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Madurando en la Fe 1

Madurando
en la fe
Mirando con los ojos de Jesús bajo la
guía de Santa María

Tomo I - Pensamientos
2 Madurando en la Fe

Edición de Bolsillo
P. Luis Fernando Intriago Páez

Impresión y diagramación:
Editorial Arquidiocesana Justicia y Paz

ISBN: 978-9942-30-781-1
Prohibida la reproducción Parcial o Total
de esta obra por cualquier medio.

Impreso en Ecuador - 2018

Guayaquil
Madurando en la Fe 3

Madurando
en la fe
Mirando con los ojos de Jesús bajo la
guía de Santa María

“Hacia una espiritualidad fundamentada en la


mirada de Jesús y de su Madre Santa María...”

Con los pies en la tierra y la mirada en el Cielo; de


rodillas ante Dios y de pie ante los hombres.

Con los brazos abiertos para abrazar a nuestros


hermanos en Cristo y nuestros corazones elevados
hacia lo alto, para llegar al Cielo.

Por FIP
4 Madurando en la Fe

Nota de los editores


«Madurando en la Fe» ‒Pensamientos- ,
es el primer tomo de esta mini-serie
destinada a servir como un subsidio de
oración para las almas que buscan un
sincero y sólido contacto con Dios, la
práctica de las virtudes cristianas y un
estímulo personal en la lucha por la
santidad en los medios y estados de vida
en que se encuentre.

La obra está clasificada por temas, con


frases originales, llenas de ideas que
invitan a una reflexión más pausada frente
al Sagrario. Las citas bíblicas que figuran al
Madurando en la Fe 5

final de las sentencias son agregadas por el


autor para afirmar con las Escrituras santas
sus aserciones.

A pesar de la brevedad de algunas de


ellas, se dan las citas completas para
invitar al lector al contacto directo con la
Palabra de Dios y facilitar el diálogo
pausado y profundo con Él.
6 Madurando en la Fe

Prólogo

Este libro, ha sido redactado


accidentalmente, no de forma
premeditada e intenta recapitular los
pensamientos de su autor, que han ido
surgiendo a lo largo de su vida, como fruto
de sus meditaciones frente al Santísimo
Sacramento en momentos de dolor, de
cansancio, pero también en momentos de
satisfacción y de mucha paz interior, los
cuales responden a cada instancia que en
nuestra vida como cristianos, cualquiera
de nosotros puede llegar a atravesar, en
forma similar. Ahora bien, prescindiendo
del objeto de este libro, puedo decir, que
es muy compleja la vida del ser
humano y lo duro y difícil que es la
ausencia de Dios en nuestras vidas, la
misma que se ve reflejada en nuestro
Madurando en la Fe 7

diario vivir y en nuestras relaciones


humanas.
Como consecuencia de la ausencia de
Dios en nuestras vidas, han surgido
muchas ideologías que con el pasar de los
años, intentan incansablemente cambiar
el pensamiento y los valores de nuestra
sociedad y suplantar a Dios. Esta
convivencia con las ideologías de hoy en
día, se ha convertido en algo
aparentemente, solo aparentemente,
definitiva. Poco a poco el ser humano se
está destruyendo a sí mismo, intentando
llenarse de las cosas que el mundo ofrece,
en un intento fallido de construir su
pensamiento y su vida, prescindiendo de
Dios y adecuándolo todo a las
circunstancias que aquejan su alma
con un acuciantes vacío interior y
egoísmo.
8 Madurando en la Fe

La herencia que nos dejarán estas


ideologías, el progresismo, la voluntariosa
necesidad de tener éxito y un peligroso e
irracional individualismo, han sido los
componentes de esta sociedad
posmoderna en la que hoy en día vivimos
inmersos; pero, así mismo, ha sido la
motivación para que el autor de esta obra
sienta la necesidad de ayudar a todos
aquellos que no tienen a Dios en sus vidas
y que como consecuencia de ello, trae
desolación, dolor, tristeza y soledad a sus
almas.
Pienso que el empeño, el interés de
fondo que persigue el autor, es mostrar al
lector, como son las cosas, como es la vida,
vista con los ojos de nuestro señor
Jesucristo, desde el sagrario.
He sido testigo en primera persona,
de los problemas que sufre este
Madurando en la Fe 9

mundo, y que efectivamente han logrado


alcanzar al autor de este libro.

Todo lo que el lector obtenga de la


lectura de estas páginas (es decir,
cualquier fruto apostólico) no corresponde
en ningún caso al autor de este libro, sino
a nuestro mismísimo señor Jesucristo, el
cual se valió del autor de este libro, para
cumplir su cometido en tu alma.

Guayaquil, 03 de marzo de 2018


10 Madurando en la Fe

Jesús
Madurando en la Fe 11

¿Qué armonizamos al mirar la vida con los


ojos de Jesús?

Mirando la vida con los ojos de Jesús


armonizamos en nuestro interior, lo
humano y lo divino; el ser con el hacer; el
amor a Dios con el amor al hermano; lo
individual con lo comunitario; lo temporal
con lo eterno; lo contemplativo con lo
activo... Armonizamos nuestra visión de
Cristo presente en la Eucaristía y Cristo
presente en el hermano; el tener y poseer
con la pobreza de espíritu; las ciencias
humanas como la psicología, la
antropología, la sociología con la fe...

Cristificarse: no es solamente actuar ni


con, ni por Jesús; no es imitar a Jesús; no
es simplemente seguir la doctrina que
predicó Jesús; la meta de la

Jesús
12 Madurando en la Fe

cristificación es llegar a ser, por así decirlo


un "alter Christus", es llegar a pensar,
sentir y actuar desde Jesús.

El desfase se da cuando queremos


actuar como Jesús, sin pensar, sin sentir,
sin percibir la realidad como Él... Jesús no
violenta nuestra naturaleza humana, sino
que la eleva, la armoniza y le abre a un
horizonte nuevo en que el fiel cristiano
encuentra pleno sentido y significación a
su vida...

Con nuestra inteligencia, cristificamos la


cultura, el arte y las ciencias humanas; con
el corazón cristificamos las devociones
populares y nuestras prácticas piadosas y
litúrgicas; con nuestro cuerpo cristificamos
nuestra trabajo, el dolor, la
enfermedad... En otras palabras

Jesús
Madurando en la Fe 13

sabiendo que no hay nada que sea


humano que sea ajeno a
Dios, en lo que al ser humano se refiere, la
cristificación del hombre necesariamente
busca abarcar todas las dimensiones de la
vida humana...

Se hace imprescindible aprender a


través del evangelio a entender desde
nuestra pobre inteligencia humana, con el
auxilio del Espíritu Santo y la lectura de la
Palabra y el legado de los Padres de la
Iglesia, la lógica de Dios...
1 Jn 3, 2: "Queridos, ahora somos hijos de Dios
y aún no se ha manifestado lo que seremos.
Sabemos que, cuando se manifieste, seremos
semejantes a él, porque le veremos tal cual es".

Gal 2, 20: “Ya no soy yo quien vive es Cristo que


vive en mí”.

Jesús
14 Madurando en la Fe

Mirar…

Mirar al sagrario, despierta el alma;


mirar a la cruz, conmueve el corazón,
recibir la comunión revitaliza y fortalece el
espíritu y después de esto mirar en nuestro
interior nos lleva a la acción.

No te alejes de la fogata.

No te alejes de la fogata cuando sientas


frío; no te alejes de Jesús cuando tu
corazón está frío.

El poder de un hombre silente y orante.

Cuando un hombre en oración y silencio


se pone en sintonía con Dios. Dios, habla a
los hombres a través de aquel hombre
silente y orante.

Jesús
Madurando en la Fe 15

1 Co 2, 12-13: Y nosotros no hemos recibido


el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene
de Dios.

En actitud orante

Cuando Dios habla, el hombre calla, para


que en el silencio profundo del espíritu, la
Palabra que atraviesa espacio y tiempo
llegue al corazón de aquel, que en actitud
orante a través de este diálogo silente del
Creador con su criatura, de Dios Padre con
uno de sus hijos, despierte en éste, sus
anhelos de verdad, bondad, amor, unidad,
belleza y eternidad.
Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2624: En la
primera comunidad de Jerusalén, los creyentes
‒acudían asiduamente a las enseñanzas de los
Apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y
a las oraciones‒ (Hechos 2, 42). Esta
secuencia de actos es típica de la oración de

Jesús
16 Madurando en la Fe

la Iglesia; fundada sobre la fe apostólica,


autentificada por la caridad, y alimentada con la
Eucaristía.

Milagros: Signos reales del amor de Dios

Hay quienes aun viendo niegan los


milagros; hay quienes viéndolos buscan
cualquier explicación insulsa, que en
repetidos casos son un verdadero insulto a
la inteligencia.

Hay quienes los ven, se emocionan,


pero no comprenden que Jesús no es un
taumaturgo, no busca sensacionalismo.

Lo que llamamos milagros, no son otra


cosa que signos reales del amor de Dios a
sus criaturas y eventualmente esconden
un mensaje de salvación o de
confirmación de una misión y visión

Jesús
Madurando en la Fe 17

dada por Dios y colocadas por la Santísima


Trinidad en el interior del hombre u
hombres que los reciben.

¿Consultas a Dios al tomar decisiones?

A veces lo que llamamos “lo mejor”,


termina siendo enemigo de lo eficaz.

O en palabras de Don Bosco:” lo mejor


es enemigo de lo bueno”.

Las decisiones tomadas a espaldas de


Dios o contra Dios, con criterios
meramente humanos parecen a veces lo
más razonable; pero lo más razonable
siempre va a ser aquello que te acerque a
Dios y nunca aquello que ponga en peligro
un bien espiritual en búsqueda de un bien
material.

Jesús
18 Madurando en la Fe

No en vano las palabras de Jesús nos


advierten de esta cruda realidad: “De qué
te sirve ganar el mundo entero si pierdes
tu alma”. (Mt 16, 26)

¿Consultas a Dios al tomar decisiones


que pueden cambiar ‒en un dos por tres‒
el rumbo de tu vida?

¿Quieres llevar a los hombres a Dios?

Antes de hablar a los hombres de Dios,


habla a Dios de los hombres.

Si quieres llegar al corazón del hombre,


adéntrate tú primero en el Corazón de
Dios, porque es muy cierto aquello de que
“Nadie da lo que no tiene”.
Lc 6, 39: «¿Podrá un ciego guiar a otro ciego?
¿No caerán los dos en el hoyo?»

Jesús
Madurando en la Fe 19

Lc 18, 22: «Aún te falta una cosa. Todo cuanto


tienes véndelo y repártelo entre los pobres, y
tendrás un tesoro en los cielos; luego, ven y
sígueme».

Hch 3, 2-6: «No tengo plata ni oro; pero lo


que tengo, te doy: en nombre de Jesucristo, el
Nazareno, ponte a andar»

Dios siempre quiere lo que tu corazón


anhela.

Dios no siempre quiere lo que tú quieres,


pero siempre quiere lo que tu corazón
anhela.

Dios siempre te pregunta muchas veces


lo que tú quieres cuando “tú” se lo pides, ‒
no porque no lo sepa‒, y su manera de
preguntártelo es demorando el
concedértelo, para que “tú”,
sondeando en tu interior, dejando

Jesús
20 Madurando en la Fe

actuar al Espíritu Santo en “ti”, descubras


lo que tu corazón anhela, y pidas lo que
verdaderamente conviene a tu alma.

No obstaculices la acción de Dios en tu


vida cerrándote al plan divino y anclándote
en caprichos y paradigmas tontos, que no
responden a lo que con certeza,
verdaderamente, te haría feliz.
Mt 6, 25-34: «Buscad primero su Reino y su
justicia, y todas esas cosas se os darán por
añadidura. Así que no os preocupéis del
mañana: el mañana se preocupará de sí mismo.
Cada día tiene bastante con su propio mal».

Rm 8, 26: «Y de igual manera, el Espíritu viene


en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no
sabemos cómo pedir para orar como conviene;
mas el Espíritu mismo intercede por nosotros
con gemidos inefables…»

Jesús
Madurando en la Fe 21

Los signos de Dios

Las ventanas no han sido fabricadas para


quedarnos estáticos contemplándolas, por
más grande que sea su belleza; sino para
contemplar a través de ellas una belleza
mucho mayor: la belleza del mundo que
nos rodea

Los signos de Dios no nos son dados para


quedarnos estáticos admirados por su
magnificencia, sino para remitirnos hacia
la misión que Dios nos encomienda e
impulsarnos en pos de ella.

La estrella vuelve a guiar.

Ante Jesús, la rodilla se dobla y todo se


ilumina, la oscuridad desaparece y el
sendero se reencuentra. La estrella
vuelve a guiar y solo resta caminar.

Jesús
22 Madurando en la Fe

Flp 2, 10: «Para que al nombre de Jesús toda


rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los
abismos».

Jn 8, 12: «Jesús les habló otra vez diciendo: “Yo


soy la luz del mundo; el que me siga no caminará
en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la
vida”»

Él ha vencido para abrirnos camino

En Cristo todos nuestros problemas son


temporales y todas nuestras bendiciones
son eternas... Decía Santa Teresa de
Calcuta: «Nuestros sufrimientos son
caricias bondadosas de Dios, llamándonos
para que nos volvamos a Él, y para
hacernos reconocer que no somos
nosotros los que controlamos nuestras
vidas, sino que es Dios quien tiene el
control y podemos confiar
plenamente en Él»

Jesús
Madurando en la Fe 23

No es en vano que el Señor Jesús nos


anuncia: “Os he dicho estas cosas para que
tengáis paz en mí. En el mundo tendréis
tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al
mundo”. (Jn 16,33)

Si Él ha vencido es para abrirnos camino


y mostrarnos, que en los momentos
difíciles de nuestra vida cuando el
vendaval, la tempestad de mil problemas y
tentaciones amenazan con destruir
nuestra esperanza, nuestros sueños,
nuestros anhelos de felicidad aquí y ahora
y luego de felicidad eterna, aunque
parezca que está sucediendo lo contrario:
la victoria es nuestra, porque Él, ya venció
y, haciéndolo, puso al alcance de quienes
perseveramos en el bien, confiamos y
creemos en Él, el triunfo en nuestras
tentaciones y dificultades.

Jesús
24 Madurando en la Fe

Califica tú mismo tu relación con Él

Tus reacciones ante los problemas, ante


la crisis, no son otra cosa que un espejo
que refleja fielmente cuál es tu verdadera
relación con Dios. ¿Confianza, serenidad,
paz? O, ¿Angustia, desazón, miedo,
rebeldía?

Califica tú mismo tu relación con Él.

¿Por qué cierras los ojos al orar?

Cuando al orar cierras los ojos no lo


haces para sumirte en la oscuridad, sino
para mantener los ojos del espíritu
abiertos a la contemplación de la luz que
desde el sagrario irradia tu alma con un
fulgor inimaginable e imperceptible a los
sentidos de la carne, pero

Jesús
Madurando en la Fe 25

plenamente visible y perceptible a los


humildes y sencillos de corazón.

Lo que Dios te pide es siempre lo mejor

¿Tienes el alma enferma?


¡Y qué esperas!

Confiésate y a comulga ‒diariamente‒ si


fuera posible.

Si la eucaristía no cura tu alma, entonces


no la cura nadie.
Jn 6, 54 -55: "Jesús les dijo: «En verdad, en
verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del
hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en
vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre,
tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día.
Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre
verdadera bebida."

Jesús
26 Madurando en la Fe

¿Por qué a los santos les pasan las cosas


que les pasan?

Porque nunca dicen no a nada de lo que


Dios les pide…

Y lo que Dios les pide es siempre lo


mejor que les puede pasar.

No es un salto al vacío; es un salto de fe


en los brazos del Señor

¿No es una locura dar un salto en el


vacío?

No, cuando quien te empuja es Dios y


cuando la fuerza de la gravedad te tira
hacia Su Corazón. No es locura, es la
aventura gozosa de ir con Dios.

Mantente unido a Dios como el


pájaro que siente temblar la rama que

Jesús
Madurando en la Fe 27

lo sostiene y continúa cantando, sabiendo


que tiene alas para volar.
Jn 15, 5: "Yo soy la vid, ustedes los sarmientos,
sin mi nada bueno podéis hacer".

Ni tres, ni cuatro sino todo

Confiar en Dios es esperarlo todo de Él,


pero cooperando con Él no dando casi
todo, sino todo.

Con cinco panes y dos peces que dio un


niño, el Señor dio de comer a cinco mil
personas...

No fueron ni tres, ni cuatro sino todo:


cinco y dos...

Y tú, ¿cuántos tienes y cuantos has dado?


Jn 15, 5: "Y "Le dice uno de sus discípulos,
Andrés, el hermano de Simón Pedro: «Aquí

Jesús
28 Madurando en la Fe

hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y


dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?»"

Tras las huellas sangrantes de Jesús

Si te niegas a caminar tras las huellas


sangrantes de Jesús, no llegarás al
calvario, pero te encontrarás con un
Gólgota en el que no está Él para calmar tu
dolor y para resucitar tu alma.

No huyas de Él, porque huir de Él, es huir


de ti, y huir de ti, es huir de la mejor
versión de ti mismo en la que está
plasmada el rostro la mirada del Señor; y el
rostro y la mirada de su MADRE Santa
María. ¡No sigas huyendo!
Mt 16, 24: "Entonces dijo Jesús a sus discípulos:
«Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, tome su cruz y sígame."

Jesús
Madurando en la Fe 29

Si quieres acortar la distancia entre Dios y


Si quieres acortar la distancia entre Dios


y tú, pon tus rodillas en tierra y eleva al
Cielo una oración. Si cada mañana al
despertar no agradeces a Dios, estarás
dormido toda una vida y si tus ocupaciones
te impiden orar, estás más ocupado de lo
que te conviene. No orar porque estás
ocupado es tan absurdo como no poner
combustible a tu vehículo porque tienes
un largo viaje que realizar; es como no
detenerte a afilar la sierra, porque tienes
muchísimos tablones de madera que
cortar; es como alejarte de la fogata
porque tienes frío.

Mira que no te suceda que,


mientras te preocupas de guardar y

Jesús
30 Madurando en la Fe

conquistar la tierra, estés al mismo tiempo


perdiendo el cielo. “Déjate guiar por Dios,
confía plenamente en Él y nunca perderás
el rumbo y el verdadero sentido de tu
existencia y de tu vida.” Cada cosa en la
vida tiene su tiempo, su momento y su
razón de ser.

San Josemaría Escrivá de Balaguer decía:


«Cuando tengas orden en tu vida, se
multiplicará tu tiempo, y, por tanto, podrás
dar más gloria a Dios, trabajando más en
su servicio».

Mientras más conozco al Señor Jesús,


más entiendo la fragilidad del hombre…

Decía Diógenes de Sinope, filósofo


griego de la antigüedad: ‒Mientras
más conozco al ser humano, más amo
a mi perro.‒

Jesús
Madurando en la Fe 31

No comparto su opinión; yo más bien


digo y creo en otra frase que expresa mi
adhesión a Cristo: Mientras más conozco al
Señor Jesús, más entiendo la fragilidad del
hombre, menos juzgo su miseria, más
lucho por levantarlo de ella y más me amo
a mi mismo, porque Él me amó primero.

Le devuelvo ese amor recibido gratuita y


generosamente de Él a mí sin merecerlo,
en la oración y en mi Eucaristía ofrecida y
también a través de mi encuentro con Él,
en el prójimo, mi hermano, cuya vida se
entrelaza con la mía, y a quien me pide Él,
que trascienda en esos mismos múltiples
encuentros cotidianos.

Ya puedes amar al estilo de Jesús

¿Decepcionado (a)?
¿Creías conocerlo (a)?

Jesús
32 Madurando en la Fe

Ya puedes amar al estilo de Jesús, que te


conoce, no se decepciona y te ama
siempre igual.

Teniéndolo a Él de tu lado

Si Dios te impulsa al cambio, el único


cambio imposible de realizar es el que tú
no quieres hacer.

Dios no suscita en tu alma un anhelo que


‒teniéndolo a Él de tu lado‒ luego no
puedas alcanzar.

Los tiempos cambian, “Dios no cambia”

No vives tus sueños, el sueño de Dios


para ti, porque vives de tus miedos.

Si vences tus miedos, podrás vivir y


realizar tus sueños.

Jesús
Madurando en la Fe 33

Los tiempos cambian, Dios no cambia.

Tu existencia es el Amor de Dios que


busca mostrarte que todo lo que vives es
aprendizaje.

Conecta

Antes de hablar conecta tu lengua a tu


cerebro y tu cerebro y tu corazón ‒en el
silencio y la oración‒ al pensamiento y al
Corazón de Dios.

Lo más importante no es lo que los demás


piensan de ti

Lo más importante no es lo que los


demás piensan de ti, sino lo que Dios y tú
piensan de ti.

Jesús
34 Madurando en la Fe

Si hablan bien de ti, no eres más bueno


de lo que eras antes de que tales
comentarios se diesen.

Si hablan mal de ti, no eres más malo de


lo que eras antes de que tales comentarios
se diesen. Sólo Dios conoce lo más
recóndito de tu corazón.

Él conoce lo bueno y noble que hay en ti


y lo oscuro y no tan bueno que está oculto
a los ojos de los hombres, pero no escapa
a la mirada divina.

Deja que hablen de ti ‒total‒ tú sabes


quién eres, qué haces, qué hiciste, qué
dijiste y ellos no.

Tu futuro está en las manos de Dios, no


en la boca de las gentes.

Jesús
Madurando en la Fe 35

Sé libre, sé transparente, sé sincero y sé


tú mismo.

Eso es lo que Dios quiere de ti, y te lo


repito: lo importante es lo que Él, que todo
lo sabe, que todo lo conoce, piensa de ti.

Pero, para no correr el riesgo de caer en


la soberbia, no te eximas nunca de
escuchar consejos de gente buena,
prudente y sabia, porque bien dice el
refrán: ‒Nadie es buen juez, en su propia
causa y ‒tenlo presente‒ cerciórate de que
sea gente buena, sabia y prudente porque
si no lo es, la escritura dice: “¿Acaso puede
un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán
ambos en un hoyo?” (Lc 6, 39)

Jesús
36 Madurando en la Fe

Que no suceda que tu corazón se


endurezca

Acostúmbrate a circular, cada cierto


tiempo, por el sendero que conduce a la
casa de tus amigos (as), no sea que
cuando quieras volver a caminar por ellos,
los encuentres cubiertos de maleza.

Habitúate a caminar asiduamente al


confesionario a reconciliarte con el Señor
Jesús.

Que no suceda que tu corazón se


endurezca y ya luego no sepas como
regresar al encuentro del Amigo que nunca
falla.

No dejes de acudir continua y


habitualmente a la Santa Misa y a
recibir el sacramento de la Eucaristía,

Jesús
Madurando en la Fe 37

no sea que tu amor por el Señor se enfríe y


pierdas el rumbo que te conduce a amar al
prójimo como hermano tuyo que es, a
valorarte a ti mismo como hijo de Dios, a la
Creación como obra maravillosa suya,
donde Él, te da el tiempo necesario para
santificar tu existencia y alcanzar la
plenitud total en la Vida Eterna.

Jesús no se decepciona

Jesús te ama, pero no se decepciona y no


se decepciona porque no te idealiza.

Él conoce de qué barro estás hecho,


sabe del bien que eres capaz de realizar y
del mal del que también eres capaz.

Para Él no hay sorpresas. Él te ama


porque te ama. Él ve más allá,

Jesús
38 Madurando en la Fe

trasciende el barro de tus debilidades,


falencias y pecados

En nosotros el amor al prójimo, más


tarde o más temprano, pasa por la prueba
de la decepción, porque idealizamos a
quienes amamos. Y cuando percibimos el
barro, nos sorprendemos.

Es aquí donde Jesús nos invita a mirar


con sus ojos, a amar con su corazón.

Sólo cuando te has decepcionado


puedes decir que has amado, antes sólo
has idealizado. Alguien decía: ‒Conocí un
gran hombre, un gran hombre, un gran
hombre y descubrí que era un hombre.‒
¿Has aprendido amar como Él?

Jesús
Madurando en la Fe 39

“Cristo y yo, somos ante el mundo que me


quiere llevar al mal, mayoría aplastante”

Si Dios quiere que seas santo, ¿por qué


tú no lo vas a querer?

Fue Dios quien «te eligió desde antes de


la formación del mundo para que seas
santo e inmaculado ante Él por el amor»
(Ef 1,4).

Si el Señor Jesús te llama a este camino


a la Santidad, Él mismo se hace
responsable de tu vida una vez que
aceptas el desafío.

No es “tu lucha”.

Es una lucha de dos en la que sin temor


podrías decir: ‒Cristo y yo, somos

Jesús
40 Madurando en la Fe

ante el mundo que me quiere llevar al mal,


mayoría aplastante‒
Rm 8,31: «Si Dios está con nosotros, quien podrá
contra nosotros»

La Santa Osadía

Si le dices a Dios:

- “Tengo miedo de pedirte, porque lo


que te quiero pedir es muy grande e
imposible de realizar…”

Él te contesta:

-Tú pides como lo que eres, finito,


limitado, contingente, necesitado; y yo doy
como lo que SOY: Todopoderoso, Infinito,
Ilimitado en Generosidad y amor… ¿Qué
esperas?

Jesús
Madurando en la Fe 41

Sé cómo el leproso aquel que tuvo la


santa osadía de acercarse a Él, y pedirle
que le sane, a sabiendas de que –por su
enfermedad–, ese acercamiento podría
traer consigo el morir apedreado.

Repite sus palabras y añádeles tu


petición:

- “Señor, si Tú quieres, puedes sanarme.”

Y Él te contesta como le contestó a él:

-“¡Sí quiero, queda sano!” (Mt 8, 1-3)

Dios nunca te dará algo que no puedas


manejar

Dios, si eres fiel a su Divino plan, nunca


te dará algo que no puedas manejar y
nunca te quitará nada sin lo cual no
puedas vivir.

Jesús
42 Madurando en la Fe

Dios no permitirá que enfrentes una


tempestad de la que no puedas salir
triunfante y nunca te quitara nada que te
pueda impedir el seguir adelante.

Dios nunca te llevará ‒si eres fiel a su


Divino plan‒ a ningún instante, ni a ningún
lugar donde su presencia no te acompañe.
1 Co 10, 13: «Dios es fiel y no permitirá que sean
tentados por encima de sus fuerzas. En el
momento de la tentación les dará fuerza para
superarla».

Dios no se rinde contigo.

No dejes que los fracasos de hoy te


impidan abrazar el amor transformador de
Dios el día de mañana. Dios no se rinde
contigo.

Jesús
Madurando en la Fe 43

Respondiendo preguntas…

Respondiendo preguntas:

‒Si voy hoy sábado en la noche a misa,


¿Tengo “obligación” de ir a misa mañana
domingo?

Te contesto con otra pregunta que


responde a tu pregunta:

Un novio que asegura amar a su novia, le


dice a ella:

‒Te dije que te amaba ayer. ¿Tengo


“obligación” de decirte que te amo hoy?

(Respondiendo a una pregunta que ella


le hace: “¿Me amas de verdad?”)

Te pregunto:

Jesús
44 Madurando en la Fe

‒ ¿Piensas que aquel novio ama a su


novia?

De acuerdo a tu respuesta a esta


pregunta, está la respuesta a tu otra
pregunta.

Suponiendo que digas que sí:

‒ ¿Crees que quien ama de verdad le


pone límites tan bajos a su amor? Y si no
tienes claro a que me refiero con amar
de verdad: mira a la cruz, mira al
sagrario…
1 Cor 13, 12 -13: “Ahora vemos en un espejo, en
enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora
conozco de un modo parcial, pero entonces
conoceré como soy conocido. Ahora subsisten la
fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la
mayor de todas ellas es la caridad."

