venganza por su
mano.
Damiana Cisneros, Eduviges Dyada y Dorotea la Cuarraca son las tres mujeres que
acompañan a Juan Preciado en su viaje al mundo de los muertos y en su reposo, y cuyo
papel principal es el de informar a dicho personaje.
El hecho de que Rulfo haya elegido a estos personajes como informadores de Juan
Preciado tiene una sencilla explicación: al no estar totalmente sujetos a la violencia del
cacique, son los personajes más objetivos.

12
Pedro Páramo, ed. Cátedra, Madrid, 1983, secuencia 70, p. 195.
13
Ibíd., secuencia 64, p. 185.
14
Ibíd., secuencia 1, p. 64.
15
Pedro Páramo, ed. Cátedra, Madrid, 1983, secuencia 1, p. 65.
16
Ibíd., secuencia 37, p. 128.

- 13 -
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

Por otro lado, estas mujeres establecen con Juan Preciado una curiosa relación de
madre-hijo difícilmente visible. Esta relación emana de uno de los mayores temas de
obsesión en Juan Rulfo -el tema de la madre- y puede observarse en los siguientes
textos.
Respecto a Damiana, Juan recuerda: “mi madre me habló de una tal Damiana que me
había cuidado cuando nací”17; En cuanto a Eduviges, ésta reconoce: “te considero como
mi hijo. Sí, muchas veces dije: el hijo de Dolores debió haber sido mío”18 y, por último,
Dorotea argumenta: “me enterraron en tu misma sepultura y cupe muy bien en el hueco
de sus brazos”19.
Para terminar, queda el padre Rentería. Este personaje no está del todo supeditado a
Pedro Páramo y representa el mundo espiritual. Al igual que Susana, es un personaje a
través del cual se critica la religión y la Iglesia.
Si Pedro Páramo encarnaba la violencia física, el padre Rentería significa la máxima
expresión de la violencia espiritual, ya que a pesar de su gran influencia en la religión
negará todo tipo de ayuda al pueblo. Esta negación del apoyo espiritual, como método
de salvación, refleja la idea que del pecado presentan los habitantes de Comala. El padre
Rentería es el único que posee el poder necesario para dotar al pueblo de la ayuda que
éste solicita; sin embargo, no lo hará. Al igual que no intercederá por Miguel Páramo: “-
¡Padre, queremos que nos lo bendiga! -¡No!-dijo moviendo negativamente la cabeza. -
No lo haré. Fue un mal hombre y no entrará en al Reino de los Cielos. Dios me tomará a
mal que interceda por él”20, tampoco otorgará la salvación a Dorotea: “júzgate tú
misma. Ve si tú puedes perdonarte. – Yo no, padre. Pero usted sí puede. Por eso vengo a
verlo. - ¿Cuántas veces viniste aquí a pedirme que te mandara al cielo cuando murieras?
¿Querías ver si allá encontrabas a tu hijo, no, Dorotea? Pues bien, no podrás ir ya más al
cielo. Pero que Dios te perdone”21. Paralelamente, Eduviges muestra su indiferencia
hacia este comportamiento: “Qué le costaba a él perdonar, cuando era tan fácil decir una
palabra o dos, o cien palabras si estas fueran necesarias para salvar el alma. ¿Qué sabía
él del cielo o del infierno? Y sin embargo, él, perdido en un pueblo sin nombre, sabía
los que habían merecido el cielo”22.

17
Pedro Páramo, ed. Cátedra, Madrid, 1983, secuencia 18, p. 98.
18
Ibíd., secuencia 5, p. 74.
19
Ibíd., secuencia 37, p. 130.
20
Ibíd., secuencia 14, p. 90.
21
Pedro Páramo, ed. Cátedra, Madrid, secuencia 41, p. 143.
22
Ibíd., 1983, secuencia 17, p.97.

