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"La Técnica de la Moviola;


La Metodología Autoobservacional en el Constructivismo
Posracionalista".
Autor: Augusto Zagmutt

Publicado en el libro "Terapia Comportamental e Cognitivo-Comportamental, Práticas Clínicas".


Capítulo 52, pag. 459. Editores Cristiano Nabuco de Abreu y Hálio José Guilhardi. Roca. Sao Paulo,
2004.

1.-PRINCIPIOS
La así llamada Revolución Cognitiva que se inicia con los modelos de Procesamiento de la
información fue un salto de magnitud en la comprensión de la mente humana. La aplicación a
la psicoterapia de sus paradigmas se expreso inicialmente en modelos objetivistas de terapia
cognitiva desde los enfoques cognitivo-conductuales herederos inmediatos del conductismo,
pasando por las corrientes cognitivas a secas y actualmente los modelos constructivistas. En
esta primera fase clásica , el centro del trabajo terapéutico se focalizaba en analizar lo correcto
o incorrecto de los procesos lógicos de pensamiento y su modificación mediante estrategias
argumentativas o persuasivas. La idea básica era la de que según piensas sientes.
Como suele ocurrir en la ciencia, las discrepancias experimentadas en el curso de la aplicación
de las metodologías terapéuticas cognitivas objetivistas dieron lugar a la búsqueda de nuevas
explicaciones.
Así pasamos desde estos primeros modelos primordialmente asociacionistas, muy cercanos a la
modificación conductual a una fase conexionista que da más importancia a los significados
semánticos del paciente. Ambos enfoques estaban sin embargo más interesados en las
estructuras de superficie de los procesos mentales, que en las estructuras profundas. Vale decir
más centrados en los efectos manifiestos o resultados que en los procesos subyacentes a
aquellas manifestaciones explícitas. Los desarrollos más recientes muestran un interés creciente
en las estructuras profundas de los procesos mentales. En su expresión más general son los
enfoques que conocemos bajo el nombre de Constructivismo. Tres son las características que
diferencian los modelos constructivistas de los anteriores enfoques objetivistas :
-El conocimiento es activo y proactivo. El conocer no se iguala a corresponder a una verdad
objetiva.
-La primacía de los procesos abstractos en el saber y el sentir. Implica que los aspectos tácitos y
apriorísticos del conocimiento constribuyen, sin especificarlo, el contenido de nuestra
experiencia consciente
-El conocimiento es auto-organizado. La construcción de una realidad personal es
interdependiente con el mundo externo a la vez que subordinada a la mantención de un sentido
de continuidad experiencial.
El enfoque posracionalista pertenece al espacio de la metateoría constructivista actual
entendiendo al hombre como sujeto epistémico en el cual los procesos de conocimiento
autoorganizados, tanto a nivel tácito (procesamiento emotivo) como a nivel explícito
(procesamiento semántico), son una emergencia evolutiva que le permite ordenar y reordenar
su experiencia momento a momento con el propósito fundamental de mantener su sentido de
continuidad experiencial.
Consecuentemente este enfoque está muy alejado de centrarse en la búsqueda de una verdad
objetiva a la cual el paciente deba acceder por cualquier vía para superar su irracionalidad, sino
que se interesa en intervenir en los procesos de mantención de la coherencia que sostienen la
aparente irracionalidad que muestra el paciente. En este sentido el posracionalismo entiende
que la rigidez de los puntos de vista del paciente corresponden a su propia viabilidad y que
entonces no tiene sentido imponerle una validez externa que le es imposible integrar en ese
momento. De esta manera, el punto de vista del paciente es válido en si mismo y no es
desafiable desde afuera de su idiosincrática forma de hacer coherente su experiencia. Esto ya
que en los procesos de mantención de un sentido de coherencia personal no existe una lógica
universal o externa, sino una lógica auto-referencial.
Consecuentemente el posracionalismo propone un modelo evolutivo, procesal y sistémico en el
cual los procesos evitatorios de experiencias que resulten discrepantes con un viable sentido de
continuidad personal son los procesos abstractos centrales alrededor de los cuales se construirá
un significado personal tácito y apriorístico que tenderá a mantenerse por todo el ciclo de vida
individual.
Los desafíos existenciales subyacentes a todo fenómeno psicopatológico se relacionan entonces
con estas invariantes evitatorias las cuales, al ser activadas requieren ser asimiladas de manera
cada vez mas abstracta en un sentido de si mismo cada vez más rico, complejo y articulado.
Cuando estas experiencias críticas son gatilladas y no integradas aparece la sicopatología.
El sentido unitario personal entonces se sostiene en una tensión esencial entre procesos de
mantención y procesos de cambio alrededor de los cuales la evolución personal durante todo el
ciclo vital (y no solamente durante la infancia) ocurre en un proceso espiral sin fin de
organización y reorganización de la propia experiencia en el cual se generan momentos de
discrepancia los que, al no ser suficientemente resueltos se acompañan de fenómenos
psicopatológicos.

2.- EL METODO

En un modelo evitatorio como es el que exponemos, el aspecto central para la mantención de


un sentido de coherencia son los procesos de autoengaño. Estos procesos son básicamente los
permiten la exclusión de información discrepante y las operaciones distractivas (p. ej. el lavado
de manos del obsesivo) ante experiencias no reconocibles, las cuales amenazan la percepción
actual de si mismo. El corazón del proceso terapéutico consiste en poder conducir la atención
del paciente a aspectos de su experiencia personal los cuales, hasta ese momento no le es
posible advertir y que son los que desafían su coherencia actual.

La operación crucial es el trabajo de investigación personal en la interfase entre la experiencia


inmediata en curso, momento a momento y el reordenamiento semántico que la sucede una
fracción de segundo después.
La auto-observación como método único, se interesa en este proceso de exploración-
integración, conducido y facilitado por el terapeuta y realizado por el propio paciente. Hay que
aclarar sin embargo que Vittorio Guidano ha sido muy enfático en aclarar que no se debe
confundir la auto observación posracionalista con la introspección, la cual se interesa
principalmente en los procesos de la inmediatez, ni con el automonitoreo centrado en los
aspectos explícitos de la conducta. Aquí el centro de interés es la dialéctica entre la experiencia
tácita-corporal inmediata y su reordenamiento en el lenguaje, proceso durante el cual un nivel
restringe al otro recíprocamente.
Este método requiere del terapeuta la habilidad para distinguir entre la experiencia inmediata y
la explicación cuando el paciente revisa una experiencia. El terapeuta debe ser capaz de simular
la experiencia del otro, en otras palabras ponerse en su lugar, para ayudarlo a distinguir, en la
reconstrucción, lo que es su experiencia inmediata y lo que es la explicación de la experiencia
unitaria en curso. En este sentido Guidano ejemplifica lo que ocurre con el paciente
comparándolo con lo que ocurre en la física con la experiencia del color.
Las ondas luminosas no son el hecho real sino que son la teoría que construimos acerca de la
irrefutable experiencia del color, al intentar explicar esta experiencia. De modo que distinguir
en la experiencia el hecho experiencial de la ulterior referencia que hacemos de ese hecho
experiencial no es algo sencillo y requiere que el terapeuta sea capaz de hacer esa misma
distinción en si mismo para poder operar en la experiencia del otro.
Para poder llevar esto a la práctica es necesario reconstruir el problema del paciente en forma
minuciosamente secuencial tal como se haría en la reconstrucción de una película. Pero tal
reconstrucción va mas allá de dar por hecho lo que el paciente dice espontáneamente.
Se trabaja simultáneamente en dos niveles: uno en el cual se investiga como ocurrió la
experiencia que se está examinando y otro nivel en el cual se investiga la manera como el
paciente se refiere lo que le ocurrió. Esto con el fin generar una situación terapéutica que lleve
a este paciente a interesarse en investigar nuevos puntos de vista que el pueda desarrollar ante
su dificultad y no a buscar en el terapeuta soluciones externas. En un contexto así el terapeuta
es alguien que no resuelve las discrepancias del paciente sino que genera las condiciones que
posibiliten una resolución interna de la crisis.
Es en este sentido que el terapeuta es un perturbador estratégicamente orientado ya que debe
conducir este proceso en pasos graduales, de acuerdo a las propias capacidades del paciente.

3.-LA TÉCNICA DE LA MOVIOLA

A diferencia de un método, una técnica tiene una protocolización más específica. El método
auto -observacional tiene como finalidad alcanzar niveles cada vez mayores de integración y
complejidad de la propia experiencia a través de pasos que van mas allá del momento
terapéutico.

El método auto-observacional es una invariante de la metodología terapéutica posracionalista.


En cambio la técnica de la moviola es una estrategia específica, notablemente efectiva para
desplegar la metodología auto-observacional, pero posible de ser reemplazada o
complementada por otras técnicas tal como es el caso de algunas técnicas utilizadas por la
psicoterapia experiencial.
La técnica en si aparece a primera vista como algo bastante simple. El problema que presenta el
paciente hay que transformarlo en una investigación sobre los eventos que gatillan y/o
mantienen el problema. Los eventos objetivo que se investigan son reconstruidos de manera
secuencial yendo hacia atrás y hacia delante en cámara lenta en una especie de panorámica. Se
va haciendo una focalización en determinada escena (evento crítico) la cual es analizada en
detalle y enriqueciendo el reconocimiento de sus ingredientes tras lo cual es reinsertada en la
secuencia narrativa con lo que esta secuencia se modifica.
Las modificaciones reconocidas en la secuencia anterior facilitan la aparición de otros detalles
o ingredientes en otras escenas haciendo cada vez más rica la articulación entre escenas.
Este trabajo de revisar hacia atrás y adelante, focalizándose en una escena en detalle y después
integrarla a la secuencia se suma a poner alternativamente al paciente desde el punto de vista
subjetivo de su experiencia, con ponerlo desde el punto de vista objetivo. Esto puede modificar
grandemente la secuencia originalmente percibida, flexibilizando el punto de vista previamente
sostenido por el paciente como una verdad objetiva.
En una fase inicial el trabajo se centra en entrenar al paciente en diferenciar entre la experiencia
inmediata y el ordenamiento autorreferencial de esta experiencia. Esto se consigue hacióndole
notar que el se puede hacer dos diferentes tipos de preguntas al examinar su experiencia :
preguntar el por que de lo que le ocurre, vale decir como es que se explica lo experimentado y
simultáneamente preguntar el como fue vivida esa experiencia, a la luz los ingredientes que
pueda distinguir en ella, tales como imágenes, tonalidades emotivas y el sentido de si mismo
reconocidos. Simultáneamente se le conduce a enfocar la experiencia examinada desde dos
puntos de vista: el punto de vista subjetivo que es como se percibe y se vive la escena en
primera persona, y el punto de vista objetivo, que es como es vista la escena desde fuera, como
si fuera espectador de una obra de teatro. Desde esa perspectiva es posible inferir la experiencia
interna del personaje, a partir del papel representado por el actor, con el despliegue de
conductas, actitudes, y emociones exigidas por el guión.
La metodología autoobservacional, puede verse, está diseñada para facilitar cambios de puntos
de vista sobre si mismo fundados en la propia estructura experiencial y no en fuentes externas
de referencia.
Al focalizar la atención consciente en aspectos desatendidos de su experiencia y reconocer
nuevas tonalidades emotivas, antes vividas como ajenas y ahora asumidas como propias, el
punto de vista previo de si mismo es desafiado y modificado, en un cambio en la noción de si
mismo y del mundo mas abstracto y flexible. En otras palabras el paciente está en condiciones
de legitimar su experiencia, la que previamente era vivida alienadamente.