Jesús
Madurando en la Fe 45

¿Por qué soy parte de esto?

Le preguntas a Dios:

‒ ¿Por qué soy parte de esto? ¿Por qué


me has traído hasta este “aquí y ahora de
mi existencia”, en que tantas preguntas
vienen a mi cabeza y me confunden?

Me pides que te escuche, que confíe,


que sea obediente a lo que me pides,
cuando cada día que pasa veo tantos que
son más buenos y santos que yo... Cuándo
cada día que pasa veo mi corazón tan
egoísta, infiel y pecador...

Y Él te contesta:

‒Eres parte de esto porque la “Misión”


es muy grande y tú muy frágil y
pequeño.

Jesús
46 Madurando en la Fe

Porque tú eres débil e impotente por ti


mismo para realizar la “Misión” y “Yo”
Todopoderoso y fuerte, para que puedas
realizar lo que por tus propias fuerzas
nunca conseguirías.

Y Dios sigue hablando y te dice:


‒Tú pides como lo que eres: débil, frágil,
pequeño, egoísta e infiel y “Yo” doy como
lo que soy: Fuerte, Todopoderoso,
infinitamente Generoso y siempre Fiel...

Tú pide, Yo doy.
A su manera.

Dios quiere salvarte, pero Él conoce el


mejor camino para poder hacerlo, a su
manera con sus reglas, no con reglas
inventadas por ti.

Jesús
Madurando en la Fe 47

Rm 8, 21: « ¿Es que el alfarero no es dueño de


hacer de una misma masa unas vasijas para usos
nobles y otras para usos despreciables?»

Is 64, 7: «Pues bien, Señor, Tú eres nuestro


Padre. Nosotros la arcilla, y Tú nuestro alfarero,
la hechura de tus manos todos nosotros».

Con los ojos puestos en el llamamiento de


Dios

Sin Dios, la vida no tiene propósito y sin


propósito, la vida no tiene sentido.

Sin un propósito definido no tienes en


qué basar tus decisiones, distribuir tu
tiempo y usar tus recursos
adecuadamente. Es tal cual como si
corrieras en busca de un tesoro, pero en la
dirección equivocada.

Jesús
48 Madurando en la Fe

Entonces tomarás decisiones en base a


presiones, emociones, circunstancias o al
estado anímico del momento y esto
termina generando frustración, esclavitud,
debilidad de carácter, falta de fuerza de
voluntad y stress.

Concéntrate en hacer siempre primero


lo más importante, y siempre lo correcto y
conveniente para tu alma.

Nunca confundas actividad con


productividad, hacer cosas buenas con ser
una persona “buena”, aunque
normalmente no se pueden hacer cosas
verdaderamente buenas sin ser bueno.

No vendas nunca lo verdaderamente


valioso en tu vida por cosas
materiales que aparentan gran valor
pero empobrecen el espíritu.

Jesús
Madurando en la Fe 49

Flp 3, 14: «Corro hacia la meta con los ojos


puestos en el llamamiento de Dios en Cristo Jesús»

¿Cuándo comenzarás a amar y seguir a


Dios?

Mientras Dios sea para tí solamente una


verdad, una idea, un principio creador de
todo, lograrás respetarlo y hasta temerlo,
pero Él se convertirá en ‒tu Dios‒
solamente el día en que lo consideres tu
Padre y tu amigo personal; entonces
comenzarás a amarlo y seguirlo.
‒El aprendizaje es experiencia, todo lo demás es
mera información.‒ Albert Einstein.

Escudriña los pensamientos de Dios

No tengas criterios de hombre.


Escudriña los pensamientos de Dios.

Jesús
50 Madurando en la Fe

Todos los días es un nacer de nuevo


para quien se interroga, para quien camina
y busca a Cristo.

¿Qué tienes que dar a Dios que no sea


suyo?

Nada, excepto el sí de tu amor.

El empujoncito de Dios

Cuando todo te parece imposible, Dios


te da el empujoncito que necesitas para
hacerlo posible.

Estás cansado, adolorido, no tienes


ganas de hacer tal o cual cosa…

¡Qué oportunidad tan preciosa que te da


Jesús de unirte a su cruz!

Jesús
Madurando en la Fe 51

Mientras más grande es la lucha, más


grande es el premio.

Es Cristo que pasa

Las oportunidades se multiplican


cuando tomamos la decisión de ser
valientes y nos atrevemos a entrar por las
puertas que nos conducen a través de
ellas.

La oportunidad que hoy no se valora,


mañana se lamenta.

Es Cristo que pasa: ¡no lo dejes ir!

No sabes si esta es la última vez que


venga a tocar la puerta de tu corazón o si,
cuando Él regrese, tu corazón ya esté
demasiado endurecido para escuchar
su voz que te llama.

Jesús
52 Madurando en la Fe

Nunca sabrás a donde te conducía esa


puerta, y era Él, quien esperaba por ti para
guiarte por el sendero que Él bien conoce,
porque es tu Dios, te conduciría al
encuentro contigo mismo, tu misión, tu
llamada eterna hacia tu plenitud y felicidad
verdadera.
Ap 3, 20: "Mira que estoy a la puerta y llamo; si
alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en
su casa y cenaré con él y él conmigo."
Jesús no es el camino fácil
Jesús no es el camino fácil, si eso es lo
que buscas...

Es el mejor, es el correcto, y el único que


te lleva a la Verdad y a la Vida...

Preguntas acaso, ¿por qué es el que


te conviene seguir?

Jesús
Madurando en la Fe 53

Pues, si no quieres seguirlo, renuncia de


una vez a lo valioso, lo que plenifica el
espíritu y cámbialo por lo caro; pero te
advierto que esto con el tiempo se volverá
viejo y tú también, empezando por tu alma
y no podrás llevar nada de eso a la
eternidad.

Renuncia, entonces también al amor y


cámbialo por placeres rápidos.

Renuncia a tu identidad y dignidad y deja


que el qué dirán, el quedar bien, el no
quedarte “solo,” ‒aunque eso signifique
convertirte en borrego despersonalizado‒
sea el horizonte y meta de tu vida.

Renuncia a tus anhelos de amar y ser


amado, de ser tú mismo por dar gusto a las
pasiones más bajas de tu ser, que te
esclavizan y degradan.

Jesús
54 Madurando en la Fe

Mt 16, 24: "Entonces dijo Jesús a sus discípulos:


«Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, tome su cruz y sígame."
Cuando rechazas las gracias que vienen
de lo alto; cuando te dejas irradiar

Cuando persistentemente rechazas las


gracias que te invitan a volver a Dios, tu
corazón se endurece, tu espíritu tórnase
egoísta y falaz, se envilece y todo tu ser se
encierra en sí mismo de manera
evidentemente absurda.

Por el contrario, se sensibiliza, se purifica


y se abre al amor y, por ende a la felicidad,
cuando en la oración, en la recepción
asidua del perdón de tus pecados ‒a través
de la confesión‒, la comunión eucarística,
en continuas visitas a Jesús
sacramentado, te dejas irradiar por la
luz que proviene de lo alto.

Jesús
Madurando en la Fe 55

Si verdaderamente te has encontrado


con Él, el fruto de este encuentro
necesariamente va a ser un anhelo
profundo, que de distintas maneras y de
acuerdo al carisma y circunstancias de tu
vocación, se concretará en entregarte a
una causa noble, a un ideal elevado de
servicio al prójimo y a Dios, que es Quien
que te da la potestad de poder realizarlo.

El vacío de las cosas

Aquel que empieza a tocar lo infinito,


poco a poco, empieza a percibir el vacío de
las cosas.

«Tarde te amé, Hermosura tan antigua y


tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas
dentro de mí y yo afuera, y así por
fuera te buscaba; y, deforme como
era, me lanzaba sobre estas cosas

Jesús
56 Madurando en la Fe

hermosas que tú creaste. Tú estabas con


migo, mas yo no estaba contigo.
Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que,
si no estuviesen en ti, no existirían.

Me llamaste y clamaste, y quebrantaste


mi sordera; brillaste y resplandeciste, y
curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume,
y lo aspiré, y ahora te anhelo; gusté de ti, y
ahora siento hambre y sed de ti; me
tocaste, y deseé con ansia la paz que
procede de ti». (San Agustín, Confesiones)

«Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro


corazón está inquieto hasta que descanse
en ti». (San Agustín, Confesiones)

«Dios no quita nada, lo da todo»

El secreto para ser feliz: Descubrir


guiado por el Espíritu Santo, tu anhelo

Jesús
Madurando en la Fe 57

oculto que coincide siempre con el plan


Divino.

«Dios no quita nada, lo da todo», con


justa razón nos lo recordaba el Papa
Benedicto XVI.

Dios no viene a tu vida a violentar tus


planes, o a destruir tus sueños. Aparece en
ella buscando en tu interior, invitándote y
enseñándote a encontrar lo que te trajo a
la existencia, tu misión, tu vocación,
aquello que si lo descubres y lo vives, hará
de tu vida una vida plena, que permitirá
que irradies luz en medio de la oscuridad
de un mundo que ha perdido el horizonte,
que ya no sabe, ni de dónde viene ni hacia
dónde va, y te preparará para que al final
de tu existencia puedas recibir el
abrazo de Dios, ese abrazo que colma

Jesús
58 Madurando en la Fe

todas tus expectativas de felicidad, ese


abrazo que nunca termina.

Ese abrazo es lo que tu corazón anhela,


aunque tú a veces lo olvides y lo que el
mundo con su falso brillo, y Satanás, el
tentador, el seductor maligno, pretende
que dejes de lado, atrayendo
continuamente toda tu atención a lo
perecedero, lo transitorio, a lo carnal, a lo
material, a lo que termina.

“El salario del pecado es muerte” (Rm 6,


23) y el de acoger y responder la llamada
de Dios es éste: “Anunciamos lo que ni el
ojo vio, ni el oído oyó, ni el corazón del
hombre imaginó, lo que Dios tiene
preparado para aquellos que le aman”.
(1Co 2, 9). ‒ Pero el don gratuito de

Jesús
Madurando en la Fe 59

Dios es la vida eterna en Cristo Jesús Señor


nuestro.‒ (Rm 6,23)

Pon tu corazón donde esté tu cuerpo

Adonde quiera que vayas a donde quiera


que estés: “Pon tu corazón donde esté tu
cuerpo”; pero siempre con tu corazón,
mente y cuerpo anclados en el Corazón de
Cristo, con actitud de niño que confía y se
pone bajo amparo, en el regazo de Santa
María.

Dios nunca se deja ganar en generosidad

Dios nunca se deja ganar en


generosidad, pero esta generosidad se
manifiesta permitiendo que nosotros sus
hijos no nos sintamos o terminemos
anulados por su magnificencia.

Jesús
60 Madurando en la Fe

Él quiere que nos percibamos útiles; que


al mismo tiempo que participemos de los
bienes que recibimos como fruto de su
infinito amor, compasión, misericordia y
generosidad, desarrollemos en nuestro
corazón y despleguemos en acciones,
justamente, estas mismas cuatro virtudes.

La verdadera libertad

No puedo ser libre viviendo de espaldas


a Dios. Él lo dice:
Jn 15, 5: «Sin mi nada podéis hacer».

Jn 14,6: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida».

San Pablo en sus cartas, lo ratifica:


Ga 5, 1: «Para ser libres nos libertó Cristo.
Manteneos, pues, firmes y no os dejéis
oprimir nuevamente bajo el yugo de la
esclavitud».

Jesús
Madurando en la Fe 61

Ga 5, 13-14:«… Hermanos, habéis sido llamados


a la libertad; sólo que no toméis de esa libertad
pretexto para la carne; antes al contrario,
servíos por amor los unos a los otros. Pues toda
la ley alcanza su plenitud en este solo precepto:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo».

2 Co 3, 17: «Porque el Señor es el Espíritu; y


donde está el Espíritu del Señor, allí hay
libertad».

1Pe 2, 16: «Obrad como hombres libres, y no


como quienes hacen de la libertad un pretexto
para la maldad».

Cristo y Santa María su Madre son


modelos perfectos en todo y por tanto
también en cuanto a lo que significa ser
verdadera y plenamente libres.

Jesús te dice…

Jesús te dice:

Jesús
62 Madurando en la Fe

‒Te elijo a ti para que yo pueda hablar a


través de ti... Como espejo que refleja el
sol, como mar que refleja al cielo... Sé tú,
viva imagen de mí... Ya es tiempo de que
abras tu corazón, ya es tiempo de que me
entregues aquello que tienes tanto miedo
de soltar, ¿es que acaso no ves que solo
tengo cosas maravillosas para ti?

Siempre estaré ahí... En cada momento,


cada instante... No temas... Ya es hora...
Has pasado por el desierto, no para que te
quedes en él, sino, para salir con fuerzas
renovadas a cambiar el mundo...

¿Quién eres Jesús?

Soy la luz que a los de corazón puro y


justo, no encandelilla.

Jesús
Madurando en la Fe 63

Que a los alejados de mí y a los que con


sincero corazón me buscan, con mi fulgor
atraigo.

Soy la luz que en el Cielo y en el corazón


de los Santos, jamás se oculta.

Y que los duros de corazón, tal cual ojos


enfermos al contemplar la belleza
extraordinaria del sol que cae en el ocaso,
rechazan.

Soy la Voz que en el silencio habla y que


en el bullicio del mundo, calla.

Soy la Luz que con los ojos cerrados y


mirando hacia adentro, tu alma contempla
y que a la oscuridad y miseria de tu pecado
enfrenta y vence.
Jn 8, 12: «Jesús les habló otra vez
diciendo: “Yo soy la luz del mundo; el que

Jesús
64 Madurando en la Fe

me siga no caminará en la oscuridad, sino que


tendrá la luz de la vida”».

¿Cuánto te ama Dios?


No es cuánto te ama Él, lo que te debe
preocupar. Él te amó primero y te mostró
cuán grande es su amor enviando a su Hijo
Jesús a morir por tí.

Si tuvieras alguna duda de su amor, te


bastaría levantar la mirada hacia la cruz y
cualquier vacilación tendría que
desaparecer para siempre.

Si se pudiera cuantificar su amor, y te


amases a tí mismo tan solo una centésima
parte o una mínima fracción de lo que Él te
ama, tu salvación estaría asegurada.

Recordarías siempre tu condición


de hijo de Dios, que tu cuerpo es

Jesús
Madurando en la Fe 65

templo vivo del Espíritu Santo, que fuiste


creado a Imagen y semejanza suya.

Tendrías presente que la misma huella


de Dios que subyace en ti y que revaloriza
tu dignidad a un grado que no puedes
imaginar, también se encuentra en tu
prójimo, verdadero hermano tuyo; a quien
estás vinculado, no por los lazos
corruptibles de la carne, sino por los lazos
profundos del Espíritu.

No es, por tanto, cuánto te ama Dios lo


que te tiene que preocupar, sino cuánto
peleas tú por aprender a conocerlo,
amarlo y servirlo para que guiado por Él, te
reencuentres con Él, con tu verdadera
dignidad, con la de tus hermanos y la
Creación.

Jesús
66 Madurando en la Fe

Mirar a profundidad al sagrario y a


nuestro propio corazón

Para poner en práctica lo que


predicamos necesitamos atrevernos a
mirar, a mirar ‒y mirar a profundidad, no
superficialmente‒ al sagrario y a nuestro
propio corazón.

Si no, fácilmente podemos caer en la


trampa de creer que lo que predicamos,
supuestamente ya lo vivimos y de cada
mensaje recibido de lo alto ‒tal cual, loro
enjaulado, como grabadora que no
discierne lo que recibe, sino que
simplemente todo lo repite, cuando se lo
requiere‒, nada aprovecha y para sí nada
guarda...

Jesús
Madurando en la Fe 67

“Yo he venido para que tengan vida y


vida en abundancia”

Cristo aparece a lo largo de toda nuestra


existencia temporal para que nuestra vida
‒tantas veces llena de banalidad y
vulgaridad‒ se llene de verdadera Vida y
verdadero sentido.

Venciendo la muerte, abandonando el


sepulcro, Jesús se convierte en Camino
para ser transitado; Verdad para ser vivida
y fuente de verdadera Vida.

El Señor Jesús llena de sentido nuestra


vida, que en tantos momentos de nuestra
existencia temporal parecería que agoniza,
pierde sentido y se termina.

Jesús vino al mundo a vencer la


oscuridad y la muerte, y devolvernos

Jesús
68 Madurando en la Fe

el gozo que proviene de Él y resucita y sana


nuestra pobre alma pecadora.

Dichoso aquel que ha confiado, ha


creído, ha luchado y perseverado y por eso
ha impedido que el enemigo de Dios le
quite lo que Dios ha sembrado en el
corazón de sus hijos.
Jn 10, 10: «Yo he venido para que tengan vida y
vida en abundancia».

Jn 15, 11: «Os he dicho esto, para que mi gozo


esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado».

Jn 14, 6: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida.


Nadie va al Padre sino por mí».
¿Estás en armonía con Dios?

Cuando estás en armonía con Dios,


entonces ‒y solo entonces‒ estarás
en verdadera y permanente armonía

Jesús
Madurando en la Fe 69

contigo mismo y con los demás y no al


revés.

La relación que tengas contigo mismo y


con Dios, marca la pauta para cualquier
otra relación que tengas.

Percibe el paso de Dios en tu vida

Tener visión sobrenatural es poseer la


capacidad, con el auxilio del Espíritu Santo
y a través de una ascesis continua y
perseverante, de percibir el paso de Dios
en tu vida y discernir los signos de los
tiempos en cada etapa y momento de tu
existencia.
Mt 16,3: «¡Con que sabéis discernir el aspecto
del cielo y no podéis discernir las señales de los
tiempos!»

Jesús
70 Madurando en la Fe

Rm 12, 2: «Y no os ajustéis a este mundo, sino


transformaos por la renovación de la mente,
para que sepáis discernir lo que es la voluntad
de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto».

Quien ama a Dios de verdad

Quien ama a Dios de verdad no tiene


cabida en su corazón para el odio.

Quien ama a Dios de verdad no da


cabida en su vida a la dicotomía entre fe y
vida.

Quien ama a Dios de verdad no juzga y


condena al pecador, sino que tiende su
mano, levanta y salva al caído.

Quien ama a Dios de verdad, descubre


en cada prójimo un hermano y en cada
hermano, un alma que salvar.

Jesús
Madurando en la Fe 71

Quien ama a Dios de verdad, entiende


que el lenguaje de Dios es el lenguaje del
amor y la misericordia y que para llegar al
Cielo al encuentro con Dios - que es el
Amor y Misericordia por esencia– se
requiere convertir nuestra vida y hablar
ese mismo lenguaje.

Si quieres llegar al corazón

Si quieres llegar al corazón del prójimo y


a tu propio corazón; adéntrate primero a
través del silencio y la oración en el
Corazón de Dios.

A Dios se lo “entiende” de rodillas en el


silencio y la oración

Dios es demasiado grande para caber en tu


cabeza, pero lo suficientemente
pequeño para entrar en tu corazón.

Jesús
72 Madurando en la Fe

¿Quieres entender todo de Dios con tu


corta inteligencia?

Pues te contesto lo que decía San


Agustín: «Si lo comprendes no es Dios».

A Dios se lo “entiende” de rodillas, en el


silencio y la oración, no pudiendo por esto
agotar de ninguna manera el misterio que
supone su infinitud en todas sus
perfecciones, sino más bien en aquello que
Él quiera revelarnos.

Lo infinito de Dios no puede ser poseído


por lo finito y limitado de sus creaturas.

Mt 11, 27: «Nadie conoce al Hijo sino el Padre,


y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquellos a
quienes el Hijo se lo quiera dar a conocer».

Jesús
Madurando en la Fe 73

Si lo “entiendes” no es Dios

Si dudas de la existencia de Dios porque


no lo puedes entender, te recuerdo lo que
decía con mucha razón San Agustín: «Si lo
entiendes, no es Dios».

Dios es inabarcable con nuestra pobre


inteligencia, demasiado grande entrar en
nuestra cabeza, pero por su infinito poder,
es capaz de hacerse lo suficientemente
pequeño para entrar en nuestro corazón.

Si dudas de la existencia de Dios porque


conoces que no tiene principio ni fin, y eso
se te hace ininteligible, te aclaro que si
tuviera un comienzo, o un final, Dios sería
imperfecto. El tener un comienzo es ya una
imperfección y ni qué decir de un
final. Por lo tanto no sería Dios.

Jesús
74 Madurando en la Fe

¿Quieres “entender” a Dios, en la medida


que Él quiera revelarse y por tus limitadas
capacidades puedes comprender?

Pues, he ahí un modo muy sencillo de


hacerlo: poniendo rodillas en tierra,
mirada al Cielo y en el silencio de tu diálogo
con Él, entenderás lo que de otra manera
jamás podrías entender.

¿Sabes qué es amar como Jesús ama?

Amar a la manera de Jesús es ser capaz


de tener la santa audacia que tuvo Él, de
cenar con Judas; de saber que le iba a
traicionar y tratarlo y mirarlo con el mismo
amor con el que amó a los demás.

Jesús nunca dejo de amar a ninguno de


sus discípulos y cabe recalcar que

Jesús
Madurando en la Fe 75

siempre lo hizo con la misma intensidad.

A todos ellos los hizo sujetos de su


infinita misericordia.

Él amó, y no dejó ni por un instante de


hacerlo; a Pedro, que lo negó tres veces, a
los demás que lo abandonaron cuando
más los necesitó, en la cruz; incluso, vale la
pena recalcar, al mismo Judas, que lo
vendió por treinta monedas y que con el
corazón entenebrecido por su soberbia,
nunca volvió al sendero de la luz.

¿Eres capaz de amar como el Señor te


propone con tus “propios Judas” y no dejar
de amarlos con máxima intensidad?
Mt 5, 43- 48: «Pues yo os digo: Amad a vuestros
enemigos y rogad por los que os persigan,
Para que seáis hijos de vuestro Padre
celestial, que hace salir su sol sobre malos

Jesús
76 Madurando en la Fe

y buenos, y llover sobre justo e injustos...


Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto
vuestro Padre celestial».

Jesús, el rostro visible del Dios invisible

Tú, Jesús, eres el rostro visible del Dios


invisible. El Dios lejano que se hace
cercano.

El Dios del Antiguo Testamento que dio


las tablas de la ley a Moisés para que sean
cumplidas y ahora introduces en este
corazón de piedra, el tuyo, para convertir
el mío, en un corazón de carne, a través de
la acción del Espíritu Santo, una ley nueva,
la ley del amor; no sólo para ser cumplida,
sino para ser vivida; no sólo para ser
seguida, sino para ser amada.

Jesús
Madurando en la Fe 77

Tú, Jesús, el Dios hecho hombre nos


enseñas el camino a seguir para encontrar
al Padre.

Tú haces posible que repitamos las


palabras de San Pablo, haciéndolas
nuestras en el pensar, vivir y actuar
cotidiano.
Ga 2, 20: «Y no vivo yo, sino que es Cristo quien
vive en mí; la vida que vivo al presente en la
carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me
amó y se entregó a sí mismo por mí».

Jesús dice y enseña

Escucho a muchos predicar y afirmar:


Jesús dijo y enseñó.

No dudo de la veracidad de las palabras


de tantos insignes predicadores y
evangelizadores. Pero creo que si me

Jesús
78 Madurando en la Fe

remito a la Escritura y a mi experiencia vital


de cristiano, tengo la urgencia como
testigo de lo que creo y conozco de afirmar
que Cristo no sólo dijo y enseñó, sino que
Cristo vivo y resucitado, el día de hoy: ‒
dice y enseña‒.

El cristiano vive siempre en el hoy de


Dios siempre presente y siempre actuante.
Hb 13, 8: «Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y
siempre»

Jesús
Madurando en la Fe 79

María
80 Madurando en la Fe

Buscando huellas

Quien pone a Dios en todo lo que hace


lo encontrará en todo lo que acontece.

Y el Beato Vladimir Ghika dice como


quien completa la frase anterior: “Quien
no logra encontrar a Dios en todo, corre el
riesgo, más tarde o más temprano, de no
encontrarlo en nada”.

Buscar a Dios en los acontecimientos de


cada día es tener la actitud de aquel
explorador que se interna en la
profundidad del bosque, pero no sin
observar cada detalle, cada ramita,
Madurando en la Fe 81

buscando huellas que quizás a otro


paseante no le dirían nada.

Para quien busca el plan de Dios en su


vida, cualquier detalle es una señal y una
señal con un importante significado para
su vida. Lo que Lucas nos dice en su
Evangelio acerca de Santa María
constituye una actitud vivencial suya y
modelo para nuestra vida:
Lc 2,19: «María, por su parte, guardaba todas
estas cosas, y las meditaba en su corazón».

Lc 2,51: «Su madre conservaba cuidadosamente


todas las cosas en su corazón».

AMANDO

Le pregunté a la Mater:

María
82 Madurando en la Fe

‒¿Cuál es la clave para decir “Sí”, “Fiat”,


como Ella lo hizo ante el mensaje del Ángel
enviado por Dios a anunciarle el deseo de
que sea la Madre del Mesías?

La Mater me dijo:

‒La clave para decir sí, es amar.

Y yo contesté:

‒ ¿Y Por qué no amo?

Y la Mater me replicó:

‒Porque no te dejas amar.

‒ ¿Cómo me dejo amar?

Y la Mater me respondió:

‒AMANDO
Madurando en la Fe 83

Por eso la miro a Ella

Él (Jesús) me dice que aprenda de Ella


(Santa María).

Ella me educa para que sea como Él. Yo


quiero ser como Él. Por eso la miro a Ella.

En la alegría del sí

El Sí de María es un sí que es fruto no de


una emoción, un sentimiento efímero y
pasajero, sino de un discernimiento que
brota de una actitud silente y reverente,
que le permite acoger, no sólo el anuncio
del Ángel Gabriel como mensajero celestial
enviado por Dios, sino que también siendo

María
84 Madurando en la Fe

en Ella, una actitud permanente de vida,


esto, le permite comprender en la oración
y en los hechos de la vida cotidiana los
mensajes cifrados de Dios que le llegan de
diversas maneras y en circunstancias
variadas.
Lc 2, 19: "María, por su parte, guardaba
todas estas cosas, y las meditaba en su corazón."

La “Omnipotencia Suplicante”

Nada es tan malo ‒tan malo‒ ni tan


difícil de enfrentar o sobrellevar.

Nada resulta tan ‒pero tan difícil de


conseguir‒ si quien te guía y te protege
goza del beneplácito divino, pleno y total.

Nada es difícil de realizar, cuando


quien te guía y te protege tiene como
súbditos a los ángeles, arcángeles,

María
Madurando en la Fe 85

querubines, serafines, principados y


potestades del Cielo.

No en vano la “Mater” ha sido llamada


“Omnipotencia Suplicante”, porque
cuando Ella, acudiendo a tu llamada,
intercede por ti ante su hijo Jesús, por el
amor que Él le tiene, todo se lo concede.

Acostúmbrate a pedir su intercesión y


luego dile a su hijo: Señor Jesús, yo sé que
a tu Madre, Santa María, nada le niegas. Te
pido me concedas... “.

Si lo que pides es acorde con aquello que


en el plan divino es bueno y saludable para
tu alma..., si te acostumbras a decir “Fiat”,
como Ella lo hizo al momento de conocer
por el anuncio del ángel, el mensaje
del Cielo –con plena conciencia y

María
86 Madurando en la Fe

decisión firme–, ten la certeza de que te lo


concederá.

Si se suscitan cuestionamientos en tu
alma...

Los más grandes inventos se dan en


tiempo de crisis. El ingenio humano se
despliega cuando busca respuestas, no
cuando las recibe con facilidad.

