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Desde finales del siglo XVIII, cuando se inician en Rusia los estudios de Técnica de Suelos,
materia precursora de la Mecánica del Suelo, la evolución de esta ciencia ha tenido un
progreso ascendente.
Durante la primera mitad del siglo XIX, los ingenieros franceses, con una superior
formación matemática se ocuparon principalmente de establecer la teoría matemática de
la elasticidad y abordaban los problemas de mecánica del suelo al estilo de la escuela
racionalista francesa, es decir, con un planteamiento riguroso del método matemático.
En el primer cuarto del siglo XIX, parece que muchos de los conceptos ahora asociados
con el principio de esfuerzo efectivo se entendían intuitivamente. Telford utilizó la pre-
carga durante la construcción del Canal de Caledonia, en el año 1809, 'con el fin de
exprimir el agua y consolidar el barro', y Stephenson utilizó drenes para disminuir la
presión de poros durante la construcción del el terraplén de Chat Moss, para la línea del
Ferrocarril entre Liverpool y Manchester entre los años 1826 y 1829 "a fin de consolidar
el suelo, entre ellas (las ciudades) sobre las que el camino se iba a conformar "(Smiles
1874).
El final de la Fase I del período de la mecánica clásica del suelo está generalmente
marcado por el año de la primera publicación de William John Macquorn Rankine (1820-
1872), profesor de ingeniería civil en la Universidad de Glasgow. Este estudio presentado
en 1857, proporcionó una notable teoría sobre la presión de tierras y el equilibrio de las
masas de tierra. La teoría de Rankine es una simplificación de la teoría de Coulomb.
Coulomb intentó determinar el esfuerzo lateral actuante, para poder evaluar la estabilidad
de la muralla. Entonces postuló que una cuña de suelo ABC fallaría lo largo de un plano
de deslizamiento AC, y que la cuña generada empujaría la muralla alejándola, o la volcaría
a medida que se desplaza sobre un plano de deslizamiento.
Coulomb definió tácitamente un criterio para la falla de los suelos. Hoy en día, este
criterio de falla de Coulomb y su método de análisis siguen prevaleciendo.
Teoría de Coulomb
Aprovechó plenamente los diferentes cargos que desempeñó durante su vida. Por
ejemplo, su experiencia como ingeniero lo llevó a investigar la resistencia de materiales y
a determinar las fuerzas que afectan a objetos sobre vigas, contribuyendo de esa manera
al campo de la mecánica estructural. Otro aporte es la llamada Teoría de Coulomb para
presión de tierras, publicada en 1776, la cuál enfoca diferente el problema de empujes
sobre muros y lo hace considerando las cuñas de falla, en las que actúa el muro, además
toma en cuenta el ángulo de inclinación del muro y del suelo sobre el muro de contención.
También hizo aportaciones en el campo de la ergonomía.
Coulomb murió en 1806, cinco años después de convertirse en presidente del Instituto
de Francia (antiguamente la Academia de Ciencias de París). Su investigación sobre la
electricidad y el magnetismo permitió que esta área de la física saliera de la filosofía
natural tradicional y se convirtiera en una ciencia exacta. La historia lo reconoce con
excelencia por su trabajo matemático sobre la electricidad conocido como "Leyes de
Coulomb".
Coulomb fue el primero en introducir el concepto de resistencia al corte del suelo
conformada por dos componentes: cohesión y fricción interna.
(i) Coulomb presenta la idea de que la resistencia al corte S, que puede ser desarrollada
en un área de una mampostería o en el suelo, en la que la fuerza normal es N, es la suma
de la cohesión y un componente de fricción
(v) Utilizando los principios (i) y (ii), Coulomb encuentra que en una condición de
equilibrio límite, el relleno de tierra detrás de un muro de contención vertical de altura H,
falla sobre un plano inclinado respecto a la horizontal a este mismo ángulo α, y el empuje
total Pa sobre el muro es
(viii) El ángulo α no es la pendiente natural del relleno en tierra, como todas las
investigaciones anteriores habían asumido, y es independiente de la cohesión.
(ix) Si Pa = 0 en la ecuación (5), la altura límite de una cara de suelo sin soporte vertical
(altura crítica), es inmediatamente obtenida
(x) En el análisis anterior, la superficie superior del suelo o tierra de relleno, es horizontal.
Para ilustrar los resultados numéricamente, Coulomb toma la pendiente natural de un
relleno de tierra recién apuntalado, 45° (es decir, n = 1 si c = 0) y, al igual que Belidor,
aumenta el ancho del muro en un 25%, como un factor de seguridad. A continuación,
llega a la regla práctica para la estabilidad contra el sobre-giro (o volcamiento), de que
para un muro con una inclinación de la cara frontal de 1/6:1, el ancho superior debería
ser H/7, y por lo tanto, el ancho medio (a media altura), es un poco menos de 0,25 H.
(xii) Por último, Coulomb aborda el efecto de la fricción del muro y deriva expresiones
para la presión activa en términos del ángulo del plano de deslizamiento y para este
mismo ángulo (que es bastante menor que α sin fricción del muro). En su notación ambas
expresiones son incómodas, pero si sustituimos tan Ø = 1/n, y por simplicidad tomamos
c = O, se obtiene la ecuación (9) que se indica en la siguiente Figura.