4.-LA TERAPIA EN ACCIÓN

El proceso Terapéutico sigue un protocolo unitario, pero flexible que se desarrolla usualmente
en sesiones semanales que abarcan tres fases:
Fase 1: Preparación del contexto Clínico e Interpersonal
Fase 2: Construcción del Marco Terapéutico
Fase 3: Análisis de la Historia Evolutiva Personal
-La Preparación del contexto Clínico e interpersonal es una tarea que apunta a trabajar la
problemática del paciente de manera que él se lo auto-refiera como algo que pertenece a su
propio estilo de funcionamiento.
Es decir en una condición en la cual el paciente acepte investigar en su pantalla interna, o auto-
observar la manera en que organiza su experiencia y como se la refiere .
Proceso que se correlaciona con pero que es autónomo de los eventos gatilladores de estos
mismos procesos. En otras palabras una condición que le permita conectar su personal manera
de ser con lo que le ocurre. Esto implica conducirlo a una situación que permita que el haga una
opción diferente a la de atribuir externamente lo que le ocurre, tal como sería el caso de atribuir
al contexto físico o social o a una enfermedad física o mental su sufrimiento.
Fernando un estudiante de Geofísica de 32 años de edad consulta porque ha sido derivado por
un médico gastroenterólogo. Sufre de frecuentes problemas al colon cuyos síntomas le limitan
su vida diaria y que no han podido ser resueltos con los tratamientos médicos. La situación más
preocupante es la persistente baja de peso del paciente la cual, de acuerdo al médico está en un
nivel de riesgo y opina que se trata de un problema psicosomático que escapa a sus
capacidades. El paciente no está de acuerdo con que es algo que tiene que ver con su mente.
Por el contrario, tiene una actitud cuestionadora contra los recursos de la medicina a cuya
incapacidad atribuye no poder mejorarse de su enfermedad, pero acata la instrucción médica y
acepta la psicoterapia.
En conjunto con el paciente se revisa en detalle, yendo hacia atrás y adelante, la historia
sintomática del paciente y deteniéndose en los momentos en que se hacen evidentes cambios
significativos en la sintomatología. Pronto queda en evidencia que el problema se inicia un año
y medio antes y que está contingentemente conectado con el fin de sus estudios universitarios y
el comienzo de la preparación de la Tesis de grado para obtener el título. En este momento se
comienza la revisión de los síntomas en términos de las relaciones causa-efecto que pueda
reconocer para así acotar el área de investigación personal. Pronto queda en evidencia, para
sorpresa del paciente que todas las situaciones en que aparecen los síntomas (diarreas, vómitos,
cólicos, estitiquez intolerancia a ciertos alimentos etc.) ocurren tras experiencias de rabia o de
angustia en varios contextos y en particular en aquellos en los cuales se percibe presionado o
auto exigido. Además se da cuenta de que tiene una espontánea tendencia a evitar esas
situaciones.
De esta manera el foco del problema ha sido cambiado desde la idea de que sufre una
enfermedad física resistente a la terapia médica, a la idea de que existe una relación entre su
manera de reaccionar psicológicamente ante ciertas situaciones desafiantes y los síntomas
digestivos. Una vez que el paciente ha aceptado esta reformulación de la sintomatología en
términos personales, se muestra interesado y dispuesto a examinar su experiencia.

La relación terapéutica se centra en lograr una exploración colaborativa de la experiencia del