Si se suscitan cuestionamientos en tu
alma... Eso no es malo. Lo malo es que no
busques la respuesta en el sitio, tiempo y
espacio adecuado, o en la persona
adecuada.

En el momento de la Anunciación,
cuando el Ángel Gabriel le propone a
María, ser la Madre del Mesías, Ella
hace una pregunta inteligente ‒en el

María
Madurando en la Fe 87

tiempo y espacio adecuado y a quien debía


de preguntar‒: “¿Cómo será esto, puesto
que no conozco varón?” (Lc 1, 34)

Ella formula una pregunta inteligente,


adecuada a la situación y sabiendo de
Quién –en última instancia– viene la
respuesta, puesto que el Ángel es un
mensajero de Dios.

Ella acoge, guarda, medita en su corazón


el acontecimiento vivido y da una
respuesta que se convierte en la esencia y
el compromiso de toda su vida aquí en la
tierra y luego en la Eternidad.
Lc 1, 38: «Dijo María: “He aquí la esclava del
Señor; hágase en mí según tu palabra”. Y el
ángel dejándola se fue».

María
88 Madurando en la Fe

Confianza
Madurando en la Fe 89

No eres Dios

Empieza por hacer lo que puedes y no te


frustres por lo que no puedes.

No dejes de hacer lo que sí está en tu


poder y deja de vivir frustrado por lo que ‒
por el momento o quien sabe para
siempre‒, no estarás en capacidad de
realizar.

Recuerda: No eres Dios.

Tres implacables y temibles asesinos

La indecisión, el miedo y la mediocridad:


Tres implacables y temibles asesinos que
andan buscando por el mundo a las almas
cobardes, para arrebatarles su felicidad y
matar una a una sus mejores
oportunidades.

Confianza
90 Madurando en la Fe

Algo peor que no alcanzar tus metas

Hay algo peor que equivocarse: saber la


verdad y no seguirla.

Hay algo peor que no alcanzar tus metas


en la vida: no lanzarte en pos de ellas, por
miedo a fracasar.

Hay algo peor que no tener


oportunidades: tenerlas, y no
aprovecharlas.

El que no intenta cambiar por miedo a


fracasar en su intento ya cayó en lo que
tanto temía: el fracaso.

Rendirte cobardemente ante las


dificultades te convierte en culpable de las
consecuencias que se siguen, de no
haberlas enfrentado.
Mt 25, 1. 14-30: «Porque a todo el que tiene,
se le dará y le sobrará; pero al que no tiene,
aun lo que tiene se le quitará. Y a ese siervo

Confianza
Madurando en la Fe 91

inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será


el llanto y el rechinar de dientes».

Si optas tontamente por pelear con


Dios

Si optas tontamente por pelear con Dios,


rechazando su divino plan... Piénsalo: Si le
ganas, pierdes... y si pierdes, ganas.

Si optas por competir con Dios en ser


generoso al darte por entero a su divina
voluntad... Prepárate para sorprenderte:
Estás compitiendo con un contendiente
imposible de vencer.

Él jamás se dejará ganar en generosidad.

En tus luchas, es Dios quien pelea por ti,


no estás solo.

Confianza
92 Madurando en la Fe

Hay miedos por enfrentar

Hay miedos que paralizan y miedos que te


avisan.

Retos por enfrentar y desafíos que


aceptar.

La misma tormenta, el mismo huracán

La misma tormenta, el mismo huracán ‒


que amenaza arrancar de cuajo un árbol‒
es la que vuelve fuerte sus raíces y tronco;
aunque algunas ramas, que bien sabemos,
volverán a crecer, sean arrancadas durante
el vendaval.

Las mismas tempestades que hunden


barcos en alta mar, son las que convierten
marineros neófitos en expertos
marineros, y capitanes de barco, a
quienes logran enfrentarlas y luego,
gracias a su experiencia vivida,
ayudan a otros a saber vencerlas...

Confianza
Madurando en la Fe 93

Mientras hay vida hay esperanza

Nadie es tan bueno ‒tan bueno‒ que no


pueda corromperse, ni tan malo ‒ tan
malo, tan malo‒ que no pueda convertirse.

Mientras hay vida hay esperanza.


Lc 15, 21 -24: "El hijo le dijo: "Padre, pequé
contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado
hijo tuyo." Pero el padre dijo a sus siervos: "Traed
aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo
en su mano y unas sandalias en los pies. Traed el
novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos
una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha
vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado."
Y comenzaron la fiesta."
Esperar en Dios, no es lo más fácil, pero
sí lo más seguro
No cometas el error de renunciar a
seguir el camino que Él te muestra, solo
porque las cosas se pusieron difíciles.

Tenlo presente: si vale la pena, no será


fácil.

Confianza
94 Madurando en la Fe

Insistir, persistir, resistir y nunca desistir,


es clave para llegar a nuestra meta.

En las cosas que se refieren a Dios, la


única lucha que se pierde es la que se
abandona.

Problemas, dificultades, caídas,


contradicciones...

¿Problemas? ¿Dificultades que generan


miedo y desesperanza en tu manera de
ser, pensar y actuar? ¿Caídas que te hacen
dudar de lograr ‒con tus pobres fuerzas y
conocimientos‒, la tarea por Dios a ti
encomendada y enfrentar tus
responsabilidades en una misión, que por
todo esto, no quieres asumir?

Todos aquellos problemas,


dificultades y caídas, no son motivo
para retroceder; son parte de tu
aprendizaje.

Confianza
Madurando en la Fe 95

Así como en las aves, son las alas las que


le permiten volar, tu aprendizaje de esos
problemas, dificultades, caídas,
contradicciones y responsabilidades
asumidas y aceptadas, son las que te
permitirán volar por encima de lo
ordinario y la vulgar mediocridad de una
humanidad que ha perdido de vista su
horizonte de grandeza, su admirable
dignidad de hijos de Dios.

¿Te pesan tus problemas y caídas? Sí, es


posible... las alas pesan a las aves también,
pero tus tribulaciones, problemas y
contradicciones son “tus alas” que te
permitirán disfrutar de un cielo que
sobrepasa la imaginación y poder tocar
algún día, el Corazón de Jesús y de Santa
María; atraer muchas, muchas almas
hacia Dios y gozar de una visión de la
Realidad vedada a los que rechazan
los dones que de lo alto han recibido.

Confianza
96 Madurando en la Fe

En este mismo sentido podríamos decir


entonces que las personas no progresan,
no se superan porque les falten dones,
talentos o capacidades para conseguir sus
objetivos, sino porque les sobra miedo.

Tus victorias de hoy

Tus victorias de hoy no son otra cosa que


los “SUEÑOS DE AYER”, por los cuales no
dejaste de luchar a pesar de las muchas
veces que ‒ en lo profundo de tu ser‒
percibiste el ponzoñoso aguijón de la
tentación, del cansancio, del desaliento, de
la desesperanza, de la traición y el
abandono ‒incluso de muchos de los que
más esperabas y en los que más
confiabas‒.

Ante el fragor de la batalla del día a


día por conseguirlos, jamás aceptaste,
jamás pensaste en dejarlos y jamás
dejaste de confiar en Jesús y la

Confianza
Madurando en la Fe 97

poderosa intercesión de su Madre Santa


María, anclándote, aferrándote
fuertemente a Ellos, para alcanzarlos.

Solo los que intentan caminar, caen.

Cuando caigas, acuérdate: Solo los que


intentan caminar, caen. Caer está
permitido ¡Levantarse es obligatorio! Caerte
una y otra vez puede ser doloroso; no te
voy a decir lo contrario y la tentación de
quedarte caído, estará siempre ahí.

El dejarte vencer por ella te convertiría


en un cobarde y en un perdedor.

Levantarte después de cada caída ‒ no


importa cuántas veces sea necesario‒ te
convierte en un valiente, y en un ganador,
aunque el éxito en la tarea
emprendida no sea inmediato.

Dios no te ha llamado a tener


éxito en todo lo que emprendes,

Confianza
98 Madurando en la Fe

‒y esto incluye tu lucha diaria contigo


mismo por ser cada día mejor y más
cercano a Dios‒, sino a ser perseverante y
fiel en tu lucha hasta las últimas
consecuencias, sabiendo que el Señor no
engaña cuando te dice: “el que persevere
hasta el fin, ése se salvará” (Mt 10,22).

Nunca confundas...

Nunca confundas al viento con un


tornado.

Un error con un horror.

Una caída con un fracaso.

Una batalla perdida con una guerra


perdida. Porque cuando Dios se lleva algo
de tu vida, siempre trae algo mejor y lo que
hoy parece un problema grande, mañana
será una gran bendición.

Confianza
Madurando en la Fe 99

No te preocupes por la “puerta” que se


cerró. Dios te abre muchas “ventanas”.

¡Espera! La calma volverá.

«Ten por cierto que si a Dios un alma le


es grata, más la pondrá a prueba. Por
tanto, ¡Coraje! y adelante siempre, ya que
por muy altas que sean las olas, el Señor es
más alto. ¡Espera! La calma volverá».
(Santo Padre Pio)

Las pruebas te hacen fuerte, las penas te


hacen humano.

Los fracasos te hacen humilde y Dios te


mantiene en pie.

Cada dolor te hace más fuerte, cada


traición, más inteligente.

Cada desilusión, te hace más hábil y


cada experiencia te hace más sabio.

Confianza
100 Madurando en la Fe

No olvides en los momentos de


confusión de orar al Señor y dile:

‒Si alguna vez pierdo la esperanza,


ayúdame a recordar que tus planes,
Señor, son siempre mejores que los
míos.‒

Si tú colaboras con Dios, para que éstos


se realicen en ti, con certeza lo
conseguirás.

Después de la caída...

Después de la caída, no pienses que no


tienes perdón, al contrario..., el perdón es
para ti.

Jesús rebate lo que con pesimismo tantas


veces piensas y te dice:
Jn 3,17: «Porque Dios no mandó su Hijo al
mundo para condenar al mundo, sino
para que el mundo se salve por Él».

Confianza
Madurando en la Fe 101

Después de la caída, no te quedes en el


suelo pues no fuiste creado para el fracaso.
Te lo dice la Palabra de Dios:

1 Tm 2, 3-4: «Dios, nuestro Salvador, quiere que


todos los hombres se salven y lleguen al
conocimiento pleno de la verdad».

Después de la caída, no creas que vales


poco, pues vales el sacrificio de Jesús en la
Cruz. Te lo dice la Palabra de Dios:
1 Pe 1, 18-19: «Habéis sido rescatados de la
conducta necia heredada de vuestros padres,
no con algo caduco, oro o plata, sino con una
sangre preciosa, como de cordero sin tacha y sin
mancilla, Cristo».

Después de la caída, no te sientas lejos


de tu Creador, pues es cuando más cerca
está Él de ti, invitándote a regresar.
No te creas indigno de mirar al cielo,
pues Él mismo se abre para que
tengas paz y perdón. Jesús te dice:

Confianza
102 Madurando en la Fe

Lc 19, 19: «El Hijo del hombre ha venido a buscar


y salvar lo que estaba perdido».

Después de la caída, levántate y sigue,


pues caer no es fracasar sino
perfeccionarse al levantarse.
Mt 24, 13: «Pero el que persevere hasta el fin,
ése se salvará».

¿Y qué esperas para levantarte?

¿Me dices que estás caído porque tus


múltiples problemas y pecados
recurrentes te agobian?

¿Y qué esperas para levantarte?

Los problemas no se solucionan ni


llorando ni quejándose.

Ponte en pie y afronta el problema


con valentía.

No permitas que el enemigo de


Dios se burle y ría de ti, te quite tu don

Confianza
Madurando en la Fe 103

de “Soldado de Cristo” y te llame: Alma


cobarde, desertor, bueno para nada.

Toma ya las “Armas de la Luz”, que Dios


te ha obsequiado.

Acude a Santa María ‒con Rosario en


mano‒ al Señor en silenciosa actitud
orante, a recibir su perdón a través de un
instrumento suyo en el confesionario.

Recobra tus fuerzas uniéndote


nuevamente a Él, donde late el Corazón de
Cristo: en la Santa Eucaristía.

Fija tu meta, busca un guía y consejero y


¡a la batalla nuevamente!

La paz del Espíritu, trae serenidad en las


tempestades

La paz del Espíritu es la de aquellas


almas que viven continuamente en la

Confianza
104 Madurando en la Fe

presencia de Dios, enfrentando


tempestades, pero con serenidad extrema.

Son almas que confían y conocen que el


Señor no abandona a quienes le buscan
con corazón sincero y mejor que nadie, ‒
en el momento que Él conoce es el más
adecuado‒, enfrenta y calma nuestras
tempestades.

Esa serenidad en la tempestad, que Dios


nos transmite cuando anclamos nuestro
corazón en Él, no significa pasividad ante
las dificultades, sino confianza en su Hijo
Jesús y esfuerzo máximo de nuestra parte,
anclados siempre en su Sagrado Corazón y
tomados de la mano de Santa María, su
Madre.

Que tengas problemas no es motivo


para rendirte

Caer al agua no ahoga a nadie.

Confianza
Madurando en la Fe 105

Permanecer sumergido en ella y no


hacer nada para salir es lo que ocasiona
la tragedia.

¿Sientes que los problemas te ahogan?


¿Crees que es demasiada la presión que
tienes que soportar?

Recuerda ‒o si no lo sabes te lo digo‒:


Un diamante no es otra cosa que un
carbón, que en las entrañas de la tierra, es
sometido a presiones inimaginables, ¡Y
como brilla! ¡Y qué hermoso es!

Que tengas problemas no es motivo


para rendirte, peor aún para dejar de
sonreír.

Que sea difícil enfrentar una dificultad


no significa que sea imposible de
vencer.

Y si es posible, entonces ¡qué


esperas para empezar la lucha?

Confianza
106 Madurando en la Fe

Todo es posible cuando te esfuerzas y


doblas rodillas para pedir iluminación y
fuerza de lo alto.

Nada se podrá realizar sin auxilio de lo


“Alto”. Nada sin tu esfuerzo y
perseverancia.
Mt 24, 13: Pero el que persevere hasta el fin, ése
se salvará.
Confiar en Dios

Confiar en Dios no necesariamente


implica que hayas entendido la totalidad o
a plenitud su divino plan.

Confiar en Él es entender que ‒aún en


los momentos de máxima oscuridad‒ si tu
espíritu permanece anclado en un “Fiat”
que busca emular el que pronunció
Santa María al mensajero divino, el
arcángel Gabriel, en el momento de la
Anunciación, todo lo que suceda está
bajo su control y será siempre para

Confianza
Madurando en la Fe 107

bien de tu alma, para tu aprendizaje y


santificación.

Recuerda: La voluntad de Dios es buena,


justa, y agradable.
Rom 12, 2: “Y no os acomodéis al mundo
presente, antes bien transformaos mediante la
renovación de vuestra mente, de forma que
podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo
bueno, lo agradable, lo perfecto.”

Pedro y los demás discípulos, al


comienzo no ¿Entendieron el plan divino?
Jn 6, 68-69: «Señor, ¿dónde quién vamos a ir?
Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros
creemos y sabemos que tú eres el Santo de
Dios.»

Estas palabras las pronuncia Simón


Pedro cuando el Señor ‒después de
haber dado lo que se conoce como el
discurso eucarístico‒, se encuentra
con que un nutrido grupo de sus

Confianza
108 Madurando en la Fe

discípulos, al no comprender sus palabras


se alejan y separan del Maestro.

Simón, Pedro, estoy seguro, que


tampoco entendía a plenitud lo que el
Señor estaba diciendo, sin embargo, lejos
de huir del Señor, cuando Él les pregunta a
los doce, tiene aquellas memorables
palabras, dignas de ser cinceladas en
bronce y esculpidas en todos los
corazones: «Señor, ¿dónde quién vamos
a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y
nosotros creemos y sabemos que tú eres el
Santo de Dios.»
Convierte…

Convierte los obstáculos en desafíos; los


momentos difíciles, las
circunstancias humanamente
trágicas, en oportunidades para
aprender a luchar y vencer las
adversidades, que ‒de una u otra

Confianza
Madurando en la Fe 109

manera‒ son parte de la vida de todos


aquellos que compartimos nuestra
existencia en este mundo.

Convierte los momentos de dolor en


ocasión para purificar tu alma, uniendo tu
dolor, al dolor de Cristo en el madero de la
cruz.

Ofrece cualquier sufrimiento


padezcas, físico o espiritual,
por salvación de las almas y la tuya
propia, en reparación de tus pecados y
los del mundo entero.

En fin, convierte cualquier adversidad,


cualquier problema por terrible que
parezca, en ocasión para aprender, para
madurar, y fortalecer tu confianza en
Dios, ya no fundamentada en falsas
seguridades humanas, que en algunas
etapas de la vida, parecen
inamovibles y que Dios mismo, por tu

Confianza
110 Madurando en la Fe

propio bien, en algunas ocasiones permite


que desaparezcan; sino enraizada en Aquel
que no te falla, la Roca firme, nuestro
Señor Jesucristo.
Rm 8, 31-39: «Por tu causa somos muertos todo
el día; tratados como ovejas destinadas al
matadero. Pero en todo esto salimos vencedores
gracias a aquel que nos amó».

¡Levantarse es obligatorio!

Caer está permitido. ¡Levantarse es


obligatorio!

Puede ser un héroe tanto el que triunfa


como el que muere en la batalla, pero
jamás el que abandona el combate; al que
hace esto, se le llama o cobarde o traidor.

Por otro lado, el hombre que se levanta


cuantas veces sea necesario, es aún más
grande que el que nunca ha caído.

Confianza
Madurando en la Fe 111

Estar anclado en Dios

La tentación se hace más fuerte e


insoportable cuando no estás anclado a un
ideal elevado que marque el rumbo de tu
vida y a “Alguien” más fuerte que tú.

Dios no te creó para que seas pisoteado


por la tentación, sino para que tú la
pisotees a ella y le hagas saber que mayor
es el Dios Todopoderoso, el cual está en ti
y es en quien te has anclado, que cualquier
pecado o tentación que te agobia.

Estar anclado en Dios y en un ideal


superior ‒la santidad‒, implica ser radical
en tu opción, y estar atento al Plan divino.

¿Y qué significa ser radical en tu opción?


Pues, que no pongas un signo de
interrogación donde Dios ya puso un
punto final.

Confianza
112 Madurando en la Fe

No importa la fuerza de la tormenta,


cuando estás con Dios, siempre hay un
arco iris esperándote cuando el vendaval
amaine su ímpetu.

Dios tiene todo bajo control

Esos mismos vientos huracanados que


amenazan sacar de raíz los árboles, es el
mismo viento que los vuelve fuertes para
enfrentar futuras tempestades y
vendavales.

A veces, nuestra mirada humana e


imperfecta mira los sucesos de la vida e
interpreta como desgracia lo que en
realidad constituye una bendición de Dios
para nosotros, y una manera de salvar el
alma de sus hijos.

Confianza
Madurando en la Fe 113

Dios tiene todo bajo control, Él sabe lo


que hace.
Rm 8, 28: “También sabemos que Dios dispone
todas las cosas para bien de los que lo aman, a
quienes él ha escogido y llamado.”

Confianza
114 Madurando en la Fe

Valentía
Madurando en la Fe 115

Diferencia entre una meta y un sueño

¿Sabes cuál es la diferencia entre un


sueño y una meta?

Una meta es un sueño con una fecha


concreta para convertirse en realidad.

Un sueño es solo un sueño, algo que está


fuera de la realidad

Así que, ¡atrévete a soñar, pero atrévete


también a esforzarte, por lograr que esos
sueños se hagan realidad!

Apunta hacia la luna, pues si te


equivocas, no hay problema, porque irás a
parar a las estrellas.

Y cuando te pongas una meta difícil, o


creas que tienes un sueño imposible,
el éxito es sólo la recompensa, pues lo
que vale es el esfuerzo.

Valentía
116 Madurando en la Fe

Si tienes un sueño, debes conservarlo.

Si quieres algo, sal a buscarlo, y punto.

¿Sabes?, la gente que no logra conseguir


sus sueños suele decirles a los demás que
tampoco cumplirán los suyos.

Con Dios y siendo obediente a su Plan,


todo se puede.

Cuanto más duro sea el camino más dulce


será el reposo

Dios no te hubiera dado la oportunidad


de soñar en ese algo tan bueno en tu vida,
sin darte también la capacidad de
convertir ese mismo sueño en realidad.

Para convertir tu sueño en realidad


necesario combatir contra todo
aquello que desde dentro, tu
egoísmo, tu pereza, tu pasividad, tu
soberbia, tu falta de confianza en

Valentía
Madurando en la Fe 117

Dios, etc., pretende injustamente


arrebatártelo.
Sé que combatirse a sí mismo es la
guerra más difícil.

Pero sé también que vencerse a sí


mismo es la victoria más bella.

Hay quienes luchan un día y son buenos.

Hay quienes luchan un año y son


mejores.

Hay quienes luchan toda la vida y esos


son imprescindibles, esos son realmente
admirables, valientes y dignos de seguir su
ejemplo.

¿En qué grupo estás tú?

“Inténtalo una vez más”

Cuando el mundo dice: “Ríndete”,


la esperanza murmura: “Inténtalo
una vez más”.

Valentía
118 Madurando en la Fe

Cuanto más duro sea el camino más


dulce será el reposo.

La vida es un combate que hay que


convertir en una fiesta.

No te des por vencido.

Piensa que si Dios te ha dado la vida es


porque sabe que tú puedes con ella.

La verdadera sabiduría

La verdadera sabiduría no está en la


cantidad de conocimientos valiosos que
has adquirido, sino en la forma en la que
aplicas y vives coherentemente en base a
esos conocimientos, para tu propio bien, el
de tu familia y del entorno en que te
desenvuelves.

La verdadera sabiduría no está en la


cantidad de palabras bonitas que
pronuncias, sino en la manera en que

Valentía
Madurando en la Fe 119

con tu vida, palabras y consejos, edificas la


vida de las personas que te rodean y tu
propia vida.

La verdadera sabiduría no está en la


cantidad de conocimientos que hayas
aprendido en las grandes universidades
del orbe, sino en el amor con el que sales
al encuentro de tus hermanos y que
manifiestas desde lo más profundo de tu
ser y no como resultado de conocimientos
aprendidos en los libros, sino como fruto
de una profunda vivencia de encuentro y
cercanía de Dios.
St 3, 13.17: «¿Hay entre vosotros quien tenga
sabiduría o experiencia? Que muestre por su
buena conducta las obras hechas con la dulzura
de la sabiduría. La sabiduría que viene de lo alto
es, en primer lugar, pura, además pacífica,
complaciente, dócil, llena de compasión y
buenos frutos, imparcial, sin hipocresía».

Valentía
120 Madurando en la Fe

Lo que cuenta para Dios

Para Dios cuentan los esfuerzos no los


resultados.

Si das tu máximo esfuerzo en vivir el plan


divino, lo que tú podrías creer un fracaso,
Dios lo considera un triunfo.

Unas veces ganas, y aprendes.

Otras, simplemente aprendes.

Pero el hijo de Dios, que vive y actúa al


amparo del Altísimo, nunca pierde.

Tu esfuerzo total es una victoria


completa.

El que permanece sentado, no sufrirá


derrotas, pero…

Un error en tu vida no significa una


vida de errores.

Valentía
Madurando en la Fe 121

Una batalla pérdida no significa una


guerra pérdida.

El equivocarse es humano, el rectificar


es propio de hombres y mujeres de
verdad.

El que permanece sentado, impasible,


ante el mundo que se cae ante sus narices,
no sufrirá derrotas peleando por cambiar
lo que en él está sucediendo, pero
tampoco experimentará el gozo del triunfo
de los que sí se atrevieron a luchar, para
poner su huella en el mundo y al salir de él,
dejarlo un poco mejor de lo que estaba
cuando entraron en él.

El que quiera ganar algo, primero tiene


que estar dispuesto a perderlo todo.
‒Sólo un riesgo verdadero prueba la
realidad de una creencia‒ (C.S Lewis)

Valentía
122 Madurando en la Fe

“Flojera hoy, fracaso mañana”

Tu flojera de hoy para enfrentar las


dificultades es tu fracaso del mañana.

Tu esfuerzo constante en adquirir


nuevos conocimientos y coherencia en lo
que haces y realizas hoy, es lo que te
llevará al triunfo mañana.

No tomes decisiones apresuradas

No tomes una decisión permanente


basada en una emoción temporal.

Nunca tomes decisiones que conllevan


algo importante o de carácter permanente
en tu vida, ni en medio de una tempestad,
ni en un momento de mucha euforia.

Tal tipo de decisiones se toman con


cabeza fría y consultando a Dios.

Tropiezan solo los que caminan

Valentía
Madurando en la Fe 123

Tropiezan solo los que caminan en pos


de un ideal y se levantan.

Quien nunca ha caído es porque nunca


ha intentado nada, y ha permanecido
virtualmente sentado esperando que las
circunstancias “como por arte de magia”
cambien lo que solo él, con decisión,
puede conseguir.

La valentía de un hombre

La valentía de un hombre no se mide por


el miedo que siente ante el peligro que le
amenaza, sino en su decisión para vencerlo
y enfrentarlo.

La nobleza, la valentía, la grandeza de un


hombre, no se miden por la cantidad de
triunfos acumulados a lo largo de su
vida, sino por la cantidad de veces en
las que venció sus miedos, enfrentó
sus tentaciones y se levantó de sus
derrotas.

Valentía
124 Madurando en la Fe

El valor de un alma no se mide por la


mayor o menor cantidad de pecados
cometidos a lo largo de su vida, sino por el
precio que por ella pago el Señor Jesús, en
el calvario al derramar su sangre y morir en
la cruz por su salvación eterna.

No importa cuán grande haya sido tu


pecado, más grande es el amor de Dios
hacia ti.

Él anhela tu arrepentimiento y propósito


de enmienda para poder devolverte la paz
que tu corazón ansía.

Quiere devolverte tu identidad ahora


resquebrajada, que impide que te
reconozcas en tu verdadera dignidad; la
herencia de Vida Eterna que espera
por ti y que por tus pecados, corre
peligro de perderse para siempre.

Valentía
Madurando en la Fe 125

Para moldear tu carácter

Las adversidades que has enfrentado, y


los obstáculos que has vencido, fueron
usados por Dios para moldear tu carácter,
para hacerte fuerte, para darte sabiduría,
humildad y para abrirte los ojos del
espíritu.

Hoy sabes quién eres, hoy sabes a dónde


Dios tiene un plan para ti, por lo tanto,
nunca te des por vencido.

Ausencia de guerra, presencia de Dios

La paz no significa ausencia de guerras


fuera de ti, significa presencia de Dios en
tu corazón.

La victoria no es
la ausencia de problemas
en tu vida; es la presencia del poder
de Dios en medio de ellos.

Valentía
126 Madurando en la Fe

Ser perseverante consiste en…

Ser perseverante, no consiste en que


nunca se te va a venir a la cabeza la idea de
rendirte y tirar la toalla en la lucha por tus
ideales y metas, por más elevadas que
sean.

Ser perseverante consiste en ser lo


suficientemente valiente e inteligente para
no dejarte llevar por esas ideas pesimistas
e insensatas…

Ser perseverante no consiste en nunca


caer.

Ser perseverante consiste en volverte a


levantar siempre.
Mt 24, 13: «Pero el que se mantenga firme hasta
el fin, ése se salvará».

2 Tm 4, 7-8: «He competido en la noble


competición, he llegado a la meta en la carrera, he
conservado la fe». "Y desde ahora me aguarda la
corona de la justicia que aquel Día me entregará el

Valentía
Madurando en la Fe 127

Señor, el justo Juez; y no solamente a mí, sino


también a todos los que hayan esperado con amor
su Manifestación."
No existiría

No existiría la valentía, si no existiera el


miedo.

