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SEGURIDAD VIAL

La seguridad vial consiste en la prevención de accidentes de tránsito o la minimización de sus


efectos, especialmente para la vida y la salud de las personas, cuando tuviera lugar un hecho no
deseado de tránsito. También se refiere a las tecnologías empleadas para dicho fin en cualquier
medio de desplazamiento terrestre (ómnibus, camión, automóvil, motocicleta, bicicleta y a Pie).

Las normas reguladoras de tránsito y la responsabilidad de los usuarios de la vía


pública componen el principal punto en la seguridad vial. Sin una organización por parte del
estado, con el apoyo de reglamentaciones para el tránsito y sin la moderación de las conductas
humanas (Educación Vial) particulares o colectivas, no es posible lograr un óptimo resultado.
Autoridades y promotores voluntarios deben llevar a cabo en forma permanente campañas,
programas y cursos de Seguridad y educación vial, en los que se debe promover:

 La cortesía y precaución en la conducción de vehículos.


 El respeto al agente de vialidad.
 La protección a los peatones, personas con discapacidad y ciclistas.
 La prevención de accidentes.
 El uso racional del automóvil particular.
La prioridad en el uso del espacio público de los diferentes modos de desplazamiento será
conforme a la siguiente Jerarquía:

 Peatones.
 Ciclistas.
 Usuarios y prestadores del servicio de transporte de pasajeros masivo, colectivo o individual.
 Usuarios de transporte particular automotor.
 Usuarios y prestadores del servicio de transporte de carga.
Es muy importante conocer, como peatones, cuales son nuestros derechos para garantizar nuestra
integridad física, así como también cuales son nuestras obligaciones.
Los peatones tienen derecho de preferencia sobre el tránsito vehicular, para garantizar su
integridad física cuando:

 En los pasos peatonales, la señal del semáforo así lo indique.


 Habiéndoles correspondido el paso de acuerdo con el ciclo del semáforo no alcancen a cruzar
la vía.
 Los vehículos vayan a dar vuelta para entrar a otra vía y haya peatones cruzando ésta.
 Los vehículos deban circular sobre el acotamiento y en éste haya peatones transitando aunque
no dispongan de zona Peatonal.

 Transiten por la banqueta y algún conductor deba cruzarla para entrar o salir de una cochera o
estacionamiento.
 Transiten en comitivas organizadas o filas escolares.
 Transiten por los espacios habilitados para ello cuando la acera se encuentre afectada por la
ejecución de un trabajo o evento que modifique de forma transitoria las características del área
de circulación peatonal.
Los peatones deben, por su propia seguridad, observar las siguientes obligaciones:

 Cruzar las vías primarías y secundarias por las esquinas o zonas marcadas para tal efecto,
excepto en las calles locales o domiciliarias cuando sólo exista un carril para la circulación.

 Utilizar los puentes, pasos peatonales a desnivel o rampas especiales para cruzar la vía
pública dotada para ello.
 Tomar las precauciones necesarias en caso de no existir semáforo.
 Obedecer las indicaciones de los agentes, promotores voluntarios de seguridad vial y las
señales de tránsito.

1. El factor humano

En toda situación de tráfico intervienen tres elementos; el conductor, el vehículo y la vía y su


entorno. Gran parte de los accidentes de tráfico, entre 70 y 90 de cada 100, son debidos
principalmente al factor humano, el conductor. Ejemplo de éstos son las distracciones o la
conducción bajo los efectos del alcohol.

1.1 Tiempo de reacción

Es el tiempo que transcurre desde que el conductor ve un obstáculo hasta que reacciona. Este
tiempo varía en función del estado psicofísico del conductor, nunca por la velocidad ni por el
estado de la vía.
Aunque parezca que la reacción ante un obstáculo o situación imprevista tenga que ser
instantánea, el tiempo medio de reacción de un conductor es de aproximadamente 0,75 segundos,
entre 0,5 y 1 segundo.

1.2 Distancia de reacción

Es la distancia que recorre el vehículo durante el tiempo de reacción. A mayor tiempo de reacción
mayor será la distancia recorrida. Esta distancia también varía con la velocidad, a mayor velocidad
mayor será la distancia de reacción.

1.3 Distancia de frenado

Es la recorrida por el vehículo desde que el conductor acciona el freno hasta que queda detenido.
Esta distancia puede variar dependiendo de los siguientes factores:
 De la velocidad a que se circula.
 Del estado de los neumáticos, suspensión y frenos del vehículo.
 De la carga del vehículo.
 Del estado del pavimento.
 De las condiciones meteorológicas de la vía.
En pavimento mojado la distancia de frenado puede llegar a ser hasta el doble que en el caso de
pavimento seco y hasta diez veces más cuando existe hielo en la calzada.

1.4 Distancia de detención

La distancia de detención es la suma de la distancia de reacción más la distancia de frenado.

1.5 Distancia de seguridad entre vehículos

Entre nosotros y el vehículo que nos precede debemos dejar suficiente espacio para que en el
caso que dicho vehículo se detenga bruscamente, nosotros también podamos detenernos sin
colisionar con él.
Esta distancia, conocida como distancia de seguridad, la aumentaremos en función de:
 Estado psicofísico del conductor.
 La velocidad.
 La falta de visibilidad (niebla, humos, nieve).
 Las condiciones de adherencia del pavimento.
 El estado del vehículo.
Cómo calcular la distancia de seguridad

En general siempre debemos mantener una distancia de seguridad, respecto al vehículo que nos
precede, de un mínimo de 2 segundos en zona urbana y de 3 segundos en carretera. Esta
distancia de seguridad nos permitirá reaccionar con tiempo suficiente para poder tomar las
decisiones más adecuadas ante circunstancias imprevistas.
No obstante, en determinadas circunstancias debemos aumentar esta distancia de seguridad al
menos un segundo más respecto al vehículo que nos precede. Por Ejemplo:
 Cuando se conduce bajo condiciones ambientales adversas como lluvia o durante la noche.
 Cuando el estado del conductor no es el más adecuado, por ejemplo si se encuentra fatigado o
somnoliento.
 Cuando otro vehículo nos sigue demasiado cerca.

1.6 Factores que disminuyen las aptitudes del conductor

1.6.1 La fatiga

La conducción exige un esfuerzo físico y psíquico. Cuando este esfuerzo se realiza de manera
intensa o continuada aparece la fatiga, ya sea física o psíquica.
La fatiga supone una disminución de la capacidad de rendimiento del conductor, es decir, de la
capacidad para conducir con los niveles normales de seguridad.
La fatiga corporal se manifiesta en el cansancio de los músculos o del organismo en general. La
fatiga psíquica se manifiesta disminuyendo la capacidad de concentración y de percepción de los
estímulos que se reciben del entorno.
La fatiga puede verse facilitada por:
 Factores externos.
 Factores relacionados con el vehículo.
 Factores relacionados con el propio conductor.
Entre los factores externos que facilitan la fatiga se encuentran la monotonía de la carretera, las
congestiones y retenciones de tráfico, el mal estado de la vía, las condiciones meteorológicas o
ambientales desfavorables, etc.
Entre los factores relacionados con el vehículo el ruido excesivo del motor, la ventilación
inadecuada del habitáculo, el exceso de calefacción, una iluminación defectuosa, la falta de confort
del vehículo, etc.

