Universidad Nacional Mayor de San Marcos

From the SelectedWorks of ANGEL RIMASCCA HUARANCCA

Winter August 20, 2017

Nulidad del acto jurídico por contravención al

orden público y a las buenas costumbres: "negocio
jurídico ilícito".pdf
Angel Rimascca Huarancca

Available at: https://works.bepress.com/angel_rimascca_huarancca/9/

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COMENTARIO DE JURISPRUDENCIA

Comentario de jurisprudencia
Nulidad del acto jurídico por contravención
al orden público y a las buenas costumbres:
“negocio jurídico ilícito”
Angel Rimascca Huarancca*
Universidad Nacional Mayor de San Marcos

RESUMEN
Se reflexiona sobre los siguientes puntos:
¿la nulidad virtual se encuentra regulada
en el artículo v del Título Preliminar del
Código Civil?, ¿se puede equiparar la in-
moralidad con la ilegalidad en la valoración
de la validez de los actos jurídicos?, ¿un
acto jurídico podría ser ilícito si una norma
imperativa lo comprende expresamente?,
entre otros.
Palabras clave: Nulidad del acto jurídico /
Ineficacia de acto jurídico / Negocio jurí-
dico ilícito
Recibido: 07-06-17
Aprobado: 07-08-17
Publicado en línea: 04-09-17
ABSTRACT
It is considered if: Is the virtual nullity
regulated in article v of the Preliminary
Title of the Civil Code? Can immorality
be equated with illegality in assessing the
validity of legal acts? Could a legal act be
unlawful if an imperative norm contempla-
tes it expressly?, among others.
Key words: Nullity of legal act / Ineffec-
tiveness of legal act / Illegal transaction
Title: Nullity of a legal act for contraven-
tion of public order and good customes:
“illegal legal business”
Author: Angel Rimascca Huarancca

* Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y cursa estudios de Maestría en Derecho
Civil y Comercial en esta casa de estudios. Especialización en Derecho Civil Patrimonial por la Pon-
tifica Universidad Católica del Perú. Docente de Derecho Civil en la Escuela de Derecho y Empresa
Summa Cum Laude. Profesor de prácticas de Derecho Civil en la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos. Miembro del Taller de Derecho Civil “José León Barandiarán”.

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1. Presentación del caso materia de (artículo 2222 del Código Civil), ello
análisis por la sola ausencia de algún elemento
Los sujetos privados en una so- y/o requisito de constitución y validez
ciedad como la nuestra pueden auto- del negocio jurídico prescrito en los
rregular sus propios intereses creando artículos 219 y 221 del Código Civil,
reglamentos contractuales, ello debido la cual es declarada en una sentencia.
al poder jurídico negocial que el orde- Por lo tanto, nuestro sistema jurídico
namiento jurídico les otorga a todos ha establecido que para cada supuesto
los particulares o individuos. Es así que de hecho fattispecie se le aplica una
surge el contrato, donde subyacen los consecuencia jurídica, sea en sentido
intereses exteriorizados en las distintas positivo o negativo.
cláusulas que son vinculatorias a su
obligatoriedad entre las partes con- IMPORTANTE
tratantes. Sin embargo, la autonomía
privada, por decirlo así, tiene ciertas […] la ineficacia funcional se refiere
limitaciones1: exteriores (esto es, la a una etapa posterior a la formación
del acto jurídico, esto es, posterior a
normas imperativas, el orden pública y la celebración del acto jurídico que se
las buenas costumbres) e interiores (esto originan por causas y circunstancias
es, los elementos y requisitos propios de objetivas externas de carácter econó-
la validez del negocio jurídico). mico, social, moral, etc., y que están
directamente relacionados con los in-
Entonces, ello implica que no todo tereses particulares de las partes, por
negocio jurídico siempre va a ser válido lo que la voluntad negociadora decae
y, por ende, no surtirá sus efectos al y se extingue; deja de interesar a una
momento de la celebración, ya que o ambas partes del negocio jurídico. Y
algunos de ellos estarán condenados a esto, a su vez, la norma lo ha sancio-
nado con remedios, los cuales vienen
ser declarados nulos, así como anulables
a ser la resolución, el mutuo disenso,
la condición resolutoria, la caduci-
dad de la oferta, la inoponibilidad, la
1 Respecto a las prohibiciones generales de la revocación, etc.
autonomía privada, Werner Flume señala
que: “la autonomía privada, aparte de que
solo pueda desarrollarse en el marco del nú- Bajo la premisa expuesta, los par-
merus clausus de tipos de actos y relaciones
jurídicas fijado por el ordenamiento jurídico,
ticulares deberán cumplir con los ele-
se limita además de diferentes maneras por el mentos y/o requisitos constitutivos del
mismo ordenamiento. Prohibiciones generales negocio jurídico para que esta sea válida
y especiales restringen las posibilidades de
la actuación de la autonomía privada”, en
Flume, Werner, El negocio jurídico, 4.ª ed., 2 Véase, al respecto, el artículo 222 del Código
traducción José Miquel Gonzales María y Civil: “El acto jurídico anulable es nulo desde
Esther Gómez Calle, Madrid: Fundación su celebración, por efecto de la sentencia que
Cultural del Notariado, 1998, p. 24. lo declare”.

