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ETICA PROFESIONAL
Carácter
1. ¿Qué es el carácter?
El carácter es el conjunto de buenos hábitos que forman en el individuo la unidad moral que
lo hacen apto para afrontar con decisión las contingencias de la viday decidir con altura, lo
que debe hacerse rectamente.
No dejarse embargar por la ira, no aferrarse a las bajas pasiones, no ofender gratuitamente a
nadie, ni mucho menos, hacer daño con premeditado designio; respetar lo ajeno, librarse del
vicio, etc.
Conlleva las excelencias de la justicia; la vocación del bien por el bien mismo; la disposición
hacia la lealtad; la cualidad de la verdad; el sentido de cooperación, el don de la firmeza, y,
en fin, el designo del buen proceder.
El hombre de carácter es el que obra bien como ser humano, que sigue, en sus relaciones con
los otros, La divina estrategia que ha descubierto trabajando en el mundo, proveyendo a los
demás de condiciones por las que pueden adquirir personalidad, olvidándose de si mismo en
esta aventura de la vida creativa del universo, en la que se encuentra siempre y en cualquier
lugar a sus anchas. Podemos agregar que el carácter es la manera considerada de reaccionar
cada individuo, conforme su sensibilidad y manera de ser, frente a cualquier circunstancia.
El carácter viene hacer la suma de conducta humana o el movimiento oscilatorio dentro de las
disposiciones interiores, reflejadas hacia afuera en un racional comportamiento.
10. ¿En cuáles rasgos del individuo se aprecia más el valor del carácter?
En los que son estables, francos, activos, capacitados, enérgicos, afables, voluntarios,
previsores, mesurados y prudentes.
11. ¿Cuáles cualidades evidencian más al individuo para ser distinguido como un
profesional respetable?
Se puede ser estable, activo y enérgico en la comisión de hechos dañosos a la sociedad; pero
por lo contrario, si tal conjunto de cualidades las vive y practica positivamente, el ascenso a
planos superiores será evidente, para ser distinguido como un profesional respetable.
Esta formado por elementos y tendencias realmente modificables, tiene oportunidad de ser
otro mejor, de un yo superiores, a base de modelar por voluntad propia los inmensos
yacimientos de material de bien existentes en las profundidades del alma.
14. ¿Qué esfuerzo debe hacer todo profesional al descubrir sus elementos
racionales?
Todo profesional debe hacer un esfuerzo supremo, si no lo ha logrado, para resultar atrayente
por la belleza y educación de su carácter.
Tema 2: Responsabilidad
5. ¿Para qué el profesional responsable trata de que sus actos sean aceptables?
A la opinión ligera, vana, baladí, que lleve a error a su cliente, y, más grave aún, defraudarlo
dejándolo en el desamparo; conducta que sólo tiene un calificativo: Irresponsabilidad.
Relaciones internacionales; cuando surgen conflictos entre naciones y se originan daños por
crímenes de guerra o delitos comunes en territorio extranjero, o en el caso de daños causados
por un gobierno a una nación extraña, queda comprometida la responsabilidad del país
ofensor
Derecho público; las leyes reglamentan la responsabilidad del jefe de estado, de los miembros
de su gabinete y otros funcionarios.
Derecho penal; está sujeta a la aplicación de penas por el daño a la sociedad por una
infracción imputable a un particular.
Derecho privado; supone esencialmente, de un lado el daño a una víctima, y de otro lado, el
que está obligado a reparar el daño a esta ocasionado.
9. ¿Qué es el charlatanismo?
Es la forma de conducta profesional asumida por el individuo, con el propósito de eludir las
convenciones morales, engañando a los incautos, en oposición diametral con los más
elementales principios del deber profesional.
No solamente una violación a las leyes que rigen la profesión, sino el desprestigio de la
misma y del actor.
Situaciones conflictivas por los efectos peligrosos del desorden profesional en perjuicio de
los incautos, agregando a esto el trasfondo de tipo social que encierra.
Los seres racionales se distinguen de los irracionales en dos importantes atributos: la razón y
la palabra.
2. ¿Qué es la palabra?
