Está en la página 1de 1

Virtudes cardinales

Prudencia: la prudencia es el buen juicio, que nos permite anticipar lo que nos
conviene en relación al bien y al mal. Es virtud propia de la inteligencia, por lo que
se logra cuando la racionalidad funciona correctamente.

Para Aristóteles, la prudencia es la virtud madre de la que penden todas las


demás; fundamentalmente la justicia, la fortaleza y la templanza. En un diseño de
ética empresarial, tan exigida en nuestros tiempos de globalidad interactiva, no
puede faltar una amplia consideración al conocimiento y practica de tan importante
nivel.

Justicia: a cada uno lo suyo, así se define la justicia en términos filosóficos. Lo


justo para cada cual es aquello que le corresponde según su naturaleza y que, por
lo mismo, es exigible a los demás.

Al considerar la ética empresarial, la virtud de la justicia surge inmediatamente


como un condicionante indispensable para la existencia misma de la relación entre
clientes, proveedores, operarios, administrativos y gerentes. La justicia como
virtud cardinal es consecuencia lógica de la prudencia. Más aun, sin el apoyo de la
prudencia, la existencia se la justicia sería prácticamente imposible.

Fortaleza: puede decirse en plural o en singular. Si optamos por lo primero nos


referimos a un conjunto de cualidades o virtudes que el empresario debe tener en
cuenta a la hora de situar su empresa en el competitivo mundo de la interacción
económica.

La fortaleza cardinal es la cualidad del hombre que lo predispone a resistir con


éxito cualquier adversidad, es virtuosamente fuerte el que afronta las dificultades
con dignidad, ponderación y equilibrio.

La existencia de dificultades o adversidades en la tarea empresarial está siempre


garantizada. No ha existido, ni existirá empresa humana que haya pasado por el
tiempo sin algún tipo de roce, deterioro o contrariedad

Templanza: la templanza es un sentimiento similar al clima agradable. Templado.


El que permite al hombre gozar de la plenitud de sus facultades y apreciar con
claridad los problemas, justipreciar los conflictos y ponderar has las intenciones o
manifestaciones más irracionales.

En la vida privada, como en la pública, en los negocios como en el deporte rinde


más un poco de templanza que un exceso de fantasía y engreimiento

También podría gustarte