26 Instituto Pacífico Número 38 • Agosto 2017 • pp. 25-39

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y eficaz, ello implica que pueda surtir demanda de nulidad del acto jurídico
sus efectos. (contrato de compraventa de fecha 29 de
Ahora, pasamos a detallar el caso enero del 2002) por las causales de falta
materia de análisis: de manifestación de voluntad (numeral
1), de objeto jurídicamente imposible
Con fecha 6 de agosto de 1999, la (numeral 3) y en el caso del artículo v
señora Cruz Belinda Iparraguirre Cas- del Título Preliminar (numeral 8) del
tillo celebró con el Banco Internacional artículo 219 del Código Civil.
del Perú SAC Interbank (en adelante el
“Banco”) un contrato de compraventa La primera instancia declaró fun-
por el cual le transfirió el inmueble dada la demanda toda vez que el con-
ubicado en la esquina de los jirones San trato contiene un objeto jurídicamente
Pablo De la Cruz y Moyobamba s/n, imposible, pues al haberse determinado
Tarapoto, y cuyo contrato fue inscrito judicialmente la nulidad del contrato de
en la partida registral del inmueble; compraventa de fecha 6 de agosto de
sin embargo, la señora Cruz Belinda 1999, se evidenció que al momento de
Iparraguirre Castillo inició dos procesos celebrarse el contrato de compraventa
judiciales (Expedientes N.º 231-2001 y objeto de nulidad, la propiedad del
N.º 264-2007) para obtener la nulidad inmueble en disputa correspondía al
de dicho contrato, el cual fue finalmen- ahora demandante y no al Banco de-
te declarado nulo por sentencia firme mandado, quien transfirió un bien que
dictada en el segundo de estos procesos. no le pertenecía.
No obstante, el 29 de enero del Sin embargo, la Sala Superior revo-
2002, el Banco Interbank, en calidad ca la sentencia y reformándola declara
de demandado, celebra un contrato de infundada la demanda, ya que en el mo-
compraventa con la señora Dora Angé- mento en que se celebró el contrato de
lica Reátegui, viuda de Mori, a través compraventa objeto de nulidad, el Banco
del cual aquel transfirió a esta última el demandado mantenía la condición de
inmueble referido, y a su vez también propietario del inmueble inscrito y con-
fue inscrito en la partida registral del taba con aptitud para venderlo, más aún
inmueble. Además, cabe señalar que el cuando el proceso judicial de nulidad del
Banco Interbank y la señora Dora Angé- acto jurídico (del contrato primigenio)
lica Reátegui, viuda de Mori, conocían el recién se dio el 12 de marzo del 2009.
cuestionamiento judicial iniciado por la Por su parte, el Tribunal Supremo
señora Cruz Belinda Iparraguirre Castillo declara fundado el recurso de casación
contra la validez del contrato de com- señalando que se ha acreditado que el
praventa de fecha 6 de agosto de 1999. Banco dispuso del inmueble aprove-
En razón de ello, la señora Cruz Be- chando que la titularidad registral de este
linda Iparraguirre Castillo interpone una se encontraba formalmente inscrita a su

