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Heráclito
Traducción
Raúl Torres Marínez
Revisión técnica
Ángel Xolocozi
Xolocozi Yáñez
Yáñez
ISBN 978-607-16-5073-3(impreso)
ISBN 978-607-16-5348-2 ( PDF)
�
ÍNDICE
VIII. Enrecruzamieno
Enrecruzamieno de vida y muere (fragmenos
(fragmenos
aludidos: ��, ��, ��). Relación enre hombres
y dioses (fragmenos
(fragmenos aludidos:
aludidos: ��, ��,
��, ��) ���
IX. Inmoral: moral (fragmeno:
(fragmeno: ��).
ἓν τὸ σοφόν (fr
(fragmenos
agmenos aludidos: ��, ��)
� �) ���
X. La aperura
aper ura enre dioses
dioses y hombres (fragmeno: ��).
��).
Lo especulativo en Hegel. La relación de Hegel
con Heráclio. Vida-muere
(fragmenos aludidos: ��, ��) ���
XI. Lo lógico en Hegel. Conciencia
y Dasein [ser-ahí]. Lugar del ser humano enre luz
[ser-ahí].
y noche (fragmenos
(fragmenos aludidos: ��, ��)
��) ���
XII. Dormir y soñar. Polisemia del ἅπτεσθαι
soñar. Polisemia
(fragmenos aludidos: ��, ��, ��)
� �) ���
XIII. Referencia a la muere,
muere, aguardar-esperar
aguardar-esperar
(fragmenos aludidos: ��, ��).
Las oposiciones y su tránsito
(fragmenos aludidos: ���, ���, �, ��, ��).
Consideración
Consider ación �nal: Los griegos como desafío ���
Epílogo del editor ���
�
En el semesre de invierno ����-����
��� �-���� uvo lugar en la Universidad de
Friburgo un seminario sobre Heráclio, organizado en conjuno por
Marin Heidegger y Eugen Fink, cuyo exo proocolado se presena
aquí. Pueso que esaba planeado coninuar la inerpreación durane
una serie de semesres —aunque el plan no pudo llevarse a cabo—,
la presene publicación es un orso, un fragmeno sobre fragmenos.
E���� F���
Friburgo de Brisgovia, abril de ����
�
I. Modo de proceder.
Comienzo con el fragmento ��
(fragmentos aludidos: ��, �, ��, ��)
�
MODO DE PROCEDER
��
MODO DE PROCEDER
��
MODO DE PROCEDER
humanas (τέχνῃ
(τέχνῃ ὄντα
ὄν τα).
). En el caso de odas las cosas que son «por nau-
raleza»
raleza»,, ano las inanimadas como la piedra como las animadas como
las planas, los animales y el hombre —en la medida en que nos per-
miamos hablar del hombre como de una cosa—, nos referimos única-
mene a lo que es individual y iene un conorno deerminado. Tene-
mos ane nuesros ojos la cosa individual
indiv idual que, no obsane, aun como
individualidad iene rasgos comunes, por ejemplo, en la modalidad
del género. Suponemos, sin decirlo abieramene, que τὰ πάντα cons-
iuyen, en el senido de la pluralidad en general, la oalidad de las
cosas finias y limiadas. Pero una piedra, por ejemplo, es un rozo de
monaña. ¿Podemos hablarhablar ambién de la monaña como de una cosa,
o se raa únicamene de una manera humana de abreviar y de llamar l lamar
a una cosa que iene un conorno delimiado? La piedra se encuenra
como grava al pie de la monaña, ésa perenece
per enece,, a su vez, a una cordi-
llera, la cordillera a la cosra erresre y la ierra misma es una cosa
enorme que perenece
per enece,, como núcleo graviacional, a nuesro sisema
solar.
H��������: ¿No sería perinene pregunarnos en primera ins-
ancia si Heráclio ambién habla de τὰ πάντα en oros fragmenos,
para así ener del mismo un puno de referencia deerminado sobre
lo que él eniendía por τὰ πάντα? De esa manera nos acercamos más
a Heráclio. Eso por un lado. Por oro, quisiera poner a discusión la
preguna de qué iene que ver el rayo con τὰ πάντα. Debemos pre-
gunarnos concreamene qué es lo que puede significar
signi ficar que Heráclio
diga que el rayo gobierna τὰ πάντα. ¿Puede un rayo realmene gober-
nar el universo?
P�������
�����������:
����: Si consideramos al rayo en primera insancia úni-
camene como un fenómeno observable,
obser vable, deberíamos sorprendernos
enonces de que pueda gobernar el universo, dado que él mismo no
es más que un ene fenoménico que perenece, como fenómeno lumi-
noso sensible, al reso de los enes del universo.
H��������: Si queremos enender el rayo a la manera griega
debemos ponerlo en relación con el fenómeno naural.
F���: El rayo, conemplado como fenómeno naural, significa la
irrupción de un relámpago
relámpago luminoso en la oscuridad de la noche. Así
como el relámpago brilla por segundos y en la claridad de su apari-
ción luminosa muesra el conorno de las cosas, de la misma manera,
��
MODO DE PROCEDER
��
MODO DE PROCEDER
odo de odas las maneras». Traducido lieralmene πάντα πάν τα διὰ πάντων
significa «odo a ravés de odo». El peso de la senencia recae, por
una pare, en el ἓν τὸ σοφόν y, por ora, en el πάντα διὰ πάντων. Aquí
es donde enemos que omar en cuena sobre odo el conexo del
comienzo y del final de la frase.
F���: Exise un conexo semejane enre la unicidad del relám-
pago y τὰ πάντα, en cuya claridad se muesra lo múliple en su con-
orno y su ariculación, y la unicidad del σοφόν y πάντα διὰ πάντων.
De la misma manera como el Κεραυνός se compora con τὰ πάντα, se
compora, analógicamene, ἓν τὸ σοφόν con πάντα διὰ πάντων.
H��������: Esoy de acuerdo en que el rayo y el ἓν τὸ σοφόν se
encuenran relacionados enre sí. Sin embargo, hay más cosas que lla-
man la aención en el fragmeno ��. En el fragmeno �� Heráclio
habla de τὰ πάντα, mienras que en el �� habla de πάντα διὰ πάντων.
Una formulación semejane la enconramos ambién en Parménides
(DK �� B �, ��): διὰ παντὸς πάντα περῶντα [a ravés
ravés de odo peneran-
do odas las cosas]. En la formulación πάντα διὰ πάντων debemos
pregunarnos sobre odo por el significado de la preposición διά. En
primera insancia significa «a ravés de», pero ¿cómo hay que enen-
derlo? ¿Con un senido local, espacial, causal o con algún oro?
F���: τὰ πάντα del fragmeno �� no implica esaicidad ni reposo
reposo,,
sino una movida muliplicidad en movimieno del ene. En τὰ πάντα
se piensa, precisamene por su referencia al rayo, en una especie de
movimieno. En la claridad, o bien en el claro [Lichtung] que abre brus-
camene el relámpago, τὰ πάντα brillan y hacen su aparición. La mo-
vilidad
vi lidad de τὰ πάντα
πάν τα esá
es á impli
implicada
cada en el bri
brillo
llo del ene que despej
despejaa
el rayo.
H��������: Dejemos por lo prono a un lado las palabras clari-
dad y claro.
F���: Ahora que he hablado de movimieno, debemos disinguir,
por un lado, enre el movimieno que se da en el relampaguear del
rayo, en la irrupción de la claridad, y, por oro, en el movimieno que
hay en τὰ πάντα, en las cosas. Al movimieno de la claridad del rayo
corresponde el movimieno que emana de ἓν τὸ σοφόν y que coninúa
en el oal de la muliplicidad de cosas. Las cosas no son bloques en
reposo, sino diversas en su movimieno.
H��������: τὰ πάντα no es, enonces, un odo esar ahí en su
��
MODO DE PROCEDER
��
MODO DE PROCEDER
��
MODO DE PROCEDER
��
MODO DE PROCEDER
��
MODO DE PROCEDER
de las cosas raídas a la luz, sino que el problema que enemos ane
nosoros es la diferencia enre el movimieno en el ser y el movimieno
en el ene, es decir, enre
enre el movimieno
mov imieno en el descubrimieno y el mo-
vimieno de lo descubiero.
descubiero.
F���: Disinguimos aquí de cualquier cosa deerminada en su
movilidad, la irrupción de la luz, a manera de relámpago, precisamene
como el movimieno del raer [a la luz] y surgir en ella. La momena-
neidad del rayo es un indicio de su inesabilidad. Debemos compren- compren-
der el rayo como un iempo brevísimo, jusamene como momena-
neidad que consiuye un símbolo del movimieno que no ranscurre
él mismo denro de un iempo, sino que permie el movimieno del
raer-a-la-luz.
H��������: ¿No es el rayo algo eerno y no momenáneo?
F���: El problema del movimieno que rae a la luz en su relación
con el movimieno de las cosas raídas a la luz debemos pensarlo en
el conexo del rayo,
rayo, el Sol, el fuego y ambién de las horas en las que
esá pensado el iempo. Lo ígneo debe ser pensado, en el caso de He-
ráclio, desde muchos aspecos, como por ejemplo el fuego en el Sol y
como las conversiones del fuego [frg. ��: πυρὸς τροπαί]. El fuego que
es el fundameno de odo es el raer-a-la-luz mismo, que se susrae, en
sus muaciones, como en las cosas raídas a la luz. Me gusaría poner
en relación el πάντα διὰ πάντων, del fragmeno ��, con las πυρὸς τροπαί.
El rayo es la irrupción súbia de la luz en la oscuridad de la noche.
Ahora bien, si el ray
rayoo es perpeuo
perpeuo,, es porq
porque
ue consiuy
consiuyee el símbolo
símbolo del
del
movimieno del raer-
raer-a-la-luz.
a-la-luz.
H��������: ¿Esá used en conra de una idenificación del rayo,
el fuego y la guerra?
F���: No,No, pero la idenificación es aquí una idenidad
i denidad de la iden-
idad y de la no-idenidad.
H��������: Idenidad la endríamos que enender enonces
como el coperenecer.
F���: Rayo, fuego, Sol, guerra, λόγος y σοφόν son diversas pers-
pecivas de pensamieno sobre uno y el mismo fundameno. En las
πυρὸς τροπαί
τροπαί esá pensado el fundameno de odo, odo, mismo que, al o-
mar un aspeco diferene, aparece simulando agua y ierra.
