Vladimir .

Muñoz: Homenaje a
Han Ryner.—Hem D ay: Han
Ryner. I . - E l hombre — *lbert
Camus: El artista y su tiempo.
—Benito M illa: Un precursor
chino del anarquismo.—J. Car-
mona Blanco: La libertad en el
espíritu.— Herbert Read: La p a ­
radoja del anarquismo.—Puyol:
A través de mis gafas.—Conra­
do Lizcano: La deyección azul.
—Pedro Vallina: Los comedores
Se cerdo. Triquinosis.—Ugo F e­
deli: Bibliografía de publica­
ciones anarquistas en lengua
italiana.—Osmán Desiré: Vista­
zo sobre los valores. — Fritz
Brupbacher: M arx y Bakunin
'folletón encuadernable

Q e & iá t a Q flle tU u a l
Ayuntamiento de Madrid
PR E C IO : 80 FRS.
M U f S f R .A POSTADA

R E V ÍS T A M EN SU AL
DE SO CIOLO G IA, CIENCIA
Y L IT E R A T U R A
C om isión de R e d a cció n : José
P e n a ts . F ed erica M ontsen y.
A d m in istra d or: F. M ontsenv.
ir ‘ Ue.. to u lo u se
iW aute-Garonne).
P re cio s de s u s c r ip c ió n : F r a n ­
cia. fr a n c o s trim estre; E x­
terior, 240 fra n cos.
N ú m ero suelto. 80 fra n cos.
P aqu eterr s, 15 % d e d escu en ­
to a p a r tir d e c in c o ejem p la res

c .? í° s i i ^ 4 heí í r ^ -
T O U L O U SE íH aute-C.aronne)

Ayuntamiento de Madrid
 REVISTA D£ S O C I O I O O I A . C I E N C I A Y 1.1 f i a A fUit A
A ñ o IV T o u lo u se , m ayo 1 9 5 4 N ° 41

HOMENAJE A
Han Ryner, en el universo del pensamiento,
es todo un mundo de Innumerables y cautivan­
tes aspectos, teniendo como objetivo: LA ELE­
VACION INTERIOR DEL HOMBRE.
Banville d’HOSTEL.
El helénico Han Ryner, cuyas palabras por
lo suaves, parecen suspiros, diamante por lo
claras y sonido de arpa por lo armoniosas, ha
muerto; corriendo, por sus sesenta volúmenes
publicados, como en rio de aguas claras y se­
renas, un precioso caudal de sabiduría, de
bondad y de belleza, que ha engrosadoi la co­
rriente (.el pensamiento universal.
Miguel GIMENEZ IGUALADA.

La filosofía de Han blicó La sabiduría riente. Estudios, de Valencia, no que­

Ryner interesó viva­ dándose atrás, abrió sus páginas a Han Ryner que, junto
mente a los pensadores con María Lacerda de Moura, amante de la sabiduría
anarquistas. Teresa Ma- ryneriana, iluminaron las páginas de aquella hermosa re­
ñé (Soledad Gustavo) vista, magistralmente ilustrada por los artistas Monleón
y Federico Urales, la y Renau; sus ediciones publicaron La Esfinge roja y La
acogieron favora- sabiduría de Ibsen. En el exilio, han aparecido referen­
b ’emente en las colum­ cias, transcripciones, inéditos y comentarios de Han R y­
nas de La revista blan­ ner. En la sola revista CENIT (período 1951-1954) he con­
ca, en cuyas ediciones tado dieciséis artículos en donde se comenta a Han Ryner.
se publicaron los libros Bien es verdad que Elizalde, el principal traductor de
rynerianos: El ingenioso Han Ryner en lengua cervantina, ha exp’ lcado la vida
hidalgo Miguel de Cer­ y la obra de Han Ryner sintetizada y que Miguel Giménez
vantes, El aventurero Igualada, ese artista de nuestro idioma, ha escrito pági­
de amor y El autodi­ nas admirables sobre él — como el número extraordina­
dacta. Los padres de Fe­ rio que Nosotros, de Valencia, dedicó a Han Ryner —,
derica Montseny sabían pero no es menos verdad que, hoy que Han Ryner ha fe ­
espigar las más hermo­ necido ya, un estudio panorámico de su vida y de su obra
sas flores, en el joyel se impone.
de nuestra literatura y, En los medios libertarios franceses, Han Ryner ha sido
por eso, dieron cabida muy estimado. Como así en el extranjero. Eugen Relgis,
entre ellas a la prosa le dedica todo un extenso capítulo de su libro: De mis pe­
ryneriana. También en Cataluña, la revista Iniciales le- regrinaciones europeas, titulado «Han Ryner, mago del
ventó bien alta la antorcha de la sonriente sabiduría pensamiento». El compañero japonés Kuni Matsuo publi­
ryneriana, publicando la traducción de numerosos foüetos ca una biografía ryneriana y traduce La Esfinge roja.
del autor de Psicodoro. Y en Sabadell, apareció por pri­ H. Fenster, del grupo libertario israelita de París, publica
mera vez F1 quinto evangelio, editado por Crisol. Por su en idish: Han Ryner, su vida y su obra. Hem Day, el ani­
Parte, la Guilda de Amigos del libro, de Barcelona, pu­ mador de Pensée et Action lo llama «mi padre espiritual»

Ayuntamiento de Madrid
 1226 CENIT
y escribe la biografía Han Ryner. Lorulot, el animador
de L’ Idée Libre publica una decena de libros de Han R y­
ner y escribe elogiosos artículos sobre él, etc. Basten,
pues, estos testimonios, para demostrar la simpatía de
los pensadores libertarios hacia Han Ryner.
Henri Ner (Han R yner) nació en Némours (Argelia)
el 7 de diciembre de 1861. Su padre, Jacques Ner, estaba
allí encargado de una estafeta de correos. Virginia Cam p-
doras, su madre, era maestra. Ambos son de origen rusi-
llonés, es decir cata 'á n ; Georgette Ryner, h ija de Han
Ryner, en su artículo «En Cataluña, descubriendo el lu­
gar de origen de la fam ilia de Han Ryner» (Cahiers des
Amis de Han Ryner n. 29, p. 5, A, 9, 1953), relata de una
form a muy bella dichos orígenes familiares, que tienen
por cuna la ciudad de Millas y el herm oso panoram a del
Canigou. Tierra ésta, también del filósofo Louis Prat y
del gran Rénouvier.
Han Ryner, vino a Francia con sus padres a la edad
de un año, y sólo por una vez volvió accidentalmente al
Africa. Sobre su infancia existe su obra inédita, titulada
Me llamo Eliacin (J’ai nom Eliacin). Digamos aun que
su padre era de origen humilde, siendo sus abuelos pa­
ternos pobres artesanos tejedores y que su madre era
hija de un funcionario de sanidad. Para no saturar de­
masiado las páginas de la hospitalaria CENIT, remito aun
al lector, al artículo de su sobrino M arcel Ner, titu’ ad o:
«Recuerdos familiares, de Henri Ner a Han R yner» (Ca­
hiers, n. 15, p. 4. A. 11, 1949), en donde se extiende sobre
su infancia y adolescencia. M encionemos que su padre
aprendió a leer por sí solo y era todo un autodidacta.
Han Ryner describe esto en su obra El autodidacta, de
una form a velada. Con sus padres se trasladó a M ontlu-
5on, a Tarbes y a Rognac. L u ego,d e una vocación sacer­
dotal, se evade de la fe religiosa y pasa brillantemente
su licencia de filosofía en Aix-en-Provence. Enseña en los
colegios de Draguignan, Sisteron, Gray, Bourgoin, N o-
gent-le-R étrou y en 1895 en París (liceo Carlomagno y
Luis el G rande). Se retira de la profesión en 1921. Todo
esto es ya bien conocido de los lectores libertarios para
que insista, empero, permítaseme decir que siendo profesor
en el co'egio de Sisteron (1884) hubo una epidemia de
cólera en la Alta Provenza, en la cual Han Ryner, con
ese fraternismo que emerge de su obra posterior, cuando
casi tod o el mundo huía de la peste, él alivió, curó, en­
terró a gente insepulta, organizó un servicio de víveres
para los desamparados, etc., lo cua! m otivó que más tarde
el Ministerio de Instrucción Pública le dirigiese las «más
vivas felicitaciones por la abnegación y la sangre fría de que
hizo prueba en tan terribles circunstancias». (Han Ryner
re'ata este hecho en su inédito Primavera marchita, (Prin-
temps fané) y en el artículo «El Cólera» de los «Cahiers»
n. 1, p. 10, a 20, 1939).
Comienza a escribir muy joven, en los diarios de Aix
y en 1889 publica su primera obra: Carne vencida, que
fué elogiada por un extenso artículo de Francisque Sar-
cey. Es una obra de caracteres y profundam ente psicoló­
gica. Liado con los felibres provenzales escribe en el idio­
ma de Mistral, y traduce para Alfonso Daudet Vida de
niño y Criado de Granja. En 1892 publica su libro de poe­
mas Los cantos del divorcio y el ensayo poético La paz
por la vida. Lo que muere (1893) es una hermosa obra
sobre los niños que fenecen; «...viene la mañana agarrán­
dom e de la mano, a conducirm e fuera del país del sueño,
en donde los niños muertos están aun vivos y besan a su
papá. En otros tiempos era muy linda, para mí, la m a­
ñana, la entrada en e’. país de la luz, del movimiento y
de la vida. Ahora, me aparto de la mañana com o de un
enemigo. Tengo miedo de entrar en el país de la luz ya
que no te veré, en el país del movimiento en que tú no
correrás, y en el país de la vida puesto que estás muerto.
¡Qué lindo es el país de los sueños, en donde se entra
Ayuntamiento de Madrid
por la, puerta negra, pero en el cual yo te encuentro!».
El hum or inquieto (1894) es una novela en que Han R y ­
ner quema ya «las etapas, helo aquí en plena humanidad,
creador de seres que se mueven y sufren, sienten la ale­
gría y la desesperanza, el remordimiento y la pena, y
pueden agrupar así en torno suyo las curiosidades y las
rebeldías» (L. Daudet). Luego viene La locura de m ise­
ria (1895) que no he podido consultar. En El masacre de
las amazonas critica el falso feminismo (1899), lo cual
provoca gran revuelo entre las «m ujeres de letras». Han
Ryner pasa por el socialismo autoritario una breve tem po­
rada, pero asqueado por la po'ltica se refugia en su indi­
vidualismo: «...doctrina m oral que, no apoyándose en nin ­
gún dogma, en ninguna tradición, en ninguna voluntad
exterior, sólo es consecuente con la conciencia individual».
Tam bién en 1899 publica su Plagio postumo. Han Ryner
saluda al nuevo siglo con La sospecha (1900) y El crimen
de obedecer, novela antimi’itarista, colocándose con ella
entre los pioneros de los refractarios a la guerra («o b je c-
teurs de conscience») en Francia. Con esta obra, Han R y ­
ner penetra de lleno en las concepciones libertarias de la
vida. Se une a una mujer admirable, la bretona Alicia
Télot (Jacques Fréhel), te autora de La guirlanda silves­
tre, El cabaret de las lágrimas, El precursor y otras obras
magistrales. C on el aliento y la ternura de el'a. Han R y ­
ner reemprende su estudio mirm ecológico y de profunda
psicología humana, que aparece en 1901 con el título de
El hombre hormiga. Esta obra es tan profunda que sin
duda ha de revolucionar algún día los conceptos que te­
nemos del Universo... «Quise contar tes aventuras intelec­
tuales no de una horm iga sino de un «hom bre-horm iga»,
de un ser doble en el que lucharían dos espíritus, en los
que el presente negaría al pasado, en los que 1a memoria
gritaría para cubrir la voz de la sensación actual. Quise,
con el choque de dos pensamientos, incapaces de com ­
prenderse, renovar en cada página te novedad enloquece­
dora y atrayente. Quise hacer potente, nostálgica, opri-
mente, esta verdad que banalmente se dice, sin pensarla:
«H ay tantos universos com o conciencias del universo».
Quise hum illar nuestros desdenes hechos de ignorancia y
m ostrar que som os incapaces aun de imaginar riquezas
diferentes a nuestras propias riquezas. Los teólogos saben
que un mismo término, aplicado a dos seres diferentes,
cesa de ser unívoco; que toda afirm ación sobre lo que no
es yo debe penumbrarse con reservas y oscurecerse con
negaciones; que, para emplear su vocabulario, la teología
negativa es más vasta que la teo'ogía positiva. Algunos
sabios groseros sólo tienen fe en la ciencia «positiva»: sus
fórm ulas precisas creen suprimir el misterio y, cuando
las palabras se parecen, forzar a que las cosas se aseme­
jen. Nada pueden sobre las cosas, pero matan en ellos las
diferencias, que son toda la vida. Y o he querido, vigía de
estremecimientos y captador de relámpagos, oponer'es una
tentativa temblorosa y emocionada de ciencia negativa».
Hermosa obra en que se confronta la psicología animal
con la psicología humana...
En 1902 aparece La chica defectuosa. En 1903 Prosti­
tuidos es una implacable crítica contra los plumíferos,
los vendidos de la pluma, los escritores mercenarios, «ta l
libro, en nuestra profesión de emborronadores de cuar­
tillas, abre todas las puertas del éxito, todos los recep­
táculos del miedo. Sin esperar más, Han Ryner rom pió su
fusta. Nacido con todos los dones de luchador del ágora,
supo truncar 1a brillante carrera de fustigador que se
abría ante él... ¿Por qué? Porque la actitud del polemista
afea, porque todo hombre que empuña el látigo se dis­
minuye. ¿Afearse? Que lo hagan otros, exclamó el h ijo
de Sócrates. Y en sus brazos ya vellosos de neo-estoico
ahogó a Aristófanes» (B. d ’Hostel).
También en 1903 aparecen Los viajes de Psicodoro, filó­
sofo cínico, 1a obra maestra de Han Ryner y una de las
 CENIT
grandes creaciones de la mente humana. Manuel Devaldés
empleó el vocablo «genio» para designarla. Psicodoro fué
el gran viajero que visitó todas las provincias de la vida
espiritual y al llamar «a las puertas del misterio, oyó la
extraña repercusión que hacían». «Para penetrar en los
arcanos de nuestro destino — escribe Florian Parmen-
tier — Psicodoro comenzó por costear los abismos de la
tectología, la cosmogonía, las dimensiones del espacio y
la coexistencia de los fenómenos. Dos capítu'os, en par­
ticular, son reveladores de estas investigaciones: los Sin
ojos y Los Dicéfalos. En este último, el Doble Genio re­
vela a Psicodoro el secreto de la eternidad. El infinito
del espacio necesita del infinito del tiempo. El instante
presente es infinito en su amplitud, infinito en su longi­
tud, infinito en su profundidad y, por consiguiente, lo que
se sitúa en el infinito de estas tres dimensiones, es decir,
la totalidad de las cosas, coexiste en el presente, como
coexiste en el pasado y en el porvenir, la sucesión «pa­
sado-presente-porvenir», sólo siendo realidad en nuestro
espíritu. En el otro capitulo, el de los Sin ojos, concebido
en 1902, Han Ryner antecede a Bergson y Einstein, de­
mostrando que el tiempo, además de su valor cuantita­
tivo, posee un valor cualitativo. Más o menos rica, más o
menos intensa, acusa por ahí una relatividad que Eins­
tein sólo descubrirá en 1915. En cuanto a la intuición
bergsoniana, encuéntrase ya en potencia en el conoci­
miento que hace Psicodoro de la amplitud y la profun­
didad que imp'ica, para la duración y para la extensión,
la simultaneidad de nuestros actos. Y en cuanto a las po­
sibilidades que engendra la hipótesis de una cuarta di­
mensión, es una procreación infinita de dimensiones la
que sugiere el pluralismo espacial y temporal de Han
Ryner».
Aun en 1903 sale El pequeño manual individualista, en
donde expone en síntesis sus ideas. En él escribe que Só­
crates «no enseñaba una verdad exterior a los que le es­
cuchaban, sino que les enseñaba a encontrar la verdad
en ellos mismos». Frase que puede muy bien emplearse
para el mismo Han Ryner. Epicuro «liberó a sus discí­
pulos del temor de los dioses o de Dios, que es el comien­
zo de la locura». Jesús «vivió libre y errante... Fué el ene­
migo de los sacerdotes y de los cultos exteriores... Perse­
guido por ellos, abandonado por la autoridad judicial,
murió crucificado por la soldadesca». El estoico Epicteto
«soportó dignamente la pobreza y la esclavitud, siendo
perfectamente feliz en las situaciones más penosas para
los hombres ordinarios»... También en el mismo año apa­
rece el opúsculo sobre arte El pintor Le Marcis y el fo-
l'etito Contra los dogmas, en donde se rebela contra el
dogmatismo y las fórmulas que encadenan a los hombres.
La Esfinge Roja aparece en 1905. Uno de los libros más
hermosos que yo he leído. Sin embargo, algunas perso­
nas lo han interpretado mal. El malogrado Isaac Puente
hizo una refutación de esta obra en Estudios (¿Sisifos?),
n. 119, p. 3 y 4, julio de 1933, reproducida en «Cénit»,
n. 30, p. 919, junio de 1953. Han Ryner respondió cortes-
mente en Estudios (Acerca de la Esfinge Roja, n. 1,21,
p. ,30 y 31, septiembre de 1933, y La palabra de «La Es­
finge Roja», n. 122, p. 27 y 28, octubre de 1933. Isaac
Puente reconoce que es una novela de tesis, por lo tanto,
las opiniones que en ella se emiten, no son forzosamente
las del autor. Dice aun el compañero Puente que la doc­
trina que en ella se expone «es invitadora a la parálisis
y a la renunciación». «Nada de eso, apreciable camarada,
escribe Han Ryner. Condenar un método ineficaz de acción
no implica renunciar a toda actividad. Las actitudes de
no violencia tienen una eficacia exterior por lo menos
igual a la de los métodos violentos y poseen la ventaja
de que no destruyen el alma revolucionaria so pretexto
de contribuir al éxito de la revo’ución. La huelga del ham­
bre ha libertado más presos que el asesinato de los guar­
Ayuntamiento de Madrid
1227
dianes». Y concluye: «Tengamos presente que no logra­
remos calmar la furia del huracán elevando contra la
tempestad un viento contrario». Interpretar tan mal a
Han Ryner, calificarlo de «individualista anarquista»
cuando nunca, escribe Luís Louvet (Historia mundial del
anarquismo), «se decía anarquista — y todos los que lo han
conocido bien saben a qué punto este hombre afable e
infinitamente bueno lo era», es sembrar confusionismo.
Demos un ejemplo para desfacer este entuerto. En 1922 se
juzgaba a un pobre obrero, cuyas «ideas» sindicalmente
políticas, eran las más opuestas a Han Ryner. Pero se
trataba de una injusticia y se solicitó su ayuda oral para
contrarrestarla. Ryner se encontraba enfermo en el lecho
hacía varios días... «cuando llegó, escribe Maurice Blan-
chard, le reproché su imprudencia, pero me hizo callar
sonriendo y me hizo notar que se había prometido venir y
no era la enfermedad lo que le haría faltar a su palabra.
Además, se trataba de contrarrestar una monstruosa in­
justicia y esto primaba por encima de todo. Subió a la
tribuna. Su debilidad era manifiesta, y durante algunos
minutos su palabra fué dificultosa. Pero la sa'a estaba
llena, y su voluntad, pronto victoriosa, le permitió hablar
durante una hora, con el mismo verbo, la misma fuerza
persuasiva y la misma emoción que en tiempo ordinario.
El auditorio le hizo una gran ovación y un manifiesto
fué firmado afín de colaborar enérgicamente e incansa-
b’ emente por la liberación del inocente... Luego Han R y­
ner Subió al autobús y, despidiéndome, me confesó que iba
a meterse en el lecho hasta que se curara».
Los primeros estoicos aparece en 1906. Nettlau cita
este folleto en su Bibliografía anarquista. Es una confe­
rencia dada en la Universidad popular del Faubourg Sain-
Antoine, la única que se ha conservado, pues las otras fue­
ron mal taquigrafiadas y se perdieron. Ryner habló allí
ante los humildes de: Sócrates (15 de noviembre de 1905),
Aristipo y Epicuro (20 de diciembre), Los cínicos (17 de
enero de 1906), Los primeros estoicos (7 de febrero), Los
profetas judíos (7 de marzo), Jesús (16 de mayo), Epic­
teto (20 de junio) y Marco Aurelio (4 de julio). Panora­
ma de antigüedad libertaria, infelizmente, perdido para
siempre.
Los cristianos y los filósofos (1906) es una obra dialo­
gada sobre el exilio de Epicteto en Nicópolis. Interesante
exposición de J® filosofía del esclavo frigio. El subjetivis­
mo (1909) es una obrita en donde la ética ryneriana «es
el libre florecimiento —dice Florian Parmentier— del in­
dividuo. Su pensamiento está entero en este librito que,
de etapa en etapa, florece en fraternismo». Alfredo de
Vigny (1909) es una semblanza del gran poeta. Hasta el
alma (1910), hermoso drama. Viva el rey, drama bufón,
y Los Esclavos aparecen también (1910). Esta última obri­
ta ha sido representada varias veces en España y en el
exilio.
1910 es también la fecha en donde aparece El quinto
evangelio, una de las obras maestras de la literatura uni­
versal. «Este magnífico poema en prosa fué escrito en
Provenza, durante un ardiente verano. Cuando el autor
trajo esta obra ante los ojos de sus amigos, éstos apenas
lo reconocieron, tan demacrado estaba, que pensaron en el
apóstol agotado por sus ayunos y su larga estadía en el
desierto. La primera lectura que él hizo de este libro tuvo
lugar en un modesto salón de París, en donde se encon­
traban reunidas algunas mujeres. Una jovencita, niña
aun, estaba entre ellas. Al ritmo de las frases cadencio­
sas, aquellas mujeres retenían el aliento, escuchando esa
Pasión nueva; la emoción pronto sobrecogió sus corazo­
nes; lentamente, como encantadas, cada una se aproxi­
mó al lector; huía la tarde como una sombra, oscurecía
el ocaso los vidrios y en las últimas claridades del día se
vió brillar en los ojos lágrimas que se deslizaban, y la lec­
tura se acabó en medio de sordos sollozos. Han Ryner,
 1228 CENIT
lloraba. Ninguna palabra fué dicha. Había caído la noche
y allí en donde se habían reunido en memoria de él, la
presencia de Jesús, se sentía a través de ese silencio,
aquellas lágrimas y esa emoción divina» (Jacques Frehel).
En 1910 aun, Jules Renard, un ensayo.
El hijo del silencio (1911), grandioso libro, en donde se
reconstituye la vida del filósofo de Sanios y de Krotono,
Pitágoras, el inmortal geómetra. En Las parábolas cínicas
(1913), entra de nuevo en escena Psicodoro, personaje ge­
nial creado por fian Ryner; esta obra es también uno de
los joyeles de la literatura universal. Entusiasmados con
ella y con la hermosa obra de Han Ryner, toda una ju­
ventud literaria que escribe: «Bastante es que se nos
haya matado a Villiers de l’Isle-Adam; bastante es que
un Schopenhauer haya esperado hasta su ancianidad pa­
ra que se reconozca su genio: bastante es que un Edgar
Poe, reducido a la desesperación haya caído en el seno
del negro fango de las ciudades americanas. No queremos
más laureles en la faz gesticulante de los simios y coronas
de espinas en la frente de los verdaderos poetas», lo e'ige
«príncipe de los narradores filosóficos» en el concurso
emprendido por el cotidiano «L ’Intransigeant» ( 1 9 1 3 ).
Han Ryner, desde su austero aposento de «tácheron» del
pensamiento sonríe indulgentemente ante este «principa­
do» i como sonríe con dulzura hacia sus detractores...
Los Pacíficos (1914) es la más hermosa de las utopías
libertarias, superando a Noticias de ninguna parte de
Morris. « Crisol» de Sabadell, la tenía lista para la publi­
cación en castellano. Con el título de Nelti, Agustín Sou-
chy la vertió al alemán, y María Lacerda de Moura al
lusitano (No paiz dos homens libres).
El libro de Pedro (1917) es un extracto de Lo que mue­
re hecho por «Les Ilumbles». El veneno, drama, aparece
en 1918. (Sobre la época de la guerra, consúltese los «Ca­
hiers», de los amigos de Han Ryner, en donde el sabio
fustiga la gran matanza con artículos incomparables).
Terminada ésta, en 1919, MUe Ceci'e Toumarinson, ayu­
dada por el pintor y grabador Gabriel Belot, fundan la
Sociedad de los Amigos de Han Ryner, cuyo primer pre­
sidente es Banville d’Hostel. (Véase su estudio Han Ry­
ner y el humanismo neo-estoico en «Universo», n. 5, p. 9,
a 12, Toulouse, sin fecha). En 1919 aun Libertad y Deter-
minismo, interesante folleto, y La Torre de los pueblos,
admirable crítica del espíritu guerrero, descrita en la'
época de Caldea, en los tiempos de la torre de Babel.
1920: Las apariciones de Ahasvero, las ideas justicieras
del Judío Errante, confrontadas con las ideas de amor y
sabiduría; El padre Diógenes, aventuras de un don Qui­
jote libertario (esta obra para mí superior e infinitamente
más hermosa que el libro de Cervantes) y Los Artesanos
del Porvenir, hermoso folleto sobre los constructores del
mañana.
1922: Las verdaderas pláticas de Sócrates, con La muer­
te de Sócrates de Lamartine, son lo más grandioso que se
ha escrito sobre el gran sofista ateniense; Diálogo del ca­
samiento filosófico (Epicteto y Demonax dialogando acer­
ca de la mujer); Diversas clases de individualismo (filo­
sofía de la «voluntad de armonía» enfrentada al «indi­
vidualismo de voluntad de potencia»), y ün gran humo­
rista, Claudio Tillier, folletito sobre el autor dé Mi tío
Benjamín.
La filosofía de Ibsen, aparece en 1923. Remy de Gour­
mont, ensayo, también, así como Gastón Rolland, una con­
ciencia durante la guerra, refractario pacifista que fué
encarcelado. Stefan Zweig le escribía a Ryner: «Quisie­
ra hablar de él en nuestra revista pacifista «Die Friedens-
warte»,, pero tal vez le fuera perjudicial, debido a la ce­
guera de las autoridades judiciales... Me siento feliz en
esta ocasión de testimoniarle el respeto que, tengo por su
obra desde hace muchos años». Digamos aun que al final
de la guerra fenecía Alicia Télot (Jacques Frehel), la
Ayuntamiento de Madrid
compañera bien amada de Han Ryner (5 de enero de
1918).
El drama de ser dos (1924), libro epistolar entre Mme
Aurel (véase su artículo: Han Ryner, el hombre y su
obra., (Cénit), n, 24, p. 761 a 762, diciembre de 1952), y
Han Ryner, sobre el amor y la relación de !os sexos. Aun
en 1924: El individualismo en la antigüedad, sofistas, cí­
nicos, cirianaicos, epicúreos y estoicos estudiados liberta­
riamente. Libro que no debe faltar en ninguna biblioteca
del estudioso que se interese por la prehistoria del liber-
tarismo. ¿Existe Dios?, conferencia controversia entre R y­
ner y el abate Violet, y Banville d’Hostel, ensayo.
1926: aparición de la hermosa obra El autodidacta; El
ingenioso hidalgo ¡Miguel de Cervantes (este libro fué es­
crito por Han Ryner en Amelie-les-Bains (1915) y para
poder leer a Cervantes en su idioma, aprendió el español
a los 53 años); La vida eterna, novela de! arcano, escrita
en el recuerdo de la bien amada y dedicada eternamente
a Jacques Frehel; Las síntesis supremas, hermoso ensayo
de metafísica pluralista del cual escribe «...el más her­
moso de los sistemas —quiero decir el más bello para mis
ojos, e'.i mejor hecho por y para mí — no cierra mis ojos
a las bellezas de los otros. Un placer al que no renuncio
creando mi poema, es el de amar los poemas del próji­
m o»; y, La verdad sobre Jesús, conferencia controversia
entre Han Ryner y el sacerdote P. L. Couchoud.
En 1927 aparece El aventurero de amor, cuya traduc­
ción española tiene un hermoso prólogo de Eliza’de; tam­
bién, El amor plural, en donde abiertamente Han Ryner
expone su concepción del amor (esta obra provoca reaccio­
nes de la parte de los amigos de Armand, contra los cua­
les se enfrenta la hermosa pluma de María Lacerda de
Moura, a través de diversos artículos que, reunidos, for­
man su Han Ryner e o amor plural); Andrés Ibels, ensayo
y ¿Juana de Arco fué víctima de la Iglesia?, folletito so­
bre la virgen de Orléans.
1928: aparición de La sabiduría riente, obra mayor del
filósofo, cuya segunda parte La risa del sabio, está aun
medita. Sabia exposición del pensamiento ryneriano So-
bre esta obra le escribía Romain Rolland: «Le agradezco
el envío de su nuevo ’ibro, uno de los más hermosos que
haya usted escrito y saludo en usted al noble heredero
de Epicuro y de Zenon de Cittium, al más alto repre­
sentante, en nuestros tempestuosos tiempos de equinoccio
de una libre sabiduría y de un feliz heroísmo.» ( 1 2 de ju ­
lio de 1928). La guilda de los amigos del libro de Barce­
lona i ustró con una portada magnífica, la edición caste­
llana de esta obra. Elíseo Reclus, folleto sobre el autor de
El hombre y la tierra y Las fealdades de la religión, una
selección presentada por Manuel Devaldes.
Los superhombres inicia el año 1929 (novela profética
sobre la doctrina hexagramista y el fin de la humanidad);
Querida doncella de Francia, interesante libro sobre Jua­
na de Arco y Sueños perdidos, los últimos sueños de los
heroes del pensamiento.
Crepúsculo (1930), el ocaso de algunos pensadores y
Tomadme todos segunda parte de El amor plural.
1931: En el mortero, leyenda diamantina de los héroes
del espíritu, El peón, pieza admirable en tres actos, armo,
niosa acción de Zenon de Cittium y Cleanto de Asos en
torno a la Stoa y al aéropago ateniense
La sotana y la chaqueta (1932) es una obrita magnífica
de vu garizacion antirreligiosa. En 1934 aparición de Pico
de oro, patrón de los pacifistas, obra maestra del pacifismo
integral. Las orgias en la montaña, es, a no dudar, la obra
mas hermosa que se conoce sobre el problema del Amor
y la libre relación entre la mujer y el hombre. (1935)
La Igiesm ante sus jueces (1937), dogmas y fanatismos
S w 6, C2 T >n’ ’,a conciencia y la razón de un hombre
lí La belleza, leyenda dramática (1938), obra maestra
de poética maravilla...
 CENIT
El 6 de enero de 1938 fenece Han Ryner. Respondiendo
a la encuesta: «¿Q u é palabras o qué epitafio quisiérais
grabar en la piedra de vuestra tum ba?» (Sur la Riviera,
1927), Han Ryner contestó: «Ignoro cuanto durarán mis
«tres días». Pero soy de los que leerían esta inscripción:
((Psicodoro - Atenatima, el amigo y la am iga bien amada».
Atenatima, es la amada perdida de la que habla Psicodo-
doro en sus maravillosos viajes y, para Han Ryner, repre­
senta Jacques Frehel (Alice T élot). T al es el epitafio sere­
namente grabado, según el deseo públicamente expuesto
de Han Ryner, en la este’ a en donde yace, ba jo los árboles
del cementerio de T h iais (Seine).
I.a sociedad de los Amigos de Han Ryner activa de nue­
vo, y en 1939 aparece su primer cuaderno (nueva serie),
y la obra Amante o tirano (A lfredo de Vigny visto por
su am ante). Viene la guerra y la sociedad cesa su activi­
dad debido al oscurantismo reinante. No obstante, en 1942
aparece un Florilegio de parábolas y de ensueños de Han
Ryner, magníficamente ilustrado por el artista Louis M o-
reau. El stock de la segunda edición es quemado durante
el incendio causado por un bom bardeo norteamericano en
Saint-Ló.
Después de la guerra, los amigos de Han Ryner, em­
prenden de nuevo su actividad, animados por Georgette
Ryner, Louis Simón, Florian Parmentier, Gérard de La-
caze-Duthiers, Banville d ’Hostel, Léon Frapié, André Le
Fur, Georgette Hero, Aurel, Joseph Maurel’ e, Hem Day,
etcétera. Treinta y dos cuadernos trimestrales van publi­
cados hasta la fecha, ricos de una excelente docum enta­
ción sobre Han Ryner. Se reeditan Los Vaajes de Psico­
doro, La torre de los pueblos y F.1 Hombre Horm iga; apa­
recen los inéditos Frente al público (primer volumen de
las obras oratorias de Han R yner) y Juana de Arco y su
madre (excelente libro sobre la heroína de Orléans). Hem
D ay escribe un libro biográfico sobre Han Ryner y la
revista de París Quo Vadis le dedica un número extra­
ordinario. Numerosas conferencias divulgan el pensamiento
ryneriano en Francia (particularm ente en la región pari­
sina) y en el extranjero. No ha mucho, dió una Hem Day
en Torino (Italia) que fué traducida por Hugo Fede'í.
Y los amigos de Han Ryner, divulgan con sus escasos
medios y su gran voluntad, el pensamiento de Han Ryner,
«... porque no es el m om ento de abandonar la lucha. Más
que nunca, por el h onor del Espíritu, debemos llamar a
las buenas voluntades, afin de persuadir, al m enos ante
una élite, la obra de Han Ryner, instigadora de actividad
bienhechora y de alta sabiduría. Debemos hacer esto pol­
la memoria de Psicodoro, el gran viajero que visitó todas
las provincias de la vida espiritual, todas las regiones
accesibles de lo m isterioso Desconocido. Se lo debemos,
porque es cuestión de justicia. La justicia es el sentimiento
que distingue al hombre del bruto y de todas las fuerzas
ciegas de la naturaleza. No se encuentra la justicia en
ninguna parte, salvo en el corazón del hombre. Fué con un
espíritu de justicia que se creó la sociedad de los amigos
de Han Ryner, cuando vivía este gran pensador, ese ad­
mirable escritor que, por todas partes se le saturaba de
iniquidad. Y es con este mismo espiritu de justicia que la
Sociedad de los Amigos de Han Ryner persevera en la mi­
ma misión que se ha asignado de esparcir su pensamiento,
editar o reeditar sus obras inéditas o agotadas, rememorar
su recuerdo, proponer com o ejem plo su vida y su obra a
las nuevas generaciones, hacer resplandecer su rostro de
apóstol, com o si aun estuviera en m edio de nosotros, sobre
las almas que aspiran a más grandeza, a más elevación
moral, a más calor espiritual, fraternidad humana y com ­
prensión entre los individuos y los pueblos». (Florian Par­
mentier) .
La Sociedad de los Amigos de Han Ryner (3, Allée du
Cháteau, Les Pavillon-sous-Bois, Seine, F rancia), tiene co ­
mo delegados en el exterior: Alemania, R . Wintzenrieth;
Ayuntamiento de Madrid
1229
Austria, L. Spitzegger; Bélgica, Hem Day; Brasil, Aníbal
Vaz de M eló; Egipto, R . Blum ; Holanda, M. PiemSela;
Japón, Kuni M atsuo; "Marruecos, J. Poivet Le Guen; Suiza,
L. Baudouin; Túnez, L. Madlyn y Uruguay, Eugen Relgis.
Está actualmente presidida por Banvil’e d’Hostel y Gérard
de Lacaze-Duthiers.
D ejo caer, pues, el punto final, aportando m i modesta
contribución a la expansión ryneriana.
BIBLIOGRAFIA
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Reedición: Crés (1924) A. y L ’homme et la vie
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» Petit- manuel individualiste. Librairie Francaise y
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» Contre les dogmes. Le Cri du quartier y L’idée Li­
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1909.—Le subjectivisme. Gastein-Serge. A. Reed.: Faucon-
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1910.—Jusqu’á l’áme. Hexagrame.
» Vive le roí. Cabinet du Pamphlétaire. A.
» Les esclaves. Cabinet du Pamphlétaire. A. Reed.:
L ’idée libre (1925).
» Le cinquieme évangile. Figuiére. Reed.: Athéna
(1922). A.
» Jules Renard. Figuiére. A.
1911.—Le fils du silence. Figuiére. A.
1913.—Les paraboles cyniques. Figuiére. Reed.: Athéna
(1923). A.
1914.—Les pacifiques. Figuiére. A.
1917.—Les mains de Dieu. L ’Humanité. A.
» Le libre de Fierre. Les Humbles. Reed.: Frisch.
(1920). A. y Les Humbles (1939).
1918.—Le poison. Grammata. A.
1919.—Liberté ou déterminisme. L ’idée libre. A.
» La tour des peuples. Figuiére. A. Reed.: Mont-Blanc.
1947).
1920—Les apparitions d’Ahasverus. Figuiére.
» Le pére Diogéne. Figuiére.
» Le dialogue du mariage philosophique. Fauconnier.
A. Reed.: L ’idée libre (1938).
» Les artisans de l’avenir. Fauconnier. Reed.: L ’idée
libre. A.
1922.—Les véritables entretiens de Socrate. Athéna. A.
» Des diverses sortes de l’individualisme. Fauconnier.
A. Reed.: L’idée Ubre.
» Un grand liumoriste, Claude Tillier. Fauconnier.
1923.—La philosophie d’Ibsen. Coopération des Idées. Reed.:
L’idée libre. A.
(1) Los libros que lleven la mayúscula A al final, sig­
nifican que están agotados. Cuando existen varias edicio­
nes la A va al final de las agotadas.
 1230
CENIT

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f I^ ut“d,-dacte- Le Monde nouveau A b‘“ “ “
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La* S ü K f ® suprcmes. Le Monde nouveau A
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“ H r • » = a fla .a a s - Á“ - * *■
1938 n r0Ja- (,? Uzalde)' Estudios. A.
^Vidée lib ie ^ <C° n el SaCerdote Couchoud). ~ EIbS s° f f t <HoraCio E- « o i u e ) . Imán de

19^ ~ i^ ^ X lidn S : Le Monde mode™e-

loo» ,'Vndré ,be,s- L’Wée libre. A.
“ n o t a ^ o f . ' j í / r í 6 su* ,jueces- (PeliPe Alaiz). a .
Muñiz, Eliza'de, e t e r n o p u d feron ^ eT n iih f4 ^ ^ 08 P° r E‘
»» FUsIe*R T ^ Brochure
rít\ Le Monde nouveau. A. existen las ediciones de: Elíseo R e c iu s L a ^ r r fa H ^ áS
i.usee Retlus. mensuelle.