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favor, como producto de un contrato
afectado por vicios de nulidad, con el
propósito de disponer ilícitamente del
inmueble, circunstancia que resulta
claramente contraria al orden público
y las buenas costumbres y, por tanto,
subsumible en el supuesto de nulidad
previsto en el artículo v del Título Pre-
liminar del Código Civil.
Antes de ingresar al análisis de los
fundamentos del tribunal supremo
expuesto en la Casación N.° 4263-
2015-San Martín bajo los cuales se
resolvió declarando fundada en favor
del accionante, resulta necesario desa-
rrollar algunos temas vinculados tan-
gencialmente al caso como es la teoría
general de la nulidad del acto jurídico,
así como las características y causales de
la nulidad en nuestro sistema jurídico
y, a su vez, analizar la nulidad del acto
jurídico por contravención al orden
público y las buenas costumbres como
“negocio jurídico ilícito”, puntos que
lamentablemente no fueron efectuados
de manera clara por la Corte Suprema.
2. La nulidad del acto jurídico
Para poder desarrollar la nulidad
del acto jurídico, primero debemos
establecer los elementos y requisitos
estructurales que se requiere para la
validez del acto jurídico, y estos se en-
cuentran sujetas al cumplimiento de los
requerimientos exigidos por el artículo
1403 del Código Civil, el cual señala
3 Véase, al respecto, el artículo 140 del Códi-
go Civil, que señala: “El acto jurídico es la
28 Instituto Pacífico
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los elementos estructurales que deben
de estar presentes en la formación del
acto jurídico: sujeto, manifestación de
voluntad, causa, objeto y forma, y, a su
vez, los requisitos que son las cualidades
que deben presentar los elementos para
que el acto jurídico tenga validez.
Esto implica que el sujeto debe ser
capaz, determinado o determinable, y
debe tener legitimidad; la manifestación
de voluntad debe ser seria y sin vicios
de voluntad (error, dolo y violencia); el
objeto debe ser posible física y jurídica-
mente determinado o determinable, y
asimismo el objeto debe tener contenido
patrimonial; la causa debe ser licita;
y el elemento referido a formalidad,
en cuanto la ley lo haya establecido
bajo sanción de nulidad. Todos estos
requisitos de cumplimiento están es-
tablecidos en los artículos 140, 2194 y
manifestación de voluntad destinada a crear,
regular, modificar o extinguir relaciones jurí-
dicas. Para su validez se requiere:
1. Agente capaz.
2. Objeto física y jurídicamente posible
3. Fin lícito.
4. Observancia de la forma prescrita bajo
sanción de nulidad”.
4 Véase, al respecto, el artículo 219 del Código
Civil, que señala: “El acto jurídico es nulo:
1. Cuando falta la manifestación de voluntad
del agente.
2. Cuando se haya practicado por persona
absolutamente incapaz, salvo lo dispuesto
en el artículo 1358.
3. Cuando su objeto es física o jurídicamente
imposible o cuando sea indeterminable.
4. Cuando su fin sea ilícito.
5. Cuando adolezca de simulación absoluta.
6. Cuando no revista la forma prescrita bajo
sanción de nulidad.
7. Cuando la ley lo declara nulo.
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2215 (estos últimos en sentido contra- tes, por lo que la voluntad negociadora
rio) del Código Civil como causales de decae y se extingue; deja de interesar a
nulidad y anulabilidad del acto jurídico. una o ambas partes del negocio jurídico.
Por otro lado, la ineficacia del acto Y esto, a su vez, la norma lo ha sancio-
jurídico es todo lo que hace que el nego- nado con remedios, los cuales vienen a
cio jurídico no surta sus efectos; a su vez, ser la resolución, el mutuo disenso, la
la ineficacia en sentido amplio puede ser condición resolutoria, la caducidad de
concebida de dos modos: ineficacia es- la oferta, la inoponibilidad, la revoca-
tructural o intrínseca y funcional, donde ción, etc. Establecido este panorama
la primera se da por los vicios jurídicos de la ineficacia del negocio jurídico,
que se presentan en la celebración del ahora pasaremos a analizar el recurso
acto jurídico. Esto se refiere a la etapa de de nulidad del acto jurídico o, también
formación del acto jurídico, y tiene lugar llamado, nulidad absoluta.
cuando existen supuestos hipotéticos La nulidad absoluta de un acto
de defectos o vicios constitutivos que jurídico es de pleno derecho y tiene un
determinan su invalidez y que la norma sustento en la ineficacia estructural o
ha establecido en los artículos 219 y 221 intrínseca, que reenvía a circunstancias
del Código Civil, los cuales permitirán y causas concurrentes a la formación
que el acto jurídico sea sancionado con del acto aquellos en que falta alguno de
los recursos de nulidad y anulabilidad. los elementos y/o requisitos esenciales
De otro lado, la ineficacia fun- para su validez previstos en el artículo
cional se refiere a una etapa posterior 140 del Código Civil y/o se celebra con
a la formación del acto jurídico, esto transgresión de normas imperativas o de
es, posterior a la celebración del acto orden público y buenas costumbres; en
jurídico que se originan por causas y cambio, es anulable el acto jurídico (o
circunstancias objetivas externas de también llamado nulidad relativa) cuan-
carácter económico, social, moral, etc., do el acto jurídico es plenamente eficaz;
y que están directamente relacionados pero, por adolecer de ciertos defectos,
con los intereses particulares de las par- como la incapacidad relativa del agente,
vicio resultante de error, dolo, violencia
8. En el caso del artículo v del Título Preli- o intimación, simulación relativa y/o
minar, salvo que la ley establezca sanción
diversa”.
cuando la ley lo declara anulable, está
5 Véase, al respecto, el artículo 221 del Código condenado a ser ineficaz.
Civil, que señala: “El acto jurídico es anulable:
1. Por incapacidad relativa del agente.
En ese sentido, el acto jurídico
2. Por vicio resultante de error, dolo, violen- declarado por sentencia nulo conlleva
cia o intimidación. a que no produzca efecto jurídico de
3. Por simulación, cuando el acto real que lo
contiene perjudica el derecho de tercero. ninguna índole (del acto celebrado): no
4. Cuando la ley lo declara anulable”. favorables ni perjudiciales para las partes