H��������: Con ello se refiere used used a las muaciones de las co-
sas en visa
vi sa de un mismo fundameno
f undameno..
��
MODO DE PROCEDER
��
MODO DE PROCEDER
��
MODO DE PROCEDER
vida, hoy,
hoy, esén dominadas por la cibernéica en medida creciene
creciene no
es casual, sino que esaba prefigurado en la génesis de la ciencia y de
la écnica modernas.
F���: Lo que deermina el fenómeno humano del gobernar es el
momeno de la regulación violena y previamene calculada. Ése se
relaciona con el saber calculador y la inervención violena. El gober-
nar de Zeus es ora cosa. Cuando él gobierna no calcula, sino que im-
pera sin esfuerzo. En el erreno de los dioses puede darse un gobernar
sin violencia, mas no en el de los seres humanos.
H��������: ¿Exise realmene una relación necesaria enre el
gobernar y la violencia?
F���: El imonel de una nave es el conocedor. Él sabe qué hacer
frene a las corrienes y los vienos. Debe saber uilizar el impulso de
los vienos y las corrienes de modo correco. Mediane su gobierno
libra violenamene a la nave del juego de los vienos
v ienos y las olas. En ese
senido debe uno enonces
enonces ver y siuar el momeno de violencia
v iolencia en el
fenómeno del gobernar.
H��������: La cibernéica acual ¿no es gobernada ambién ella
misma?
F���: Si se piensa en la εἱμαρμένη [desino] o, incluso, en la
suere.
H��������: ¿Acaso ese gobernar no esá libre de violencia? De-
bemoss ener
bemo ener pr
presen
esenes
es los div
diverso
ersoss fenóm
fenómenos
enos del gob
goberna
ernarr. Gobe
Gobernar
rnar
puede ser, por una pare, el manener un rumbo con violencia, pero,
por ora, ambién el gobierno sin violencia de los dioses. Los dioses
de los griegos no ienen, desde luego,
luego, nada que ver con la religión. Los
griegos nunca creyeron en sus dioses. UnaUna «fe de los helenos» —como
quería Wilamowiz— no exise.
F���: Pero los griegos uvieron el mio.
H��������: El mio, sin embargo, es diferene de la fe. Pero para
volver al ema del gobernar sin violencia, podríamos pregunar cuál
es la siuación de la genéica. ¿Hablaría used ambién en ese caso de
un gobernar violeno?
F���: Aquí debemos disinguir enre, por una pare, la conduca
naural de los genes que puede ser inerpreada, a su vez, cibernéica-
mene, y, por ora, la manipulación de los facores herediarios.
H��������: ¿Hablaría used aquí de violencia?
��
MODO DE PROCEDER
��
MODO DE PROCEDER
��
II. Círculo hermenéutico. Relación entre ἕν y πάντα
(fragmentos aludidos: �, �, ��, ��, ��, ��,
��, ��, ��, ���, ���, ���, ���)
��
CÍRCULO HERMENÉUTICO
��
CÍRCULO HERMENÉUTICO
��
CÍRCULO HERMENÉUTICO
��
CÍRCULO HERMENÉUTICO
��
CÍRCULO HERMENÉUTICO
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CÍRCULO HERMENÉUTICO
��
CÍRCULO HERMENÉUTICO
��
CÍRCULO HERMENÉUTICO
��
CÍRCULO HERMENÉUTICO
��
CÍRCULO HERMENÉUTICO
que los muchos y malos prefieren. El noble que aspira a la gloria por
encima de odo lo demás esá cerca del pensador cuya mirada no esá
dirigida solamene a las πάντα, sino a lo ἕν en su relación con las πάντα.
H��������: También en Píndaro se asocia el oro, es decir, lo
resplandeciene con el fuego
f uego y con el rayo
rayo.. La apreciación del fragmen-
o �� que hemos hecho hasa aquí nos ha mosrado que en él se raa,
en primer lugar
lugar,, de una deerminada conduca humana.
F���: En ese comporamieno humano de los mejores para con
la gloria perpeua se refleja, en ciero modo, el comporamieno fun-
damenal de lo ἕν respeco de las πάντα. También en el fragmeno �
aparecían las πάντα en relación con un comporamieno humano. Pero
ahí se refería al conocimieno que discierne. En el fragmeno �� se ob-
serva cómo las πάντα remien ambién a un comporamieno huma-
no, pero no se raa de un reconocimieno, sino de la preferencia de
una cosa frene a ora. Sin embargo, la gloria no se diferencia gradual-
mene de odas las demás posesiones, sino que iene, frene a odo lo
demás, el carácer de la disinción. No se raa del preferir una cosa
frene a ora, sino del preferir la única cosa imporane frene a odas
las demás. Así como los mejores prefieren la única cosa imporane,
el resplandor de la gloria, ane odas las demás cosas, de la misma ma-
nera piensa el pensador en lo Uno unificane del rayo en cuya lumi-
nosidad las πάντα salen a la luz, y no sólo
sólo,, digamos, en las πάντα. Y así
como la mayoría prefiere las cosas efímeras al resplandor de la gloria,
de la misma manera los hombres, los muchos, no comprenden lo ἕν
unificador que abarca las πάντα en su diferenciación, sino que única-
mene comprenden las πάντα en su muliplicidad.— En el fragmen fragmenoo
�� la perspeciva de pensamieno se dirige a la relación enre πάντα y
κόσμος. El pasaje del exo que nos ineresa ahora reza: κόσμον τόνδε,
τὸν αὐτὸν ἁπάντων [E: ese mundo, el mismo para odos]. odos]. Diels ra-
duce: «Ese orden del mundo, el mismo para odos los seres». Por
«seres» eniende, evidenemene, los seres vivos. Sin embargo nos-
oros vamos a raducir ἁπάντων como «para la oalidad de las πάντα».
H��������: La frase τὸν αὐτὸν ἁπάντων nos la ransmie única-
mene Clemene de Alejandría y fala en Pluarco y Simplicio. Karl
Reinhard subraya ese hecho. Me gusaría volver sobre Reinhard,
sobre odo porque
porque querría mencionar su arículo
ar ículo «La docrina de Herá-
clio sobre el fuego» ([«Heraklis Lehre vom Feuer»], que apareció
��
CÍRCULO HERMENÉUTICO
por primera vez en Hermes ��, de ����, pp. �-��), que me parece sobre
odo imporane desde el puno de visav isa meodológico.
meodológico. Fue hace pre-
cisamene reina años que dicé las res conferencias sobre el origen
de la obra de are, que hablé largamene sobre Heráclio con Karl
Reinhard
Rein hard en el esudio que enía en su áico. Allí me conó sobre su
plan de escribir un comenario hisórico sobre la ransmisión exual
de Heráclio. Si hubiera llevado a cabo ese proyeco, endríamos hoy
las cosas mucho más fáciles. Reinhard descubrió, en ese arículo, que
el πῦρ φρόνιμον que se encuenra en el conexo del fragmeno �� es
auénico heraclíeo y por ello debe ser enido como fragmeno. Por
lo que hace al enconrar nuevos fragmenos de Heráclio, dice: «De
ello se deriva una conclusión no muy agradable:
agradable: no es imposible que
odavía esén nadando, en Clemene y los demás Padres de la Iglesia,
como en una enorme corriene, un par de palabras desconocidas de
Heráclio
Her áclio.. Quizá no nos sea nunca posible pescarlas si no enemos un
indicio que venga de ora pare. Reconocerle a una frase famosa que
es famosa no siempre es cosa fácil». Karl Reinhard no fue: es aún.
F���: En el fragmeno �� se piensa en la relación enre πάντα y
κόσμος. Dejamos abiero aún lo que Heráclio eniende por κόσμος.
Echemos, pues, ora mirada al fragmeno �� que ya nos ha ocupado:
ἓν τὸ σοφόν, ἐπίστασθαι γνώμην, ὁτέη ἐκυβέρνησε πάντα διὰ πάντων
[M: una sola cosa es lo sabio, conocer la Razón, por la cual odas las
cosas son gobernadas por medio de odas]. Aquí se añade a lo ἕν, ἕ ν, cuya
relación con τὰ πάντα esamos analizando
anali zando en los fragmenos,
f ragmenos, lo σοφόν.
σοφόν.
Tendríamos que pregunar si lo σοφόν es sólo una cualidad de lo ἕν co-
mo unidad que une o si no es precisamene la esencia misma de lo ἕν ἕν..
H��������: Enonces podríamos poner enre ἕν y σοφόν un doble
puno, a saber, ἕν: τὸ σοφόν.
F���: Lo σοφόν como esencia de lo l o ἕν que une, lo abarca en oda
la pleniud de su senido. Si hasa ese momeno parecía escapárse-
nos lo ἕν, ahora enemos en el fragmeno �� su primera caracerización
exaca como una especie de ἕνωσις [unificación], si bien ese concepo
esá cargado ya de un senido neoplaónico.
H��������: Lo ἕν araviesa oda la meafísica, y ambién la dia-
lécica es impensable sin lo ἕν.
F���: En el fragmeno ��, al que ya hemos aludido en conexo
con el fragmeno ��, las πάντα esán puesas en relación con el πό�εμος.
��
CÍRCULO HERMENÉUTICO
��
CÍRCULO HERMENÉUTICO
��
CÍRCULO HERMENÉUTICO
��
CÍRCULO HERMENÉUTICO
��
III. πάντα-ὅ�ον, πάντα-ὄντα.
Interpretación alternativa del fragmento �
(fragmento aludido: ��).
πᾶν ἑρπετόν (fragmento ��).
Carácter de maduración de las horas
(fragmento ���)
��
INTERPRETACIÓN ALTERNATIVA DEL FRAGMENTO �
��
INTERPRETACIÓN ALTERNATIVA DEL FRAGMENTO �
��
INTERPRETACIÓN ALTERNATIVA DEL FRAGMENTO �
��
INTERPRETACIÓN ALTERNATIVA DEL FRAGMENTO �
��
INTERPRETACIÓN ALTERNATIVA DEL FRAGMENTO �
��
INTERPRETACIÓN ALTERNATIVA DEL FRAGMENTO �
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INTERPRETACIÓN ALTERNATIVA DEL FRAGMENTO �
��
INTERPRETACIÓN ALTERNATIVA DEL FRAGMENTO �
��
INTERPRETACIÓN ALTERNATIVA DEL FRAGMENTO �
��
INTERPRETACIÓN ALTERNATIVA DEL FRAGMENTO �
��
INTERPRETACIÓN ALTERNATIVA DEL FRAGMENTO �
y Εἰρή
Εἰρήνη
νη [P
[Paz],
az], ambién esán Θα�ώ
Θα�ώ,, Αὐξώ y Καρπώ Καρπώ.. Θα�ώ es la
primavera que rae los broes y su floración. Αὐξώ es el verano, el cre-
cimieno y la maduración. Καρπώ habla del ooño, de la recolección
de los fruos maduros. Esas res horas no son, de ninguna manera,
res periodos de iempo, debemos enenderlas, más bien, como la l a ma-
duración oda. Si queremos hablar de movimieno, ¿qué formas de
movimieno arisoé
ari soélicas
licas habría que omar en cuena? Para empezar,
empezar,
¿cuáles son las cuaro formas de movimieno en Arisóeles?
