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Mauricio Sampi, Carmen Cristina

5° año de arqueología

Campamento minero La Granja

Esta zona de actividad minera ubicado cerca a los pueblos de La Pampa y La


Granja pertenecientes a la provincia de Querocoto, departamento de Cajamarca,
se accede mediante un camino carrozable pasando los pueblos ya antes
mencionados.

Asimismo, este territorio correspondiente a la hacienda La Granja se encuentra


ubicado al margen del río Paltic y está bajo el patrocinio de la compaña Forza
quien brinda garantías necesarias para la puesta del campamento.

Dentro de este campamento se encuentra un relieve terrestre conocido como


Cerro el Perol, dentro de esta se encuentra un lugar arqueológico.

Este sitio se encuentra cerca a la cima del cerro Paja Blanca, dentro de la
jurisdicción de la compañía minera La Granja, asimismo desde ese punto se
visualiza el centro poblado La Granja ubicado en la margen izquierda del río
Paltic. Dentro de este sitio que se encuentra ubicado a una altura de 2418
m.s.n.m. se presencia vegetación propia de la zona quechua.

En dicha oportunidad se realizó un trabajo planimetrico a cargo del arqueólogo


Genaro Barr en la cual desde un punto topográfico se dará un alineamiento al
eje longitudinal orientado al norte magnético para su realización. Debido al
terreno adestré propio de la zona se dificulta en cierto grado, pero se llega a
realizar dichas actividades.

Dentro del proceso de prospección se han identificado estructuras


arquitectónicas compuestas por mamposterías de piedras de cantera que
derivaban un uso específico de acuerdo a la estructuración espacial de las
estructuras. También evidencias de alineaciones de piedras de canteras de
manera intencional han derivado a identificar ciertas estructuras que delimitan
un espacio abierto. Estos muros conformaron un espacio definido de forma
rectangular que el poblador andino acondiciono al medio ambiente geográfico
para ocupar esta área.

Diversos materiales asociados como fragmentaria de cerámica, morteros podría


indicarnos el uso que se le dio a estas área, aun así, si uno encuentra coprolito
sería también una presencia de haberse ejecutado actividades ganaderas en la
zona, por ello, es necesario una excavación tipo sondeo para verificar dichas
actividades.

Asimismo en la cima del cerro Oso se evidencian restos arquitectónicos


prehispánicos en la cual se realizan trabajos de excavación a cargo del
arqueólogo Jorge Rojas. En la margen suroeste del cerro Paja Blanca y del otro
margen del cerro se aprecian otros poblados como La Iraca. Cerca de este lugar
se aprecia el cerro el Perol que posee una altitud de 2,400 msnm (zona Yunga)
en la cual también conforma en su cima, estructuras concéntricas que aducen a
una posible identificación de aterrazamientos concéntricos para uso agrícola y
que seguro mediante excavaciones exploratorios se podrá asegurar su
funcionalidad. Posteriormente para el día 9 de julio de 1996, se dio un
levantamiento planimetrico para el sitio ya que es de mayor carácter
arquitectónico.

De igual manera, dentro de esta jurisdicción de este junto minero, se da una serie
de espacios para acceder a la cima de los cerros y las exploraciones mineras,
mediante la realización de estos accesos se han identificado recintos
cuadrangulares de origen prehispánicos cuya función y razón de su ubicación
solo serán determinadas mediante la excavación en dicha área.

En el extremo noroeste del cerro Agua de Montaña, se pudo apreciar algunos


relieves correspondientes a maleza propia de las alturas. Estos colores reflejan
a los aterrazamientos por ende el acondicionamiento de estas áreas geográficas
han sido propias de una forma de control del territorio. El rescate arqueológico
ha sido efectuado por utilizarse dichas áreas para utilización minera. Dentro del
trabajo de los arqueólogos es necesario contar con un mapa bien detallado de
los componentes arquitectónicos para su investigación posteriormente. Esto
definirá los recintos y rasgos arquitectónicos del sitio, valiéndose de ingenieros
agrícolas, paleontólogos, antropólogos físicos, etc, para poder descifrar los
vestigios inertes. Asimismo, para evaluar la naturaleza de la extensión urbana
será útil las herramientas como la alidada, con esto se hará un levantamiento in
situ para los rasgos arquitectónicos y espacios que se van delimitando. Con
estos datos recolectados se identificara el patrón irregular de los componentes
además de su distribución espacial. Alrededor de 40 sitios arqueológicos
ubicados dentro del campamento La Granja han sido debidamente explorados y
nos indican la densa ocupación de la parte del valle del rio La lima, rio Palti y el
rio Iraca.

Mediante un sendero estrecho y sinuoso se accede a la parte alta y extremo


sur del cerro Paja Blanca donde se llega a las áreas de excavación realizadas
por el arqueólogo Jorge Rojas en la parte media del promontorio del cerro Paja
Blanca bajo. En esa oportunidad se ha planteado otra estrategia por tratarse de
estructuras bien definidas en referencia a otras. El trabajo se ha realizado
mediante excavaciones en áreas para permitir definir con mayor exactitud las
evidencias que se puedan presentar dentro y fuera del recinto. Así mismo
definir los accesos y nuevos elementos constructivos correspondientes al área.

Dentro del recinto registrado como número 9 se registra el proceso de inicio de


excavación para una trinchera número 5, el primer paso en este terreno será
necesario la eliminación de vegetación de forma manual, una vez sacada dicha
vegetación propia de la zona se retira el primer nivel de superficie. Los cambios
de nivel son muy evidentes, por ende se presencia un acondicionamiento de
sus viviendas para la topografía del lugar.

La cerámica recuperada en las excavaciones se lava en los ríos debido a no


poderse realizar cerca a las áreas de excavación como comúnmente es. En la
margen derecha del rio Paltic se ha utilizado parte del sector para realizar el
secado del material cerámico.

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