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y terceros. Es decir, no produce ningún
efecto y se da por no celebrado el acto
jurídico. Es decir, la resolución judicial
de nulidad tiene efectos ex tunc, esto es,
retroactivo hasta la fecha de celebración
del acto jurídico. Por su parte, Guiller-
mo Borda señala que “la nulidad es la
sanción legal que priva de sus efectos
normales a un acto jurídico, en virtud de
una causa originaria, es decir, existente
en el momento de la celebración”6.
IMPORTANTE
Con respecto al acto jurídico nulo por
contravención a las buenas costum-
bres, esto conlleva a entender que
las buenas costumbres también tras-
lucen en disposiciones legales que
consagran una regla moral, y que a la
vez es aceptado por todos y constan-
temente practicado por imperio de la
conciencia social que despliega actos
de conducta honesta.
2.1. Características y causales de la nuli-
dad jurídica
La nulidad absoluta es la forma más
radical de invalidez del acto jurídico7
y esta “obedece a una razón de orden
público, de interés social: de ahí que
pueda pedirla cualquiera y que inclusive
el juez pueda y deba declararlo de oficio,
si apareciera manifiesta, aunque nadie la
6 Borda, Guillermo A., Tratado de derecho civil,
t. II, 9.ª ed., Buenos Aires: Editorial Perrot,
1999, p. 406.
7 Roppo, Vicenzo, El contrato, Lima: Gaceta
Jurídica, 2009, p. 680.
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hubiera pedido; de ahí también que los
actos viciados de tal nulidad no pueden
confirmarse, puesto que no se trata
ya de amparar el interés de las partes
intervinientes, sino el interés social”8.
En ese sentido, podemos señalar que
la nulidad absoluta tiene las siguientes
características:
i) Quienes pueden solicitar la nuli-
dad . Cualquiera de las partes, terceros
9
o el Ministerio Público, en salvaguarda
de la ley o la moral, toda vez que la
nulidad es de interés público o social,
esto implica que cualquier interesado
puede solicitarlo, inclusive el propio
juez, aun si no fuera a petición de parte,
ello cuando aparezca manifiestamente
nulo, según prescribe el artículo 22010
del Código Civil; ii) No convalidación.
El acto jurídico que adolece de nulidad
absoluta no es susceptible de confirma-
ción, toda vez que no se convalida el
acto porque es la sociedad, por interés
público, que está interesada en su inva-
lidez; y, finalmente iii) Prescripción. La
8 Borda, Tratado de derecho civil, ob. cit., p.
414.
9 Con respecto a esta característica de la nulidad
del acto jurídico, regula nuestro Código Civil
en el artículo 220, en los términos siguientes:
“La nulidad a que se refiere el artículo 219
puede ser alegada por quienes tengan interés o
por el Ministerio Público. Puede ser declarada
de oficio por el juez cuando resulte manifiesta.
No puede subsanarse por la confirmación”.
10 Véase, al respecto, el artículo 220 del Código
Civil, que señala: “La nulidad a que se refiere
el artículo 219 puede ser alegada por quienes
tengan interés o por el Ministerio Público.
Puede ser declarada de oficio por el juez cuan-
do resulte manifiesta. No puede subsanarse
por la confirmación”.
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acción derivada de nulidad del acto jurí- Código Civil, cuyo numeral está referido
dico no es prescriptible, esta afirmación a la leyes que interesan al orden público
no ha sido expresamente tomada por el y las buenas costumbres.
Código Civil, por el contrario señala que
la acción de nulidad prescribe a los 10 3. Nulidad del acto jurídico por con-
años (artículo 200111 del Código Civil). travención al orden público y a
Por otro lado, las causales de nuli- las buenas costumbres: “negocios
dad absoluta reguladas en el artículo 219 jurídicos ilícitos”
del Código Civil se pueden clasificar en La nulidad del acto jurídico por la
causales de nulidad expresa y virtual, causal numeral 8 del artículo 219 del
donde la nulidad expresa es aquella Código Civil, también llamada nulidad
declarada textualmente por una norma, virtual, nos remite al artículo v del Tí-
y “ellas alivian grandemente el esfuerzo tulo Preliminar del Código Civil, que,
del interprete, llamado a valorar si el a su vez, señala que el acto jurídico es
contrato es nulo o no”12; estos están pres- nulo cuando es contrario a las leyes que
critos en los numerales 1 al 7 del artículo interesan al orden público o a las buenas
219 del Código Civil. Y, finalmente, la costumbres. Además, cabe recalcar que
nulidad virtual es aquella causal don- el numeral en comentario no tiene ante-
de hay ausencia de una norma que lo cedentes en el Código Civil abrogado de
declare expresamente, tan es así que 1936. Pero, cabe resaltar que esta causal
tenemos el numeral 8 del artículo 219 de nulidad del acto jurídico (numeral 8)
del Código Civil, donde se señala que se fundamenta en la atenuación de la
“el acto jurídico es nulo: […] 8. En el autonomía de la voluntad (o autonomía
caso del artículo v del Título Preliminar, privada) por el orden público.15
salvo que la ley establezca sanción diver- Esto conlleva a interpretar la ratio
sa”. Ello implica que para “el juzgador legis del artículo v del Título Preliminar
mayor autonomía, mayor responsabili- de la mencionada norma, en corres-
dad, mayor esfuerzo”13, al momento de pondencia con el artículo 219 numeral
limitar y dar contenido interpretativo 8 del Código Civil, ya que señala que
al artículo v 14 del Título Preliminar del todo acto jurídico es nulo cuando es
contrario a las leyes que interesan al
11 Véase, al respecto, el artículo 2001 del Código
Civil, que señala: “Prescriben, salvo disposi-
ción diversa de la ley: 1.- A los diez años, la acto jurídico contrario a las leyes que interesan
acción personal, la acción real, la que nace de al orden público o a las buenas costumbres”.
una ejecutoria y la de nulidad del acto jurídico. 15 Vidal Ramírez, Fernando, “Código Civil IV:
[…]”. Exposición de motivos y comentarios al Libro
12 Roppo, El contrato, ob. cit., p. 681. II Acto Jurídico”, en Revoredo De Debakey,
13 Ibid., p. 683. Delia (comp.), Comisión encargada del estudio
14 Véase, al respecto, el artículo v del Título y revisión del Código Civil, 3.ª ed., Lima: 1988,
Preliminar del Código Civil señala: “Es nulo el p. 331.