No podríamos hablar de verdadera


confianza en Dios, si no hubiera
tempestades que enfrentar.

No hay malos momentos, sino malas


reacciones...

No conviertas un mal momento del día,


en un mal día lleno de malos momentos.

Por tu mala actitud, por tu mala


reacción ‒ante un sólo “mal
momento” del día‒ echas a perder
buenos momentos en familia, en tu
grupo de amigos, en tu oficina y en tu
entorno habitual.

Valentía
128 Madurando en la Fe

Ten en cuenta que no hay


verdaderamente malos momentos, sino
actitudes malas ante momentos y
situaciones de nuestra vida.

Haz que tu sonrisa cambie tu entorno y


no permitas que tu entorno cambie tu
sonrisa.
Ef 4, 26-27: «Si os airáis, no pequéis; no se
ponga el sol mientras estéis airados, ni deis
ocasión al Diablo»

St 1,19-20: "Tenedlo presente, hermanos míos


queridos: Que cada uno sea diligente para
escuchar y tardo para hablar, tardo para la ira."
«La ira del hombre no obra la justicia de Dios»

Mt 5, 21-22: «Todo aquel que se encolerice


contra su hermano, será reo ante el tribunal»

Rm 12, 21: «No te dejes vencer por el mal;


antes bien, vence al mal con el bien»

Valentía
Madurando en la Fe 129

Si encontraste el sonido de tu tambor

Si encontraste el sonido de tu tambor


afina el oído, aprende y enseña a otros a
escuchar y tocar su propio instrumento.

El sonido de tu tambor es el sonido de tu


voz interior, de los anhelos puestos por
Dios dentro de ti para ser escuchados,
entendidos y transmitidos, no ignorados...

La creencia

La creencia es lo que sostiene en el


tiempo el criterio aprendido.

Enciende el anhelo apasionado; únelo al


conocimiento y ponlo en acción en
esfuerzo continuado... A esto se llama el
practicar las virtudes.

Esta “creencia” lleva al hombre a la


santidad y a vivir lo anhelado.

Valentía
130 Madurando en la Fe

Con lucha y esfuerzo

No hay emoción más intensa que haber


logrado algo después de un gran esfuerzo.

No existe alivio superior a la hora de


dormir, que haber trabajado lo suficiente
para alcanzar ese objetivo…

No encontrarás mayor placer que decir ‒


hice realidad mi sueño‒, con sacrificio,
valor y determinación.

Pues la verdad es que nadie te regala


nada y si así fuera, no tendría el mismo
sabor a éxito que tiene el haberlo conseguido
con lucha y esfuerzo.

Acciones vs. Intenciones

La acción más pequeña


realizada con decisión y convicción es
mejor que la intención sin realizar
más grande no realizada por flojera e
indecisión.

Valentía
Madurando en la Fe 131

Decídete

Los cobardes nunca se deciden, jamás


empiezan y sufren un millón de veces en su
imaginación, pensando en aquello que
quisieran realizar, y no se atreven a
hacerlo.

Los débiles de carácter quizás empiezan,


pero ante las dificultades se amedrentan, y
dan marcha atrás.

Son sólo los valientes, los triunfadores,


los campeones, los que se deciden a luchar
por sus sueños, los que no se amedrentan
ante las dificultades, los que perseveran
con mayor ahínco y entusiasmo al
enfrentar las tempestades y culminan sus
batallas alcanzando sus sueños.

Valentía
132 Madurando en la Fe

Conócete a ti mismo

Un enemigo aparentemente invencible


se hace vencible, cuando deja de ser
invisible y se hace visible.

Conócete a ti mismo, cultiva tus


virtudes, y día a día esfuérzate por hacerlas
creer. Despliégate hacia Dios y el prójimo a
través de ellas.

Reconoce tus debilidades y limitaciones,


enfréntalas y después desafíalas.

Trabaja tus debilidades, hasta que se


conviertan en fortalezas.

El cobarde sufre mil veces; el valiente, una


sola vez

El miedo es vencido y termina


cuando te atreves a enfrentarlo.

Valentía
Madurando en la Fe 133

El cobarde sufre mil veces dándole


vueltas en su cabeza a la decisión que
tanto teme tomar.

El valiente sufre una sola vez; aunque


siente igual temor por la decisión que duda
tomar...

Reflexiona, piensa, analiza los pros y los


contras, ora en silencio para escuchar a
Dios, pide consejo si es necesario a alguna
persona sabia, prudente y piadosa y actúa
en consecuencia.

El que no arriesga no gana.

El que no se decide, ya perdió.

Y el que se decide y lucha con Dios como


aliado, al final no será vencido.

Buen comienzo

¿Tienes una motivación clara? Buen


comienzo.

Valentía
134 Madurando en la Fe

Genera el hábito para mantener la llama


encendida en tu corazón.

Entonces y sólo entonces, habrás


empezado tu camino al triunfo.

No le pongas límites a los sueños de Dios

Los límites que ponemos a los sueños que


suscita Dios en nuestras almas son –en la
mayoría de los casos– miedos no
superados, criterios y paradigmas
aprendidos, falta de confianza en sí mismo
y en Dios.

Valientes y cobardes

Valientes y cobardes sienten miedo ante


el peligro.

Los primeros, lo enfrentan.

Los segundos son sus esclavos


asiduos y también del fracaso

Valentía
Madurando en la Fe 135

continuo que de aquella actitud se sigue.

Cuidado al juzgar te pones a ti mismo


como medida de lo que vez

No confundas las intenciones de tu


prójimo con tus interpretaciones
subjetivas y llenas de prejuicios de sus
acciones. Cuidado al juzgar las intenciones
de los demás, te pones a ti mismo como
medida de lo que vez. Hay dos refranes
que lo explican bien: “Cada ladrón juzga a
los demás por su propia condición” y “El
que es un don Juan, no creerá jamás en la
castidad de los monjes.”
Lc 6, 37: «No juzguéis y no seréis juzgados, no
condenéis y no seréis condenados; perdonad y
seréis perdonados».

Es tiempo de elegir y decidir

Ya no es tiempo de dilación, es
tiempo de elegir y decidir entre el ‒

Valentía
136 Madurando en la Fe

Fiat‒ de Santa María y el ‒Non serviam‒ de


Lucifer.

¿Por qué el abejorro vuela?

La NASA emitió un informe en base a un


estudio sobre el abejorro, según el cual, es
imposible ‒aerodinámicamente‒ que el
abejorro pueda volar.

Pero, la experiencia nos muestra que el


abejorro vuela ¿Cómo lo hace?

Según la NASA: “Es imposible que el


abejorro vuele”.

¿Sabes por qué el abejorro vuela?

Porque ‒gracias a Dios‒ no leyó nada


sobre aquello que decían los “expertos”
acerca de su capacidad para volar.

¿Cuántos “no eres capaz” has


escuchado en tu vida?

Valentía
Madurando en la Fe 137

¿A cuántos has hecho caso?

El ciego Bartimeo, se hizo el sordo a las


voces que pretendían callarlo y mira lo
que sucedió:
Mc 10, 46 – 52: "Llegan a Jericó. Y cuando salía
de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una
gran muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo),
un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino.
Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a
gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de
mí!» Muchos le increpaban para que se callara.
Pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten
compasión de mí!» 49. Jesús se detuvo y dijo:
«Llamadle.» Llaman al ciego, diciéndole: «¡Animo,
levántate! Te llama.» Y él, arrojando su manto, dio
un brinco y vino donde Jesús. Jesús, dirigiéndose a
él, le dijo: «¿Qué quieres que te haga?» El ciego le
dijo: «Rabbuní, ¡que vea!» Jesús le dijo: «Vete, tu fe
te ha salvado.» Y al instante, recobró la vista y le
seguía por el camino."

Valentía
138 Madurando en la Fe

Optimismo no es pasividad

Una cosa es ser optimista y otra muy


diferente es esperar pasivamente la
realización de un sueño que nunca te
decidiste a hacer realidad.

Las travesías que realizas en la vida, por


más largas que sean, requieren siempre de
un primer paso decidido y valiente en
dirección a tus objetivos.
Bien decía Einstein «Si quieres obtener
resultados distintos no hagas siempre lo
mismo».

El mismo viento

El mismo viento que la mecha de llama


vacilante apaga, es el mismo viento que
enciende la fogata que se extingue.

Es el mismo viento que eleva la


cometa hacia lo alto.

Valentía
Madurando en la Fe 139

Es el mismo viento que mueve las copas


de los árboles.

Es el mismo viento que refresca a aquel


a quien el calor agobia.

No seas como la mecha aquella, cuya


llama vacila ante la brisa…

Sé como la fogata que el ímpetu del


viento enciende.

Sé como las cometas, que apuntan hacia


el cielo cuando el viento arrecia.

Sé como las copas de los árboles, que se


mueven ante el vendaval pero no se dejan
arrancar de donde se hallan…

Y así como a quien el calor agobia, la


brisa le refresca ante las dificultades ‒
que son vientos en contra‒ que la
brisa del Santo Espíritu de Dios te
aliente y fortalezca.

Valentía
140 Madurando en la Fe

Con Dios, el lenguaje es ¡Sí, sí; no, no!

¡Puede ser! ¡Tal vez! ¡Quién sabe!

Cuando no dices ni sí ni no, cuando


respondes con un tal vez –en realidad–
estás diciendo que no.

Con Dios, el lenguaje es ¡Sí, sí; no, no!


¡Todo lo que este fuera de este margen
deja de ser verdadero dialogo! ¿Entiendes
eso?
Mt 5, 37: «Sea vuestro lenguaje: “Sí, sí”; “no,
no”: que lo que pasa de aquí viene del Maligno».

Añade pasión.

Si no añades pasión a tus sueños, estos


dejarán de ser anhelos para convertirse en
meras ideas interesantes y
eventualmente recuerdos frustrantes
de algo que pudo ser, no es y ya no
será.

Valentía
Madurando en la Fe 141

La pasión por alcanzar tu meta, para que


se convierta en éxito y triunfo, requiere ser
mayor que tu temor a no conseguirlo.

Lo que nos estábamos perdiendo

Muchas veces dar el paso y optar por lo


bueno cuesta, porque nos da miedo el
cambio.

Porque la mentira con la que hemos


embotado el alma, de que el mal ofrece un
“refugio agradable” se ve más cómoda; o
simplemente, porque consideramos el
reto del cambio como algo que nos queda
muy grande.

Pero no es sino hasta que nos decidimos,


de verdad, por lo bueno y verdadero, que
nos damos cuenta de todo aquello
que nos estábamos perdiendo...

¿En qué pones tu atención?

Valentía
142 Madurando en la Fe

El mediocre pone su atención en el


esfuerzo que tiene que realizar para
conseguir una meta elevada y se desanima
ante el obstáculo.

El líder pone su atención en lo grande y


maravilloso de la meta a obtener y
convierte el obstáculo en desafío y –como
cristiano– en oportunidad para crecer en el
espíritu y fortalecer la decisión tomada.

Nunca hay un esfuerzo que sea


demasiado grande, cuando el objetivo que
te impulsa es un amor grande.

No se puede vivir sin rumbo

Decía Goethe, poeta, novelista,


dramaturgo y científico alemán: «Creo que
la cosa más importante en este mundo no
es dónde estamos sino en qué dirección
nos movemos».

Valentía
Madurando en la Fe 143

No se puede vivir sin rumbo, no se puede


vivir sin sentido, y el sentido de la vida, el
misterio del hombre, no puede ser
entendido sino a la luz de Aquel que lo
creó.

No puedes ignorar tu destino


trascendente sin traicionar tú humanidad.

Las palabras de Pedro dirigidas al Señor


esclarecen lo que digo: “Señor, ¿dónde
quién vamos a ir? Tú tienes palabras de
vida eterna” (Jn 6, 68)

La verdadera y falsa confianza en sí mismo

La verdadera confianza en sí mismo,


proviene de la firme certeza de que eres
hijo de Dios.

Porque Él te ama con infinito


y eterno amor de Padre, te
protegerá en la adversidad; te
fortalecerá en tu debilidad, te

Valentía
144 Madurando en la Fe

iluminará el espíritu en los momentos de


confusión y oscuridad y cuando caído
estés, su ayuda te dará.

Si tu confianza en ti mismo está fundada


en tus virtudes, inteligencia, fuerza de
carácter, habilidad para los negocios etc…,
por muy grandes que parezcan; en la fama,
el poder, tus conocimientos, salud, belleza,
o en tus riquezas, que a lo largo de años
has acumulado; en fin, en cualquier
seguridad terrenal... Más tarde, o más
temprano, experimentarás la frustración
de todos aquellos que han preferido desoír
las voces del Cielo y –confiando en lo
efímero y fugaz que el mundo ofrece– han
perdido la felicidad que sólo te puede
conceder la eternidad.
Is 49, 15: « ¿Acaso olvida una mujer a su niño de
pecho, sin compadecerse del hijo de sus
entrañas? Pues aunque ésas llegasen a olvidar,
yo no te olvido.»

Valentía
Madurando en la Fe 145

Jr 31,3: «Con amor eterno te he amado; por


tanto, te prolongué mi misericordia».

Jn 15, 5: «Separados de mí no podéis hacer


nada».

El que quiere… El que no quiere…

Para el que quiere no hay obstáculo


infranqueable. No hay barreras que lo
detengan.

Para el que no quiere, cualquier


pequeño inconveniente es considerado
insalvable.

El que verdaderamente quiere hacer


buscará un medio, buscará
soluciones.

El que no, una excusa,


justificaciones y pretextos y
recurrirá continuamente al engaño
y al autoengaño.

Valentía
146 Madurando en la Fe

No existe una manera fácil

No existe una manera fácil.

No importa cuán grande sea el talento o


don que has recibido de Dios. Tu talento te
va a fallar si no lo desarrollas.

Si no te formas, si no oras, si no pones al


servicio de tu prójimo lo que Dios ha
puesto en tus manos, si no te dedicas a ser
mejor cada día, es como si enterraras el
talento recibido y no lo hicieras rendir para
Dios.
Mt 13, 12: « Porque a quien tiene se le dará y le
sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene
se le quitara. »

Acostúmbrate a ver las cosas como son

Pensar y decir que somos sinceros


no transforma en bueno lo que es
malo.

Valentía
Madurando en la Fe 147

Quien hace siempre lo que quiere raras


veces hace lo que debe.

Si cedes al deseo o a una tentación,


cualquiera que sea, no acuses a tu carne
sino a tu alma.

Es propio de la carne ser débil.

Es deber del alma ser fuerte.

Además, es más fácil reprimir el primer


deseo, la primera tentación, que una vez
abierta la puerta al primer deseo, a la
primera tentación, luego combatir a todos
los siguientes deseos y tentaciones que
vienen detrás.

Se triunfa en todo cuando no se


retrocede ante nada.

En la vida siempre ganan los que no


se rinden.

Valentía
148 Madurando en la Fe

Debemos acostumbrarnos a ver las


cosas como son y no como quisiéramos
que fuesen.

¿Eres necio o eres sabio?

Contéstame la pregunta que está al final


de estas líneas, por favor.

He visto hombres inteligentes volverse


tontos.

Hombres buenos volverse malos.

Hombres de corazón noble y sincero,


volverse hipócritas y mentirosos.

Hombres que tenían todo para ser


felices, volverse tristes y amargados,
caminando por el mundo con carcajadas
en su rostro, pero con una gran
tristeza en el corazón.

Hombres que –por necedad


recurrente– una y otra vez se negaron

Valentía
Madurando en la Fe 149

a seguir el camino al Cielo al que llevan las


huellas del Señor Jesús, y con terquedad
inaudita prefirieron seguir las huellas de
Adán por un fruto apetitoso a la vista, pero
del mismo veneno ponzoñoso –que tonta
y astutamente a la vez– recibió de Eva y
llevó a la desgracia a nuestros primeros
padres y a quienes de ellos descendemos.

Sabio no es el que conoce la verdad sino


quien vive de acuerdo a ella.

Definición de necio: hombre que sólo


escucha la voz de un corazón podrido,
lleno de soberbia y lejano a Dios, - el suyo
- y la del ángel caído que es toda oscuridad
y que al abismo le conduce.

«Corrige al sabio y te amará, corrige


al necio y te odiará».

¿Eres necio o eres sabio?

¿Es el problema lo que te desanima?

Valentía
150 Madurando en la Fe

El problema no es lo que te desanima y


angustia, sino tu actitud frente al
problema.

Mira que lo que ahoga a alguien no es


caerse al río, sino mantenerse sumergido
en él.

Deja de darle vueltas al pecado o error


que cometiste y que te llevó a la
frustración y al abatimiento, y ten claro
que si quieres sanar el árbol tienes que
empezar por sanar la raíz.

¿No se puede?

Cuando todos digan “NO SE PUEDE”,


debes tomar una decisión:

O les crees o les demuestras que


estaban equivocados.
Flp 4, 13: « Todo lo puedo en Cristo que
me conforta. »

Valentía
Madurando en la Fe 151

Los que cosecharon los frutos…

Los que enfrentaron su miedo a fracasos


y dificultades ‒y se atrevieron a entrar por
el sendero en el que otros retrocedieron‒
son los que un tiempo después cosecharon
los frutos de su esfuerzo valentía y
perseverancia.

La fragua de la lucha

Soñar sin decidirse a vivir lo que has


soñado es tan absurdo, como poseer el
boleto ganador del premio mayor de la
lotería y no cobrarlo por pereza.

Dejar de soñar ante las dificultades para


realizar los sueños, no es la opción; la
opción es que te apasiones por tus sueños
y luches por llevarlos a término.

Deja de autoengañarte y de
autocompadecerte por no haber
alcanzado las metas ansiadas.

Valentía
152 Madurando en la Fe

Con el Señor, que ilumina el sendero,


todo se puede.

Sin Él, a lo más, podrás medianamente


engañarte a ti mismo. Quizás a los demás,
echando la culpa de tu fracaso a las
circunstancias...

¿A Dios? ¡Nunca podrás! ¡Tú sabes la


verdad! ¿Tú qué crees?
1 Co 13,12: «Ahora vemos en un espejo, en
enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora
conozco de un modo parcial, pero entonces
conoceré como soy conocido».

¿Cómo te quieres?

El amor vence a la muerte.

Sin embargo, a veces, una mala


costumbre sin importancia vence al
amor.

¿Te cuesta aprender a amar?

Valentía
Madurando en la Fe 153

¿No será que no estás dispuesto a amar


a quien te pide también sacrificio?

Recuerda aquel dicho: quien bien te


quiere, te hará llorar.

Tú, ¿cómo te quieres?

El secreto para no equivocarte jamás

El secreto para no equivocarte jamás,


para nunca fallar, para nunca tener que
pedir perdón a nadie, para jamás tener que
volver a empezar:

- Nunca luchar ni esforzarte por nada


ni por nadie.

- Nunca luchar por un ideal noble.

- Nunca amar ni entablar ninguna


- relación verdadera y profunda, ni
compromiso alguno con alguien.

Valentía
154 Madurando en la Fe

Hacer lo que los demás hacen, seguir a la


masa, no cuestionar nada, divertirte como
puedas y dejar que los demás se
preocupen por pensar y cambiar el
mundo...

En otras palabras:

- Ser un mero espectador de lo que


acontece en el mundo y renunciar a
ser protagonista, incluso de tu propia
vida.

- “No vivir, simplemente existir;


conformándote con ser como
estiércol que flota en el rio y cuando
la marea sube, sube con ella y
cuando baja, baja con ella…

Es Conformarte con ser como una


planta decorativa en un florero;
aunque creo que la última
comparación de la planta en un
florero, es un tanto odiosa para las

Valentía
Madurando en la Fe 155

plantas, porque éstas al menos


contribuyen al mundo con su belleza y el
oxígeno que nos proporcionan para
sobrevivir.

Nunca aceptes ser hombre-planta.

¡Vive! Porque la vida es alegría y dolor;


triunfos y derrotas, aciertos y
equivocaciones...

No hay madurez sin crecimiento y no hay


crecimiento sin dolor.

Saca la piedra antes de iniciar la carrera

Una pasión desordenada no enfrentada


en tu juventud por más pequeña que
parezca es como una piedra pequeñísima
pero filuda en el zapato de un
corredor de maratón.

Valentía
156 Madurando en la Fe

Por más buen corredor que sea, no


llegará primero a la meta, si es que no la
saca antes de iniciar la carrera.

El “Kayros” remplaza al “Cronos”

Nuestras batallas no se libran en los


campos, ni en las ciudades; ni en las nubes,
ni en el mar.

Nuestras batallas se libran donde el


silencio reina, las voces de los hombres no
llegan y la voz de Dios habla.

Allí donde decidimos escucharlo a Él; o


decidimos escuchar al mundo y a aquella
despreciable entidad maligna que
pretende reinar en él.

Es allí, en el silencio, donde no con


armamento humano sino con las
armas de luz los prestos guerreros
con rodillas dobladas desenfundan la
espada de dos filos de su palabra.

Valentía
Madurando en la Fe 157

Y el silencio deja de ser silencio y lo


oscuro se vuelve claridad.

Y la claridad ilumina el sendero perdido


invitándonos a volver a caminar por él.

Es allí donde ganamos batallas.

Es allí donde el mal tiembla y donde el


tiempo se detiene y el “Kayros” remplaza
al “Cronos”; donde lo humano es
sobrenaturalizado por lo divino; donde lo
temporal repercute con fuerza en lo que
es eterno.

Los soldados se preparan para la guerra,


donde las batallas verdaderamente
importantes se ganan y el triunfo final se
vislumbra en el horizonte.

Valentía
158 Madurando en la Fe

Si estás cansado de empezar de nuevo

Si estás cansado de empezar de nuevo


una y otra vez, deja de una vez por todas
de rendirte una y otra vez.

Que tu lucha sea fruto de una decisión


tomada anclada en una convicción
profunda, reflexionada y pensada y no
fruto de una emoción pasajera y
momentánea.

¿Quieres conocer tu fortaleza?

Apuntálate fuertemente en Dios y


arriésgate a confiar en las fuerzas que Él
concede a los que ‒con fe en su
Providencia‒ no cesan de luchar por
alcanzar sus metas.

Solamente arriesgándote de esta


manera ‒y dando todo de ti mismo‒
conocerás tu verdadero temple y tu
verdadera fortaleza.

Valentía
Madurando en la Fe 159

Infinita prudencia y extrema audacia

Un hombre proactivo y
verdaderamente libre es aquel que –al
haber medido fuerzas con las dificultades
a las que se enfrenta– con infinita
prudencia y al mismo tiempo con extrema
audacia, se lanza en pos de un ideal o de
una meta elevada.

A su vez, sabe asimilar y aprender en el


camino de las adversidades y obstáculos
que se le presenten.

Fuerte para cargar tu cruz

El convertirte en un hombre de Dios, es


decir, un verdadero cristiano, no significa
que Dios le haga a uno la vida más fácil;
sino que al convertirte, Dios te
concede ser lo suficientemente fuerte
para cargar con tu cruz.

¡Esto vir!

Valentía
160 Madurando en la Fe

Deja de decir: lo deseo, quisiera, me


gustaría, voy a tratar, lo intentaré…

Esto vir! (Sé varón)

Empieza ya a decir: ‒lo haré

‒ Lucharé por lo que he decidido y tal


cual soldado valiente en el campo de
batalla moriré con las botas puestas,
pero no transigiré ante las continuas
tentaciones o dificultades, que la vida
me depare.

Valentía
Madurando en la Fe 161

Es preferible

Es preferible morir luchando por acercarte


cada día más a Dios a rendirte ante el
pecado y vivir esclavizado a su inmundicia.
Ga 5, 1: "Para ser libres nos libertó Cristo.
Manteneos, pues, firmes y no os dejéis oprimir
nuevamente bajo el yugo de la esclavitud."

Valentía
162 Madurando en la Fe

Santidad

Santidad
Madurando en la Fe 163

¿Qué cuesta más?

Dicen que hoy en día cuesta mucho ser


generoso, recto, honesto, auténtico,
responsable, coherente en la vivencia de
nuestra fe católica…

En otras palabras: responder a la


llamada que Dios nos hace a ser Santos.

Pero la realidad es que cuesta, a corto,


mediano o largo plazo, muchísimo,
muchísimo más, el no serlo y no responder
a su invitación.

Santidad
164 Madurando en la Fe

Rm 6, 23: «El pecado paga un salario y es la


muerte. La vida eterna, en cambio, es el don de
Dios en Cristo Jesús, nuestro Señor».
Ap 3, 16: «Ahora bien, puesto que eres tibio, y
no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca».

El Reino de Dios sufre violencia…

Hay que saber perder “con pequeñas


batallas y a pesar de esto, estar dispuestos
a vencer con osadía en la gran guerra que
libramos día a día contra el mal, porque el
mundo pertenece a quienes se atreven.

Como dice el Señor: “El Reino de Dios


sufre violencia y los violentos lo
conquistan”(Mt 11, 12)

Traducido a nuestro lenguaje: El


mundo es de Dios, y se lo alquila a los
valientes.

Santidad
Madurando en la Fe 165

La Santidad, la felicidad, es de quienes


se atreven a luchar por ella.

Sólo hacia arriba

Cuando te caigas y llegues al suelo,


piensa que ahora solo puedes ir hacia
arriba.

Si luchas puedes perder, si no luchas ya


estás perdido.

Cuando luchas junto a Dios, la única


lucha que puedes perder es la que tú
abandonas.

No te olvides: Dios sin ti sigue siendo


Dios.

Tú, sin Dios, eres nada.


Rm 8,31: «Si Dios está con nosotros,
¿quién contra nosotros?»

Rm 8,35-39: « ¿Quién nos separará del


amor de Cristo?»

Santidad
166 Madurando en la Fe

Lo bueno al comienzo cuesta…

Lo bueno al comienzo cuesta y a veces


disgusta; pero luego gusta, y edifica el
espíritu.

Lo malo, al comienzo gusta y satisface;


pero luego disgusta, esclaviza, y aplasta el
espíritu.

Camino a la Santidad

El camino a la Santidad: Entrega tu vida


al Padre; camina junto a Jesús; déjate guiar
por Él.

No sueltes tu mano de la de su Madre


Santa María e irradia al Espíritu Santo.
Ef 1, 4: «Nos ha elegido en él antes de la
fundación del mundo, para ser santos e
inmaculados en su presencia, en el amor».

Santidad
Madurando en la Fe 167

Si fuera tan fácil

‒ ¡Mírame, respóndeme, Señor, Dios


mío! Ilumina mis ojos, para que no caiga en
el sueño de la muerte, para que mi
enemigo no pueda decir: “‘Lo he vencido’,
ni mi adversario se alegre de mi fracaso”.
(Sal 12, 4-6)

Si fuera tan fácil, llegar al cielo, no sería


tan grande el premio.

Mientras más grande es la lucha, más


grande es el premio.

Una palabra impulsada por el Espíritu

Una palabra impulsada por un criterio


llega a la inteligencia.

Santidad
168 Madurando en la Fe

Una palabra que brota del corazón llega


al corazón.

Pero una palabra impulsada por el


Espíritu Santo llega a la totalidad de
aquella persona que la recibe:

Ilumina el espíritu, mueve la voluntad, y


ancla y arraiga profundamente en mente y
corazón de aquella alma el criterio
recibido, convertido ya en creencia firme
que apela al ser y suscita entusiasmo.

Luchar por la Santidad no consiste en


hacer, sino en ser

Luchar por la Santidad no consiste en


pelear por no caer en tal o cual pecado, o
en hacer o no hacer tal o cual cosa.

Santidad
Madurando en la Fe 169

Luchar por la Santidad consiste en


alimentar y acrecentar tanto tu amor por
el Señor y su madre Santa María, de
manera tal que –al estar tú anclado
fuertemente en el corazón de Dios– aquel
pecado que antes te gobernaba y contra el
cual tenías que luchar día y noche, deja de
tener sobre tu alma esa influencia
perversa, como cuando Dios no era el eje
central de tu vida.

