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AVES DE MAZAGÓN: LA ABUBILLA

Rafael R. Porrino

La abubilla (Upupa epops) es uno de los pájaros más icónicos y


conocidos de la avifauna ibérica. Ello tiene mucho mérito, habida cuenta
de que no se trata de una rapaz, ni de un ave de gran tamaño, y que
además es común y carece del aura de prestigio de las especies
amenazadas o raras.

Abubilla en el tejado de una casa de Mazagón, cerca de su nido

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El hecho de que no tenga parientes cercanos y de que conforme
en exclusiva una familia propia dentro de la clasificación científica de las
aves (Upupidae) ponen de manifiesto su singularidad. Su largo pico,
su llamativo plumaje -una combinación de tonos ocres y de abigarradas
franjas negras y blancas- y su cresta eréctil hacen de la abubilla un
inconfundible personaje alado. Ambos sexos, así como los jóvenes,
tienen la misma apariencia.

Las abubillas enervan su cresta cuando están alarmadas o excitadas

Otras dos notas que caracterizan a esta especie son su vuelo


ondulante, que consigue batiendo lentamente sus anchas alas, y su
canto, un “pu-pu-pu” que se escucha desde finales de invierno hasta
comienzos del verano, y que constituye el origen de sus nombres
científico, oficial y populares. Tiene por costumbre emitir su llamada
desde sitios expuestos, como postes y tejados.

Canto: https://www.xeno-canto.org/316704

Su distribución mundial es amplia y se extiende por Europa, Asia


y África, siendo algunas poblaciones migradoras y otras residentes.
España y Portugal se anotan casi la práctica totalidad de la población
europea de abubillas.

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Los postes y troncos secos son muy usados como posadero por la abubilla

Se reproduce en casi todo nuestro país, si bien la mayoría de parejas


se concentra en Andalucía, Extremadura y ambas Castillas. Por otra
parte, es habitual encontrar abubillas también en invierno,
especialmente en las zonas más cálidas y soleadas de Extremadura,
Andalucía, el Levante, Baleares y Canarias.

Alimentándose en un prado

Es un ave propia de paisajes arbolados abiertos, especialmente


dehesas, encinares y alcornocales; también gusta de herbazales,
prados, olivares, parques urbanos y campos de golf, cultivos de cereal y

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paisajes de mosaico agroforestal. Eso sí, al tratarse de una especie
troglodita (es decir, que nidifica en cavidades y agujeros, pues no
construye nidos) necesita que exista algún lugar apropiado en el que
realizar la puesta de sus huevos. Principalmente suele hacerlo en
troncos gruesos de árboles viejos con grietas, casas abandonadas o
poco transitadas, mechinales de cortijos, agujeros en muros o montones
de piedras, etc.

Las abubillas son muy beneficiosas por alimentarse de gran variedad de invertebrados

Como curiosidad, debe añadirse que a la abubilla se la conoce


coloquialmente como “pájaro de la peste” o “bobita pestosa”, y que es
protagonista de frases como “heder como una bobita”. Esto es debido a
que tanto la hembra como los polluelos segregan un compuesto
líquido de olor fétido por su glándula uropigial, impregnando el
nido de una gran pestilencia con el objetivo de hacerlo poco atractivo a
posibles depredadores.

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Los nidos de la abubilla desprenden mal olor con finalidad defensiva

La abubilla es un pájaro mayormente insectívoro. Su forma de


alimentarse es similar a la de las aves limícolas: camina sin parar
introduciendo su largo y curvado pico en el suelo (así como en boñigas
de vacas y otros excrementos), capturando pupas y larvas enterradas
de escarabajos, dípteros y polillas, además de grillos, saltamontes,
arañas o incluso pequeños alacranes y escolopendras. En Mazagón, y en
general en toda la comarca de Doñana, una parte muy importante de
la dieta de la abubilla la forman las crisálidas de procesionaria del
pino (Thaumetopoea pityocampa), muy abundante en los pinares de
pino piñonero de nuestro entorno.

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Las crisálidas de procesionaria del pino son un plato predilecto de las abubillas de la comarca de
Doñana

Esta ave de aspecto punki se puede observar en distintas partes


del casco urbano de Mazagón, principalmente en las áreas más
naturales y en los barrios donde abundan los jardines. Un buen sitio
para intentar disfrutar de ellas es el Parque, pues acuden a alimentarse
al suelo blando del césped, si bien también se dejan ver por el recinto
del Faro, la avenida de El Vigía o en la barriada de San José, entre otros
muchos sitios. El entorno del Pino Centenario del Parador también es un
lugar clásico para avistarlas. Se trata de un animal que no tiene
tendencia a formar grandes bandos, por lo que generalmente lo
veremos en solitario o en pareja, y ocasionalmente en pequeños
grupos familiares.

Llevando un grillo para sus polluelos

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La abubilla es una especie protegida, no cazable, y muy
beneficiosa por su dieta basada en insectos -especialmente en
procesionarias del pino-. Con frecuencia nidifican en entornos
humanizados, por lo que si encuentras un nido de abubilla sé
respetuoso y evita molestarlas; así contribuirás a que puedan sacar
adelante a su prole y continúen adornando Mazagón con su
inconfundible vuelo.

Publicado en www.mazagonbeach.com el 24 de diciembre de 2018

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