Entre los factores relacionados con el propio conductor se pueden citar las largas jornadas al
volante, la atención y concentración permanentes, la mala colocación en el asiento del vehículo, la
necesidad imperiosa de cumplir un horario, la conducción con hambre o sueño, la ingesta de
alcohol o comidas copiosas, las malas posturas al volante, el estrés, etc.

Efectos producidos por la fatiga

 Agarrotamiento muscular, ya que los músculos no están relajados.


 Agotamiento físico, sensación general de cansancio.
 Lentitud y falta de precisión en los movimientos.
 Disminución de la atención.
 Aumento del tiempo de reacción ante estímulos externos.
Cómo combatir la fatiga

La sensación de fatiga tiene una función protectora del propio organismo. Es como una señal de
alarma que indica que las facultades han llegado al límite de sus posibilidades y es precisa una
recuperación de energía para conducir o seguir conduciendo con las debidas garantías de
seguridad.
 El mejor remedio para recuperarse y combatir la fatiga es parar cada 2 horas para descansar.

1.6.2 La somnolencia

Conducir con sueño es uno de los mayores peligros al volante. Se ha calculado que este factor de
riesgo está implicado, directa o indirectamente, entre el 15 y el 30% de los accidentes de tráfico.
Además, los siniestros causados por el sueño suelen resultar especialmente graves.
Esta cifra puede parecer demasiado elevada ante la idea de que para tener un accidente debido al
sueño es necesario quedarse totalmente dormido al volante. Pero esto no es cierto, los riesgos de
la somnolencia durante la conducción aparecen mucho antes de que el conductor llegue a
quedarse dormido. Por otra parte, los accidentes debidos al sueño no sólo suceden por la noche,
existen muchas circunstancias que pueden provocarnos sueño durante las horas del día.

Efectos producidos por la somnolencia

 Aumento del tiempo que tardamos en reaccionar ante los eventos del tráfico.
Bajo los efectos de la somnolencia son típicos, por ejemplo, los alcances traseros. El vehículo que
nos precede frena y el sueño nos impide reaccionar a tiempo para evitar la colisión.
 Aumento de las distracciones durante la conducción.
La somnolencia hace que resulte más difícil mantener la concentración en el tráfico. Es por ello
que las distracciones suelen aparecer con mayor facilidad, especialmente si el entorno de la vía es
monótono y nos encontramos en condiciones de poco tráfico.
 Toma de decisiones más lenta y con más errores.
Tardaremos más tiempo en tomar cualquier decisión, por ejemplo si podemos adelantar con
seguridad o no, por lo que es fácil verse envuelto en situaciones de peligro. También se cometen
muchos más errores al volante, especialmente en situaciones complicadas en las que es necesario
dar una respuesta rápida, como por ejemplo en una incorporación a una autovía.
 Movimientos más lentos, menos precisos y automatizados.
Bajo los efectos del sueño los músculos se relajan, por lo que nuestros movimientos serán más
lentos y menos precisos. También es frecuente observar una tendencia a ejecutar los movimientos
de forma automática, sin pensar suficientemente. Esto puede llevarnos a realizar una maniobra
centrándonos más en el hábito que en las necesidades de la situación y, por ejemplo, podemos
llegar a rebasar un semáforo, sin confirmar previamente si la luz ya había cambiado a verde.
 Aparición de microsueños.
Los microsueños son periodos de apenas unos segundos durante los cuales el conductor queda
ligeramente dormido y permanece ajeno a lo que ocurre en el tráfico. El mayor problema de estos
microsueños es que el conductor no suele ser consciente de haberse quedado dormido, en
ocasiones ni siquiera al volver a despertar, por lo que suelen pasar completamente inadvertidos y
se relacionan con numerosos accidentes de tráfico.
 Percepción deficiente del entorno.
Bajo los efectos del sueño nuestra capacidad para percibir el entorno se altera. Por ejemplo, la
visión se puede volver borrosa, resultando más difícil enfocar la vista provocando que aparezca la
fatiga ocular.
 Conducción hostil y peligrosa.
El sueño puede hacernos sentir inquietos al volante o que nuestro comportamiento con los demás
usuarios de la vía sea más hostil. También es posible que aceptemos un mayor nivel de riesgo y
que circulemos a mayor velocidad, especialmente cuando nos encontremos cerca del lugar de
destino y con muchas ganas de llegar.

1.6.3 El sentido de la vista

Una mala visión es un peligro tanto para la seguridad del propio conductor como para la de los
demás usuarios de la vía. Es por ello que el conductor debe tener un especial cuidado en este
aspecto y acudir al médico tan pronto como detecte deficiencias en su visión.

Conducción nocturna y deslumbramiento


La conducción durante la noche es más peligrosa que la diurna:
 Hace falta un tiempo de adaptación para que los ojos puedan acomodarse a la oscuridad.
 La percepción de objetos y obstáculos es peor.
 La luz que proporcionan los faros del vehículo es siempre limitada y no puede compararse con la
luz diurna.
Durante la noche también existe el peligro de deslumbramiento, por lo que tomaremos las medidas
necesarias tanto para evitar deslumbrar al resto de usuarios de la vía como para que éstos no nos
deslumbren a nosotros.
Para evitar deslumbrar al resto de usuarios de la vía:
 Sustituiremos el alumbrado de carretera por el de cruce tan pronto como se aprecie la posibilidad
de deslumbrar a otros conductores y usuarios.
 Mantendremos bien regladas las luces para que su haz luminoso no se eleve por encima de los
límites permitidos cuando circulemos con la luz de cruce.
En el caso de sufrir deslumbramiento:
 Dirigiremos la vista al lado derecho de la calzada evitando mirar de frente las luces del vehículo
que viene en sentido contrario.
 Reduciremos la velocidad lo necesario, llegando incluso a la detenernos, hasta recuperarnos de
los efectos del deslumbramiento.
 Si el deslumbramiento se produce a través del espejo retrovisor interior, podemos cambiar
levemente su posición, accionar el dispositivo anti-deslumbramiento del mismo en caso de
presentarlo, poner la mano frente a él para evitar los reflejos o desplazar ligeramente la cabeza.
Durante el día también existe la posibilidad de sufrir deslumbramiento producido por el sol,
especialmente durante su puesta y salida o por el reflejo que produce en superficies brillantes o
húmedas de la calzada. Evitaremos dicho deslumbramiento con el uso de parasoles y gafas
oscuras.