- 14 -
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

2.4. TÉCNICAS NARRATIVAS Y ESTILÍSTICAS

De entre los aspectos técnicos que aparecen en la novela, ya se han citado, en


apartados anteriores, los más destacados: el entrecruce de dos historias diferentes, el
desorden cronológico, las elipsis narrativas entre secuencias, la mezcla entre la ficción y
la realidad, las descripciones sobrias pero a la vez intensas,…
Pero quizá sea el monólogo interior la modalidad narrativa más destacada en la obra
de Rulfo.
Mediante estos MONÓLOGOS INTERIORES, el lector se introduce en la vida
privada de los personajes. El autor reproduce el mundo interior de sus personajes
mientras que permanece impasible.
El monólogo es un discurso que carece de una organización lógica y en el cual los
personajes expresan, mediante una reducida sintaxis, sus pensamientos en su estado más
original y elemental, es decir, tal y como salen de la mente.
La crítica, al analizar la novela de Rulfo, diferencia entre el MONÓLOGO
TRADICIONAL, en el cual se muestran los pensamientos del personaje, pero sin una
participación intensa de su mundo interior, y el MONÓLOGO INTERIOR EN
SENTIDO ESTRICTO, donde se presentan los pensamientos más íntimos y más
cercanos al subconsciente.
En el primero de los casos, podemos citar los monólogos de personajes secundarios
como el padre Rentería o Fulgor Sedano. En cuanto a los monólogos entendidos en
sentido estricto, destacan los de Susana San Juan, aunque también los de Pedro Páramo.
Pero es, sin duda, la alternancia entre estos monólogos y los diálogos lo que
contribuye a clasificar a Pedro Páramo como una de las novelas más trabajadas y a la
vez fragmentadas de la literatura hispanoamericana.
Aunque es difícil englobar a todos los diálogos que aparecen en Pedro Páramo bajo
un mismo perfil, pues son muy abundantes y diferentes entre sí, es importante señalar
que domina el diálogo conciso, sobrio e intenso a la vez.
La calidad de estos diálogos introduce el siguiente punto de nuestro estudio: el
ESTILO LITERARIO DE RULFO.
En primer lugar, es importante apreciar cómo el lenguaje del autor está influido
directamente por una serie de características que acompañaron a Rulfo en su
producción: la condensación, la supresión, así como un proceso constante de
depuración, desembocaron en una elaboración sumamente escrupulosa.
Por otra parte, a la hora de tratar el lenguaje de Pedro Páramo, es necesario hacer
referencia a la perfecta convivencia entre las raíces más populares y la cima estética.
El lenguaje es una de las facetas que Rulfo ha cuidado al máximo; partiendo de que
el lenguaje es primordial para crear el mundo ficticio, tuvo en cuenta que, para
caracterizar a Comala y a sus habitantes, era necesario acudir al lenguaje del pueblo:
“simplemente lo intenté hacer con el lenguaje que yo había oído de mi gente, de la gente
de mi pueblo”23.
No obstante, conseguir el ambiente rural y a la vez regional -mexicano- que Rulfo
recrea en Pedro Páramo, no es sencillo, y para ello recurrió no sólo a los mexicanismos
ya referidos, sino a vocablos y expresiones populares, a gran cantidad de diminutivos y
a un continuo lenguaje pleonástico.
Con los mexicanismos presentes en la novela, el autor circunscribe su obra a una
zona delimitada: el ambiente mexicano. Tal es el caso de chicoteándose, mitote o

23
Palabras en boca de Juan Rulfo, citadas por J. Sommers en “Los muertos no tienen tiempo ni espacio
(un diálogo con Juan Rulfo)”, en La narrativa de Juan Rulfo. Interpretaciones críticas, ed. Sep/Setentas,
México, 1974, p. 18.

- 15 -
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

encampanarse. Todos ellos son regionalistas y, sin embargo, no es imprescindible un


glosario al final de la novela, pues las oraciones son lo suficientemente expresivas por sí
mismas: “fue muy fácil encampanarse a la Dolores”24.
Cabe la posibilidad de que el lector se pregunte el porqué del uso de estos términos
tan regionalistas si su significado se deduce fácilmente del contexto. La respuesta es
sencilla: Rulfo busca con ellos dar verosimilitud a su obra, ya que los hechos, por sí
solos, resultan bastante ficticios.
También es notable la presencia de vocablos populares como apechugó, apalancó o
achaparrado, cuya función es la misma que en el caso anterior: infundir sensación de
realidad al ambiente narrado.
Por otro lado, hay expresiones extraídas directamente de la lengua hablada, como
pueden ser ciertos arcaísmos25 como nomás o determinadas transcripciones ortográficas
de conversaciones cotidianas: “pa emborracharme más pronto”26 o “diyitas”27.
Otro medio para reforzar la sensación de un ambiente popular son los diminutivos.
Es importante destacar que el uso de los sufijos es abundante en todo el Estado
mexicano. Además, existe cierta preferencia por el sufijo -ito.
Por último, el lenguaje pleonástico no sólo busca acentuar el sabor popular, sino
también dotar a la narración de un cierto ritmo, para expresar así cómo el mundo
narrado permanece detenido por y en sí mismo: “-No se preocupe por mí -le dije- Por
mí no se preocupe”28.

24
Pedro Páramo, ed. Cátedra, Madrid, 1983, secuencia 22, p. 104.
25
Arcaísmos, evidentemente, desde la perspectiva española.
26
Pedro Páramo, ed. Cátedra, Madrid, 1983, secuencia 69, p. 190.
27
Ibíd., secuencia 22, p. 105.
28
Ibíd., secuencia 31, p. 117.

