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Trayectorias teóricas –

trayectorias reales
Acompañar al docente

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De la trayectoria en singular a
las trayectorias en plural
Mirar las trayectorias permite mirar para
atrás cómo fue transitando su escolaridad,
qué hizo la escuela; y para adelante: qué
hacer.
Rossano (2007)

La noción de trayectoria escolar refiere al desempeño de los alumnos a lo largo


de su escolaridad, año a año, observando su punto de partida y los procesos y
resultados del aprendizaje. Este concepto subraya la importancia de conocer la
historia de cada alumno en la escuela, teniendo en cuenta su pasado y su futuro.
Hacia atrás, la vista está puesta en los docentes, sus estrategias de enseñanza
y sus resultados. Hacia adelante, la apuesta consiste en profundizar el
aprendizaje.

Mirar la trayectoria invita a redescubrir a la persona en el alumno, al alumno en


su aula con un docente y tiempo determinado, al aula en la escuela conducida
por un equipo directivo que a su vez es acompañado por un supervisor. El
concepto de trayectoria invita a pensar, y sobre todo a actuar, para promover la
inclusión educativa y garantizar el ejercicio real y efectivo del derecho a la
educación.

La trayectoria escolar no refiere solo a recorridos personales de los alumnos,


sino que interpela y moviliza a las escuelas a buscar estrategias de trabajo para
garantizar la permanencia, la calidad educativa y el egreso de cada alumno. En
los últimos años desde el Consejo Federal de Educación (CFE) y el Ministerio de
Educación de la Nación con acuerdos de los ministerios provinciales se
sancionaron normativas que ponen el acento en las trayectorias escolares 1. En
la agenda y pensamiento de todo equipo directivo este tema tiene un lugar
central.
La tarea no es sencilla. En el acompañamiento de las trayectorias escolares
entran en juego prácticas e ideas respecto del aprendizaje y del “éxito” y
“fracaso” escolares que es útil poner al descubierto. Para ello puede servir tratar
de responder las siguientes preguntas:

• ¿Qué mirada tienen los docentes en relación con la trayectoria de sus


alumnos?

• ¿Cómo los acompañan en sus recorridos?

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Resolución n.º 122/10 (anexo 1) del CFE, resolución n.º 154/11 (anexo 1) del CFE y resolución n.º
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174/12 del CFE.
• ¿Qué instancias de trabajo existen entre directivos y docentes para
pensar y optimizar las condiciones pedagógicas de la escuela?

• ¿Cuáles suelen ser los momentos más críticos de la trayectoria


escolar de los alumnos?

• ¿Qué se les enseñó durante el ciclo lectivo y cómo se los evaluó?

• ¿Hubo propuestas específicas para aquellos con menor rendimiento?

• ¿Cuáles y cómo fueron sus resultados?

• ¿Cómo se podrían reorganizar los recursos y tiempos para generar


espacios de acompañamiento a los alumnos?

Trayectoria teórica, trayectorias reales

Siguiendo el trabajo de Terigi (2009), desde la organización de los


sistemas educativos actuales la organización del sistema por niveles, la
gradualidad del currículum y la anualización de los grados de instrucción
han delineado un recorrido esperado y su duración estándar: un año
calendario por cada grado. Estas expectativas señalan la trayectoria
escolar teórica, el recorrido escolar esperado según la progresión lineal
prevista por el sistema educativo, en los tiempos marcados por una
secuencia estandarizada.

Sin embargo, en el día a día de las escuelas hay discontinuidades y


rupturas. Hay alumnos que:

• ingresan tardíamente al sistema,

• abandonan temporariamente,

• tienen inasistencias reiteradas o prolongadas,

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• repiten de año una o más veces,

• presentan sobreedad,

• tienen un rendimiento menor al esperado.


Estos factores determinan que las trayectorias escolares reales, las que
se encuentran en las escuelas, difieran de la teórica. Esto no implica que
deban verse como trayectorias fallidas. Son expresiones de un conjunto
de condiciones socioeducativas diversas que atraviesan la vida escolar.

Para pensar las trayectorias en el marco de la escuela es importante


problematizar la noción de fracaso escolar. ¿Cómo se entienden el bajo
rendimiento académico, la repitencia y el abandono al interior de la
escuela? ¿Hay una mirada compartida? La explicación y supuestos sobre
estos temas condicionan las acciones que la escuela puede imaginar e
implementar.

