El día de hoy hemos hecho muchos negocios, transacciones o
intercambios. Todos somos algo negociantes, desde pequeños, hacemos buenos y malos negocios; éstos por falta de reflexión, de conocimientos, de previsión, o de experiencia. En el orden espiritual también efectuamos intercambios. A todos nos gusta ganar antes que perder ¡Qué malos negocios hacen muchos! Se dejan engañar, o no quieren oír consejo, perdiendo mas de lo que pretenden ganar.
Tres ejemplos de la Biblia:
I. El mal negocio de Esaú. (Hebreos 12:16, 17)
1. Relatar la historia de Jacob y Esaú. (Potaje: Guiso o caldo hecho con legumbres, verduras y otros ingredientes, como el bacalao; Mezcla o conjuntos de varias cosas inútiles – Real Academia Española) 2. Llama la atención que en Génesis 25:30 Esaú siendo un cazador acostumbrado al campo y al trabajo rudo diga: “pues estoy muy cansado” y que dos versículos después en el 25:32 Esaú mencione la muerte “He aquí yo me voy a morir”; es apropiado considerar que su cansancio no era solamente físico, sino emocional y sobre todo espiritual. Muchos son los que hoy están cansados de sufrir y de los problemas que los afligen, que optan por quitarse la vida, buscan una salida fácil, pero encuentran una condenación eterna. 3. Esaú es el tipo de los que dan suprema importancia a la necesidad física la satisfacción del apetito la conveniencia del momento presente. ¿Qué importa el mañana? 4. Desprecian lo espiritual y las promesas de Dios. Piensan que después atenderán a estas cosas. 5. Lo que obtuvo Esaú: un plato de lentejas. ¿Pensaba burlar a su hermano? Breve satisfacción. Irreparable pérdida. 6. ¿Estás haciendo semejante negocio? Es malo.
II. El mal negocio de Judas (Mateo 26:14, 15)
1. Su historia previa. Fue hábil tesorero; pero astuto ladrón. Siguió al Señor por interés. (¿Llegaría a ser el Tesorero General del Reino?) 2. Amaba el dinero. ¿Qué cosa más deseable? (1) Lo que entregó por dinero: a. Su honor (robaba). b. Sus amigos. Fue falso con ellos. c. Su Maestro. Todo cuanto Jesús podía significar para él. Su amor al dinero le había impedido entender las palabras de él. No hay dinero siguiendo al Señor. d. Su alma. Mateo 26:24. (2) ¿Qué obtuvo? (30 piezas de plata, Vergüenza, Desprecio, Desesperación, Muerte. 3. Amonestación a los que han conocido el evangelio y son tentados a entregar a Cristo por dinero, o por “un buen partido” o por posición social. 4. ¡Mal negocio!
III. El mal negocio del ambicioso (Mateo 16:25, 26).
1. El que, por alcanzar gloria, fama, poder, sabiduría, nunca se preocupa por su vida espiritual. El mundo tiene cosas buenas; pero no debemos verlas como el objeto supremo, sino como medio. No darles el primer lugar, ni poner en ellas el corazón. 2. podemos encontrar en la tentación de Jesús, Lucas 4:5-7. Muchos en nuestros tiempos aun estarían dispuestos vender su alma al diablo por obtener éxito, dinero o poder. Satanás siempre haciendo promesas mentirosas. 3. ¡Mal negocio!
Conclusión: Adquirir lo temporal a costa de lo espiritual; ganar el mundo
y perder a Cristo. Nuestro gran negocio: la salvación de nuestra alma. ¿Lo has hecho ya?