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Immanuel Kant
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47-63
ESPACIO ABIERTO
diciones de calidad de vida. A partir de dad de vida “viene a ser fruto de las rela-
él, y del examen de las condiciones esta- ciones entre las condiciones objetivas de
blecidas en diversos trabajos sociológicos la vida y variables más subjetivas y per-
y psicosociales, hemos elaborado un bos- sonales, una relación que da como resul-
quejo básico de los indicadores que confi- tado un mayor o menor índice de satis-
guran la calidad de vida en el ámbito facción y de felicidad en los individuos”
familiar. Por último, hemos establecido (Blanco, 1985, p. 177). El denominador
algunas implicaciones y orientaciones común en los estudios sobre la calidad
para una política familiar. de vida es la aceptación de que ésta es
función de la interacción entre los ele-
mentos físicos y los elementos psicoso-
2. CALIDAD DE VIDA Y CONTEXTO ciales que configuran la vida de las per-
FAMILIAR: APROXIMACIÓN sonas (Casas, 1996, p. 101-102). De ahí
CONCEPTUAL que en nuestra consideración de la cali-
dad de vida asumamos su carácter mul-
A lo largo del tiempo la calidad de vida tidimensional e integremos los compo-
ha sido considerada desde distintos enfo- nentes ‘subjetivos’ y los ‘objetivos’.
ques. Se ha dado una evolución desde
una concepción puramente sociológica, La Comisión Independiente sobre
en la que primaban los aspectos objetivos Población y Calidad de Vida (1999), ha
de nivel de vida, pasando por la perspec- indicado que es preciso dotar a esta
tiva psicosocial, donde los aspectos sub- expresión de un sentido operativo si que-
jetivos se constituyen en el pilar funda- remos que sea utilizada en la definición
mental, hasta la situación actual, en la de las políticas de los distintos países.
que indiscutiblemente se asume la subje- Algo en este sentido pretendemos con
tividad y el carácter multidimensional de nuestra aportación. Se trata de un con-
la calidad de vida (Labra, Albuerne & cepto complejo que incluye numerosos
Juanco, 1999, p. 823-824). Hoy en día, elementos. La calidad de vida se basa en
ha señalado el profesor Ferran Casas “el gozo tranquilo y seguro: de la salud y
(1999), “fenómenos ‘subjetivos’ o ‘no de la educación, de una alimentación
materiales’, como las percepciones, eva- suficiente y de una vivienda digna, de un
luaciones y aspiraciones acerca de nues- medio ambiente estable y sano, de la jus-
tra propia vida ... son tomados como ticia, de la igualdad entre los sexos, de la
componentes de la mayoría de los mode- participación en las responsabilidades de
los con los que se investiga la calidad de la vida cotidiana, de la dignidad y de la
vida” (p. 2806). seguridad” (CIPCV, 1999, p. 82). Todos
estos factores inciden en el sentimiento
Conviene advertir que el término de “calidad de vida” que tiene una perso-
“calidad de vida” no se concibe de forma na, hasta el punto de que dicho senti-
unívoca sino que constantemente se miento puede quedar afectado con la
resalta su dimensión subjetiva y cultural. ausencia de tan sólo uno de ellos.
Aunque hay que decir, a continuación,
que “el concepto ‘calidad de vida’ utiliza- En nuestra consideración de la cali-
do en la literatura científica multidiscipli- dad de vida incorporamos también la
nar no es ni mucho menos tan amplio, concepción de De Pablos, Gómez y Pas-
ambiguo y variopinto como resulta ser el cual (1999) entendiéndola como “la dis-
uso coloquial de este término, o incluso ponibilidad, por parte del agente, de
su uso en el lenguaje político, en el admi- recursos y actividades para sacar adelan-
nistrativo y en los medios de comunica- te un programa de vida más allá de la
ción social” (Casas, 1996, p. 95). La cali- mera razón de supervivencia, es decir,
del sentido instrumental del trabajo y las no sólo para uno mismo sino para toda la
actividades cotidianas como medio de familia y para las personas con las que
subsistencia” (p. 68). El establecimiento uno se relaciona. Además, la calidad de
y la realización de un proyecto de vida se vida tiene un cierto carácter universalis-
realiza siempre en función de una jerar- ta, se sitúa en el contexto de la sociedad
quía de valores. globalizada y mundial en la que el hom-
bre realiza su proyecto de vida (De
Nordenfelt (1994) ha señalado la Pablos, Gómez y Pascual, 1999).
