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2 Libro de Ajedrez - Fred Reinfeld PDF
2 Libro de Ajedrez - Fred Reinfeld PDF
!=RED REINFELD
SEGUNDO
LIBRO DE
AJEDREZ
~·~ .·
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· .' :.;
'~;_;t/
EDITORIAL BRUGUERA, S. A.
Barcelona - Buenos Aires - Bogotá
TÍTULO ORIGINAL:
VERSIÓN ESPAÑOLA DE
EDITORIAL BRUGUERA, S. A.
ADAPTACIÓN Y .REVISIÓN DE
~~
,.. fl
DEPOSITO LEGAL B 23.527 - 1963 ~II A
~Jé
N. R. B 361/61
PRIMERA PARTE
' .
~·~ ~- .,
~\··.,:~ ~~
COMO JUGAR~\~~~
LAS BLANCAS
CAPITULO PRIMERO
1
Las casillas dentro de las líneas ne-
gras forman el centro.
El centro, como puede verse por el diagrama, está for-
mado por las casillas 3 R, 3 D, 4 A R, 4 R, 4 D, 4 A D,
5 A R, 5 R, 5 D, 5 A D, 6 R y 6 D.
7
Las piezas que pueden <<Centralizarse» adquieren su ma-
yor alcance y poder. Una vez colocadas en el centro, pueden
ser llevadas rápidamente a otros sectores del tablero, según
el desarrollo del juego lo exija.
Con frecuencia se usa la expresión <<centro», en un sen-
tido restringido, refiriéndose únicamente a las cuatro casillas
4 R, 4 D, 5 R y 5 D. Estas son las casillas más efectivas para
situar los peones. ¿Por qué? Porque un Peón en 4 R ó 4 D
impide a las piezas contrarias situarse en las casillas domi-
nadas por el Peón (o peonés).
«Controlar el centro» significa, por lo tanto, situar los
peones y piezas de tal forma que su ~cción sobre el centro
sea mayor que la de las piezas y peones del adversario.
Las blancas hacen la primera jugada; por consiguiente,
sus probabilidades de dominar el centro son mucho mayores.
'-V amos a ver ahora algún ejemplo que dehmestta el daño
2que se causa al adversario si tenemos el control del centro.
Giuoco Piano
ek s:: P 4 R P4R 3. A4A A4A
~.;~;lC 3 AR C3AD 4. P 3A
2
Posición después de 4. P 3 A. Las
blancas tratan de formar un ancho
centro de peones, con P 4 D. Aquí
las negras tienen que luchar por el
centro con 4. ...C 3 A, atacando el
peón blanco de Rey. Entonces, des-
pués de .5. P4D; P X P. 6. P x P;
ASCj. 7. A2A; AxAj. SCDxA;
P 4 D ! Las negras han conseguido
afianzarse en el centro.
8
El poderoso Peón blanco del centro impide la accwn de
las negras. Obsérvese cuán efectivamente el Caballo blanco
ha alcanzado el centro, dando un rodeo.
Si ahora 11. ... A 4 T R. 12. C 5 A ! obliga a la Dama
negra a retroceder. Y si 11. ... A x C. 12. P XA; P x P. 13.
C 5 A ! hace también retroceder a la Dama negra. Por ello,
el A D negro tiene que efectuar una penosa retirada total.
3
Posición después de 14. ...A 5 C. Las
negras tratan desesperadamente de
consolidar su posición con .. .A X P.
El ataque blanco sobre el C R negro
amenaza segar el flanco del Rey ne-
gro, con efectos fatales.
9
Defen.sa Siciliana
l. P4 R P4AD 6. A2R A2e
2. e3AR P3D 7. A3R 2 D ??~
3. P4D PxP 8. P 4A 0-0
4. exP e3AR 9. e3e f3A
S. e3AD P3eR 10. P4e 3R
4
Posición después de 10. P 4 C. Las
blancas conseguirán una privilegia-
da posición, a menos que las negras
contraataquen enérgicamente e o n
...P 4 D ! Las blancas pueden desen-
cadenar un fuerte ataque de peo-
nes, que abrirá las líneas contra el
Rey negro. Después de 10 ..,C 2 D ? ?
las negras no tienen ninguna con-
trajugada que impida los propósitos
de las blancas.
5
Posición después de 20 .... D 3 A. Las
blacycas están a punto para el ata-
que · final. Los brillantes sacrificios
que realizan les permiten abrir lí-
neas que aprovechan para conseguir
una ·rápida victoria.
.lb
21. e 5n 1 Px e 24. T x Aj. Rx T
22. AxP D j. A3R 25. D 7 T j. R3A
23. AXA j. DXA 26. T 6 T mate
Defensa Nimzo-lndi·a
í1
Difícil situación para las negras. Si P D X P, las blancas
lo recuperan con P Ax P, manteniendo el centro y abriendo
la columna de A R para el ataque. Las negras no pueden
impedir el avance P 5 R, que expulsará al Caballo negro de
la eficaz casilla que ocupa para la defensa del flanco de Rey.
.lZ
En la siguiente partida, las blancas ganan de una manera
convincente, cuando las negras se encuentran con complica·
ciones por haber abandonado erróneamente una buena po-
sición defensiva en el centro.
8
Posición después de 10 ....D 1 A. Las
blancas prosiguen ahora con un sor-
prend~nte avance por el centro, he-
cho posi,b le por la defectuosa sépti-
ma jugada de las negras.
Amenazando mate.
10
Posición después ele 24. D 3 C. De
nuevo las blancas amenazan mate
a la primera. Las negras no tienen
defensa adecuada, pero intentan un
último esfuerzo a la desesperada,
que las blancas anulan brillante-
mente.
14
24. P4CR 27. D7Cj . R3R
25. AXP TxC 28. AxT (4) Abandonan
26. AX C j. dsc. RXT
15
CAPITULO 11
17
2- AJEDREZ
Partida de los Cuatro Caballos
1. P4R P4R 4. AS e eSD
2. e 3 AR e3AD 5. exP D2R
3. e3A e3A 6. e3A
11
Posición después de 6. C 3 A. Las
blancas han dado a su adversario la
elección entre 6. ... C x P y ... C x A.
¿Cuál es la jugada buena y cuál la
mala?
A primera vista, el proceder de las negras nos parece sos-
pechoso. Han movido su e D dos veces, y han sacado su
Dama demasiado pronto.
Estas jugadas no son tan malas como parecen. Los reite-
rados movimientos del e R blanco compensan la pérdida
de tiempo de las negras.
La posición de la Dama negra es definitivamente mala.
Las negras deberán, por consiguiente, jugar 6. . .. exA. 7.
exe; DxP j. Esto fuerza el cambio de Damas, de manera
que las negras no tienen que sufrir la desventaja de haber
sacado su Dama demasiado pronto.
12
Posición después de 14. D x P ! !
¿Pueden las blancas entregar el Al-
fil de 4 A R?
17. DxP Aj . !! Px D
18. A6TDj.mate
Las blancas han tendido una trampa increíblemente as-
tuta.
En esta partida, las blancas consiguen la derrota de las
negras gracias al descuidado desarrollo de éstas.
En la partida siguiente, las negras van a la caza de los
peones, mientras que las blancas van a la caza del Rey. En
esta desigual lucha, las blancas, naturalmente, llevan todos
los triunfos.
19
Gambito Evans rehu,sado
l. P4R P4R 4. P 4eD A3e
2. e 3 AR e3AD 5. P 4TD
3. A4A A4A
20
13
Posición después de 16 ....D 4 A. Las
negras esperan 17. T X A; D X A.