1.6.4 El alcohol

El alcohol puede afectar gravemente nuestra capacidad para conducir un vehículo con seguridad.
Los conductores que circulan con frecuencia bajo los efectos de bebidas alcohólicas tienen una
alta probabilidad sufrir o causar un accidente.
Es importante tener presente que con cada nueva ingesta de alcohol el riesgo de sufrir un
accidente aumenta más rápidamente. Por ejemplo, con una alcoholemia de entre 0,3 y 0,5 g/l el
riesgo de sufrir un accidente es el doble que si no hemos ingerido alcohol. Al llegar a una
alcoholemia de entre 0,5 y 0,8 g/l el riesgo ya es cinco veces mayor.

Efectos producidos por el alcohol en el conductor


Alteraciones en el comportamiento:

 Percepción de falsa seguridad en sí mismo provocando que asuma más riesgos de los que
aceptaría sin haber ingerido alcohol.
 Disminución de la prudencia con el consiguiente aumento de las infracciones.
 Respuestas impulsivas, agresivas o descorteses ante los demás conductores.
Alteraciones en la percepción del entorno del tráfico:

 Peor percepción de las señales de tráfico, luces de los semáforos o de los otros vehículos.
 Peor cálculo de las distancias y velocidades a las que circulan los demás conductores.
 Mayor sensibilidad a los deslumbramientos.
 Aparición del fenómeno de visión en túnel con mayor facilidad.
Alteraciones en la capacidad para prestar atención:

 Mayor probabilidad de sufrir distracciones, especialmente en situaciones complejas como puede


ser en una intersección con mucho tráfico.
Alteraciones en la psicomotricidad:

 Ejecución de maniobras con menor precisión y coordinación entre los distintos movimiento.
Alteraciones en la toma de decisiones:

 Toma de decisiones con más lentitud y errores.


Límite de las tasas de alcohol
Tasas de alcohol por
litro
Conductores
En En aire
sangre respirado

Como norma general, los conductores de cualquier vehículo, incluso


0,5 g/l 0,25 mg/l
bicicletas, tienen prohibido conducir con tasas de alcohol superiores a:

Los conductores de vehículos destinados al transporte de mercancías con


masa máxima autorizada superior a 3.500 kilogramos tienen prohibido 0,3 g/l 0,15 mg/l
conducir con tasas de alcohol superiores a:

Los conductores de vehículos destinados al transporte de viajeros de más


de nueve plazas, de servicio público, destinados al escolar o de menores, 0,3 g/l 0,15 mg/l
destinados al transporte de mercancías peligrosas, de servicio de urgencia
o de transportes especiales, tienen prohibido conducir con tasas de alcohol
superiores a:

Todos los conductores de vehículos durante los dos años siguientes a la


obtención de su primer permiso o licencia de conducción, tienen prohibido
conducir con tasas de alcohol superiores a:
* Cuando se sea titular de un permiso y se obtenga otro, la antigüedad de
éste último se contará a partir de la fecha en que fue obtenido el primero
para calcular los dos años. Si al obtener por primera vez un permiso de
conducción, sea de la categoría que sea, ya se tiene una licencia, la
antigüedad de ésta no cuenta. La antigüedad de una licencia sólo se
contará en el caso de obtener una segunda licencia.

1.6.4.1 Pruebas de detección alcohólica

Las pruebas para la detección de intoxicación por alcohol serán realizadas por los Agentes
encargados de la vigilancia del tráfico y consistirán, normalmente, en la verificación del aire
espirado mediante etilómetros oficialmente autorizados que determinarán de forma cuantitativa el
grado de impregnación alcohólica.

A petición del interesado o por orden de la Autoridad judicial se podrán repetir las pruebas a
efectos de contraste, pudiendo consistir en análisis de sangre, orina u otros análogos.
Cuando las personas obligadas sufran lesiones, dolencias o enfermedades cuya gravedad impida
la práctica de las pruebas, el personal facultativo del centro médico al que hayan sido evacuados
decidirá las pruebas a realizar.

Personas obligadas a realizar las pruebas


Todos los conductores de vehículos quedan obligados a someterse a las pruebas que se
establezcan para la detección de las posibles intoxicaciones por alcohol. La negativa a someterse
a dichas pruebas constituye un delito grave de desobediencia castigado por el código penal.
Los agentes de la Autoridad encargados de la vigilancia del tráfico podrán someter a dichas
pruebas a:
 Cualquier usuario de la vía o conductor de vehículo implicado directamente como posible
responsable en un accidente de circulación.
 Quienes conduzcan cualquier vehículo con síntomas evidentes, manifestaciones que denoten o
hechos que permitan razonablemente presumir que lo hacen bajo la influencia de bebidas
alcohólicas.
 Los conductores que sean denunciados por la comisión de algunas de las infracciones a las
normas de circulación.
 Los que con ocasión de conducir un vehículo, sean requeridos al efecto por la Autoridad o sus
agentes dentro de los programas de controles preventivos de alcoholemia ordenados por dicha
Autoridad.
Igualmente quedan obligados los demás usuarios de la vía cuando se hallen implicados en algún
accidente de circulación.
Resultado de las pruebas
Si el resultado de la prueba practicada presenta un grado de impregnación superior al permitido, o,
aún sin alcanzar estos límites, la persona examinada presenta síntomas evidentes de encontrarse
bajo la influencia de bebidas alcohólicas, el Agente informará al interesado que para una mayor
garantía le va a someter, a efecto de contraste, a una segunda prueba.
De la misma forma advertirá a la persona sometida a examen del derecho que tiene a controlar,
por sí o por cualquiera de sus acompañantes o testigos presentes, que entre la realización de la
primera y segunda prueba medie un tiempo mínimo de 10 minutos.
Igualmente le informará del derecho que tiene a formular cuantas alegaciones u observaciones
tenga por conveniente, las cuales se consignarán por diligencia y a contrastar los resultados
obtenidos mediante análisis de sangre, orina u otros análogos.

En el caso de que el interesado decida la realización de dichos análisis, el agente de la autoridad


adoptará las medidas más adecuadas para su traslado al centro sanitario más próximo.
El personal sanitario vendrá obligado, en todo caso, a proceder a la obtención de muestras y
remitirlas al laboratorio correspondiente y a dar cuenta del resultado de las pruebas que se realicen
a la Autoridad judicial, a los órganos periféricos de la Jefatura Central de Tráfico y cuando proceda
a las autoridades municipales competentes.
Entre los datos que comunique el personal sanitario a las mencionadas autoridades figurarán, en
su caso, el sistema empleado en la investigación de la alcoholemia, la hora exacta en que se tomó
la muestra, el método utilizado para su conservación y el porcentaje de alcohol en sangre que
presenta el individuo examinado.
El importe de dichos análisis correrá a cargo del interesado cuando el resultado sea positivo y de
los órganos periféricos de la Jefatura Central de Tráfico o de las autoridades municipales
competentes, cuando sea negativo.

