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‘Picarle la conciencia como avispas’: oralidad y tradición en Ekomo (1985)

Rachel Williams•

La novela Ekomo de María Nsue Angüe, publicada en 1985 y reeditada en 2008,1 es la

primera de una autora guineoecuatoriana, y una de las primeras obras literarias surgidas después

del colonialismo español: Ekomo es una novela fundacional, marca el comienzo de una literatura

poscolonial y de una literatura feminista en Guinea Ecuatorial.

Ekomo es, básicamente, la historia de una mujer, Nnanga, de su marido, Ekomo, y de sus

vidas dentro de su tribu fang en Guinea Ecuatorial. Al principio del libro, la tribu recibe un mal

augurio que dice que dos hombres de la comunidad (un viejo y un joven) van a morir. Después,

Ekomo vuelve de la ciudad donde “se quedó embrujado por una mujer de mala vida” y ahora

tiene la pierna hinchada (Nsue Angüe 2008: 24). Cuando la pierna empeora, Nnanga y Ekomo

tienen que salir del pueblo e ir en búsqueda de un remedio. Al final, no lo encuentran, y Ekomo

se muere a causa de sus heridas. El libro termina con la incertidumbre del futuro de Nnanga,

cuya posición después de la muerte de su esposo está en un estado de fluctuación. Pero el libro

va más allá de una clásica historia de mujer y hombre. Destaca los ritos de la tradición, explora

las cuestiones de vida, muerte, tabúes, amor y religión, y cuenta la cosmogonía del pueblo fang,

todo con el telón de fondo implícito del colonialismo. Entonces no es fácil comprimir la historia

de esta novela en un resumen simple del libro; leer Ekomo es una experiencia única y cada

lectora o lector tendrá su propia interpretación de los acontecimientos allí narrados.


Rachel Williams está completando su doctorado en el departamento de lenguas y literaturas
modernas de la universidad de Johns Hopkins, en Baltimore, Estados Unidos. Este ensayo se
escribió en el marco de un curso de doctorado titulado “Engaging with the Global
Hispanophone”, impartido por Benita Sampedro Vizcaya en el primer cuatrimestre del año 2022.
1 Para las referencias a la novela en este ensayo, usaremos la edición de 2008.

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La sensación de transición está presente en todo el libro, en la trama y también en el

estilo narrativo, así que los lectores se sienten como los personajes de la obra—entre un

momento y el próximo. El libro empieza con la repetición de la frase “entre un poco de sol y un

poquito de sombra”, y quedamos con esta sensación de suspensión hasta el final (Nsue Angüe

2008: 19). Nsue Angüe utiliza su manejo ingenioso de la prosa para mantener este sentimiento,

especialmente con la repetición de frases comunes y sus descripciones casi místicas de la

naturaleza. Ella describe el entorno de los acontecimientos como una pintura de acuarela, algo

que existe, pero es fino y puede ser cambiado en algún momento. El concepto de transición es un

tema central de esta literatura poscolonial, pero en Ekomo no solo es una transición política pero

también personal en la vida de la narradora. La incertidumbre de su futuro y su vida después de

la muerte de Ekomo está relacionada con el problema de ser mujer en una sociedad patriarcal.

Entonces la incertidumbre de la novela, la sensación de estar completamente en un espacio

liminar, es característica no solo de la ficción poscolonial, pero de la ficción feminista también.

Además, el estilo particular del libro representa un intento por parte de la autora de crear,

como escribe Clelia Rodríguez, “una encrucijada del pareo histórico entre oralidad y textualidad”

(2014: 1057). La novela rezuma tradición oral en todas partes, sobre todo en la voz narrativa de

Nnanga. Su narración es una manera de contar la historia oralmente, aunque se transcriba de

forma escrita—Nsue Angüe hace referencia irónica a esa tensión en su dedicatoria: “a Nnanga,

mi amiga vieja. Lástima que no sepa leer” (2008: 15). Nnanga nos cuenta su historia desde la

oralidad, y también vemos la importancia de la oralidad en el pueblo fang en algunos momentos

importantes en el texto, especialmente en el debate de la situación del hombre Oyono y sus

mujeres y, más adelante, el relato de la cosmogonía fang en el capítulo nueve. En ambas

situaciones, la voz de Nnanga retrocede hasta el fondo y deja el espacio para las voces de otros

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que cuentan sus historias en sus propias palabras. A través de la novela, vemos claramente la

interacción y la fusión de la oralidad y la textualidad que crean “una médula textual-oral cuyo

sustento son las experiencias vividas de una mujer fang”, que sirve para cuestionar los valores

centrales de la etnia fang (Rodríguez 2014: 1057).