paciente y definida como una relación de trabajo entre dos iguales , uno de los cuales es experto
en la mente humana y el otro el único experto posible de si mismo .Por lo tanto será un
contexto en el que se desalentará la búsqueda de confirmaciones y soluciones técnicas
unilaterales y unidireccionales de terapeuta a paciente, y se alentará la exploración colaborativa
de tal modo que esta última permita construir una comprensión del problema, por el momento
no disponible y que signifique generar puntos de vista diferentes que a su vez promuevan la
aparición de otros nuevos puntos de vista de si mismo .Por lo tanto el foco de interés
Terapéutico cambiará desde el análisis de lo correcto de lo que le ocurre ( validez ) a la
búsqueda de los significados emotivos personales de lo que le sucede ( viabilidad ).
Otro aspecto esencial a considerar cuidadosamente es que en esta primera esta fase se definen
las reglas relacionales que, como se sabe, una vez establecidas tienden a mantenerse
consistentemente en el tiempo dado su carácter emotivo. Un error en la apreciación que el
paciente pueda tener de su papel y del papel del terapeuta en la terapia puede llegar a hacer
imposible la condición auto-referencial requerida para que la terapia sea efectiva. Sería el caso
si el terapeuta no se mostrara suficientemente claro en la posición de que la sintomatología será
afrontada consistentemente como un asunto que tiene que ver con el estilo personal del paciente
y no con aspectos de la realidad externa a él, ya sea física, social u otras.
-La segunda fase, Construir el Marco Terapéutico es la fase central de la terapia ya que es aquí
donde se esperan los cambios mas importantes en la sintomatología. Esta fase se desarrolla en
dos pasos diferentes, pero indisolublemente conectados:
-Primera etapa de la segunda fase: Enfoque y reordenamiento de la experiencia inmediata: Esta
etapa comprende normalmente sesiones semanales, cuyo objetivo es reconstruir el patrón de
coherencia actual del cliente y los modos en que el desbalance experimentado en este patrón ha
suscitado los problemas a tratar. La materia prima con la cual se trabaja son los
acontecimientos significativos ocurridos en la semana los que son elegidos de acuerdo a la
reformulación inicial del problema. Estos eventos son divididos en secuencias de escenas las
que son sometidas al proceso auto- observacional. Se entrena al paciente a hacer distinciones en
su experiencia emotiva al conducirlo a focalizarse en algunas escenas críticas, las que se
reconstruyen de acuerdo a la técnica de la moviola.
El paciente es instruido desde el inicio a enfocar en cada escena la diferencia entre la
experiencia y su explicación, tanto durante la escena como después de ella; introduciendo la
distinción entre él "como" (la experiencia) y él "porque" (la explicación).
El como esta relacionado con la construcción (los ingredientes) de la experiencia subjetiva
(p.ej. patrones dinámicos de la imaginación, tendencia a actuar, sentimientos multifacéticos, el
sentido de sí mismo experimentado, etc.) y también el modo en que se produce, es decir, la
situación o acontecimientos que generaron la percepción discrepante y como esta fue
reconocida.
Una vez que Fernando comprendió y aceptó las explicaciones acerca de como será el trabajo
Terapéutico y cual es el papel de cada uno de los miembros de la díada terapeuta-paciente en la
terapia se procede a examinar los eventos críticos de la semana. Uno de los eventos críticos
escogido entre ambos fue el siguiente: durante una agradable tarde de fin de semana con su
novia en casa de los padres de ella, Fernando siente una inexplicable sensación de angustia e
inquietud motora que no lo abandona, sino hasta el día siguiente al despertar.
De hecho, reporta que tras una semana muy buena en lo que a síntomas se refiere admite que
junto con estos sentimientos notó un apretón de barriga. Al ser indagado en como ocurrió esto,
el recuerda que en un momento sintió rabia hacia la novia y de lo cual no se había percatado y
que seguramente esa era la razón de su molestia física. Se le focaliza en el aspecto subjetivo de
esa experiencia que él llama rabia y puede apreciar entonces aspectos de esa experiencia que se
caracterizan por una sensación de estar fallando a algo, de incomodidad. Recorriendo de nuevo
la escena hacia atrás y hacia adelante recuerda que el momento que le gatilló esta sensación fue
cuando percibió que la novia participaba más con sus familiares que con él. Entonces, llevado a
focalizar la escena desde el punto de vista objetivo, como si se mirara de afuera puede apreciar
que el momento del apretón de barriga se conecta con una sensación de miedo. Al focalizar este
miedo desde el punto subjetivo reconoce imágenes automáticas de su infancia en que tiene la
misma experiencia al fallar a las exigencias académicas de los padres. Puesto nuevamente
desde el punto de vista objetivo, infiere de si mismo y se observa como alguien que necesita
que la atención de ella está constantemente sobre él, asunto que lo confunde mucho porque él
tenia, hasta ese momento, la idea de ser muy independiente y de que es ella quien está siempre
necesitando de su atención.
Al final de la sesión es posible reformularle su experiencia con elementos de su propia
experiencia en términos de su sensibilidad a no calzar con las expectivas de los otros lo que es
aceptado por él.
Esta es una tarea que desafía el sentido común. Es literalmente un acto contra natura que le es
posible al paciente efectuar solamente entregándole muchísimas explicaciones que le permitan
superar la tendencia humana espontánea a colapsar la experiencia inmediata y su explicación.
En esta etapa el problema inicialmente planteado con una actitud externalizadora (un problema
objetivo), se comienza a entender como más internamente conectado a su manera de ser con lo
que se puede orientar todo el trabajo a enfocar la discrepancia entre la experiencia inmediata y
su reordenamiento explícito, con el fin de reconstruir el patrón de coherencia entre ambos
niveles de experiencia.
La idea es que el paciente tome conciencia de que sus estados emocionales expresan una
construcción, que implica procesos de auto-reconocimiento y auto referencia que son la base de
sus creencias y expectativas. Conjuntamente el paciente puede empezar a hacerse cargo de
cómo sostiene su auto imagen actual y los patrones de autoengaño utilizados para ello.
Complementariamente a este trabajo particularmente en el caso de las personas muy propensas
a ser rígidamente definidas por los demás se entrena al paciente en observar la escena desde un
punto objetivo, haciéndolo tomar distancia del otro.
Esto se hace conduciendo al paciente a hacer una simulación de la experiencia del otro como
visto como uno totalmente ajeno a él. La idea es desfocalizar al paciente desde ver la conducta
del otro como información sobre si mismo (auto-referencia) para pasar a ver la conducta del
otro como información del otro. De como es esa persona, de cómo siente y vive, de cuales son
sus significados y propósitos, etc. (hetero-referencia). Este entrenamiento promueve la
flexibilidad para poder tomar puntos de vista alternativos cuando la persona está rígidamente
clavada en un intenso momento sintomático, incomprensible en ese momento para él.
Tras varias sesiones durante las cuales se ha reconstruido el modo en que la conciencia de verse
defraudando las expectativas del otro le afecta emocionalmente Fernando ya está bastante
consciente de su sensibilidad al juicio de los demás, de sus problemas para delimitarse de los
otros y como este juicio le define su ser en el mundo en ese momento, lo cual es contradictorio
con la imagen previamente estabilizada de un si mismo como alguien muy independiente de los
demás. Otras escenas reconstruidas con la misma metodología le han hecho percatarse de que
los trastornos digestivos aparecen normalmente cuando se siente a la merced del juicio del otro
y que la experiencia de miedo que había distinguido en la escena anteriormente descrita ocurre
solamente cuando se siente pasivo e incapaz de revertir la valoración negativa que el percibe en
el otro.
Para muchos pacientes este desafío a la imagen aceptable de si mismo resulta intolerable ya que
pueden transformar este hallazgo en una crítica negativa de si mismos y no como una
legitimización de su manera de ser que permita ampliar la exploración de la realidad.. Entonces
es el momento de aplicar la estrategia hetero -referencial la cual facilitará la diferenciación
abstracta de si mismo respecto de los juicios externos. Se toma una escena cualquiera y se
somete al procedimiento regular. En este caso vamos a ejemplificar con una situación laboral.
Paralelamente a sus estudios, Fernando trabaja desde hace dos años en una empresa relacionada
con su futura profesión. En su trabajo desplegó la misma actitud de autonomía y autosuficiencia
desafiante hasta que en una oportunidad, en medio del proceso de terapia tuvo una intensa
recaída de sus problemas digestivos tras tener una situación de conflicto con el jefe.
Al reconstruir la escena en la moviola se pudo apreciar que en esa oportunidad su jefe se
presentó en su oficina en actitud indagadora y a él le pareció que esta actitud del jefe reflejaba
que la empresa estaba dispuesta a prescindir de sus servicios.
Allá volvió a sentir la experiencia de miedo, asociado a una sensación de empequeñecimiento
personal e incapacidad extremas. Saltaron a su mente imágenes de derrota y fracaso y la
convicción de que su incompetencia terminará por decepcionar a su novia con lo cual su
proyección afectiva era nula. Focalizado en ese momento de alta intensidad emotiva se le
instruyó para imaginar a su jefe en la misma situación como si estuviera viéndolo a la distancia,
como un personaje de una obra de teatro que representaba un papel.
Focalizándose en los aspectos externos mas irrefutables tales como el tono de voz, la postura
corporal la mirada y otros aspectos objetivables se le hace describir en detalle todo lo que el
pueda distinguir del otro. Una vez que ha agotado la descripción de lo que es públicamente
observable en el personaje del jefe, se le hace simular como sería el mundo interno de una
persona que presenta esas manifestaciones externas, pasando sucesivamente del plano externo
al interno repetidamente .
En lo esencial, al tomar distancia Fernando aprecia que el jefe exterioriza un patrón coercitivo
muy activo, en una actitud controladora y que su indagación tiene un carácter de presión. Se le
pide que interprete esta conducta manifiesta de modo que refleje coherentemente el mundo
interno del jefe en ese momento y Fernando elabora la hipótesis de que el jefe es alguien a su
vez muy presionado y que su actitud representa una necesidad intensa del compromiso del otro
y no un juicio negativo necesariamente. Fernando dispone en este momento de dos puntos de
vista de la situación: una que dice de él que es un inútil prescindible y otra que dice del jefe que
lo necesita enormemente y que ambas son igualmente posibles. Esta estrategia se utiliza con él
durante varias sesiones sistemáticamente lo cual flexibiliza su automatismo a auto-referirse lo
que le ocurre a los demás, junto con reconocer su sensibilidad al juicio externo.
Otra escena importante ocurre con su novia en una situación en la cual ella, ante los constantes
despliegues de autosuficiencia y autonomía de Fernando lo desafía a terminar con el
compromiso.
En ese momento el tiene una nítida experiencia de pavor, una intensa sensación física de
estremecimiento y una baja anímica extrema. Al reconstruir la escena el distingue una
sensación de pérdida y soledad jamás antes sentida, parecida a haber perdido a la madre o al
padre.
La sensación de si mismo es de total confusión y pérdida de la familiaridad consigo mismo
(información sobre él).
Al ponerlo desde el punto de vista de la novia y apreciar su actitud externa el distingue una
mirada desafiante pero segura, con tono de voz claro, firme y consistente. Al interpretar el
mundo interno de ella el puede reelaborar el primer punto de vista de sentirse rechazado por
ella y la relación terminada y aprecia la actitud de la novia como una demostración del alto
grado de compromiso de ella con una proyecto común pero que a la vez es una coerción
amenazante para conminarlo a comprometerse.
Entonces el experimenta un cambio de punto de vista donde lo que ella dice o hace deja de ser
visto como información sobre él sino como información sobre ella (punto de vista hetero-
referencial) .
Este trabajo le permite posteriormente reconocer que en realidad es él quien ha estado
sometiendo a prueba a su novia como una manera de sentirse más independiente ante el
inminente compromiso, y que esta situación no significa necesariamente el fin abrupto e
inesperado de la relación. En posteriores reconstrucciones el puede apreciar que los síntomas,
que ya distinguía conectados a la activación emocional ante situaciones en que temía
decepcionar las expectativas de los demás se relacionan con cambios en la apreciación de la
total incondicionalidad de la novia por una condicionalidad cada vez más evidente, los cuales
se habían hecho manifiestos justamente en la época en que aparecen los trastornos digestivos,
alrededor de un año y medio atrás.
Hay que hacer notar que en este momento de la terapia Fernando ya ha recuperado su peso
normal e incluso se queja de estar engordando. Pero el continua interesado en seguir
explorando su experiencia mas allá de la resolución sintomática.
El cambio del punto de vista sobre sí mismo alcanzado por el cliente en esta etapa, provoca un
reordenamiento de la experiencia inmediata, pudiendo así reconocer y auto referirse emociones
y sentimientos anteriormente excluidos de la conciencia y consecuentemente fuera de la imagen
reconocible de si mismo y de los otros. Desde estar clavado en un momento sintomático
esencialmente incomprensible empieza a apreciar que lo que le ocurre es parte de un proceso
sintomático que tiene que ver con la lógica interna de su manera personal de organizar su
experiencia.

Esto implica cambiar el foco de atención desde las estrategias de control a las estrategias de
comprensión de cómo le ocurre lo que le ocurre. Además y progresivamente se torna cada vez
más perceptivo para reconocer como sus estados emotivos, originalmente inexplicables se
pueden empezar a conectar con desbalances en su vida afectiva, vale decir con conocer el modo
como es afectado por cambios inadvertidos en la imagen del otro .
-Segunda etapa: La reconstrucción del estilo afectivo: Cuando el paciente ha comenzado a
advertir la conexión entre los síntomas que sufre, con los previamente inadvertidos desbalances
afectivos, puede empezar también a revisar los procesos de autoengaño que han sostenido una
imagen de la figura de referencia sostenedora y consistente con su sentido de si mismo la cual
al ser desafiada ha gatillado el desbalance emocional
La reconstrucción a través de la moviola del curso cronológico de la aparición de las
perturbaciones, permite distinguir la correlación entre el desequilibrio percibido y el cambio de
imagen de la figura afectiva significativa y hace cada vez más evidente que el problema
original coincide con la exclusión y el reordenamiento auto-engañoso de los sentimientos
desafiantes.
En este momento se hace necesario llevar el foco de atención a la modalidad tácita con la cual
el paciente construye la imagen de una figura de apego coherente con el sentido de sí mismo, y
los mecanismos de mantención que utiliza para afrontar las discrepancias.
Se comienza con un análisis detallado de la historia afectiva del cliente, en que la secuencias de
escenas significativas son pasadas repetidamente por la moviola, revisándose los siguientes
aspectos:
1- Variables que subyacen en el "debut sentimental" (contexto evolutivo, actitudes
personales, red social) y en los modos en que ha sido experimentado, evaluado y auto
referido. Estos aspectos permiten comprender los ingredientes básicos que han dado
lugar a un definido estilo afectivo que se tenderá a mantener por todo el ciclo de vida.
Para todas las relaciones significativas, se reconstruirán aquellas escenas cargadas de
afecto durante el comienzo de la relación, durante la fase de mantención de esta y
durante el proceso de término.
2- Reconstruir los criterios por los cuales él puede diferenciar las relaciones significativas
de la no significativas, en la secuencia de relaciones significativas. Estos criterios nos
permiten destacar qué patrones de clasificación de las parejas resultan más coherentes
con el estilo de vinculación que gradualmente se ha estructurado.