Entonces, el hacer o no hacer tal cosa,


no va a ser ya lo más importante en tu
lucha.

Más bien, lo más importante será la


intención por la que realizas o no tal o cual
acción. Es decir, si el motivo por el que
haces tal o cual cosa es tu amor a
Dios, entonces vas por buen camino.

Si la razón íntima por la cual haces


las cosas, es la búsqueda

Santidad
170 Madurando en la Fe

desordenada de ti mismo, es tiempo de


rectificar.

El que perseverare hasta el fin, ese se


salvará

El secreto de la paciencia y también de


la perseverancia en la decisión tomada,
consiste en recordar que tu dolor es
temporal, pero tu recompensa es eterna.

La gran tragedia de la vida no es la


muerte, sino dejar morir dentro de
nosotros –en vida–, los sueños que Dios
plasmó en nuestra alma.

No hay que derrumbar nuestros sueños,


hay que ser valientes y astutos para
derrumbar las barreras que nos impiden el
cumplirlos.
Mt 24,13: «Mas el que perseverare hasta
el fin, ese se salvará»

Santidad
Madurando en la Fe 171

Mt 10,16: «Mirad, yo os envío como ovejas en


medio de lobos; por tanto, sed astutos como las
serpientes y sencillos como las palomas».

Siempre le dijeron sí a Dios

Una vez escuché decir:

“Los Santos son aquellos hombres y


mujeres que una vez que se descubrieron
amados por Jesús, jamás dijeron no a
Dios”.

Pero aunque parezca que estoy diciendo


lo mismo, yo pienso que la idea se expresa
y se entiende mejor cuando decimos:

“Los Santos son aquellos hombres y


mujeres que –una vez que se descubrieron
amados por Jesús– se decidieron a amarlo
con todas las fuerzas de su ser y
siempre, siempre, siempre, le dijeron
sí a Dios”.

Deja a Dios ser Dios en tu vida.

Santidad
172 Madurando en la Fe

No le pidas a la vida lo que solo te puede


conceder la eternidad.

Deja a Dios ser Dios en tu vida.

¿Es que acaso Cristo dejo de ser Dios


cuando colgado del madero de la Cruz
levantó los ojos al Cielo, anunciando con
palabras cortas el cumplimiento de la
misión encomendada y expiró?

¿Acaso crees que Él ha dejado de ser


Dios, porque tú ya no lo ves?

Los ciegos no ven la luz ni en el día más


soleado…

¿Significa acaso que el sol dejó de


iluminar?
Jn 19, 30: «Cuando tomó Jesús el vinagre,
dijo: “Todo está cumplido”. E inclinando la
cabeza entregó el espíritu».

Santidad
Madurando en la Fe 173

La mejor versión de ti mismo

La mejor versión de ti mismo está dentro


de ti, plasmada en una llamada eterna a
hacer resplandecer el rostro de Cristo en
cada palabra, pensamiento o acción en tu
vida.

Tiras la toalla…

A veces, en la lucha por ser digno hijo de


Dios y de Santa María, tiras la toalla, como
boxeador derrotado.

Jesús, la toma, la pone en tus manos y te


dice: “Esta lucha por tu santidad es de tres
y ni Yo, ni mi Santa Madre nos hemos
rendido. No seas cobarde”.

Lo mismo que Jesús

Quien ama a Jesús, ama lo que


Jesús ama y rechaza y detesta, lo que
Jesús rechaza y detesta.

Santidad
174 Madurando en la Fe

Ama el bien y detesta y rechaza el mal.

Detesta y rechaza el pecado, pero ama al


pecador.

“Si habiendo ganado el mundo”

Si habiendo ganado el mundo; si


habiéndote acercado hacia él, sientes que
vas perdiendo tu alma, emprende la mayor
y más importante empresa de tu vida,
vendiéndolo todo, desplazándolo todo,
por ganarlo a Él, por ganar “LA
SALVACIÓN.”

Decía San Ignacio de Loyola: «Usar las


cosas TANTO cuanto te conduzcan a la vida
eterna. Dejar las cosas TANTO cuanto te
alejan de la vida eterna».

Y San Felipe Neri: «Quien quiera


algo que no sea Cristo, no sabe lo que
quiere. Quien pida algo que no sea

Santidad
Madurando en la Fe 175

Cristo, no sabe lo que pide. Quien no


trabaje por Cristo, no sabe lo que hace».

Quizás tú seas la única biblia.

Quizás tú, a través de tu existencia unida


a Cristo, tu testimonio y palabras, seas la
única biblia, el único evangelio, que a lo
largo de sus vidas, algunos podrán leer.

El punto de referencia es el Señor, no tú

La misma agua en distintos recipientes


toma la forma de aquel que lo contiene.

Lo importante no es el recipiente, sino el


agua que contiene.

Mientras sea límpida y transparente


puede saciar la sed de quien la recibe.

No te tomes como punto de


referencia para juzgar a los demás. No

Santidad
176 Madurando en la Fe

pretendas que todos sean como tú eres.

Cuando tomas como punto de


referencia tu modo de ser, de
comunicarte, de pensar y actuar, para
juzgar a los demás, corres el grave riesgo
de ser injusto, y dañar muchas veces las
obras de Dios que en cada alma se
manifiestan de forma distinta.

No pretendas meter a Dios en un molde


preconcebido de cómo tienen que
realizarse las cosas.

Dentro de la Iglesia, el Espíritu Santo,


sopla donde quiere y cuando quiere.

El punto de referencia es el Señor, no tú.

No han existido a lo largo de la


historia ni siquiera dos santos que
hayan tenido la misma manera de ser
santos.

Santidad
Madurando en la Fe 177

Cuando amas no hay faltas leves

Cuando amas y eres amado de verdad no


hay faltas leves.

Siempre es grave ofender y ser ingrato


con quien te ama y a quien tú dices que
amas.

Anhela el bien, pero practícalo

El bien tiene quien lo anhele; le falta, en


cambio, quien lo practique.

Dios confía en que tú sí lo practiques.

Las buenas obras tienen quien las


comience; mas suele faltarles quien las
concluya.

Dios quiere que tú sí las concluyas.

Anhela el bien, pero practícalo.

Santidad
178 Madurando en la Fe

Empieza la obra de construir y edificar tu


vida, con todo tu empeño, pero no te
detengas a medio camino cuando las
tempestades surjan.

Vive en la verdad a plenitud y no


transijas ante las seducciones del mundo
que te invitan siempre o a traicionarla o a
disfrazarla.

Es triste decirlo, pero así como una


verdad a medias, a menudo es una
completa mentira, una bondad a medias
con frecuencia es una inmensa maldad.

Sé bondadoso a plenitud, sé “Santo”.

No dejes que Satanás te arrebate con


tanta facilidad, lo que con tanto esfuerzo
consiguió Nuestro Señor Jesucristo
para ti en la cruz...

No preguntes a Dios: ¿Por qué a mí?


Pregunta a Dios ¿Para qué?

Santidad
Madurando en la Fe 179

No preguntes a Dios: ¿Por qué a mí?

Parecería que estás diciendo que estaría


muy bien que lo que te está pasando, le
pase a otro pero no a ti, porque
supuestamente eres demasiado bueno
para que esto te esté sucediendo… Pero le
vendría muy bien a fulano de tal, a ese o
esa que sí es una mala persona; entonces
estaría muy bien que le pase esto”. ¿Es que
acaso crees que esto es cierto?

Pregunta más bien a Dios: ¿Para qué


sucede esto?

¿Qué de nuevo puedo aprender en este


suceso de mi existencia?

Dime ¿Cuál es tu propósito, Señor, al


permitir que esto o aquello esté
pasando?

Dime Señor, ¿Qué esperas de mí?

Santidad
180 Madurando en la Fe

Con prontitud y alegría haré tu voluntad,


porque vivir tu voluntad es lo que me da
felicidad.

Tenemos más necesidad de santos que de


profesores

Leon Bloy decía: «No hay mayor tristeza


que la de no ser santos»

A lo que añadiría: no hay mayor


irresponsabilidad que la de no aspirar a ser
santos.

«… Un santo no es un ángel, es hombre


de carne y hueso, que sabe levantarse y
volver a caminar. El santo no se olvida del
llanto de su hermano, ni se piensa más
bueno subiéndose a un altar. Santo es el
que vive su fe con alegría y lucha cada día
pues vive para amar…» (Benedicto XVI)

Santidad
Madurando en la Fe 181

«A la santidad no vamos a subir


volando, sino andando; y esto ha de ser
con estos dos pies: meditación y oración.
Porque la meditación nos muestra lo que
nos falta, y la oración lo alcanza; la
meditación nos muestra el camino, y la
oración nos lleva allí». (San Bernardo).

«Tenemos más necesidad de santos que


de profesores; esto es, tenemos más
necesidad de santos que testimonien a
Cristo, que de gente que haga carrera en el
cristianismo hablando de Él».(Kierkegaard)

Y también alegría espiritual porque:

«Un Santo triste es un triste Santo»,


decía Santa Teresa de Jesús.

SER aquello para lo cual nacimos

Saber es bueno. Hacer es


óptimo. Pero SER, aquello para lo
cual nacimos, es lo que tiene

Santidad
182 Madurando en la Fe

verdadero valor para el espíritu... y


renunciar a ello es la mayor frustración del
hombre.

Hermann Hesse decía: «La vida de cada


hombre es un camino hacia sí mismo, el
intento de un camino, el boceto de un
sendero. Ningún hombre ha llegado a ser
el mismo por completo; sin embargo, cada
cual aspira a llegar a ser, los unos a ciegas,
los otros con más luz, cada cual como
puede».

Nosotros queremos llegar a ser aquello


para lo cual fuimos creados, siguiendo el
camino trazado por el Señor Jesús:

“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”


(Jn 14, 6) y haciendo caso al consejo de
Nuestra Madre la Virgen:

“Haced lo que Él os diga” (Jn 2, 5).

Santidad
Madurando en la Fe 183

«Si sois lo que tenéis que ser, prenderéis


fuego al mundo» (San Juan Pablo II)

Anhelo de salvar almas

El celo apostólico, el anhelo de salvar


almas, el ímpetu evangelizador, no están
vinculados de un modo esencial a tu
vocación particular.

Están vinculados a tu vocación más


profunda, a tu llamamiento a la Santidad,
que surge y tiene su fuente en tu
compromiso bautismal y a su vez se nutre
y crece, en tanto en cuanto, exista en ti un
profundo amor al Señor Jesús y a su Madre
y Madre nuestra Santa María.

Sin amor a Jesús y a Santa María, celo


apostólico, visión sobrenatural,
verdadero amor por las almas,
capacidad para trascender la
vida de quienes te rodean, etc.,

Santidad
184 Madurando en la Fe

no pasan de ser entusiasmos pasajeros y a


corto o largo plazo terminan en un
abandono total de la vocación y misión, a
ti encomendadas por Dios.
Flp 3, 8: «Y más aún: juzgo que todo es pérdida
ante la sublimidad del conocimiento de Cristo
Jesús, mi Señor, por quien perdí todas las cosas,
y las tengo por basura para ganar a Cristo».

Véncete a ti mismo

Tiempo perdido: bocas cerradas


cuando habría que hablar, llamadas de
Dios sin contestar, brazos cruzados ante
las necesidades del mundo y el mal que
avanza.

Obras que nunca se realizaron,


ocasiones perdidas, esfuerzos mediocres,
dones de Dios sin usar, regalos de Dios
rechazados, amor de Dios traicionado.

Santidad
Madurando en la Fe 185

Luego tú, véncete a ti mismo, aprovecha


el tiempo, habla cuando debas hacerlo. No
calles...

Sé valiente y responde al plan divino. Sé


diligente, abre tus brazos y enfrenta el mal.

Realiza lo que Dios te encomienda,


aprovecha oportunidades, esfuérzate al
máximo, usa tus dones.

Recibe con una sonrisa los regalos que


día a día te ofrece Dios...

Sed perfectos como mi Padre

Vivir no es sólo existir, ocupar de balde


un lugar en el mundo, sin amar ni servir a
nadie.

Vivir es reconocer tu verdadera


identidad y dignidad de hijo de Dios.

Santidad
186 Madurando en la Fe

Vivir es saber de dónde vienes y hacia


dónde vas.

Vivir es reconocer tu vocación a la


santidad y tu llamamiento a vivirlo
intensamente y radicalmente, sea cual sea
tu estado de vida;

Es decidirte a ser tú mismo;

Es decidirte a reproducir en tu espíritu,


en tu mente y a través de tu corporeidad,
los pensamientos, sentimientos gestos de
amor y actitudes de Nuestro Señor
Jesucristo y esto, todo esto, como
verdaderos hermanos menores suyos,
hijos de Dios Padre por adopción, pero
verdaderos hijos también, por el bautismo,
de la Santa Madre Iglesia; hijos de
Santa María y templos vivos del
Espíritu Santo.

Santidad
Madurando en la Fe 187

Sé en tu vida un “alter Christus” (“otro


Cristo”)

Dios es amor. Sé en tu vida un reflejo de


ese amor.

Es hermoso aquello que decía Juan de la


Cruz: «En el atardecer de nuestras vidas
seremos juzgados en el amor».
1Jn 4, 7-8: «Queridos, amémonos unos a otros,
ya que el amor es de Dios y todo el que ama ha
nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama
no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor».

Si Dios es mi Padre, aquellos son mis


hermanos

Si me das cien razones para odiar, yo te


doy una sola que deja sin peso a todas ellas
para no hacerlo: Cristo murió por mí,
por mis pecados, pero también murió
por aquella o aquellas personas a

Santidad
188 Madurando en la Fe

quien la vida y las tentaciones del maligno


me quieren empujar a odiar.

Si Dios es mi Padre, aquellos son mis


hermanos.

Enfila el rumbo de tu existencia

Si quieres llevar una vida santa, enfila el


rumbo de tu existencia para llegar a ser la
mejor versión de ti mismo, pensada por
Dios para ti, desde toda la eternidad.

Sé valiente en la batalla más importante


de tu existencia, que no es otra que
aprender a amar...

Y tenlo claro: la hipocresía, el


resentimiento, el odio, la murmuración no

Santidad
Madurando en la Fe 189

son de ninguna manera compatibles para


una vida en la que brilla el amor de Dios.

Santidad
190 Madurando en la Fe

Tiempo

Tiempo
Madurando en la Fe 191

¿Nadie sabe lo que tiene hasta que lo


pierde?

¿Nadie sabe lo que tiene hasta que lo


pierde?

O ¿Será más bien que pierde lo que


pierde, porque –a pesar de que sabe lo
valioso que es lo que posee–, no lo cuida
como debe, porque cree erróneamente
que haga lo que haga, o deje de hacer,
suceda lo que suceda, no lo va a perder?

Que la vida no tenga que enseñarte a


amar lo que perdiste
Mc 10, 17 -23: "Se ponía ya en camino cuando
uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él,

Tiempo
192 Madurando en la Fe

le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de hacer


para tener en herencia vida eterna?» 18. Jesús le
dijo: « ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno
sino sólo Dios. 19. Ya sabes los mandamientos: No
mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes
falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre
y a tu madre.» El, entonces, le dijo: «Maestro, todo
eso lo he guardado desde mi juventud.» Jesús,
fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa
te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los
pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y
sígueme.» Pero él, abatido por estas palabras, se
marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.
Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos:
«¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren
en el Reino de Dios!»"

Jamás permitas que miedos o placeres


del mundo ocupen el lugar de tus sueños y
los verdaderos anhelos del corazón.

Aprecia lo que tienes antes de que se


convierta en “lo que tuviste”.

Tiempo
Madurando en la Fe 193

Si sabes lo que quieres, pero no te


molestas en luchar por ello, no te lamentes
luego por no conseguirlo.

Y te repito: Ama lo que tienes, antes de


que la vida te enseñe amar lo que perdiste.

No llegues a ser nunca de aquellos


hombres que crean sus propias
tempestades y después se ponen tristes,
lloran y culpan a la vida o a otros cuando
llueve.

No había espacio para ellos en la posada

Que no te suceda que Dios te encuentre


tan, pero tan, lleno de ti mismo y de tus
ideas –supuestamente racionales–, que así
como María y José, cuando buscaban
un lugar para que el niño Jesús
naciera, encontraron que no había
espacio para ellos en la posada, te

Tiempo
194 Madurando en la Fe

suceda que el Señor no encuentre espacio


alguno para entrar en tu corazón.

Ten en cuenta que Dios no tumba


puertas y la puerta de tu corazón solo se
abre desde adentro.

La decisión más difícil que Dios tomó


desde toda la eternidad es nunca, nunca,
nunca decidir nada por ti.

Él respeta tu libertad, aunque el mal uso


que hagas de ella, te puede llevar al
abismo.

Si me hubiera decidido a cambiar...

No sé en qué porcentaje ni cuántas


veces podrás fallar en tu lucha por
conseguir las metas y sueños que
anhelas, pero de una cosa sí estoy
seguro: fallarás el cien por ciento de
las veces que no lo intentes.

Tiempo
Madurando en la Fe 195

Es preferible que digas: “luché, me


esforcé, y no lo conseguí”, a que te rindas
simplemente o no lo intentes porque lo
que anhelas lo ves muy difícil de alcanzar.

Tenlo por seguro: si tu sueño coincide


con el sueño y plan de Dios para tu vida y
al mismo tiempo, te esfuerzas al máximo
de tu capacidad y posibilidades por
conseguirlo, rendirte no es una opción
válida el triunfo tan ansiado, podrá
demorarse más o menos tiempo, pero
seguro lo alcanzarás.

No vale la pena que por rendirte ante los


obstáculos, tengas en tus labios el resto de
tu vida aquella frase tan triste que muchos
han pronunciado cuando ya no hay marcha
atrás, cuando se desecharon las
oportunidades que la vida les
concedió: “Si hubiera hecho caso...”
“Si me hubiera decidido a
cambiar...” “Si hubiera...”

Tiempo
196 Madurando en la Fe

Lucha por lo que te queda

Dios no dijo nunca que el camino sería

Pero sí dijo que caminar junto a Él, en


esta vida y llegar luego a su encuentro en
la eternidad, valdría la pena.

Por tanto, jamás permitas que tus


miedos ocupen el lugar de tus sueños.

La vida es muy corta para las excusas;


define tus metas y ve tras ellas.

Nunca sabes la fuerza que tienes hasta


que la única alternativa que te queda es ser
fuerte.

Ser valiente no es tener la fuerza para


seguir adelante, sino seguir adelante
cuando sientes que ya no te quedan
fuerzas para hacerlo.

Tiempo
Madurando en la Fe 197

No llores por lo que perdiste, lucha por


lo que te queda.

Para los que quieren cambiar

¡Si hubiera...! ¡Si hubiera...!

Sí, es verdad... ¡Si hubieras...¡

Sobre lo hecho o lo que dejaste de hacer


cuando podías, no hay marcha atrás, pero,
¡Estás vivo! ¡Puedes cambiar! ¡Lo pasado,
pisado!

Asume con valentía y serenidad las


consecuencias de lo que no hiciste bien o
dejaste de hacer.

Lo importante:

El presente, volver a poner la


mirada en el Cielo, en Quien todo lo
puede y pisar muy firmemente en la
tierra, haciendo a la vez, los cambios
pertinentes, aunque duelan.

Tiempo
198 Madurando en la Fe

Deja de quejarte por lo perdido en el


camino.

¿Cómo diríamos? Antes, tenías tractores


para arar la tierra y los perdiste...

¿Qué vas a hacer? ¿Llorar


desconsoladamente toda tu vida por lo
que ya no posees? ¡Ciertamente no! Reúne
los recursos que te quedan, saca los
bueyes, y a arar la tierra. ¡Empieza de
nuevo!

Pide, si es necesario consejo a una


persona sabia y prudente. Acoge lo
escuchado con humildad y discierne la
manera de poner en práctica lo aprendido
en tu diálogo y de tus experiencias
personales ya vividas.

Y como diría Platón: «El que


aprende, aprende y aprende, y no

Tiempo
Madurando en la Fe 199

práctica lo que sabe, es como aquel


hombre que ara y ara, y no siembra».

Redescubre el horizonte de tu vida

Renueva fuerzas en la oración, en tu


meditación y reflexión.

Enrumba la barca de tu vida hacia donde


apuntan los anhelos más profundos de tu
ser, hacia donde te guía Dios, porque un
nuevo comienzo te está esperando.

La mejor forma de planear el futuro

La mejor forma de planear el futuro es


organizando el presente.

Cada uno elige sus alegrías y sus tristezas


mucho antes de experimentarlas: alegrías,
por el triunfo en las continuas batallas de
la vida y tristezas al enfrentar la adversidad
o la derrota.

Tiempo
200 Madurando en la Fe

Sin embargo, la única y verdadera


derrota de la vida es la huida delante de las
dificultades.

Decía San Josemaría Escrivá de Balaguer:


«La transigencia, esa actitud cobarde de
retroceder ante el mal que nos repugna,
con tal de no complicarnos la vida, es señal
cierta de no tener ni vivir en la verdad.
Cuando un hombre transige en cosas de
ideal, de honra o de fe, ese hombre es un
hombre sin ideal, sin honra y sin Fe».

Es una ley psicológica: Cuando uno no


vive como piensa, acaba pensando como
vive.

No pienses nunca que tu inteligencia, sin


el apoyo de Dios es suficiente para
que no te apartes del camino a tu
felicidad y a tu salvación.

Tiempo
Madurando en la Fe 201

La inteligencia no radica en cuánto tú


sabes, sino en lo bien que sabes emplear lo
poco que sabes.

Dice un Proverbio Árabe: «Hay tres cosas


que no vuelven: la palabra dicha, la
oportunidad desperdiciada y el tiempo
perdido».

En los momentos de adversidad no


pierdas la esperanza, porque la lluvia
cristalina cae de nubes negras.

Ya no hables, actúa; no digas, demuestra;


no prometas, hazlo

El que quiere hacer algo, buscará un


medio; el que no, una excusa.

Cuando uno quiere saca tiempo;


cuando no, saca pretextos.

Tiempo
202 Madurando en la Fe

No renuncies porque las cosas se ponen


difíciles, porque si valen la pena no serán
fáciles.

Si no hay un camino constrúyelo.

Ya no hables, actúa.

No digas, demuestra.

No prometas, hazlo.

El único cambio imposible de realizar es


el que uno no quiere hacer.

Recuerda: “El que no quiso cuando


pudo, no podrá cuando quiera.”. En la
misma línea de pensamiento decía San
Agustín: «Temo a Dios que pasa y que
luego no volverá por aquí».

O empiezo hoy o perderé la batalla

Cuando te digas a ti mismo:

Tiempo
Madurando en la Fe 203

‒ Lo haré; más adelante.

‒ Buscaré en serio acercarme al Señor,


pero después;

Más adelante, si… Ahí pondré todos los


medios para que mi vida cambie y no sólo
aquellos que no me compliquen la vida…

Sé consciente de que te estás mintiendo


a ti mismo, pues si no eres capaz de tomar
buenas decisiones ahora cuando la gracia
de Dios se derrama a raudales en tu vida,
cundo lo que menos te faltan, son
oportunidades; -tengo que decírtelo con
claridad -: cada vez tu corazón se volverá
más duro y eventualmente se te hará cada
vez más difícil hacerlo.

Mira que las cualidades y defectos


con la edad y con el tiempo se hacen
parte integral de nuestra vida; se
adhieren al alma, o - dicho de otra

Tiempo
204 Madurando en la Fe

manera–, cualidades y defectos con la


edad y con el tiempo se agudizan…

No tienes tiempo para postergar lo más


importante en tu vida: el combate
espiritual, el combate por la salvación de
tu alma y por ende de las personas que
están contigo; o empiezas hoy o perderás
la batalla.

El Señor no necesita personas que le den


lo que les sobra o que posterguen esencial,
sino hombres y mujeres dispuestos a darlo
todo con valentía, para recibirlo todo de
“Aquel”, que todo lo puede y que todo lo
ha dado por nosotros, por ti, por mí y por
la humanidad entera.

Me preparo aquí para ir al Cielo

El tiempo es un regalo del Cielo


para ti, limitado y finito, para obtener
un gozo eterno, ilimitado e infinito.

Tiempo
Madurando en la Fe 205

No lo minusvalores, no lo desperdicies.

Que no suceda que un día se te termine


y tus sueños y anhelos verdaderos hayan
sido suplantados por placeres vanos,
rápidos, transitorios, que no dejan nada
bueno para tu espíritu, encadenan tu alma
y te impiden vislumbrar la luz que te guía a
la felicidad verdadera, a la belleza que
nada opaca y que solo encuentras en el
amor de Dios.
Col 4,5: «Portaos prudentemente con los de
fuera, aprovechando bien el tiempo presente».

St 4,13-15: «Ahora bien, vosotros, los que decis:


«Hoy o mañana iremos a tal ciudad, pasaremos
allí el año, negociaremos y ganaremos»;
Vosotros que no sabéis qué será de vuestra vida
el día de mañana... ¡Sois vapor que
aparece un momento y después
desaparece! En lugar de decir: “Si el Señor
quiere, viviremos y haremos esto o
aquello”».

Tiempo
206 Madurando en la Fe

El tiempo es oro…

El tiempo es la moneda que poco valoras


cuando piensas que te sobra.

Es la moneda que no se recupera, y que


desaparece en un instante.

Cuando menos lo esperas y cuando


percibes que se te acaba es cuando
empiezas a valorarlo –arrepentido de las
veces que lo desperdiciaste–.

Cualidades y defectos con la edad se


agudizan

Virtudes conquistadas, desarrolladas y


desplegadas y defectos no combatidos con
los años, ambos se agudizan.

Si permites que la ira te gane una y


otra vez en tu adolescencia y
juventud, no te extrañes luego de que

Tiempo
Madurando en la Fe 207

la cólera te gobierne todo el resto de tu


vida.

No temas fracasar, ten temor de decir en


el futuro: “Si hubiera”

No temas fracasar en el intento; ten más


bien mucho, mucho, mucho temor de
decir en el futuro: ‒Si hubiera‒ por no
haber sido fiel a tus decisiones y valiente
para luchar por tus sueños.

Cuando el tiempo se acaba

Cuando el tiempo se acaba y la muerte


ya viene; el enemigo de Dios, tu alma
poseer pretende; enemigos de este
mundo destruirte y hacerte daño
quisieran.

Bello trueque: vida por muerte, viene


ya porque Dios aparece.

Tiempo
208 Madurando en la Fe

. Eternidad gozosa por tiempo efímero de


dolor-alegría.

Buscando hacerte daño tus enemigos te


salvan y el que te compró con su sangre a
rescatar tu alma, en camino ya viene.

Sobre ti ya mal alguno, nada ni nadie


puede; Dios no se muda, su amor todo
cambia: paz y serenidad por inquietud y
temor a un futuro incierto;

Dolor por alegría; sentimientos


encontrados, oscuridad y confusión que en
este mundo reina por Amor de Dios y amor
a amigos y falsos amigos; a quienes te
aman y no te aman; por quienes buscan tu
bien y por los que buscan tu mal.

En todo instante, todo pueblo y


nación, alabe a Dios, Nuestro Señor
que tu alma libera y paz verdadera,
amor y verdad te trae.

Tiempo
Madurando en la Fe 209

«Nada te turbe, nada te espante todo se


pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo
alcanza, quien a Dios tiene nada le falta
sólo Dios basta» (Santa Teresa de Jesús)
Hb 13, 8: «Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y
siempre».

2 Ts 3, 2- 3: «Y para que nos veamos libres de los


hombres perversos y malignos; porque la fe no
es de todos. Fiel es el Señor; él os afianzará y os
guardará del Maligno».

