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Visiones Del Conflicto Armado en Colombia PDF
Visiones Del Conflicto Armado en Colombia PDF
Objetivo general
Reconstruir la historia del conflicto armado, reconociendo las múltiples memorias que los y
las colombianos guardan en relación con sus causas y consecuencias.
Objetivos específicos
Desarrollo temático-conceptual
La construcción de una historia plural también implica reconocer los procesos de paz
desarrollados en Colombia. De esta forma, los diálogos generados históricamente, así como
los aprendizajes derivados de los mismos, se constituyen en fuente fundamental de
aprendizaje en el marco de la implementación de acuerdos con las FARC- EP y el avance
de la negociación política con el ELN. Aunado a ello, es un reto para la educación aportar a
la memoria histórica para la construcción de la paz en Colombia, lo cual requiere sin duda
convocar a las nuevas generaciones como protagonistas de esta Colombia que por años
viene reclamando vivir en paz.
Aunque son diversas las concepciones que tienen los diferentes actores (académicos,
políticos, líderes, sociedad civil, entre otros) acerca del conflicto armado, éstas pueden
relacionarse, grosso modo, con tres tópicos:
La comisión histórica del conflicto armado y sus víctimas, es un colectivo creado a partir de
los diálogos de la Habana entre el Gobierno nacional y las Farc- Ep. Este, tiene como
objeto construir un documento que explicite las causas del conflicto armado, su origen, las
causas que llevaron a su prolongación, así como los efectos e impactos que éste ha traído a
la población colombiana. En febrero del 2015, esta comisión publica “Contribuciones al
entendimiento del conflicto armado en Colombia, un documento que recoge 14 textos,
dentro de los cuales se encuentran las relatoría de Eduardo Pizarro León Gómez y Víctor
Manuel Moncayo Cruz, quienes realizan sus planteamientos a partir de los testimonios de
seis miembros del gobierno y seis integrantes de la Farc, que participaron en los diálogos de
paz. De manera global, el texto expone diferentes comprensiones y explicaciones acerca del
fenómeno de la guerra en el país, algunas de las cuales se resaltan a continuación.
Los puntos de partida en los autores son diversos. Hay quienes asumen una mirada de larga
duración, donde la violencia es un asunto permanente en el país desde su configuración
como Republica, la emergencia de los partidos políticos y sus dinámicas, así como la
presencia de intereses extraños en Colombia de actores internacionales como España,
Inglaterra y Estados Unidos que estimulan la confrontación (María Emma Wills- Daniel
Pecaut- Renán Vega)
Otros autores datan como origen de la guerra, el conflicto armado colombiano. Esta postura
implica reconocer antecedentes como la masacre de las bananeras 1928, el Bogotazo o
asesinato de Jorge Eliecer Gaitán en 1948, el inicio del conocido periodo de la Violencia
en Colombia, así como el Frente Nacional 1958- 1974; pacto político para contener la
confrontación entre partidos liberales y conservadores. De igual forma, tiene como hitos el
levantamiento en armas de la guerrillas de las Farc para 1964, el ELN en 1965, el EPL en
1968 y el M-19 en 1970, entre otros (Francisco Gutiérrez, Gustavo Duncal, Vicente
Torrijo)
La discontinuidad del conflicto armado se explica desde Alfredo Molano, quien asume que
este se desencadena con el periodo de la Violencia bipartidista. Las posiciones de Daniel
Pécaut y Francisco Gutiérrez establecen el inicio del conflicto armado en Colombia por el
impacto de la revolución cubana y el nacimiento de las guerrillas internas. La línea de
continuidad desde 1920 hasta hoy, está dada por el conflicto agrario como causal de la
violencia para Sergio Zubiria y Javier Giraldo (comisión histórica del conflicto armado y
sus víctimas; 2015. p. 16).
Otros de los factores de pervivencia del conflicto armado, señalados en el estudio, son la
emergencia del grupo armado denominado paramilitar para 1980, el acceso a nuevos
recursos para grupos armados provenientes del narcotráfico, los secuestros y extorciones, la
criminalización del movimiento social y las desigualdades de ingresos y recursos como la
tierra como causas objetivas para mantener la confrontación. También, se exponen las
causas subjetivas que implican decisiones de mantenerse en armas para lograr los cambios
añorados, basados en la caracterización de democracia débil, el apoyo entre guerrillas en
mundo y la necesidad de las transformaciones en el país.