La reconstrucción de la sensibilidad al juicio externo, que Fernando ha llevado a cabo en todas


las dimensiones de su vida le han hecho consciente de su sentido de vulnerabilidad en las
situaciones de exposición y de como esta vulnerabilidad oscila dependiendo de cuanto control
percibe que tiene sobre la confirmación de su novia hacia él. Reconoce que se siente
completamente diferente si tiene control de los resultados que si no los tiene, en las situaciones
sociales. Al final de esta etapa de trabajo se da cuenta de que en el pasado también llegó sufrir
una sintomatología parecida en situaciones de exposición las que recién ahora puede reconocer
como tales y no como una enfermedad física. Además conecta el inicio de su problema médico
con la separación de los padres y con el incremento de la sensación de vulnerabilidad en
situaciones sociales, y un consecuente aumento de la dependencia afectiva de la novia.
Fernando está ya preparado para investigar su carrera afectiva. Es una historia que se
caracteriza por escoger figuras femeninas románticamente desde la enseñanza básica. Ese estilo
romántico abstracto, de relaciones sin relación, existente solo en el plano estático-formal ,
marcan su historia afectiva en un amor platónico que dura 10 años y que transcurre solamente
en su mente. Los escasos vínculos que puede mencionar fueron igualmente etéreos.
Al reconstruir la secuencia afectiva le queda claro que la condición para vincularse era siempre
bajo la garantía de no tener que exponerse y manteniendo una comunicación muy indirecta y
ambigua en sus escasas experiencias. Sus elecciones eran siempre hechas con personas
escasamente desafiantes de su carácter socialmente evitativo. Muy avanzada su carrera
universitaria se atreve a tener las primeras experiencias sexuales, pero con prostitutas, situación
que le permitió explorar algo en el mundo de la sexualidad pero por la presión y respaldo de
familiares y sin el más mínimo riesgo de exponerse debido a lo cual empezó a experimentar un
creciente sentimiento de aislamiento ya que el resto de los conocidos de su generación estaban
iniciando sus proyectos afectivos personales.
Al conocer a la actual novia mantenía el mismo patrón afectivo romántico que lo caracterizó
desde la primera infancia, siendo ella una persona inicialmente de parecidas características. Al
reconstruir mas en detalle el patrón por el cual el eligió a su novia se aprecia que ella le hizo
sentirse aprobado incondicionalmente a priori, sin tener que exponerse en ningún aspecto y
contando además con una red social de apoyo que respaldaba este vínculo. Tener una máxima
garantía de incondicionalidad con una mínima exposición personal fue lo que le permitió, ya
cercano a cumplir 30 años tener su primer amor real.
En esta etapa se ha logrado una desaparición casi total de los problemas sintomáticos o
perturbaciones originales con estos nuevos niveles de auto referencia abstracta en el
ordenamiento de las experiencias pasadas y presentes, creando una nueva actitud hacia la
realidad y el descubrimiento de nuevos ámbitos de experiencia.
En esta etapa la mayoría de los clientes prefiere interrumpir la terapia, lo cual no debe
preocupar al terapeuta, ya que no existe un modo inequívoco de hacer las cosas, siendo el
cliente el que mejor puede decidir cual es la mejor manera de avanzar en su trayectoria vital.
El terapeuta en general acepta la decisión del paciente si es que este desea finalizar su proceso
de terapia aunque lo incentiva a interesarse en continuar la exploración personal, en términos de
reconstruir el modo en que su propio camino evolutivo lo ha llevado a estructurar su propio
significado personal el que ha aparecido inequívocamente ante sus ojos al completar la segunda
fase.
La tercera fase: Análisis de la Historia Evolutiva Personalimplica reconstruir las experiencias
inmediatas de la historia del desarrollo. Comienza con la identificación de los acontecimientos
significativos en términos de estructurar la historia evolutiva en relación a estas escenas las
cuales serán posteriormente pasadas por la moviola. Hay que considerar que ya al inicio de esta
fase el paciente ha alcanzado nuevos puntos de vista sobre sí mismo lo que es una condición
necesaria para realizar este trabajo Terapéutico ya que de ninguna manera es la idea que este
proceso se transforme en un simple recuento biográfico que tienda a reconfirmar y legitimar la
versión habitual que el paciente tiene sobre sí mismo, lo cual seria un resultado absolutamente
no deseable. En la realización de la reconstrucción de la historia de vida, hay que destacar que
estos recuerdos suelen ser vagos e imprecisos y están superpuestos entre sí presentando muchos
menos detalles que las escenas recordadas en las etapas anteriores.
En la ejecución de este objetivo el terapeuta se encuentra con la dificultad de que el paciente ha
construido una versión de su historia vital que ha estructurado a lo largo de los años con
explicaciones consistentes con la imagen construida de sí mismo. Esto hace que durante el
proceso de reconstruir las experiencias inmediatas de esta etapa de la vida sea muy probable
que los recuerdos de sus relaciones de apego, afectivamente significativas, evaluados y auto
referidos engañosamente y las explicaciones consistentes con estos recuerdos oficiales sean
desafiados violentamente por la revisión en la moviola de esos recuerdos rígidamente
estabilizados.
Lo que permite al terapeuta conducir la investigación del paciente hacia estos puntos
discrepantes y no a los confirmatorios es el conocimiento a fondo de la vía evolutiva que
caracteriza a la organización de significado personal del paciente y los procesos de autoengaño
con los que opera para mantener su coherencia.
Hay que considerar que en general los pacientes suponen que los hechos se identifican con las
explicaciones más que tener conciencia de que estas explicaciones se construyen sobre
experiencias vividas. En este sentido el terapeuta, realizando una continua diferenciación entre
experiencia inmediata y explicación reconoce las experiencias discrepantes que hay que
ordenar y reformula las discrepancias entre lo que el cliente ha dado por sentado toda su vida y
que ahora parece tan diferente.
El trabajo de recopilación de eventos significativos de la historia evolutiva se hace
considerando tres etapas madurativas. En cada una de ellas se reconstruye primero una visión
panorámica que permite ubicar los sucesos reformulados como significativos y luego el
terapeuta conduce a que el paciente se focalice en cada uno de ellos pasándolo a través de la
moviola, reconstruyendo los patrones vinculares, la experiencia subjetiva que el niño tenia y el
sentido de sí mismo y del mundo experimentado.
Estas etapas madurativas son:
-infancia y años preescolares, de 0 a 6 años
-niñez entre los 7 y los 12
-adolescencia y juventud entre los 13 y los 20
Aquí la técnica de la Moviola sufre una modificación: se efectúa el procedimiento regular
cambiando el enfoque desde el punto de vista subjetivo al objetivo pero en este caso se utilizan
dos puntos de vista objetivos.
Uno es el punto de vista de como el paciente se vio desde afuera al reconstruir ese momento y
el otro es como se ve la misma escena mirada desde el punto de vista de quien es hoy día.
El objetivo de esta etapa es reconstruir el patrón vincular que se va construyendo durante la
historia de interacciones y las experiencias subjetivas que lo acompañan con el objeto de
reconstruir el sentido de si mismo que surge de la manera en que el niño ve al mundo en ese
momento.
De esta manera el paciente puede hacer un salto desde entender su vivencia como algo ya dado
a verla como un proceso auto-referencial y autoorganizado que le permite ordenar tácitamente
las experiencias pasadas y presentes en una coherencia que le dí un sentido de continuidad
personal.
Los primeros recuerdos de Fernando son muy vagos y difusos y sus contenidos emotivos son
los de un sentido de armonía y felicidad. Son recuerdos con contenidos idealizados de la vida
en especial de la familia. Recuerda situaciones en la educación básica en las cuales a menudo
disfrutaba con la idea de que sus padres eran inseparables pero que los demás no gozaban de la
misma posibilidad de sentirse seguros tal como él se sentía.
Durante el proceso de reconstrucción de esta fase recuerda que de el se decía que era un niñito
ejemplar, un niño muy independiente pero también un niño modelo que siempre cumplía con
sus obligaciones y nunca daba problemas.
También recuerda que desde muy temprano era muy enamoradizo y que su actitud hacia el sexo
opuesto era casi como la de una persona mayor ya que a las niñitas que le interesaban las
mimaba y les regalaba flores y desplegaba otras formalidades de seducción que eran muy
aplaudidas por la familia. El tenía algunas obligaciones domésticas que cumplía gustosamente
tal como hacerse cargo de sus hermanos menores, reemplazando así a veces a la madre. Veía a
su madre como la persona que los unía a todos, trabajadora y responsable.
El paso de la casa al colegio fue fluido y sin conflictos.
La madre era la Directora del colegio al que ingresó y este estaba ubicado contiguamente a su
casa de modo no tuvo oportunidad de sufrir muchas de las dificultades que otros niños sufren
en la transición de la edad preescolar a la escolar. El crece como un niño líder competitivo y
luchador y con un sentido muy alto de su libertad y autonomía personal. Desde muy temprano
se caracterizó por pertenecer activamente a toda clase de organizaciones de orientación social o
gremial y ocupó altos cargos de dirigencia estudiantil.
Alrededor de los 14 años sufrió un vuelco radical en su forma de ser. En breve tiempo se
transformó en una persona socialmente retraída y amarga y en alguien muy crítico y enjuiciador
de la gente y la familia. Haciendo una revisión de los eventos significativos de la época el se da
cuenta, con gran angustia de que su cambio coincidió con la inesperada separación de los
padres y con un cambio radical de las actitudes de la madre y los hermanos, que se convirtieron
en seres muy egocéntricos y preocupados solo de ellos mismos como mencionó amargamente.
También queda claro que su actitud hacia las mujeres también cambió y pasó desde ser un niño
seductor y enamoradizo a una actitud de retraimiento y timidez.
Al buscar en los primeros recuerdos de su infancia, Fernando no pudo recordar ninguna escena
dolorosa o negativa. Solamente recordaba de esta época y con especial placer un momento a los
6 años de edad, en el cual él, estando en el patio del colegio jugaba con un autito a pedales,
solo, y sumamente feliz. El paciente consideró en ese momento que no tenia ningún sentido
reconstruir esa escena puesto que no representaba ningún sufrimiento, pero acepto hacerlo dado
el compromiso asumido con el terapeuta de seguir investigando en su experiencia personal. Al
pasar la escena en la moviola hacia atrás y hacia delante y desde los dos puntos de vista
objetivos hasta el punto de vista subjetivo, el paciente se sorprende enormemente al descubrir
que la escena que el vivía como la máxima demostración de su arraigado sentido de
independencia en realidad resultaba ser todo lo contrario. El recuerda detalles nuevos tales
como el hecho de que en realidad el nunca estaba solo, ya que usualmente él era
afectuosamente observado desde la ventana de su casa por otros familiares, ya que la casa
colindaba con el patio de la escuela, la cual además era dirigida por su madre. La madre, con su
autoridad lo respaldaba constantemente ante los demás niños y los docentes. Se da cuenta de
que la sensación de contar siempre con alguna persona que lo miraba afectuosa o
simpáticamente desde esa ventana era lo que le daba una profunda sensación de seguridad.
Súbitamente tiene la angustiosa conciencia de que la idea de si mismo de ser un hombre
independiente y autónomo ya no le hace mas sentido. En ese mismo momento empieza a tener
un flujo de imágenes y recuerdos personales en los cuales se ve como un niño que siempre
necesitaba a alguien a su lado para decidir algo o simplemente para disfrutar sus actividades
favoritas.
Para Fernando esto significó una sensación de profundo desencanto personal, pero a la vez la
tranquilidad de reconocerse de una manera más consistente y armónica al revisar y reordenar
longitudinalmente su historia de vida a la luz de su sensibilidad al juicio de los demás. Puede
explicarse además el brusco cambio experimentado a los 14 años cuando pasó a ser otra
persona, al comprender que haber perdido la validación de tener la imagen de una familia
sólida que lo respaldaba en toda exploración de la realidad. Y en particular la profunda
decepción de su madre la cual pasó desde ser la persona que unía a la familia a ser una que solo
pensaba en si misma y que empezó a ver como una persona intrusa e invasiva en su vida
personal. También le resultó más comprensible su necesidad de incondicionalidad total en su
vida afectiva.

