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NO IMPORTA LA CREENCIA

¡TODOS SOMOS ATEOS!

Empecemos por definir lo que es Ateísmo. Esto nos puede


conducir a ciertos problemas y desviarnos mucho de nuestro propósito
principal pues mucho se ha discutido acerca de lo que el ateísmo es.
Hacer deducciones será en algunos casos imprescindibles para poder
comprender cierto punto.

Se han escrito muchos libros (afortunadamente) en la actualidad


acerca de lo que es el ateísmo y pueden existir diversas opiniones acerca
de ello, que en apariencia pueden parecernos muy diferentes pero que en
realidad no lo son. Comenzaré mi defensa del ateísmo refutando una
definición errónea de lo que es ateísmo, la cual se encuentra en los
diccionarios. Según un diccionario el ateísmo es “la doctrina del ateo, que
niega la existencia de Dios”, aquí ya existe un error muy marcado: esta
definición supone, la existencia de un dios, que es precisamente lo que el
ateísmo trata de refutar. Esta definición es vaga y mala y no expresa en
nada lo que el ateísmo es. Permítanme dar la mejor definición que
considero enmarca perfectamente lo que el es el ateísmo: el ateísmo se
define como “La ausencia deliberada de creencia en dioses”; o bien,
tratando de corregir la frase de George Smith, el ateísmo es “la falta
deliberada de creencias teístas”. La palabra deliberada es mía. Y hago
hincapié en ello, pues el ateísmo no es una imposición. El ateísmo es una
posición que se tiene de manera “voluntaria” y viene a ser una
consecuencia lógica a la que se llega después de aplicar métodos de
razonamiento y escrutinio a nuestras creencias religiosas para encontrar
la verdad en ellas. Por lo tanto, cuando debamos definir el ateísmo, será
importarte recordarle a los creyentes que es una posición adoptada de
manera deliberada, sin opresión ideológica por parte de nadie.