Con cierta frecuencia la repitencia o el bajo rendimiento se plantean como


responsabilidad de los alumnos, tanto a nivel cognitivo como social. Se
afirma que falta esfuerzo o madurez, que hay desmotivación, que las
familias no apoyan el estudio, etc. El alumno y su familia aparecen como
“culpables” de la situación escolar y la escuela queda en un lugar estático,
sin posibilidad de acción.

En otras ocasiones el fracaso escolar se explica solo en función de las


estrategias docentes, desde una mirada simplista que desconoce la
complejidad del entorno y el desafío al que docentes y equipos directivos
se enfrentan. Desde esta perspectiva se desvaloriza el esfuerzo de cada
docente para cumplir su objetivo.

Entre una y otra interpretación está la oportunidad. El fracaso escolar es


un fenómeno complejo que no se resuelve distribuyendo culpas sino
asumiendo responsabilidades. El camino para abordar el problema es

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constructivo. Se trata de pensar y repensar la enseñanza y los vínculos
entre escuela y alumno para buscar respuestas pedagógicas que
conviertan el fracaso escolar en inclusión educativa.

Aun cuando algunas variables no se pueden modificar (entorno social,


condiciones culturales, etc.) hay muchas otras que sí son propias del
ámbito escolar y pueden tener un impacto positivo en las trayectorias. A
nivel institucional cabe revisar, por ejemplo, las condiciones institucionales
de enseñanza, la articulación y coherencia entre años y niveles, las
estrategias y criterios de evaluación, y reflexionar sobre la mirada que los
docentes tienen sobre los alumnos y sus posibilidades de aprender.

Es en esos factores en los que se juega la posibilidad de cambio. El


posicionamiento y accionar pedagógico es la clave para construir escuelas
en las que todos puedan aprender.

Bibliografía

CFE (Consejo Federal de Educación). 2010. Resolución 122/10 y anexo I


“Orientaciones para el mejoramiento de las trayectorias escolares reales de
niños, niñas y jóvenes”.

CFE (Consejo Federal de Educación). 2011. Resolución 154/11 y anexo I:


“Pautas federales para el mejoramiento de la regulación de las trayectorias
escolares en el nivel inicial, primario y modalidades”.

CFE (Consejo Federal de Educación). 2012. Resolución 174/12“Pautas


federales para el mejoramiento de la enseñanza y el aprendizaje y las
trayectorias escolares en el nivel inicial, primario y modalidades, y su regulación”.

DINIECE-UNICEF. 2004. “Las dificultades en las trayectorias escolares de los


alumnos. Un estudio en escuelas de nuestro país”. Ministerio de Educación,
Ciencia y Tecnología de la Nación, Buenos Aires.

Dirección de Educación Primaria. 2009. “Por la vuelta. Estrategias para


acompañar las trayectorias escolares”. Ministerio de Educación de la Nación.

Maddonni, P. y Sipes, M. 2010. “El trabajo del director y el cuidado de las


trayectorias educativas”. Ministerio de Educación de la Nación, Buenos Aires.

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Rossano, A. 2007. “Alternativas al ‘fracaso escolar’: la construcción de
estrategias educativas inclusivas como líneas de política pública
curricular”.Conferencia dictada en el seminario de gestión educativa “Diseño y
desarrollo de políticas educativas inclusivas”, San Salvador de Jujuy, 13 de abril.

Terigi, F. 2009. “Las trayectorias escolares, del problema individual al desafío de


política educativa”. Ministerio de Educación de la Nación, Buenos Aires.

Terigi, F. 2010. “El fracasoescolardesde la perspectiva psicoeducativa: hacia una


reconceptualización situacional”. Disponible en
http://www.rieoei.org/rie50a01.pdf. Fecha de acceso: febrero de 2015.

Terigi, F. 2011.“Las cronologías de aprendizaje: un concepto para pensar las


trayectorias escolares”. Pensar la Escuela 2. Ministerio de Educación de la
Nación, Buenos Aires.

Storino, S. (coord.). 2009. “Entre docentes de escuela primaria”. Cuadernillo para


equipo directivo y/o coordinadores de las jornadas, y lecturas para compartir.
Ministerio de Educación de la Nación, Buenos Aires.

Referencia para citado

Agradecemos especialmente la colaboración de Joana Lopez para la


elaboración de este documento.

Directores que Hacen Escuela (2015), en colaboración con Joana Lopez” De


la trayectoria en singular a las trayectorias en plural”. OEI, Buenos Aires.

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