Ar isóeles?
P�����������: αὔξησις [aumeno] y φθίσις [mengua], γένεσις
[generación] y φθορά [desrucción], φορά [“rans”-pore] y, como
cuara, la ἀ�οίωσις [cambio].
H��������: ¿Qué formas de movimieno serían las más ade-
cuadas para las horas?
P�����������: La αὔξησις y φθίσις, así como la γένεσις y φθορά.
H��������: La ἀ�οίωσις
ἀ �οίωσις esá conenida
conenida en esas formas de mo-
vimieno. Primaver
Primavera, a, verano y ooño no son escalones,
escalones, sino algo
algo con-
inuo. Su maduración iene el carácer de la permanencia en la que
esá conenida una ἀ�οίωσις.
F���: El movimieno de la vidav ida en la nauraleza es, sin embargo,
embargo,
lo mismo ascendene que descendene. La primera pare es ascen-
dene hasa su ἀκμή [culminación]; la segunda es descendene.
H��������: ¿Eniende used el fruo fr uo como un descenso?
F���: La vida de los seres vivos consiuye un arco ascendene y
descendene. También la vida del hombre, en sus sucesivas edades, es
un movimieno coninuo, pero arqueado.
H��������: La edad corresponde al fruo en el senido de un
madurar que yo no eniendo como descenso, sino como una manera
de senirse seguro. Cuando el iempo enra en juego con las horas,
debemos dejar de lado el iempo mensurable. Necesiamos inenar
comprender a parir de oros fenómenos qué es lo que significa aquí
el iempo. Tampoco debemos separar el conenido del iempo de la
forma del iempo. Al iempo corresponde el carácer del raer. Lo de-
cimos ambién en alemán [y en español
español]:]: el iempo rae consigo [die
Zeit bringt mit sich]. En ano enendamos el iempo como una mera
sucesión, el raer no endrá ningún lugar.
F���: Para lograr una comprensión del carácer de maduración
de las horas debemos prescindir del iempo homogéneo que se piensa
��
INTERPRETACIÓN ALTERNATIVA DEL FRAGMENTO �
��
IV. Ἥ�ιος, claridad del día-noche, μέτρα-τέρματα
(fragmentos aludidos:
��, ���, ��, �, �, ��, ���, ���)
� ��)
��
CLARIDAD DEL DÍA�NOCHE
��
CLARIDAD DEL DÍA�NOCHE
��
CLARIDAD DEL DÍA�NOCHE
desviarse hacia el nore y el sur, por medio de la Osa y del érmino del
brillane Zeus
Z eus frene a ella. Al brillane
bri llane Zeus debemos pensarlo con-
junamene con Ἥ�ιος como la fuerza del día que ilumina la oali-
dad de τὰ πάντα. Ese ámbio solar compleo esá limiado por los
cuaro punos cardinales, eniendo en cuena que debemos enender
los τέρματα
τέρματα como límies exernos del ámbio luminoso por oposición
a las μέτρα en el senido de lugares deerminados de la órbia solar
que conocemos.
H��������: ¿Cómo eniende used el geniivo ἠοῦς καὶ ἑσπέρας?
La raducción dice «límies del amanecer y del aardecer», lo que
debe enenderse como límies para mañana y arde. En cambio pare-
ce que used eniende «los límies que consiuyen la mañana y la
arde».
F���: Prefiero esa úlima inerpreación, pero me preguno si
mediane esa diferencia, eso es, si con la lecura «límies para ma-
ñana y arde», varía fundamenalmene el senido. Si enendemos los
τέρματα
τέρ ματα como límies espaciales, a saber,
saber, la mañana como la froner
froneraa
orienal y la arde como la fronera occidenal, la Osa como frone-
ra nore y el
e l érmino frene a ella
el la como fronera sur, enonces enemos
a un iempo las cuaro esquinas del mundo como el campo del reino
solar. Viso así, los τέρματα no podrían equipararse con los dos signi-
ficados de las μέτρα ennumerados hasa ahora. Lo dicho en el frag-
meno ��� en relación con los τέρματα sería un ercer significado de
las μέτρα que endríamos que agregar a los oros dos para ener una
panorámica complea de la ampliud semánica de las μέτρα del frag-
meno ��, para lo cual —cosa que se pondrá de manifieso cuando
hagamos una exégesis más profunda de ese fragmeno— precisa-
mene ese ercer significado juega un papel sobresaliene. El primer
significado de μέτρα que desacamos enía que ver con lugares y lap-
sos que el Sol recorre de la mañana a la arde pasando por el mediodía.
En un segundo senido las μέτρα significaban las medidas adecuadas a
las cosas de pare del Sol. Cualquier discrepancia
discrepancia de las medidas ade-
cuadas significaría para las planas y seres vivos que el Sol fuera dema-
siado cálido, demasiado cercano o demasiado lejano. El ercer signifi-
cado de μέτρα que hemos obenido del fragmeno ��� se refiere a los
τέρματα,
τέρ ματα, en los que odo el ámbio luminoso del Sol esá delimiado
delimiado..
Si Ἥ�ιος ransgrediera las froneras señaladas por las cuaro esquinas
��
CLARIDAD DEL DÍA�NOCHE
��
CLARIDAD DEL DÍA�NOCHE
��
CLARIDAD DEL DÍA�NOCHE
��
CLARIDAD DEL DÍA�NOCHE
��
CLARIDAD DEL DÍA�NOCHE
��
CLARIDAD DEL DÍA�NOCHE
��
CLARIDAD DEL DÍA�NOCHE
��
CLARIDAD DEL DÍA�NOCHE
decir, lo ἕν del rayo, del golpe, del Sol y del fuego, o se raa aquí de
oro ἕν? Mi suposición va en el senido de que aquí se raa de lo ἕν
como unidad de los dos ámbios: del Ἥ�ιος y de la noche resguardada
por Dike y sus asisenes. Ese nuevo senido de ἕν nos quedará más
claro cuando abordemos los fragmenos relaivos a la vida y la muer-
e. La noche a la que se alude aquí es el abismo nocurno que delimia
el ámbio solar en sus cuaro τέρματα [límies], según se les nombra
en el fragmeno ���. Más allá de esa inerpreación podría uno argu-
menar de la siguiene manera: si en el fragmeno �� se habla de ἕν en
relación con el día y la noche, se raa enonces de lo ἕν de la ierra del
Sol, en la que el Sol, en alernancia rímica, esá presene y ausene, de
al manera que, en la alernancia del día y la noche, el ámbio en el que
el Sol esá presene y ausene, permanece. En ano la esrucura de la
bóveda, por la que se desplaza
desplaza el Sol, y la relación
relación muua con la ierra
que yace debajo permanezcan, incluso cuando el Sol esé ausene por
un iempo y luzca de nuevo cada día, exise
exi se lo ἕν.
ἕν. Viso de esa mane-
ra, lo ἕν sería la bóveda celese. Si bien a mí mismo no me saisface
compleamene esa explicación. En ese senido, no comprendo el:
«exise lo ἕν».
H��������: ¿Por qué rechaza esa inerpreación?
F���: Porque para mí el esar-unido de la noche y el día bajo la
bóveda
bóve da celes
celesee es una lecura
lecura demasi
demasiado
ado fácil. Si
Si Herác
Heráclio
lio,, en rela
relación
ción
con el día y la noche, dice: «exise lo ἕν», enonces, con el día, quiere
decir la ierra del Sol y,
y, con la noche, el oscuro abismo que delimia la
ierra del Sol y la encierra. El ámbio del Sol y el abismo nocurno
consiuyen, junos, lo ἕν.
H��������: ¿Es lo ἕν que iene used ahora en la mira algo así
como un superser que que va odavía más allá del ser? Me parece que con
su inerpreación de lo ἕν, que ahora se apara de lo que se ha venido
explicando hasa el momeno sobre lo ἕν, quiere used ir más allá
del ser.
P�����������: No creo que lo ἕν como ámbio doble de ierra
del Sol y abismo nocurno vaya más allá del ser. Si la inerprea-
ción que hemos venido haciendo comenzó con el fragmeno sobre el
Κεραυνός, que cenró su aención sobre odo en el momeno esruc-
ural de lo luminoso en el ser, en el descubrimieno: enonces ahora
mira ambién, al hablar del abismo nocurno
nocurno,, al momeno esrucural
��
CLARIDAD DEL DÍA�NOCHE
��
CLARIDAD DEL DÍA�NOCHE
��
CLARIDAD DEL DÍA�NOCHE
��
CLARIDAD DEL DÍA�NOCHE
��
V. El problema de una exégesis
exégesis especulativa.
¿ πῦρ ἀείζωον y tiempo?
(fragmento ��)
��
EL PROBLEMA DE UNA EXÉGESIS ESPECULATIVA
��
EL PROBLEMA DE UNA EXÉGESIS ESPECULATIVA
amos, en visa de las cosas que son ellas mismas odavía correlaos
de nuesra percepción sensorial, desacar algunos rasgos para luego,
en un segundo paso, planear a los rasgos y a las referencias cruzadas la
preguna de cómo podrían ser pensados en un senido más profun-
do.. Pariendo del ver de manera inmediaa los fenómenos sensoriales
do
pasamos a un ámbio no sensorial, pero no a uno suprasensorial. No
debemos uilizar aquí el esquema del mundo fenoménico o sensible
y el ineligible ni operar con una docrina de los dos mundos, cosas
ambas muy propias de la meafísica. El discurso del ámbio sensible y
el ineligible es alamene peligroso y cuesionable.