Inmovilización del vehículo

En el supuesto de que el resultado de las pruebas y de los análisis, en su caso, fuera positivo, el
Agente podrá proceder además a la inmediata inmovilización del vehículo mediante su precinto u
otro procedimiento efectivo que impida su circulación, proveyendo cuando sea necesario en orden
a la seguridad de la circulación, la de las personas transportadas en general, especialmente si se
trata de niños, ancianos, enfermos o inválidos, la del propio vehículo y de la carga, a no ser que
pueda hacerse cargo de su conducción otra persona debidamente habilitada.
También podrá inmovilizarse el vehículo en los casos de negativa a efectuar las pruebas de
detección alcohólica o cuando el obligado presente síntomas evidentes de encontrarse bajo la
influencia de bebidas alcohólicas.
Salvo en los casos en que la Autoridad judicial hubiera ordenado su depósito o intervención, la
inmovilización del vehículo será dejada sin efecto tan pronto como desaparezca la causa que la
motivó.
Los gastos que pudieran ocasionarse por la inmovilización, traslado y depósito del vehículo serán
de cuenta del conductor o de quien legalmente deba responder por él.
Las infracciones relativas a las normas sobre la ingestión de bebidas alcohólicas tendrán la
consideración de graves.

1.6.5 Drogas y medicamentos

Las drogas alteran la actividad nerviosa, el ritmo de las funciones corporales y el estado de
conciencia, por lo que la conducción bajo sus efectos es muy peligrosa.
El conductor que haya ingerido drogas o se encuentre bajo los efectos de medicamentos u otras
sustancias que alteren el estado físico o mental para conducir sin peligro, no podrá circular. Las
infracciones en este sentido tendrán la consideración de graves.
En el caso de los medicamentos será necesario informarse, ya sea a través del médico,
farmacéutico o del propio prospecto del medicamento, sobre las posibles contraindicaciones para
la conducción.
Las pruebas para la detección de estas sustancias consistirán normalmente en el reconocimiento
médico de la persona y en los análisis clínicos que el médico forense u otro titular experimentado
estimen más adecuados. A petición del interesado, o por orden de la autoridad judicial, se podrán
repetir las pruebas a efectos de contraste. Están obligados a someterse a dichas pruebas los
mismos usuarios que también lo están para las pruebas de detección alcohólica.

1.7 Seguridad de peatones

Para hablar de la seguridad vial es necesario también analizar el comportamiento de los peatones
en vía pública y considerar que es poca la información que hay referente al tema, ya que la
mayoría de las personas se guían por el uso del sentido común derivado de las experiencias
propias de cada individuo. Estas son las sugerencias para mayor seguridad de peatones.

 1) Personas ancianas, discapacitadas y niños, deben andar en la calle acompañada de un


adulto, si andan solos, ¡Ayúdales a cruzar la calle!
 2) Niños de 9 años o menos deben cruzar la calle agarrados de la mano de su acompañante,
ya que pueden correr de manera intempestiva hacia la calle, porque no saben interpretar el
peligro.
 3) Nunca cruce en una curva ni cerca de ella. Tampoco lo haga en zonas donde no pueda ver
bien si viene un vehículo. Por muy solitario que sea el camino busque un sitio con visibilidad,
PARE, MIRE, ESCUCHE Y CRUCE.
 4) Nunca salga de manera intempestiva de entre dos vehículo estacionados para cruzar la
calle, mejor cruce por las esquinas o pasos peatonales.
 5) Al cruzar la calle, camine, no corra, hágalo con precaución, establezca contacto visual con
el conductor, cerciórese que lo hayan visto, tenga especial cuidado con taxis, microbuses,
camiones o vehículos de carga.
 6) Evite salir a la calle si se encuentra en estado de embriaguez, sus reflejos disminuyen y
puede ser atropellado, de ser necesario pida a alguien que lo vaya a buscar.
 7) Transite por banquetas y deténgase antes de cruzar la calle, observe derecha-izquierda-
derecha y evite tratar de ganarle el paso a los vehículos, motociclistas y ciclistas, será muy
tarde el comprobar que el vehículo es más rápido que usted.
 8) Si tiene que salir a la calle de noche traiga una lámpara, use ropa clara y con reflejante,
hágase notar, camine por la izquierda con el tráfico de frente, si van en grupo caminen en fila.
 9) Evite que los niños jueguen en la calle, utilicen los parques o las canchas deportivas.
 10) Evite ser atropellado, nunca se interponga como obstáculo para detener a un vehículo que
huye, mejor anote las placas y repórtelo.
 11) Aléjese de los vehículos que hacen maniobra de reversa en los estacionamientos y
cocheras, cerciórese que lo hayan visto y haya espacio suficiente para no ser prensado.
 12) Cuando baje del autobús o transporte de pasajeros y haya que cruzar la calle, hágalo
rodeándolo hacia la parte de atrás del camión, ya que por el frente puede ser atropellado.
 13) Si hay algún evento, manifestación o choque, manténgase fuera de la carretera y señalice
o avise a los demás automovilistas. Nunca cambie una llanta en dirección del arroyo vehicular,
puede ser atropellado, consiga un lugar seguro para cambiar el neumático y use chaleco
reflejante.

1.8 Seguridad de bebés y niños

La seguridad automovilística es crítica en estos casos, sobre todo considerando que los
dispositivos existentes no han sido diseñados para ellos. En muchos países es obligatorio el uso
de mecanismos de retención apropiados al peso y la altura; desde sillas especiales hasta
elevadores que impidan que el cinturón de seguridad provoque asfixia si ocurre un accidente. En
todos los casos se deben utilizar siguiendo las instrucciones del fabricantes, y debe recordarse el
peligro que puede representar para un bebé o niño la bolsa de aire del asiento del acompañante.

1.9 Seguridad ante la conducción rutinaria

Muchos conductores que siguen la misma ruta cada día lo hacen sin utilizar el área
del cerebro donde tiene lugar el pensamiento consciente.

Como conocen el camino, los conductores se ocupan de otras cosas en vez de concentrarse en el
tráfico; en consecuencia, tardan más en advertir los peligros. Por esta razón, se les recomienda
recordar continuamente la necesidad de estar alerta y no distraerse de la carretera. No solamente
se debe tener en cuenta que se conocen el camino sino también el clima ya que no es lo mismo
conducir en un día soleado a conducir en un fuerte aguacero o sobre una vía congelada.