X s r " M é eae¿ re,,,!l° n •“ M- “ va- w o ‘s s r s s s s , ’< $ $ £ £ . T “ nl ■

1929.—Les surhommes. Crés. A
» Chére Pucelle de Francé. Verba A
, * Songes perdus. Messein. ITALIANO
lujo. Crepuscules. Messein.
, 00, ” n f „ rceT Z' moi, . tous- Le Tam boorin. A.
1931.—Dans le mortier. Messein
i qqo , * 'lan ttuvre. L’artistocratie. A. <Gin° Roncagua)
M uáno A S" enZÍ°- <ACCÍ° C inti)- Casa M ona«»i de
1934 ~ r « „ m et Ie, veston- M essein.
,o ¿ , uche. d or- Patrón des pacifistes Messein ' f * chap desc o n o c id a ).-L a torre dei Popoli
1939 ^Ion°fW
1939.—M o n fr é rrf.
e I1 "empereur.
‘ a R,onta^
La epatrie
W humaine.
A A' te Mi” n o ÍndÍVÍdUa' ¡S,a- Casa editrice Socia-
,<,L devant ses juges. L'ldée libre
1938. La beaute. L A rtistocratie. A. ALEMAN
ÍQ?o'~r\maíu ou tyran. Messein.
1942.—Florilege^ de paraboles et de songes. L ’Amitié par le

1949 J n n n t U^ A b'ÍC i L ’Am itié par le livre.

i»4y.—Jeanne d Are et sa mere. Messein.
atósr a‘a™k-»«- «■
19°9. M^DevaldésrHan Ryner. La revue des lettres et des
INGLES
1914~p Pa^ e n U Pr Úm Z - eSPeCÍa} de “ **«•»•*>. A .
Franeaisei a contemporaine des Lettres 1927.— The Ingenious Hidalgo Miguel Cervantes u n To
w i s ) . Hercourt Brace de Nueva York a .
i^ .-R e ^ t L a W jHistoire de la Littérature Franoaise

1924'~ ^ m e u r a A 'DUthÍerS: L“ SageSSe ^nerienne. Le Se- RUMANO

I9n¡',_ ■'Ii° Ilanual individualist (Panait Musoiu) a

b ib !io g ra fía 8 d e E lig e n nR elgis^ nH anr^ * n aS (C o“ Suítar la

1S33 — AÍfí^H1were,:- nU“ ero especial de Semeur. A en los Cahiers, n 12 p n a i 3) * “ e" Roumanie'
1934—L oí t p ^ ? r .er: ',Iarginales- Messein. A.
1 9 3 fi_ cvni^ h í sohpisme. L'artistocratie. A
1940 —T'hqr ^ S ? a R yner- ,L a brochure mensuel'e I D O
Blanc. m n : I>eC0Uverte de Ia Personne. M ont-
(Sin fecha).—I.a libro di Petro. (J . Colas).
l 5 - ? S n « r ? - rS SUr Han Ryner- L-Artistocratie.
V ad™ A num er° especial de la revista Quo
PORTUGUES
^Maurelie: La m ort de Han Ryner.
Ryner) trimestrales de los Am igos de Han
1934- ~ M s L a ^ dsa ^ r r Han Ryner e ° — p-“ -
paízn dC
oStah°oB
m°ense lib r e é ^ ° qU¡nt° « W l h o V No

HEBREO
T R A D U C C I O N E S
(lista incom pleta) 1 951.-H Fenster: Han Ryner, su vida y su obra (Gruño
libertario israelita de París). «urupo
ESPAÑOL

1 9 2 2 .-Variedades^ del individualismo (Elizalde). Grupo

' Íbro, de Pedro E liza ld e). Crisol de Sabadell A

1927.-E quinto evangelio. (E'izalde). Crisol. A
» F1 aÉÍ>nti j (Elizalde). La revista blanca. A • M ontebeno (V .) ; Librairiehe¿ u ^ L r e l l s . ^ u é ^ v a l ^ n v - ) 6
ca A am° r' (E1ÍZalde)- La revista blan-
avenúe d ^ M a in e (X IV ') ^ e ^ a g é ^ T u f d u ' T ' V , ' 98'’
Poissonnniére), etc., o s o le t á n d o lo ' ai librero habU ua°UrS

Ayuntamiento de Madrid
 CENI T
HAN R Y N E R
I. - EL H C M B R E
E pa dres ca ta la n es, de los a lred ed ores de
P erp ig n a n , y n o h ijo de p a d re n o ru e g o
y d e m a d re españ ola, c o m o preten de,
n o sé p o r qué, u n a ley en d a in sp ira d a
p osib lem en te en su p seu d ón im o, H en ri
N er, n a c ió en N ea m ou rs (A rg el), el 7 de
d ic ie m b r e de 1861. Su p a d re e r a em ­
p le a d o de C orreos en M illa s. Su m a d re
e r a o r ig in a r ia de T h u ir. E l p eq u eñ o
N er, co n ta b a a p en a s un m e s cu a n d o su
m a d re fu é en v ia d a a F r a n c ia , a M on tlu gon (A llier).
L a fa m ilia h a b ita ría a llí h a sta 1868. Segu idam ente,
H e n ri N e r se v ió tra sp la n ta d o c o n los su y os en T a r -
b e s (A ltos P irin e o s), h a sta 1870; después a R og n a c
(B ou ch es-d u-R hón e), a o r illa s del estan qu e de B e r , que
m á s tard e d e s cr ib ió ap asion a d am en te en la n o v e la
«L a filie m a n q u é e » :
«R e b e r, es u n a e sp ecie de o a s is p e rd id o en u n d e­
sierto. U n ca n a l y el r ia c h u e lo A re a p o rta n el a g u a
que p erm iten al v a lle u n a lu ju r io s a b e lle z a v e rd e y
g ra sa , sa n a y b a n a l. P e r o c o lin a s secas, ro co s a s, de
e scu á lid a eleg a n cia , le circu n d a n . Se ele v a n estas m e­
d ia n te g ra d a s su ced ién d ose a a ltu ra s d iversas, o fr e ­
cie n d o pequ eñ as m eseta s sob re la s cu a les, v olvién d ose,
se a tisb a un e sp e ctá cu lo ca d a v ez m á s v a sto. El p r n o -
r a m a , p r o g r e siv a m e n te g en eroso, o fr e c e u n a p a rte del
estan qu e, después el esta n q u e en tero, c o n su s a d m ira ­
b le s c u r v a s ; y m á s a llá del estan qu e, « e l g ra n m a r».
A m ed id a q u e n os a le ja m o s d el p eq u eñ o r in c ó n fértil
se sien te c o n m a y o r in ten sid ad la b e lle z a n o b le d e los
g ra n d es esp a cios sin d eta lle; el esp íritu con c u e r d a
c o n el r itm o d e la s d im in u ta s ca d en a s q u e r iz a n la
ex ten sión r o co s a en m e d io de la lu z b la n ca , al co m ­
pás de la s o la s q u e h a c e n d e la m a r sin o r illa s una
a r m o n ía b a jo el sol.»
A l fin H en ri N er asiste a la escu ela , distante siete
k iló m e tr o s d e su ca sa . Y le e d e c a m in o lo s lib rito s
de l a «B ib lio te ca N a cio n a l», a 25 cén tim os, y q u e h i­
c ie r o n , segú n m e d ijo él m ism o, su ed u ca ción . P a ra
p ro cu rá rs e lo s , n u estro jo v e n escola r e c o n o m iz a un
su eld o p o r ca d a 10 cé n tim o s q u e r e c ib e d e su p a d re p ara
l a c o m id a del m ed iodía . P o c o después H e n ri N er e m ­
p ezó sus estu d ios de la tín e n F o r c a lq u ie r , b a jo la d i­
r e c c ió n del abate S a u rín ; y a u n q u e al in g r e sa r n o
sa bia u n a p a la b ra de la tín , al fin a liza r el año fu é c la ­
sifica d o c om o p r im e r o d e la clase, y al ca b o d e dos
añ os en señ a b a a su p r o p io m a estro, q u e a d e cir v e r ­
dad, n o era la tin ista.
H e n ri N er tr a b a ja c o n a rd o r, ob tien e su b a c h ille ­
ra to y es disp en sad o d e ser soldado. T e r m in a sus
estudios en el L ic e o de A ix -e n -P ro v e n c e y r e c ib e una
b e c a p a r a la F a cu lta d de esta m ism a villa .
E n 1882, H e n ri N er es n o m b r a d o p r o fe s o r de segu nda
en señ a n za en D ra g u ig n a n . S u cesiv am en te, su tem p e­
Ayuntamiento de Madrid
1231
r a m e n to in q u ie to le lle v a a S isteron , B ra y , B ou rg u in
(Isére) y , fin a lm en te, a N og en t-le-R etrou . P e r o m ie n ­
tra s ta n to, H e n ri N er es « r e c a la d o » d e su lic e n c ia de
filosofía. E l n o s h a con ta d o el ca so en su lib r o «G hair
v a in cu e », n o sin c ie r t o ta len to. Sin em b a rg o, al año
sigu ien te, p o r h a b e r resp on d id o a la m ism a p re g u n ta
en p a re c id o esp íritu fu é r e cib id o p o r el trib u n a l. E l
c o n flic to e n tr e el p r o fe s o r de filo s o fía (« L e p ére T es-
te ca v e ») y el ca n d id a to a la lic e n c ia filosófica (L éo
C h arade), q u e H e n ri N er sitúa e n su «C h air v a in cu e »,
atañ e a la c r e e n c ia en dios. E l P é r e T e ste ca v e a firm a
q u e e n v a n e c e rs e de filó s o fo y n o c re e r en d io s r e p r e ­
sen ta en v a n e ce rs e de un títu lo de n ob leza y d esh on ­
r a r lo al m ism o instante. A lo cu a l el ca n d id a to r e s ­
p on de: «N o, el ñ ló s o fo n o es u n c re y e n te ; es u n in ­
v estig a d or». Y es a q u í q u e H e n ri N er d e s a r ro lla p o r
p e r s o n a in terp u esta la tesis d el ateísm o, refu ta n d o
m ed ia n te u n le n g u a je g r a v e y p reciso la p reten d id a
ex isten cia de dios:
«T o d o s estos p reten d id os a rg u m en tos p u eden ser
re d u cid os a d o s cla s e s; lo s u n os im p rim e n u n a r e a li­
dad o b je tiv a al p en sa m en to p u ra m en te su b jetiv ista ;
de ahí que te n g a m o s u n a idea de dios, en c u a n to a
su ex isten cia c o m o si d e la id ea de la q u im e ra h icié ­
ra m o s d ep en d er la e x iste n cia de la q u im era .
L os o tr o s se a p oy a n en el p r in c ip io de la
cau salid a d y q u ie re n q u e d io s se a la ca u sa
del m u n d o. P ero este p r in cip io de ca u sa lid a d
¿ e s a b so lu to ? ¿P uede fo r m u lá r s e le en el sen tid o de
q u e tod o tie n e u n a c a u sa ? E n este caso, n o n o s es
p e r m itid o p a ra rn o s : h a y q u e a d m itir u n a se rie d e
cau sas h a sta el infinito. D ios n o s irv e p a r a n a d a ; no
es m á s q u e u n ser in ú til q u e v ie n e a ju n ta r s e a los
o tr o s sin e sc la re c e r el m is te r io d e n in g u n a m a n era.
S i eréis, al c o n tra rio , c o m o A ristóteles, que h a y q u e
p a ra rse, en ton ces es q u e el p r in c ip io de c a u sa lid a d
n o es ab solu to, lo lim itá is y en ton ces el m isterio,
a d m itien d o q u e la ca u sa p r im e r a es la m a teria , no
es m á s g ra n d e q u e a d m itien d o q u e es dios...»
L éo C h arad e h a b ía lleg a d o d em a sia d o lejos. El
« P é r e T e ste ca v e » sa b ía lo q u e ten ía que h a cer. E l c a n ­
d id a to fué « r e c a la d o » p o r c a r id a d c ris tia n a c o n v is ­
ta s a u n a p r o b a b le c o n v e rs ió n . B e n v ille d'H ostel n os
d ice:
«A n te s de la p u b lica ció n d e «C h air v a in cu e », H an
R y n e r , q u e n o e r a en ton ces m á s que H e n ri N er, e m ­
p e zó a e s c r ib ir n o v e la s rep leta s d e o b s e rv a c io n e s a g u ­
d a s y ju ic io s sev eros. Estas n o v e la s fu e ro n «P a u v re
p etit o r g u e ille u x » y « P rin te m p s fa n é » (inéditas). P e ro
e scrib ía o tr a s c o sa s adem ás de n ovela s. B a jo el p seu ­
d ó n im o de L o u is A loisiu s, e n v ió al «R a d ic a l des A l­
p es», u n a se rie de sá tira s a n ticle r ic a le s q u e a n u n ­
c ia b a n y a a P sico d o ro . In tr ig ó ta m b ién a los le c to r e s
de A ix firm a n d o, en los p e r ió d ic o s del lu g a r, a rtícu los
 1232
CENI T
m u y documentados con el nom bre de Louise Carian,
cosa bastante sintom ática tratándose del fu tu ro pam-
letista de «M assacre des Am azones». F irm ará entre
tanto otros artículos bajo pseudónim os que recorda­
ran a los personajes de sus futuras novelas, tales co ­
m o Leo Charade, Jean Sahac o P ierre Daspré que
encontram os en «Chair vaincue,. y «L e crim e ’dobéir».
rnn A ,* 6? 0ca que en un Puebl° cercan o a Siste-
ron se declaro el cólera. H enri Ner se diriqió allí
E a T ' t í m i H d|
e Ser5 ÍÓ « d e l0S n ota b les del ^ g a r q u e
™ ' om ad: la s V illa d ie g o . Se ped ían v olu n ta -
am iri " r‘ CaptÓ a un o ficia l s a n »tario y a dos
cu id a r a ^ o s *“ cpa m in á n d ose al ^ g a r sin iestrad o p ara
i enferJm oS’ en ter r a r a la s v íctim a s y des-
<HadaLaSf X aí S' ^ aqUl Un r e ia to de los hechos:
a Sisteron
oisteron yv a! n
Digne, y ° tras
S' H enri
haberNdiriaido
er se encam inó
alm irm
reproches legítim os al Subprefecto y al P refecto ob
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v ° ó el
n evo ^ mmmente
ism o aT Am Carre‘
ergues.a reP*eta de alinfentos' 4
que
n J w 3 epídem ,ia A c r e c e rá p id a m en te en este p eq u eñ o
p u e b lo , p e r o h ace estra g os en S isteron . Han R y n er
sT orrn r ° nCeS f CSta V¡lla y funda un c o g it é de
qr Pr,° n at3ja 61 m orb o- A1 iniciarse nue-
rlaTarfn h C, f S ” pues la epidem ia se había de-
f í é I n t í r n r ”, h vacaciones escolares - Henri Ner
fue interpretado p or el prin cipal del coleaio
que le reprochó haber procedido por su propia inicia-
Vya SmA Perm iso de la A dm inistración. P ero el rector
H en ri N er' ^ in te li9e n te ' h iz ° c o n d e c o r a r a
“ e„n.r ‘ N er con la s p a lm a s aca d ém ica s. (F u é la única
co n d e c o ra ció n q u e osten tó en su v id a !»
a r t í S f 6r ganÓ' PUCS- Ias palm as académ icas, y
D o c T u ;m n e preservad0 deI cólera. R ecibió también
poco tiem po despues una carta repleta d e elogios fir-
d u r l r J Z u n ',m inistro fallecido,, poco antes de pro-
c2 «T “ C nm ’ ’ “ ““* “
Es en 1889 que, b a jo su v e rd a d e ro n o m b r e de H en ri
N er, a p a r e ce «C h air v a in cu e ». Jean A ica rd , que ha
- St° J a„ en n r l N er un «in q u ieta n te p re stid ig ita d o r
de p a la b ra s e ideas», e s c r ib e un p r e fa c io del cual ex­
tra e m o s la s sigu ien tes lín eas:
«L a a u torid a d de la m o r a l esta b a tod avía a y e r en
sa n ción ob je tiv a : en dios. E lla r e sid e solam en te en la
co n cie n cia . ¿ P e ro se b a sta la c o n s c ie n c ia ?
«¡Com plicada cuestión! Lo que no sé es que el en-
T i ' , ' pIacer secret0- el contentam iento
arm onioso de haber procedido de conform idad con la
h lm íii2 ! a* . le y e s u n iv ersa les, sea p a r a todos los
f su ficien te h a c ia el b ien . ¿ Y qué
lia ra el h o m b r e lib re en los c a so s en q u e la le v so­
cia l c o n tra d ic e la le y p u ra m e n te v ita l o n a tu r a P
v e e s Sa ^ nUd° ^ U c u e s tió n , m i q u e r id o am ig o,
^ ® aqul 5 ue p r o cla m o v o lu n ta ria m e n te , desde el
\ S° CÍa1’ 68 decir del desar ro llo de las
ño w V superioridad de una m oral usual,
de una disciplina fuera de la cual el hom bre que me-
es ¿n enfe^toSUmáenCla ° sob re a b u n d a n cia de ideas, no
s, en efecto, m a s q u e u n a n im a l d ep rav ad o
, i0n i ^ a n t ° tÍ6m p0 p erd ¡d 0 es p a ra » n h om b re con -
‘ " Z" d0, b u *c a r el ca m in o , p e s a r sus escrú p u los e
in te r ro g a r se ! Y o cre o en la ju sticia de la c o n c ie n cia
E s o ! " 61165 eSU c o n c ie n c ia ' He aquí el circu lo
Ayuntamiento de Madrid
»D ios, esa fig u ra fa lsa de u n a v erd a d absolu ta, fu é
u n a c o n s cie n c ia p a ra todos. L a idea de d io s d ió u n a
c o n s c ie n c ia a los q u e n o la ten ía n ; c o n c re tó la idea
d e c o n s cie n c ia a la v ista de lo s m e n o s su tiles. En d ios
se lle g a a la c o n s cie n c ia del m u n d o. T a m b ién la m u e r ­
te d e d ios co n s titu y e el a con tecim ien to m á s form id a -
^ari n u e s tr o tiem po, ¿ P o r q u é v a m os a r e e m p la ­
z a r lo . V u e stro h eroe c o n c lu y e dos verd a d es: «im p o s i­
b le y n e ce s a r io », y es él qu ien h a h ech o el p refa cio,
lí a£rSe ,o sa d a m en te fren te a la A n tin o m ia u ni-
al H ef h° y a la A s p ira ció n es a firm a r lo in co-
2 f ’ .epS d e c ir ’ lo d e s co n o cid o ; m a y o r q u e la in ca -
? Ci d a d de c o n o c e r es re s e r v a rs e p a ra los dioses en
la m u e rte y d esea r la a cción en la v id a .»
J
, ean A J°ard te rm in ó este p r e fa c io el d ía de N a-
v . . d de 1888 sig n ifica n d o a rd orosa m en te su a p rob a ­
c ió n h a cia «C h air v a in cu e » c u y a p r ó x im a a p a rició n
aplau día, n o m e n o s q u e las m ed ita cion es d el h éroe
del m is m o lib ro .
El 1895 co n d u ce a H e n ri N er a P arís, don d e es n o m ­
b r a d o su cesiv a m en te p r o fe s o r ad ju n to en lo s lice o s
L ou is L e g ra n d y C h arlem agne. Con su m o g o z o v erá ,
" ° obsta n tf - a ce r ca rs e su r e tir o a ‘ o b je to de p od er
a si h a sta la fe c h a n os h a dado «C h a ir v a in ­
cu e », «C h an t du d iv o r c e » , «Ce q u i m e u rt», « L a fo lie de
£ánar e L qUe c a r a c te r iz a n - se pu ed e decir, la p rim era
etapa del e sc r ito r , etapa ca si en tera m en te ig n ora d a
™ 0S’ .“ í, so de los que le han estudiado, em ­
pieza y a a dibujarse el futuro Han Ryner.
P e r o H en ri N e r n os h a b la rá de tod o eso c o m o s i se
tra ta se de re ta le s. D e u n a ca rta que m e e scrib ió su
h .ja e n n o v ie m b r e de 1924 cop io a lg u n a s fra se s que
ilu s tra n a d m ira b le m e n te el c a r á c te r de H an R y n er-
~ dl° e - " SU a le g ría in fa n til, de c o le g ia l en
tiem p o de v a ca cion es, cu a n d o h a ce tres a ñ os fu i a
b u s c a r le a la sa lid a del lic e o C h a rlem a g n e, el 31 de
d ic ie m b r e , u ltim o día d e tra b a jo. « ¡P o r fin v o y a po-
d f„ *raba)ar!,>- e x cla m o él en su a leg ría . Y esta fra se,
d ich a a los sesen ta añ os, m e p a r e c ió a d m ira b le.»
A.l P '-m ciP '° de m i c o n ta c to con su p en sa m ien to, al
e s c r ib ir le a fin d e in fo rm a r m e so b re el h o m b r e y de
™ e s c r ,t a h a sta la fecha, m e con testó am ab le-
e.x p re s a n d o su em b a ra zo p a ra c on testa r a m i
ca rta , v isto q u e tod a su o b ra a n te r io r a 1903 estaba
a g ota d a y er a in h a lla b le. D espués, h ablán d om e de su
v ia a , m e r e v e lo :
t a r £ n TCuant0 a “ ! v id a ' n ada q u e v a lg a la p en a c o n ­
l o a n HP rnnf50 t6ner CÍerto in terés se ria m u y
la u n i í e r , HaHa r: pequ eñ as P ersecu cion es rid icu la s en
H as v a ,fa POr?Ue e scrib ia cosa s P oco u n iv e rsita -
P r e n s a l, i n s p i r a c i ó n del sile n cio en tod a la
L e ó n T r e ich , en el p e r ió d ic o «L e S o ir» , de B ru sela s
del 9 d e e n ero de 1938, h a b la n d o en su «C a rn et P a ­
risié n » d e la n o b le fig u ra que fu é «este an a rq u ista
n n eCn f paclh sta,)- r e la ta a lg u n os ra sg o s d e su vida
qu e n o s lo h a cen m a s qu erid o:
hr»EÍ Pí r e Han^ n e r n o fué, sin em b a rg o, un hom -
5 ” l í , d in e r o ; ¿ C o m o asi? H abía v iv id o siem p re lejos
cL es Cv ? L t ^ de Se, eXp‘ den cu a n tiosa s su bven -
M ás a b a jo T r e ich añade:
«E r a tod o d esp recio p a ra los q u e n o tienen el libro,
 CENIT 1233

el papel im preso, para la sola finalidad de una vida
digna de ser vivida. Han R yn er no había tenido nunca
otro dios.»
Al final de una ca rta en la que m e anticipaba su
agradecim iento por cuanto m e proponía hacer en fa­
vor de su obra, que creía él, en su m odestia natural,
útil quizá para algunos, term inaba asi:
«L a historia de u n escritor es su obra, no im porta
que haya sido m ás o m enos contrariada por las c ir ­
cunstancias. Si h ay en ella algunas flores, se aspira
su arom a; si algunos frutos, se saborean. L o de m enos
es que el árbol haya sufrido los efectos del viento y
sus ram as el m al trato de los torpes o m alintenciona­
dos. El resultado es lo que cuenta.»
HEM DAY
(Trad. José Peirats).
El p róx im o artículo se titulará: «P rim eras entre­
vistas y recuerdos».

EL ARTISTA Y SU TIEMPO
*************************

L — En tanto que artista ¿ha escogido Vd. el papel
de testigo?
Se necesitaría m ucha pretensión o una evocación
de la que carezco. N o solicito personalm ente ningún
papel y sólo tengo una verdadera vocación. Como
hombre, siento gusto por la felicidad; com o artista,
me parece que tengo todavía personajes que hacer
vivir sin ayuda de las gu erras y de los tribunales.
Pero me ha venido a buscar com o ha ido a buscar
a cada uno. Los artistas de antes podían, al m eros,
callarse ante la tiranía. Las tiranías de h oy se han
perfeccionado. Y a n o admiten n i el silen cio ni la neu­
tralidad. H ay que pronunciarse, estar a fa v or o con­
tra. En este caso, y o estoy contra.
Pero esto no significa aceptar el papel confortable
de testigo. Significa solam ente aceptar nuestro tiem­
p o tal y com o es, realizar el p rop io oficio, en una pa­
labra. Además, usted olvida que hoy en día los jue­
ces, los acusados y los testigos se perm utan con una
rapidez ejem plar. Mi elección, si usted cree que elijo
algo, sería no sentarm e nunca sobre el sillón de un
juez, n i debajo tampoco, com o m uchos de nuestros
filósofos. A parte esto, las ocasiones de actuar, dentro
de lo relativo, nunca faltan. El sindicalism o es en
nuestros días el p rim ero y el m ás fecundo de los
medios.
la m ayor claridad posible, la lucha obstinada contra
su propia degradación y la de los otros.
Es tam bién idealismo, y del peor, term inar por
suspender toda acción y toda verdad a un sentido de
la historia qué n o está inscrito en los acontecim ien­
tos y que, de todas m aneras, supone un fin mítico
¿Sería, pues, realism o, lom ar por ley de la historia
el porvenir, es decir, justam ente lo que no es historia
todavía, y del que nosotros n o sabem os n i rem ota­
mente lo que será?
Me parece, al contrario, que y o abogo p or un ver­
dadero realism o con tra una m itología a la vez iló­
g ica y hom icida, y con tra el nihilism o rom ántico,
sea burgués o pretendidamente revolucionario. Para
d ecirlo de una vez, lejos de ser rom ántico, y o creo
en la necesidad de una regla y de un orden. Digo
sim plem ente que no puede tratarse de no im porta
qué regla. Y que resultaría sorprendente que la regla
que necesitam os nos fuera otorgad a por esta socie­
dad sin regla o, al contrario, por esos doctrinarios
que se declaran libres de toda regla y de todo escrú­
pulo.
III. — Los m arxistas y aquellos que les siguen
creen tam bién ser hum anistas. Pero para ellos la
naturaleza hum ana se constituirá en la sociedad sin
clases del porvenir.

II. — ¿N o es acaso una definición idealista y ro ­
m ántica del papel del artista el don quijotism o que
se le ha podido reprochar a sus últim as obras?
Aunque se perviertan las palabras guardan p ro­
visionalm ente su sentido. Es cla ro para m i que el
rom ántico es el que elije el m ovim iento perpetuo de
la historia, la epopeya grandiosa y el anuncio de un
acontecim iento m ilagroso al final de los tiempos. Si
y o he ensayado de definir algo, n o es otra cosa, al
contrario, que la existencia com ún de la historia y
del hombre, la v id a de todos los días a edificar sobre extranjeros. (Actuelles II).
Esto prueba de buen prin cipio que ellos rechazan
desde ahora lo que som os todos nosotros: tales huma­
nistas son acusadores del hombre. ¿Quién puede ex­
trañarse de que sem ejante pretensión haya derivado
hacia el universo de los procesos? E llos rechazan al
hom bre que es en nom bre del hom bre que será. Esta
(1) Estos textos responden a preguntas que m e
han sido planteadas por la R adio o p or periódicos

