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NEGOCIO JURÍDICO

Podríamos definir al negocio jurídico como aquellos actos jurídicos lícitos destinados a
producir efectos jurídicos en los cuales la voluntad es, no solo constitutiva si no,
además, "reguladora" de los efectos jurídicos.

El negocio jurídico es un acto integrado por una o varias declaraciones de voluntad


privada, dirigidas a la producción de un determinado efecto jurídico, y a las que el
derecho objetivo reconoce como la base del mismo, cumplidos los requisitos y dentro
los límites que el propio ordenamiento establece, esto quiere decir que el negocio
jurídico se puede definir como una manifestación de voluntad dirigida a un fin práctico
tutelado por el ordenamiento jurídico.

Es la base del tráfico jurídico mercantil, ya que por medio de él es que se realizan las
transacciones mercantiles que dan origen a todos los movimientos registrales y que
implican un cambio de dueño de las propiedades, como lo son las compraventas,
traspasos, donaciones y otros.

CLASIFICACIÓN DEL NEGOCIO JURÍDICO:

1. UNILATERALES:

Los unilaterales consisten en una declaración de voluntad, como ejemplo: el


testamento.

2. BILATERALES:

Las bilaterales consisten en dos o más declaraciones de voluntad, como ejemplo


podemos citar la compra venta.

En los actos "complejos o colectivos" Ejemplo: la constitución de una sociedad, los


intereses de los concurrentes son convergentes, no contrapuesto, como en el caso de
la compra venta, en que el comprador le interesa rebajar el precio al máximo posible y
al vendedor aumentarlo.

En estos actos hay en realidad una sola parte, aunque la representen varias personas
actuando conjuntamente.
2.- CAUSALES Y FORMALES (ABSTRACTOS):

Los causales como su nombre lo indican, la causa forma parte integrante del negocio.
Los negocios jurídicos causales no pueden producir efecto alguno si su causa es
inexistente o ilícita (son nulos por falta de un elemento esencial).

Formales o abstracto, la causa no está incorporada al negocio, si no fuera de él en otra


relación entre las partes, los efectos del negocio jurídico se producen, en principio, con
independencia de ella. El nombre de formales deriva porque la característica principal
es que la voluntad tiene que ser manifestada bajo una "forma" determinada para que
produzca efecto jurídico. Ej. Los Títulos de crédito, letras de cambio, etc. En Derecho
alemán se reconoce el negocio abstracto, no ocurre así en los Derechos latinos, en
Derecho español tampoco se admite el negocio jurídico abstracto, tal como se
desprende del artículo 1.275 C.C. español: Dos contratos sin causa o con causa ilícita
no producen efecto alguno. Lo cual no significa que la causa haya de ser; expresada en
el negocio, pues el artículo 1.277 C.C. español C.C. español añade que: aunque la
causa no se exprese en el contrato, se presume que existe y que a lícita mientras el
deudor no pruebe lo contrario. Los negocios jurídicos formales o abstractos, producen
efectos jurídicos en todo caso, incluso cuando la causa falte o sea ilícita, en este último
caso el derecho tiene los mecanismos para revertir a través de la restitución o repetición
para evitar el enriquecimiento ilícito.

3.- INTERVIVOS MORTIS CAUSA.

Los mortis causa está destinada a regular las relaciones jurídicas de una persona para
el caso de su futura desaparición. Ej. El testamento; que solo adquieren eficacia a la
muerte del otorgante y si el favorecido con ellos sobrevive.

4.- FAMILIARES Y PATRIMONIALES.

Se dividen de esa forma debido al fin a que tiende. Son familiares, Ej. El matrimonio y la
adopción y son patrimoniales, los que tienen una finalidad económica; subdividiéndose
estos últimos en negocios de eficacia real, cuando crea derechos reales, negocios de
eficacia personal u obligacionales y negocios sucesorios.
5.- DE DISPOSICIÓN Y SIMPLE ADMINISTRACIÓN.

Los autores definen la simple administración a la comparación de esta con la


extraordinaria administración, es decir los que exceden a la simple administración.

