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GUILLERMO BUSTAMANTE Z.

COMPETENCIAS Y EVALUACIONES
MASIVAS EN COLOMBIA
UNA MIRADA DESDE BOURDIEU

En tanto que mercado lingüístico estrictamente sometido a los veredictos de los guar-
dianes de la cultura legítima, el mercado escolar está dominado por los productos
lingüísticos de la clase dominante y tiende a sancionar las diferencias de capital
preexistentes: el efecto acumulado de un débil capital cultural, y de la correlativa débil
propensión a aumentarlo por la inversión escolar, condena a las clases más desprovis-
tas a las sanciones negativas del mercado escolar, es decir, a la eliminación o a la
autoeliminación precoz que unos mediocres resultados entraña.

Pierre Bourdieu

Resumen

Desde Bourdieu, puede decirse que las evaluaciones masivas de lenguaje no comprenden nuestra cultura (sus
“hallazgos” provienen de las limitaciones del proceso, no de los datos); ocultan los efectos de la desigualdad
social, aislando el lenguaje de las condiciones sociales que posibilitan las competencias; privilegian ciertas
constantes lingüísticas en detrimento de variaciones sociológicamente significativas; piden manipular sentidos
sin relación con el contexto, siendo que las intenciones y los intereses hacen que un enunciado gane sentidos
antagónicos; usan una condición institucional para imponerse; crean un poder simbólico que describe un cierto
ser de la escuela; determinan la validez de usos lingüísticos, prácticas pedagógicas, costumbres educativas y
políticas educativas; condenan a las clases más desprovistas a las sanciones negativas del mercado escolar.

Palabras clave: Evaluación masiva, competencia, lenguaje, comunicación, educación.

Abstract
From Bourdieu, it can be said that the massive evaluations of language don’t understand our culture (their
“discoveries” come from the limitations of the process, not from the data); they hide the effects of the social
inequality, isolating the language of the social conditions that facilitate the competitions; they privilege certain

* Profesor Universidad Pedagógica Nacional - bustama@colnodo.apc.org

Pedagogía y Saberes Nº 18 Universidad


2003 33
Pedagógica Nacional. Facultad de Educación, 2003, pp. 33-44
linguistic constants sociologically in detriment of variations significant; they ask for manipulating senses without
relationship with the context, being that the intentions and the interests make that an enunciated reaches antagonistic
senses; they use an institutional condition to be imposed; they create a symbolic power that describes a certain
being of the school; they determine the pedagogic linguistic, practical validity of uses, educational and political
customs; they condemn the classes more lacking of the negative sanctions of the school market.

Key words: Massive evaluations, competition, languaje, communication, education.

Desde comienzos de la década de “competencia” en la educación co- sonal, anónima, supuestamente


los 90 hasta esta parte, el objeto de lombiana proviene, en alguna medi- apta para emitirse e interpretarse por
la evaluación masiva de la educa- da, de la reflexión sobre el lenguaje cualquiera; es la misma lengua que
ción en nuestro país ha ido derivan- [Cf. Bustamante, 2001]. Saussure estableció como objeto de
do hacia la idea de competencia1. la lingüística que luego se llamó es-
Se trata principalmente de las si- tructural. Sin embargo, tal lengua,
guientes tres experiencias: en pri- Hipótesis 1. Si estas evaluaciones tal “tesoro social” de signos, no es
mer lugar, la “evaluación de la cali- masivas conciben el lenguaje sola- un dato “natural”, es el efecto de un
dad de la educación” en todo el país, mente como una herramienta de in- proceso social que, a la vez, lo ocul-
adelantada desde hace 10 años por telección, posiblemente poco apor- ta. Las evaluaciones masivas en Co-
iniciativa del Ministerio de Educa- ten a una reflexión sobre la cultura lombia poco han aportado al conoci-
ción, mediante pruebas muestrales. en nuestro país. miento de este proceso en nuestro
En segundo lugar, la “evaluación de país, tal vez por ser algo invisible
competencias básicas” en el Distri- Partimos de suponer que decir algo desde sus instrumentos.
to Capital y en algunos municipios sobre la educación es necesaria-
del país, adelantada desde 1998 por mente pronunciarse sobre la cultu- Por su parte, la competencia lingüís-
parte de un equipo liderado por la ra en nuestro país, pues podría obje- tica –tesoro esta vez individual–, que
Universidad Nacional de Colombia, tarse –desde una perspectiva “téc- postula Chomsky como objeto de
mediante pruebas censales. Y, en nica”– que estas evaluaciones sólo la gramática generativa transforma-
tercer lugar, el nuevo Examen de buscan hablar de la calidad de la cional, se basa en normas supues-
Estado, aplicado por el ICFES a educación y nada más. tamente universales del lenguaje.
partir del año 2000. Sin embargo, tales normas no pue-
Las evaluaciones en mención se ha- den ser otras que las del discurso
A continuación, entonces, plantea- cen en una lengua estándar, imper- legítimo (únicas que pretenden ese
ré una serie de hipótesis sobre al- alcance), salvo que a Chomsky no
gunos aspectos de lo que han sido, le interesa ni el hecho de que tal
según me parece, las dos primeras legitimidad se consigue en un mer-
experiencias de evaluación masiva cado, ni las condiciones sociales
de la educación en nuestro país, que hacen posible la adquisición de
mencionadas atrás (específicamen- tal competencia. Ser capaz de pro-
te para el área de lenguaje). Plan- ducir frases gramaticales es insufi-
tearé estas hipótesis desde la pers- ciente para ser escuchado; sin una
pectiva del sociólogo francés Pierre competencia legítima, el hablante no
Bourdieu, para lo cual me basaré en podría intervenir en situaciones con-
su libro sobre el lenguaje (¿Qué sig- cretas. De manera que no se “ad-
nifica hablar?2) y no en su libro so- quiere” una competencia (individual)
bre educación, ya que la palabra por fuera de unas condiciones de
legitimidad (sociales). Pues bien,
esa condición de la evaluación ma-
1 En Bustamante y Jurado [1993] hay un
relato sobre cómo entró el concepto de com- siva, en la que todos los estudian-
petencia en las primeras pruebas del Minis- tes contestan el mismo cuestiona-
terio de Educación Nacional. rio, es una situación basada en la
2
Fabio Jurado me ha hecho notar que muchas
de las posiciones de Bourdieu, en ese texto, perspectiva universalista de la com-
habían sido planteadas por Voloshinov, [1929]. petencia lingüística –la del locutor