importancia de esta dimensión de senti-
do al introducir, mas allá de la relación Centrándonos ya en el contexto fami-
entre logros y aspiraciones, una nueva liar, la calidad de vida de cada unidad
consideración en el concepto “calidad de familiar estará en función de la riqueza
vida”. Este autor habla de la riqueza de de las condiciones y los objetivos presen-
una vida, esto es, de una vida llena de tes en su propio proyecto de vida familiar
elementos que la enriquecen, que depen- junto con las realizaciones que se vayan
de del número y la naturaleza de los consiguiendo en el transcurso de la exis-
deseos y condiciones de vida. Esta tencia.
dimensión se vincula con ese sentido
más personal relativo al “bien-ser” y Al situarse nuestro análisis de la cali-
dad de vida en el contexto familiar, consi-
expresa una vida de realización personal deramos conveniente precisar el concepto
y social, una vida valiosa que merece la “familia” y señalar el alcance más amplio
pena ser vivida. En palabras de Amartya que damos al término “ámbito familiar”,
Sen (2000), la calidad de vida tiene que incluyendo en él una pluralidad de for-
ver con la calidad de nuestra libertad. mas que en la actualidad tienen una
Para hablar de calidad de vida es preci- enorme incidencia en las sociedades
so que exista un cierto nivel de vida objeti- occidentales.
vo y un cierto equilibrio entre las aspira-
ciones y los logros, pero también, una
riqueza vital y una satisfacción que siem- 3. MODELOS Y TENDENCIAS EN EL
pre pueden mejorarse. El aspecto clave ÁMBITO FAMILIAR
radica, sin embargo, en la capacidad para
decidir sobre la propia vida. La calidad de En el momento actual se constata
vida se orienta hacia la creación de un cierta ambigüedad semántica al hablar
conjunto de condiciones favorables para el de la familia. Es frecuente incluir en el
desarrollo de un proyecto de vida (De concepto “familia” los distintos tipos de
pablos, Gómez y Pascual, 1999). hogares existentes. Así, en las tipologías
o modelos familiares se incluyen junto a
Desde la consideración del carácter la familia nuclear clásica otras formas:
multidimensional del concepto “calidad familias sin hijos, familias monoparenta-
de vida”, Schalock (1995) ha elaborado les, familias reconstituidas, parejas de
un modelo en el que la calidad de vida hecho y personas que viven solas.
percibida de una persona se relaciona de
forma significativa con los factores perte- García Garrido (1998) ha indicado que
necientes a tres dominios principales de la defensa de la familia, correctamente
la vida: la vida en el hogar y en la comu- entendida, es una grave responsabilidad
nidad, la escuela o el trabajo y la salud y del Estado en cuanto garante del bien
el bienestar. común y del bienestar social. Considera
que es preciso determinar los rasgos
La unidad básica de la calidad de vida genuinos de la familia y de cada familia
es la familia. La calidad de vida se busca concreta en cuanto células sanas de la
sociedad. Tomando como punto de parti- pareja casada con niños hacia for-
da la definición operativa de familia de mas domésticas más pequeñas y
Kuijsten (1987): “pareja casada que más cambiantes, tales como pare-
tiene, que podría tener en un futuro o jas sin hijos, personas solteras sin
que ha tenido hijos a cargo de ella y hijos y familias monoparentales.
viviendo con ellos”, García Garrido esta-
blece, también, una delimitación concep- — No es raro encontrar tres o cuatro
tual con dos condiciones y una función. generaciones al mismo tiempo; ten-
Las condiciones mínimas son: la necesi- dencia que será cada vez más habi-
dad de que exista un vínculo estable y tual dado el progresivo envejeci-
socialmente reconocido y la apertura a miento demográfico.
los hijos. La función fundamental de la — Dentro de la estructura familiar es
familia es, siguiendo a Yela (1994), la for- la mujer la que generalmente cuida
mación de la personalidad del hombre a las personas mayores cuando
hacia la libertad y la solidaridad o hacia pasan a ser dependientes. Esta
la alienación y el enfrentamiento (pp. carga de responsabilidad probable-
157-158). mente aumentará en el futuro ya
A pesar de que compartimos esta con- que, al ser las familias más peque-
cepción de la familia, en este trabajo no ñas, las tareas se tendrán que
podemos dejar de considerar, simultáne- repartir entre menos miembros.
