El proyecto que dio como fruto el libro que comentamos se elaboró a principios
de la década pasada. Y el primer seminario tuvo lugar en el año 2014. Yo participé
en tres de los seminarios previos, los del 2014, 2016 y 2018. De los que veníamos
de Guinea, coincidí en el primer seminario con Diosdado Mba Nconi y Bienvenido
Nze; en el segundo (2016) con Fernando Siale Djangani, Verónica Ñengono,
Trifonia Melibea Obono. El tercer seminario (2018, el del 50 aniversario de la
Independencia de Guinea Ecuatorial), iba más de temas relacionados con la
actualidad política que de temas del proyecto. De los participantes guineanos que
no venían de Guinea, eran asiduos a los seminarios Donato Ndongo, Justo Bolekia,
Marcelino Bondjale, Abui Nfubea. Y fue precisamente en este seminario del 50
aniversario de la independencia en el que me encontré con D. Eugenio. Al final,
cuando el libro salió, observé que no aparecen las aportaciones de muchos de los
que participaron en los seminarios. Será que su participación se limitó a sus
ponencias. Me acuerdo de los correos que me enviaban Gonzalo y Juan para
recordarme las fechas de entrega de los trabajos (y también de los aplazamientos
porque muchos no estábamos llegando a tiempo). Y es, por tanto, más que
probable que algún trabajo llegara tarde para ser incluido en el libro.
La primera contextualización es que si, como dice, D. Eugenio conoce “bien el nivel
de la intelectualidad guineana” (de la que estará de acuerdo que Donato y Bolekia son
exponentes importantes) y además tiene un ‘habitual contacto’ con Gonzalo Álvarez
Chillida, es más que probable que D. Eugenio habría tenido conocimiento del
proyecto desde el inicio y tuvo la participación que creó oportuna o posible para él.
Pero en junio del año 2019 es cuando pretende que debe sugerir a Gonzalo un
cambio del temario, los criterios de análisis u otros enfoques de un trabajo que
lleva cinco años en elaboración y que, en las fechas en que habla D. Eugenio de
una frustrada reunión con Gonzalo Álvarez Chillida, estaría en correcciones de
editorial. Cuando el que leyó la reflexión crítica de D. Eugenio conozca esta
circunstancia, espero que se dé cuenta de que su reflexión crítica está descaminada
y que parece la actitud de un despechado. Por su lado, si uno (D. Eugenio) ve que
1
Eugenio NKOGO “Reflexión crítica al estudio introductorios …” pág 1.
un trabajo no tiene la orientación que él considera correcta, no tiene más tomar la
iniciativa de emprender otro proyecto con la orientación que considere correcta, con
esos intelectuales de la diáspora con los que supuestamente no se ha contado. No
debiera ser en la obra de otros, donde uno quiera mostrar su arte y su saber.
Por lo demás, si uno (D. Eugenio) se presta a criticar una obra, sería bueno que
sólo contrapusiera documentadamente su punto de vista, con corrección y buena
educación (lo cortés no quita lo valiente). En cambio empieza con expresiones del
tipo “del profesor Juan Aranzadi quien, aunque hubiera pretendido desligarse de la
“ingeniería histórica” con la que la colonización pretendió falsificar las historias de los
pueblos colonizados, pues, lamentablemente, no ha sido capaz de liberarse de ella. De
ahí que los únicos criterios o fundamentos en los se basan sus estudios han sido, son: la
Antropología y la Historia coloniales. Esto significa que, para él, todas aquellas
investigaciones que tienen el objetivo de alcanzar la verdad no sólo sobre la Guinea,
sino también sobre el continente africano, deben ser o vagamente criticadas o
ignoradas totalmente. Así hace un recurso constante a distintas falacias, como lo
veremos más adelante”2 y otras expresiones y palabras igual o más gruesas que
emplea muy profusamente en su reflexión crítica, D. Eugenio muestra la otra
actitud (uso excesivo de descalificaciones, adjetivaciones e incluso insultos) que
debería generar en el lector dudas razonables sobre la solvencia de sus reflexiones.
En la contextualización que pretendo hacer voy a seguir la línea planteada en la
reflexión de D. Eugenio, que ha “podido discernir algunas de sus (de Juan Aranzadi) principales
líneas que pueden agruparse en estos apartados (agrupa en 7 apartados), e intentar
limitarnos a comentar algunas citas de algunos de los apartados en los que agrupa
su reflexión.
