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MomentosIntimos PDF
MomentosIntimos PDF
o
Villa
ISBN 0-8297-0309-8
Categoría: Inspiración
por confiarme
a su hija y a sus nietos
cuando me embarqué en una carfera
tan insegura como inestable,
que es la del escritor.
Introducción 7
Un momento increíble en una boda 9
Un momento increíble con un
funcionario del rey 19
Un momento increíble con un paralítico 29
Un momento increíble con un leproso 43
Un momento increíble en la ciudad
de Naín 53
Un momento increíble durante
una tormenta 61
Un momento increíble con una multitud 69
Un momento increíble sobre el agua 81
Un momento increíble con un muchacho
endemo!Úado 91
Un momento increíble con una mujer
encorvada 99
Un momento increíble con Lázaro 107
Un momento increíble con un ciego 119
Un momento increíble en un olivar 129
". .. y vimos su gloria,"gloria
como del unigénito del Padre,
lleno de'gracia y de verdad.11
INTRODUCCIÓN
7
centrado la atención en los momentos precisos en
que se manifestó su gloria, momentos en que se
levantó el velo de su humanidad para permitir que
resplandeciera su deidad. Momentos de misericor-
dia, como al curar a un leproso. Momentos espec-
taculares, como al calmar la tempestad. Momentos
de lágrimas, como al resucitar a Lázaro.
Esos momentos increíbles llenaron de reverente
admiración a quienes los presenciaron, de manera
que la vida de ellos no pudo seguir siendo igual
que antes. Algunas de esas personas fueron ilumi-
nadas por la luz. Otras trataron de extinguirla.
Pero todas llevaron la marca de aquellos fugaces
destellos de gloria.
Este libro es tan sólo un simple intento de en-
marcar unos cuantos de esos destellos de gloria.
Espero que las descripciones colmen el corazón
de usted de admiración hacia nuestro increíble
Salvador. Y espero que ese corazón se llene al
punto de rebosar de compasión por los que sufren,
pues precisamente sobre ellos se derramó con tan-
ta generosidad su gloria.
8
UN MOMENTO
INCREÍBLE
EN UNA BODA
PASAJE BÍBLICO
11
MEDITACIÓN
15
y el modo en que reveló su gloria ... fue median-
te un milagro silencioso. Nada de bombo y plati-
llos. Nada de candilejas ni de efectos teatrales.
Solamente la poderosa mano de Dios obró en si-
lencio detrás de bambalinas a la hora de la necesi-
dad.
y el propósito del milagro ... realizado no para
apagar su propia sed, sino para satisfacer las nece-
sidades de los demás. Para aliviar la ansiedad de
una mujer a quien amaba. Para salvar a una pareja
de recién casados, con ojos radiantes, de la incomo-
didad de una situación embarazosa. Ypara ofrecer
un poquito de placer a una comunidad agobiada
por el trabajo.
La gloria al descubierto aumentó la fe de los
discípulos. Y logró algo más. Mediante esa deci-
sión de revelar su gloria, Jesús cruzó un paso sin
retorno.
La suerte estaba echada.
El reloj estaba en marcha. Comenzaría su tictac
hasta la hora final de su destino y pondría en
movimiento los engranajes que finalmente lo lle-
varían a dar su vida misma, porque el vino que El
produjo en Caná aproximaría aquella copa que un
día bebería en la cruz.
16
ORACIÓN
~mado Señor:
En realidad, el cielo reserva el mejor vino hasta
el final. ¡Qué diferente de la manera en que el
mundo prodiga sus placeres! Primero viene el vér-
tigo del alborozo, pero a la mañana llega el dolor
de cabeza y la angustia, y es entonces que comien-
za de nuevo ese vacío que consume.
Señor, una persona allegada a mi corazón ha
atravesado por la vida con ese vacío que consume,
teniendo ansias de algo más.
Te ruego que tomes a y lo
llenes de tu Espíritu. Su corazón, con sus concavi-
dades secas, te anhela; pero él no lo sabe. Su alma
es tan ignorante en cuanto a las cuestiones espiri-
tuales que ni siquiera puede expresar claramente
su dolor.
El ha procurado aliviar ese dolor con todas las
cosas equivocadas, Señor. Pero sigue siendo un
hombre vacío, con un pasado lleno de remordi-
miento, con un presente lleno de confusión y con
un futuro lleno de preocupación.
