Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción:
Las familias hoy enfrentan crisis que tienen múltiples factores desencadenantes, pero
que esencialmente, parte de la ausencia de principios y valores. Algunos expertos
coinciden en asegurar que en los países desarrollados y más aún en los que están en vías
de desarrollo, hoy se puede afirmar que los hogares están enfermos y sufren un
desequilibrio que amenaza la felicidad de todos, la paz social, la seguridad de las
personas, y aleja la esperanza de lograr un mundo mejor. ¿Hay salida al laberinto? Sin
duda que sí. Volver nuestra familia a Dios. Permitirle que Él ocupe el primer lugar y nos
permita edificar hogares sólidos, con pautas de vida que le permitan a todos los
componentes de la pareja, alcanzar el pleno desarrollo personal y espiritual.
2.2. La familia perfecta no existe. En todos los hogares hay situaciones complejas
que—con ayuda de Dios—podemos corregir.
2.3. Cuando algún integrante de la familia falla—cónyuge o hijos—es cuando más nos
necesita para que los apoyemos y ayudemos a reemprender el camino.
2.3. Los pilotos pueden desviarse algunos grados de su plan de vuelo; sin embargo con
los instrumentos de aeronavegación vuelven a la ruta apropiada. Igual el cristiano puede
reorientar su familia con ayuda de Dios y la guía de los principios bíblicos.
2. El hombre y la mujer fueron creados por Dios para compartir igual dignidad y valor.
Ninguno es superior a otro.
2.1. Por tener especiales atributos del Creador, el varón debe tributar especial trato a su
cónyuge. Esto lleva a que no acepte que haya maltrato físico y emocional hacia la pareja
o los hijos (Cf. Efesios 5:21-25)
2.2 El compromiso matrimonial implica que los cónyuges se ayuden entre sí en el
proceso de crecimiento personal y espiritual.
III. Así como Dios permanece fiel a su Pacto con nosotros, espera que su
pueblo permanezca fiel al Pacto con el hogar (Salmo 89:28, 34)
2. La Palabra de Dios registra varios Pactos o compromisos firmes en los que Dios se ha
mantenido a pesar de las circunstancias (Cf. Génesis 9, Deuteronomio 4:23-31; 1 Samuel
18:2-4; Rut 1:16, 17; Salmo 89:28. 34)
2.1. El matrimonio en las Escrituras es mucho más que compromiso legal, es un Pacto.
2.2. El Pacto matrimonial es voluntario. Es una decisión libre que debemos honrar
asegurando compromiso permanente.
EL PACTO MATRIMONIAL
Principio Características
1. El Pacto Matrimonial no Hoy día prevalece el individualismo. Cada quien
busca sólo la felicidad procura su bienestar. En la relación debemos ser
propio sino la del cónyuge felices los dos. Amor sin egoísmo es el fundamento
esencial del pacto matrimonial (Efesios 5:21).
2. La permanencia del El único compromiso se sintetiza en tres pilares:
Pacto Matrimonial no debe compromiso, amor incondicional y perseverancia. Los
depender de la conducta votos esenciales son: amor, honra, protección, sin
del cónyuge importar las circunstancias.
3. El Pacto Matrimonial se El compromiso de dar es nuestro en la relación de
afianza en dar como paso pareja; sin embargo somos los primeros en dar un
esencial para recibir paso en esa dirección. “Doy sin el interés de
recibir”.(Efesios 5:22-25)
4. El compromiso Aunque nuestras emociones son variables, la
adquirido con el Pacto disposición de amar al cónyuge debe permanecer
Matrimonial es firme “a pesar de”. Es una decisión antes que
permanente unaobligación.
