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Universidad nacional

“Santiago Antúnez de Mayolo”

Facultad de Ciencias del Ambiente

Escuela Profesional de Ingeniería Ambiental

INFORME DE BIOINDICADORES:

COMPORTAMIENTO DE AVES COMO BIOINDICADORES

RIVAS QUIÑONES YEAN

HUARAZ, PERÚ
2017
COMPORTAMIENTO DE AVES COMO BIOINDICADORES

I. INTRODUCCIÓN
Los seres humanos tendemos a fijarnos en los organismos grandes y
endotérmicos antes de los pequeños y exotérmicos. Tanto los biólogos
como el público en general suelen prestar más atención a las aves que en
los invertebrados. Entre las aves, las especies grandes y llamativas como
las águilas o los flamencos reciben más atención que las pequeñas.
En el campo de la ornitología muchas veces se utiliza el siguiente
argumento: es conveniente concentrarnos en las aves porque son buenas
indicadoras de los cambios ambientales y de las zonas más importantes
para conservar otros grupos taxonómicos (anfibios, insectos, etcétera).
Por lo tanto, podemos dedicarnos a conservar a las aves y confiar en que,
al mismo tiempo, vamos a conservar todo lo demás.
II. USO DE LAS AVES COMO BIOINDICADORES
El uso de las aves como bioindicadoras de cambios ambientales se
fundamenta en que debido a su posición en la escala trófica se verán
afectados por una gran variedad de factores. Esta “bondad” de las aves
como concentradoras de efectos, representa en sí mismo un problema
cuando pretendamos examinar los cambios en las poblaciones de aves
frente a un factor aislado. Las aves no estarán afectadas únicamente por
ese factor que nos interesa en ese momento, si no por un conjunto de
variables que cuanto mejor conozcamos, mayor será nuestra confidencia
en la bondad de los resultados obtenidos.
2.1. INDICADORES DE CALIDAD DE VIDA
Las aves son un excelente indicador de la conservación de los
ecosistemas y de la buena salud del entorno. La UE, de hecho,
considera el estado de las poblaciones silvestres de aves como un
índice de la calidad de vida en Europa. La oficina estadística europea,
Eurostat, incluye el seguimiento de las poblaciones de aves entre los
índices más importantes para medir la sostenibilidad y el bienestar
social.
III. MÉTODO PARA LA SELECCIÓN DE AVES COMO BIOINDICADORES
SEGÚN LAS POSIBILIDADES DE MONITOREO
Las características que debe cumplir un indicador para poder ser
monitoreado incluyen:
1) Ser suficientemente sensible para detectar señales de cambio.
2) Estar distribuido sobre una amplia área geográfica.
3) Que al ser medidos se puedan obtener valores continuos sobre un
amplio rango de estrés.
4) Que sea factible implementar en los métodos relativamente
independientes del tamaño de la muestra.
5) Que las mediciones, colectas, experimentaciones y/o cálculos que se le
apliquen sean fáciles y económicos.
6) que su estudio permita diferenciar entre ciclos naturales y tendencias.

En este sentido las aves han sido utilizadas desde hace mucho tiempo
como indicadores por excelencia, precisamente porque cumplen la mayoría
de esas exigencias, además de ser fácilmente manejables.

Las aves son un grupo extremadamente diverso en sus características


biológicas y de distribución, por lo que al seleccionar determinadas
especies como indicadores se debe tener particular cuidado en que
realmente permitan evaluar las condiciones de un aspecto del ambiente o
de los factores que lo afectan; asimismo, se debe procurar que existan
valores de normalidad (derivados de un estudio inicial de sus poblaciones)
que sirvan como una base comparativa.