Despójalo de esas cosas, Señor. Aunque tengas
que trastornar su vida para lograrlo.
Llénalo de una conciencia desbordante de que tú
- que eres el mismo ayer, hoy y por los siglos -
17
perdonas su pasado, de que eres el pan cotidiano
de su alma y de que tienes el futuro en tus manos.
Confío en que harás un milagro, Señor. Toca el
agua de su vida y tiansfórmala en el más delicado
de los vinos ...
18
UN MOMENTO
INCREÍBLE CON
UN FUNCIONARIO
DEL REY
PASAJE BÍBLICO
20
MEDITACIÓN
26
ORACIÓN
27
Señor Jesús, arranca las anteojeras que dirigen
mis ojos sólo sobre mi angosto caminito de dolor.
Yergue mi cabeza para que vea los caminos difíci-
les que tienen que transitar otras personas.
Por esas otras personas ruego ahora, oh Señor.
Por las que están sufriendo la pérdida de un ser
querido. Te pido que lleves claridad en medio de
esa circunstancia y des consuelo a los corazones
agotados por la ansiedad. Por las que ya han per-
dido a un ser querido, te ruego que las tomes en
tus brazos y las sostengas.
Sobre todo te pido por y por
- - - - - r - - - " quienes padecen el dolor tan singu-
28
UN MOMENTO
INCREÍBLE CON
UN PARALÍTICO
PASAJE BÍBLICO
31
MEDITACIÓN
33
convencidos. Otros iban con una mirada de nega-
tivismo, para averiguar quién estaba moviendo
peligrosamente el barco de la religión, y para pro-
hibirle hacer más olas.
La casa donde Jesús se encuentra hablando hoy
está colmada. Los que llegan tarde se amontonan
en la entrada, parados en puntas de pie, ahuecán-
dose las orejas para captar algunas de las palabras
del maestro.
Uno de los que han llegado tarde es el paralítico,
transportado por sus cuatro amigos, cada uno sos-
teniendo una punta de la camilla. Pero los muros
de carne resultan impenetrables. Y tras sus repeti-
dos intentos vienen los gestos de que hagan silen-
cio y que se alejen de la impaciente muchedumbre
que se esfuerza por oír.
Decididos a no ser rechazados, los hombres re-
troceden y elaboran otro modo de acercarse. "Las
escaleras. ¿Por qué no las escaleras traseras que .
llevan a la azotea?"
Su entusiasmo sube con cada escalón que as-
cienden. Cuando llegan al tope sienten en la gar-
ganta los latidos del corazón. Apoyando sobre el
piso a su amigo, examinan el techo para determi-
nar con exactitud el punto donde Jesús está ubica-
do. Luego, bombeando adrenalina, quitan las tejas
y comienzan a formar el hueco.
Los desechos que se desprenden crean una nube
ondulante de polvo y hacen retroceder a la muche-
dumbre que tose y cubre con las manos las quejas
que salen de su boca.
34
Sus ojos miran oblicuamente hacia arriba, y lo
primero que ven es un enredo de dedos semejantes
a gusanos que amplían su boquete. Ahora ven un
rayo de sol, un par de ojos que buscan a Jesús, luego
cuatro pares de manos ampliando más el boquete
y, por último, la base de la camilla del paralítico.
Los amigos se esfuerzan por hacer descender al
paralítico mientras otros desde abajo se estiran
para lograr que la camilla descanse sobre el piso.
Desde la abertura del techo, corno por un embu-
do invertido, se desparrama la luz en la cual partí-
culas de polvo hacen las piruetas de un ballet
evanescente y, etéreas, danzan alrededor del flác-
cido hombre que está sobre el piso.
Los ojos de Jesús están fijos sobre las cuatro
cabezas que rodean el agujero en el techo. El texto
de la narración dice que El vio" la fe de ellos. La
ti
39
ORACIÓN
40
Recordando la gracia que me mostraste, ayúdame
ahora a volver mi corazón hacia los que se encuen-
tran sobrecargados o quebrantados o postrados.
Hacia los que están atados a sillas de ruedas o a
camas de hospitales o a habitaciones silenciosas y
solitarias donde pocas veces brilla la luz de la
amistad humana.