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capacitado para hablar– y no en la gitimidad en un proceso histórico y, tica comunicativa, podrían desvir-
perspectiva contextual de la com- luego, debe reproducir tal legitimi- tuarla, a favor de una comprensión
petencia legítima –la del locutor au- dad en todo contexto por venir. Nues- meramente semántica de la comu-
torizado para hablar en contextos tro castellano es un buen ejemplo nicación.
específicos–. Insisto: se trata de una de eso: era la lengua de Castilla y,
necesidad interna al proceso, no de sin embargo, es sinónimo de “es- En ideas como las de Habermas
la declaración explícita de los eva- pañol”; es decir, lengua de España, –mencionadas en las justificaciones
luadores sobre la perspectiva que por encima de las lenguas habladas de las evaluaciones masivas–, las
asumen, que efectivamente es enun- en las otras nacionalidades de ese palabras tendrían una fuerza inhe-
ciada como contextual. mismo país. Mientras los intercam- rente; de donde lo pragmático pare-
bios entre regiones no están cen- ce poder reducirse a una semánti-
Pues bien, en su texto, Bourdieu tralizados, basta con un mínimo de ca: de ahí que se pueda hablar de
plantea que a unos “análisis” socia- comprensión y no se erige una for- una ética discursiva cuya base es
les que se desentendían cada vez ma de hablar como norma. Pero la explicitación de las condiciones
más del asunto del poder, les venía cuando el Estado requiere un mer- pragmáticas de la comunicación3. Y
muy bien la tendencia de la lingüís- cado unificado, entonces impone una de ahí, también, que se pretenda
tica estructural de estudiar la len- lengua oficial (incluso de manera vio- afirmar algo sobre la pragmática, a
gua por fuera de las condiciones lenta), con el fin de asegurar el míni- partir de las respuestas en una prue-
sociales de su producción, reproduc- mo de comunicación necesario para ba. En cambio, según Bourdieu, la
ción y utilización (de ahí el auge del la producción económica y la domi- fuerza de las palabras no les es in-
estructuralismo en muchas ciencias nación simbólica. Pues bien, estas herente, sino que depende de las
humanas). Y, de otro lado, de acuer- evaluaciones masivas no dan cuenta condiciones institucionales en que
do con Verón [1969], les venía muy de la operación que realizan sobre el se usan. De tal manera, la pragmá-
bien el giro estadístico que adquiría lenguaje: extraerlo de su contexto. De tica no es “visible”, objetivizable por
la mirada sobre lo social. Pues bien, tal manera, ¿a qué proceso de unifi- una prueba, pues los interlocutores
de un lado, las evaluaciones masi- cación de mercado –nacional o inter- aplican unas estrategias en función
vas en Colombia comparten la pers- nacional– obedecen? En cualquier de su capital lingüístico, cuya dis-
pectiva “intelectualista” que Bourdieu caso, no está en los propósitos (ni tribución depende de la estratifica-
encuentra en la mirada estructural en las posibilidades) de tales evalua- ción social, y cuyas diferencias dis-
sobre el lenguaje, que lo sitúa por ciones contribuir a esclarecer esa tintivas son reproducidas por meca-
fuera de una teoría general de la pregunta, aunque sí esté entre sus nismos profundos, en función del
cultura, que lo ignora como una he- efectos hacer posible ciertos meca- beneficio que reporta (ante la socie-
rramienta de acción y de poder, y nismos de la política social. dad) poseer cierta competencia.
que hace de él un mero objeto de
intelección. Y, de otro lado, estas Hoy suele aducirse que mediante Los diversos usos de la lengua se
evaluaciones masivas son herede- tales evaluaciones sólo se trata de producen por las diversas condicio-
ras de la “investigación” estadística, saber cuál es la calidad de nuestra nes sociales de adquisición. Ellos
en la medida en que, más allá de educación; pero podemos verificar compiten en el mercado lingüístico,
las sustentaciones teóricas y de la históricamente, de un lado, que la de cara a un patrón de prácticas le-
variabilidad de sus objetos de eva- preocupación por lo que ocurre en gítimas que también ayudan a cons-
luación, se trata de psicometría: educación no siempre ha pasado por truir. Este sistema de oposiciones
acerca de lo que pueden hablar son implementar evaluaciones masivas y lingüísticas retraduce las diferen-
datos obtenidos con instrumentos periódicas; y, de otro lado, que idén- cias sociales, pues se habla con un
psicométricos. ticos procesos evaluativos suceden estilo expresivo en uso y posicio-
en el mundo entero, más allá de las nado en una jerarquía: la competen-
especificidades de cada país (y par- cia coincide con la manera social-
Hipótesis 2. Si estas evaluaciones ticularmente en toda América Latina mente condicionada de realizarla...
masivas consideran el lenguaje y la con nombres iguales). Por supues- algo invisible en las pruebas masi-
comunicación como algo dado, por to, la evaluación no es el único pro- vas, en las que todos parecen pues-
fuera de las condiciones sociales de ceso que señala en esa dirección; tos de la misma manera, como si la
su producción, reproducción y utili- también está, por ejemplo, el asunto sociedad en la que viven condicio-
zación, posiblemente les quede muy de los estándares curriculares que nara a todos de igual forma. Podría
difícil aportar al estudio de los pro- acaba de emitir el Ministerio de Edu- objetarse en este punto señalando
cesos históricos que legitiman el cación en Colombia. la imposibilidad de hacer pruebas
uso lingüístico.
3
En la propuesta de competencias para el
Para Bourdieu, una lengua no está Hipótesis 3. Si estas evaluaciones ICFES, la competencia comunicativa incluye
dada: ha tenido que ganarse su le- masivas preguntan por la pragmá- una competencia ética [Hernández et al., 1998].

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distintas por estrato social; en rea- cede de manera diferencial. Si las masivas: sus aplicaciones siempre
lidad, la pregunta pertinente al res- cosas son así, puede decirse que deben arrojar como resultado la dis-
pecto sería por la función social a la como estas evaluaciones no buscan criminación de los desempeños, ya
que obedecen las pruebas. las estructuras del mercado lingüís- que resulta inútil una prueba en la que
tico, consideran su propia interpre- todos obtienen el mismo resultado,
tación como la mejor (de ahí que sea positivo o negativo; de tal mane-
Hipótesis 4. Si estas evaluaciones haya respuesta correcta, en gene- ra, más allá de las escalas en juego
masivas privilegian el núcleo inva- ral, para todos); con ello no coope- (números, letras, niveles de compe-
riante de sentido, posiblemente bus- ran en la comprensión del papel del tencia, etc.), unos lo harán bien, otros
quen algo que resulta siendo poco interlocutor en el sentido, ni de la lo harán mal y otros estarán en el
relevante desde el punto de vista del inserción del discurso en el espa- medio.
funcionamiento del lenguaje. cio social donde los otros produc-
tos discursivos le dan un valor La incidencia de la diferencia social
En lugar de un “circuito de la comu- relacional. Podría argüirse que no en el acceso a los medios simbóli-
nicación”, compuesto de emisores buscan entender el funcionamiento cos, bastaría para invalidar el pre-
y receptores iguales que pueden del lenguaje; pero a esto podría res- supuesto de homogeneidad en los
intercambiar sus roles, dotados de ponderse que la decisión de inda- evaluados. Pero, ¿si no se trata sim-
“estilos personales” que se relacio- gar por la competencia (núcleo plemente de una discusión teórica?
nan a posteriori en la comunicación, invariante) sí presupone alguna com- La evaluación, más allá de medir
Bourdieu habla más bien de un mer- prensión de dicho funcionamiento. algo, hace aparecer como diferen-
cado lingüístico en el que circulan cia de competencia individual (an-
discursos con cargas estilísticas de- tes se decía “inteligencia”) lo que ha
terminadas también por un otro Hipótesis 5. Si estas evaluaciones sido causado socialmente. Eso, y
percibiente, en la medida en que, masivas entienden que la apropia- creer que todos entran por igual en
durante la interpretación, el sentido ción simbólica es igual para todos, el circuito simbólico, no es una
es co-producido por la capacidad que todos se benefician igualmente muestra de voluntad democrática,
del interlocutor para hacer distincio- de ella, posiblemente poco ayuden sino más bien un acto que parece
nes. El mercado lingüístico es una a esclarecer los efectos estructura- contribuir a encubrir los efectos es-
especie de “regateo” en el que la les de la desigualdad ligados al uso tructurales (económico-sociales) de
respuesta también condiciona el del lenguaje. la desigualdad. Cuando Hymes
enunciado, a la manera como en la [1972] propone la categoría de com-
economía el consumo produce la Las pruebas se basan en la idea de petencia comunicativa, rescata una
producción. Desde este enfoque, que la población a la que se apliquen noción de igualdad, pero no con el
hay un “núcleo invariante de senti- debe haber sido informada objetivo de ocultar las diferencias
do” que se usa en la comunicación homogéneamente, o debe disponer sociales, sino para impedir que las
como medio; es la competencia en igualdad de condiciones del obje- diferencias comunicativas se impu-
buscada en las evaluaciones. Sin to de evaluación (inteligencia, por ten a asuntos del individuo (inteli-
embargo, este núcleo puede pasar ejemplo, o competencia). Es la “per- gencia, competencia) o de la raza
inadvertido, pues lo más importante tinencia” que deben establecer los (inferioridad), y lograr que se entien-
en una comunicación situada es la diseñadores antes de aplicar una dan justamente como causadas
producción de experiencias singu- prueba... aunque en realidad sólo la socialmente. Y, entonces, desde
lares (bajo un condicionamiento so- supongan (por ejemplo, mediante la esta perspectiva podría decirse que
cial). De esta forma, para el autor verificación de que los niños a eva- las competencias son distintas, pero
francés los sentidos de las palabras luar son del mismo curso y que de- no buenas o malas4.
se definen mutuamente y, en con- bieron ver el mismo currículo). Pero
secuencia, no vienen a sumarse como la apropiación simbólica se da Bajo la idea de una comunicación
para dar el sentido global de un a través de la estructura social, y igualitaria se habla con mucha acep-
enunciado (sin embargo, los instru- como ésta no es igualitaria, por lo tación de las relaciones sociales
mentos de evaluación sólo tienen tanto, no todos tienen acceso a lo como interacciones simbólicas, y se
los sentidos del núcleo invariante). simbólico de la misma manera, ¡así puede hacer con ello todo tipo de
se les haya dicho lo mismo! Tal como
Por supuesto que los enunciados en el intercambio económico alguien
tienen una relación con el núcleo queda desposeído (lo que garantiza 4 Es desde una competencia determinada
que se pueden juzgar las otras. Los códigos
invariante (puesto en juego por una la reproducción de la economía), des- elaborados y restringidos de Bernstein son
competencia general), pero también, pués del intercambio simbólico tam- un buen ejemplo, después de haber sido
y sobre todo, con la lógica del mer- bién alguien pierde para que otro cribados por la discusión: los códigos elabo-
rados, los que pide la escuela, resultan ser
cado (puesta en juego por una com- gane. Lo curioso es que eso incluso impertinentes en ambientes no formales del
petencia situada), a la cual se ac- es una condición de las evaluaciones uso de la lengua.