5. El Pacto Matrimonial se Empeñamos en descubrir lo mejor de nuestra pareja y
torna sólido cuando no sólo dimensionar sus errores. No negamos las
procuramos enamorarnos fallas de la pareja pero tampoco permitimos que
cada día del cónyuge empañen la relación (Efesios 5:28-30)
6. El Pacto Matrimonial El compromiso con nuestro cónyuge no es por unos
desecha la opción del días, por meses o años sino para siempre. Un paso a la
divorcio como solución a vez. Las dificultades son previsibles pero debemos
los conflictos aprender a superarlos (Mateo 19:6)
7. El Pacto Matrimonial Cada cónyuge es responsable de sus actos y deben
resiste las dificultades rendir cuenta de ellos. Las ofensas de nuestro cónyuge
cuando privilegia el perdón las personamos cuando hay arrepentimiento sincero y
del cónyuge piden perdón (Efesios 5:26, 27)
2. Quien nos ayuda a permanecer firmes en el Pacto Matrimonial es nuestro amoroso Padre
celestial que nos ayuda a encontrar soluciones en medio de los conflictos.
En opinión del escritor, Willard Harley, autor del éxito de librería “Las necesidades de él o
ella”, las causas básicas de los conflictos matrimoniales se reducen a dos: la incapacidad de
los cónyuges de hacerse mutuamente felices; o bien, la capacidad de hacerse mutuamente
infelices.
Toda esposa espera que su compañero le exprese, de palabra y con hechos, lo mucho que la
ama; que comparta con ella los detalles del día a día, como también sus sentimientos y
anhelos más profundos; que sea veraz y confiable; que provea para sus necesidades de
familia; y, finalmente, que sea fiel a sus votos matrimoniales y contribuya al desarrollo de
los hijos.
El esposo espera que su cónyuge satisfaga sus deseos en la intimidad, lo que obedece a su
inclinación biológica. También que lo acompañe; que se mantenga físicamente atractiva; que
sea capaz de crear en el hogar un ambiente de paz y orden, donde él desea estar, y que muestre
admiración y aprecio por sus logros.
Un reportaje de Susan Gilbert, publicado por The New York Times, reseña que después de
recibir terapia de pareja, el 26% de los matrimonios en crisis estaban en condición peor que
al iniciar el tratamiento. Después de 4 años, el 38% terminaban en divorcio. Ante la
incapacidad de resolver los conflictos con terapias, escribe la señora Gilbert, muchos
consejeros matrimoniales se limitaron a escuchar a los componentes de la pareja, por
turnos, semana tras semana, en sesiones interminables. Esta opción de terapia en la
mayoría de los casos contribuyó a acelerar la ruptura matrimonial.”(Gilbert, Susan.
“¿Matrimonios con problemas La terapia no ayuda.” The New York Times. Edición del 19
de abril de 2005. Sección Ciencia, páginas D1, D5.
5. Las parejas felizmente casadas no son las más listas, las que tienen asegurada su economía
o aquellas que tienen estabilidad emocional sino las que han adquiridito el hábito de no
permitir que los pensamientos o sentimientos negativos hacia su cónyuge, ahoguen o
empañen las cosas buenas y altamente positivas que les asisten.
5.1. Permiten que prevalezcan los sentimientos positivos hacia su cónyuge,
5.2. Cultivan una sincera amistad
a. Los cónyuges aprenden a conocer profundamente sus gustos, esperanzas y sueños.
a.1. Los cónyuges aprenden a aceptarse tal como son, con sus fortalezas y debilidades.
a.2. Los cónyuges entienden que su relación matrimonial está por encima de las
circunstancias adversas.
b. Demuestran con pequeños detalles cómo aman a su pareja.
c. Cuando llegan los conflictos no los derrumban porque cada uno de los cónyuges está
seguro que es amado y aceptado por el otro.
VI. Quienes viven atados por el pasado, jamás disfrutan una vida plena en el
presente
1. Muchas familias no pueden crecer y avanzar hacia niveles de solidez como pareja y menos
en el esquema padres-hijos, debido a que viven anclados en le pasado, en el daño mutuo que
se produjeron. Los recuerdos se convierten en fuente de heridas emocionales abiertas (Isaías
43:18)
2. Como cristianos debemos aprender a manejar los recuerdos para no quedarnos atados en
el pasado (Filipenses 3:12-14)
2.1. La Memoria de Corto Alcance (MCA). Registra e interpreta la información que
llega al cerebro relacionadas con las experiencias recién vividas. Es limitada. Los científicos
explican que sólo puede almacenar entre cinco y nueve eventos. Se olvidarán fácilmente a
menos que voluntariamente recordemos los incidentes.