El primer apartado lo titula La relación triangular que ha habido entre
Europa, África y América fue establecida única y exclusivamente por la
colonización. Que es lo que interpreta de la cita del estudio introductorio con la
que ilustra el apartado.
“Pues en mi opinión, las relaciones entre el Estado español y las poblaciones de Guinea
Ecuatorial desde los finales del siglo XVIII sólo se hacen plenamente inteligibles situándolas en
el marco más amplio de las relaciones entre españoles y africanos –y más en general entre
Europa, África y América- desde el “descubrimiento” de esta en 1492; y más especialmente, a
la luz de las relaciones entre españoles y africanos en la Cuba española del siglo XIX…” (Guinea
Ecuatorial (desconocida)…, p. 42).
2
Eugenio NKOGO “Reflexión crítica al estudio introductorios …” pág 2. Las negritas son mías, para indicar que a mí
me parecen palabras y expresiones innecesariamente gruesas; aunque, bien mirado, toda la cita y otros muchos
párrafos de D. Eugenio hacen una gran exhibición de mucho grosor. Lo sucesivo voy a poner negrita a las palabras
y expresiones de D. Eugenio que me parezcan gruesas.
entender que no comparte el relato del descubrimiento), sino que simplemente
habla de la inteligibilidad de las relaciones entre el estado español y las poblaciones
de Guinea Ecuatorial. Aquí, D. Eugenio debería simplemente citar el fenómeno que,
para él, hace inteligible las relaciones entre el estado español y las poblaciones de
lo que hoy es Guinea Ecuatorial. En lugar de esto, atribuye a Juan ser defensor de
la historiografía y la antropología colonial y se explaya en explicarnos las
investigaciones de Cheick Anta Diop y Ivan Van Sertima que han verificado que los
oeste-africanos del imperio mandingo tenían relaciones comerciales con los
habitantes originarios de América (D. Eugenio les llama aborígenes) mucho antes
del falso descubrimiento de 1492 (es la verdadera Historia de D. Eugenio). Supongo
que habrá más detalles en las referencias bibliográficas sobre esta presencia de los
mandingos en América antes de la invasión europea, independientemente de las
similitudes de las lenguas al designar el oro o las anotaciones de Frany Bartolomé
de las Casas. De suerte que así como la historia ‘falsa’ nos dice que América fue
descubierta por Cristóbal Colón, bajo los auspicios de los Reyes Católicos, y que en
su viaje se llevó a Américo Vespucio, Alonso de Ojeda, etc., (y que emprendieron el
viaje queriendo llegar a la India para buscar especies con las que comercializar, y
que Américo Vespucio se atribuyó haber sido el primero en pisar tierra firme
continental, de ahí el nombre de América al continente), habría estado bien que D.
Eugenio, en unos pocos renglones nos contara la HISTORIA VERDADERA y dijera
que en tal año, bajo los auspicios del rey mandingo TAL, los navegantes
TAL Y CUAL emprendieron el primer viaje hacia --------- (ya no debería
llamarse América ¿con qué nombre la historia verdadera designa al
continente que la falsa historia llama América?) e hicieron los sucesivos
viajes y comerciaron con tal y cual producto: precisando nombres y fechas en
estos cinco a seis renglones, los que no podemos leer las investigaciones de Ivan
Van Sertima y Chiek Anta Diop, nos habríamos aclarado. La otra pregunta es,
cuando Colón llegó a América, ¿los mandingos seguían comerciando con los
originarios de este continente, los europeos y los africanos se encontraron en
algún sitio de América? Se supone que al regreso a su tierra los mandingos habrían
dado cuenta de lo que encontraron en ese continente y si se encontraron allá con
los invasores europeos, ¿nos puede indicar D. Eugenio dónde podemos encontrar
los diarios de viajes de los mandingos al continente falsamente denominado
América?
Con estas simples aclaraciones, no hay ninguna necesidad de “echar por tierra
esa vana pretensión del profesor Aranzadi con la que sitúa única y
exclusivamente en su fantástico “marco más amplio de las relaciones entre
españoles y africanos –y más en general entre Europa, África y América—desde el
“descubrimiento” de esta en 1492” 3, porque no hay tal pretensión en el estudio
introductorio de Juan Aranzadi, sino que sería más creíble el relato que D. Eugenio
hace sobre las relaciones entre “América” y África antes de 1492.