Todas las piezas blancas están en
acción contra sólo dos piezas negras,
y las Torres blancas son todopode-
rosas en las columnas centrales. El
Rey blanco está a cubierto y el Rey
negro en peligro mortal. Las blan-
cas tienen que ganar.
17. AxP j. D xA 18. TxP j. Abandonan
.21
Las negras han jugado precipitadamente. Su octava juga-
da fue una fútil provocación, que les hizo perder tiempo. La
retirada 11. ... C 1 R, tiene sentido si va seguida de ... P 4 A,
luchando por un punto de apoyo en el centro.
Pero las negras descuidan completamente la posibilidad
de jugar ... P 4 A. Primero, pierden más tiempo con 12 .
.. . P 3 C, y después, el tímido autobloqueo 13 .... P 3 A ? Sus
piezas no tienen porvenir ni objeto.
La estrategia indicada para las blancas es restringir la
posición de las negras, todavía con más fuerza, que es exac-
tamente lo que hacen.
14
Posición después de 17 .... C 2 C. Las
blancas pueden seguir adelante con
su plan, porque a pesar de que las
negras han modificado la posición
de sus piezas, éstas resultan más
inefectivas que antes.
2.2
negras están situ adas demasiado desordenadamente y no
p u eden organizar una defensa adecuada.
23 . e 2D 2S. D 7 T R2 R
24. T 8 T j. R2A 26. e S T Abandonan
23
blancas las dejaría en inferioridad. Las negras creían haber
tomado la iniciativa, pero en realidad son las blancas la~
que están llevando el ataque, y aumentan su ventaja vigo-
rosamente.
24
15
Posición después de 23. ... R 1 A.
Las blancas pueden ahora jugar
24. T 7 A ! !, porque si 24. ... C x T,
25. P 6 T ! y las negras se encuen·
tran impotentes ante 26. D X T j. y
27. P 7 T j., etcétera.
24. T 7 A! 26. P 6 T! Abandonan
25. PXC
25
CAPITULO 111
Defensa Alekhine
5. P 4A 7. A3 R A2C
6. P AxP 8. C3AD P4AD
27
El avance del P A D negro es lógico porque .ataca el cen-
tro blanco. (Con 9. P 5 D; AXP. 10. AXP, las negras tienen
un juego defendible, pero netamente inferior, porque su Ca-
ballo en 3 C D está perdiendo lastimosamente su movilidad.)
En cambio, las negras tratan de ganar un Peón. La ten-
tativa es desastrosa, porque las blancas dejan a las negras
en una insoportable situación cerrada. Las blancas hacen
ahora un uso admirablemente efectivo de su superior movi-
lidad.
9. P5 D D2A? 12. CxP D j. R1A
10. P 6 D PxP 13. CxA ex e
11. e5e D2R 14. AxP !! Abandonar
Un extraordinario fin. Si 14 .... D xA, 15. D 8 D mate. Así
las blancas ganan la Dama negra.
En esta partida, las blancas han triunfado admirablemente
porque las negras iniciaron un ataque sobre el centro blanco
y omitieron proseguirlo. Esto dio a las blancas tiempo de
explotar su superior movilidad hasta el máximo.
Obsérvese cómo, en la posición final, las blancas siguen
estando retrasadas en desarrollo, pero muy superiores en
movilidad.
Las siguientes partidas de este capítulo son más orto-
doxas, porque las blancas adquieren superioridad de movi-
lidad con mejor desarrollo y control del centro.
Defens.a . francesa
28
El juego de las blancas es visiblemente más libre.
9. . .. P3eD? u. e 6 A D3D
10. e SR! 0-0 12. D 3A
16
Posición después de 16. D 3 T! La
presión de las blancas en el flanco
de Rey es irresistible. Su superior;-
dad en movilidad les ha permitido
montar el ataque, muy difícil de
neutralizar. Si 16. ... P 3 T R. 17.
A X P !; P X A. 18. D X P T, y no
hay defensa contra 19. T 5 R y 20.
TSCRj. O bien, 16 .... P3C. 17.
D4T; R2C. 18. T4R y 19. T4AR.
29
Oefensa Philidor
30
17
Posición después de 20 ....C 2 T. Las
blancas han aumentado aún más su
movilidad, abiiendo la columna A R.
Con las columnas y líneas abiertas
todo está dispuesto para la acción y
las blancas ganan con una brillante
combinación.
31
5. A 5 e! A2R 8. AxP C2D
6. P4R! P3TR 9. 0-0 0-0
7. AxC AXA 10. P 5 R A2R
23. e 6A1
Con la amenaza de la decisiva 24. DxP j. !!; PxD, 25.
T 8 C mate. Y si se intenta 23 .... PxC, 24. DxPT j. y mate
a la siguiente.
32
La ventaja dominante de la movilidad de las blancas ha
dejado a las negras sin ninguna defensa satisfactoria. Las
blancas no han dado a las negras, durante el curso ele la
par tida, la menor posibilidad después de su juego dema-
siado pasivo en la apertura.
En la partida siguiente, las blancas triunfan, una vez
más, después ele dominar el centro, evitando que las negras
pongan sus piezas en acción. El furibundo ataque de los
peones blancos sigue con fulminante y lógico efecto.
'·.::o.:-;, •.-·.':!'-···
Defensa Siciliana
33
3- AJEDREZ
l. Restringir todavía más la posición de las negras.
2. Expulsar el C R negro de su mejor casilla defensiva,
3 A R.
3. Mantendrá la posición cerrada de las negras mediante
un devastador ataque de peones.
9. P 4A 12. P 5 A D1D
10. P 4 e R 13. P4TR e xe
11. P5e 14. D x C
18
Posición después de 21. ... D 3 A. No
hay defensa contra el ataque blan-
co que se aproxima. Las blancas
pueden ahora ganar por 22. A 3 R,
y 23. A X P !, pero proyectan un fi-
nal mucho más impresionante.
34
AxA 23. t 2 e P4D
Desesperación.
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J:l~_;:-;:~~~
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li ~.')
J!" -..;;.
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o·,+~o~'::>;;f·
CAPITULO IV
Defensa Siciliana
1. P4R P4AD 4. CxP C3A
2. C3AR C3AD 5. C 3 AD P3D
3. P4D PXP 6. A2R P4R
37
Esto recuerda la jugada 14 de las negras en la partida
anterior: el abandono negro del control de la importante
casilla 4 D. Ello da a las blancas un poderoso dominio del
centro y representa una seria falta de movilidad para las
negras. Las blancas, ahora, tratarán de situar sus piezas de
forma que puedan explotar la debilidad de las negras.
19. C S D Abandonan
38
De esta forma, las blancas han explotado impecablemente
la prematura de juego de las negras.
En la siguiente partida, las negras son extrañamente in-
consistentes. En primer lugar, se crean, inconscientemente,
una posición críticamente cerrada; después, con igual falta
de juicio, atacan de forma implacable por conseguir la libera-
ción. Las blancas responden con dureza.
39
19
Posición después de 16. C X P j.
Las blancas consiguen una decisiva
ventaja de material. Si 16 .... R 3 T
ganan la Dama con el jaque descu-
bierto. Si 16....R 1 T. 17. D x P;
C D 3 A. 18. P X C; C X P. 19.
C 7 A j.; T x C. 20. D x T, con ven-
taja de calidad y dós peones.
Defens-a Nimzo-lndia
l. P4D e3AR 3. e 3A D ASe
2. P4A D P3R 4. P3R
20
Las blancas están a punto para el
asalto final.
22. C5Tj. R3C
42
que. La última jugada de las negras parece darles un res-
piro, pero las blancas tienen una respuesta sorprendente.