IV. USO DE LAS AVES COMO BIOINDICADORES EN LOS HUMEDALES


Debido principalmente al sesgo de los seres humanos hacia las aves, se
han acumulado bases de datos de censos de aves acuáticas que pueden
servir como herramienta únicas para estudiar los cambios históricos en los
ecosistemas acuáticos, actuando en distintas escalas.
En principio, las aves acuáticas pueden servir como bioindicadoras en
distintas escalas, y su eficacia como tal dependerá en parte en la escala
utilizada. En escalas mayores (nacional o regional), se detectan declives
en algunas poblaciones de aves acuáticas que parecen explicarse por la
pérdida de hábitat (desecación y degradación de humedales).
En escalas inferiores, las características físicas de los humedales (tamaño,
forma, perfil de profundidades, presencia y distribución de vegetación
emergente, etcétera) influye mucho sobre la diversidad y abundancia de
aves acuáticas.
4.1. INCONVENIENTES DEL USO DE LAS AVES COMO
BIOINDICADORES EN LOS HUMEDALES
Comparando una serie de humedales en el espacio, se ha visto como
la comunidad de aves acuáticas también está influenciada por otros
factores como la salinidad, pH y la razón entre superficies de
vegetación emergente y aguas abiertas.
El estatus trófico (es decir de nutrientes) es otra variable clave, con
mayor abundancia y diversidad de aves en humedales mesotróficos y
eutróficos, y menor en los oligotróficos y hypereutróficos.
Las aves piscícolas (garzas, cormoranes, etcétera) tienen una
estrecha relación con sus recursos tróficos, es decir que se
distribuyen en función de la disponibilidad de peces, mientras que las
aves se alimentan en el mismo humedal, los propios censos de aves
proporcionan alguna información sobre el estatus trófico de los
humedales, y se puede estimar la producción de recursos tróficos
(plantas, invertebrados, peces) en el humedal necesaria para soportar
esa cantidad de aves.
Como consecuencia de los factores mencionados, se puede
considerar que hay una clara relación entre la variabilidad espacial en
la naturaleza de los humedales, y la variabilidad en las comunidades
de aves acuáticas.
4.2. BUEN Y MAL USO DE LA AVES COMO BIOINDICADORES EN LOS
HUMEDALES
Hay que tener mucho cuidado a la hora de seleccionar una especie
de ave acuática como posible “bioindicadora” y tener en cuenta que
un aumento en el número de algunas especies de aves puede indicar
un empeoramiento del estado de un humedal en vez de una mejora.
V. AVES COMO BIOINDICADORES DE CONTAMINACIÓN AMBIENTAL Y
METALES PESADO
5.1. PROBLEMÁTICA DE LA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL
En la actualidad, la contaminación ambiental del aire, agua y suelo es
una preocupación de gran importancia para la salud pública, debido a
que millones de personas están siendo expuestas de forma crónica a
bajas dosis de químicos nocivos, causales de múltiples riesgos para
la salud humana, animal y de los ecosistemas.
La contaminación del aire es considerada un grave riesgo para la
salud humana y ha sido asociada con genotoxicidad, infecciones
respiratorias, enfermedades cardiacas, mayor probabilidad al cáncer
de pulmón, retraso en el crecimiento intrauterino y embriotoxicidad.
5.2. METALES PESADOS Y BIOINDICADORES DE CONTAMINACIÓN
Los metales pesados se encuentran ampliamente distribuidos en el
ambiente, incluyendo el suelo, el agua, en aire y el alimento, a nivel
global. Las vías de entrada de estos compuestos al organismo se
presentan a través de la inhalación de polvo, ingestión directa de suelo
y agua, contacto dérmico con aguas o suelos contaminados y
consumo de vegetales provenientes de campos contaminados.
Los animales, específicamente los animales silvestres, han sido
ampliamente usados como monitores y centinelas de peligros
ambientales, ya que humanos y animales comparten el ambiente
local, el aire, el agua y hacen parte de la cadena alimenticia, además
que los procesos moleculares, celulares y bioquímicos que se
generan en respuesta a agentes tóxicos son comunes entre la
mayoría de especies de vertebrados.
La biomonitorización de contaminantes se ha vuelto una tarea cada
vez más importante, ya que el contenido de metales pesados en el
medio biológico, ya sea de humanos o animales como; orina, sangre,
hueso, etc., indica la carga de un organismo como un todo, El uso de
organismos como indicadores de bioacumulación permite evaluar la
calidad del ambiente de acuerdo a la exposición de contaminantes en
los hábitats de las especies a estudiar, estimando los niveles de
contaminantes, su abundancia y biodisponibilidad en distintos niveles
tróficos, además de su efecto final en la cadena alimenticia y el
ecosistema; información que se considera importante a la hora de
prevenir riesgos para la salud pública.
5.3. AVES COMO BIOINDICADORES DE METALES PESADOS
El estudio de la concentración de metales pesados en aves ha sido
una preocupación desde hace varios años, evidenciándose en la
realización de estudios principalmente enfocados en aves rapaces y
aves marinas. El interés en usar aves como monitores de
contaminación ambiental por metales pesados ha aumentado, debido
a que las aves ocupan un amplio rango en los niveles tróficos y en la
cadena alimenticia, además que están ampliamente distribuidas,
presentan un periodo de vida largo y son sensibles a cambios
atmosféricos del ambiente; características que convierte a las aves en
indicadores ideales para valorar la salud ambiental, actuando como
bioindicadores de exposición temporales y espaciales.
Factores como la edad, el tamaño, los hábitos alimenticios y el hábitat
pueden afectar la acumulación de metales pesados en las aves.
También es importante entender la relación entre la concentración de
metales esenciales (Zinc, Cobre) y no esenciales o tóxicos (Arsénico,
Plomo, Cadmio) con la edad del animal, de acuerdo a factores como
la nutrición y el estrés. Los metales esenciales como el Zn y el Cu
tienen función fisiológica, ya que son utilizados por el organismo de
las aves para procesos como el desarrollo del huevo y la formación
de las plumas; mientras que el Pb y el Cd son metales no esenciales,
que están completamente ligados a la contaminación.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

I. CONCLUSIONES
II. RECOMENDACIONES

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