El segundo apartado de la reflexión D. Eugenio se titula Tanto la Antropología
afroamericana como la de su procedencia africana son íntegramente
Antropologías de la esclavitud.
3
Eugenio NKOGO “Reflexión crítica al estudio introductorio …” pág 2. Las negritas son mías. Ver nota 1
Empieza D. Eugenio diciendo “Si la visión antropológica que tiene el profesor
Juan Aranzadi de los afrodescendientes y de los africanos en uno y en el otro
lado del Atlántico parte del siglo XV, entonces los principales puntos de su
análisis girarán en torno a las épocas y a los modos en que estos fueron
reducidos a la esclavitud. Así, él mismo (Juan Aranzadi) reconoce que 4:
“Es esa convicción la que explica algo que quizás inicialmente puede sorprender al
hipotético lector de esta introducción: que un texto dedicado a los estudios sobre
Guinea Ecuatorial dedique tanta atención a temas que, a primera vista, parecen
alejados de este objetivo, como la antropología de la esclavitud…” (Guinea
Ecuatorial (desconocida)…, p. 42).
Esta cita está totalmente descontextualizada. El párrafo completo de donde D.
Eugenio ha entresacado las dos citas dice:
“Una de las consecuencias que se derivan de este replanteamiento (Juan propone
en el ensayo introductorio un “replanteamiento interdisciplinar de los estudios sobre
Guinea ecuatorial, un cambio radical de la perspectiva teórica etnocéntrica implícita en
la mayoría de ellos, e incitar una revisión crítica de los mismos, de sus presupuestos
ideológicos y del contexto sociopolítico y cultural que los condiciona”5) es la necesidad
de resituar el futuro de esos estudios en el marco más amplio de los Estudios Afro-
Hispánicos que se propone impulsar y canalizar el Centro de Estudios Afrohispánicos
(CEAH). Pues en mi opinión, las relaciones entre el Estado español y las poblaciones
de Guinea Ecuatorial desde los finales del siglo XVIII sólo se hacen plenamente
inteligibles situándolas en el marco más amplio de las relaciones entre españoles y
africanos –y más en general entre Europa, África y América- desde el
“descubrimiento” de esta en 1492; y más especialmente, a la luz de las relaciones
entre españoles y africanos en la Cuba española del siglo XIX . Es esa convicción la
que explica algo que quizás inicialmente puede sorprender al hipotético lector de esta
introducción: que un texto dedicado a los estudios sobre Guinea Ecuatorial dedique
tanta atención a temas que, a primera vista, parecen alejados de este objetivo, como
la antropología de la esclavitud, la rebelión de esclavos en Cuba o la distinción entre la
España geográfica, la España étnica y la España política, sin la cual resulta imposible,
en mi opinión, entender, por ejemplo, la genealogía hispano-americana del racismo
colonial español en Guinea”. (Guinea Ecuatorial (desconocida)…, p. 42).
Del párrafo completo, he subrayado las citas que entresaca D. Eugenio. Como se
puede observar, cuando se lee la cita “Es esa convicción…” , uno ya no sabe cuál
es la convicción de Juan Aranzadi; por otro lado, interrumpe la cita en la coma, sin
mencionar todos los temas que al lector le pueden parecer alejados del objetivo
(resituar el futuro de esos estudios en el marco más amplio de los Estudios Afro-
Hispánicos): sólo menciona como la antropología de la esclavitud, y obvia la rebelión de
esclavos en Cuba o la distinción entre la España geográfica, la España étnica y la España
política, sin la cual resulta imposible, en mi opinión, entender, por ejemplo, la genealogía
hispano-americana del racismo colonial español en Guinea”. Al no mencionar los otros
temas, D. Eugenio no quiere que se sepa que Juan Aranzadi habla de la rebelión de
los esclavos en Cuba, ni cómo en su opinión la distinción entre la España geográfica, la
4
Eugenio NKOGO “Reflexión crítica al estudio introductorio …” pág 6
5
Del párrafo inicial del estudio introductorio de Juan Aranzadi, en el que habla del objetivo del estudio
introductorio.
