Está en la página 1de 6

nn Reseña

Jesús Zamora García que hace evidente el caudal de enseñanzas que


ciesas Occidente aún se pueden extraer de los grupos juveniles
Siempre en las calles organizados en torno a la resistencia contra un
mundo que pretende pasarlos de lado. Cuatro ca-
pítulos, una introducción y una serie de conclu-
nn Rogelio Marcial Vázquez siones puestas en congruencia son la estructura
y Miguel Vizcarra Dávila. de este notable trabajo, además de un crudo y
“Porque así soy yo”: identidad, sólido prólogo del Dr. Carles Feixa, de la Univer-
violencias y alternativas sociales sidad de Lleida (Cataluña, España), señalado por
entre jóvenes pertenecientes a los autores en el libro como el “juvenólogo” de
“barrios” o “pandillas” en colonias mayor prestigio a nivel internacional.
conflictivas de Zapopan. Por su parte, Marcial y Vizcarra, ambos conno-
Zapopan: Ayuntamiento de Zapopan, 2014.
tados maestros en la reflexión de los itinerarios que
Largo es el tramo que los autores han caminado en van de la historia a la antropología de las juventu-
la experiencia de la identificación del poderío cultu- des en la ciudad, logran un trabajo compacto que
ral que subyace en los grupos juveniles marginales -como derivado del análisis sociológico- con los
diseminados por todos los territorios de la ciudad. años será sin duda una pieza más de las ilaciones
El presente libro es una más de esas múltiples y locales que permiten hacer ese cruce entre la his-
agudas culminaciones a las que de manera con- toria de las pandillas y sus haceres culturales. Los
junta han llegado ambos especialistas. “Porque autores hablan de la gradual constitución de estos
así soy yo”: identidad, violencias y alternativas grupos juveniles en pandillas y de cómo su integra-
sociales entre jóvenes pertenecientes a “barrios” ción respecto de la sociedad está planteada desde
o “pandillas” en colonias conflictivas de Zapopan una perspectiva autonomista-cultural que concede
es derivado de una investigación-intervención pocos grados en el giro de su propia autoimagen.

1
Reseñas Intersticios Sociales
El Colegio de Jalisco
marzo-agosto, 2015
núm. 9
Como se adivina al inicio del texto, no se trata de componen este análisis -las personas a las que
un estudio sociológico que, en un afán de vigilancia, se alude, los métodos y los análisis expuestos-, se
busque el arreglo o la integración de las pandillas a logra tener una mayor perspectiva de las líneas
la sociedad en los términos dictados por el poder, que conectan las razones de una trama explicativa
sino a partir de las propias vivencias y necesidades desde disciplinas como la sociología a la vez de los
de los pandilleros. Como antes se señalaba, el li- recursos de la antropología o la historia.
bro inicia con el prólogo de Carles Feixa, donde se En el capítulo uno, los autores dan cuenta de
dibuja brevemente el escenario de ascenso, caída cómo fueron elegidas las cuatro colonias en las
y resimbolización de algunas bandas delictivas que se basó la investigación. Todas ellas ubicadas
conformadas principalmente por jóvenes; orga- en el municipio de Zapopan: Lomas de la Prima-
nizaciones juveniles producidas en un mundo vera, Mesa de los Ocotes, San Juan de Ocotán y
cercano y, al mismo tiempo, lejano de la globa- Santa Ana Tepetitlán. La selección para el estudio
lización, con cierta semejanza con agrupaciones de estos cuatro puntos fue a partir de las condi-
como los Latin King, la Mara Salvatrucha o las le- ciones de marginalidad, falta de infraestructura
gendarias Black Panthers, que han enfrentado la e inseguridad pública. En la descripción de cada
solidificación de modelos institucionales desde los uno de estos lugares, los autores desarrollaron
cuales se han sostenido las acometidas que han valiosas secuencias históricas que permiten ver
pretendido disolverlas. Esto desde neoaxiomas cómo en la constitución misma de las colonias,
represivos como la “tolerancia cero” ideada por el muchísimo antes de la aparición de las pandi-
exalcalde de Nueva York, Rudolph Giulliani, cuya llas, ya se vertebraban formas más profundas de
empresa de seguridad –la Giuliani Partners LLC–, violencia social como el despojo, el clasismo, la
por cierto, fue contratada hace poco más de diez marginación, el racismo y las muchas formas de
años por la módica cantidad de 4  000  000 de precariedad derivadas de la ausencia total de ser-
dólares por el entonces secretario de seguridad vicios públicos.
de la ciudad de México, Marcelo Ebrard, siendo el No sobra decir que además de estas cuatro co-
jefe en ejecutivo Andrés Manuel López Obrador. lonias, los autores también mencionan dentro del
Derroches de otros tiempos para abatir en lo po- cuadro crítico de la violencia juvenil lugares como
sible la mancha del crimen organizado que al fin Arroyo Hondo, Tesistán, La Tuzanía y Tabachines.
de cuentas terminó por absorbernos. Dice Feixa Para quienes transitan por esos rumbos, los ele-
-y dice bien- que el presente libro viene a ser el mentos antes mencionados generan un escena-
la conclusión de una trilogía que va de En la calle rio en el que resulta imposible no percibir un dejo
otra vez de Rossana Reguillo, pasa por Desde la de la persistente marginalidad: calles a las que
esquina se domina del mismo Rogelio Marcial, y de pronto se les acaba el pavimento para pasar
cierra con “Porque así soy yo”…, libro que aquí se a ser una extensa terracería y zona de hoyancos,
comenta. Dada la naturaleza del esfuerzo del tra- que termina en un espacio enclavado al fondo
bajo puesto detrás de cada uno de los pasajes que de la colonia, rodeada da bardas grafiteadas, con