H��������: Sería más adecuado si le llamáramos ónico al ám-
bio de los fenómenos…
fenómenos…
F���: … y el ámbio no sensorial lo adjudicáramos al ámbio del
ser. Lo asombroso es, sin embargo, que podemos comprender los
fragmenos de Heráclio ambién de modo ingenuo, y a pesar de ello
vincularlos con un senido profundo
profundo,, de suere que no podemos ni
siquiera llamar al senido propiamene filosófico senido profundo.
H��������: ¿Podemos hablar, en general, de un senido filo-
sófico?
F���: Seguramene no debemos hablar del significado de las
senencias de Heráclio. Pueso que enemos derás de nosoros el len-
guaje de la meafísica, enemos que inenar eviar la enación que
yace en
en los caminos
caminos que
que ha elabora
elaborado
do la meafísica.
meafísica. Para
Para mosrar
mosrar aho-
aho-
ra la manera en que procedemos, vamos ora vez al fragmeno ��. Dice,
Dice,
raducido: odo lo que repa es llevado a pasar o es apacenado me-
diane un golpe. Con ello nombramos una imagen que conocemos a
parir del enorno fenoménico y que podemos imaginarnos fácilmen-
e. En una región rural o en un Esado agrario se apaciena el gana-
do con un fuee. Podemos, enonces, leer el πᾶν ἑρπετόν [odo lo que
repa] como animales de paso. La imagen nombrada por Heráclio
expresa que el ganado es apacenado por el pasor mediane un fuee y,
por ciero, cambia, de iempo en iempo, de dehesa.
H��������: El apacenar es lo mismo un impeler que un dirigir.
F���: Los momenos significaivos del νέμεται para nuesra exé-
gesis son el impeler y el dirigir. Ahora bien, si en νέμετ
νέμεται
αι escuchamos
ambién la Νέμεσις como poder que asigna y deermina el desino, en
ese momeno abandonamos el fenómeno inmediao del apacenar y
��
EL PROBLEMA DE UNA EXÉGESIS ESPECULATIVA
��
EL PROBLEMA DE UNA EXÉGESIS ESPECULATIVA
��
EL PROBLEMA DE UNA EXÉGESIS ESPECULATIVA
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EL PROBLEMA DE UNA EXÉGESIS ESPECULATIVA
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EL PROBLEMA DE UNA EXÉGESIS ESPECULATIVA
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EL PROBLEMA DE UNA EXÉGESIS ESPECULATIVA
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EL PROBLEMA DE UNA EXÉGESIS ESPECULATIVA
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EL PROBLEMA DE UNA EXÉGESIS ESPECULATIVA
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EL PROBLEMA DE UNA EXÉGESIS ESPECULATIVA
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EL PROBLEMA DE UNA EXÉGESIS ESPECULATIVA
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EL PROBLEMA DE UNA EXÉGESIS ESPECULATIVA
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EL PROBLEMA DE UNA EXÉGESIS ESPECULATIVA
��
VI. πῦρ y πάντα
(fragmentos aludidos:
��, ���, ��, ��, ��)
��
πῦρ y πάντα
πῦρ y πάντα
��
πῦρ y πάντα
πῦρ y πάντα
��
πῦρ y πάντα
πῦρ y πάντα
��
πῦρ y πάντα
πῦρ y πάντα
��
πῦρ y πάντα
πῦρ y πάντα
��
πῦρ y πάντα
πῦρ y πάντα
��
πῦρ y πάντα
πῦρ y πάντα
��
πῦρ y πάντα
πῦρ y πάντα
��
πῦρ y πάντα
πῦρ y πάντα
��
πῦρ y πάντα
πῦρ y πάντα
de los dioses ni de losl os hombres, sino que fue siempre y es y será siem-
pre fuego viviene —que rae a la luz al κόσμος—. El «fue siempre y
es y será» lo podemos enender casi en el senido de «se da» [es gibt].
Pero la manera como se da el πῦρ ἀείζωον es el modo que en πάντα se
dan las res formas del ser-en-el-iempo. Si leemos así el fragmeno ��
resula una preeminencia decidida del fuego frene al κόσμος, pree-
minencia que es apoyada por el fragmeno ��. La preguna es, sin em-
bargoo, si podemos leer el fragmeno �� de manera que lo
barg l o decisivo en
él sea el πῦρ ἀείζωον al que se alude en las res deerminaciones em-
porales. En ese mismo conexo podemos pregunar si podemos en-
conrar ambién en el fragmeno �� —aunque coniene nuevos moi-
vos de pensamieno—
pensamieno— esa preeminencia
preeminencia del fuego.
fuego.
P�����������: ¿No endríamos que agregar aquí ambién el frag-
meno ��?: ζῇ πῦρ τὸν γῆς θάνατον καὶ ἀὴρ ζῇ τὸν πυρὸς θάνατον,
ὕδωρ ζῇ τὸν ἀέρος θάνατον, γῆ τὸν ὕδατος [M: Vive el fuego la muere
de la ierra, y el aire vive la muere del fuego; el agua vive la muere del
aire, la ierra la del agua].
F���: En ese fragmeno se alude al movimieno en la consruc-
ción verbal: [el]
[el] fuego vive la muere de [la][ la] ierra. Eso significa que no
se raa aquí de un ránsio sencillo, sino del enrecruzamieno de vida
y muere —un problema al que nos referiremos paricularmene [en
el capíulo ����]—. También ponemos como base de nuesra re-
flexión del fragmeno �� sólo las palabras de Heráclio [prescindien-
do de las de san Clemene que dividen el fragmeno]: πυρὸς τροπαὶ
πρῶτον
πρῶτ ον θά�ασσα, θαλάσσης δὲ τὸ μὲν μὲ ν ἥμισυ
ἥμισ υ γῆ,
γ ῆ, τὸ δὲ ἥμισυ πρη
πρηστήρ.
στήρ.
‹γῆ› θά�ασσα διαχέεται, καὶ μετρέεται εἰς τὸν αὐτὸν λόγον, ὁκοῖος
πρόσθεν ἦν ἢ γενέσθαι γῆ. γ ῆ. Diels raduce: «vuelas del fuego:
f uego: en pri-
mer lugar mar, pero
pero del mar, la miad ierra, la ora miad soplo ardien-
e [Gluthauch: πρηστήρ]. La ierra se difunde como mar y es medida
con el mismo senido que valía anes de que se volviera ierra».
H��������: Me gusaría llamar la aención sobre un raado de
Bruno Snell acerca del érmino τροπή, aparecido en Hermes ��, ����.
F���: Diels raduce «vuela [Umwende] del fuego», mienras que
Heráclio habla de «vuelas», «ransformaciones», en plural. Pero
¿cómo debemos enender aquí la ransformación del fuego en mar y
de mar en ierra y soplo ardiene, así como de ierra en mar y mar en
fuego? ¿Se raa aquí del conocido fenómeno del ránsio de un esado
��
πῦρ y πάντα
πῦρ y πάντα
��
πῦρ y πάντα
πῦρ y πάντα
Pero mi preguna era si podía uno aclarar las πυρὸς τροπαί [conver-
siones del fuego] con base en la ransmuación de los esados físicos
que nos es conocida.
H��������: ¿Quiere used decir que el fuego esá derás de odo?
Sin embargo, es cuesionable qué es lo que quiere decir aquí detrás,
sobre odo si el fuego esá derás de odo en forma de susancia pri-
mordial.
F���: … o si no ambién aquí hay que planear la relación enre
ἕν y πάντα y desechar la idea
i dea de una maeria originaria. Nuesra area
será de nuevo, ambién aquí, poner de relieve la lecura más difícil.
��
VII. Diferencia entre los intérpretes:
intérpretes:
verdad del ser (fragmento ��)
o perspectiva cosmológica (fragmento ��).
Heráclito y la cuestión del pensar. Lo aún-no-
metafísico y lo ya-no-metafísico. La relación de
Hegel con los griegos. πυρὸς τροπαί y el hacerse-día
(fragmentos aludidos: ��, ��)
��
DIFERENCIA ENTRE LOS INTÉRPRE
INTÉRPRETES
TES
��
DIFERENCIA ENTRE LOS INTÉRPRE
INTÉRPRETES
TES
���
DIFERENCIA ENTRE LOS INTÉRPRE
INTÉRPRETES
TES
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DIFERENCIA ENTRE LOS INTÉRPRE
INTÉRPRETES
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DIFERENCIA ENTRE LOS INTÉRPRE
INTÉRPRETES
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DIFERENCIA ENTRE LOS INTÉRPRE
INTÉRPRETES
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DIFERENCIA ENTRE LOS INTÉRPRE
INTÉRPRETES
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DIFERENCIA ENTRE LOS INTÉRPRE
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DIFERENCIA ENTRE LOS INTÉRPRE
INTÉRPRETES
TES
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DIFERENCIA ENTRE LOS INTÉRPRE
INTÉRPRETES
TES
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DIFERENCIA ENTRE LOS INTÉRPRE
INTÉRPRETES
TES
F���: Voy
Voy a inenar
i nenar primeramene exponer ex poner un pensamieno que
coniene una propuesa de inerpreación del fragmen fragmenoo ��. En la úli-
ma sesión de nuesro seminario manifesamos nuesra duda de si con
τροπαί
τροπαί se raaba de ransformaciones o vuelas [E: fases]. Si se raa
de ransformaciones, enonces esamos pensando en la ἀ�οίωσις [cam-
bio]] de una susan
bio susancia
cia fundamenal. Si raducimos
raducimos τροπαίτροπαί por vuelas,
¿se raa enonces —podríamos pregunar— de los punos de solsicio
del fuego solar que mide el iempo en su curso por el firmameno?
H��������: ¿Es πυρὸς τροπαίτροπαί un gen genititivu
ivuss sub
subiec vus o un gen
iectitivus geniti
itivus
vus
obiectivus ?
F���: El fuego expresa
ex presa las τροπαί.
τροπαί. Pero una dificulad esriba en el
hecho de que enemos ideas comunes y corrienes, y líneas de pensa-
mieno generales
generales y ya elaborad
elaboradas,as, omadas de la hisoria
hi soria de la meafí-
sica, en las que siempre nos movemos y a parir de las cuales somos
proclives a inerprear el fragmeno ��. Una de ales ideas preelabo-
radas es la de la susancia subyacene que se muesra con diversas
máscaras.
H��������: πυρός es, enonces, geniivo objeivo.