2. El factor vehículo

El vehículo es un elemento muy importante en toda situación de tráfico, siendo imprescindible


seguir el plan de mantenimiento indicado por el fabricante así como pasar las correspondientes
inspecciones técnicas (ITV). La gran mayoría de los accidentes producidos por un fallo mecánico
podrían haberse evitado con un mantenimiento adecuado.
Los vehículos llevan instalados elementos de seguridad que debemos conocer y utilizar
correctamente. Estos elementos pueden ser de seguridad activa o pasiva según su finalidad.
Los elementos de seguridad activa o primaria tienen como finalidad reducir la posibilidad de que se
produzca un accidente, actuando antes de que se produzca, ya sea de forma automática o por la
intervención del conductor.
Por su parte los elementos de seguridad pasiva o secundaria, como puede ser el airbag, actúan de
forma automática para reducir la gravedad de las lesiones sufridas en un accidente.

2.1 Seguridad Activa y Elementos


Es aquella que asiste al conductor para evitar un posible accidente interviniendo de manera
permanente durante la circulación, algunos ejemplos que podemos citar son:

2.1.1 La iluminación

El uso de las luces es un punto fundamental dentro de la seguridad activa en la circulación ya que
por intermedio de las mismas los conductores y usuarios de la vía pública se comunican entre las
personas.

Su función es la de permitir ver y ser vistos. Debemos comprobar periódicamente su correcto


funcionamiento y no descuidar su uso, por ejemplo realizando un cambio de dirección sin usar los
indicadores de dirección.
Los últimos avances en cuanto a sistemas de alumbrado son:
 Lámparas Xenón o Bi-Xenón:
Emiten una luz más parecida a la luz natural, reducen la fatiga ocular y la posibilidad de
deslumbrar a otros conductores.
 Luces adaptativas:
Esta tecnología consigue que al llegar a una curva el haz de luz no marque una línea recta sino
que siga la trayectoria de la curva.
 Luces de día: Utilizan tecnología LED de bajo consumo para hacer más visible el vehículo. Hasta
que su uso no sea obligatorio, se recomienda encender la luz de corto alcance al circular de día
fuera de poblado.

2.1.2 Los neumáticos

Los neumáticos provocan la mayor parte de los accidentes debidos a un fallo mecánico.
El neumático es una pieza de caucho que forma la parte exterior de la rueda. Su función principal
es lograr un contacto adecuado con el pavimento por adherencia y fricción, posibilitando el
arranque, frenado y guía del vehículo.
En la parte lateral del neumático encontramos especificado su tipo y características, como por
ejemplo la carga o velocidad máxima que puede soportar o su fecha de fabricación:
 Dimensiones del neumático:
Indica el ancho del neumático en milímetros y la relación entre la altura del flanco y el ancho del
neumático, lo que se llama el perfil.
 Estructura:
Los neumáticos tienen una estructura de hilos que los refuerzan. Dependiendo de la orientación de
estos hilos podemos clasificar los neumáticos en diagonales o radiales. La mayoría de los
vehículos actuales utiliza los de tipo radial (R) por ofrecer mayor adherencia y rendimiento
kilométrico.
 Diámetro de la llanta:
Indica el diámetro de la llanta, en pulgadas, sobre la que se montará el neumático.
 índice de carga:
Indica la carga máxima que puede transportar el neumático. El índice de carga de los neumáticos
de nuestro vehículo debe ser siempre igual o superior al recomendado por el fabricante del
vehículo. En el caso de la imagen superior, un índice de carga 110 indica una carga máxima de
1060 kg por neumático.
 Código de velocidad:
Indica la velocidad máxima a la que puede circular el neumático. Los neumáticos que instalemos
deben tener un código de velocidad mayor o igual al recomendado por el fabricante del vehículo.
En el caso de la imagen superior, un código de velocidad S indica una velocidad máxima de 180
km/h.
 Fecha de fabricación:
Indica la semana y el año de fabricación. Es recomendable que el neumático no tenga más de 5
años ya que el caucho puede endurecerse y perder su capacidad de adherencia.
 Tipo de cámara de aire:
Según su montaje los neumáticos pueden ser:
o Con cámara: Utilizan cámara y una llanta específica para ello. Los utilizan algunos 4x4 y
vehículos agrícolas.
o Tubeless o sin cámara: No utilizan cámara. Los flancos del neumático se adhieren a la llanta
durante el montaje para evitar la pérdida de aire, por lo que la llanta debe ser específica para ello.
Actualmente la mayoría de vehículos utiliza este tipo de neumático.
Indicadores de desgaste TWI
La parte plana del neumático que está en contacto con la superficie se denomina banda de
rodadura. Es la zona que sufre más desgaste, por lo que es conveniente comprobar que la
profundidad de las ranuras de su dibujo no es inferior a los 1,6 milímetros. En este caso
deberemos sustituir el neumático.
Los neumáticos llevan unos indicadores, denominados TWI, que nos ayudarán a comprobar el
desgaste. Se encuentran dentro de las ranuras del dibujo y tienen una altura de 1,6 milímetros.
Cuando el dibujo quede al mismo nivel que dichos indicadores deberemos cambiar el neumático.

2.1.3 Frenos

El freno es el mecanismo encargado de aminorar la marcha del vehículo o detenerlo mediante


el rozamiento o fricción del tambor o disco con las pastillas. Los frenos se clasifican según el
sistema de accionamiento:

 mecánico
 neumático
 eléctrico
Los sistemas más empleados en automóviles de uso particular, son el mecánico y el hidráulico. Los
frenos pueden ser de tambor o de disco, aunque algunos fabricantes combinan ambos montando
los frenos de disco en las ruedas delanteras y los de tambor en las traseras.
La fuerza de frenado debe asegurar una rápida detención de las ruedas pero sin llegar a
bloquearlas. Para que eso sea posible es fundamental tener en cuenta las condiciones de la vía y
el estado general de los mecanismos del vehículo (neumáticos, suspensiones, etc.).

Los tipos de freno más utilizados son:


Frenos de disco: Funcionan por la fricción de unas pastillas sobre un disco de acero conectado a
la rueda. Son los más utilizados, ofrecen una mayor eficacia con frenadas más suaves y
progresivas.
Frenos de tambor: Dos zapatas presionan contra la superficie interior de un tambor conectado a la
rueda.
Existen otros tipos de frenos. Las bicicletas, por ejemplo, acostumbran a utilizar frenos de llanta,
los cuales funcionan por la fricción de las pastillas directamente sobre la llanta de la rueda.

Sistema de antibloqueo ABS

Al frenar de forma brusca existe el peligro de que las ruedas queden bloqueadas con la
consiguiente pérdida de control del vehículo. Para que esto no ocurra existe el sistema antibloqueo
ABS.
Si en una frenada brusca una o varias ruedas reducen repentinamente su velocidad de giro, el ABS
lo detecta e interpreta que las ruedas están a punto de quedar bloqueadas sin que el vehículo se
haya detenido. En este momento el sistema reduce automáticamente la presión realizada por el
conductor sobre los frenos, permitiendo que las ruedas sigan girando sin llegar a bloquearse.
Desde el año 2004 es obligatorio que todos los turismos fabricados en la Unión Europea llevan
instalado el sistema ABS como equipo de serie.