Ayuntamiento de Madrid
 1234 CENIT
p re te n sió n es de n a tu ra leza re lig io sa . ¿ P o r q u é ha
de ju stificarse m e jo r q u e la q u e an u n cia el r e in o de
los cie lo s en el p o r v e n ir . E n realid ad , e l fin d e la
h isto ria no puede tener, en los lím ites d e nuestra
c o n d ició n n in g ú n sen tid o defin ible. S ólo pu ede ser
de u n a n u ev a fe y u n a n u ev a m ix tifica ción .
M ixtifica ción q u e h o y e n día n o es m e n o r q u e aq u ella
que, an taño, fu n d a b a la o p r e s ió n co lo n ia lis ta sob re la
n ecesidad de sa lv a r la s a lm a s de los infieles.
IV . — ¿N o es eso en r e a lid a d lo q u e les sep ara
lo s in telectu a les de izq u ie rd a ?
Usted q u iere d e c ir q u e es eso lo q u e sep a ra d e la
izq u ierd a a esos in telectu a les. T ra d icion a lm en to la
izq u ie rd a h a estado siem p re en lu ch a c o n t r a la ii ju s­
ticia, el o b scu ra n tism o y la op resión . S ie m o r e con ­
s id e ró q u e estos fe n ó m e n o s eran in terd ep en d ieites.
L a idea .d e q u e el o b s cu r a n tis m o p u ed a c o n d u cir a
la ju s tic ia y la ra zó n d e E sta do a la lib erta d , es
m u y recien te. L a v erd a d es que c ie r to s in telectu ales
de izq u ierd a (no tod os a fortu n a d a m en te) están fa s ­
cin a d os p o r l a fu e r z a y la eficacia, c o m o l o estu-
v ie ro n n u estros in telectu a les d e derech a an tes y du-
ran te la g u erra . S u s a ctitu d es so n d iferen tes, p e r o la
d im isión es la m ism a . L os p r im e r o s lia n q u erid o ser
n a cio n a lis ta s rea lista s; lo s seg u n d os q u ie re n ser so­
cia lista s realista s. F in a lm e n te tra icio n a n el n a c io n a ­
lis m o y el s o c ia lis m o en n o m b r e de u n r ea lism o ya
sin n in g ú n con ten id o, p e r o a d o ra d o c o m o u n a pu ra
e ilu s o ria técn ica d e la eficacia.
S e trata de u n a ten ta ción q u e pu ede ser c o m p r e n ­
dida, después de todo. P e r o e n fin, de c u a lq u ie r m a ­
n e r a que se le d e v u e lta a la cu estión , la n u ev a p o ­
sició n de esas gen tes q u e se dicen , o se creen , de
izq u ierda , con siste en d e c ir : h a y op re sio n e s que son
ju stifica b les p o r q u e se o r ie n ta n e n el sen tido, que
no se pu ede ju stifica r, d e la h istoria . H abría, pues,
v erd u g os p riv ileg ia d os, y p r iv ile g ia d o s p o r nada. Es
u n p o c o lo q u e decía, e n o tr o c on tex to, José d e M aistre
qu e n u n ca p a só p o r u n d in a m ite ro . P e r o es u n a tesis
que, p erson a lm en te, y o re ch a za ré siem p re. P erm íta m e
o p o n e rle el p u n to de v ista tra d icion a l de lo q u e se
ha lla m a d o h asta a h ora la izq u ierd a : todos los v e r ­
d u g os son d e la m ism a fa m ilia .
. V : ~ ¿ Qué Puede h a c e r el a rtista en el m u n d o de
h oy ?
N o se le pid e que e s c r ib a so b re la s coop era tiv a s
ni que, a la in versa , a d o rm e z ca d en tro de sí m ism o
lo s d olores su frid o s p o r los o tr o s a lo la rg o de la
h istoria . Y y a que u sted m e ha p edido q u e h ablara
person a lm en te, v o y a h a c e r lo de la m a n era m ás
sim p le q u e pueda. E n ta n to q u e artista s n o ten em os
tal v e z n ecesidad d e in te r v e n ir en los a su n tos de
este sig lo. P e ro Como h om b res, sí. El m in e r o al que
ex p lota n o fu sila n , los e sc la v o s d e los ca m p os, los
d e las colon ia s, la s le g io n e s d e p erseg u id os q u é c u ­
b re n el m u n d o tienen n e ce s id a d de q u e todos los
que pueden h a b la r ro m p a n su s ile n cio y n o se se­
pa ren de ellos. Y o n o he e scrito , día tr a s 'd ía , a rtícu ­
los y textos de com b a te y ta m p oco h e p a rticip a d o
en las lu ch a s co m u n e s p o r q u e ten g a g a n a s de que
el m u n d o se cu b ra de estatu a s g rie g a s y d e ob ra s
m aestras. El h om b re q u e d e n tro de m i sien te esos
deseos existe. S im p lem en te, tiene m á s tr a b a jo que
Ayuntamiento de Madrid
h a cer en sa y a n d o de da r v id a a la s c ria tu ra s de su
im a g in a ció n . P e r o d e m is p r im e r o s a r tícu lo s h asta
m i u ltim o lib ro, he e s c r ito tal v ez m u ch o p or n o p o­
der d esp re n d e rm e de la a tra cc ió n h a cia el lado de
todos ¡o s días, del la d o de los que, cu a le sq u ie ra que
sean, son h u m illa d os o rebajados. Esos son los que
tienen n ecesid ad de esp era r, y si tod os se calla n , o
si se les o fr e c e e le g ir en tre d o s m a n e ra s de h u m i­
lla ció n , lo s v e re m o s p a ra sie m p re desesperados, y
n o so tro s con e llo s . M e p a re ce que n o pu ede so p o r­
de tarse e sta idea, y aq u el q u e n o pu ede so p o rta rla no
pu ede ta m p oco d o rm irse en su torre. N o p o r v ir ­
tud, c o m o p u ed e v erse, sin o p o r u n a especie d e in ­
to le ra n cia c a s i o r g á n ic a , q u e se su fre o n o se su fre.
Poi m i p a rte v e o a m u ch os q u e n o la su fren , p e r o no
puedo e n v id ia r su sueño.
Esto n o s ig n ific a que d eb a m os s a crifica r nuestra
n a tu ra leza d e artista s a y o n o sé que tip o de p réd ica
socia l. Y a he d ich o an tes p o r qué el a rtista es m á s que
n u n ca n ecesa rio. P e r o s i in te rv e n im o s c om o h om bres,
esta e x p e rie n c ia in terv en d rá so b re n u estro len gu a je.
i'i si som os a rtista s en n u estro len gu a je an tes q u e
nada, q u é cla se de a rtista s som os n o so tro s? In clu so
si, m ilita n te s en n u estra v id a , h a b la m os en n u estras
o b r a s del d e s ie rto o del a m or egoísta, basta que n u es­
tra v id a seá m ilita n te p a r a que u n a v ib r a c ió n m á s
secreta p u eb le de h om b res ese d esierto y ese am or.
N o es en la h o r a en q u e em p eza m os a s a lir del n ih i­
lis m o que y o n eg a ré estú p idam en te los v a lo r e s de
c r e a c ió n en b en eficio de los v a lo r e s d e h u m an id ad , o
a la in versa . P a r a m í, los u n os n o se sep a ra n ja m á s
de los otros, y y o m id o la g ra n d eza de u n artista
(M oliére, T o ls to i, M elville) al e q u ilib r io q u e h a y a
sa bid o m a n te n e r en tre esos v a lores. H oy en día, ba jo
la p r e s ió n d e los a con tecim ien tos, esta m os ob lig a d os
a tra n sp orta r esta ten sión a n u estra vida tam bién.
P or eso tantos a rtista s, d ob lá n d ose b a jo el fa rd o , se
re fu g ia n en la to r r e d e m a rfil o, p o r el co n tra rio,’ en
la ig lesia socia l. P e ro y o v eo, p o r m i parte, u n a m is­
m a dim isión . N osotros d eb em os se r v ir, al m ism o
tiem po, al d o lo r y la belleza. L a la r g a p a cie n cia , el
a c ie r to s e c r e to q u e esto en trañ a, son las v irtu d es que
fu n d a n ju sta m en te el re n a cim ie n to del q u e ten em os
n ecesidad .
U n a ú ltim a p a la b ra . E sta em p resa, y a lo sé, no
pu ede r e a liz a r se sin p e lig r o s n i a m a rg u ra s. D ebem os
a cep ta r los p e lig r o s : el tiem po de lo s a rtista s sentados
term in ó. P e ro d e b em os rech a za r la a m a rg u ra . Una
de la s ten ta cion es del a rtista es la de cre e r s e so lita rio
y su cede en v erd a d q u e se lo g rita n c o n u n a a legría
in n ob le. P e ro eso n o es nada. El está en m e d io de
todos, al n iv e l e x a cto, n i m á s alto n i m á s bajo, de to­
dos los que tr a b a ja n y que lu ch an . Su m ism a v o ca ció n ,
d ela n te de la op re sió n , es la de a b r ir la s cá r ce le s y
h a cer h a b la r el d o lo r y la fe lic id a d de todos. Es aqui
q u e el arte, c o n tr a su s en em ig os, se ju stifica, p r o c la ­
m a n d o q u e él n o es, ju sta m en te, el e n e m ig o de nadie
El s ó lo n o sabría, sin duda, a s e g u ra r el r e n a cim ie n to
que su pon e la ju s tic ia y la lib erta d . P e ro sin -él, este
re n a cim ie n to c a r e c e r ía d e fo rm a s y n o s e r ía nada.
S in la cu ltu ra , y la lib e rta d re la tiv a que e lla supon e,
la socied a d , in clu s o p erfecta , es u n a selva . Es p o r lo
q u e tod a c r e a c ió n a u tén tica es un don del p o rv en ir.
A lb e r t C A M U S
(T rad. B. M illa.)
 C E N I T
UN PRECURSOR (HIÑO DEL ANARQUISMO
N su lib ro « C o n f u c io o e l H u m a n ism o
d id a c tiz a n t e » , Ju a n M a rín d e d ic a un
c a p ítu lo a M ó -T i e l he ré tico.
M ó -T i re p re se n ta una d e riv a c ió n ra ­
d ic a l y d istin ta d e l co n fu cio n ism o . S e
d e sta có p o r una p ro fu n d a o rig in a lid a d
d e p e n sa m ie n to y d e a cc ió n . S u s d a ­
tos b io g rá fic o s p u e d e n ser resum idos
a s í: E d u ca ció n n o b le , pu es era d e fa m ilia ' d e a l­
cu rn ia ; p ra c tic ó d e m uy jo v e n el co n fu cio n ism o en
su fo rm a más e sc é tica ; fu n d ó fin a lm e n te una e s­
c u e la p ro p ia cu y o le m a , m uy a n te rio r al n a cim ie n to
d e C ris to , ya fu é e l « A m á o s los unos a los o tro s».
L a 1 e n se ñ a n za v iv a d e M o -T i se fu n d a b a en la
p re se n cia a c e n d ra d a d e l p ró jim o . L a in te g ra ció n
d e l « o tro » en una person al: razó n d e am or hacen
d e este filó so fo un a n ta g o n ista re su e lto d e l in te -
le c tu a liz a d o h u m anism o c o n fu c ia n o . El p ró jim o , en
M ó - T i, co m o d e sp u é s e n C r is to , d e ja b a d e ser
cosa p a ra su b lim arse co m o cria tu ra v iv ie n te , d ig n a
d e la so licitu d d e los otros h o m b re s y d e D ios.
P o r eso e l p ró jim o es ig u a l a mi y to d o s somos
ig u a le s fin a lm e n te . Ig u a le s e n el c o n flic to , en la
p a sió n , e n la d esd icho '. Y eli am o r, en últim a in s­
ta n c ia , su b lim a ese d e stin o com ún d e l h o m b re ,
tra sc e n d ié n d o lo .
C o m o d ic e Ju a n M a rín , para' M ó -T i « lo im p o r­
ta n te , lo q u e c o n ta b a era e l h o m b re vivo', los
h u é rfa n o s, las v iu d a s , lo s d e sv a lid o s d e to d a clase.
C o m o C ris to o co m o S a n F ra n cisco , o com o G a n -
d h i, é l se ciñ ó e stricta m e n te a su d o ctrin a q u e era
d e una inm e nsa p ie d a d p o r to d o s lo s seres: ib a
m uy p o b re m e n te v e s tid o , no p o se ía riq u e z a a lg u ­
n a , a rrie sg ó c ie n v e c e s su v id a d e n u n c ia n d o la
co rru p ció n o la in ju s tic ia d e los p o d e ro so s, y luch ó
con arm as en la m an o en d e fe n sa d e los d é b ile s y
p e rs e g u id o s .»
T e n e m o s a q u í a un filó so fo q u e p ro c la m a el am or
u n ive rsal p e ro q u e no es c a p a z d e c e ñ ir la e sp a d a
en d e fe n sa , no d e sus p rin c ip io s d o c trin a le s, sino
d e la ju s tic ia in m e d ia ta : es d e c ir, las n e c e sid a d e s
d e los ho m bres d e s p o ja d o s d e alim e n to s o d e li­
b e rta d . S e g ú n cita R a lp h T u rn e r (E l an arq u ism o
b e n é v o lo d e M ó -T i, en L a s G r a n d e s C u ltu ra s d e
la H u m a n id a d ) d e c ía M ó -T i: « T re s cla se s d e a tri­
b u la d o s h a y e n tre la g e n te : lo s q u e tie n e n ham bre
Ayuntamiento de Madrid
1235
y no tie n e n q u e comer,- lo s q u e tie n e n frío y no
tie n e n con q u é v e stirse , y los q u e e stán can sa d o s
y no p u e d e n d e sc a n sa r» .
S e g ú n R a lp h T u rn e r e n e l lib ro c ita d o , M o -T í
y sus d is c íp u lo s se e s p e c ia liza ro n e n la fa b ric a c ió n
d e arm a s, a u n q u e re p ro b a b a n la g u e rra . P e r o sus
arm as las q u e ría n p a ra c o m b a tir e n d e fe n sa d e los
d é b ile s . Esta e s la más n o ta b le d ife re n c ia q u e e x is ­
te e n tre e l « a m á o s los unos a los o tro s» d e l filó ­
so fo c h in o y el fo rm u la d o unos sig lo s más ta rd e
p o r Je su cristo . Esta d ife re n c ia e s ta m b ié n la' q u e
ace rca más a M ó -T i d e l a n a rq u ism o a c tu a l q u e d e l
cristia n ism o o e l g a n d h ism o .
O tro s rasgo s s in g u la re s d e l. p e n sa m ie n to y la
a c c ió n d e M ó -T i nos m ueven a c o n sid e ra rlo co m o
un p re cu rso r d e l a n a rq u ism o m o d e rn o . El m ism o
R a lp h T u rn e r, en su g ra n o b ra c ita d a , h a b la d e l
« a n a rq u is m o b e n é v o lo » d e l filó so fo c h in o . N o
so la m e n te su p r o fu n d o am or h a cia sus se m e ja n te s
lo d is tin g u ió d e las d o c trin a s en b o g a e n a q u e l
tie m p o , sino su se n tid o d e la p o b re za y d e la ju s ­
t ic ia , tan fu e rte éste ú ltim o , q u e. le lle v ó a o r g a ­
n iza r a sus d is c íp u lo s com o v e rd a d e ro s cru za d o s
co n tra los a b u so s d e los p o d e ro so s.
O t r a d e las c a ra cte rística s d e la p ré d ic a d e M ó -
T i fu é su re p u d io d e lasi ce re m o n ia s y ritos, a fir­
m an d o e l v a lo r in d iv id u a l d e la fe , pu es é l m ism o
c re ía en una d iv in id a d su p e rio r, o en e l c ie lo . S in
e m b a rg o c o m b a tió el ritu al y las co stum bres re li­
g io sa s com o n o c iv a s, so b re to d o co m o m o tivo d e l
e m p o b re c im ie n to d e las g e n te s. El co n fu cio n ism o
e x ig ía v a rio s añ o s d e in a c tiv id a d co m p le ta d e sp u é s
d e la m uerte d e a lg u ie n d e la1 fa m ilia , y e l c e r e ­
m o n ial era ta n costoso « q u e no se a c a b a b a d e
p a g a r e n to d a la v id a » .
P o r su p r é d ic a d e l ¿ m o r a la h u m a n id a d , su d e s­
p r e c io d e las riq u e z a s , su lu ch a contra e l p o d e r
y la in ju stic ia y la g u e rra , y sus a ta q u e s a los ritos
y tra d ic io n e s o b scu ran tistas, M ó -T i se re v e la com o
uno d e los h o m b re s más ín te g ro s y d e sp ie rto s d e l
p e n sa m ie n to a n tig u o d e C h in a y ta m b ié n com o uno
d e los p re cu rso re s d e los id e a le s q u e e l a n a rq u is­
mo re p re se n ta m o d ern am e n te .
B e n ito M I L L A
 1236 CENI T
LA LIBERTAD EIN EIL ESPIRITU
O N m o tiv o d e h a b er s id o U n a m u n o de­
c la r a d o im p u b lica b le en E spaña, m e h a
d a d o p o r releer sus en sayos. E sta a fi­
ció n m e h a d a d o ta m b ién o p ortu n id a d
d e leer a rtícu los que n o le co n o cía .
D eb o com en za r p o r d ecir que U n am u n o
h a sido desde tim p o u n o d e m is escri­
tores fa v o rito s y que a h o r a cu a n d o le
re le o se m e a p a rece c o n la 'm is m a vir-
g*iiiuda que el p rim er día. U n a m u n o m e h a ense­
ñ a d o d o s co s a s que co n sid e ro fu n d a m en ta les —
en tre o tra s m u ch a s — : L a p rim era es que m e h a
en señ ad o a p en sa r a fu erza de d iscu tirm e desde
sus p ágin as; la seg u n d a que m e h a h e ch o ver, de
u n m o d o m ás te m p e ra m e n ta l que ra cio n a l, la d ife ­
re n cia en tre los h om b re s y su s id ea s, e l c a lo r del
h om b re que se h a lla e n tre lín eas m ie n tra s e x p on e
sus ideas. Q uizás el m ás p ro fu n d o cristia n ism o d e
U n am u n o resida en e sa su p osib ilid a d de a m a r u
o d ia r a lo s h om b res a p e s a r d e lo q u e p ien sa n o
cre en pensar. L a fu erza q u e su h u m a n id a d pu so
en sus escritos a l serv icio d e un a n tid og m a tism o
ex a rcerb a d o es sa lu d a b lem en te co n ta g io sa . Y lo que
m á s am a uno en él — c o m o é l m ism o quiso — n o
son sus ideas s in o su h u m a n id a d , el h om b re de
ca rn e y hueso que fu é y que lo g r a h a ce rn o s sen tir
su su frim ien to.
Es d ifícil, m u y d ifíc il substraerse a l d o m in io que
n u estra s ideas, o las ideas q u e recib im os y a cep ta ­
m os d e otros, e je r c e n so b re n o so tro s. Y , s in em ­
bargo, sin esa fisu ra que el tem p era m en to, la p a rte
m ás h u m a n a d e u n o m ism o, d eb e saber abrir en la
ra zón e l g o ce de la lib erta d n o es posible y el d o g ­
m atism o in evitable.
R eley en d o a h o r a a U n a m u n o m ie n tra s en Es­
p a ñ a se p roh ib e leerle, m e h a h ech o, c o m o siem pre,
m editar. U n am u n o, que se e s fo rz ó p o r m e z cla r su
esen cia de h om b re a la d e to d o s los dem ás, es un
m al co m p a ñ e ro p a ra las co rrie n te s d e ideas esta­
blecidas. M on árquicos, rep u blican os; m ilitaristas,
an tim ilita rista s; ca tó lico s, p rotesta n tes, ateos; c o ­
m unistas, socia lista s, an arqu istas, siem p re en con ­
tram os en él la p u y a fir m e y d e re ch a que n os p e ­
n etra h a sta el tu éta n o, p orq u e a U n a m u n o sólo
le in teresa de n u estra s ideas la p a rte n egativa, la
que le perm ite p o n e r d e m a n ifie s to la ca n tid a d de
libertad que los h o m b re s s a crifica m o s a nuestras
ideas.
L a lectu ra d e U n a m u n o es una especie de espec­
tá cu lo en e l que n in g ú n e sp ecta d or d e ja d e p a rti­
cip a r. N os re fo cila m o s a sistien do al ju icio d espia­
d a d o de to d o quisque y u n o p o r uno, h a s ta que in e­
vitablem en te n o s lleg a la vez. E n ese m om en to lo
que U n a m u n o n o s p la n te a es u n a p ru eb a d é resis­
te n cia d e n u estro espíritu d e libertad. Si le d iscu ti­
m os a den tellad as, c o m o él, es que le h em os co m ­
prendido. N uestras respectivas h u m a n id a d es, en
p len o g o ce d e sus libertades, h a n e n tra d o en c o n ­
ta cto, en co m u n ica ció n . Si c e rra m o s el libro, si
p ro h ib im os que se le pu b liq u e y se le lea y n os n e­
g a m os n osotros m ism os a leerle, se n os aparece en
la ta p a del libro su r o s tr o ilu m in a d o p or su terri­
Ayuntamiento de Madrid
ble son risa ir ó n ic a : n os h a ven cido, nos h a llam ado
escla v os c o n derech o.
Es in ú til que los a n tica tó lico s in ten ten a n ex io­
n á rselo p o r lo que d ice d e los cu ras, o que los cu ras
qu ieran p o n tific a r le p or lo que dice d e los a n ti­
ca tólicos. L a verdad, su verdad, es m u ch o m á s p ro ­
fu n d a que sus critica s, es m u ch o m ás h u m a n a que
sus ideas y q u e las id eas d e tod os los dem ás. La
v erd a d que persigue p a ra sí y p a ra n o so tro s es
la libertad, la h u m a n a libertad del espíritu. Su
p regu n ta, el p erson a l to n o c o n que la fo rm u la , es
siem p re la m ism a : ¿Se m e to le ra o n o se m e tolera ?
E lija n : sa crifiq u en su libertad d e espíritu, su h o m ­
bría,, a sus ideas; o p refiera n que sus id eas ten gan
que ver c o n la libertad de los h om b res, c o n los h om ­
b re s m ism os.
F recu en tem en te n o ta m o s en él un p ro fu n d o d e ­
sin terés p o r co m p re n d e r las id eas que critica . Las
c r it ic a sim p re en el cu e rp o de los h om b res que las
p rofesa n . P orque a U n a m u n o le in teresa éstos y
n o aquellas. « Para ideas m e sob ra n las m ías »,
n o s dirá. Y m ie n tra s nos en fu rezca el desprecio
que m a n ifie sta h a c ia las ideas que ten em os o que
su sten tam os, n o h a b re m o s co m p re n d id o el a p recio
y e l a m o r q u e c o m o a h om b res n o s o fre c e . Y sin
em bargo, en nuestro fu ro r, n o e n los ra zon am ien ­
tos que el fu r o r n o s provoqu e, é l nos h a qu erido
y co m p re n d id o , co m p a d e cid o c o m o se com p a d ece a
s í m ism o.
L a ra íz g e n ita l d e la ob ra d e U n a m u n o es la
libertad en el espíritu d e l h om b re. C ierto es que
e l p ro p io U n a m u n o se exp resa con p a la b ra s que
im p lica n ideas. H e aquí el p ro fu n d o d r a m a : la
ca re n cia de u n len gu a je en teram en te tem peram en ­
tal. N os co m u n ica m o s u nos a o tr o s a través de
u n a e x p re sió n racion alizad a, en la q u e el sen ti­
m ie n to h a q u ed a do desn a tu ra liza d o p or n u es tro p en ­
sa m ie n to y el p en sa m ien to d e los dem ás. S e pien sa
c o n p a la b ra s y las p a la b ra s 1 1 0 se in v e n ta n sin o
que se a p ren den . N o n a cen d e n o so tro s co m o un
m e d io p u ro e in d iv id u a l de co m u n ica ció n . L as re ­
cib im o s y las u sam os co m o pobres h erra m ien tas
d e n u estro sen tim ien to. Ni nos expresan, n i perm i­
te n que se n os com p ren d a . P ero en los h e ch o s la
lib erta d que e n cerra m o s tiene u n m ed io co n cre to
d e exp resión que se lla m a tolera n cia . T o lera n cia
que se ex tien d e a las id eas p o r la que se tiene co n
los h om b res que las sustentan. Las ideas son para
ser com b a tid a s p o r la d iscu sión, porque s ó lo en
esa lu ch a se m a n ife sta el len gu a je de los sen ti­
m ien tos, a tra v é s d e los cu ales am am os y resp eta­
m os a los h om bres.
E sta d e sp re o cu p a ció n h a cia las ideas n a ce en
U n a m u n o d e u n sen tim ien to, m ás que creen cia, que
p u ede ser resu m ido así : el h o m b re p ien sa porque
es, y n o es porque piensa, según q u iso d ed u cir D es­
ca rtes. E l ser es p rim ero que el pen sam ien to, y p or
lo ta n to que las ideas. P ero el ser p la n te a dos p re­
g u n ta s a l h o m b re : ¿ P o r qué? y ¿P ara q u é?, indes­
c ifra b le s y a torm en ta d ora s. D e a h í el sen tim ien to
t r á g ic o d e la vida. D e ah í ta m b ién un existen cia-
lism o que e n tro n c a en h u m a n ism o con el d e K ier-
 CENIT
kegaar, y que precede, d iferen cia lm en te en su c o n ­
cep to d e realid ad h um ana, a to d o el ex isten cia -
lism o octu a lm en te en boga.
E l d esp recio d e U n a m u n o p a ra oo n las id eolo­
gías d e los h om bres, que puede.' p a re ce r a prim era
vista irresp etu osid ad e in to le ra n cia h a c ia éstos, es
u na d e las fo rm a s d e l p e n sa m ie n to d e U n a m u n o
que h an sido in com p re n d id a m e n te ta ch a d a s d e p a ­
rad ójicas. El su frim ien to, el sen tim ien to tr á g ico in ­
dividual, es la verd a d era e x p resión hum ana. Las
id eolog ía s son en una u o tr a fo r m a p ro ce d im ie n ­
tos p a lia tiv os que los h o m b re s b u sca n p r o p o r c io ­
n ar a su su frim ien to in trín seco. El h o m b re se h a lla
sepu ltado en su id eología , la u tiliza p a r a expre­
sarse y com u n icarse, p a ra ex te rio riza r sus se n ti­
m ientos a través d e ella. Y el h om b re es b u en o o
m alo, m erece a m o r u o d io , n o p or la id eolog ía que
sosten ga y exprese, s in o a p e sa r d e ella. U n am u n o
busca a través d e las ideas que m a n ifiesta n los
dem ás el su frim ien to h u m a n o que éstas escon den.
Este c o n c e p to d e l h om b re, d esa rrop a d o d e sus
ideas, que n o siem p re son las suyas, puede, c o n ­
sid erad o su perficialm en te, p a re ce r a b stra cto . N o
h a y ta l a b stra cció n sin em b a rg o. D el c o n c e p to una-
m u n ia n o del h om b re — d e l h o m b re de c a r n e y
hueseo, co m o d ice él — su rge un p rin cip io d e re­
lación socia l. P rin cip io sin e l cu al, en verdad, la
con v iv en cia n o es posible: la libertad, la libertad
co n v e rtid a en h e c h o rea l p o r la tolera n cia . L a to ­
leran cia en este ca s o n o sig n ifica p a siv id a d fren te
a las ideas de lo s o tro s h om b res. T o d o lo c o n tr a ­
rio. Las id eas y lo s co n ce p to s exp resad os en p ala­
bras con v ertid os en u n a d iscu sió n con sta n te, en
una lu ch a que term in e p or d esn u d a r ,al h om b re de
sus p ob res h erra m ie n ta s y l o o fr e z c a n p u ro al
am or, d escu b ierto co m o u n a lla g a viva su su fri­
m ie n to d e h om b re que vive. P orqu e s ó lo se am a
al que de u n m o d o u o t r o sufre. A l d ich o so — si
lo h u biera — cu a n d o m ás se le d esea o se le en ­
vidia.
C on esto llegam os a lo h o n d o d e la cu estión . L a
La ‘Paradoja del Anarquismo
La m ás alta perfección de la sociedad se
encuentra en la unión del orden y la anar­
quía. — PROUDHON.
A habido la costum bre, especialm ente
entre los m arxistas ortodoxos, de des­
p reciar cualquier teoría política que no
se justificase p or sí misma en la acción,
y este énfasis en la acción ha conducido
frecuentem ente a una confusión entre
los medios y los fines — oscureciendo los
m edios dem asiado a m enudo a los fines
y convirtiéndose en un sustituto de ellos.
La dictadura del proletariado, p or ejemplo, adelantada
alprin cipio com o un m edio hacia la sociedad sin
clases, se estabilizó en Rusia com o la soberanía de
una nueva clase.
Ayuntamiento de Madrid
1237
lib erta d n o es cierta m en te un régim en so cia l que
p e rm ita o to le r e tales o cu a les m a n ifesta cion es,
e sto s o a q u ellos h ech os. D em a sia d o frecu en tem en te
su d e fin ic ió n la lim ita m os de este m od o; p o r eso
tam bién c o n fre cu e n cia los régim en es sociales p a ­
sa n rá p id a m en te d e lo p erm itid o a lo p roh ib id o.
T o m a n o s e l a fe c to p o r la causa, p orqu e ésta ú ltim a
h a q u ed a do sep u lta d a e n el fo n d o de n o so tro s m is­
m os, b a jo el e n la d rilla d o de n u estros co n ce p to s y
de n uestras id eolog ía s m a l . com p ren d id a s y p e o r
exp resad as. L a lib erta d es u n c o n te n id o in trín se­
ca m en te h u m a n o. N o lo recib im os d e fu e r a n i de
n adie, s in o que h e m o s d e e sforza rn os p or p ro y ec­
ta r lo h a c ia el e x terior desde d e n tro d e n osotros.
L a libertad es u n p ro d u cto h u m a n o que ca d a h o m ­
bre se p r o p o r cio n a en la m e d id a en que e s cap az
d e sen tir libres a lo s dem ás. Las libertad es to le ­
ra d a s p o r cu alqu ier régim en so cia l n o s o n n i m ás
n i m en os q u e el r e fle jo d e la lib erta d co n te n id a en
el esp íritu d e los h o m b re s que l o co n stitu y e n . La
in to le ra n cia que h o y d o m in a al m u n do p o r doqu ier
es pura y sim p le e x p resión d e la in to le ra n cia c o n ­
ten id a e n la m a y oría de los h om b res. In to le ra n cia
p rod u cid a p o r co n c e p to s e id eolog ía s excesiva m en te
ra cio n a liz a d o s — c o n el con sig u ien te a p rov ech a ­
m ie n to d e lo s desap ren sivos — . L a libertad, la ver­
d a d era lib erta d socia l que s ó lo puede su rgir p or
a flo r a c ió n d e las libertad es in d iv id u a les m a n ifes­
ta d a s é n to le ra n cia , (permanece h u n d id a en n oso­
tros, en n u estra esen cia h um ana, esp era n d o que nos
h um an icem os.
Así ta m b ié n la o b r a de U n a m u n o p erm a n ecerá
a h o r a en E spañ a sepu ltada. Y o ja lá sea sólo el
fra n q u ism o el q u e in te n te e n te rra rla b a jo la es­
p u e la d e su in tra n sig e n cia , porque, c o m o y a h e d i­
ch o , U n a m u n o es u n m a l co m p a ñ e r o c u a n d o en
lu g a r d e ir a b u sca r e n él la libertad y el a m or
en tre lo® h om b res, n os a cerca m os a sus lib ros p a ra
q u e n o s dé a p ro b a ció n a n u estras o p in io n e s y a
n u estras ideologías.
J. C A R M O N A BLA N CO
El anarquism o no confunde m edios y fines, teoría
y práctica. Como teoría confía sólo en la razón, y si
la concepción de la sociedad por este m edio llega a
parecer utópica y hasta quim érica, no im porta, pues
lo que se establece p or el razonam iento justo no
puede ceder ante la oportunidad. N uestra actividad
p ráctica puede ser una gradual aproxim ación hacia
el ideal, o puede también ser una repentina realiza­
ción revolu cion aria del ideal, p ero no debe ser nunca
un com prom iso. P roudhon fu é a menudo acusado de
ser u n anarquista en teoría, p ero solam ente un refor­
m ista en la práctica: fué, de hecho, siem pre un an ar­
quista, que se negó a com prom eterse en los azares de
 1238
la dicta d u ra . No ju g a b a la pa rtid a p olítica p orqu e
sa bía q u e la econ om ía era la rea lid a d fu n d a m en ta l.
De esta m a n e r a h o y se c o n c ib e q u e un c a m b io en el
c o n tr o l de los c ré d ito s fin a n cieros, o u n n u ev o siste­
m a e n la p osesión de la tierra , pu ed e a c e r c a r n o s m ás
al a n a rq u is m o q u e u n a r e v o lu c ió n p o lític a que m e r a ­
m en te tran sfiera el p od er del E sta do a la s m a n o s d e
un n u ev o eq u ip o de a m b icio s o s a tra ca d ores.
A n a rq u is m o sig n ific a lite ra lm e n te u n a socied a d sin
un arkh os, es d e cir, sin u n a r e g la . N o s ig n ific a una
so cie d a d sin le y y p o r lo ta n to n o sig n ifica u n a s o c ie ­
dad sin ord en . El a n a rq u ista acep ta e l c o n tra to socia l,
p ero in terp reta ese c o n tra to en u n a fo r m a p a rticu la r,
qu e c re e es la fo r m a m á s ju stifica d a p o r la razón .
E l c o n tra to socia l, c o m o lo ex p u so R ou sseau , im p li­
ca q u e cada in d iv id u a lid a d en la socieda d d e c lin a su
in depen den cia al b ien co m ú n , su p on ien d o que só lo de
esta m a n era pu ed e e sta r g a ra n tiza d a la lib e rta d del
in d iv id u o. La lib e rta d está g a r a n tiz a d a p o r la le y , y
la ley, p a ra em p lea r la fr a s e de R ou sseau , es la e x ­
p r e sió n d el deseo g e n e r a l.
H asta aquí esta m os en el te rre n o com ú n , n o so la ­
m ente c o n R ou sseau , sin o c o n tod a la tra d ición d e m o ­
c r á tic a q u e ha sid o c o n s tru id a so b re el fu n d a m en to
teórico tra za d o p o r R ou sseau . En lo que el a n arqu ista
d iv e r g e de R ou sseau y d e este asp ecto d e la trad ición
d e m o cr á tica que h a e n co n tra d o e x p re s ió n en el s o c ia ­
lis m o p a rla m en ta rio, es en su in te rp re ta ció n d e la
m a n era en que el deseo g e n o r a l d e b e ría ser fo r m u la d o
y cum plido.
El p r o p io R ou sseau n o fu é con secu en te e n esta cu e s­
tión. E staba com p le ta m e n te co n v e n c id o d e q u e alguna
fo r m a d e Estado d eb ía e x is tir c o m o ex presión del
deseo g en era l, y q u e el p o d e r in vestid o en el Estado
p o r el co n sen tim ien to g e n e r a l d eb ería s e r absoluto.
E staba ig u a lm en te c o n v e n c id o de q u e el in dividu o
debe c o n s e r v a r su lib erta d , y. q u e del g o c e in dividu al
depen de tod o p r o g r e s o y civ iliz a ció n . Se da ba cuenta
qu e c o m o un h ech o h istó ric o el E stado y el in d iv id u o
estarían sie m p re en c o n flicto , y p a ra h a lla r u n a s o lu ­
ció n a este d ile m a re tr o ce d ió sob re su te o ría d e la
ed u ca ción . Si ca d a ciu d a d a n o pu diese s e r edu ca do en
fo r m a q u e a p re c ia s e la b e lle za y la a rm o n ía d e las
le y e s in h eren tes a la n a tu ra leza , se ría ta n in ca paz de
e sta b lecer la tira n ía c o m o de so p o rta rla . La sociedad
en q u e v iv ie s e se ría a u tom á tica m en te una sociedad
n a tu ra l, u n a socied a d de lib re co n sen tim ien to en la
q u e la le y y la lib erta d sería n d o s asp ectos de una
m ism a re a lid a d . P e ro tal sistem a de ed u ca ció n im plica
u n a au torida d p r e-ex isten te q u e lo esta b lezca y esta
a u torid a d debe s e r absolu ta.
El sistem a d e g o b ie r n o recom en d a d o p o r R ousseau
en E l c o n tra to S o cia l es u n a a r is to c ra cia electiv a m á s
qu e u n a verda dera d e m o cr a c ia , y p a ra c o n t r o la r a
esa a r is to c ra cia im a g in a u n E sta do tan p eq u eñ o que
ca d a m d iv id ü o d e n tr o d e él p o d ría v ig ila r y c ritic a r
al g o b ie r n o . P ro b a b le m e n te p en sa b a en a lg o 'a s í com o
la C iudad-E stado g r ie g a c o m o ba se ideal. C iertam en te
n o h izo p r e v is ió n a lg u n a d e lo s v a stos com p lejos de
m illo n e s d o in d iv id u o s q u e con stitu y en la m a y o r ía do
E stados m od ern os, y p od em os esta r com p leta m en te
se g u ro s que él s e n a el p r im e r o en a d m itir que su sis-
em a de co n tro l sob re la a u torid a d no fu n cio n a ría en
tales con d icion es.
P e ro su teoría del Estado, q u e ha ten ido tan p r o ­
Ayuntamiento de Madrid
CENIT
fu n d a in flu e n cia en el d e s a r r o llo del so c ia lis m o m o ­
d ern o, h a sid o in terp reta d a c o m o a p lica b le a esos
v a stos c o n g lo m e r a d o s y con e llo se ha c o n v e rtid o en
ju stifica ció n de la m á s ab solu ta fo r m a de a u to r ita ­
rism o. Este p e lig r o fu é r e co n o cid o h a ce y a m u ch o
tiem p o — 1815 — p o r R en ja m ín C onstant, que d e s cr ib ió
E l C on trato S o cia l c o m o « le p lu s te r r ib le a u x ilia ir e de
tous les g e n r e s d e d espotism e».
Si lo q u e R ou sseau lla m a u n a fo r m a a ris to crá tica
d e g o b ie r n o es m á s o m en os id é n tico a u n a d em o­
c r a c ia m od ern a , a lo q u e d a el n o m b r e d e d e m o cra cia
es m á s o m e n o s id én tico a la teoría m o d e rn a del
a n a rq u ism o, y es in teresa n te v e r p o r q u é d esp recia
la d e m o cra cia . Lo h ace a sí p or dos ra zon es: la p r i­
m e r a p o r q u e c o n s id e r a a la d e m o cr a c ia c o m o u n a
im p osib ilid a d de ejecu ción . El p u e b lo n o pu ed e estar
en u n a c o n tin u a a sa m b lea p a r a g o b e rn a rs e a sí m is ­
m o , debe d e le g a r la a u torid a d c o m o un m e r o asun to
d e c o n v e n ie n cia , y u n a v ez q u e u n o h a deleg ad o su
au torid a d , y a n o h a y d e m ocra cia .
Su seg u n d a ra zó n es u n e je m p lo típ ico de su in con s-
sisten cia . Si ex istiese un p u e b lo de d ioses, d ic e R ou s­
seau, p o d ría n g o b e r n a rs e a si m ism o s d e m o cr á tica ­
m en te, p ero u n g o b ie r n o tan p e rfe cto es in adaptable
p a ra los h om b res.
P e r o si la d e m o c r a c ia es la fo r m a p e r fe cta de g o ­
b iern o, 110 lo es p a ra qu ien ha p ro cla m a d o su fe en
la p e r fe cc ió n del h o m b r e p a ra re s tr in g irla lu e g o a
lo s d ioses. L o q u e es b a stan te b u en o p a r a los dioses
es lo m e jo r p a r a el h om bre... c o m o ideal. Si el ideal
ex iste deb em os r e c o n o c e r lo y e sforza rn os, a u n q u e sea
d e un m o d o a p ro x im a d o , p o r a lca n za rlo.
P e ro R ou sseau ig n o r a la cu estión fu n d a m en ta l en
todo este sofism a. Es lo ir re a l d e la n oción del deseo
g e n e ra l. P ro b a b le m e n te só lo h a y a u n a op ortu n id a d
en la que el p u eb lo se ex p rese siem p re p o r u n a n i­
m id a d o deseo g e n e ra l, y es e n la d efen sa de su lib e r ­
tad física . D e o tr a m a n e r a se d iv id e n d e a c u e rd o a
su s tem pera m en tos, y a u n q u e sean lim ita d os e n nú­
m ero, so n su ficien tem en te v a r ia d o s y tan opu estos
en tre sí q u e en u n a d eterm in a d a área g eog rá fica so
co n s titu irá n en g ru p o s in com p atibles.
A fin de cu en ta , d ic e Ilou sea u y ^ m u ch os o tr o s filó­
sofos, u n a d e m o c r a c ia es im p o sib le r
S e v en fo rza d o s a esta c o n c lu sió n p orq u e se ad h ie­
ren ob stin a d a m en te a los lím ites a r b itr a r io s d el Es­
ta do m od ern o, lím ites estab lecid os p o r ríos, m a res
m on ta ñ a s y tra ta d os m ilita res, y n o p o r la razón .
S u p on g a m os que ig n o rá s e m o s esos lím ites, o los
ab oliésem os. L a s rea lid a d es son , después de todo, se­
r e s h u m a n os c o n c ie rto s deseos: con c ie rta s n ecesi­
da des p rim itiv a s . Estos seres h u m an os, d e a c u e rd o a
su s n ecesid ad es y sim patías, se a s o cia rá n esp on tá­
n e a m e n te y p o r si m ism os e n g ru p o s p a ra ay u d a rse
m u tu a m en te, o r g a n iz a r á n v o lu n ta ria m e n te u n a e c o ­
n om ía q u e a seg u re la sa tis fa c ció n de s y s n ecesidades.
Este es el jn -in cipio de la ayu da m u tu a, y ha sido
e x p lic a d o y ju stifica d o c o n m u c h a ev id e n cia h istórica
y cien tífica p o r K ro p o tk in . Es so b re este p r in cip io
q u e los a n a rq u ista s fu n d a n su o rd e n socia l, y sobre
el cu a l creen p od er ed ifica r esta fo r m a de sociedad
d e m o cr á tica q u o R ou sseau sin tió estaba reserv a d a
p a r a J o s dioses.
N o es n e ce s a rio r e p e tir aquí la ev id en cia em p írica
de esta c r e e n c ia : el g ra n lib ro d e K rop otk in puede
120 FTO TZ B R U P B A C H E R
Estos son los aspectos más interesantes del Congreso
antiautoritario de Ginebra. A la vista de los mismos vere­
m os que Jaeckl n o tuvo razón para afirm ar que en este Con­
greso reinó una tristeza general. En cuanto a lo que repre­
sentó com o esperanza p a ra el Congreso de los m arxlstas lo
veremos seguidamente.
EL CONGRESO M A R X IS T A
El Congreso que el 8-13 de septiembre celebraron en G i­
nebra los m arxistas fué un rotundo fracaso según las pro
pias palabras de Marx. No acudió al m ism o casi nadie. Me­
diante el Congreso de La Haya y las resoluciones que allí
se tom aron, los m arxistas habían conseguido quebrantar ver­
daderamente la Internacional. Renunciam os, sin embargo,
a dar una im presión especial sobre este Congreso. L o hare­
mos a través de una serie de juicios de los propios marxistas.
A este fin copiarem os unos extractos de cartas que corres­
ponden a la correspondencia dirigida por Engels a Sorge,
cuatro meses antes del congreso (4 de mayo):
«En Suiza existe solamente un lugar posible (para cele­
brar el Congreso) y este es Ginebra. Tenem os allí a la masa
de los obreros detrás de nosotros; y adem ás un local, propie­
dad de la Internacional, el T em plo U nico, de donde arroja­
remos a los señores de la Alianza en ca so de que se pre­
senten. Aparte de Ginebra contam os con Zurich, pero allí
disponemos solam ente de obreros alemanes, n o en su tota­
lidad (Vide Feleisen). Vuestra petición podría tener éxito
aun en Olten, sitio muy céntrico, p ero quedaríamos rezaga­
dos. Los aliancistas h an con vocado a todas sus fuerzas para
acudir en m asa al Congreso. Sin em bargo lo® nuestros con ­
tinúan durmiendo. Desde la escisión n o pueden acudir dele­
gados franceses. Los alemanes, aunque; tienen su p rop ia ba­
talla con los lassalleanos, están muy desilusionados y decaí­
dos a consecuencia del Congreso de La Haya, del que espe­
raban fraternidad y arm onía en vez de disputas. De In gla ­
terra pocos delegados pueden venir. Es dudoso« que los espa­
ñoles envíen ni siquiera a uno. Así, pues, es de' esperar que
el Congreso esté p oco concurrido. Y que los bakuninistas
cuenten en el suyo m ayor concurrencia. Los de G inebra no
hacen nada. «Igualdad» parece haber desaparecido. Lo que
quiere decir que tamipoco podamos esiperar de ellos gran
ayuda. Unicamente que estarem os en nuestra propia casa y
que conociendo a Bakunín y a su banda los expulsaremos en
caso necesario. Ginebra es el único lugar que puede asegu­
rarnos la victoria. Pero para ello es absolutam ente indispen­
sable que el C onsejo General declare expulsados, según la
resolución del 26 de enero:
1) A la Federación belga, la cual ha declarado haber
roto sus relaciones con el Consejo General y n o reconocer
las resoluciones de La Haya.
2) A la fra cción de la Federación española represe nta-
Ayuntamiento de Madrid
M A R X Y B A K U N IN 113
Y si llegaron a abstenerse de una actividad política-parla­
m entaria, n o fu é p or m otivos teóricos sino p or sus experien­
cias personales. A l principio habían intervenido en la política
electoral; ahora eran sindicalistas prácticos. Se interesaban
por todos los detalles de la táctica sindical, se asesoraban
sobre las condiciones esenciales de las huelgas triunfantes;
se procuraban fondos de ayuda para huelgas, enfermedades,
p a ro forzoso.i etc. Sus teorías eran el produ cto de su vida de
trabajadores, y si defendieron el principio de la autonom ía
fué porque quisieron ser libres en sus propias acciones. No
eran gente de estrechez de miras. Sufriendo en su propia
carne supieron que el m ovim iento obrero tenía que ser in ter­
nacional si quería alcanzar éxitos parciales. Y eso sin hablar
de revolución social. Eran relojeros y trabajaban para el
m ercado m undial. Sus propias condiciones de trabajo fueron
influenciadas en gran p arte por el cam bio de la producción
relojera en América.
Exactam ente en la época que sigue al Congreso de La Haya
la fabricación am ericana em pezó a repercutir en la industria
relojera del Jura. La crisis, el paro, la reducción impuesta
a los salarios se plantearon. Los del Jura com prendieron
que una resistencia exclusivamente local n o era suficiente
para arreglar las cosas. Pero com prendían también que la
actividad p olítica n o era m enos im potente p a ra m ejorar su
suerte.
En el Jura encontram os un m ovim iento exclusivamente
obrero. En cam bio, com o dem ostrarem os m ás tarde, en otros
países los m ovim ientos antiautoritarios albergaban a otras
corporaciones. P o r otra parte, los del Jura n o eran lo que
podríam os llam ar obreros em pobrecidos o que desesperados
hubieran sido impulsados a la revolución; se trataba de gente
prudente capaz de medir, antes de darlos, cada uno de. sus
pasos. Eran obreros conscientes y tan seguros de sí mismos
que se hubieran reído del que hubiese^abrigado la pretensión
de guiarlos. No estaban en con tacto con los obreros de las
grandes industrias, y si los jurasianos podían parecer menos
revolucionarios que sus afines de los otros países, en el f o n - N
d o lo eran ta n to com o el que más. Críticos severos para con
todo el mundo, lo eran también en cu an to a Bakunín. Y si
éste les era más sim pático que otros, fu é porque asimilaban
sus opiniones.
Pedro K ropotk in , que visitó a los obreros del valle de
Saint-Im ier en abril de 1872 (cin co meses antes del Congreso
de La Haya), traza de*- ellos el siguiente retrato: «El hecho
de que n o existía en la Federación del Jura ninguna ,separa­
ció n entre los dirigentes y las masas con tribu yó en tod o caso
a que cada m iem bro de la Federación se form ara una op i­
nión personal sobre cada cuestión. Allí n o se d ab a el caso
de obreros representando una m asa dirigida p o r un os pocos
y sirviendo los fines p olíticos de la élite. Sus dirigentes n o
eran más que activos com pañeros, m ás bien incitadores que
dirigentes. Visión clara, ju icio sano, capacidad para resolver
cuestiones muy com plicadas; es lo que se encuentra entre
 114 P R IT Z B R U P B A C H E R
esos obreros. Especialm ente los de m ediana edad hicieron
en m i una gran im presión. Estoy convencido del roa,peí im ­
portante jugado por la Federación d el Jura en el desarrollo
del socialismo. Su fuerte n o consiste en sus ideas antiguber­
nam entales y federalistas de las que eran principales repre-
que tambié1n en *íue éstas eran expresadas
en form a clara, consecuencia del ju icio lúcido de los reloje­
ros jurasianos. Sin su ayuda, estos juicios hubieran quedado
P °r largo tiem po en el dom in io de, la abstracción.
C ontaban adem as entre ellos con un hom bre com o James
Guillaum e que reum a una vasta cultura general, un concepto
profundo de la econom ía y un h on d o sentim iento .popular.
. Cap ta l», de Marx, m ejor que m uchos marxis-
tas. E stim aba la obra, ,pero esta estim ación n o le había