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semiótica. Pero, así como no hay La escuela y la evaluación sancio- nocimiento frente a la lengua legíti-
mercado económico entre personas nan negativamente estas manifes- ma, la estrategia que triunfa es la de
iguales y libres, tampoco hay mer- taciones, por ejemplo, corrigiendo al aquel cuya variante está impuesta,
cado lingüístico entre interlocutores niño en la clase o evaluando como la de aquel que posee el poder para
iguales y libres. Las relaciones so- “incompetente” a alguien que esco- imponer su variante. Entonces, éste
ciales pueden considerarse como ge –animado por su variante lingüís- puede, por ejemplo, cometer errores
interacciones simbólicas sólo si se tica – opciones distintas a la res- deliberados, sin correr el riesgo de
entienden como actualización de re- puesta que el evaluador considera que no se sepa quién está hablan-
laciones de fuerza. “emisores y re- correcta en la prueba. Ambas, la do; la otra cara de esto es que al-
ceptores”, “intercambio de roles escuela y la evaluación, intentan guien puede producir la forma correc-
lingüísticos”, etc., son maneras de excluir esos usos de sus prácticas; ta, pero a costa de servir para ejem-
referirse a los que se comunican por eso las pruebas no están he- plificar el adagio de que la mona,
como si fueran intercambiables, tal chas en una variante no oficial de la aunque se vista de seda –aunque
como los productos que intercambia lengua. Por considerar su variante haya dicho bien–, mona se queda
la relación comercial. De ahí a exi- como lingüísticamente pertinente, (cierta rigidez, por ejemplo, en ese
gir la “maximización del rendimien- es decir, como la “competencia” de- bien decir, delata a la persona). En
to” –como en la industria– no hay seada, y por considerar otras mani- el mismo sentido, un blue jean roto
mucho camino y, efectivamente, festaciones como una incompeten- y desteñido puede ser signo de po-
desde hace al menos una década cia que es necesario transformar, breza, o devenir como signo de dis-
vemos que los organismos interna- estas evaluaciones masivas co- tinción... dependiendo de quién se
cionales consideran la comunica- construyen lo “común” de la lengua. lo ponga (el solo signo no basta). Así,
ción como un “saber básico” en el Una evaluación nacional presupone dada la situación de examen, y por
contexto de las nuevas relaciones una homogeneidad nacional del uso haber fetichizado la lengua legítima,
laborales. En Colombia, eso se lla- y, sobre todo, contribuye a produ- ciertos sectores sociales obran con-
mó “competencias básicas”. cirla, más allá de sus propósitos ex- tra su propia forma de hablar5. El mo-
plícitos. tor del cambio lingüístico es el con-
junto de actos y respuestas en el
Hipótesis 6. Si estas evaluaciones campo donde se compite, donde se
masivas coadyuvan a construir la Hipótesis 7. Estas evaluaciones inscriben los usos.
idea de una lengua “común”, su ac- masivas, sin proponérselo, posible-
ción puede haber ido en detrimento mente incidan en la desintegración Si esto es así, ¿qué puede signifi-
de expresiones lingüísticas y comu- del lenguaje de ciertos sectores so- car la búsqueda de “equidad” que
nicativas que son significativas des- ciales. publicitan las políticas educativas
de el punto de vista social. como justificación de las evaluacio-
Esta “desintegración del lenguaje de nes masivas? En cualquier caso,
Toda manifestación lingüística y ciertos sectores sociales” no es un aunque los constructores de las eva-
comunicativa es significativa desde proceso negativo, en el sentido que luaciones no lo deseen, no pueden
el punto de vista social, pues en- se valore como algo condenable. evitar el efecto discriminador de su
carna la vida de una comunidad es- Bourdieu lo plantea como un proce- acción, y la base diferenciada de su
pecífica. Sin embargo, para que so inherente a la relación entre di- acción.
haya un mercado unificado, se apli- versidad social y estratificación so-
can unos criterios arbitrarios (no hay cial.
forma de que no lo sean) que produ- Hipótesis 8. Si estas evaluaciones
cen una separación: de un lado que- Se suele decir que la lengua está viva. masivas fetichizan y relativizan el
darán ciertas manifestaciones que Pues bien, ¿de dónde saca su “vita- lenguaje, posiblemente contribuyan
se considerarán como pertinentes lidad”? Según Bourdieu, como la len- poco a entender el valor de uso de
(una “lengua oficial”), como ense- gua es un medio para producir y ex- la lengua.
ñables en la escuela, como indaga- presar la distinción, requiere hacer-
bles en las evaluaciones, y, de otro se en un mercado lingüístico que se Podrían afirmar los responsables de
lado, quedarán otras manifestacio- renueva todo el tiempo, es decir, cada estas evaluaciones que entre sus
nes que se calificarán de errores, vez de forma distinta. Por eso, cuan- objetivos no está la comprensión del
vulgarismos, regionalismos, dialec- do una jerga comienza a ser conoci-
tos (en sentido despectivo), etc., y da por fuera del círculo cerrado que
que, en consecuencia, se conside- la usa como signo de distinción, se 5
Es parecido a lo que sufren algunas comu-
rarán impertinentes, corregibles en hace imprescindible cambiarla (en- nidades indígenas: el paso de sus niños por
la escuela, y detectables por las eva- tonces, la difusión está ligada al tiem- la escuela de los blancos no los hace allí
buenos estudiantes, pero tampoco perma-
luaciones como respuestas inco- po). Así, cuando se trata de aplicar necen como integrantes respetuosos de su
rrectas. estos cambios lingüísticos al reco- propia comunidad.