Los negocios de "simple administración" son los que observan únicamente a la


conservación, disfrute y mejoramiento del patrimonio sin comprometer la existencia del
mismo o de una parte considerable de este, mientras que en los negocios de
"extraordinaria administración" son aquellos que disminuyen la componente y la
importancia económica del patrimonio. Ej. Los diversos modos de enajenación (venta,
permuta, donación), la constitución de derechos reales (servidumbres, hipotecas) o los
derechos de obligaciones de larga duración que se equiparan a los reales.

6.- NEGOCIO DE ATRIBUCIÓN PATRIMONIAL.

Son los llamados también actos de enriquecimiento. Todo negocio en virtud del cual,
una persona procura a otra un beneficio patrimonial, sea o no con disminución del
patrimonio del primero.

7.- ONEROSOS Y GRATUITOS.

Son negocios onerosos y gratuitos aquellos que van acompañados de una


contraprestación o falta de esta última. En el caso del negocio oneroso ambas partes
interactúan entre ellas en la búsqueda de una contraprestación. Ej. Compra venta, el
vendedor busca una contraprestación dándole un valor al bien que él oferta y el
comprador busca la contraprestación en la busca de precio justo.

Por lo contrario en el negocio gratuito solo una parte se beneficia, sin realizar ningún
sacrificio que sea su contrapartida.
8.- SOLEMNES Y NO SOLEMNES.

Negocios jurídicos solemnes son aquellos que el ordenamiento jurídico exige que la
manifestación de voluntad se haga según formas determinadas y establecidas sin cuya
observancia no se produce el efecto querido. Ej. La compra de Vehículo automotor, que
para que pueda ser válida tiene que ser autenticado en una Notaria. Los no solemnes
son lo contrario a los antes mencionados.

9.- DIRECTOS E INDIRECTOS.

a.- Negocios jurídicos directos: Son aquellos que para alcanzar el efecto jurídico, se
sigue una vía recta.

b.- Negocios jurídicos indirectos: Son aquellos en los que el efecto jurídico se alcanza
mediante una vía oblicua.

Los negocios Jurídicos a su vez se dividen en:

a.- Fiduciarios: Son aquéllos en que el negocio jurídico persigue un fin económico
"fuera" de la ley.

b.- Fraudulentos: Son aquéllos que persiguen un fin económico "contra" la ley.

10.- EL NEGOCIO JURÍDICO FIDUCIARIO.

Es aquel negocio jurídico en que una persona (fiduciario) recibe de otra (fiduciante) que
confía en ella, una plena titularidad de derecho en nombre propio. Negocio jurídico
fiduciario, es aquel por el que se realiza una atribución patrimonial que sobrepasa el fin
perseguido obligándose, el que la recibe, a usarla dentro de los límites de aquel fin y a
posterior restitución de lo adquirido. La palabra fiducia, en latín, significa confianza. En
el Derecho romano, el negocio basado en la fiducia era una transmisión de la propiedad
por mancipatio o iure cessio, pero que desde el punto de vista económico sólo daba al
adquirente una seguridad para el crédito (fiducia cum creditore) o una posibilidad de
administración libre y segura de la cosa confiada (iducia cum amico): el adquirente
devenía propietario quedando obligado a devolver la cosa tras la extinción de la deuda
o de la administración. El ejemplo más típico es la compraventa de una cosa para
garantizar una deuda: una persona debe un dinero, vende la cosa al acreedor (es claro
que la atribución patrimonial de la venta sobrepasa el fin de garantía) y éste,
comprador, se obliga a usarla sin disponer de ella y restituírsela cuando le pague la
deuda.

EL OBJETO

FENOMENO ESPACIAL Y COMO COMPORTAMIENTO

El estudio del objeto del negocio jurídico es uno de los temas más antiguos y
controversiales de la teoría de los actos jurídicos. Las dificultades a las que conlleva aún
no han sido resueltas de modo definitivo.

La primera controversia surge en cuanto a su naturaleza y ubicación dentro de la


estructura del acto jurídico. Para la doctrina clásica el objeto se constituye en un elemento
esencial de todo acto jurídico, mientras que para la doctrina contemporánea no es sino
un presupuesto, antecedente o también llamado término de referencia para la existencia
del acto jurídico en sí.