enturbiado p a ra impedirle enjuiciar las condiciones especia­
les de la región en que vivía.» 1 diez días de p a ro com pleto es suficiente para subvertir total­
A l term inar sus estudios, Guillaume había sido profesor
de la escuela industrial de Lóele. Com o sus actividades en el
m ovim iento obrero hicieran im posible el e je rcicio de su pro­
fesión de m aestro, se h izo tipógrafo. Desde el a ñ o 1869 vivió
cu atro años com o obrero m anual, iV ivió com o pueblo y entre
el pueblo. Sus con cepciones se desarrollaban entre los del
Jura. Había vivido entre los jurasianos todo el desarrollo
del movimiento: desde el reform ism o apasionado, de a me­
diados del 60, hasta el nítido m ovim iento revolucionario de
los sindicatos, produ cto de las experiencias y de los años.
Vivió también todo el desarrollo de la Internacional- v
cuando con oció a Bakunín tenía ya la m ism a posición que
este en la m ayoría de los problemas. No fué, pues, conver­
tido, toda vez que poseía en sí los elem entos fundam entales
d e lo que pasó a llamarse «bakuninism o». P or el contrarío
lo ruso, lo desmesurado, el deseo de lo absoluto, el a fá n deí
infinito, que eran las características de Bakunín. encontra­
ron un corrector adm irable en el carácter geom étrico y cla ro
i *?ulllaume- El alm a de Bakunín, al pasar p o r el psíquis
de Guillaume, se h ab ía europeizadlo y a l m ism o tiem po tami­
zado p or el in flu jo del pensam iento racionalista y colectivo
de ios relojeros del Jura que encarnaba Guillaume. El árbol
silvestre de las ideas de Bakunín fué podado por el espíritu
de orden y el potente sentim iento de justicia de Guillaume
IX) que representa Bakunín com o superabundancia lo era
Guillaume com o sim etría y en orden interior. Su táctica
en la lucha n o es la dem agogia sin o la verdad y la lógica
Sus polém icas son .tratados de lógica, y si llega a veces a
ser im petuoso en la controversia, lo es solamente ante la
calum nia, la mentira, la p olítica de «potins de concierne»
ambiciones, injusticias. Pero renuncia a. los cam inos tortuo­
sos que n o caben en su mente. Intim am ente es una natura­
leza científica que n o se niega en .política. T oleran te con el
pensar ajeno, es d uro e im petuoso contra los que ponen en
peligro la libertad.
C on un tal carácter se com prende que la m inoría de La
Haya, de com posición diversa, llegase a form ar un bloque
Ayuntamiento de Madrid
M A R X Y B A K U N IN i 19
ciones Regionales, las cuales decidirán la aceptación o no
de la nueva Federación y en cualquiera de estos dos sentidos
se darán instrucciones a su delegado co n vistas al Congreso
General, el cual decidirá en últim a instancia.»
La segunda cuestión im portante fué la de la huelga g e ­
neral La prim era vez que se h abló sobre ella fué en el Con
greso de Bruselas de 1868, pero en tanto solam ente que m edio
con tra la guerra En el Congreso de Ginebra se emitieron
sobre la huelga ideas muy diferentes. Las opiniones de los
delegados fueron las siguientes:
«1) En el supuesto de que la huelga general sea un arma
eficiente para las Regionales profesionales, en previsión de
una huelga general se im pone el trabajo de estadística.
«huelga general equivale a la revolución social-
m ente el orden social actual.
3) La huelga general es un m edio p ara provocar un
m ovim iento revolucionario. Siendo este el fin, la huelga ge­
neral debe ser internacional.
4) En caso de fracaso de una huelga p arcial se puede
recurrir a la huelga general, com o en Alcoy. Este apoyo pue­
de tener grandes consecuencias sociales y favorecer el éxito
de la huelga.
5) Com o los resultados de las huelgas parciales son in-
genei^íizada11 SU m ayor parte debiera recurrirse a la huelga
6) Una ¡huelga general profesional en una ciudad cual­
quiera debe ir seguida de la huelga general profesional en
otro lugar. Los que n o paren deben ayudar a los que lo ha­
gan m ediante el arm a superior que les .presta la huelga
general profesional.
7) Las huelgas parciales son insuficientes. Debe, pues,
perfeccionarse la organización internacional de los Sindica­
tos. M ediante esto podrá llevarse a ca b o la huelga interna­
cional que es la única que puede realizar la em ancipación
com pleta de los trabajadores.
8) La huelga general debe i r preoedida de una intensa
propaganda.
9) La huelga general es un error. Se funda en que exista
organización en todas partes. Pero con esto sólo está reali­
zada la revolución social («Hales»),
El C ongreso adoptó la m oción siguiente:
«D ado el estado actual de la organización Internacional,
n o puede tomarse ninguna resolución concreta sobre la cues­
tión de la huelga general. En virtud de ello, el Congreso
recom ienda acelerar la organización internacional de los sin­
dicatos internacionalm ente.»
Sobre la organización sindical los españoles presentaron
una proposición que recom endaba la organización de sindi­
catos profesionales, la cual fué aceptadla.
Com o lugar para la celebración del próxim o Congreso
fue escogida Bruselas. En consecuencia, se eligió a la Federa­
ción belga, com o Oficina Federal de la Internacional.
118 F R IT Z B R U P B A C H E R
res tiene com o fin realizar lá unión de los obreros de todos
los países, solidarizándolos en la lucha contra el capital en
un com bate que tenga p o r finalidad la em ancipación inte­
gral del trabajo.
Art. 2. Todo aquel que acepte y defienda los principios
de la Asociación puede ser aceptado com o miemibro b a jo la
responsabilidad de la Sección a la cual se adhiera.
Art. 3. Las Federaciones y Secciones que com ponen la
A sociación conservan su tota l autonom ía. E sto es: el derecho
a organizarse según su voluntad y el de velar por sus propios
intereses sin influencia exterior. Ellas mismas determinarán
el cam ino a seguir p ara alcanzar la em ancipación de los
trabajadores.
Art. 4. Cada año, en el primer lunes de septiembre,
tendrá lugar un Congreso G eneral de la Asociación.
Art. 5. Sea cual sea el núm ero de sus afiliados, cada
Sección tiene derecho a enviar un delegado al Congreso
General.
Art. 6. La m isión del Congreso es representar las aspi­
raciones d e 'lo s obreros de los diferentes países y arm onizar­
las por medio de la discusión. Abierto el Congreso, cada una
de las Federaciones Regionales leerá su inform e anua’, sobre
el desarrollo de la Sección. Las cuestiones de principios no
pueden ser ob jeto de votación. La votación se empleará sola­
m ente para asuntos administrativos. Las decisiones del C on­
greso están obligadas a ejecutarlas sólo aquellas Federacio­
nes que las hayan aceptado.
Art. 7. En el Congreso se votará de tal manera que cada
Federación Regional tenga un voto.
Art. 8. E l Congreso encargará cada año a una Federa­
ció n Regional la organización del próxim o Congreso. La
Federación que reciba el encargo hará las veces de Oficina
Federal de la Asociación. A esta Oficina deben ser rem itidos
tres meses antes, por lo menos, a la celebración del C on­
greso, las proposiciones que las diferentes Federaciones o
Secciones quieran aportar al ord en del día del futuro C on­
greso afln de que todas las Federaciones Regionales puedan
tener conocim iento de estas proposiciones. E l Com ité Fede­
ral puede servir también de m ediador .en cuestiones de huel­
gas, estadísticas, correspondencia general entre las Federa­
ciones que para- tales fines se dirijan al mismo.
Art. 8. Asimismo, el Congreso fijará el lugar o ciudad
de celebración del próxim o Congreso.
Art. 10. Según las conveniencias durante el curso del
año la fecha y lugar de celebración del Congreso podrán ser
alteradas. Ello será a iniciativa de una Sección o Federa­
ción. De la misma circunstancia dependerá la facultad de
convocar un Congreso extraordinario.
Art. 11. Si una nueva Federación Regional desea ingre­
sar en la Internacional debe com unicar su intención por lo
menos 3 meses antes de la celebración del Congreso General
a la Federación que haga las veces de Oficina Federativa.
Esta dará conocim iento de este deseo a todas las Federa-
Ayuntamiento de Madrid
M A R X Y B A K U N IN 115
com pacto. Ademiás, los del Jura tenían la ventaja de n o estar
expuestos a fuertes persecuciones gubernamentales, co m o era
el ca so de los italianos, españoles y franceses. E sto convertía
en más tranquilo su m ovim iento, el cual representaba un
pu n to de apoyo propagandístico del ¡pensamiento general de
la Internacional.
Los d eí Jura habían recibido el en cargo de preparar el
p róxim o C ongreso antiautoritário el año 1873. Este debía te­
ner lugar en Ginebra, y el periódico jurasiano, el «B oletín»,
que se publicó quincenalm ente desde ju lio de 1873, fué de
h ech o el órgan o de relación de los antiautoritarios. Gui-
llaume fué su redactor infatigable.
E l. C O N G R E S O A N T I A U T O R I T A R I O D E G IN E B R A
C ontinuarem os ahora, a través del libro de Guillaume,
el progresivo desarrollo de la Internacional antiautoritaria.
Su primera m anifestación después del Congreso de Saint-
Im m ier fué el Congreso de G inebra. Para tener una im pre­
sión clara de la oposición dirigida con tra Marx, sobre el co n ­
tenido ideológico de esta oposición, es necesario repasar el
con ten ido de los debates del Congreso. D igam os de paso que
los partidarios de Lasalle enviaron al Congreso un saludo
fraternal. El orden del día era el siguiente:
1) Conclusión definitiva del p acto de defensa mutua en ­
tre las federaciones libres de la Internacional1 y revisión de
los estatutos generales. i
2) De la huelga general.
3) Organización general de los Sindicatos.
En el Congreso estaban presentes: 2 delegados del Con­
sejo G eneral inglés, varios delegados de la Federación Na­
cional belga, 5 delegados de la Federación española,
5 delegados de diferentes secciones francesas, el delegado de
la Federación holandesa, 4 delegados de la Federación ita­
liana, 6 delegados de la Federación del Jura.
P or el inform e de las delegaciones se desprendía que el
m ovim iento ganaba extensión en los diferentes países.
En el verano de 1873 estalló en España una guerra civil
entre republicanos federales y centralistas. En algunas p ro­
vincias La Internacional participó en la lucha. El delegado
de la Federación holandesa declaró en 'el Congreso que tenía
por m andato participar tam bién en el Congreso convocado
p or el Consejo General de Nueva Y ork, también en Ginebra,
y que iba a asistir para defender allí los principios auto­
nómicos. Cosita; más tarde vicepresidente socialdem ócrata
de la Cámara italiana, declaró que en Ita lia n o había
marxistas.
Uno de los prim eros acuerdos fué que cada una de las
siete Federaciones representadas en el Congreso tuviera un
voto. Sobre la cuestión de si el Consejo General debía ser
anulado se entabló una larga discusión. L a Comisión p ro­
puso anularlo, siendo aceptado sin protesta. Quería decir que
el Consejo General quedaba anulado en su form a actual.
 116 F R IT Z BRU PBACH ER
Naturalmente, la supresión com portaba la .pregunta de si
h ab ía de ser sustituido o n o p or algún aparato administra­
tivo. En el debata se enfrentaron diversas concepciones anar­
quistas. Brousse, m ás tarde alcalde socialdem ócrata de París,
habló en el sentido d e anular sim plem ente el C onsejo Gene­
ral. Según él, n o era necesario ningún órgan o central. Con
él coincidían los representantes holandés e italiano. Pero
Hales, de Inglaterra, se opuso a esta concepción caótica.
«A narquía — d ijo — significa desconexión, individualismo,
que es justam ente lo que com bate la Internacional. No debe
confundirse la necesidad de anular la autoridad co n la anu­
lación de una organización». El representante inglés era
partidario de un núcleo cen tral de organización pero sin
atribuciones autoritarias. A esto renlicó o tro delegado (Ostyn,
exm iem bro de la Com una d e París): «L a creación de un tai
com ité central llevaría en sí el germ en de una institución
autoritaria. Si se con fía a una persona el poder de repre­
sentación se traicionan la libertad y la iniciativa. Cada Fe­
deración debe encargarse de todos sus asuntos. Los congresos
son suficientes p ara la relación natural entre las Federacio­
nes».
P ero G uillarm e in tervin o pidiendo que se especulara
m enos y que se adoptara inm ediatam ente u n a posición p rá c­
tica. «El próxim o a ñ o — d ijo — -hay que celebrar un nuevo
Congreso. Para prepararlo, esto es, p a ra un cierto tiempo
hay que otorgar ciertas funciones a una Comisión. Pues bien
de la m ism a m anera que se encarga la organización de un
Congreso a u n a Com isión se puede hacer lo mismo en cuanto
a los trabajos de estadística y de huelgas. Para evitar la
cen tralización autoritaria se pueden otorgar cada una de
esas com isiones a una Federación distinta».
En el cu rso de la discusión volvióse al tem a de la defi­
nición de la anarquía. Hales había calificado la anarquía
de desconexión e individualism o en las relaciones entre los
organism os. Contra esto se levantó el español G arcía Viñas.
. « A n a r q u í a - d ijo — significa negación de la autoridad polí-
tica y también organización del orden econ óm ico d e las c o ­
sas». Brousse replicó también a la definición de Hales. «A nar­
quía —i d ijo — n o significa desorden sino supresión de todo
gobierno y su sustitución p o r contratos mutuos entre los
nombres».
Para resolver el problem a de la Comisión Central se votó
el siguiente dictamen:
-«El Congreso encargará cada año a una Federación Na­
cional para organizar el p róxim o Congreso. La Federación
correspondiente seryirá al m ism o tiem po de oficina federa­
tiva de lia Internacional. Esta oficina puede servir también
de elem ento m ediador para cuestiones de huelgas, estadísticas
y correspondencia general.»
Term inado este punto pasóse a discutir la cuestión de
io s estatutos. E ntrados en el problem a se expresó el criterio
de que los obreros intelectuales n o podían pertenecer a la
internacional. A bogaron por esta posición Dum artheray y
Ayuntamiento de Madrid
M A R X Y B A K U N IN 117
P erret (franceses) y Cornet y M anguette (belgas). He aquí
sus argumentos:
«1) Los obreros intelectuales h an sido los elementos de
discordia en el seno d e la Internacional. 2) Los obreros inte­
lectuales ejercen una nefasta influencia entre los obreros
manuales. Su m ayor instrucción les sitúa en un p lan o de
superioridad. Por otra .parte, en virtud de sus condiciones
de vida totalm ente diferentes desconocen totalm ente la psi­
cología y los problem as propios de los obreros manuales.»
En con tra de este criterio se presentó la m o c ió n . siguiente:
«1) La Internacional debe incluir a todos los elementos
revolucionarios.
2) Los obreros) intelectuales se han m ostrado tan revo­
lucionarios co m o los obreros m anuales y h an rendido a la
Internacional grandes servicios.
3) La colaboración de obreros intelectuales ejerce una
influencia bienhechora en el sentido m oral en los medios
intelectuales. Ella puede liberarles de los prejuicios de su
clase.
4) La exclusión de los obreros intelectuales, so pretexto
de que son dem asiado cultos y gozan p or eso de exagerada
influencia m oral, afecta tam bién a los obreros manuales ins­
truidos. ESte criterio representa un estigma para la inteli­
gencia en general. De aceptarse, habría que sacrificar tam­
bién a todos los obreros que h ay an alcanzado un cierto gra­
do de cultura.
5) P o r la cuantía de sus ingresos, muchos obreros son
mas burgueses que ciertos empleados o maestros que sufren
tanta m iseria com o pueda sufrir el proletariado.
e¡) No h ay que aceptar a la burguesía com o clase; pero
si a m iem bros particulares de ella que, convencidos de la
justicia del socialism o, quieren cooperar a sus fines. A estos
n o se les debe rechazar.»
En la votación se aprobó n o excluir a los obreros inte­
lectuales, p ero co n la única salvedad de que n o deberían
form a r parte de los Sindicatos.
En la votación sobre cuestiones de principios se entabló
nuevamente una viva controversia. Los partidarios de la
votación m anifestaron que el voto procura un género de
estadística en cu an to a las opiniones sin que signifique nada
mas. Los adversarios, p or su parte, m antenían que la in-
fluencia m oral de tal estadística im plicaba ¡para las gentes
de fuera la existencia de una opinión oficial del Congreso.
Y era lo que se debía evitar. Después de muchas discusiones
se acordó renunciar al voto en cuestiones de principios. Ade­
mas se dispuso que las resoluciones del Congreso fuesen sola­
m ente obligatorias p ara los que las hubieren aceptado.
En cu an to a los nuevos estatutos, su preámbulo indica
que la declaración de principios era sim ilar a la acordada
en el Congreso de G inebra de 1866 y que tenía por base el
texto francés de 1864-66, p or lo cual n o necesitamos repetir
aquella declaración. Los once artículos de los estatutos dicen:
«A rticulo 1. La Asociación Internacional de Trabajado-
 CENIT
s e r ob ten id o a h ora p o r p oco d in e ro en e d icio n e s p o p u ­
la res, y es un tra b a jo c u y o c o n te n id o es c o n o c id o por
s o c ió lo g o s de todas la s escu elas. La d ificu lta d n o es­
trib a en ju stifica r u n p r in c ip io q u e tien e form u la d a
una ev id e n cia p s ic o ló g ic a y e m p írica e n q u e ap o­
y a rse, sin o en a p lica r este p r in cip io al actu al estado
d e la sociedad.
L o in ten ta m os tom a n d o la s o r g a n iz a c io n e s v o lu n ­
ta rias que y a ex isten y v ie n d o h asta q u é p u n to son
c a p a ce s de c o n v e rtir s e en u n id a d es d e u n a sociedad
d em ocrá tica . T a les o r g a n iz a c io n e s son la s a g ru p a ­
c io n e s de tra b a ja d ores, sin d ica tos, a g r u p a cio n e s p r o ­
fesion a les y a socia cion es, todos a q u e llo s g ru p o s que
c ris ta liz a n en torn o a u n a fu n c ió n h u m an a. C on sid e­
ra m o s lu ego la s fu n c io n e s q u e son a h ora cu m p lid a s
p o r el E stado y q u e so n n e ce s a ria s p a ra n u estro
bien esta r, y n os p re g u n ta m o s h asta q u é pu nto estas
fu n cio n e s pueden s e r con fia d a s a la s re fe rid a s o r g a ­
n iza cion es v o lu n ta ria s . L leg a m os a la c o n c lu s ió n de
q u e n o existe n in g u n a fu n c ió n esen cial que n o pueda
ser tran sferid a . Es v erd a d q u e ex isten fu n cio n e s c o ­
m o la de h a cer la g u e r r a y c o b r a r lo s im p u estos que
110 son ex p resion es d e un im p u lso h a c ia la ayuda
m u tu a , p ero no se p r e cis a ex cesiv a m en te tales fu n ­
c io n e s p a r a v er que si la a u torid a d cen tra liza d a del
Estado fu ese a b olid a ésta s d esa p a recería n n a tu ra l­
m en te.
El e r r o r de todo p en sa m ien to p o lític o desde A r is tó ­
teles h asta R ou sseau h a sido d e b id o al u so d el c o n ­
cep to a b stra cto hombre. Su s sistem a s d a n p o r sen ta­
da la su b sta n cia l u n ifo r m id a d de esta c r ia tu r a de su
im a g in a ción , y lo q u e a ctu a lm en te p r o p o n e n son
v a ria s fo rm a s d e a u torid a d p a r a fo r z a r al h om b re
a u n a u n iform id ad .
P e ro el a n a rq u ista r e c o n o c e la in d iv id u a lid a d de
la p e rso n a y só lo ced e a la o r g a n iz a c ió n en el gra do
en que la p erson a p r e c is a de sim p a tía y a y u d a m u tu a
en tre su s sem eja n tes. E n realid ad el a n a rq u ista , p or
lo tanto, reem p la za el c o n tr a to social p o r el con tra to
funcional, y la a u torid a d del con tra to só lo se e x tie n ­
de h asta el c u m p lim ie n to d e u n a fu n c ió n específica.
L os p olíticos u n ita r io s o a u to r ita r io s c o n c ib e n la
socied a d c o m o u n cu e rp o som etid o a la u n ifo rm id a d
El a n a rq u ista c o n c ib e la socied a d c om o u n e q u ilib rio
o a rm o n ía en tre g ru p o s, y la m a y o r ía de n osotros
p erte n e ce m o s a u n o o m á s d e tales g ru p os. L a sola
d ificu lta d estrib a en su in te r re la c ió n a rm ón ica .
P e r o ¿es esto tan d ifíc il? C ierto es q u e la s o r g a n i­
za cio n e s d e tra b a ja d o re s se en em ista n a lg u n a s veces
en tre ella s, p e r o a n a liza d esa s en em ista d es y e n con ­
tra re is q u e en u n o y o tr o ca so p roced en de cau sas
ajen a s a la fu n c ió n d e la s o r g a n iz a c io n e s (tales c om o
su s d istin ta s co n c e p cio n e s del lu g a r q u e d eb en o c u ­
p a r en u n a socieda d n o -fu n cio n a l, ca p ita lista ), o a
riv a lid a d es p erson a les, q u e son r e fle jo de la lu ch a
p o r so b re v iv ir en u n m u n d o capitalista . T a les d ife ­
r e n c ia s de p rop ósitos n ada tienen q u e v e r c o n el p r in ­
cip io de o r g a n iz a c ió n v o lu n ta ria y so n en v erd a d
elim in a d a s p o r este con ce p to . E n g e n e ra l, las o r g a ­
n iz a cio n e s d e tr a b a ja d o r e s p u eden p o n e rs e bastan te
b ien d e a c u e rd o u n a s c o n otra s in clu so en u n a s o c ie ­
dad capitalista , a p e s a r de todas su s in stiga cion es
a la riv a lid a d y a la a g resiv id a d .
S i sa lién d on os de n u e s tr o tiem po tom a m os la Edad
M edia, p o r ejem plo, e n co n tr a m o s q u e la o r g a n iz a c ió n
fu n cio n a l d e la socied a d , au n qu e im p erfecta m en te
Ayuntamiento de Madrid
1239
realizada , se p ro b a b a c o m o en teram en te p osib le, y su
g ra d u a l p e r fe cc io n a m ie n to fu é sola m en te ob sta cu li­
za d o p o r el s u r g im ie n to d el ca p ita lism o. O tros p e r ío ­
dos y o tr a s fo r m a s de sociedad, c o m o K r o p o tk in ha
m ostra d o, co n firm a n de llen o la p o sib ilid a d d e una
a r m ó n ic a in te r r e la c ió n de lo s g ru p o s fu n cion a les.
A d m itien d o, pu ed e d ecírsen os, que pod a m os tran s-
p la n ta r todas la s fu n cio n e s e co n ó m ica s d el E sta do en
ese sen tido, ¿q u é o c u r r ir ía c o n o tr a s fu n c io n e s: la
a d m in istra ció n d e la s ley es c o n tr a el c rim e n , la s re ­
la cio n e s c o n países e x tr a n je r o s n o e v olu cion a d os a
ese m is m o n iv e l socia l, la ed u ca ción , etc.?
P a ra - e sta p re g u n ta el a n a rq u ista tiene d o s r e s ­
puestas. En p r im e r lu g a r r e p lic a q u e la m a y o r p a rte
d e esas a ctiv id a d es n o fu n c io n a le s son efe cto s in ci­
d en ta les d e u n estado n o fu n c io n a l — el crim e n , p o r
eje m p lo , es en su m á s g ra n d e a sp ecto u n a re a c ció n
c o n tr a la in stitu ción d e la p ropieda d p riv a d a , y las
re la c io n e s, e x te r io re s tienen o r ig e n y m o tiv a c ió n en
su m a y o r p a i te en cau sas econ óm ica s. P e ro está do
a c u e rd o en q u e existen p rob lem a s, tales c o m o c ie r to s
asp ectos de ley es com u n es, la ed u ca ción d e los niños,
la m o ra lid a d p ú b lica , que p u eden estar al m a rg e n de
la s o r g a n iz a c io n e s fu n cion a les. Y r e p lic a q u e h a y
asp ectos de sen tid o com ú n, s o lu c io n a b le s si se tom a
p o r re fe re n cia el in n a to buen deseo de la com u n id a d .
P e r o la co m u n id a d p a r a este p rop ósito, n o tie n e que
ser n e ce s a ria m e n te a lg o tan im p erson a l y g ra n d io so
c o m o u n E stado. D e h ech o la co m u n id a d se rá efec­
tiva en r e la c ió n in v e r s a a su tam año. La co m u n id a d
m á s a fe c tiv a es la m á s p eq u eñ a : la fa m ilia . M ás
a llá de la fa m ilia está el b a rr io , la lo c a l a socia ción
de los h o m b re s e n m o r a d a s con tig u a s. T a les a s o cia ­
cio n e s lo c a le s p u eden fo r m a r su m u n icip io y estos
m u n icip io s son su ficien tes p a ra a d m in istra r u n a le y
com ú n ba sa da en el sen tid o com ú n . L as pequeñias
co rte s de ju s t ic ia en la Edad M edia, p o r ejem p lo, in ­
terv en ía n e x clu siv a m e n te en todos los crím e n e s y
fech oría s, s a lv o en a q u ellos com etid os c o n tr a las en­
tid a d es a r tificia le s d el E sta do y la Iglesia.
E n este sen tid o el a n a rq u is m o im p lic a u n a d escen ­
tr a liz a c ió n u n iv e r sa l de la au torid a d , y u n a sim p li­
fic a c ió n u n iv e r sa l d e l a v id a . E n tidades in h u m a n a s
c o m o la s ciu d a d es m o d e rn a s d esa p a recerá n . P e r o el
a n a r q u is m o n o im p lic a n ecesa ria m en te u n a r e v e r ­
sió n de lo s oficios y del sa n ea m ien to p ú b lico . N o
existe n in g u n a c o n tr a d ic c ió n en tre a n a r q u is m o y
e n e rg ía elé ctrica , a n a rq u is m o y tra n sp orte aéreo,
a n a r q u is m o y la d iv is ió n d el trab ajo, a n a r q u is m o y
e fic ie n cia in d u stria l. P u e sto q u e los g ru p o s fu n c io ­
n a le s tr a b a ja rá n e n p r o v e c h o m u tu o, y n o en p r o v e ­
c h o d e otra s g en tes n i p a ra la d es tru cció n m u tu a, la
m ed id a de la e ficien cia se rá el ap etito de u n a vida
com p leta .
E xiste u n a co n s id e ra ció n m ás, de u n a m á s tóp ica
y a p re m ia n te n a tu ra leza . En un señ a la d o lib ro
p u b lica d o recien tem en te, L a crisis de la Civilización,
A lfre d C ob ba n ha d em ostra d o q u e l o s d esastres a cae­
cid o s a l m u n d o o ccid e n ta l son u n a c o n s e cu e n c ia di­
r e c t a d e la a d o p ció n p o r los a lem a n es de la teoría
de la so b e ra n ía p o p u la r o n a cio n a l, e n lu g a r de la
te o ría de la le y n a tu ra l que fu é d e s a r ro lla d a p o r la
c o r r ie n te de p en sa m ien to r a c io n a l en el sig lo X V III,
c o n o c id o c o m o el E scla reced or. El p en sa m ien to g e r ­
m a n o, e scrib e M r. C oban :
 1240 C E N I T
( i ... su b stitu yó c o n d erech os h istó rico s los d erech os
n atu rales, y c o n el deseo d e n a ción , o V olk , la razón ,
c o m o bases d e le y de gob iern o... El resu lta d o final
de esta te o ría d e la so b e ra n ía p op u la r fué así la su s­
titu ción de la é tica p o r la h istoria , lista ten den cia
e stu v o p resen te en el p en sa m ien to con tem p orá n eo de
todos los países. S ó lo lo g ró un tr iu n fo c o m p le to en
A lem a n ia . El n o ta b le en cu a d re del p en sa m ien to m o ­
d ern o a lem á n es la d is o lu ció n de la é tica en la V o lk -
g e ist; su c o n c lu sió n p r á c tic a es q u el E stado es fuente
de tod a m ora lid a d , y que el in d iv id u o debe acep tar
las le y e s y a c c io n e s de su p ro p io estado c o m o siendo
de la m á x im a v a lid e z ética .»
N o rep etiré la detalla d a p ru eb a q u e M r. C obban,
q u e es u n h isto ria d o r p ro fe sio n a l, o fr e c e en a p o y o de
su afirm ación , su v erd a d es su ficien tem en te evidente.
«L a sob era n ía , a u n q u e a d op te el d isfra z d em o crá tico ,
n a cion a lista o socia lista , o c u a lq u ie r a m a lg a m a de
los tres, es la r e lig ió n p o lític a de h o y .» Se sig u e que
si estam os d efen d ien d o p erm a n en tem en te a E u ropa
d e la am en a za que c o n tra la p a z rep resen ta A lem a n ia
d eb em os ante Jodo r e fu la r el c o n ce p to alem án d e sob e­
ran ía. T a n to tiem po co m o este c o n ce p to p erm a n ezca,
c om o u n a re lig ió n n a cio n a l, h a b rá u n con tin u o r e s u r ­
g im ie n to d e estos in stru m en tos p olicía cos, p od er a r ­
m a d o y a g r e sió n a rb itra ria .
H u bo u n g ra n a lem á n , a la r m a d o y a p o r la s ten­
d en cia s q u e en ton ces se p e rfila b a n c om o re a c ció n
in m ed iata de la R e v o lu ció n F ra n cesa , que p re v in o
a su s co m p a trio ta s c o n tra el m on stru o que estaban
c re a n d o :
«E s así— e scrib ió S c h ille r — q u e la v id a in div idu al
c o n c r e ta está ex tin gu id a , c o n el o b je to de que el todo
a b stra cto pueda c o n tin u a r su m is e r a b le v id a , y el
E L G H E T T O
j A S p rin c ip a le s c a lle s d e la ju d e ría son
la d e la R e v o lu c ió n y la d e A u ste r-
litz. A rra n c a n com o q u ie n d ic e d e la
P la z a d e A rm a s, con el P a la c io M u ­
n ic ip a l — e sc a le ra s y le o n e s a los
b o rd e s — y e l T e a tro . D e este p u n to
p a rte tam b ié n el B o u le v a rd Jo ffre ,
d o n d e está la S in a n o g a . P o c o o n a d a
d ig n o d e m en ció n : lo n u evo a p e n a s d e sta ca y lo
v ie jo d a la im p re sió n d e d e rru m b a rse . T o d o tie n e
una p á tin a o scu ra, h ú m e d a , se m e ja n te a la p in ­
Ayuntamiento de Madrid
Estado p e rm a n e ce sie m p re c o m o u n e x tra ñ o an te sus
ciu d a d a n os p orq u e n o toca e n p a rte a lg u n a su s sen ­
tim ien tos. L as p ro p ia s a u torid a d es g u b ern a m en ta les
se sien ten im p elid a s a cla sifica r, y p o r lo ta n to s im ­
p lifica r, la m u ltip licid a d d e lo s ciudadanos, y sólo
p a ra c o n o c e r a la h u m an id ad d e u n a fo r m a r e p r e ­
sen ta tiv a y de seg u n d a m a n o. C on secu en tem en te ter­
m in a n p o r p erd er del todo a la h u m an idad d e vista,
y p o r c o n fu n d irla con u n a sim p le c r e a c ió n artificia l
d el en ten d im ien to, m ie n tra s p o r su p a rte las cla ses
som etid as n o pueden d efen derse re cib ie n d o fría m en te
u n a s le y e s q u e se a p lica n tan p o c o a su p erson a lid a d .
L a sociedad, fa tig a d a de sosten er un p eso que el E s­
tado se p r e o cu p a p o c o d e a liv ia r , ca e en fra g m e n to s
y se d estru ye. Este es el d estin o q u e desde h ace tiem ­
p o a g u a rd a a la m a y o ría de E stados eu rop eos. E stán
d isu eltos en lo q u e p od ría m os lla m a r u n estad o do
n a tu ra leza m ora l, en e l que la a u torid a d p ú b lica es
só lo u n a fu n ció n m ás, od ia d a y tra icion a d a p o r lo s
q u e la co n s id e ra n n ecesa ria , sola m en te resp etad a p or
lo s q u e p u ed en p re scin d ir d e ella .»
C on esta s p rofética s p a la b ra s S ch iller con sta ta el
a n ta g o n is m o en tre la lib erta d o r g á n ic a y la s o r g a n i­
za cio n e s m ecá n ica s, q u e ha sid o ig n ora d o en el des­
a r r o llo p o lític o de la E u rop a m od ern a , c o n los r e s u l­
tados q u e todos v e m o s a h ora en torn o n u estro.
E l a n a rq u is m o es la ú ltim a y m á s u rg e n te p rotesta
c o n tr a ese h ech o: u n a lla m a d a a esos p r in cip io s que,
s ó lo ellos, p u eden g a r a n tiz a r la a rm o n ía del s e r h u ­
m a n o y la e v o lu c ió n cre a d o ra de su g en io.
H E R B E R T READ
(Tradujo del inglés para «CENIT», J. Carmona
Blanco.)
tura d e N o n e ll. T e n d r ía q u e fu n c io n a r la p iq u e ta
sin ta rd a n za : m uchos e d ific io s no p u e d e n y a con
e l m a d e ra m e n . L a a b ig a rr a d a c a lle d e A u ste rlitz ,
p a ra le la a la d e la R e v o lu c ió n , con sus aflu e n te s
e « im p a ss e s » , a n g u stia . F a lta e sp a c io , a ire fa lta .
L a c o m o d id a d es a q u í lu jo y la h ig ie n e g o lle r ía .
M e rc a d o m ixto , en c o n d ic io n e s in san as, in g ra to a
los o jo s y d e s a g ra d a b le a las narices. H a y com o
un v a h o d e h u m a n id a d q u e e n su cia la lu z . H a y
m uchas m oscas. A d e re c h a e iz q u ie r d a , c u b ícu lo s:
sus h a b ita n te s re n u n cia n al d e sa h o g o p a ra q u e las
m e rca n cía s lo te n g a n . El « g h e tto » d e lo s c a c h iv a ­
ches (un b a rrio d e n o v e la d e Z o la ), co m e jo n e ra
 C E N I T
d e a rtíc u lo s q u e p a re c e n no h a b e r sid o nunca n u e ­
vos y d e a rtíc u lo s v ie jo s . D e se g u n d a m ano a p a ­
renta lo d e co m e r, y así la c a r n e , la fru ta , la v e r ­
d u ra no entran p o r los o jo s, no a p e te c e n .
D EVAN EAN DO
En la E d a d M e d ia las c a lle s to m a b a n e l n o m bre
d e los g re m io s, y las tie n d a s e stab an in sta la d a s
en los sótanos d e las casas. A u n ha y en m uchas
p a rte s c a lle d e Esp arte ro s, d e B o te ro s, d e T in to ­
reras: en Z a r a g o z a e xiste e l b a rrio d e las T e n e ría s;
las dos p r in c ip a le s c a lle s d e M u rc ia se llam a n T r a ­
p e ría y P la te ría ; A lc a ic e r ia , en S e v illa , la típ ic a
q u e d e la P la z a d e l P a n a r ra n c a ... E l a g u d o S a m -
b la n c a t e sc rib ió co n e l a c ie rto q u e su e le : « L a
c o n trib u c ió n más fra p a n te a nuestro ace rv o lo c u -
c io n a l, la a p o rta n , co m o a to d o y co m o sie m p re ,
las m a n i-fice n c ia s y la s fa b ri-fa c tu r a s . Y a los n o m ­
bres d e las a rte sa n ía s y los o ficio s son en d ich a
lin te rn a m ág ica un p o e m a fe é ric o . A la r ife , a lfa -
g a t e , re m o la r, o riv e , b a t ih o ja , a lc a lle r , co rre ch e ro ,
m e g ise ro , la n z a ir e , ju b e te ro , a lh a m e l, b a rille ro ,
m e lch o ch e ro , m e se g u e ro , re c o v e ro ... ¿ S a b é is s i­
q u ie ra lo q u e m uchos d e estos castizo s v o c a b le s
s ig n ific a n ? D e la o no m ástica d e l h e rra m e n tal d e
t ra b a jo , ni h a b la r. E s casi una la b ia y un a m ónita
d e astró lo go s y d e n ig ro m a n te s» .
S u g e re n te s d e sd e otro p u n to d e vista son a lg u ­
A D E Y E C C IO N M i l i
el libro, y el laurel de la idea para
darle sabor a ésto.
ST O Y sú m a m en te sa tisfech o p o r h aber
lev an ta d o la lie b re de la a te n ció n crítica
en n u estra pren sa, re sp e cto a la p r o d u c ­
c ió n lite r a r ia e n E spaña, y d e los v ie jo s
y n u e v o s e scritores q u e p o r a llí p u lu lan .
Se in ic ió c o n u n a r ticu lo su b jetiv o en
torn o al triste lib r o de C a m ilo J. C ela:
«L a F a m ilia de P. D u a rte», p u b lica d o en
las c o lu m n a s de «C N T » y que p r o v o c ó
u n a in teresa n te to lv a n e r a en el a n ch o ca m p o del p e n ­
sa m ien to p r o p io y ex tra ñ o.
P lu m a s ta n á g ile s y a g u d as c o m o la s de A laiz,
F on ta u ra , P u yol, M illa , am én de o tr a s m á s rem ota s,
se h a n ocu p a d o de estos tem as q u e so n (¡quién lo
duda!), de ú n a im p o rta n cia c a p ita l ta n to p a ra el m e jo r
co n o c im ie n to de n u estra s p ro p ia s fa e n a s lib era trices,
co m o p a r a e l a ce rb o com ú n d e la litera tu ra , el arte y
la h istoria de los p u eb los ib éricos.
Ayuntamiento de Madrid
1241
nos no m bres q u e las c a lle s d e esta p o b la c ió n os­
te n ta n tale s co m o A u ste rlitz, R a t is b o n a , Z u r ic h ...
A c u d e a mi m ente p a rt e d e lo g u sta d o le y e n d o
a D ic k e n s y a D o sto ie w sky, e n cu a n to a este clim a
se m ítico y a estos tip o s d e B ib lia . N o to d o s los
isra e lita s son F ú c a r. M u ch o s d e e llo s d isc u rre n p o r
a q u í v e n d ie n d o h o rta liza s y o tro s, p a ra g a n a rs e la
v id a , h acen d e za p a te ro s re m en d o n es. H a s ta poco
h a c e , d e sd e m ile n io s, d e s d e 'la d e stru cció n d e
Isra e l p o r S a lm a n s a r, a n d u v ie ro n sin p a tria , siend o
te sa u riza d o re s d e l m eta l a m a rillo . B u e n a v e rd a d
es q u e con o ro se a b re n to d a s la s p u e rta s.
H AG ASE LA PRU EBA
. . . Y sin e m b a rg o , la m ayo ría d e las tie n d a s e le ­
g a n te s d e O r á n p e rte n e ce n a Yos ju d ío s , com o
ju d ío s son a c á los q u e e x p lo ta n otros n e g o cio s im ­
p o rta n tes. IB a h ! T o d o s los b u rg u e se s, sin d ife r e n ­
c ia d e castas, tira n a lo m ism o, a ricos. S i h u b ie ra
una le y , d iv in a o h u m an a, q u e su p rim ie ra la m ise ­
ria , yo m e d e b e ría a e lla . Ig u a l h a y p o b re s y r i­
cos e n tre ju d ío s q u e e n tre cristian o s. N a d ie c o d i­
c ia r ía lo s b ie n e s aje n o s si to d o fu e se co m ú n . Y o
no q u e rría m orirm e sin v e r q u e to d o es com ún....
s iq u ie ra p o r una se m an a. P o r q u e re su lta ría tan
b u e n o q u e la H u m a n id a d e n te ra , y a g r it o v iv o ,
p e d iría q u e la sem ana se p ro rro g a se .
PU YO L
A l compañero Chacón que me prestó
Cada u n o desde su á n g u lq de v is ió n p rop ia , hem os
de e sfo r z a rn o s p o r c a v a r (¡y c a v a r h on do!), en la v eg a
acota d a d e la p r o d u c c ió n lite r a r ia de allí, c o n el fin de
ex tra e r, de a r r a n c a r , a u n q u e sea con la s u ñas, el r ic o
pa lod u z q u e in d u dab lem en te se escon d e e n tr e la s ca ­
p a s s a litro s a s y p étrea s de la d icta d u ra falan gista .
A u n qu e tod os estén en el fan g o, h a y a lg u n o s q u e m i­
ra n a las estrella s. L os que así h icie ro n c o in c id e n in e ­
v ita b le m e n te c o n n o so tro s y a q u e m ira n d o al éter, al
e stre lla d o m a r de cosm os, don d e la a m b ic ió n de lo s
E stados y la e g o la tría de lo s h o m b re s n o h a n lo g ra d o
a u n ja lo n a r fr o n te ra s n i esta b le ce r telones, la s p u p ila s
h u m a n a s cap tan todas la s m ism a s im presion es, idén­
ticos lu ce ro s, sem eja n tes an sias a n á rq u ica s y u n iv e r ­
sa les de c o n o ce rs e , en ten derse, estim a rse,_dá n d ose u na
m a n o pa ra u ltim a r la g ra n ta rea de lib e ra ció n y la
r e co n s tru cc ió n e sp iritu a l de n u estro país.
P e r o lo s q u e esten lle n o s de c ie n o h a sta el ú ltim o
 1242 CENI T
pelo de la cabeza, deben qu ed a r al m a rg e n ; p ara esos
la in d ife r e n c ia , el d esp recio, el olv id o . ¿M erecen otra
c o s a d e los h o m b re s q u e en u n o u o tr o lado n o hem os
p erd id o n u n ca el sen tid o de la dign id ad , de la fidelidad
a n osotros m ism os, q u e es un rasgo (a n c a r a c te r ís tic o
de n u estra id io sin cr a s ia n a c io n a l?
C reo q u e e n ese ca so se e n cu e n tra P ío B a ro ja El
d is lo c a d o n o v e lista v a sc o , es ju n to a B en av en te y
M arañ en , la m á s red on d a m u estra d e m ise ria m o ra l
que se ha dado en n u estros la re s d esde h ace m u chos
años.
En m is p r im e r a s a ficion es lite r a r ia s (com o lector,
q u e es la ú n ica e in su p era b le esp ecia lid a d que poseo),
trop ecé p r o n to con la o b r a p ro lija , desm esu rada v
d e scon ocid a del c é le b r e a u tor, uno d e los m á s re p re ­
sen ta tiv os de la «q u in ta lite ra ria del 98». Su estilo do
v u elos recorta d os, o b s c u r o s y b a jo s c o m o los del m u r ­
cié la g o , no lle g ó a tra sp a sa r la p rim era ca p a sen sitiva
de m is g u s to s a rtístico s e id eológ icos. ¿E ra , qu iza s
p orqu e la prosa b a r o jia n a estaba em p a p a d a d e esa
h u m edad c ru d a y ad u sta con que se n os solía p r e ­
se n ta r an tes a los ca stella n o-m ed iterrá n eos, la m a y o r
p a rte d e la lite ra tu ra y el arte, n acid os a o r illa s dei
N e rv ió n ?
¡N o! P o rq u e U n am u n o e r a v a s c o ta m b ién , y sin
e m b a rg o su s artícu los, n o v e la s y en sayos, re lle n o s de
p r o fu n d a s p aradojas, de in tu ició n p o lé m ica , de n ega ­
c io n e s y su tilezas filosóficas, m e lo s so r b ía c o n el
m ism o d eleite que u n a h orch a ta fr e sc a en el m es de
agosto.
C O R R E R IA S DE IZQ U IERD A. B a roja g ozab a en ton ­
c e s de u n p restig io e x tr a o r d in a r io . T en ía en su vasta
co le cc ió n p u b licista o b r a s de g ra n em p a q u e h um an o,
cien tífico, y, h asta so c io ló g ic o . Si a lg u n a vez se aso­
m a b a al c a m p o a v a n za d o del o b r e r is m o m ilita n te, se
le corresp on d ía con m u ch o respeto y c a r iñ o . A laiz, nos
cu en ta e n un a rtícu lo en «C N T », q u e ca e ah ora en m is
m a n os, que ib a n ju n to s e n fr a n ca ca m a ra d ería , p o r
a q u ellos p u e b lo s d e España, sem b ra n d o, a u n q u e con
d istin to costal, la b u en a sem illa.
B a roja , c om o o tr o s ta n tos p illo s de la p olítica y de
las letras, fu é sim b ó lic a m e n te u n p oco an a rq u ista . En
hspafüa p a ra lle g a r a ser a lg o, p a r a e s c a la r los p u r­
p u rin os s itia le s d e la fo r tu n a y de la g lo r ia h a y que
d a rs e u n pa seíto a n tes p o r el ja rd ín in m a cu la d o d o
lo s id ea les re v o lu c io n a rio s. ¡E so v iste m u ch o! A sí lo
c o m p r e n d ió B a ro ja y acertó.
Su s o b r a s «C a m in o de P erfección )), «E l A rb o l d e la
C ien cia», «C ésar o N a d a », «L o s C a m in os del M undo»
en tre otra s, a cu san u n e s c r ito r de a v an za d a, un espí­
ritu se le cto p re o cu p a d o p o r los g ra n d e s p ro b le m a s de
la lib erta d del h o m b re y la ju s tic ia socia l. Su m u n do,
ese m u n d o d ifu so e in qu ieto, m en u do y a n ta g ó n ico se
v u e lca m u ch a s v e ce s en el m old e re d o n d o del lib re
pen sa m ien to, del a fá n titá n ico del h o m b re p o r rom p er
caden as, p is o te a r p r e ju ic io s , a lu m b r a r h u m an idad es
nuevas.
P e ro a u n q u e la m o n a de su esp íritu se vestía c o n la
seda a n á rq u ica (de la q u e m is in q u ietu d es se en trete­
n ía n y a h acién d ose in g en u os la citos), ja m á s lle g ó m e
a d esp erta r la o b r a b a r o jia n a el in terés y la a d m ira ­
c ió n que a m u ch a b u en a gen te d e d e n tro y fu e ra de
la P en ín su la.
¿ P o r q u é en ca m b io, sen tíam e fu ertem en te atraído
p o r las o b r a s de e sc r ito r e s c o m o G aldós, P a la c io V aK
Ayuntamiento de Madrid
dés, M iró, B la sco Ibañez, U n am u n o, Z oza y a , y otra s
h ie rb a s sa lu d ab les, q u e n o son p recisa m en te n in g ú n
escap arate de id ea les ni esfu erzo m ed u la rm e n te r e v o ­
lu cio n a rio s?
Z A N C A D A S PO R LA D ERE CH A. — C uando en r e ­
c ie n te s a rtícu los de p ren sa v e o q u e M illa y J. Sender,
d ejan d e s liza r la o p in ió n d e que el o c to g e n a rio n o v e ­
lista b ilb a ín o, m a n tien e u n a a ctivid ad p olítica in c o ­
lo r a ; que n o se le pu ed e se ñ a la r con el dedo de u n a
c o m p licid a d tá cida n i p ú b lica c o n la d icta d u ra fa s ­
cista, p ien so q u e m i estim a do co m p a ñ e ro y el ex u b e­
ran te a u to r d e «S iete D om in gos R o jo s» se m ecen , o se
d ejan m e c e r d orm id a m en te en el c o lu m p io de la m á s
n o n a in d u lg en cia , d e la m á s fr a n c is c a n a m isericoiM ia.
¿ P ien sa n p o r r e fle jo del p r e stig io q u e in su fla la
trem en d a o b r a b a ro jia n a ? ¿ P o r sim p le pied ad an te un
h o m b r e d e och e n ta añ os que v iv e « e n tre la s fiera s»
an odado, triste, v a cío , esp era n d o ex h a la r el ú ltim o
su sp iro?
De u n a u o tr a fo r m a lo cortés n o qu ita a lo valien te.
L a lá stim a que pu ed a in sp ira rn o s una v ejez desvalida
y v iu d a n o tien e n ada que v e r c o n la v a lo r a c ió n que,
en ju sticia , co rr e sp o n d a h a c e r d e u n a o b ra y d e un