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realmente son las estrategias comu- ción es entregar las mismas carti-
nicativas de los interlocutores para llas a todos los profesores), cosa
responder las preguntas; con el agra- imposible dada su naturaleza social.
vante de que se refieren es a “des-
empeños”, invisibilizando el hecho
de que tales estrategias de res- Hipótesis 9. Si estas evaluaciones
puesta dependen de las posiciones masivas generan indirectamente las
de los interlocutores en la distribu- figuras del gramático y del autor, po-
ción del capital lingüístico, el cual a siblemente intervengan en la produc-
su vez, depende de las relaciones ción de una lengua legítima, por opo-
sociales. sición a otras; y en la determinación
del valor de los productos lingüísticos
Aunque oficialmente se defina el ob- en los mercados.
jeto de evaluación, las competen-
cias, como “saber hacer en contex- La legitimación de una lengua se
to” –entendiendo el contexto como apoya en un trabajo permanente de
el brindado por los pre-textos que corrección. En esa labor, Bourdieu
se usan para elaborar las pregun- asigna un papel importante a los
valor de uso de la lengua. Pero, jus- tas–, los instrumentos de evaluación gramáticos, o sea a los que consa-
tamente por existir en un mercado son el contexto, no ponen a prueba gran y codifican cierto uso de la len-
lingüístico, toda evaluación que bus- el lenguaje más que en la situación gua, aunque aparezcan más como
que algo sobre el lenguaje de la po- que ellos mismos establecen. Y en- juristas que testimonian de esa le-
blación en general, hace que cier- tonces se dice (cosa que no haría gitimidad después. De esta mane-
tos sectores sociales se esfuercen falta porque la evaluación lo impone ra, contribuyen a establecer el valor
por hacer las cosas “bien”, es decir, a posteriori) que es muy ventajoso de los productos en los mercados
bajo la variante lingüística en la que un enfoque educativo “por compe- lingüísticos, consagran y canonizan
está hecho el instrumento que se lo tencias”, para que todos tengan las escritores y escrituras, a partir de
demanda. En otras palabras, más mismas opciones. Es decir, esta explicaciones que no siempre cons-
que producir un saber sobre el len- política educativa –sin decirlo de for- tituyen los mejores argumentos, y
guaje de quien contesta, la prueba ma explícita– no pretende solucio- que a veces resultan indistinguibles
induce un comportamiento lingüís- nar el problema social (tampoco po- de cuestiones de gusto pertenecien-
tico, aparte de que se lo proponga o dría), sino “dar iguales oportunida- tes a momentos históricos precisos.
no. Eso, según Bourdieu, se da por- des” (consigna que también se apli- Así, en la escuela, como mercado
que hay una fetichización del len- ca más allá del ámbito educativo, lingüístico controlado, la pedagogía
guaje oficial. Obsérvese que una como parte de un modelo político). inculca las reglas del “buen uso”, o
prueba masiva no está escrita en la De tal manera, si luego los instru- sea, la competencia en una gramá-
jerga de los jóvenes y, sin embargo, mentos “detectan” diferencias, és- tica incorporada, derivando reglas
se dirige a ellos. Y es obvio, pues al tas se asignarán a la competencia del discurso efectuado y poniendo
sistema educativo le queda imposi- del individuo, no a asuntos sociales normas para el discurso a efectuar.
ble evaluar con arreglo a cada uso (vedados para la manera como se Entonces, la expresión “correcta” es
lingüístico, además de que eso con- interpretan los datos que arrojan los la corregida, la producida por quien
tradiría su función, entre otras, de instrumentos6). Igualmente, las me- domina las reglas contra las cuales
erigir una lengua legítima que termi- didas de mejoramiento educativo se compara. Así, a nombre de la
na fetichizada por todos, incluso por que dicen apoyarse en los resulta- gramática, la escuela sanciona las
los que no tienen esa variante de la dos de las evaluaciones masivas, se herejías e inculca la norma, consa-
lengua como propia. basan en la ilusión de que la lengua grando el uso dominante y delimi-
es homogénea (entonces una solu- tando los usos dominados. En este
Buscar niveles de uso de la lengua sentido, podría pensarse que las eva-
en propiedades como la competen- luaciones también generan, así sea
6
cia, entendida como respuestas co- Iguales resultados pueden ser leídos de ma- indirectamente, la figura del gramá-
neras muy distintas: los datos que permiten
rrectas en un examen (cuya “correc- afirmar que “el 66% de los niños no saben tico así descrito.
ción” no tiene en cuenta el criterio hacer lecturas inferenciales”, también permi-
del que contesta, sino solamente el tirían decir que “el país no ha sido capaz de Por otra parte, en la legitimación de
llevar al 66% de los niños a hacer lecturas
de quien pregunta), es hacer de lado inferenciales”. También podría decirse que una lengua, Bourdieu también asig-
el valor que adquiere la lengua en el el “66% de los niños contesta de la forma X na un papel importante a los autores,
mercado simbólico. De tal manera, en una prueba que concibe la escuela, la es decir, a las autoridades letradas
enseñanza, el aprendizaje, la lectura... de la
parece forzoso pensar que las eva- forma Y, y que se interpreta de la manera W, dignas de ser publicadas, oficiali-
luaciones masivas lo que califican y que fue aplicada de la manera Z...”. zadas. No habría una lengua oficial