F���: Geniivo subjeivo y objeivo. Oro esquema que enemos
a la mano a parir de la anigua especulación sobre los elemenos es
aquel en el que se pare cada vez de un elemeno originario. ¿Tiene
ambién el πῦρ la función de un elemeno fundamenal que se rans-
forma a ravés de lo que emana de él? él ? Los dos esquemas comunes con
los que podríamos inenar inerprear las la s πυρὸς τροπαί
τροπαί son la ἀ�οίωσις
de una susancia subyacene y la emanación de un elemeno origi-
nario. Pero yo creo que debemos albergar una desconfianza exrema
frene a semejanes concepciones. En el exo dice: vuelas del fuego
primeramene en mar. El fuego se vuelve en mar, eso es, en aquello
que nosoros enendemos
enendemos como la fuerza f uerza opuesa al fuego fuego.. En princi-
pio podríamos pensar que se raa de la fuere oposición ónica que
conocemos enre el fuego y el agua. Denro del pequeño ámbio del
enorno humano exise el fenómeno de que el agua apaga el fuego y
de que el fuego puede evaporar el agua. Pe Peroro esa alernancia de com-
baee y desrucción sólo es posible sobre el suelo de la ierra. Eviden-
ba
emene el fragmeno no se refiere a ese pequeño ámbio, sino más
bien al gran ámbio del mundo. Aquí miramo miramoss el fuego en el ciel cielo,
o,
el mar y la ierra —el mar que circunda la ierra. En el gran ámbio del
���
DIFERENCIA ENTRE LOS INTÉRPRE
INTÉRPRETES
TES
���
DIFERENCIA ENTRE LOS INTÉRPRE
INTÉRPRETES
TES
���
DIFERENCIA ENTRE LOS INTÉRPRE
INTÉRPRETES
TES
���
DIFERENCIA ENTRE LOS INTÉRPRE
INTÉRPRETES
TES
���
VIII. Entrecruzamiento de vida
vida y muerte
(fragmentos aludidos: ��, ��, ��).
Relación entre hombres y dioses
(fragmentos aludidos: ��, ��, ��)
���
ENTRECRUZAMIENTO DE VIDA Y MUERTE
���
ENTRECRUZAMIENTO DE VIDA Y MUER
MUERTE
TE
���
ENTRECRUZAMIENTO DE VIDA Y MUERTE
���
ENTRECRUZAMIENTO DE VIDA Y MUER
MUERTE
TE
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ENTRECRUZAMIENTO DE VIDA Y MUERTE
���
ENTRECRUZAMIENTO DE VIDA Y MUER
MUERTE
TE
���
ENTRECRUZAMIENTO DE VIDA Y MUERTE
imporane para que, cuando más arde reflexionemos con mayor de-
enimieno sobre la fórmula «vivir la muere de ora cosa», no po-
damos decir que se raa de un razonamieno circular: la vida pasa a
la muere, pero la muere no pasa a la vida.
vi da. En el fragmeno �� se dice
que la muere de lo anerior es la vida de lo siguiene. Una enmien-
da que Tocco (Studi Ital. IV �) ha hecho en el exo ransmiido por
Máximo y que hace ambigua la relación reza: «fuego vive la muere
del aire y aire vive la muere del fuego. Agua vive la muere de la ierra,
ierra vive la muere del agua». Aquí se proponen las relaciones fue-
go-aire y agua-ierra como alernancias. En la noa de [la edición de]
Diels-Kranz leemos que ἀήρ [aire] probablemene se ha colado en el
exo, siendo de origen esoico. De ahí que se haya propueso ora
variane
varia ne:: «fuego
«fuego vive la muer
mueree del
del agua,
agua, agua
agua vive la muere
muere del fueg
fuegoo
o la muere de la ierra, ierra vive la muere del agua». No enemos
fenómenos conocidos de un revés de los elemenos. Cuando se habla
de mar y ierra, se raa de los elemenos en grande, de las regiones del
mundo. Pero cuando se habla del agua, no queda claro si con agua se
refiere ambién al mar. En el fragmeno �� se alude evenualmene a
un curso circular de fuego, aire,
aire, agua y ierra. Las vuelas
v uelas que se men-
cionan aquí no son claramene comprensibles. Veamos ambién, en
ese conexo, el fragmeno ��: ψυχῇσιν θάνατος ὕδωρ γενέσθαι, ὕδατι
δὲ θάνατος γῆν γενέσθαι, ἐκ γῆς δὲ ὕδωρ γίνεται, ἐξ ὕδατος δὲ ψυχή
[E: para las almas es muere converirse en agua; para el agua es muer-
e converirse en ierra; pero de la ierra nace el agua, y del agua el
alma]. La vuela es designada aquí con la dura y oscura palabra de
γένεσις. Los orígenes y duros reveses de almas en agua, de agua en ie-
rra, de ierra en agua, de agua en alma, no permien la idea de que sea
la misma susancia originaria la que esá derás de las ransformacio-
nes. Se habla de γενέσθαι [converirse] y γίνεται [nace] y de la dura
palabra ἐκ [de]. Tenemos que pregunarnos si el ἐκ debe enenderse
en el senido del origen
or igen de algo,
algo, es decir, como «desde donde», o más
bien en el senido del ἐξ οὗ arisoélico
arisoélico,, es decir, como aquello que
subyace y se ransforma mediane una μεταβολή. Pero en principio
nos sorprende noablemene que en el fragmeno �� ni siquiera se alu-
da claramene a los cuaro elemenos, sino que se hable de las ψυχαί
[almas]. ¿Qué cosa pueden ser las ψυχαί? ¿Qué se piensa con ellas?
¿Abandonamos el camino aparene de una alernancia de elemenos
���
ENTRECRUZAMIENTO DE VIDA Y MUER
MUERTE
TE
���
ENTRECRUZAMIENTO DE VIDA Y MUERTE
���
ENTRECRUZAMIENTO DE VIDA Y MUER
MUERTE
TE
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ENTRECRUZAMIENTO DE VIDA Y MUERTE
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ENTRECRUZAMIENTO DE VIDA Y MUER
MUERTE
TE
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ENTRECRUZAMIENTO DE VIDA Y MUERTE
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ENTRECRUZAMIENTO DE VIDA Y MUER
MUERTE
TE
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ENTRECRUZAMIENTO DE VIDA Y MUERTE
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ENTRECRUZAMIENTO DE VIDA Y MUER
MUERTE
TE
���
IX. Inmortal: mortal (fragmento ��).
ἓν τὸ σοφόν (fragmentos aludidos: ��, ��)
���
INMORTAL: MORTAL
que nos desconciera una y ora vez, ¿se hará un poco más decible
[säglich] si se la ve más bien como un reflejo? ¿No se orna más deci-
ble la relación enre ἕν y πάντα si se dice acerca de la relación enre
dioses y hombres, que comprenden el ser? Con ello queda, en princi- pr inci-
pio, señalado el camino de nuesro planeamieno del problema. In-
enemos ahora aclarar la esrucura del fragmen
f ragmenoo ��, pues no pode-
mos decir que su esrucura haya ganado
ganado ya en claridad
clar idad ni cereza. El
fragmeno reza: ἀθάνατοι θνητοί, θνητοὶ ἀθάνατοι, ζῶντες τὸν ἐκείνων
θάνατον, τὸν δὲ ἐκείνων βίον τεθνεῶτες. Podemos raducir: «inmora-
les: morales, morales:
mor ales: inmorales». Con ello, la raducción de Diels
pone en relación a los inmorales con los morales y a los morales en
relación con los inmorales.
inmor ales. Inmediaamene
Inmediaamene después esa relación se
explicia mediane la fórmula oscura y problemáica que Diels radu-
ce como sigue: «pues la vida de ésos es la muere de aquéllos y la
vida de aquéllos la muere
muer e de ésos». Esa raducción me pare parece
ce de-
masiado libre. Pues realmene dice: ζῶντες τὸν ἐκείνων θάνατον, τὸν
δὲ ἐκείνων βίον τεθνεῶτες: «viviendo la muere de aquéllos y mu-
riendo la vida de ésos». Si inerpreamos, en senido acosumbrado,
acosumbrado,
ἀθάνατοι [inmorales] como dioses y θνητοί [morales] como hom-
bres, se raa enonces de un paso inerprea
inerpreaivoivo que no podemos
afirmar con absolua seguridad. Es ciero que para el mio griego los
inmorales son los dioses, pero ambién exisen seres inermedios,
héroes, que nacen como morales, semidioses que se convieren en
inmorales. El círculo de inmorales y morales, ¿nos es familiar con se-
guridad y ceridumbre? El problema es qué es lo que se indica con
ἀθάνατοι y θνητοί. Pero, para empezar, omemos la explicación mio-
lógica y enendamos a los inmorales como los dioses y a los mora-
les como los hombres. También los dioses son caracerizados en el
fragmeno �� a parir de la muere. Los inmorales, si bien esán sus-
raídos de la muere y no enregados
enregados a ella,
ella , esán abieros a la muere.
Como inmorales, se ienen que saber a sí mismos como aquellos
que obienen su comprensión propia en la negación del ser moral.
Se saben como seres abieros a la muere, pero no afecados por ella,
como los que miran la muere de los hombres y, a la visa de esos
hombres efímeros que desaparecen sin más, aseguran la conciencia
de su propio carácer imperecedero. Los morales son los hombres
que saben que esán enregados a la muere únicamene a la visa de
���
INMORTAL: MORTAL
���
INMORTAL: MORTAL
���
INMORTAL: MORTAL
ampoco nos permie un senido reco. reco. Por ello me gusaría más bien
creer que se nos ofrece la siguiene inerpreación: los dioses viven
comparándose
comparán dose con los hombres morales que experimenan
exper imenan la muer-
e. Ellos viven la muere de los morales conraponiéndose en su com-
prensión de sí mismos y de su ser, a la efemeridad de los hombres y
su manera demasiado finia de comprender lo que es. El asuno se
hace más difícil cuando nos pregunamos cómo debemos raducir
τὸν δὲ ἐκεί
ἐκείνων
νων βίον τεθνεῶτες. ¿P ¿Podemos
odemos poner τεθνεῶτες [murien-
do]] de manera paralela con ζῶντες [viviendo
do [viv iendo]?
]? La preguna es, sin em-
bargoo, si aquí el paricipio perfeco iene un senido perfecivo
barg perfecivo o debe
raducirse como una forma paricipial con valor de presene, como
ἀποθνῄσκοντες. Esa preguna sólo puede ser resuela por el filólogo fi lólogo..