20. T7 A!!
Aparentemente una jugada perdida, en vista de la posi-
ble respuesta 20 ... .A 1 R.
Pero las blancas guardan un notable recurso, respon-
diendo a este 20 .... A 1 R con 21. TxP j.; RxT. 22. CxP j.;
R 1 C. 23. D 4 C j. seguido de 24. CxD, con aplastante ven-
taja material. •
20. DlD 21. T D 1AR C4A
21
Posición después de 21. ... C 4 A. Las
blancas tienen una brillante combi-
nación final. Las negras han conse-
guido bloquear la columna A R, pero
las blancas han concentrado sus
fuerzas en el flanco de Rey, tan po-
derosamente, que pueden permitir-
se sacrificios espectaculares.
22. TIAxC! P xT 27. D 6 T j. R2A
23. TxP j. RxT 28. AxD TD xA
24. e 6 Rj. AxC 29. D 6Aj. RlC
25. AxP j. R2T 30. D xAj. R2C
26. A 5 C j. dsc. R2C 31. D7Rj. Abandonan
Las blancas avanzarán sus peones pasados en el centro,
consiguiendo la victoria al coronar uno de ellos.
En cada una de las partidas de este capítulo, las negras
han abierto el juego prematuramente. Esto ha permitido a
las blancas desarrollar un avasallador ataque.
Este tipo de error ocurre frecuentemente en el juego
normal. Por consiguiente, los métodos adoptados en estas
partidas por las blancas son del más alto valor práctico. Al
refutar estas acciones prematuras, las blancas defienden vic-
toriosamente su iniciativa.
43
CAPITULO V
COMO EXPLOTAR UN CONTRAATAQUE PREMATURO
45
9. A 3 T! ?
22
. Posición después de 12. C X P A j.
dsc. Las blancas abandonan su Da-
ma y ganan rápidamente. Obsérve-
se que las negras no tienen alter-
nativa.
46
GambHo de Dama aceptado
l. P4D P4D 4. P 3R Px P
2. P 4 AD P XP ;;, 5. Px P A5e?
3. e 3AR P4AD 6. A xP
23
Posición después de 12. A S D ! La
brillante jugada de las blancas pri-
va a la Dama negra de la defensa
de su Rey. Las blancas tienen una
decisiva iniciativa y el contraata-
que de las negras ha quedado en
fuegos artificiales.
47
12. PR x A 15. D7Cj. R3R
13. DxPAj. R1D 16. D6Aj. A 3D
14. DxT j. R2D 17. A4A !! Abandonan
Un final espectacular. Después de 17 .... DxT j. 18. R 2 D;
DxT. 19. DxA j. forzando el mate.
En la partida siguiente, cuando las negras cometen el
mismo. error, el castigo impuesto por las blancas es todavía
más forzoso.
Apertura Vienesa
48
Pero no es esto todo; las blancas pueden ahora operar
en la columna abierta de A R, gracias al prematuro ataque
de las negras. Esto permite a las blancas ganar rápidamente
con un espectacular ataque incisivo.
9. T 1A C3A
24
Posición después de 9. ...e 3 A. Las
blancas amenazaban e x A, segui-
do de T x P j. y las negras pueden
abandonar. Ahora sigue un sacrificio
de calidad, que decide.
10. TxC! P3D
49
4 ·AJEDREZ
Gambito de Damá aceptado
l. P4D P4D 4. P3R P4A
2. P4AD PxP 5. AxP PxP
3. e3 AR e3AR 6. PxP D2A?
i:
7. D 3 e? A 3 R ??
25
Posición después de 7... .A 3 R ? ?
¡La jugada precisa que las blancas
querían provocar! Las negras pien-
san que las blancas no vueden cam-
biar el Alfil, p o r la respuesta
...D x A j., ganando, por lo menos,
una pieza. Pero las blancas están a
punto de dar a su adversario una
desagradable sorpresa.
8. AXA DXAj. 11. DxP D8A
9. R2R DXT 12. DxT DxP j.
10. AXPj. R1D 13. eD2 D e SR
Ahora toda la profundidad del plan de las blancas queda
revelado. La última jugada de las negras es un vergonzoso
reconocimiento de que su contraataque ha fracasado. En
respuesta a 13 .... DxT, sigue 14. Dxe j.; R 2 D y 15. e SR
mate.
50
Porque si 17 . ... e 2 ú, 18. b 6 A; e 3 C. 19. é 5 R., seguido
de e 7 A mate.
Por estas partidas podemos ver que el contraataque pre-
maturo de las negras generalmente toma la forma de una
temprana salida de Dama. Una vez ha ocurrido esto, las
blancas corrientemente pueden rechazar la Dam<i' negra a la
lejanía. Si ello requiere considerables sacrificios de material
no vaciléis en hacerlo, siempre que veáis una auténtica com-
pensación a vuestros sacrificios.
51
CAPITULO VI
Defe.nsa. Francesa
53
su jugada 5 ha dejado en su casilla 4 R un «agujero»; una
casilla que las negras no pueden defender con peones.
E sto da a las blancas la posibilidad de ocupar dicha casi-
Ha débil con un Caballo. Colocar un Caballo en una casilla
central vital, de esta forma, es una de las jugadas más fuertes
posibles.
En esta primera parte del juego, las blancas han conse-
guido llevar un Caballo a una casilla importante. La segunda
parte demostrará lo que ocurre como resultado del agresivo
emplazamiento del Caballo.
26
Posición después de 14 . .... P 4 A. Las
blancas hacen ahora una de las más
sorprendentes jugadas, que deja po-
ca elección a las negras.
15. C7A!!!
54
El débil Peón de las negras las lleva ahora a la ruina.
Si 16 .... R XD, 17. C S C mate. Esta posibilidad ilustra
vivamente el poderoso control de las blancas sobre el centro.
Rehusando la Dama, por 16 .... R 1 A, sigue 17. C S C con
efectos aplastantes. Las negras intentan otro camino, pero
las blancas fuerzan el mate en dos jugadas.
16. R3C 18. C 4 T mate
17. P4CR ASR
La forma en que las blancas explotan las debilidades de
las negras, es muy instructiva. En la siguiente partida, las
blancas igualmente sacan ventaja de la debilidad de un Peón,
creada por las negras.
Defensa Francesa
55
27
Posición después de 16 ....T D 1 C R .
La concentración de fuerzas blan-
cas en el flanco de Rey es tan ava-
salladora que puede soportar, el sa-
crificio de la Dama. Para apreciar la
brillante combinación de las blan-
cas que sigue, recuérdese que está
basada en la debilidad de la posi-
ción negra.
13. Cx P e xe 15. P 4 A D 2R ?
14. P x C DXP 16. P 5 A P4CD
Las negras debieron jugar en 15 . ...D 3 A. El siguiente
avance del P A R blanco romperá la posición del enroque
56
negro. Las blancas consideraron la jugada 16 de las negras
como un grave error.
Íl
11. A 3 e P5e 18. P6A!
28
Posición después de 18. P 6 A! Las
blancas abren el enroque negro.
Han puesto el dedo en la debilidad
creada por la defectuosa jugada 15
de las negras. A partir de ahora,
las blancas concentran más y más
poderosamente sus fuerzas contra
el Rey negro.
Obsérvese que el proceso de concentración de fuerzas es
típico. Primero, ataque a la debilidad. Segundo, volvéis vues-
tras piezas disponibles contra el punto debilitado. Tercero,
desplegáis vuestras fuerzas superiores para aplastar la debi-
litada resistencia del contrario.