5-COMENTARIOS FINALES

La Terapia Cognitiva Procesal Sistémica de Vittorio Guidano es la decantación del


pensamiento, inicialmente conductista experimental, del producto de la experiencia clínica del
autor pero fundamentalmente de las discrepancias que sufrió en el ejercicio de la profesión de
psicoterapeuta. Más que una teoría, Vittorio Guidano nos brindó un punto de vista diferente
para comprender la experiencia humana que a mi parecer puede ser la base de una
reformulación de la psicoterapia como disciplina, a partir de una elección epistemológica
diferente.
Es una terapia que pretende ir mas allá del sentido común y que combina el rigor explicativo
del marco metodológico con el trabajo experiencial.
Espero haber podido transmitir la idea de que esta terapia es esencialmente un método y que la
técnica en si es subsidiaria. Es importante entender esto ya que al escribir este capítulo he
tenido permanentemente en mi mente las palabras de Guidano advirtiendo los peligros de
exponer la acción terapéutica en detalle ya que esto podría ser entendido como la manera
correcta de hacer las cosas con el peligro consiguiente de descuidar la metodología terapéutica
como la finalidad última de la acción del terapeuta.
Las ejemplificaciones que he utilizado en negrilla deben considerarse solo breves viñetas de
una acción estratégica mayor cuya complejidad estratégica y experiencial es difícil de
representar en un documento como este. Advertencia que no es una mera formalidad. En un
enfoque para el cual la experiencia es siempre auto-referencial y en la cual el paciente no puede
ser determinado sino que solamente puede ser perturbado, no podemos ya mas hablar de una
relación causa-efecto entre el operar del terapeuta y el efecto en el paciente.

BIBLIOGRAFÍA

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http://posracionalismo.cl/wp-content/uploads/2010/03/psicoterapia_y_procesos_empaticos.pdf

"PSICOTERAPIA Y PROCESOS EMPATICOS"

AUGUSTO ZAGMUTT CAHBAR *

Conferencia plenaria ofrecida en el VII° Congreso Latinoamericano de Psicoterapias Cognitivas y


II° Congreso Uruguayo de Psicoterapia Cognitivo Conductual efectuado en Mayo del 2008 en
Montevideo, Uruguay.

Resumen

Se revisa la situación actual de la terapia cognitiva postulando una continuidad desde


los enfoques conductistas hasta el posracionalismo en términos de la compejidad
evolutiva de los modelos en relación a su concepción de la mente. Desde los mas
objetivistas y representacionales hasta los mas autorreferenciales.

En segundo lugar se hace referencia a la relevancia de la dimensión corporal para la


comprensión de la experiencia humana de acuerdo a los datos invariantes que surgen
desde los avances en el conocimiento.

En tercer lugar se ofrecen algunas observaciones de como estos hallazgos pueden


ser incorporados a nuestro quehacer como clínicos enfatizando la relevancia de los
procesos empáticos.
La experiencia humana

La pregunta por la experiencia humana en primera persona es la pregunta que


provoca en Vittorio Guidano una verdadera revolución conceptual al cambiar el foco
de interés desde los enfoques objetivistas hacia un enfoque no objetivista de la mente
humana (Guidano, Liotti,1986 ) el cual posteriormente llamo posracionalismo. Su meta
fue desarrollar un modelo clínico fundado en una fisiología de la experiencia normal y
de este modo aproximarse a una comprensión en primera persona de los desbalances
emocionales.

Guidano propuso una metodología terapéutica procesal, evolutiva y sistémica que


considera los aspectos señalados anteriormente en relación a la doble dimensión de
la experiencia humana y la búsqueda de la coherencia del significado personal
(Guidano 1987).

Es la llamada metodología auto observacional la cual implica un estilo vincular de alto


compromiso emocional que permita al paciente poder comprender y referirse la
estrecha relación que existe entre su manera de ser y el trastorno emocional que
sufre.

En otras palabras busca generar una relación cooperativa que le permita al paciente
apropiarse en el lenguaje de la experiencia que está viviendo en la conciencia
primaria y de esa manera lograr la regulación emocional.
Empatía y Metodología Autoobservacional
La terapia posracionalista pone al cuerpo en el centro del conocimiento humano. El
cuerpo como experiencia y como significado. 19 Ya hemos señalado que de acuerdo
a este enfoque no es la interpretación cognitiva errada de los hechos lo que nos
afecta. No nos enfermamos por una distorsión cognitiva ni por cualquier otro tipo de
déficit.

Lo que nos afecta es lo inasible de lo que nos ocurre en la inmediatez de la


experiencia cuando se gatilla el trastorno emocional.

Es la incapacidad del individuo sufriente de reordenar lingüísticamente; en otras


palabras de apropiarse en el lenguaje de esta vivencia inescapable. (Arciero, 2005)

Esta experiencia que al paciente le resulta ajena y amenazante y que no puede


integrar a su historia personal es lo que subyace al trastorno emocional desde el
enfoque posracionalista.

Esta inmediatez, esta vivencia vivida como ajena y extraña se anida en la


corporalidad.

El significado es corporal, pre reflexivo, afirma el posracionalismo. En otras palabras


el significado no es semántico, sino que es encarnado.

La conciencia opera en ese momento en una intencionalidad que se constituye como


un automatismo que no es accesible para el individuo sufriente.

Con esto me refiero a que la experiencia inmediata, pre reflexiva, que no es posible
integrar como propia pone a la persona en la condición experiencial de estar clavado
en la conciencia primaria de manera rígida y concreta. En un mundo objetivo en el
cual no hay otro punto de vista posible.

En otras palabras al estar en esa condición experiencial estamos lanzados o arrojados


en una manera de estar en el mundo que no nos es comprensible pero que define
nuestro estar en el mundo.

¿Cómo podemos ayudar al paciente que sufre esa condición?

Hay tres aspectos relevantes para contestar esta pregunta.

Una es tener una teoría en tercera persona que de cuenta de cómo opera el paciente
en primera persona.

La otra es la capacidad de dirigir la observación del propio paciente hacia su pantalla


interna de modo que el pueda hacer distinciones en su propia experiencia. 20
Generando una atención selectiva del paciente hacia estos aspectos que sus
procesos de coherencia sistémica no le permiten advertir.

En tercer lugar necesitamos un estilo de vinculamiento terapeuta-paciente que le


permita a este ultimo explorar y referirse lo que le ocurre (Zagmutt, 2004)

Relación terapéutica

Los estudios en efectividad en psicoterapia muestran sistemáticamente que un


ingrediente activo fundamental como promotor del cambio terapéutico es la calidad de
la relación terapéutica. En otras palabras las variables personales del terapeuta son
variables criticas para el cambio por sobre los modelos que sustenten.

La capacidad empática del terapeuta parece ser una condición fundamental para
poder dirigir la atención del paciente a aquellos aspectos de su vivencia que a este le
son imposibles de integrar.

La empatía del terapeuta en la terapia se constituye doblemente: Es tanto una


comprensión interpretativa de la experiencia del otro (lectura de la mente) como una
comprensión experiencial que involucra una experiencia emocional personal real.

Esta última modalidad es denominada “Simulación encarnada” (Gallesse, 2006).

La simulación encarnada es importante como una manera de acceder a la


intencionalidad de la mente del otro. Esta intencionalidad puede ser anticipada por el
terapeuta gracias a esa capacidad empática conjuntamente con la teoría en tercera
persona.

Esto implica que yo como terapeuta puedo no solamente entender cognitivamente la


experiencia del paciente sino que puedo vivirla encarnadamente y hacerla mía. En
otras palabras puedo co-experimentar con el paciente su estado pre reflexivo.

De esta manera es posible ayudar al paciente a romper la inaccesibilidad a su propia


intencionalidad. La autoconciencia implica exactamente eso: acceder a ese nivel
inaccesible de la conciencia.

La técnica de la Moviola 21 En la Metodología Posracionalista se usa comúnmente


una técnica específica creada por Vittorio Guidano (1987). Es la llamada Técnica de la
Moviola.

La técnica de la Moviola es un procedimiento que opera en un sentido opuesto a la


actitud que tiene el paciente para mantener su coherencia sistémica.