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orden público o a las buenas costum-
bres, de ello, nos surgen las siguientes
interrogantes: ¿qué son las leyes que
interesan al orden público?, ¿qué son las
leyes que interesa a las buenas costum-
bres?, cuyas respuestas permiten que el
acto jurídico sea declarado nulo por su
contravención.
El numeral 8 del artículo 219 del
Código Civil se ha inspirado en el artí-
culo 1418 del Código Civil italiano, que
señala: “1418. Causales de nulidad del
contrato.- El contrato será nulo si fuese
contrario a norma imperativa, salvo que
la ley disponga de otro modo […]”.
Este artículo ha sido interpretado por
la doctrina italiana autorizada como una
justificación de que no es necesario que
se tenga por declarado caso por caso las
causales de la nulidad, sino que mejor
sanciona mediante la ley en general la
inobservancia de una norma coactiva;
esto implica que si el acto jurídico coli-
siona con una ley de carácter imperativo,
que fundamenta el orden público, se
debe declarar nulo el acto jurídico por
la observancia de la ley que expresa el
orden público16. Esto conlleva una gran
responsabilidad (interpretar las normas
de orden público y buenas costum-
bres) para los órganos jurisdiccionales,
quienes tienen la facultad de declarar la
nulidad cuando la autonomía privada
transgrede las normas imperativas de
orden público.
16 Stolfi, Giuseppe, Teoría del negocio jurídico,
Madrid: Ed. Revista de Derecho Privado,
1959, p. 80.
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Ahora bien, el orden público “se
presenta, pues, como una realidad so-
cial, que rodea, protege y condiciona
al individuo, formada por una deter-
minada y, por tanto, previsible unifor-
midad de conductas. El orden público
indica al individuo tanto el repertorio
de posibilidades de que dispone para
sí como el repertorio de posibilidades
de los demás. El individuo sumergido
en un determinado orden público se
encuentra en terreno conocido en que
la posibilidad de sorpresas es conocido,
por tanto, la inseguridad es mínima.
El acto contrario al orden establecido
es elemento “sorprendente” y causa de
inseguridad”17. Entonces, actuar con
respecto a las normas de orden público
reduce las sorpresas, dándole mejor se-
guridad jurídica a las partes celebrantes
del acto jurídico.
Por otro lado, en la doctrina na-
cional se señala que la nulidad virtual
“están integradas a las normas prohibi-
tivas en las que no se advierte la sanción
de nulidad […], donde estas normas
prohibitivas deben estar expresamente
contenidas en los textos legales en con-
formidad con el precepto constitucional:
nadie está obligado a hacer lo que la ley
no manda ni impedido de hacer lo que
ella no prohíbe”18. Sin embargo, otro
sector “no comparte la opinión según
17 Figa Faura, Luis, “El nuevo título preliminar
del derecho civil y el derecho Catalán”, en Do-
cumentación jurídica, n.° 4, Madrid: diciembre
de 1974, p.274.
18 Vidal Ramírez, Fernando, El acto jurídico,
8.ª ed., Lima: 2011, p. 496.
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la cual las normas imperativas (siempre)
son la expresión del orden público, por
cuanto, como ya se advirtió, se trata
de conceptos independientes y pueden
haber normas imperativas que no sean
expresión del orden público, así como
normas de orden público, así como que
no tienen carácter imperativo”19.
Por su parte, la Corte Suprema, con
respecto al artículo v del Título Preli-
minar del Código Civil ha señalado los
puntos directamente relacionados con
las leyes de orden público: “Las leyes de
orden público son aquellas en las que
están interesadas de una manera muy
inmediata y directa, la paz y la seguridad
sociales, las buenas costumbres, un sentido
primario de la justicia y la moral. Dicho
en otras palabras, las leyes fundamenta-
les y básicas que forman el núcleo sobre
el que está estructurada la organización
social”20. [El resaltado es nuestro].
Asimismo, en otra casación emitida
por la Corte Suprema se ha señalado el
contenido del orden público: “El orden
público está constituido por el conjunto
de normas impositivas absolutamente
obligatorias, donde no cabe transigencia Tan es así que podemos dar una
ni tolerancia, por afectar principios funda- mirada más cercana de ello en el artículo
mentales de la sociedad o las garantías de 6 del Código Civil francés, donde se es-
su existencia. Es forzoso concluir, enton- tablece que “no cabe excluir, por acuerdo
ces, que toda conducta que incurre en un
19 Espinoza Espinoza, Juan, Los principios
contenidos en el Título Preliminar del Código
Civil peruano del 1984, Lima: Grijley, 2011,
p. 384.
20 Véase, al respecto, CAS. N. º 3537-2007
Lima, publicado en el diario oficial, El Perua-
no, el 4 de septiembre del 2008.
ilícito penal, afecta el orden público”21.
[El resaltado es nuestro].
Además, en otra casación, la Corte
Suprema ha señalado los alcances de las
normas de orden público y las normas
imperativas: “Las normas de orden
público son de observancia obligatoria
para todas las personas, y se diferencian
de las normas imperativas, porque estas
son de observancia obligatoria solo para
todas las personas que se encuentran
dentro del supuesto de hecho de tales
normas”22.
Con respecto al acto jurídico nulo
por contravención a las buenas costum-
bres, esto conlleva a entender que las
buenas costumbres también traslucen en
disposiciones legales que consagran una
regla moral, y que a la vez es aceptado
por todos y constantemente practicado
por imperio de la conciencia social que
despliega actos de conducta honesta. Por
su parte, Massimo Bianca, señala que
las buenas costumbres se comprenden
como “los cánones fundamentales de
honestidad pública y privada a la luz de
la conciencia social”23.
21 Véase, al respecto, CAS. N. º 1657-2006
Lima, publicado en el diario oficial, El Perua-
no, el 30 de noviembre del 2006.
22 Véase, al respecto, CAS. N. º 3702-2000
Moquegua, publicado en el diario oficial, El
Peruano, el 1 de octubre del 2001.
23 Bianca, Massimo, Diritto Civile 1, Milano:
Giuffré, 1990, p. 480