57
Ruy López
l. P4R P4R 7. A3C P3D
2. C3AR C3AD 8. P3A 0-0
3. ASC P3TD 9. P3D A3R
4. A4T C3A 10. CD2D C4TR
S. 0-0 A2R 11. P4D AxA
6. TlR P4CD 12. PxA
El juego de las negras está un poco cerrado, pero libre
de debilidades. Como en la partida anterior, las blancas de-
ben estar pendientes de las oportunidades que puedan brin-
darles alguna iniciativa.
29
Posición después de 17.... P 4 C. Las
blancas tienen su meta estratégica
claramente expuesta ante ellas. Las
negras están ahora muy debilitadas
en las casillas blancas.
L<Js negras han cometido un error al permitir el cambio
de su Caballo. Las blancas dan prueba de un juicio magis-
tral al hacer este cambio, que obliga a 17 ... .P 4 C en la si-
gui ente jugada.
Las blancas h an conseguido que un cierto númer o de
casillas blancas, en la posición de las negras, no estén ya
protegidas por peones . El éxito de las blancas es particular-
5.8
mente notable debido a su control sobre la casilla S A R, que
se apresuran a ocupar.
La interpolación blanca de 1S. P S D ha sido otra admira-
ble jugada. Hace retroceder al Caballo negro en un momento
en que tiene que refugiarse en la casilla 1 D. En este sitio, el
Caballo está completamente fuera de juego, lo cual com-
portará desventaja para las negras en la próxima fase.
Como sabemos por precedentes partidas, el próximo paso
de las blancas será concentrar sus fuerzas para el ataque.
Consagran sus tres jugadas siguientes a situar su Caballo de
una manera agresiva e inatacable.
18. C (3 A) 4 D T 1R 20. C (2 R) 4 D
19. C S A A1A
30
Posición después de 31. ...T 1 A R.
Las blancas están preparadas para
el ataque final. Con su siguiente ju-
gada, amenazan T x P T !; T x T,
seguido de C 6 T j., ganando la
Dama.
59
32. D 4 e! RlT 35. T D 1 T T (1 A) 2 A
33. T 6 T P4T 36. D S A A1 ·D
34. e 3 R! D1R 37. e 4 e D1AR
60
pués procurarán cambiar los Alfiles de las diagonales blancas,
a fin de ' eliminar una pieza que puede defender la casilla
débil.
61
7. T1D P3A 12. AxP r 3e
8. P3R P 3TR 13. A2T '.1P4eD
9. A4T P3T 14. 0-0 A2C
10. P3TD T1R 1S. CSR TD1D
11. A3C PxP 16. P4 e!!
31
Posición desp~és de 16. P 4 C. _!
Las blancas tienen ahora una posi-
ción claramente ventajosa. La juga-
da 15 de las negras es un error; de-
bieron jugar ... P 4 A, para liberar
su Alfil. Las blancas han imposibi-
litado esta jugada.
62
Las blancas han situado sus Caballos en los lugares más
ventajosos. Sus próximas jugadas llevan a la captura del
Peón.
ó3
CAPITULO VIl
65
5- AJEDREZ
Este es el error. 'tomando con el P D, las negras abrirían
una línea para su Alfil. Con la jugada realizada, bloquean el
desarrollo ele su Alfil.
Aquí las blancas ven que tienen oportunidad de alcanzar
un superior desarrollo, por las dificultades que encuentra
el A D negro para entrar en juego eficazmente.
10. C3D
u. D4e D3A
66
32
Posición después ele 16. ... D 1 T.
Suficiente, al parecer, pero las blan-
cas conservan en todos los casos
plena iniciativa, por su poderosa
acumulación de fuerzas. Esta supe-
rioridad ha podido ser lograda por
las dificultades de desarrollo de las
negras ~
Apertura Vienesa
l. P4R P4R 3. P4A P4D
2. C 3 AD C3AR 4. P AXP CxP
67
5. e 3 A ASCD 8. D3 R P4 Af\
6. D2R Ax C 9. A 3D C3AD
7. P CxA 0-0 10. o- o P5A
11. D 2 R C4C?
14. T D 1 R
14. P4CR
68
33
Posición después de 16. D S T. Aho-
ra las blancas amenazan 17. P 7 R;
C X P. 18. A X C; T X A. 19.
D X PCj.; RlA. 20. T X P j.; Rl R.
21. D8Gj.; R2D. 22. D x PDj.;
R 1 R. 23. T 8 A j.
Defensa Francesa
69
Las blancas amenazaban 11. e 4 T, con efectos decisivos.
Las negras han evitado la amenaza, pero han puesto a su
Damá fuera de juego. Las blancas sacan buen provecho del
papel inefectivo de la Dama negra.
34
Posición después de 23 ....D 4 C. Las
blancas pueden tomar el P · T R,
pero tienen una jugada más fuerte.
70
24. CxP !! PxC 25. DxP Rj.
Defensa Nimzonlndi
l. P4D C3AR 4. P3R 0-0
2. P4AD P3R 5. P 3 T D AxCj.
3. C3 AD A5C 6. PxA P3D
71
blancas pueden ahora abrir una brecha en el flanco de Rey,
y seguir manteniendo la presión contra la posición de las
negras. De esta forma consiguen ventaja, por el hecho de
que las piezas negras están mal colocadas para propósitos
defensivos.
35
Posición después de 12 .... P 4 R. Las
blancas crean una debilidad en el
enroque negro, mediante una sor-
prendente jugada.
13. P6A!!
19. T3A
73
para el otro Alfil. Además, las negras tenían tantas piezas
inactivas que el bloqueo del A R de las blancas era de impor-
tancia secundaria.
Esta especie de elasticidad tiene una gran importancia
para el jugador de ajedrez. Nos dicen con frecuencia que el
plan es importante; pero, desgraciadamente, oímos decir con
menos frecuencia que el plan necesita ser modificado cuando
las condiciones originales se modifican. En todas las partidas
de este capítulo las blancas se adaptan a los cambios que
producen en la posición los errores de las negras. El resultado,
como hemos visto, es un ataque efectivo y una rápida victoria.
74
CAPITULO VIII
Hasta ahora hemos visto los medios por los cuales las
blancas explotan los errores de las negras durante la aper-
tura y las primeras fases del juego. Estos métodos son váli-
dos y útiles siempre que las blancas no violen las reglas de
un buen juego de apertura.
Es vital guardarse contra el peligro de perder la iniciativa
cuando se conducen las blancas.
Este peligro viene de la negligencia en el desarrollo, bien
perdiendo tiempo, bien desarrollando las piezas ineficazmente.
Hay algunas aperturas cuyos efectos son tan obvios que
la mayoría de ellas han sido, en todo o en parte, desacredi-
tadas (1). Hace muchos años, cuando la teoría de las aper-
turas no era tan conocida como hoy, algunas de estas aper-
turas eran populares. Con el transcurso del tiempo, sus defec-
tos fueron apareciendo con excesiva claridad.
La Apertura Central ofrece un buen ejemplo. He aquí las
jugadas de apertura.
l. P4R P4R
2. P4D PxP
3. DxP C3AD
75
las negras otra opor tunidad de desarrollo. Generalmente, aquí
se juega 4. D 3 R, a lo que las negras responden con 4... .C 3 A,
poniendo en juego otra pieza.
Para comprender las consecuencias de estas jugadas, hay
que considerar que las negras, con la ganancia de tiempo,
tienen ahora la salida y la iniciativa. No son las blancas las
que llevan una jugada de ventaja; son las negras.