España étnica y la España política, hace posible entender la genealogía hispano-
americana del racismo colonial español en Guinea”. Con la lectura de este párrafo
completo, muchos entenderían que D. Eugenio está forzando demasiado la
interpretación de lo que ha escrito Juan para hacer una reflexión que parece que no
se refiere al estudio introductorio. Esto se hace más patente cuando después de la
cita enlaza con este párrafo en la que inserta otra de Juan Aranzadi:
A decir verdad, su “Estudio Introductorio” podía haber sido titulado “Estudio de la
esclavitud africana y afroamericana”, porque es evidente que, para él, hablar de
América del Sur y de África, la esclavitud es algo omnipresente que debe aparecer
tanto en todas las dimensiones o en todos los ámbitos o dominios de sus realizaciones
en el mundo, como en todos sus tratados epistemológicos. Con ello, sostiene, como
un criterio sumamente válido, que la primera imagen mítica de África que se forja
“en la Europa cristiana a partir del siglo XVI como legitimación y consecuencia de la
trata transatlántica de esclavos, es una imagen racista de África que reduce
implícitamente el continente al África subsahariana, excluyendo o arrinconando al
África islámica del Norte, y que promociona una sinonimia entre africano, negro y
esclavo que, con ligeras variantes, persiste hasta hoy. En el mejor de los casos, esa
imagen racista generada en la Europa cristiana presenta al esclavo africano negro
como descendiente de Cam maldecido por Noé y condenado por Dios a la esclavitud;
en el peor, la versión “moderna”, ilustrada y laica, le presenta como un animal
incompletamente humanizado, cercano al mono, al que la antropología “científica” del
siglo XIX asignará el lugar más bajo en la jerarquía de las razas humanas, presidida
obviamente por la raza blanca” (Delacampagne, 1983: 111-137) (Guinea
Ecuatorial (desconocida), p. 87).6
He subrayado lo que cita del estudio introductorio de Juan Aranzadi. Como digo,
D. Eugenio fuerza demasiado su interpretación de lo que ha escrito Juan Aranzadi,
como puede verse que pasa de entresacar citas de la página 42 de Guinea
Ecuatorial des(conocida)… a la página 87.
Esta otra cita con la que pretende ilustrar este apartado de su reflexión crítica la
ha entresacado del apartado del estudio introductorio que se titula “Imágenes
racistas y racialistas de África vista desde Europa y desde América: el caso
de Liberia. Juan empieza dicho epígrafe con una cita de Joel Augustus Rogers, de
su obra World’s Great en of Color que dice
La «raza» es sólo un concepto que se ha arrojado sobre mí. Nunca me he sentido
otra cosa que un miembro de la raza humana (…) Detesto a los conquistadores, a los
tiranos y a los dictadores cualquiera que sea su color7.
6
Eugenio NKOGO “Reflexión crítica al estudio introductorio …” pág 6
7
Estudio Introductorio Guinea Ecuatorial (des)Conocida …” pág 86 del tomo I
Las infinitas fuentes de investigación de la trata blanca, certifican que esta fue
mucho y más dura que la trata negrera y que, mientras esta ha sido exageradamente
estudiada por todos, aquella ha sido incluida en la lista de los grandes tabúes
inviolables en todo el Occidente8.
8
Eugenio NKOGO “Reflexión crítica al estudio introductorio …” pág 11
9
Eugenio NKOGO “Reflexión crítica al estudio introductorio …” pág 9
10
https://eldeber.com.bo/bbc/mi-bisabuelo-nigeriano-se-ganaba-la-vida-vendiendo-esclavos_192563
que hoy es Guinea Ecuatorial eran sociedades ácratas (sin estado) y culturas orales
(sin escritura).