Ahora, si aceptamos que el ateísmo significa la ausencia


deliberada de creencia en dioses o creencias teístas, debemos definir el
meollo del asunto: hay que saber que significa teísmo y, por supuesto,
tratar de entender el significado de la palabra dios. Y de nuevo nos
encontramos con un dilema más grande aún que con la definición de
ateísmo. Hay demasiada controversia con la definición de esta palabra.
Reduzcamos nuestro problema entendiendo que el ateísmo es la
oposición al teísmo y que si el ateísmo es la ausencia de creencia en un
dios, podemos definir al teísmo como la “creencia en un dios o dioses”,
con lo que nuestro problema se restringe a definir lo que significa Dios.
Este ha sido siempre un tema muy espinoso, incluso aún para los propios
teístas que sí se hayan en una total discordia la mayoría de las veces
cuando quieran dar una definición de lo que es Dios, daré una definición
que se aplica y aproxima a la definición de los creyentes occidentales:
Dios es “un ser sobrenatural e inconocible, creador de todas la cosas”, es
decir, es un dios que trasciende las leyes de la naturaleza, y que por su
esencia no se puede conocer, además de que el creo todo lo que nos rodea
y lo que vemos. Bien, el Ateísmo no cree que pueda existir este tipo (y
ningún tipo, por supuesto) de Dios y ofrece infinidad de argumentos
contra las afirmaciones de que tal tipo de dios exista. Aquí empezamos
otra controversia: muchos ateos afirman que tal o tales dioses no existen.
Otros simplemente piensan que la noción de saber si Dios existe o no
existe, es una situación que no se puede saber con certeza, indeterminable
e irresoluble. Estas personas reciben el nombre de agnósticos. Pero me
refiero a ellos con el nombre de ateos debido a la definición dada
anteriormente de ateísmo: el teísta hace una proposición afirmativa al
decir que dios existe. El ateo no necesariamente tiene que afirmar la no-
existencia de Dios, sino que simplemente puede afirmar que no cree en
Dios, cosa que no implica su negación, pues no es lo mismo afirmar la no-
existencia de algo que no saber si existe o no. Parece un juego de palabras,
pero no es tan complicado como aparenta. Como explicaba en líneas
anteriores, algunos ateos afirman positivamente que un cierto Dios, de
cierta religión, no existe, sino defender la postura ateísta desde otra
perspectiva. Pero muchos ateos, pueden pensar que, saber si el Dios
cristiano, existe o no, es una cosa muy difícil de saber, con lo que deciden
sencillamente no creer en él. Dada la definición de ateísmo y que los
teístas son personas que creen de manera absolutamente positiva –y solo
de esa manera creen— no podemos considerar a los escépticos y
agnósticos como grupos aislados o separados totalmente del ateísmo sino
que en realidad son como ramas que se desprenden de un mismo tronco
con cierta identidad pero que al final de cuentas son bifurcaciones que
terminan uniéndose en pro de una misma causa. Y este punto a favor de
esos grupos ateos, no la podemos realizar a favor de las religiones y cada
una de sus sectas. Tomemos al cristianismo como ejemplo: abundan las
sectas, donde cada una se siente no como una mera rama de un tronco
sino que cada de ellas es un tronco de donde las demás se desprendieron
y sobra decir que no únicamente no terminan uniéndose a favor de su
Dios, sino que la separación entre ellas va aumentando y se alejan,
destrozándose unas contra otras, llamando y condenando como
corruptoras e inventoras de doctrinas diabólicas a las demás. Tal vez su
única manera de unirse sea haciendo campaña en contra del ateísmo, cosa
que es imposible que hagan debido a que viven separadas totalmente
unas de otras.
Con esto sentenciamos que todo aquel que por cualquier causa no
crea en dioses, debe adjudicarse el título de ateo. De cierta manera, visto
de un ángulo diferente, hasta los mismos cristianos son ateos. La
diferencia entre el ateo y el cristiano es que el ateo cree en un dios menos.
Si usted pregunta a un creyente, por ejemplo, al cristiano si cree en Alá o
en los Orishás como dioses, le dirá rotundamente que no. Si usted realiza
la misma pregunta, al musulmán y al santero, si ellos creen en el Dios
cristiano, también le dirán a usted que no. Y si preguntamos a todos ellos
por qué no creen en los otros dioses, argumentaran invariablemente que
tales dioses los consideran invenciones o ideas míticas. Entonces
podemos hacerles ver a todos esos creyentes monoteístas que cuando
comprendan porque no creen en los demás dioses, podrán comprender
porque los ateos no creemos en el suyo. Así, podemos explicar al
monoteísmo como el último peldaño que hace falta escalar para llegar al
ateísmo. Claro, un peldaño muy alto, sin duda. Pero ellos están cerca, solo
tiene que derribar el último Dios que les queda.

"Pero los dioses mueren. La historia humana está llena de divinidades


muertas, fallecidas en diferentes épocas, lugares y para diferentes
personas. Dioses que una vez ordenaron los más horrorosos sacrificios,
hoy son sólo estatuas en museos..."
BIBLIOGRAFIA

¿Cómo puede ser moral un ateo?, por Dan Baker, traducción de Alfredo J.
Porto

moral, ética, ateísmo, publicado el 18.09.2005

El Amigo Imaginario por Sergio Aranda

escepticismo, ateísmo

publicado el 21.04.2002

La Cosmología no Necesita de Dioses, por Glenys Álvarez

astronomía, racionalismo científico

publicado el 06.01.2002

Cómo defender el ateísmo, por George Smith; traducido por Salvador


Medina Gutiérrez

religión, dogmas, humanismo

publicado el 05.04.2004

Discurso pronunciado ante la Sociedad Separatista en 1976


INTRODUCCION

El hombre a lo largo de sus existencia, ha estado sujeto a varias

cadenas morales que le indican como tiene que ser su comportamiento,

muchas de estas cadenas son impuestas por la creencia en una religion,

considero que el hombre no tiene que adoptar creencias, para justificar su

existencia, simplemente tiene que utilizar estas creencias para su

desarrollo de una manera practica y real, no podemos darnos el lujo de

pasar toda nuestra vida atribuyendo todo lo que nos sucede a un ser que

no sabemos si existe, es por eso que en este ensayo expongo un estilo de

vida, que considero que nos puede ayudar a conocer un poco mas sobre

todo lo que existe en este mundo, sin la necesidad de casarnos con

ninguna creencia en particular.

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