2.2. La Memoria de Largo Alcance (MLA). La capacidad de almacenamiento de la
información es casi ilimitada. Se asemeja a una enorme biblioteca donde se guardan los
recuerdos significativos, bien por lo traumáticos o por lo placenteros. Hay un alto
componente de decisión personal para almacenar o desechar la información que nos causa
dolor (Cf. Mateo 18:21-35)
La actriz surafricana, Charlize Theron, tenía 15 años cuando perdió a su padre, Charles, un
alcohólico maltratador que ese día amenazaba con quitar la vida de su esposa. Su madre,
Gerda, despojó al hombre que las intimidaba con una escopeta y que, sin duda, estaba
decidido a cegarles la vida. Fue una escena que quedó grabada en sus recuerdos para
siempre. Aunque ese incidente y otros muchos amenazaban su estabilidad emocional, la
hoy actriz decidió sobreponerse a los recuerdos traumáticos. “No vivo del pasado. Desde la
trágica muerte de mi padre, aprendí que no podía negarme a vivir. Si hubiese vivido en el
pasado, atada a esa dolorosa escena, mi vida se habría transformado en un desperdicio,
sin esperanza. Pasados muchos años he descubierto que era mucho más lo agradable que
me restaba por vivir, que esa dolorosa experiencia del ayer”, asegura. (Periódico El País,
Colombia. Edición del 24 de Julio de 2011. Página B6)
3.2. En el momento en que José pudo tomar venganza, puso de manifiesto que no guardaba
rencor en su corazón (Cf. Génesis 45:1-9)
a. Dios sana nuestro corazón de recuerdos que causan profundas heridas emocionales (Isaías
35:3,4)
b. No es en nuestras fuerzas sino en la fortaleza que proviene de Dios que podemos perdonar
el daño que nos causan otras personas, incluso el cónyuge y los hijos (Cf. Hebreos 12:12-14)
VII. Instruir a los hijos con principios y valores asegura familias sólidas
(Proverbios 22:6)
1. Es esencial que al interior de la pareja se formulen dos interrogantes: ¿Estamos
instruyendo a los hijos con principios y valores?, o por el contrario, ¿delegamos en los
maestros la responsabilidad de educar a nuestros hijos con principios y valores? Es una tarea
sólo nuestra y de carácter indelegable.
1.1. Sembramos en nuestros hijos principios espirituales para que desarrollen una buena
relación con Dios.
1.2. Sembramos en nuestros hijos principios seculares para que tengan buenas relaciones
con los demás (Proverbios 22:6)
Instruye: Encierra la idea de padres que dedican sus energías a dotar a un niño de
sabiduría y amor, a alimentarlo y disciplinarlo para que se convierta en alguien
completamente dedicado a Dios. Esto presupone madurez espiritual y emocional por parte
de los padres. En su camino: Significa que se le instruye para que sea capaz de refrenar
cualquier inclinación que lo aparte de Dios. De esta manera, la promesa consiste en que un
desarrollo apropiado del niño asegura que se mantenga en los caminos de Dios.”(Biblia de
Estudio Plenitud. Grupo Nelson. Comentario a Proverbios 22:6. Página 786)
2. Una sana espiritualidad está asociada a una buena relación de nuestros hijos con Dios,
consigo mismo y con las personas que interactúan permanentemente (Cf. Efesios 6:4 b)
2.1. Los hijos aprenden a partir del ejemplo de los padres.
2.2. Durante el proceso de crecimiento, los hijos deben recibir el reforzamiento de principios
y valores.
3. Nuestra responsabilidad como padres se orienta a impartir en los hijos sólidas pautas
bíblicas que les permitan alcanzar solidez personal y espiritual (Deuteronomio 6:5-9)
3.1. Las enseñanzas impartidas aseguran en los hijos cimientos de respeto, obediencia,
reverencia y dominio propio, entre otros.