2
Intersticios Sociales Reseñas
El Colegio de Jalisco
marzo-agosto, 2015
núm. 9
lámparas que nunca alumbran y cercada de dos Es en esta primera parte del libro que Marcial y
decenas de muchachos que indistintamente pla- Vizcarra dan cuenta desde la estadísticas en tanto
tican o se toman una cerveza terminado el jornal recurso sociológico, cómo es que el incremento de
de trabajo, o del no trabajo. Es a esos resquicios las pandillas se ha disparado de manera exponen-
invisibles a los que nos llevan Marcial y Vizca- cial en municipios como Zapopan, en donde hace
rra. Esos intersticios en los que la policía y el go- apenas tres años, en el 2008, se tenían identifica-
bierno suelen ver sólo descomposición, pero en dos a 35 de estos grupos, y al llegar el 2011 ya se
los que los autores logran identificar –siguiendo contabilizaban 198. Esto indica un impresionante
la lógica de un James Scott en Las armas de los incremento del 557%. Y como bien lo señalan los
débiles (1985), o la inventiva de las resistencias autores en su libro, la alarma de ese crecimiento
secretas de la cotidianidad de un Derek Sayer no se debe situar del todo en el hecho de que estos
(1994)- las esclusas de sobrevivencia de las pan- grupos pudieran resultar amenazantes desde una
dillas como metáfora del carácter indeterminable perspectiva policiaco-represiva, sino desde una se-
de su cultura, de sus formas de ser e imponerse rie de reflexiones multidisciplinarias que pudieran
en medio del mundo. dar respuestas sobre las innumerables preguntas
Es igualmente relevante destacar cómo en el –viejas y nuevas- de lo que está ocurriendo con
capítulo dos, llamado “Discursos sobre el ‘pan- la juventud mexicana.
dillerismo’: La mirada social sobre el fenómeno Es por demás lúcida la apreciación de los
juvenil”, los autores hacen un análisis sobre la autores a la hora de vertebrar la explicación del
presencia de las pandillas como entidad social en ascenso de la violencia social en México, al esta-
los medios de comunicación locales, como dia- blecer como base las prácticas represivas conteni-
rios, radio y televisión, advirtiendo que buena das en el proyecto profundamente antisocial de
parte del discurso sobre el significado e identi- la administración del expresidente panista Felipe
dad de estos grupos juveniles se expone desde la Calderón Hinojosa. Para nada sobra la cronolo-
apreciación del poder. Ello con base en el estudio gía que hacen los autores sobre los peores mo-
estadístico realizado por los mismos autores, que mentos de la administración calderonista, entre
refiere que en las notas periodísticas del 2012 la las que se rememora con pesar hechos como las
prensa tendió a dejar en boca de las autoridades matanzas de los jóvenes en el centro de reha-
gubernamentales buena parte de las interpreta- bilitación El Aliviane de Ciudad Juárez, las 23
ciones (44%) y en los políticos otro importante personas abandonadas sin vida en los Arcos del
tanto (43%). Los académicos especializados en el Milenio, los 72 ejecutados en San Fernando o las
tema quedaron relegados al 10%, y las asociacio- narcofosas de La Barca; jóvenes asesinados de
nes civiles que trabajan en las zonas de conflictos manera inimaginable. Es, pues, de ese escenario
con un mínimo del 3%; esto sin hablar de las ver- que se desprenden los análisis, las descripciones
siones de los habitantes de las propias comunida- y las reflexiones de Marcial y Vizcarra, quienes,
des, mismas que prácticamente fueron ignoradas. digámoslo de paso, como autores aluden a más