- 16 -
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

2.5. SIGNIFICACIÓN DE PEDRO PÁRAMO

La novela se presenta como un confuso mundo, como una compleja realidad, donde
es difícil diferenciar entre la vida y la muerte. Pero, aunque es evidente la referencia al
plano de la muerte, lo que inquieta al lector no es la presencia de ese mundo, sino la
ambigüedad de sus fronteras.
Paralelamente, el lector se sorprende con el estado de los personajes, con esos
muertos que actúan como si estuvieran vivos; aunque varias entrevistas de Rulfo
permiten deducir que todos los personajes están muertos desde el principio.
Un primer código de significación de la novela puede ser el histórico y social, pues
la acción se desarrolla en un tiempo concreto: el último tercio del siglo XIX y el
primero del siglo XX.
Sin embargo, una amplia serie de elementos motivan la existencia de un plano
mexicano. Por un lado citamos la soledad, el fatalismo, la búsqueda de la identidad
(tanto del padre como del paraíso perdido), el sentimiento de estar sujetos a fuerzas
superiores y una evidente necesidad de lo fantástico como único refugio ante la
hostilidad de la vida. Por otra parte, la concepción de los cuerpos de los muertos con
características de vivientes, junto a la creencia de que “son las ánimas, las ánimas de
aquellos muertos que murieron en pecado; pues regresaban en su mayor parte”29
permiten apreciar cómo Rulfo parte de las tradiciones populares mexicanas que explican
la presencia de las almas en pena condenadas a revivir su pasado y a convivir con sus
remordimientos.
Y son todos estos valores universales (soledad, poder, muerte,…) los que dotan a
Pedro Páramo de un carácter universal, que logra sobrepasar el aparente regionalismo.
Es necesario profundizar ahora en la citada búsqueda de la identidad.
Son muchas y muy variadas las interpretaciones y las simbologías que del viaje de
Juan Preciado a Comala se han dado. Pero sólo dos han conseguido aunar a la crítica.
En primer lugar citamos la búsqueda del origen, o más concretamente, la búsqueda
del padre. Juan persigue encontrar al padre que nunca conoció, persigue el regreso al
mundo al que un día perteneció y del cual fue separado30.
En segundo lugar, el motivo del viaje se identifica con la búsqueda del paraíso
perdido; ese paraíso que Dolores nos da a conocer “…no sentir otro sabor sino el del
azahar de los naranjos en la tibieza del tiempo”31, pero que pierde, con el tiempo, su
encanto. Comala es castigada cuando Pedro Páramo comienza a ejercer su poder
despótico y, poco a poco, va transformándose hasta convertirse en el infierno que ahoga
a sus habitantes: “desde entonces la tierra se quedó baldía y como en ruinas. Daba pena
verla llenándose de achaques con tanta plaga que la invadió en cuanto la dejaron sola.
De allá para acá se consumió la gente; se desbandaron los hombres en busca de otros
bebederos. Recuerdo días en que Comala se llenó de adioses…”32.
Por último, vamos a señalar la significación quizá más certera que emana de las
frustraciones de los personajes. El fondo común de estas frustraciones es la ilusión. La
ilusión mueve y anima a los personajes, pero, cuando estos comprenden que dicha
ilusión es irrealizable, mueren.
29
Palabras en boca de Juan Rulfo, citadas por J. Sommers en “Los muertos no tienen tiempo ni espacio
(un diálogo con Juan Rulfo)”, en La narrativa de Juan Rulfo. Interpretaciones críticas, ed. Sep/Setentas,
México, 1974, p. 19.
30
Es interesante ver aquí que también podemos asociar el viaje de Juan Preciado en busca del origen y a
la vez paraíso perdido con la Odisea de Homero. Partiendo de que Comala es un infierno, bien podemos
identificar la visita de Juan al territorio patriarcal como un descenso al Hades.
31
Pedro Páramo, ed. Cátedra, Madrid, 1983, secuencia 9, p. 83.
32
Ibíd., secuencia 43, p. 149.