h o m b r e q u e p recisa m en te p o r su reson a n cia desborda
el m a r c o p u ra m e n te ep isód ico y n om in a l, p a ra a d q u i­
r ir r e lie v e d e p o s itiv a tra n sced en cia h istórica .
P ío B a roja, que a tra v és de toda su c a r r e r a litera ria
y p o lític a q u ie r e a p a r e ce r co m o un m o sq u e te ro a r r o ­
gan te, idea lista y v a le r o so , se m u estra al b o r d e del
d ra m a in m en so d e su país, e n el m o m e n to su p rem o de
la s g ra n d e s decision es, c o m o un ra p a z a ta ca d o de es­
p a n to b r u je r il. P a r e c e u n ca so p a to ló g ico . R ezu m a
m ie d o p o r todos los p o ro s de su sen sibilid ad , a rru g a d a
c o m o la de una c o m a d re ja . Es c ie rto que los fa scista s
lo e n c e r r a r o n al p rin cip io, p ero después c o lm á r o n lo
d e ob seq u iosa s segu rid ades. C u an d o añ os después da
la torm en ta , C a m ilio J. C ela v a a p ed irle q u e le p ro -
log u e su «P a scu a l D u a rte», B a ro ja le resp on d e tem b lo­
ro sa m e n te : «N o; m ire, V d. q u iere q u e lo lle v e n a la
cá r ce l; v a y a s o lo que p a r a eso es jov en . Y o n o le p r o ­
lo g o el lib ro ».
Cela n o fu é a p re sid io ; y esa o b r a n o se q u e pu eda
ten er en su s e n tra ñ a s de v erd a d era m en t a ten ta torio
p a r a la seg u rid a d d el ré g im e n ; n o tiene la m e n o r
r e la c ió n c o n lo s in ten tos n i a fa n e s q u e n os a zu za n a
los de l a a c e r a de en fren te.
Si se h u b ie ra tratad o d e « L a C olm en a » (o b ra que es­
c o n d e u n a crític a , p o r c a r a m b o la , a lo s d esa fu eros
fra n q u ista s) se ex p lica q u e Don P ío se h u biese creíd o
m e z cla d o en u n a m on stru osa c o n s p ir a c ió n que podía
p o n e r e n g r a v e a p rie to la seg u rid a d de su gazn ate y
v e r so b re sí la so m b r a fa tíd ica d e T orq u em a d a , de las
h o g u e ra s y del g a r ro te . ¡Es tan im a g in a tiv o el m ied o!
P e ro B a roja , ñ o calla, n i s ile n cia ; n o g u a rd a esa
pru den te co m p o s tu ra é tica d e O rtega y G aset, sin o que
h a b la d esa fora d a m en te. Y hasta c h illa c o m o un co n e jo
a su sta d o en a lgu n a s de las n o v e la s que d ió a lu z d u ­
r a n te y después d e n u estra g u e rra .
E stoy se g u ro que n i M illa, n i J. S en der h a n leído su
lib r o «L a u ra », e scrito e n P a rís en 1939, cu a n d o n adie
n i n ada le a m en a za b a terrib lem en te, n i tra ta b a de
a r r a n c a r le peda zos de su p.restigio p erson a l p ara
a d o rn a r la s triu n fa n te s c a r r o z a s d el crim en
E n este lib ro , c u y o su b títu lo es «O la soledad sin
r em ed io», c o m o si fu e ra u n a lágrirpa in ocen te de m o n ­
 CENIT
ja en cla u stra d a , se n a r ra n la s m á s a b su rd a s c r u e l­
dades, se h acen la s m á s h o rr o r o s a s d escrip cion es, se
v ie rte n los con cep tos m á s d en ig ra n tes e in ic u o s sobre
el p u e b lo esp añ ol; y todo n a tu ra lm en te ca r g a d o a
cu e n ta del «la d o r o jo » de la zon a o b r e r a y re p u b lica n a .
¿E s p r e ciso u n a co n fe s ió n m á s p a lm a ria de p o d re ­
d u m b re m ora l, de ro m p im ie n to c o m p le to de tod a s las
c u e rd a s a n ím ica s id e o ló g ic a s e in telectu a les que m a n ­
ten ían la g u ita r ra b a ro jia n a ?
P A S A T IE M P O S E T N IC O S Y E P IT A F IO . — Es v e r ­
dad q u e el a b su rd o n o v e lis ta v a s c o ten ía u n a p r e o cu ­
p a ció n s in g u la r p o r la a n trop olog ía , d ed u cien d o del
p e rfil fís ico , la c o n te x tu r a ce re b ra l y el c o lo r del
c a b e llo , lo q u e cada u n o e r a ca p a z d e p en sa r, el al­
c a n ce b e n ig n o o n o civ o d e la s a c c io n e s h u m an as.
E n u n p a sa je de « L a u r a o la soledad sin rem ed io»
h a b la de la s c a r a c te r ís tica s r a c ia le s d e L en in (por
c ie rto m u y ju sta m en te), a firm a n d o q u e « e r a c o m o un
g n o m o m a lic io s o y a u d a z». P o r lín ea de c o m p a ra ció n
m is ojos se fija ro n e n la fo to g r a fía que p u b lica el «S u ­
p lem en to L ite ra rio de S o lid a rid a d O b rera », n ú m ero 3,
don d e a p a r e ce D on P ío o je a n d o u n lib r o . In stin tiv a ­
m e n te pen sé, sin re p a r a r ' en titu lares, q u e la R ed a c­
c ió n d e n u estra e x ce le n te r e v is ta «p a ris in a » y el d eli­
ca d o g u sto c rític o y a n e c d ó tic o de m i com p a ñ ero
M illa h a b ía n q u erid o r e c o r d a r n o s un p o c o al ladin o
d irig e n te b olch ev iq u e. ¡S e p a re c e n aquí ta n to Don
P ío y L en in ! E n efecto. ¿E s la c a r a el esp ejo del alm a?
Pues, si así es, da g a n a s de ro m p e r el re cu a d r o p a ra
n o v e r refleja d os los p e rfile s m o n g o le s de la bestia.
O t r o ,c o n m á s a g a lla s y re cu rs o s in telectu a les que
y o , podía a fr o n ta r d ig n a m en te la b u en a ta rea de estu­
d ia r la p e rfe cta a n a lo g ía é tn ic a y p s ic o ló g ic a en tre el
m ied o a la p ersecu ción , la te r r ib le m a n ía d e la con s­
p ir a c ió n ajen a q u e su p o in su flu a r al m o n stru o so ap a­
r a to r e p r e s iv o del E stado ru so el sa ga z d irig en te
co m iín is ta ; y la a n a log ía , d ig o, en tre esto y las c re ti­
n as trib u la cion es que rezu m a la c o n d u c ta y la obra
p o s tre ra s de P ío B a roja.
E n «L a u ra » se c u e n ta n co sa s d e u n a c ru e ld a d in au ­
d ita que só lo p u eden c o c e r s e en c e re b ro s en ferm os
roíd os p o r la le p ra d e la c o b a r d ía y l a v ile z a . E n el
d u lce y tra n q u ilo P a rís, D on P ío poseía te lé fo n o a una
s o la lin ea y a tra v és de la cu a l re cib ía n o tic ia de todos
« lo s crím en es», «sa q u eos» y «v io la c io n e s » q u e p e rp e ­
tra b a n los h o m b re s de la F.A.I. en la zo n a « r o ja » . Con
el la d o n a cion a lista la lín ea del teléfon o n o fu n c io ­
n aba . Y h a sta n i se h abía p re o cu p a d o d e ello . ¿P ara
NUESTRA S E C C IO N LITERARIA
“£a QHda y laá /¿ibw*”
S e insertarán en esta sección m ensual lite raria críticas sobre aq u e llas obras q u e vayan a p a -
cie n d o , escritas en los idiom as corrientes o tra d u c id a s, d e las cuales hagan lle g a r los autores
o editores, dos e jem p lares gratuitos a la R e d a c c ió n d e C E N I T , 4 , rué B e lfo rt, Toulouse ( H . - G . )
Ayuntamiento de Madrid
1243
qué, s i a llí todas la s p e rso n a s debían de ser m á s d e­
centes, y e ra n gen te d e ord en ?
¿C ab e m a y o r p a rcia lid a d y estrech ez d e esp íritu ?
Con d esp a rp a jo a so m b ro s o la p lu m a b a ro jia n a nos
r ela ta que a lg u ie n «desde la M ancha fué a A n dalucía,
don de p re se n ció cosa s h o rrib le s». «H abía v isto p e rso ­
n as q u e las ib a n a fu s ila r con un c o lla r d e o jos d e p e r ­
so n a s al c u e llo ». Y que « c o m o e n todas las g u erra s
esp añ olas, el sa d ism o a p a recía m á s e n e l S u r q u e al
N orte. E n el N orte era m á s la b ru ta lid a d sim p le, el
fu s ila m ie n to y el in cen d io».
El trem en d o b u lo de la c a r n e eclesiá stica colg a n d o
d e la p u erta d e la s sa lch ich ería s astu rian as, en 1934,
qu eda, c o n esto, tam añito.
D e o tr o la d o el n o v e lista n o s cu en ta el d r a m a de
M ercedes, u n a m u ch a ch a p erten ecien te a u n a «hono.-
r a b le fa m ilia b u rg u e sa » que s a lió de M ad rid cu a n d o
y a o lía a ch a m u sq u in a , y c u y o n ovio, o fic ia l de a rti­
llería , e sta b a co m p r o m e tid o c o n lo s c o n ju r a d o s del
C u a rtel d e la M ontañ a. Esta ch ic a g u a p a y v a n id o sa , o
fu é d eten id a, en p r in cip io , y a n tes que p u d iera lle g a r
a F r a n c ia tu v o q u e p a sa r p o r el « te r rib le to rm e n to
d e v e rs e v io la d a p o r u n b á rb a r o je f e de la F .A .I.» q u e
la d ejó en cin ta .
S ería in te r m in a b le este a r tícu lo sí fu é ra m o s a cita r
las o tr a s b a rb a rid a d e s y sa n d eces q u e B a roja p on e en
b o c a de los p r in cip a le s p ro ta g o n ista s d e su n ov ela .
P a r a m u e stra basta u n botón . A h í está. Q ue se sepa,
n i C a m ilo Cela, n i Z u n zan eg u i, n i G iro n e lla , n i C ar­
m e n L a foret, o E len a Q u irog a , q u e h an ch u p a d o (y
q u iza s a p e s a r de ellos) de la s n e g ru z ca s u b r e s fr a n ­
qu istas, h an e s c r ito n u n ca a sí; n i sería n ca p a ces de
d e ja r c a e r u n a g ota d e su lim p ia tin ta en sem eja n te
b a c in illa im presa.
D ejem os q u e se m u era litera ria m en te. Es p lu m a des­
p lu m a d a , c o n m u ch os a ñ os y m u y p o c a h om bría . S ob re
su tu m b a lo s esp añ oles d e tod a s p a rtes p od ría m os p o ­
n er este epitafio:
«Aqui yace un escritor
que se casó con la gloria,
muriendo míseramente
entre tábanos y llagas
como el rucio de la noria.»
P o r su lib ro «L a u ra , o la soledad sin rem ed io» es,
c o m o la m is ió n d e l'b a jo C on sejo de la H ispanidad,
co m o el fé r v id o su eñ o im p eria l d e la F a la n g e : u n a
d e y e cc ió n azul.
C . L IZ C A N O
i
1244 CENIT
Inauguración de la libertad
A m a y o r h aza ñ a rea l d e la h is to ria p a ­
rece só lo el m á s fa n tá stico de los m itos.
A lg o q u e su ced ió c in c o sig lo s a n tes de
n u estra era . Un im p e rio que se extien de
desde M acedon ía y la s islas del m a r d o
í 'B Jon ia al In d o y desde el T ib e t al N ilo,
i es d e cir, s o b r e tres con tin en tes, sob re
m illo n e s y m illo n e s d e sierv os, so b re
* ce n te n a re s d e raza s y len gu as. C om o
todo d o m in io p o lític o m ilita r o b r a sob re u n a ba se c r u ­
d a m en te e c o n ó m ica : las p erlas, la s a lfom b ra s,
los tejidos, la s pied-ras y lo s m e ta le s p reciosos
lleg a n de lo s ex trem os d el m u n d o a lo m o de
m u lo, de c a m e llo o d e n a v e ; los p u eb los que n o tienen
m on ed a p a g a n e n esp ecies: in cie n s o lo s árabes, m arfil
y é b a n o los etíopes, c a b a llo s lo s b a b ilo n io s y así hasta
lo in cesab le. L os tr ib u ta r io s c a u cá s ic o s sólo d eb en e n ­
v ia r c ie n v írg e n e s y c ie n d on celes p o r año. E l r e y de
tam añ o im p e rio es tan g ra n d e q u e «la tie rr a tiem bla
y en m u dece ante él». El r e y d e lo s r e y e s es sa g ra d o
y lo s p o co s p r iv ile g ia d o s q u e p u ed en a ce r ca rs e a él
110 lo so n ta n to que p u ed a n m a n c h a r lo c o n sus ojos
p r o fa n o s ; sólo pu eden , de ro d illa s, e scu ch a r su v o z a
tra v és de u n c o r tin ó n de p ú rp u ra . Y si a lg u ie n osa
sosp ech a rle c o d ic ia o a v a ricia , y a q u e n a d ie puede
d ir ig ir s e a él s in d ep osita r u n a o fr e n d a a su s p ies
— su jo y e l o su c o lla r el sá tra p a o la cortesa n a , su
o v e jita el p o b re — , ¿q u ién pu ed e d u d a r de su m a g n i­
ficen cia ? Sus p a la c io s están a tora d os d e todos los
fa u stos posibles, e n tr e el e sto rb o d e d ig n a ta rios, c a p i­
tanes, gu a rd ias, p a jes, eu n u cos, p a la fr e n e r o s, m o n ­
teros, m en sa jeros. Q u in ce m il co n v id a d o s tien e a
d ia rio a su m esa, y su s festin es su e le n d u r a r una
sem an a. O lv id a m o s d e c ir q u e las m u je re s m á s h e r ­
m osas d e la tie rr a co n s te la n su se r r a llo . Y q u e el se­
r r a llo — tal v e z la fo r m a de o p re sió n m á s ex q u isita ­
m en te in fa m e— está lig a d o al p o d e r y ta n to q u e si
a lg u ie n a v e n ta ja en o m n ip o te n c ia irre s p o n sa b le a los
reyes d e re y e s so n la s r e in a s m a d re s. (¡Esa A m estris-
que h a ce e n te rra r v iv o s a c a to r c e n iñ os d e la nobleza,
o a q u ella P a risa tis q u e m a n d a d e s o lla r v iv o al eu n u co
M asabates y desp u és p isotea su p ie l!. E l r e y d e la
tierra... ¿ P o r q u é n o h a de ten er c a p r ic h o s c om o el
destin o qu ien está tan a lto c om o é l? Un día, p ara
p r o b a r su d estreza en el a r c o a su ch a m belán , el rey
C a m b ises c la v a su fle c h a e n tr e la s c e ja s del h ijo de
ese ch a m b elá n , qu e, n a tu ra lm en te, e n cu e n tra q u e la
pu n tería es im p eca b le. ¿A qué se g u ir ? E l su p rem o
in v isib le, q u e a h o r a se lla m a D arío, re cib e un día u n a
n o tic ia s in p a r: h a y a lgu ien e n el m u n d o tan v esá n ico
o im b é cil co m o p a r a d u d ar de su om n ip oten cia .
* * *
S on los g rie g o s, lo s aten ien ses, m e jo r, que n o sólo
Ayuntamiento de Madrid
prestan a y u d a a lo s sú bd itos d el rey su b le v a d o s en
Jon ia y el A r ch ip ié la g o , sin o q u e h a n lleg a d o a in ce n ­
d ia r la ciu d ad in su frib le de u n o d e sus sátrapas. D arío,
q u é m en os, d e c re ta la serv id u m b re de a q u ellos E sta­
dos, ca si in ex isten tes d e leja n os y m in ú scu los, y les
e n v ía u n m e n sa je r o c o n la n o tic ia . E l p od erío persa
es tan p a re c id o al d e los dioses, q u e la s lib r e s ciu d a d es
g rie g a s te rm in a n en treg a n d o la tie rra y el a g u a que
se le s p id e en señ al de v a sa lla je . S ó lo que A ten a s y
E sparta, h e rid a s de g o lp e en su p u d o r lib e rta r io , p r e ­
fieren e ch a r a u n p o z o — ¡tie r ra y agua, oh ir o n ía !—
a los h e ra ld o s d el g r a n rey.
* * *
H a y a lg o so b re la tie rra q u e es el m á s p e rfe cto
a n típ od a del g r a n im p e rio de D arío: es el c o r o de
pequ eñ as Ciudades-E stados d e G recia c o n la g en ia l
A ten a s en p r im e r térm in o. U n a b r e v e p en ín su la,
n u m erosa y p ro fu n d a m e n te in terv en id a p o r el m a r,
de tie rra p ob re, c o n a lg u n o s m illa re s "de o liv o s y
ca b ra s, a lg u n o s cie n to s de m illa r e s de esp igas, v ides
y ab eja s; en su s m on ta ñ a s fa lta n los m eta les de lujo,
a u n q u e so b ra el m á rm o l. S ó lo q u e aquí el c ie lo y el
m a r son o p a recen m u ch o m á s azu les que en cu a lq u ier
p a rte, y el a ir e se ha en d u lza d o d e co lm e n a s y liras,
y la luz g r ie g a es ta n in cr e íb le c om o la felicid a d .
A dem ás, esta tierra , ca si tan asedia da de a g u a c o m o
u n a isla (su s h ijos lo so n tan d e las o la s c o m o d e la
g leb a ) está en la e m b o ca d u ra d e otros dos m u n d os
don d e l a e x p e rie n c ia h u m a n a h a ca p ita liza d o su r i ­
qu eza : O rie n te y E gipto.
Esos d o s d e ta lle s (de g e o g r a fía uno, d e h isto ria otro)
ten d rán q u e v e r , sin duda, c o n el m ila g r o que a llí se
p r o d u c ir á u n día: la a p a r ició n d e u n tip o de h om b re
de o r ig in a lid a d p rofu n d a , e q u ilib r io de v iv a cid a d y
sa ga cid a d , p r o n to a la in ic ia tiv a y la in v en tiv a , es
d e c ir , sin m ie d o an te lo n u e v o y lo ig n oto, e idón eo
p a ra el m a r y la a v e n tu ra y el c o m e r c io in teg ra l con
todas la s g en tes, y c o n un lu m in o s o sen tid o d e la ju s ­
tic ia y la belleza , la piedad y la iron ía , y u n se n ti­
m ie n to d e la p e rso n a lid a d y u n a osadía de ideas sin
tr a d ició n e n e l m u n d o. Eso se in ició— n o lo o lv id e ­
m o s— en Jon ia , don de llegan c o n A n a x im a n d ro, P a r-
m én id es y H erá clito, los h o m b re s d e m á s g ra n d io sa
au d a cia q u e c o n o c ió el m u n d o h a sta h o y : los r e v e la ­
d o re s del y o pen sa n te c om o a u torid a d su ficien te en sí
m ism a y op u esta a los d og m a s de la v erd a d revela da
y lo s m itos, es d e cir, la tra d ición sa cra m en ta d a e in ­
tan g ib le. A ten a s, la ú ltim a v e n id a y d e m a y o r g e n io
p olítico, h e re d a y c o r o n a los e sfu erzos p reced en tes
del m u n d o g r ie g o p a ra la a p a r ició n , p o r v e z p rim e ra ,
de u n d e m o n io d e scon ocid o en la h istoria : el h om b re
lib re.
 CENIT
* * *
Q ue e s o n o fu é h a za ñ a de p o c o s días, c la r o está. El
g rie g o , pese a sus m a g n ífica s dotes, h u b o de v en cer,
e n la rg a b reg a , las h e re n cia s de s e lv a y d e ca v e rn a
que el h o m b r e llev a e n sí, y desp u és a s im ila r y su p e­
r a r p on ién d oles su cu ñ o in im ita b le, la s h e re n cia s d e
la s v ieja s sa b id u ría s del O rien te y el M erid ión .
Y a e n p le n a edad b á rb a r a lo s dem ás n ob les trata­
ban a los r ey es c o m o a sim p le s co m p in ch e s con c o ­
r o n a . Y su sen tid o d e lo ju sto y d e lo h erm oso — del
d e co ro h u m an o, d ig a m os— , e r a c o m o u n don de raza.
C on los a ñ os eso c re c e . Lo de la d e m o c r a c ia de S olón
n o es, pu es, u n a o c u r r e n c ia s o lita ria de filósofo, sin o
la o r g a n iz a c ió n de a lg o que y a esta b a im p lícito e n lo
m e jo r de la v id a g rie g a . El tr iu n fo so b re la desm esu ­
ra d a m o n o c ra cia de los m ed ios sig n ific ó u n a p ru eb a
de la e x ce le n c ia del en sa y o h e lé n ico y la m e jo r razón
p a ra lle v a r lo a su á p ice. A sí n a ció el m ila g r o d e la
A ten a s d e P ericles.
* * *
D a río en v ía c o n tr a el A tic a u n os d oscien tos m il
sold ad os. A ten a s só lo pu ed e o p o n e r su s d iez m il h o p li-
ta s y los m il in fa n tes de su aliada , P la tea , pu es Es­
parta, con zu rd o p retex to, elu de la a y u d a im petrada.
U n o c o n tr a vein te. Y sin e m b a r g o v en ce, au n qu e aún
c u e s te c re e r lo . Y v e n ce con sold a d os im p rov isa d os,
c o n m e r o s g im n a sta s. P e r o el m o n s tru o v e n cid o no
a cep ta la d errota , p o r q u e n o p u ed e n i siq u ie r a im a g i­
n arla. L o que v u e lv e cu a tr o a ñ os desp u és n o es un
e jército, s in o u n e n ja m b re de p u eb los, la m itad del
A sia. P o r el m a r, ta n tos b a rc o s c o m o la s o la s d e una
torm en ta. G re c ia se s in tió su m e r g id a en el abism o,
a la so la a p ro x im a ció n de aq u el o c é a n o a rm a d o. La
so la id ea de d e fe n sa fr e n te a a q u e llo ¿ n o era y a el
c o m ie n z o d el d e lir io ? L os m ism o s d ioses con su lta d os
se m o s tr a r o n d errotistas... Q ué m u ch o q u e en tre las
o tr a s ciu d ades fra tern a s, la s m e jo re s d eserten y las
dem ás se en tregu en . S ó lo que el esp íritu de G recia
se h a re fu g ia d o en la A c r ó p o lis y lo s aten ien ses a cep ­
tan la lu ch a y ju n to a ella, a u n q u e d ecid ién d ose len ta
y tortu osa m en te, están esta vez los esp a rta n os. A te ­
nas, bu sca n d o el m e jo r p is o p a ra su s p ie s lig eros, se
h a em b a rca d o ca si toda. S a la m in a es h asta h oy la
m á s g ra n d e b a ta lla del m u n d o (m ás q u e tod as las
A rbela, C anas, F a r sa lia , A u sterlitz y V e r d ú n habidas),
n o só lo p orq u e u n os c u a n to s m ile s de h o m b re s v en cen
a un e jé r c ito ca si c ie n v e ce s m a y o r , sin o p orq u e la
m á s g ra d e a n torch a q u e gu ía a los h o m b re s tod avía
—la lib erta d g rie g a — fu é sa lv a d a esa vez.
* * *
A tenas n o es toda G recia. M u ch o de lo m á s g ra n d e
que p ro d u je ro n los g r ie g o s —H om ero, el p en sa m ien to
p ita g ó rico , el p en sa m ien to y la p oesía de Jon ia— 110
fu é co sa d e A tenas. P e ro A ten a s, la ú ltim a v en id a ,
resu m e lo m e jo r de la e x p e rie n c ia h e lé n ica y con su
su p e r io r ap titu d p olítica , lo llev a a su ap ogeo. O, di­
ch o d e o tr o m o d o : lo q u e A ten a s (y a u n q u e s o b r e la
espalda d e lo s escla vos) in ic ia c o n el n o m b r e de d e­
m ocra cia , n o es un en sa y o m e ra y so m e ra m e n te p olí­
tico, sin o u n esfu erzo in teg ra l ten dido a p ro d u cir la
a u r o r a del h b m b re fr e n te a la n o ch e m o n o c rá tic a de
lo s dioses y los reyes. A ten a s n o es só lo la a firm ación
Ayuntamiento de Madrid
1245
total de lo q u e los otros p u eb los n ieg a n — el d erech o
de tod a c ria tu ra h u m a n a a p r e s c in d ir de am os— , sin o
que, su p era n d o el h e ro ís m o g u e r r e r o de la «Ilía d a » p o r
o tr o m u c h o m á s p r o fu n d o , en señ a p a r a tod os lo s s i­
g lo s q u e la h a za ñ a h e r o ic a ji o r e x ce le n c ia es ser un
h om b re lib re , s e r un h om b re.
D esde la s g u e r r a s m éd ica s adelan te, por- lo m en os,
la c lu tu r a de A ten a s y de las ciu d a d es con g én eres so
m o v ió p a ra eso, o sig n ificó eso': la ed u ca ción o fo r m a ­
ción del h o m b r e según la s leyes q u e g o b ie rn a n la f o r ­
m a y la e s e n c ia m á s a u tén tica de su ser.
* * *
E n l a m ed id a 011 que la socied a d a ten ien se del g ra n
sig lo, p esera esta r alzada sob re el tra b a jo escla v o , fué
la m á s a p ro x im a d a m e n te lib r e e n tr e todas, su cu ltu ra
es la m á s lu m in osa c o n o c id a h a sta h o y . O lo q u e es
lo m ism o : p a r a e lla cu ltu r a fu é la r e a liz a c ió n d e 1a
lib erta d . L o q u e los aten ien ses, q u e gustaban lla m a rse
s ie rv o s de la lib erta d , a p re n d ie r o n y e n señ a ron pa ra
siem pre, es q u e la a b d ic a c ió n d e la v olu n ta d y d e la
a u to n o m ía de la p e rso n a es u n c r im e n de lesa h u m a ­
n idad, p orq u e la lib erta d es el h om b re m is m o , todo
el h o m b r e . A sí lo ex p resa n la fig u ra y la le y e n d a del
m a y o r h éroe d e G recia, el q u e es c o m o la en ca rn a ció n
m ism a de su -espíritu, P rom eteo, c u y o v e rb o lib erta rio,
tra sm itid o p o r E squ ilo, es el m á s a lto m en sa je de d ig ­
n idad h u m a n a e scu ch a d o hasta h oy . ¿ A g r e g a r e m o s
que la le c ció n de m is e r ic o r d ia y fra tern id a d d e ese
Job com b a tien te, de esa estre lla m a tin a l del destin o
del h om b re, no ha sid o a u n su p era d a ?
* * *
O trosí digo. O b serv a d ores m o d e rn o s han a d v ertid o
que la lib e rta d h elén ica tu v o su coeficien te en u na
e x tre m a fr a g m e n ta c ió n del p od er p olítico. S a bid o es
que, pese a su pequeñ ez, G recia n o lle g ó a co n s titu ir
n u n ca un todo m á s o m e n o s u n id o y h om og én eo. F u é
n o se olv id e , u n s e m ille r o d e re p ú b lica s lilip u tien ses:
la co sa p o la rm e n te opu esta a esa c icló p e a c o n c e n tr a ­
c ió n y u n ip e rs o n a liz a ció n del p o d e r p ú b lico q u e fu e ­
r o n la s m o n a r q u ía s a siá tica s o el im p erio rom an o,
p a r a n o r e fe r ir n o s a lo s g ra n d e s E stados m od ern os.
¿E s que, co m o p ien sa n la s escu elas lib e rta r ia s m o d e r­
nas y los p en sa d ores q u e asu m en m e jo r, sin duda, el
esp íritu d e n u e s tr o tiem po y del v e n id ero, el Estado,
v en trip oten te d io s d e uñas de b ro n ce , c o n s p ir a n con tra
el h o m b r e , p o r lo m en os c o n tr a el h o m b re d el fu tu ro,
ése q u e y a lle v a m o s n osotros a d e n tro ? «S ola m en te
don d e e l E sta do te r m in a c o m ie n z a el h o m b r e » e scri­
b ió J o rg e B ran d es. ¿ Y n o d ijo Jéfferson , fu n d a d o r d e
la d e m o cra cia n o rta m e r ic a n a que «el m e jo r g o b ie r n o
es el q u e g o b ie r n a m en os»?
* * *
Si la o b s e r v a c ió n a n te r io r es v á lid a p a ra G recia,
n o lo es m e n o s p a r a las gen tes de la D iblia, pese a la
c a te g ó r ic a d ife r e n c ia q u e m ed ia en tre a m b os p u eblos.
E l h a b e r sido u n a p eq u eñ a n a c ió n sita e n la e n cr u ­
cijada. d el c a m in o d e los g ra n d es im p e rio s — B a b ilo ­
nia, E gipto, R o m a , cu y a s tira n ía s pa d eció— im p id ióle
co n s titu ir un p rep oten te E stado p o lític o m ilita r q u e
m etiera en ca u tiv id a d a su s p ro p io s ciu d ada n os, com o
 1246
lo s otros. P o r eso m ism o su s p eq u eñ os r e y e s —p od er
e je c u tiv o — se v ie ro n o b lig a d o s a a g u a n ta r la op osi­
c ió n p a r la m e n ta ria y la s ideas d is o lv e n te s en su
radical ig u a lita r is m o de los m á s p od erosos o ra d ores
p op u la res del m u n d o: E zequ iel, Isaías, Elias. L o cie rto
es q u e el ju dío n o d ob la b a su ro d illa ante n in g ú n am o
o ídolo.
* * *
La verdad de lo a n te r io r resu lta ig u a lm en te c o r r o ­
b orad a p o r lo q u e v in o m á s ta rd e: esto es, q u e los
LOS COMEDORES DE CERDO
T R IQ U IN O S IS
IENTRAS que observaba el azote del carbun­
co en la Siberia extremeña, me apercibí pron­
to que había otra plaga que hacía muchos
estragos en aquella región. Era la triquino­
sis, una enfermedad parasitaria que se ca­
racteriza por la presencia en el seno de las
fibras musculares estriadas de la larva de
un pequeño nematodo intestinal, la trichi-
nella spiralis o triquina.
Los nematodos forman una clase de gu­
sanos, pertenecientes a la rama de los nematelmintos. Son
parásitosde cuerpo largo y delgado, no segmentados, re­
vestidos de quitina, sustancia que protege el cuerpo de es­
tos animales; carecen de apéndices locomotrices y su tubo
digestivo es completo. Todos son parásitos del hombre y
de algunos animales domésticos y salvajes. Su tamaño es
variable; la lombriz intestinal (Ascaris lumbricoides) mide
hasta 25 centímetros, mientras que la triquina necesita el
microscopio para reconocerla bien.
En aquella región extremeña, cubierta en parte por gran­
des encinares, la cría del cerdo era una de las fuentes
principales de su riqueza. Su carne era la alimentación casi
exclusiva de sus moradores, tanto por costumbre com o por
economía, pues no había una familia de campesinos que
no engordara algunos cerdos para su sustento durante el año.
Pronto registré numerosos casos de triquinosis desaperci­
bidos por los médicos de aquellos pueblos, quienes al lle­
gar allí para ejercer su profesión, se casaron con las labra­
doras más ricaes, abandonando sus estudios y dedicándose
a explotar un capital mal adquirido. Los clientes de triqui­
nosis visitados por ellos tenían un diagnóstico equivocado, y
eran considerados com o enfermos de fiebre tifoidea, de reu­
matismo articular agudo, de diarrea infecciosa y hasta de
los riñones, por el edema periorbitario que aparece en un
momento dado.
En seguida que me di cuenta exacta de lo que ocurría,
lancé el grito de alarma a los campesinos y les advertí el
peligro y la manera de evitarlo.
Los habitantes de aquella región eran en extremo carní­
voros y se alimentaban casi exclusivamente de la carne de
los animales muertos y la de los cerdos sacrificados, y aun
de los que morían de una enfermedad cualquiera. Aparte
de las enfermedades del carbunco, y de la triquinosis que
nos ocupan, la mayor parte de los habitantes padecían en­
fermedades del estómago, com o hiperclorhidria y úlceras,
motivadas por el abuso de la carne de cerdo. Hice activa
propaganda para que se moderaran en el régimen carnívoro,
pero con poco éxito. Se daban en aquellas tierras toda cla­
Ayuntamiento de Madrid
CENIT
m e jo re s m o m e n to s de la h isto ria d e E u rop a están
sig n a d o s p o r la co in c id e n c ia de u n pod erío estatal
m u y m o d e ra d o — q u e g a r a n tiz a la lib erta d siq u ie ra
re la tiv a del ciu d a d a n o— con u n a lto n ivel- c u ltu ra l,
así los p eq u eñ os rein os de la m a ra v illo s a c iv iliz a ció n
a rá b ig o é sp a ñ o la , los p eq u eñ os estados de la 'A le m a n ia
de G oeth e y B eeth ov en , la F lo r e n c ia de D ante, M iguel
A n g e l y L e o n a rd o , la H olanda don d e m e d itó Espinosa
y b u sc ó r e fu g io D escartes.
L u is F R A N C O
se de verduras, pero las cultivaban poco. La fruta era ex­
quisita y tan abundante que cubría el suelo abandonada
bajo los árboles frutales, porque tenía poca salida por falta
de transportes, pero se la tenía en poca estima; la carne
era la que se devoraba con verdadera ansia.
Sólo encontré un vegetariano en aquella región: el cura
de Herrera del Duque. Era un hombrachón de fuerza her­
cúlea, capaz de dominar un buey. Cada vez que pasaba
por Siruela, venía a visitarme y me hablaba de la excelencia
de sus verduras, que él mismo cultivaba en un huerto que
tenía cerca del pueblo. Era tolerante y transigía en mate­
ria religiosa, pero no en lo referente a la alimentación, y
no había un sacerdote que al pasar por su casa no tomara
comida vegetariana. Hasta el mismo obispo, tan glotón
com o era, tenía que amoldarse a la cocina vegetariana. Era
un hombre bueno y se hacía querer por todos los que lo
trataban; por eso los curas y frailes le perdonaban el ham­
bre que Ies hacia pasar, y reían mucho de sus ocurrencias
culinarias.
* * *
La trichinella spiralis, vulgarmente llamada triquina, agen­
te etiológico de la triquinosis, fué descubierta en estado de
quistes en los músculos de los cadáveres humanos qug fue­
ron autopsiados por Peacock en 1828.
En 1846 Laidy, de Filadelfía, encontró los quistes en la
cam e de cerdo y sugirió la similitud con los encontrados
en el hombre.
Leukart, en 1855, y Virchow en 1859, mostraron que esos
quistes, dado com o alimentos a ciertos huéspedes experimen­
tales, se desarrollaron como adultos en unos pocos dias, y
que las hembras, en la pared duodenal, producían larvas
vivas que emigraban a los músculos para enquistarse en
ellos.
Los investigadores alemanes, algunos años después, de­
mostraron que el consumo de cam e de cerdo infestada,
cruda o poco cocida, es la causa de la triquinosis.
La enfermedad no se reconoció como importante pro­
blema de salubridad pública hasta el final del siglo dieci­
nueve y principios del actual. Hoy se le da una importan­
cia particular a esta enfermedad, tanto en Europa com o en
Estados Unidos. En este último país se han presentado va­
rias epidemias intensas, con sus consiguientes defunciones.
La triquina es una enfermedad cosmopolita que preva­
lece en las regiones templadas donde se come la carne de
cerdo.
Es endémica en los Estados Unidos y en Europa, ha­
biéndose presentado algunos brotes epidémicos en ¡as regio­
nes tropicales y subtropicales del Africa y de Sudamérica.
 CENIT
* * *
E n l o s E s l a d o s U n id o s n o s e p r e s e n t a n m u c h o s c a s o s d e
t r iq u in o s is h u m a n a , a p e s a r d e q u e e l 2 7 % d e l o s c e r d o s
e s tá n t r iq u in a d o s , y e n A le m a n ia la e n f e r m e d a d e s f r e c u e n t e ,
d o n d e s ó l o e l 2 % d e lo s c e r d o s t ie n e n t r iq u in a . Y e s q u e
i n f l u y e e n d e fin it iv a e l c o c i d o d e la s c a r n e s . E n A le m a n ia
d e l N o r t e , e n d o n d e e x is t e la c o s t u m b r e d e c o m e r c r u d a
la c a r n e d e c e r d o , lo s c a s o s d e t r iq u in a s o n m u y f r e c u e n ­
te s . D e 1 8 6 0 a 1 9 0 0 , s e r e g is t r a r o n e n a q u e lla z o n a d i e z m il
a t a c a d o s c o n s e t e c ie n t o s m u e r t o s . E s t o d i ó m o t i v o a q u e
s e c r e a r a u n c u e r p o d e in s p e c t o r e s , d e s t i n a d o a l e x a m e n d e
la s c a r n e s .
S in e m b a r g o , e n lo s E s t a d o s U n i d o s la e n f e r m e d a d e s tá
m á s e x te n d id a d e lo q u e s e d ic e , y n o se h a n to m a d o e n
c u e n t a a lg u n a s f o r m a s e s p o r á d i c a s . H . U . W i ll i a m h i z o u n
e s t u d i e d e l o s m ú s c u lo s d e c i n c u e n t a c a d á v e r e s , m u e r t o s p o r
o t r a s c a u s a s , e n c o n t r a n d o v e i n t i s ie t e c a s o s d e t r iq u in a o
s e a 5 ,3 % . R i l e y y S c h l e i f le y e n c o n t r a r o n v e i n t e c a s o s c e
t r iq u in o s is e n 1 1 7 c a d á v e r e s , o s e a u n 1 7 % , y e s q u e la
c a r n e s a la d a y a h u m a d a , c o m o o b s e r v a O s le r , n o e s a v e ­
c e s i n o f e n s iv a , y p u e d e i n fe s t a r a l o s s e r e s q u e la c o m e n .
O b s e r v a c i ó n p a r e c i d a la h i c e y o c o n f r e c u e n c i a e n la p a rte
n o r t e d e la p r o v in c i a d e B a d a jo z , d o n d e e n ta b lé u n a p or­
fia d a lu c h a c o n tr a la e n fe r m e d a d .
E l c o e f i c i e n t e p a r a M é x i c o e s b a s t a n t e s e m e ja n t e a l o b ­
s e r v a d o e n lo s E sta d o s U n id o s . P o r lo g e n e ra l p a r e c e n p r e ­
d o m in a r la s i n f e c c io n e s lig e r a s . L a t r iq u in o s is e ñ e l g a t o e s
f r e c u e n t e e n M é x i c o , d e b i d a a la c o s t u m b r e d e a lim e n t a r a
e s t e a n im a l c o n c a r n e c r u d a . N u ñ e z y M a z z o t t i , e n 1 94 8 ,
e x a m in a r o n 3 0 0 g a t o s y e n c o n t r a r o n u n 2 5 % c o n tr iq u in a .
E l e s t u d i o e n e l g a t o p u e d e p o n e r s o b r e la p is t a d e la p r e ­
s e n c ia d e t r iq u in a e n la s r e g i o n e s e n q u e s e s u p o n e q u e n o
e x is t e e s te p a r á s it o .
L a t r iq u in a es d e s c o n o c i d a e n la s p o b l a c i o n e s in d íg e n a s
d e F ilip in a s , P a n a m á , P u e r t o R i c o y e n l o s p a ís e s m a h o m e ­
ta n o s. * * *
C u a n d o e l h o m b r e c o m e c a r n e c r u d a o m a l c o c i d a , in ­
f e s t a d a c o n q u is t e s d e t r ic h in e lla s p ir a lis , é s to s q u e d a n lib r e s
a l d i g e r ir s e la c a r n e e n e l e s t ó m a g o . E n e l i n t e s t in o d e l g a ­
d o ( d u o d e n o y e y u n o ) s a le n d e l q u is t e e i n v a d e n la m u c o s a ,
d o n d e s e d e s a r r o lla n , y d e s p u é s d e c u a t r o m u d a s s e c o n ­
v i e r t e n e n a d u lt o s m a c h o s y h e m b r a s , a l c a b o d e l u n a s e ­
m a n a o a n te s .
L o s m a c h o s m id e n u n m il í m e t r o y m e d i o d e lo n g it u d ,
m ie n tr a s la s h e m b r a s s o n a l g o m á s q u e e l d o b l e d e la r g o .
L a s h e m b r a s p e n e t r a n e n la s c a p a s m á s p r o f u n d a s d e la
p a r e d in t e s t in a l y a ú n e n lo s g a n g l i o s l i n f á t i c o s m e s e n t é -
r i c o s . U n a v e z f e c u n d a d a s , la s h e m b r a s e m p ie z a n a d e p o ­
s it a r la r v a s , a lg u n a s d e la s c u a le s e s c a p a n a la l u z d e l in ­
t e s t in o , l l e g a n d o a l o s l i n f á t i c o s in t e s t in a le s o a la s v é n u la s
m e s e n t é r ic a s . E s ta s la rv a s n q m id e n m á s d e c i e n m ie r a s
( m ilé s im a d e m ilím e t r o ). L a p o s t u r a d e la s la r v a s a lc a n z a
u n a s s e is s e m a n a s , d e s c a r g a n d o c a d a h e m b r a p o r l o m e n o s
1 .5 0 0 la rva s.
L a s la rv a s s o n a rra s tr a d a s a l c o r a z ó n d e r e c h o v a lo s p u l ­
m o n e s , y d e s p u é s a la c i r c u l a c i ó n a r t e r ia l. A u n q u e p u e d e n
fija r s e e n d iv e r s o s t e ji d o s , s ó l o e n l o s m ú s c u lo s e s q u e lé t i c o s
p u e d e n c o n t i n u a r su d e s a r r o llo y e n q u is ta r s e . L o s m ú s c u lo s
m á s a c t iv o s s o n lo s m á s a t a c a d o s , c o m o e l d ia f r a g m a , l o s d e
la la r in g e y la l e n g u a , l o s d e l a b d o m e n , lo s in t e r c o s t a le s ,
b i c e p s , p e c t o r a l , d e l t o i d e s y o t r o s . L a s la r v a s c r e c e n d e n t r o
d e la c á p s u la d e l q u is t e h a s ta l le g a r a t e n e r u n a lo n g it u d
d e 1 m / m . y c o m o c o n s e c u e n c i a s e p r o d u c e la d e g e n e r a ­
c i ó n d e la s lib r a s m u s c u la r e s y p r o l i f e r a c i ó n d e l t e ji d o c o n ­
j u n t i v o in t e r t ic ia l. D e la o b s e r v a c i ó n d e a lg u n o s c a s o s , se
c r e e q u e la s la rv a s e n q u is t a d a s p e r m a n e c e n v iv a s e n e l h o m ­
b r e d u r a n t e 3 1 a ñ o s . E n e l h o m b r e , c i n c o la r v a s p o r g r a m o s
d e p e s o , p u e d e n p r o d u c i r la m u e r t e ; e n l o s c e r d o s d i e z la r­
v a s , y 3 0 e n la s ra ta s d e la b o r a t o r io s .
L o s h u é s p e d e s n o r m a le s d e la t r iq u in a s o n la ra ta y el
c e r d o . E s t e s e i n f e s t a c o m i e n d o ra ta s tr iq u in o s a s , y e l h o m ­
b r e c o m i e n d o e l c e r d o c o n t r iq u in a . L o s ja b a líe s , o s o s , g a ­
Ayuntamiento de Madrid
1247
to s , p e r r o s y o t r o s m a m ífe r o s , p u e d e n in fe s ta r s e s e c u n d a r i a ­
m e n t e . L a s g a llin a s r a r a v e z , p e r o s e h a n d a d o a lg u n o s c a ­
s o s.
* * *
H e aquí un c u a d r o a b r e v ia d o de la e n f e r m e d a d q u e n o s
ocu pa:
D u r a n te e l p e r ío d o d e in c u b a c ió n , d e l 7 a l 14 d ía , h a y
ir r i t a c i ó n e i n f l a m a c i ó n e n l o s s it io s e n q u e la s la r v a s p e n e ­
tr a n e n e l in t e s t in o . E n t o n c e s s e .p r e s e n t a n n á u s e a s , v ó m i t o s ,
d ia r r e a t ó x i c a o d i s e n t é r ic a , c ó l i c o s y s u d o r c o p i o s o . A v e ­
c e s a p a r e c e u n a e r u p c i ó n d e m á c u la s y p á p u la s e n la p i e l
d e l t r o n c o y e x t r e m id a d e s . A l in filtr a r s e lo s m ú s c u l o s p o r
¡la s la r v a s , l o s d o l o r e s d e t i p o r e u m á t ic o , a v e c e s lig e r o s ,
s u e l e n h a c e r s e t o r t u r a n t e s . N o s o t r o s h e m o s e n c o n t r a d o e s to s
d o l o r e s m u s c u la r e s e n la S ib e r ia e x t r e m e ñ a , q u e s e a tr ib u ía n
a l r e u m a t is m o , e n e n f e r m o s q u e h a c í a m u c h o t ie m p o h a ­
b í a n p a d e c i d o la t r iq u in o s is . S e p r e s e n t a n a d e m á s a l r e d e d o r
d e l o s o j o s , l a d o s d e la n a r iz , s ie n e s y m a n o s . L a t e m p e ­
ra tu ra se re m o n ta a 4 0 " y 4 1 °. S e g ú n lo s m ú s c u lo s in te re ­
s a d o s , h a y d if ic u lt a d e s e n la r e s p ir a c ió n , e n la m a s t ic a c ió n ,
la d e g l u c i ó n y e l h a b la . E l c o r a z ó n t a m b i é n e s a t a c a d o , p o r
l o q u e la m io c a r d it i s e s u n a d e la s c o m p l i c a c i o n e s m á s s e ­
ria s y r e t a li v a m e n t e fr e c u e n t e s .
E n e l p e r í o d o d e e n q u i s t a m i e n t o d e la s la r v a s , p u e d e h a ­
b e r c a q u e x ia , e d e m a t ó x ic o o d e s h id r a ta ció n extrem a . E i
p u ls o e s a l p r i n c i p i o r á p i d o y f u e r t e , p e r o d e s p u é s c a e c o n
r a p i d e z y s e p r e s e n t a la c ia n o s is . L a p r e s i ó n s a n g u ín e a d i s ­
m in u y e a ta l e x t r e m o , q u e e l e n f e r m o c a e e n c o l a p s o . L o s
t r a s t o r n o s n e r v i o s o s s o n i n t e n s o s , c o m o l o s d e f e c t o s d e la
v is ió n , i n q u i e t u d , a l u c i n a c i o n e s , d e l ir i o y e n c e f a l i t is . E l e n ­
f e r m o p u e d e s u c u m b i r p o r la t o x e m ia , m io c a r d it i s , n e u m o ­
n ía lo b a r , p e r it o n it is , p l e u r e s í a y n e fr it is .
A v e c e s la e n f e r m e d a d s e d is fr a z a d e ta l m a n e r a , s u s f o r ­
m a s s o n t a n a t í p i c a s y s u s s ín t o m a s t a n b o r r o s o s , q u e p u e ­
d e n c o m e t e r s e e rro re s d e d ia g n ó s tic o c o n fre cu e n cia .
* * *
C o m o n o h a y m e d ic a m e n t o e s p e c í f i c o p a r a la e n f e r m e d a d ,
e l t r a t a m ie n t o d e la t r iq u in o s is n o e s m u y s a t is f a c t o r io , s o ­
b r e t o d o e n la f o r m a g r a v e . E n e l c o m i e n z o d e la e n f e r m e ­
d a d , c u a n d o e l p a r á s it o n o s e h a b ía f i ja d o t o d a v í a e n e l
in t e s t in o , t r a t a b a d e e lim in a r lo s c o n p u r g a n t e s r e p e t i d o s , y
p o r a n a l o g í a c o n e l t r a t a m ie n t o d e o t r o s p a r á s it o s , m e s e r ­
v í a d e l t im o l y d e l e m é t i c o , a sí c o m o d e l n e o s a lv a r s a n , é s te
ú lt im o c o n r e s u lt a d o s n e g a t iv o s . A p l i c a b a u n t r a t a m ie n t o d e
s o s t é n p a r a c o n s e r v a r la f u e r z a d e l e n f e r m o . E m p l e a b a los
s e d a n t e s p a r a r e d u c i r e l d o l o r m u s c u l a r ; la b a l n e a c i ó n p a ra
c o m b a t i r la h ip e r t e r m ia , c o m o e n la f i e b r e t if o i d e a . M a n t e ­
n í a e l i n t e s t in o a l c o r r i e n t e y a l c a li n i z a d o , y p o n í a e s p e c ia l
a t e n c i ó n a l f u n c i o n a m i e n t o d e l o s r iñ o n e s . A d m in is t r a b a e s ­
t im u la n t e s c a r d í a c o s y r e s p ir a to r ia s y e s ta b a a le r t a c o n la
m io c a r d it i s y la h i p e r t e n s i ó n a r t e r ia l. E n l o s e n f e r m o s d e s ­
h id r a ta d o s in y e c ta b a e l s u e ro s a lin o is o tó n ic o o h ip e r tó n ic o .
* * *
A p esa r d e lo s años tr a n s c u r r id o s , e l p r o b l e m a d e l tra ta ­
m ie n t o d e la t r iq u in o s is s ig u e s in r e s o lv e r s e . S e c o n o c e q u e
lo s h o m b r e s d e c i e n c ia q u e d i s p o n e n d e la b o r a t o r io s b ie n
e q u ip a d o s , al s e r v ic io d e l E sta d o y n o d e lo s p u e b lo s , se
p r e o c u p a n m á s q u e d e lo s m e d io s d e c u r a r la s e n f e r m e d a ­
d e s , d e d e s e n c a d e n a r la s e n g r a n d e s e s c a la s c o n l o s g a s e s
a s fix ia n te s , g u e r r a b a c te r io ló g ic a y bom bas a t ó m ic a s y
d e h id r ó g e n o .
S e h a h a b l a d o d e lo s t r a b a jo s d e M e N a u g h , B e a r d y
d e E d s , r e d u c i e n d o e l n ú m e r o d e la r v a s e n l o s m ú s c u lo s
d e ra ta s e x p e r im e n t a le s , a d m in is t r á n d o le s s u lfa m ila m id a , así
c o m o d e l o s e x p e r im e n t o s d e S o m e r e n a d m in is t r a n d o e l b u -
t o la n , p e r o e n r e s u m e n n a d a d e d e fin itiv o .
N o d i s p o n i é n d o s e d e u n a m e d i c a c i ó n e s p e c í fi c a , h a b ía q u e
e x t r e m a r s e e n lo s m e d io s d e p r o fila x is , a s í q u e a c o n s e jé a
a q u e l lo s c a m p e s i n o s l o s m é t o d o s m á s p r á c t i c o s p a r a d o m i ­
n a r la i n f e c c i ó n , c o m o la d e s t r u c c i ó n d e t o d o s l o s c a d á v e -
 1248
r e s y v is c e r a s d e c e r d o s q u e m u e r e n , d e ra la s y r a t o n e s y
c o c c i ó n s u fi c i e n t e d e t o d a c la s e d e c a r n e d e s t in a d a p a ra
«on su m o hum ano. S e h iz o u n a fu e r t e p r e s ió n s o b r e las
a u t o r id a d e s y s e d i s p u s o q u e la c a r n e d e c e r d o fu e r a f o r ­
m a lm e n t e r e c o n o c i d a p o r el v e t e r in a r io a n t e s d e s e r c o n s u ­
