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Cantos A Lo Divino y Lo Humano en Aculeo
Cantos A Lo Divino y Lo Humano en Aculeo
Hacia el año de 1213 d.C, el cristianismo triunfaba en toda Europa; sólo unos pocos centros de
paganismo en remotos distritos de Suecia, Finlandia y la España musulmana resistían a lo
que parecía la inevitable influencia de la Iglesia. La expansión nórdica estaba en eclipse. La
edad de los vikingos llegaba a su fin. Aquellos merodeadores que habían desatado su
terrible furia hacia el sur del continente, finalmente sucumbieron a la influencia cultural de las
gentes a las que sus expediciones habían sido dirigidas. El mare nostrum de la edad romana había
dejado de ser, desde hacía mucho tiempo, el centro de la actividad política europea.
Incluso en aspectos culturales, la dominación de Roma y el Mediterráneo estaba siendo debatida.
Mil años habían transcurrido desde la muerte de Galeno, la autoridad dominante en la práctica
de la medicina medieval. Avicenna, Rhazes, Isaac Judaeus y Albucasis, las figuras más
importantes de la medicina árabe, habían muerto hacía más o menos doscientos años. La famosa
escuela de medicina en Salerno estaba en plena madurez.
La fecha de 1213 fue muy importante en la historia de la medicina escandinava, ya que fue el
año en el que el respetado Hrafn Sveinbjarnarson, el médico más famoso de toda la
Escandinavia medieval, perdió la vida en la mitad de una productiva y multifacética carrera.
La vida de Hrafn puede ser considerada como una especie de línea divisoria en la historia médica
escandinava. Detrás de él, se encontraban eones de medicina mágica del pasado germánico,
cuando las sabias mujeres y los hechiceros recitaban sus conjuros para combatir a los espíritus
del malestar y el sufrimiento presentes en diferentes tipos de enfermedades. Para esto,
invocaban a los dioses del Norte con el fin de recibir una pronta recuperación. Al mismo
tiempo que Hrafn, los centros médicos del continente conseguían una influencia cada vez
mayor. Era en estos lugares donde las doctrinas de Galeno y de la medicina árabe estaban
siendo difundidas. En los estudios de Hrafn se halla material que corresponde a lo más
novedoso de aquella época. En su práctica médica se puede encontrar la marca distintiva de la
escuela de Salerno 1 injerto en los conceptos nativos de enfermedad.
Incluso antes de Hrafn, la nueva medicina del sur había comenzado a incursionar por toda
Escandinavia. Esta había comenzado, sin duda alguna, a seguir a la religión cristiana a
Islandia, después de la conversión de este país en el año 1000. A partir de fuentes latinas,
Título original: Magical Medicine in Viking Scandinavia.
David Robertson, M.D., División de Farmacología Clínica, Universidad de Vanderbilt, Nashville, Tennessee,
U.S.A.
Una beca de la Fundación Logan Clendening de la Universidad de Kansas ayudó a la investigación del autor
en el Instituto Arnamagnaeanske en Copenhague, Dinamarca.
1
Ingjald Reichborn Kjennerud, 'The School of Salerno and surgery in the North during the Saga Age',
Ann.med. Hist., 1937, 9: 321-337.
sabemos que existía un hospital romano cerca del actual sitio de Düsseldorf en el norte de
Alemania alrededor del siglo I d.C.
Después de Hrafn, las antiguas tradiciones germánicas nunca explicarían mucho acerca de las
prácticas de aquellos médicos nórdicos que tenían el privilegio de estudiar en el extranjero. Sin
embargo, algunos remanentes de la antigua medicina popular de estos pueblos llegaron hasta
nuestros días.