La repetición de frases en la novela reitera el uso de la oralidad, por ejemplo, con la

repetición de la abuela de Nnanga (quien también se llama Nnanga): “debería de picarle la

conciencia como avispas”. Esta frase viene muchas veces a la mente de Nnanga en la voz de la

vieja Nnanga, y representa algo que Verónica Ñengono Nguema Bindang analiza en su artículo

sobre las mujeres y los espacios tradicionales del pueblo fang. Ella escribe que “cabe destacar la

importancia de las expresiones fraseológicas que aquí se recogen por la carga simbólica y

riqueza cultural que entrañan” (2020: 353). Aunque Ñengono Nguema Bindang hace su análisis

desde una perspectiva sociológica, es claro que Nsue Angüe también consideraba la importancia

de estas expresiones, y las incluyó en su libro para representar la oralidad en la comunidad fang.

Y entonces, como la mayoría de estas frases son repetidas o en la voz de la narradora o en la de

su abuela, son dichas por mujeres, algo que Ñengono Nguema Bindang reconoce también:

“refranes del corpus tradicional fang y canciones del folclore que componen las propias mujeres”

(2020: 353). Así, Ekomo representa no solo la importancia de la tradición oral en el pueblo fang,

sino también la importancia de las mujeres a la hora de guardar y preservar esta oralidad.

Es posible considerar a Ekomo como una novela de viaje, con la segunda mitad del libro

siguiendo los pasos y la trayectoria de Nnanga y Ekomo en busca de un remedio para la pierna.

En su viaje, la pareja cruza fronteras físicas y espirituales, y la salida del pueblo familiar también

es una ruptura con la vida tradicional. Antes de esta salida, la trama se enfoca en el pueblo de

Nnanga y Ekomo (y a veces en el pueblo original de Nnanga, en sus memorias de su niñez),

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centrándose en el abáa. Ñengono Nguema Bindang describe el abáa como “el espacio

consagrado a los hombres, donde se reunían en comunidad para asuntos diversos, lugar de recreo

y descanso. Era la jurisdicción de la palabra” (2020: 358-359). Esta división del espacio está

presente al principio del libro, cuando “en el abáa los hombres discuten...los hombres hablan, las

mujeres callan, escuchan los jóvenes y los niños juegan” (Nsue Angüe 2008: 20). Cada grupo

tiene su propia posición en el abáa y en la comunidad tradicional. 2 Hay una alteración de estas

posiciones durante el viaje de Ekomo y Nnanga, culminando en la ruptura de la tradición cuando

Nnanga toca el cadáver de su esposo, la transgresión de un tabú dentro de la sociedad fang. Nsue

Angüe juega con los espacios tradicionales del poblado fang para cuestionar sus significados,

especialmente en cuanto a lo que significaban esos espacios para la mujer fang.

De hecho, el viaje de la pareja es casi un paralelo del viaje mítico en la cosmogonía fang,

cuando los antepasados buscaron su propia tierra. En el momento en que la pareja llega al río

Ntem, “el legendario río que hace frontera natural entre nuestra lengua y la de los habitantes de

la otra orilla”, (Nsue Angüe 2008: 200) la narración de Nnanga retrocede y oímos las palabras

directas de su abuela Nnanga contando la historia del río. La vieja Nnanga nos cuenta la primera

parte y luego Ekomo “continuaba con su monólogo” y nos da el resto de esta historia sobre

Afrikara y sus descendientes (Nsue Angüe 2008: 201). Al final de su relato, que también

constituye el diálogo más largo de Ekomo en todo el libro, Nnanga le pregunta “¿quién te ha

contado tantas cosas?” y Ekomo replica “yo también tuve una Nnanga” (Nsue Angüe 2008:

206). Entonces, ese momento no solo representa la importancia de la oralidad en la cultura fang,

2Clelia Rodríguez analiza esta dinámica entre los géneros y el espacio físico en su artículo sobre
oralidad y género en Ekomo (2014).

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sino también demuestra una vez más cómo las mujeres toman la responsabilidad de guardar estas

historias, junto con el peso de la tradición.