Ayúdame a ser el amigo de alguien cuyo cuerpo
sea su prisión, sabiendo que tú me has llamado a
visitar a los presos como si yo estuviera igualmente
preso, y sabiendo que cuando le haya hecho eso al
más pequeño de todos, lo habré hecho a ti mismo.
Ayúdame a ser sensible a otras formas de pará-
lisis que permanecen ocultas. A los imposibilita-
dos por una combinación de circunstancias. A los
inmovilizados por alguna enfermedad crónica del
alma. A los aturdidos por el divorcio. A los entu-
mecidos por la muerte de un ser querido. A los
sepultados bajo la pesada carga de la depresión. A
los que soportan una injuria sobre el corazón. A los
destrozados por una amistad rota. Por la influencia
paralizante, cualquiera sea, que haya devastado su
vida, te ruego Señor Jesús. Ayúdame a poner mi
esfuerzo junto con mi fe para levantarlos en ora-
ción, para sobrellevar sus cargas y para llevarlos a
ti a fin de que encuentren misericordia. Te ruego
especialmente por _
41
UN MOMENTO
INCREÍBLE CON
UN LEPROSO
PASAJE BÍBLICO
44
MEDITACIÓN
so
ORACIÓN
~UeridO Jesús:
De rodillas vengo a ti intercediendo a favor de
una persona que se ve a sí misma como leprosa. Te
suplico que tengas compasión de . . .;
Es una persona solitaria, Señor. Se sitúa en la
periferia de los círculos sociales, esquivando su
mirada, o agachando la cabeza consciente de su
condición. Tiene temor de las miradas de los que
se sienten más seguros. Temor de que vean sus
manchas, sus llagas, su vergüenza.
Ayúdala a ver la realidad de que todos tenemos
pecados. Algunos están en la superficie y son evi-
dentes a todo el mundo. Otros están ocultos en lo
más profundo. Pecados que nadie ve, salvo tú. Sin
embargo, cuando tú ves los abscesos leprosos de
nuestro corazón, no retrocedes y te retiras; por el
contrario, tú extiendes el brazo para tocar y para
sanar.
Esa persona te necesita, Señor, pero le da ver-
güenza acercarse porque piensa que es demasiado
impura para tu presencia. Ayúdala a recordar que
tú viniste para los que están enfermos. Ayúdala
para que acuda a ti en busca de sanidad. Que
pueda encontrar comprensión en tu mirada, acepta-
ción en tu sonrisa y ternura en el contacto contigo.
51
Si quieres, Señor, puedes limpiarla.
Ella anhela oír de ti las palabras que oyó el
leproso: "Quiero; sé limpia." Ayúdala a compren-
der que tú no sólo puedes limpiarla, sino que
también quieres hacerlo. Extiende el brazo, Señor.
Tócala. Límpiala.
Dame un corazón lleno de compasión por ella;
esa misma compasión que llen6 tu corazón cuando
viste aquel leproso, el que estaba ubicado en las
afueras de la humanidad. Dame brazos que estén
dispuestos a extenderse en su ayuda, Señor. Y
manos que no teman tocar y participar en la vida
de mi prójimo.
52
UN MOMENTO
INCREÍBLE EN
LA CIUDAD
DE NAÍN
PASAJE BÍBLICO
54
MEDITACIÓN
58
ORACIÓN
adOSeñor:
Gracias por la profundidad del pozo de tu com-
pasión ... y por su pureza ... y por su dulzura.
Gracias por el modo gratuito y espontáneo con que
nos alcanzas esa agua.
Gracias porque no se debe a un gran saber, ni a
una gran riqueza ni a un gran poder que tú decides
sacar agua de ese pozo, sino a algo tan pequeño y
débil como son las lágrimas.
Gracias, oh Salvador tan misericordioso, por
aquel día primaveral en que tú devolviste ese hijo
a su madre. ¡Qué escena tan hermosa de compa-
sión! Y qué cuadro tan alentador de esa primavera
aún por venir, cuando tú enjugues toda lágrima de
nuestros ojos y cuando no haya más enfermedad
ni muerte.
Dame el corazón que tuviste tú por esa madre
enlutada, para sentir lo mismo por aquellos cuyos
hombros están encorvados bajo el peso de una
pérdida demasiado grande como para poder so-
portarla.