La vida de los inmorales es la muere de los morales, los dioses vi-
ven la muere
muere de los morales
morales y los morales
morales muere
muerenn la vida de los dio-
dio-
ses o esán mueros en relación con la vida de los dioses. Nosoros
uilizamos ambién las colocaciones verbales: morir una muere, vi-
vir una vida. En el fragmeno
fragmeno ��,��, sin embargo
embargo,, dice: viv
vivir
ir la muere de
oros, morir la vida de oros. Si queremos dejar claro qué significa
que los dioses vivan la muere de los hombres, enonces podemos re-
chazar en principio la forma burda según la cual los dioses son seres
anropófagos. Ellos no viven la muere de los hombres en el senido
de que los devoren, pues no sólo no ienen necesidad de la alimena-
ción de los hombres, sino ampoco de las ofrendas humanas ni de sus
plegarias. ¿Qué significa enonces la fórmula: los dioses viven v iven la muer-
e de los hombres? Yo sólo puedo asociar un senido con esa frase,
diciendo: los dioses se enienden a sí mismos en su propio ser sempi-
erno en relación expresa con los hombres morales. El ser inmuable
de los dioses significa, a la visa
vi sa de los hombres que caducan consan-
emene en el iempo, un perdurar. De esa manera viven los dioses la
muere de los hombres. Y de la misma manera sólo puedo asociar un
senido con la frase de que los hombres mueren la vida de los dioses
o de que esán mueros en relación con la vida de los dioses: a saber,
que los hombres, en su auocomprensión, se comporan siempre como
los más efímeros en relación con lo perdurable que nos parece ser la
vida de los dioses. Los hombres mueren como efímeros no solamen- solamen-
e en la medida en que esán en conaco con lo efímero; no son sólo
los seres más caducos en el reino de lo que decae, sino que, al mismo
���
INMORTAL: MORTAL
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INMORTAL: MORTAL
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INMORTAL: MORTAL
���
INMORTAL: MORTAL
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INMORTAL: MORTAL
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INMORTAL: MORTAL
���
INMORTAL: MORTAL
a la muere.
muer e. Yo
Yo ineno darle un senido a la fórmula «vivir
«v ivir la muere
de los morales» y «morir la vida de los inmorales», inerpreándola
como el enrecruzamieno del enendimieno de sí mismos y del ser,
de los dioses y de los hombres. Esa relación de enrecruzamieno repre-repre-
sena la conrapare del ἕν, del fuego siempre viviene y del ser de las
πάντα que raen las horas, finio y emporal, en general. Los dioses
inmorales son el reflejo
reflejo,, los repr
represenane
esenaness inramundanos del fuego
f uego
siempre viviene
viv iene como una forma de lo ἕν. En esa inerpreación
inerpreación veo
una posibilidad de leer el fragmeno ��. No encuenro ora posibili-
dad de enender cómo los dioses puedan vivir la muere de los hom-
bres.. No
bres No viven la muere
muere dede los hombr
hombres
es en el senido
senido de una
una vivencia,
vivencia,
sino que en la vivencia de la propia sempiernidad, esán referidos a
la muere humana. En la primera y en la segunda versión del poema
«Mnemosyne», dice Hölde Hölderlin:
rlin:
���
INMORTAL: MORTAL
���
INMORTAL: MORTAL
���
INMORTAL: MORTAL
va en la direc
direcció
ciónn de la ἐκπ
ἐκπύρωσις
ύρωσις.. Pero Herácli
Heráclioo no dice τὸ πᾶν
[el odo] ni τοῦ παντός [del odo], sino τὰ πάντα [odas las cosas] y
ἁπάντων (πάντων) [de odas las cosas]. Pero τὰ πάντα se refiere a la
oalidad de lo que es. El cambio del fuego en τὰ πάντα y de τὰ πάντα
en fuego se compora de manera análoga al inercambio del oro res-
plandeciene por mercancías y de las mercancías por el resplandor
áureo del fuego. La preguna que, en principio, enemos que dejar
abiera es la caracerización de la relación enre ἕν y πάντα como una
relación de inercambio.
inercambio. Al raar de aclarar la relación enre ἕν y πάντα
mediane el ejemplo del mercado, se muesran cieros rasgos de la
cuesionable relación fundamenal. No obsane,
obsane, esa relación se nos
escapa a ravés de odas las meáforas que la muesran, llegando
l legando muy
cerca de la fronera no sólo de lo efable, sino incluso de lo pensable.
En el fragmeno �� el enrecruzamieno de dioses y hombres repre-
sena la relación enre ἕν y πάντα. Los dioses son, hasa ciero puno,
en su relación muua con los hombres, los represenanes de lo ἕν en su
relación con las πάντα, sobre odo porque se enienden, en gran me-
dida, como el πῦρ ἀείζωον. Para erminar podemos decir: la conciencia
desdichada no nos es propia solamene como inérprees de los frag-
menos de Heráclio, sino que se encuenra, ane odo, en las senen-
cias mismas.
���
X. La apertura entre dioses y hombres
hombres
(fragmento ��).
Lo especulativo en Hegel. La relación de Hegel
con Heráclito. Vida-muerte
(fragmentos aludidos: ��, ��)
���
LA APERTURA ENTRE DIOSES Y HOMBRES
���
LA APERTURA ENTRE DIOSES Y HOMBRES
���
LA APERTURA ENTRE DIOSES Y HOMBRES
���
LA APERTURA ENTRE DIOSES Y HOMBRES
sin embargo,
embargo, modifica esa concepción común de la miología griega
que segrega
segrega a los dioses y a los
l os hombres para sí mismos y sólo ocasio-
nalmene les permie convivir enre sí. Esa relación ocasional la con-
viere
vier e en una relación que consiuye a dioses y hombres en su pro-
pio ser. El ser-inmoral de los dioses es sólo posible cuando se refiere al
ser-moral de los hombres. El conocimieno del esar-consagrado-a-
la-muere de los hombres consiuye la comprensión del propio ser
imperecedero; y viceversa, el conocimieno del ser-siempre de los
dioses consiuye el enendimieno del propio ser-moral. Dioses y
hombres no forman dos esferas separadas. De lo que se raa es de no
ver el χωρ
χωρισμός
ισμός [sep
[separación
aración],
], sino el enrecruzamien
enrecruzamienoo de la compren-
compren-
sión de sí y del ser
ser,, que ienen dioses y hombres.
H��������: Se raa de no hablar de una manera burda de los
dioses y hombres como de seres vivos disinos, de los cuales unos
son inmorales, los oros, morales. Hablando con la erminología de
Ser y tiempo la inmoralidad no es una caegoría, sino un exisencial,
un modo de comporarse de los dioses para con su ser.
F���: El conocimieno divino de la consagración de los hombres
a la muere no es una mera conciencia, sino una relación que enien-
de. En el caso de Aenea, que se aparece como Ménor a los morales
para ayudarlos, se raa quizá odavía de ora emáica. La epifanía de
los dioses no es un verdadero ser-moral de los dioses, sino un disfraz.
Cuando Arisóeles dice que la vida en la θεωρία [conemplación],
que va incluso más allá que la φρόνησις, es una especie
especie de vida divina,
div ina,
un ἀθανατίζειν [creerse inmoral] (considerando al verbo ἀθανατίζειν
una forma hecha sobre el modelo de ἑ�ηνίζειν [hablar griego]), eso
quiere decir que en la θεωρία nos comporamos como inmorales. En
ella los morales alcanzan a llegar a la vida de los dioses. De la misma
manera endríamos que decir de los dioses que su comporarse res-
peco de los hombres es un θανατίζειν [creerse moral], suponiendo
que uno pudiera invenar esa palabra inexisene. La imporancia
fundamenal radica en que la relación de los hombres y los dioses no
puede describirse desde
desde afuera, sino que ellos mismos exisen
exi sen como su
relación muua y alernaiva, sólo que los dioses, en ciera medida, ie-
nen la onología exisencial más venajosa, mienras que los hombres
esán en desvenaja. La comprensión divina y humana de sí y del ser
iene que diseñarse en la comprensión muua.
���
LA APERTURA ENTRE DIOSES Y HOMBRES
���
LA APERTURA ENTRE DIOSES Y HOMBRES
esrofa), en donde dice que los dioses requieren «de los héroes y de
los hombres / y del reso de morales». Ese curioso concepo de nece-
sidad se refiere, en Hölderlin, únicamene a la relación de los dioses
con los hombres. ¿De dónde viene, en aquella época, el hablar de nece-
sidad [Bedürnis] como érmino écnico en la filosofía?
F���: De Hegel, en su escrio Dierencia entre los sistemas de �lo-
soía de Fichte Schelling , de ����, en el que habla de «necesidad de la
Fichte y Schelling,
filosofía».
H��������: Es decir, aproximadamene en la época en que Höld-
erlin se enconraba en Fráncfor. En la preguna acerca del signifi-
cado de necesidad en Hegel y Hölderlin, enemos un documeno esen-
cial para el diálogo de ambos en ese senido, para un diálogo que, por
lo demás, es un problema oscuro y con el que no ocamos una pre-
guna meramene hisoriográfica, sino realmene hisórica. En qué sen-
ido ambos sean heracliianos es ora preguna. En Tubinga los unió
con Schelling el lema ἓν καὶ πᾶν [Uno y Todo]. Esa relación bajo ese
lema común se disolvió más arde arde.. Pero
Pero ¿dónde menciona Hölderlin
por primera vez a Heráclio?
P�����������: En Hiperión. Allí habla de lo ἓν διαφέρον ἑαυτῷ
[lo Uno que difiere de sí mismo].
H��������: Lo Uno que se diferencia en sí mismo. Hölderlin
eniende eso como la esencia de la belleza. Pero belleza [Schönheit]
es para él, en ese momeno, la palabra para ser. La inerpreación que
Hegel hace de los griegos en las Lecciones sobre la historia de la �loso-
ía va en la misma dirección: ser como belleza. Al reomar la palabra
de Heráclio, Hölderlin no menciona una esrucura formalísico-dia-
lécica, sino que hace una afirmación fundamenal. Ese pensamieno
se ransformó luego, en él, en la relación de dioses y hombres según la
cual el hombre es la condición de exisencia del dios,
F���: … y el hombre esá más cerca del abismo que el dios.
H��������: Por ello la relación de dioses y hombres es superior
y más difícil,
difíci l, y no se puede deerminar con la erminología de la eo-
logía meafísica ordinaria.