amente, la diversidad de los modelos de
convivencia o tipos de hogares existentes, — El número de mujeres con un
sobre todo teniendo en cuenta las ten- empleo remunerado ha aumentado
dencias del año 2000 en los países de la y es probable que continúe esta
Unión europea y, en general, la realidad tendencia. Sin embargo, las muje-
de las situaciones familiares en el mundo res siguen encontrando dificulta-
occidental. Entre las tendencias señala- des en relación con la igualdad de
das por La Comisión de las Comunidades oportunidades de acceso: al merca-
Europeas (2000) destacamos las siguien- do de trabajo, a la progresión pro-
tes: fesional, al sueldo y a la concilia-
ción del trabajo con la vida fami-
— En la mayoría de los Estados liar. Las tasas de empleo femenino
miembros están descendiendo las siguen siendo sistemáticamente
tasas de fertilidad y de mortalidad. inferiores a las de empleo masculi-
La tasa de fertilidad total de la no. Por otra parte, una de cada tres
Unión Europea descendió de 2,59 mujeres de la Unión Europea tra-
en 1960 a 1,45 en 1998 y se sitúa baja a tiempo parcial, frente a un
ahora entre las más bajas del 6% de los hombres (pp. 5-7).
mundo.
Si hacemos una breve referencia a
— Se constatan cambios significativos nuestro país, de acuerdo con los resulta-
en el tipo de hogar así como en el dos que figuran en los Indicadores Socia -
tamaño y la estructura de las fami- les de España 1999, entre 1990 y 1997
lias. El número de matrimonios ha las parejas sin niños aumentan un 9,4%
descendido, las personas se casan y las parejas con dos niños disminuyen
más tarde y el número de divorcios un 12, 2%. En el mismo periodo de tiem-
ha aumentado. Estos cambios po, las separaciones matrimoniales au-
junto con el descenso en los niveles mentan más de un 50% y los divorcios
de fertilidad suponen un alejamien- un 47% (Instituto Nacional de Estadísti-
to del modelo convencional de ca, 2000).
mos que son, fundamentalmente, tres las ción es un eje esencial en la colaboración
variables contrapreventivas puestas de familia/centro educativo. La educación
relieve por las investigaciones. En la en valores “se orienta a formar personas
característica estilo educativo de la fami - capaces de elaborar un proyecto personal
lia se han establecido cuatro estilos de de vida valioso y a llevarlo a la práctica”
riesgo: la confusión en los modelos refe- (INCE, 1998, p.42). Algunas formas de
renciales, el exceso de protección, la falta colaboración para el logro de este objeti-
de reconocimiento y la rigidez de las vo común han sido recogidas por García
estructuras familiares. En la variable Fuentes (1998).
relaciones en la familia se han encontra-
do tres tipos de carácter negativo: la En los países de la unión europea esta
ausencia de comunicación y de participa- cooperación es relativamente reciente.
ción en la intimidad y los afectos; la ima- Solamente en el nivel de los centros esco -
gen de falta de cohesión del grupo fami- lares están generalizados los mecanismos
liar así como de aislamiento emocional de de participación en todos los Estados
sus miembros y la ausencia o baja capa- miembros (Eurydice, 1997). La implica-
cidad de goce y disfrute en la unidad ción de los padres con los centros educa-
familiar. Finalmente, la tercera variable tivos puede ser una vía facilitadora de su
está constituida por los modelos de refe - apertura a la comunidad que puede lle-
rencia inadecuados de los padres (GID, gar a traducirse en un beneficio mutuo.
1995, 1996). Otro reto importante para la familia en
Las familias pueden presentar caren- colaboración con la escuela es la integra-
cias educativas, materiales, afectivas o ción de la información con la formación.
de cualquier otro tipo, las cuales, ten- Esta implica el aprender a seleccionar y a
drán, sin duda, una incidencia negativa analizar críticamente las diversas informa-
en la formación de la personalidad de ciones que se ofrecen. La autenticidad de
sus hijos. Martínez Rupérez (1995) ha la información es esencial para una vida
elaborado una tipología de las familias en de calidad. En este sentido, resulta signifi-
función de las necesidades que presen- cativa la afirmación de un funcionario
tan y ha propuesto diversas pautas de colombiano: “en mi país el mayor enemigo
acción socioeducativa encaminadas a la es nuestra mentalidad. Para cambiarla
prevención, promoción, inserción social y debemos estar correctamente informados
concienciación social de las familias. y no engañados por los ideólogos y políti-
cos. Ahí está el factor clave de la calidad
Los informes actuales sobre calidad de de vida” (CIPCV, 1999, p. 89).