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entre particulares, las leyes que afecten
el orden público y a las buenas costum-
bres”. Planiol y Ripert al comentar
dicho artículo señalan que: “el artículo 6
debe interpretarse como si dijera: “es nulo
el acto jurídico contrario a las leyes que le
interesan al orden público, o a las buenas
costumbres”. Por consiguiente, la nulidad
afectará el acto inmoral aunque no sea
contrario a ninguna disposición legal
positiva. En esta forma han interpretado
siempre los tribunales el artículo 6 del
referido Código Civil. Por otra parte,
esta interpretación está apoyada por el
artículo 1133 de la norma referida que
considera como ilícito no sólo lo que es
contrario a las leyes, sino también lo que
es contrario a las buenas costumbres. En
consecuencia, la inmoralidad se asimila a
la ilegalidad, cuando se trata de apreciar
la validez de los actos jurídicos.24
Por otro lado, un sector de la doc-
trina nacional señala que el concepto
de buenas costumbres está subsumida
dentro del concepto de orden público (y,
por consiguiente, deviene en totalmente
prescindible), bastaría con la fórmula
siguiente: “es nulo el acto jurídico
contrario a las normas que interesan al
orden público”25. Entonces, las normas
de orden público podrían contener a la
moral como base, ello implica que en
distintas disposiciones legales estarían
24 Planiol, Marcel y Georges Ripert, Derecho
civil, México: Oxford Univesity Press, 1999,
p. 46.
25 Espinoza Espinoza, Los principios contenidos
en el Título Preliminar del Código Civil peruano
del 1984, ob. cit., p. 371.
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recogidas las buenas costumbres, y mu-
chas de ellas con carácter imperativo, así
como también el orden público.
Ahora, bajo esa mirada es necesaria
la regulación del orden público como
base social de nuestra comunidad, que
nos brinda la convivencia en paz, más
aún que aquella tutela los principios fun-
damentales del estado, así como también
los intereses generales de la colectividad.
Entonces, si cada norma de orden público
y de buenas costumbres tiene regulado
una razón fundamental que es perse-
guida por el ordenamiento jurídico, por
lo tanto, las normas de orden pública y
buenas costumbres son de cumplimiento
obligatorio por los particulares.
En ese sentido, cuando los par-
ticulares —en la celebración de actos
jurídicos— transgreden las normas im-
perativas en donde se consagra el orden
público y las buenas costumbres, los
cuales reposan en dichas normas como
pilares del ordenamiento jurídico y de la
sociedad, producen la nulidad del acto
jurídico. Esto conlleva a la existencia de
actos jurídicos ilícitos, en cuanto se ha
transgredido la finalidad que regulaba
una norma de orden público. En efecto,
la ilicitud expresa una abierta contradic-
ción del acto jurídico al ordenamiento
jurídico. Por lo tanto, “el negocio ilí-
cito es siempre nulo e improductivo
de cualquier efecto jurídico, inclusive
de aquellos derivados para su eventual
sanatoria”26.
26 Palacios Martinez, Eric, “La nulidad del ne-
gocio jurídico”, en Dike. Portal de Información
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Comentario de jurisprudencia Nulidad del acto jurídico por contravención ...
IMPORTANTE
[…] será nulo el acto jurídico cuyo
objeto o causa es ilícita, ello deviene
por la contravención a las normas de
orden público y/o de buenas costum-
bres, cuando esta última se configura
por comportamientos contrarios a la
conducta honesta, cuyos criterios so-
ciales (morales) son aceptados por los
integrantes de una sociedad.
Sin embargo, también el acto jurídi-
co puede ser considerado ilícito, aunque
no lo exprese ninguna norma impera-
tiva, claro está, que aquella norma (no
imperativa) recoja al orden público y a
las buenas costumbres. Esto implica que
el orden público o las buenas costumbres
están recogidos en distintas disposicio-
nes normativas, y que a su vez serán
llamadas normas de orden público y de
buenas costumbres. Pero es claro que
la transgresión de normas imperativas
donde se plasma el orden público y
las buenas costumbres producen actos
jurídicos ilícitos, por tanto, nulos de
pleno derecho.
En efecto, los valores fundamentales
del ordenamiento, así como el interés so-
cial que parte del campo de la actuación
del orden público y las buenas costum-
bres que se encuentran dentro del campo
de los valores de los particulares en tér-
minos de moralidad y honestidad van a
estar plasmados en distintas normas con
carácter imperativo, y próceres de los
y Opinión Legal, p. 37. Recuperado de <goo.
gl/Cne6eN>.
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principios jurídicos y éticos de nuestro
estado social, así como demás normas
que regulan no de manera imperativa
pero conciben al orden público y a las
buenas costumbres. En consecuencia, la
contravención —por parte de los priva-
dos— a las a normas imperativas y no
imperativas donde reposa el orden pú-
blico y las buenas costumbres, produce
actos jurídicos ilícitos, por ende, nulos.
Sin embargo, queda la duda al
preguntarnos cuáles son las normas
imperativas que acarrean la ilicitud del
acto jurídico al ser violadas, más aún, es
necesario identificar por la ambigüedad
y abstracción de los conceptos de orden
público —“principios éticos y jurídicos
fundamentales del ordenamiento”— así
como también el contenido conceptual
de las buenas costumbres, el cual es
apegado a los criterios de conciencia
social formado en el tiempo y espacio
por una comunidad jurídica27. Para ello
podemos señalar que debemos “tener un
criterio claro a distinguir entre normas
imperativas que se refieren a la estruc-
tura negocial de aquellas otras que no
se refieren a ella. Las primeras producen
ineficacia en sus diversas manifestaciones
mientras que las segundas generarían
ilicitud”28.
En ese sentido, se esclarece el
panorama sin mucha digresión y argu-
mentación el problema de identificación
de las normas imperativas que, en su
quebrantamiento, generan ilicitud, cla-
27 Ibid., p. 38.
28 Loc. cit.
Actualidad Civil 35
 Actualidad
Civil Especial del mes Angel Rimascca Huarancca
ro está el hecho que aquellas no están
