¿CÓMO ENFRENTAR LOS DESAFIOS?

(2 Reyes 6:14-23)

(V.14) “Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un gran

ejército, los cuales vinieron de noche, y sitiaron la ciudad. (V.15) Y se
levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el
ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros.
Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿qué haremos? (V.16) Él le
dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los
que están con ellos. (V.17) Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que
abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y
miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros
de fuego alrededor de Eliseo”. (V.18) Y luego que los sirios descendieron a
él, oró Eliseo a Jehová, y dijo: Te ruego que hieras con ceguera a esta
gente. Y los hirió con ceguera, conforme a la petición de Eliseo.

INTRODUCCIÓN   
Como hijos de Dios, nuestra vida estará llena de dificultades y grandes retos
que nos conducirán a conquistar grandes bendiciones, sin embargo, muchos
nunca los alcanzan porque el miedo los detiene. Theodore Roosevelt dijo en
cierta ocasión:
“Es mucho mejor enfrentarse a los grandes desafíos y aspirar a gloriosos
triunfos, aun arriesgándose a perder, que integrarse a las filas de los
mediocres, que nunca se alegran ni sufren demasiado, porque viven en
una gris penumbra, sin victorias ni derrotas”.

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            Como seres humanos tendemos rápido a conformarnos al nivel que
tenemos y generalmente nos acostumbramos a él, ya que no nos gusta
complicarnos la vida y enfrentar nuevos desafíos. Sin embargo, los desafíos
tarde o temprano se presentan y debemos tener la actitud correcta para
enfrentarlos.

            El texto anterior relata la ocasión cuando el rey de Siria molesto

porque Eliseo le revelaba al rey de Israel todos sus movimientos y estrategia
de ataque, lo manda a buscar para matarlo. Así el ejército Sirio sitia la ciudad
donde vivía y se nos enseña cómo enfrentar tales situaciones desafiantes.

I -PARA ENFRENTAR LOS DESAFÍOS NO DEBEMOS DEJARNOS

INTIMIDAR DE ELLOS.

“Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿qué haremos?...”

            Lo primero que tenemos que hacer al momento de enfrentar una

situación desafiante es no dejarnos atemorizar por ella. El siervo de Eliseo se
paralizó de miedo cuando vio que la ciudad estaba sitiada por el gran ejercito
de Siria.
Muchas veces podrán venir a nuestras vidas situaciones terribles, malas
noticias, problemas que amenazan incluso nuestra seguridad, pero ante tales
cosas, ¿Cómo reaccionamos?

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Muchos se entregan a la desesperación, otros se resignan a vivir sufriendo,
otros huyen y murmuran en contra de Dios por lo que les pasa.  
Pero la primera clave para enfrentar una situación como esta es: No temer y
Eliseo nos enseña a cómo hacerlo.

II. PARA ENFRENTAR LOS DESAFÍOS DEBEMOS CONFIAR

PLENAMENTE EN DIOS.

(V.16) “Él le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con
nosotros que los que están con ellos”.
            En segundo lugar, para enfrentar los desafíos correctamente debemos
colocar nuestra plena confianza en Dios. Las palabras de Eliseo me
recuerdan, lo que dice (1° Juan 4:4)
“Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el
que está en vosotros, que el qué está en el mundo”.
En nuestra batalla espiritual contra las fuerzas del mal, tenemos la
protección y el poder que nos ha dado nuestro Aliado Omnipotente. Por
medio de la oración de Fe, el Señor puede abrir los ojos de nuestro corazón a
la realidad maravillosa que siempre está presente, nos defiende y frustra las
intenciones destructoras de satanás.

Nuestra fe está directamente relacionada con nuestra victoria,

basta solo leer la Biblia para ver cómo muchos hombres y mujeres alcanzaron
grandes victorias en su vida a través de su fe en el Dios verdadero. Nuestro
Señor Jesucristo les dijo a sus discípulos lo determinante que es para un
cristiano tener fe: (Marcos 11:22-24)

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“Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo
que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no
dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga
le será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed
que lo recibiréis, y os vendrá”.
   La clave está en no dudar que Dios hará todo lo que le pedimos en
oración según su voluntad y Eliseo conocía esta gloriosa verdad.

 III. PARA ENFRENTAR LOS DESAFÍOS DEBEMOS ORAR

CONSTANTEMENTE.

“Y oró Eliseo…”

            En tercer lugar, una vez que creemos plenamente en el poder de Dios,
ante los grandes desafíos de nuestra vida debemos volvernos en oración.

            Al considerar la historia de los grandes hombres y mujeres que han

pasado por esta tierra podemos encontrar un elemento común en sus vidas:
tenían una vida de oración.

            Podemos ver como Eliseo siempre acudía a la oración para resolver
sus problemas. Primero oró para que a su siervo se le abrieran los ojos de la
fe: (V.17)

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Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová
abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de
gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.

            Todos nosotros deberíamos orar para que Dios nos abra los ojos
espirituales y considerar las cosas desde su perspectiva. Muchas veces los
problemas y dificultades nos desaminan porque las vemos desde nuestro
punto de vista el cual es imperfecto y limitado. Sin embargo, necesitamos
verlo desde el punto de vista de Dios y saber que no somos nosotros los que
peleamos nuestras batallas sino su Santo Espíritu.

            Aparte de eso también Eliseo oró específicamente por el problema

que tenía: (2 Reyes 6:18)

“luego que los sirios descendieron a él, oró Eliseo a Jehová, y dijo: Te
ruego que hieras con ceguera a esta gente. Y los hirió con ceguera,
conforme a la petición de Eliseo”.

Como Eliseo nosotros debemos acudir constantemente a la oración para que

Dios responda nuestras peticiones, solo así podremos estar seguros que
alcanzaremos el éxito y salir victoriosos de todos nuestros desafíos.

CONCLUSIÓN.
            Para poder enfrentar correctamente los desafíos y vencer
necesitamos:

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1. Alejar todo tipo de temor y no dejarnos intimidar por los desafíos.
2. Confiar plenamente en Dios.
3. Orar constantemente para que Dios mueva su mano a favor de
nosotros.

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