- 17 -
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

Juan Preciado no tenía pensado cumplir con la promesa hecha a su madre “hasta
ahora pronto cuando comencé a llenarme de sueños, a darle vuelo a las ilusiones. Y de
este modo se me fue formando un mundo alrededor de la esperanza que era aquel señor
llamado Pedro Páramo”33, y más adelante confiesa, “vine a buscar a Pedro Páramo, que
según parece fue mi padre. Me trajo la ilusión”34. Juan muere porque su ilusión es
Comala y Comala ha muerto. Tal y como le dice Dorotea: “¿La ilusión? Eso cuesta
caro”35. Señalamos aquí que la frustración de Dorotea es la búsqueda de un hijo, un hijo
encarnado por Juan Preciado: “sólo se me ocurre que debería ser yo la que te tuviera
abrazado a ti”36.
Pero también Pedro Páramo es un personaje frustrado. El cacique confiesa: “Esperé
treinta años a que regresaras, Susana. Esperé a tenerlo todo. No solamente algo, sino
todo lo que se pudiera conseguir de modo que no nos quedara ningún deseo, sólo el
tuyo, el deseo de ti”37, y en la novela se alude que “le agarró la desilusión”38; Pedro
Páramo aspira a un amor idealizado con Susana, mientras que ella, por su parte, se exilia
en un marco de ensueño que desencadena su trágico final.
Para terminar, citamos las palabras en boca de Dorotea que trazan la concepción más
amarga de la vida, la ilusión y la desilusión: “lo único que la hace a una mover los pies
es la esperanza de que al morir la lleven a una de un lugar a otro; pero cuando a una le
cierran una puerta y la que queda abierta es nomás la del infierno, más vale no haber
nacido…”39.

33
Ibíd., secuencia 1, p. 65.
34
Pedro Páramo, ed. Cátedra, Madrid, 1983, secuencia 37, p. 128.
35
Ibíd., secuencia 37, p. 128.
36
Ibíd., secuencia 37, p. 130.
37
Ibíd., secuencia 45, p. 151.
38
Ibíd., secuencia 43, p. 149.
39
Ibíd., secuencia 39, p. 135.

- 18 -
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

3. CONCLUSIÓN
Al leer Pedro Páramo por primera vez, es como si un gran vendaval hubiera
arrancado páginas de un libro mayor; como si alguien hubiera eliminado varios
episodios de la novela. Y es que Rulfo optó por los silencios, por las escenas cortadas
para que sus personajes actuaran libremente. Por ello el lector debe reconstruir la
historia, llenar esos vacíos y quedar así impregnado por la desolación y la frustración,
incluso más allá de la muerte.
Como hemos visto, Rulfo creó Pedro Páramo a través de una estructura compleja y
meditada. Así logró entremezclar al lector con la confusa historia que la obra narra, a la
vez que cumplió con el propósito de renovar las técnicas narrativas.
Por otra parte, Rulfo se sirvió de Comala para recrear ese mundo desesperanzado en
el que se mueven los personajes de su novela.
En cuanto a los aspectos técnicos y estilísticos, destacan los continuos saltos
cronológicos y la mezcla entre ficción y realidad que, junto a la sobriedad descriptiva y
a la elaboración escrupulosa, han convertido a Pedro Páramo en un clásico de la lengua
española.
No obstante, la novela alberga numerosos enigmas que parecen escapar incluso a los
propios personajes. Por un lado, el estado de los personajes es una duda constante en el
lector, ¿están todos muertos? Asimismo, la frontera entre la vida y la muerte se presenta
tan confusa que su oposición no es absoluta.
En Pedro Páramo confluyen la realidad y la ficción, la mexicanidad y la
universalidad, la brevedad y la intensidad. A través de Comala, Rulfo presenta un
mundo dominado por la culpa, el odio y la venganza, que puede situarse en cualquier
lugar precisamente porque no está en ninguna parte, y porque puede estar en cualquier
parte.

- 19 -
Estructura, ambiente y significación de Pedro Páramo Esther Martínez López

4. BIBLIOGRAFÍA

Fuentes primarias:

- JUAN RULFO, Pedro Páramo, Ed. Cátedra, Madrid, 1983.

- JUAN RULFO, El llano en llamas, Ed. Cátedra, Madrid, 1985.

Fuentes secundarias:

- GONZÁLEZ BOIXO, J.C. Claves narrativas de Juan Rulfo,


Universidad de León: Secretariado de Publicaciones, León, 1983.

- LUIS HARRS, “Juan Rulfo o la pena sin nombre”, en Los


nuestros, Buenos Aires, ed. Sudamericana, 1973.

- J. SOMMERS, “Los muertos no tienen tiempo ni espacio (un


diálogo con Juan Rulfo)”, en La narrativa de Juan Rulfo. Interpretaciones
críticas, ed. Sep/Setentas, México, 1974.

- J. M. OVIEDO, Historia de la literatura hispanoamericana. 4.


De Borges al presente, Alianza Universidad. Textos, Madrid, 2001.

- DONALD L. SHAW, Nueva narrativa hispanoamericana, ed.


Cátedra, Madrid, 1999.

- 20 -

También podría gustarte