Ruego por los que han perdido a un ser querido,
sea por un accidente repentino o por una enferme-
dad lenta y agonizante.
59
Concédeles gracia para soportar la dolo:rosa
realidad de las peticiones no otorgadas.
Concédeles gracia para saber que, a pesar de que
sus oraciones no sean respondidas, sus lágrimas no
pasarán inadvertidas.
Concédeles gracia para saber que aquel que :nota
cuando cae a tierra un gorrión, también tomó :nota
'de su pérdida con sus propias lágrimas.
Especialmente te ruego por , cuyo
corazón está traspasado de dolor.
60
UN MOMENTO
INCREÍBLE DURANTE
UNA TORMENTA
PASAJE BÍBLICO
62
MEDITACIÓN
65
Ya han visto los discípulos a Jesús dar fuerza a
piernas inválidas, vista a ojos invidentes, salud al
sirviente de un centurión. Pero nunca le han visto
hacer algo como esto. Es el mayor despliegue de
poder espontáneo que han presenciado.
Pero si la tormenta se ha calmado y el peligro de
morir ahogados ha quedado atrás, ¿por qué siguen
temiendo?
¿Por qué? Porque en su mente se hallan frente a
una tormenta más aterradora ... una tormenta que
les ha sobrevenido tan súbita y turbulentamente
como aquella de la que salieron con vida. El torbe-
llino de esta tormenta gira en torno a la identidad
de su maestro. "¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y
las olas le obedecen!"
Entonces sus ojos pueden ver.
El que está de pie ante ellos no es un maestro
cualquiera o un profeta o un sanador espiritual. El
que está delante de ellos sostiene en el puño firme
de su mano la crin salvaje de la natural~za. A El se
someten las fuerzas desenfrenadas de la creación,
sin oponer una coz ni un relincho de resistencia.
Ante la presencia fresca y tiritante de tal poder,
los discípulos quedan aterrorizados, sabiendo que
el hombre que dormía en la popa se levantó de su
siesta para hacer lo que sólo Dios mismo puede
hacer.
66
ORACIÓN
68
UN MOMENTO
INCREÍBLE CON UNA
MULTITUD
PASAJE BÍBLICO
72
MEDITACIÓN
75
corona es la ruta trazada en la cartografía de su
Padre, el sendero pedregoso que sube al Calvario.
Sería allá donde el pan de vida se partiría ... de
modo que un mundo hambriento de perdón pu-
diera tomar y comer.
76
ORACIÓN
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UN MOMENTO
INCREÍBLE SOBRE
EL AGUA
PASAJE BÍBLICO
87
Jesús no podía permitir que los discípulos con
los frágiles brotes de su fe se aferraran a El como a
un enrejado de sostén. Las raíces de ellos debían
ser más profundas. Debían engrosar sus troncos.
Debían llegar a ser más sólidas sus ramas.
De no ser así, no llegarían a ser lo bastante
fuertes como para mantenerse de pie solos, lo que
algún día debieran hacer. De no ser así, no serían
capaces de soportar los frutos que cargarían en sus
ramas, los cuales El estaba preparando para que
llevaran en abundancia.
Era un capítulo difícil en el libro de texto de la
fe. En unas horas su ropa estaría seca, dejarían de
temblar. En unos días olvidarían su dolor de espal-
das, 'olvidarían sus manos lastimadas. Pero los
discípulos no olvidarían jamás la lección que
aprendieron esa noche.
88
ORACIÓN
89
Oro por y por . Ellos ne-
cesitan desesperadamente que tú te acerques, Se-
ñor. Se están esforzando con sus propios remos,
luchando por mantenerse fielmente en la ruta que
tú has trazado para sus vidas.
El espíritu de ellos desfallece. Les arde la espal-
da por tantas responsabilidades que tienen en la
vida. Sus pensamientos se estremecen con el temor
de no poder atravesar victoriosos la tormenta esta
vez.
Ten misericordia de ellos, Señor. Están desgas-
tados y extenuados y desean encontrar un puerto
apacible donde halle reposo su corazón agotado.
Acércate a ellos. Permíteles verte en medio de su
tormenta. Déjales oír tu voz por encima del rugido
de las circunstancias que los acosan. Concédeles la
gracia de fijar sus ojos en ti, Señor, y no en el ardor
de las situaciones que los azotaÍl a su alrededor.