El paciente utiliza para mantener su sentido de continuidad personal lo que Guidano


llamó procesos de autoengaño.

Esta última es una palabra heredada de la tradición psicoanalítica probablemente


surgida de su profunda interés y admiración por el trabajo de Sir John Bowlby.
Personalmente me parece más apropiado usar el término “desatención selectiva” para
dar cuenta de estas estrategias
Al contrario, para el terapeuta posracionalista la tarea consiste en promover la
atención selectiva a aspectos de la experiencia del paciente que el no está en
condiciones de advertir.

Intervención planificada mediante un enfoque teórico en tercera persona y


estratégicamente orientada a perturbar al paciente en primera persona.

La moviola en si es un procedimiento muy sencillo que consiste en detener la


secuencia de escenas de un relato de una experiencia critica en un momento ,una
escena en la cual podemos suponer hay un cambio emocional correlacionado con la
perturbación que estudiamos (Zagmutt, 2004).

Es un procedimiento que recuerda la “reducción fenomenológica” de Husserl. Un


momento en que se suspende todo juicio para estudiar cómo está constituida esa
experiencia.

En la reconstrucción, en el “Guiar y Seguir” (following” and “leading”) , tomado por


Guidano de Leslie Greenberg ( 2000) , el guiar implica un doble aspecto técnico. Por
una parte operar en un conocimiento en tercera persona y simultáneamente estar
ensimismado en la experiencia del paciente en primera persona. De esa manera es
posible ayudar al paciente a hacer nuevas distinciones de su experiencia.

Una vez que el paciente ha hecho una distinción diferente, o sea cuando ha sido
capaz de reconstruir la experiencia critica focalizada, el terapeuta puede reformularle
esa experiencia con aspectos de la misma experiencia.

Esta es la manera en que resulta posible operar como un perturbador


estratégicamente orientado sobre el paciente. 22 Generando en el condiciones que le
den la opción de que se gatille una auto reorganización de la modalidad de hacer la
coherencia.

En otras palabras esto le permite al paciente reordenar su historia manteniendo su


sentido de continuidad personal.

Conclusiones

En un enfoque no objetivista la terapia, lejos de ser un encuentro impersonal es un


encuentro humano en el cual las capacidades empáticas juegan un rol crucial.

La empatía permite operar en la interfase entre una teoría en tercera persona y la


intervención en la experiencia en primera persona del paciente.

Para lograr esta compenetración empática, tenemos que ser capaces de reconocer
encarnadamente la experiencia que sufre el otro.

No se trata de una comprensión cognitiva sino de una co experiencia encarnada.

De este modo la empatía pasa a ser un componente esencial de un método y no


simplemente un epifenómeno o una condición socialmente deseable del acto
terapéutico.
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Constructivista ". Revista Chilena de Neuropsiquiatria. Año 53, Vol 37, nº 1.
* Augusto Zagmutt Cahbar

Sociedad de Terapia Cognitiva Posracionalista

augustozagmutt@gmail.com
http://www.inteco.cl/notas.php/1270848493

EL ENGAÑO Y AUTOENGAÑO
EN ROBERT L. TRIVERS
Afredo Ruiz

Introducción

Para los psicólogos, que nos dedicamos a la psicoterapia es fundamental contar con teorías
científicas exhaustivas del autoengaño, ya que la sintomatología clínica que presenta los
pacientes está estrechamente relacionada con este proceso. Una teoría explicativa en
psicología debe fundarse en la teoría evolucionaría, en la epistemología evolutiva o en las
ciencias naturales. Por ejemplo, Maturana explica el conocimiento desde la biología con su
teoría biológica del conocer.
Vittorio Guidano, consecuente con este planteamiento propone una teoría explicativa del
autoengaño -desde su modelo del sistema del Self procesal- fundada en la epistemología
evolutiva. Para Guidano, el autoengaño está fuertemente conectado con los mecanismos de
la consciencia del Sí-mismo (Self) y del lenguaje. Sostiene que la conciencia es una
actividad auto referencial, que tiene como finalidad el mantenimiento de la identidad del
sistema y el desarrollo del Sí-mismo. Al narrar, vale decir el poner en secuencia la
experiencia se pueden poner en evidencias contradicciones, que pueden afectar la
coherencia interna del sistema del Self. Si esto sucede aplanamos los rasgos que son
inaceptables para el mantenimiento de nuestra continuidad interna por medio de los
mecanismos de autoengaño, atribuyendo estos rasgos a los otros o bien a los eventos o a las
circunstancias. Desde esta perspectiva, como dice Guidano no hay conciencia de uno
mismo sin autoengaño. Es decir, el auto engaño es una actividad normal en los seres
humanos. No obstante, en los pacientes con síntomas clínicos se encontrará que se auto
engañan demasiado.
Para Guidano, el autoengaño entonces, es entendido como la modalidad de manipular la
experiencia de Sí en curso, de modo que resulte consistente con la propia continuidad
interna, lo cual es la actividad básica de la capacidad auto referencial ligada al lenguaje.

Robert Trivers, por su parte ha desarrollado una sub-teoría del autoengaño, dentro de su
teoría evolutiva del sistema social, en la que explica que la selección natural puede haber
favorecido el autoengaño. Postula que la mentira es una práctica profundamente arraigada
en los sistemas vivos y que ha sido seleccionada en el proceso de la evolución. No
solamente los seres humanos mienten. Las investigaciones muestran un gran número de
ejemplos en que los seres vivos emplean la mentira con el único fin de sobrevivir.

Como define el autoengaño

Trivers describe, el autoengaño como el acto de mentirse a uno mismo o como un flujo de
información dentro de un individuo, análogo a la mentira entre los individuos.Trivers
sostiene que la clave para definir y explicar el autoengaño, es considerar que la información
verdadera es preferencialmente excluida de la conciencia y que si esta información es
mantenida totalmente, es relegada y mantenida en el inconsciente.

El autoengaño está al servicio de la mentira

Según Trivers, el estudio de la mentira, desde la perspectiva evolutiva, ha dado lugar a


ciertas premisas, como por ejemplo, ante una misma comunidad, si el mentiroso miente en
forma repetida, las víctimas de la mentira pueden identificar el engaño y desarrollar
respuestas contra el mentiroso pasando este a ser víctima de su propio engaño. Pero, desde
la emergencia del lenguaje, los humanos vivimos en un mundo altamente complejo
formado por mentirosos y por personas que son engañadas por mentirosos, de tal forma,
que los procesos de identificación y de provocación del engaño están coevolucionando al
mismo tiempo en términos de complejidad y eficiencia.
El autoengaño entonces permite el ocultamiento de la mentira, por lo tanto, al ocultarse la
mentira a uno mismo, la hace invisible ante los ojos de los otros produciendo entonces una
fragmentación interna; la verdad es excluida de la conciencia y es relegada al inconsciente
y es la mentira la que accede a la conciencia. Esta es la llave explicativa del autoengaño,
que según Trivers puede aparecer al menos en las siguientes situaciones:
Negación de la mentira en curso. Trivers afirma, que los humanos cuando detectan la
mentira reaccionan con hostilidad y agresividad, así si uno no es consciente que está
mintiendo, los demás no pueden detectar las señales que indicarían la mentira, como el
movimiento de los ojos, la sudoración, la calidad de la voz que denota y otros signos de
tensión que acompañan la mentira. Por lo tanto ser inconsciente del engaño en curso
permite ocultar más profundamente el engaño.
Según Trivers, otra instancia en que puede aparecer el autoengaño tiene que ver con la
autopromoción, o la exageración del lado positivo y la negación del lado negativo de uno
mismo, todo esto con el fin de producir una imagen benefactora, es decir, la imagen que
beneficiamos a los otros y que somos efectivos cuando lo hacemos. También la
construcción de teorías sociales sesgadas es otra fuente de autoengaño, de acuerdo a
Trivers. Todos creamos teorías sociales que están al servicio de nosotros mismos. Otra
fuente de autoengaño es la construcción de narrativas sesgadas de la conducta en curso con
el fin ocultar las verdaderas intenciones.
Estas actividades de autoengaño anteriormente mencionadas, permiten que, el flujo de
información sea ampliamente sesgado, así la mente consciente se dedica en parte a
construir una falsa imagen y al mismo tiempo no se es consciente de que se está
infringiendo el comportamiento y las evidencias
Para Trivers, el costo del autoengaño es la aprehensión distorsionada de la realidad,
especialmente de la realidad social, y el mantenimiento de un sistema mental ineficiente y
fragmentado.

El problema de la conciencia

Trivers nos recuerda que la mente humana no está dividida en conciente e inconciente, sino
que se pueden reconocer diferentes grados de conciencia. Nos dice que, podemos negar la
realidad y luego negamos la negación y así sucesivamente, hasta el infinito. La conciencia
humana deviene en muchos grados y formas. Por ejemplo, nos sentimos deprimidos, pero
luego no sabemos porque percibimos que algo no anda bien, no sabemos lo que es y
tampoco sabemos porqué y así sucesivamente.

Evidencias de la práctica del auto engaño

Trivers sostiene que a lo largo de la evolución, se incrementaron las posibilidades de


engaño y autoengaño, en los humanos, y que la selección natural favoreció el engaño en las
especies sociales por ciento de millones de años y que en este proceso pudo haber
seleccionado para la especies humana la práctica del autoengaño.
Trivers señalan muchos estudios en el campo de la psicología social que evidencian la
constante práctica del autoengaño. Por ejemplo, tendemos a tener opiniones más positiva
sobre nosotros mismos que sobre los demás. La memoria está sesgada y recordamos con
mayor viveza aquello con lo que salimos beneficiados.
En la esfera social, ocurre también algo parecido, especialmente cuando evaluamos a los
líderes de nuestra comunidad en la que generalizamos los aspectos positivos de ellos.