Tiempo
210 Madurando en la Fe

Caridad
Madurando en la Fe 211

Ama y valora…

Ama y valora la familia, amigos y demás


personas que ahora te acompañan, antes
que la vida te enseñe a amar, valorar y
llorar por lo que perdiste.

No llegues a ser nunca de aquellos


hombres y mujeres que se quejan todo el
tiempo de su pasado; no viven a plenitud,
ni valoran su presente y después, al haber
forjado un futuro sombrío nuevamente;
vuelven una, otra y otra vez a quejarse del
pasado, sin disfrutar, ni valorar el
presente, ni preparar el futuro;

Las personas que comparten su vida


contigo son un regalo de Dios para ti;
valóralas y amalas en vida…

Se tú también un regalo de Dios


para ellos.

Caridad
212 Madurando en la Fe

A la gente no le gusta mi actitud

‒ A la gente no le gusta mi actitud. Es


que resulta que soy muy directo y se
incomodan con ello…
¿Estás seguro de que eres muy directo o
quizás tras esa aparente sinceridad y supuesta
búsqueda de corrección a quien te diriges
al hablar, se esconde tu soberbia y el deseo
de desquitarte y expresar tu enojo por que
aquella persona no se ajustó a lo que tu
considerabas correcto?

‒Aprovecha más la corrección amiga


que la acusación violenta; aquella inspira
compunción, esta excita la indignación‒
(SAN AMBROSIO, en Catena Aurea, vol. Vl,
p. 266). Mt 18, 15: «Si tu hermano peca,
anda y corrígele a solas. Si te escucha, habrás
ganado a tu hermano».

Prv 18, 19: «El hermano ayudado por su


hermano, es como una ciudad amurallada».

Caridad
Madurando en la Fe 213

Prv 10, 17: «Va por senda de vida el que acepta


la corrección; el que no la admite, va por falso
camino».

2 Ts 3, 4-5: Si alguno no obedece lo que decimos


en esta carta […] no le miréis como a enemigo,
sino corregidle como a un hermano.

Ga 6, 1: Hermanos, aun cuando alguno incurra


en alguna falta, vosotros, los espirituales,
corregidle con espíritu de mansedumbre, y
cuídate de ti mismo, pues también tú puedes
ser tentado.

El corregir es señal de que amamos

Ser bueno con tu prójimo, no es


sinónimo de ser pasivo ante el mal que en
él va creciendo.

De hecho, ser enérgico en su momento,


es una virtud que muestra si somos
verdaderamente buenos, al punto de
ser capaces de arriesgarnos a no ser
bien vistos o al rechazo por parte de

Caridad
214 Madurando en la Fe

aquel o aquellos a quienes a veces


corregimos con energía.

El corregir es señal de que amamos; el


no hacerlo por temor a ser rechazados es
clara muestra de que, muy poco o nada
estamos dispuestos a hacer por aquel o
aquellos a quienes decimos amar y sería
extremadamente dudoso nuestro amor,
porque anteponemos nuestro bien antes
que buscar el bien del hermano, lo que
contradice la esencia del verdadero amor.

Corregir enérgicamente no es sinónimo


de corregir sin caridad, peor aún de
desquitarte del enojo que llevas dentro
por alguna actitud molesta de la persona o
personas a las que te diriges.

Se puede ser sincero, enérgico, sin


ser grosero.

Caridad
Madurando en la Fe 215

Mt 18, 15: «Si tu hermano llega a pecar, vete y


repréndele, a solas tú con él. Si te escucha,
habrás ganado a tu hermano»

“De internis neque ecclesia”

Lo que es, no es necesariamente lo que


creemos que es o lo que interpretamos
que es.

Lo que es, es lo que verdaderamente es,


independientemente de lo que crea que
es, o lo que interprete que es...

Una cosa son las acciones y otras las


interpretaciones.

En latín hay un refrán que nos ayuda a


entender mejor a lo que me estoy
refiriendo: ‒De internis neque
ecclesia‒, lo que traducido quiere
decir que del interior del hombre, de
sus intenciones, no juzga ni la iglesia.

Caridad
216 Madurando en la Fe

En palabras del Señor es: “No juzguéis y


no seréis juzgados, no condenéis y no
seréis condenados; perdonad y seréis
perdonados”. (Lc 6, 37)

“Si no puedes hablar bien de tu prójimo,


mejor cállate”

Lo que no ves con tus ojos, no lo inventes


con tu boca.

Lo que no te consta que sucedió, no lo


repitas.

La murmuración, el chisme y el enredo


son las armas del cobarde, el sello con el
que los hijos de Dios se hacen a sí mismos
discípulos de la mentira, porque en la luz
actúan los hijos de la luz y en la
oscuridad actúan quienes siendo
llamados a la luz, prefieren la
oscuridad.

Caridad
Madurando en la Fe 217

Bien decía Sócrates: «Si no puedes


hablar bien de tu prójimo, mejor cállate».

Y mil veces mejor aún lo dice Nuestro


Señor Jesucristo: “No juzgues y no
serás juzgado, no condenes y no serás
condenado, porque con la misma vara que
mides serás medido”. (Mt 7, 1-2)

Bueno sí, tonto no

Ser bueno no es sinónimo de ser tonto.

Perdonar al que te hace daño, amar a tus


enemigos es lo que el Señor nos propone.

Pero esto no tiene nada que ver con


permitir que el mal extienda sus tentáculos
por el mundo y vaya corroyendo las bases
de nuestra sociedad y de la familia, tal
cual la instituyó Nuestro Señor
Jesucristo.

¿Es el amor lo que mueve tu corazón?

Caridad
218 Madurando en la Fe

Nunca un esfuerzo será demasiado


grande si el amor que impulsa al corazón
humano a realizarlo es lo suficientemente
grande.

Cuando lo que mueve al espíritu


humano a elegir entre dos o más cosas
buenas, entre distintos caminos o
posibilidades ‒ también buenas‒ aunque
el medio para alcanzarlo sea arduo, duro o
difícil, más que hablar de renunciar a una
cosa por otra, debíamos hablar
simplemente de optar.

“Ubi amatur, non laboratur et, si


laboratur, labor ipse amatur.”(“Cuando se
ama, no se sufre y si se sufre se ama hasta
el mismísimo sufrimiento”‒San Agustín‒).

Elige siempre entre lo bueno y lo


mejor: siempre lo mejor.

Y ¿Qué es lo mejor?

Caridad
Madurando en la Fe 219

Lo mejor es aquello que es más acorde


con tu naturaleza humana y de hijo de
Dios, y por ende aquello que más agrada a
Dios, plenifica tu alma y te conduce a tu
verdadera felicidad aquí y en la Eternidad.

No importa cuán arduo y duro sea el


camino: Mientras más grande es la lucha,
más grande es el premio.

Escoger lo mejor consiste en estar


atento al Plan de Dios y siempre responder
Sí.

Si alguna vez decides rendirte, recuerda


por lo que estás luchando.

¿Con cuánto amor haces lo que haces?

El aburrimiento, el tedio, el hastío


no se dan porque no hay cosas por
hacer; es porque eres incapaz de abrir
los ojos de tu alma para ver cuánto

Caridad
220 Madurando en la Fe

hay a tu alrededor por hacer y por vivir.

El aburrimiento, el tedio, el hastío, no


tienen nada que ver con la cantidad de
distracciones de las que te llenas o buscas
para opacar lo que estas sintiendo.

Éstas, a lo más, son como sedantes


fuertes para calmar, los también fuertes
dolores de un enfermo en etapa terminal,
que agoniza, pero no curan el mal.

El aburrimiento, el tedio, el hastío, no


tienen nada que ver con lo que llamamos
rutina y esta última, la rutina, no tiene
tampoco mucho que ver con cuantas veces
repitas una misma acción. Salir de la rutina
no es vivir haciendo cosas novedosas o
extravagantes para tratar de apagar el
fuego del espíritu que bulle por salir de la
vulgaridad y rutina en la que te has
sumido. ¡No!

Caridad
Madurando en la Fe 221

La rutina no tiene nada que ver con


cuantas veces repitas una acción, sino con
cuanto amor haces lo que haces.

¿Y de qué depende el amor que pongas


a lo que haces?

Pues, de que tan despierto está tu


espíritu.

La alegría es el efecto más próximo del

Amor y sacrificio son hermanos que se


crían juntos en el regazo de una misma
vida.
Es muy difícil gozar de la alegría del
primero sin experimentar al mismo tiempo
el arañazo doloroso del segundo.

Solo el que no ama está exento


de dolor, porque quien a nada ni
nadie ama, está muerto.

Caridad
222 Madurando en la Fe

Santo Tomás de Aquino dice al respecto:


«La alegría es el efecto más próximo del
amor y también lo es del servicio».

Y también dice algo parecido San


Agustín: «Ama y haz lo que quieras», pero
no hagas lo que quieras con el pretexto de
amar.

La vida: un regalo no merecido

Cuando entiendes que la vida es un


regalo no merecido y que tu familia, tus
amigos, tu novia, tu novio, tu esposa, tu
esposo, tus hijos, en fin, todos aquellos
que amas, aparecen en tu vida como un
préstamo de Dios y hoy día te acompañan
y mañana ya no; hoy entran en tu vida y
mañana, cuando menos lo
esperas, salen de ella, comienzas
a sentir gratitud hacia Dios,
fuente de toda cosa buena, por
cada instante de tu existencia y

Caridad
Madurando en la Fe 223

empiezas a valorar en su justa medida cada


minuto, cada segundo, junto a los tuyos.

Es percibiendo lo hermoso de la vida y al


mismo tiempo, lo efímero de todo lo
terrenal, cuando empieza a crecer tu amor
a Dios, de una manera autentica, libre y
gozosa, sabiendo que a fin de cuentas, Él
es quien siempre estará allí a tu lado en la
eternidad y es la fuente verdadera de
permanencia de todo lo que es bueno,
bello, verdadero y de vida eterna para ti y
todos aquellos que amas.

Él no se mudará, y al final de esta


existencia temporal, te tomará de la mano,
te ayudará a cruzar la puerta hacia la
eternidad, donde lo verás cara a cara tal
cual es; como nos dice San Pablo y nos
reencontraremos con todos aquellos que
en esta vida amamos y lo amaron a Él.
1 Co 13, 12: «Ahora vemos en un espejo, en
enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora

Caridad
224 Madurando en la Fe

conozco de un modo parcial, pero entonces


conoceré como soy conocido».

No esperes de los demás…

Haz por los demás, lo que quisieras que


los demás hagan por ti - hasta aquí lo que
dice Jesús -; pero no esperes que los demás
hagan por ti lo que tú harías por ellos.

Un verdadero amigo
St 5, 19-20: Si alguno de vosotros se desvía de
la verdad y otro hace que vuelva a ella, debe
saber que quien hace que el pecador se
convierta de su extravió, salvará el alma de la
muerte y cubrirá la muchedumbre de sus
pecados.

Corrige al sabio, y te amará. Corrige al


necio y te odiará.

Corrige al cobarde y mediocre y de


ti huirá. Es de necios responder sin
haber terminado de escuchar.

Caridad
Madurando en la Fe 225

Un verdadero amigo es quien nos hace


llorar con verdades...Y no reír con
mentiras.

La reprensión, que hace mejorar a los


humildes, suele parecer intolerable a los
soberbios (SAN CIRILO, en Catena Aurea,
vol. VI, p. 52).

Caridad
226 Madurando en la Fe

Elección

Elección
Madurando en la Fe 227

Decisiones

Decisiones fundamentadas en
emociones, en gustos o en momentos de
euforia o tempestad suelen ser malas
decisiones.

Decisiones fundamentadas en
convicciones pensadas, pesadas,
meditadas en silencio y oración, puestas
en telón de duda frente a tu director
espiritual, para un mejor discernimiento,
suelen ser excelentes decisiones.

San Ignacio, de Loyola lo explicaba así:


«No se toman decisiones ni en consolación
ni en desolación. No debemos, por regla

Elección
228 Madurando en la Fe

general, deliberar, ni decir cosa de


importancia cuando nos hallamos bajo la
influencia de una gran consolación o de
una desolación extraordinaria. En época
de desolación no hacer mudanza en los
propósitos y determinación en que se
estaba antes; aprovechar esas situaciones
para adelantar en el fervor, instar más en
la oración, y curarnos de nuestra
soberbia». (cfr. Manual de Teología
Ascética y mística, Adolfo Tanquerey, n.
955)

Optar, elegir y vencer las dificultades

El experimentar momentos difíciles,


situaciones dolorosas; la tentación de
retroceder ante los obstáculos que la vida
pone a las metas que te has trazado y
a los sueños por los que estás
luchando, es algo que no puedes
evitar.

Elección
Madurando en la Fe 229

Los problemas y los obstáculos son parte


de nuestras vidas. El transigir, retroceder,
perder la esperanza, esa es nuestra opción,
es allí donde se manifiesta en nosotros el
don que Dios nos ha concedido de optar,
de elegir y vencer las dificultades y salir
triunfantes de ellas, aprendiendo siempre
algo nuevo que añadimos a nuestro bagaje
de conocimientos y sabiduría.

No transigir en tus sueños y metas es


una opción que libera. El derrumbar las
barreras que nos impiden alcanzarlos es lo
que nos hace fuertes.

Dios no permite nunca que un anhelo o


sueño aparezca en tu alma, si no hay la
posibilidad de conseguirlo.

Hay caminos…

Hay caminos que supuestamente


nos llevan a la felicidad, tan inciertos
como surcos trazados en la arena; tan

Elección
230 Madurando en la Fe

imposibles de sostener como quien


pretenda que de la arena que tomamos en
nuestras manos, ni un solo grano se
escurra entre los dedos.

Hay caminos construidos sobre arenas


movedizas… pero que pretenden ser
seguros y firmes.

Son caminos atrayentes, seductores y


aparentemente hermosos y fáciles de
caminar; son los caminos que conducen a
la oscuridad, a la derrota, a la soledad, a la
frustración, al desaliento y a la rutina; al
desamor y al egoísmo.

Tristemente son muchos los caminos


que hacia allá conducen y muchos los
incautos que caen en las redes del
“enemigo de Dios” que te invita a
entrar en ellos y pocos los valientes,
que habiéndose dejado iluminar por
la verdadera luz que viene de lo alto,

Elección
Madurando en la Fe 231

circulan por el único camino valedero que


conduce a las alturas, que conduce a la
felicidad, que conduce al Cielo.

Ese camino tiene un nombre: ‒


Jesucristo‒ “Yo soy el Camino, la Verdad y
la Vida. Nadie va al Padre sino por mí”. (Jn
14,6)

¿Qué es ser libre?

El ceder constantemente ante los


caprichos, las pasiones desordenadas y los
arrebatos, sin ningún discernimiento, sólo
te llevan a una peor esclavitud que la que
anteriormente hayas podido vivir.

Sé libre.

¿Qué es Ser libre?

Ser libre es hacer siempre lo que es


verdaderamente bueno para ti y para
los demás; lo que agrada a Dios y

Elección
232 Madurando en la Fe

responde verdaderamente a los anhelos


más profundos de tu corazón; lo que es
perfecto, porque te lleva a progresar en lo
que verdaderamente eres: «Hijo de Dios»;
te ayuda a vivir la misión a ti encomendada
y por ende a alcanzar la meta final a la que
eres llamado, que es la gloria del Cielo.
Rm 12, 2: «Y no os acomodéis al mundo
presente, antes bien transformaos mediante la
renovación de vuestra mente, de forma que
podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo
bueno, lo agradable, lo perfecto».

1 Co 6, 12: «Y es que: “todo me está permitido,


pero no todo es conveniente”».

Decidirte a ser feliz…

Decidirte a ser feliz tiene poco que ver


con sentimentalismos vanos, con
emociones pasajeras, por más fuertes que
sean; con sentirte bien siempre, con nunca
experimentar dolor, o cansancio.

Elección
Madurando en la Fe 233

Decidirte a ser feliz tiene que ver, más


bien, con convicciones, con lucha, con
esfuerzo, con caídas y levantadas; con
objetivos y metas claras, con opciones
radicales por lo que descubres como
verdadero y bueno para tu vida.

Tiene que ver con una visión de futuro


que apasiona a tu corazón y que mueve
todo tu ser a no quedarte en el piso cuando
la vida te golpea.

Decidirte a ser feliz tiene poco que ver,


con dejar de hacer algo y empezar a hacer
otra cosa.

Decidirte a ser feliz tiene que ver más


bien con un cambio de mente, una manera
de pensar y de ser, totalmente
renovada fija en lo que es bueno
y verdadero, en lo que mejor
responde a tu naturaleza y
condición de hijo de Dios y solo

Elección
234 Madurando en la Fe

así el empezar a hacer cosas nuevas, o


dejar de hacer cosas que no son buenas va
a ser algo que edifica y transforma tu vida
de un modo permanente.

Decidirte a ser feliz tiene poco que ver,


con decir o pensar: ‒voy a cambiar‒, pero
sin involucrar a Dios en tu opción.

Decidirte a ser feliz tiene que ver, más


bien, con la decisión de dejarte guiar por
Dios, acoger su palabra y optar por
entregarle a Él de un modo radical las
riendas de tu vida.

No cambies…

No cambies al Cielo por la tierra; lo


grande por lo pequeño; lo permanente por
lo efímero; lo valioso por lo que se compra
con dinero.
Mt 16, 25-26: «¿Qué puede dar el hombre a
cambio de su vida?»

Elección
Madurando en la Fe 235

Mt 10, 28: «Temed más bien a Aquel que puede


llevar a la perdición alma y cuerpo en la
gehenna»

1 Pe 1,18-20: «Os rescataron a precio de la


sangre de Cristo».

Un plan estratégico para tu vida

Convierte lo que anhelas en tu pasión y


convierte aquello que te apasiona en tu
proyecto de vida.

¿Quieres un plan estratégico para tu vida?

Haz las cosas bien.

¿Quieres uno mejor?

Haz las cosas muy bien.

¿Quieres hacer las cosas


excelentemente bien?

Elección
236 Madurando en la Fe

Sigue el consejo de Santa María a los


sirvientes en las bodas de Canaán: “Hagan
lo que Él, (Jesús) les diga”.

Jn 2, 5: Pero su madre dijo a los sirvientes:


«Hagan lo que él les diga.»

Decisiones y buenas decisiones

Cada vez que somos tentados tenemos


una nueva oportunidad de demostrar que
Cristo es nuestro Señor y cuanto lo
amamos.

Por mucho que pretendas sofocar el


humo, no servirá de nada si no te decides
a apagar el fuego.

¿Si sabes que necesitas tomar para ser


feliz:

‒Decisiones y buenas
y radicales decisiones.‒

Elección
Madurando en la Fe 237

Elegir

Elegir es facultad de todo hombre.

Optar por lo que verdaderamente vale la


pena, es propio de hombres de verdad e
hijos de la luz.

Optar por lo que degrada, pervierte y


rompe con Dios, es sinónimo de desgracia
y perdición, no solamente para quien
absurdamente elige tal camino, sino
tristemente para aquellos que de él
dependían y los que después dependerán
para seguir viviendo el divino plan.

¡Grande don! ¡Grande misión! la de los


hijos de Dios, e hijos de la luz... ¡Grande
responsabilidad!”.
Mc 4, 25: “Al que tiene se le dará más, y al
que poco tiene hasta lo poco que tiene se le
quitará”.

Elección
238 Madurando en la Fe

Lo más importante de un primer paso es


la dirección tomada

Las grandes oportunidades de ayudar a


los demás son raras, pero las pequeñas se
nos presentan a cada rato.

«Tienes que pensar en cosas grandes


mientras estás haciendo cosas pequeñas,
para que todas las cosas pequeñas vayan
en la dirección correcta». (Alvin Toffler)

Lo más importante de un primer paso


no es la distancia recorrida, sino la
dirección tomada.

Eres un sueño de Dios

Los grandes hombres y mujeres que


pusieron o ponen en su vida una
huella en el mundo para construir un
sitio mejor, no tuvieron ni tienen
sueños.

Elección
Madurando en la Fe 239

Los sueños los tienen, los tuvieron y


eligieron a ellos.

En este sentido te puedo decir que eres


un sueño de Dios que se traduce en una
llamada suya y una respuesta tuya.

Tu opción no es elegir la llamada, sino


responder positiva o negativamente a ella.

Dios no improvisa. La llamada hecha a ti,


es una llamada hecha desde antes que
nacieras, cuando aún estabas en el seno
materno; podríamos decir, sin temor a
equivocarnos, que Dios te llamo, te pensó
y te amo, desde toda la eternidad.
Jer 1, 5: "Antes de haberte formado yo en el seno
materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía
consagrado: yo profeta de las naciones te
constituí."

Elección
240 Madurando en la Fe

Lo que te asusta es saber que necesitas


escoger un camino

Dice San Juan de Ávila que hemos de


acostumbrarnos a no huir de las
dificultades, porque «si a ello nos
acostumbramos de todas partes huiremos,
porque en toda parte hemos de hallar
batalla que ejercite nuestras fuerzas, y si
frente al mal nada hacemos, seremos
siempre miserablemente vencidos».

Piensa bien, en el fondo no tienes


miedo a las dificultades: lo que te asusta
es saber que necesitas escoger un camino,
y la vida continuamente te va a llevar a
hacerlo.

Escoger un camino significa


necesariamente abandonar otros y
cuando necesitas hacer una elección y
no la haces, esto ya es una elección

Elección
Madurando en la Fe 241

que será buena o mala, conveniente o


inconveniente.

Cuando eliges el mal para ti, eliges


indefectiblemente el mal para el prójimo
que se cruce en el camino de tu vida: tu
novia, tu esposa, tus hijos, tus amigos, tu
familia etc., y te haces responsable de las
consecuencias nefastas de tu elección.

Si eliges el bien para ti,


indefectiblemente también eliges el bien
para aquellos que aparezcan en el
transcurso de tu vida.

Elige bien y no te resignes a que cuando


mueras, siga el mundo como si nunca
hubieras vivido en él.

Elección
242 Madurando en la Fe

Dios no te envió al mundo para eso. Dios


te envió al mundo con una misión marcada
por el amor. Que no se diga en el epitafio
en la lápida de tu tumba: ‒ Nació, vivió y
murió y nunca supo para qué rayos
existió‒

Elección
Madurando en la Fe 243

Virtudes

Virtudes
244 Madurando en la Fe

La belleza de Dios no cambia

La misma belleza de una caída de sol en


el horizonte, que hace palpitar de alegría el
corazón de aquel que tiene sus ojos sanos,
haría gritar de dolor a aquel que intenta
contemplarla con los ojos enfermos.

La belleza de Dios no cambia, es infinita


e inefable, pero las almas enfermas no son
capaces de descubrir su presencia, ni
percibir su belleza, ni en la Eucaristía, ni en

Virtudes
Madurando en la Fe 245

la oración, ni en su Palabra, ni en sí
mismos, ni en el hermano.

El problema del hombre no es que Dios


haya abandonado o rechazado la
humanidad, a nosotros sus hijos; sino más
bien que haciendo mal uso de nuestra
libertad, nosotros, irracional y
absurdamente rechazamos tantas veces su
presencia y su amor, y preferimos las
tinieblas a la luz.
Lc 19, 22 -23: "Dícele: "Por tu propia boca te
juzgo, siervo malo; sabías que yo soy un hombre
severo, que tomo lo que no puse y cosecho lo que
no sembré;. pues ¿por qué no colocaste mi dinero
en el banco? Y así, al volver yo, lo habría cobrado
con los intereses."

Jn 3, 19: «En esto consiste la condenación, en


que vino la luz al mundo, y los hombres amaron
más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran
malas».

Virtudes
246 Madurando en la Fe

Una mirada…

Una mirada esquiva habla de un corazón


que se oculta.

Una mirada directa, a los ojos habla de


un corazón sincero.

Una mirada altiva habla de un corazón


soberbio.

Una mirada transparente habla de un


corazón puro.

Una mirada sucia habla de un corazón


impuro.

Una mirada vacía habla de un corazón


sin Dios.

Virtudes
Madurando en la Fe 247

Obedecer a Dios antes que a los hombres

Sé prudente, silente, reflexivo, sereno y


paciente a la hora de tomar decisiones y ‒
al mismo tiempo‒ lanzado, dinámico,
combativo, constante y activo al momento
de realizar acciones.

Haz todo consultando siempre a Dios y,


para ayudarte a discernir su plan,
acostúmbrate a escuchar consejos de
hombres sabios y prudentes, sin embargo,
a la vez déjate iluminar por la vida de los
Santos, la enseñanza de la Iglesia y la
Palabra de Dios plasmada en la Sagrada
Biblia y la Sagrada Tradición.

Aprende a distinguir la sabiduría de Dios


de la sabiduría de los hombres.

Mira que si ambas parecieran


entrar en conflicto, lo primero es

Virtudes
248 Madurando en la Fe

obedecer a Dios antes que a los hombres y


prepara tu corazón para las tempestades y
grandes batallas de la vida, en la calma y
silencio de tus rodillas dobladas frente al
Santísimo en el sagrario, bajo la mirada
amorosa de la Madre del Señor.

Voluntad cultivada vs. Gran inteligencia

La voluntad cultivada a través de la


disciplina vivida con perseverancia –a
corto, largo o mediano plazo– sobrepasará
con creces los logros que se pudiesen
conseguir tan sólo con una gran
inteligencia.

Quien posee luz en su alma…

Quien posee luz en su alma la encontrará


donde quiera que se encuentre.

Virtudes
Madurando en la Fe 249

Quien tiene oscuridad en la suya,


buscará oscuridad donde no hay y huirá de
la luz cuando haya luz o buscará empañarla
con su suciedad cuando la encuentre.

No permitas que la suciedad del pecado


entre en tu alma y te impida ver la limpieza
en el corazón de tu prójimo.
Mt 6, 22- 23: «La lámpara del cuerpo es el ojo.
Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará
luminoso; pero si tu ojo está malo, todo tu
cuerpo estará a oscuras. Y, si la luz que hay en
es oscuridad, ¡qué oscuridad habrá!».

Fortalece tus potencialidades

El conocimiento puesto en práctica se


convierte en poder. Una cosa es talento y
otra es fortaleza.

Si desarrollo mi talento este se


convierte en fortaleza. El talento es

Virtudes
250 Madurando en la Fe

una potencia que requiere ser desarrollada


para convertirse en poder.

Carisma significa regalo de dioses.

Fortuna: acontecimiento circunstancial


fuera de tu control.

¡Cuántas bendiciones recibiste en tu


vida! Nacemos con las mismas
posibilidades pero no con las mismas
oportunidades.

No ataques las debilidades, fortalece tus


potencialidades.

“Si ganas, pierdes; si pierdes, ganas.”

Competir es inherente a la naturaleza


humana, y competimos para ganar,
nunca para perder.

Virtudes
Madurando en la Fe 251

Pero hay un caso especial en el que


pretender competir y ganar es ser un iluso
y, ¡qué bendición que sea así!

Si compites con Dios en amar y ser


generoso, siempre perderás.

Dios jamás se deja ganar en amor y


generosidad.

Entonces si pierdes siempre con Él, en


tan noble competición, siempre ganarás,
no necesariamente lo que por tu ceguera
espiritual quieres, sino lo que tu alma
verdaderamente anhela: Conquistar el
Cielo.
Mc 10,29-30: Jesús dijo: «Les aseguro que quien
deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o
padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio,
recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más ‒
casas y hermanos y hermanas y madres e hijos

Virtudes
252 Madurando en la Fe

y tierras, con persecuciones‒, y en el mundo


futuro, vida eterna».

El saber no es suficiente

Ni el mejor mapa te vuelve buen viajero,


ni el más sabio plan te vuelve sabio.

Si el camino está trazado es para que a


través de él llegues a tu meta.