Ayúdales a darse cuenta de que aun en los mo-
mentos en que se están hundiendo, cuando la vida
se torna pesada y la fe pierde su fuerza de empuje,
tú estás allí con una mano extendida para evitar
que se hundan bajo la superficie. Calma sus cora-
zones agitados, Señor, y aquieta la tormenta que
tanto amenaza su matrimonio ...
90
UN MOMENTO
INCREÍBLE CON
UN MUCHACHO
ENDEMONIADO
PASAJE BÍBLICO
92
MEDITACIÓN
96
ORACIÓN
~madO Señor:
Al ver cuán pérfido es el enemigo, cuán impla-
cable, cuán inescrupuloso, cuán cobarde, 10 des-
precio más que nunca.
Cuando oigo hablar de violación o de maltrato
de menores, o de su secuestro o asesinato, mis
emociones oscilan entre un oscuro sentimiento de
culpa a una súbita indignación. Es entonces cuan-
do se amontonan las preguntas en mi mente: ¿Có-
mo pudiste dejar el cordel del diablo tan largo
como para que devorara desenfrenadamente a ni-
ños indefensos? ¿Dónde están los ángeles que
creíamos que debían cuidar de ellos? ¿Dónde esta-
bas tú cuando ellos clamaban pidiendo auxilio?
Discúlpame, pero esas son las preguntas que se
me plantean cuando cotejo las promesas de la Bi-
blia con los titulares de los periódicos.
Ayúdame a entender. Ycuando no pueda enten-
der, ayúdame a confiar. Y cuando no pueda con-
fiar, ayúdame a superar mi fe deficiente.
Oh Buen Pastor, ocúpate de todos los niños
pequeñitos. Son tan indefensos, y la noche es tan
oscura y está tan llena de peligros.
Especialmente te pido por los niños que han
sido despojados de bendiciones físicas:
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Por los diabéticos y epilépticos, que viven a la
merced de ataques que los ponen en graves
aprietos, aveces con peligro de muerte . ..
Por los sordos, los que viven tan solos en un
mundo de silencio . ..
Por los mudos, quienes sufren por no poder
expresarse claramente.
Ten piedad de ellos, Señor. Tienen necesidades
particulares. Y ten piedad de los padres. Ellos tie-
nen necesidades especiales también ...
Dales una medida mayor de gracia para hacer
frente a las demandas extraordinarias de cuidar
de sus hijos . ..
Dales fuerzas para subir la cuesta que les toca
transitar . ..
Dales tolerancia con los insensibles, los que miran
pasivamente y murmuran . ..
Dales paz respecto a esa sospecha de que padecen
un castigo por algo que han hecho en el pasado . ..
Dales descanso del sentimiento de culpa al creer
que no hacen lo suficiente por su hijo.
_Dales reposo, tanto espiritual como físico. Tú
sabes bien cuánto lo necesitan.
Gracias porque tú viniste al mundo con el pro-
pósito expreso de destruir las obras del diablo,
para restituir el daño que él ha hecho, para devol-
ver lo que él ha robado.
En forma especial te ruego que acudas en ayuda
de un niño llamado , a quien el diablo
está privando de su infancia ...
98
UN MOMENTO
INCREÍBLE CON UNA
MUJER ENCORVADA
PASAJE BÍBLICO
100
MEDITACIÓN
104
ORACIÓN
111
MEDITACIÓN
115
ORACIÓN
116
Ruego por todos los que sufren por la pérdida
de un ser querido:
por el que ha perdido a uno de sus padres . ..
por el que ha perdido a un hijo •.•
por el que ha perdido a un abuelo . •.
por el que ha perdido a una hennana .••
por el que ha perdido a un hennano .
por el que ha perdido a un amigo .
Ruego por los que claman como Marta y María:
IlSeñor, si hubieras estado aquí .. .11 En medio de
la confusión emocional producida por su pérdida,
ayúdales a ver que tú sí estabas allí, llorando junto
a ellos.