D. Eugenio empieza: Este último epígrafe, “sociedades ácratas (sin Estado) y culturas orales
(sin escritura)”, encierra en sí mismo algunas falacias que habría que descartar poco a poco. En
principio, si se entiende por una sociedad ácrata aquella en la que sus habitantes son partidarios de la
supresión de toda clase de autoridad, en este caso ignoro si en África, incluso me atrevería a
conjeturar si en otros continentes, es posible identificar a una cultura que no tenga en su propio seno
un código moral, ético, consuetudinario, etc., de actuaciones, cuyo cumplimiento exija rendir cuentas
La palabra ácrata tiene como la gran mayoría, varias
a una autoridad cualquiera que sea.11
acepciones. Cuando Juan Aranzadi pone al lado de ácrata y entre paréntesis “sin
Estado”, cualquier otra persona que lea a Juan entenderá es la acepción con la que
utiliza dicha palabra. Así que cuando alguien utiliza un término y dice qué acepción
lo aplica, resulta forzado hacer una interpretación de lo que ha dicho a la luz de
otra acepción de la palabra. Decir de paso que creo Juan Aranzadi no tiene un gran
concepto del Estado y en consecuencia no puede hablar de las sociedades ácratas
en sentido peyorativo. En este apartado, D. Eugenio nos explica los conceptos del
estado que se manejan, como para querer hacernos entender que las sociedades
que habitaban lo que hoy es Guinea Ecuatorial, sí que tenían una forma de
organización que se pueda identificar con el concepto de estado que él nos ha
explicado: “Una vez más, para se aclare nuestro interlocutor, la Ciudad o Estado se
define como una organización, una organización que debe encontrar una ubicación, es decir
un terreno que no tiene que ser ni necesariamente grande ni necesariamente pequeño, eso
sí estar dotado de características sui géneris. Esta es la noción del Estado que ha
trascendido a lo largo de la historia, donde ha sido objeto de diversos desarrollos espacio-
temporales. Así lo encontramos en La República o el Estado, de Platón que acabamos se
citar, en La política, de Aristóteles, en El príncipe de Maquiavelo, en El Contrato social, de
Rousseau, etc.”12.
Y sigue: El investigador que ha tenido la oportunidad para seguir las doctrinas de estos
teóricos del Estado, se percatará de que la noción de Estado que maneja el profesor
Aranzadi es una noción vacía que ignora cualquier tratado de la materia y lo encierra
en la incertidumbre de todo lo que se propondrá inventar, imaginar, afirmar o
negar de la Guinea Ecuatorial o del continente africano. A partir de esta
perplejidad, se precipita por narrar o dar a conocer su versión tergiversada de la
realidad o de los hechos. Sigamos la continuación de su discurso:
“Si nos vamos aún más atrás en el tiempo, el propio término “Guinea Ecuatorial”
carece de significado y referencia precisos, y es poco más que un vago indicador
geográfico cuando intentamos referirlo al periodo precolonial y a esa amplia e
imprecisa área geográfica del África ecuatorial en la que vivían distintas poblaciones
que, antes del “encuentro colonial” con los europeos, solo tenían como denominador
común de su diversidad sociocultural el hablar lenguas distintas de una familia bantú y
el poseer una organización social sin Estado y un sistema de reproducción cultural sin
escritura.
Es obvio que las sociedades sin Estado y sin escritura no pueden dejar como huella
o testimonio de su existencia histórica y de su realidad sociocultural en el pasado
documentos escritos en los que pueda fundamentarse su estudio antropológico o
histórico-lingüístico a posteriori, el cual debe por tanto -cuando tiene lugar, que no es
siempre ni mucho menos: numerosas sociedades y culturas humanas han
desaparecido sin haber sido nunca estudiadas por nadie -recurrir a métodos de
investigación (trabajo de campo, excavaciones arqueológicas, memoria oral, etc.)
11
Eugenio NKOGO “Reflexión crítica al estudio introductorio …” pág 22
12
Eugenio NKOGO “Reflexión crítica al estudio introductorio …” pág 23
diferentes a la investigación histórica basada en fuentes escritas que el Estado
almacena y organiza en Archivos; y es obvio asimismo que estas fuentes escritas,
documentales, y los estudios escritos de carácter geográfico, histórico, político,
económico o etnológico que en ellas se basan, sólo empiezan a generarse cuando los
Estados europeos inician la colonización de esas sociedades sin escritura y como
acompañamiento y consecuencia de esa colonización.” (Guinea Ecuatorial
(desconocida…, p. 47-48).
Matiza, en la primera nota al pie de la última página, con esta observación:
“No en todos: la historia de otras partes de África, como el Egipto faraónico, la
Etiopía copta, el África mediterránea bajo dominación romana, y el Norte y Oeste de
África islamizada, puede basarse -como la historia de Europa- en abundantes fuentes
escritas.”13, 14
Parece que este matiz no le dice nada a D. Eugenio. Y pretende que Juan niega
que hubiera, en toda África, organizaciones sociopolíticas asimilables a lo que
entiende por estado. Pero no: Juan habla aquí sólo de lo que hoy llamamos Guinea
Ecuatorial. Evidentemente Juan tampoco niega que dichas comunidades tuvieran un
tipo de organización social. Lo que dice es que a dicha organización social que
hubiera tenido dichas comunidades, no se le puede aplicar el concepto de estado
como lo entiende el común de los mortales hoy.