Nuestro Código Civil, en cambio, lo considera simplemente como un requisito de validez


del acto jurídico.

Según una primera corriente doctrinaria, por objeto del acto jurídico debía entenderse la
cosa sobre la cual recaía la relación jurídica nacida del propio contrato. En esta línea Puig
Peña afirma que “ el objeto sería la cosa susceptible de integrar la materia sobre la cual
puede constituirse una relación jurídica”.

Por otro lado, Betti afirma que el objeto del negocio jurídico es “ establecer una norma
para regular intereses privados propios”, “ los intereses que, según la organización social,
consientan en ser regulados directamente por obra de los mismos interesados en sus
relaciones recíprocas “.

Este objeto se traduciría en un precepto de autonomía privada, precepto o norma que el


derecho valora y acoge en función de los intereses a satisfacer, pero que no
necesariamente recaen sobre conductas propias o sobre bienes.

Una de las corrientes mayoritaria y mejor estructurada entiende al objeto como la


prestación a que se ven obligadas las partes por el contrato.
La prestación, como se sabe, puede consistir en la transferencia de un derecho real al
acreedor (en cuyo caso consiste en un dar), o en la ejecución de un hecho personal del
deudor (en cuyo caso consiste en un hacer o en un no hacer).

Consecuentemente, la prestación que siempre es conducta, puede o no estar referida a


las cosas. Si va referida a ellas, como en las prestaciones de dar, aquéllas se incorporan
al objeto. Si no va referida a las cosas, como en las prestaciones de hacer es sólo la
conducta lo que integra el contenido de la obligación.

Esta corriente tiene arraigo entre nosotros puesto que, en nuestra legislación, al
establecerse que el objeto deberá ser física y jurídicamente posible, se estaría aludiendo
en forma directa a una de las características del objeto entendido como la prestación,
cuando ella consiste en un hecho personal del deudor.

Cuando la prestación consiste en la transmisión de un derecho real, se entiende que se


trata de la transmisión de un derecho al acreedor, sin embargo, por comodidad de
expresión en el lenguaje, se dice que la prestación es una cosa. Esta expresión abreviada
es incorrecta, pues lo que se transfiere es un derecho real que recae sobre la cosa.

A manera de ejemplo, cuando se transfiere la propiedad de un auto, por uso cotidiano se


dice que se está transfiriendo el auto, pero en sentido estricto se transfiere el derecho de
propiedad que se tiene sobre dicho artefacto.

Así bien, una tesis de origen francesa, ha considerado, en particular que el contrato no
tiene objeto sino efectos, y es en estos efectos (crear obligaciones) en los cuales
encontramos un objeto, que puede consistir en una cosa material, en un hecho, o en una
abstención.

Frente a esta posición que considera que el objeto importa más al plano de los efectos (y
concretamente al campo de las relaciones obligatorias) otra posición ha reconocido que
todo negocio jurídico en general y el contrato en particular necesita de un objeto dado
que es el referente objetivo necesario de actuación del negocio, esto ciertamente es un
enunciado válido; ya que, si consideramos al negocio en general y al contrato en
particular como medios, esos medios tienen o atienden a una finalidad, y es para cumplir
esa finalidad que es necesario e inevitable incidir o actuar y determinar esa realidad
donde encontramos el objeto del negocio jurídico.

Siendo necesario, un objeto del negocio en términos de referente objetivo de un medio;


se hace necesario analizar el papel del objeto en el negocio jurídico y si es parte
integrante del mismo; por lo que se hace necesario analizar el rol del objeto en la
estructura del negocio jurídico y si forma parte de la misma.

Inicialmente, de acuerdo con las corrientes subjetivas, Stolfi señalaba que “el contenido
del negocio jurídico, especialmente de los de naturaleza patrimonial, se descompone en
diversas partes que la doctrina hace tiempo reúne en tres categorías de elementos: los
esenciales, accidentales y naturales”.