El saber no es suficiente, el aplicar lo que


sabes es lo que genera el cambio.

No pretendas que las cosas cambien si


siempre haces lo mismo.

Quien atribuye a la crisis sus fracasos y


penurias, violenta su propio talento y le da
tontamente más peso a los problemas que
a las soluciones y muestra de esa
manera su desconfianza en Dios, que

Virtudes
Madurando en la Fe 253

lo único que ocasiona es su alejamiento de


Él.

Sin crisis no hay desafío ni mérito en


llegar al Cielo. Las crisis son parte de la
vida, pero, la única crisis que
verdaderamente peligrosa es aquella en la
que por nuestra tozudez y mediocridad
renunciamos a luchar.

Transforma tus obstáculos en


oportunidades

Tus aparentes desventajas pueden


constituir tu mayor ventaja.

Mientras más grande es la lucha más


grande es el triunfo. Recuerda que
mientras más grande es el enemigo con
mayor fuerza cae en tierra cuando lo
tumbas.

Virtudes
254 Madurando en la Fe

Incluso el fracaso, una vez asumido, pasa


a ser experiencia –y parte del bagaje– de
nuevos conocimientos adquiridos como
parte de tu aprendizaje para la vida.

Es cierto que: «Dios escribe recto en


renglones torcidos» y nosotros, sus hijos
por adopción, somos llamados a aprender
su lenguaje y decodificar sus mensajes a
través del recuerdo de todas nuestras
vivencias pasadas, reflexionadas,
meditadas y guardadas en el corazón, en
silencio y oración, siguiendo el ejemplo de
nuestra Santísima Madre la Virgen María.

Definición de «suerte»

Suerte: La explicación del mediocre al


triunfo de otro que supo compaginar
esfuerzo, disponibilidad, pasión,

Virtudes
Madurando en la Fe 255

perseverancia, talento, con la oportunidad


y consiguió su objetivo.

¿A dónde vas con tanta prisa?

En la obra de “Alicia en el país de las


maravillas”, puede leerse un párrafo que
dice así:

“...El Gato se limitó a sonreír al ver a


Alicia (...)

Alicia le dice:

– ¿Te importaría decirme, por favor,


qué camino debo tomar desde aquí?

– Eso depende en gran medida de


adónde quieres ir, dijo el Gato.

– ¡No me importa mucho


adónde...!, dijo Alicia.

Virtudes
256 Madurando en la Fe

– Entonces, da igual la dirección, dijo


el Gato. Añadiendo: ¡Cualquiera que
tomes está bien...!

– ¡Gracias! añadió Alicia A modo de


explicación.

Va uno corriendo y otro lo detiene.


Tienen un corto dialogo cuando se
encuentran:

– ¿A dónde vas con tanta prisa?

– No tengo la menor idea, estoy


exhausto, pero ya llego tarde…

El hecho de que siempre estés ocupado


no significa necesariamente que estás
haciendo bien las cosas.

Más importante que, estar


pendiente de que tan rápido vas, es

Virtudes
Madurando en la Fe 257

saber si es o no es bueno el futuro hacia


dónde te diriges y por qué hacia acá o por
qué hacia allá.

No importa cuánto te hayas esforzado, ni


cuando rápido te hayas movido, si no vas
en la dirección correcta no conseguirás
nada que verdaderamente valga la pena.

Hay un dicho que dice: Cuando el


hombre trabaja, el diablo descansa. Pero
depende de en qué tipo de trabajo te
hayas.

Una piedrecilla en el zapato

Basta una pequeña piedrecilla en el


zapato, en el sitio preciso, para que pierdas
la carrera que tanto querías ganar.

Lo que al comienzo es un paso, mañana


es un viaje; las virtudes que hoy cultivas,

Virtudes
258 Madurando en la Fe

mañana son las armas para construir tu


felicidad…

Los malos hábitos que dejas crecer son


luego los vicios que destruyen tus sueños y
acaban con tu felicidad.

Una mala costumbre, un mal hábito que


consientes en tu vida; una puerta al mal que
dejas entreabierta, puede convertirse en la
fuente de males que no imaginas y de los
cuales, más tarde o más temprano te
arrepentirás, cuando por tu imprudencia
ya hayan entrado en ti, se arraiguen en tu
alma y te alejen de la meta deseada, pero,
tranquilo: No importa que tan grande sea
la oscuridad de tus problemas, Dios
siempre brillara por encima de ellos, si tú
con humildad, confianza y valentía
acudes a Él.

Virtudes
Madurando en la Fe 259

El Señor Jesús dice: “En el mundo


tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: Yo he
vencido al mundo”. (Jn 16, 33)
Rm 5, 20: «…donde abundó el pecado,
sobreabundó la gracia».

¿Estás dispuesto a escuchar respuestas?

Preguntarle a Dios es estar dispuesto a


escuchar respuestas y cada respuesta
suya, es a su vez, una propuesta a tu alma
que espera pacientemente tu
contestación.

Preguntarle a Dios para responderle con


otra pregunta y otra pregunta luego, dista
mucho de ser la actitud de quien busca
sinceramente un encuentro auténtico con
Él.

Virtudes
260 Madurando en la Fe

La respuesta es siempre nuestra opción


y la decisión que tomemos alineados con
el divino plan, son las que nos liberan el
alma y nos llevan a la verdadera felicidad.

No pongas un signo de interrogación


donde Dios ya puso un punto final.

El que por nada se enoja, por nada se


apasiona

El que por nada se enoja, el que ante lo


injusto, no se indigna; por nada se
apasiona.

Y el que por nada se apasiona, el que por


ningún ideal se entusiasma, en nada que
realmente valga la pena y exija sacrificio y
esfuerzo persevera.

Virtudes
Madurando en la Fe 261

Y el que en nada que valga la pena,


persevera, en ningún ideal, anhelo o meta
elevada triunfa.

Visión sobrenatural

Tener “Visión sobrenatural” es entender


que las grandes obras de Dios se fraguan
en el silencio, donde Dios habla, y en la
soledad que te regala la mejor compañía,
que es la compañía de Dios en la oración.

Cuando un hombre en oración y


silencio se pone en sintonía con Dios, Dios
habla a los hombres a través de aquel
hombre silente y orante.

¿Qué es en la práctica
la “Visión sobrenatural”?

Tener “Visión sobrenatural” Es


entender que el secreto de la felicidad

Virtudes
262 Madurando en la Fe

consiste en querer, lo que Dios quiere,


anhelar lo que Dios anhela, amar lo que
Dios ama. Rechazar lo que Él rechaza.

¿Quién mejor que el Creador de todo lo


que existe, el inventor de la felicidad para
señalarte el camino para llegar a ella?
Rm 12, 2: «Y no os ajustéis a este mundo, sino
transformaos por la renovación de la mente,
para que sepáis discernir lo que es la voluntad
de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto».

Rm 8, 28: «Por lo demás, sabemos que en todas


las cosas interviene Dios para bien de los que le
aman; de aquellos que han sido llamados según
su designio».

Ser agradecido

Es signo de nobleza de corazón el


ser agradecido; de deslealtad,

Virtudes
Madurando en la Fe 263

egoísmo y dureza de corazón el ser


desagradecido.

Los corazones anclados en Dios en la


tempestad se fortalecen.

Amigos verdaderos permanecen, las


máscaras se caen; los amigos falsos
desaparecen.

¿Eres una persona sabia, o simplemente


sabes muchas cosas?

Creer que porque has acumulado un sin-


fín de conocimientos valiosos para llevar
una vida feliz, te hace necesariamente más
sabio o más feliz, es como creer que
porque tienes las mejores herramientas
para armar y desarmar un auto, eres un
excelente mecánico.

Virtudes
264 Madurando en la Fe

Las herramientas valen en manos de un


buen mecánico.

Los conocimientos de cosas valiosas


para hacer de tu vida y ‒por ende‒ de
quienes te rodean o te conocen, una vida
feliz sirven, si y solo si tú eres de esas
personas que no solamente saben cómo
ser felices, sino que ponen en práctica lo
que saben.

Sabio no es quien mucho sabe, sino el


que aplica lo que sabe.

Ni el mejor mapa te convierte en buen


viajero, ni el más sabio plan te vuelve
sabio.

Judas, compartió tres años de su


vida con Jesús, y es el modelo
perfecto de traición, fracaso y de

Virtudes
Madurando en la Fe 265

todos aquellos que no saben aprovechar


las bendiciones recibidas de lo alto.

Acuérdate: Usa el mapa. Pon en práctica


lo que sabes.

¿Eres una persona sabia, o simplemente


alguien que sabes muchas cosas?

¡Es que es difícil! ¡Es que no se puede!

Lo que las almas mediocres y flojas no


se atreven a enfrentar, lo justifican
diciendo:

- ¡Es que es difícil! ¡Es que no se


puede!

- ¡Es que ya lo intenté y no funcionó!”

Eso mismo que a éstos paraliza e


impide avanzar, es lo que las almas
grandes y nobles ven como un desafío

Virtudes
266 Madurando en la Fe

más que enfrentar; un obstáculo más del


cual aprender, algo nuevo para la vida; una
oportunidad para fortalecer su espíritu y
templar el carácter; una ocasión de ofrecer
su esfuerzo a Dios.

Las almas grandes y nobles jamás ante la


adversidad harán preguntas tontas como:

- “¿Por qué a mí?

- ¿Qué tienes contra mi Dios?

No cabe pensar que pudieran salir de


sus labios expresiones derrotistas y
absurdas cómo:

‒ “¡Sólo a mí me pasan estas cosas!

‒ “¡Siempre a mí!”

En su corazón sólo abran preguntas


o diálogos edificantes:

Virtudes
Madurando en la Fe 267

- “¿Qué mensaje cifrado tuyo, me


puedes dar, Señor, a mí y a los míos,
a través de esta situación de
aparente tragedia?”

- Por lo menos desde mi visión


humana despojada de la iluminación
de lo alto, Señor, no entiendo nada;
pero… ¿Qué puedo aprender de todo
esto que estoy viviendo o viví?

¿Quieres ser veraz, auténtico y valiente?

La verdad si no es completa se convierte


en aliada certera, de lo falso.

La verdad ocultada conscientemente a


otro es aliada certera de la hipocresía y
enemiga acérrima del amor y la amistad.

Virtudes
268 Madurando en la Fe

La verdad que ocultamos a nosotros


mismos o pretendemos evadir, es cobardía
e inautenticidad...

¿Quieres ser falso, hipócrita, cobarde e


inauténtico? o ¿Quieres ser veraz,
auténtico y valiente?

El hijo pródigo volvió al camino, se


encontró a sí mismo cuando enfrento la
verdad, –entrando en sí mismo– (Lc 15,11)
y reconociendo su culpa volvió a la casa
paterna dispuesto a decirlo “TODO” y no
“PARTE DEL TODO”:

- “Padre he pecado contra el Cielo y


contra ti no soy digno de ser llamado
hijo tuyo”. (Lc 15,18-19).

Cristo te invita a recibir el abrazo


del Padre y te dice:

Virtudes
Madurando en la Fe 269

- “Sea vuestro lenguaje: ‘Sí, sí’; ‘no,


no’: que lo que pasa de aquí viene del
Maligno”. (Mt 5, 37)

Hazle caso: Mentir es dejar de servir a


Dios para empezar a servir al padre de la
mentira, que es el mismo Satanás.

El mediocre, los líderes, los hombres y


mujeres de verdad

El mediocre ante la adversidad, ante la


tribulación, ante el dolor, se amilana, se
achica, se esconde, se acobarda,
retrocede.

Tú sé cómo el fuego que incendia el


bosque, que ante el vendaval, lejos de
amilanarse, se enciende.

Sé como la cometa que ante el


viento en contra, se eleva.

Virtudes
270 Madurando en la Fe

Sé cómo el salmón que va


contracorriente río arriba para desovar sus
huevos y engendrar vida.

Los mediocres ante la adversidad se


rinden; los líderes, los hombres y mujeres
de verdad, los hombre y mujeres anclados
en Dios, ante la adversidad crecen y brillan.

No preguntes a Dios, sino estas dispuesto


a escuchar su respuestas

Dios siempre escucha tus oraciones;


eres tu quien hace oídos sordos a sus
respuestas.

Por tanto, no preguntes a Dios, si no


estás dispuesto a escuchar su respuestas.

Un buen ejemplo de esto es lo de


aquel joven que fue al encuentro de
Jesús con una pregunta que habla de

Virtudes
Madurando en la Fe 271

un anhelo profundo de un muchacho que


podríamos decirlo así, –aparentemente y
sólo aparentemente – no era uno más del
montón:

- “Maestro bueno, ¿Qué tengo que


hacer para ganar la vida eterna?”

Empezó muy bien; su pregunta fue


realmente profunda, pero el desenlace de
este diálogo no fue el esperado por el
Señor; aquel joven, no estuvo dispuesto a
aceptar las implicaciones de su respuesta…
Mc 10, 17- 26: «“Sólo te falta una cosa: vete,
vende todo lo que tienes y reparte el dinero
entre los pobres, y tendrás un tesoro en el Cielo.
Después, ven y sígueme”. Al oír esto se
desanimó totalmente, pues era un hombre muy
rico, y se fue triste».

Virtudes
272 Madurando en la Fe

Me asomé al corazón

Me asome al corazón de un hombre


malvado y ruin y quedé horrorizado de lo
que allí encontré. Me asome al corazón de
un hombre santo, bueno y justo y quedé
aterrado y horrorizado de lo que allí pude
ver.

Se valiente y se radical en tu decisión de


ser un hombre o una mujer de Dios

La neutralidad de un soldado en un
campo de batalla o el huir de la
confrontación mientras los demás
combaten, tiene dos vergonzosos y
repugnantes calificativos:
Desertor y cobarde...

Ojalá que jamás te hagas


merecedor de que Dios tenga que

Virtudes
Madurando en la Fe 273

dirigir a ti estás, tan duras y terribles, pero


tan reales palabras:

“Ahora bien, puesto que eres tibio, y no


frío ni caliente, voy a vomitarte de mi
boca.” (Apocalipsis 3, 16)

Ingredientes básicos de una vida exitosa y


santa

Confianza en la espera; perseverancia en


el esfuerzo; ardor por lo que buscas
conseguir y amor en tu corazón a Dios, a
tus hermanos y a la Creación entera.

Tu problema no es realmente el
problema, sino tu actitud ante él

No cabe duda, es cierto; no puedes


controlar todas las situaciones de tu
vida, pero sí puedes manejar

Virtudes
274 Madurando en la Fe

positivamente todas tus actitudes ante


esas situaciones.

Recuerda que eres un ser creado por


Dios, hecho a imagen y semejanza suya,
por tanto dotado de un espíritu inteligente
y libre.

Inteligente: capaz de aprender en todo


momento de todo lo que te suceda;

Y Libre: capaz de optar y elegir siempre


la mejor opción, no importa cuál sea la
dificultad de la vida que te toque
enfrentar.

El éxito

El éxito o la realización personal en la


tarea de santificar tu vida a través del
trabajo no consisten en ganar más
dinero del que realmente necesitas.

Virtudes
Madurando en la Fe 275

El verdadero éxito consiste en ganar


dinero haciendo lo que te gusta, te agrada,
te realiza como persona y sinergiza mejor
con tu misión principal de ser padre o
madre de familia, esposo o esposa, hijo o
hija de Dios.

¿Sabes dónde poner tu corazón?

Pon tu corazón donde esté tu cuerpo.

Pon tu corazón donde DIOS te llame y si


pones tu corazón donde Dios te llama,
todo lo que hagas siguiendo esa llamada
en cada sitio concreto donde Dios te
ponga, desde las cosas más pequeñas y
sencillas hasta las más grandes y
llamativas; todo, todo, será para dar Gloria
a Dios, la santificación de tu alma y de
las almas que día a día aparezcan en
tu camino.

Virtudes
276 Madurando en la Fe

¿Por qué tantos sueños sin realizar?

Si Dios suscita en tu espíritu un anhelo


que como imán al hierro atrae tu alma
hacia Él; un sueño en tu entendimiento
que bulle en tu interior, pidiéndote ser
plasmado en tu vida concreta del día a día;
una necesidad apremiante de saciar tu sed
de felicidad. Si todo eso es cierto ¿Por qué
tantos sueños sin realizar?

Razones hay muchas, pero empiezo por


una que quizás es la principal:

“No añadimos pasión a nuestros sueños


sino sólo nuevos conocimientos, y los
conocimientos sin pasión son como esos
motores de mala calidad que a corto plazo
funcionan bien, pero que luego, en poco
tiempo, una y otra vez necesitan repuestos

Virtudes
Madurando en la Fe 277

nuevos y eventualmente gastos fuertes


para mantenerlos funcionando”.

Lo que era un sueño termina siendo una


idea, un recuerdo algo que pudo ser, que
no fue y ya no será.

Dios no hace llamadas que no puedan


ser contestadas; no pone anhelos de
bondad y bien en tu alma, si esos y todos
los anhelos que manan de tu interior no
pudieran ser alcanzados; lo que sucede es
que, para que se den, necesitan de tu
respuesta verdadera de un corazón
apasionado por
Dios y seguir su voluntad…

¿Necesitas? ¿Amas? ¿Eliges? o ¿haces


porque sí, o porque hay que hacerlo?

Las frases:

Virtudes
278 Madurando en la Fe

‒ Necesito hacer esto,

‒ Amo lo que hago, ‒

‒ Quiero hacer esto o aquello, porque sé


que es lo mejor;

Resuelve más problemas que las frases:

‒ Hay que hacer algo;

‒ Tengo que hacer o debo hacer esto o


aquello porque es lo que está mandado
y no puedo dejar de cumplir...

‒ No puedo quedar mal.

Lo evidente

Lo evidente en un corazón sin Dios, deja


de serlo.

Lo evidente en un mundo sin Dios,


no solo deja de serlo, sino que es

Virtudes
Madurando en la Fe 279

perseguido, cuestionado, rechazado y


reinterpretado.

Muy bien lo explica San Ignacio de


Loyola:

«Para aquellos que creen de verdad, ya


ninguna prueba es necesaria. Para
aquellos que no quieren creer, ninguna
prueba, por evidente que sea, es
suficiente».

Chesterton decía algo muy real, también


al respecto:

«Llegará un día en que será preciso


desenvainar una espada, por afirmar que
el césped es verde».

Virtudes
280 Madurando en la Fe

La vida es un regalo, y el amor de Dios es


lo que hace que sea bella

Para cada instante, para cada tiempo


una motivación que me recuerde que la
vida es un regalo, y que el amor de Dios es
lo que hace que sea bella y llena de
significado y sentido.

¿Eres pesimista, optimista, o realista?

Para un velero sin timonel ningún viento


es favorable.

Para un hombre sin un horizonte que


seguir, sin metas, sin un camino escogido
por el cual avanzar, ninguna circunstancia,
le favorece.

Un navío va hacia el este, otro va


hacia el oeste con los mismos vientos
que soplan; es el conjunto de velas y

Virtudes
Madurando en la Fe 281

la posición que ellas toman, no los vientos


los que deciden el camino a seguir.

Como los vientos del mar son los


caminos del destino cuando viajamos a lo
largo de nuestra vida; es la voluntad del
alma lo que decide su destino, no la calma
o la tempestad.

Cuando el viento cambia... El pesimista


se queja del viento. El optimista espera
que cambie el viento, el realista, mueve las
velas para que el viento vuelva a mover el
velero.

¿Eres pesimista, optimista, o realista?

Creer es descubrir

Creer no es afirmar que debe existir


Algo último en alguna parte.

Virtudes
282 Madurando en la Fe

Creer es descubrir a “Alguien”, es


descubrir a Dios, que al reconocerlo y
decidirnos a seguirle, nos “hace vivir”
superando nuestra impotencia, nuestra
miseria y debilidad para entender, conocer
y pedir perdón por nuestros errores y
pecados y así ser capaces de empezar a
amar.

Virtudes
Madurando en la Fe 283

Pecado

Pecado
284 Madurando en la Fe

Detesta el pecado, ama y corrige al


pecador…

Los médicos detestan y luchan contra la


enfermedad, no contra el enfermo.

Los cristianos detestamos y luchamos


contra el pecado y la injusticia y amamos y
corregimos, en lo que esté a nuestro
alcance, al pecador injusto.

Y añado algo más: “El que esté libre de


pecado, que lance la primera piedra.” (Jn
8, 7)

“Dime con quién andas y te diré quién


eres”

Pecado
Madurando en la Fe 285

Dice el refrán:

‒Dime con quién andas y te diré quién


eres.

Pero, no siempre es cierto.

Judas vivió tres años con un grupo de


amigos inmejorables: Jesús y otros once
apóstoles e hizo algo terrible, al traicionar
al Señor y venderlo por treinta monedas de
plata.

Entonces podríamos reformular el


refrán:

‒Dime con quién andas y te diré cómo


puedes llegar a ser.‒

Lo que Satanás te ofrece es un


espejismo

Pecado
286 Madurando en la Fe

Lo que para la oruga es el final del


camino, para Dios es una mariposa.

Lo que para el bebé que llega a término,


su estancia en el vientre materno es el
momento turbulento de dejar lo que hasta
ese momento era la calidez de su hogar, es
lo que llamamos nacimiento: ocasión
preciosa para vivir en este mundo,
aprender a amar, conocer a Dios, guiar a
otros a su encuentro e ir al Cielo.

El crujido ensordecedor del hielo en


algunos ríos de montaña en los países
nórdicos, al deshelarse, anuncia la llegada
de la primavera.

Lo que a veces parece una tragedia, no


es otra cosa que la voz de Dios que
quizás de un modo doloroso y
turbulento te quiere enseñar, porque

Pecado
Madurando en la Fe 287

te ama, que sin sus escudos, sin su


presencia en tu vida, tu existencia pierde
sentido y que lo que Satanás te ofrece es
un espejismo en el que tú crees encontrar
libertad, pero lo único que existe es basura
e inmundicia.
Jn 8, 44: «Cuando dice la mentira, dice lo que le
sale de dentro, porque es mentiroso y padre de
la mentira».

Rm 8, 28: «También sabemos que Dios dispone


todas las cosas para bien de los que lo aman, a
quienes él ha escogido y llamado».

Dice el Concilio Vaticano II:

«Por Cristo y en Cristo se ilumina el


enigma del dolor y de la muerte que fuera
del Evangelio nos envuelve en absoluta
oscuridad» (Gaudium et Spes 22).

Pecado
288 Madurando en la Fe

Un cadáver espiritual

Un cuerpo sin alma es un cadáver; un


alma en pecado es un alma, un espíritu sin
Dios.

Un espíritu sin Dios, es un cadáver


espiritual que habla y piensa, edifica y
construye no necesaria ni
conscientemente, en contra de Dios, pero
sí, o ignorándolo en su momento, al vaivén
de las circunstancias, pisoteando sus
mandamientos, sin otro Dios, ni otra ley
que no sea la autosuficiencia, el propio
ego, la propia soberbia del corazón,
construyendo así un mundo como el que
conocemos y que dista muchísimo de ser
el mundo que Dios quiere ni como nuestro
espíritu sueña.

Pecado
Madurando en la Fe 289

No hagas de tu cuerpo la tumba de tu


alma. Hay que levantarse y hacerlo pronto.

La vida interior, la vida de Dios en


nosotros, como el amor, está destinada a
crecer:

«Si dices basta, ya has muerto» (San


Agustín).

El pecado nos deshumaniza, la virtud nos


humaniza

Soy más humano cuando más virtuoso


soy y soy menos humano cuando he
permitido que el pecado tenga poder
sobre mí.

Luego la expresión:

Pecado
290 Madurando en la Fe

“Es que soy humano” –para justificar


una mala acción, vicio o pecado cometido–
no es bien utilizada.

El pecado nos deshumaniza, la virtud nos


humaniza, el amor a Dios nos diviniza.

A imagen y semejanza…

Dios creó al hombre a imagen y


semejanza suya y el hombre alejándose de
su Creador, por su soberbia y
desobediencia, en multitud de casos, hizo
al diablo a imagen y semejanza propia.

El camino del infierno

Dios no pone en nuestro corazón un


anhelo que no pueda ser satisfecho; un
sueño que no pueda ser realizado; un
anhelo que no pueda ser saciado…

Pecado
Madurando en la Fe 291

Es preferible una intención plasmada en


acción; que cien sueños que no pasan de
ser mera imaginación.

Admiro y aplaudo a quien entiende que


un sueño no hecho realidad es luego un
recuerdo frustrante que acusa al alma de
lo que pudo ser y jamás fue, de lo que pudo
ser y jamás será.

No cometas el error de huir del éxito del


mañana por no realizar el esfuerzo
necesario del hoy, para que el ideal se
convierta en anhelo y el anhelo en sueño
hecho vida.

Decía –no en vano– Don Bosco:

«El camino del infierno está empedrado


de buenas intenciones».

Pecado
292 Madurando en la Fe

Mata al cachorro antes de que se


convierta en León

Mata al cachorro antes de que se


convierta en león y acabe contigo.

Un mal hábito, no enfrentado, cuando


aún empieza a tomar fuerza en tu vida, con
el tiempo fácilmente se convertirá –si no
se lo impides– en una cadena fuerte que
esclaviza la voluntad, corrompe el
entendimiento y ciega al espíritu para ver
sus anhelos y alcanzar el Cielo.

Es un hecho que cualidades cultivadas y


defectos no enfrentados en la juventud,
con los años se agudizan.

Tu enemigo interior invisible

Si quieres conseguir alcanzar una


conversión verdadera empieza por

Pecado
Madurando en la Fe 293

descubrir de dónde provienen tus


múltiples traiciones.

Un enemigo invisible, al no ser visible,


parece invencible; pero una vez visible, se
vuelve totalmente y fácilmente vencible.
Empieza entonces por encontrar tu
enemigo interior invisible.

Tres armas letales

El auto engaño, el relativismo y la excusa


son tres armas letales de los mediocres
para seguir siendo mediocres”.

Una relación nefasta

La hoy ‒mal llamada‒ “tolerancia” se


casó con el “libertinaje” y entabló una
relación extramarital con su amante
favorito: el “relativismo” y tuvieron
como hijos a los engendros de la

Pecado
294 Madurando en la Fe

“ignorancia”, “indiferencia”, “estupidez


humana” y “pasividad ante el mal” de
aquellos que dicen que supuestamente
creen en Dios, le creen a Dios y aman a
Dios.

La mediocridad

La mediocridad es como una atadura de


sentimentalismo, subjetivismo, flojera,
miedos, e inseguridad, que impide a quien
la padece salir de su zona de confort o falsa
seguridad, por temor a no poder conseguir
las metas que su corazón anhela, porque –
simplemente– se acostumbró a vivir
esclavo y no tiene la valentía de esforzarse
por dejar de serlo.

Suele suceder que esa misma


mediocridad, no enfrentada, anule su
capacidad para percibir sus anhelos e

Pecado
Madurando en la Fe 295

incapacite a la víctima de tan terrible mal


para priorizar y elegir, o buscar las
herramientas para salir de su estado.

La ingratitud

Ama sin esperar nada a cambio; pero


nunca pierdas la oportunidad de dar a
cambio del amor que has recibido, muchas
veces más amor, del que te fue entregado.

La gratitud es el adorno que embellece


el corazón de las almas nobles.

La ingratitud, es el pestilente y
repugnante olor del espíritu mezquino y de
corazón ruin.

Para el ojo sano, para el ojo enfermo

Que abismo hay entre la luz del sol y


una linterna, pero si tu ojo está

Pecado
296 Madurando en la Fe

enfocado en la linterna, por más que luzca


el sol, por más radiante que sea el
resplandor del astro rey, la tenue luz de la
linterna, será la única que te deslumbre…

Para el ojo sano el contemplar la belleza


de un atardecer, la caída del sol en el mar,
es motivo de gozo en el Espíritu; para el ojo
enfermo, un paisaje tan bello, es en
cambio motivo de fastidio y dolor.