m id a . P e r o s e p r e s e n t ó u n a g r a v e c o n t r a r ie d a d y e r a lo s
p e r j u i c i o s q u e s e o c a s io n a b a n a lo s p o b r e s q u e s e le s q u e ­
m a b a e l c e r d o c o n t a m in a d o q u e ib a a c o n s t it u ir e l p r in c i­
p a l a l im e n t o p a r a t o d o e l a ñ o . E s ta d ific u lt a d s e r e s o lv ió
fá c i l m e n t e , d e p o s i t a n d o u n a p e q u e ñ a c u o t a p o r c a d a c e r d o
r e c o n o c i d o , y e l t o ta l s ir v i ó p a r a c o m p r a r u n c e r d o s a n o
al q u e lo p e r d ía e n fe r m o .
L o s c a s o s q u e a s is tía d e t r iq u in o s is f u e r o n m u y n u m e ­
r o s o s y c o n o c í la e n f e r m e d a d e n t o d a s s u s fa s e s , d e s d e la
f o r m a m á s g r a v e h a s ta la m á s l e v e , é s ta s ú lt im a s s im u la n d o
u n r e u m a t is m o m u s c u l a r d e la r g a d u r a c i ó n . E l t r a ta m ie n t o
d e c o n ju n t o q u e y o e m p l e a b a y e l a m o r a m is s e m e ja n te s ,
m e d i e r o n r e s u lt a d o s m u y s a t is fa c t o r io s .
P o r c i e r t o q u e u n a v e z s e m e p r e s e n t ó la o c a s i ó n d e
s a lv a r la v id a d e u n o d e l o s p e o r e s t ip o s d e l p u e b l o d e
a ir u e la . S e tr a ta b a d e u n s e m in a r is ta , p r ó x im o a a c a b a r la
ca r r e r a d e c u r a , m i e m b r o d e u n a f a m ilia c a v e r n í c o l a d e la
p e o r e s p e c i e . E n c o n t r á n d o s e g r a v e m e n t e e n f e r m o e l r e f e r i­
d o s u je t o , c a y ó e n f e r m o e l m é d i c o q u e le a sistía , u n h o m ­
b r e q u e t e n ía u n a c u a l i d a d p a s m o s a e n e q u i v o c a r s e c o n
s u s e n fe r m o s , p r e o c u p a d a s u e s c a s a i n t e l ig e n c i a c o n l o s c a m ­
p o s y g a n a d o s q u e t e n ía s u e s p o s a . E n t o n c e s m e p i d i ó p o r
f a v o r q u e v is ita ra e n s u lu g a r a l s e m in a r is ta e n f e r m o . N o
p u d e n e g a r m e a u n a c t o c o n t r a r io a la g e n e r o s id a d d e m is
id e a le s . P e r o e l m é d i c o h a b í a e q u i v o c a d o e l d i a g n ó s t i c o y
lo c u r a b a c o m o u n e n f e r m o d e n e fr it is a g u d a , a c a u s a d e
te n e r u n e d e m a e n lo s p á r p a d o s . R e c t i f i q u é e l d i a g n ó s t i c o , y
s e c o n f ir m ó e n s e g u i d a p o r e l a n á lis is d e u n a c a r n e d e c e r ­
d o q u e h a b ía c o m i d o , y c o n m u c h a d e v o c i ó n e n m i a s is te n ­
c i a s a l v é la v i d a d e l s e m in a r is ta , e s t a n d o c o n v e n c i d o q u e
s i m i v id a h u b ie r a -e s t a d o e n s u s m a n o s , n o h a b r ía v a c i l a d o
e n a r r e b a tá r m e la . P e r o e n t r e e l a n a r q u is t a v e l c u r a h a y
ta n ta d i f e r e n c i a c o m o e n t r e e l d í a y la n o c h e . C u a n d o v o l v í
a d a r l e c u e n t a a l m é d i c o d e c a b e c e r a d e l r e s u lt a d o d e m i
e x a m e n , lo p r im e r o q u e h i c e a l l le g a r a s u c a s a f u é c o g e r
u n t r a ta d o d e p a t o l o g ía m é d i c o d e su m in ú s c u la b i b l i o t e c a ,
b u s c a r e l c a p í t u l o r e f e r e n t e a la t r iq u in o s is y p o n é r s e l o d e ­
la n t e d e la s n a r ic e s . S e i n c o r p o r ó e n e l l e c h o , l e y ó e l c a ­
p í t u lo c o n a v i d e z y e x c l a m ó :
— Me he e q u iv o c a d o ; el e n fe r m o p a d e c e t r iq u in o s is .
en lengua italiana
•^ j A g i t a z i o n e » . P e r i ó d i c o c o m u n is t a a n á r q u ic o . P a ­
rís. E d i t a d o a c a r g o d e l g r u p a a n a r q u is t a « P i e t r o G o r i » , d e
P a n s . A p a r e c e n s o la m e n t e d o s n ú m e r o s , e l p r i m e r o e n f e c h a
d e 2 2 d e m a y o d e 1 9 2 6 . E n su p r o g r a m a m a n ifie s t a s o s t e ­
n e r lo s c o n c e p t o s d e l c o m u n is m o a n á r q u i c o , d e la o r g a n i­
z a c i ó n o b r e r a y d e la o r g a n i z a c i ó n d e l o s a n a r q u is ta s in i­
c i a d o r e s d e la U n ió n A n a r q u is t a I t a lia n a . P e q u e ñ o fo r m a t o ,
c u a t r o p á g in a s a c u a t r o c o l u m n a s . R e d a c t o r e s : B. F a n t o z z i y
A . M e s ch i.
159. « L a Q u a l e ...» D i n á m i c o o f i c i o s o d e l o s ig n o r a n t e s .
ff.ns’ 4® m a y ° d e 1 9 2 6 . R e p r e s e n t a u n a t e n t a t iv a d e p u ­
b l i c a c i ó n d e u n p e r i ó d i c o h u m o r ís t ic o . A p a r e c e u n s o l o n ú ­
m e r o d e c u a t r o p á g i n a s a c u a t r o c o lu m n a s . R e d a c t o r : A u r o
Ayuntamiento de Madrid
CENIT
nrm -ríA o l g v? f ¡ í , la !,a r ’ r e f e r e n t e a la t r iq u in o s is ,
o c u r r ió e n e l p u e b l o d e C h i l ló n , C i u d a d R e a l, e n la v e c i n ­
dadI d e la s m in a s d e A lm a d é n . U n d ía s e m e ll a m ó a l c i ­
ta d o p u e b lo d o n d e h a b ía e s ta lla d o u n a e p id e m ia d e un a
e n f e r m e d a d d e s c o n o c i d a y m u y v ir u le n t a . E n e f e c t o , f u i a
C h i l ló n y e n c o n t r é v a r io s a t a c a d o s d e t r iq u in o s is , y v a s e
h a b ía n r e g i s t r a d o a lg u n a s d e f u n c i o n e s . L o s a t a c a d o s m o r ía n
c o n u n a r a p i d e z n u n c a v is ta , n o l l e g a n d o n i n g u n o a la s e ­
m a n a . P u d e e n c o n t r a r q u e la c a r n e d e c e r d o s o s p e c h o s a t e ­
m a t n c h in a p e r o c o m o e l v e t e r in a r io la h a b ía r e c o n o c i d o
y la d e c l a r a b a b u e n a p a r a e l c o n s u m o , f u é e n e l a c t o d e ­
te n id o p o r la a u t o r i d a d lo c a l, a p e s a r d e m i o p o s i c i ó n . E n -
to n co s u n e n fe r m o q u e se e n co n tra b a m u y grave y cu y a
m u je r a c a b a b a d e f a ll e c e r , m e ll a m ó a su l a d o y m e h i z o
e s t a c o n f e s i o n : « Y o n o t o m é e n s e r io lo s c o n s e j o s d e u s t e d
p o r q u e n o c r e ía e n la t r i q u i n a ; a s í e s q u e e l d í a d e la m a ­
ta n z a e n m i c a s a , e n v e z d e m a n d a r u n t r o z o d e la l e n ­
g u a d e m i c e r d o a l v e t e r in a r io , l o e n v i é d e l c e r d o d e u n
v e c i n o , a q u i e n e l fa c u l t a t i v o h a b í a d a d o e l v i s t o b u e n o
y e n t o n c e s , b r o m e a n d o , lle g a m o s h a s ta c o m e r c o n a v i d e z la
c a r n e d e c e r d o c r u d a , s a lp ic a d a c o n s e n d o s t r a g o s d e v i n o
m a n c h e g o . E l m a l y a n o t ie n e r e m e d io , p e r o y o l e r u e g o
in t e r v e n g a p a r a q u e p o n g a n e n l i b e r t a d a l v e t e r in a r io , q u e
es m ó ce n te , y sea y o s o lo el q u e p a g u e , a u n q u e y a h e p a ­
g a d o b a s t a n te p o r m i i g n o r a n c ia , o c a s io n a n d o la m u e r t e de
m i q u e rid a m u je r y d e u n h ijo » .
E l v e t e r in a r io f u é e n s e g u i d a p u e s t o e n lib e r t a d y yo
c o n v o q u e a l p u e b l o a u n m itin q u e s e c e l e b r ó e n lá p la z a
p u b l i c a , a c u d i e n d o m illa r e s d e p e r s o n a s . D e s d e la t r ib u n a
t e r m in é m i d i s c u r s o h a c i e n d o e s ta p r e g u n t a : « ¿ C r e é i s a h o r a
q u e e x is t e la t r i q u i n a ? » « S í — m e c o n t e s t a r o n — , y e s t a m o s
d is p u e s t o s a q u e m a r t o d a la c a r n e d e c e r d o q u e s e e n c u e n ­
tra e n e l p u e b l o , c a s a p o r c a s a » . P e r o c o m o la m e d id a e ra
r u in o s a p a r a l o s p o b r e s , a c o n s e jé q u e s e r e c o n o c i e r a n t o d a s
la s c a r n e s a fin d e a p r o v e c h a r la s b u e n a s y d e s t r u ir la s q u e
p u d ie r a n o c a s io n a r la d e s g r a c ia d e l o s h o m b r e s . Y a s í s e
h i z o c o n t o d a e s c r u p u lo s id a d .
C h i l ló n e s u n p u e b l o a n t i g u o d e la p r o v in c i a d e C i u d a d
R e a l , a d o s k i ló m e t r o s d e A lm a d é n . S u s o b r e r o s r e p a r t e n
e l t ie m p o e n la s la b o r e s d e l c a m p o y e n lo s t r a b a jo s d e las
m in a s d e m e r c u r i o . E s u n p e r s o n a l e x c e l e n t e , c o m o n o c o ­
n o c í o t r o , a b i e r t o a n u e s t r o s id e a le s , y e n lo s m o m e n t o s c r í ­
t ic o s d e la l u c h a a n t ifa s c is t a , s ie m p r e a c u d i e r o n c o n la s a r­
m a s e n la m a n o d is p u e s t o s a t o d o s lo s s a c r ific io s .
P edro V A L L IN A
d 'A r c o l a . S e i m p r im e e n la im p r e n t a «L a F r a te r n e lle » , d i­
r i g id a p o r S e b a s t iá n F a u r e .
160. « L o t t a U m a n a » . R e s e ñ a a n a r q u is t a m e n s u a l. P a rís.
I n ic ia su p u b lic a c ió n e l 1 d e o c t u b r e d e 1 92 7 , c o n o c h o
p a g m a s a p e q u e ñ o f o r m a t o , a tre s c o lu m n a s . D a d a la i m ­
p o s i b i l i d a d - p a r a l o s e x t r a n je r o s d e la é p o c a — d e d e s a r r o lla r
a b ie r t a m e n t e u n a p r o p a g a n d a a n a r q u is t a , t o d o s lo s r e d a c ­
t o r e s d e é s ta , c o m o d e la s d e m á s p u b l i c a c i o n e s q u e v ie r o n
la l u z e n F r a n c ia , s e v i e r o n p r e c i s a d o s a u t iliz a r l o s n o m ­
b r e s d iv e r s o s , a l t ie m p o q u e e l r e s p o n s a b le d e la p u b l i c a ­
c i ó n d e b í a s e r n e c e s a r ia m e n t e u n f r a n c é s . S e p u b l i c ó h a s ta
e l 1 8 d e a b r i l d e 1 9 2 9 , c o n u n t o ta l d e 3 1 n ú m e r o s , d e ­
b i e n d o a fr o n t a r m u c h ís im a s d ific u lt a d e s . S e s u s p e n d e la p u -
 CENIT
b l i c a c i o n , p o r q u e e l r e d a c t o r y su s p r in c ip a le s c o l a b o r a d o ­
r e s s o n e x p u ls a d o s d e F r a n c ia e in m e d ia t a m e n t e d e s p u é s ,
d e B é lg i c a . R e d a c t o r : L u i g i F abbri ( L u d o v i c o S c h lo s s e r ),
( T o p o d e B ib l i o t e c a ) , C a m i l o B e r n e r i (B a e r ), G i g i D a m ia n i
( A u s o n i o A c r a t e , S im p l i c i o ) , T o r c u a t o G o b i , U g o F e d e l i (H .
I r e n i . R e n t i. F . D .L .) , L u i g i V e z a n n i ( L u x ) . E s u n a p u b l i ­
c a c i ó n in t e r e s a n tís im a .
161. « R e m e m b e r » . N ú m e r o ú n ic o . P r o v í c t i m a s p o lít ic a s .
E d i t a d o a c a r g o d e l C o m i t é A n a r q u is t a P r o V íc t im a s P o l í t i ­
c a s d e It a lia . P a r ís , 2 4 d e m a y o d e 1 9 2 7 . S e v e n d e a « p r e ­
c i o v o l u n t a r io » . G r a n f o r m a t o , c u a t r o p á g i n a s a c i n c o c o ­
lu m n a s .
162. « C o m it a t o A n a r c h ic o » . P ro v íc tim a s p o l ít i c a s d e
I t a lia . N ú m e r o ú n ic o . P a r ís . O c t u b r e 1 9 2 7 . C o n t ie n e e l e s t a ­
d i l l o a d m in is t r a t iv o d e l C o m i t é y u n a r t íc u lo d e « C o m e n ­
t a r io s y a d v e r t e n c ia s » , f i r m a d o p o r B r u tiu s (P ie t r o B r u z i).
P e q u e ñ o f o r m a t o , c u a t r o p á g in a s a d o s c o lu m n a s .
163. « R e s i s t e r e » . N ú m e r o e s p e c i a l . P a r ís . P u b l i c a c i ó n in ­
fo r m a t i v a d e l C o m i t é P r o V íc t im a s P o l í t i c a s d e I t a lia . M e s e s
d e n o v ie m b r e -d ic ie m b r e d e 1928.
164. « B o l l e t t i n o d e l C o m i t a t o I n t e m a z i o n a l e d i D ife s a
A n a r c h i c a » . E d i c i ó n m e n s u a l e n l e n g u a it a lia n a . P a rís. E l
p r i m e r n ú m e r o lle v a la f e c h a d e l 1 d e j u l io d e 1 9 2 7 . A p a ­
r e c e n s o la m e n t e d o s n ú m e r o s e n p e q u e ñ í s i m o f o r m a t o ; c u a ­
t r o p á g in a s , d o s c o l u m n a s . S o s t ie n e la c a m p a ñ a e n p r o d e
« A s c a s o - D u r r u t i - J o v e r » , a n a r q u is t a s e s p a ñ o l e s d e t e n i d o s e n
F r a n c ia ; c o n t r a la s c o n t i n u a s e x p u ls i o n e s d e F r a n c ia ; c o n t r a
la r e p r e s ió n d e l o s a n a r q u is t a s e n R u s ia , e t c .
165. « G u e r r a d i C la s s e » . B o le t í n m e n s u a l d e la U n ió n
S in d ic a l I t a lia n a . P a r ís -B r u s e la s . E l p r i m e r n ú m e r o a p a r e c e
e n s e p t i e m b r e d e 1 9 3 0 . L o s p r im e r o s c u a t r o n ú m e r o s s e i m ­
p r i m e n e n F o n t e n a y -s o u s - B o is (P a r ís ), p e r o a l s e r e x p u ls a ­
d o s d e F r a n c ia su s e d i t o r e s , e l n ú m e r o 5 , d e e n e r o d e 1 9 3 1 ,
a p a r e c e e n B r u s e la s ( B é l g i c a ) , d o n d e c o n t i n ú a ir r e g u la r m e n ­
t e h a s ta p r i n c ip i o s d e l a r e v o l u c i ó n e s p a ñ o l a , r e e m p r e n ­
d i é n d o s e s u p u b l i c a c i ó n e n B a r c e lo n a . E n t r e s u s v a r io s r e ­
d a c t o r e s c o n t a m o s : e n F r a n c ia , C r e m o n i n i ; e n E s p a ñ a , C a ­
m i l o B e r n e r i, V i r g i l i o G o z z o l i , A l d o A g u z z í .
166. « L ’ O ra N o s tr a » . B o le t ín m ensual d e p rop a ga n d a
a n a r q u is t a . M a r s e lla . A p a r e c e e n p e q u e ñ o f o r m a t o , c u a t r o
p á g in a s a tres c o l u m n a s , e l 2 0 d e e n e r o d e 1 9 2 8 . S a le n
tre s n ú m e r o s , e l ú l t i m o c o r r e s p o n d e a j u l io ae 1928. R e­
d a c t o r : A n d r e a d e l V é r t ic e .
167. « N o n M o l l i a m o » . E d i t a d o p o r e l G r u p o A n a r q u is t a
P r o A c c i ó n A n t ifa s c is t a e n It a lia . M a r s e lla . P a r a s e r e n v ia ­
d o a Ita lia c l a n d e s t i n a m e n t e y d is t r ib u ir s e g r a t u it a m e n t e .
E l p r i m e r n ú m e r o e s d e e n e r o d e 1 9 2 7 . L l e v a c o m o s u b t i­
t u l o « ¡ L i b e r t a d ! . .. ¡ L ib e r t a d !... ¡ L i b e r t a d ! ...>> A p a r e c e n tres
n ú m e r o s r e g u l a r m e n t e : e n e r o , f e b r e r o , m a r z o . N o lle v a in ­
d i c a c i ó n d e lu g a r d e p u b l i c a c i ó n . P e q u e ñ o f o r m a t o , a d o s
c o lu m n a s . R e d a c t o r e s : G i g i D a m ia n i y C a r io F r ig e r io .
168 . « L o t t a A n a r c h ic a » . O r g a n o q u in c e n a l d e l C o m ité
P r o v is o r io p o r e l e n l a c e e n t r e l a s ' fu e r z a s c o m u n is t a s -a n a r ­
q u is t a s . P a rís. C o m i e n z a a p u b l i c a r s e e l 6 d e d i c i e m b r e d e
192 9 . L le v a c o m o e n c a b e z a m ie n to « N u e v a S e rie d e L o tta
U m a n a » , p o r q u e e n r e a l i d a d e s ta p u b l i c a c i ó n f u é la c o n ­
t in u a c ió n — c o n o t r o s r e d a c t o r e s — d e la l a b o r q u e s e h a b ía
a s i g n a d o d e s a r r o lla r « L o t t a U m a n a » y su g r u p o r e s id e n t e
e n P a r ís . C o n e l n ú m e r o 8 d e l 2 0 d e o c t u b r e , m o d ifi c a su
ca b ecera — despu és d el C on greso d e lo s a d h e r e n t e s a la
U n i ó n A n a r q u is t a I t a lia n a , r e a l i z a d o e n P a r ís e n ju n i o d e
193 0 — - e s t a b le c ié n d o s e e n « ó r g a n o q u i n c e n a l d e l o s G r u p o s
C o m u n is t a s A n a r q u is t a s a d h e r e n t e s a la U n i ó n A n a r q u is t a
I t a lia n a » . E n n o v i e m b r e d e 1 9 3 0 s e m o d if i c a o tra v e z
s ie n d o « ó r g a n o q u i n c e n a l d e la U n i ó n C o m u n i s t a A n a r q u is ­
ta d e l o s p r ó f u g o s it a l i a n o s » . C o n t in ú a a p a r e c i e n d o h a s ta
fin e s d e 1 9 3 3 . R e d a c t o r e s : M a s t r o d ic a s a ( N u m it o r e ), C r e ­
m o n in i. C o la b o r a d o r e s : L u i g i F a b b r i, H u g o T r e n i.
169. « F e d e » . Q u in c e n a l a n a r q u is t a d e c u lt u r a y d e de­
fe n s a . P a rís. S e g u n d a s e r ie . I n i c i a su p u b lic a c ió n el 1 de
m a y o d e 1 9 2 9 y c o n t i n ú a d u r a n t e d i e z n ú m e r o s — h a s ta d i­
c i e m b r e d e 1 9 3 0 — e n P a r ís . L u e g o , a n t e la e x p u ls i ó n de
Ayuntamiento de Madrid
1249
s u s r e d a c t o r e s , s e p u b l i c a n d o s n ú m e r o s e n B r u s e la s . C e s a
la p u b l i c a c i ó n e n a b r il d e 1 9 3 1 . R e d a c t o r e s : G i g i D a m ia n i,
V i r g i l i o G o z z o l i . C o la b o r a n : M a r i o M a n t o v a n i, e t c .
170. « R e s i s t e r e » . N ú m e r o e s p e c ia l. P a r ís . P u b l i c a c i ó n i n ­
f o r m a t i v a d e l « C o m i t é P r o V íc t im a s p o l ít i c a s d e I t a l i a » . A b r il
d e 1 9 2 9 . N ú m e r o c a s i e n t e r a m e n t e d e d i c a d o a l a n a r q u is t a
A n g e l o B a r t o lo m e i, q u i e n a p r in c ip io s d e n o v i e m b r e d e 1 92 8 ,
e n J o e u r , a ju s t ic ia b a a l c u r a ‘ C a v a r a d o s s i, v i c e c ó n s u l it a lia n o ,
q u i e n , a d e m á s d e e x t o r s io n a r a l o s r e f u g i a d o s it a lia n o s a n ­
t ifa s c is t a s r e a liz a b a u n a l a b o r d e p r o v o c a c i ó n e n t r e l o s r e ­
fu g ia d o s .
171. « L a V e r i t á » . N ú m e r o ú n ic o . P a r ís . A p a r e c i ó e l 10
d e ju n io d e 1929. E n te ra m e n te d e d ic a d o a la p o lé m ic a c o n
e l d o c t o r G . D o n a tti (re d a cto r d e l p e r ió d ic o «II D o v e r e » y
d e s p u é s d e l a r e v is t a « I I P u n g o l o » ) , D e la s o c h o p á g i n a s c o n
q u e c o n t a b a e l p e r i ó d i c o , c a s i la m it a d s e h a lla b a n o c u p a ­
d a s p o r u n a r t íc u l o d e C . B e r n e r i c o n t r a G . D o n a t t i. R e d a c ­
t o r : C a m i l o B e r n e r i.
172. « U m a n it á N o v a » . Q u in c e n a l a n a r q u is t a . P u t e a u x (P a ­
rís ). I n i c i a s u a p a r i c i ó n e l 2 0 d e o c t u b r e d e 1 9 3 2 , y c e s a
d e s p u é s d e c i n c o n ú m e r o s e l 2 5 d e d i c i e m b r e d e l m is m o a ñ o ,
p o r q u e , a c a u s a d e la s p e r s e c u c io n e s p o l ic i a l e s m o d i f i c ó t i­
t u l o y c a b e c e r a lla m á n d o s e :
173. « L a P ro te s ta » ( L a P r o t e s t a t io n ) . Q u in c e n a l . P u t e a u x .
(P a r ís ). G e r e n t e A . B ia n c o . E l p r im e r n ú m e r o c o r r e s p o n d e al
5 d e m a r z o d e 1 9 3 3 . A p a r e c e n s o la m e n t e t r e s n ú m e r o s ; l u e ­
g o , s ie m p r e p a ra e s c a p a r a la s p e r s e c u c io n e s p o l ic i a l e s , e s ­
c o g e u n n u e v o t ít u lo :
174. « L a V e c c h i a U m a n it á N o v a » ( L a V i e i l l e U m a n it á
N o u v e l l e ) . Q u in c e n a l . P u t e a u x . (P a rís ). E l p r i m e r n ú m e r o
c o r r e s p o n d e a l 1 5 d e a b r il d e 1 9 3 3 . A p a r e c i e r o n m u y p o c o s
n ú m e r o s. E l r e d a c t o r , c o n tin u a m e n te p e r s e g u id o , f u é d e te ­
n i d o y d e p o r t a d o a B é lg i c a y l u e g o d e B é lg i c a a F r a n c ia
y a s i s u c e s iv a m e n t e d u r a n t e v a r io s a ñ o s . T o d a s e s ta s p u b l i ­
ca c io n e s se h ic ie r o n p o r cu e n ta d e l « G r u p o A u t ó n o m o » d e
P a r ís . R e d a c t o r : C a m i l o B e r n e r i.
175. « I n s o r g i a m o » . P e r i ó d i c o a n a r q u is t a . L y o n . I n i c i a su
p u b l i c a c i ó n e l 1 d e s e p t i e m b r e d e l 1 9 3 1 . A p a r e c e ir r e g u la r -
m e n t e . S u n ú m e r o ú lt im o e s e l d e l 15 d e ju lio d e 1 9 3 3 . C o ­
l a b o r a d o r : G i g i D a m ia n i.
176. « L o t t e S o c i a l i » . A c a r g o d e la F e d e r a c i ó n A n a r q u is t a
d e p r ó f u g o s ita lia n o s . P a r ís . I n i c i a s u p u b l i c a c i ó n en 1933
y c o n t i n ú a , s o b r e c u a t r o p á g in a s , h a s ta 1 9 3 4 .
177. « L a L a n t e m a » . P e r i ó d i c o a n a r q u is t a . T o u l o n . I n ic ia
s u p u b l i c a c i ó n e l 1 d e j u l io d e 1 9 3 2 s o b r e c u a t r o p á g in a s .
E n 1 9 3 4 , d e s p u é s d e a lg u n a s s u s p e n s io n e s , a p a r e c e s o b r e d ie z
p á g in a s , a m u l t i c o p i s t a ; a sí s u c e d e c o n e l n ú m e r o 1 3 d e l 1
d e o c t u b r e d e 1 9 3 4 . A p a r t ir d e l n ú m e r o 4 , a ñ o I I , a g o s t o
d e 1 9 3 3 , la r e d a c c i ó n d el p e rió d ico s e t r a s la d a de T o u lo n
a M a r s e lla .
178. « S .I .A .» O r g a n o d e la S o li d a r i d a d I n t e r n a c i o n a l A n ­
t ifa s c is t a . P a r ís . C o m i e n z a e n n o v i e m b r e d e 1 9 3 6 , e n g r a n
f o r m a t o , p r i m e r a m e n t e s o b r e d i e z p á g in a s , l u e g o o c h o y e n
o c a s io n e s s e is . C o l a b o r a n e s c r it o r e s d e d i v e r s o s p a ís e s , t o d o s
e n s e n t id o l i b e r t a r io . E l t e x t o e s , s o b r e t o d o , e n l e n g u a f r a n ­
c e s a , p e r o t a m b i é n e n ita lia n o y e n e s p a ñ o l . L a p á g i n a e n
i t a l i a n o t e n ía c o m o t ít u lo :
179. « L a V o c e d e l l ’ a n t ifa s c is m o I t a l i a n o » . A p a r e c e r e g u ­
la r m e n t e d e s d e 1 9 3 6 h a s ta a g o s t o d e 1 9 3 9 , e s d e c i r , h a s ta la
v ís p e r a d e la s e g u n d a g u e r r a m u n d ia l. R e d a c t o r d e l p e r i ó ­
d i c o t r i l iu g ü e : H e n r y J e a n s o n ; d e l a p á g i n a e n it a lia n o : A l ­
b e r t o M e s c h i.
T e r m i n a d a la g u e r r a lo s a n a r q u is t a s e s p a ñ o le s t r a t a r o n d e
r e e m p r e n d e r s u p u b l i c a c i ó n , e n j u n i o d e 1 9 4 7 , s ie m p r e c o n
e l t it u l o d e « S .I .A .» , e n T o u l o u s e , c o n a lg u n a s c o lu m n a s e n
i t a l i a n o y e l r e s t o e n e s p a ñ o l. P e r o a p a r e c i e r o n s o la m e n t e
tre s n ú m e r o s .
180. « I I M o m e n t o » ( L e M o m e n t ) . Q u in c e n a r i o , ó r g a n o d e
la U n i ó n A n a r q u is t a I t a lia n a . P a rís. C o m i e n z a a a p a r e c e r e l
1 d e m a y o d e 1 9 3 8 . A p a r e c e n c u a t r o n ú m e r o s s o b r e s e is
p á g in a s a c i n c o c o l u m n a s . R e d a c t o r e s : L e o n i d e M a s t r o d e -
 1250
ca s s a , V i r g i l i o G o z z o l i , F o m a s a r i . C o la b o r a d o r e s : L ’ U o m o
d i P ie d r a , A lb e r t o M e s c h i , D o m i n g o , R i z o l u z i o G i g li o l i .
181. « I L i b e n » . B o le t ín a n a r q u is t a . I n d i c a c i ó n d e l lu g a r :
K o m a . I n ic ia s u p u b l i c a c i ó n e n e n e r o d e 1 9 3 8 y la c o n t in ú a
h a s ta a b n l ( n ú m e r o 5 ) d e 1 9 3 8 . C i n c o p á g in a s a m u l t i c o ­
p ista .
182 « R i v o l u z i o n e L i b e r t a r ia » . F r a n c ia . (S in i n d i c a c i ó n d e
lu g a r ). I n ic ia su a p a r ic ió n e n s e p t i e m b r e d e 1 9 3 8 . P e q u e ñ o
fo r m a t o a cu a tro p á g in a s sobre dos c o lu m n a s . A p a ­
re c e n c u a t r o n ú m e r o s ; e l ú ltim o e s d e d ic ie m b r e d e 1938.
n <<® °* e t *n o d e i C a m p i d i C o n c e n t r a m e n t o » . M e n s u a l.
M a r s e lla . A m u lt ic o p is t a . G o m i e n z a a p u b l i c a r s e a p r i n c i ­
p i o s d e 1 9 3 9 a m o d o d e e n l a c e e n t r e l o s v a r io s c a m p o s , es
d e c i r , in m e d ia t a m e n t e d e s p u é s d e la d e r r o t a d e la r e v o l u ­
c i ó n e n E s p a ñ a . C o n t ie n e a r t íc u l o s e n fr a n c é s y e n ita lia n o
s ig u e p u b l i c á n d o s e c o n d o c e p á g i n a s h a s ta e l e s t a l l id o d e la
g u e r r a , e l n ú m e r o 6 lle v a l a f e c h a d e l 1 0 d e j u n i o d e 1 9 3 9 .
S u m is ió n e r a la d e a p o r t a r i n f o r m a c i ó n d e l o s d ife r e n t e s
c a m p o s d e c o n c e n t r a c i ó n e n l o s q u e s e h a lla b a n l o s p r ó f u ­
g o s d e la g u e r r a d e E s p a ñ a .
T U N E Z
184. « I I V e s p r o S o c i a l e » . N ú m e r o ú n ic o . T ú n e z . A n t e la
i m p o s i b i l i d a d d e c o n t i n u a r la l u c h a e n It a lia , P a o l o S c h ic h i,
re fu g iá n d o s e e n T ú n e z , p u b lic ó e s te p e r ió d ic o , c o n fe c h a d e l
2 5 d e o c t u b r e d e 1 9 2 4 . L a s a u t o r id a d e s d e T ú n e z n o p e r m i­
t ie r o n la c o n t i n u a c ió n d e la p u b l i c a c i ó n y e x p u ls a r o n a S c h i -
c h i , q u e s e r e f u g i ó e n M a r s e lla .
ALEMANIA
185. « I I M e s s a g e r o d e la R is c o s s a » . P e r i ó d i c o a n a rq u ista
a u t o n o m o . Q u in c e n a l . H a m b u r g o . E l p r i m e r n ú m e r o a p a -
r e c e e l 2 0 d e ju n i o d e 1 9 2 3 . A p a r e c e n s o la m e n t e c i n c o n ú -
m e ro s, e n fo rm a to d iv e r s o , e l ú ltim o es d e fe c h a 5 d e s e p ­
t ie m b r e d e 1 9 2 3 . R e d a c t o r : R e n a t o S o u v a r in e ( R e n a t o S i-
g l i c h ) . C o la b o r a d o r e s : P a o l o S c h i c h i , H u g o T r e n i ( U g o F e -
d e li).
E S P A Ñ A
186. « G u e r r a d i C la s s e » . Q u in c e n a l . B a r c e lo n a . R e d a c ­
c i ó n : V ia L la y eta n a . C .N .T . - F .A .I . A l p r i n c i p i o a p a r e c e s in
r e g u l a r i d a d d e t e r m in a d a . E l p r i m e r n ú m e r o lle v a la f e c h a
d e l 9 d e o c t u b r e d e 1 9 3 6 . C o n e l n ú m e r o 7 c o m ie n z a s u se­
g u n d o a ñ o. D e sd e o ctu b re d e 1936 a m arzo d e 1937 d ep en -
i ,u n C o m it é d e R e d a c c ió n c o m p u e s to p o r C a m ilo B er-
n e r i, M a s t r o d ic a s s a y V i r g i l i o G o z z o l i . P e r o e s B e r n e r i q u ie n
d a u n m a y o r i m p u ls o a la p u b l i c a c i ó n , i m p r im i é n d o l e las
c a r a c t e r ís t ic a s d e s u p e r s o n a l id a d . D e s d e e l 5 h a s ta e l 18
d e m a r z o y d e s p u é s d e la m u e r t e d e B e r n e r i la d i r i g e M a s ­
t r o d ic a s s a , y d e s d e e l 1 8 a l 3 0 la d i r i g e V ir g i l i o G o z z o l i .
E l u lt im o n ú m e r o , q u e a p a r e c e c o n f e c h a d e l 3 0 d e n o ­
v i e m b r e d e 1 9 3 7 , e s tá r e d a c t a d o p o r A l d o A g u z z i . T o d o y
s i e n d o é s t e h a s ta c i e r t o p u n t o ó r g a n o d e la U n i ó n S in d ic a l
I t a lia n a ( S e c c i ó n d e la A .I .T . ) c o m o l o a n u n c ia e n s u p r i ­
m e r n ú m e r o y c o m o ta l la c o n t i n u a c i ó n d e « L o t t a d i C la s ­
s e » d e P a r ís , s e d e m u e s t r a q u e e s a l g o m u y d is t in t o , e n
c i e r t o s a s p e c t o s ; s e a p o r c u e s t i o n e s d e l m o m e n t o o b a jo
la p r e s ió n d e lo s a c o n t e c i m i e n t o s , lo c i e r t o e s q u e a d q u ie r e
u n a im p o r t a n c ia p a r t ic u l a r q u e le d a a s p e c t o s n u e v o s y
d iv e r s o s . C o n t ie n e a r t íc u lo s im p o r t a n t ís im o s e n t r e l o s q u e
c o r r e s D o n d e s e ñ a la r l o s d e B e r n e r i e n p o l é m i c a c o n F e d e ­
r i c a M o n t s e n y . C o la b o r a n t a m b ié n v a r io s e s p a ñ o le s , e n t r e
q u i o n e s p u e d e c it a r s e a D . A . d e S a n tillá n .
1 8 7 . « F r e n t e L i b e r t a r io » . O r g a n o d e la s M ilic ia s C o n f e ­
d e r a le s . M a d r i d . E d i t a d o p o r e l C o m i t é d e D e f e n s a d e la
R e g i ó n C e n t r o . E n e n e r o d e 1 9 3 7 la n z a u n n ú m e r o e x t r a ­
o r d in a r io , f o r m a t o d ia r io , a c u a t r o p á g in a s , m it a d e s p a ñ o l
y m it a d it a lia n o , c o n u n « A p e l l o a i M i l i t e F r a t e l lo » , e n
c u a t r o l e n g u a s (lla m a d a a la s m ilic ia s h e r m a n a s ). P e r o e s
Ayuntamiento de Madrid
CENIT
a P a r t ir d e m a y o d e 1 9 3 0 q u e c o m e n z ó la a p a r ic ió n sem a­
n a l y r e g u la r , e n m u lt ic o p is t a , d e u n : .
frn n H ital. i a n o Pe r * « n iliz ia n i c o m b a t t e n t i a l
d l M a d n d » . r e g u la r m e n t e e n c i n c o p á g in a s . E l n ú ­
m e r o c o r r e s p o n d i e n t e a l 3 0 d e n o v i e m b r e d e 1 9 3 8 s e r e a liz a
H «l K !' T n í ° P T u a S y c o n eI s u b t ít u lo d e « E d i t o
f l u h i t j f , a R e g io n e d e l C e n t r o » . S e p u ­
b l i c o h a st e l 1 0 d e f e b r e r o d e 1 9 3 9 . E s im p o r t a n t e p o r su
d o c u m e n t a c i ó n a c e r c a d e la R e v o l u c i ó n e s p a ñ o la .
189. « B o l l e t t i n o d I n f o r m a z io n i» . C .N .T . - A .I . T . B a r c e lo n a .
N o t i c ia r i o y c o m u n i c a d o s p r o p o r c io n a d o s p o r la C . N . T . -
, , p.n m 1t“rn, n ú ' rie r0 ' a m u lt ic o p is t a , c o r r e s p o n d e a l 5
d e a g o s to d e 1936. A p a re ce n m u ch os n ú m eros, p e ro n o p o ­
d e m o s p r e c i s a r c u á n to s .
190 « B o l e t i n o d ’ I n f o r m a c i o n » d e l la S e z i o n e d e l l 'U n i o n e
A n a r c h ic a I t a lia n a . B a r c e lo n a . C o m i e n z a s u p u b l i c a c i ó n e n
m a y o r d e 1938. A p a r e ce n p o co s n ú m eros.
ESTADO S U N ID O S D E N O R T E A M E R IC A
191. « C r o n a c a S o v v e r s iv a » . S e m a n a r io a n a r q u is t a d e p r o ­
p a g a n d a r e v o l u c i o n a r i a . B a r re V e r m o n t . I n i c i a s u p u b l i c a ­
c i ó n e n 1 9 0 3 y e n s u s p r im e r o s c i n c o a ñ o s c a m b i a v a r ia s
v e c e s d e fo rm a to . E n 1 90 8 a d o p ta u n g r a n fo r m a to q u e
c o n s e r v a r a h a s ta s u d e s a p a r ic ió n . E n 1 9 1 2 s e t r a s la d ó a
L y n n M a s s , d o n d e s e p u b l i c ó h a s ta e l 1 8 d e j u l io d e 1 9 1 8
>ajo la d i r e c c i ó n d e L u i g i G a lle a n i. A c o n s e c u e n c i a d e su
e n é r g i c a c a m p a n a c o n t r a la g u e r r a m u n d ia l i n i c i a d a e n 1 9 1 4 ,
c a m p a n a d e s a r r o lla d a c o n m á s a h i n c o d e s p u é s d e la in t e r ­
v e n c i ó n e n la g u e r r a p o r p a r t e d e la p r o p i a A m é r ic a , se
d e s p l e g o c o n t r a e l p e r i ó d i c o t o d a la ir a y la v i o l e n c ia d e
l o s p a t r io t e r o s U n o a u n o , t o d o s s u s r e d a c t o r e s f u e r o n d e ­
t e n i d o s y e x p u ls a d o s a I ta lia . F u é u n o d e lo s m e jo r e s p e ­
r i ó d i c o s a n a r q u is t a s p u b l i c a d o s e n I t a lia n o . H e a q u í a lg u n o s
n ú m e r o s e s p e c i a l e s d e u n a i m p o r t a n c ia p a r t ic u la r :
« P r o c e s s o G a e r r e t t o - E li a C o r t i » . N ú m e r o e s p e c i a l d e « C .S .»
A n o I I . N u m . 3 1 2 / 1 / 1 9 0 4 . C u a t r o p á g in a s .
« L a C o m u n e » . N ú m e r o e s p e c ia l. A ñ o I I I ; 3 / 6 / 1 9 0 5 O cho
p a g in a s .
o - / ? / ,í ™ - í t e £ tatorÍ>>. N ú m e r o e s p e c i a l . A ñ o V . N ú m ero 30;
¿ tn / L 9 0 7 . C u a t r o p á g i n a s e n p a p e l r o jo .
« I F a t t i d i P a te r s o n e il p r o c e s o a L u i g i G a l l e a n i» . A ñ o V .
N u m e r o 2 0 ; 1 8 / 5 /1 9 0 7 .
. ;<NÍ Í ch, e I e Bal<un i n » . N ú m e r o e s p e c i a l . A ñ o V . N ú m e r o 2 6
d e l 2 6 / 6 / 1 9 0 7 . C u a t r o p á g in a s .
j ‘'^ ^ t i r i C h ic a g o » » . N ú m e r o e s p e c ia l. A ñ o V . N ú m e r o 4 5
d e l 9 / 1 1 / 1 9 0 7 . D o c e p á g in a s .
N ú m e r o e s p e c ia l. Año V . N ú m ero 11 d e l
1 4 /5 /1 9 0 8 . D oce p á g in a s .
« F r a n c i s c o F e r r e r » . N ú m e r o e s p e c ia l. A ñ o V I I I . N ú m . 4 2
d e l 1 5 / 1 0 / 1 9 1 0 . O c h o p á g in a s .
« F r a n c is c o F e r r e r ». N ú m e r o e s p e c ia l. Año IX . N úm . 41
d e l 1 4 / 1 0 / 1 9 1 1 . O c h o p á g in a s .
K r o p o tk in e » . N ú m e r o e s p e c ia l. Año X. N ú m eros
5 0 -5 1 d e l 2 1 / 1 2 / 1 9 1 2 . O c h o p á g in a s .
A n t e s d e s e r d e p o r t a d o s , G a lle a n i y su s c o l a b o r a d o r e s l o ­
g r a r o n p u b lic a r a ú n d o s n ú m e r o s cla n d e s tin o s d e l p e r ió d ic o ,
s ie m p r e c o n e l t ít u lo d e « C r o n a c a S o v v e r s iv a » , e n m a r z o y
e n m a y o d e 1 9 1 9 , D e s p u é s d e é s to s , lo g r a r o n s a c a r o t r o s p e ­
r ió d ic o s c la n d e s tin o s , c o m o p o r e je m p lo :
192. « C r o n a c h e R o s s e » . L y n n M a s s.
193. « L ’ A n a r c h i e » . L y n n M a ss.
‘‘ I 1 . D i r i t t o » . S ie m p r e , t o d o s e llo s , red a cta d os p o r
L u i g i D a m ia n i. C o n é l f u e r o n d e p o r t a d o s su s p r o p i o s c o l a ­
b o r a d o r e s : F a f f a e l e S c h ie v in a , G i o b b e S a n c h in i, e t c .
195- « I I C o r r i e r e L ib e r ta r io »» . S e m a n a r io . B a r r e V e r m o n t .
S e p u b l i c a r o n u n o s p o c o s n ú m e r o s h a c ia f in e s d e 1 91 4 .
196. « I I D o m a n i » . R e v is t a . N e w Y o r k . A p a r e c i e r o n s o l a ­
m e n t e tre s n ú m e r o s e n 1 9 2 0 . L a r e a c c ió n , q u e s e d e s c a r ­
g a b a s ie m p r e d e u n a m a n e r a p a r t ic u la r c o n t r a lo s a n a r q u is ­
ta s ita lia n o s , i m p i d i ó la p u b l i c a c i ó n d e t e n i e n d o a su a d m i ­
 C E N I T
n is t r a d o r S a ls e d o . S o m e t i d o a l o s in t e r r o g a t o r io s d e t e r c e r
g r a d o , m u e r e e n m a n o s d e l o s p o l i c í a s .' R e d a c t o r e s : S a ls e d o
y R o b e r t o E lia , t a m b ié n d e t e n i d o y d e p o r t a d o a I ta lia .
197. « L ’O r d in e » . P e r ió d ic o a n a r q u is t a q u in c e n a l. N e w
Y o r k . A p a r e c i e r o n s e is n ú m e r o s , d e s d e 1 9 1 9 a 1 9 2 0 , e n f o r ­
m a d e r e v is ta , a 2 4 p á g in a s .
198. « L a J a c q u e r ia » . N e w Y o rk . S e p u b lic ó e n 1919 y
1 9 2 0 . L o s p o c o s n ú m e r o s q u e s e lo g r a r o n p u b l i c a r t u v ie r o n
m u c h a d i f ic u l t a d d e d if u s ió n a c o n s e c u e n c i a d e la r e a c c ió n ,
s ie m p r e c a r g a n t e c o n t r a l o s a n a r q u is t a s , a l e x t r e m o d e q u e
le s o b l ig a b a n a a c t u a r e n la c la n d e s t in id a d .
199. « L ’ I n e v it a b le » . N e w Y o r k . A p a r e c e n u n o s p o c o s n ú ­
m e r o s e n 1 92 0 .
200. « I I R i b e l l e » . N e w Y o r k . C o m o lo s p r e c e d e n t e s a p a ­
r e c e s o la m e n t e p o r p o c o s n ú m e r o s y n o lo g r a h a c e r s e c o ­
n o c e r d e l m a y o r n ú m e r o d e m ilit a n t e s p o r la s d i fic u l t a d e s
d e d i f u s ió n . E l C o r r e o s é n e g a b a a d is t r ib u ir lo .
201. « L ’ A U a r m e » . S e m a n a r io . B o s t o n . V a r io s n ú m e r o s e n
1 9 2 0 . R e d a c t o r : U m b e r t o P o s t ig lio n i.
202. « L ’ E r a N u o v a » . P a te r s o n . S e p u b l i c ó d u r a n t e la r g o
t ie m p o h a sta 1920. D u r a n te c ie r t o t ie m p o f u é d ir ig id o p o r
P e d r o E stev e.
203. « L a r iv o lt a d e g l i A n g e l í » . P e r i ó d i c o d e l o s a n o r m a ­
le s . A p á r e c e c u a n d o p u e d e . N o lle v a i n d i c a c i ó n d e f e c h a n i
d e lu g a r d e p u b l i c a c i ó n , p e r o a p a r e c e e n N e w Y o r k a p r in ­
c i p i o s d e 1 9 2 4 . S a le u n s o l o n ú m e r o d e c u a t r o p á g in a s s o b r e
t r e s c o lu m n a s . S u r e d a c t o r , S ta m i, m u r i ó a r a íz d e u n e n ­
c u e n t r o c o n la p o l ic í a , m ie n tr a s s e l e c o n d u c í a la h o s p ita l.
E n la l u c h a h a b ía n p a r t i c i p a d o l o s t r e s r e d a c t o r e s d e l p e ­
r i ó d i c o . E n e l a r t íc u lo d e f o n d o s e d e c í a : « S u r g im o s d e lo s
p r o s c r it o s . S e n o s q u e r r á a p li c a r la m o r d a z a , p e r o l o s A n g e le s
R e b e l d e s la h a n a r r o ja d o c o n t r a l o s c u e r n o s d e l o s p r e t e n ­
d id o s a m o rd a z a d o re s ».
204. « L a Q u e s t i o n e S o c i a l e » . S e m a n a r io . P a t e r s o n y d e s ­
p u é s N e w Y o r k . S e p u b l i c ó d u r a n t e v a r io s a ñ o s , h a s ta la
p r im e r a g u e r r a m u n d ia l y d u r a n t e c i e r t o p e r í o d o f u é d i r i ­
g i d o p o r M a la te s ta , d u r a n t e e l t ie m p o q u e e s t u v o e n lo s E s ­
t a d o s U n id o s .
205. « L ’A p e llo » . C le v e la n d -O h io . P e q u e ñ o p e r ió d ic o d e l
q u e a p arecen un os p o c o s n ú m eros e n en ero y fe b re ro de
1917.
206. « I I P r o l e t a r i o » . S e m a n a r io . N e w Y o r k . O r g a n o d e
« I t a lia n W e e k l y o f t h e I n d u s t r ia l W o r k e r s o f t h e W o r l d » .
F u n d a d o e n 1 8 9 6 s e c o n v i e r t e e n ó r g a n o d e la I . W . W . C o m o
s u b t í t u l o l l e v a : « C o n q u i s t a n d o la s f á b r ic a s c o n q u is t a r e m o s
e l m u n d o » . D u r a n t e lo s a ñ o s d e l fa s c is m o r e c i b i ó a b u n d a n t e
c o l a b o r a c i ó n d e l o s m ilit a n t e s d e la U n i ó n S in d ic a l Ita lia n a ,
e n t r e o t r o s , d e A . G io v a n n e t t i, A . B o r g h i, V ir g ilia d ’ A n d r e a ,
e tcé te ra . S e p u b lic ó e n g r a n fo r m a to h a sta 1 9 1 7 . D e s p u é s
a d o p t ó f o r m a t o s d iv e r s o s , e n m o m e n t o s s a lt e a d o s . A p e s a r d e
Aohte Laá ludotcá
, O S ' dice
el estudioso de la filosofía, Manuel
García Morente, que nuestro vivir con­
siste en estar en el mundo. Estar en el
mundo consiste en tener alrededor nues­
tro, a nuestro alcance, una porción de
cosas, una porción de objetos de toda
clase que constituye el ámbito donde nos
movemos y donde actuamos.
Dentro de esa porción de objetos de
toda clase observamos que unos son de realidad em­
pírica, tales como la silla, las plantas, nuestros libros,
etcétera. Estos objetos difieren de aquellos que para
la metafísica tienen valor ideal: los objetos lógicos,
Ayuntamiento de Madrid
1251
q u e t e n ía u n c a r á c t e r d e c i d i d a m e n t e s in d ic a l y d e q u e e n
m u c h a s o c a s io n e s s e e n c o n t r a b a e n p o l é m i c a c o n l o s a n a r ­
q u is t a s d e l o s E s t a d o s U n i d o s , p o t s u p o s i c i ó n a n te l o s p r o ­
b le m a s o b r e r o s , p u e d e s e r c o n s i d e r a d a u n a p u b l i c a c i ó n a n a r­
q u is t a p o r e l c o n ju n t o d e s u p r o p a g a n d a y p o r la a m p lia
c o l a b o r a c i ó n a p o r t a d a p o r m u c h o s a n a r q u is ta s .
207. « I I M a r t e l l o » . S e m a n a r io d e b a t a lla . N e w Y o r k . C o ­
m e n z ó a p u b l i c a r s e e n f o r m a d e r e v is t a , e n 1 9 1 4 . A l e s ta ­
lla r la r e v o l u c i ó n ru sa , m a n ifie s t a s u s s im p a tía s h a c i a los
b o l c h e v i q u e s . A l p r o d u c ir s e e l f a s c is m o , s e t r a n s fo r m a e n
u n g r a n p e r i ó d i c o d e l u c h a y p r o p a g a n d a . Y s in s e r e s p e ­
c í f i c a m e n t e u n p e r i ó d i c o a n a r q u is t a , c o l a b o r a n e n é l a n a r­
q u is t a s m ilit a n t e s c o n o c i d o s , c o m o P a o l o S c h i c h i, G i g i D a ­
m ia n i, A r m a n d o B o r g h i, L u ig i F a b b r i, H u g o T r e n i. D e s ­
a r r o lla u n a a m p lia a c t iv i d a d a n t ifa s c is t a d u r a n t e l o s la r g o s
a ñ o s d e la d i c t a d u r a m u s s o lin ia n a . A p a r e c i ó s ie m p r e b a jo
la d i r e c c i ó n d e C a r i o T r e s c a , h a s ta q u e , e n 1 9 4 3 , u n a m a n o
s ic a r ia l o a s e s in ó e n la s c a lle s d e N e w Y o r k . E n 1 9 1 4 , d e s ­
p u é s d e la m u e r t e d e s u a n im a d o r , s e i n t e n t ó h a c e r r e v iv ir
la p u b l i c a c i ó n s o b r e u n p e q u e ñ o f o r m a t o d e o c h o p á g in a s ,
c o n e l s u b títu lo d e « Q u in c e n a r io L i b e r t a r io fu n d a d o p o r
C a r i o T r e s c a » . P e r o r e s u lta m e n o s in t e r e s a n te y s o b r e t o d o
g a s t a d o p o r la s p o l é m i c a s . E l ú l t i m o n ú m e r o c o r r e s p o n d e
a l 4 d e m a r zo d e 1946.
208. « L ’ A d u n a t a d e i R e f r a t t a r i» . N e w Y o r k . I n i c i a s u p u ­
b l i c a c i ó n c o m o ó r g a n o q u i n c e n a l a p r i n c ip i o s d e m a y o d e
1 9 2 2 p o r i n ic ia t iv a d e lo s a m ig o s d e « C r o n a c a S o w e r s i v a » ,
b a j o la d i r e c c i ó n d e C é s a r e Z o n c h e l l o . A p r i n c ip i o s d e 1 9 2 3 ,
M a n t e n ie n d o a ú n su g ra n fo r m a to , se c o n v ie r te e n s e m a n a ­
r i o y d e s d e e n t o n c e s c o n t i n u ó s u p u b l i c a c i ó n s in i n t e r r u p c ió n ,
o c u p a n d o u n o d e l o s p r im e r o s p u e s t o s e n t r e la s p u b l i c a c i o ­
n e s a n a r q u is ta s . A p a r t ir d e l n ú m e r o d e l 1 d e m a y o d e 1 9 2 8 ,
a d o p t a u n f o r m a t o m á s p e q u e ñ o a o c h o p á g in a s y a tres
c o l u m n a s , f o r m a t o q u e m a n t ie n e a c t u a lm e n t e . S u l a b o r d u ­
ra n t e l a r e v o l u c i ó n e s p a ñ o la , c o m o d u r a n t e la ú lt im a g u e r r a
m u n d i a l , h a s i d o im p o r ta n t ís it n a , a s í c o m o s u c o n t r i b u c i ó n
c o n c r e t a a p o r t a d a e n p r o d e l r e s u r g im ie n t o d e l m o v i m ie n t o
a n a r q u is t a e n I t a lia , d e s p u é s d e la c a í d a d e l f a s c is m o . D e s d e
1 9 2 8 s e m a n t ie n e c o n la d i r e c c i ó n d e M a x S a r tin . C o la b o r a n
la s m e jo r e s p lu m a s d e l m o v i m ie n t o a n a r q u is t a in t e r n a c io n a l.
E n t r e lo s c o l a b o r a d o r e s r e g u la r e s ( d e la l e n g u a ita lia n a )
p o d e m o s c i t a r a G i g i D a m i a n i, q u e f a l l e c i ó e n n o v i e m b r e
d e 1 9 5 3 ; C . L a lli, D a n d o D a n d i , U g o F e d e l i ( H u g o T r e n i) ,
N iñ o N a p o le ta n o , etc.
209. « L a C o m u n e » . P r im e r a s e r ie . F ila d e lfia . E d i t a d o p o r
e l c ír c u lo « F r a n c is c o F e r r e r » . P u b lic a a lg u n o s n ú m e r o s en
1 91 2 .
U g o FED E LI
(Continuará.)
los matemáticos, objetos que son intemporales c in-
espaciales.
Pero también se hace palpable en nuestra existen­
cia otra clase de objetos que corresponden a una re­
gión ontológica distinta a los objetos ya mencionados,
los reales materiales y los reales ideales.
Los objetos de esta nueva categoría tienen la parti­
cularidad de ser valiosos. Su esencia es el ser valio­
sos, son valencias puras. Con el descubrimcnto de los
valores nació la Axiologia. La ética de los valores —
dice Aloys Muller — es la única que da en la esencia
de lo moral.
Herbart, Beneke y Lotze, fueron los primeros en
 1252 CENIT