referidas a la estructura negocial. En
ese sentido, la ilicitud del acto jurídico
se debe desglosar necesariamente de su
propio contenido preceptivo, en relación
principalmente a su causa y al objeto de
los actos negociales29, esto implica que
si el objeto (o la causa) es ilícito supone
que es contrario al ordenamiento jurídi-
co, ello también implica la imposibilidad
del objeto.
IMPORTANTE
[…] la venta de bien ajeno por un no
titular, y a sabiendas de ello, así como
de los efectos va que surtir por la de-
claración de nulidad, y sin la remota
autorización o consentimiento de su
verdadero dueño, es un acto jurídi-
co ilícito contrario al orden público
y a las buenas costumbres toda vez
que la Constitución Política del Perú
garantiza el derecho de propiedad al
titular de la misma, así como también
no se puede contratar con fines (u ob-
jeto) ilícito. Asimismo, dicho acto es
contrario a las buenas costumbres en
cuando dicha conducta es interpreta-
da por la conciencia social de nuestra
comunidad como actos contrarios al
común sentido de la honestidad.
Es decir, el ordenamiento jurídico
prohíbe la realización de conductas que
desplieguen objetos ilícitos, y a la misma
vez condena a aquellos actos jurídicos
ilícitos con la nulidad de pleno derecho
por contravención al orden público y las
29 Loc. cit.
36 Instituto Pacífico
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buenas costumbres, generando que los
efectos se retrotraigan al momento de la
celebración del acto. Por tanto, podemos
concluir de cierto modo que será nulo
el acto jurídico cuyo objeto o causa es
ilícita, ello deviene por la contravención
a las normas de orden público y/o de
buenas costumbres, cuando esta últi-
ma se configura por comportamientos
contrarios a la conducta honesta, cuyos
criterios sociales (morales) son aceptados
por los integrantes de una sociedad.
En correspondencia con lo antes
expuesto, a continuación señalamos
algunas disposiciones del ordenamien-
to jurídico que señalan la prohibición
de transgredir normas imperativas de
orden público: artículo 1230 del Có-
digo Civil, norma de nivel legal, que
tiene la calidad de norma imperativa
de orden público al señalar que “no son
exigibles los contratos que tengan por
objeto la realización de actos excepcio-
nalmente peligrosos para la vida o la
integridad física de una persona […]”.
En dicho artículo se protege la vida
y/o la salud de los particulares cuando
está comprometida la vulneración de
dichos bienes jurídicos, el cual resulta
fundamental para la comunidad y el
estado de derecho.
30 Véase, al respecto, el artículo 12 del Código
Civil, que establece: “No son exigibles los
contratos que tengan por objeto la realización
de actos excepcionalmente peligrosos para la
vida o la integridad física de una persona, salvo
que correspondan a su actividad habitual y se
adopten las medidas de previsión y seguridad
adecuadas a las circunstancias”.
Número 38 • Agosto 2017 • pp. 25-39
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Además, el artículo 23431 del Có-
digo Civil es otra norma imperativa de
orden público, que está siendo cues-
tionada para su modificación, la cual,
hasta que no se realice, seguirá siendo
el precepto siguiente: “El matrimonio
es la unión voluntariamente concertada
por un varón y una mujer legalmente
aptos para ella […] a fin de hacer vida
común”. Esto implica que solo varón
y mujer pueden contraer matrimonio
tomando en consideración como criterio
cualificado de los sujetos participantes el
género masculino y femenino, y ello es
de cumplimiento obligatorio y de orden
público porque no cabe transigencia ni
tolerancia, en cuanto recoge principios
fundamentales de la sociedad y/o ga-
rantías de su existencia. No obstante, el
orden público es abstracto y cambiante
según la cultura, por lo que tiene un con-
tenido elástico y variable en el espacio
y tiempo en un estado de derecho. En
ese sentido, lo que es hoy orden público
puede no serlo mañana. Sin embargo,
somos de la idea que lo que se regula
como el orden público es el carácter
estático, el cual perdura en el contenido
de una norma imperativa en el tiempo.
Por otro lado, el artículo 1403 del midad con el artículo 2 numeral 14 de la
Código Civil señala que “la obligación Constitución Política del Perú y artículo
31 Véase, al respecto, el artículo 234 del Código remitidos por invocación del artículo v
Civil, que señala: “El matrimonio es la unión del Título Preliminar del Código Civil.
voluntariamente concertada por un varón
y una mujer legalmente aptos para ella y
formalizada con sujeción a las disposiciones
de este Código, a fin de hacer vida común.
El marido y la mujer tienen en el hogar au-
toridad, consideraciones, derechos, deberes y
responsabilidades iguales”.
que es objeto del contrato debe ser
lícita”. Este artículo reproduce que no
se debe transgredir normas imperativas
de orden público. De otro lado, a nivel
constitucional, tenemos el artículo 2
numeral 14 de la Constitución Política
del Perú, que prescribe lo siguiente:
“Artículo 2. Toda persona tiene de-
recho: […] 14. A contratar con fines
lícitos, siempre que no se contravengan
leyes de orden público”. Este precepto
resalta que el ordenamiento jurídico
prohíbe la realización de conductas que
desplieguen con fines ilícitos, por ende,
será nulo el acto jurídico que tiene causa
ilícita, de conformidad con el artículo
219 numeral 8 del Código Civil.
En correspondencia a lo expuesto, y
el caso planteado materia de análisis del
presente comentario, podemos concluir
que la disposición de una propiedad por
un no propietario conlleva a la privación
del derecho de propiedad a quien si le
corresponde, constituyéndose en un acto
jurídico ilícito que se realiza sin el ampa-
ro de una potestad jurídica, es decir, sin
derecho alguno que le faculte a realizar
por tener un objeto ilícito e imposible,
así como una causa ilícita. Ello de confor-
1403 del Código Civil, cuyas normas son
Finalmente, la venta de bien ajeno
por un no titular, y a sabiendas de ello,
así como de los efectos va que surtir por
la declaración de nulidad, y sin la remota
autorización o consentimiento de su ver-