Oro de manera especial por _
117
UN MOMENTO
INCREÍBLE
CON UN CIEGO
PASAJE BÍBLICO
120
MEDITACIÓN
125
ORACIÓN
127
UN MOMENTO
INCREÍBLE
EN UN OLIVAR
PASAJE BÍBLICO
131
MEDITACIÓN
~~ús~edclhuertode~¡deSPU~
de pasar en oración su prueba, sudoroso a
causa de la lucha. Pero el corazón que estalló de
tanta fuerza emocional está ahora lleno de la reso-
lución de beber la copa que está servida delante de
El. y no importa cuán amarga sea. No importa
cuán difícil de tragar.
Jesús y sus soñolientos discípulos descendieron
el valle de Cedrón. Del otro ládo espera al Salvador
un destino imponente como la torre que arroja una
sombra larga y oscura sobre el valle. Dejando ese
valle atrás, Jesús penetra en el bosquecillo de oli-
vos. Ha estado allí con sus discípulos frecuente-
mente.
Esta sería la última vez.
En ese bosquecillo las formas reumáticas de las
plantas de olivo dan la impresión de que han bro-
tado de algún oculto dolor muy dentro de la tierra.
Son árboles viejos y han visto muchas injusticias
en la vida. Esa noche han de presenciar la peor de
todas.
Al hacer una pausa en ese lóbrego sitio de des-
canso, Jesús sabe ya todo lo que ha de suceder. Sabe
dónde va a ser arrestado, cuándo y por quién. Sin
132
embargo, nada hace por retrasar esa cita con su
destino.
Ha llegado su hora.
A través de la arboleda se percibe el sordo albo-
roto de algo que suena como una multitud de
personas. Ondulan las antorchas por encima de las
cabezas del gentío, enviando hacia la oscuridad de
la noche un humo negro que parece un plumaje
ondulante. Cuando los discípulos atisban por en-
tre las siluetas retorcidas de los olivos, descubren
que la turba la integran militares.
Son una comitiva de soldados del destacamento
que, con el fin de mantener la paz, está acuartelado
en la torre de Antonia que mira hacia el templo. La
tropa cuenta con unos seiscientos hombres; es una
ronda obligada para asegurar el arresto y para
reprimir cualquier reacción de resistencia.
¡Qué irónico! Una tropa de soldados para buscar
a Aquel que podría, con una oración susurrada,
desplegar legiones de ángeles en su defensa. ¡Qué
irónico, realmente! Buscar a la Luz del mundo con
antorchas y lámparas. Ir con palos y espadas forja-
das por manos humanas a tomar prisionero a
Aquel que fraguó las estrellas.
Estratégicamente vienen de noche, para dismi-
nuir la resistencia. Jerusalén está desbordante de
peregrinos que han llegado para celebrar la Pas-
cua, de modo que no hay posibilidad de averiguar
cuántos son los fieles seguidores de este atrevido
joven predicador. Si el arresto se llevara a cabo de
día, daría lugar a una desagradable escena, o aun
podría brindar un impulso inicial a una revuelta.
133
Los discípulos espían por sobre los árboles para
ver si vienen más soldados y también para estudiar
una vía de escape. Pero antes de tomar cuenta de
ello, los soldados les caen encima.
La mano de Pedro se cierra sobre la empuñadu-
ra de la espada recién comprada, pero no se mueve
para desenvainarla. ¡Un momento! ¿Una espada?
¿En manos de un pescador? ¿Qué se le metió en la
cabeza a Pedro? ¿No se ha dado cuenta de que el
reino de Jesús no es de este mundo? ¿No sabe que
sus manos debieran estar plegadas en oración, no
sobre la empuñadura de una espada?
La luz de las antorchas oscila marcando con
manchones la muchedumbre y arrojando una
sombra circular que tiembla sobre la tierra.
Jesús da un paso al frente. Con valor. Resuelta-
mente. Un hombre desarmado en posición firme
frente a un pequeño ejército. Y El es el primero en
hablar.
- ¿A quién están buscando?
La respuesta es tan escalofriante como el aire de
la noche.
- A Jesús nazareno.
Sin vacilación ni táctica alguna para encubrir su
identidad, Jesús responde.
- Ese soy yo.
Literalmente, las palabras con que Jesús se da a
conocer son l/Yo soy", las mismas que pronunció
Dios para identificarse al hablar con Moisés desde
la zarza ardiente.
y dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los
hijos de Israel y les digo: El Dios de vuestros padres
134
me ha enviado avosotros. Si ellos me preguntaren:
¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?
y respondió Dios aMoisés: Yo SOY EL QUE SOY.
Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: Yo SOY me
envió a vosotros.
Anteriormente en su ministerio Jesús había de-
clarado su igualdad con el Padre diciendo: "Antes
que Abraham fuese, yo soy." ¡Yo SOy! Al oír esas
palabras, los líderes religiosos tornaron piedras
para matarlo a pedradas, pues comprendieron lo
que significaba esa declaración y la condenaron
como blasfema. '
Ahora los soldados se desploman ante las pala-
bras "Yo soy". En un momentáneo pero increíble
despliegue de deidad, Jesús supera en fuerzas a la
oposición.
Caen al suelo como embestidos, como cuando
un luchador clava al piso a su contrincante. Pero
esta fuerza se pone en acción sólo por un instante.
La demostración no tiene por objetivo derrotar a
su enemigo sino sólo dar peso a su declaración de
quién era El.
Pues también es importante que Jesús vaya de
modo sumiso, como un cordero llevado al mata-
dero, no como un animal cercado que pelea por su
vida.
Una vez más Jesús pregunta a quién buscan.
Una vez más responden. Una vez más se identifica.
Pero esta vez incluye un pedido a favor de sus
discípulos:
- Si es a mí a quien buscan, dejen en libertad a
estos hombres.
135
Judas emerge de las sombras para destacar a
Jesús ante la comitiva de captura. Hace esto me-
diante la falsedad de un beso.
"Amigo -le había dicho Jesús -, lo que vas a
hacer, hazlo más pronto."
No hay odio en sus palabras; sólo tristeza por un
amigo que va camino a su propia destrucción.
El hombre de confianza del sumo sacerdote se
adelanta para tomar a Jesús bajo su custodia. Al ver
eso, Pedro saca de repente la espada y lanza una
estocada al hombre. Este esquiva la cabeza, pero la
espada logra separar un trozo de la oreja.
Jesús se interpone entre los hombres mantenien-
do a Pedro fuera de alcance.
- Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los
que toman espada, a espada perecerán. ¿Acaso
piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que
él no me daría más de doce legiones de ángeles? ...
Si el Padre me da a beber este trago amargo, ¿acaso
no habré de beberlo?
Jesús vuelve su atención hacia el emisario del
sumo sacerdote, quien se tapa el oído con la mano.
Le toca la herida. Queda sana en el acto.
Jesús no invertirá en defensa propia ni siquiera
la pérdida de una oreja. Insiste en su propósito: la
única sangre que se vertirá será la suya.
El médico Lucas describe el alcance de la herida.
Al usar en su escrito el diminutivo en la palabra
original empleada como"oreja" da a entender que
sólo una pequeña porción fue la que se le cortó,
posiblemente el lóbulo o algo de ese tamaño.
136
sólo una pequeña porción fue la que se le cortó,
posiblemente el lóbulo o algo de ese tamaño.
Asimismo Lucas es el único de los escritores de
los evangelios que registra la curación. Para los
otros tres el milagro puede haber parecido minúscu-
lo en comparación con la tragedia que se desarrolla
a su alrededor. A fin de cuentas, ¿qué trascenden-
cia tiene el lóbulo de la oreja de un criado mientras
está en juego la vida del Salvador del mundo?
Fue el último milagro realizado por Jesús antes
de morir.
y el más pequeño.
Por cierto que el criado del sacerdote podría
haber vivido toda la vida sin una parte de una de
sus orejas. No iba a disminuir su sentido del oído.
En el peor de los casos, el daño sería sólo de carác-
ter estético.
Pero aquel que había predicado amor para los
enemigos practicaba lo que predicaba ... y lo prac-
ticó hasta el fin. Pues el último de los milagros del
Salvador fue un gesto de bondad, que nadie soli-
citó, hacia un enemigo.
Después de todo, tal vez no sea un milagro tan
pequeño.
Considerando las legiones de ángeles que esta-
ban a su disposición y las maneras en que el Salva-
dor podría haber empleado su poder, hay la posi-
bilidad, sólo la posibilidad, de considerarlo el
mayor milagro de su vida.
137
ORACIÓN
139
"Bienaventurados los ojos
que ven lo que vosotros veis;
porque os digo
que muchos profetas y reyes
desearon ver
lo que vosotros veis
y no lo vieron . . ."
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