la educación establecen que la participa-
ción de los padres en los centros educati- Por último, sin dejar de tener presen-
vos constituye un indicador fundamental tes las debilidades metodológicas y la
(European Commission, 2000; Instituto dificultad de establecer generalizaciones
Nacional de Calidad y Evaluación, 2000). en relación con las estructuras familia-
Ahora bien, esta colaboración de las res, indicamos, siguiendo el trabajo de
familias con los centros educativos se revisión de Del Barrio (1998), las condi-
nos presenta como un reto. Los padres ciones de crianza que aseguran mejores
no pueden delegar en los centros docen- resultados educativos:
tes su responsabilidad educativa. Su par- — Estabilidad y armonía de la estruc-
ticipación posibilita, en cierta medida, la tura familiar.
coherencia educativa ya que la escuela
tampoco puede desentenderse de la for- — Implicación alta de los padres en la
mación en valores morales. Esta forma- educación de los hijos.
• Nivel de vida suficiente para la fami- Este bosquejo pone de manifiesto que
lia (vivienda digna, alimentación son muchos los elementos y condiciones
suficiente, nutrición materna, segu- que están presentes en la vida familiar y
ridad, ...) que pueden hacer que ésta sea valiosa o
que no lo sea, con las consiguientes
• Respeto a la vida en la familia. repercusiones en el desarrollo personal y
tradas más en los individuos. Una segun- Además de las medidas de tipo legis-
da hipótesis establece que se debe al ele- lativo, junto con las medidas de trans-
vado grado de “familismo”. Por último, se ferencia social, que resultan imprescin-
ha señalado que una de las razones de la dibles y que deberían incrementarse en
falta de consolidación de esta política es la muchos países, considero que tendrán
ausencia de consolidación de la política que ser objeto de atención especial
familiar en la Unión Europea (Alberdi, otros aspectos. El más fundamental es
1991; Flaquer, 1995; Iglesias de Ussel, la educación, una educación integral y
1998; Parra & Concejo, 1999). permanente de las familias que posibi-
lite el desempeño de sus funciones y
La Comisión Independiente sobre la que les permita llevar una vida plena,
Población y la Calidad de Vida (1999) ha digna de ser vivida. De acuerdo con la
propuesto que en todos los países la políti- Comisión Independiente sobre la Pobla-
ca tenga como preocupación esencial la ción y la Calidad de Vida (1999), la
mejora sostenible de la calidad de vida. educación de las mujeres es probable-
Desde nuestro punto de vista la política mente la más importante de las medi-
familiar ha de tener también como objeti- das susceptibles de mejorar la calidad
vo la calidad de vida en la familia. Pero de vida de las futuras generaciones de
para ello es preciso, previamente, que la mujeres y niños. Es preciso que las
familia sea considerada como un valor en mujeres adquieran los conocimientos,
sí misma y, posteriormente, que el objeti- las aptitudes y los valores para su vida
vo del bienestar familiar, entendido en su profesional y familiar. También resulta
alcance total (incluyendo el “bien ser”), sea necesaria una educación en valores
atendido de forma explícita en el ámbito que haga posible la apertura y el com-
político. promiso de la familia con la comunidad
Esta política familiar tendrá que con- y viceversa, contribuyendo así a la
templar la diversidad de los modelos construcción de un mundo más justo y
existentes en la sociedad. Al mismo tiem- solidario. La política familiar tendrá
po, será necesario clarificar, dar a cono- que afrontar desde la educación y la
cer y apoyar de forma especial los mode- veracidad de la información el proble-
los y las condiciones más adecuados. ma demográfico, articulando medidas
que posibiliten el que las personas pue-
Sin dejar de ser responsabilidad del dan tomar decisiones responsables,
Estado, esta política precisará la colabo- moral y socialmente, con respecto a los
ración entre el sector público, el sector embarazos y nacimientos. Finalmente,
privado, las asociaciones voluntarias y la apuntamos la necesidad de que las
ayuda de las propias familias. La partici- políticas familiares incorporen medidas
pación de toda la comunidad es esencial. de fomento de la investigación que con-
Nos parece valioso el estilo de familia del tribuyan a la mejora de la calidad de
futuro, apuntado por Narbona (1999), vida en la familia. La investigación-
como una comunidad donde conviven acción se nos presenta como una vía
grupos de familias en familia. Esta puede fecunda para contribuir al cambio y a
ser una valiosa línea de acción de las la mejora de las condiciones de calidad
propias familias en su apertura y com- de vida de las distintas realidades
promiso con su comunidad y de las dis- familiares.
tintas organizaciones sociales.
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