Cómo realizar una frenada de emergencia


 Con sistema ABS:
Pisaremos a fondo el pedal del freno y no levantaremos el pie hasta que el vehículo se haya
detenido. Al entrar en funcionamiento el sistema ABS notaremos un leve temblor en el pedal que
es del todo normal.
 Sin sistema ABS:
Pisaremos con fuerza el pedal del freno, reduciendo progresivamente la presión a medida que el
vehículo va perdiendo velocidad.

2.1.4 Suspensión y amortiguación

El sistema de suspensión y amortiguación es el encargado de mantener el contacto del vehículo


con el asfalto garantizando su estabilidad. Cuando se encuentra en mal estado disminuye la
estabilidad y el confort, aumenta la distancia de frenado y las luces tienden oscilar con exceso
circulando de noche.

2.1.5 Sistema de dirección

La dirección orienta las ruedas a voluntad del conductor, con precisión y suavidad, e influye
directamente en la estabilidad del vehículo. Si la dirección es asistida, el esfuerzo sobre el volante
se reduce considerablemente a través de un sistema hidráulico que realiza la mayor parte del
trabajo necesario para girar la dirección.
Los sistemas de dirección servoasistida permiten hacer menos esfuerzos en el volante a la hora de
maniobrar el auto para estacionarlo y mantener una dirección correcta cuando circulamos a altas
velocidades.
También estos sistemas de dirección pretenden asegurar un perfecto control del vehículo incluso
en condiciones límite, (coeficiente de roce diferentes para las ruedas delanteras, variaciones
rápidas del ángulo de giro).
Las presiones de trabajo del sistema hidráulico se taran (calibran) para que quienes se sientan al
volante, sientan constantemente un alto grado de adherencia de los neumáticos con la carretera,
permitiendo, de esta manera, un grado de seguridad muy alto.
2.1.6 Sistema de retrovisores

Permite al conductor, la visibilidad posterior del vehículo y la circulación que ocurre detrás, para
ello se cuenta con: espejos, eliminación de puntos ciegos, y otras ayudas de control como radares,
comunicación de seguridad inalámbrica del vehículo y visión nocturna

2.1.7 Sistemas de control de estabilidad

También conocidos como ‘antivuelcos’ son muy útiles en caso de que el conductor pierda el control
del automóvil. Mediante sensores que perciben la velocidad de cada una de las llantas, la posición
del volante y la posición del pedal del acelerador, un procesador electrónico determina las acciones
a tomar: frenar una o más ruedas o manteniendo las llantas en los apropiados controles de
tracción. Quizá sus siglas más extendidas y conocidas sean ESP.

2.2 Seguridad Pasiva y Elementos

Son los elementos que reducen al mínimo los daños que se pueden producir cuando el
accidente es inevitable

2.2.1 Chasis y carrocería

Protegen a los ocupantes del vehículo absorbiendo parte de la energía desprendida en una
colisión.
También pueden ser considerados elementos de la seguridad activa ya que influyen en la
estabilidad del vehículo y, consecuentemente, a evitar los accidentes.

2.2.2 Cinturón de seguridad

El cinturón de seguridad protege a los ocupantes del vehículo en caso de accidente o detención
brusca, evitando que se desplacen por el interior del vehículo o salgan despedidos.
Circulando a 50 km/h y sin cinturón, el impacto con el parabrisas es equivalente a una caída desde
un tercer piso, por lo que la correcta colocación del cinturón de seguridad es muy importante.
La parte superior de la cinta debe colocarse sobre la clavícula, a medio camino entre el hombro y
el cuello, mientras que la parte inferior de la cinta se colocará sobre los huesos de la cadera,
siempre por debajo del abdomen. No colocar correctamente la parte inferior de la cinta puede
provocar que el cuerpo se deslice por debajo de ella y salga despedido, lo que se conoce como el
efecto submarino.

Uso obligatorio del cinturón de seguridad

Es obligatorio el uso de cinturones de seguridad u otros sistemas de retención homologados,


correctamente abrochados, tanto en la circulación de vías urbanas como interurbanas:
 Por el conductor y los pasajeros de:
o Los turismos.
o Aquellos vehículos con masa máxima autorizada de hasta 3.500 kilogramos que, conservando las
características esenciales de los turismos, estén dispuestos para el transporte, simultáneo o no, de
personas y mercancías.
o Las motocicletas y motocicletas con sidecar, ciclomotores, vehículos de tres ruedas y cuadriciclos,
cuando estén dotados de estructura de protección y cinturones de seguridad y así conste en la
correspondiente tarjeta de inspección técnica.
 Por el conductor y los pasajeros de los asientos equipados con cinturones de seguridad u otros
sistemas de retención homologados de los vehículos destinados al transporte de mercancías y de
los vehículos mixtos.
 Por el conductor y los pasajeros de más de tres años de edad de los asientos equipados con
cinturones de seguridad u otros sistemas de retención homologados de los vehículos destinados al
transporte de personas de más de nueve plazas, incluido el conductor. Los pasajeros deberán ser
informados de esta obligación.
La utilización de los cinturones de seguridad y otros sistemas de retención homologados por
determinadas personas en función de su talla y edad, excepto en los vehículos de más de nueve
plazas, incluido el conductor, se ajustará a las siguientes indicaciones:
 En los asientos delanteros del vehículo:
o Queda prohibido circular con menores de doce años situados en los asientos delanteros del
vehículo, salvo que utilicen dispositivos homologados al efecto. Excepcionalmente, cuando su
estatura sea igual o superior a 135 centímetros, los menores de doce años podrán utilizar como tal
dispositivo el propio cinturón de seguridad para adultos de que estén dotados los asientos
delanteros.
o Los niños no podrán utilizar un dispositivo de retención orientado hacia atrás instalado en un
asiento del pasajero protegido con un airbag frontal, a menos que haya sido desactivado,
condición que se cumplirá también en el caso de que dicho airbag se haya desactivado
adecuadamente de forma automática.
 En los asientos traseros del vehículo:
o Las personas cuya estatura no alcance los 135 centímetros, deberán utilizar un dispositivo de
retención homologado adaptado a su talla y a su peso.
o Las personas cuya estatura sea igual o superior a 135 centímetros y no supere los 150
centímetros, podrán utilizar indistintamente un dispositivo de retención homologado adaptado a su
talla y a su peso o el cinturón de seguridad para adultos.

En los turismos y en aquellos vehículos cuya masa máxima autorizada de hasta 3.500 kilogramos
que, conservando las características esenciales de los turismos, estén dispuestos para el
transporte, simultáneo o no de personas y mercancías, que no estén provistos de dispositivos de
seguridad no podrán viajar niños menores de tres años de edad. Además, los mayores de tres
años que no alcancen los 135 centímetros de estatura deberán ocupar el asiento trasero.