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En 1785, proyectó la cimentación de la Fábrica Albión sobre los bancos arenosos del río
Támesis, que consistió en una balsa de mampostería a una profundidad tal que el peso
de la estructura era igual al del suelo excavado. Con esta idea se anticipa en más de un
siglo a una de la técnicas modernas de la Ingeniería de Cimentaciones:
las cimentaciones compensadas.
Fue un ingeniero civil escocés que diseñó numerosos puentes, canales y puertos. Trabajó
en problemas de drenaje, en la construcción de los puentes de Waterloo y de Londres, y
en obras marítimas, como los muelles de atraque de Londres o el rompeolas de Plymouth.
En estas estructuras concibió cajones huecos que repartían la carga sobre una gran base
para no sobrecargar los suelos blandos sobre los que se apoyaban.
Esta nueva forma de transporte, a diferencia de los carruajes tirados por caballos,
implicaba soportar cargas muy grandes y resolver los problemas de movimientos de
tierras inherentes a la ejecución de los trazados ferroviarios que, al imponer pendientes
muy pequeñas, obligan a cortes (desmontes) y terraplenes muy importantes.
Los ingenieros ingleses no tenían una gran formación científica, a diferencia de sus
colegas franceses, y para abordar los problemas preferían el método experimental. Los
resultados de sus ensayos no contribuyeron mucho al desarrollo de la teoría general de
la Mecánica del Suelo, pero fueron muy útiles para los ingenieros "al pie de obra" (o
residentes de obra), dando respuestas inmediatas a sus problemas.
Comenzó su carrera en la École des Ponts et Chaussées, pero fue transferido a los
ingenieros del ejército en 1792, ascendió al rango de Chef de Bataillon, y murió en España
durante la Guerra Peninsular (información a través de Armand M. Mayer Archives du
Genie).
Skempton analiza en su trabajo, sólo las pruebas en tierra suelta y arena, sin sobrecarga.
Para aquellos materiales, la pendiente natural y el peso unitario, y la presión de horizontal
de tierras (P cos δ) por metro de ancho, se dan en la Tabla a continuación, junto con los
valores ½ γH² y P cos δ / ½ γH² = K cos δ.
Los valores de K cos δ concuerdan casi exactamente con la teoría de Coulomb, dada por
la ecuación (9) en la Figura de sus experimentos, presentada a continuación, si βn = δ =
Ø. Sin embargo, en el admirable aparato de prueba de Mayniel, el ancho de la caja es
demasiado pequeño (en comparación con su altura) para evitar apreciable fricción lateral.
Si, por ejemplo, el empuje horizontal medido es tan bajo como en un 10%, debido a este
efecto, los valores resultantes corregidos de K cos δ concuerdan estrechamente con la
teoría de Coulomb con δ = (2/3) Ø.
Sin embargo, debe hacerse hincapié en que Mayniel sólo indica cómo se puede obtener
la ecuación (9), sin derivar una solución. Por otra parte, mediante un procedimiento que
Skempton no pudo entender, deduce coeficientes de fricción interna considerablemente
menores que tan βn. Este error lamentablemente reduce la importancia de su
contribución, pero las propias pruebas siguen siendo un valioso registro.
Empuje de Coulomb
Método de Poncelet
Al volver a Francia, aprovechando los pocos ratos libres que le dejaban sus funciones
como ingeniero militar, se dedicó a poner por escrito y dar a conocer sus descubrimientos,
pues en esos días, los matemáticos franceses se ocupaban principalmente de resolver
problemas fisicos por aplicación de las matemáticas.
Sus aportaciones son muy diversas en los campos de la Mecánica, la Dinámica, etc. En el
campo de la Mecánica del Suelo, estudiando la estabilidad de muros, estableció un método
gráfico para encontrar la tensión máxima sobre el muro.
En 1831 fue elegido miembro de la Academia de Ciencias, para ocupar el sillón que el
fallecimiento de Laplace había dejado vacante, aunque por razones políticas tardó en
aceptar el ofrecimiento. Murió en 1867.
Construcción de Rebhann-Poncelet
El método propuesto por Poncelet es una fácil forma de obtener el empuje sobre un muro,
que consiste en determinar, una vez conocidos (como en todos los demás métodos) los
valores de φ y δ, obtener el plazo de deslizamiento; una vez hallado este plano se obtiene
rápidamente el empuje activo.
Robert Stephenson
En 1838, contribuyó al ingreso de la primera línea de tren a Londres. Trabajó en las
primeras compañías de ferrocarril, incluyendo la línea de Birmingham, la primera en
entrar en Londres. Como ingeniero de estructuras participa en la construcción del primer
puente de ferrocarril sobre el río San Lorenzo en Montreal.
Nació en 1803 y murió en 1859. Único hijo de George Stephenson (1781-1848), ingeniero
civil y mecánico autodidacta, y beneficiario de un punto de partida cultural muy superior
al de su padre, fue su más directo colaborador.