3.2. Si ni impartimos enseñanzas a nuestros hijos, Satanás se encargará de hacerlo a través
de los antivalores que prevalecen en la sociedad hoy.
La experta en temas de familia, Kay Kusman, asegura que los padres son para los hijos la
principal fuente de influencia y de información por medio de los preceptos. (Kusman,
Kay. “Construyendo el carácter de nuestros hujos”. Elgin, Illinois. Publicaciones David
Cook. 1988) Cuando los padres cumplimos la doble labor de enseñar con los preceptos y el
ejemplo, lo más probable es que nuestros hijos hagan suyos los principios y valores.
3.3. Una forma eficaz de asegurar que nuestros hijos busquen a Dios y sean fieles a Él, es que
como padres estemos comprometidos en vivir a Cristo.
4. Los principios y valores cristianos siempre están sólo a una generación de su extinción.
Jamás olvide que los ideales no sobreviven solamente por ser grandes o verdaderos. Sólo se
asegura su permanencia en el tiempo, cuando los implantamos en la vida y carácter de los
hijos desde su más tierna infancia.
1.- Lo más probable es que los hijos de familias disfuncionales tiendan a replicar en sus
hogares las experiencias traumáticas de las que fueron testigos.
“Las llamadas familias disfuncionales son familias a las que les cuesta trabajo nutrir
emocionalmente y ejercer la paternidad con responsabilidad. Son incapaces de proveer
solución a las necesidades básicas y emocionales” (Periódico El País, Colombia. Edición del
24 de Julio de 2011. Página B7)
1.1. Los hijos de una familias disfuncionales donde hay permanentes enfrentamientos de los
padres y separación, guardan en su ser particulares que los tornan proclives a la agresividad,
la intolerancia y la inclinación al divorcio como la única salida para los problemas-
1.2. Crecer al interior de una familia con conflictos, genera desgaste emocional y sufrimiento.
A menos que los hijos tuvieran capacidad de adaptación, tolerancia con la indiferencia,
apertura mental y capacidad de mirar hacia adentro y perdonar, enfrentarán traumas que los
acompañarán toda la vida. Dios es quien transforma el dolor en paz interior (Isaías 37: 7 a)
2. Las familias disfuncionales se caracterizan porque no está presente la noción del amor,
prima el individualismo y se deja de lado el esfuerzo por proporcionar el bienestar de todos.
3. Es sumamente importante revisar cómo anda nuestro hogar y, en el caso de haber crecido
al interior de una familia con muchos conflictos, optar y asumir pautas para no repetir la
misma historia.
3.1. Ser conscientes del daño que sufrimos para no replicarlo en nuestro hogar.
3.2. Es necesario identificar cuáles son las actitudes y acciones negativas que apreciamos en
la familia donde nos educamos, y corroborar que no estemos repitiéndolas en nuestra forma
de actuar con el cónyuge o los hijos (mal trato, reacciones incontroladas, palabras ofensivas
etc.)
3.3. Reconocer que las escenas de dolor que nos marcaron en la niñez, marcarán las vidas de
nuestros hijos si las repetimos.
3.4. Pedir a Dios que sane las heridas emocionales de nuestra niñez. Somos sanados hoy
pasa sanar a nuestra familia.
Conclusión:
Las familias están amenazadas por una sociedad que siembra antivalores a través de los
medios de comunicación y que valida el rencor, la venganza y la falta de perdón como algo
“normal” por el hecho que millares de personas obran así diariamente. En esa espiral sin
fondo los hogares se encuentran enfrentando la peor parte, como lo evidencian los altos
índices de divorcios, el incremento de la violencia intrafamiliar, el distanciamiento entre
padres e hijos, y el inusitado incremento de la drogadicción y la promiscuidad sexual entre
adolescentes y jóvenes. Sin embargo, hay esperanza. Está en Dios. Abrirle las puertas de
nuestros hogares y permitirle que obre los cambios que considere necesarios. ¡Él sabe cómo
hacerlo! Hoy es el día para rescatar nuestra familia con ayuda del Señor. La vida será distinta.
¡Hay una nueva oportunidad!