F���: La relación enre dioses y hombres ampoco es una rela-
ción en la que ésos sean imago de aquéllos, en la medida en que los
morales, en su relación consigo mismos, alcanzan, al comprenderlo
comprenderlo,,
al oro ser de los dioses, aunque no paricipen de él. Por una pare,
���
LA APERTURA ENTRE DIOSES Y HOMBRES
domina una exrañeza enre dioses y hombres, pero, por ora, domi-
na ambién un enrelazamieno en el enenderse muuamene.
H��������: ¿En qué consise —viso desde la perspeciva de
Hegel— la afinidad enre él y Heráclio? Hay una conocida frase en
las Lecciones sobre
sobre la historia
historia de la �losoía:
�losoía:
P�����������: … «no hay un solo apoegma de Heráclio que
no haya yo inegrado en mi Lógica».
H��������: ¿Qué quiere decir esa frase?
P�����������: Se raa de la forma en que Hegel eniende a
Heráclio.
H��������: ¿Qué dice esa frase respeco de la relación enre
Heráclio y Hegel?
P�����������: Hegel no sólo inegró
i negró a Heráclio, sino que lo su-
su -
peró [augehoben].
P�����������: Hegel ve a Heráclio dialécicamene a parir de
los opuesos.
H��������: Pero ¿qué significa dialéctico? Ahora podemos reo-
mar la respuesa que quedó pendiene, en una sesión anerior, a la
preguna sobre lo especulaivo en Hegel. ¿Qué significa para Hegel
especulativo?
P�����������: El presupueso del pensamieno especulaivo es
la idenidad de ser y pensar.
H��������: ¿A dónde perenece para Hegel Hegel lo especulaivo
especulaivo??
P�����������: Lo especulaivo es un momeno de lo lógico.
H��������: ¿Qué es un momeno?
P�����������: Momen
Momento to viene del laín movere, movimentum.
H��������: El momeno [der Moment: momento como «insan-
e»] depende del momeno [ das Moment: momento en senido físico, f ísico,
«facor»]. Cuando Hegel dice que lo especulaivo es un momeno,
no se refiere al insane, sino al facor. El momeno [facor] es un algo
que mueve, que oma pare en el movimieno
movimi eno del pensar y produce un
efeco. El momeno [facor] se conviere en efeco y el efeco mismo
es el momeno [insane]: sucede en un momeno. Así el momeno
[facor] se conviere en el momento [insane]. Ahora bien, ¿cuál es el
primer momeno [facor] de la lógica?
P�����������: El absraco o racional.
H��������: ¿Y el segundo momeno?
���
LA APERTURA ENTRE DIOSES Y HOMBRES
P�����������: El dialécico.
H��������: Es curioso que Hegel considere lo dialécico como
un segundo momeno y no como un ercero. ¿Y cuál es el ercer mo-
meno?
P�����������: El especulai
especulaivo.
vo.
H��������: ¿Con qué puede ener que ver el hecho de que He-
gel llame al dialécico segundo momeno de lo lógico y no ercero?
Cuando al final de la Lógica habla de la idenidad de cosa y méodo,
uno pensaría que el dialécico es el ercer momeno. Hegel llama am-
bién a lo dialécico
dialécico lo racional-negaivo
racional-negaivo.. ¿Qué significa para
para Hegel
Hegel ra-
cional? Todo eso lo necesiamos para Heráclio, aunque allí no se
hable de ello.
P�������
�����������:
����: Viso desde la perspeciva de la Fenomeno
Fenomenología
logía del
espíritu, la razón es la superación [Auebung] de la separación enre
sujeo y objeo.
H��������: ¿De dónde proviene la erminología de Heg Hegel?
el?
P�����������: De Kan.
H��������: ¿Cómo caraceriza Hegel Hegel la filosofía
fi losofía de Kan?
K an?
P�����������: Como filosofía de reflexión.
H��������: Y eso ¿qué significa?
P�����������: Como la separación de dos momenos.
H��������: ¿Qué momenos? ¿Qué quiere decir razón [Vernunf]
en Kan?
P�����������: Razón es para él el pensar las ideas, a diferencia
del enendimieno como un pensar las caegorías. Las ideas son prin-
cipios regulaivos en los que la razón piensa la oalidad.
H��������: La razón en Kan no se refiere inmediaamene a
los fenómenos, sino sólo a las reglas y fundamenos del enendimien-
o. La función fundamenal de la razón consise en pensar la unidad
más ala. Cuando Hegel dice que lo dialécico es lo racional-negaivo,
quiere decir que la deerminación finia y absraca se supera a sí mis-
ma y pasa a su deerminación conraria. Por el conrario, el pensar
absraco del enendimieno es el manenerse en su deerminación y
su diferenciación frene a los oros. Todo
Todo el pensar, el pensamieno de
Hegel,
Heg el, habla en principio
pr incipio denro del esquema fundamenal
f undamenal de la rela-
ción-sujeo-objeo. El momeno absraco es el represenar enregado
al objeo sin referencia al sujeo. Es el nivel de la inmediaez. El repre-
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LA APERTURA ENTRE DIOSES Y HOMBRES
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LA APERTURA ENTRE DIOSES Y HOMBRES
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LA APERTURA ENTRE DIOSES Y HOMBRES
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LA APERTURA ENTRE DIOSES Y HOMBRES
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LA APERTURA ENTRE DIOSES Y HOMBRES
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LA APERTURA ENTRE DIOSES Y HOMBRES
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LA APERTURA ENTRE DIOSES Y HOMBRES
cuando su vivisa
sa (ὄψις) se ha apaga
apagado
do.. Diels raduce ἀποσβεσθεὶς
ἀποσβεσθεὶς ὄψεις
como «cuando se han apagado sus ojos». Pero esa raducción per-
mie la inerpreación de que el hombre ve al soñar; de que, en la os-
curidad, esá en una luz mienras sueña. El plural ἀποσβεσθεὶς ὄψεις
lo raduciría yo más bien como «apagado
«apagado en sus modos de ver [Sicht-
weisen]». El hombre iene su lugar inranquilo enre la noche y la luz.
El fragmeno apuna al lugar, frágil, del hombre enre la noche y la
luz. Esá cerca de la luz, lo que se muesra cuando es capaz de ilumi-
nar la noche. El hombre es una especie de ladrón del fuego promeei-
co. Tiene la capacidad de hacer surgir la luz en la noche cuando sus
modos de ver esán apagados, pero no cuando esá durmiendo, sino
cuando se enfrena a la oscuridad. «Vivo, oca al muero en el sueño;
en la vigilia oca al durmiene.» Vida y muere esán aquí vinculadas
mediane la posición inermedia del sueño.
sueño. El dormir es un modo del
esar-vivo, pariene de la muere; la vigilia es un modo del ocar, que se
maniene en la luz, a la muere, a ravés de la relación con el que duerme.
Esar vivo y esar despiero, esar dormido, esar muero, no son res
esados, sino res posibles modos de comporamieno del hombre, en
los que se acerca a lo nocurnal y oscuro,
oscuro, y a lo abiero
abier o y lúcido.
H��������: Debemos ener claro qué es lo que significa propia-
mene el tocar (ἁφή).
(ἁφή). Más arde
a rde aparece, en la Met aísica (Θ �� [����b
Metaísica [��� �b])
])
de Arisóeles, el captar como
como θιγεῖν [ocar].
F���: Lo que hemos dicho ahora acerca del fragmeno �� es úni-
camene un señalamieno preliminar de la dificulad desde la que
endremos
endre mos que comenzar nuesra próxima sesión.
���
XI. Lo lógico en Hegel.
Conciencia y Dasein [ser-ahí].
Lugar del ser humano entre luz y noche
(fragmentos aludidos: ��, ��)
���
LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
���
LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
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LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
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LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
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LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
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LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
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LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
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LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
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LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
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LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
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LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
rechaza. Tendría
Tendría uno quequ e enconrar una palabra para poder compren-
compren -
der la relación del hombre no sólo con lo abiero
abiero,, sino ambién con la
noche que rodea lo abiero.
H��������: Lo oscuro es ambién, cuando se enciende una luz
en él, en ciero modo una aperura. Esa oscuridad abiera sólo es po-
sible en el claro
claro,, en el senido del da [ahí].
F���: Querría creer que no debemos pensar el espacio oculo de
lo oscuro únicamene a parir de la relación del claro del da. Exi Exise
se el
el
peligro de que se enienda lo oscuro sólo como límie de lo que esá
abiero, como circunvalación exerna de lo abiero. Quisiera señalar,
sobre odo, que el hombre se relaciona igualmene con lo abiero y con
la oscuridad que ocula.
H��������: Eso, acerca de lo que used habla, puede ser co-
rreco, pero, en principio, en el fragmeno no se dice nada de ello. La
dimensión que iene used en perspeciva no quiero discuirla.
F���: Paramos
Paramos de la siuación de la luz en la noche. Alguien en-
ciende una anorcha en la noche. La anorcha arroja un resplandor
sobre el camino, de manera que uno se puede orienar. Al moverse en
la claridad y relacionarse con ella, se relaciona, igualmene, ambién
con la oscuridad amenazane respeco de la cual esá abiero, enen-
diéndola, si bien no en el modo de la aperura. El claro en la oscuridad
oculane iene su delimiación. La ἀ�ήθεια [verdad] esá circunsan-
ciada por la λήθη [olvido].
H��������: En el fragmeno �� yo pongo el aceno precisamene
en la relación de la aperura.
F���: El fragmeno no habla de la claridad, sino de la luz en la
noche. Habla de la curiosa siuación del hombre, enre luz y noche,
que durane el sueño esá abiero a la muere y relacionado con
ella. La relación-con-la-muere perenece ambién a la comprensión
del despiero, pues el despiero oca al durmiene y el durmiene al
muero.
H��������: En principio esoy odavía con el problema de la luz
en la noche. Wilamowiz suprimió la palabra ἀποθανών [al morir],
considerándola
considerándo la una glosa.
P�����������: Si se conserva la palabra ἀποθανών, el fragmeno
se avecina, por su senido, a la concepción del mundo órfico-eleusina.
En ese caso cambiaría ambién el senido de εὐφρόνη [noche].[noche].