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sin publicaciones (que, a su vez, pue- calidad de la educación (acción que inspirarse en concepciones contex-
den o no ser oficiales, no importa). se aplicaría, después de la evalua- tualistas–, está sustentada en una
Pero ese papel se disputa en medio ción, a dichas condiciones socia- serie de nociones que, por ser uni-
de una serie de tensiones, en un les). Sin embargo, al establecer las versales, no son distintivas. En cam-
campo de fuerzas en el que se com- competencias como objeto de eva- bio, una competencia contextual,
pite por imponer el modo de expre- luación parece que se diera por he- por depender del patrimonio social,
sión considerado legítimo, distingui- cho que ellas están ahí, que sólo es facultativa, es distintiva: expre-
do, correcto. Ahora, por encarniza- hay que detectarlas, con lo que el sa y produce las distinciones socia-
da que sea, la contienda disimula proceso que las hace existir pare- les7. Los hablantes no están en el
el hecho de que los contendores se cería indiferente. Tal posición es mismo nivel, no todos tienen igua-
oponen en medio de unas invariantes esperable, pues el conocimiento del les posibilidades de adquisición sim-
estructurales, unas “reglas del jue- proceso social mediante el cual se bólica (y, si la tuvieran, la diferencia
go” que se les imponen a todos. Y adquieren socialmente las compe- se produciría en otra parte). Es por
es eso lo que termina por reprodu- tencias podría invalidar la decisión esto que, en promedio, los colegios
cirse, independientemente de las de tenerlas como objeto de evalua- que resultan bien calificados en las
posiciones ventiladas, más allá de ción para toda la población (tanto evaluaciones de competencias
quién o quiénes se impongan. La por el hecho de recaer en ellas la siempre son los de las clases so-
discusión de 10 años, por ejemplo, decisión, como por lo que es nece- ciales que dan acceso a los instru-
terminó imponiendo una forma de sario ocasionarles, una vez tomada mentos de producción de la com-
evaluar al servicio de cierta política la decisión de ponerlas en esa po- petencia y a los lugares de expre-
educativa y no de la “calidad” de la sición). sión legítima8.
educación en abstracto. Los conten-
dores hacen su aporte a la domina- Por eso, menos que el conocimien- Las posibilidades de acceso a las
ción simbólica en la medida en que to desigual de la lengua legítima que distinciones sociales (a los instru-
sus intereses y resultados ocultan establecen las evaluaciones (que, mentos de producción de la compe-
los efectos externos. Sus luchas en todo caso, es una verificación a tencia y a los lugares de expresión
forman parte de lo que produce una posteriori del proceso social), resul- legítima) producen los resultados de
lengua legítima y de lo que determi- ta para Bourdieu fundamental el re- las evaluaciones, en los que no hay
na el valor de los productos lingüís- conocimiento uniforme que todos tie- igualdad, sino justamente diferencia.
ticos en los mercados. Sus diversos nen de la lengua legítima, so pena Por razones como éstas, una prue-
“estilos” no nacen de una libertad de quedar por fuera del proceso so- ba “por competencias” paradójica-
incondicionada, sino del valor rela- cial dominante. Los hablantes de mente podría ser más inequitativa
cional que tienen en el campo, en una variante no prestigiosa de la len- que una prueba que exige responder
medio de las coerciones propias de gua reconocen la lengua legítima, y por una cantidad determinada de in-
la economía de los bienes simbóli- se esfuerzan por hablar –al menos formación, pues, como dice Bour-
cos. Pese a elogiar en ocasiones en algunos ámbitos– con arreglo a dieu: “La competencia lingüística,
usos no legítimos, pese a no desear sus normas, a veces traicionando medida según los criterios escola-
explícitamente expropiar a algún el uso propio (como en muchos ca- res, depende, como las demás di-
sector, los autores están investidos sos de hipercorrección); es el caso mensiones del capital cultural, del
del monopolio del uso legítimo, pro- de quien responde el examen –he- nivel de instrucción estimado por los
ducen el campo en el que el uso se cho en lengua estándar– desde su títulos sociales, y de la trayectoria
define por oposición a la lengua que variante lingüística no estándar. Pero social”. Pruebas idénticas para to-
hablan personas imposibilitadas de las aspiraciones de este tipo de ha- dos hacen muy difícil estudiar esto.
ser autores. blante, basadas en el reconoci-
miento de la lengua oficial, pueden
guardar mucha distancia con las Hipótesis 11. Si estas evaluaciones
Hipótesis 10. Estas evaluaciones posibilidades de alcanzar algo, de- masivas exigen a todos un desem-
masivas posiblemente ayudan poco terminadas por el conocimiento real peño lingüístico especializado, ad-
a comprender las condiciones so- de la lengua legítima en los diver- quirible en condiciones sociales hete-
ciales que posibilitan adquirir las sos contextos. Nadie puede impro- rogéneas, tal vez contribuyen a que
competencias que buscan. visar, por ejemplo, una socialización el éxito escolar dependa de carac-
primaria con arreglo a códigos ela- terísticas lingüísticas.
Entender cómo se adquieren social- borados.
mente las competencias que bus-
can las pruebas resultaría interesan- La idea de una competencia univer- 7
Recordemos el experimento de Stubbs
te para quienes hacen la política sal (como en Chomsky o en Haber- [1984]: deducir diferencias sociales de vo-
ces oídas en una grabadora, cuando en rea-
educativa, en la medida en que se mas), que es la utilizada en las eva- lidad eran emitidas por la misma persona.
proponen, según dicen, mejorar la luaciones masivas –aunque digan 8
Cf. Jairo Gómez, 2001:109.

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Un hablante adquiere la lengua legí- son para todos. Eso se hace llaman- es escamotear las razones por las
tima exponiéndose a ella en los di- do “contexto” al texto con base en el cuales existe, eludir el asunto del
versos contextos de la vida social cual se pregunta, y no a la condición poder. Es el caso de buscar la “com-
(entre los que la socialización pri- social que representa la situación de petencia” en la frase bien entendida
maria en la familia es muy impor- un evaluador, una prueba y unos eva- o bien construida, y no en una so-
tante) y recibiendo instrucción ex- luados. ciedad que reproduce la desigual-
plícita sobre las reglas y los usos, dad con ayuda del lenguaje, gracias
asunto que ocurre fundamentalmen- Aprender a romper la relación de la a que los discursos circulan en un
te en la escuela. Esta instrucción lengua con el contexto social, para contexto de otros discursos: dialo-
formal hace de la escuela un con- hacer algo con ella así aislada, es gan, se oponen, se citan, se recon-
texto muy especial frente a los otros: una aptitud propia de ciertos espa- textualizan, etc., de manera explí-
allí la lengua legítima suele sepa- cios en los que tal separación se cita o implícita.
rarse de sus funciones prácticas9, autoriza; por lo tanto, es una apti-
pues los contextos operan en for- tud distribuida desigualmente. Pe- La significación del discurso no pue-
ma de “suposición”; es el caso del dirle a todos que operen así es favo- de explicarse simplemente por la
típico ejercicio de escribir una carta recer a los que manejan los contex- competencia lingüística. Ésta es
a alguien que, por poderlo ver des- tos que autorizan ese mecanismo, apenas una parte de lo que Bourdieu
pués de la clase, o por no poder es garantizar para ellos el éxito en llama el habitus lingüístico, consti-
enviarle realmente la carta, hace ese tipo de prueba; para los demás, tuido además por los automatismos
perder funcionalidad al mecanismo que no entienden cómo puede ha- verbales y el uso en contexto; pero
epistolar; o el caso del “conocimien- cerse un ejercicio así, es forzar algo además están las estructuras del
to” que acaba simplemente en una que no se atiene al funcionamiento mercado lingüístico, que consisten
evaluación. La lengua, por efecto de de la lengua que conocen y es ase- en un sistema de sanciones y cen-
su formalización, termina manipu- gurar para ellos el fracaso en ese suras que crean el valor simbólico,
lándose por sí misma. tipo de prueba. En consecuencia, pues el discurso se inserta en un
estas evaluaciones masivas actúan espacio social en el que ya circulan
Esta especialidad permite al siste- en el marco de la diferencia social, otros productos discursivos y, en
ma escolar producir (y certificar) a pero también ayudan a producirla. consecuencia, su valor es relacio-
una élite que se forma en su interior nal. De esta manera, también se
a costa de una dedicación a la for- puede apreciar el papel del interlo-
mación de la competencia legítima Hipótesis 12. Si estas evaluaciones cutor en el sentido, pues sus esque-
que sobrepasa el tiempo necesario. masivas buscan la frase bien cons- mas de interpretación le permiten
Ellos son, por ejemplo, los especia- truida, la respuesta correcta, posi- apropiar el discurso de una manera
listas que hacen las pruebas y juz- blemente eludan el asunto del po- que puede diferir de la del emisor.
gan el “nivel de competencia” de los der, que se juega más bien en el Siendo así, estas evaluaciones ma-
demás, pero una vez ubicado en una contexto de una sociedad que re- sivas estudian parcialmente el ha-
posición de la lengua fuera de con- produce la desigualdad con ayuda bitus lingüístico, en tanto dejan por
texto. Lo anterior explica por qué el del lenguaje. fuera los automatismos verbales y
éxito escolar depende de las carac- el uso en contexto; asuntos que
terísticas lingüísticas10 adquiridas so- Las sociedades están estratificadas sólo podrían tenerse en cuenta en
cialmente de manera desigual. Las como efecto de la tramitación de los la hipotética situación de que los
evaluaciones masivas exigen ese diversos intereses en pugna en su aplicadores entendieran el papel de
desempeño especializado que con- interior. Como el sistema funciona las evaluaciones y la situación de
siste en manipular sentidos sin rela- actualizando tales relaciones de evaluación como un contexto (pero,
ción con el contexto social de uso fuerza, cualquier forma de “existen- en ese caso, tal vez ya no tendría
del lenguaje (por ejemplo, captar los cia” no es más que un producto de sentido hacer las evaluaciones).
diferentes sentidos de una palabra), la vida social, un conjunto de repre-
siendo que una aptitud para ello se sentaciones colectivas construidas
adquiere en condiciones sociales que con ayuda del lenguaje. De tal ma- Hipótesis 13. Por su propio funcio-
autorizan esa separación y que no nera, lo que atañe al lenguaje está namiento, estas evaluaciones ma-
enmarcado por las condiciones so- sivas pueden haber contribuido a
ciales en las que la lengua se pro- unificar criterios curriculares, peda-
9
O si se quiere, realiza una sola función duce, se reproduce y se utiliza; y la gógicos y lingüísticos.
práctica a nombre de otras funciones. Tal lengua como código, como valor for-
vez por eso para Bernstein la escuela es, mal, sólo adquiere vida cuando se Los juicios que emiten estas eva-
ante todo, un dispositivo regulativo.
10
Cosa que había deducido Bernstein hace articula al uso en un contexto de fuer- luaciones masivas: a) Determinan el
más de 50 años, sin necesidad de aplicar zas. Si el lenguaje es un hecho so- grado de validez de los usos
periódicamente evaluaciones masivas. cial, reducirlo a un análisis formal lingüísticos, mediante el sistema de

