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Descripción: Flamer es el superhéroe más torpe del mundo, ¿logrará salir de esta misión con vida o lo echará todo a
perder?
ACTO ÚNICO
Vemos el interior de un banco, donde múltiples personas esperan para hacer sus transacciones o revisan sus
teléfonos. Tras la ventanilla, una cajera se encuentra ingresando unos datos en su computadora mientras atiende a
un cliente. En ese momento, entra un hombre vestido de negro y con mucha discreción, saca una pistola y dispara al
techo. Todos gritan.
Las personas se tiran al suelo y la cajera oprime un botón de emergencia bajo su escritorio. El asaltabancos se
acerca a ella.
Asaltabancos: ¡Rápido! Quiero que vacíes la caja fuerte y pongas todo el dinero aquí, ¡o disparo!
La muchacha comienza a abrir la caja fuerte tras ella, temblando. En ese momento irrumpe en el local el superhéroe
Flamer, un sujeto ataviado con un traje ajustado de color rojo, con una capa y un símbolo de fuego en su pecho.
Flamer: ¡Alto ahí, bandido! ¡Ha llegado la hora de que le rindas cuentas a la justicia!
Asaltabancos: ¡Maldición! (Emite un disparo que hace que todos vuelvan a gritar y que pasa rebotando junto a
Flamer).
Asaltabancos: ¡Esa era la idea! (Vuelve a disparar contra él y Flamer se oculta tras un escritorio).
El asaltabancos la apunta con su arma y ella se agacha rápidamente. Flamer asoma tras su escondite.
Sale a toda prisa rodando por el suelo y antes de que el ladrón pueda disparar de nuevo, se estrella contra sus
piernas y los dos caen al piso. Una vez allí, comienzan a pelear como un par de niños, mientras la pistola es
empujada lejos.
Flamer (defendiéndose a duras penas de los golpes): ¡Uno que hace lo mejor que puede!
Cajera: ¿No tenías poderes de fuego? ¡¿Qué esperas para chamuscarlo como a un filete?!
Flamer: Eh… eso fue más algo de mercadotecnia, ¿sabes? Hoy en día no eres un superhéroe muy popular sin
poderes… así que… puede que yo haya distorsionado un poco la verdad…
Asaltabancos: ¡Eres el superhéroe más patético con el que me he enfrentado! (Le da un puñetazo y lo deja
inconsciente).
Salta veloz de su escritorio y se lanza contra el criminal, dándole una paliza mientras los rehenes la vitorean.
Cajera: ¡Qué hombres tan más inútiles! (Toma un cable de un teléfono cercano y ata las manos de un ladrón). No
cabe duda de que si quieres hacer algo bien, tienes que hacerlo tú misma.
FIN