Entre los pueblos paganos germánicos podemos encontrar que la práctica de la medicina
creció y se desarrolló alrededor de conceptos religiosos. Aquello era un pequeño paso en el
reconocimiento de los dioses como criaturas superiores a los humanos, a los que se invocaba para
que ayudaran al creyente. La ayuda podía ser material o espiritual, y usualmente se veía
relacionada con la salud y la enfermedad. En el siguiente pasaje escrito por Gregorio de
Tours sobre los paganos del norte de Alemania alrededor del año 500 d.C., podemos apreciar
una breve mención con relación a esta superstición:
Así fue que cuando [el rey Teodorico] viajó a Cologne, [San Gall] fue con él. Había allí un templo
pagano lleno de diversos artículos de culto donde los bárbaros vecinos solían realizar
ofrendas y atragantarse con comida y bebida hasta vomitar; también adoraban imágenes como
si fueran Dios y acostumbraban tallar en madera las extremidades en las que él (el rey) sufría
dolor.2
Odín (el nombre escandinavo para el anglosajón Woden) era la principal deidad en el panteón
germánico. Las tradiciones y mitos que lo rodean son tema de una polémica interpretación y
no son del todo consistentes. Sin embargo, como el dios de la muerte y la magia, es de gran
importancia para el esclarecimiento de algunos aspectos de la medicina mágica pagana. En la
antigua literatura nórdica, Odín aparece bajo una gran variedad de disfraces y es mencionado con
docenas de nombres distintos. Por lo general se le encontraba viajando de incógnito bajo la
apariencia de un anciano tuerto. Es un personaje siniestro y enigmático, poderoso para controlar
los asuntos de los hombres, pero incapaz de evitar su propia muerte en el Ragnarok, el ocaso de
los dioses. 4
Un pasaje del Hávamál,5 uno de los poemas de la Edda Mayor, describe el misterioso
autosacrificio de Odín que lo lleva a la adquisición de su gran sabiduría. Colgó durante nueve
noches “del árbol que mece el viento” llamado Yggdrasil. Allí fue donde ganó el
2
Gregory, Bishop of Tours, History of the Franks, tr. Ernest Brehaut, New York, Columbia University Press,
1916, p. 261.
3
Hilda Ellis Davidson, Scandinavian mythology, London, Hamlyn, 1969, p. 50.
4
'Hávamál', The Poetic Edda, tr. Lee M. Hollander, Austin, University of Texas Press, 1962, p. 36. Aquí y en
cualquier otro lugar, cuando he conocido buenas traducciones al inglés de antiguos textos nórdicos, las he
citado.
5
Ibíd., pp. 36-37.
conocimiento de las runas. Después bebió agua del manantial de Mímir y el hidromiel de
Óthroerir, lo que le concedió aún más sabiduría.
Las runas eran descritas en la antigua literatura nórdica en dos sentidos, uno literal y otro
figurativo. Por un lado se refería al alfabeto utilizado por los paganos escandinavos, el cual
consistía de 16 a 24 caracteres dependiendo de la región y el período en cuestión. Este alfabeto
rúnico se utilizó aproximadamente a partir del año 200 d.C. hasta más allá del siglo XIII. Durante
este periodo, el conocimiento de las runas (lo que significaba la habilidad para escribir) no parece
haber sido común. En parte por esta razón fue que la palabra escrita fue tenida en un increíble
concepto y una tradición de magia se desarrolló alrededor de ella, como es evidente en la
referencia del Hávamál citada anteriormente. Está claro por el contexto de muchos pasajes
de la Edda Mayor, que las runas poseían la connotación de escritura mágica y no tan sólo el de
escritura en sí. En el Hávamál nos encontramos con que Odín da algunas advertencias para
entender la escritura, interpretación y tinción de las runas, además de la manera adecuada de
sacrifico y súplica 6. Se creía que la tinción de las runas les otorgaba una potencia especial, sobre
todo si esta se realizaba con sangre. En el Sigrdrífumál 7 y en el Hávamál 8, las runas son
consideradas eficaces en la obtención de amantes, victoria en la batalla, sabiduría, un parto
fácil y para la protección de una tormenta marina:
Aparentemente las disas (dísir) son espíritus asistentes femeninos, generalmente relacionados
con el culto a la fertilidad. 9
La utilidad de las runas para “todos aquellos que serían médicos (curanderos)” es mencionada en
el Hávamál 10, pero la referencia está incompleta. En el Sigrdrífumál, una estrofa sugiere un
origen común con la estrofa incompleta del Hávamál:
El poder de las runas no siempre traía buenos resultados. Había que tener una gran
precaución para asegurarse que las runas estuvieran inscritas correctamente. En la saga de Egil
* Para la traducción de este pasaje y el que sigue un poco más adelante (el del Sigrdrífumál) fue utilizada la
siguiente edición de la Edda Poética: Edda Mayor, traducción y edición de Luis Lerate. Ed. Alianza, Madrid,
2000. (N. del T.).
6
Ibíd., p. 37.
7
'Sigrdrífumál', The Poetic Edda, op. cit., note 4 arriba, p. 235.
8
'Hávamál', op. cit., nota 4 arriba, pp. 3639.
9
E. O. G. Turville-Petre, Myth and religion of the North, New York, Holt, Rinehart, Winston, 1964, pp. 224-
225.
10
'Hávamál', op. cit., nota 4 arriba, pp. 37-38.
11
'Sigrdrífumál', op. cit., nota 7 arriba, p. 236.