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respuestas correctas e incorrectas eficacia jurídica (certificación) para do incluso a los agentes mismos de
en pruebas nacionales o censales relacionar el mercado de trabajo y la imposición: los maestros resul-
para sus circunscripciones. b) De- los títulos; y se ocupa de las habili- tan enjuiciados por los desempeños
terminan el grado de validez de las dades lingüísticas (competencia bá- de sus estudiantes. Es decir, para
prácticas pedagógicas, pues se de- sica, saber básico) para producir tan- ellos también cae la línea divisoria
nominan “prácticas exitosas” a aque- to productores-consumidores, como entre los que enseñan bien la len-
llas que supuestamente conducen un mercado que implanta el valor gua (y, por lo tanto, tendrían estu-
a que los estudiantes respondan social de la competencia lingüísti- diantes que lo hacen bien) y los que
acertadamente (y hay recursos para ca. De ahí que una de las razones no la enseñan bien (razón por la que
investigarlas, incentivarlas y multi- por las que se produce (y se reco- sus estudiantes fracasarían). Inclu-
plicarlas) y, por defecto, el resto de noce) socialmente la “necesidad” de so esa división podría llevarse sin
prácticas pedagógicas no sirven, la escuela, es por legitimar la len- mucho forcejeo a la idea de maes-
pues no capacitan para responder gua codificada, escrita, por oposi- tros que usan su lengua con com-
bien en estas evaluaciones. c) De- ción a la lengua hablada, popular. Y petencia (y por eso enseñan bien,
terminan el grado de validez de las los profesores son los agentes de lo que explica los buenos resulta-
costumbres educativas, pues toda esa imposición, cuando evalúan la dos de sus estudiantes) y maestros
la escuela queda marcada por la producción lingüística de los estu- que no hablan competentemente (ra-
orientación de la evaluación, ya que diantes y cuando autorizan (vía los zón por la cual no enseñan bien, y
se dice que las competencias (el títulos) el acceso a puestos y posi- por eso sus estudiantes muestran
objeto de evaluación) no son privati- ciones sociales. Estamos hablan- malos resultados).
vas, ni de asignatura alguna, ni de do de efectos, no de “deberes” es-
determinado tipo de espacio esco- critos en un manual de funciones. Se trata, en resumen, de que cier-
lar, de manera que es la escuela en tos efectos, más allá de las funcio-
su conjunto la responsable de ca- Las evaluaciones masivas, enton- nes o misiones que se crea tener,
pacitar a los estudiantes en esa ces, no reemplazan a la escuela y también son producidos por estas
dirección (lo que replantea la corre- al maestro en la producción estos evaluaciones masivas, reemplazan-
lación entre sus actividades). Y d) efectos, pero sí imponen otro nivel do parcialmente a los maestros y la
determinan el grado de validez de para su realización: a) adquieren escuela. Valdría la pena entender por
las políticas educativas, pues valen cierta potestad de certificación del qué.
aquellas que apuntalen y sean apun- uso de la lengua; b) dan a la lengua
taladas por las evaluaciones ma- escrita una superioridad frente a la
sivas. lengua oral (sus instrumentos son Hipótesis 15. Si estas evaluaciones
textos escritos); c) establecen la masivas producen en el mundo es-
De otra parte, dichas evaluaciones: evaluación válida: si la que realiza colar separaciones en relación con
a) Ayudan a controlar la dispersión el docente en el aula no coincide el discurso legítimo, podrían formar
curricular: aquello que se vaya a en- con la de la evaluación masiva, no parte de un “mercado oficial” del dis-
señar estará en función de su utili- tiene valor; y d) terminan sometien- curso.
dad para responder exámenes (esa
lógica antes era la de los estudian- La comunicación no sólo exige el
tes: considerar válido sólo aquello ajuste a unas reglas del lenguaje o
que se va a preguntar después). Y de la comunicación. Se habla en so-
b) ayudan a controlar la dispersión ciedad y, para estar en ella, hay que
lingüística: toda diferencia con la pasar por unas relaciones económi-
lengua oficial es un impedimento co-sociales que producen diferen-
para responder acertadamente en cias lingüísticas, separaciones en
las pruebas. relación con la lengua legítima en
los “mercados oficiales” donde fun-
ciona el discurso: mundano, esco-
Hipótesis 14. Posiblemente estas lar, político, administrativo, etc. Ser
evaluaciones masivas se superpo- competente o no, formar estudian-
nen con algunas de las “funciones” tes capaces de pasar o no las prue-
que los profesores y la escuela han bas, ser una institución “focalizada”
ocupado tradicionalmente. por haber ocupado uno de los últi-
mos lugares en la evaluación, ser
Según Bourdieu, enseñar la misma responsable de la mala calidad de
lengua también implica contribuir a la educación, legitimar las políticas
fabricar una “conciencia común”. educativas con ayuda de los resul-
Así, la escuela da a la gramática tados de la evaluación, restringir las