����
��
LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
���
LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
���
LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
���
LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
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LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
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LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
���
LO LÓGICO
LO LÓGICO EN
EN HEGEL
���
XII. Dormir y soñar. Polisemia del ἅπτεσθαι
(fragmentos aludidos: ��, ��, ��)
���
DORMIR Y SOÑAR
���
DORMIR Y SOÑAR
���
DORMIR Y SOÑAR
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DORMIR Y SOÑAR
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DORMIR Y SOÑAR
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DORMIR Y SOÑAR
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DORMIR Y SOÑAR
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DORMIR Y SOÑAR
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DORMIR Y SOÑAR
���
DORMIR Y SOÑAR
���
DORMIR Y SOÑAR
acercarnos primero.
primero. El hombre iene su lugar enre el cielo
c ielo y la ierra,
enre lo abiero de ἀ�ήθεια [verdad] y lo cerrado de λήθη [olvido].
No obsane, debemos decir que odas las relaciones con el fondo os-
curo sólo se pueden experimenar
ex perimenar como relaciones si queda un reso
de claro, porque en la noche absolua no sólo odos los gaos son par-
dos, sino que ambién queda borrada oda comprensión.
H��������: El hombre sólo esá en un cuerpo
cuer po [leibt] cuando vive.
Así debe uno enender el cuerpo en el senido que used le da. Vivir
esá enendido allí en su senido exisencial. La cercanía ónica no sig-
nifica una cercanía espacial enre dos cosas, sino una aperura dismi-
nuida, es decir, un momeno onológico en el hombre. Y, Y, no obsane,
used habla de cercanía ónica.
F���: Used dijo en una conferencia de la época en que llegó a
Friburgoo que el animal es pobre de mundo [weltarm]. Enonces esa-
Friburg
ba used
used de camino hacia el parenesco
parenesco del
del hombre con
con la nauraleza.
nauraleza.
H��������: El fenómeno del cuerpo es el problema más difícil.
Aquí corresponde ambién la comprensión adecuada de la fonéica.
Ésa piensa de manera muy fisiológica cuando no ve la φωνή como voz
en el modo correco.
P�����������: Witgensein iene en el Tractatus la asombrosa
frase: «El lenguaje es la exensión
ex ensión del organismo».
F���: La preguna es sólo cómo debe enenderse aquí orga-
nismo, si de forma biológica o de manera que la esancia del hombre
en medio de lo que es esá deerminada esencialmene por su corpo-
reidad.
H��������: Uno puede enender el organismo en el senido de
Jakob
Jakob Uexküll o ambién como el funcionar del sisema vial. v ial. En mi
conferencia de aquella época que used mencionó dije que la piedra
carece de mundo, el animal es pobre de mundo y el hombre es confi-
gurador de mundo.
F���: Cabe allí la preguna de si la pobreza de mundo del animal
es un modo deficiene de la rascendencia configuradora de mundos.
Es cuesionable si lo animal en el hombre puede comprenderse en
absoluo cuando lo vemos a parir del animal, o si no es un modo pro-
pio de relacionarse el hombre con el fondo oscuro.
H��������: Lo corporal en el hombre no es algo animal. Las for-
mas de comprensión que ienen que ver con ello son algo que la mea-
���
DORMIR Y SOÑAR
���
DORMIR Y SOÑAR
���
DORMIR Y SOÑAR
���
DORMIR Y SOÑAR
���
XIII. Referencia a la muerte, aguardar-esperar
aguardar-esperar
(fragmentos aludidos: ��, ��).
Las oposiciones y
y su tránsito
(fragmentos aludidos: ���, ���, �, ��, ��).
Consideración �nal: Los griegos como desafío
���
REFERENCIA A LA MUERTE, AGUARDAR�ESPERAR
���
REFERENCIA A LA MUERTE, AGUARDAR�ESPERAR
���
REFERENCIA A LA MUERTE, AGUARDAR�ESPERAR
���
REFERENCIA A LA MUERTE, AGUARDAR�ESPERAR
���
REFERENCIA A LA MUERTE, AGUARDAR�ESPERAR
���
REFERENCIA A LA MUERTE, AGUARDAR�ESPERAR
falsas ambién en relación con lo que nos rodea. No habría nada es-
pecial en el hecho de que Heráclio sólo dijera que no adopamos
una aciud de suposición frene a lo que nos espera en la muere.
Pero cuando habla de un οὐκ ἔ�πονται οὐδὲ δοκέουσιν en relación con
la esfera del reino de los mueros que nos esá vedada, y el δοκεῖν no
iene aquí el significado de suponer, enonces su aseveración iene
una deerminación más dura. Tampoco en el más acá nos es suficien-
e la percepción. Nos movemos siempre en un percibir
percibi r correco y uno
deficiene. En la vida exisen el error y el engaño. Pero Heráclio nos
dice que la percepción que conocemos y que ponemos al servicio de
nuesro modo de organizar la vida no basa para el ámbio pos postt mortem.
mortem.
No hay ninguna percepción que pueda penerar en la ierra de na-
die.— Paso ahora al fragmeno ���: νοῦσος ὑγιείην ἐποίησεν ἡδὺ καὶ
ἀγαθόν,, λιμὸς κόρον, κάματος ἀνάπαυσιν.
ἀγαθόν ἀνάπαυσιν. Diels raduce: «La
«L a enferme-
enfer me-
dad hace agradable y buena a la salud, el hambre a la saciedad, el rabajo
al descanso». Ese fragmeno parece ser sencillo. Podría uno admirar-
se de que una experiencia an coidiana aparezca enre los aforismos
de Heráclio formulada de manera senenciosa. Pero podemos o-
marlo como un modo de acceso a los fragmen
f ragmenos
os que piensan la rela-
ción de los opuesos en una forma poco común. Cuando se dice que
la enfermedad hace agradable a la salud, ¿el asuno es an sencillo
como cuando Sócraes dicen en el Fedón que, ras haber sido liberado
de la dolorosa cadena, experimena ahora la agradable sensación de
cosquilleo? Aquí la sensación agradable surge de una incomodidad
anerior. Heráclio dice que la enfermedad hace a la salud buena y
dulce. Aquí puede uno pensar en la salud anerior o en la venidera. En-
fermedad-salud no es una diferencia de opuesos esáicos, sino un
fenómeno de conrase al que la salud puede resular de la enferme-
dad. Lo mismo vale para el hambre y la saciedad, así como para el
rabajo y el descanso. Se raa
raa de un proceso de paso de lo conrapues-
o en su opueso, de la ensión fenoménica de lo conrasane en ransi-
ción. ἡδύ [agradable] y ἀγαθόν [bueno] no son caracerizados como
cualidades en sí, sino como resulado de un esado negaivo, desde el
opueso superado y dejado arás. La riqueza pasada hace amarga la
pobreza presene y viceversa: la pobreza pasada hace agradable la ri-
queza poserior.
poserior. Esas relaciones de oposición nos son familiares.
famil iares. Lo
imporane es aquí sólo que ἀγαθόν
ἀγαθόν y ἡδύ se deerminen únicamene
���
REFERENCIA A LA MUERTE, AGUARDAR�ESPERAR
por conrase. Con ello paso ahora al fragmeno ���: τὰ ψυχρὰ θέρ θέρεται,
εται,
θερμὸν ψύχεται, ὑγρὸν αὐαίνεται, καρφαλέον νοτίζεται. La raducción
de Diels reza: «Lo frío se caliena, lo cálido se enfría, lo húmedo se
seca, lo seco se humedece». ψυχρά, θερμόν, ὑγρόν, καρφαλέον los ra-
duce Diels por frío, caliene, húmedo y seco. Pero ¿qué quiere decir
con ello? Se raa de neuros que son problemáicos, porque por una
pare predican un deerminado esado de algo pero, por ora, pueden
significar el ser-frío, ser-cálido, ser-húmedo y ser-seco en general. Si im-
plica un deerminado esado de algo, algo, enonces dice: lo frío que se ca-
liena pasa del esado de ser-frío al de ser-cálido. El ránsio de una
cosa de un esado al conrario es diferene al ránsio del ser-frío al
ser-cálido en general. El paso de algo del ser-frío al ser-cálido es un
conocido cambio de movimieno fenoménico. Eso es decir menos
que con las πυρὸς τροπαί [conversiones del fuego], pues aquí se raa
de la permuación del fuego mismo en ora cosa. Es de noar que He-
ráclio habla una vez en plural (τὰ ψυχρά) y res veces en singular
(θερμόν, ὑγρόν, καρφαλέον). Debemos explicarnos la diferencia que
subyace enre el ránsio de una cosa del ser-frío al ser-cálido y el rán-
sio del ser-frío en general al ser-cálido en general. No sería nada sor-
prendene decir que el esar-vivo de un hombre puede pasar al es-
ar-muero. Pero aseverar que la vida misma se conviere en muere
y,, viceversa, la muere
y muer e en vida sería más problemáico
problemáico y más agresivo
para nosoros.
nosoros. Eso sería semejane al ránsio del ser-frío al ser-cálido
y del ser-cálido al ser-frío.
ser-frío.
H��������: ¿Son τὰ ψυχρά las cosas frías?
F���: Ésa es precisamene la preguna, si con ellas se raa de las
cosas frías o del ser-frío en general. Por lo que hace a las cosas frías,
hay algunas que son frías por nauraleza, como por ejemplo el hielo, y
oras que son frías ocasionalmene, como el agua, que puede esar fría
o caliene. Pero el agua ambién puede pasar del esado líquido a la
forma de vapor. Exisen, por ello, ránsios emporales y ránsios esen-
ciales. Un problema más difícil, sin embargo, es la relación enre el
ser-frío y el ser-cálido en general. Si τὰ ψυχρά [las cosas frías] son τὰ
ὄντα [las cosas que son], ¿son enonces τὰ ὄντα cosas que pueden pa-
sar del esado del ser-ene [Seiendsein] al esado del no-ser? ¿Quiere
decir τὸ ὄν [lo que es] el esado emporal de algo que subyace en el
fondo a manera de susrao? ¿O τὸ ὄν no se refiere a ninguna cosa ni a
���
REFERENCIA A LA MUERTE, AGUARDAR�ESPERAR
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REFERENCIA A LA MUERTE, AGUARDAR�ESPERAR
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REFERENCIA A LA MUERTE, AGUARDAR�ESPERAR
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REFERENCIA A LA MUERTE, AGUARDAR�ESPERAR
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REFERENCIA A LA MUERTE, AGUARDAR�ESPERAR
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REFERENCIA A LA MUERTE, AGUARDAR�ESPERAR
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REFERENCIA A LA MUERTE, AGUARDAR�ESPERAR
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REFERENCIA A LA MUERTE, AGUARDAR�ESPERAR
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Epílogo del editor
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EPÍLOGO DEL EDITOR
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