d e s c u b r ir e l p r o b le m a c ie n tífic o d e l v a lo r . E l v a lo r
q u e n o n a c e d e l s u je t o , s in o q u e e s s u s c it a d a y n u tr id a
f u é c o n s i d e r a d o d u r a n t e a l g ú n t ie m p o c o m o l a id e a
por un o b je t o , s e co m p la c e en a lg o . S u o r ig e n es in ­
de lo b u e n o . P e ro e l b ie n es s ó lo u n a e s p e c ie del g é­
d e p e n d ie n te de e lla , no se a u to o r ig in a , lo a g r a d a b le
n ero hum ano.
no es p orqu e agrad a, agrad a por su g r a c ia o v ir tu d
E! v a lo r no fu é te n id o h a sta h ace m uy p oco com o
o b je t iv a . El v a lo r del o b je t o t ie n e que h a lla r s e a n te
uno de lo s tem a s fu n d a m e n t a le s de la r e fle x ió n filo ­
n u e stra c o n c ie n c ia p r e v ia m e n t e a l o tr o la d o d e n u e s ­
s ó fic a , com en ta F erra ter M o r a . «E l v a lo r se d e s c u b r e
tro agra d o; no es n u estro s e n t im ie n t o de c o m p la c e n ­
com o el fu n d a m e n to e s e n c ia l de la c o n c e p c ió n del
c ia el que otorg a el v a lo r a la s cosas, a n te s b ie n , lo
m u n d o . C o n s is t e , e n ú lt im a in s ta n c ia , e n el p r e d o m i­
r e c ib e y , e n o c o n e l o b je t o s e r e g a la .»
n io d e un v a lo r m á s b ie n que en e l p r im a d o de una
T a m p o c o lo s v a lo r e s s o n c o s a s d e s e a b le s o d e s e a d a s :
r e a lid a d . La a c tu a l filo s o fía de lo s v a lo r e s s e v in c u la
para O r te g a , « lo s v a lo r e s s o n lo s id e a le s q u e n o h e m o s
de este m odo a lo s e s fu e rz o s de N ie tz s c h e con in d e ­
r e a liz a d o y a s p ir a m o s a a c t u a liz a r » . E h r e n fe ls d e c ía
p e n d e n c ia d e la c e p t a c ió n o n e g a c ió n d e la p a rte con ­
q u e la s c o s a s v a le n c u a n d o la s d e s e a m o s , lo ú n ic o r e a l
c e r ta d e su e s tim a tiv a ».
del v a lo r es n u estro d esear. N u e stro s e n t im ie n t o -
H a rtm a n , p o r su p a rte , re ch a za lo d o re la tiv is m o en
s ig u ie n d o e l p e n s a m ie n t o d e E h r e n fe ls — es el cread or
lo a x io ló g ic o . No e s tá de a cu erdo con la tra n s m u ta -
de lo s v a lo r e s . D ebe e n ton ces, b u scarse el v a lo r de
c ió n n ie tz c h e a n a de lo s v a lo r e s , «p orq u e en ton ces se-
lo s o b je t o s en la in t im id a d d e l s u je t o . J u n t o con M e i-
r ía n lo s v a lo r e s p ro d u c to s hum anos y no h a b r ía que
nong, él c o n s id e r a b a que el v a lo r es e m a n a c ió n del
d e s c u b r ilo s , s in o in v e n t a r lo s . E n la A x io lo g ía lo in ­
s u je t o , q u e e l v a l o r a u m en ta con la in t e n s id a d del
v e n ta d o c a r e c e d e p o d e r c o n v in c e n te .»
e s ta d o p s íq u ic o .
De aquí d e d u c im o s que H a rtm a n c o n s id e r a que lo s
«L os v a lo r e s son com o lo s a x io m a s m a te m á tic o s ,
v a lo r e s s o n o b je t o s id e a le s q u e s ó lo pueden ser ap re­
n u estro s e n t ir no in flu y e en su verdad; lo s a x io m a s
h e n d id o s p o r e l s u je t o , d e m an era a p r io r i, «en v is ió n
m a te m á tic o s s e v e n , s o n o n o e v id e n te s c o n m ás o m e­
in t u it v a a p r io r l» .
n o s c la r id a d , p e r o n u n c a c o n m á s o m e n o s in t e n s id a d ,
O tr o in q u ie to p o r e l c o n o c im ie n t o d e lo s v a lo r e s es
A si m is m o , el v a lo r e s t á .d e s lig a d o del s e n t im ie n t o
S t e r n p a r a q u ie n «d os v a l o r e s f o r m a n u n r e i n o v e r -
aunque el s e n t im ie n t o d e s p ie r ta o se m o tiv a en la
dad ero con sus r e g la s y le y e s , ta l c o m o el m u n d o de
v a lo r a c ió n , p e r o e s e lla m is m a . L u e g o el v a lo r d e u n a
la s id e a s d e P la t ó n » . S te r n e s tá d e a c u e r d o c o n S c h e le r
cosa no c o n s is te en q u e c o m p la z c a o e n o je .»
y K ant cu a n d o s o s tie n e que «el se r de lo s v a lo r e s es
Los v a lo r e s son a lg o o b je t iv o y no s u b je t iv o : «n o
in d e p e n d ie n t e d e lo s b ie n e s y d e la s c o s a s » . L o s v a lo -
es n u e stro a g ra d o n i n u estro a m or, n i es a cto d el su ­
res son fe n ó m e n o s in d e p e n d ie n te s , c u a lid a d e s m a te­
je to q u ie n d a e l v a lo r a la s co s a s . E s e l o b je t o el q u e
r ia le s q u e n o s e a b s t r a e n d e lo s b ie n e s , n o s s o n d a d o s
m o tiv a n u estro agra d o o d esagrad o. P or lo ta n to , lo s
d e m a n e r a e v id e n t e s in q u e n o s s e a n d a d o s lo s b ie n e s
v a lo r e s tie n e n su v a lid e z a n tes o in d e p e n d ie n t e m e n t e
que lo s s o p o r ta n » . N o hay un deber fo r m a l c o m o en
do que fu n c io n e n com o m e ta s de n u estros s e n t im ie n ­
K a n t , s in o q u e tod o deber t ie n e u n c o n te n id o un va­
l o r m a t e r ia l.» to s, m u c h o s d e e llo s lo s recon ozca m os s in d e s e a r lo s
y s in g o z a r lo s » .
P ara O r te g a y G a s s e t la c o n c ie n c ia d el v a lo r es g e ­
P ara t e r m in a r , O rte g a nos e x p lic a , q u e lo s v a lo r e s
n eral y p r im it iv a . J u n to a lo que una cosa es o no
son c u a lid a d e s ir r e a le s r e s id e n te s en la s cosas: «S u
es fu e o p u e d e s e r se e n c u e n tr a a lg o m á s q u e la h a c e
d ife r e n c ia e s r a d ic a l: v e r la s c o s a s e s a lg o ; p e r o p a r a
v a lio s a o d e s p r e c ia b le , a u n q u e m u c h a s v e c e s p asem os
p e r c ib ir lo s v a lo r e s , es m e n e s te r d is tin g u ir lo s v a lo ­
e s la e s tim a c ió n n u estra com o in e x is t e n t e .
res de la s cosa s que v a le n . Las cosa s t ie n e n o no
S ig u ie n d o e l p e n s a m ie n to d e O r te g a p o d e m o s o b s e r ­
v a lo r , tie n e n v a lo r e s p o s itiv o s o n e g a tiv o s , s u p e r io r e s
var que adem ás del c o n o c im ie n to de la s cosas hay
o in fe r io r e s de una u otra cosa , el v a lo r no es u n a
q u e v a ló r a la s , y d e s u t ie m p o — e s p e c ia lid a d d e ca u s a
cosa e s te n id o p o r la c o s a , lo s v a l o r e s n o s e p e r c i b e n
y e fe c to — e x is te -la je r a r q u ía que le s con ced e lo s
con lo s s e n t im ie n t o s n i s e e n t ie n d e n con e l in te le c to » .
r a n g o s v a ló r ic o s . L os v o c a b lo s u t iliz a d o s para expre­
Estimativa o ciencia de los valores es el e sta d o do
sar lo s v a lo r e s no nos dan la e x p lic a c ió n exa cta de
verdades e v id e n te s e in v a r ia b le s com o la s m a te m á ti­
l o q u e e s e l v a l o r e n s í, p o r q u e l o s f e n ó m e n o s d e v a l o r
c a s ., L o s v a lo r e s son p o s itiv o s o n e g a tiv o s , según su s
lo s e x p r e s a m o s c o n p a la b r a s q u e r o d e a n s ó lo la s ig ­
c u a lid a d e s . T ie n e n c u a lid a d , ran go y m a te r ia .
n i f i c a c i ó n p r i m a r i a d e la p a la b r a .
C ada ép oca y c a d a g r u p o s o c ia l h á te n id o su p r o p ia
O rte g a y G asset n o s p resen ta un e s tu d io a c e r c a de
fo rm a para d e t e r m in a r la s v a lo r e s . El h om b re de
que son los valores. P or su p a r le , c o n s id e r a que lo s
ayer y el de h oy h a r e c o n o c id o lo s v a lo r e s o n o lo s h a
v a lo r e s no son cosa s a g r a d a b le s , «tod o v a lo r se o r i­
r e c o n o c id o . M e d ia n te la A x io lg ía o E s tim a tiv a de lo s
g in a en una r e v a lo r iz a c ió n p r e v ia del s u je t o y ésta
V a o r e s p o d e m o s a p r e c ia r el ju s to v a lo r d e lo s h e c h o s
c o n s is te en u n a c o n s e c u e n c ia d e d ig n id a d y ran go que
h is t ó r ic o s y t a m b ié n ju z g a r el m é r it o de lo s p e r s o n a ­
h a c e e l s u je t o a la s c o s a s , s e g ú n el p la c e r "o e n o jo q u e
je s r e p r e s e n t a tiv o s d e u n a u ltu r a .
le cau sa n . La c o m p la c e n c ia es un e sta d o s u b je t iv o
O sm án D E S IR E