Skallagrimsson, Helga, una joven enferma, empeoró debido a una mala utilización de las runas
talladas en hueso de ballena. Egil fue llamado y habló con ella:
Él les dijo que la bajaran de la cama y la acostaran sobre limpias telas, y así se hizo. Luego buscó
en la cama donde ella había descansado y encontró allí huesos de ballena; en aquel mismo lugar
estaban las runas. Egil las leyó, y luego las raspó todas y luego las puso en el fuego. Quemó
todos los huesos de ballena, y dejó ir con el viento las ropas que ella traía puestas antes… Egil
anotó algunas runas y las ubicó bajo el soporte del lugar de reposo donde ella descansaba. A ella
le pareció como si hubiera despertado de un sueño y dijo que estaba curada.12
La inscripción que le había causado tanta angustia había consistido en diez letras rúnicas. 13
En la Gesta Danorum de Saxo 14 se hace mención de Odín trazando las runas en una corteza, lo
que causa que Rinda se vuelva esquizofrénica. Aún más inquietante es la mención que
se hace de las runas en la Helgakvida Hjorvarthssonar acerca de que las runas pueden traer
la muerte. 15 En todas partes se dice que Grettir Ásmundarson murió a causa de los
encantamientos y runas de Turid. 16 Ella talló las runas en las raíces de un árbol, las tiño con su
sangre y cantó canciones mágicas. Grettir se hirió con aquella raíz y posteriormente murió,
aparentemente de sepsis.
La creencia en la eficacia de las runas para ayudar o atacar la salud fue una poderosa
fuerza en el mundo germánico que no desapareció con facilidad. Montones de
supersticiones alrededor de las runas sobrevivieron hasta la tardía Edad Media y, como lo ha
demostrado Reichborn-Kjennerud, 17 su persistencia ha llegado (aunque de manera limitada)
incluso a la medicina popular de los tiempos modernos.
El uso generalizado de las inscripciones rúnicas para fines tan diversos, es un punto para
argüir en contra de la interpretación que sostiene que las runas tan sólo se grababan como
una “rama”, “miembro”, o “extremidad” con la intención de que la herida de la persona se
transfiriera al árbol o al hueso en el cual se tallaban. Parece más probable que el hecho de
inscribir las runas le diera una fuerza especial a la fórmula, convirtiéndola de lo elemental
a lo permanente y concreto. La relativa permanencia de la inscripción pudo haber sido
tomada en cuenta como el equivalente a una repetitiva serie de recitaciones de la misma. Una
razón para concluir que las “runas mágicas” eran de hecho “hechizos escritos” es la mención
simultánea de las “runas” y los “hechizos” en diferentes puntos de las Eddas. En el Hávamál, 18
Odín, bajo el seudónimo de Har, inmediatamente después de sus advertencias respecto al uso
de las runas, realiza una descripción de dieciocho hechizos mágicos. Estos hechizos pretendían
ayudar a aquellos que padecían algún dolor, enfermedad, salvaguardar a los que se encontraban
en las tormentas en el mar o en batalla, y para liberar de las cadenas a aquellos que
permanecían atados.
12
Egil's Saga, tr. E. R. Eddison, Cambridge University Press, 1930, p. 174.
13
Ibíd., p. 175.
14
Saxo Grammaticus, The Danish history, tr. Oliver Elton, London, Cambridge University Press, 1905, p. 174.
15
"Helgakvida Hjorvarthssonar", The Poetic Edda, op. cit., note 4 arriba, p. 176.
16
Grettis saga Ásmundarsonar, ed. Gúdni Jónsson, Reykjavfk, Hid islenzka Fornritafélag, 1936, pp. 257-258.
17
Ingjald Reichborn-Kjennerud, Vår gamle trolldomsmedisin, Oslo, Det norske videnskaps-akademi,
1928, vol. 1, p. 145.
18
‘Hávamál’, op. cit., nota 4 arriba, pp. 36-39.
Desafortunadamente, estos cantos o hechizos no están en sí mismos explícitos, expresados y
establecidos en los manuscritos sobrevivientes correspondientes a las fuentes escandinavas; tan
sólo son descritos. Sin embargo, contamos con dos interesantes fórmulas de la Alemania
medieval, de claro tinte pagano, que datan alrededor del 900 d.C. La primera es para la
liberación de la opresión de las cadenas; la segunda, aparentemente, es para la sanación de
una pierna rota o herida. Que un canto para liberarse de las cadenas sea claramente
mencionado en el Hávamál 19 y en el Grógaldr, 20 y que otro contra alguna lesión también sea
aludido, dan credibilidad a la opinión de que cantos similares a estas fórmulas de Merseburg
fueron utilizados por los paganos escandinavos. La segunda fórmula claramente menciona los
nombres de dos dioses del antiguo panteón germánico, así como otro nombre de origen
incierto. La fórmula se preserva en alemán antiguo:
El canto cuenta una historia. El caballo de Balder se lastima, se invoca la ayuda, y es de suponer
que la cura se lleva a cabo. La repetición del canto en ocasiones similares podría llevar también a
un resultado feliz como en este caso. En este canto, Odín (Wodan) es la autoridad central,
que a través de su intercesión efectúa la cura más directamente. Sin embargo, otras
cuatros figuras, todas femeninas, también son mencionadas. Aunque durante la edad vikinga
los hombres asumían roles médicos más importantes, parece que esta ocupación fue
generalmente femenina en los tiempos del paganismo.
