MATERIA: PROCESO EDUCATIVO

DE LA IGLESIA

MAESTRO: AVIDAD MONROY ALDANA

INTEGRANTES: JULISSA CASTRO

K AREN ARIAS
S ANDY CRUZ
M OISÉS ULLOA

FECHA: 01/10/2023
Bendiciones.
Esperamos que el siguiente análisis brindado te sea de gran bendición y ayuda ya que el
objetivo es expandir el evangelio de Dios. Hemos intentado muchas veces impactar en
la vida de nuestras generaciones de una manera agradable, saludable, por qué no decir-
lo; con el evangelio. Pero no hemos visto resultados tan favorables y Esto hace que co-
mencemos a buscar culpables.

Si bien es cierto hay muchos factores que han absorbido cada generación, pero nos he-
mos enfocado tanto en buscar responsables, que no nos hemos dado cuenta que el pro-
blema está en cada familia. Sí, pero para entender esto debemos irnos al principio de la
creación. Dios forma un varón y también forma una hembra a lo que produce la prime-
ra organización creada en la tierra, "la familia".

Vemos en el Génesis 1:26-28, a un Dios ordenando que haya una multiplicación, "hijos".
Más adelante Génesis 17: 4-8, un Dios bendiciendo al hombre declarando que será pa-
dre de muchedumbres y padre de reyes. Entonces sí hay promesas para el ser humano,
porque muchas veces nos preguntamos por qué están pasando estas cosas, no vemos lo
que Dios nos ha prometido. En lugar de vivir en bendición, vivimos desórdenes familia-
res, hijos rebeldes, drogadictos, alcohólicos, ladrones, etcétera.

Es allí el problema: los padres dejaron de hacer el rol que les correspondía dejándose a
absorber por el sistema de este mundo. Cuando tengamos un Josué como cabeza, que se
levanta y se mantiene firme en servir a Dios y guiar a su familia por el camino correcto
(Josué 24:15). Cuando tengamos mujeres como Abigail; sabias, prudentes, que buscan el
bienestar de su familia antes que sus deseos (1 Samuel 25:14-35). Entonces las cosas van
a empezar a cambiar.

Satanás es astuto y desde el comienzo ha venido dañando el plan que Dios tiene para tu
vida, tu esposa y tus hijos. Sin darnos cuenta o por decirlo así, poco a poco le hemos
dado el derecho a Satanás de que interfieran en nuestras familias. Para que entiendas
mejor esto hemos tomado bien presentarte la siguiente problemática que están viviendo
los matrimonios aún dentro de las iglesias, y a la vez presentarte algunas soluciones
para poder impactar en nuestras generaciones de una manera positiva, y así poder faci-
litar el trabajo del Reino de Dios.
 DESAFIOS MATRIMONIALES
PROBLEMA
falta de comunicación: Algunas personas
pueden no generar confianza debido a
dificultades en la expresión, una falta de
comunicación efectiva, causada por el
estrés laboral o la falta de habilidades
para escuchar. En ocasiones, pueden dar
prioridad a sus amistades u otros com-
promisos en lugar de la comunicación.
falta de tolerancia: Cuesta aceptar la
personalidad del cónyuge, se ven más los
defectos que las cualidades, se hacen
comparaciones que terminan hiriendo los
sentimientos de la pareja.
falta de respeto: Se pierde cuando se
toman decisiones sin consentimiento del
otro por las mentiras, por falta de com-
prensión, por falta de perdón producto de
una infidelidad.
Todo este desorden viene a afectar a
los hijos:
Mental: guarda lo que vivió en el lugar,
piensa que así será su matrimonio en su
vida. Será una desgracia.
Emocional: forma inseguridad, rebeldía,
resentimientos, odio y todo esto provo-
ca amargura en su vida.
Social: aislado, tímido, cree que no
puede alcanzar el éxito en
su vida, etcétera.
SOLUCIÓN
Es importante que aprendamos cómo,
cuándo y dónde abordar adecuadamente
este problema de comunicación. La Biblia
dice que el matrimonio es la imagen del
amor de Dios (Efesios 5:31-33). Para me-
jorar la comunicación en la relación, es
esencial: Ser más honesto, Escuchar más
de lo que hablan, Amar incondicionalmen-
te, Orar.
Procurar la paz. La humildad es fundamen-
tal para practicar la tolerancia. Expresarle
el Pensamiento produce sufrimiento, pero
expresar el sentimiento produce arrepen-
timiento Efesios 4:3, Juan 2:34-35.
Establecer límites. Quien no se sienta res-
petado, debe hablar con la otra persona.
Explicarle cómo lo hace sentir.
1 Pedro 3:1, 7,8-9.
Si tenemos matrimonios saludables, au-
tomáticamente tendremos hijos saluda-
bles. La manera de vivir de los padres
influirá mucho en la vida de su descen-
dencia.
Efesios 6:4
Colosenses 3:21
Una vez identificados los problemas y algunas soluciones, nuestra responsabilidad con-
siste en poner en marcha el plan de trabajo. Aunque pueda presentar desafíos, un traba-
jo debidamente organizado suele traducirse en resultados positivos.