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convocatorias públicas (IDEP) a la las fronteras políticas. Para Bour- gible hoy en cargos educativos es
aplicación de resultados de la eva- dieu, ni la lengua se codifica sola- su relación con la evaluación.
luación... son algunas de las formas mente por procesos internos11, ni se
que se introducen hoy en ese “mer- impone por el hecho de poseer de-
cado oficial” del discurso que es el terminada “esencia” (como se cree, Hipótesis 17. Estas evaluaciones
mundo escolar. Tales expresiones, por ejemplo, cuando se valoran las masivas posiblemente han favoreci-
que derivan de estas evaluaciones lenguas desde la perspectiva de una do la innovación de la autoridad de
masivas, producen separaciones en evolución o de una capacidad para discurso, de los usos, de la natura-
la escuela: lo que se aparta y lo que comunicar ciertos temas o para rea- leza de sus usuarios y de las cuali-
se aproxima al discurso oficial como lizar ciertas prácticas). Más bien es dades administrativas del Estado en
única prueba de legitimidad (en un la institucionalización la que le brin- el que se inscriben.
ámbito en el que unos y otros usan da a la lengua oficial las condicio-
las mismas palabras). nes necesarias para codificarse e La lengua regula prácticas sociales.
imponerse... a veces respaldada por En este sentido, las evaluaciones
Por eso hoy en educación la pala- la llamada “fuerza pública”. Ahora son un discurso que promueve una
bra “competencia” –por ser lo que bien, esa autoridad que impone la forma de autoridad. Esto puede ver-
las instancias dicen que están eva- lengua resulta reforzada por ella y se ejemplificado en dos transiciones:
luando– se ha vuelto de obligatoria entonces lo causado también se de un lado, la evaluación de la cali-
mención y comienza a introducirse convierte en causa. Es por eso que dad pasó de ser una exigencia del
en la justificación de programas y hablar la lengua oficial es obligato- Banco Mundial, realizada con em-
proyectos, en los objetivos de las rio en ciertas ocasiones y espacios préstitos internacionales, a ser una
instituciones, incluso en la legisla- como la escuela y la administración “decisión” interna, con presupuesto
ción educativa (Decreto 230/02). pública12. nacional. Y de otro lado, la evalua-
Esto no significa necesariamente ción pasó de una supuesta conve-
que alguien sepa de qué se está ha- También por estas razones, las eva- niencia general, que se podía trami-
blando, sino que todos se sienten luaciones masivas son obligatorias tar a través de pruebas muestrales
presionados para hablar como lo y existen los mecanismos para pre- (“evaluación de la calidad”), a exá-
hace el discurso oficial. La diferen- sionar a los que pretenden excluir- menes censales y, por lo tanto, obli-
cia entre los que saben “un poco se de ellas: no se les regalan pa- gatorios para todos los que se sien-
más” y los que se quieren “capaci- ses para las atracciones mecánicas ten comprometidos a dar cuenta de
tar”, el nacimiento de los asesores infantiles, no se les entrega mate- la calidad de la educación que ofre-
en competencias, el éxito editorial riales para la escuela, quedan im- cen (“evaluación de competencias
de los libros que lleven la palabra posibilitados para solicitar incremen- básicas”). Ahora incluso la norma lo
en el título, etc., es ya parte de esas to presupuestal (lo cual se tramita impone: el Decreto 230/02 (obede-
separaciones en relación con el dis- a través de los planes de mejora- ciendo a la Ley 715) incorpora como
curso legítimo. miento que deben elaborarse con obligatorias las pruebas censales13.
base en los resultados obtenidos Eso no excluye el que un posiciona-
No se trata, necesariamente, de un por la institución en las evaluacio- miento del discurso, a través de los
acto deliberado de quienes hacen nes masivas), etc. Y, de igual ma- medios oficiales, haga que muchas
estas evaluaciones, sino de un efec- nera, el efecto principal, aunque no personas se representen las evalua-
to de su acción, en la medida en tan visible, de las evaluaciones ma- ciones como necesarias.
que ellas se inscriben en lo social. sivas, es el de reforzar esa autori-
dad que las impone. Por eso llega Pero lo que resulta impuesto no es
un momento en que las evaluacio- tanto el acto de responder, como el
Hipótesis 16. Si estas evaluaciones nes no aparecen como una imposi-
masivas han usado una condición ción, sino como la buena obra que
institucional para realizarse, pueden da testimonio de la buena gestión; 13 “ARTÍCULO 14º. Evaluaciones académicas
haber contribuido tanto a codificar e con lo que, de nuevo, lo causado externas. Las entidades territoriales periódi-
imponer una lengua oficial, como a comienza a ser causa. Parte de la camente podrán contratar con entidades
avaladas por el Ministerio de Educación Na-
reforzar la autoridad que les permi- hoja de vida que hace a alguien ele- cional evaluaciones académicas censales de
te realizarse. los establecimientos educativos a su cargo.
Dichas evaluaciones tendrán como referen-
cia las normas técnicas que formule el Minis-
La lengua oficial no se circunscribe 11
Posición opuesta a la de Saussure, para terio de Educación Nacional y se llevarán a
a una región natural, sino a una uni- quien la lengua cambia únicamente a cau- cabo de acuerdo con la reglamentación que
dad cuyos límites fueron producidos sa de sus contradicciones internas. al respecto éste expida. Sus resultados de-
12
Las dos lenguas pueden ser tan distantes berán ser analizados tanto por las entidades
necesariamente por un acto políti- como el demotikón y el kathareusa , en el territoriales, como por los establecimientos
co instituyente. Por eso, los límites caso de la lengua griega, o como el árabe individuales con el propósito de tomar las
de las lenguas poco coinciden con clásico y el árabe vulgar. medidas de mejoramiento necesarias”.

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léxico, los referentes, la retórica... luación aparece como fundamental). Es la tendencia que parecen mos-
en fin, una cierta representación del La nueva política frente a educación trar estas evaluaciones masivas: sa-
mundo que llama a modificarlo todo (privatización, descentralización, ca- bemos, por ejemplo, que la palabra
en la escuela (aunque nada pase), pitación, desmonte de las conquis- “competencia” –introducida vía la
que promete llevar los efectos de la tas de los educadores, etc.) tiene evaluación– tiene infinidad de signi-
educación a las capacidades labo- como uno de sus pilares la evalua- ficaciones en el contexto educati-
rales para salir de los apuros eco- ción... aunque los evaluadores pien- vo. Sin hablar de la proliferación de
nómicos individuales y para sacar sen que su trabajo sólo tiene que concepciones que sobre ella pue-
al país de la crisis económica y ver con lo “académico”. den registrarse en las instituciones
moral. Tanto así que la selección de educativas, basta con confrontar las
lo que ha de ser enseñado y las que portan los distintos integrantes
maneras de llevarlo a cabo ahora se Hipótesis 18. Si estas evaluaciones de los grupos que hacen evaluacio-
atienen a las palabras que confor- masivas se basan en la polisemia nes masivas en el país (ICFES,
man el discurso de la evaluación, de sus nociones, posiblemente con- MEN, Universidad Nacional) para ver
incluso más allá de la legislación tribuyan a garantizar la realización que, al menos, hay tantas concep-
vigente14. Queda claro que la evalua- de intereses incluso opuestos fren- ciones como autores. Así, la ausen-
ción no solamente se pone en rela- te a lo educativo. cia de discusión posibilita consen-
ción con la detección de lo que hay sos prácticos entre agentes que
(es la pretensión de toda evaluación Según Bourdieu, para mantener uní- portan intereses muy diferentes fren-
que se autodenomina “objetiva”), sino voco un sentido, es necesario con- te a la evaluación y, en general, fren-
que, principalmente produce lo que trolar el grupo que lo usa; parece te a los destinos del país.
habrá. Las evaluaciones masivas ser el caso de los que manejan al-
contribuyen a crear un poder simbó- gunas evaluaciones masivas, cuan- Dada su naturaleza social, la hete-
lico en tanto describen un ser de la do se esfuerzan por mantener cierto rogeneidad es propia de la lengua,
escuela, más que invocar su deber- universo de referencias. No obstan- no se la puede desagregar de ella.
ser. te, este es un asunto particularmen- Sin embargo, estas evaluaciones
te difícil en el seno de una sociedad masivas, de un lado, parecen pre-
La lengua que toman los evaluadores cuyos intereses estallan cualquier guntar por enunciados “neutros”,
está al servicio de nuevos usos: se estrategia recíproca: podemos verlo siendo que el hecho de que los inter-
trata, en este momento para el país, en el caso de la discusión teórica locutores porten intenciones e intere-
de toda una política que pasa por sobre el concepto competencia, en ses diferentes, hace que un mismo
los actos evaluativos (no sólo para la que mientras más se discute, enunciado gane sentidos distintos,
el sector educación), en relación con más lejano se muestra un acuerdo. incluso opuestos. Y, de otro lado, pre-
los cuales todos tienen que “ran- tenden basarse en palabras neutras,
quearse”; de allí que muchos maes- Aunque parezca paradójico, según que resultan imposibles.
tros con alumnos de buen desem- Bourdieu el mercado lingüístico se
peño en estas pruebas, más que unifica, entre otras, dando lugar a
trabajar en la dirección deseada por que las mismas palabras tengan Hipótesis 19. Si los hallazgos so-
los evaluadores, lo que hacen es en- más y más significaciones. La idea bre lo social que hacen estas eva-
trenar a sus estudiantes en el dili- de una lengua que le habla a todos luaciones masivas provinieran más
genciamiento de este tipo de ins- por igual, y a la cual todos pueden de las limitaciones del proceso que
trumentos. hablarle (la lengua saussureana que de los datos, poco estarían aportan-
critica Bourdieu, la competencia do a la comprensión de nuestra edu-
De otro lado, ante estos nuevos buscada por las pruebas), solamen- cación.
eventos, los usuarios de la lengua te puede garantizarse si se mantie-
transforman su naturaleza: ahora se ne este terreno de polisemia. Allí la Si se busca uno solo de los facto-
trata de “funcionarios”, de “clientes”, ideología campea, gracias al siste- res (como la evaluación masiva, que
acorde con las nuevas cualidades ma formal de la lengua que permite busca alguna competencia), las ex-
administrativas de un Estado que decir cualquier cosa, que produce plicaciones no darán cuenta de las
pretende cambiar su relación con la una representación que, una vez re- prácticas sociales en las cuales fun-
educación: de oferente a garante de conocida por el colectivo, pasa a ciona el discurso. Por estas razo-
la demanda (papel en el que la eva- denominarse “realidad”. Así, las pa- nes, los informes de tales evalua-
labras de los discursos elaborados ciones masivas muestran más bien
se recontextualizan, se vuelven vá- una especie de sociología con poco
14
FECODE lo ha hecho notar recientemente, lidas para todos, en una situación rigor, y que en realidad no es –como
pero en tono de queja, lo que le hace perder en la que coinciden los espacios se pretende mostrar– un hallazgo de
la perspectiva descriptiva y no valorativa que
queremos darle a las hipótesis que estamos sociales para producir e interpretar la investigación. Los conceptos so-
enunciando. estos discursos. bre lo social que se publicitan pro-