Otro estudio que evidencia de la práctica del autoengaño que señala Trivers, es un
experimento realizado en Estados Unidos en un grupo de individuos de sexo masculino en
el que se les evaluó desde el punto de vista psicológico el grado de homofobia asociado a
cada uno de ellos. Tras dividir a los sujetos en homófobicos y no-homófobicos estudiaron
el grado de excitación que experimentaban, midiendo la dilatación del pene, mientras se les
proyectaba por algunos minutos una película pornográfica para gays. Resultó que los
homófobicos se excitaban muchísimo más que los que se definían como no-homófobicos,
los cuales casi no se excitaban. Además, tras realizar el ejercicio, preguntaban a los sujetos
cual había sido su impresión durante la proyección y todos (incluso los que habían
empíricamente experimentado excitación) afirmaban que su pene no se había alterado ante
el estímulo gay.

Según Trivers el auto-engaño es una práctica común y peligrosa, porque nos aleja de la
realidad y nos lleva hacia una construcción que nuestra mente identifica como real.
Sostiene que el precio que pagamos por vivir en el engaño es muy alto. Las guerras y otros
desastres humanos en que se encuentra presente el autoengaño son las peores consecuencias
derivadas de esta práctica tan habitual.

El autoengaño en la interacción con otros sistemas humanos

Trivers señala que el conflicto interno y el flujo de información sesgada en el individuo,


probablemente tiene múltiples fuentes biológicas, pero el auto-engaño evolucionando al
servicio de engaño tiene sólo una. El considera las siguientes fuentes alternativas con
especial atención a las interacciones. Los conflicto padre-hijos. El conflicto genético
interno. La selección de suprimir los rasgos negativos y las ilusiones positivas.

Los procesos psicológicos al servicio del autoengaño

Según Trivers la negación y la proyección son procesos psicológicos básicos que están al
servicio del autoengaño aunque presentan dinámicas diferentes. Señala que la negación
genera la negación de la negación y requiere un nivel aumentado de la activación
neurovegetativa, para atender mejor a los hechos que se necesitan negar y desviarlos de la
consciencia. La proyección, al contrario, a menudo puede ser una actividad más relajada.

Los peligros de las falsas teorías

Trivers señala, que el engaño y el autoengaño siempre confrontados con una teoría distinta
de la realidad que sea confiable y frente a la cual comproprobar el auto engaño. Sostiene
que la teoría evolucionaria, pretende proveer justamente esto.
Para Trivers, los peligros de una falsa teoría de la realidad son ilustrados por las fallas de
las teorías del auto engaño de Marx y Freud

Señala, que aunque Freud fue capaz de describir fenómenos tales como la negación, la
represión y la proyección, su propia teoría no fundada el del desarrollo humano lo condujo
a él a negar una cosa y a proyectar la otra. Por ejemplo, Freud negó que los avances
sexuales de los parientes consanguíneos o parientes políticos hombres fueron un problema
común para las mujeres, y proyectó en estas mujeres, exactamente el deseo de tales
encuentros sexuales. Un enfoque evolucionario no es compatible con la noción de que las
mujeres tienen un deseo sexual innato por encuentros con parientes hombres cercanos. Por
el contrario, por una asimetría crítica los hombres probablemente son más beneficiados
genéticamente de tales endogamias que lo que son las mujeres. Sostiene aquí, que la
ausencia de Freud de cualquier visión plausible del desarrollo humano, de alguna manera le
permitió torcer su argumento del autoengaño. Marx a su vez proveyó un análisis de las
mentiras y el autoengaño de la burguesía, pero su ingenua teoría de la evolución económica
inevitable solo estimuló el autoengaño socialista.

La carga cognitiva en la detección de la mentira.

Otro aspecto que Trivers aborda posteriormente en su teoría del autoengaño, es el siguiente:
Nos dice que al mentir conscientemente resulta muy demandante desde el punto de vista
cognitivo, ya que ocultar la verdad y construir una falsedad y mantenerla para que no sea
descubierta por el oyente exige tiempo y concentración, lo cual consume energía y crea una
contradicción interna que reduce las capacidades para realizar tareas cognitivas

El autoengaño y los desastres humanos

Trivers no tiene dudas de que el auto-engaño hace una contribución a los desastres
humanos, especialmente por la forma equivocada de las políticas sociales, donde las
guerras es el ejemplo de más alto costo.
Señala que dado que el coste general de la auto-engaño es la idea errónea de la realidad,
especialmente de la realidad social, el auto-engaño fácilmente puede generar grandes costos
sociales.
Advierte, que aunque los desastres son estudió en retrospectiva, lo que hace que la
evidencia aún no sea científica, pero que la conexión con el auto-engaño, es ciertamente
sugerente.
Muestra a través de ejemplos cómo el análisis del autoengaño individual se puede extender
a los grupos. A pares de individuos, como por ejemplo, el accidente del vuelo 90 de Air
Florida en 1982. En organizaciones, por ejemplo, el desastre del Challenger y en gran parte
de la sociedad -en la que concluye- que es probable que el auto-engaño esté presente
especialmente en la guerra..

Robert Trivers (1). Profesor de Antropología y Ciencias Biológicas de la Universidad de


Rutgers. Su trabajo científico se ha concentrado en la teoría social basada en la selección
natural (de la cual una parte es la teoría del autoengaño) y la biología de los elementos del
gen egoísta. Sus trabajos ofrecen teorías unificadoras en altruismo recíproco, inversión
parental, conflicto padres-descendencia, la proporción de sexo y engaño y autoengaño.

Fue citado por la Revista Time como uno de los 100 pensadores y científicos más grandes
del siglo XX.

Steven Pinker Profesor del Departamento de Psicología de la Universidad de Harvard dijo


“Considero a Trivers uno de los grandes pensadores en la historia del pensamiento
Occidental. No sería demasiado exagerado decir que ha proporcionado una explicación
científica de la condición humana: la intrincadamente complicada e infinitamente
fascinante relaciones que nos unen a los otros”

Referencias bibliográficas

Robert Trivers. (2002) Natural Selection and Social Theory: Selected Paper of Robert
Trivers. Oxford University Press. Oxford.
Peter M. Kappeler and Joan Silk. Editors. (2010) Mind the Gap. Tracing the Origins of
Human Universals. Springer Verlag Berlin Heidelberg.

Atículo editado por Inteco. En Santiago de Chile el 11 de Abriel del 2010.

SE AUTORIZA SU REPRODUCCIÓN CITANDO LAS FUENTES


http://www.post-racionalismo.com/pdf/corporeidadposracionalismo.pdf
La corporeidad y el posracionalismo
Una relectura de Merleu Ponty,
Lic. Paula Marín Moreno
Presentación en el último Congreso Latinoamericano de Psicoterapias Cognitivas, Bs As,
mayo del 2006.

Es hora de repensar el tema del cuerpo o la corporeidad en nuestra reflexión


como psicólogos.
Solemos abordar al sujeto humano, paciente, como persona, integrando así en
nuestro análisis varias esferas: la emocional, la cognitiva, la físicosomática.
Empezamos a cuestionarnos, si una emoción se activa en el cuerpo, o desde las
ideas las metacogniciones, cómo comienza el sufrimiento humano, y si nos
manejamos en un marco causalista, trataríamos de reconocer cómo están hechas
las causas, y si buscamos un marco procesual, cómo se implican los factores en
juego .Después de dar vueltas alrededor de estos términos, que solo son teóricos
y a fines de la comprensión de hechos empíricos de nuestra actividad, y al
descomponer la experiencia humana y articularla reconstruimos el dato objetivo
disponible, que nos permita una descripción diagnóstica del sujeto que
formalizamos necesariamente para ser compartida en 3era persona, como ya
señaló Giampiero Arciero*1.
Cuando procuramos reconocer si el mecanismo que determina la reacción ante el
ataque de pánico responde al funcionamiento de la amígdala o al significado de
una cierta situación emocional que provoca la contrapartida neurofisiológica... si
es corporal o si es de la Conciencia., si es la medicación o si es el tratamiento
psicoterapéutico, si es la situación estresante o si es la propia respuesta del sujeto,
nos volvemos a situar en la dialéctica del cuerpo y lo psíquico, o del sujeto-
objeto, o de la interioridad- exterioridad. Procedemos a recortar para integrar
seguimos observando el fenómeno desde una óptica dual, racionalista, cartesiana
donde el problema se vuelve el después de la separación :“la unión”.

Dicha división en polaridades:


Lo somático- lo psíquico
La corporeidad- los estados de conciencia
El yo y los otros

Merleau Ponty ,desde sus obras ( como “Lo visible y la invisible”*2) y en


particular, a partir de los aportes de la fenomenología a una nueva ontología del
sujeto humano, intenta disolver dichos antagonismos y proponiendo la dialéctica
de la corporeidad, a través de los estudios sobre la percepción: sin caer en un
trialismo, o en un monismo, plantea una conciencia encarnada, conciencia
situada en un cuerpo, conciencia corporal. Utiliza los términos: UNO EN OTRO
y ENTRE DOS para marcar la reversibilidad o envolvimiento recíproco de dicha
interacción.
El clásico ejemplo del apretón de manos, ¿qué se siente?¿dónde está uno y dónde
termina el otro?¿y los dos? La experiencia es corporal produce el “sentir” que es
relacional, y no recibe estímulos sino escenas significativas. Los objetos a ser
reconocidos por esa conciencia corporal no son positividades, como se analizaría
desde el paradigma heredado, sino son núcleos de significación experimentados
en virtud de la aprensión precognitiva de la unidad de nuestro ser corporal.
Nos hallamos así ante una “intercorporeidad” “intersubjetiva”, dado el carácter
participativo de la percepción. La percepción es un creer en el mundo, la fé
perceptiva que tiene parte de la ilusión.? Lo que podríamos suponer es que dicho
entramado perceptivo motor implique una unidad y donde está en juego la
identidad.
Para Merleu Ponty*6 1) el cuerpo objetivo: como realidad pensada o concebida: 3
era persona Lo visible ( perspectiva visible del cubo) 2) el cuerpo fenomenal o
propio : el lado sintiente que es sólo accesible al sí mismo.
Lo invisible(la cara no visible del cubo) Partimos entonces de la hipótesis “de la
preexistencia de una mixtura originaria entre el mundo y nosotros antes de la
palabra y el pensamiento”
El cuerpo sentido y el cuerpo sintiente los calificamos como el anverso y el
reverso del cuerpo o como dos segmentos de un solo recorrido circular...entre los
dos hay más que una distancia, el abismo que separa el “en sí” del “para sí”de la
visión de la ontología clásica.
El cuerpo pensado tiene carácter de constructo, distinto para cada paradigma de
la fisiología humana y la ciencia sustento para la construcción de teorías
biológicas, médicas y para la aplicación de metodologías. Es por lo tanto un
intento de representación. El cuerpo sentido, es la experiencia, es la 1era
persona.*1 Por lo tanto toda teoría de la percepción implica una ontología, es una
teoría sobre el cuerpo, con una definición de Conciencia anexa.
La concepción realista, supone la existencia de entidades objetivas completas y
exteriores y ciertos intermediarios como los sentidos que establezcan el contacto
perceptivo.