¿Qué estrategia utilizaremos?

Movilización local, ayudar primero a los matrimonios dentro de la iglesia, a modelar la
vida de Cristo. A que entiendan su papel de pareja dentro de la iglesia, mediante confe-
rencias para matrimonios, charlas exclusivas para cómo formar una familia, de cómo ser
un buen esposo o esposa, un buen padre o madre, un buen amigo, un cristiano fiel pun-
to para luego salir afuera con un buen ejemplo que dar.

A lograr esto, se puede implementar células de familia. Así como han dado resultado a
las células de hombres, mujeres y jóvenes coman también pensamos que esto puede dar
buenos resultados. Donde cada familia cristiana, se reúne con familias que no conocen
de Cristo o se han apartado de la fe.

Ese tiempo de visitación servirá para levantar altares de oración, donde clamaremos por
los nuestros, esposos, padres, hijos, nietos, bisnietos, etcétera. La palabra de Dios es lo
primero en sembrar en cada hogar, es allí donde se verá el fruto del mañana. Luego si se
da la oración se podría hablar temas de familia.

Para concluir tomaremos la palabra de Dios en 2 Timoteo tres: 1 - 7, y el mensaje final

para ambos; padre y madre, y en esta ocasión hablaremos de gobernar nuestra casa.
Esto significa que para tener una familia saludable no es algo que se da así por arte de
magia ni algo de la noche a la mañana, más bien es una exhortación a qué día a día de-
bemos ir trabajando en ella, dentro de los parámetros cristianos. A fin de ser ejemplo
para los demás. Si no la trabajamos, otros lo harán y verán que los resultados no serán
nada agradables.

Procuraremos intencionalmente, trabajar por el bienestar de los que amamos.

La siguiente observación que hemos visto a la hora de querer hacer el trabajo espiritual
y que afectan aún las familias. Es la siguiente:
El trabajo: eso primeramente se ve influenciado en los hombres ya que son los respon-
sables de llevar el sustento a la familia. Quita el tiempo para que pase tiempo con su
familia a la vez impida hacer el trabajo espiritual con eficiencia.

Encuentros deportivos: ya que al llevarse a cabo estos momentos aún las gentes de las
iglesias son influenciadas, absorbidos por estos acontecimientos como haciendo que
descuidemos nuestra vida espiritual. Impide que como iglesia tengamos un evangelis-
mo fluido.

Épocas festivas y vacacionales: todo mundo se afana, distrae, se dispara yéndose a

otros lugares, descuidando algunas áreas y responsabilidades espirituales.

Y puede haber muchas otras.

Consideramos que los entornos en los que nos desenvolvemos deben mantener un equi-
librio, de manera que no afecten a nuestra familia ni, mucho menos, interfieran con
nuestra comunión con Dios. Ya sea el trabajo, nuestras amistades, los ministerios u otras
actividades, ninguna de ellas debería impactarnos negativamente.