Y D. Eugenio para mostrar que sí que había organizaciones sociales que sí tenían
características de un Estado nos dice:
Aquí se confunde un territorio determinado o definido por sus condiciones materiales o
geográficas, en cualquier parte del mundo, habitado por una comunidad humana o una cultura,
con su denominación o forzosa inclusión posterior en una específica área colonial. En nuestro
caso concreto, Fernando Poo que los Bubi llamaron Echul.la, Etul.la o Sichul.la, Situl.la
(Edmundo Sepa Bonaba, España en la isla de Fernando Poo (1843-1968, colonización y
fragmentación de la sociedad bubi, p. 30), y aquella zona continental, en la que sus habitantes
a medida que avanzaban recurrían constantemente a las características propias de los lugares
en los que se asentaban, creando su correspondiente toponimia. Así, los Ndowe y los Fang, en
1885, acuerdan en el Pacto de Bandungwe dividir su territorio en dos zonas cuyo límite era
Nniefang (Augusto Iyanga Pendi, El pueblo Ndowe, etnología, sociología e historia, p. 147-148,
e Historia de Guinea Ecuatorial, p. 33). Eliminando lo típico de esos habitáculos, nuestro
investigador cree que con el nombre de Guinea Ecuatorial los españoles inventaron o crearon
otro suelo totalmente diferente del anterior. 15
Juan no dice que los españoles inventaron otro suelo. Dice que dicho suelo o
dichos suelos que hoy conforman Guinea Ecuatorial no tenían, antes de la
colonización, la entidad que tienen hoy. En lo que pretende D. Eugenio para
mostrar que sí hubo entidades asimilables, nos tiene que aclarar más cosas sobre el
Pacto Bandungwe: ¿a raíz de qué acontecimiento se acordó dicho Pacto
(¿guerras?), quiénes eran los representantes de los fang y los de los ndowes, el
acuerdo incluía a los fang y beti de Camerún, a los de Gabón, la delimitación era
sólo el pueblo de Niefang (¿o ya era ciudad?) o había un línea divisoria entre las
dos comunidades (a modo de meridiano, paralelo o accidentes geográficos), los
fang del norte de Bata se establecieron ahí antes del Pacto y qué contemplaba el
Pacto para con ellos, etc.? Así como nos tiene que decir qué denominación recibía
cada parte del territorio que delimitó dicho Pacto y también si hubo contactos con
los Bubi de Echul.la, Etul.la o Sichul.la, Situl.la, antes de la colonización y con vistas
a constituir lo que hoy conocemos como Guinea Ecuatorial.
13
Eugenio NKOGO “Reflexión crítica al estudio introductorio …” pág 23-24
14
Lo que hay en cursiva son las citas que D. Eugenio entresaca del estudio introductorio sobre el que
reflexiona, es decir lo que ha escrito Juan Aranzadi.
15
Eugenio NKOGO “Reflexión crítica al estudio introductorio …” pág 24
Sobre que las sociedades eran ágrafas, Juan se refiere a las sociedades que
habitaban lo que hoy es Guinea Ecuatorial, y no las de toda África como quiere
hacernos entender D. Eugenio. Y lo hace Juan para señalar que para conocer la
Historia de dichas comunidades y sociedades antes de la colonización, no se puede
recurrir a documentación escrita, como sí ocurre con “la historia de otras partes de
África, como el Egipto faraónico, la Etiopía copta, el África mediterránea bajo
dominación romana, y el Norte y Oeste de África islamizada, que puede basarse -
como la historia de Europa- en abundantes fuentes escritas”.
Esta afirmación de Juan de que para conocer la Historia de lo que es hoy Guinea
Ecuatorial antes de la colonización no hay documentación escrita porque las
sociedades eran ágrafas, no se desmiente con la exposición de los distintos
sistemas de escritura que había o hay en África, sino simplemente diciendo que en
tal o cual sitio se guarda el material de los yacimientos encontrados en esos otros
sitios, con el o los sistemas gráficos que utilizaban los fang, ndowes, bisios, bubis,
que se están descifrando o se han descifrado y cuentan las historias de dichas
comunidades antes de la colonización.
