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Este documento describe la historia de un hombre llamado Macana que vivía en las calles de Facatativá. Macana parecía un vagabundo, vestía harapos sucios y dormía frente al barrio San Cristóbal. A veces entraba en crisis y quemaba llantas o peleaba con el sol, causando pánico. Aunque a veces intentaron bañarlo y vestirlo, él se desnudaba y volvía a ensuciarse, prefiriendo dormir en la calle. Macana es recordado como uno de los personajes más emblemáticos
Este documento describe la historia de un hombre llamado Macana que vivía en las calles de Facatativá. Macana parecía un vagabundo, vestía harapos sucios y dormía frente al barrio San Cristóbal. A veces entraba en crisis y quemaba llantas o peleaba con el sol, causando pánico. Aunque a veces intentaron bañarlo y vestirlo, él se desnudaba y volvía a ensuciarse, prefiriendo dormir en la calle. Macana es recordado como uno de los personajes más emblemáticos
Este documento describe la historia de un hombre llamado Macana que vivía en las calles de Facatativá. Macana parecía un vagabundo, vestía harapos sucios y dormía frente al barrio San Cristóbal. A veces entraba en crisis y quemaba llantas o peleaba con el sol, causando pánico. Aunque a veces intentaron bañarlo y vestirlo, él se desnudaba y volvía a ensuciarse, prefiriendo dormir en la calle. Macana es recordado como uno de los personajes más emblemáticos
MACANA.......Tras una capa de tizne ocultaba su apariencia, un hombre
que deambulaba por las calles de Facatativá y dormía por la carrera primera frente al barrio San Cristóbal, su vestido era un talego grande de cemento o de azúcar, pies descalzos, cabellos crespos y sucios por el tizne, muchas personas lo trataron, compraba los cigarrillos en la miscelánea del San Cristóbal en el año 1.979, cuando no tenía dinero decía “llavecita me fía los cigarrillos que yo mañana se los pago”, él era muy honesto, con una memoria feliz, cuando él estaba en su normalidad, él hablaba normal pero cuando entraba en crisis quemaba las llantas, se embardunaba de tizne y peleaba con el sol y a veces causaba pánico; alguna vez hubo unas personas que lo bañaron y lo vistieron, pero eso fue una locura para él, su reacción fue terrible, lo tuvieron que amarrar, él se desnudo de nuevo y quemó el vestido de paño que le habían colocado, y volvió a tiznarse y a dormir en la orilla de la carrilera, en la entrada del barrio San Cristóbal, donde permaneció hasta sus últimos días, es uno de los personajes de Facatativá que siempre se recordará.