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vienen más de la espontaneidad de Las personas no se someten a la BUSTAMANTE, Guillermo [2001]. “Las 'Com-
los investigadores que de los datos, lengua oficial, dice Bourdieu, pues petencias' en la educación colombiana: un
con el agravante de que son con- no hay instrucciones explícitas, di- caso de recontextualización”. Documento
ceptos “sociológicos” limitados, que rigidas a la conciencia; tiene razón inédito desarrollado en el marco de la in-
vestigación: “El concepto de 'competencia':
poco aportan a la comprensión de Verón [1969] al respecto, cuando
una revisión de sus fundamentos” (en co-
nuestra educación, como puede ver- aclara que la interpelación es el caso laboración con Fernando Marín), aprobada
se en palabras como las siguientes: más visible, pero no el más impor- y financiada por el Centro de Investigación
“La noción de competencia evocará tante, de la producción ideológica. de la Universidad Pedagógica (CIUP), para
un sentido de idoneidad y se cons- De otro lado, las personas tampoco la vigencia del año 2001.
tituirá en el norte de los procesos profesan una creencia proclive a lo
educativos, en tanto vehículo igua- que se quiere imponer, de manera ________ & DÍAZ, Luis Guillermo [2000].
lador que conduce a la formación de que su adhesión fuera libre. Más “Análisis de algunos factores asociables
ciudadanos libres de pensamiento, bien las acciones del mercado lin- al desempeño en el área de lenguaje: el
autónomos, con el hábito de cons- güístico ejercen, de forma casi in- Distrito Capital frente al resultado nacio-
nal”. Investigación financiada por el IDEP a
truir su propia y permanente edu- sensible, una suerte de intimidación: la SOCOLPE.
cación [...]” [Bogoya, 2000:29]. hay una sugestión inscrita sutilmen-
Ejemplo que no aclara nada sobre te en las cosas, las situaciones y ________ & JURADO, Fabio [1993]. “Comen-
la competencia, pero tampoco so- las prácticas. Así, como se dijo más tarios críticos a la evaluación del área de
bre asuntos sociales que menciona, atrás, la eficacia del poder simbóli- lenguaje del Ministerio de Educación Na-
tales como la formación de ciudada- co deriva más de la descripción de cional”. En: Revista Opciones pedagógi-
nos. En realidad, lo que se aprecia un ser de las cosas (de ahí que la cas No. 10. Bogotá: Universidad Distrital
en el ejemplo es una manera de ha- evaluación deba reputarse a sí mis- “Francisco José de Caldas”, Segundo se-
blar sobre las competencias que se ma como “objetiva”), que de la invo- mestre de 1993.
inserta muy bien en el contexto cación de un deber-ser, que ocupa CHOMSKY, Noam [1965]. Aspectos de la teo-
discursivo de la escuela; es decir, la otras prácticas discursivas, con ría de la sintaxis. Madrid: Aguilar, 1975.
recontextualización del concepto. otros efectos sobre la educación.
Ahora bien, la intimidación se ejer- GÓMEZ, Jairo [2001]. “Competencias: pro-
Lo anterior es válido para los infor- ce pero sobre personas predispues- blemas conceptuales y cognitivos”. En: El
mes sobre evaluaciones masivas de tas a ello, personas que creen en la concepto de competencia: una mirada
desempeño escolar que se atreven “descripción” que ofrecen las evalua- interdisciplinar. Bogotá: SOCOLPE-Ale-
a ir un poco más allá. No obstante, ciones; pero también sobre perso- jandría.
en Colombia estas pruebas siem- nas que, en cierta medida son cóm-
pre vienen acompañadas de instru- plices, pues –además de estar pre- HERNÁNDEZ, Carlos Augusto; ROCHA, Alfredo;
y VERANO, Leonardo [1998]. Exámenes de
mentos de factores asociados cuyo dispuestas– están motivadas por el Estado: una propuesta de evaluación por
objetivo global (a veces invisible para prestigio material y simbólico que competencias. Bogotá: ICFES.
los que aplican instrumentos de des- pone en juego la evaluación: como
empeño) es explicar de qué facto- es el Estado el que juzga, el que va HYMES, Dell [1972]. “Acerca de la compe-
res depende la calidad de la educa- a tomar determinaciones, parece tencia comunicativa”. En: Revista Forma y
ción. En estos casos, los informes deseable tener las competencias función N° 9. Departamento de lingüística,
ya no sólo dependen de las precon- lingüísticas que él impone y exige Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.
cepciones de los investigadores, o, al menos, parecer que se tienen. Junio de 1996.
pues hay otros instrumentos y otras
De SAUSSURE, Ferdinand [1916]. Curso de
metodologías que median. Pero
lingüística general. Madrid: Alianza, 1989.
esto no constituye el interés del pre- Bibliografía
sente trabajo15. STUBBS, Michael. Lenguaje y escuela. Ma-
BOGOYA, Daniel. “Una prueba de evaluación drid: Cincel-Kapelusz, 1984.
de competencias académicas como pro-
Hipótesis 20. Si la utilización ge- yecto”. En: BOGOYA et al. [2000]. Compe- VERÓN, Eliseo [1969]. “Ideología y comuni-
neralizada de estas evaluaciones tencias y proyecto pedagógico. Bogotá: cación de masas. La semantización de la
Universidad Nacional. violencia política”. En: E. Verón (comp.),
masivas es una decisión de los
usuarios, entonces no son una im- Lenguaje y comunicación social. Buenos
BOURDIEU, Pierre [1985]. ¿Qué significa ha- Aires: Nueva Visión.
posición forzada proveniente de un blar? Economía de los intercambios
cálculo cínico. lingüísticos. Madrid: Akal, 1999. VOLOSHINOV, Valentin [1929]. El marxismo y
la filosofía del lenguaje. Madrid: Alianza,
________ y PASSERON, Jean-Claude [1970]. 1992.
La reproducción. Elementos para una teo-
15
Cf. Bustamante y Díaz, 2000, donde se ría del sistema de enseñanza. México:
reflexiona en extenso sobre el tema. Fontamara, 1995.

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