El mismo error por parte de las blancas ocurre, en forma
m ás suave, en la Apertura Escocesa.
l. P4R P4R
2. C 3 AR C3AD
3. P4D PXP
4. exP
l. P4R P4R
2. e2R
76
C 2 R es una jugada pasiva,""inientras que C 3 A R es activa
por su ataque al Peón.
En vista de estos defectos, C 2 R ha sido descartada como
jugada de valor.
Un ejemplo similar presenta la Apertura Ponziani.
l. P4R P4R
2. e 3 AR C3AD
3. P 3 A
77
SEGUNDA PARTE
COMO JUGAR
LAS NEGRAS
CAPITULO PRIN\ER()
COMO EXPLOTAR LAS DEBILIDADES
DE LAS BLANCAS
81
6 · AJEDREZ
DEBILIDAD EN LA POSICION DEL REY
Ocurre con frecuencia que las blancas, en su afán de ace-
lerar una ventaja real o imaginaria, permiten que se cree una
debilidad en su posición. Las negras deben estar alerta para
advertir cuándo se producen estas debilidades y lanzarse sobre
ellas. Las dos partidas siguientes demuestran la forma en
que proceden.
1
Posición después de 8. ...D X A. La
posición de las negras es cerrada y
su A D tiene pocas perspectivas.
Por consiguiente, las negras tratan
de simplificar la posición, para lo
cual les conviene efectuar cambios.
82
9. PxP CxC 12. P4A PxP
10. PxC PxP 13. AxP C3A
11. D3e TlD 14. D 3A A5C
17. . .. CxP !!
83
21. P5A D3D
2
PosiCión después de 22. ...D x P.
Ahora las negras -. atacan dos piezas,
lo que reduce las posibilidades de
las blancas. Las blancas intentan un
activo conn,aa1aque, -}!e-r o :ras 'negras
estáh •bien p·r eparadas para resis-
tirlo.
23. AxP j. Rl T!
24. T 1 A e4C 25. D 4 A
84
DEBILIDAD DEL ENROQUE
P~fensa Nimzo-lndia
4. P3 CD 6. D2A CSR
S. C3A A2C 7. A3D
Las negras han tendido una pequeña celada, que las blan-
cas han evitado. La celada era: 12. AX e; P x A. 13. e x P;
D S T, atacando al Caballo por segunda vez y amenazando
mate.
Jugando 12. p 3 e ? las blancas han evitado la celada,
pero han abierto la diagonal y dejado débiles las casillas
3 A R y 3 T R.
85
3
Posición después de 12. P 3 C ? Las
negras tienen pleno conocimiento de
las posibilidades que les brinda la
debilidad de la posición blanca, y
la explotan con un ataque final ani-
quilador.
12. D5T!
86
en forma de P T D avanzando, las negras están a punto para
aprovechar esta oportunidad. Pronto desencadenan un ata-
que que destruye el enroque de las blancas.
Defensa Nimzo-lndia
4.... P4A
8. D4T! 9. P 3 T D?
8.7.
13. PXP PxP 15. e3A AXP !!
14. D 3D TD1A 16. AxC PxA
4
Posición después de 16 .... P X A. Las
piezas negras están admi-rablemen'
te situadas para el ataque. Después
de 17. D X P j-.; R 1: A. 18 D X A?;
D X C j., etcétera. Con. las brechas
abiertas en la posición bla11ca, no
hay que temer el contraataque de
éstas.
DEBILIDAD ESTRATEGICA
88
Defensa Francesa
(Por transposición de jugadas)
1. P4R C3AR 4. P4D P3R
2. C 3AD P4D s. e:n2R P4A J:)
3. PS R CR2D 6. P 3AD
6. C3AD 7. P 4A R
S
Posición despu~s de 7. P 4 A R. Las
negras se están desarrolfando más.
rápidamente que las blancas. Las·
negras pueden ahora ejercer una
mayor: presión; sobre el centro con
... D 3 C. Pero, prefieren continuar su
desarrollo de una manera progresi-
va. Las negras no llegan a mover
su Dama en toda la partida.
89
El plan de las negras tiene una base sólida, mientras que
el «ataque» de las blancas es ilusorio.
19. D 3D C3D
90
el «ataque>> de las blancas, no preocupándose siquiera de
mover su Dama. Sería difícil encontrar un ejemplo más
convincente de que el ataque no siempre gana.
En la próxima partida, las blancas se encuentran también
en una posición tristemente débil. Aparentemente, tienen
una posición más agresiva; sin embargo, las negras, en su
idea fija, se concentran en sacar ventaja de la real debilidad
de las blancas.
6. C3A P3 TD 8. A 3D PXP
7. 0-0 P4CD 9. PxP
91
9. A2C 11. D2R 0-0
10. A 5 e A2R 12. TD1D
14. A 1 A
16. P 4 T D? é'4D
f[)
Amenazando mate. Si las blancas se defienden de la ame-
naza con 17. P 4 A R, o bien P 3 A, las negras tienen una
poderosa respuesta con 17 . ... P 5 C !, aislando una vez más
el P D, y posibilidades de ganancia de un Peón.
92
11. e3A T R1 A!
18. A2 e
18. e SR
Las blancas se defienden; las negras atacan.
Si ahora 19. Axe; DxA. 20. DxD; AxD, los Alfiles ne-
gras •t ienen .un •enorme alcance, mientras la debilidad de
posición de las blancas persiste.
Más aún, existe la posibilidad de 19. PxP; PxP. 20.
AXP; exP A D. 21. Axe; TxA, porque entonces las negras
tienen la ventaja de los dos Alfiles, más la presión sobre el
Peón blanco aislado. Más deseable todavía para las negras
es 19. PXP; PxP. 20. Axe; DxA. 21. DXP; A 3 T, ganan-
19. T 1A
6
Posición después de 19. T 1 A. Las
negras han obligado a su adversa-
rio a hacer otra jugada defensiva
de pocos atractivos. Las negras es-
tablecen ahora una ventaja gana-
dora.
19. C4C
93
Éste Caballo no puede ser tomado, por la amenaza de
mate. Y si 20. C 1 R; C 6 T j. 21. R 1 T; C S A, deja a las
negras con el juego ganado.
94
CAPITULO 11
Apertura Polaca
5. P 4 D?
S.... D4T
96
Esta fuerte jugada provoca una reacción en cadena. Obli-
ga a las blancas a jugar C 3 A D, a fin de proteger el infor-
tunado P C D. Después, para proteger este Caballo, las blan-
cas se ven obligadas a desarrollar su Dama de una manera
arriesgada. Estos factores dan a las negras la posibilidad
de un brillante ataque.
10. R 1D P5D!
7
Posición después de 13. e 2 D ! Las
negras ofrecen otra Torre, pero
han calculado muy exactamente. Si
14. D 4 A; T 1 D. 15. D 4 e j.;
eD4Aj. dese. 16. A2D; T x Aj .
17. R 1 A; T 8 D j. ! ! 18. R X T;
D 1 D j. seguido de mate.
97
7 ·AJEDREZ
Lo que ahora sigue es ut'la prevista conclusión, pese a
la enorme ventaja ele material de las blancas. Con cuatro
poderosas piezas atacantes a su disposición, las negras orga-
nizan un brillante ataque mortal.
Defen.sa Nimzo-lndia.
l. P4D C3AR S. PxP C3T
2. P4AD P3R 6. P3TD AXCj.
3. C3AD ASC 7. DxA CxP
4. D2A P4A 8. ASC P4TD
98
Las negras han ganado dos tiempos para desarrollar su
Alfil, poniendo al mismo tiempo su Dama en juego más acti-
vo. Las blancas vuelven, tardíamente, a su juego racional,
pero, como las negras demuestran, es ya demasiado tarde.
