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Deja ya la vainilla y prueba estos helados alrededor del mundo

No hay nada como un refrescante helado cuando la temperatura comienza a subir, pero
después del millón de conos de chocolate y menta que te has comido este verano es
probable que quieras ampliar el repertorio de sabores.

El gelato italiano

Italia y helado son una combinación que parece haber sido creada por los ángeles. La
familia Médici inventó en el siglo XV este manjar para impresionar al Rey de España en
su visita a Italia; así, el helado se propagó rápidamente por toda Europa. Al elaborarse
con menos nata y menos huevos, el gelato es más bajo en grasas. Además, se bate a
menor velocidad y se congela a una temperatura más baja, para conseguir así la textura
cremosa que lo caracteriza. Eso sí, que tengan menos grasas significa también que
tienen menos caducidad. Sin embargo, esto permite que las heladerías puedan
experimentar con más sabores fácilmente.

Los alemanes y el helado de espagueti

Con delicias nacionales como la Bratwurst y la cerveza, es probable que no pienses en


los alemanes como unos innovadores del helado. Sin embargo, cuando los inmigrantes
italianos entraron en Bavaria, trajeron consigo sus preciadas recetas de helado. Con el
objetivo de recrear los espaguetis de Nápoles, que eran la receta nacional de su familia,
pero en forma de helado, Darío Fontella hizo por primera vez, en la década de los
sesenta, este postre en Mannheim. Utilizó un prensador de espaguetis congelado (un
aparato similar a un colador para hacer trozos de pasta finos) para conseguir helado de
vainilla con forma de espagueti, después le echó sirope de fresa por encima, para que
pareciese salsa de tomate, y espolvoreó almendras trituradas o chocolate blanco como
si fuese queso parmesano. Era tan realista que los niños lloraban pensando que les
habían sustituido su postre por un plato de pasta.

Kulfi indio

Más cremoso que las tarrinas que compras en el súper, el Kulfi tiene una textura más
densa, lo que hace que se amolde mejor, y se suele servir en un palito. Este dulce fue
ideado por los mogoles poniendo leche condensada en conos de metal para luego
congelarlos con una mezcla de hielo y sal. Cuando los mogoles emigraron del Himalaya
a otras partes más cálidas del imperio, se llevaron con ellos la receta del Kulfi,
consolidando así estas natillas como postre a nivel nacional. Pistacho, mango, rosas,
cardamomo o azafrán son parte de la variedad tradicional de sabores.

El froyo de los estadounidenses

Cuando los estadounidenses, conscientes de su salud, alcanzaron la cumbre de su


poder adquisitivo en la década de los ochenta, el froyo o yogurt helado se convirtió en
lo último en postres / en un postre imprescindible. La empresa de lácteos H. P. Hood
fue la primera en producirlos. Bajo el nombre de Frogurt, este producto pasó a ser
esencial / de primera necesidad en los Estados Unidos. De repente, aparecieron por
todo el país tiendas que vendían este macrobiótico, y para mediados de los ochenta, el
valor de esta industria alcanzó los 25 millones de dólares. Al final la moda pasó y el
helado volvió a ser el rey del pasillo de los congelados, aunque en los últimos años, el
froyo ha encontrado un nuevo público.

Helado japonés o mochi

Un mochi es un tipo de pastel de arroz que se hace aplastando arroz de grano corto y
dándole al pastel forma esférica. Después, las bolas de arroz se rellenan con helado y
se recubren con harina de arroz. Al principio, cuando hicieron su aparición en los
ochenta, el helado estaba cubierto de nubes, aunque luego la capa exterior se cambió
por la masa de arroz. Los primeros mochis que se comercializaron se llamaban Yukimi
Daifuku, que significa “ver la nieve caer”, debido a su apariencia blanquecina, similar a
una bola de nieve. Siguiendo esta idea del concepto de nieve, la vainilla es el sabor
preferido, aunque el chocolate y la fresa, junto con otros sabores más raros, son
también comunes.

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