En la Edda Menor de Snorri Sturluson, se hace mención de una serie de diosas. 22 La tercera en
esta serie es llamada Eír, de la cual los escritos de Snorri nos cuentan que era considerada
19
Ibíd.,
20
'Grógaldr', The Poetic Edda, op. cit., note 4 arriba, p. 142.
21
Elias von Steinmeyer, Die kleineren althochdeutschen Sprachdenkmaler, 2nd ed., Berlin, Weidmannsche
Verlagsbuchhandlung, 1963, pp. 365-366.
* Phol y Wodan fueron al bosque
“la mejor médica”. Del Fjolsvinnsmál sabemos que ella era una de las doncellas que atendía a
Menglöd en su residencia ubicada en El monte de Curación.23 Sin embargo, ni Eír ni Menglöd son
mencionadas en el encantamiento arriba señalado. Tres de las cuatro son nombradas
específicamente por Snorri como diosas compañeras de Eír, pero esto no debe llevarnos a
pensar que el arte de curar era su principal preocupación. Es posible que en general todas las
deidades femeninas fueran consideradas poderosas ayudas en la curación y la magia, por lo que
la moderna referencia de Eír como la diosa de la medicina es incorrecta. 24
Las prácticas mágicas en los tiempos paganos parecen haber sido, por lo menos, de dos tipos
diferentes. El primero es de galdr o ljód, como por ejemplo los hechizos mencionados
anteriormente en el Hávamál. Un tipo de magia más siniestro y misterioso fue una
variedad llamada seidr. Esta fue enseñada a los dioses por Freyja, la diosa de la fecundidad y
con una no muy buena reputación, llamada también Syr (cerda). * Seidr parece haber sido
todo un conjunto de prácticas afeminadas, consideradas indecentes si los hombres las
llevaban a cabo. 25 A pesar de esto, se decía que Odín era capaz de decidir el futuro a través de la
seidr, además de conferir alguna enfermedad o la muerte a través de ella. 26 En la Laxdoela saga,
el rey Harald Finehair considera tan detestable la práctica de este tipo de magia, que incluso
ordenó asesinar a su hijo por haberla practicado. 27 Bonser se ha ocupado de los asuntos de galdr y
seidr con mucho más detalle. 28
Las practicantes típicas de seidr eran sabias mujeres (völvur o spákonur), quienes se sentaban en
un círculo mágico e invocaban espíritus para obtener conocimiento. En The Saga of Erik
the Red (La saga de Erik el Rojo), se preserva una muy buena descripción de una de estas
practicantes. Su nombre era Thorbjörg. Usaba algunos collares en su cuello y llevaba un
sombrero de piel de cordero negro. En su cinturón llevaba una pequeña bolsa que contenía todo
tipo de parafernalia mágica. Se decía que se alimentaba de leche de niños (leche materna),
avena y corazones de animales (que se creía que otorgaban conocimiento). Practicaba
la seidr en la noche, y en esta ocasión en particular, dijo, a la mañana siguiente, que la
hambruna que había asolado la tierra estaba a punto de acabar.
La gente no debería andar con piedras, ni llenarlas con poder mágico para sujetar y obligar a las
personas ni al ganado. Si las personas dependen de piedras para proteger a su ganado de
la enfermedad, incurrirán en una grave pena. 29
RESUMEN:
Antes del año 1213 d.C., los pueblos paganos germanos adoraban a una gran cantidad de
dioses, y la práctica de la medicina se desarrolló alrededor de concepciones religiosas. La
medicina mágica y las supersticiones de la antigua literatura nórdica son discutidas en detalle.
29
Vilhjálmur Finsen (editor), Grágás, Copenhagen, Stadarhólsbók, 1852, pp. 22-23.
30
Jón Steffensen, 'Aspects of life in Iceland in the heathen period', Saga-Book of the Viking Club, 1969, 17:
177-205.
31
Kristjan Eldjárn, Kuml og haugfé, Reykjavík, Fylgirit, 1958, pp. 50-51, 74-75, 140-142, 179-181.
32
Kristján Eldjárn, Árbók hins íslenzka fornleifafélags, Reykjavík, 1965, pp. 22-23, 46.
33
Steffensen, op. cit., note 30 arriba, pp. 177-205.
34
Gudbrandur Jónsson, 'Domkirkjan á Hólum í Hjaltadal', Safn til sögu Islands, 1929, 5: 399-400.