8
Posición después de 16. D X T. Las
negras han jugado para conseguir
esta posición. La Dama blanca está
alejada, y sus otras piezas en sus
casillas de origen. El resultado no
ha de hacerse esperar.
16. ... CSR
99
Defensa Francesa
l. P4R P3R S. A 3D A 3D
2. P4D P4D 6. O-O 0-0
3. PXP PxP 7. C3A C3A
4. C3AR C3AR 8. AS CR
8. . .. AS CR
Ante la amenaza de 11. ... AxC, y ... DXP mate, las blam:as
no pueden defenderse con P 3 C ?, porque entonces 11. ... D 4 T
y ganan.
Es cierto que las blancas püeden jugar 11. b 1 A, pero
después de 11. ... DxD. 12. T DXD; AXC. 13. PXC; CXP,
las negras recuperan su Peón y tienen uh final prometedor.
Las blimcás, por consigUiente, eligen le> que parece ser me-
nos malo.
lOO
Las negras, que habían abando11ado un Peón hace algu·
nas jugadas, llevan ahora uno de ventaja. Las blancas no
pueden jugar 14. P x A, porque siguy 14 .... D x P. 15. T 1 R;
A 7 T j. 16. R 1 T; A 6 ej. dese. 17. R 1 e; D 7 T j. y rpate
a la siguiente.
6. P,l)xAL 8. AS ·e .· P3T'R
7. P 3D A .3 D 9. A4T c. P4A
lQ) ¡
9
Posición después de 9. ... P 4 A. La
última jugada de las negras no sólo
evita P 4 D, sino que tiende una
celada en la ,cual las blancas caen.
102
24. P TxP PXP6C 27. P4D T4C
25. PAXP TXP 28. T 4A TSC
26. T 4 T TxP 29. TXPA TXP
PERDIDA DE LA INICIATIVA
POR UN ERROR TACTICO
En la siguiente partida, las negras ven la oportunidad de
apoderarse de la iniciativa cuando las blancas condenan a
su A R a una prolongada inactividad. Las negras siguen
ejerciendo una presión acumulativa sobre la posición debi-
litada de las blancas.
Defensa Siciliana
l. P4R P4AD 6. A2R P4R
2. C3AR P3D 7. C3C A3R
3. P4D PXP 8. 0-0 CD2D
4. CxP C3AR 9. P4A D2A
S. C3AD P3TD 10. PSA?
10
Posición después de 10. P 5 A ? Las
negras pueden ahora tomar la ini-
ciativa. Los peones blancos 4 R y
5 A R restringen mucho la movi-
lidad del A R blanco. La última ju-
gada de las blancas disminuye la
presión sobre el centro, lo que per-
mite a las negras jugar eventual-
mente ... P4D!
103
10. ASA 13. D2R TD1A
11. A 3D P4eD! 14. T D 1 A 0-0
12. A 3 R A2R 1s. e 2D P4D!
.104
Ultimo intento de resistencia.
JOS
CAPITULO 111
""'
107
GUERRA SICOLOGICA
Ahora veremos una partida en la cual se puede aprender
mucho por la forma en que las negras conducen la lucha.
Las negras tienen poco que temer del gambito, que tien-
de a conseguir un poderoso centro y un rápido desarrollo.
Ofreciendo el cambio de piezas, las negras esperan ganar
tiempo .
Desde luego, las blancas pueden evitar cambiar, median-
te R 1 A, pero esto les hace perder el enroque .
108 -
11
Posición después de 16. ...0 -O- O.
Las negras han alcanzado una po-
sición muy superior. Tienen muy
buen desarrollo y el Rey está com-
pletamente a salvo. Las piezas blan-
cas están desorganizadas y el Rey
no puede enrocar.
EL CONTRAATAQUE
En la próxima partida,· las negras ponen muy rápida-
mente de manifiesto que no piensan adoptar una postura
defensiva. Toman el Peón del gambito en la segunda jugada
y entregan otro en la cuarta jugada.
109
La paradójica teoría de las negras es que la jugada de
gambito de las blancas, 2. P 4 A R, es precisamente la juga-
da que tiene que dar a las negras un poderoso ataque. Y en
es ta forma las negras realizan su ataque, ayudadas por la
codicia de las blancas.
Para apreciar plenamente este juego, hay que imaginar
que el negro es un jugador muy potente, mientras que el
blanco es relativamente débil. Por consiguiente, el negro
no queda impresionado por la elección de la apertura.
Desde un principio las negras revelan su falta de respeto
hacia el adversario. El descarado 4.... P 4 D !, lo dice todo.
Proclama que a las negras no les interesa ningún mezquino
peón de gambito.
Las meras jugadas de esta partida no cuentan toda la
historia. Las negras juegan con energía, de forma alegre, agre-
sivamente: han salido a ganar. No tienen dificultad en aplas-
tar enteramente la mediocre defensa de las blancas.
6. ese s. es n eSD
7. e3T e3AD 9. exP j.
110
12
PosiciÓn después de 10. C X T. El
camino más sencillo para las negras
es 10. ... C x A, y a su debido tiem-
po cortar la retirada al Caballo
blanco. Esto daría a las negras una
ventaja material ganadora. Pero
las negras razonan diferentemente:
quieren ganar de un modo rápido y
alegre, y así lo hacen.
111
CONTRARRESTANDO UN GAMBITO SORPRESA
La partida que sigue requiere ser estudiada conociendo
la personalidad de los jugadores. Las negras son conduci-
das por un muchacho de doce aí'íos que llegó a Campeón
del Mundo. Su adversario es un maduro y experimentado
jugador, que espera confundir al joven adoptando un com-
plicado gambito.
Gambito Hompe..:AIIgaier
13
Posición después de 11. R 1 C. La
posición del diagrama da la impre-
sión de que las negras no podrán
defenderse. Han perdido ya dos peo-
nes por la pieza y perderán otro.
Peor aún, están muy retrasadas en
su desarrollo. Sin embargo, existen
recursos ...
112
11. CxP
113
S-AJEDREZ
E.LUDIENDO EL GAMBITO
En la siguiente partida, la codicia d~ las blancas dicta
su mal juego. En la jugada 3 ofrecen material, que las
negras r ehúsan aceptar, pero más adelante son las negr as
las que ofrecen material a las blancas.
Pronto las negras adquieren una poderosa y sorprenden-
te iniciativa que da por resultado una convincente victoria.
Obsérvese cómo rehúsan una ganancia material y buscan
siempre la jugada más incisiva.
Apertura Vienesa
14
Posición después de 5. ...C 3 A D.
Las negras juegan osadamente al
contraataque, en lugar de preocu-
parse por el doblemente atacado
Caballo. 6. A 5 C es la mejor res-
puesta de las blancas, pero las ne-
gras esperan que las blancas juga-
rán. 6. C X C ?, con la esperanza
de 6 .... e x P??
114
En el caso de 10. D 1 A (como r espuesta a la . última ju·
gada de las negras), éstas pueden contes tar 10 . ... C 7 A j.
11. R 1 D ?; C 6 R j. ganando la Dama.
11 .... P6R !!
12. Dl A P x P j.
\ _ n1s
NEUTRALIZANDO LA INICIATIVA DE LA$ BLANéA$
En la partida que sigue, como en la precedente, la inicia-
tiva de las negras es el factor decisivo. Pero la mecánica de
la victoria es diferente. En la partida ant~riQr, las negras
tientan a las blancas en su codicia. En la próxima partida,
las blancas fallan porque pierden tiempo en la apertura.