La degradación del conflicto armado, como ha sido nombrada por el informe de Desarrollo
Humano en Colombia del Programa de las Nacionales Unidas para el Desarrollo –PNUD-
“El conflicto callejo con salida”, sustentado en que los grupos armados violan el Derecho
Internacional Humanitario –DIH- con prácticas como reclutamiento de menores de 15 años,
violencia sexual, torturas y tratos o penas crueles humanos y degradantes, desaparición
forzada, atentado a infraestructura como escuelas y hospitales entre otras. Además, de
implicarse en el mercado del narcotráfico desde su producción y comercialización como
fuente de ingresos importante para mantener la confrontación armada. La información que
se conoce en el país de personas secuestradas en condiciones de vida inhumanas, influyen
en la expresión masiva de colombianos en contra de estas prácticas. Así como el
recrudecimiento de la guerra para los 80 y 90 por el ingreso de paramilitares al conflicto
armado y sus estrategias de masacres, desplazamiento forzado, asesinatos lesionadores y
desaparición forzada de quienes consideran auxiliadores de las guerrillas o de las izquierdas
en el país.
Según el Registro Único de Victimas –RUV- en Colombia (mayo de 2017) las victimas
constituyen el 15% de la población del país con un total registrado de 8.421.627. Según el
informe Basta Ya Colombia: memorias de guerra y dignidad (2016) se registra que entre
1958-2012 por el conflicto armado en Colombia han sido asesinadas, 218.094 personas,
desaparecido forzosamente 25.007 víctimas, 4.744.046 personas han sido desplazadas y se
han reclutado forzosamente 5.156 menores de edad, se han secuestrado 27.023 personas, las
masacres han sido 1982 con 11.751 víctimas, y 1.754 víctimas de violencia sexual. Lo
anterior, constituye una verdadera crisis humanitaria en el país y reclama parar la guerra.
Los informes del grupo de memoria histórica en Colombia (2015) han insistido en las
diferencias regionales de las expresiones del conflicto armado y las particularidades en los
tiempos de confrontación entre grupos armados, tanto las acciones como las vulneraciones
a las víctimas son diferentes según género, etnia, generacional, lugar del país. Se logra
establecer que todos los grupos armados en el país legales e ilegales han estado implicados
en estas vulneraciones y que se requiere saber las verdades de los vínculos con el
empresariado y las elites como garantía de no repetición. El desconocimiento de las
implicaciones personales, familiares, emocionales, físicas y sociales de un conflicto armado
de larga duración en la sociedad requiere de estudios para reparar a la víctimas y
recomponer las comunidades en los territorios.
Todo lo anterior, indica que es un deber ético y político parar la guerra en Colombia y que
la mejor opción es la salida negociada mediante un acuerdo de paz, las experiencias en el
mundo muestran cuando solo el 7.5% de conflictos armados mundiales se han resuelto por
la vía militar (Fisas; 2015). En Colombia algunos gobiernos han privilegiado la salida
militar mediante planes de desarrollo que intensifican la confrontación, refuerzan el aparato
militar y de seguridad del Estado, los vínculos con países como Estados Unidos y el
consecuente Plan Colombia. Sin embargo, son los procesos de paz y las desmovilizaciones
los mecanismos que mayores resultados han presentado en el país.
Ante el fracaso de este proceso, la opción militar con las guerrillas la retoma Álvaro Uribe
desde la política de seguridad democrática y el proceso de Desarme, Desmovilización y
reinversión de grupos paramilitares que registra la mayor desmovilización de personas en la
historia del país 30.000 y la extradición de 11 de sus líderes a Estados Unidos con el
argumento de seguir delinquiendo y sus vínculos con el narcotráfico. En el 2012 es el
Gobierno de Juan Manuel Santos quien inicia negociaciones con las Farc concretando
después de 4 intentos un acuerdo final para la terminación del conflicto armado y la
construcción de una paz estable y duradera para 2016. También presenta avances en las
negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional –ELN- desde diálogos públicos en
Ecuador en 2017.
Ahora, te invito a revisar los materiales de trabajo complementarios. Con ellos, podrás
desarrollar las actividades y la evaluación propuestas en el módulo.
Referencias