CUERPO PANTALLA:

La captación del mundo instrumento de percepción obstáculo que lo impide o lo


deforma Cosa....cuerpo...alma, donde no se puede perder información, porque el
objetivo es captar la esencia. Esta visión es causalista y mecánica, de la
percepción. El realismo imperante confía en la garantía de la verdad y el
conocimiento que surge del contacto sensitivo con el mundo y reduplica la
confianza en las representaciones que del mundo se obtienen.
La enfermedad es la variable desajuste donde fracasan las relaciones causales de
transmisión.
La concepción intelectualista no reduce la percepción a un tráfico de
representaciones (miméticas) del mundo sino ahora a significaciones. La
percepción se vuelve una variedad de intelección, que es íntimo a la
Conciencia “ esa significación que se me revela”.Reduce el acto perceptivo al
la presentación del dato pero donde no participa cuerpo sino al espíritu. Por lo
tanto el cuerpo es escindido de la Conciencia para formar parte del mundo de
la cosas, cuerpo objeto.

Cuando llega la enfermedad...

La enfermedad como una analogía que nos permite comprender más esta
realidad. La enfermedad para Merleu.Ponty entra en la escisión entre lo psíquico
y lo somático frente a la integridad que caracteriza al hombre normal, el silencio”
del cuerpo.
¿Qué nos pasa en la consulta? Recibimos a nuestros pacientes con sus angustias,
quejas, opresiones en el pecho, taquicardias, dolores, tensiones, abatimientos,
malestares que inundan la vida y la poseen. El paciente acude al tratamiento
generalmente desbordado cuando ya no puede manejar su vida, por el sufrimiento
de su sentir.
Por otro lado nos encontramos ante la falta de reconocimiento o entendimiento
entre lo que él siente y la explicación que se da, o sea sobre su idea de sí mismo.
La experiencia se vuelve a ajena a uno mismo, extraña.
Apelando a los conceptos de Hans Gadamer*3 “la alteridad “del cuerpo.

Para Vittorio Guidano*4 la normalidad implica “la preservación de la estabilidad


personal, según las modalidades y según los patrones de coherencia que se
actualizarán conforme a los niveles de articulación e integración de la
experiencia en una cohesión unitaria.”*
Arciero*1, sugiere que ...”tiene que haber una elaboración flexible y generativa
de los acontecimientos discrepantes que permiten un avance de la historia y de un
sentido de sí mismo más amplio.”* En la neurosis y en la psicosis se produce el
doble efecto de cristalización de la flexibilidad de la capacidad generativa lo que
produce el repetitivo aflora de emociones críticas. En la neurosis la situación
discrepante produce dificultades en la reconfiguración de la experiencia que
queda articulada fuera del sentido del si mismo. En la psicosis los sentimientos,
imágenes, no son reconocidos como propios y de su interioridad donde se pierde
el sentido de continuidad personal y de demarcación del sí mismo y del mundo.
La enfermedad la entenderíamos como problemática ligada a la apropiación de
la experiencia y a la reconfiguración del sentido propio y singular del sí mismo,
ligada a la identidad del sujeto.
Tomemos el caso de lo que ocurre con la experiencia corporal en los trastornos
de ansiedad, el sujeto queda desdoblado, el cuerpo se vuelve cuerpo objeto,
donde prima una hipervigilancia con control y scaneo permanente del registro
somatopsíquico, el cuerpo pasa a ser un conjunto de órganos que fuera de
control, activa una experiencia perturbadora inestable, y de alta intensidad en sus
oscilaciones que es centrada en el tema de miedo a enfermar o la muerte. El
cuerpo propio se vuelve extraño, es la alteridad del cuerpo en términos de
Gadamer que se impone al sí mismo actual como un cuerpo que manda impone y
dicta .El sujeto vive su condición corporal como vivencia de descontrol y
pérdida de poder sobre su propio cuerpo y otros aspectos de su vida..

Catalina de 40 años, enterándose de su nuevo embarazo el 4to comienza con


sintomatología de pánico, síndrome vertiginoso y dice: “ el cuerpo siempre me
juega una mala pasada durante el embarazo..” más adelante teme que se le
repitan los mareos “cuando tenga que dar el pecho, porque no puedo tomar la
medicación...” reconsulta cuando planea su vacaciones” porque mi cuerpo no me
acompaña y no ayuda cuando salimos los 5 y tenemos que disfrutar...” La misma
paciente se pasa horas tratando de dormir hasta desesperarse “me agarra un
ataque de nervios...”
Tucho paciente de 46 recientemente separado después de haber llevado una
relación paralela durante 15 años y al iniciar su nueva convivencia comenta que
“no puedo respirar...se me cierra la nariz y las gotas no me sirven, siento presión
en el pecho y pienso si debería llamar al médico...”
María de 28 recientemente embarazada ha decido mudarse con su novio al
tiempo siente”que las cosas se le vienen encima y se marea...”
Josefina de 26 decide viajar por el mundo sola y consulta desde la India a su
madre porque siente una opresión en la garganta que no puede pasar
alimentos...”
Otra paciente de 30 años que comienza una relación , no ha tenido ninguna
experiencia sexual ni afectiva con ningún hombre, en el debut sexual siente “que
el cuerpo se le pone frío y no tiene sensaciones, siente vergüenza y estupor...”
El flujo de experiencias corporales es sentida en los sujetos como atacante del
propio sentido de eficiencia, libertad personal , y autoafirmación..Esto provoca
que el sentido de sí , se vea cuestionado en su imagen, como un sí mismo
imposibilitado, débil. Paralelamente vemos afectados todos los parámetros
referenciales de mundo relativos a la estabilidad y el orden que eran vigentes
hasta el momento, y en especial en las relaciones significativas, con aquellos
otros que son susceptibles de dar protección.
Podemos inferir : que este cuerpo objeto se presentifica como una ruptura de la
cohesión, se desarticula, se desancla de la Conciencia reflexiva.
Es un cuerpo que esta actuando en un sentir, una acción que es relegada del
ámbito de la Conciencia y desprovista de significado dentro del sentido de sí
mismo.
Arciero ,cita a Heidegger...*!“ Mi carne que experiencia, acciona y padece es el
centro de mediación concreta de mi ser en el mundo, mi ser cuerpo antes que
una sustancia, es en cada caso el estar referido a lo que se dirige a mi.
El ser cuerpo, es estar orientado sobre algo que se vuelve hacia nosotros.”
La sonrisa, la indiferencia o la violencia con que el otro se dirige hacia mi y
remite a mi poder contestar o padecer. En ese movimiento recíproco del
afecto el otro irrumpe en mi experiencia y me empuja a responder.
“Sentir o sentirme” en esta o aquella situación siempre es mediatizada por mi
ser encarnado.
El fenómeno de la corporeidad como el trasfondo perceptivo motor y
emotivamente situado genera y preserva las posibilidades de relación y de
apertura al mundo. En los afectos, somos afectados por el mundo sentimos
emociones por él y por los otros:“... el como me advierto vivir, lo que se
vuelve hacia mí proporcionándome afecto”
El sujeto vive su cuerpo simultáneamente con el del otro en virtud de la
emoción que este expresa y suscita. El cuerpo no sólo recapitula en todas sus
partes la significaciones de las cosas y de los seres que percibe y sobre los
cuales obra. Leslie Greenberg*5 , ya nos había anticipado, las emociones nos
informan sobre la relación con los otros.
La experiencia entonces, está profundamente enlazada con el Nosotros.
La constitución del sentido de sí está implícita en la relación con el otro y con
el contexto. La identidad personal va ir estructurándose, en esta circularidad
constitutiva de nuestros sentirnos en vida y por otro lado, en la composición y
recomposición simbólica de la experiencia propiciada por el lenguaje*6.
Esto nos remite a plantear una hipótesis de la corporeidad que implica
un conocimiento perceptivo y prerreflexivo anterior al lenguaje:
” todo pensamiento conocido por nosotros, le acontece a una carne...”*
“ ...las ideas de que hablamos no nos serían más conocidas, si careciéramos
de cuerpo y de sensibilidad; entonces nos serían del todo inaccesibles...” *
Merleu Ponty*2 rechaza la idea de una conciencia constituyente.
Y propone la idea de una idealidad prerreflexiva, la idealidad de la carne...
“Mi cuerpo: ¿es cosa?¿es idea? Ni uno, ni lo otro ya que es el mediador de las
cosas Tendremos que admitir, pues que existe una idealidad que no es ajena a
la carne, que le da sus ejes, su hondura y sus dimensiones...
Por lo tanto, la corporeidad del sujeto se radicaliza hasta constituir la
condición necesaria no sólo de la percepción, sino también de la captación del
mundo fenoménico...””un modo de ser en general...”

Bibliografía:

*1 Giampiero Arciero, (2005) “Estudios y diálogos sobre la identidad personal” Amorrortu.


*2 Merleau Ponty , (1964) “Lo visible y lo invisible” Ed. Seix Barral.
*3 Hans Gadamer, (1992) “Verdad y método”II, Salamanca, Sígueme.
*4 Vittorio Guidano, ( 1994 ) “El sí mismo en proceso”, Ed. Paidós.
*5 Leslie Greenberg,(2000), “Emociones”, Descleé Browser.
*6 Battan Horenstein, (2005),”Hacia una fenomenología de la corporeidad” Ed Universitas.
* 7 Juan Balbi, (2004), “La mente narrativa”Paidós.

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