Creo que con estas simples puntualizaciones, D. Eugenio nos habría aclarado
muchas cosas. Pero, como digo, la profusión de referencias filosóficas,
antropológicas, etc., me pierden y perderían a muchos de los que leen su reflexión
crítica. Y con las cuestiones que planteo, muchos lectores encontrarán dificultades
para relacionar la reflexión crítica con el estudio introductorio.
Antes de terminar quisiera detenerme en dos de las cosas que dice D. Eugenio
en las páginas finales de su reflexión crítica, de sus encuentros con D. Heriberto
Ramón Álvarez García16
La primera es que dice que D. Heriberto le “dijo algo que, aunque ahora no me
acuerdo de todas sus palabras con exactitud, era más o menos esto: “vosotros”, cuando
alcanzáis un buen nivel de formación, ninguneáis a los españoles”17. Yo también creo que
muchos guineanos caen en este error. Así lo digo en el ensayo que escribo como
aportación al libro cuyo estudio introductorio comenta D. Eugenio: “Muchos
guineanos (intelectuales) creen que por tener diplomas iguales a los que tienen los
españoles, ya saben tanto o más que ellos. Y con esta actitud se cierran al aprendizaje
(Reflexiones sobre la práctica política en la Guinea Ecuatorial de Obiang. Guinea Ecuatorial
(des)Conocida … pág 68-89)”.
De hecho el mismo Nkogo ya esgrime esta actitud cuando dice: En último término,
Heriberto era un maestro de Enseñanza Primaria que, con un bagaje intelectual
mediano, fue enviado a aquellos Territorios Españoles donde, como ya se sabe, su opinión
tenía peso y, con ello, podía actuar e incluso anunciar o defender ideas inverosímiles18.
Como si tuviera que ver el ser maestro de Enseñanza Primaria con el nivel de
bagaje intelectual de uno.
16
Heriberto Ramón Álvarez García fue el principal ideóloga de la educación en la Guinea española de
Franco; fue director o inspector de enseñanza de la colonia (1941-1949) durante el mandato del
Gobernador General Juan maría Bonelli Rubio. Reformó, en el año 1943, el Estatuto de Enseñanza y el
Instituto Colonial Indígena, que pasó a denominarse Escuela Superior Indígena.
17
Eugenio NKOGO “Reflexión crítica al estudio introductorio …” pág 40
18
Eugenio NKOGO “Reflexión crítica al estudio introductorio …” pág 39
La otra es la determinación de de D. Eugenio no volver a Guinea. Dice,
refiriéndose a las conversaciones con D. Heriberto: Al inicio de la conversación,
conociendo mi determinación de no volver al país mientras seguía el statu quo neocolonial,
me dijo: “¡Acuérdate de Guinea!”19
Qué pena que D. Eugenio haya determinado no volver a Guinea mientras sigue el
estatus quo neocolonial. ¿Quién le va a cambiar el estatus neocolonial en Guinea?
Porque, precisamente para poner fin a este estatus quo neocolonial, creo que
Guinea Ecuatorial necesita (como otros muchos países africanos) que se reflote el
iceberg de la sabiduría africana que se quedó hundida en Nubia (o en el Egipto de
los faraones negros, vaya Vd. a saber) y del que D. Eugenio debe ser una de las
puntas.
Algunas de las veces que sigo los comentarios sobre las publicaciones que hace
la gente en facebook, observo que, dichos comentarios son sobre el autor de las
mismas, en lugar de ser sobre los temas de las correspondientes publicaciones. Lo
que empobrece el debate. Y esto es lo que yo observo en la reflexión crítica de D.
Eugenio sobre el estudio introductorio de Juan Aranzadi al libro Guinea Ecuatorial
(des)Conocida …. A mí me parece que dicha reflexión crítica no es sobre el estudio
introductorio, sino sobre el propio Juan Aranzadi.
Y emulando lo que publica Nchuchum Mico Abogo (que para mí tiene uno de los
mejores tinos y una excepcional capacidad para argumentar y exponer) en su muro
de facebook “CUANDO JUAN ARANZADI SEÑALABA LA LUNA, PARECE QUE D. EUGENIO SE
QUEDÓ MIRANDO EL DEDO”.
19
Eugenio NKOGO “Reflexión crítica al estudio introductorio …” pág 40