CARTA ABIERTA AL EXCMO.

SEÑOR CANCILLER DE LAS ÓRDENES

NACIONALES DE GUINEA ECUATORIAL

Señor Canciller: Le remito esta misiva para expresarle mi repulsa e indignación por su
actuación indecente en el puesto que ocupa en la administración de este país. Hace unos días que
tuve una conversación con una fuente de su entorno. Me quedé muy asombrado con lo que nos
condujo esa tertulia, cuando me dijo esa persona que, usted faroleaba en un acto de diversión en
su poblado lanzando billetes de 10.000 francos para aquellas personas que deambulaban en su
alrededor para conseguir algo de pasta.

Por otra parte, en una breve visita a un amigo en su poblado, estacioné mi vehículo delante de
un bar para consumir un poco de aguardiente, me puse a observar unos edificios preciosos. Y por
curiosidad, pregunté a un aldeano de su pueblo de Akahasi, quién era el propietario de esas
mansiones,.- y me contestó que eran de usted. Llama la atención los edificios que construye en su
poblado de Akahasi que despiertan la curiosidad de conocer de dónde saca los medios económicos
para acometer esas obras, y no sólo en su poblado sino en otros lugares del ámbito nacional.

Los pensionistas condecorados por el Jefe del Estado, llevan más de 2 años sin poder cobrar
las míseras pensiones económicas que en su día se asignaron por ley a las personalidades Civiles y
Militares condecoradas por este régimen, y que os están enriqueciendo enormemente.

Usted no tiene entraña, ni vergüenza con ese comportamiento apático de un empleado público
que emula a su jefe que ha tomado este país como una finca personal, heredado de sus antepasados.

Pues consideramos que la decisión de conceder pensiones a los condecorados por esa Guinea
de la que están aprovechando no fue en vano. Había sido una decisión acertada, pero que no se ha
cumplido honradamente; parece como decisión personal de su jefe, y que ha quedado solo en
papeles. Nadie puede objetar nada porque toma las decisiones, según el estado de emoción en que
él se encuentra, y ud. que debe velar para que se cumpla lo dispuesto por la ley no hace nada,
porque está suficientemente servido. Piensan ustedes que eso es servir al pueblo, no señor Canciller,
es engañar a ese pueblo, que en muchas ocasiones hablan en su nombre.

Vemos por la televisión todos los días cómo se paga los correspondientes incentivos
económicos a los militantes y simpatizantes de PDGE. Ustedes al parecer, están permanentemente
en una campaña y publicidad para lavabo de imagen ante la opinión pública nacional e
internacional, de que obran con responsabilidad en vuestro cometido; pero contrariamente, todo eso
es un espejismo, y no es una realidad.

Los militantes y simpatizantes de PDGE, son los que deben estar cobrando sus asignaciones
económicas, pero los grandes personajes civiles y militares, que diseñaron los planes de ese país,
son ignorados por ahora su contribución para ese desarrollo nacional. Esos incentivos ya son una
historia pasada.

Los pobres familiares de los caídos por una “Guinea Mejor” y otros que fueron condecorados
por su activa participación en 3 de agosto de 1979, que se beneficiaban de esas míseras pensiones
económicas, casi ya se han olvidado de esa asignación al ver pasar un año tras otro sin ni una
notificación relacionada con el pago de ese dinero.

En un estado donde se presenta a la persona humana como fin supremo, esta manera de tratar a
la gente no es ortodoxa y solo cabe en la cabeza de unos individuos sin escrúpulos como ustedes.
 El antecesor Canciller, se entregaba plenamente en su labor. Gestionaba los pagos para que los
pensionistas cobren el dinero. De vez en cuando, avanzaba la información del motivo de los
retrasos de entrega de dinero de las subvenciones, pero al contrario, usted se limita únicamente a
demostrar su poderío económico con acciones como las que he ilustrado de tirar por aire billetes
de hasta 10.000 francos y construcción de grandes mansiones.

Son más o menos 2 años que se están ignorando el pago de las pensiones y ustedes se
encuentran tranquilamente y no pasa nada, porque no os faltan dineros. Nadie, ni usted se han
dignado a comunicar a los afectados los motivos que han originado la suspensión de esos pagos
que, anualmente se venía haciendo como lo están pagando a los militantes y simpatizantes de
vuestro gran movimiento de masas, (ediles, jefes tradicionales, presidentes de los consejos de
poblados).

Esta arbitrariedad en los pagos, se extiende incluso en los constantes recortes que se ha
aplicado, sin ninguna aclaración del porqué de los mismos, en los últimos pagos efectuados a los
pensionistas.

Termino señor Canciller, recomendándole mirar el significado de esta frase: EL QUE HIZO
LA LEY HIZO LA TRAMPA.

Atentamente, le saluda. ,

DELUCIYA: analista