S ° C Íé lé G én éra le ¿ '" 'P r e ts io n , 61, ru é d es A m id o r n ie r s .-L e G éra n t : E M en n e G U IL L E M A U . T o u lo u s e (H t e -G n e .)

Ayuntamiento de Madrid
HIJO DE LA LUZ Y LA SOMBRA
T e jid o s e n e l a lb a , g r a b a d o s , d o s p a n a le s
n o p u e d e n d e te n e r la m ie l e n lo s p e z o n e s.
T u s p e c h o s e n el a lb a : m a te r n o s m a n a n tia le s ,
lu c h a n y s e a t r o p e lla n c o n b la n c a s e fu s io n e s .

S e h a n d e s b o r d a d o , e s p o s a , lu n a r m e n t e tu s v e n a s ,
h a s ta in u n d a r la c a s a q u e tu s a b o r r e z u m a .
Y e s c o m o si b r o ta r a s d e u n p u e b lo d e c o lm e n a s ,
tú te d a u n a c o lm e n a d e le c h e c o n espu m a.

E s c o m o si tu s a n g r e f u e r a d u lz u r a y to d a
la b o r io s a s a b e ja s filtr a d a s p o r tu s p o r o s .
O ig o u n c la m o r d e le c h e , d e in u n d a c ió n , d e b o d a
j u n t o a t í, r e c o r r i d a p o r c a u d a l e s s o n o r o s .

C a u d a lo s a m u je r : en tu v ie n tr e m e e n t ie r r o .
T u c a u d a lo s o v ie n t r e s e r á m i s e p u ltu r a .
S i q u e m a r a n m is h u e s o s c o n la lla m a d el h ie r r o ,
v e r ia n q u e g r a b a d a lle v o a lli tu fig u r a .

P a r a s ie m p r e fu n d id o s e n el h ijo q u e d a m o s :
fu n d id o s c o m o a n h e la n n u e s t r a s a n s ia s v o r a c e s :
e n u n r a m o d e t ie m p o , d e s a n g r e , lo s d o s r a m o s ,
e n u n h a z d e c a r ic ia s , d e p e lo , lo s d o s h a c e s .

L o s m u e r to s , c o n u n fu e g o c o n g e la d o q u e a b r a s a ,
la te n ju n t o a lo s v iv o s d e u n a m a n e r a t e r c a .
V ie n e a o c u p a .- e l h ijo lo s c a m p o s y la c a s a
q u e tú y y o a b a n d o n a m o s q u e d á n d o n o s m u y ce rca .

H a r e m o s d e e ste h ijo g e n e r a d o r s u s te n to ,
y h a r á d e n u e s t r a c a r n e m a t e r ia d e c is iv a :
d o n d e a s ie n t e n su a lm a la s m a n o s y e l a lie n to
la s h é lic e s c ir c u le n , la a g r ic u ltu r a v iv a .

E l h a r á q u e e s ta v id a n o c a ig a d e r r ib a d a ,
p e d a z o d e s p r e n d id o d e n u e s t r o s d o s p e d a zo s ,
q u e d e n u e s t r a s d o s b o c a s h a r á u n a s o la e s p a d a
y d o s b r a z o s e t e r n o s de n u e s t r o s c u a t r o b r a z o s .

N o te q u ie r o e n t í s o la : te q u ie r o e n tu a s c e n d e n c ia
y en c u a n t o d e tu v ie n tr e descen d erá m añ an a.
P o r q u e la e s p e c ie h u m a n a m e h a n d a d o p o r h e r e n c ia ,
la fa m ilia d e l h ijo s e r á la e s p e c ie h u m a n a .

C o n e l a m o r a c u e s ta s , d o r m id o s y d e s p ie r to s ,
s e g u ir e m o s b e s á n d o n o s e n e l liijo p r o fu n d o .
B e s á n d o n o s tú y y o s e b e s a n n u e s t r o s m u e r to s ,
se b e s a n lo s p r im e r o s p o b la d o r e s d e l m u n d o .

(1938.) M ig u e ! HERNANDEZ

Ayuntamiento de Madrid
HA S A L I D O EL III TC^IC DE
"La C .N .T .
en la
R evolución
i rr
e s p a ñ o la
por José P E IR A T S

E s t a o b r a n o p u e d e f a l t a r e n la
b ib lio te c a d e n in g ú n h om bre e stu ­
d i o s o y a m a n t e d e la c u l t u r a . T o d o s ,
a fin a d o s a la C . N. T . o n o , p e r o
e s p í r it u s in q u ie to s y d eseosos de
c o n o c e r l a h i s t o r i a d e la g e s t a p o ­
p u la r m á s t r a s c e n d e n t a l d e l s ig lo X X .
h a n d e l e e r « L a C . N . T . e n la R e ­
v o lu c ió n E s p a ñ o la » , lib r o e s c r it o c o n
p r o f u n d o o b j e t i v i d a d y c o n la m á s
e s c r u p u lo s a h o n r a d e z d e h i s t o r i a d o r ,
a c u m u la n d o d o c u m e n to s y d a to s in é ­
d ito s y fid e d ig n o s .
A q u e llo s q u e n o h a y a n a d q u ir id o
t o d a v ía e l III to m o , d e b e n a p resu ­
r a rs e a p e d ir lo , a fin d e q u e n o se
e n c u e n t r e n fa lt a d o s d e la ob ra co m ­
p le ta .
P a r a ilu s tr a c ió n d e n u e s tr o s le c ­
to res. d a m o s a c o n tin u a c ió n lo s t í­
t u lo s g e n e r a le s d e lo s c a p ít u lo s d e
que se co m p o n e el tom o III, y a p u es­
t o a la v e n t a .

C a p itu lo X X V II. — El Pleno C ap ítu lo X X X II. — La p o líti­ C ap ítu lo X X X V II. — D e l P le ­

Económico d e V a le n c ia . ca franquista. no d e O c tu b re a la p é rd id a de
C atalu ñ a.
C a p ítu lo X X V III. — La Nueva C a p ítu lo X X X III. — La incau­
tación estatal d e las industrias de C ap ítu lo X X X V III. — El últim o
P lataform a Sindical.
guerra. b alu arte.
C a p itu lo X X IX . — D e la victo­
C a p itu lo X X X IX . — ¡A y d el
ria d e Teruel al desastre d e C a p ítu lo X X X IV . — Los lib e r­
vencido !
Aragón. tarios en la guerra.
P r e c io d e l v o lu m e n : 750 fr a n c o s .
C a p ítu lo X X X . — La crisis in ­ C a p itu lo X X X V — El terror D ie z p o r c ie n t o d e d e s c u e n t o a p a r ­
t ir d e l p e d id o de 5 e je m p la r e s .
terna d el M o vim ien to Libertario. en los frentes.
P e d id o s : A d m in is t r a c ió n d e l L i­
C ap ítu lo X X X I. — La crisis de C a p ítu lo X X X V I — El terror b ro, 4, ru é B e lfo r t, T o u lo u s e
agosto y !a batalla d el Ebro. en la retaguardia. (H .-G .)

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