Uso no obligatorio del cinturón de seguridad


Podrán circular sin los cinturones u otros sistemas de retención homologados:
 Los conductores, al efectuar la maniobra de marcha atrás o de estacionamiento.
 Las personas provistas de un certificado de exención por razones médicas graves o en atención a
su condición de discapacitado. El certificado deberá ser presentado cuando lo requiera cualquier
agente de la autoridad responsable del tráfico.
La exención alcanzará igualmente cuando circulen en poblado, pero en ningún caso cuando lo
hagan por autopistas, autovías o carreteras convencionales, a:
 Los conductores de taxis, cuando estén de servicio. Asimismo, cuando circulen en tráfico urbano o
áreas urbanas de grandes ciudades, podrán transportar a personas cuya estatura no alcance los
135 centímetros sin utilizar un dispositivo de retención homologado adaptado a su talla y a su
peso, siempre que ocupen el asiento trasero.
 Los distribuidores de mercancías, cuando realicen sucesivas operaciones de carga y descarga de
mercancías en lugares situados a corta distancia unos de otros.
 Los conductores y pasajeros de los vehículos en servicios de urgencia.
 Las personas que acompañen a un alumno o aprendiz durante el aprendizaje de la conducción o
las pruebas de aptitud y estén a cargo de los mandos adicionales del automóvil,
responsabilizándose de la seguridad de la circulación.

2.2.3 El airbag

El airbag, o bolsa de aire, se hincha y deshincha en milésimas de segundo al producirse un


impacto, protegiendo a los ocupantes del vehículo de las fuerzas de desaceleración y evitando que
el cuerpo impacte contra el habitáculo del vehículo. Existen diversos tipos de airbag, los más
comunes son los frontales de conductor y acompañante, los laterales y los de techo o de cortinilla.

2.2.4 El Apoyacabezas o Reposacabezas

Previene el latigazo cervical que se produce especialmente en las colisiones por alcance,
pudiéndose producir un esquince cervical que es una de las lesiones más usuales en los
accidentes de tráfico. Casi una cuarta parte de los accidentados la sufren.
Es muy importante regularlo correctamente, el borde superior del apoyacabezas debe quedar
situado entre el límite superior de la cabeza y la altura de los ojos. El espacio existente entre el
apoyacabezas y la cabeza debe ser mínimo, no debe superar nunca los 4 centímetros.

2.2.5 El casco

Las lesiones sufridas en la cabeza son la principal causa de muerte en los accidentes en los que
están implicados vehículos de dos ruedas. El uso del casco reduce un 30% la posibilidad de sufrir
lesiones mortales y aumenta un 20% la posibilidad no sufrir daño alguno.
El casco que utilicemos debe estar homologado y quedarnos bien ajustado a la cabeza. En cuanto
al color es preferible elegir los claros y brillantes, ya que son vistos por los demás usuarios con
más facilidad y por lo tanto son más seguros.
Cuando el casco haya recibido un golpe, ya sea en un accidente o por una caída del mismo desde
una altura superior a los 1,50 metros, es recomendable cambiarlo lo antes posible. En algunos
casos los daños sufridos por el casco no son visibles a simple vista.
Los conductores y pasajeros de motocicletas o motocicletas con sidecar, de vehículos de tres
ruedas y cuadriciclos, de ciclomotores y de vehículos especiales quad deberán utilizar
adecuadamente cascos de protección homologados o certificados según la legislación vigente,
cuando circulen tanto en vías urbanas como en interurbanas.
En el caso de los conductores de bicicletas sólo deberán llevar el casco cuando circulen en vías
interurbanas, salvo en rampas ascendentes prolongadas, o por razones médicas que se
acreditarán o en condiciones extremas de calor.

2.2.5 Cristales

El compuesto del cristal parabrisas está preparado para que, en caso de accidente, no salten
astillas que puedan dañar a los pasajeros del vehículo. Las ventanillas laterales son más débiles y
se pueden romper. Es la salida más cómoda si en caso de vuelco las puertas se quedan
bloqueadas.

2.3 El color de los Autos

Descubrió que los automóviles de color plata habían tenido menos accidentes graves que los de
color verde, café o negro.

Se descubrió que los automóviles de color blanco tuvieron una tasa significativamente menor de
sufrir accidentes graves que los autos de otros colores, incluido el plata.

Comparados con los vehículos blancos, una cantidad de colores se asocian con un riesgo de
accidentes más alto. Esos colores son generalmente los que están por debajo en el índice de
visibilidad, e incluyen el azul, gris, negro, rojo, plata y verde. Ningún color fue significativamente
más seguro que el blanco, aunque varios otros colores no se pudieron distinguir del blanco en
términos de riesgo relativo de accidente. [...] Ninguno de los colores de vehículos que indicaron
un menor riesgo relativo en comparación con el color blanco fue estadísticamente significativo.

2.3.1 Tabla de colores en orden de peligrosidad

La siguiente tabla presenta la relación entre los accidentes de tránsito y los distintos colores de
automóviles. Como unidad se utiliza la peligrosidad del color blanco. Por ejemplo,

 durante el día, el color plata (1,10) es 10% más peligroso que el color blanco
 al atardecer o al amanecer (1,15) es 15% más peligroso y
 de noche (1,08) es 8% más peligroso.

3. El factor vía

3.1 Conducción en condiciones adversas

Las condiciones climatológicas o ambientales adversas, hacen que la conducción sea más difícil y
peligrosa. Los factores climatológicos más importantes a tener en cuenta son la lluvia, la nieve, el
hielo, la niebla, el viento y el sol.
3.2 La lluvia

La lluvia disminuye la adherencia de los neumáticos a la calzada y dificulta la visibilidad.


 En previsión de lluvia, es importante revisar la presión y la profundidad del dibujo de los
neumáticos así como el estado de las escobillas y los difusores de aire del parabrisas.

 Prestaremos especial atención durante las primeras gotas de lluvia


caídas. La acumulación de polvo y grasa de los vehículos en la calzada hace que con las primeras
gotas se forme una capa de suciedad muy deslizante.
 Con la calzada mojada los neumáticos pierden adherencia aumentando la distancia necesaria para
frenar, por lo que reduciremos la velocidad y aumentaremos la distancia de seguridad. Frenaremos
siempre con suavidad para evitar un posible bloqueo de las ruedas.
 Los frenos mojados también pueden perder eficacia, sobre todo al pasar por zonas con
acumulaciones importantes de agua. Para favorecer el secado del sistema de freno realizaremos
unas pulsaciones cortas y repetidas al pedal.
 Realizaremos una correcta ventilación del habitáculo y utilizaremos la luneta térmica para evitar
que se empañen los cristales.
 Ante la disminución de la visibilidad producida por la lluvia utilizaremos las luces de cruce y en su
caso las antiniebla.
 La conducción con lluvia es más exigente y fatigosa para el conductor, por lo que realizaremos
paradas de descanso con mayor frecuencia.
Aquaplaning
Uno de los efectos más peligrosos producidos por la lluvia es el conocido como aquaplaning. Se
puede producir al circular a cierta velocidad por tramos de la calzada que presenten acumulación
de agua.
La función del dibujo de los neumáticos es la de expulsar el agua hacia los laterales de la rueda,
despejando de esta forma la zona de rodadura que es la que proporciona adherencia al vehículo.
Cuando el dibujo del neumático no es capaz de evacuar la cantidad de agua acumulada, el
neumático pierde el contacto con el pavimento y se desliza flotando sobre el agua, haciendo que el
conductor pierda el control del vehículo.
La aparición del efecto aquaplaning dependerá de la capacidad de evacuación de agua que tengan
los neumáticos, que se mide en litros por segundo, y de la velocidad a la que circulemos. A mayor
velocidad, el tiempo que tendrán los neumáticos para evacuar el agua de la calzada será menor,
aumentando la probabilidad de sufrir el aquaplaning.
La mejor forma de prevenir el aquaplaning es moderar la velocidad.

