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11 de agosto de 2017
El analista puede aproximar al analizando a aquello “del pasado que nunca fue
presente” mediante una construcción, tal como lo explica Freud en su texto
“Construcciones en Psicoanálisis” (1938). Dicho procedimiento puede ser observado en el
tratamiento de Freud al hombre de los lobos y declarado en su estudio de caso “Historia
de una neurosis infantil” (1914[18]) cuando entrega la construcción de la <Urszene> a
Sergei Pankeyev.
En la exposición del caso del hombre de los lobos “Historia de una neurosis infantil”
(1914[18]) Freud expuso de manera notable la relación entre nachträglikeit y la Urszene o
escena primordial para explicarse el efecto patógeno de una impresión tempranísima en
la vida de Sergei Pankeyev. Tal escena temprana pudo haberse dado a 1 ½ de edad del
paciente, el sueño de los lobos lo tuvo a los 4 años, pero fue recordado cerca de 20 años
más tarde.
Desde que el sueño se le figuró, el paciente reconoció que la activación provocada
por el sueño tuvo consecuencias patógenas en su vida anímica. El desprendimiento de
angustia “fue una desautorización (Ablchnung) del deseo de satisfacción sexual por el
padre, aspiración esta última que le había sido instilada por el Sueño. Su expresión, «ser
comido por el lobo», no era más que una trasposición –regresiva (…) del deseo de ser
poseído sexualmente por el padre, vale decir, de ser satisfecho del mismo modo que la
madre” (p. 44). El mismo Freud reconoce en ese texto que la activación de esa escena
tiene el mismo efecto que si ella fuera una vivencia reciente o actual, “La escena produce
efectos con posterioridad {nachtraglich} y nada ha perdido de su frescura entretanto, en el
intervalo de 1 1/2 a 4 años” (p. 42).