Obsérvese también que el juego de las negras es tan COJ:l·
sistente, tan eficaz como en la partida anterior. Pero en lugar
del juego espectacular, tenemos aquí un jl,l.ego suave, lógico,
acumulando irresistiblemente una presión que deja a las
blancas indefensas.
Contragamlbito ·F alkbeer
ll7
prende que las negras tienen probabilidades de ganar cuan-
do descubren los factores que les darán la iniciativa; cuan-
do luchan consistentemente por estas ventajas, y cuando
atacan fuerte, una vez lo han consregi.Iido.
Estos son los medios por los cuales las negras atacan
victoriosamente en los gambitos.
CAPITULO IV
119
La mejor manera de hacer frente a una posición res-
tringida es evitarla. Pero todos los principios y máximas
del mundo no pueden salvarnos de encontrarnos algunas
veces en posiciones difíciles y desfavorables.
Si vuestras piezas están en una posición restringida, de-
béis buscar siempre la manera de salir de ella. Es más fácil
decir esto que hacerlo, y podéis buscar jugadas y jugadas
mientras la única oportunidad de liberación puede hallarse
en un punto oculto a vuestras miradas.
Sin embargo, hay un consejo valioso: buscad la oportu-
nidad de liberaros. Darse cuenta de la dificultad y estar
decidido a resolverla, es la mitad de la batalla. Si podéis
imaginar por adelantado un método liberador, tendréis una
gran ayuda.
Hay un hecho muy frecuente que no debe olvidarse: la
lucha por la liberación se inicia en el centro. La siguiente
partida ilustra sobre ello.
120
16
Posición después de 13. C 3 C. Las
negras deben maniobrar ingeniosa-
mente en el centro. Su posición res-
tringida tiene sus compensaciones.
Atacando el P R blanco, limitan las
acciones de las blancas. Además, las
negras están bien situadas para im-
pedir el agresivo avance P 5 R.
121
Sacando ventaja de la debilitante jugada 22 de las blan-
cas, las negras atacan el P A R y se preparan para la manio-
bra liberadora.
122
Si se ve que los esfuerzos de las blancas serán probable-
mente infructuosos, hay que atacar en otro sector del ta-
blero.
En la partida siguiente, las negras ejecutan su plan con
notable habilidad.
r¡....--
Gam,bito de Dama rehusado
123
17
Posición después de 20. ...e 6 A !
Las negras han alcanzado su obje-
tivo en el flanco de Dama, con un
juego ganador. Si ahora T 6 D, o
T 1 R, sigue ...e 7 R, j. con efectos
decisivos. Las blancas, por consi-
guiente, tienen que suspender su
ataque, planeado con anterioridad.
,1 24
bEFENDIENDOSE C:ONTRA UN VIOLENTO ÁTÁQUE
Muy a menudo, un jugador de ajedrez se ve obligado a
defenderse contra un violento ataque. Por la naturaleza del
juego, las negras son las que con mayor frecuencia tienen
que hacer la defensa.
Para la mayoría, la defensa es una enojosa tarea. Requiere
continuada atención y obliga a un violento y doble esfuerzo.
Hay que prever la futura fuente de defensa y los futuros
recursos de ataque del adversario.
Sin embargo, un buen juego defensivo es altamente remu-
nerador. Son tan pocos lós que lo han dominad,o, que poseer-
lo os pone, seguramente, por encima de vuestro adversario.
Un buen juego defensivo salva más de una partida que está
realmente perdida, o una que sólo lo parece.
Son demasiados los jugadores que olvidan que el ataque
es sólo una parte del ajedrez, y que no siempre podemos
alcanzar la clase de posición que queremos. Si tenéis pacien-
cia y fe en el poder de resistencia de las posiciones defen-
sivas, ganaréis muchas partidas.
El siguiente ej.emplo ilustra lo que puede hacerse para
defender la posición contra un ataque persistente, poderoso
e inventivo.
125
9. P 3T D D2R 11. D5TR P 3AD
10. o- o P3D 12. A2 D
18
Posición después de 15. P S R. Pa-
rece que las negras no puedan de-
fender su Rey, por el vigoroso ata-
que de las blancas en el centro. La
mayoría de los jugadores hubieran
abandonado toda esperanza en esta
posición. Pero las negras, precisa-
mente, han empezado la lucha.
1S. PDXP
.
17. R 1 T 0-0
16. CxP A4Aj.! 18. PXP
126
Atacando el indefensó Alfil. Si 19. A x A (la respuesta na.
tural); D XC ! y juegan las blancas como jueguen, pierden
una pieza. Por ejemplo, si 20. D X D; C X D y lós dos Alfiles
blancos quedan atacados.
La consecuencia es que las blancas deciden sacrificar una
pieza a fin de mantener el ataque con plena fuerza. Es cierto
que la posición de las negras está todavía muy llena de aza.
res, pero ahora las blancas tienen que correr riesgos también.
23. e 7 R j. R1T
127
28. n se P3 eR 29. DxP R2e
p,~f,ensa Ca;ro-Kart:n
128
9. cxc PXC 11. A4A
.w. e 2 D P4A
19
Posición después de 20 .... T R 1 D.
La última jugada de las negras es
muy osada. Su Rey está a punto de
terminar en el campo opuesto. La
brillante originalidad del plan de
las negras es que prevé que su Rey,
bastante paradógicamente, estar á
completamente seguro.
129
9 - AJEDREZ
ya que el final es inferior para ellas. Por consiguiente, la
seguridad del Rey n egro es el factor clave del juego q1,1e
sigue. _
130
Defensa. India de Rey
18. P 5 A C (3 C) 2 D 19. P 6 A
131
Al jugar como lo hacen, las blancas tratan de recuperar la
pieza sacrificada. Lo consiguen, pero sólo en las condicio-
nes impuestas por las negras.
.132
CAPITULO V
Apertura Vienesa
l. P4R P4R 3. P4A P4D
2. C 3AD C3AR 4. PAxP CxP
133
Las blancas no pueden jugar ahora A XC, porque perde-
rían un tiempo y un Peón. Por consiguiente, toman el Peón
al paso. Esto hace que el Caballo negro \JUelva a la casilla
3 A R, pero entretanto, el P D blanco no puede avanzar, re-
trasando el desarrollo blanco del flanco de Dama.
7. PxP a. p. C x PA 8. 0-0 A 4Aj .
13. P 3 T R A3T !!
20
Posición después de 13. ...A 3 T.
¿Pueden las negras sacrificar su Ca-
ballo?
14. PxC AXT 15. DXA TxC
Con este sacrificio, las negras refuerzan la eficacia del
sacrificio anterior. Si 16. P X T, las negra.s consiguen un mate
134
rápido con 16 .... D 5 T j., etc. Si 16. DxT; D 5 T j., y si
ahora 17. D 3 T; D 8 R, mate. O bien 17. R 1 e; D 8 R j.
18. D 1 A; A 7 T j. ganando la Dama. Pero lo mejor tiene
que venir todavía.
Gambito Escocés
l. P4R P4R 3. P4D PxP
2. C 3A R C3AR 4. A4AD e3A
l35
10. AXC D5T
13. D 4A
13. . .. AxA!
21
Posición después de 13. ...A x A.
Las blancas han iniciado una frágil
combinación. Si 14. D x P A j. las
negras piensan jugar 14.... A 2 D ! !
15. D X T j.; R 2 R ! 16. D X T
y las negras fuerzan el mate, empe-
zando por 16 .... D x P j.
136'
Si 17. R 1 R; DXP R j. 18. R 1 A; A 6 T mate.