Así tenemos los elementos esenciales o requisitos; que son aquellos que deben
necesariamente coexistir para dar vida a un negocio jurídico en general o a un
determinado negocio jurídico en particular; de modo que las partes no puedan acordar la
exclusión de todos o de algunos sin impedir la constitución misma del negocio. Por otro
lado los elementos accidentales; que son aquellos que en el caso concreto se agregan a
los requisitos y no alteran la naturaleza del acto; por tanto, es necesaria la manifestación
de voluntad para insertarlos en el contenido del negocio, en cuyo caso adquieren la
misma importancia que los elementos esenciales y los elementos naturales. Que son las
consecuencias del acto que tienen lugar por disposición de la ley en vista del silencio de
los interesados; por tanto no es necesario la voluntad de éstos para que tenga lugar, pero
es indispensable para modificarlos o excluirlos

Requisitos del Objeto del Negocio jurídico:

1.- POSIBLE

Ha de ser posible, cuando el objeto es imposible hace el negocio Nulo e Inexistente. Debe
ser real, en vista que el mismo debe existir al momento de iniciado el negocio jurídico, o
bien, esperarse que nazca a la vida jurídica.

La conducta prometida por el deudor debe ser posible, pues evidentemente nadie puede
considerarse vinculado a la realización de actos irrealizables.

Imposibilidad originaria

La obligación no llegará a nacer, porque ni siquiera tiene objeto.

(Ej: vender la luna).

Imposibilidad sobrevenida

La obligación nacerá, pero al sobrevenir imposible (Ej: que se queme el libro)

En estas circunstancias, si dicha opción es imputable al deudor, la obligación perdurará


y deberá hacerle frente a la correspondiente indemnización de daños y perjuicios.
Si no es imputable al deudor, la obligación se extinguirá. Esto es lo que conocemos como
caso fortuito y fuerza mayor.

2.- LICITO

El objeto ha de ser Lícito, o sea, encontrarse dentro del comercio humano.

La prestación se debe adecuar a los valores o principios propios del Ordenamiento


jurídico, por eso no podrá ser contrario a las Leyes ni a las buenas costumbres.

Es más, gracias a la autonomía privada se puede llegar a pactos siempre que no sean
contrarios a las leyes, a la moral y al orden público.

(Ej; Contrato de compraventa de droga)

3.- DETERMINADO

Ha de ser determinado o determinable. a lo menos en cuanto al género y su cantidad

En principio la prestación debe estar determinada porque el deudor debe saber a qué
queda obligado y el acreedor debe conocer la conducta prometida por el deudor para que
llegado el caso pueda reclamar. De lo contrario, resultaría necesario un nuevo acuerdo
entre las partes.

La Ausencia de Objeto, o de alguno de estos requisitos, da lugar a la Nulidad del Negocio


jurídico.

Artículo 627.- Para la validez de la obligación es esencialmente indispensable:


1º Capacidad de parte de quien se obliga.
2º Objeto o cosa cierta y posible que sirva de materia a la obligación.
3º Causa justa.

Nuestro Código Civil se refiere al Objeto, a su Existencia y Validez.

Artículo 629.- Toda obligación tiene por objeto dar, hacer o dejar de hacer alguna cosa,
y puede referirse a todas las cosas que están en el comercio de los hombres, aun a las
futuras como los frutos por nacer.

Articulo 630.- Es ineficaz la obligación cuyo objeto no pueda reducirse a un valor


exigible, o que no está determinado ni pueda determinarse.

Artículo 631.- también es ineficaz la obligación que tenga por objeto una cosa o acto
que fuere física o legalmente imposible. La imposibilidad física debe ser absoluta y
permanente, y no temporal ni relativa, con respecto a la persona que se obliga.
La imposibilidad legal existe:
1º Respecto a las cosas que estén fuera del comercio por disposición de la Ley.
2º respecto a actos ilícitos como contrarios a la Ley, la moral o las buenas costumbres.

El objeto del negocio jurídico

Concepto:

En sentido propio, objeto inmediato del negocio jurídico son los derechos y obligaciones
que produce; y objeto mediato del mismo es la prestación, que puede consistir en un
acto positivo (dar o hacer) o negativo (abstención) de una persona.

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