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. 13 Labán se ve a menudo como la «contraparte» de Jacob.

Obviamente, durante veinte


años sirve de instrumento disciplinario a Dios (31.41). A través de Labán, Jacob es víctima
de su propio ardid, aunque demuestra más fortaleza que Esaú y termina imponiéndose
gracias a su tenacidad.

29 . 17 Delicados («débiles», según una segunda lectura) se refiere tanto a la visión de


Lea como a que sus ojos no eran muy atractivos, a que carecían de brillo.

Una antigua lámpara proveía poca luz, y la novia siempre se cubría el rostro, como hizo
Rebeca, la madre de Jacob (24.65). Aun más, Lea debe haber cooperado activamente en el
engaño. Nuestros pecados tienen la virtud de volverse contra nosotros: Jacob pretendió
ser Esaú y se disfrazó como él. La idea de engañar a Isaac fue de su madre, y Jacob
descubrió para su pesar que Labán era tan tramposo y deshonesto como su hermana
menor Rebeca.

29.23-25 Jacob se enfureció cuando supo que Labán lo había engañado. Se habían
aprovechado del que se aprovechó de Esaú. Qué natural es para nosotros disgustarnos ante
la injusticia que nos hacen mientras cerramos los ojos ante las injusticias que cometemos
contra los demás. El pecado siempre se las arregla para atraparnos.

29.28-30 Aun cuando Labán engañó a Jacob, este cumplió con su parte. Se trataba más
que del dolor de Jacob. Tenía que pensar en Raquel, al igual que en el plan que Dios tenía
con su vida. Cuando nos engañan, puede que todavía sea sabio cumplir con nuestra parte
del trato. Hurgarnos las heridas o planear venganzas impide ver la perspectiva de Dios.

25.

¿Qué es esto?

A la mañana siguiente Jacob, el gran engañador, se despertó para encontrarse víctima de


un engaño. La justicia inexorable le había retribuido su duplicidad. En defensa propia,
Labán adujo un requisito imaginario de una costumbre social local. Si eso hubiera sido en
realidad la costumbre en Harán, como lo era en algunos otros países de la antigüedad,
debiera haberle advertido a Jacob en cuanto a ella cuando le propuso trabajar por Raquel.
Sin embargo, el voto que hizo Jacob a Dios en Bet-el, y su amor por Raquel, lo indujeron a
quedarse con Labán antes que repudiar el casamiento, como podría haberle hecho.

Sin duda Labán estaba ansioso de preservar su buen nombre ocultando su fraude ante la
opinión pública, en vista de que todos los hombres de la ciudad fueron sus invitados
durante el festejo (vers. 22). Su comportamiento no revela sino una serie de motivos viles.
Aunque daba poco valor a los afectos y la felicidad de su hija, tenía un gran aprecio por las
cualidades de Jacob como pastor. Forzado por la necesidad, Jacob convino en aceptar la
propuesta. Así Labán recibió 14 años de servicio en vez de 7 y al mismo tiempo se libró de
la carga de sostener a Lea, que de otra manera podría haber sido difícil de casar.

Lea debe haber sido una mujer piadosa, una esposa consagrada y una madre fiel. De
acuerdo con el Registro sagrado, mencionó el nombre de Jehová en relación con el
nacimiento de tres de sus cuatro primeros hijos. Aunque procedía de una familia idólatra,
debe haber aceptado la religión de su esposo y debe haberse convertido en una sincera
creyente en Jehová. Por contraste, la conversión de Raquel parece que al principio sólo
produjo poco más que un cambio superficial.

Aunque externamente ella también había aceptado la religión de su esposo, su corazón


permanecía unido a los viejos ídolos de la familia, o ella pudo haberlos tomado con la
intención de asegurarse la herencia familiar (cap. 31: 19). En varias ocasiones su conducta
resalta en directo contraste con la de Lea, y parece reflejar un espíritu mucho más egoísta
(cap. 30: 1-3, 8, 15). No puede haber duda de que la excelencia de carácter de Lea, tanto
como su sinceridad y piedad, finalmente produjeron un cambio en la actitud de Jacob
hacia ella (caps. 31: 4, 14; 49: 31).

Debilidades y errores :
-- Su envidia e instinto de competencia estropearon su relación con su hermana Lea
-- Podía ser deshonesta cuando se extralimitaba en su lealtad
-- No podía comprender que la devoción de Jacob no dependía de su capacidad de
darle hijos
Lecciones de su vida :
-- La lealtad debe ajustarse a lo que es verdadero y correcto
-- El amor se acepta, no se compra
Datos generales :
-- Dónde: Harán
-- Ocupación: Pastora, ama de casa
-- Familiares: Padre: Labán. Tía: Rebeca. Hermana: Lea. Esposo: Jacob. Hijos: José y
Benjamín
Versículo clave :
"Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y le parecieron como pocos días, porque la amaba"
(Gen_29:20).
La historia de Raquel se relata en Génesis 29-Gen_35:20. También se la menciona en
Rth_4:11.

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