•::·-,
Giuoco Piano
l. P4R P4R 3. A4A A4A
2. e 3AR C3AD 4. P 3A
4. P3D 9. T 1 R 0-0
5. 0-0 A3e 10. P 4 e D R1T
6: P4D D2R 11. A 3 T e1 eR!
7. P4 TD P3TD 12. P 5 e e4T
8. P 3T e3A 13. exP
137
22
Posición después de 13. C X P. Pa-
rece que las negras han cometido
un error, ya que no es posible
... P X C. Pero la pérdida del peón
permite a las negras apoderarse del
ataque.
138
El objeto del último sacrificio de las negras es que si 24.
D XC, las negras ganan con 24 ... .T 6 T R !
139
CAPITULO VI
3. P4A P3R?
De nueyo cierra su juego voluntariamente. 3.... A S C es
más prometedor.
4. C3A PxP?
141
Ahora abandonan el centro . Eventualmente, las blancas
pueden reaccionar poderosamente con P 4 R.
23
Posición después de 12 . ... A 2 .P . Las
negras han jugado muy mal la aper-
tura, quedando en una posición de-
sesperada. Al bloquear su PA D con
la segunda jugada, no pueden aho-
ra: liberarse con ... P 4 A D.
142
El «fianchetto» del Alfil Rey negro es prematuro. La lenta
acción de las negras en el centro permite que las blancas
maniobren en él libremente.
4. P4D S. PS R
143
y la respuesta de las blancas les crea dificultades. Ya no
,pueden jugar C 3 A R.
¡144
APENO ICE
UNA CLAVE DE APERTURAS
1. P 4 R; P 4 R. 2. C 2 R.
<•
.Co~ntra.ga!'"~it_o Albin
,, ,·....
l. P 4 D; P 4 D. 2. P 4 A D; P 4 R'; ' - '
l. P 4.R; C 3 A R.
147
Apertura Bird
l. P 4 A R.
Esta renunciación a una jugada de Peón central, impide,
generalmente, el desarrollo de las blancas. Rara vez se ve
esta apertura, que ha quedado como recurso de algunos,
pocos, jugadores especializados en ella.
Co·ntrag·ambito Blumen:feld
l. P 4 D; C 3 A R. 2. C 3 A R; P 3 R. 3. P 4 A; P 4 A.
4. P 5 D; P 4 C D.
Defe.ns.a: Budapest
l. P 4 D; C 3 A R. 2. P 4 A D; P 4 R.
148
Defens.a Caro-Kann
l. P 4 R; P 3 A D.
Sistema, Catalán
l. P 4 D; e 3 A R. 2. P 4 A D; P 3 R. 3. e 3 A R; P 4 D.
4. P 3 e R.
Este juego se transforma, con frecuencia, en la Apertura
Reti. El «fianchetto » del Alfil, de 2 e R, tiene generalmente
gran fuerza. Las blancas crean a las negras el problema de
neutralizar la acción del Alfil.
Contrajuego central
l. P 4 R; P 4 D.
Apertura central
l. P 4 R; P 4 R. 2. P 4 D; PxP. 3. DxP
149
Gambito Danés
l. P 4 R; P 4 R. f· ·P .. 4 :p;:PxP. :};::;P 3 A D.
Las blancas ofrecen un Peón y pueden .aú.m o~recer otro,
a cambio de un superior desarrollo y movilidad. Que las
blancas consigan . ? r¡.o el ataque que esperan, depende de
los recursos y habilidad _de las negras.
Defensa Holandesa
l. P 4 D; P 4 A R.
Apertura lriglésa·
l. P 4 A D.
' .
. Gamb.ito
. ;
Evans
-,
l. P 4 R; P 4 R. 2. e 3 A R; e 3 A D. 3. A 4 A; A 4 A.
4. P 4 e D.
150
Confragambifó Falkbéer
1. P 4 R; P 4 R. 2. P 4 A R; P 3 D.
Defensa.
\~
'"i ;oc:\;
Francesa
l. P 4 R; P 3 R. ,
Giuoco Piano
l. P 4 R; P 4 R. 2. e 3 A R; e 3 A D. 3. A 4 A; A 4 A.
151
Contragambito Greco
l. P 4 R; P 4 R. 2. e 3 A R; P 4 A R.
Defensa Grunfeld
l. P 4 D; e 3 A R. 2. P 4 A D; P 3 e R. 3. e 3 A D; P 4 D.
Defensa Húngara
l. P 4 R; P 4 R. 2. e 3 A R; e 3 A D. 3. A 4 A; A 2 R.
Gambito de Rey
l. P 4 R; P 4 R. 2. P 4 A R.
152
Es una de las más antiguas, vivas y analizadas partidas
de ajedrez. Los jugadores más prudentes prefieren rehusar
el gambito, mediante 2.. ..A 4 A. Esto lleva a un «tempo»
más pausado, y da a las negras una partida fácil , sin tener
que entrar en las complicadísilnas variantes del Gambi to
aceptado.
Defensa Nimzo-lndia
l. P 4 D; C 3 A R. 2. P 4 A D; P 3 R. 3. C 3 A D; A 5 C.
Defensa Nimzowitsc:h
l. P 4 R; C 3 A D.
Defen,s a Petroff
1. P 4 R; P 4 R. 2. C 3 A R; C 3 A R .
.153
Defensa Philidor
l. P 4 R; P 4 R. 2. C 3 A R; P 3D.
Apertura Ponziáni
l. P 4 R; P 4 R. 2. C 3 A R; C 3 A D., 3. P 3 A.
154
preludio de una maniobra de liberación, basada en las ju-
gadas '... P 4 A D, o ... P 4 R, o ambas.
Esta apertura da a las blancas muchas probábilidádes · de
ejercer una fuerte presión sobre · el juego de las negras~ Así,
las blancas están frecuentemente en situación de explotar
la restringida posición del A D negro. La libertad de acción
de las blancas es también muchas veces decisiva bajo otros
aspectos. Por ejemplo, haciendo vict,orioso uso de la colum-
na de A D abierta. O de un poderóso puesto avanzado con
un Caballo en 5 R. O por un fuerte ataque por la diagonal
1 C D-7 T R.
Apertura Reti
l. C 3 A R; P 1 D. 2. P 4 A.
Ruy López
l. P 4 R; P 4 R. 2. C 3 A R; C 3 A D. 3. A 5 C.
155
más fuerte, en cuanto a las blancas se refiere, de todas aque-
llas en que ambos jugadores avanzan dos pasos el P. R. Si
las negras no juegan cuidadosamente, es probable que se
encuentren en una posición seriamente comprometida, de-
bido a la falta de terreno para sus piezas.
Apertura Escocesa
l. P 4 R; P 4 R. 2. C 3 A R; C 3 A D. 3. P 4 D; PxP.
4. CxP.
D.efensa Siciliana
l. P 4 R; P 4 A D.
156
Defensa de los dos caballo's
l. P 4 R; P 4 R. 2. C 3 A R; C 3 A D. 3. A 4 A; C 3 A.
Apertura Vie~nesa
l. P 4 R; P 4 R. 2. C 3 A D.
* * *
Esta clave os será útil en muchos casos. Cuando mga1s
hablar de una nueva apertura podéis consultar la clave y
tener una idea de cómo es. Además, leyendo la descripción
de la apertura en la clave, podéis decidir si una determi·
nada apertura se amolda a vuestro gusto y estilo. Experi·
mentándolas de esta forma, estaréis en condiciones de deci.
dir qué apertura deseáis y en cuáles deseáis especializaros.
·151·
1 N D 1 CE
PRIMERA PARTE
SEGUNDA PARTE
APENDICE