3
Reseñas Intersticios Sociales
El Colegio de Jalisco
marzo-agosto, 2015
núm. 9
de medio centenar de personas que de una u otra de las pandillas como cambiantes entelequias a
manera se involucraron en el proyecto, además las cuales las ciencias sociales abordaban hace
de los cientos de jóvenes que, al formar parte de ya muchos años sin terminar de comprenderlas
las pandillas, contribuyeron contando sus expe- del todo.
riencias y expectativas sobre la propia proble- El capítulo tres da cuenta de la labor casi mi-
mática que se vive; todo dentro del marco del sional que realizaron los autores y las decenas de
trabajo institucional que Marcial y Vizcarra re- personas involucradas en el proyecto para gene-
fieren como parte de un proyecto para sugerir rar una serie de acercamientos culturales en las
la implementación de “programas y acciones que cuatro colonias de estudio. El rap, el hip-hop y las
generen un cambio social asertivo en materia de formas juveniles asociadas a este tipo de expre-
violencia social” (p. 28). Así, se construyó una to- siones congregaron en esta experiencia a cerca
rre desde donde observar el fenómeno más allá de mil ochocientos jóvenes, de acuerdo con los
de los prejuicios que sobre las pandillas se han datos recabados por los investigadores. En esta
creado en los medios de la ciudad. parte del libro se da cuenta del surgimiento de
La imaginación como recurso, la sensibilidad figuras de liderazgo como la de El Neggro Azteka
como escape, una forma de sensibilidad ríspida o la de Push el Asesino, o proyectos como Imperio
en otra categoría del sentir y representar el mun- Flow o CrazySchool. Uno de los ejes de este expe-
do, más violenta, pero transmisible al fin como rimento fue el de generar las condiciones de un es-
mensaje descifrable por otros en la misma con- cenario diferente para los pandilleros, en el cual por
dición del abandono estructural. El rap en sus unos días hubo una serie de treguas para que las
múltiples cortezas de violencia representada con presentaciones de los solistas y los proyectos se
el canto, las letras, la vestimenta, las formas del llevaran a cabo. Hay en el eje de esta concepción
vínculo entre raperos y audiencia son parte de un de armonización interbarrial mediante el arte y la
entramaje que, a pesar de su violencia, no se han cultura de los pandilleros fuertes reminiscencias a
desplegado aún en formas más destructivas de los momentos germinales de movimientos como
los “haceres” de las pandillas como los sicariatos. la pequeña protoconfederación de pandillas que
El libro presenta los resultados que consolidan la comandaron Los Vikingos en el este de Guadala-
consecución de historias de jóvenes y pandillas jara durante la década de los setenta, o la expe-
en Guadalajara, y cómo la violencia social ejerci- riencia de los Barrios Unidos del Sector Hidalgo
da en forma de violencia institucional hacia esos (BUSH) de los años ochenta. De ahí la importancia
grupos (cárcel, persecución, detecciones, estig- del trabajo de Rogelio Marcial y de Miguel Vizcarra,
matización) al fin de cuentas ha conformado una puesto que ponen en relación esas múltiples histo-
corteza de nuevos conocimientos que permiten rias del curso que han tenido las juventudes como
comprender el fenómeno de las colonias, de los expresiones organizadas que, fuera de las estigma-
barrios y de las zonas conflictivas como la solidi- tizaciones, han aportado mucho más de lo que los
ficación de una forma de ser, del paso progresivo detractores de las pandillas pudieran imaginarse.

