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UNA
TRADICION?
CUANDO ES MALA UNA TRADICION?
Introduccin:
No hay nada malo en las tradiciones de los hombres, con tal que no se
impongan como mandamiento de Dios, ni invaliden algn mandamiento
de Dios.
Cristo dijo que la obsesin de los fariseos con sus tradiciones haca que
descuidaran el mandamiento de Dios (Marcos 7.8).
Tambin crean que era necesario que la ley escrita fuera definida y adaptada
a las situaciones de la gente de cada poca, y que esto se hiciera oralmente.
Para los escribas y fariseos las tradiciones de los ancianos llevaba la misma
autoridad que la ley de Moiss.
Conden Jess a los fariseos por llevar a cabo sus elaborados lavamientos
antes de cada comida? No los conden. La censura que hizo Jess de los
fariseos no se deba a la costumbre de ellos, sino a que ellos estaban
tratando de imponer esta costumbre a los dems.
b. Los hombres que hoy da adoran a Dios, pero que usan como
doctrina los mandamientos de los hombres, no pueden esperar rendir una
adoracin verdadera - aceptable. Su adoracin ser tan vana como esa de los
judos.
1- El objeto correcto.
1. El Dios verdadero y viviente es el objeto correcto de adoracin (Jn.
4:23-24). Razones de porqu el hombre debera adorar a Dios:
a. Dios desea que los hombres lo adoren (Jn. 4:23) - "... porque
tambin el Padre tales adoradores busca que le adoren".
2- La manera correcta.
Consta de dos cualidades: ( Jn 4:24)
a. En Espritu.
Esto hace referencia a la sinceridad, a la condicin de la mente de
uno cuando adora.
b. En verdad.
Esto significa que debemos adorar como ensea el Nuevo
Testamento, no como ense la Ley de Moiss. Regresar a la ley
para justificar una prctica har que Cristo se vuelva de ningn
efecto para nosotros (Gl. 5:4).
Los fariseos, los escribas, ancianos del pueblo y aun nosotros mismos nos
olvidamos de ciertas cosas que debemos de considerar:
C.I Corintios 4:6 Esta es la solucin para la divisin religiosa hoy en da:
no pensar ms de lo que est ESCRITO.
[No todas las tradiciones estn equivocadas. Cuando ellas son enseadas
inspiradas por Dios, dadas y escritas por hombres aprobados por Dios,
estn para que se les preste atencin. Pero cuando son doctrinas o
interpretaciones manejadas por hombres no inspirados, entonces son
sospechosas como las tradiciones de los judos.