Para quien ha puesto su corazón en las


cosas del mundo, Dios no es quien
deslumbra con su brillo su alma, sino lo
que el mundo sutilmente pone a su
alcance…

Para quien ha puesto su corazón en las


cosas del mundo la presencia de Dios
en su vida no es motivo de gozo en el

Pecado
Madurando en la Fe 297

Espíritu, sino más bien, motivo de fastidio


y dolor.

Ni el mediocre, ni el soberbio

Ni el mediocre, ni el soberbio soportan


el fracaso y ambos son vulnerables e
incapaces de entender lo que significa el
triunfo.

Ni fríos ni calientes. Ni buenos ni malos

Ni fríos ni calientes. Ni buenos ni malos.


Ni de Dios ni del diablo. Ni católicos ni no
católicos. O sea: “Ni chicha ni limonada”.

La enfermedad del Siglo XXI: Una


generación de hombres y mujeres sin
ideales definidos, sin anhelos elevados, sin
rumbo claro.

Pecado
298 Madurando en la Fe

Las plagas que destruyen el mundo:

“La mediocridad y el relativismo.”

¿Qué se gana con la mentira?

Alguien le preguntó una vez al gran


Aristóteles:

¿Qué se gana con la mentira?

- Que no te crean cuando dices la verdad


–respondió el filósofo–.

Mentir no solo es decir lo contrario de la


verdad conocida por quien la oculta con
falacias o engaños; mentir es traicionar la
confianza de quien no merece ser
engañado.
Sal 119, 29: «Aparta de mí el camino de la
mentira, Y en tu misericordia concédeme tu
ley».

Pecado
Madurando en la Fe 299

Prv 13, 5: «El justo aborrece la palabra de


mentira»

Sal 32, 2: «Bienaventurado el hombre a quien


Dios no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no
hay engaño».

Sal 34, 13: «Guarda tu lengua del mal, Y tus


labios de hablar engaño».

Para manejar la soberbia y la Ira

Quien por nada se enoja, por nada se


apasiona…

El ser enérgico ante el mal es una virtud.

En cambio la ira, ese impulso


desordenado de nuestro ser, fruto de
nuestra soberbia, que nos lleva a creer que
todo tiene que ser siempre como nosotros
lo planificamos, que los demás tienen
que estar a nuestro servicio.

Pecado
300 Madurando en la Fe

O que ellos han pensar siempre como


nosotros, o –simplemente– creer que los
demás tienen una capacidad especial para
leer nuestros pensamientos e interpretar
lo que estamos pensando y que nos lleva a
querer resarcimos o desquitarnos por lo
que nosotros pensamos es una agresión o
una injusticia cometida contra personas
que queremos o contra nosotros mismos;
esta ira, no es una virtud.

La persona enérgica corrige porque lo


que hace es fruto de su amor a la verdad y
al bien, que no es otra cosa que el amor a
Dios.

La persona irascible, no corrige


realmente, aunque aparentemente
parecería que lo hace; la persona
irascible busca desquitarse de lo que
siente en su interior y lo quema por

Pecado
Madurando en la Fe 301

dentro; lo que busca realmente es hacer


sentir mal a quien supuestamente corrige,
por lo que considera injusto o pecaminoso.
El mal –al comienzo– es fácil

Casi todo lo que vale la pena fue difícil


antes de que – como fruto del esfuerzo
realizado para conseguirlo–, se convierta
en algo fácil.

Todo lo que no es bueno y no vale la


pena, al comienzo es fácil; en muchas
ocasiones placentero, pero al final es
siempre frustrante y doloroso para el
alma, con consecuencias nefastas para la
vida de quien así procede.

Lo que vemos en los demás habla de


nosotros

¡Qué siniestro y falaz puede


ser el corazón del hombre

Pecado
302 Madurando en la Fe

cuando, lo que más odiamos del otro, es en


muchas ocasiones, ni más ni menos, una
proyección, un reflejo de lo que
escondemos dentro de nosotros mismos! y
que, a su vez, interpretando la realidad
desde nuestra propia bajeza humana, se lo
endilgamos al hermano, buscando
inconsciente o conscientemente, desviar la
atención y ocultarlo de la vista de los
demás, e incluso a nosotros mismos, pero,
sabiendo siempre que a Dios jamás
podremos ocultárselo.

Quien tiene suciedad en su alma, cree


encontrarla en todo lo que le rodea:

“El que tiene alma de don Juan no creerá


jamás en la castidad de los monjes.‒ ‒Cada
ladrón considera a los demás de su propia
condición.‒ Nos dice así, aquel viejo refrán
tan propio de la sabiduría popular.

Pecado
Madurando en la Fe 303

La indiferencia

Algo peor que la maldad de aquellos que


llamamos malos: la indiferencia e
impasibilidad ante el mal de quienes nos
autoproclamamos buenos.

Cristo no murió en la cruz con los brazos


abiertos para que tú y yo vivamos la vida
quejándonos de lo mal que está el mundo,
pero sin enfrentarlo, manteniendo los
brazos cruzados.

Martin Luther King, decía:

“No me preocupa el grito de los


violentos, de los corruptos, de los
deshonestos, de los sin ética. Lo que más
me preocupa es el silencio de los buenos”.
Ap 3, 15-17: «Tú dices: “Soy rico; me he
enriquecido; nada me falta”. Y no te das

Pecado
304 Madurando en la Fe

cuenta de que eres un desgraciado, digno de


compasión, pobre, ciego y desnudo».

Nuestros errores nos persiguen y nos


pasan factura…

La vida es aprendizaje, y no es necesario


probar el mal, para conocer –sufriendo–
como decía San Pablo, que “… el salario del
pecado, es la muerte”. (Rm 6, 23)

Nuestros errores nos persiguen y nos


pasan factura. Cuando aparece el cáncer,
puedes arrepentirte de haber fumado toda
tu vida, pedir perdón a Dios, confesarte y
Dios, que es infinitamente misericordioso,
te dará su perdón, pero el cáncer igual
destruirá tu cuerpo y eventualmente te
matará.

Si en tu juventud das rienda suelta


a una vida desordenada en materia

Pecado
Madurando en la Fe 305

sexual, cuando fracases en tu matrimonio,


y pierdas a tu esposa o a tu esposo, a tu
familia; puedes arrepentirte de haber
vivido tan absurdamente, pedir perdón a
Dios, confesarte y Dios, que es
infinitamente misericordioso, te dará su
perdón…, pero igual habrás herido de
muerte tu relación y la unidad familiar y solo
una conversión verdadera de tu alma, solo
un milagro del Cielo podría salvarla.

Podría darte mil ejemplos, pero todo se


resumen en un hecho sencillo:

Mientras más pasos des en el camino


equivocado, más te apartarás del sendero
que te conduce a la felicidad, y más se
endurecerá tu corazón, cegándote y –
eventualmente– impidiéndote volver
al camino verdadero.

Pecado
306 Madurando en la Fe

Algo peor que no haber triunfado

Toda la vida de un hombre depende con


frecuencia de algunos «sí» y de algunos
«no», lúcidos y valientes que ha dicho a lo
largo de su juventud.

Es absurdo esperar un buen verano, si


hemos saqueado la primavera.

¿No será un pecado que tú por enturbiar


el agua, no la dejes beber a tu hermano?

Los consejos rara vez son bien recibidos;


y quienes más lo necesitan menos gustan
de ellos. Existe en la vida algo peor que no
haber triunfado: es o no haberlo intentado
o cobardemente conociendo la luz haberse
dejado vencer por las tinieblas.

Pecado
Madurando en la Fe 307

Dirás: “nuestros anhelos”

Si te adentras, en lo profundo de tu
corazón, ya no dirás: mis anhelos y los
anhelos de Dios. Dirás: “nuestros anhelos”.

Lo que a tu cuerpo gusta; lo que a tus


afectos o emociones mueven; lo que con
tu inteligencia descubres, no
necesariamente corresponde a lo que tu
corazón anhela, y te hace verdaderamente
feliz.

Es tu espíritu el que iluminado por Dios


el que aclara y alumbra tú inteligencia para
que recupere su amor por la verdad, y es
tu inteligencia la que ya alumbrada por la
verdad, reordena tus afectos y emociones
perturbados por el pecado, para que
busques lo verdaderamente noble,
bueno, y conveniente para tu alma.

Pecado
308 Madurando en la Fe

Sólo así surgen las fuerzas para


disciplinar y liberar en buen combate tu
cuerpo esclavizado por la carne.

Sólo así descubrirás y entenderás lo que


tu corazón anhela, lo que Dios te pide y lo
que la vida en y con Dios te ofrece.
1 Co 2, 9: «Lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni
el corazón del hombre imaginó, es lo que Dios
tiene preparado para aquellos que le aman».

Cada ladrón considera a los demás de su


propia condición

El que tiene inmundicia en su alma


creerá encontrarla a dondequiera que vea.

El que está sucio por dentro, y es sucio


en su mente, y malintencionado en lo
que hace, no creerá e interpretará
como Él es, como él piensa, como él

Pecado
Madurando en la Fe 309

actúa, lo que otros piensan, lo que otros


dicen, lo que otros hacen.

El que tiene lujuria en su corazón


ensuciará con su impureza la belleza de los
corazones puros que osen acercársele.

Ingrato

Ingrato es el que sólo en secreto es


agradecido.

Ingrato es quien niega los beneficios que


de otro ha recibido.

Ingrato es quien no los restituye de


ninguna manera; pero de todos, el más
ingrato es quien lo olvida y en el peor de
los casos llega al punto de buscar causar
daño a quien en algún instante de su vida
le tendió la mano.

Pecado
310 Madurando en la Fe

Pocos son los que apunta en la agenda


de su vida los favores recibidos. Como diría
un pensador:

“Cuando de un hombre habéis dicho que


es un ingrato, habéis dicho todo lo peor
que podéis decir de él”.

¡Qué tonto es el hombre a quien muerde


un perro atado!

Cristo ha resucitado: Satanás todavía


está lleno de un odio rabioso a Cristo Jesús,
que lo derrotó en su muerte, y ahora hace
la guerra a los cristianos, aun derrotado y
en retirada. Pero no tiene el mínimo poder
sobre los que son de Cristo y están libres
de pecado.

El poder del diablo sobre el hombre


es únicamente el poder que el
hombre mismo le concede.

Pecado
Madurando en la Fe 311

Está amarrado por la fuerza de Cristo


resucitado y no muerde sino a quien se le
acerca.

Dice San Juan Crisóstomo:

“Quam stultus est homo ille quem canis


in catena positus mordet” (¡Qué tonto es
el hombre a quien muerde un perro
atado!).

Esta victoria de Cristo es la suprema


gloria de la Iglesia; los cristianos somos
vencedores solamente por la victoria de
Cristo.

Lo que vuelve irreconocible a al alma

Quienes renunciaron a sus anhelos,


reemplazaron su humildad y
obediencia al plan divino dado a
través de la Iglesia, personas, signos y

Pecado
312 Madurando en la Fe

señales que Dios puso en su diario vivir, –


por su soberbia y autosuficiencia–
terminan volviendo irreconocible aquella
alma que un día brilló y de repente se
asemeja tanto a un león enjaulado; o a un
águila en gallinero.

“Ha perdido esa majestuosidad del león


libre en la pradera y del águila, que desde
las alturas otea el horizonte en busca de
su presa”.

El amor edifica y une. El odio destruye y


divide

La ira, el rencor, el resentimiento, el odio


son como un ácido muy, muy fuerte, que
hace más daño al recipiente que lo
contiene, que a cualquier vasija u
objeto sobre el cual se derrame.

Pecado
Madurando en la Fe 313

Cuando entra el odio en el corazón, el


deseo de venganza nubla y anula la razón.

Cuando la luz de Dios toca el alma, el


deseo de reconciliación y perdón ilumina y
resucita el amor en el corazón.

El amor edifica y une. El odio destruye y


divide.

La hija de la soberbia

La susceptibilidad es hija de la soberbia


y se manifiesta en un desordenado amor
propio que lleva a quien la padece al
autoengaño, a desoír cualquier consejo
por bueno que sea, y sin importar de quien
venga, amigo o enemigo, al interpretar
todo como un acto de agresión a la coraza
de falsa seguridad en la que se
escuda.

Pecado
314 Madurando en la Fe

¿Qué es peor?

No sé qué es peor: la maldad de los


malos, o la aparente y –tantas veces– falsa
bondad de los que se consideran a sí
mismo como justos

No sé qué es peor: la maldad de los


malos, o la pasividad y tibieza de corazón
de los que se consideran a sí mismos como
justos y buenos.

¿Razones para odiar?

Todas las razones juntas que tengas para


odiar, no tienen el peso de una sola gota
de sangre de Cristo, derramada por ti y por
tu hermano a quien odias, en el calvario.

Pecado
Madurando en la Fe 315

El mundo ha llenado de águilas y cóndores


los gallineros

El mundo ha incapacitado a cóndores y


águilas en el espíritu, llamados a desplegar
no sus alas, sino su entendimiento, para
ver con la agudeza de visión de las águilas,
desde lo profundo del corazón ‒tal cual,
como desde lo alto las águilas contemplan
la grandeza que se puede ver solamente
desde las alturas–, con las alas
desplegadas y no replegadas; volando
sobre las nubes y no escogiendo la falsa
seguridad de tierra firme.

Pecado
Madurando en la Fe 316

Testimonio
Madurando en la Fe 317

Un buen consejo, un talento

Un buen consejo dado conlleva una


responsabilidad asumida, un compromiso
a vivir.

Un talento, un don recibido de lo alto, es


un llamado puesto por Dios en lo más
profundo de tu ser a cultivarlo,
desarrollarlo y a compartir sus beneficios
con tu prójimo, con tus hermanos los
hombres.

Testimonio
318 Madurando en la Fe

Lc 12, 42-48: «Al que se le ha dado mucho, se le


exigirá mucho».

La luz está allí, no para ser escondida

La luz que llevamos dentro es la que


ilumina nuestro caminar por este mundo y
el sendero que nos conduce a nuestra
salvación y de las almas que Dios ha puesto
en nuestro camino.

La luz está allí, no para ser escondida


sino para ser entregada a todo aquel que
aún camina en oscuridad.
Mt 5, 14-16: «Brille así vuestra luz delante de los
hombres, para que vean vuestras buenas obras
y glorifiquen a vuestro Padre que está en los
cielos».

Testimonio
Madurando en la Fe 319

No trates de ganarte el amor de Dios

No trates de ganarte el amor de Dios,


ése lo tienes desde siempre. Eres su hijo, y
uno de sus predilectos, pues de mil formas
Él, te ha dado a conocer que te ama.

Lucha más bien, día a día, por ganar de


parte tuya, cada vez más, un mayor amor a
Dios y a través de Él, un mayor amor a ti
mismo, una recta valoración de tu
existencia y de tu vida, y un mayor amor a
los demás, aprendiendo a mirarlos como
Jesús te mira desde el Sagrario.

Tenlo presente: Esa es tu tarea, esa es tu


misión principal, no lo olvides: Amar, amar,
amar.

Testimonio
320 Madurando en la Fe

Nadie da lo que no tiene

Si te atreves a enseñar es imperativo que


te decidas a aprender.

Si te decides a guiar, necesitas saber con


certeza a dónde los quieres llevar.

La vida no se improvisa. Dios no


improvisa. Tú, ¿qué esperas para imitarlo?

No seas esperanza fallida

«Sólo a través de hombres tocados por


Dios, puede el propio Dios volver a habitar
entre nosotros». (Benedicto XVI)

La llamada que Dios te hace, lejos de ser


una llamada a la infelicidad, marca el
rumbo más certero a lo que tú
espíritu anhela, la vía más segura a tu

Testimonio
Madurando en la Fe 321

propia realización plena, aquí y ahora y


luego en la Eternidad.

Esto es cierto, pero además, también


marca el camino seguro y certero de
muchas almas que dependen de tu
respuesta, de tu sí, para alcanzar su propia
felicidad y Salvación.

No seas esperanza fallida para aquellas


almas necesitadas de esa Luz que sin tu si,
solo encontrarán en su vida una gran
oscuridad.

Muy bien no hacer el Mal, muy mal no


hacer el Bien

Sabemos que pasamos por la vida, tú


procura que la vida sepa que pasamos por
ella.

Testimonio
322 Madurando en la Fe

Solo cabe progresar cuando se piensa en


grande; solo es posible avanzar cuando se
mira lejos. De nada sirve ser luz, sino vas a
iluminar el camino de nadie…

En este mismo sentido decía el Padre


San Alberto Hurtado: “Está muy bien no
hacer el Mal, pero está mal, muy mal, no
hacer el Bien”.
Mt 5, 14 -15: 14. «Vosotros sois la luz del
mundo. No puede ocultarse una ciudad situada
en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende
una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino
sobre el candelero, para que alumbre a todos
los que están en la casa».

Lc 13, 23-24: «Alguien le preguntó: “Señor, ¿es


verdad que son pocos los que se salvarán?”
Jesús respondió: «Esfuércense por entrar por la
puerta angosta, porque yo les digo que
muchos tratarán de entrar y no lo
lograrán».

Testimonio
Madurando en la Fe 323

Lo esencial no es lo que decimos

Cuanto más logremos almacenar en


nuestras almas a través de la oración
silenciosa, más podremos dar en nuestra
vida activa.

Tenemos necesidad de silencio y oración


para ser capaces de tocar las almas.

Lo esencial no es lo que decimos, sino lo


que Dios nos dice a nosotros y por nuestro
medio: “Todas nuestras palabras serán
inútiles si no nos brotan de dentro”.

“Las palabras que no esparcen la luz de


Cristo, contribuyen a aumentar la
oscuridad”. (Santa Teresa de Calcuta)

No hago mal a nadie

Me dices:

Testimonio
324 Madurando en la Fe

No hago mal a nadie. No mato, no robo,


soy un fiel cumplidor de las leyes…

¿Esto es ser un buen cristiano?

Te contesto:

Ser cristiano no es abstenerse de hacer


el mal; ser cristiano es ser ‒alter Christus‒
(otro Cristo) y una descripción resumida de
la vida del Señor Jesús está en la Biblia en
el Nuevo Testamento:

‒Entonces Pedro tomó la palabra y dijo:


“Verdaderamente comprendo que Dios no
hace acepción de personas Sino que en
cualquier nación el que le teme y practica
la justicia le es grato. Él ha enviado su
Palabra a los hijos de Israel, anunciándoles
la Buena Nueva de la paz por medio
de Jesucristo que es el Señor de
todos. Vosotros sabéis lo sucedido en

Testimonio
Madurando en la Fe 325

toda Judea, comenzando por Galilea,


después que Juan predicó el bautismo;
Cómo Dios a Jesús de Nazaret le ungió con
el Espíritu Santo y con poder, y cómo él
pasó haciendo el bien y curando a todos
los oprimidos por el Diablo, porque Dios
estaba con Él” (Hch 10, 34- 38).

No es nuestra opción, por tanto, el decir:

‒No hagas a otro, lo que no quieras que


te hagan a ti.‒

Nuestra opción como verdaderos


cristianos es:

- Haz por los demás, lo que quisieras que


los demás hagan por ti. -
Mt 7, 12: «Por tanto, todo cuanto queráis que
os hagan los hombre, hacédselo también
vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los
profetas».

Testimonio
326 Madurando en la Fe

No se puede transmitir a Cristo sin Cristo

No se puede ser lámpara sin luz, ni


palabra sin voz. No se puede transmitir a
Cristo sin Cristo en el corazón.

No se puede transmitir luz, si en tu


corazón reina la oscuridad.

El Señor, como el Padre de la parábola


del hijo prodigo espera tu regreso al
rebaño que Él pastorea. ¿Vas a dejarlo
esperando?
Ap 3, 20: «Mira que estoy a la puerta y llamo; si
alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré
en su casa y cenaré con él y él conmigo».

Es decisión y convicción, de los que sí


quieren

Me dices: Es que somos tan pocos


los que queremos luchar por cambiar

Testimonio
Madurando en la Fe 327

el mundo y que creemos que es posible


hacerlo y vivir a la sombra de está
espiritualidad.

Te respondo:

Es la calidad de las convicciones, la


fuerza de las decisiones, su alineación con
la verdad y el plan divino y no el número
de quienes viven de acuerdo a aquello, lo
que determina el éxito de una misión.

No es el número de seguidores, es
decisión y convicción de los que sí quieren
y ponen su corazón en las manos de Santa
María y su mirada en el Señor Jesús, lo que
determina el triunfo o la derrota.

Testimonio
328 Madurando en la Fe

Lo que cuenta no es lo que sabemos sino


lo que utilizamos

‒No digas ya lo sé.” Lo que cuenta no es


lo que sabes sino lo que utilizas.

Ni el mejor mapa te convierte en un


buen viajero, ni el más sabio plan te vuelve
sabio. Una cosa es el mapa, otra el
territorio.

¡Actúa ahora mismo! ¡Empieza ya! No


llega a dar calor la hoguera que no se
enciende.

Sé chispa que prende, arde e ilumina, a


quienes se cruzan en tu camino, a todos
aquellos que aparecen en tu vida y toma
las decisiones que verdaderamente valen
la pena y que son las que cambian
vidas y ten presente siempre que
cualquier camino que tomes de

Testimonio
Madurando en la Fe 329

espaldas al plan de Dios, sin consultar con


Él, nunca será una buena de decisión.

De ti y de mí no depende, acaso, el que


otros hagan, pero de ti y de mí depende el
que hagamos nosotros o dejemos de
hacer, hagamos el bien o hagamos el mal y
de que hagamos o no hagamos dependen
grandes cosas.

¡Sonríe!
¡Qué tonto!: Por cada minuto que
permaneces enfadado, pierdes 60 segundos
de felicidad y lo peor de todo, el enfado
más tarde o más temprano se va, empeora
las cosas, no arregla nada y en casos
puntuales solamente aparenta arreglarlo.
Mejor, sonríe. Es gratis.

El sonreír no es signo de debilidad,


todo lo contrario, el que sonríe en vez

Testimonio
330 Madurando en la Fe

de enfurecerse, es siempre el más fuerte,


por no decir el más sabio.

Sonríe en los malos momentos, que en


los buenos todo el mundo los hace y
cuando te digo que sonrías, no me refiero
a que muestres los dientes, sino el alma.

Más o menos

Si queremos vivir de acuerdo a lo que


somos, es importante entender que el ‒
más o menos‒ que tantas veces, usamos o
escuchamos en nuestros diálogos
cotidianos, no cabe en alguien que se
autodefine como cristiano.

¿Eres católico? ¿Eres piadoso? ¿Eres


honrado? ¿Eres generoso?

¿Qué respondes? ¿Más o menos?

Testimonio
Madurando en la Fe 331

No eres más o menos católico, o más o


menos piadoso, o más o menos honrado, o
más o menos generoso.

¡O eres, o no eres! No cabe en nuestros


labios y en nuestra vida el seguir siendo
hombres y mujeres del más o menos.

O eres cristiano, de pensamiento, de


palabra, de corazón y acción o eres un
grandísimo mentiroso. A tu prójimo lo
puedes engañar, a tí mismo, quizás, aunque
lo dudo; pero a Dios, no.

Si es que has velado el rostro de Cristo al


prójimo y aún estás aquí, eso significa que
Dios aún cree que puedes cambiar.
Ap 3, 16: «Por qué no eres ni frío ni caliente, sino
tibio, te vomitare de mi boca».

Testimonio
332 Madurando en la Fe

Los seres verdaderamente dueños de sí


mismos

Los seres verdaderamente dueños de sí


mismos, no tienen necesidad alguna de
competir con otros o tener la razón,
tampoco de mentir o aparentar ser algo
que no son: ya son.

Respetan a los demás y son amorosos


con todos, comprenden, observan, ayudan
y sobre todo aman a Dios y por esto, se
aman a sí mismo y aman verdaderamente
a los demás.

Ya no eres esclavo, sino hijo

Un hombre deja de ser esclavo de un


destino ciego cuando sus motivaciones y
sus sueños son lo suficientemente
grandes para vencer sus paradigmas y
temores y al mismo tiempo reconoce

Testimonio
Madurando en la Fe 333

la razón esencial de su presencia y


existencia en este mundo: ‒su verdadera
identidad y la grandeza de su misión.
Ga 4,7: «De modo que ya no eres esclavo, sino
hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de
Dios».

¿Eres protagonista o un mero


espectador?

Un hombre proactivo y verdaderamente


libre, es necesariamente un hombre que
fundamenta su vida en convicciones
profundas, que hace suya toda tarea o
responsabilidad a él encomendada.

Solo con una convicción firme y clara de


lo que busca y quiere en la vida, el ser
humano despierta en su interior la
fuerza que lo convierte de ser un
mero espectador de los sucesos que a

Testimonio
334 Madurando en la Fe

otros desalientan y asustan, en verdaderos


protagonistas y líderes de los cambios que
el mundo, la familia, la Iglesia, la oficina
donde trabaja, la empresa que dirige etc.,
está necesitando.

¿Eres protagonista del cambio que el


mundo requiere? O ¿Eres un mero
espectador angustiado por la crisis del
mundo en el que vives?

La palabra de un verdadero cristiano


es su firma

La palabra de un verdadero cristiano


debería ser, tal cual, como la firma de un
contrato o de un cheque y quizás mucho
más confiable.

Si de verdad Jesús habita en el


corazón del hombre, poco o nada
añadiría una firma en un papel

Testimonio
Madurando en la Fe 335

para dar credibilidad a lo dicho de viva voz


con palabras.

Es lo que somos lo que transmitimos a


otros

En algunas ocasiones el silencio dice más


que cien palabras y unas pocas palabras
dicen más que un millón de ellas.

No es lo mucho que hablas lo que la


gente escucha; es lo que eres lo que
transmites atros.

Portadores de Dios

El corazón de un hombre de Dios es el


receptáculo donde la Trinidad habita como
en un templo y para aquellos que no van al
templo a encontrarse con Dios, éste
hombre, sale en su búsqueda como
portador de una gracia que lleva el templo

Testimonio
336 Madurando en la Fe

al hombre y el hombre de vuelta hacia


Dios…

Es aquí que los cristianos nos


convertimos en nuestra vida en
portadores de Dios, que dóciles a las
mociones del Espíritu Santo, nos trocamos
a nosotros mismos –por así decirlo– en
verdaderas custodias vivientes llevando en
nuestro interior a Jesús, de un modo
semejante al de Santa María al visitar
Santa Isabel, al encuentro de nuestros
hermanos los hombres.
Jn 14, 21.23: «El que tiene mis mandamientos y
los guarda, ése es el que me ama; y el que me
ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y
me manifestaré a él. Si alguno me ama,
guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y
vendremos a él, y haremos morada en él».

Testimonio
Madurando en la Fe 337

San Ignacio, Obispo de Antioquía y


mártir, fue discípulo de los Apóstoles, y al
final de su vida se llamaba a sí mismo:

Teóforo, Ignacio, el portador de Dios: el


que lo lleva dentro... el que lo muestra a
todos como una custodia... el que lo da
porque lo tiene...

El verdadero cristiano es un Portador de


Dios. No hay cristiano entre nosotros que
no pueda y que no deba llamarse de la
misma manera.

Testimonio
338 Madurando en la Fe

CONTENIDO
Nota de los editores .................................... 4

Prólogo ......................................................... 6

Jesús ............................................................ 10

María .......................................................... 79

Confianza .................................................... 88

Valentía ..................................................... 114

Santidad ................................................... 162

Tiempo ...................................................... 190

Caridad ...................................................... 210

Elección ..................................................... 226


Madurando en la Fe 339

Virtudes...................................................243

Pecado ...................................................283

Testimonio ............................................. 316

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