4
Intersticios Sociales Reseñas
El Colegio de Jalisco
marzo-agosto, 2015
núm. 9
Los análisis académicos guiados de la mano vestigación: por un lado, las vastas descripciones
de los propios actores en el marco de sus propios y análisis sobre la realidad del pandillero en las
espacios, sus propias aspiraciones y sus limita- cuatro colonias mencionadas, y por el otro, la
ciones demarcadas por una especie de “precaria- imaginación como expresión cultural de sobrevi-
to eterno” permiten tener una impresión mucho vencia, del goce de la vida.
más aguda que la presentada en los noticieros. El capítulo cuatro hace evidente de nuevo
“Porque así soy yo…” describe las múltiples for- que en buena medida fueron las políticas de la
mas de sobrevivencia y de sublimación de la administración del panista Felipe Calderón Hi-
violencia mediante el arte, como en el caso de nojosa las que desataron, a partir del 2008, la
los cantantes de rap, y muestra cómo al fin de agudización de la violencia. Fue un panorama de
cuentas estas comunidades juveniles enclavadas mortandad juvenil, ya que, conforme a los datos
en las colonias estudiadas han resistido, de ma- recabados por Marcial y Vizcarra, los más afec-
nera un tanto intuitiva, los oleajes de violencia tados fueron personas de entre los 20 a los 29
desatados por el calderonismo, desdiciendo el años. Es en este capítulo que los autores hablan
temor de que las colonias marginales serían un de sus años de trabajo de investigación para docu-
polvorín en el marco de la “guerra contra el cri- mentar –como en el caso de las cuatro colonias de
men organizado”. Este es en lo particular uno de estudio- los ámbitos de las variadas formas de las
los grandes aportes del presente libro. La prue- violencias sociales a partir del cruce de experien-
ba de que las pandillas en la ciudad finalmente cias entre jóvenes de diferentes contextos sociales.
responden a una tradición en las formas de ser Por otro lado, el trabajo permite abordar el
que remite a décadas atrás. Hay una historici- estudio de una experiencia generada y conduci-
dad en los sujetos, misma a la que responden en da por los autores, para que así, en un campo
un afán quizás no pactado ni entendido por la neutralizado de violencias, al menos de manera
construcción de sus propias delimitaciones en temporal los jóvenes se conocieran más allá de
lo concerniente a un “no autoexterminio”, cosa sus propios conflictos y se encontraran así mis-
que no ocurrió con los cárteles de las drogas. mos, en un estado de creación, de acercamiento
La investigación-intervención que está cifrada y de igualdad. Se podría decir que se trató de un
en este libro se basó en el interés de que fueran momento de democratización del acceso a los
los mismos jóvenes pandilleros quienes formula- territorios, del acceso al otro, no como enemigo
ran respuestas a sus propias problemáticas. Esta de barrio sino como contrincante en un concurso
dialéctica que fue del autoanálisis colectivo a la de rimas “hiphoperas”. Está de sobra mencionar
imaginación de un mejor estado de cosas fue incluso el carácter poético que se trasluce en ese
la que posibilitó la realización del proyecto por hecho, la alegoría cumplida de cientos de mu-
parte de los autores. De ahí que se encuentren chachos reunidos por unos días transformados
en este libro dos grandes dimensiones desde las –tal como lo imaginaron los autores- en “actores
cuales se puede acceder a la figuración de la in- de paz”.

5
Reseñas Intersticios Sociales
El Colegio de Jalisco
marzo-agosto, 2015
núm. 9
Actores en movimiento, a contracorriente de No sobra mencionar que el presente libro se
un mundo que, como bien señalan Marcial y Viz- complementa con un DVD que incluye material
carra en las conclusiones del libro, está suspen- producido durante la investigación-intervención:
dido en el balance de un péndulo que sólo puede documentales cinematográficos, música de rap
ir del mal hacia el mal para fortalecerse. Eso es el grabada por los jóvenes pandilleros, manuales de
neoliberalismo, un modelo político económico que talleres implementados a pandilleros y oficiales
ha consumido en un largo abrazo al Estado como de seguridad pública de Zapopan, videoclips de cua-
entidad pensada para preservar en lo posible los tro canciones de rap seleccionadas y el propio libro
signos de la civilización. Sólo un Estado devas- en formato PDF para su más amplia divulgación. l
tado por el neoliberalismo en su misión social
puede explicar la desgracia que viven millones de
jóvenes alrededor del mundo. Son esos mismos
que se han manifestado en las plazas públicas y
en las calles de las grandes ciudades. La política
ha sido reducida –dicen los autores- al “teatro”,
a “escenificaciones” de una inexistente vida de-
mocrática; en tanto las decisiones que implican
a millones de hombres y mujeres en el mundo
son tomadas por pequeños grupos de individuos
comprometidos sólo con sus intereses particu-
lares. De ahí que la historia, el estudio y la in-
tervención que presentan en este libro Rogelio
Marcial y Miguel Vizcarra valga mucho, en tanto
que expone de manera algo descarnada cuál es la
porción que nos toca como ciudad en el marco
de un mundo constituido bajo la lógica de las
depredaciones. De ahí que, luego de esta lectura,
se pueda pensar en Daniel Bell (1976) y la hora
de llegada de la lucha del capital contra la cultu-
ra. El Negro Azteca cantando, divinizado ante sus
enemigos convertidos en iguales mediante una
intervención, es la muestra atómica de que esa
guerra –contrario a las destructivas expectativas
calderonistas– puede ser ganada por una nueva y
vigorosa forma de cultura, que emerge ahí donde
nadie esperaba absolutamente nada.

6
Intersticios Sociales Reseñas
El Colegio de Jalisco
marzo-agosto, 2015
núm. 9

También podría gustarte