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 Actualidad
Civil Especial del mes Angel Rimascca Huarancca
dadero dueño, es un acto jurídico ilícito
contrario al orden público y a las buenas
costumbres toda vez que la Constitución
Política del Perú garantiza el derecho
de propiedad al titular de la misma, así
como también no se puede contratar con
fines (u objeto) ilícito. Asimismo, dicho
acto es contrario a las buenas costumbres
en cuando dicha conducta es interpre- • En correspondencia con lo ante-
tada por la conciencia social de nuestra
comunidad como actos contrarios al
común sentido de la honestidad.
4. Conclusiones
• En el presente caso estamos con-
forme con la decisión esbozada
por el tribunal supremo, en cuanto
al acto de disposición del Banco
respecto de un bien inmueble, que
no le correspondía, en favor de un
tercero, en cuyas partes contratantes
tenían conocimiento del proceso de
nulidad que se le seguía al título,
el cual publicita la titularidad del
Banco. Entonces, si, el Banco, apro-
vechando de la publicidad material
que brinda los registros públicos,
dispuso del bien; esto significa que • La privación del derecho de propie-
dicho acto jurídico es ilícito y nulo
por ser contrario al orden público y
a las buenas costumbres.
• El Banco no es propietario del bien
inmueble, por lo que no puede
ejercer facultades y/o poderes como
la de disponer del bien (o vender
un bien ajeno); y, por su parte, el
dueño, accionante, no puede ser
privado de su dominio, sin que
medie su voluntad. Este acto de
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disposición es contrario a la norma,
es decir, es ilícito. Lo cual conlleva
a ser acto jurídico ilícito por tener
un objeto (o causa) ilícito, y que
debe ser condenado con la nulidad
de pleno derecho por imperio del
artículo 219 numera l8 del Código
Civil.
rior, no se debe transgredir normas
imperativas de orden público;
así, tenemos el artículo 1403 del
Código Civil, que señala: “la obli-
gación que es objeto del contrato
debe ser lícita”. Asimismo, a nivel
constitucional, tenemos el artículo
2 numeral14 de la Constitución
Política del Perú, que prescribe lo si-
guiente: “Artículo 2.- Toda persona
tiene derecho: […] 14. A contratar
con fines lícitos, siempre que no se
contravengan leyes de orden públi-
co”. Estos preceptos resaltan que el
ordenamiento jurídico prohíbe la
realización de actos jurídicos con
causa (u objeto) ilícita, por ende será
nulo el acto jurídico ilícito.
dad es un acto ilícito que se realiza
sin el amparo de una potestad ju-
rídica (es decir, sin derecho que le
ampare). En consecuencia, la venta
de bien ajeno, sin autorización o
consentimiento de su verdadero
propietario, es un acto jurídico con-
trario al orden público y a las buenas
costumbres, ya que la Constitución
Política del Perú garantiza el derecho
a la propiedad.
Número 38 • Agosto 2017 • pp. 25-39
Comentario de jurisprudencia Nulidad del acto jurídico por contravención ...
• No es jurídicamente posible ni lícito
vender como propio un bien ajeno
por el solo hecho de que consta ins-
crita la titularidad de propietario. En
ese sentido, al haberse vendido bienes
de propiedad ajena por el Banco, el
acto jurídico resulta nulo por imperio
de lo dispuesto por el artículo v del
Título Preliminar del Código Civil,
así como también el instrumento que
sirve para probarlo.
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