La novela mantiene una ambivalencia con respecto a los dos mundos en conflicto en la

trama (y en Guinea Ecuatorial). Durante la mayor parte del libro, nos quedamos con Nnanga y su

cultura fang; no vemos mucho de la presencia de los colonos en Guinea Ecuatorial en la primera

mitad del libro, y de verdad solo sabemos el marco temporal debido a una mención pequeña a

Patrice Lumumba y las luchas anticoloniales en el Congo en el primer capítulo. Nsue Angüe

considera mucho más la realidad de la vida de Nnanga dentro de la comunidad fang y no se

enfoca en las interacciones con la colonización de manera directa. Por otro lado, con el enfoque

en la experiencia de una mujer, vemos también los asuntos que Nnanga tiene con su propia

comunidad; demuestra algunos problemas con la cultura fang, pero no se alaba a la cultura de los

colonizadores tampoco. Como escribe Benita Sampedro Vizcaya, “the novel condemns alike the

insufficiency of both Western medical and religious systems and values, on the one hand, and

their ancestral counterparts on the other, destabilized by colonial intervention” (2015: 177). Con

la ambivalencia, Nsue Angüe rechaza las dos opciones de estereotipos, de la vida antes y después

de la colonización. La comunidad local en Ekomo no son bárbaros que agradezcan a los

españoles para el dominio sobre su territorio. Pero la cultura fang tampoco es un mundo ideal

que fuera destruido por la intervención de los colonos. No hay un mundo perfecto, nos dice la

novela, y muchas veces estamos atrapados entre dos (o más) mundos imperfectos, como los

personajes en la novela.

La novela termina en “la frontera entre la vida y la muerte”, (Nsue Angüe 2008: 248) y

quizás todo el mundo habita esa frontera. La obra no nos da soluciones a los problemas que

plantea, pero no es necesario que una obra de ficción haga eso. Es posible hacer una crítica y

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cuestionar por qué la novela propone preguntas y no nos da respuestas, pero eso es parte del

contexto político en el que el libro salió. A comienzos de los años ochenta, el país era nuevo

(gano su independencia de España en 1968) y el movimiento del feminismo no era lo que es

ahora. Hoy en día tenemos movimientos fuertes del feminismo por todas partes del mundo, pero

en esa década las metas y los métodos de las feministas eran diferentes. Era más importante

llamar la atención al poder patriarcal, nombrar las convenciones sexistas y aumentar el

conocimiento del feminismo, sobre todo entre las mujeres. Nsue Angüe abrió la puerta para

cuestionar las tradiciones del poblado fang, y teóricas feministas como Ñengono Nguema

Bindang todavía están siguiendo sus pasos hoy en día. Tal vez basta con dejar a un lado las

preguntas e invitar más a la reflexión, en vez de proponer soluciones.

El trabajo de María Nsue Angüe, aparte de su escritura, fue mantener el conocimiento de

las tradiciones orales, para que los jóvenes no olviden sus propias historias y culturas. Hizo esto

en su escritura de cuentos, en proyectos musicales con artistas de otras etnias en Guinea

Ecuatorial (como los bubi y los ndowé) y en el programa de televisión Bia-Ba.3 Pero mantener el

conocimiento no es decir que estas tradiciones son perfectas, o que la gente de Guinea Ecuatorial

necesita seguirlas al pie de la letra hoy en día. Como vemos en la novela Ekomo, se puede

conservar la tradición de la comunidad al mismo tiempo que se la cuestiona. Si el mundo está

todavía en un momento de transición, ¿cómo abordamos el futuro? Creo que esta es (una) de las

preguntas que nos deja Ekomo y su autora—y no tenemos respuesta clara.

3 Benita Sampedro Vizcaya describe los proyectos de Nsue Angüe en su capítulo “Ekomo’s
Interventions” incluído en el libro African Immigrants in Contemporary Spanish Texts (2015).

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Bibliografía

Ñengono Nguema Bindang, Verónica. “Simbología de los espacios nseng y faa en la tradición Fang:

una aproximación al concepto de la mujer”. Lo que sabemos, ignoramos e inventamos sobre el

pasado y el presente de Guinea Ecuatorial. Revisión crítica multidisciplinar y nuevas vías de

investigación, ed. Juan Aranzadi y Gonzalo Álvarez de Chillida. Vol. II. Madrid: UNED, 2020:

330-350.

Nsue Angüe, María. Ekomo. Madrid: Sial/Casa de África, 2008.

Rodríguez, Clelia. “A Nnanga, mi amiga vieja: lástima que no sepa leer”. Revista Iberoamericana, vol.

80, no. 248–249, julio 2014, pp. 1057–66.

Sampedro Vizcaya, Benita. “Ekomo’s Interventions”. African Immigrants and Contemporary Spanish

Texts: Crossing the Straits, ed. Debra Faszer-McMahon and Victoria Ketz. New York:

Routledge, 2015: 177-192.

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