3.3 La nieve

La nieve provoca una disminución de la adherencia de los neumáticos y, mientras está nevando,
dificulta la visibilidad.
Al realizar un trayecto por una zona con previsión de nevadas, es aconsejable lleva el depósito de
combustible lleno. Esto nos permitirá disponer de suficiente tiempo de calefacción en el caso de
quedar bloqueados a causa de la nieve. También es aconsejable llevar ropa de abrigo, agua y el
teléfono móvil con su batería completamente cargada.
Para lograr una conducción segura en tramos con nieve, es importante llevar los frenos bien
reglados, equilibrados y los neumáticos a su debida presión.
Al conducir con nieve en la calzada lo haremos siguiendo las siguientes indicaciones:
 Arrancaremos el vehículo con suavidad y utilizando la marcha más larga posible, normalmente la
segunda o tercera marcha, para evitar que las ruedas patinen.

 Reduciremos la velocidad.
 Las frenadas, aceleraciones y giros de volante los realizaremos con suavidad.
 En vehículos que no dispongan de sistema ABS, siempre que sea posible frenaremos con el motor
evitando utilizar el pedal del freno.
 Circularemos utilizando las roderas de otros vehículos en la nieve, esto nos evitará sufrir
deslizamientos laterales.

 Colocaremos las cadenas en los neumáticos cuando sea necesario.


 Comprobaremos con frecuencia que en los bajos y guardabarros del vehículo no se acumule
nieve, retirándola en el caso de ser así. De no hacerlo, esta acumulación de nieve podría afectar a
la dirección del vehículo, especialmente en las curvas y giros.
 En días de sol, utilizaremos gafas oscuras para evitar el reflejo de los rayos solares en la nieve.
 Ante la disminución de la visibilidad durante las nevadas, utilizaremos las luces de cruce y en su
caso las antiniebla.

3.4 El hielo

La existencia de hielo en la calzada disminuye de forma muy importante la adherencia de los


neumáticos.
Debemos tener especial cuidado al circular por zonas sombrías, puentes y proximidades de
arroyos en las que será más fácil encontrar hielo, sobre todo si la temperatura es inferior a los cero
grados, o próxima, durante la noche y las primeras horas del día.
Al circular sobre hielo actuaremos de la misma forma que en el caso de nieve, arrancando el
vehículo con marchas largas, reduciendo la velocidad, actuando sobre el volante y los pedales con
suavidad y, en el caso que el vehículo no tenga sistema ABS, frenando con el motor siempre que
sea posible.
La siguiente señal nos advierte de la posible existencia de hielo:

Pavimento deslizante por hielo o nieve.


Peligro por la proximidad de una zona de la calzada cuyo pavimento puede
resultar especialmente deslizante a causa del hielo o nieve.

3.5 La niebla

La niebla reduce de forma brusca la visibilidad. En algunas ocasiones incluso hace imposible el
seguir circulando aun disponiendo de un buen equipamiento de luces.
Al circular con niebla actuaremos de la siguiente forma:
 Utilizaremos el alumbrado de cruce, y antiniebla si es necesario, para ver y ser vistos.
 Reduciremos la velocidad hasta adaptarla a nuestro campo de visión.
 Utilizaremos las marcas horizontales de la calzada como guías.
 Eliminaremos las pequeñas gotas del parabrisas y mantendremos el habitáculo bien ventilado para
evitar que se empañen los cristales.
 Extremaremos la precaución cerca de ríos y zonas húmedas en las que la niebla puede aparecer
con mayor frecuencia.
 Prestaremos atención a la falta de adherencia que produce la niebla al humedecer el asfalto.
La siguiente señal nos indica la proximidad de una zona de visibilidad reducida:

Visibilidad reducida.
Peligro por la proximidad de un tramo en que la circulación se ve dificultada por
una perdida notable de visibilidad debida a niebla, lluvia, nieve, humos, etc.

3.6 El viento

El viento puede sacudir de forma imprevista nuestro vehículo llegando incluso a modificar su
trayectoria, especialmente al pasar de zonas resguardadas a zonas desprotegidas como puede ser
a la salida de un túnel o al adelantar a un camión.
Al circular por una zona con viento:
 Comprobaremos la dirección del viento observando la vegetación u otros elementos del entorno de
la vía. El viento lateral es el que más puede afectar la estabilidad del vehículo.
 Reduciremos la velocidad.
 Sujetaremos el volante con firmeza para mantear la trayectoria deseada.
 Extremaremos las precauciones ante la posibilidad de encontrar obstáculos en la calzada.
 Cerraremos las ventanillas para evitar la entrada de polvo o algún objeto inesperado en el
habitáculo.
La siguiente señal nos indica la proximidad de una zona en la que sopla viento lateral con
frecuencia:

Viento transversal.
Peligro por la proximidad de una zona donde sopla frecuentemente viento fuerte
en dirección transversal.

3.7 El sol y el calor

Al conducir es importante que la temperatura del interior del vehículo sea la adecuada. Una
temperatura excesiva puede aumentar la fatiga del conductor.

 Utilizaremos el aire acondicionado o el climatizador del vehículo, procurando que la temperatura


interior sea aproximadamente de entre 20 y 23 ºC.
 En el caso de conducir con una temperatura elevada, es aconsejable beber agua o zumos con
frecuencia para evitar la deshidratación. Prestaremos especial atención a la conducción después
de las comidas ya que el calor aumenta aún más la aparición del sueño.
 El uso de ropas claras, ligeras y holgadas es recomendable para evitar el calor al volante.
 Nos protegeremos convenientemente de los rayos solares con el uso de gafas oscuras y parasoles
para evitar deslumbramientos o la fatiga ocular.
 A la hora de comprar un vehículo tendremos en cuenta que un color oscuro, a pleno sol en verano
y comparándolo con un color claro, puede provocar un aumento en la temperatura del habitáculo
de hasta 10 grados.

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