Para intercambiar con sus semejantes, así como para transmitir su inteligencia, conocimientos
y emociones, lo razonable es que haga un uso adecuado de ella para que la alternabilidad, el
juego de las ideas y el diálogo, cumplan su verdadero sentido humano y social.
Hay que decirlas con arreglo al buen sentido, en tono adecuado, dentro de las reglas
gramaticales, como la gente educada, y rodearlas del marco de las disciplinas que imponen la
decencia y las buenas costumbres.
La palabra bien usada es hermosa; atrae e impresiona tan gratamente que resulta influyente,
persuasiva y convincente.
Es el profesional la persona quien mejor debe manejar la palabra, por diversas razones. Este
debe estar preparado para entender lo que se le dice, lo que él dice y para qué lo dice, pues
una palabra mal interpretada puede serle perjudicial y una palabra mal dicha puede ser
desventurada para su cliente o relacionado.
Por ser este el mediador entre el profano y la ciencia o la técnica, y para poderlas aplicar es
necesario entender y dejarse entender.
Porque son las fuentes de mayor y más clara expresión; pero siempre cuidando de que este
aumento conlleve al tesoro de la corrección como una demostración de elevada estatura
moral o intelectual.
Esta refleja nuestra atención y dominio de la cosa que tratamos, lo que causa buena
impresión, la palabra denuncia la limpieza y elegancia del espíritu cuando ésta es
pronunciada con altura, decencia y pureza.
Con la limpidez del lenguaje, a usanza de la gente culta, y la firmeza de la palabra producida
sinceramente, con razones corteses y agradables.
Debe estar en la plena posesión de los medios de expresión, que no son solo la palabra y los
gestos, sino también las tonalidades en sus articulaciones, intensidad, la propiedad, así como
la forma atractiva y grata, el razonamiento, la riqueza del vocabulario y el ingenio.
16. ¿Qué factores rodean al individuo de confianza y autoridad?
Cada palabra del profesional debe tener su valor y la tendencia a darle una expresión
agradable y una demostración de conocimiento del tema. Estos factores, sin excesos de
rebuscamiento que puedan culminar en la pedantería, rodean al individuo de confianza y
autoridad.
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el
de no ser molestado a causas de sus opiniones, el de investigar y recibir información y
opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Cuyo único mérito es el de ser entendido por muchos y encerrar casi siempre una moraleja.
Del latín obscenus, que quiere decir indecente, contrario al pudor, son preferidas por algunas
personas, en contradicción con las normas del decoro y en desdoro de la personalidad del
individuo.
No son más que el refugio de los vulgares para expresarse y el desahogo del iracundo o del
fracasado o de la persona trivial. Las palabras obscenas pronunciadas por un individuo
reflejan inconfesada mediocridad que no se compadece con el profesional sensato y, por
tanto, es recomendable desplazarlas del vocabulario elegante.
23. Mencionen las expresiones que tienen variados significados formados por la
palabra.
Palabra de honor: Compromiso solemne que se hace mediante una conversación, cuyas
palabras representan un juramento.
Bajo palabra: Es la concesión que se hace a cualquiera, de perdonarle una falta, a cuyo
compromiso el beneficiario debe responder en un momento dado. Se conoce la libertad a un
prisionero bajo palabra.
Palabra de rey: Cuando el individuo emite su juicio sobre determinado asunto y no lo varía
por nada, se dice tener palabra de rey.
Palabrita: La que dicen algunas personas con mucha suavidad, pero con doble sentido y
maliciosamente.
Palabra sagrada: Expresión adoptada por algunas instituciones secretas, a manera de clave
para identificarse entre sus miembros.
Palabra de Dios: Nombre dado a las enseñanzas bíblicas y que son pronunciadas por
sacerdotes y pastores religiosos.
Palabrero: Así se le llama a quien habla mucho, o a quien ofrece mucho de palabras y no
cumple sus promesas.
A palabra: Aseveración de que se ha dicho la verdad o se ha hecho algo que el otro no quiera
crear. (A palabra que yo escribí ayer).
Apalabrar: Convenir algo, dar algo, dar algo seguro. (Tengo apalabrada la venta de la casa).